Sánchez Rodríguez, Josefina y Llorca Llinares, Miguel (2010).
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Sánchez Rodríguez, Josefina y Llorca Llinares, Miguel (2010).
ISSN: 1577-0788 NOVIEMBRE 2010 NÚMERO NÚMERO 35 NOV/2010 Tras la huella de Pedro Pablo ... Edita Red Fortaleza de Universidades con Formación en Psicomotricidad Universidad de Morón (Argentina) Asociación de Psicomotricistas del Estado Español ISSN: 1577-0788 1 NOVIEMBRE 2010 NÚMERO 35 ISSN: 1577-0788 NÚMERO NOV/2010 Staf Fundador •Pedro P. Berruezo (España) Director •Juan Mila (Uruguay) Director Asociado •Miguel Sassano (Argentina) Consejo de Redacción •Monserrat Antón (España) •Pilar Arnaiz (España) •Pablo Bottini (Argentina) •Dayse Campos (Brasil) •Misericordia Camps (España) •Blanca García (Uruguay) •Lola García (España) •Alfonso Lázaro (España) •Cristina de León (Uruguay) •Miguel Llorca (España) •Leila Manso (Brasil) •Rui Martins (Portugal) •Rogelio Martínez (España) •Roberto Paterno (Argentina) •Rosa María Peceli (Uruguay) •Claudia Ravera (Uruguay) •Joaquín Sarrabona (España) •Begoña Suárez (México) •Alicia Valsagna (Argentina) Corrección: Lic. Susana Lamaison Diseño y Diagramación D.C.V. Sandra Luján Edita Red Fortaleza de Universidades con Formación en Psicomotricidad Universidad de Morón (Argentina) Asociación de Psicomotricistas del Estado Español ISSN: 1577-0788 Sumario EDITORIAL Otra vez en el ciber espacio. Juan Mila, Director 3 Tras la huella de Pedro Pablo con retos nuevos Alfonso Lázaro 4 Atención temprana a los bebés prematuros de alto riesgo. “Proyecto Amanda”. Early care for high risk babies: “The Amanda Project” Josefina Sánchez Rodríguez, Miguel Llorca Llinares 5 Pautas de conducta constructiva en Psicomotricidad a los dos años. Rules of building behaviour in psychomotricity at the age of two years. Elena Herrán Izagirre, Juan Ignacio Martínez de Morentin de Goñi 19 En la inmovilidad sonora hacer de nuestros cuerpos un lugar de placer, comunicación y movimiento. At tho sonorous immobility, becoming our bodies in a place of pleasure , communication and movement Maite Labarga Hermenegildo 40 Construyendo un lugar de seguridad que posibilite la diferenciación Building a safety place in order to make the difference possible Talía Cristina Morillo Lesme, Raquel Ceballo Suárez 52 “El abordaje interdisciplinario y la especificidad de la Psicomotricidad en pacientes adolescentes y adultos con trastornos de la conducta alimentaria en el Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba, Argentina” The interdiciplinary Intervention and the specificy of Psychomotricity in adolescent and adult patients with alimentary behaviour disorders in National Hospital of Clinics. Cordoba. Argentina. Claudia Marcela Carta 63 Jogo e afectividade em asilo. Game and affectivity at the asylum Patrick Ramon Stafin Coquerel, Cristiane Kerber, Nívean Dranka 89 Convergências entre idéias da Psicomotricidade Relacional e da Psicoanálise contemporanea. Convergency between the ideas of relational psicomotricity and contemporary psichoanalisis Maria Isabel Bellaguarda Batista 97 Normas de Publicación Eventos 2 107 110 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 Editorial NOV/2010 Otra vez en el ciber espacio La Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales está nuevamente en el ciber espacio. cidad de la Universidad de Morón) y el Dr. Roberto Paterno (Decano de la Facultad de Filosofía, Ciencias de la Educación y Humanidades de la Universidad de Morón, Buenos Aires, Argentina), quienes han trabajado en forma sostenida para hacer que este proyecto editorial sea posible. Hemos y estamos transitando el dolor de haber perdido a Pedro Pablo Berruezo y Adelantado, ideólogo y hacedor de nuestra publicación. Ahora esta revista arbitrada, será de libre acceso para los estudiantes, psicomotricistas y estudiosos de la Psicomotricidad en todo el mundo. El mejor homenaje que le podemos realizar a Pedro Pablo es seguir en el camino, es seguir la brecha por él trazada, ahora sin su guía y sin tener la posibilidad de plegarnos a sus pensamientos y amoldarnos a su paso. Pero seguiremos caminando. Éste es un acto de generosidad y solidaridad colectivo, que mucho bien le hace a nuestra disciplina, a nuestra profesión y a todos nosotros. Tenemos que agradecer, con mucho afecto a Amparo Sánchez Ortega, compañera de todas las horas de Pedro Pablo y en forma muy especial a los compañeros Carmen Torcal y Alfonso Lázaro de la Asociación de Psicomotricistas del Estado Español, puntales y sostenedores de esta continuidad en la edición de nuestra publicación. Hemos recibido el afecto y la voz de aliento para continuar trabajando en nuestra Revista de compañeros de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Panamá, Puerto Rico, México, Venezuela, España, Francia, Italia, Portugal, Bélgica, Dinamarca, en fin, de muchos de los entrañables compañeros que valoran este espacio. Quiero destacar la disponibilidad y la apertura que han tenido los compañeros de la Universidad de Morón, en acoger este proyecto, personalizo mi agradecimiento en mis dos amigos, el Lic. Miguel Sassano (Director de la Licenciatura en Psicomotri- Continuaremos, trabajaremos y esperamos los aportes de todos, un fuerte abrazo psicomotor. Juan Mila Director 3 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Tras la huella de Pedro Pablo con retos nuevos La Asociación de Psicomotricistas del Estado Español (APEE) celebra con todo su entusiasmo la continuación de la Revista Electrónica de Psicomotricidad y Técnicas Corporales, después del fallecimiento de Pedro Pablo Berruezo en Cartagena (Murcia) en abril de 2009, que ahora se editará en la Universidad de Morón, Argentina. Pedro Pablo estuvo en sus últimos años empeñado en que era necesario abrir foros para el debate y la reflexión del quehacer psicomotriz; seducido por la idea de comunicar profesionales de ambos lados del Atlántico; encantado por la difusión de la revista y por su presencia en numerosas universidades y entidades de Hispanoamérica y Europa; y resuelto a seguir abriendo caminos al devenir de la Psicomotricidad. Como decía en el número 34 de homenaje al gran profesor, el proyecto de esta revista supuso un antes y un después en su trabajo personal y también marcó un importante hito en la expresión y comunicación entre profesionales de diversas tendencias psicomotrices. Publicada conjuntamente por la Asociación de Psicomotricistas del Estado Español y la Red Fortaleza (Red Latinoamericana de Universidades con Formación en Psicomotricidad) exclusivamente a través de Internet, a lo largo de sus 33 números ha recogido centenares de artículos y está presente en numerosas universidades y centros de estudios en España e Iberoamérica. Junto con Juan Mila, el otro gran hacedor de la Revista que siempre estuvo allá pero siempre cercano, decíais en la primera editorial con el título Bienve- nida: “Queremos hacer de esta revista el vehículo de la comunicación profesional y científica de los países iberoamericanos en el ámbito de la psicomotricidad, y una obligada referencia documental para todos los que se ocupan de la dimensión corporal en los diversos ámbitos de la sanidad, la educación o la atención social (…). Esta revista, de carácter electrónico, va a incorporarse al mundo de las publicaciones con un nuevo estilo, más directo, asequible y dinámico, posible gracias a la disponibilidad de los recursos tecnológicos, y propio de las publicaciones de un mundo global, interconectado, permanentemente en comunicación, como corresponde a nuestra época”. Después del número 34, especial dedicado a la obra y figura de Pedro Pablo Berruezo con el título La larga proyección de una vida plena, esperamos con ilusión el número 35. La APEE quiere seguir compartiendo los mismos ideales que se manifestaban en la primera editorial y desea continuar impulsando este sueño hecho realidad, tejido siempre con cariño. En la medida de nuestras fuerzas intentaremos que mantenga el mismo formato, la misma cuidada edición, el mismo rigor para fomentar el debate y salpicar de nuevas experiencias y razonados pensamientos el universo de la Psicomotricidad. Animamos, pues, a Juan Mila y al nuevo equipo de la Universidad de Morón a continuar el camino trazado porque como dice el poeta, Pedro Pablo se fue pero nos dejó su impulso, su vuelo y su trayectoria. Alfonso Lázaro (en nombre de la APEE) 4 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Recibido: 1/10/2010 - Aceptado: 25/10/2010 Atención temprana a los bebés prematuros de alto riesgo. “Proyecto Amanda” Early care for high risk babies: “The Amanda Project” Josefina Sánchez Rodríguez Miguel Llorca Llinares DATOS DE LOS AUTORES Josefina Sánchez Rodríguez: Profesora Titular del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa. Facultad de Educación. Universidad de La Laguna. Dirección de contacto: [email protected] Miguel LLorca LLinares: Profesor Titular del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa. Facultad de Educación. Universidad de La Laguna. Dirección de contacto:[email protected] ABSTRACT This article is a summary of the research project “The premature baby: identifying and responding to their needs from an interdisciplinary approach (Amanda Project), developed from 2005 to 2009. Its aim was the interdisciplinary care of premature infants at high risk and support their families. We share our model of intervention with these subjects since they were in incubators, with a week of life, up to two years. This paper also discusses the main results we have found comparing the experimental group with the control group. RESUMEN Este artículo es una síntesis del Proyecto de Investigación “El bebé prematuro: identificación y respuesta a sus necesidades desde un enfoque interdisciplinario (Proyecto Amanda), desarrollado desde el año 2005 al 2009. Su finalidad era la atención interdisciplinar a los bebés prematuros de alto riesgo y el apoyo a sus familias. Queremos compartir nuestro modelo de intervención con estos sujetos desde que se encontraban en las incubadoras, con una semana de vida, hasta los dos años. En este trabajo se comentan también los principales resultados que hemos encontrado al comparar el grupo experimental con el grupo control. KEY WORDS Premature babies, psychomotricity, early care. PALABRAS CLAVE Bebés prematuros, psicomotricidad, atención temprana. 5 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 1.- EL PROYECTO AMANDA férico, cuando se analiza la vía auditiva a través de potenciales evocados auditivos de tronco cerebral a la edad postconcepcional de término (Jiang , 2001). Con respecto al desarrollo cognitivo, los niños de muy bajo peso alcanzan en las pruebas de inteligencia unas puntuaciones significativamente más bajas que la de los niños nacidos con un peso normal (Hack, 1995), y en los últimos años se han descrito alteraciones del aprendizaje incluso con cocientes de inteligencias normales. Estas alteraciones son especialmente llamativas en las áreas de coordinación viso-motora, habilidades motoras finas, lenguaje expresivo y razonamiento matemático, lo que hace que el seguimiento y apoyo que han de recibir estos niños se prolongue hasta bien entrada la edad escolar, para detectar y orientar las ayudas precisas para el aprendizaje y evitar el fracaso escolar temprano. Estudios recientes demuestran que entre los 8 y 15 años de edad, en la población de supervivientes prematuros se aprecia un significativo deterioro de la función cognitiva con necesidades de apoyo escolar extra. (O Brian, 2004) NOV/2010 El proyecto de investigación Amanda se ha desarrollado desde el año 2005 al 2009. Su finalidad era la atención interdisciplinar a los bebés prematuros de alto riesgo y el apoyo a sus familias. El nombre de Amanda se planteó por el nacimiento de una bebé de 24 semanas y 600 gramos, hija de una compañera de nuestro equipo de trabajo, que gracias al apoyo médico y psicopedagógico hoy disfruta de una vida normalizada mostrándose una niña competente y autónoma. Nos pusimos en contacto con el equipo de pediatras del Hospital Universitario de Canarias que investigaba sobre el seguimiento neurológico de los bebés prematuros y el protocolo de atención a estos niños con la finalidad de plantear un proyecto de investigación que incluyera la atención temprana dentro de este protocolo de seguimiento así como el apoyo familiar. El equipo médico apostaba por la importancia de incluir la Atención Temprana en el ámbito hospitalario. Todo esto justifica la puesta en marcha de programas de seguimiento específicos que se centren no sólo en los aspectos médicos sino que también presten apoyo a la familia y al bebé facilitando el acceso a los centros de atención temprana y mantengan la orientación del niño desde un punto de vista global e integrador. Iniciamos este trabajo acercándonos al ámbito hospitalario, familiarizándonos con los cuidados y peculiaridades del bebé prematuro de alto riesgoaquellos que pesaban menos de 1.500 g de peso o que habían nacido antes de la 32 semana de gestación. La elección de esta muestra respondía a la literatura médica sobre el porcentaje alto de bebés que sufrían daño neurológico presentando parálisis cerebral infantil o dificultades sensoriales. Para el personal educativo, acercarse al bebé prematuro supone comprender cómo todas estas dificultades van a influir en la expresividad psicomotriz del niño y de qué forma podemos mediar para compensar dichas dificultades. Acometer un trabajo desde este ámbito requiere centrarnos en entender las Aproximadamente uno de cada cuatro recién nacidos prematuros con muy bajo peso al nacimiento presentan déficit auditivo, bien sea central o peri- 6 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 un grupo experimental y uno control formado cada uno al finalizar este trabajo, y teniendo en cuenta la muerte experimental de los sujetos, por 15 niños en cada grupo con características similares en cuanto al peso y la edad gestacional. El criterio para adjudicar a los niños en uno u otro grupo era su lugar de residencia, aquellas familias que vivían alejadas de la zona donde se encontraba nuestra facultad o aquellos niños que procedían de otras islas conformaron el grupo control. Mientras recogimos la muestra de la investigación sólo un sujeto del grupo control presentaba lesión cerebral significativa; al no tener ningún par similar en el grupo experimental este sujeto fue retirado del estudio para no sesgar los resultados. Las variables seleccionadas para este estudio fueron el tono muscular, los reflejos primarios, la somatometría (Peso, Longitud y Perímetro craneal), el control postural, la coordinación óculo-motriz, la utilización del objeto, la sociabilidad, la autonomía, el lenguaje comprensivo y el lenguaje expresivo. El seguimiento interdisciplinar de la población se llevó a cabo de la siguiente manera: dificultades y posibilidades en el desarrollo del bebé prematuro y qué actitudes y relaciones presentan el niño y su familia, intentando que nuestro trabajo sirva para modificar o enriquecer las experiencias de la unidad familiar. Situarnos desde esta perspectiva supone abordar un modelo psicopedagógico de intervención basado en las teorías del desarrollo cognitivo de Piaget (1969, 1985), centrada en los procesos más que en los resultados o la ejecución cognitiva; la teoría sociohistórica de Vigotsky (1962, 1973) que plantea la importancia de las relaciones con otras personas más preparadas en el desarrollo del individuo; y el paradigma ecológico de Bronfrenbrenner (1979) que se ha desarrollado a partir de las teorías sistémicas. Los objetivos de este trabajo fueron los siguientes: - Sistematizar un protocolo de seguimiento con los niños prematuros en las diferentes áreas de desarrollo, proponiendo un marco de trabajo interdisciplinar. - Plantear un modelo de Atención Temprana que se ajuste a la especificidad del lactante prematuro, llevando implícito el apoyo a la familia. - Exploración neurológica: La valoración del neurodesarrollo se realizará en el momento en que se inicien las sesiones, en el momento del alta hospitalaria y a las 40-42 semanas de edad concepcional en los RN pretérminos. - Confirmar la importancia de la atención temprana en la prevención de dificultades en el desarrollo y el aprendizaje. - Evaluación neuronosográfica: A todos se les practicará una ecografía a través de la fontanela anterior por medio de un ecógrafo sectorial portátil con cabeza rotatoria acoplable de 5, 7,5 y 10 MHz (ALOKA SSD-630). Las exploraciones se efectuarán el primer día de vida, a los tres días, a la semana y posteriormente cada dos semanas, o cuando clínicamente - Realizar una propuesta de trabajo interdisciplinar. - Llevar a cabo un estudio pormenorizado de los factores que influyen en el desarrollo del bebé prematuro. Esta investigación se llevó a cabo siguiendo una metodología experimental, teniendo como muestra 7 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 esté indicado hasta el momento del alta hospitalaria o hasta la edad concepcional de término. temente utilizado en los estudios interdisciplinares, sobre todo en el ámbito de la medicina. Esta prueba se pasó a todos los niños del estudio al cumplir los cuatro meses de Edad Corregida y a la finalización del proyecto, al cumplir los dos años. - Registros EEGs. Le serán practicados a todos los prematuros incluidos en el presente estudio simultáneamente a la exploración neurosonográfica. El trazado EEG de fondo fue analizado teniéndose en cuenta las siguiente variables: -Máxima duración del intervalo de inactividad/hipoactividad intersalva: Todo periodo de actividad < 30 mcV en todos los canales excesivamente prolongado para edad concepcional. -Sueño indeterminado excesivo a la edad postconcepcional de término. -Persistencia de ritmos theta temporales del prematuro más allá de las 34 semanas de EC Como anomalías EEGs sobreañadidas al trazado de fondo, consideradas de mal pronóstico: -Ondas agudas pasajeras excesivas y persistentemente prolongadas en la vida postnatal -Presencia de descargas epileptiformes críticas Además de estas pruebas estandarizadas, elaboramos una guía de observación de los parámetros psicomotrices que definían nuestro modelo de atención temprana: relación con los objetos, sociabilidad y control corporal. Esta guía nos permitió llevar un seguimiento más cualitativo de nuestra intervención y la evolución de los niños a lo largo de los dos primeros años. Para el seguimiento del clima familiar y la detección de necesidades en las que centrar la intervención diseñamos un cuestionario sobre el ambiente familiar y el grado de estrés y las expectativas desarrolladas por las familias sobre el desarrollo del niño y sus competencias para la crianza. Para ello tuvimos como referencia la Escala Home de Caldwell y Brad/ ley para medir la calidad del ambiente del hogar. Este estudio tuvo una serie de limitaciones puesto que de los posibles beneficios de la aplicación del programa de atención temprana en las diferentes áreas, se nos presenta la dificultad de poder establecer conclusiones sobre la relación concreta con las dificultades de aprendizaje que aparecen en el período escolar, debido a la limitación de tres años para el desarrollo del proyecto de investigación. Lo ideal sería hacer un seguimiento de los niños del grupo experimental y control hasta la edad de seis años, y en función de los resultados poder ampliarlo hasta cumplir los ocho años, cuando aparece el pensamiento operatorio comprobando si aparecen o no dificultades de aprendizaje en ambos grupos - Evaluación desarrollo psicoevolutivo: Para tener diferentes datos que nos permitieran comparar el desarrollo alcanzado por el grupo control y el grupo experimental utilizamos las siguientes pruebas: - Escala Brazelton de evaluación del comportamiento neonatal, cuando el bebé cumplía cuarenta semanas de edad gestacional. Generalmente, los niños se encontraban todavía hospitalizados por lo que esta evaluación se realizó siempre en el contexto hospitalario. - Escala de desarrollo de Brunet-Lezine para el desarrollo psicomotor de la primera infancia. Seleccionamos esta prueba por ser un instrumento frecuen- 8 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 nes bimensuales hasta el primer año y trimestrales en los siguientes años, combinando reuniones de grupos de familias con sesiones individuales . Debido a la idiosincracia de cada familia y bebé, la periodicidad de estas sesiones se modificó en función de las necesidades de cada caso. de estudio. Otra limitación de esta investigación fue debida a la dedicación que requirió la intervención con el grupo experimental, dos sesiones a la semana durante dos años. La disponibilidad de tiempo por parte del equipo de investigación supuso que la muestra se limitara a 15 niños y niñas en cada grupo. Este trabajo se desarrolló durante los dos primeros años de vida del niño prematuro, dividida la intervención en tres periodos: El seguimiento clínico se realizó en las consultas externas del servicio de neonatología del Hospital Universitario de Canarias siguiendo el protocolo elaborado por dicho servicio como parte del seguimiento de recién nacidos de muy bajo peso. - Un primer periodo coincidente con la hospitalización del bebé en la UCIN, donde el niño es atendido por el equipo sanitario y los psicomotricistas en sesiones de atención temprana de 20 minutos de duración y con una frecuencia de tres veces por semana. Dicha intervención se realizará en el Hospital Universitario de Canarias. 2.- EL MODELO DE ATENCIÓN TEMPRANA Debido a la experiencia investigadora del personal educativo de este proyecto, la atención temprana se llevó a cabo desde un modelo de intervención basado en la psicomotricidad relacional propuesta por A. Lapierre 1977; 1991; 2002; Lapierre y Aucouturier,1980; Llorca Llinares, 2002; Llorca y Sánchez, 2003; Sánchez y Llorca, 2008; intentando unificar la información sobre las diferentes áreas de conocimiento: psicología cognitiva, pedagogía, neurología, para ser tratadas no de forma aislada sino de una manera global, donde las diferentes habilidades e hitos del desarrollo puedan cobrar sentido para el niño y puedan ser interiorizadas de forma armónica en su desarrollo. Hemos querido situarnos lejos de los modelos clínicos y reeducativos, todavía preponderantes en los modelos de atención temprana de los niños y niñas con necesidades educativas especiales. - Un segundo periodo comprendido entre el alta hospitalaria y el primer año de edad corregida, asistiendo el niño a dos sesiones individuales semanales de 45 minutos de duración, en la sala de psicomotricidad de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna. - Un tercer periodo, desde el final del primer año hasta los dos de edad corregida, donde además de una sesión individual cada niño se incorporará a una sesión de trabajo grupal con otros niños, no necesariamente nacidos de forma prematura. Estas sesiones serán de una hora aproximadamente. Las reuniones con las familias se realizaron con una periodicidad quincenal en los primeros tres meses del desarrollo del niño, para continuar con reunio- Tratar de hacer esto no ha sido una tarea fácil, sino 9 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 que ha requerido de un tiempo para ser conscientes y cambiar nuestras actitudes, así como varios años de trabajo para poder entender cómo crear un marco que permita la vivencia del placer de la relación, la iniciativa del niño, la expresión de mensajes sobre competencias, y el convencimiento de que el niño puede de esta manera ir mejorando en su desarrollo. Dadas las características de este proyecto de investigación, nuestra intervención se situaba en el inicio de las relaciones primarias para prevenir posibles dificultades posteriores. En este caso nuestra intervención supuso instaurar referentes sobre el apego, crear huellas de placer corporal e iniciar el deseo de comunicar con los otros y con el entorno. En esta concepción del trabajo no cabe hablar de cantidad de ejercicios y por eso desaparece el concepto de estimulación, sino de la calidad de las relaciones que se establecen y como éstas puedan ayudar al niño a vivir el placer y sentido de sus acciones, avanzando en su desarrollo. Centrar este discurso desde la psicomotricidad en las primeras edades, nos lleva a hablar del abordaje del cuerpo del niño como medio de expresión. Creemos que Boscaini, 2002; Lapierre y Aucouturier (1977, 1980); Aucouturier, 2004, han sabido concretar a lo largo de sus trabajos qué entendemos por el cuerpo y cómo utilizarlo en la práctica psicomotriz; por lo que sintetizaremos lo que para nosotros pueden ser las ideas fundamentales en este trabajo. Este acercamiento al cuerpo requiere de un análisis global de la expresividad corporal. Dicho análisis se basa en que la coordinación, el equilibrio y el desarrollo postural suponen una comprensión de la flui- dez del movimiento, pero también, de la persona en sí. Se hace necesario captar los componentes afectivos, motores y cognitivos que facilitan y dificultan la vivencia del equilibrio, el desarrollo postural; del significado de los movimientos rítmicos y repetitivos, a veces reflejos de un momento evolutivo en el que el sujeto ha quedado anclado, quizás por dificultades para establecer relaciones con el exterior; también podemos hablar del sentido del suelo y de la verticalidad, como dominio del bebé o del adulto, como necesidad de acogimiento o desconexión de la realidad; podemos analizar la capacidad de autocontrol y de autoconocimiento instrumental y cognitivo, pero también, afectivo; observamos e interpretamos la apertura y simetría de las posturas como expresión del encuentro con los otros, consigo mismo; la expresión tónica y los cambios tónicos-afectivos que ocurren en la sesión motivados por las vivencias; la capacidad del niño de percibirse y representarse; el sentido de lo que expresa mediante sus gestos, su mímica o sus acciones, no sólo su capacidad cognitiva y motriz, sino también sus repeticiones, sus pérdidas y vueltas atrás, y el “posible sentido- sentimiento-“ que se desprende, igual que desde nuestras miradas y nuestras acciones. El psicomotricista se sitúa disponible y a la escucha del niño para acompañarlo desde una relación respetuosa con sus necesidades e intereses. La lectura corporal que tiene lugar en la sala de psicomotricidad no puede ser entendida por tanto desde un ámbito puramente instrumental, tampoco tiene sentido muchas veces si la aislamos de las relaciones que el niño establece con el espacio, con los objetos o con los otros, porque es en estas relaciones donde encontramos un argumento a partir del cual analizar el sentido de su tonicidad, de sus pos- 10 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 turas, de sus dificultades y de sus movimientos. Si no tienen sentido fuera de una dinámica relacional, tampoco podrán ser adecuadamente aprendidos si no es dentro de esta dinámica, por lo que hemos de evitar seguir aprendiendo bajo modelos rígidos y directivos en los que un “profesional” ejecuta o evalúa un programa de actividades destinado a cubrir las diferentes áreas de la personalidad de forma inconexa y artificial, tal y como se registra en muchos de los inventarios sobre el desarrollo. Nuestro modelo de intervención se basa en los principios del constructivismo, la necesidad de afectividad, de refuerzo social positivo, del desarrollo de la capacidad de elegir y del camino hacia la adquisición de la autonomía. Cuando hacemos referencia a una intervención desde la Educación Psicomotriz, hacemos referencia a la necesidad de contemplar al niño como un ser capaz, con posibilidades de responder, tener iniciativas, tener un lugar para el éxito y los fracasos; a la importante necesidad de tener como interlocutor a un profesional que pueda emocionarlo y ayudarlo a sentirse mejor, para poder continuar construyendo su personalidad. De los cero a los tres años, el bebé ha de realizar una construcción de su propia imagen, para ello ha de diferenciar lo interno de lo externo, el yo del no yo y del otro (Fernández, 2002). Cuando nace un bebé con una grave afectación en su maduración o antes de tiempo, hay una escasa reacción a las diversas manifestaciones que vienen de su entorno, empobreciéndose la interacción con su figura de apego y el establecimiento del vínculo fusional. Las experiencias de placer y displacer quedan más desdibujadas al no ser consciente del dentro y del fuera, del yo y del otro (Anzieu, 1998). La posibili- dad del adulto de responder adecuadamente a las demandas del niño se ve sesgada por la angustia que tiene la familia ante la posibilidad de muerte y enfermedad del niño. El bebé prematuro nace sin estar preparado para interactuar con el mundo, sus reflejos de succión para iniciar el apego a la figura materna no están aún desarrollados, tampoco el llanto ni la expresión facial como instrumentos de comunicación que puedan reforzar el mantenimiento de un diálogo tónicoverbal (baby talk). Su vida se ve limitada y rescatada gracias a la maquinaria que le ayuda muchas veces a respirar, a mantenerse caliente, nutrido. Estas posibilidades de la tecnología si bien le salvan la vida, le impiden acceder a la relación corporal como primer medio de establecer las relaciones con los otros. Desde la incubadora no son cogidos en brazos, alimentados o mirados próximamente por su familia, lo que los lleva a períodos de desconexión y angustia. Sus experiencias desagradables producen descargas tónicas y arritmias motivadas por el estrés a que son sometidos, y la necesidad de manipulaciones e intervenciones por parte del personal sanitario. A pesar de que cada vez los entornos hospitalarios se vuelven más cálidos para los neonatos (se baja la intensidad de la luz y el sonido, se ponen cortinas para separar a las familias, se dan espacios para el amamantamiento y el método canguro), las familias no logran desarrollar un vínculo seguro con el niño hasta que éste no es dado de alto y marcha a su casa. Las madres manifestaban tener miedo, vergüenza…para coger a sus bebés por la fragilidad que 11 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 presentaban, a veces incluso hablaban del miedo a vincularse por el temor a la pérdida. Cuando la familia observaba cómo nosotros manipulábamos a los bebés en las incubadoras, cómo podían ser cogidos en brazos, observar sus respuestas, entender el sentido de nuestra intervención, poco a poco se iban atreviendo a estar más presentes físicamente para sus hijos. A partir de esta experiencia reflexionamos con el grupo de familias sobre la necesidad de tener más información y modelos de interacción con sus hijos prematuros en el hospital, pues el temor a hacerles daño las inmoviliza, las hace sentirse incapaces a pesar de poder ser madres y padres con experiencia previa en el cuidado de bebés. Nuestro modelo de intervención se desarrolló con estructuras diferentes en función del estadio madurativo de los niños: Cuando el bebé se encontraba en la incubadora en las primeras semanas, con poca movilidad y necesidad de ayudas técnicas como los respiradores, registro encefalográfico, cardiaco, etc., la estructura de las sesiones era la siguiente: a- Inicio de la interacción- presentación, asociación de un ritmo-sonido a nuestra intervención b- Utilización de la voz como medio de comunicación- búsqueda de la orientación auditiva a través de la incubadora c- Manipulación suave del cuerpo y búsqueda de posturas recogidas que faciliten el sentimiento de unidad, de reconocimiento e integración corporal d- Cambios posturales que faciliten diferentes sensaciones de apoyo y ajuste tónico e- Estimulación propioceptiva para fomentar las sensaciones de equilibración y conciencia corporal. f- Contención a través del cubrimiento del cuerpo con una manta g- Despedida mediante el masaje, y el acompañamiento a través de la música: “nanas” y Mozart. En este período la respuesta tónica del niño nos mostraba si nuestra intervención estaba siendo placentera o desagradable. El registro del latido cardiaco también nos informaba si nuestras manipulaciones eran excesivas o estaban adecuadas a la capacidad de respuesta del niño. A medida que empieza a haber continuidad en las sesiones de trabajo empezamos a observar mayor expresividad en los niños y algunas reacciones corporales que parecen anticipar nuestra intervención. El uso de las mantitas nos permitía calentar al niño, cubrirlo y proporcionarle experiencias de movimiento contenido, experiencias similares a las vivencias intrauterinas. La música, a veces grabada por la familia, en ocasiones incluso nanas cantadas por la madre, era introducida en la incubadora varias veces al día con el objeto de facilitar el descanso y también la posibilidad de que el niño se sintiera acompañado y pudiera asociar este estímulo a momentos de bienestar. En la literatura sobre prematuros habíamos encontrado que algunos tipos de música clásica facilitaban la relajación y comunicación cerebral que era influida por la melodía y el ritmo de la composición musical. Teniendo en cuenta que los bebés responden al sonido desde el estado intrauterino, entendíamos que la música y la voz de los padres podían ser una 12 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 herramienta importante para darle continuidad a la experiencia de maternaje. Cuando las capacidades del niño comienzan a desarrollarse, la mirada, la succión, la sonrisa, el llanto, empezamos a introducir la presentación de objetos con la finalidad de favorecer la respuesta físico-sensorial ante los estímulos del ambiente y el uso de la boca como herramienta de conocimiento de su entorno (llevar la mano a su boca, acariciar sus labios, sentir diferentes texturas, sentir la piel del otro, etc.). Cuando el tono va mejorando, también es posible ayudar al niño para ir realizando nuevos logros posturales gracias a un mejor ajuste tónico, como iniciar la consciencia de la verticalidad y el control cefálico venciendo la fuerza de la gravedad. A medida que los niños eran más independientes de la incubadora, pudiendo ser tomados en brazos fuera de ella, recurríamos más a la adaptación postural en brazos, a los balanceos, a la búsqueda de la mirada y las situaciones de comunicación en relaciones más cercanas donde el niño pudiera encontrarse con el rostro y la voz del adulto. El seguimiento visual se iniciaba con la presencia del otro, donde el niño empezaba a orientarse a la voz o al rostro, para pasar con posterioridad al seguimiento de objetos. Las posiciones de tumbado podían también ser mantenidas durante más tiempo intentando que el niño fuera más activo en los cambios posturales. Una vez que el niño era dado de alta del hospital, dejábamos pasar una semana como tiempo necesario para que hubiera una adaptación y acomodación en el hogar a la nueva presencia, para iniciar nuestra intervención en el Servicio de Atención Temprana y Psicomotricidad de la Facultad de Educación, donde llevábamos a cabo dos sesiones semanales de 30 a 45 minutos de duración dependiendo de la respuesta del niño y de su progresiva maduración. Para el desarrollo de este trabajo teníamos en cuenta los siguientes parámetros que permitían llevar un seguimiento de las sesiones: a.- Relación con el adulto: En este parámetro el psicomotricista intentaba establecer una relación corporal y gestual con el niño observando cómo éste respondía al contacto. Así observábamos si con sus posturas, con su tono, con su mirada se mostraba bien ante la relación corporal, se calmaba o por el contrario se excitaba y se ponía irritable. Después de un largo tiempo en las incubadoras, muchos niños no se adaptaban a ser tomados en brazos prefiriendo cierta distancia para la interacción. Otros niños se mostraban por el contrario muy pasivos y apáticos ante la manipulación o intervención del adulto, aumentando con ello nuestro tiempo de intervención y espera para facilitar poco a poco la comprensión y utilización de los mediadores para las relaciones primarias de apego. Cuando encontrábamos experiencias que podían ser placenteras para los niños en la relación corporal esperábamos por la mirada, las vocalizaciones, los movimientos corporales como elementos que podían modificar la continuidad de esta relación. Trabajábamos en definitiva sobre la base de la comunicación, sobre las relaciones de pedir y recibir (Lapierre y Aucouturier, 1980). b.- Relación con el objeto Los objetos utilizados tanto en el hospital como fue- 13 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 ra de él se mantenían durante largos períodos de tiempo de forma que se hicieran familiares para el niño, intentado incidir de esta manera en su capacidad para el recuerdo. Fuera del hospital también íbamos introduciendo objetos nuevos que despertaran en el niño otros intereses y motivación. Los objetos se elegían por su posibilidad de despertar respuestas visuales, auditivas o táctiles. También fuimos introduciendo objetos blandos o duros, dinámicos y estáticos. Ante estos objetos observábamos la respuesta corporal del niño que al ver el objeto podía establecer respuestas tónicas de agitación corporal para mostrar su interés y progresivamente tomar consciencia del uso de los brazos y las manos como herramientas para la manipulación. Cuando el seguimiento visual, auditivo y la respuesta corporal estaban bien afianzados introducíamos situaciones de atención conjunta donde el niño cambiara su centro de atención del objeto al adulto tratando de influir de esta manera en los procesos sucesivos de atención y comunicación, pensando que el desarrollo de estas habilidades podrían compensar las dificultades perceptivas y atencionales que podían presentar los niños prematuros de edad escolar (Guerra,2008). A partir del primer año, gracias a la imitación del adulto que se produce porque éste se ha vuelto relevante para el niño afectivamente hablando, iniciamos el uso funcional y simbólico de los materiales que permiten ir creando progresivamente juegos de ficción más elaborados. Con el uso de diferentes objetos, más grandes, pequeños, con detalles, con efectos, íbamos acompañando al niño en el descubrimiento de los mismos favoreciendo el desarrollo de los patrones manipulativos. Para ello nos basábamos en la imitación, la espera a la iniciativa del niño y el modelamiento de sus manos una vez que habíamos despertado su interés por conocer. c.- Desarrollo postural y del movimiento En el ámbito motriz tratamos de ir favoreciendo un diálogo tónico entre los cuerpos que poco a poco se transformaba en comunicación y en lenguaje cuando el niño acompañaba sus gestos y posturas de sonidos y, paulatinamente, de acercamiento a las palabras. El placer de jugar, la diversión facilita que el niño utilice cada vez mayores recursos para comunicarse con el adulto. En el ámbito motriz, al igual que en el lenguaje, observamos un lento desarrollo en los niños prematuros que a veces aparece incluso por debajo de otras de sus competencias referidas a la edad corregida como el desarrollo postural (O Brian, 2004). A través de nuestras invitaciones y acciones lúdicas, el niño va accediendo a conquistar el espacio, primero a rastras, para pasar después a gatear y ponerse de pie. En todo este recorrido ha sido fundamental la estimulación propioceptiva que procura el psicomotricista así como las sensaciones de caída. Caer con placer, sentir la orientación del cuerpo en movimiento, desarrolla en los niños el deseo y la iniciativa para aventurarse a nuevas conquistas corporales, sin sentirse presionados por ejercicios encaminados a favorecer los hitos motrices y sin miedo a hacerse daño en sus descubrimientos. El movimiento para nosotros cobra sentido cuando éste se produce por el placer de la conquista, el placer propioceptivo o 14 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 la finalidad de llegar más alto o más lejos, ir conquistando el espacio para apropiarse de los objetos, para sentirse capaz. Este movimiento facilita también los procesos de distanciamiento del adulto, sintiéndose poco a poco capaz de explorar el espacio y los objetos por sí solo, con la mirada pero no ya con la cercanía del adulto. Además de un discurso motriz, hay todo un recorrido latente por el desarrollo de la autoestima, la autonomía y la iniciativa, factores sin duda decisivos para el éxito escolar y social. En nuestra investigación observamos cómo muchos de los niños prematuros mostraban rechazo inicialmente a todas las sensaciones laberínticas y de contención corporal. Este displacer podría estar asociado a las experiencias de manipulación brusca, de intervenciones médicas que tienen grabadas en su consciencia corporal. Las experiencias en la sala de psicomotricidad y el acompañamiento dado por el adulto fueron consiguiendo vencer estas dificultades poco a poco. d.- Relación con los iguales Cuando los niños se desplazaban de manera autónoma (sobre el año y medio) iniciamos nuestro trabajo en un grupo pequeño de iguales, niños prematuros del proyecto y otros niños con y sin discapacidad que acudían a nuestro Servicio de Psicomotricidad de acuerdo con un convenio de colaboración entre la universidad y las asociaciones de padres y madres de niños con n.e.e. En este contexto seguimos reforzando los procesos de imitación e iniciativa entre iguales, mediando para crear relaciones desde la mirada a la acción conjunta en juegos, favoreciendo los procesos de socialización y comunicación. Al principio del trabajo las interacciones eran fruto de la mirada o de compartir el espacio de juego, más que acciones de compartir o comunicar algo al otro. Al final del segundo año observamos cómo se inician pequeños juegos de roles y cómo los niños espontáneamente se imitan y comparten juegos básicos sensoriomotores como correr, saltar desde lo alto, bajar de la misma forma por un tobogán, imitándose en los juegos simbólicos aún sin compartir y siendo capaces de llegar a acuerdos para construir, modelar o representar. Los niños y niñas del proyecto Amanda se mostraban en estos grupos abiertos a la participación y con iniciativa para compartir los juegos, probablemente por la familiaridad con el lugar y con el adulto con el que habían trabajado hasta este momento. Todavía con algunos de los niños del proyecto seguimos trabajando en grupo, andamiando para facilitar un mayor grado de simbolización, interacción y, poco a poco, ajuste a las normas del juego y la autorregulación, caminando aún en su proceso de maduración. 3.- RESULTADOS Y CONCLUSIONES: El análisis de nuestra intervención se realizó de manera cualitativa a través de los guiones de observación y también de forma estadística, utilizando los 15 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 cuestionarios elaborados para las familias, el Brazelton y la Escala Brunet Lezine para comparar entre ambos grupos de niños si existían diferencias significativas en su evolución. Para este análisis utilizamos la t de student, para muestras independientes, conscientes de que la muestra era pequeña y los resultados muy variados en función del ambiente al que estuviera sometido el grupo control. fueron a los dos años donde ambos grupos presentaban un desarrollo similar cercano a su edad de desarrollo. Las dificultades más significativas que ponían de manifiesto ambos grupos hacían referencias al ámbito cognitivo. Sería conveniente hacer el seguimiento en las primeras etapas de escolarización para valorar su influencia en los aprendizajes escolares. A pesar de estas limitaciones, encontramos diferencias significativas entre ambos grupos cuando los sujetos llegaban a las cuarenta semanas y pasábamos la Escala Brazelton de Evaluación del comportamiento neonatal, observando cómo la respuesta ante el módulo social interactivo y la regulación de estados del grupo experimental avalaba la importancia de la atención temprana en el entorno hospitalario desde las primeras semanas del nacimiento. La relación mantenida con estos bebés mientras estaban en las incubadoras facilitó la organización de su estado tónico-muscular y la orientación perceptiva para interactuar ante la manipulación y la presencia del adulto. Nos parece importante resaltar estos dos aspectos como fundamentales a lo largo de nuestra vida para poder aprender de nuestro entorno. La respuesta de ambos grupos en general también destacó la inmadurez neurológica que presentan los bebés prematuros de menos de 1.500 gramos de peso. En el análisis de los cuestionarios realizados por la familia, observamos cómo inicialmente el nivel de expectativas de las familias del grupo experimental sobre sus competencias para el cuidado del niño eran mayores que en el grupo control. El grado de estrés que manifestaron con la crianza de los bebés fue durante los dos años menor. Estos resultados confirman la necesidad de intervenciones sistémicas y la importancia de incluir en el marco de la atención temprana el acompañamiento a la familia como factor favorecedor del desarrollo infantil. Las diferencias en la dedicación de la familia, la cultura, la asistencia o no a fisioterapia y a centros infantiles hacía que la madurez alcanzada por los niños en el Brunet variara considerablemente de un niño a otro. Los resultados entre ambos grupos y las diferencias en cuanto al desarrollo fueron significativas a los cuatro meses de edad, pero no lo El propósito de este trabajo era dar a conocer nuestra investigación y modelo de intervención en atención temprana con bebés prematuros, ya que hasta ahora la bibliografía referida a esta población tiene un carácter eminentemente médico. Nos gustaría compartir para poder reflexionar sobre nuestra investigación y poder llevar a cabo experiencias en otros contextos que permitan ir construyendo el conocimiento sobre la intervención psicopedagógica en este ámbito. Hemos querido dejar constancia de la importancia de la atención educativa desde el nacimiento, y de cómo ésta puede llevarse a cabo ajustándose a las características del niño y partiendo de nuestra formación como psicomotricistas relacionales. 16 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 BIBLIOGRAFÍA ANZIEU, D. (1998 ): El yo- piel. Biblioteca Nueva. Madrid. BAILEY, D.; BUYSSE, V.;SMITH, T. Y ELAM, J. (1992): The effects and perceptions of family im program decisions about Family- Centered practices. Evaluation and Program Planig, 15. Pp. 24-32. BOSCAINI, F. (2001): “Funcione tónico-emozionale e processi di cambiamento in psicomotricita” en II corpo tonincoemozionale. Res, Verona. BRAZELTON, T.B. Y NUGENT, J.K. (Eds) (1997): Escala para la evaluación del comportamiento neonatal. Barcelona. Paidós. BRONFENBRENNER, V. (1979): The ecology of human development. Masachusetts. Harvard University Press. BRUNET, O. Y LEZINE, I. (1971): Le Developpement Psychologique de la première enfance. Paris. 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Miño y Dávila. 18 ISSN: 1577-0788 NÚMERO Recibido: 28/9/2010 - Aceptado: 14/10/2010 NOV/2010 Pautas de conducta constructiva en Psicomotricidad a los dos años 35 Rules of building behaviour in psychomotricity at the age of two years. Elena Herrán Izagirre Juan Ignacio Martínez de Morentin de Goñi DATOS DE LOS AUTORES Elena Herrán Izagirre es Doctora en Pedagogía, con especialidad en Psicología. Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Escuela Universitaria de Magisterio de Bilbao. Profesora colaboradora Permanente. Desarrolla su actividad investigadora en temas relativos al desarrollo y educación de la primera y segunda infancia, a la psicomotricidad y a las nuevas tecnologías aplicadas a la docencia universitaria. Dirección de contacto: [email protected] Juan Ignacio Martínez de Morentin de Goñi es Doctor en Pedagogía. Profesor del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Profesor Laboral Interino. Nombrado en 1992 Director Ejecutivo del Centro UNESCO de San Sebastián y en 2010 Secretario Ejecutivo de la Cátedra de Comunicación y Valores Educativos de la Universidad del País Vasco, desarrolla su labor investigadora en temas relativos a educación internacional, a la psicomotricidad, a los valores educativos y a las nuevas tecnologías en diseños curriculares on-line. Dirección de contacto: [email protected] RESUMEN ABSTRACT Este trabajo forma parte de una investigación empírica que aplica la metodología observacional a la incipiente actividad constructiva propia de la psicomotricidad espontánea a los dos años de edad. Es un estudio idiográfico, el diseño observacional utilizado es nomotético, de seguimiento y multidimensional. El instrumento de observación desarrollado ad hoc para el registro de la conducta cons- This study is under the empirical research on the early constructive activity of spontaneous psychomotricity at the age of two years under an observational methodology. This is an ideographic study, with a nomotetic, continuum and multidimensional observational design. The observational tool developed ad hoc is under the field format of “Building the house in psychomotor education 19 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 tructiva es el formato de campo “la construcción en psicomotricidad durante el tercer año de vida”. La fiabilidad del instrumento se establece a partir del grado de concordancia entre los observadores. Los resultados, obtenidos mediante el análisis de coocurrencias, informan sobre las condiciones, modalidades, tendencias, evolución y niveles de acción que estas primeras conductas constructivas despliegan. Esta actividad de construcción, de acuerdo con la teoría psicogenética walloniana, puede ser considerada invención de nuevas conductas adecuadas a las nuevas situaciones. Su suspensión da lugar a símbolos enactivos, precursores del juego simbólico infantil. during the third year of life.” The tool’s reliability is established from the agreement between the observers. The results obtained via the concurrence analysis inform us of the conditions, modalities, trends, evolution and levels of action that these initial building behaviours unfold. The building activity, in accordance with Wallon´s psychogenetic theory, may be considered as a new sensorimotor activity; the invention of new behaviours that suit the situation, which along with the automatisms, collaborate in surpassing the initial lack of a subject-object division and whose failure gives way to enactive symbols, precursors to the symbolic children’s game. PALABRAS CLAVE invención de nuevas conductas; juego simbólico; psicomotricidad; psicogénesis walloniana; metodología observacional; primera infancia. KEY WORDS invention of new behaviour; symbolic game; psychomotor education; Wallon’s psychogenetic theory; observational methodology; first childhood. 1. INTRODUCCIÓN a esta eventualidad es de tal magnitud que se impone establecer con urgencia los elementos claves del cuidado y de la educación en los primeros años de vida, así como sobre su impacto tanto directo como diferido en el desarrollo infantil (Funes, 2008). Esta tarea es especialmente compleja pero en la actualidad posible debido a los avances metodológicos en las ciencias del comportamiento y, en especial, en Metodología Observacional. En las últimas dos décadas, entre las estrategias didácticas diseñadas para educar en Educación Infantil, la psicomotricidad se ha convertido en una intervención en desarrollo (Herrán, 2005, 2008) que goza de una fuerte implantación en nuestro país. Esta implantación se ha incrementado significativamente aún más con la puesta en marcha de la Educación Infantil 0-3 en algunas comunidades autónomas. En concreto, en la Comunidad Autónoma del País Vasco en el curso 2007-2008, de 19.723 niñas y niños de dos años, 18.185 han sido escolarizados (Eustat, 2009), lo que supone el 92,20% del total de la edad. La responsabilidad social asociada Esta metodología es “un procedimiento encaminado a articular una percepción deliberada de la realidad manifiesta con su adecuada interpretación, captando su significado, de forma que mediante un registro objetivo, sistemático y específico de la con- 20 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 ducta generada de forma espontánea en un determinado contexto, y una vez que se ha sometido a una adecuada codificación y análisis, nos proporcione resultados válidos dentro de un marco específico de conocimiento” (Anguera, 1988, 7). Se diferencia esencialmente de la metodología experimental y de la selectiva. La primera mantiene relación directa de causalidad entre las variables que maneja, control de variables extrañas e instrumento estándar para la medición, y la segunda, precisa elicitación de la respuesta, instrumento semiestándar o estándar y preferencia por estudios nomotéticos. Las dos anteriores no son aplicables al objeto de esta investigación. La Metodología Observacional mide comportamiento espontáneo, perceptible y continuo en el tiempo o habitual de, preferentemente, un participante, en su contexto natural, cuando no existe instrumento estándar para su medición, por lo que no sólo ayuda a superar la dificultad histórica de investigar empíricamente la psicomotricidad (Martín y Soto, 2000) sino que es óptima para la evaluación del comportamiento psicomotor infantil, al ser la psicomotricidad educativa una intervención en desarrollo; una estrategia didáctica que promueve la proactividad espontánea infantil en el ámbito escolar. Recientes investigaciones y estudios realizados en torno a la psicomotricidad señalan que ésta puede tener como objetivo el corregir trastornos y llenar lagunas del desarrollo a través de un conjunto de actividades de educación psicomotriz dirigidas a implementar el desarrollo psicomotor de niños de 0 a 6 años, con la participación de padres, profesores y personal no docente (Campos, 2003); también se puede vincular el estudio de la psicomotricidad a actividades relacionadas con la educación física y el deporte, analizando los comportamientos de los sujetos en actividades propias de dicha área (Delgado y Medina, 1997); así como enmarcar el estudio acerca de la narración oral y la relajación como recursos posibles para utilizar por el/la psicomotricista en la práctica psicomotriz en el nivel inicial, niños de 2 a 5 años (Camacho y Paolillo, 2004). En síntesis, abordan edades diversas, ámbitos variados y objetivos múltiples, sobre la base de una fundamentación teórica de naturaleza sincrética (Zazzo, 1976). La aplicación de la Metodología Observacional a la evaluación de la actividad de salto en psicomotricidad espontánea ha tenido como resultado el descubrimiento de su automatismo correspondiente (Wallon, 1979) y proceso de aprendizaje o génesis asociada, así como la obtención de patrones de salto (Herrán, 2005, 2006, 2007). También se observó en aquella ocasión que esta modalidad de actividad sensoriomotriz, fundamentalmente en sus primeras fases, se alternaba con otra complementaria de reposo y descanso horizontal, en la que bien las niñas y los niños ocupaban superficies o huecos coyunturales entre el material blando de la sala, bien solicitaban expresamente a la persona psicomotricista la construcción de una “camita” o una “casita” en la que reponer fuerzas. Más adelante, eran ellos mismos quienes comenzaban a realizar progresiva y proactivamente sus propias construcciones, convirtiéndolas en los escenarios de su actividad, cada vez más evolucionada. Esta progresión es el tema que aborda la presente investigación. La psicomotricidad espontánea en la primera infancia tiene como objetivo favorecer y apuntalar el desarrollo psicológico inherente a la actividad infantil mediante la creación de un contexto y de una manera de acompañar específicos (Aucouturier, 2000; 21 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Herrán, 2005, 2006, 2007). De acuerdo con la teoría psicogenética walloniana, que dota de marco teórico coherente a la psicomotricidad espontánea, antes de que la palabra aparezca, es el movimiento lo que da fe de la vida psíquica infantil y sirve a la criatura humana para hacerse entender en su contexto (Wallon, 1980). Las sensaciones del aparato muscular y articular son un estimulante por lo que la excitación del movimiento tiene los mismos efectos que el placer y las caricias: la alegría y el bienestar (Herrán, 2003, 2005, 2006, 2007; Wallon, 1985). Este bienestar explica la tendencia a la reiteración y la perseverancia de ciertos actos infantiles, al encadenar determinados afectos y efectos, que finalmente despliegan un nuevo nivel de acción: primero, impulsivo, a continuación, emocional, luego, sensoriomotriz, y finalmente, personal en la infancia, siendo su resultado conjunto el carácter y la propia capacidad para su regulación (Wallon, 1984; Ato et al. 2007). La acción infantil es la resultante conjunta de la capacidad individual, de las circunstancias en las que se actualiza y de la propia capacidad de relacionarse con dichas circunstancias (Wallon, 1980), que en nuestro caso son las físicas y las humanas de la sala de psicomotricidad. 22 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 En ella, las niñas y niños de dos años manejan el material blando: prismas de espuma, colchonetas, telas, peluches, etc., por el espacio simbólico dándole diversas formas: apilamientos, torres, muros, túneles, etc., de manera que colaboran con la maduración del aparato funcional del equilibrio: andan, corren, frenan en o entre ellas; hacen fuerza con los miembros superiores para destruir las torres mientras conservan el equilibrio en postura vertical, a lo que asocian una significativa disten- sión muscular (Wallon, 1984, 1985; Herrán, 2005, 2006, 2007). Coyunturalmente, incluso, se dejan caer al suelo asimilando con su propio cuerpo el efecto de su acción sobre los cubos; añadiendo a la distensión y al placer asociado la imagen percibida por las neuronas espejo (Rizzolatti y Sinigaglia, 2006) del efecto de su propia acción sobre los prismas. El placer de la repetición (Wallon, 1980) los lleva a verbalizar “otra vez” y a demandar a la persona psicomotricista su reiterada reconstruc- 23 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 ción o a hacerlo de motu proprio. Este juego construcción-destrucción va adoptando nuevas formas más controladas y diferenciadas, lo que convierte la destrucción en punto de partida de la construcción en la sala de psicomotricidad (Aucouturier, Darrault y Empinet, 1985). Se trata inicialmente de una modalidad de juego de alternancia (Wallon, 1959, 1980, 1981), que facilita el acceso a su inmediato momento evolutivo: el estadio del personalismo. Este estadio se inicia con una fase de rechazo y reivindicación formal (Wallon, 1959, 1980), expresión agresiva de la necesidad de reconocimiento de su persona. “Se oponen al otro sin más motivo aparente que el de experimentar el sentimiento de su independencia” (Wallon, 1980, 100). A esta fase le sigue una segunda en la que la agresividad y arrogancia adoptan formas conciliadoras y seductoras que le permiten darse en espectáculo, acompañadas por numerosas reacciones de prestancia. “La agresión es un componente esencial del carácter de los vertebrados” (Hall, 1973, 35). La supervivencia de las especies exige la regulación de la agresividad bien mediante el establecimiento de las jerarquías (Harlow y Harlow, 1978), bien mediante el espaciamiento (Hall, 1973). En la sala de psicomotricidad se observan frecuentes alianzas y establecimiento coyuntural de parejas o pequeños grupos, alrededor de un líder así como huidas o abandonos individuales por desacuerdos. Además, cada cual establece sus distancias sociales a partir de la emoción básica de prestancia o miedo a los otros (Wallon, 1985), que conforma la distancia personal (Hediger, 1973) o espaciamiento normal propio de una especie no gregaria, y la distancia social o “franja inmaterial que circunda al grupo, manteniéndolo unido” (Hall, 1973, 35). En la sala la distancia social no está rígidamente fijada, sino que parcialmente viene determinada por la situación concreta: en los rituales la distancia es mínima, mientras que en la actividad sensoriomotriz así como en la actividad simbólica es variable. Con la persona psicomotricista puede haber contacto, que al tender a la totalidad, relaja y calma o, en el extremo opuesto, puede generar una elevada reacción de rabia o prestancia, con evitación más o menos explícita (Wallon, 1985). El agrupamiento en psicomotricidad contempla las necesidades psicológicas de orden y de relación. Ambas colaboran con la toma de distancia y el desarrollo de los receptores a distancia: la vista y el oído, últimos responsables de la exclusión de los demás sentidos de la actividad más propiamente humana, la simbólica (Hall, 1973). La sucesión de los actos visuales debe liberarse de la exclusiva dependencia de la actividad motriz; la cría humana debe adquirir la noción de seguir el objeto exclusivamente con la vista. El propio objeto se separa de la inmediata actividad del sujeto al convertirse en un centro polivalente de asociaciones intersensoriales que puede permanecer constante al pasar eventualmente de un campo sensorial a otro, ahora en forma simbólica. De entre las integraciones sensoriales de los datos, las impresiones visuales son las menos dependientes del esfuerzo muscular, por lo que adquieren el papel de moneda de cambio de los intercambios sensoriales. Su resultado se incorpora al conocimiento del sujeto que utiliza los datos sensoriales; no se funde con ellos (Wallon, 1985). “En el estadio más primitivo de su construcción, 24 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 vemos al niño mezclarse orgánicamente en ella, en la medida que en cierto modo su mano forma parte del edificio” (Rey, 1985, 138). Ante un objeto deseado la reacción infantil es un intento global y directo de apropiación o de supresión de obstáculos, si los hubiera. Los gestos asociados, más que simbolización, indican participación, al traspasar sus intenciones a las cosas como propiedad nueva, a la vez que no puede inhibir la agitación que ello le provoca. Al oponerse la objetividad y la intencionalidad a la aptitud para representarse las relaciones de las cosas en el espacio, cree que todo movimiento que provoca produce el resultado deseado. La percepción evidente e inmediata es incierta; de hecho, confunde el agrupamiento con la longitud o la altura, según el caso. Enlaza unos objetos con otros ya que la ausencia de intuición mental del espacio le impide distribuirlos y ajustarlos según las direcciones de su actividad y ordenar las dimensiones de las cosas entre sí. “Necesita un modelo íntimo para poder comparar las distancias de las cosas y las correspondientes longitudes que debe construir” (Wallon, 1985, 142). La sensoriomotricidad superpone a las sensaciones y a los movimientos estructuras que se ordenan en conjuntos cuya complejidad y comprensión aumentan con las sucesivas etapas del desarrollo, y se unen a la progresiva maduración de la actividad mental, por lo que su exclusivo ejercicio no puede suplir. “En la base de las estructuras que es capaz de asimilar mentalmente se encuentra la aptitud para poder ordenar las relaciones en el espacio. En distintos grados de sublimación, esta actitud es la condición del lenguaje y de las operaciones discursivas y clasificatorias del pensamiento” (Wallon, 1985, 142). Esta actitud traspasa la percepción y las representaciones primarias y secundarias (Perner, 1991) asociadas y suspende la acción instrumental; detiene su movimiento mientras apunta a lo no presente en la sala, pero sí en su mente, colaborando especialmente con el proceso de individuación-socialización en ciernes: la relación simbólica mediada, que presupone un mundo de sujetos con un mundo mental propio y una conducta intencionada y autónoma (Rivière, 1990). Realiza metonimias con todo su cuerpo en acción, convirtiendo esa acción en significante gracias a la “parada”, al “hueco” que crea al prolongar su gesto en el espacio: hacia dentro, esta prolongación asigna referencias a esas formas elementales y concretas de semiosis y hacia fuera, permite ser interpretadas en función de su contexto. Esta re-presentación, a diferencia de la del lenguaje, es “natural”; implica una relación no-convencional y no-arbitraria con sus referentes. El mecanismo real de la función simbólica asociada a una segunda suspensión es el símbolo enactivo (Rivière, 2003), que deja en el aire detenidas acciones instrumentales que representan objetos, propiedades, situaciones y relaciones ausentes. La acción infantil trasciende así los esquemas sensorio-motores para adoptar esquemas funcionales culturalmente contextualizados, convirtiéndose los objetos en instrumentos con una función definida culturalmente y asimilada en la interacción con personas. Esta capacidad exclusivamente humana despliega otro nivel superior a raíz de la diferenciación entre medios y fines (Wallon, 1984; Rivière, 2003): la cooperación instrumental. Junto a la imitación (Wallon, 1974, 1979; Rivière, 1990), a la vez, mecanismo de aprendizaje y expresión intersubjetiva, implica incuestionablemente relaciones entre el movimiento y la representación (Wallon, 1980). 25 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 En síntesis, esta investigación persigue los siguientes objetivos específicos: 1. Establecer los parámetros o conjuntos en los que participa la acción de construir y, concretamente, la cuantificación de esos parámetros, sus modalidades y sus relaciones. 2. Proceder al análisis funcional de la observación del participante. 3. Continuar la reconceptualización psicogenética de la psicomotricidad espontánea. 2. MÉTODO La metodología observacional se aplica a la evaluación de la psicomotricidad por dos motivos. Uno, esta metodología concibe la psicomotricidad como un programa de intervención de baja intensidad (Anguera, 2003a), y segundo, la psicomotricidad, por su parte, cumple los dos requisitos observacionales: el sustancial y el procedimental. El requisito sustancial exige acotar el objetivo de la observación a una actividad completamente perceptible, como es la construcción con los materiales de espuma de la sala; cubos y colchonetas del espacio simbólico, y el requisito procedimental supone optar por la modalidad idiográfica, preferencial para esta metodología. El diseño observacional es nomotético de seguimiento y multidimensional (N/S/M) (Anguera, Blanco y Losada, 2001; Herrero y Pleguezuelos, 2008), e implica considerar todas las construcciones realizadas por un participante durante el curso de la investigación (2007-2008), estableciendo sus dimensiones, tendencias y evolución. co Zamakola de Bilbao, con oferta de Educación Infantil-2 años. Su sesión semanal de psicomotricidad es de 90 minutos, en horario de mañana, lunes de 9:00 a 10:30. La muestra está formada por 24 niñas y niños, escolarizados a los dos años; en concreto, 11 niñas y 13 niños. El participante seleccionado, a pesar de ser el más joven del grupo (06/12/2005), es quien más actividad constructiva ha desarrollado. Se cuenta con el conocimiento y permiso del centro y de los padres para la investigación. 2.2. Instrumentos De registro: El registro de las conductas observables se ha realizado mediante dos cámaras digitales colocadas frente a la zona de juego simbólico, que han grabado toda su actividad diaria durante las 25 sesiones de todo el curso. A partir de ellas y de la definición de unidad de conducta constructiva, se han encontrado 116 unidades del participante en 31 sesiones de las 50 totales. El software informático de codificación y análisis secuencial utilizado es SDIS-GSEQ (Bakeman & Quera, 1996) v. 4.5.0, (Quera, Bakeman & Gnisci, 2007; Bakeman, Quera & Gnisci, 2009). Tabla 1. Control de sesiones del participante (VER TABLA EN LA PRÓXIMA PÁGINA) 2.1. Participantes La investigación se realiza en el Colegio Públi- 26 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 Tabla 1. Control de sesiones del participante NOV/2010 SONY Diciembre 3 10 17 Enero 7 14 21 28 Febrero 4 11 18 25 Marzo 3 10 17 24 31 Abril 7 14 21 28 Mayo 5 12 19 26 Junio 2 9 16 PANASONIC 1-2 3-4 5-6 1 2 3 4 5 6 7 8 TOTAL 7-8 9-10 11-12 13-14 9 15-16 17-18 19-20 21-22 Vacaciones Vacaciones 11 23-24 25-26 27-28 12 13 14 16 15 17 29-30 31-32 33-34 35-36 18 20 22 24 19 21 23 25 37-38 39-40 41-42 43-44 26 28 30 27 29 31 45-46 47-48 49-50 10 Vacaciones Vacaciones De observación. Se ha optado por el formato de campo porque es un sistema abierto, de codificación múltiple, flexible y autorregulable (Anguera, 2003b; Lareo 1984). Es un instrumento de observación muy flexible que no requiere marco teórico, pero que se considera altamente recomendable tenerlo, pues guía mejor la delimitación de los criterios a considerar y la preparación de las listas de códigos correspondientes a cada criterio. El paradigma teórico es el de la psicología genética, que recurre a la antropología, a la psicología cognitiva, la etología, etc., para proceder con sus aportaciones al análisis funcional que a partir de lo más simple, de lo precedente “… de lo primero en la serie cronológica de las transformaciones, y busca en esa sucesión el significado funcional de las formas más diferenciadas o más complicadas” (Wallon, 1956, 103). El formato de campo “la construcción durante el tercer año de vida” es un instrumento construido ad hoc para registrar mediante el uso de códigos la realidad observable del comportamiento psicomotor de construcción con prismas y colchonetas de espuma. La unidad de conducta se ha definido como “Construcción personal, individual o compartida, intencional y observable de estructuras más o menos complejas en el espacio simbólico, realizadas sobre la base de agrupar bien autónoma bien heterónomente, cubos de espuma y colchonetas y que en cada caso despliega su correspondiente nivel de acción: emocional, sensorio-motor, presimbólico, simbólico o personal”. 27 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 Figura 2. Imagen del criterio C2: Realización; Criterio: C21 Junta; Conducta: C214 Superficie NOV/2010 Construir intencionalmente supone una secuencia motriz, con tres momentos diferenciados, ahora macrocriterios C1, C2 y C3: “ideación”, “realización” y “finalización”. Los criterios implicados en la “ideación” son “mirada”, “elección de realización”, “elección de espacio” y “elección de material”. Los relativos a la “realización” son: “junta”, “compañía”, “acomodación sensoriomotriz”, “juego simbólico”. Los relativos a “finalizar la acción” son: “criatura”, “contexto humano” y “contexto físico”. Cada uno de los criterios, a su vez, incorpora las conductas tal y como se incluyen en el formato de campo (cfr. Tabla 2). Se ha optado por la codificación decimal para los tres niveles: macrocriterio, criterio y código de conducta, añadiendo un dígito consecutivo según el nivel y el orden. Cada uno de ellos tiene su correspondiente definición en el formato de campo. Cada intento de construcción, así, se trasforma en una secuencia de 11 códigos. 28 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Tabla 2. Formato de campo “La construcción en psicomotricidad durante el tercer año” Ideación C1 Mirada C11 Autocentrada parada C111 Periférica con parada C112 Periférica con desplazamiento C113 Elección de realización C12 Proactiva C121 Psicomotricista C122 Otra criatura C123 “Lo que hay” C124 Elección del espacio C13 In situ C131 Reubicación C132 Ajeno C133 Compartido C134 Elección de material C14 Cubos C141 Colchonetas C142 Telas C143 Ninguno C144 Otros C145 Realización C2 Junta C21 Apila/Torre C211 Sería/Camino C212 Acopla vertical/Muro C213 A. horizontal/Superficie C214 A 3 dimensiones /Volumen C215 Añade más elementos C216 Camita C217 Ocupa C218 Sigue buscando sitio C219 Ninguna C2110 Compañía C22 Ayuda física C221 Acompañamiento moral C222 En paralelo C223 Construye con otra C224 Otra construye C225 Otra/s lo visitan C226 Visita a otra/s C227 La defiende C228 La reconstruye C229 Independiente C2210 Acomodación s-m C23 De pie C231 Se sienta C232 Se tumba C233 Se arrodilla C234 Juega simbólicamente C24 Ve la tele C241 Duerme C242 Come C243 Otros C244 No trasciende C245 29 Finalización C3 Criatura C31 La abandona C311 La destruye C312 La transforma C313 Sigue en ello C314 Se le desmorona C315 Solicita reconocimiento C316 Responde a destrucción C317 Contexto humano C32 Se la destruyen C321 Se anticipa a destruir C322 Ninguno C323 Remata C324 Contexto Físico C33 Final sesión C331 Fuera foco C332 Ninguno C333 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 2.3. Control de calidad del dato NOV/2010 Se ha utilizado el índice Kappa de Cohen ( ) para evaluar la fiabilidad del instrumento entre los dos observadores. Arroja un valor de 0,8386 y una concordancia del 89,62%. 2.4. Análisis de datos En el presente estudio se decide analizar la totalidad de las unidades del participante más activo con objeto de comprobar la existencia de tendencias o pautas de construcción y su evolución a lo largo del curso escolar. A principio de curso y durante el primer trimestre la asistencia es muy baja y la construcción escasa. A medida que avanza el curso, se observa que la asistencia y la construcción aumentan paralela y significativamente. Tabla 3. Control de muestra del participante Nº Sesión 1 2 3 4 Unidades de video Unidades de conducta Total unidades Fecha Diciembre 12 0 0 3 Sony 0 0 0 0 10 Sony 0 0 10 Pana 0 17 Sony 4 3+3+1+2 9 9 Enero 1 1 2 7 Sony 2 2 7 Pana 1 14 Pana PT 0 2 1 0 21 Sony 1 1 21 Pana 0 0 28 Sony 0 0 0 0 0 0 28 Pana 0 5 30 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Nº Sesión 5 6 7 8 9 10 11 1º Agrupación 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 2ª Agrupación 26 27 28 29 30 31 3ª Agrupación TOTAL Fecha Febrero 2 4 Sony 4 11 Sony 11 18 Sony 18 25 Sony 25 Pana Marzo 3 3 Sony 3 10 10 17 24 31 Pana Unidades de video Unidades de conducta 2 0 2 0 1 0 6 2 1+1 0 2+1 0 1 0 1+1+1+0+0+1 1+3 2 0 3 0 1 0 4 4 14 4 4 0 0 Vacaciones Vacaciones 1 1+1+1+1 0 0 0 Vacaciones Vacaciones 0 4 11 0 0 0 15 3+1 0 4 0 2 1 7+1+2 1 4 0 4 0 2 1 10 1 22 1+1 2+1 3 1+1+2 1+1+1+3 2 3 1+1+2 2 3 3 4 6 2 3 5 28 2 5 1+1+1+1+3+2 1 1+1+1 1+1+1/2+1/2 2 5 9 1 3 3 23 116 Abril 4 7 Sony 7 14 Sony 14 21 Sony 21 Pana 28 Sony 28 Pana 2 0 1 0 1 1 3 1 Mayo 5 5 Sony 5 Pana 12 Sony 12 Pana 19 Sony 19 Pana 26 Sony 26 Pana 2 2 1 1 4 4 1 3 Junio 6 2 Sony 2 Pana 9 Sony 9 Pana 16 Sony 16 Pana Total unidades 2 5 6 1 3 4 31 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 3. RESULTADOS NOV/2010 Se establecen tres agrupaciones de unidades para el análisis ya que el programa de análisis secuencial SDIS-GSEQ (versión 4.5.0) tiene un límite máximo de 50 unidades de conducta. Tras obtener la coocurrencia correspondiente a las unidades de conducta del participante en cada agrupación, se han seleccionado los valores de los residuos ajustados significativos (p<.05) y se han ordenado en la tabla de resultados totales que se incluyen a continuación. Tabla 4. Resultados totales del participante C1 y C3 C2 y C3 C1 C2 C3 C1 y C2 C111-C121 C211-C2210 C212-C224 C213-C221 C214-C224 C215-C224 C218-C227 C312-C323 C111-C2210 C111-C314 C112-C223 C211-C312 C211-C315 Sesión 44_92 C111-C121 C113-C122 C122-C132 C213-C229 C214-C224 C215-C226 C216-C227 C217-C2210 C311-C322 C313-C323 C314-C321 C316-C324 C317-C321 C111-C211 C111-C217 C112-C218 C113-C214 C113-C216 C122-C215 C111-C316 C112-C332 C113-C333 C122-C311 Sesión 93_116 C111-C121 C112-C122 C113-C124 C211-C222 C2110-C227 C312-C324 C111-C211 C113-C219 C111-C312 C112-C332 C211-C312 C211-C315 C211-C317 C213-C316 C215-C332 C217-C313 C218-C311 C219-C313 - Sesión 1_43 32 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 A primera vista, encontramos resultados en todos los macrocriterios y combinaciones de macrocriterios, excepto en la C2 y C3 de la tercera agrupación. Si atendemos a la progresión de las agrupaciones, observamos que en la primera encontramos entre una y dos coocurrencias en todos los macrocriterios y combinaciones, excepto en el C2, que tiene seis. En la segunda agrupación se produce el mayor despliegue de combinaciones de coocurrencias, que oscila entre tres y ocho, para reducirse en la tercera y última a una o ninguna. perficie construyendo con alguna otra u otro. En la primera agrupación, además, hace torres proactivamente: C211-C2210; cuando construye con otra hace “caminos”: C212-C224 y “casitas”:C215C224; construye un muro con ayuda física de la psicomotricista: C213-C221; y ocupa la construcción ajena cuando va de visita: C218-C227. Las coocurrencias de la tercera agrupación señalan que construye torres y recibe acompañamiento moral: ánimo o reconocimiento, y no hace nada cuando visita la construcción ajena: C2110-C227. En el primer criterio, el C1 -Ideación-, se produce una coocurrencia que se reitera en las tres agrupaciones: C111-C121: a la mirada autocentrada con parada le sigue la elección de realización proactiva de manera estable a lo largo de todo el curso. En la segunda agrupación, se añaden dos coocurrencias que se encadenan. C113-C122 y C122-C132: cuando la mirada es periférica y el sujeto sigue desplazándose, es la psicomotricista la que construye y construye desplazando la construcción a un espacio alternativo. En la tercera agrupación, la mirada periférica con parada (C112) va con que la psicomotricista construya (C122); lo que completa la parada en el repertorio de este sujeto. También aparece la mirada periférica con desplazamiento (C113) asociada a la elección de realización “lo que hay” (C124): se desplaza atendiendo a la orografía del paisaje. El macrocriterio C3 -Finalización- presenta una única coocurrencia en las agrupaciones primera y tercera, mientras que la segunda presenta cinco. Inicialmente destruye su construcción de motu proprio: C312-C323. En la agrupación que le sigue hace de todo menos destruirla: la abandona, anticipándose a la destrucción ajena: C311-C322; la transforma de motu proprio: C313-C323; sigue construyendo pero se la destruyen: C314-C321; solicita reconocimiento por su construcción tras lo que la destruye; y cuando le destruyen su construcción responde de alguna manera a la misma: C317-C321. En la agrupación final matiza la destrucción de la primera agrupación; destruye la construcción y la remata: C312-C324. El macrocriterio C2 -Realización- es, en conjunto, el más generoso en resultados. En la primera agrupación hay seis coocurrencias significativas, en la segunda, cinco y en la tercera, dos. La coocurrencia C214-C224 se reitera en las dos primeras agrupaciones: junta prismas de espuma a modo de su- Con relación a la combinación de coocurrencias C1-C2, según avanza el curso, a la mirada autocentrada con parada le sigue la construcción vertical o torre: C111-C211. Dentro de la progresión cronológica encontramos primero que a la mirada autocentrada con parada le sigue construcción independiente: C111-C2210 y, que a la mirada periférica con parada: C112, le sigue la construcción en paralelo con alguna otra u otro: C223. En la 33 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 segunda agrupación encontramos que a la anterior coocurrencia- C111-C211- se añade la mirada autocentrada con parada: C111 seguida por la construcción de la “camita”: C217. Cuando la mirada es periférica con parada, ocupa la construcción ajena: C112-C218; y cuando es periférica con desplazamiento bien construye una superficie de prismas: C113-C214, bien añade más elementos a la construcción en ciernes: C113-C216. Además es la psicomotricista: C122, la que le construye “casitas”: C215. En la última agrupación, a la mirada autocentrada con parada: C111, le sigue la construcción de una torre: C211, y cuando la mirada es periférica con desplazamiento C113, deambula por la sala buscando su sitio sin encontrarlo: C219. La combinación C1-C3 es la menos generosa: presenta una, cuatro y dos coocurrencias significativas, aunque muestra una repetición en la segunda y tercera agrupación: C112-C332; a saber, cuando la construcción se inicia con mirada periférica con parada, termina saliendo del foco de la cámara. La primera agrupación presenta una única coocurrencia: C111-C314 que indica que cuando la mirada es autocentrada con parada, sigue lo suyo a pesar de lo que acontece a su alrededor. En la segunda agrupación, se añade que a la mirada autocentrada con parada le asocia el valor solicitar reconocimiento: C111-C316. La mirada periférica con desplazamiento se asocia con otras circunstancias. Además, cuando es la psicomotricista la que le realiza la construcción, el sujeto acaba abandonándola. En la tercera agrupación, asimismo, encontramos que a la mirada autocentrada con parada le sigue la destrucción proactiva de la propia construcción: C111-C312. Para terminar, la última combinación C2-C3 sólo presenta valores en las dos primeras agrupaciones, respectivamente dos y ocho. En la primera agrupación encontramos que cuando construye una torre: C211, a continuación, la destruye: C312, o se le desmorona: C315, por intentar incorporar más elementos. En la segunda agrupación añade que cuando algún otro le destruye la torre, responde a la destrucción de alguna manera: C317. Además, cuando construye un muro: C213, solicita reconocimiento a la psicomotricista: C316; cuando la construcción tiene volumen: C215, la unidad se termina porque la cámara sale de foco; cuando hace una “camita”: C217, la transforma C313; Cuando ocupa una construcción ajena C218, la abandona C311 y, por último, cuando busca su sitio C219, transforma la construcción que encuentra: C313. 4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Los resultados obtenidos señalan la existencia de pautas de construcción sincrónicas y diacrónicas estables, y de una única concatenación, que permiten afirmar que la construcción en psicomotricidad a los dos años es una actividad inicialmente sensoriomotriz, significativa, explicativa y diferenciada, que apunta la existencia de patrones de construcción. Si atendemos a la estabilidad en las pautas diacrónicas encontramos en el macrocriterio C1 que a la mirada autocentrada con parada le sigue la elección de realización proactiva (C111-C121) a lo largo de todo el curso. En el macrocriterio C2 se observa una tendencia a construir superficies cuando construye con otra/o (C214-C224) desde principio de curso hasta final de mayo. Desde abril 34 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 hasta junio encontramos entre los macrocriterios C1 y C2 que si tiene la mirada autocentrada con parada, construye torres (C111-C211), y en C1 y C3 que cuando la mirada es periférica con parada sale de foco (C112-C332). Desde principio de curso hasta mayo encontramos una doble tendencia: cuando construye una torre la destruye de motu proprio (C211-C312) o se le desmorona al añadirle más prismas (C211-C315). Las pautas sincrónicas que encontramos son cinco. En la primera agrupación encadena las siguientes coocurrencias: C111-C121, C111-C2210 y C111C314, es decir, la mirada autocentrada con parada coocurre con construcción proactiva, independiente y tenaz. En la segunda agrupación se producen tres secuencias. Una, C111-C121, C111-C211 y C11-C316, es decir, cuando la mirada autocentrada con parada va seguida de realización proactiva y realiza una torre, solicita a la psicomotricista reconocimiento. La segunda -C113-C122, C113C214/C216, C113-C333- se inicia con mirada periférica con desplazamiento, le sigue que la elección de realización es heterónoma; es la psicomotricista la que construye, continúa de dos maneras: bien realiza una superficie, bien añade más elementos y finaliza sin coincidir con el final de la sesión ni salir del foco de la cámara. La tercera secuencia la forman los siguientes pares de conductas: C122C132, C122-C215 y C122-C311. La psicomotricista le reubica y construye una casa, que finalmente abandona. Encontramos la quinta pauta en la tercera agrupación: C111-C121, C111-C211, C111C312. A la mirada autocentrada con parada le sigue una elección de realización proactiva de una torre, que finalmente destruye. La concatenación se produce en la tercera agrupación: C113-C122, C122-C132; o lo que es lo mismo, a la mirada periférica con desplazamiento le sigue que es la psicomotricista la que le construye algo, pero reubicándolo. Podría relacionarse con la tercera pauta de la segunda agrupación: C122C132, C122-C215 y C122-C311, lo que significa que ante la mirada periférica con desplazamiento, la psicomotricista interviene trasladando la construcción de una casa, que posteriormente la participante abandona. En síntesis, podemos concluir que este tipo de estudios metodológicos observacionales psicogenéticos permite abordar el análisis y evaluación de la actividad psicomotriz infantil de construcción en contextos escolares con gran rigor y precisión. En concreto en la participante estudiada es muy significativa la mirada autocentrada con parada, lo que siempre indica que la elección de realización es proactiva, confirmando la actitud de calma o parada (Perner, 1991; Rivière, 1990; Wallon, 1985) como condición del despliegue de los niveles sucesivos de la acción: de sensoriomotriz a presimbólica, a simbólica y a personal o, dicho de otra manera, asistir a la primerísima fase de la emergencia simbólica, la de los símbolos enactivos. Otra conclusión digna de mención es la relacionada con la elección de realización y con la construcción concreta. Se produce la cooperación instrumental (Wallon, 1984; Rivière, 2003) cuando la construcción es horizontal: una superficie sobre el suelo, pero en cambio cuando funciona independientemente opta por construir torres verticales. La compañía y el nivel de equilibrio implicado en la tarea parecen ser inversamente proporcionales en los albores de la emergencia simbólica. 35 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Por su parte, la proactividad permite la actualización y regulación de los límites bien personales, al elegir destruir la torre y dar por acabada la actividad; o bien de manejo de las circunstancias de la construcción, al desmoronársele la torre por querer seguir añadiendo prismas más allá de su capacidad real actual (Wallon, 1980). La intervención física de la psicomotricista en forma de construcción puede servir coyunturalmente, pero finalmente se abandona. En cambio su intervención moral (Wallon, 1985) es requerida tras la realización autónoma de una tarea compleja como es la construcción de una torre. En definitiva, esta investigación además de cumplir los objetivos específicos propuestos, señala la existencia de patrones de construcción a los dos; cuestión a ratificar en una investigación ya en marcha sobre la construcción a los tres años. BIBLIOGRAFÍA ANGUERA, M. T. (1988). Observación en la escuela Barcelona: Graó. ANGUERA, M. T. (2003a). “La observación”. En C. Moreno Rosset (Ed.), Evaluación psicológica. Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia (pp. 271-308). Madrid: Sanz y Torres. ANGUERA, M. T. (2003b). “La observación en la Educación Infantil”. En J. L. Gallego Ortega y E. Fernández de Haro (Dirs.), Enciclopedia de Educación Infantil I (pp. 861-884). Málaga: Aljibe. ANGUERA, M. T., BLANCO, A. Y LOSADA, J. L. (2001). Diseños Observacionales, cuestión clave en el proceso de la metodología observacional. Metodología de las Ciencias del Comportamiento, 3 (2), 135-161. ATO, E.; GALIÁN, M.D. Y HUÉSCAR, E. (2007). 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Dirección de contacto: [email protected] RESUMEN ABSTRACT La atención psicomotriz temprana es una manera de promover y facilitar el tránsito por el desarrollo madurativo de los niños y las niñas. Y si algunas de las características de éstos y éstas, están relacionadas con las dificultades en el movimiento, la cognición, la comunicación o la emoción, la Psicomotricidad Relacional se convierte en una aliada para la comunicación tónica, más allá de las palabras sonoras. Y en una herramienta para mirar el rol del o de la psicomotricista, sus potencialidades y limitaciones, posibilitando la mejora de nuestra práctica psicomotriz. The early psychomotor attention is a way to promove and make easy the babie’s matured development. Some of the babies’ characteristics are related to the difficulties in the movement, in the cognition, in the communication and / or in the emotion. The Relational Psychomotor activity turns into an allied/ally for the tonic communication, beyond/further on the sonorous words; and in a tool to review the psicomotricista´s role, potentials and limitations, to improve our psychomotor practice. PALABRAS CLAVE Atención psicomotriz temprana, psicomotricidad relacional, rol psicomotricista, discapacidad motora, comunicación tónica. KEY WORDS Early psychomotor attention, relational psychomotor activity, psicomotricista role, motor disability, tonic communication. 40 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 El silencio compartido es la inmovilidad sonora. Ángel Gabilondo Dificultades, diferencias, potencialidades, posibilidades, las mías, las de mi sistema de acción como psicomotricista y las suyas, las de su acción psicomotriz. El movimiento, la emoción y el pensamiento es donde confluye, donde se enmarca la relación, nuestra relación, él conmigo y yo con él. lidad, búsqueda y disfrute del placer corporal y de la relación con el/a otro/a, pasando por las etapas de desarrollo evolutivo. • Analizar, tomar conciencia y modificar las dificultades de la psicomotricista en relación con su sistema de acción psicomotriz. D. Ángel Gabilondo (2003) (1) plantea que “movere significa mover, movimiento y que el movimiento tiene mucho que ver con la emoción, que es la misma palabra. Pero que no sólo tiene que ver con ella, tiene que ver también con la motivación, el motivo, con la capacidad de motivar, de incentivar, de mover a alguien a hacer algo”. En su disertación encontré algunos motivos para pensar sobre mis inquietudes. Y lo que necesitamos son emociones comunes, conmoción, la posibilidad de compartir una emoción con otros/as, de motivarnos, es decir, de movernos. Esto me hace tomar conciencia de la necesidad de pensar sobre lo que nos mueve, lo que nos emociona y nos conmociona. Material y métodos Objetivos • Descubrir en nuestros cuerpos -el del niño y el de la psicomotricista- canales de apertura de la comunicación. • Satisfacer las necesidades de movilidad, sensibi- Los planteamientos conceptuales respecto al movimiento, al acto, la acción, la actividad, están vinculados al deseo, la motivación, la búsqueda..., ¿y qué ocurre cuando una persona no tiene la madurez neurofisiológica ni una estructura somatopsíquica que le faciliten el camino hacia su autonomía? Si los/as niños/as son y existen por su motricidad, por su expresión psicomotriz, cuando encontramos un/a pequeño/a con dificultades en su movilidad en cualquiera de sus maneras, sea anómala, limitada o ausente, y presentando en muchas ocasiones problemas en la comunicación y por tanto para hacernos llegar sus ideas, deseos o miedos…, en definitiva limitados por sus cuerpos, ¿cómo promover y facilitar su desarrollo? Las dificultades del movimiento van de la mano del retraso psicomotor, limitando la construcción de la identidad personal -del yo en relación con el mundo circundante- e interfiriendo el desarrollo 41 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 cognitivo y socioafectivo. Wallon (1979) (2) plantea que “sin una relación exacta entre cada sistema de contracciones musculares y las impresiones correspondientes, el movimiento no puede pasar a formar parte de la vida psíquica ni contribuir al desarrollo”. De tal manera que la afectación en el tonus incide directamente en las relaciones tónicoafectivas y en los procesos tónico atencionales (Wallon, 1974 (3) ; Rigo, 1990 (4) ), por tanto en el ajuste a las demandas actitudinales y emocionales propias y de otros/as, repercutiendo en el establecimiento de las relaciones, las comunicaciones y el diálogo tónico, es decir, en el conocimiento corporal, en el proceso de identificación personal y en el inicio de los sistemas de comunicación. Así, la presencia de un tono rígido e inadecuado reduce la plasticidad del sistema nervioso y su potencial para el aprendizaje, y dificulta las sinapsis neuronales desde las que se ajustan nuestro cuerpo y nuestra mente a las demandas del entorno. En este sentido, la ausencia de competencias propias para la construcción del esquema y la imagen corporal van a alimentar la percepción del movimiento y de su propio cuerpo como una herramienta dolorosa. Sus dificultades motrices per se, favorecen el desconocimiento de sensaciones corporales y el placer por el movimiento, inhibiendo o imposibilitando la descarga de tensiones y la apertura a lo cognitivo (Aucouturier, 1994)(5) . Este último aspecto estará condicionado por la estimulación que reciba y el nivel de estímulos que se proporcione, así como las posibilidades de experimentación en relación con las personas y los objetos. Es interesante pensar en el abordaje que hacemos de sus competencias, pues podemos establecer interacciones con ellos/as infantilizadas, como producto de nuestro desconocimiento, que limitarán su desarrollo y aprendizajes. Inevitablemente el desarrollo de la comunicación y el lenguaje va a verse comprometido, impidiendo disponer de los elementos necesarios facilitadores de la primera e interfiriendo en la precisión de los movimientos para la comunicación gestual y el lenguaje verbal. Teniendo en cuenta que las personas con dificultades de tipo motriz son “prisioneros/as de sus cuerpos” y que sus posibilidades de interacción son diferentes, mermadas incluso (como es el que nos ocupa), comprometiendo seriamente su desarrollo en todas las áreas; el planteamiento de trabajo que se propone es la atención psicomotriz temprana, ya que nos permite abordar las necesidades en todos y cada uno de los aspectos del desarrollo de la persona, de un modo global y armónico. Situándonos en la importancia del establecimiento de los vínculos desde una perspectiva dinámica relacional y la toma de conciencia de la totalidad corporal, será posible favorecer el desarrollo de los hitos evolutivos a través de experiencias placenteras. Hacer de nuestros cuerpos -del suyo y del nuestro- un lugar de placer, comunicación y conocimiento. Respecto al/la niño/a La historia clínica de Félix es amplia y con múltiple sintomatología, predictora de ciertos riesgos y de una realidad compleja e incierta, aunque no por ello deja de ser enriquecedora, humana y absolutamente tierna. Félix es hijo único de madre de 32 años sin antecedentes patológicos, nacido de embarazo de 1ª gestación de 26 semanas, controlado por cursar 42 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 con hipertensión y síndrome de HELLP. Parto terminado en cesárea por eclampsia y presentación podálica. Presentó líquido claro, rotura intraoperatoria. Presenta una discapacidad global del 75%, de tipo física, sensorial y psíquica, en la que los factores sociales están comprometidos. El diagnóstico del menor se define en los siguientes términos: 1º “disminución de eficiencia visual otras, por lesión cerebral anóxica, de etiología sufrimiento fetal perinatal”. Y 2º “retraso madurativo, por lesión cerebral anóxica, de etiología sufrimiento fetal perinatal”. Los parámetros clínicos que se recogen tras el alumbramiento son: APGAR: 5/6. Peso: 850 gr. Talla: 33.5cm. Perímetro craneal: 35 cm. Aspecto madurativo adecuado a la edad gestacional. Buena coloración (conectado a ventilación mecánica). Adaptado al respirador con distrés mínimo. Auscultación cardiaca normal, auscultación pulmonar con hiperventilación bilateral. Abdomen blando sin visceromegalias. Hipoactivo con hipotonía generalizada e hiporreflexia. Los diagnósticos médicos son referidos en los siguientes términos: • Prematuro de bajo peso. • Enfermedad de Membrana Hialina III-IV. • Ductus Arterioso persistente. • Sepsis a Enterococo Faecium. • Sepsis a Estafilococo Aureus. • Trastorno de la Coagulación Secundario. • Trombopenia. • Hemorragia cerebral (intra- y periventricular). • Convulsiones neonatales. • Displasia Broncopulmonar. • Retinopatía del prematuro. • Insuficiencia renal aguda. • Infección por germen BLEE. • Apneas. • Anemias. • Raquitismo bioquímico. • Hiperbilirrubinemia neonatal. • Crisis comiciales con alteraciones en EEG. • Ceguera cortical (en estudio). • Atrofia cerebral con predominio derecho (imágenes compatibles). • Hidrocefalia asimétrica con imagen de cavidad postencefálica témporo-parietal de hemisferio derecho (imágenes compatibles). • Retraso Psicomotor. La familia, teniendo en cuenta la realidad de su hijo, inicia la búsqueda de alternativas para favorecer el desarrollo y la salud de éste. En la actualidad está siendo apoyado desde distintas disciplinas y técnicas de intervención: • Rehabilitación fisioterapéutica, desde el mes de marzo de 2006, con una temporalidad bisemanal, en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNC), de Santa Cruz de Tenerife. España. • Estimulación visual, desde septiembre de 2006, con una temporalidad semanal, realizada por la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) en el domicilio familiar. • Atención Psicomotriz Temprana, desde noviembre de 2006, con una temporalidad bisemanal, en el Centro de Atención Psicopedagógica y Psicomotriz ALALBA de La Laguna. Tenerife. España. • Estimulación en el medio acuático, desde enero de 2007, con una temporalidad bisemanal, en el 43 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Centro Santa Rita, del Puerto de La Cruz, en Tenerife. España. El documento que se presenta desarrolla el trabajo que se realiza con un niño de 22 meses de vida, en el centro ALALBA. La intervención que se lleva a cabo tiene la intención de satisfacer las necesidades de movilidad, sensibilidad, búsqueda y disfrute del placer corporal. Las sesiones tienen un duración de 30 minutos, aunque inicialmente era de 45, pero ante la presencia de indicios de estrés neurológico (succión repetitiva sin estímulo oral, bostezo y movimiento circular en su mano izquierda que se manifiesta en extensión y flexión de los cuatro dedos de la mano, “como si tocara o rascara algo”) y teniendo en cuenta que estas conductas limitaban nuestras interacciones, se decidió junto con la familia, reducir el tiempo de la sesión e ir valorando a lo largo del proceso de intervención, la modificación de la temporalidad. Encuadre de la intervención Cuando Félix llega con su madre, se produce el momento de la acogida y el reconocimiento, le saludo con la voz y contacto corporal, y él lo hace con su voz y espero a que haya un pequeño contacto visual, si no se produce, insisto en que coloque su cabeza y por tanto sus ojos hacia mi cara. Entonces pasamos al suelo y masajeo su cuerpo, su piel, imprimiéndole la intensidad que el afecto da cuando reconoces a alguien. Después iniciamos juegos en los que se active la estimulación vestibular y propioceptiva (lanzamientos al aire, caídas en materiales blandos -cama de cojines-, jugamos al caballito, balanceos en tela o sobre una pelota gigante, arrastres en plano inclinado, cambios posturales), para pasar luego a juegos que pongan en marcha las competencias motrices (interés por los desplazamientos) y llegar a aspectos más manipulativos (hacer sonar una pelota que contiene un cascabel, hacer sonar un carrusel, sujetar con las dos manos un globo), para encontrar un momento de menor actividad en la quietud y despedirnos hasta el próximo encuentro. Los aspectos citados en líneas superiores en relación con sus diagnósticos, han determinado el retraso madurativo en todas las áreas. El trabajo que se va realizando indica que a pesar de las dificultades del niño, sus potencialidades van emergiendo; si bien es cierto que sus realidades clínicas evolucionan de manera muy lenta, ésta se observa en los siguientes términos a lo largo de la intervención: Área motriz La hipotonía generalizada de Félix complementada con los movimientos espásticos, le dificultan desarrollar sus competencias para la construcción del esquema e imagen corporal; viéndose limitadas las sensaciones corporales y el placer por el movimiento, determinando también la apertura a lo cognitivo. Presenta ausencia de dominio corporal. Sus características le dificultan la adquisición de unos patrones posturales, adecuados para la consecución de los diversos hitos evolutivos que favorezcan un desarrollo madurativo, más ajustados para su crecimiento. Traduciéndose en inestabilidad tónica, reflejándose en la emoción, tal y como se describirá en el epígrafe “área socioafectiva”. Respecto a la exploración de los reflejos, es importante destacar la presencia del reflejo de Babinski y 44 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 el de la marcha automática, hay ausencia del reflejo de moro y del reflejo de paracaídas. Ha adquirido mayor control cefálico y tonicidad en la zona dorsal, lo que le permite acceder a los/as demás y a los objetos, aunque la intención en este tipo de acciones no esté presente siempre. La consecución de este hito evolutivo le va facilitando mayor interacción con su entorno. Tumbado boca arriba mantiene la cabeza y con mucha ayuda se mantiene apoyado unos segundos en los antebrazos. Actualmente hay presencia de prensión voluntaria de objetos, teniendo mayor habilidad con la mano izquierda, respecto a la derecha hay que estimularla y en la mayoría de las ocasiones modelarla para ir consiguiéndolo. Hay inicio de desplazamientos, muestra placer en los giros y los realiza a ambos lados, aunque con mayor fluidez hacia el lado izquierdo. Y aparece la intención de los desplazamientos tipo reptación sin producirse, aunque en ocasiones hay iniciativa para ello ante el estímulo que le produce un objeto -siempre sonoro-. Disfruta con las sensaciones de tipo propioceptivo, en las que la pérdida de límites corporales se vea comprometida por un breve espacio de tiempo; así las acciones que impliquen estímulos vestibulares y pongan en juego los procesos de equilibración y re-equilibración (como las caídas en espacio blando, los vuelos, los botes, balanceos, arrastres, vibraciones intensas…), son vividos muy placenteramente, siempre en compañía del/a adulto/a y solicita la repetición de los mismos con vocalizaciones sonoras. Estos juegos, en un primer momento le provocan respuesta espástica, pero las siguientes veces la espasticidad no aparece. En posición sedente con apoyo ya manifiesta placer y busca acciones de equilibración y re-equilibración, apa- reciendo la conducta de enderezamiento; con este tipo de juegos surge su iniciativa, proponiendo el comienzo de la acción del siguiente modo: en posición horizontal, tumbado sobre su espalda, le toco las manos con las mías, él me las coge e inicia la tracción para incorporarse a la posición de sentado; una vez conseguido su deseo y sin soltar mis dedos, se deja caer hacia atrás hasta que yo opongo cierta resistencia (sin dejar que tome contacto con el plano horizontal) y se incorpora de nuevo, repite el juego con una sonrisa. Área perceptivo-cognitivo/manipulativa: Los canales comunicativos establecidos en la interacción son fundamentalmente, el táctil y auditivo, como si el sentido de la vista no tuviera presencia. Ante estímulos que impacten en estos dos sentidos, la respuesta de Félix aparece y poco a poco va ajustándose a la relación de escucha y empatía que mantenemos. La exploración y el conocimiento de los objetos y el entorno, los realiza con la boca, así como el acceso al conocimiento del propio cuerpo (manos y pies). Su respuesta visual es inadecuada, no se produce seguimiento visual y la fijación aparece de modo incipiente y esporádico. El grave nistagmo que presenta dificulta el contacto visual. Se desconoce su competencia visual real. Respecto a la audición, es uno de los canales que más desarrollado parece tener, por lo que nuestros sonidos (el suyo y el mío) están presentes en las sesiones, así como los objetos sonoros. También los silencios, nuestros silencios nos ponen en comunicación, la espera y por tanto el respeto al tiempo del/a otro/a. A través de las voces y los sonidos reconoce al otro y los objetos con los que trabajamos habitualmente. 45 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Se está iniciando el juego de aparecer y desaparecer en posición de decúbito supino, le coloco una tela sobre la cabeza y él se la quita. Su capacidad imitativa está iniciando su despliegue, aparece con poca frecuencia. Esta competencia la trabajamos con la voz y percutiendo alguna superficie (el espejo), material (el sonajero) o el propio cuerpo (juego de “las palmitas”). Área de la comunicación y el lenguaje: Es un niño expresivo, emite muchos sonidos, disfruta jugando con ellos y a veces realiza un uso intencionado de estos para comunicarse y jugar; sus producciones muestran un estadio básico de la comunicación verbal, denotando en éstas el reconocimiento de su sonido y su voz en fase muy primaria. En ocasiones ya ha aparecido el sonido como iniciativa para conseguir la atención del/a adulto/a y mantener contacto con él/ella, con este tipo de juegos suele participar de la propuesta del/a adulto/a. Reconoce por la voz a las personas de sus entornos familiar y habitual. Disfruta mucho con juegos de hacer ruido con la boca y la lengua, con la voz, en los que se repitan sonidos atendiendo a un ritmo que finalice con una palabra que contenga el sonido emitido y significado para él (ta, ta, ta, tata = así denominan en el contexto familiar a la abuela, persona con la que pasa mucho tiempo; te, te, te, Maite = psicomotricista que suscribe), sonríe ante estos juegos, a veces los repite y carcajea. En este trabajo aparecen las primeras estructuras temporales, ahora emito yo los sonidos, luego los haces tú, empieza y acaba algo, la espera, los turnos; empieza en uno/a mismo/a y acaba en uno/a mismo/a, camino de la diferenciación corporal y personal. Su intención comunicativa es indudable. La succión y la deglución tienen un patrón adecuado. La alimentación de Félix se compone de la ingesta de productos lácteos en estado líquido, cereales en polvo con leche y papillas de frutas, de legumbres con carnes, pescados y vegetales. Área socioafectiva: Tónicamente presenta una importante afectación, por lo que las relaciones tónico-afectivas y los procesos tónico-atencionales se encuentran mermados, lo que le impide adecuarse a sus propias demandas y a las de los/as otros/as -demandas emocionales y atencionales-, repercutiendo en el establecimiento de las relaciones-comunicaciones, en el diálogo tónico y por tanto interfiriendo en su conocimiento corporal, en el proceso de identificación personal, de los sistemas de comunicación y de diferenciación del/a adulto/a. Es un niño alegre, sociable, afectivo y sonriente; si tiene que manifestar una queja también lo hace, no es conformista con todas las propuestas, aunque suele aceptarlas con agrado. Sonríe ante los refuerzos sociales. Su disfrute siempre está vinculado a juegos y acciones que contengan una intensa actividad motriz, contacto corporal o estímulo auditivo, que favorezcan la impronta emocional de sí mismo. No ha presentado dificultades en la separación al entrar en las sesiones, permitiéndole empatizar en la relación con el/a adulto/a. Respecto al/a psicomotricista. Al comienzo del texto se citaban los términos dificultades, diferencias, potencialidades, posibilidades…, con respecto a la relación que se establece 46 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 con las personas con las que interactuamos, refiriéndonos hasta el momento a las del/a otro/a. Es el turno, entonces del análisis, revisión y comprensión de nuestro sistema de acción psicomotriz, fundamental para que nuestra práctica se ajuste a las necesidades y demandas del/a niño/a. Vivir al/a niño/a es vivir su placer de desear, de buscar, de explorar, de descubrir, de saber y de conocer solo, pero con los/as otros/as. Y también lo es vivir su descontento, sus sufrimientos afectivos que desestabilizan sus relaciones, sus sensaciones y percepciones…, y las nuestras, las de los/as psicomotricistas. Estas vivencias sólo serán posibles si conseguimos una compenetración recíproca, un ajuste del tono de ambos, el diálogo tónico y la empatía. La ayuda psicomotriz va a implicar ayudar al/a niño/a a modificar en el nivel tónico-emocional, creándose así un cambio psíquico profundo, inconsciente. Es la capacidad del/a niño/a de cambiar en su cuerpo, en su tono y en sus emociones (Aucouturier, 2001)(6) . Este proceso no tiene exclusividad en la estructuración profunda del/a niño/a, también ocurre del mismo modo en la del/a psicomotricista. La relación de ayuda en la relación transferencial es, en sí misma, un trampolín para la transformación, el desarrollo y crecimiento de ambos -adulto/a y niño/a-. En palabras de Rota (1993)(7) “Es la totalidad corporal del/a psicomotricista que interviene, con unas funciones de contención, reconocimiento y espejo. Es necesaria, pues, una formación personal, de trabajo sobre la propia totalidad corporal, que permita la adquisición de un sistema de actitudes y el control de la propias resonancias afectivas”. La intervención del/a psicomotricista necesita una implicación corporal, desde la distancia necesaria que nos permita intervenir de forma ajustada. Si el acuerdo tónico entre las dos personas, requiere que el/a psicomotricista tenga disponibilidad corporal para poder dar una respuesta ajustada al/a niño/a -conectando lo tónico–afectivo (Llorca y Vega, 1998)(8) -, al hablar de la gestualidad expresiva del/a psicomotricista debemos referirnos también a la capacidad de éste/a de observar su propio estado tónico en la relación con el/a otro/a y de captar las posibles modificaciones. Es en este punto donde la importancia de un grupo de trabajo para compartir, revisar, analizar, reflexionar y tomar conciencia en y desde nuestra intervención, se transforma en una necesidad para nuestra práctica profesional y nuestro crecimiento personal. A este respecto se proponen pequeñas reflexiones sobre las dificultades que podemos encontrar en nosotros/as mismos/as como agentes de ayuda. Dificultad en situarnos adecuadamente en la relación con él/la para sentir y fluir en el discurso emocional en la ausencia de movimiento (como en este caso). ¿Y si satisfacemos nuestra necesidad de querer, de ser necesarios/as, de poseer afecto, de poseer al/a niño/a, en vez de responder a su demanda, a su necesidad? Dificultad en nuestra actitud y concepción de los límites; en el momento de decir no se ponen en marcha nuestras experiencias y dificultades, volviéndonos rígidos/as o permisivos/as y no ofreciéndole límites. Pienso si es nuestra inseguridad ante la presencia, ausencia, rechazo o amor del/a otro/a. La emoción es también una dificultad que limita las posibilidades de descentración para el/a adulto/a necesarias. La imposibilidad para decir no, la concesión de 47 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 ayuda sin esperar su petición, sin darle tiempo a encontrar su deseo o a que nos entregue sus más variadas e inesperadas manifestaciones de bienestar y malestar, por la vía tónica y no verbal. ¿Y si no sabemos estar sin hacer nada que llame su atención porque nos cuesta aceptar la separación? ¿Y si no somos capaces de pararnos a escucharlo porque no podemos dejar de estar presentes en la acción o porque sus reacciones emocionales contrarían nuestros deseos? Me hace pensar en el lugar que ocupamos en la relación con los/as demás y cómo esto se vincula con la conciencia de nuestra propia identidad separada de los/as otros/as. También en la frustración que nos produce el llanto, la queja de los/as niños/as. Dificultad en fluir en la sensibilidad propia que nos permite captar sus mensajes emocionales, cuando nos muestra su sensibilidad, sus fragilidades y sus corazas. ¿Cuál es nuestra reacción -a pesar de ser inconsciente, refleja-, es exagerada, tanto por excesopresencia como por defecto-ausencia? Pienso en qué nos moviliza emocionalmente, desbordándonos los afectos, el rechazo… Cerenini (2001)(9) al respecto habla de cómo el/a niño/a pone en juego la dimensión simbólica de su imaginario a través de su tono, postura, movimiento y su expresividad psicomotriz y la proyecta en sus juegos y sus creaciones, accediendo a la transformación de sí mismo/a desde una dimensión tónico-emocional. Y afirma que este paso sólo “es posible si el niño está en relación con un adulto/a maleable y transformable a su vez, que sepa ponerse en escucha empática y sepa actuar en asimetría, que reconozca sus límites proyectivos y controle sus dinámicas de deseo”. El diálogo tónico tendrá sentido en la interacción terapéutica sólo si la gestualidad expresiva del/a psicomotricista entra en resonancia y coherencia con la sensibilidad del/a niño/a. Vivir la pulsionalidad motriz del/a niño/a, es no tener miedo de la propia pulsionalidad que toma en nosotros/as diversas formas corporales, intelectuales y relacionales, pero que siempre tienen el riesgo de desbordarse por las fuerzas de esa pulsionalidad del deseo del/a otro/a como un deseo explosivo de vida, aunque nos parezca inmóvil (como ocurre en el trabajo con este niño). Será esa ausencia de movilidad la que haga emerger nuestra dificultad de no saber qué hacer ni cómo interpretar las producciones del/a niño/a; asumir que no sabemos qué hacer, la espera atenta y corporalmente disponible a que nos revele con su expresividad psicomotriz su demanda, la demanda de alguien que no pide, no da, no responde y está allí, con nosotros/as. Me hace pensar en la frustración que produce la no acción, la inmovilidad y el reconocimiento de que a veces no sabemos qué hacer, cargando el espacio afectivo de palabras que en lo más profundo pretenden liberar las angustias que sentimos, dando paso al descontrol de la emoción y poniendo en peligro la necesidad, el deseo del/a niño/a, haciendo caso sólo al propio, poniendo en marcha nuestra propia regresión a estados de comunicación primitivos, básicos, pulsionales. Dificultad de compartir el trabajo con otras personas, familia, médicos, médicas, maestros y maestras. En esas relaciones se mueve el miedo a perderlo. ¿Y si entramos en un sentimiento de rivalidad, de celos, de desconfianza, de culpabilidad…? 48 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Pienso en cuál es la manera más adecuada de comunicarnos con los/as demás, en la incomodidad que nos produce sentirnos juzgados/as, invalidados/as. Imagino que también a ellos y ellas. Conclusiones La emoción es la manera por excelencia de relación y expresión. Tocar, acariciar es emocionar, mover a… Y nuestro sistema de acción psicomotriz va a aprender y a enseñar a moverse a través de los motivos y la emoción compartida. La función del/a psicomotricista es dar sentido a las reacciones tónicas, recibirlas con los componentes afectivos para que lo corporal se convierta en espacio y canal de comunicación. Y es nuestra intervención la que dará sentido a las producciones motrices del/a niño/a, un sentido que tiene que ver con la historia corporal de cada persona, subrayando el aspecto de identidad personal. El acceso a la capacidad de simbolizar presupone poder situarse en esta posición de persona, con capacidad de deseo y no en una posición de objeto del deseo del/a otro/a (Rota, 1999) (10) . En este sentido, es la escucha de uno/a mismo/a lo que posibilitará la escucha adecuada del/a otro/a, evitando proyecciones que no permitan tomar la distancia suficiente para no confundir al/a otro/a y ayudarlo/a a constituirse como persona. A partir de la disponibilidad corporal es posible la escucha del/a otro/a. en cuenta que el planteamiento de nuestra práctica se sustenta en la estimulación del sistema fisiológico a través de la búsqueda y encuentro de situaciones placenteras que también producen displacer; es posible favorecer situaciones que generen sensaciones de placer para que se incorporen a su totalidad corporal, facilitando de esta manera la estructuración del yo, abriéndolo a la relación con el mundo exterior, a la comunicación y a la conceptualización del entorno. Con la esperanza de que el cuerpo lesionado no acabe relegado a una silla de ruedas. ni se abandone sólo para satisfacer las necesidades básicas, entre las que no figuran. la movilidad, la sensibilidad y la búsqueda del placer corporal. Una vez más la intervención psicomotriz temprana nos facilita las herramientas que permiten trabajar sobre las necesidades del/a niño/a. Sabiendo que las características de Félix limitan de manera importante sus posibilidades corporales y teniendo 49 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 NOTAS 1) Gabilondo, A. (2003): “Ética y Profesión”. Conferencia impartida en el II Congreso Estatal de Psicomotricidad. Madrid, España. Pp. 7-8. 2) Wallon, H. (1979): Los orígenes del carácter del niño. Nueva visión. Buenos Aires. Argentina. 3) Wallon, H. (1974): La evolución psicológica del niño. Grijalbo. Méjico. 4) Rigo, E. (1990): La psicopedagogía de Henri Wallon. Servicio de Publicaciones de la Universidad de las Islas Baleares. Palma de Mallorca. 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Participa en el grupo de trabajo formado por profesionales del campo de la psicomotricidad en el Seminario de Formación Permanente de la Universidad de La Laguna. Dirección de contacto: [email protected] RESUMEN ABSTRACT En este trabajo presentamos la experiencia vivida en la sala de psicomotricidad con una niña que viene al mundo junto a dos hermanas. La dificultad en cuanto a su diferenciación, así como las pocas experiencias de encuentros placenteros con el mundo que la rodea, han constituido una personalidad insegura y frágil. De este modo, su mundo de fantasías es el que la acompaña y da seguridad en su cotidianeidad, ya que vive las experiencias que le aporta el mundo como una agresión. We present the experience lived in the psychomotricity room with a girl who comes into the world with two sisters. The difficulty in their differentiation, and the few experiences of pleasant encounters with the world around her, have formed a fragile and insecure personality. Thus, her fantasy world is the one who accompanies and gives security in her daily lives, because she lives the experiences that brings the world as an attack. PALABRAS CLAVE Psicomotricidad relacional, diferenciación, identidad personal, reconocimiento, hermanas trillizas. KEYWORDS Relational psychomotricity, differentiation, personal identity, recognition, triplet sisters. 52 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 1. INTRODUCCIÓN NOV/2010 1.1. Marco teórico general La construcción de la identidad personal es un proceso complejo que no depende exclusivamente del individuo, sino que en él también cobra una especial importancia la respuesta del entorno en el que se desarrolla éste, pudiendo ocurrir que no sea el más adecuado por diferentes circunstancias, lo que ocasiona dificultades o fragilidad en la construcción del Yo (Llorca y Sánchez, 2008). La niña que describimos nace de forma prematura, factor que ocasiona una situación de separación desde el primer momento, lo que impide el desarrollo de las potencialidades que la niña tiene para construirse y aprender desde una dinámica relacional con sus figuras de apego. Además, nace junto a otras dos imágenes que son idénticas a ella (parto de trillizas), lo que dificulta desde el origen la construcción de una imagen diferenciada, de una identidad propia y única con la que presentarse al mundo. En el momento de nacer el bebé está totalmente indiferenciado y dependiente de su madre, dependencia física y afectiva que requiere de un entorno maternante que cubra sus necesidades para poder sobrevivir y ayudarle a diferenciarse como persona (Llorca y Sánchez, 2008). En este caso, la dificultad radica en que este proceso de diferenciación no sólo lo debe realizar con su madre; también debe diferenciarse de sus dos hermanas, con quienes comparte no sólo los espacios materiales, afectivos y relacionales, sino también los caracteres físicos. Esta particular situación inicial de encuentro con el mundo, ha dificultado la creación de un vínculo que proporcionara a la niña un continente de seguridad afectiva desde donde comenzar a sentirse, a pensarse, para iniciar la toma de conciencia de un “yo corporal” diferenciado de su madre y hermanas. Winnicott (1990) plantea que para que se produzca un ajustado proceso de diferenciación es fundamental la función de maternaje, entendida ésta como una presencia que da vida mediante la contención afectiva y emocional. Pero en este proceso también se requiere de una “madre suficientemente buena”, capaz de frustrar la satisfacción del deseo inmediato, forzando la espera del bebé, permitiendo durante esa espera que la necesidad se elabore como deseo y facilitando, por tanto, el proceso de simbolización e individuación. Una madre suficientemente buena esperará a que exista una demanda clara por parte de su hijo/a para satisfacerla, creando en él/ella la ilusión de que con su actuación puede transformar el mundo, permitiendo al niño darse cuenta de la realidad del otro (Camps, 2002). Previo al proceso de separación es necesaria la creación de un continente psíquico que se genera a raíz de la búsqueda de distintas situaciones de placer, así como la satisfacción de las sensaciones de displacer, y que por tanto, da pie a que en su inconsciente se vayan creando huellas que facilitan la formación de un “yo corporal”. (Aucouturier, 1995). Si este continente psíquico no se crea en el bebé, y de modo continuado van quedando huellas de displacer en él, se van creando las angustias arcaicas (Aucouturier, 2004). Es a continuación de la creación del continente psí- 53 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 quico cuando se empieza a crear la primera identidad, donde el bebé experimenta la separación corporal de su madre, produciéndose la toma de distancia progresiva de su madre utilizando en primer lugar los mediadores corporales, mirada y voz fundamentalmente, y posteriormente los objetos como mediadores de la relación (Lapierre, 2008). La conquista del término “yo” es la conclusión del establecimiento de relaciones objetales que comienzan desde el nacimiento. Estas relaciones proveen al niño/a de experiencias, soportes y ayudas que hacen posible el desarrollo (Llorca, 2008). La niña objeto de nuestra intervención ha tenido que compartir con sus otras hermanas la atención de su madre; es posible que los tiempos y el ajuste de las respuestas ante las demandas de la niña se hayan prolongado sistemáticamente, dejándola durante estas primeras etapas en situaciones de angustia continuadas. Además, esta situación de atención compartida ha dificultado el poder disfrutar de espacios afectivos exclusivos, necesarios para la creación de un vínculo de tipo seguro que posibilite un sentimiento de protección ante posibles amenazas, base necesaria para, posteriormente, poder acceder al mundo que la rodea de manera gratificante (Bowlby, 1999). Este trabajo se encuentra inscrito en la intervención psicomotriz que se desarrolla desde la Psicomotricidad Relacional como marco de referencia. Relacional porque se hace hincapié en las relaciones, así como en la decodificación de las mismas. La Psicomotricidad Relacional se define como un método de trabajo que proporciona un espacio de legitimación de los deseos y de los sentimientos en el que el individuo se puede mostrar en su entereza, con sus miedos, deseos, fantasías y ambivalencias, en relación consigo mismo, con el otro y con el medio, potenciando el desarrollo global, el aprendizaje, el equilibrio de la personalidad, facilitando las relaciones afectivas y sociales (Viera, Bellaguada y Lapierre, 2005). Las sesiones incorporan la expresión libre y espontánea como base del juego que en éstas se desarrolla. Juego espontáneo en el que el cuerpo participa en todas sus dimensiones, privilegiando la comunicación no verbal, donde, a través de situaciones lúdicas y dinámicas, juega con un cuerpo en movimiento, buscando inducir situaciones en las que dejar expresar actos desencadenados por sentimientos, que solamente más tarde traducirán en términos conscientes, las emociones en que se originaron, o sea, en un primer momento de forma impulsiva e inconsciente, para después llegar al consciente (Viera, Bellaguada y Lapierre, 2005). El juego refleja una relación de confianza entre el/ la niño/a y el/la adulto/a, que, cuando se entregan al diálogo corporal, buscan elementos indispensables para una comprensión mutua, una vivencia más libre del juego de la vida (Viera, Bellaguada y Lapierre, 2005). El cuerpo del/la psicomotricista forma parte de las posibilidades de relación que la sala ofrece, estando presente y disponible para ser tocado y experimentado por los/as niños/as. De esta forma, el cuerpo del/la adulto/a se convierte en: un lugar de placer y displacer; un lugar de deseo y angustia; un lugar de relación afectiva y emocional (Viera, Bellaguada y Lapierre, 2005). La espera y la escucha se erigen como elementos fundamentales en 54 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 esta práctica, ya que permiten partir del deseo del/ la otro/a con el fin de dar una respuesta lo más ajustada posible a las necesidades y demandas. Pero, ¿por qué iniciar la intervención psicomotriz individual? En palabras de Aucouturier (2004), el objetivo específico de la ayuda psicomotriz individual consiste en restaurar, o instaurar, el vínculo somato-psíquico para atenuar los trastornos de la expresividad motriz del niño y permitirle pensar en la acción. El psicomotricista se transforma en el catalizador indispensable de una dinámica de expresión que hará nacer, o renacer, la comunicación. En la relación terapéutica, el/la psicomotricista es la figura que va a permitir al niño revivir un cierto número de relaciones fantasmáticas, que no le ha sido permitido vivenciar de manera satisfactoria. Va a prestarle su cuerpo como espejo de sus fantasmas para permitirle modificar sus defensas y ayudarle a reencontrar una articulación posible de su relación en el mundo (Lapierre y Aucouturier, 1980). 1.2. Introducción del caso Comparte experiencias vitales desde antes de nacer… Y a partir de este momento, sigue compartiendo situaciones, relaciones, emociones y un sin fin de vivencias junto a sus dos hermanas. Vivir rodeada de otras imágenes idénticas a la suya, hace que el entorno no tenga referencias claras de quién es cada una, con el consiguiente no reconocimiento de su individualidad, recibiendo una devolución de las tres hermanas como si sólo fueran una. Incluso su madre tiene el deseo de mantenerlas iguales favoreciendo, por tanto, la devolución de no diferenciación que hace el resto de su círculo social. Esta particularidad hace que cada una de ellas tenga dificultad para una adecuada elaboración de su identidad. Roberta nace por cesárea a las treinta semanas de gestación en primer lugar y, con un peso de 1500 gramos, es la más inmadura de las hermanas trillizas. Nada más llegar al mundo, es separada de su madre y hermanas, pues debido a su inmadurez, debe permanecer en incubadora durante veinte días, lo que previsiblemente puede afectar su proceso de vinculación. Conviven con su hermana, siete años mayor que ellas, a quien consideran la persona más fuerte del módulo familiar, su madre y los abuelos maternos. Los padres se separan cuando las niñas tienen cinco años y desde este momento, apenas tienen relación con el padre, expresando una actitud de rechazo ante esta figura. No asisten a guardería, quedando al cuidado de su abuela materna durante el horario laboral de los padres hasta los tres años de edad, momento en el que son escolarizadas en un centro ordinario. La adaptación es dificultosa, pues manifiestan rechazo al colegio vomitando y se niegan a separarse. Comparten la misma aula hasta 2º de Primaria, momento en el que Roberta, junto a una de sus hermanas, repiten curso. A partir de este momento, con Roberta se lleva a cabo una Adaptación Curricular Poco Significativa. Las tres niñas son casi idénticas en su aspecto físico: peso, talla, corte de pelo, etc. Si a esto uni- 55 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 mos que en sus expresividades se ponen de manifiesto actitudes disruptivas y de enfrentamiento constante con el entorno que la rodea, desde el más próximo al más lejano, podemos comprender hasta qué punto tienen dificultad para poder ser reconocidas como personas únicas y diferentes. Y esta complicación la observamos también en la propia Roberta, quien a pesar de tener unos caracteres personales bien diferenciados de sus hermanas, cada vez que las mira se ve reflejada en ellas, teniendo serios conflictos para comprender que existen muchos aspectos de su personalidad que la hacen singular. Nos encontramos, pues, ante una madre desbordada con unas hijas que tienen una pésima carta de presentación al mundo y que cada una de ellas manifiesta de diferente manera: rechazo, apatía e inconformismo. Como ya expusimos en otro artículo (Morillo y Gómez, 2008), a los nueve años de edad, las niñas llegan a ser valoradas por los coordinadores de la sala de Psicomotricidad de la ULL, pues su madre vive una situación conflictiva en cuanto a la crianza y socialización de sus hijas se refiere. Con la finalidad de atender la urgencia de dar respuesta a esta situación familiar, iniciamos la intervención psicomotriz, que consiste en una sesión semanal en la que participan una psicomotricista y las tres niñas. Esta estructura se establece inicialmente, entendiendo que la intervención psicomotriz se realizará en un encuentro similar al que tienen en su vida cotidiana, en el que comparten sus experiencias junto a su madre. Tras cinco meses de intervención grupal en la sala (expuesto en el artículo antes mencionado), observamos la necesidad de ofrecerles un espacio de tratamiento individual, donde poder vivir una relación con la adulta sin estar bajo la mirada del resto de las hermanas. Y es a partir de este momento cuando Roberta comienza a desvelarnos aspectos de su yo más profundo. Esta nueva posibilidad de encuentro es casi novedosa y bastante angustiante para Roberta, a quien le cuesta mucho separarse de sus semejantes. Tal vez su seguridad, su piel (como expresión de aquello que nos permite el contacto con el exterior), lo constituyen sus hermanas; se ha ido generando un proceso de relación simbiótica con ellas que dificulta su diferenciación. A lo largo de los encuentros grupales, su expresividad oscilaba entre la inhibición y el sigilo frente a sesiones donde sólo se la oía a ella a través de una presencia verbal extrema, tanto por el timbre como por la repetición de sus demandas. El papel de las otras dos hermanas era de aceptación y protección de Roberta ante estas diferentes situaciones, aprovechándose esta última en numerosas ocasiones para conseguir manipular desde la fragilidad las relaciones que se sucedían entre ellas (se siente segura si las puede controlar). Así, su actitud y estado de ánimo podían llegar a determinar qué tipo de juegos se realizaban, qué cosas se podían contar e incluso qué presencia estética tener. No soporta la idea de que sus hermanas se corten el pelo de manera diferente al de ella, lo que supone otra expresividad de su necesidad de tenerlas unidas a ella; no quiere que se diferencien porque tal vez tiene temor de no ser reconocida sin ellas. 56 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 2. MÉTODO: OBJETIVOS Y METODOLOGÍA NOV/2010 • Incidir en la construcción de la totalidad corporal a través de una vivencia placentera del movimiento y sus posibilidades de acción, que le posibilite una mayor seguridad y confianza. Roberta es una niña muy insegura y lo manifiesta claramente a la hora de desplazarse por los diferentes espacios. Cuando camina lo hace bien de puntillas, bien arrastrando las plantas de los pies. Esa fragilidad e inseguridad se manifiesta además, en la conquista de los diferentes espacios propuestos en la sala. Al igual que se muestra sigilosa e insegura en su movimiento en una superficie plana, como puede ser el suelo, la altura es uno de los miedos que aparecen claramente en su expresividad, en su acción. Al comienzo de la intervención, su inseguridad se hace presente en los movimientos por superficies inestables, planos inclinados, estructuras con altura, y además, es incapaz de dejarse caer. Roberta tiene miedo a la caída, a lanzarse al vacío, a fragmentarse como cuando se nos cae un plato al suelo y se rompe en mil pedazos, poniéndose de manifiesto las angustias arcaicas a las que nos referíamos al inicio de este artículo. Además, a esto hay que sumarle su incapacidad para pedir o aceptar ayuda del/la otro/a en este tipo de situaciones, que rechaza de forma explícita a pesar de no poder alcanzar por sí misma sus aspiraciones. Pero, ¿por qué rechaza la ayuda y por qué es incapaz de pedirla? ¿Cuáles son los motivos que la inmovilizan y hacen que no pueda acudir al otro/a? Sus circunstancias la han obligado a tener que compartir permanentemente sus figuras de referencia, por lo que ha debido luchar para hacerse un puesto. Es posible que hayan quedado huellas de desprotección, que unidas a la falta de experiencias de apoyo, han configurado una desconfianza en poder ser sostenida o ayudada por otros/as. Cuando observamos todas estas manifestaciones, se nos hace presente su historia en el momento de llegar al mundo. Tras treinta semanas compartiendo un espacio vital restringido, es separada no sólo de sus hermanas, sino también de la casa en la que tan calentita ha estado durante este tiempo. Pasará casi un mes en una incubadora, aislada, con pocas referencias corporales, rodeada de máquinas en vez de por los brazos, el susurro o las caricias de sus padres… Los niños que no se han sentido bien sostenidos ni protegidos, experimentan miedo a caer, a precipitarse al vacío o al abismo y a descoyuntarse. Aterrorizados por la angustia de caída se aferran al cuerpo perdido con sus “ventosas sensoriales”, como dice Bick, para evitar perderse en el vacío y para sustraerse a la desintegración (Aucouturier, 2004). Desde nuestra postura como psicomotricistas, tratamos de proporcionarle momentos y situaciones en las que pueda experimentar esta sensación de caída desde un plano más placentero, al principio acompañado con la mirada, luego acompañándola desde la cercanía, proporcionándole un sostén, una contención ajustada a la situación para que pueda vivir con placer esta caída, ayudándola a sentirse cada vez más segura, más fuerte y en definitiva generarle poco a poco huellas de placer que pueda ir interiorizando para ayudarle a contener y reparar esa angustia. 57 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Cierto es que a medida que Roberta ha ido conquistando la altura, va permitiendo más esa cercanía y ayuda de la psicomotricista llegando a producirse una situación de juego o salto compartido, en que poco a poco va aceptado los turnos, donde cada vez hay más disfrute y placer compartido, y donde ella puede mostrarse más segura en sus movimientos por los distintos espacios sensoriomotores. • Construir un espacio de seguridad, propio y exclusivo, que se pueda compartir o vivir desde la individualidad: la casa. Entre los diferentes espacios que presentamos en las sesiones, adoptamos la propuesta de Anne Lapierre (2005) de que la psicomotricista disponga de un lugar diferenciado. Se trata de un lugar que debe ir invistiendo con la finalidad de convertirlo en una casa, es decir, un lugar cálido, un refugio de amor donde la niña tenga la posibilidad de sentirse segura y contenida. Se trata de un espacio desde donde poder observar en momentos puntuales y donde la adulta pueda acoger y contener desde la tranquilidad. Las niña tiene libertad para entrar y salir, bien en presencia o ausencia de la psicomotricista, y están permitidas todas las expresividades que la niña necesite vivenciar (como ocurre en el resto de los espacios de la sala), salvo los juegos de lucha, que podrán desarrollarse fuera de este espacio simbólico. De esta forma, en las sesiones disponemos de una colchoneta separada del espacio sensoriomotor denominada e investida como casa de la psicomotricista. Empezamos por compartir momentos en este espacio, donde ofrecemos garantías de acogida, seguridad y contención. Integrar que en este espacio pueda vivir experiencias gratificantes y constructivas en compañía de la adulta ha propiciado la aparición del deseo de hacerse su propia construcción. Creemos que tener la posibilidad de llenarse de experiencias placenteras y de tranquilidad en este espacio en el que poder entrar y salir le ha permitido, poco a poco, ser capaz de crear su propio espacio como un reflejo de ir encontrando su identidad, su lugar en el mundo junto al/a otro/a. Se trata de una casa, su casa, que ocupa un espacio diferente (pero cercano) al espacio de la psicomotricista. En estas primeras experiencias de disfrutar de un espacio de seguridad propio, Roberta tiene muy presente a la psicomotricista, haciéndola partícipe de compartir y sostener esa construcción. Aún no se encuentra en disposición de realizar por sí sola esta construcción y permanecer en ella, sino que demanda la presencia de la adulta y su apoyo en la construcción y sostén de este espacio. La psicomotricista, por tanto, es demandada para ser partícipe tanto de la construcción como del sostén. Se trata de empezar a caminar hacia la diferenciación. Entendemos que ofrecer a Roberta las herramientas necesarias para comenzar a vivir su diferenciación a través del plano simbólico, representado por el deseo de construir su casa, va a favorecer una cimentación más sólida de su persona. Jugar dicha construcción permite ir reuniendo diferentes elementos que se encuentran dispersos, agrupándolos según sus necesidades como forma de estructurar un espacio acogedor y propio. Esta representación le ofrece referencias sobre un “yo” que debe ser integrado como una totalidad. • Jugar las conductas obsesivas para evocar imágenes 58 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Las manifestaciones obsesivas de Roberta suponen una constante en su mundo de relaciones. Vive el fuera de manera invasiva, y se siente desbordada ante las situaciones novedosas, por lo que tiende a buscar refugios de seguridad en lo ya conocido, manifestando temor ante propuestas diferentes a las que conoce y controla. En estas situaciones donde le genera una excesiva incertidumbre lo desconocido, también recurre a fantasear sobre su vida como manera de defenderse del mundo que siente que la ataca y mantenerse en una situación de control. De este modo, inventa historias y situaciones supuestamente vividas o proyectos que están fuera de su alcance, que no pueden hacerse reales convirtiéndolos en eje de sus pensamientos y conversaciones. Estas historias permanecen durante un tiempo, en el que se repiten las preguntas y retahílas que, en muchos casos llegan a ser obsesivas. Como señala Sánchez (2007), mantener los mismos juegos, las mismas preguntas, las mismas sensaciones que en un momento fueron placenteras, permite vivir la regularidad, la calma, la permanencia y así también la no evolución. Esta inmovilidad nos ofrece un principio de existencia, tanto propia como de los otros, y se repiten los desplazamientos, las preguntas y los juegos. En nuestra intervención, nos hacemos eco de estas manifestaciones, aceptándolas en un primer momento tal y como llegan. Generalmente se trata de expresiones que son elaboradas únicamente desde la palabra, teniendo incapacidad para acceder al símbolo y, por tanto, de poder jugarlas para desdramatizarlas. No es capaz de llevar al plano simbólico las producciones de su imaginación, que ella convierte en realidades de su cotidianeidad. Allí donde experimentamos una fuerte emoción, nuestra memoria recuerda, pero a veces mezcla nuestros sentimientos con la realidad (Rosfelter, 2001).De esta forma, tratamos de ofrecerle espacios donde experimentar y resignificar sus fantasías a través del cuerpo y la simbolización de la adulta. Se trata, pues, de jugar esas fantasías para desdramatizar aquellos elementos de la vida real que perturban a la niña y que ha convertido en el eje de su pensamiento para tratar de comprenderlos. Proponemos situaciones de juego vinculadas con sus fantasías, que de entrada siempre rechaza, manifestando nerviosismo y angustia (“no hace falta, no hace falta”) y poniendo una coraza a través de la palabra. Tras una revisión del trabajo, nos percatamos de que durante las primeras sesiones, la psicomotricista se contagia de la negativa de la niña a materializar los juegos, abandonando ésta también las propuestas. A partir de esta toma de conciencia, nos planteamos mantenernos durante más tiempo en dichas iniciativas, con el fin de facilitar una estructura y un contenido a las fantasías que puedan materializarse a través de imágenes que permitan bajar la ansiedad. Cuando somos capaces de reconocer el significado de las imágenes, entonces las emociones cobran sentido y se pueden integrar, dejan de ser obsesivas (Sánchez, 2007). • Reforzar aquellos aspectos sanos de su expresividad y reparar aquellos bloqueos que le impiden un encuentro placentero con el mundo y consigo misma. 59 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Ofrecer un espacio donde poder experimentar, sentir, observar… ante la única presencia de una adulta, es una situación especialmente significativa para Roberta, ya que la mayor parte de sus experiencias de vida las ha compartido o vivido bajo la mirada de sus dos hermanas. Diez años después de su nacimiento, Roberta es, para el mundo que la rodea, una de las trillizas; así la conocen todas aquellas personas con las que mantiene algún tipo de relación, ya que sólo en su módulo familiar son capaces de distinguirla de sus otras dos hermanas. Roberta parece tener una identidad compartida, tanto a la hora de describirse (al hablar acerca de aspectos de su personalidad, cita algunos que manifiestan sus hermanas y que ella no comparte, como si fueran propios) como respecto a la devolución que le hace su entorno. El abordaje individual en la sala supone una situación casi novedosa de exclusividad con la adulta, que le genera durante las primeras sesiones desconcierto: se refugia en la repetición de alguna actividad motora y su expresividad verbal se columpia entre el silencio y la verborrea. En nuestro encuentro en la sala, ofrecemos nuestro cuerpo tanto en relaciones cercanas como en la distancia, hecho que posibilita la aceptación y reconocimiento de nuestra figura. Es a partir de este momento cuando observamos que en las situaciones o relaciones primitivas vinculadas al maternaje, Roberta va sintiéndose más cómoda pidiendo y aceptando, por un lado, los encuentros que proporciona el calor y cuidado de la adulta; y por otro, el disfrute de vivir momentos agradables asociados a juegos donde compartimos desde la emoción del encuentro. Aprovechamos para dar un reconocimiento a su individualidad en una relación privilegiada, así como ayudarla a descubrir y hacer consciente las singularidades de su expresividad. En definitiva, tratamos de darle la oportunidad de pedir y encontrar disponibilidad en la adulta. Su necesidad de reparación en este lugar, nos llega desde su interés por reparar o rechazar los objetos rotos, dañados o sucios, que pueden reflejar su sentir interno. Ante estas situaciones la psicomotricista ofrece un espacio donde recibirlos, con toda la carga angustiosa que para la niña tiene. Tratamos de darle un significado más afectivo desde la aceptación, reagrupándolo y dándole un lugar a eso que rechaza, que está dañado. Acostumbrada a experiencias de sensaciones displacenteras, se ha refugiado en la vivencia exclusiva de lo conocido o imaginado. De esta forma, dispone de un registro muy pobre de huellas vinculadas al placer de las relaciones sociales que le dificulta el encuentro con el fuera y, por tanto, con las/os otras/os. Ante esta manifestación tratamos de crear un espacio de comunicación placentero que le permita interiorizar la seguridad y afectividad para el desarrollo de las relaciones con los/as demás. En el encuentro con Roberta observamos desajustes, pero además de éstos, también existe un mundo sano. Tener presentes estas manifestaciones es importante en nuestro trabajo, ya que también debemos incidir en ellas en las relaciones e intercambios que se producen en la sala, como un modo de reforzar a la persona, de hacer más fuerte y presente la parte sana, para que pueda 60 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 contener la parte dañada. Tal vez, a medida que vayamos creando un espacio de comunicación intersubjetivo, donde sea posible el reconocimiento y la comunicación en la cercanía y en la distancia, podremos entrar en las relaciones de pedir y dar, de asumir los sí y los no que nos permiten crecer dentro de unos límites de seguridad emocional que hagan posible mantener relaciones más ajustadas y placenteras con los demás. 3. VALORACIÓN: LA RESPUESTA DE ROBERTA A lo largo de estos ocho meses de trabajo, que aún continúa, hemos tratado de ofrecer a Roberta un espacio donde poder diferenciarse, un lugar privilegiado desde donde poder manifestarse libremente sin la mirada de sus hermanas. Un lugar donde conocerse, expresarse y tener la posibilidad de poner de manifiesto aspectos de su yo más profundo. Le hemos ofrecido un referente de espacio simbólico de seguridad (la casa de la psicomotricista), donde poder encontrarse y compartir con la adulta. El descubrimiento de las posibilidades de este espacio ha propiciado el surgimiento de un deseo de crearse un espacio propio. En un primer momento, se trataba de una construcción sin buenos cimientos, casi construida en el aire, desde donde reclamaba a la adulta para sostener la estructura. Poco después, ha empezado a buscar otros lugares desde donde vivir su individualidad; se trata, en estos momentos, de lugares que la envuelven en su totalidad o únicamente deja fuera su cabeza, en definitiva, espacios de contención. espacio y en el tiempo desde el placer, han supuesto que Roberta haya empezado a elaborar algunos de sus miedos y angustias. Ha conquistado la altura, es capaz de saltar y lanzarse desde alturas que cada vez implican un reto mayor, sabedora ya del placer de reencontrarse con sus límites tras atreverse a perderlos durante breves instantes. En este momento de la intervención, la niña se muestra más segura en cuanto a las relaciones que tiene con la adulta. Es capaz de hacer peticiones de encuentro, así como de permanecer y disfrutar de los mismos cuando son propuestos por la psicomotricista. Del mismo modo, ya se permite pedir y aceptar ayudas, con el consiguiente reconocimiento del otro/a como figura de referencia confortante y capaz de proporcionar sostén desde una relación de amor. Desde este ir ganando en seguridad en una relación privilegiada con la adulta, donde es posible manifestarse tal y como es, sin juicios de valor, ha hecho que su ansiedad disminuya, calmando así sus manifestaciones obsesivas. Éstas aún forman parte de su expresividad, así como sus fantasías; nos encontramos en el proceso de decodificación de las mismas, con la finalidad de seguir ofreciéndole imágenes con las que dar un lugar a aquellos conflictos que le generan bloqueos y, por tanto, una relación más placentera con el mundo que la rodea. El camino junto a Roberta continúa… El encuentro con sus posibilidades de acción en el 61 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 BIBLIOGRAFÍA ANZIEU, D. (2007): El yo piel. Biblioteca Nueva. Madrid. 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Barcelona. 62 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Recibido: 15/9/2010 - Aceptado: 5/10/2010 “El abordaje interdisciplinario y la especificidad de la Psicomotricidad en pacientes adolescentes y adultos con trastornos de la conducta alimentaria en el Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba, Argentina” The interdiciplinary Intervention and the specificy of Psychomotricity in adolescent and adult patients with alimentary behaviour disorders in National Hospital of Clinics. Cordoba. Argentina. Claudia Marcela Carta DATOS DE LA AUTORA Claudia Marcela Carta: Psicomotricista. Miembro del Equipo Interdisciplinario de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba. Dirección de contacto: [email protected] Asesores: Dr. Mario Sassi, Director del Servicio de Psicopatología del Hospital Nacional de Clínicas y Lic. Andrea Soria, Jefa de Área de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Nacional de Clínicas. RESUMEN ABSTRACT Durante el tratamiento de los trastornos en la conducta alimentaria se observan factores predisponentes, precipitantes, desencadenantes y perpetuantes de la enfermedad, lo que indica que los TCA poseen una etiología multicausal , donde a lo biopsicológico, se agregan las variables sociohistórico-culturales , de allí que, para su tratamien- During the treatment of the alimentary behaviour disorders, we observe predisponent factors, precipitatings, triggerings continuosly with the illness, to what indicates that the TCA have a multi-causal ethiology, where the bio-pshycologist is add with the social, historical, cultural variable, there for its treatment the type of interdisciplanary alimentary 63 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 to, el tipo de abordaje interdisciplinario sea el más pertinente. Por ello, la incorporación de la Psicomotricidad al Equipo Interdisciplinario de Trastornos Alimentarios tiene un quehacer específico: Formas de intervención, abordaje, seguimiento y aportes serán observadas, examinadas y sistematizadas desde el abordaje de la Psicomotricidad, dentro de un equipo de trabajo con una perspectiva de gestáltica. PALABRAS CLAVES Trastornos de la conducta alimentaria. Interdisciplina y Psicomotricidad en el ámbito hospitalario. Esquema e imagen corporal. Prólogo En este escrito, encontrarán una apretada síntesis de los dos primeros años de trabajo desde la Psicomotricidad, dentro del Equipo Interdisciplinario de Trastornos en la conducta alimentaria con adolescentes y adultos, en el ámbito hospitalario. Hoy al re-leerlo y actualizarlo(1) , hay otros dos años de experiencia, y de actividad con el equipo y con los pacientes. Es imposible plasmar todo en un documento (hallazgos, experiencias, reflexiones) sobre todo porque además de la labor profesional, se agregan: la revisión permanente de la intervención, inquietudes que generan nuevos interrogantes, respuestas desde diferentes líneas teóricas, nuevas propues- behaviour approach has to be the most relevant. That´s why the incorporation of psichomoticity to the interdisciplinary behaviour team has an specific task: type of intervention, approach, monitoring, and contributions will be observed, examined and sistematized from the approach of the psicomotricy in the team work with a gestaltic point of view.KEY WORDS alimentary behaviour disorders Interdiciplinary Psychomotricity in Hospital environment Body and corporal image. tas, la investigación, el vértigo actual de nuestra época , y la convivencia con el cambio, que es lo único que permanece. Encontrarán que me posiciono en el paradigma de la complejidad. Estoy convencida de que no existen respuestas unívocas, donde encontremos una relación causa - efecto. No es posible segmentar, escindir, “lo cognitivo”, “lo motor”, “lo afectivoemocional”, “la constitución subjetiva”, “lo sociohistórico-cultural”, “los valores”…, para realizar un análisis, ya que caeríamos en un reduccionismo ingenuo. Por esto encontrarán hallazgos concretos, preguntas, intentos de respuestas, relaciones cuya validez debe ser ratificada o rectificada, pero por sobre todo, hallarán un campo donde el apor- 64 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 te de la labor de la Psicomotricidad es innegable y valioso. El avance en el campo de las Neurociencias, Psico-neuro-inmuno-endocrinología, en las técnicas diagnósticas, nos plantea como desafío de esta época, no definir la salud / enfermedad, o si el origen es genético o epigenético. Nuestro desafío es poder comprender la manera de ser y estar en el mundo (el querer, poder, desear y saber hacer) de quienes hoy necesitan de nuestra atención profesional, con la humildad y grandeza de conocer nuestras posibilidades y límites. Para ello es necesario recurrir a la mirada global y esencia de la Psicomotricidad, y al trabajo interdisciplinario. “...No he podido disociar jamás lo biológico y lo social, y no porque los crea mutuamente reductibles, sino porque creo que en el hombre son tan estrechamente complementarios desde su nacimiento que no es posible contemplar la vida psíquica, sino bajo la forma de sus relaciones recíprocas”. HENRI WALLON Introducción En el primer encuentro en el taller corporal, con pacientes con trastornos alimentarios, les pregunté qué esperaban del mismo, y algunas respondieron: “… poder expresarme mejor…” “… sentirme un poco mejor con el cuerpo…” “… aprender a querer a este cuerpo que odio…” Otras dijeron: “yo me veo gorda… y me dicen que no es así. No puedo mirarme al espejo, yo me siento… me veo, y nadie me entiende…” “cuando voy a comprar ropa me dicen que no hay talle para mí, o me dan un talle que podría haber usado cuando iba a jardín…” ¿Cómo dar respuesta, desde lo corporal, a estos interrogantes, cuando el cuerpo está negado, cuando no hay un registro positivo del mismo? ¿Ellas mienten al expresar lo que sienten? ¿No se gustan a sí mismas? ¿Buscan ser aduladas por su delgadez? ¿Cómo pueden sentirse gordas con 45 kilos?¿Con qué parte de ellas están desconformes? ¿Qué experiencias han tenido con su cuerpo, para que toda la atención esté en él? ¿Por dónde pasan sus vivencias placenteras, fuera del control de la comida? Y cuando no lo logran, y viene el “descontrol”. ¿De dónde proviene tanta culpa? ¿Por una necesidad fisiológica y vital? Éstos fueron mis primeros interrogantes frente a las chicas. Luego de dos años de trabajo conjunto, empezarían a aparecer, o empezaríamos a encontrar respuestas de la mano de la Psicomotricidad y del arte. Quienes desconocen acerca de este tipo de trastorno, pueden creer que “las chicas del taller” son superficiales, egoístas, que nada les interesa, que no tienen problemas, y por eso tienen tiempo para… Sólo la experiencia de trabajo con este grupo de pacientes permite comprender que no mienten, no son superfluas, sienten de acuerdo con las vivencias que guardan en sus memorias. Son sumamente susceptibles. Tienen bajísima autoestima, no se creen capaces de hacer cosas. Son sumamente exigentes, autoexigentes. Este enojo, disgusto, disconformidad que sienten, hace que estén desconectadas de su cuerpo. Sólo conocen la repetición autómata del hacer ejercicios para estar más flacas, en busca de la inexistente perfección. Su hacer con el cuerpo carece de historia de experiencias agradables, por esto no quieren, no pueden ni saben hacer más que 65 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 controlar, es lo único que conocen. Y esto les genera gran dificultad al momento de relacionarse: las deja excluidas de sus familias, de sus pares, de sus entornos cercanos. Como grupo es difícil: se presenta como autosuficiente pero en realidad es una posición defensiva; ¿De qué? ¿De quién? Son adolescentes y adultos, que sienten desprecio por lo que les permite ser y estar en el mundo: SU CUERPO. Lo niegan, lo odian, les sobra acá, les falta allá, tienen demasiado cuello, o piernas, se sienten feas, se sienten angustiadas… se muestran tensas, serias, las manos en los bolsillos, los brazos cruzados detrás o delante del tronco, a modo de candado; pareciera que “hacen negando corporalmente”. Al tener que realizar algún desplazamiento por el espacio, caminan en círculo con sus miradas en el suelo; algunas están hundidas en una cifosis dorsal, otras muestran rigidez en su columna, no se contactan entre ellas visualmente, no quieren mirar, ni sentirse miradas. En definitiva, todas tienen características psicomotrices similares en cuanto a la disponibilidad corporal, a la actitud tónico postural, en los desplazamientos, en la utilización y valorización simbólica de las relaciones témporo espaciales, en la comunicación verbal y no verbal y en las expresiones graficas, plásticas... Todas necesitan vivencias y experiencias positivas; precisan conocer las posibilidades de su cuerpo y de su hacer. Los invito a compartir esta experiencia… “...y sus ojos, que no saben ver sino un sólo aspecto de la existencia...” F. Nietzche (2) En la actualidad los Trastornos de la Conducta Alimentaria, se manifiestan cada vez a edades más tempranas. Si bien uno de los períodos de mayor riesgo de instauración de los mismos es en la adolescencia, esto no excluye a la población adulta, ni a los niños(3) . En recientes publicaciones se observan durante el tratamiento factores predisponentes, precipitantes, desencadenantes y perpetuantes de la enfermedad (4) , lo que llevó a pensar que los TCA poseen una etiología multicausal(5) , donde a lo biopsicológico (6), se agregan las variables sociohistórico-culturales , de allí que, para su tratamiento, el tipo de abordaje interdisciplinario sea el más pertinente. El Equipo de Trastornos en la Conducta Alimentaria que pertenece al Servicio de Psicopatología del Hospital Nacional de Clínicas, cuenta con una trayectoria de quince años que lo convierte en la única Institución en esta ciudad, con profesionales especializados en el tema. Está integrado por: médicos clínicos, psiquiatras, psicólogos, nutricionistas, psicopedagoga y luego de una experiencia piloto durante el año 2005, se incorpora la Psicomotricidad por primera vez, reconociendo así los importantes aportes que brinda dicha disciplina al ámbito hospitalario dentro de la Salud Mental. Estos “nuevos caminos” totalmente desconocidos hasta el momento son beneficiosos también para la Psicomotricidad. Formas de intervención, abordaje, seguimiento y aportes serán observadas, examinadas y sistematizadas desde el abordaje de la Psicomotricidad, dentro de un equipo de trabajo con una perspectiva gestáltica. A partir de mi experiencia de más de veintitrés años como bailarina, coreógrafa y docente profe- 66 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 sional de ballet, sumado al aporte técnico de mi formación como Psicomotricista y Prof. en Psicomotricidad, intentaré comunicar, transmitir, informar acerca de las distintas vivencias corporales que perciben los adolescentes y adultos con trastornos alimentarios, zambullidos en la realidad que hoy les toca vivir. Al conocer la etiología multicausal de este trastorno, es que planteo la posibilidad de la existencia del hombre como un ser que no es simplemente bio psico social, sino que, como dice Pichón Riviere, “habitado y dinamizado por las imágenes de la realidad”, es un ser también multicausal, y desde mi perspectiva, es un ser: bio-socio-psico-axiopráxico-volitivo-cultural. Es el desarrollo de las posibilidades psicomotrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que lleva a centrar mi interés en el movimiento, la acción, intención, actitud, expresión, creación, conocimiento, e intercambio de estos cuerpos-sujetos que deberán “desaprender”, aprendiendo nuevas formas de ser y estar en el mundo. Este Taller permitió concebir un nuevo espacio para la Psicomotricidad. Es un camino que en lo que lleva transitado ha proporcionado informaciones novedosas a través de nuestra mirada que suma, y contribuye a optimizar el tratamiento. A la labor que realiza el Equipo se agrega la del Taller que ha generado en los pacientes una mejor relación con sí mismas, y la posibilidad de re-descubrir, re-conocer su cuerpo, pero esta vez desde las “posibilidades”. Y nada mejor al respecto que lo que escribe RUTH NEJTHER (7): “… Re-conocer es volver sobre lo ya conocido, desde un lugar de observación distinto donde cada experiencia corporal nos revela nuevos datos que completan la imagen que cada uno tiene de sí…” Es mi deseo promover en el ámbito hospitalario, el desarrollo de programas de investigación en Psicomotricidad, y actividades artístico-expresivas y contribuir difundiendo desde esa mirada acción, esta labor con quienes presentan esta enfermedad, para que logren habitar en lugar de no aceptar, negar, o simplemente mal-estar con su cuerpo; y acompañar el descubrimiento de las posibilidades que cada una de las “chicas del taller” poseen. “… Las personas viajan para maravillarse ante el tamaño de las montañas, las grandes olas del mar, el curso de los ríos, el vasto horizonte del océano, la rotación de las estrellas … Y sin embargo, pasan delante sí mismas sin asombrarse …” San Agustín Desde sus inicios el taller corporal fue pensado para que quienes lo transiten, se apropien de un espacio y un tiempo que les permita reencontrarse con sus posibilidades corporales, expresivas y aprender una forma positiva de vincularse consigo mismo y con el medio. Los requisitos son: asistir con ropa cómoda, contar con un espacio físico adecuado para el trabajo corporal (cámara Gesell, sala de espacios amplios), y disponer de una hora y media de duración a la semana para trabajar: -45 minutos (cuarenta y cinco) de trabajo corporal. -15 minutos (quince) de técnicas artístico-expresivas, que posibiliten la simbolización de lo vivenciado. 67 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 -15 minutos (quince) para el cierre del trabajo. NOV/2010 Si bien en sus orígenes, fue organizado con la utilización de estos tres momentos, en la actualidad, estos tiempos son diferentes según la actividad a desarrollar. Algo importante a resaltar luego de estos cinco años de labor, es que en este grupo de pacientes, no es posible trabajar con rigidez en la actividad; es necesario, sin embargo, mantener los objetivos muy presentes, con la suficiente flexibilidad en la propuesta, para que el trabajo cumpla su cometido. Mi propuesta de abordaje desde la Psicomotricidad, está planteada a partir de la “VIVENCIA”, mediante un abordaje corporal que tiende a re-crear las sensaciones, promover el re-conocimiento del cuerpo a través de sus posibilidades, incluyendo la expresión por medio del arte (o el arte por medio de sus distintas y variadas expresiones), como una (¿nueva?) forma de comunicación. Las técnicas, recursos utilizadas para este abordaje son: Eutonía, Sensopercepción, Rolfing, Pilates, Expresión Corporal, Música, Cuentos, Dramatizaciones y técnicas artísticas tendientes a promover la expresividad. También la práctica de la observación dentro del grupo, es una fuente importantísima de aprendizaje, enriquecimiento e intercambio. La labor pedagógica es inseparable del trabajo de vivencia corporal para los objetivos que me propuse; por ello he considerado importante para el grupo, complementar el trabajo corporal con algunas imágenes seleccionadas y otras diseñadas con fines educativos. Por ejemplo: 1. Posteriormente al trabajo el sistema óseo, estructura de sostén utilice imágenes en power point con ilustraciones del esqueleto en distintos movimientos, una mano, una articulación, huesos y músculos, sistema circulatorio… Esto pone en evidencia, la falta de relación con la realidad de lo que el grupo percibe, a como es en realidad el cuerpo humano. 2. Power point y láminas(8) con elementos tomados de la Gestalt con el fin de experimentar la percepción de figura o el fondo. Cada una puede apreciarlo de diferente forma, y es a partir de esto que intercambiamos concepciones, significaciones y las relacionamos con la vivencia del cuerpo en el Taller y las sensaciones que ellas poseen (9) . También hemos compartido dibujos de JULIÁN BEEVER (10) en donde simplemente cada una por iniciativa propia, va dando su opinión y además se interesa por acceder al material. 3. Power point creado específicamente para el grupo que inicia con el “Psico-educativo“: acá planteo elementos sociales, culturales, históricos, de la globalización, intentando abrir el debate o la reflexión sobre los valores imperantes en nuestro contexto, la elección, imposición de los mismos y su relación con lo que ellas viven. 4. En otras oportunidades el modelado, una canción, una poesía, la narración de cuentos, sirven de disparador, para descubrir un paralelo entre el trabajo del taller, y las creencias erróneas que comparte el grupo. “… Todo hacer es conocer y todo conocer es hacer… ” Marturana, H. Varela (11) Para comprender esta propuesta, creo indispensable definir algunos conceptos: Psicomotricidad, y dentro de ésta, Eutonía y Arte como instancias terapéuticas. La definición de psicomotricidad dada por el Forum Europeo en 1995, expresa que: 68 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 “… Basada en una visión global del ser humano, de la unidad del cuerpo y el espíritu, el término Psicomotricidad integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y corporales en la capacidad de ser y de actuar del individuo en un contexto psicosocial. La Psicomotricidad, así definida, desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la personalidad humana…” “… Partiendo de esta concepción se desarrollan distintas formas de intervención psicomotriz que encuentran su aplicación, cualquiera que sea la edad, en los ámbitos preventivo, educativo, reeducativo y terapéutico…” En tanto, Pedro Pablo Berruezo Adelantado sostiene que: “…la Psicomotricidad(12) es la disciplina práctica que aborda el enlace de la estructura biológica y psíquica del sujeto, ambas dinamizadas en el marco social. Dichas estructuras no pueden separarse ya que la existencia de cada una de ellas depende de las otras. Dicha articulación se juega como efecto y consecuencia en las manifestaciones corporales a través del movimiento, las posturas corporales, el tono, las praxias, el lenguaje gestual, etc. Todas ellas organizadas en torno al esquema corporal, las relaciones espacio temporales, y la imagen corporal…” “el objetivo la Psicomotricidad es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su interés en el movimiento y en el acto, incluyendo todo lo que deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etc.”. La Psicomotricidad es (Myrtha Chokler 1998): “… la disciplina que estudia al hombre desde esta articulación íntersistémica (sistemas anátomo - fisiológicos, psicológicos y sociales), decodificando el campo de significaciones generadas por el cuerpo y el movimiento en relación y que constituyen las señales de su salud, de su desarrollo, de sus posibilidades de aprendizaje e inserción social activa; y también las señales de la enfermedad, de la discapacidad y de la marginación” (13). La Psicomotricidad, desde un abordaje corporal, se interesa por optimizar la capacidad de relación del sujeto consigo mismo, con los demás, con los objetos, el espacio y el tiempo. Es por ello que: “… toma aportes de diversas prácticas clínicas para ver al sujeto humano desde una perspectiva integradora, como sujeto psicomotor. Al mismo tiempo, tiene en cuenta la afectividad, las emociones, las vivencias, la historia vivida y plasmada en ese cuerpo, el cual se expresa por medio de gestos, posturas, palabras, actos pensados y otros espontáneos, partiendo de una concepción del hombre como emergente de sus circunstancias históricosociales y en transformación. Hombre cuyo cuerpo es el resultante de las relaciones económicas, de los valores y creencias religiosas, del desarrollo tecnológico y científico (14) …” Atiende al “cuerpo” como “lugar privilegiado de recepción y expresión de experiencias, en el que se conjugan lo interior y lo exterior, generando un ritmo particular de desarrollo, marcando un modo de ser y actuar en el mundo (15)” . A la hora de plantear qué cuerpo le interesa a la Psicomotricidad, tomaré las dimensiones que Julián de Ajuriaguerra tan bien define, cuando se refiere al mismo. Considera que el cuerpo: • Es una entidad física en el sentido material 69 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 del término, con superficie, peso, etc... Evoluciona desde lo automático a lo voluntario, para luego volverse a automatizar con mayor libertad de acción y economía de movimiento. Al principio es el otro quien maneja ese cuerpo, pero después será actuante y transformador. Es la sustancia constituyente del hombre, aquella que confirma su existencia. Nos pertenece pero a la vez forma parte del mundo, es superficie e interior, es inerte y palpitante. • Es efector y receptor de fenómenos emocionales, sobre los demás y sobre sí mismo. El niño descubre su cuerpo mediante los desplazamientos que le son impuestos y por sus reflejos. Al madurar descubre los objetos exteriores, experimenta, vive con autonomía su propia experiencia, genera emociones. • Se sitúa en el espacio y en el tiempo, la dinámica del cuerpo en acción no puede realizarse sino en el espacio, pero éste, no significa nada sin un cuerpo que actué en él. Donde la aprehensión del tiempo y la conciencia del cuerpo (no son aislados o abstractos) se interrelacionan recíprocamente. El cuerpo es, entonces, el punto de referencia con el espacio y el tiempo. • Es una totalidad, aunque se pueden distinguir sus componentes, con territorios de acción diferentes y orificios que reciben y expulsan. El niño, en un primer momento, vive su cuerpo como totalidad difusa; luego vive sus fragmentos como totalidades y así, descubrirá que esas partes son un todo: su cuerpo. • Es coformador, a partir de la presencia de otro se da un diálogo afectivo entre un cuerpo que ofrece y otro que accede o rechaza. Es decir, su dimensión vincular. • Es conocimiento, desde la noción senso- riomotriz donde actúa en un espacio práctico se desarrolla hacia el mundo exterior en un cuerpo vivido, pasando por una noción preoperatoria, condicionada a la percepción en el espacio, que en parte ya está representado sobre el cuerpo, basado en la actividad simbólica. Es el cuerpo sentido, percibido y por último es un cuerpo representado. • Es lenguaje, el conocimiento corporal tiene una estrecha relación con el lenguaje, ya que en la congruencia del lenguaje preverbal y verbal, el sujeto asienta sus efectivas posibilidades de comunicación. La Psicomotricidad plantea un abordaje corporal que pretende llegar al desarrollo de las diferentes aptitudes y potencialidades del sujeto: esquema e imagen corporal, estructuración y organización témporo espacial (16). “La actividad fundamental, primitiva y permanente del músculo es la actividad tónica que constituye el telón de fondo de las actividades motrices y posturales, fijando la actitud, preparando el movimiento, subatendiendo el gesto, manteniendo la estática y el equilibrio” (Mamo H. y Laget P. citado por Le Boulch, 1978). La función tónica es la base de la actuación y el movimiento dirigido e intencional. Este componente tónico del movimiento voluntario es el que le va a dar su carga emocional, su estilo, su personalidad y ser percibido como mensaje afectivo más allá de la significación intencional del gesto. La función tónica del cuerpo es expresión de las fluctuaciones emocionales y de una toma de contacto con el otro por lo que, Wallon le da al tono, la función primitiva de comunicación social, y Aju- 70 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 riaguerra lo denominará posteriormente “diálogo tónico”. El esquema corporal es la organización de todas las sensaciones referentes al propio cuerpo (principalmente táctiles, visuales y propioceptivas), en relación con los datos del mundo exterior; permiten que el individuo tome, poco a poco, conciencia de su cuerpo, a través de la percepción y la vivencia, en interrelación con personas y objetos, en un espacio y en un tiempo. (Schilder). Para Levin (17) “El esquema corporal es lo que uno puede decir o representarse acerca de su propio cuerpo. La representación que tenemos del mismo. Es del orden de lo evolutivo, de lo temporal”. La imagen corporal es constituyente del sujeto deseante... No es en absoluto del orden de lo evolutivo, se va constituyendo en el devenir histórico de la experiencia subjetiva”. “La imagen corporal no es una estructura completa, estática. Cambia con las circunstancias vividas, dando lugar a nuevas estructuraciones (18). Según Francoise Dolto(19), el esquema corporal “especifica al individuo en cuanto a representante de la especie, sea cuales fueren el lugar, la época o las condiciones en que vive. Y “la imagen del cuerpo… por el contrario, es propia de cada uno, está ligada al sujeto y a su historia”. La imagen corporal, es siempre inconsciente, permite la utilización adaptada del esquema corporal, donde se metaboliza, se transforma y se reorganiza, a medida que el sujeto afronta las limitaciones que encuentra, y se actualiza desde un valor simbólico, en el que halla expresión. Eutonía “… El término Eutonía (20) , que proviene del griego Eu: bueno, óptimo - Tonos: tensión, fue creado para expresar la idea de una “tonicidad armoniosamente equilibrada en adaptación constante al estado o actividad del momento…” La Eutonía como disciplina corporal fue creada y desarrollada por Gerda Alexander, quien se basó en la experiencia del propio cuerpo que conduce a la persona hacia una toma de conciencia de sí misma y propone un aprendizaje para la regulación del tono muscular, adecuándolo a la vida cotidiana, en todos los ámbitos. “... el desarrollo de la conciencia observadora no sólo del funcionamiento corporal... también la constante interacción existente entre la persona y el entorno, con el objetivo de traer al plano consciente el funcionamiento de su propio cuerpo: patrones habituales de movimiento, modo de distribuir las tensiones neuromusculares, alineamiento o desviación de los ejes óseos, el estado de los tejidos …” Mi interés al trabajar con Eutonía, apunta al: Desarrollo de la sensibilidad, aumento de la percepción propioceptiva y exteroceptiva, mejoramiento de los reflejos posturales y cinestésicos, y de las funciones vegetativas (función cardiocirculatoria, circulación linfática, respiración, digestión, excreción, sueño, etc.), acciones y conocimiento profundo que apuntan a la aceptación de sí mismo y su realidad personal, desarrollo de la autoconfianza para contribuir a mejorar gradualmente la imagen corporal ( Asociación Argentina y Latinoamericana de 71 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 Eutonía) (21). NOV/2010 El arte como instancia terapéutica Más allá de considerar (a través de mi experiencia y la de otros colegas) que el arte es un atributo eminentemente humano, reconozco que utilizarlo como nacimiento de expresión, de contacto, es una forma de expresión en la que el cuerpo es el lenguaje principal que responde a un momento histórico determinado. Tomaré algunos fragmentos que mi colega y compañero, Martín Cipollone, escribió en su artículo CRE-ARTE (22) (publicado en la revista Aprendizaje Hoy) acerca de la importancia y necesidad que tiene el arte para el hombre y así dar fundamento a la función terapéutica que posee. “…Rastreando en la historia encontraremos cómo el hombre, desde sus inicios, ha incluido la construcción de objetos, y más allá del carácter utilitario de los mismos, alguna seña particular. Esas señas, improntas particulares, no sólo hacen a la ornamentación de estos objetos, sino que dan cuenta de una necesidad de apropiación en tanto autoría de la obra. A esta necesidad se agrega un intento de trascendencia del sujeto. Vemos así que el arte se convierte en el fiel reflejo de las culturas, de la propia y de las que nos han precedido, puesto que son las manifestaciones palpables de nuestra historia lo que aceptamos como un bien artístico. El arte va ligado a la vida cotidiana, a la historia, en todos sus aspectos...” El arte es necesario no sólo para cubrir un aspecto importante de la cultura del individuo, sino que es el medio indispensable para poder llevar a cabo una fusión de ese individuo con todo cuanto lo rodea. El arte está ligado a la sociedad puesto que es un medio de expresión y de interpretación de la realidad en la que vivimos….” Las expresiones artísticas nacen con el hombre, como medio de expresión, desde el hombre primitivo hasta la actualidad. Todos poseemos alguna habilidad innata para expresarnos ya sea el canto, el modelado, la plástica, el movimiento, la música, el recitado, el telar, el bordado… La expresión artística, es obra de su autor y permite disfrutar el derecho de autoría (Alicia Fernández). El poder ejercer este derecho, excluye el sentimiento de un cuerpo incapaz de, para habitar un cuerpo autor de. Éste es uno de los motivos que tiene mayor peso al proponer el arte como instancia terapéutica. De cómo el cuerpo deja de ser des-habitado… Al revisar los registros de los dos primeros años de trabajo, observo que el grupo en su mayoría, posee el tono muscular alto, presentando contracturas en cuello y en la espalda en las partes dorsal y cervical. A todas les cuesta la relajación: “soltar el control del cuerpo”. Las contracturas musculares son verdaderas corazas palpables al tacto, y evidentes en el movimiento corporal, para una mirada entrenada. Algunas pacientes buscan justificaciones a las contracturas persistentes en: el frío, en la falta de flexibilidad, en el pie plano…Justamente el tono alto, es producto de tensiones emocionales originadas en la búsqueda y afán del control del cuerpo y del entorno. Esta acumulación de tensiones en corazas musculares obstaculiza el contacto con el cuerpo, modifica la postura, y altera las sensaciones propioceptivas y exteroceptivas, cambiando los 72 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 engramas cerebrales. El aumento del tono, el bloqueo respiratorio, la inflexibilidad cognitiva, la disociación cuerpo-mente, es lo que dificulta contactarse y dirigir hacia el cuerpo lo que Merleau-Ponty(23) considera como “Atención”, definiéndola como un fenómeno consciente que ilumina nuevos aspectos de un objeto permitiendo mirarlo desde diferentes perspectivas. Esto será parte del proceso de conocimiento y aprendizaje planteado en el taller. A través de las experiencias agradables con el cuerpo, intentando resignificar la vivencia corporal inscripta en la memoria como huella mnémica. Tanta disconformidad, tanto desprecio y odio por el cuerpo, sin percibirlo como es. El grupo de pares ahora señala que esa compañera no está alineada, le muestran que su sentir está distorsionado. ¡Asombro! Si tuviera que relacionar la manera de ser y estar en el mundo de quienes sufren TCA, con un trastorno psicomotor, diría que es un punto interesante de análisis y “debate”: si bien no presentan las mismas características que la “Inhibición Psicomotriz” sólo comparten algunas. Daniel Calmels(24) nos dice: “… el inhibido se retiene en un control excesivo de su entorno…” Este control se traduce en el bloqueo a nivel movilidad y disponibilidad corporal. No obstante muestran intención, deseo de producción, pero ése te ve truncado a nivel actitudinal. Manifiesta Defontaine (25) (1980), “… hay que diferenciar entre una reducción o una retención del movimiento. Si el movimiento está retenido, se evidencia una actitud particular que nos indica la presencia de un pre-gesto, de una disposición al acto trabada, retenida, incubada, potencialmente presente. Si hablamos de una reducción del movimiento, la actitud postural se nos va a mostrar borrada, sin signos de elaboración o preparación al acto…” A la luz de estas expresiones y coincidiendo con Calmels cuando señala que el movimiento “… es una vía de aprendizaje, exploración y dominio y construcción del propio cuerpo …”, es entendible que a pesar de la intención, del deseo esté trabada la actitud. Esto permite comprender el por qué del limitado conocimiento del esquema corporal. Es indiscutible que el acorazamiento es de origen tónico emocional. Y que al estar obstaculizada la exploración del movimiento, también lo está la construcción del propio cuerpo. “… Al hablar de Inhibición Psicomotriz, nos referimos a un trastorno que afecta el funcionamiento y la funcionalidad del cuerpo, estando el organismo en posibilidad de acceder a la función…” (26) “… la inhibición que se caracteriza por bloqueo tanto afectivo como tónico motor modifica la eficiencia reduciendo el espacio comportamental…” (Coste, 1980 ) (27) Los estudios de Wallon, definen las reacciones de prestancia como primitivas; “… la sensibilidad de prestancia, responde al despertar de actitudes relacionadas con la proximidad o la presencia del otro …” (28) “… Esto es un mecanismo de acomodación postural; el desorden se expande al sistema de actitudes …” (29) Es un ejemplo, la expresión de C. cuando dice: “… quisiera desaparecer de aquí para abajo, que nadie 73 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 me vea el cuerpo, que sólo me vean la cara…” NOV/2010 También nos los dice A.: “… Aflojando el cuerpo, lo siento como una unión entre mi cuerpo, sentimiento y mi pensamiento…” También nos dice que el miedo a hacer mal, la tensa y la hace sentir “insegura con el cuerpo”. En ella, esto se manifiesta en una evidente paratonía. En su libro “Eutonía educación del cuerpo para ser” (30) Berta Vishnivetz expresa: “La eutonía proporciona recursos que, a través de las vivencias de experiencias profundas y sutiles del ser, ayudan en este proceso de unificación…” ¿Cómo no va a sentirse insegura de su cuerpo, con el tono corporal alto impidiéndole disponibilidad para el movimiento, para el contacto, para los cambios? ¿Esta rigidez corporal, se traduce también en su pensamiento? William James (31) concibe la experiencia como el fundamento de todo el conocimiento y de toda acción. Teniendo en cuenta la característica de personalidad (baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, elevada autoexigencia, perfeccionismo) que caracteriza a las personas con TCA, las experiencias corporales negativas que poseen son fundantes y punto de partida de las experiencias perceptuales; esto significa que a través de sus percepciones, están y son en el mundo. Comparto las expresiones de Merleau Ponty al sostener que el cuerpo remite a nuestro contacto inmediato con el mundo, y cuando define como Conciencia (32) : a la estructura interna que contribuye a mantener la comunicación entre el mundo interno y el externo. Siempre es conciencia de… y da significaciones a todas las acciones y movimientos con la intencionalidad. “… es mantener la comunicación entre el mundo interno y el exterior, entre el cuerpo y la mente, estar con ellos en lugar de estar al lado de ellos …” (33) Es decir, las descargas negativas de tensiones corporales, vividas a través de la actividad gimnástica con ejercicios intensos, mecánicos y de autoexigencia y agresión, no proporcionan una experiencia psicomotriz que favorezca la construcción del esquema corporal adecuado, saludable, y esto genera defasajes al diferenciar las partes del cuerpo (esquema corporal segmentario), y también al vivenciarlo. Esto es consecuencia del autorechazo, de las corazas musculares fruto del aumento tónico originario por esta idea recurrente del control (manifestado en este caso en el control de la comida, del cuerpo, o en caso contrario de la pérdida del control ante la comida, y en consecuencia del cuerpo). Esa mirada vivida desde el bloqueo tónico emocional obstaculiza la posibilidad de hablar del cuerpo, de ponerle palabras, de contactarlo a través de sensaciones ajustadas a la realidad. Al respecto, señala Winnicot (34) : “… también constituye el cuerpo la base física de toda experiencia, la que ocurre, enfatiza, en una realidad llamada “espacio transicional”…” Vemos que el grupo muestra problemas en acomodar el cuerpo en el espacio y en ubicar segmentos corporales; también dificultad en copiar movimientos en presencia de un modelo dado, no pudiendo lograr la inclusión de dos variables espaciales en las respuestas, por ejemplo izquierda y abajo; derecha y arriba. Aquí hay huella de la inhibición ya que no presentan dificultades cognitivas en reconocer 74 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 y manejar las nociones, pero sí de actuarlas en el cuerpo. La Inhibición también se evidencia a través del inconveniente que presentan en la ejecución de movimientos pasivos del cuerpo. Es revelador que las acciones corporales estén intelectualizadas, y mediadas por el pensamiento. Las sensaciones corporales no llegan a la corteza, sin antes pasar por la memoria de experiencias previas; cuando llegan lo hacen con una importante distorsión debida a la falta de contacto: “awareness”. Debido a esto, encuentran trabas en localizar las partes del cuerpo en actividades como: 1 Registrar en qué parte de sus pies está la descarga del peso del cuerpo: de acuerdo con lo que he observado, es en general en los talones. 2 Reconocer la posición de un segmento corporal en relación con otro. 3 Al sugerir verbalmente una acción, discernir dónde se generan los movimientos. 4 Cuando la propuesta es generar movimientos libres a través de impulsos creados por ellas, la labor ofrece similares impedimentos. ¿Podríamos decir que el yo corporal queda anulado por el intelecto? “… las emociones no son sino la conciencia de algunas actividades llamadas “vegetativas”, es decir, el resultado de la actividad del sistema límbico estimulado por el exterior o por nuestras representaciones internas…”Henri Laborit (35) - C. dice que: “… el cuello está tenso por soportar una cabeza pesada…” - Le pregunto: ¿Para qué se tensa tu cuello? ¿Tu cuello aliviana así la cabeza? ¿Tu cabeza está pesada con muchas ideas? ¿Qué sentís que hace pesa- da tu cabeza? - Nuevamente la respuesta de C. es conocida: “… Yo pienso que…” - Interrumpo: Por favor tratá de no pensar, ¿Podés registrar qué sentís? Sin embargo, aunque no puede decirlo con palabras, ella sí pudo escribir: “… mis caderas, no las siento completamente paralelas con mis hombros ni con mis pies; es ahí donde tuve una sensación rara, como que cada parte tenía una dirección diferente, mi corazón centrado totalmente con una fuerte sensación de opresión …” Me pregunto, mientras hago mis anotaciones: ¿La opresión en el pecho refleja el desconcierto y angustia de un cuerpo que no está vivenciado como unidad integrada? Una cabeza pesada, un cuello soportante, ¿Dónde está la estructura de sostén de C.? ¿En su cabeza? ¿En el sistema óseo? ¿Qué función cumplen los huesos de C, como estructura de sostén? Eso es un indicador claro de la desorganización corporal vivida, cuando logran contactarse con su cuerpo. Merleau Ponty (36) señala la importancia que tiene la organización del cuerpo habitual, el cual contiene nuestra historia y experiencia pasadas, las que se expresan a través de cada una de nuestras actividades cotidianas realizadas en el presente. Esta organización del cuerpo habitual desarrolla un comportamiento, una actitud. El grupo escribe sobre el sentir, o la dificultad de encontrar sensaciones. Hay quienes pueden contactarse y quienes racionalizan “todo”, impidiendo el poder darse cuenta de factores elementales: tie- 75 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 nen el peso del cuerpo en el talón, en los dedos del pie; al flexionar la cintura y apoyar las manos en el suelo, no discriminan si el peso descarga sobre las manos o sobre los pies. Al respecto, Ruth Nejter (37) explica: “… Tomaremos el cuerpo como base constitutiva de la identidad, y esencial para el reforzamiento Yoico. La clínica y pedagogía corporal sustentada en modelos sensoperceptivos, como la que propone la eutonía, nos acerca de la experiencia concreta de la propia corporalidad, intentando ampliar el campo autoperceptivo a través de canales sensibles que permitan otras vías de conocimiento, desarrollando la capacidad de captar y registrar simultáneamente la información que llega a la conciencia desde la interioridad. Poder estar en contacto con uno mismo, es uno de sus objetivos. Como expresa Berta Vishnivetz, la práctica de la Eutonía permite: “… El aumento gradual de la conciencia corporal “awareness” lleva a la persona a rever y cuestionar sus actos y su intencionalidad, y la manera de pensarlos…” S. siente miedo de sus articulaciones. Vive su sistema osteo-mío-articular como ineficaz. Puede sentirse relajada, pero habla de su edema e hinchazón. “… Las percepciones, tanto internas como externas, están siempre condicionadas por esas experiencias previas que almacenadas en la memoria y el inconsciente corporal y, enmarcadas bajo un monto emocional, van desplegando modos de funcionamientos que, trascendiendo la sensorialidad, se complejizan involucrando la subjetividad …” (38) S. utiliza medias de descanso y jeans ajustados; ¿Cuándo se atreverá a experimentar su estructu- ra de sostén y abandonar el sostén que le dan las prendas de vestir? Parte del encuadre del taller, es asistir con ropa cómoda y pese a la buena disposición para el mismo, muchas “chicas” asistían con pollera, sacos blancos de hilo, jeans ajustados, tacos… para trabajar en el suelo. Esto se transformó, poco a poco, en llevar otra muda de ropa para cambiarse. ¿Qué parte de ellas muestra resistencia, al encuentro con el cuerpo? M., describe el contacto con su cuerpo de forma despersonalizada diciendo poco o nada, como si el cuerpo perteneciera a un extraño ¿Habitan sus cuerpos? La experiencia espacial y el conocimiento del espacio, están muy conectadas a las sensaciones espaciales corporales internas y a la discriminación del espacio externo a través de los movimientos. “…La espacialidad del cuerpo es la fuente de significado de toda experiencia corporal, a la que él ve como fundamento de toda existencia viviente. Considera el movimiento como la manera de expresar la espacialidad corporal ...”. (39) Calmels parte del análisis etimológico de la palabra espacio, que significa estadio o campo para correr, y hace referencia a la relación desde el lenguaje entre espacio y movimiento, con el cuerpo y la motricidad. “…El espacio de un sujeto, está demarcado por coordenadas espacio corporales: arriba - abajo, derecha - izquierda, delante - detrás, adentro - afuera, refiriéndose a la capacidad que tiene el cuerpo de hacer sus límites naturales, una frontera de intercambio con los demás cuerpos …”. (40) 76 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Ambos autores relacionan el movimiento como expresión de espacialidad del cuerpo. Wallon (41) agrega: “…el espacio no es primitivamente un orden entre las cosas, sino más bien una cualidad de las cosas por la relación con nosotros mismos, relación en la cual es grande el papel de la afectividad, de la pertenencia, del acercamiento, o de la acción de evitar, de la proximidad o del alejamiento…” ¿Y como viven la utilización del espacio las chicas del taller? La limitación en las vivencias corporales también es observable en los espacios que usan - o que no usan. Al respecto escribe Calmels (42) : “…Espacio geométrico-Espacio Habitado. Nombre que nos remite al espacio posible de ordenar en categorías, formas y medidas y al espacio de apropiación subjetiva…” Tomando como referente a este poeta de la Psicomotricidad, hago mi propia lectura: El espacio habitado, es aquel que fue explorado, buceado, reconocido, recorrido, investigado, “investido” y no sólo transitado sin adentrarse en él, sin apropiarse del mismo. Un espacio habitado es un espacio vivido. Un espacio ocupado es un espacio por donde se ha transcurrido, sin apropiarlo a través del despliegue corporal. Cuando hablamos de espacios, en el Taller, diferencio utilización de ocupación, para proponer habitar el espacio. “¿Habitarlo?” Aparecen caras de desconcierto, miradas que se cruzan, que controlan dónde, cómo está ubicado el grupo; algunas se ruborizan, otras bajan la mirada, alguna discute, y siempre la presencia, la manifestación del perpetuo, eterno, infinito, duradero, perdurable e interminable silencio. Desde una lectura psicoanalítica, diríamos: ¿Símbolo de qué? ¿De lo deshabitado? ¿De la ausencia de? Para hablar de la modalidad de ocupar y no de habitar el espacio de estos grupos, efectuaré una breve descripción, que dice mucho: a) Caminan en círculos en la misma dirección: “…el grupo se transforma en una masa que mantiene un mismo rumbo, sus integrantes se miran las espaldas y giran…Girar en círculos da la sensación de no ir a ningún lado, girar a un ritmo uniforme, connota un recorrido mecánico, el grupo gira por su inercia …” (43) Así cada paciente sigue el flujo de la corriente, sin ocupar ni buscar un espacio propio; el espacio que elige, es el de esconderse detrás de, una válida estrategia para no ser visto ni exponerse. En este caso, no podemos hablar de un reconocimiento del espacio. Ante esto, intervengo integrándome a la circularidad, pero cambiando el sentido del giro, rompiendo la formación, miro al grupo deliberadamente, con el pretexto de no chocarlas. Este inicio a modo de juego despertó sonrisas en el grupo y sirvió para que cada una de ellas se animara, ensayara, probara, vivenciara otra manera de caminar en la sala. Así paulatinamente se fue desocupando el círculo, para comenzar a utilizar los rincones, la proximidad a las paredes, el suelo, el espacio entre objetos…, en suma habilitaron la ocupación de otros espacios. b) Los espacios ocupados cercanos a las paredes son una característica que presentan los niños con Inhibición psicomotriz. “…al carecer de un sostén interiorizado que les permita moverse con comodidad por la sala, la pared los ayuda a entrar en la tarea …” (44) Al principio del taller nadie ocupaba el centro de la sala, ahora éste es un lugar de encuentro con las 77 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 compañeras, sobre todo cuando la actividad invita a “disfrutar de las bondades del suelo” (45) . Ahora el centro, ya no es lugar de exponerse de quedar sola “en medio de”, sino por el contrario, es un espacio en donde se acompañan, trabajan, para luego incorporarse y poder establecer un contacto visual con el grupo. c) Hay quienes ocupan los rincones: “…el rincón es buscado como sostén del cuerpo que mira…como mirador…se agazapa para controlar… es un espacio que permite una mirada extensa…El rincón es ocupado más que habitado…es buscado como refugio…no hay quien lo mire desde sus espaldas” “…apoyándose en el rincón el niño construye una isla, un espacio separado del continente de la sala …” (46) d) Disfrutan de los trabajos corporales en donde pueden disfrutar del sostén de todo el cuerpo por el suelo: “…suelo es base, fondo, tierra en la que se vive, superficie que privilegia la función de sostén y apoyo de los cuerpos vivos, funcionamiento de intercambio entre el cuerpo y el suelo …” (47) e) Las manos están dentro de los bolsillos, o los brazos cruzados por delante o detrás del tronco: Me pregunto dónde quedó el automatismo del acompañamiento de balanceo de los brazos. ¿Es esto un signo más de la inhibición? ¿Los miembros superiores cumplen la función de escudo protector, reforzando el blindaje tónico emocional mencionado? Existe además algo igualmente significativo, en trabajos donde la propuesta es ocupar, utilizar, habitar (48) todos los espacios posibles con el cuerpo, aparece una constante, que vale la pena analizar: en posiciones corporales verticales y horizontales, la mayoría del grupo ha utilizado las manos como apoyo, como sostén. “…. En el animal el gesto sigue inmediatamente el estímulo y en esta falta de titubeo entre el designio y el acto, la conciencia permanece virtualmente sin examen de sí misma: se desvanece en el momento que despierta. La reflexión que caracteriza al hombre podemos definirla como conciencia del acto diferido. El paso del reflejo a un acto diferido y reflexivo es el paso del animal “pre hombre” al “hombre” y el paso del bebé a la infancia y a continuación a la edad adulta ...” (49) Continúa explicando el cambio del uso de la mano en tres fases – que él define- del desarrollo del “pre hombre”. Menciona una fase inicial cuadrúpeda y arborícola, más primitiva. Las patas anteriores y posteriores tienen la misma forma funcional y neurofisiológica. La segunda fase arborícola donde el desplazamiento se hacía con la ayuda de la pata anterior (como el chimpancé) convirtiéndose la mano en función de locomoción y prensión en la manipulación de objetos, llevando a la posición sedente. Y por último en la fase bípeda, que al descender de los árboles y liberar la mano, se produce la hominización. Estos tres modos de evolución en la locomoción implican distintas intervenciones de la columna vertebral, de la pelvis, y de la mano, “…con la correspondiente especialización neuro fisiológica y neuro psicológica a nivel de las Funciones Nerviosas Superiores para asociarse mucho más íntimamente al sistema de expresión gesticular…” En el niño se encuentran las tres fases de desarrollo mencionadas: gateo, marcha bípeda con ayuda de la mano y marcha bípeda. Así la liberación de la mano permite al niño conocer a través del tacto, descubriendo el cuerpo propio como primera diferenciación del medio. También habilita la actividad 78 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 –práxica- gnósica y el gesto. Los gestos de la mano simbolizan poder, potencia, acción, unión, fuerza, posesión, intercambio, trabajo, determinación, ternura, violencia, demencia, amenaza, ayuda mutua, esfuerzo, abandono, donación, recepción, comunicación… El grupo de TCA muestra una tendencia de utilización primitiva de la mano como apoyo, que da cuentas de una actitud arcaica de sostén y reaseguramiento del cuerpo. Entendiendo sostén (50) como tener debajo, tener una base de sustentación; sostén tiene relación con apoyo. Esta actitud es visible en un grupo de niños pequeños que adquirieron la bipedestación, pero aún guardan registros de etapas que le precedieron: horizontalidad, con sostén afectivo (Función de Apego) y corporal del adulto. “…La crianza transcurre en un pasaje de la horizontalidad a la verticalidad, de la necesidad de máximos apoyos y sostén, a la independencia del sostén y la reducción de apoyo …” (51) “… Sostener es mantener firme, dar respaldo y continencia. Apoyar sería brindar espacios de contacto para que el sostén pueda desarrollarse. A medida que el niño puede sostenerse por sus propios medios, sus apoyos varían. “… los términos sostén y sostenerse, referidos a la postura humana, señalan actos posturo-actitudinales, o sea capacidades para mantener una postura y generar una actitud, cuyo logro está vinculado a la calidad y cantidad de los apoyos necesarios…” ¿Acaso la utilización de las manos como apoyo responde a la vivencia de falta de sostén corporal? Este supuesto justificaría también el aumento del tono (en cuello y espalda) y la dificultad de relajar el cuerpo, de soltar…,¿el control? Dice A. Lowen (52) : “…respirar profundamente es sentir profundamente. La respiración abdominal permite cobrar vida. El no respirar suprime los sentimientos…” “…la respiración es la clave de la resistencia conciente e inconsciente…” “…La tensión en la mandíbula juega un rol clave en la necesidad de mantener el control…” Si buscamos la relación y significado de las partes del cuerpo (53) que estas pacientes han evidenciado con características particulares podaríamos especificar: Alineación hacia hemicuerpo Izquierdo: Se relaciona con el aspecto Yin, regido por hemisferio derecho; lo femenino, el adentro (lo interno), el trato con mujeres, el trato con la madre o con lo materno interno; el recibir, la quietud, la intuición, la emoción, el arte, la creación. Hemicuerpo derecho es Yan y está regido por hemisferio Izquierdo: atañe a lo masculino, el “afuera” (lo externo), el trato con hombres, con el trato con padre o lo paterno interno, la agresión, la acción, lo intelectual, el trabajo. Adriana Nana Schnake (54) , desde la Gestalt, describe algunas características de cada órgano o sistema, personificándolo. “… Diafragma: Conciliador, sabe poner límites, une, separa; humilde, voluntario…” Músculo: firme, dependiente, formal, monótono, útil, protector, flexible, obediente, alerta, sostenedor, se fatiga, es limitado cuando responde, gastadores, asertivos, reclaman cuando se les pide mucho…” Hueso: Rígido, firme, resistente, protector, estruc- 79 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 turante, demoran largo tiempo en repararse, duro, protector, más duro por fuera y blando por dentro. Columna Vertebral: firme, flexible, sostenedora, comunicadora, centrada, protectora. Articulaciones: complejas, móviles, conciliadoras, flexibles, armonizadoras, se doblegan, tienen límite…” Cuando en el taller trabajamos el sistema óseo, fue muy difícil para el grupo vivenciarlo. Considero que es un arduo camino a recorrer. Es impensable desde lo racional el obstáculo que encontraron para vivenciar la estructura de sostén. Quizá esto nos hable de que su sostén sea el bloqueo tónico emocional, un diafragma que separa en lugar de unir. Un cuello que controla e impide a las sensaciones (55) viajar por el sistema aferente para llevar información cenestésica real a la corteza. O lo mismo podría plantearse con la vía eferente, motriz, que hace que uno pueda verlas como inhibidas motrices; son tantos quizás… Corazones que avanzan delante de los pies -raíces que nos dan pertenencia- y la cabeza portadora de pensamientos. Corazones, detrás de los pies y la cabeza… ¿Dónde el sentir, el pensar, y nuestro paso? ¿Quién avanza o quién se resiste a hacerlo llegando rezagado? El corazón, ¿símbolo de los sentimientos? ¿En qué momento de esas vidas comenzó a fracturarse la integridad de su persona? ¿En qué momento comenzó a desplazarse el yo corporal, el yo actuante, para ceder al pensante? Los límites corporales confusos (no borrados) tendrán un origen en la construcción del Self que describe Winnicot? ¿Cómo es la diferenciación yo - no yo? ¿Cómo fue el primer vínculo, aquel fundante que permitió esta constitución del Yo corporal? Cuando pido a las “chicas del taller” que expresen por escrito sus vivencias, se observan por lo general escritos con relatos escuetos, breves y muy puntuales. M. y A. hablan de “su” cuerpo, sin apropiarse de él en su discurso. En la redacción no hay utilización de nexos; más bien una descripción de manera impersonal, un relato escueto con una llamativa y precaria utilización de signos de puntuación. Considero que esto se debe a la falta de fluidez para poder hablar del cuerpo. Cuando leo sus escritos en voz alta, descubro un discurso sin matices, disprosódico. La redacción en general muestra la dificultad del grupo en analizar, procesar, dar cuenta, expresar las sensaciones. Encuentran obstáculo en el conocimiento del esquema corporal, y también en el organizar las sensaciones en un discurso ordenado. La forma organizada o no de la letra, la integración en las mismas, la regularidad, la armonía, la prolijidad, los espacios en blanco, los tachones, la inclinación del grafismo, la presión del trazo al escribir muestra sus inseguridades, o el esfuerzo por ocultarlo. La melodía cinética del trazo, refleja la personalidad de cada una de estas pacientes en la grafomotricidad. “…Las oportunidades que aprovechamos se multiplican…” Sun Tzè A lo largo del trabajo grupal, los resultados que comienzan a vislumbrarse se traducen en la actitud y entrega del grupo a la actividad, en la apropiación del espacio físico y temporal como “su espacio” o como dijera una de ellas, como “el espacio que me da gratificación”. La buena asistencia es un indicador de interés en el Taller Corporal, a pesar de que el grupo de per- 80 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 sonas que presenta este tipo de trastornos son inconstantes en los tratamientos, dado que requieren permanencia y seguimiento por diferentes profesionales durante tiempo prolongado. Esto ocasiona asistencia casi a diario al Hospital, ya sea por una terapia, por grupo psicoeducativo o por controles médicos. “Si quieres conocer el pasado mira el presente que es su resultado. Si quieres conocer el futuro, mira el presente que es su causa”. “La autoestima es determinante en el comportamiento y en sus logros”. R. Reasoner. En el inicio el grupo transitó desde la negación corporal observable en la actitud corporal, gestual, verbal, en tímidas producciones y en el discurso desvalorizante (“… Vengo a este taller, para ver si puedo querer un poco este cuerpo que odio…”), hasta el poder darse cuenta de la poca experiencia, aprecio y conocimiento que tienen de su cuerpo, pese a la intensa actividad física que realizan. En el taller descubrieron que... Un intercostal no es espalda; que flexionar la cadera no es flexionar las rodillas; que los muslos no son la cadera; comienzan a tocar su cuerpo descubriendo dónde comienza y termina la columna y también la existencia de distintas gamas de posibilidades de movimientos de las articulaciones. Identificaron las contracturas del “atrás”, pudiendo localizar que la tensión está en el cuello, o en cuello y omóplatos. Reconocieron los apoyos de su cuerpo en distintas posiciones, se descubrieron desalineadas (líneas de simetrías corporales), desbalanceadas, con una parte del cuerpo más recargada que otra; como así también revelaron un ritmo propio al caminar, que no varía ante el cambio de ritmo o estímulo. Aprendieron que las emociones repercuten en el tono muscular, y éste en el bloqueo de aquéllas. “… No es porque las cosas son difíciles que no nos atrevemos, es porque no nos atrevemos que son difíciles…” (Séneca) Han logrado mirar lo que tienen y antes no vieron. La posibilidad de sentirse mejor con su cuerpo descubriendo que estaban centradas en su enojo, desprecio, desagrado y negación por su cuerpo, desconociendo posibilidades de bien-estar con su cuerpo. Comenzaron a aparecer “SIENTO EL CUERPO” o “esa actividad me permitió sentirme mejor”. Para sorpresa de todos dijeron: “… eso qué lindo se siente…” “me da un poco de miedo, pero se siente bien, me costó al principio pero comencé a relajarme”. Observaron que su compañera que dice sentirse alineada, está totalmente inclinada hacia un lado y que si alguien respetuosamente se acercó para acomodarla, la compañera se siente toda torcida. Les asombró esto de sentirse de una manera… a cómo están en realidad… Apareció la falta. A quien se siente y ve de una manera, el grupo le refleja que está equivocada. Comienzan las incertezas, las dudas; entonces “¿nadie me ve como me siento?” Aparece lo que estaba ausente: las palabras y sentimientos puestos en el cuerpo: “…Siento una burbuja acá…” (Señalándose la columna dorsal) Hay interrogantes donde antes había sólo desprecio. Doy algunas respuestas que tienen correlato 81 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 con lo emocional; a otras las postergo premeditadamente para el siguiente taller. ¿Comenzaron a habitar su cuerpo? ¿A habilitarlo ? Por supuesto que sí, están re-conociendo su cuerpo. Antes tenían la certeza de una imagen que les desagradaba, ¿o poseían una imagen silenciada que le desagradaba a ellas, o a los otros? ¿Vivieron el cuerpo como factor de exclusión? ¿Las excluyeron sus pares, o ellas mismas lo hicieron? ¿Sucedió, o lo vivenciaron de esa forma? Ahora tienen una imagen que queda en evidencia distorsionada, pero que al menos comienza a ser visible, propia, comienza a encontrar rincones de bienestar para ser habitada, ser mirada, reconocida por la palabra y por la mirada de otro que es el portador de algo capaz de instalar ruido en el silencio; ese ruido que habitó sonoramente un espacio vacío. Un sonido que disparó la posibilidad, aunque sea con miedo, de habitar el cuerpo con un movimiento, con una sensación, que permite mostrarlo en el espacio del taller, donde es re-significado, desde el poder y querer hacer... desde la oportunidad de otra vivencia. Antes, todo pasaba por controlar; ahora descubren su cuerpo que habla, muestra sufrimiento, un correlato afectivoemocional. Es apenas el comienzo de mirar algo y no la nada. Cuerpo que ahora sí existe, desde la vivencia positiva que permitió el hacer gratificante. Existe otra forma de caminar, que permite encuentros: aunque sean tímidos, escuetos, esquivos. La experiencia demuestra que no hay riesgo en caminar y encontrarse con otro en el espacio y en el tiempo; esto no implica perder el “Control”, sino tal vez la posibilidad de comunicación, de otra forma de relación. “… Escucho, me olvido; veo me acuerdo; actúo, comprendo…” Elena M. Ortiz de Maschwitz Ahora el cuerpo les brinda información que antes no podían sentir, escuchar, ni pensar, ya que no lo habitaban. Descubren con asombro, cómo sus vivencias afectivo-emocionales se plasman en sus músculos, y pueden re-aprender a mirarse, a sentirse, a estar en el mundo. ¿Por qué no descubrir una forma de hacerse presente, sin necesidad de esconderse en el hundimiento de la cifosis dorsal; o en la inflexibilidad y rigidez de una columna que pretende suministrarles seguridad, y esconder su cuerpo des-habitado? Del taller, se llevan vivencias, palabras, mandalas para pintar, frases que elijo para una de ellas en cada encuentro, cuentos… y los más importante:“UN sentimiento agradable hacia sus propios cuerpos”. Y de eso están seguras, a eso lo conocen, lo saben, lo vivieron… “… EL MEJOR ESCULTOR ES LA EXPERIENCIA…” Marion Diamond. “…El cerebro y el cuerpo aprenden de manera integrada…”Principio de Brain Caine y Caine. Conclusión “… La adversidad tiene el efecto de dejar al descubierto talentos que, en circunstancias favorables, habrían permanecido ocultos…” Horacio Para el grupo es el inicio de un largo camino de autoconocimiento, de desaprender y de aprendizaje, o de reaprender lo aprendido… De vivencias nuevas, que a veces generan miedo. “… Jamás midas la altura de una montaña mientras no llegues a su cima. Entonces verás qué baja 82 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 era…” Dag Hammarskjöld A nivel equipo interdisciplinario, se ha generado una óptima dinámica de intercambio de conocimientos y de seguimiento de los pacientes. El Equipo trabaja aunadamente a favor de la persona, con la convicción de que: Desde un inicio he tratado que “las chicas del taller” consigan habitar su propio cuerpo. Por ello, parafraseando a Adriana Nana Schnake me pregunto, les pregunto: “… ¿Qué relación pueden tener con su cuerpo quienes sufren estas patologías?...” Quienes presentan trastornos en la conducta alimentaria muestran el sufrimiento en su cuerpo. Cada taller, cada lectura, cada registro que he confeccionado, echa luz a la oscuridad en ellas que viven con el propio cuerpo. La Psicomotricidad y el arte son mediadores privilegiados, son facilitadores y potencializadores de las funciones de interacción y comunicación humanas. Así se suma la Psicomotricidad al equipo Interdisciplinario con enfoque gestáltico, y aporta básicamente una actitud, un modo de ver las cosas desde el aquí y ahora y tomándolo todo como una globalidad, en donde no hay que excluir nada porque todo está en nosotros y forma parte de nuestra danza y equilibrio organísmico. (56) 83 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 NOTAS 1 Trabajo presentado en el 1º Congreso Mundial de Psicomotricidad y 5o Congreso Regional de Atención Temprana y Psicomotricidad, en Montevideo Uruguay en noviembre del año 2008. 2 F. Nietzche: “Así habló Zaratustra”, Del árbol a la montaña. Ed. Buró. 1998. 3 Barrionuevo Colombres, Nelly: Anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros desórdenes de la Conducta Alimentaria: Tesis Doctoral. Universidad Nacional de Córdoba.1999. 4 Marín B., Verónica: Trastornos de la conducta alimentaria en escolares y adolescentes. Revista chilena de Nutrición. Vol. 29, N° 2. Julio-Agosto 2002. Unidad de Nutrición Clínica: Instituto de Nutrición y Tecnología Alimentaria INTA. Universidad de Chile. ISSN: 0717-7518 5 Barrionuevo Colombres, Nelly: Anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros desórdenes de la Conducta Alimentaria: Tesis Doctoral. Universidad Nacional de Córdoba.1999. Barrionuevo Colombres, N. Zurlo de Mirotti S, y Cols: Anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y cultura contemporánea, presentada en el II Congreso Mundial de Estados Depresivos y Simposio Internacional de Anorexia Nerviosa y Bulimia Nerviosa. Mendoza, setiembre 1997. 6 Barrionuevo Colombres, Hugo, Lic. en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales: Ponencia en Hospital Nacional de Clínicas, para Posgrado en Trastornos de la Conducta Alimentaria, dependiente de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC. 7 Nejter, Ruth: EL CONTACTO HUMANO. Experiencias tempranas. Aportes desde una clínica y pedagogía corporal.– Eutonista diplomada http://www.eutonia.org.ar/articulos. 8 MEGA DESTREZAS Y DESAFÍOS: Ilusiones ópticas, figuras con doble sentido, figura y fondo, luces y sombras, imágenes ficticias, ilusiones de tamaño, deformaciones de todo tipo, el cerebro se confunde, la vista engaña, efectos de la perspectiva… Ed. LAROUSSE. México. 2000. 9 MARTURANA, H., VARELA F.: El árbol del conocimiento. LAS BASES BIOLÓGICAS DEL ENTENDIMIENTO HUMANO. GRUPO EDITORIAL LUMEN. Buenos Aires. 2003. 10 BEEVER JULIÁN: Anamorphic illusions drawn in a special distortion in order to create an impression of 3 dimensions when seen from one particular viewpoint. http://users.skynet.be/J.Beever/index.html 11 MARTURANA, H, VARELA F., op. cit. (nota 9) . 12 BERRUEZO Y ADELANTADO, P. P.: El contenido de la Psicomotricidad en Bottini, Pablo: “Psicomotricidad prácticas y conceptos”. Editores Miño y Dávila. Octubre 2000. Pág. 43-48 13 CHOCKLER, Myrtha. Los Organizadores del Desarrollo Psicomotor. Del Mecanicismo a la Psicomotricidad Operativa. Argentina. Ed. Edición CINCO. 1998. 14 CHOCKLER, Myrtha, op. cit. 15 CHOCKLER, Myrtha, op. cit. 16 Carta, M; Cortés A; González N.; López C.: “La Intervención Psicomotriz en el TDAH” Trabajo final, Instituto Superior de Profesorado, Dr. Domingo Cabred, Córdoba, 2003. 17 LEVIN, Esteban. La clínica psicomotriz. El cuerpo en el lenguaje. Bs. As Ed. NUEVA VISIÓN. 1991. 18 LEVIN, Esteban, op. cit. 19 DOLTO, Francoise. La imagen inconsciente del cuerpo. Buenos Aires. PAIDÓS. 1986. 20 Asociación Argentina y Latinoamericana de Eutonía: http://www.eutonia.org.ar 21 Ibídem nota 18 84 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 22 Véase Cipollone, Martín “Cre-Arte” Revista Aprendizaje Hoy Año XXIII N° 56 Bs. As. 2003 NOV/2010 23 Citado en Vishnivetz, Berta: “Eutonía educación del cuerpo hacia el ser”. Pág. 223, atención. Buenos Aires. Ed. PAIDÓS. 1996 24 Calmels, Daniel: “¿Qué es la Psicomotricidad? Los trastornos psicomotores y la práctica psicomotriz. Nociones generales.” Pág. 75. Bs. As. Ed. LUMEN. 2003. 25 Calmels, Daniel: “¿Qué es la Psicomotricidad? Op. Cit. 26 Calmels, Daniel: “¿Qué es la Psicomotricidad? Op. Cit. 27 Calmels, Daniel: “¿Qué es la Psicomotricidad? Op. Cit. 28 Calmels, Daniel: “¿Qué es la Psicomotricidad? Op. Cit. 29 Calmels, Daniel: “¿Qué es la Psicomotricidad? Op. Cit. 30 Vishnivetz, Berta: Eutonía educación del cuerpo hacia el ser.Pág. 232. Buenos Aires. Ed. PAIDÓS. 1996 31 Vishnivetz, Berta: Eutonía educación del cuerpo hacia el ser. Pág. 222. Op. Cit. 32 Vishnivetz, Berta: Eutonía educación del cuerpo hacia el ser. Pág. 225. Op. Cit. 33 Merleau- Ponty, Maurice: Phenomenology of perception, Pág. 96 Londres, Routledge and Kegan, 1970. 34 Vishnivetz, Berta: Eutonía educación del cuerpo hacia el ser. Op. Cit. 35 Laborit, Henri: L´inhibition de l´action. París. Ed. MASSON.1979. 36 Vishnivetz, Berta: Eutonía educación del cuerpo hacia el ser. Pág. 228. Op. Cit. Merleau- Ponty, Maurice: Phenomenology of perception. Londres, Routledge and Kegan, 1970. 37 Nejter Ruth: “El contacto Humano” Experiencias tempranas. Aportes desde una clínica y pedagogía corporal. Eutonista diplomada. http://www.eutonia.org.ar/articulos. 38 Nejter Ruth: “El contacto Humano” publicado en la Web http://www.eutonia.org.ar/articulos. por Asociación Argentina y Latinoamericana de Eutonía: http://www.eutonia.org.ar 39 Merleau- Ponty citado en Vishnivetz, Berta: Eutonía educación del cuerpo hacia el ser. Buenos Aires. Ed. PAIDÓS. 1996 40 Calmels, Daniel: Espacio habitado en la vida cotidiana y la práctica psicomotriz. Ediciones NOVEDADES EDUCATIVAS. Buenos Aires, 2001. 41 Wallon, Henri: Del acto al pensamiento. Buenos Aires. Ed. PSIQUE. 1979. 42 Calmels, Daniel: Espacio habitado en la vida cotidiana y la práctica Psicomotriz.. Pág. 13. op. cit. 43 Calmels, Daniel: Espacio habitado en la vida cotidiana y la práctica Psicomotriz. Ver nota Pág.29, op. cit. 44 Calmels, Daniel: Espacio habitado en la vida cotidiana y la práctica Psicomotriz. op. cit. 45 Expresión utilizada por Ruth, en los encuentros de Eutonía. 46 Calmels, Daniel: Espacio habitado en la vida cotidiana y la práctica Psicomotriz. op. cit. 47 Calmels, Daniel: Espacio habitado en la vida cotidiana y la práctica Psicomotriz. o. cit. 48 La consigna la doy en este orden, manteniendo la conexión-diferenciación presentada en el desarrollo de “espacio ocupado”, “espacio habitado”. 49 De Fontaine, J: La mano y el desarrollo filogenético del hombre. Ed. MÉDICA Y TÉCNICA.1979. 50 Calmels, Daniel: DEL SOSTÉN A LA TRANSGRESIÓN. El cuerpo en la crianza. Pág. 25-26 Capítulos de Psicomotricidad. Ediciones NOVEDADES EDUCATIVAS. Buenos Aires, 1997. 51 Calmels, Daniel: “DEL SOSTÉN A LA TRANSGRESIÓN. El cuerpo en la crianza”. Op cit 52 Lowen, A.: La espiritualidad el cuerpo. Bioenergética, un camino para alcanzar la armonía y el estado de gracia Ed. Paidós Ibérica. Barcelona. 1994. 85 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 53 D´Ovidio, Rogelio Dr.: Del cuerpo al espíritu. Un camino de sanación Buenos Aires. Ed. ERREPAR. 1995 NOV/2010 - Dethlefse y Dahlke: La enfermedad como camino. - Shapiro, Debbie: Cuerpo Mente. 54 Schnake, Adriana: Los Diálogos del Cuerpo. Un enfoque holístico de la salud y la enfermedad. Sgo. de Chile. Ed. CUATRO VIENTOS. 6° edición, 2001. 55 Luria, A. R: Sensación y percepción.Moscú. Ed. MARTÍNEZ ROCA. 1984. Barcelona. 56 Begoña Martínez, terapeuta gestáltica. BIBLIOGRAFÍA ACOUTURIER, B; DARRAULT, I.; EMPINET, J: (1985) “La práctica psicomotriz, reeducación y terapia”. Madrid. Ed. CIENTÍFICO MÉDICA. ACOUTURIER, B. (2004). Los fantasmas de acción y la práctica psicomotriz. Biblioteca Infantil Ed. GRAÒ. AJURIAGUERRA, J. (1970). Manual de Psiquiatría Infantil. Barcelona. Ed. TORAY MASON. BARRIONUEVO COLOMBRES, N.(1999) “Anorexia Nerviosa - Bulimia Nerviosa y otros desórdenes de la Conducta Alimentaria”: TESIS DOCTORAL. 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Atua nos seguintes temas: Psicomotricidade, Atividade Física Adaptada, Treinamento Personalizado, Ludomotricidade, Gerontomotricidade e Avaliação Psicomotora. Dirección de contacto: [email protected]. Cristiane Kerber. Licenciada em Educação Física (2005) e Especialista em Fisiologia do Exercício aplicada a saúde (2007) pela Uniguaçu. Tem experiência em Educação Física Escolar e Ginástica de Academia. Dirección de contacto [email protected] Nívean Dranka. Licenciada em Educação Física (2005) e Especialista em Educação Física Escolar (2007) pela Uniguaçu. Tem experiência em Educação Física Escolar, Ginástica de Academia, Hidroginástica e Natação. Dirección de contacto [email protected] RESUMEN ABSTRACT Neste estudo foi descrita a importância do jogo em relação à afetividade em 12 (doze) asilados selecionados por conveniência, mediante uma pesquisa ação. Foram utilizados 2 (dois) instrumentos: a) entrevista semi-estruturada; b) máquina fotográfica Power Shot A300 3.2 mega pixels. Com informações coletadas em 1 (um) encontro semanal, com 1 (uma) hora e 30 (trinta) minutos de duração, num período de 3 (três) meses, foram realizadas análises do comportamento afetivo In this study was described the importance of the game in relation of the affectivity in 12 (twelve) asylum livers selected by convenience, by means of a action research. 2 (two) instruments had been used: a) half-structuralized interview; b) photographic machine Power Shot A300 3,2 mega pixels. With informations collected in 1 (one) week meeting, with 1 (one) hour and 30 (thirty) minutes of duration, in a period of 3 (three) months, analyses of the affective behavior of the put in a home ones by 89 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 dos asilados mediante a participação em jogos que provocaram a inter-relação. Houve grande aceitação pelos jogos. Evidenciaram-se, neste caso, expressões positivas na afetividade dos asilados. PALAVRAS CHAVES jogo, afetividade, asilo. means of the participation in games had been carried through that had provoked the interrelation. It had great acceptance for the games. They had been proven, in this in case that, positive expressions in the affectivity of the put in a home ones. KEY WORDS game, affectivity, asylum. 1.- INTRODUÇÃO A fase da maturidade simboliza experiência de vida, respeito e além de tudo, uma história importante na construção da sociedade. Teoricamente, na fase madura, há direitos sociais que acarretam em benefícios incomuns ao período tido como produtivo de vida, como por exemplo: desconto em remédios e tratamentos médicos, transporte público gratuito, aposentadoria, entre outros. Nem sempre esses direitos são usufruídos em sua plenitude. Ferreira (2003) menciona que a aposentadoria é um exemplo de direito social que pode contribuir para o surgimento de sentimentos de inutilidade. Mazo, Lopes e Benedetti (2004) citam teorias sociais que tratam do fenômeno do envelhecimento e que mencionam a aposentadoria como marco referencial para uma série de acontecimentos relacionados a perdas com a maturidade. O idoso pode apresentar tendência ao isolamento, permanecendo mais tempo em casa e no ócio. O afastamento dos familiares e das amizades, associadas à tendência a inatividade e ao isolamento podem levar o indivíduo à solidão e, conseqüentemente, proporcionar carências afetivas. O desconhecimento dos direitos sociais da pessoa idosa apresenta-se como desvantagem. Possivelmente, são poucos os idosos brasileiros que sabem de seus direitos contidos no Estatuto do Idoso. Há compensações nesta fase da vida. Estes ganhos estão atrelados ao desenvolvimento científico, econômico, cultural e social pelo qual a sociedade transita. Infelizmente, existe uma parcela significativa da população idosa, principalmente no Brasil, que não possui acesso a estes benefícios. Rowe apud Ferreira (2002) ressalta que, neste ínterim, constata-se perante o aumento significativo da população idosa o acréscimo dos casos de abandono destas pessoas. Para Gallahue e Ozmun (2001) o envelhecimento modifica a interação do idoso com ele mesmo, com as outras pessoas, com o espaço e o tempo, isto acarreta em transformações psicológicas, fisiológicas e sociais. Tais circunstâncias podem levar o idoso a deparar-se com situações desagradáveis, tornando a convivência difícil com os familiares e amigos. Perante este quadro, normalmente, as pessoas que vivenciam a idade madura são encaminhadas para internatos, algumas vezes por vontade própria e outras por imposição familiar. Estes locais são categorizados como instituições fechadas e são conhecidos como asilos. 90 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 De acordo com Jordão Neto apud Ferreira (2002), a institucionalização do idoso é considerada uma resposta natural para atender este público numa sociedade excludente e que supervaloriza a vida em sua fase mais produtiva relacionada ao trabalho. Ferreira (2003) defende que para haver um envelhecimento saudável se faz necessário utilizar-se da regra dos cinco “As” que são: alimentação equilibrada, auto-estima, atividade física, amizade e afetividade. Estes parâmetros não podem ser tratados separadamente. Nesta dimensão, é possível dizer que o jogo se constitui num importante meio para o desenvolvimento de potencialidades cognitivas, motoras e, sobretudo afetivas. Para Knijnik (2001), o jogo é para o homem um elemento indispensável à educação contemporânea, pois ele proporciona ao indivíduo a possibilidade de criar e recriar novas formas de culturas durante seu tempo livre, adquirindo assim, formas de comportamento que auxiliam a usufruir deste tempo de forma sadia, além de possibilitar o auto-conhecimento das próprias emoções e de estabelecer relações com os outros indivíduo. Mondin (2003) destaca que o jogo diferencia-se das demais atividades humanas por possuir um objetivo próprio e essencial que é a diversão, e se apresenta formalmente na esfera lúdica por possuir atividades desta natureza. Já Costa (2004), cooca que o jogo não é limitado a regras estruturais e apresenta-se como um componente da vida humana e, portanto, constitui-se de um fenômeno cultural. No tocante a função do jogo, Padilha, Slavutsky e Burd (1995), afirmam que o jogo é fundamental na socialização do indivíduo, em sua formação como sujeito e que para simbolizar a diversidade de situações da vida cotidiana, possui as atividades lúdicas como fonte principal desta manifestação cultural. Hirschubrusch e Castilho (1999) concordam que na participação em jogos, os asilados encontram meios para promover um relacionamento afetuoso e uma melhor qualidade de vida, sendo que, todo e qualquer jogo visa trazer alegria, prazer e satisfação para pessoas sedentárias ou que não dispõem de tempo para distrair-se ou alegrar-se. Corroborando com tais colocações, Haetinger (1998), diz que o jogo traz para seus praticantes uma alegria contagiante, dessa forma resgata-lhes a juventude, fazendo com que todos recriem a partir de brincadeiras, situações que fazem ou fizeram parte de suas vidas. Percebe-se que a afetividade é um fator relevante para o desenvolvimento integral do indivíduo, pois pessoas afáveis, geralmente, demonstram maior facilidade de conviver com outras pessoas e consigo mesmo, de forma alegre e saudável. Em asilados, ter um simples contato físico com outrem pode ser difícil, pois se presume que há tabus sócio-culturais, estruturais e funcionais que dificultam tais contatos. Com a participação de asilados em atividades lúdicas, tenta-se resgatar características espontâneas, trazendo a tona comportamentos positivos e, a partir desse pressuposto, uma melhoria nos relacionamentos. Tendo em vista os apontamentos anteriormente citados, o presente estudo apresenta a seguinte questão problema: qual a importância do jogo em relação à afetividade em asilados? 2.- METODOLOGIA Foi realizada uma pesquisa ação, pois “refere-se à aplicação de uma abordagem de pesquisa aos problemas localizados” (Thomas; Nelson, 2002, p. 91 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 327). Ainda Thomas e Nelson (2002) complementam que este tipo de pesquisa difere da pesquisa normal por não tentar inferir além da situação estudada. A amostra foi constituída por 12 (doze) asilados residentes no Lar para Idosos em União da Vitória, Estado do Paraná, Brasil. De acordo com Vieira (1980), a amostragem foi de conveniência, pois foi composta por asilados que estavam disponíveis para o estudo. Trata-se, também, de um estudo de caso descritivo, sem possibilidades de inferência, haja vista que os critérios de seleção foram: a) ser morador do Lar para Idosos em União da Vitória e participar espontaneamente dos jogos propostos e das respectivas entrevistas semi-estruturadas. Como instrumentos de pesquisa foram utilizados: a) 1 (uma) entrevista semi-estruturada direcionada por tópicos norteadores; b) 1 (uma) máquina fotográfica Power Shot A300 3.2 mega pixels, para realização de fotos das atividades para posterior observação das imagens. Os tópicos norteadores mais relevantes da entrevista semiestruturada foram os aspectos idade cronológica, local de nascimento, histórico de saúde, opinião dos asilados sobre como é a moradia no asilo, pessoa(s) no asilo que possui(em) maior afinidade e a relação com os integrantes do Grupo de Estudos em Recreação na Educação e Saúde (GERES). A freqüência semanal era de 1 (um) encontro com duração de 1 (uma) hora e 30 (trinta) minutos cada. Inicialmente, os internos eram abordados mediante conversa informal, onde eram avisados e convidados a participar das atividades lúdicas com o GERES. Comummente eram reunidos num mesmo local para as atividades. Porém, nem sempre esta foi a estratégia, pois alguns jogos foram propostos de maneira a permitir a participação de internos que resistiam à idéia inicial de se deslocar de seus próprios espaços dentro do asilo. Comportamentos resistentes em relação à participação em atividades lúdicas foram comuns entre os asilados. Durante os jogos eram realizadas fotografias para registrar expressões dos internos e descrever situações caracterizadas pela inter-relação mediante a participação nas atividades. Também, foram realizadas as entrevistas semi-estruturadas durante e logo após as atividades lúdicas, sendo importante ressaltar o caráter de adaptação dos questionamentos as distintas situações encontradas no ambiente e, também perante os indivíduos. 3.- RESULTADOS E DISCUSSÕES Quanto à idade cronológica, com os 9 (nove) homens e 3 (três) mulheres que compuseram uma amostra de 12 (doze) integrantes, foi possível constatar uma média de 59 (cinqüenta e nove) anos, com valor mínimo de 49 (quarenta e nove) anos e máximo de 74 (setenta e quatro) anos. Medidas de tendência central, tais como moda e mediana, apresentaram o resultado de 56 (cinqüenta e seis) anos, revelando que neste contexto asilar, os internos ingressaram relativamente de maneira precoce. Um fator que chamou atenção é que dentre os 12 (doze) internos, apenas 2 (dois) são nascidos nas cidades de Porto União e União da Vitória, cidades geminadas onde se encontra o asilo. Os demais vieram de outras paragens. A maior parcela, 7 (sete) asilados, são nascidos em cidades circunvizinhas pertencentes às micro-regiões sul do Paraná e norte de Santa Catarina. 3 (três) vieram de outras regiões, sendo 2 (dois) do interior do Estado de Santa Catarina e 1 (um) do interior do Rio Grande do Sul. São pessoas bastante carentes. Vivem 92 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 em sua grande maioria, a experiência do abandono familiar e social. Dentre os 12 (doze) internos, apenas 1 (um) recebe visitas regularmente de seus familiares. Os demais, raramente ou nunca foram visitados pelos parentes. Os asilados exerceram atividades direta ou indiretamente relacionadas à atividade madeireira da região e as mulheres todas foram domésticas. parkinsonismo, doença coronariana e/ou circular periférica que não foram diagnosticadas e devidamente tratadas. Visto este breve perfil dos asilados, vale lembrar que Mazo, Lopes e Benedetti (2004) salientam que em detrimento da aposentadoria e do processo de envelhecimento, muitas modificações ocorrem nos mais diversos níveis de análise, ou seja, físico, psicológico e social. No histórico de saúde dos internos, mediante comunicado de seus cuidadores e, a partir de prontuários médicos, evidenciou-se que todos os componentes da amostra foram vítimas de acidente vascular cerebral (AVC). Isto, por sua vez, acarretou em incapacidades físicas importantes para estes internos. Atualmente, 7 (sete) são cadeirantes, 2 (dois) utilizam muletas, sendo 1 (um) destes amputado de 1 (uma) perna e, 3 (três) mulheres, que são as únicas que não dependem de aparelho de auxílio à marcha ou cadeira de rodas. Embora, é necessário destacar que as internas apresentam dificuldades de locomoção. O histórico de alcoolismo foi um fator importante neste grupo. 7 (sete) internos mencionaram terem sido alcoólatras durante um momento de suas vidas. Há 4 (quatro) internos que possuem doenças associadas, igualmente mencionadas por seus cuidadores e confirmadas em prontuários médicos. Há 1 (um) caso de diabetes, 1 (um) de osteoporose, 1 (um) de hipertensão arterial e outro de demência evidente. É provável que os internos sofram com a depressão. Porém, ninguém mencionou afirmativamente este quadro clínico. Contudo, as expressões são notoriamente características de quadros depressivos. A carência dos internos também se estende ao serviço de saúde. É provável que muitos possuam outras enfermidades associadas como Alzheimer, Foram feitas uma análise vertical e outra horizontal em relação à disposição das linhas e colunas de uma tabela matricial onde foram lançadas as respostas da entrevista semi-estruturada, podendo, com isso, obter resultados de análises intra e inter-pessoais. Pôde-se evidenciar que os internos não apreciam a idéia de residir no asilo. Isto parece óbvio em se tratando de instituições fechadas. Em relação à inter-relação entre os internos, ficou demonstrada a falta de união e/ou coesão do grupo. A inexistência de atividades realizadas em comum, possivelmente, agrava esta condição. Algumas pessoas não participaram ativamente da entrevista semi-estruturada, ou por incapacidade de comunicação ou por motivos de força maior (visita ao médico e/ou fisioterapeuta). De forma geral, as atividades realizadas durante 1 (uma) hora e 30 (trinta) minutos, e com 1 (um) encontro semanal, devido à rotina do asilo em consonância com a disponibilidade dos integrantes do GERES, foram importantes para provocar relações de afeto entre os internos. Em nenhum momento ocorreu um desafeto entre os asilados mediante a interferência do GERES. Neste ínterim, vale ressaltar que existem no asilo várias divergências entre os internos e, também, dos internos para com a direção da instituição. Este último aspecto se constitui num dos problemas mais graves de relacionamento na 93 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 instituição. Recentemente, o asilo passou por mudanças de direção. A direção anterior é suspeita de co-responsabilidade por maus tratos aos internos e desvio de verbas doadas a instituição, fatos que provocaram a intervenção do ministério público na entidade. A promotoria da comarca de União da Vitória, ordenou a mudança da direção na instituição, visando afastar, investigar e punir, se necessário, as pessoas envolvidas nas denúncias. As divergências causam instabilidade evidente no asilo. Isto, possivelmente, afetou direta e indiretamente a vida dos internos e de seus cuidadores. Várias atividades foram propostas no sentido de provocar relações de afeto e, de forma geral, elas tiveram boa aceitação por parte dos asilados. 1 (um) grupo de 3 (três) participou passivamente das atividades, devido as suas limitações funcionais. Os demais, esboçaram de alguma forma, apreço pelas atividades. Obviamente, dentre as atividades propostas, muitas não foram realizadas por todos, pois se respeitavam os momentos de individualidade dos internos e o princípio da espontaneidade característica do fenômeno lúdico. Os comentários por parte dos cuidadores revelaram boas impressões quanto à participação dos asilados nos jogos propostos. Menções como: “conversam mais entre eles agora; “estão tendo mais contato; “estão mais unidos”; “eram muito quietos, agora se um comenta alguma coisa, todos querem saber e falar; “ficam animados esperando a visita do GERES”; “chegam a perguntar que dia da semana que o GERES virá”; “se um puder ajudar o outro, eles se ajudam”; “são bem espertos, entendem tudo, a deficiência é só física”. Estas menções, reforçam o fator positivo da atuação do GERES mediante jogos. Fonte: fotografia de uma intervenção do GERES mediante jogos de mesa no Lar para Idosos do bairro São Cristóvão em União da Vitória - PR Neste local, inicialmente, realizavam-se as atividades que necessitavam de mesa, por sua vez, funcionava como refeitório na instituição. Esta atividade foi interessante, pois além de ter sido a primeira, percebeu-se que houve boa aceitação pela atividade por parte dos asilados, mesmo que a maior parte deles tenha apresentado incapacidade de jogar de acordo com as regras tradicionais e básicas dos jogos de dama e dominó. Ressalta-se que os materiais para os jogos foram doados pelo GERES a instituição e permaneceram à disposição dos asilados para quando quisessem e pudessem jogar. Curiosamente, não se observou em nenhum outro momento a prática destes jogos no local por iniciativa própria dos asilados. Nesse sentido, como foi apresentado por Ferreira (2003), o idoso institucionalizado é propenso a desenvolver um sentimento de inutilidade, sobretudo se não forem estimulados a desenvolverem suas habilidades e aptidões. Isto se deve, possivelmente, pela falta de estimulação neste tipo de atividade por parte dos cuidadores, pois se os mesmos gostaram da atividade neste dia, é possível que tendessem a repetir o mesmo comportamento em outros momentos em que o GERES não estivesse interagindo com o grupo. 94 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Fonte: fotografia de uma intervenção do GERES mediante jogos afetivos no Lar para Idosos do bairro São Cristóvão em União da Vitória – PR Esta atividade foi particularmente interessante. Foi um jogo onde o objetivo era provocar o contato entre os internos mediante gestos de afeto, como por exemplo: um aperto de mão; um abraço, etc. Percebeu-se um clima de satisfação intenso entre os asilados. Muitos sorriam das situações, pois a princípio isto não acontecia entre eles em momento algum dentro da instituição. Fonte: fotografia de uma intervenção do GERES mediante jogos relacionados a atividades manuais e artísticas no Lar para Idosos do bairro São Cristóvão em União da Vitória - PR Neste caso, observou-se a contemplação dos mesmos sobre o que estavam fazendo e, sobretudo, sobre como estavam fazendo. Percebeu-se nitidamente que alguns perceberam suas limitações e, ao mesmo tempo, verificaram suas possibilidades de movimento. Basicamente, nesta atividade, os asilados tinham de fazer uma pintura para um companheiro de asilo, o que foi bastante interessante. Várias expressões de alegria foram manifestadas nesta atividade. Apesar das limitações bio-psico-sociais dos asilados do Lar para Idosos de União da Vitória, pode-se descrever diversos aspectos importantes da afetividade frente à intervenção recreativa mediante jogos. Como mencionado anteriormente, Padilha, Slavutsky e Burd (1995), ressaltam a relevância do jogo na socialização do indivíduo e em sua formação como sujeito. Neste sentido, foi constatável que as atividades recreativas propostas proporcionaram maior sociabilidade entre os moradores do asilo. Constatou-se claramente a boa aceitação pela maioria dos internos para com as atividades. Apenas 2 (dois) demonstraram menor disposição pelas tarefas, embora tenham participado de pelo menos 1 (uma) atividade durante o período de coleta de dados e intervenções. Os depoimentos dos asilados e dos cuidadores refletiram em grande parte a ampliação das relações de afeto entre os internos durante a intervenção recreativa. Segundo citação anteriormente apresentada neste texto, Knijnik (2001) ratifica que o jogo enquanto fenômeno cultural possibilita uma ocupação sadia do tempo livre, além de permitir melhor relacionamento entre aqueles que jogam. A participação nas diferentes atividades auxiliou consideravelmente na 95 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 melhoria da convivência entre os asilados e seus cuidadores, atenuando as influências dos conflitos vividos a nível institucional. A participação do GERES mediante jogos foi fundamental para o aprimoramento, mesmo que ainda sensível das relações de afeto entre os asilados, demonstrando, neste estudo, a relevância desta área de intervenção do profissional em Educação Física nesse tipo de instituição fechada. BIBLIOGRAFÍA COSTA, R. F. (2004). Inserção e função do projeto lúdico-esportivo no centro social Marista Irmão Beno Tomasoni de Maringá – PR. Monografia (Licenciatura Plena em Educação Física). Maringá. Departamento de Educação Física, Universidade Estadual de Maringá. FERREIRA, G. (2002). Estudo dos parâmetros motores em idosos asilados da grande Florianópolis. Dissertação (Mestrado em Ciências do Movimento Humano). Florianópolis. 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Psicomotricista Titular da Sociedade Brasileira de Psicomotricidade (SBP). Presidente da Sociedade Internacional de Análise Corporal da Relação – SIAC América do Sul. Diretora do Centro Internacional de Análise Relacional – CIAR. Doctor Honoris Causa–Associação Brasileira de Medicina Psicossomática-DF- Brasil Dirección de contacto: [email protected] RESUMEN ABSTRACT Neste artigo pretende-se colocar em discussão pontos de convergência sobre a teoria e o método da Psicomotricidade Relacional na interface com a Psicanálise contemporânea incluindo alguns conceitos da Neurociência. Ainda, em forma de ensaio, por meio dos aspectos que convergem entre estas disciplinas, contemplar de modo transversal, a interdisciplinaridade existente entre elas, abordando em especial, aquilo que move o comportamento e as relações humanas, na contemporaneidade, em busca de sentido para vida. This article intends to put into discussion points of convergence, regarding theory and method, between Relational Psychomotricity and Contemporary Psychoanalysis, including some concepts of Neuroscience. Plus, as an essay, through the aspects that converge among this subjects, to contemplate, in a transversal way, the interdisciplinaty between them, approaching specially, what moves the behavior and the human relations, contemporainety, in search of meaning for life. 97 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 PALAVRAS CHAVES Psicomotricidade Relacional, Psicanálise, corpo, inconsciente, emoção, comunicação, consciência de si. KEY WORDS Relational Psychomotricity, Psychoanalysis, body, unconscious, emotion, communication, autoconscience. Em anos recentes a emoção tem sido alvo das atuais pesquisas no campo, tanto da neurociência como da neurociência cognitiva, sendo destacada nestas pesquisas a imagem inconsciente do corpo. Tais abordagens aproximam se da teoria Freudiana, e em especial, da Psicomotricidade Relacional, proposta por André e Anne Lapierre, as quais ressaltam a importância do corpo sujeito afetivo emocional. Uma nova geração de cientistas, portanto, elegeu a emoção como tema de estudo. Além disso, “... a presumida oposição entre emoção e razão já não é aceita sem questionamento.” (Damásio, 2000, 62). guida por sua resposta” (Násio 2009, p. 7), - para o conceito do corpo afetivo, produto do imaginário infantil, dos registros das relações psicotônicas vividas inicialmente com a mãe . André Lapierre, professor de Educação Física de formação básica, com uma forte sensibilidade e um grande senso investigativo, buscou compreender o que provocava no sujeito o desejo de buscar sentido para sua vida. Com efeito, nos meados dos anos 70, coloca o corpo no centro de suas investigações, ousa aprofundar propostas de vivências corporais que foram progressivamente levando-o a aproximar-se da teoria freudiana. Contemporâneo de Françoise Dolto, à medida em que ela construía o conceito de imagem inconsciente do corpo, André Lapierre vivia e fazia viver, no encontro do próprio corpo com o corpo do outro, a evolução do conceito de corpo físico, concreto , - “ matéria viva onde nasce a excitação se- Para Lapierre e Lapierre (2002), o gesto, o contato e a sonoridade, no início da vida, são os mediadores de contato entre o corpo da criança e o corpo do adulto. São tensões, desejos, movimentos e gestos de um corpo tônico, sua presença e ausência que será sentido pelo bebê e que deixarão registros, os quais mais tarde, serão expressos nas emoções geradas pelas sensações que guardamos como imagens inconscientes do corpo. A criança, nesse estágio, tem o corpo dissociado por sensações fusionais parciais. André Lapierre ressalta essa idéia ao afirmar “A perda da plenitude fusional não assegura a separação do “eu e do “não-eu”. Esta separação exige uma dissociação perceptiva entre as sensações provocadas pelo exterior (exteroceptivas) e as sensações internas (proprioceptivas), dissociação esta que não é inata, mas que será adquirida pela experiência. (...) Portanto, a falta no corpo nos aparece como um fantasma original, de origem psicofisiológica, ligado ao nascimento vivido como ruptura fusional. (...) A partir daí vai aparecer um desejo inconsciente de retorno a esse estado fusional de plenitude pré-natal, de onde se dá o nascimento, 98 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 no nível imaginário, do “fantasma de fusionalidade”, fantasma inconsciente que age no decorrer de nossa vida”. (Lapierre e Aucouturier, 1984, págs.1 1- 13 - 14). O bebê, dessa forma, inicialmente não pode ter uma imagem global de seu corpo. Não pode, igualmente, ter uma imagem global dos objetos e, particularmente, do corpo do outro. Rosto, mão, seio, são objetos separados, não integrados a um ser global. Alguns são “bons”, outros “maus”, de acordo com as sensações agradáveis e desagradáveis que produzem. “É a permanência e a continuidade das percepções de origem interna e a intermitência e variedade das percepções de origem externa que irão, aos poucos, criar um eu permanente e um não eu flutuante”. (Lapierre e Aucouturier, 1984, 11). Em seu livro “Meu corpo e suas imagens”, Násio (2009) retrata a evolução do corpo físico ao corpo psíquico, afirmando que o corpo real é o lugar no qual o sujeito produz o acontecimento sensorial bruto, “este é um acontecimento sem sujeito” .(Násio, 2009, 8).Neste sentido, evolui afirmando que para cada acontecimento existe um sujeito ator que carrega uma representação mental do referido acontecimento. Com isto ressalta que não pode haver uma ocorrência sensorial sem um sujeito que a registre sob a forma de uma representação mental, sendo esta denominada de imagem mental do corpo. Deste modo Násio (2009) afirma que toda sensação real é, portanto, duplicada por uma virtualidade e exemplifica citando a qualificação que Leonardo da Vinci faz da pintura, ao defini-la como “coisa mentale”, porque pensava ele, que a pintura não está tela, mas na cabeça de quem a pinta ou do espectador que a contempla. E é com este argumento que Násio (2009, 8) explica que, para os psicanalistas, o corpo é “coisa mentale”, ou seja, não existe no espaço, mas na cabeça daquele que o carrega: “Não há dor física pura fora de nós, a dor existe em nós, mentalmente em nós (...). Para que uma dor seja vivida é preciso, naturalmente, o substrato sensorial, a ativação do circuito nociceptivo, mas é preciso, acima de tudo, que imponha a nós, sem que nos apercebamos disso, a representação mental do acontecimento doloroso, e, simultaneamente, o surgimento da emoção aflitiva que o acompanha”. (p. 8). Vieira, Batista e Lapierre (2005) assinalam que, no comportamento humano, o impulso à comunicação é provocado e desencadeado por imagens de relações objetais inscritas no próprio corpo - “com todas as trilhas sensoriais quantos são os portais sensoriais do nosso sistema nervoso: visão, audição, paladar , olfato, tato, sensações viscerais” - ( Damásio, 2000, 25). Em continuidade, Vieira et all (2005) ressaltam que em Psicomotricidade Relacional, estas imagens sensoriais estão sempre acompanhadas pela presença do “outro”. Referem-se a esse “outro”, real ou simbolicamente vivido, como o corpo da mãe e/ou de seus substitutos, corpo físico e tônico emocional, que significa e dá sentido a si mesmo, o sentimento de ser si mesmo. Neste sentido, em consonância, Porto (2009, p.9) exemplifica lembrando que “Diversas etapas, portanto, pelas quais o bebê passa no que se refere a uma comunicação primitiva, corporal e infraverbal com a figura materna são essenciais para a aquisição da fala”. Vieira et all (2005) destacam que o encontro com o outro nos evoca imagens mentais de pessoas, lugares, musicas, de suas relações integradas no 99 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 tempo e no espaço de algo a ser conhecido, mas também de um EU, um self no ato de conhecer, onde o sujeito que vive, é o mesmo que ao mesmo tempo, sente, observa, percebe e toma conhecimento no ato de conhecer de que são seus os atos e sentimentos. Afirmam ainda que é a presença do “outro”, que provoca a tomada de consciência de que são meus os atos e sentimentos. Essa presença tem que se manifestar em sua inteireza; caso contrário, o “eu” não existe e qualificam esta presença como boa quanto melhor for a capacidade de disponibilidade corporal e de escuta corporal do “outro”, mãe e seus substitutos simbólicos. (Vieira, Batista e Lapierre, 2005). Neste sentido Damásio (2000) sublinha que importante se faz compreender “como as imagens de um objeto e da complexa matriz de relações, reações e planos ligados a ele são percebidas como a inconfundível propriedade mental de um proprietário que, para todos os efeitos, é quem automaticamente observa, percebe, toma conhecimento, pensa e potencialmente age”. (Damásio, 2000, 27). A Consciência presente nesta situação permite que os sentimentos sejam conhecidos e, assim, promove internamente o impacto da emoção, levando-a, por intermédio do sentimento, a permear o processo de pensamento. Por fim, “... a consciência torna possível que qualquer objeto seja conhecido – o ‘objeto’ emoção e qualquer outro objeto – e, com isso, aumenta a capacidade do organismo para reagir de maneira adaptativa, atento às necessidades do organismo em questão” (Damásio, 2000, 80). Em concordância, Batista e Guerra (2010), assinalam que no processo de ser concebido, nascer, crescer e morrer, o ser humano passa por situações que provocam sensações agradáveis e desagradáveis que ficam registrados em sua memória, e, de modo especial, aquelas sensações vividas no encontro do próprio corpo com o corpo do outro, fazendo referência à memória corporal afetiva. Completam ressaltando que são estas imagens que irão modular grande parte de nossas ações e reações para o resto de nossas vidas. Vieira, Batista e Lapierre (2005) esclarecem que para que a imagem da sensação se torne a representação de uma zona corporal e para que se torne imagem de uma sensação física necessita ser investida de emoção, de um sentimento que lhe dê sentido - “dou sentido ao que sinto” - ou seja, é preciso sentimento, não só por parte do sujeito, mas também por parte do outro, ligado a experiência corporal que significa algo para mim. Neste sentido, Násio (2009) sublinha que é preciso que esta imagem esteja vinculada à presença interiorizada do outro, e ainda, que precisa ser repetidamente vivida para que com o tempo se torne uma representação mental de uma experiência física. “Ora, esse conjunto diacrônico de representações afetivamente investidas, impregnadas pela presença interiorizada do outro e repetindo-se em nossa história, constitui o conjunto de imagens mentais do corpo”. (Násio, 2009, p.9) Em consonância, Lapierre e Acouturrier (1984) ressaltam, por outro lado, a falta no corpo do corpo do outro, dizendo que “é essa falta renovada incessantemente e a ambivalência, o balanço constante entre fusão e identidade que entretêm a dinâmica de evolução da personalidade. Neste sentido pode-se considerar a busca a nível da dinâmica psicotônica e da expressão psicomotora como fundamental, pois, abre um novo caminho 100 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 na exploração do inconsciente e dos mecanismos psicológicos complexos que sustentam o comportamento do ser humano”. (p. 138). Ainda nesta direção Násio (2009) afirma que “...é esse ritmo alternado de sensações boas e desagradáveis que permanecerá inscrito no inconsciente infantil sob a forma de imagem inconsciente do corpo” (p. 37). Este autor afirma, ainda, que adquiriu com seus pacientes a convicção de que o corpo, para além do sonho, é a via régia de acesso ao inconsciente, se constituindo como o mais seguro revelador deste. Diz, mais adiante, fazendo uma síntese das propostas de Françoise Dolto (imagem inconsciente do corpo) e de Lacan (imagem do espelho) que “o eu, isto é, a sensação inefável de sermos nós mesmos, não é nada mais que a fusão íntima de nossas duas imagens do corpo: a imagem de nossas sensações físicas e a imagem de visível de nosso corpo no espelho, e destaca que considera a imagem do corpo a próprio substancia de nosso eu”. (p.12). André Lapierre (2002), em sua proposta teórica e metodológica, defende, como dito anteriormente, que a impermanência do contato fusional leva a um desejo inconsciente de retorno a esse estado, de plenitude pré-natal e que a ruptura com essa situação, provocada pelo nascimento, faz surgir, a nível imaginário, o fantasma de fusionalidade. Inconscientemente, o sujeito passará a tentar, em vão, ao longo da vida, preencher essa falta inicial, ou seja, essa “falta no ser”, essa “falta de ser”. A procura de um outro ser humano como complemento de sua falta irá tomar formas cada vez mais simbólicas, substitutivas da fusão corporal. ( Lapierre e Aucouturier, 1984). Corroborando com autores da Psicomotricidade Relacional, Násio (2009) considera que a imagem inconsciente do corpo formada na cabeça do bebê, permanece ativa durante toda sua vida. Deste modo, defende que um dos conceitos mais importantes da psicanálise na atualidade se refere a imagem inconsciente do corpo. Define o Ser humano como aquele que tem uma vontade imperiosa de comunicar-se com outro ser humano e que isto preside a toda escuta analítica e funda a imagem inconsciente do corpo. Refere mais adiante que, para Françoise Dolto, a primeira célula é animada pelo impulso poderoso de se unir ao outro, e que Lacan enunciava que “o desejo do homem é o desejo do outro” (Lacan, citado por Násio, 2008, 17). Násio (2009) destaca que agora acredita que “o desejo do homem é o desejo de se comunicar com o outro” (p. 17). Vieira, Batista e Lapierre (2005) defendem que o ser humano é o único ser vivo do reino animal que só sobrevive graças ao corpo de outro ser humano. Com isto querem dizer que o sujeito necessita sentir-se corporal e afetivamente desejado, amado, para que seja movido pelo desejo de existir para si e para o outro. Argumentam, neste sentido que o primeiro e mais primitivo modo de comunicação é a comunicação tônica, e defendem um tipo de intervenção corporal denominada Psicomotricidade Relacional. Vieira (1986) defende uma nova forma para acessar o inconsciente argumentando que “é preciso esquecer a teoria e deixar de intelectualizar os sentimentos”. (p. 21) William James citado por Damásio, (1996), cerca 101 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 de um século antes, em suas intuições, corroborava este argumento quando atribuía pouca ou nenhuma avaliação mental à situação que provocava a emoção, apresentando uma hipótese verdadeiramente surpreendente sobre a natureza das emoções e dos sentimentos. De acordo com este cientista, “se imaginarmos uma emoção forte e depois tentarmos abstrair da consciência que temos dela todos os sentimentos dos seus sintomas corporais, veremos que nada resta, nenhum ‘substrato mental’ com que constituir a emoção, e que tudo o que fica é um estado frio e neutro de percepção intelectual. (...) é-me muito difícil, se não mesmo impossível, pensar que espécie de emoção, de medo restaria se não verificasse a sensação de aceleração do rítmo cardíaco, de respiração suspense, de ternura dos lábios e de pernas enfraquecidas, de pele arrepiada e de aperto no estômago. Poderá alguém imaginar o estado de raiva e não ver o peito em ebulição, o rosto congestionado, as narinas dilatadas, os dentes cerrados e o impulso para a ação vigorosa, mas ao contrario, os músculos flácidos, respiração calma e um rosto plácido? “ (p.158). Apesar de toda a polêmica gerada no meio científico da época por esta idéia, e de seus limites, Damásio (1996) reconhece que as emoções desempenham uma importante função na comunicação de significados a terceiros e podem ter o papel de orientação cognitiva. Este autor, entretanto, defende a necessidade de esclarecer as diferenças entre as emoções que experienciamos na infância, “para as quais um mecanismo pré organizado de tipo jamesiano seria suficiente” (p. 160), e as emoções que experienciamos em adultos, cujos andaimes foram gradualmente construídos sobre a fundações daquela emoções iniciais. De acordo com Vieira (1999, citado por Guerra, 2006), “o prazer vivenciado no jogo psicomotor proposto pela abordagem relacional, que segue o método criado por Lapierre, é o substrato para a representação das emoções carregadas de significados e significantes”. (p. 8). Fadem (2000) sublinha, neste sentido, que a ocorrência do fato psicossomático envolve tanto vida psíquica quanto vida somática, e que ambas estão unidas por um funcionamento interdependente e indissociável, o que dificulta a primazia de uma sobre outra. Entretanto, ressalta que é incontestável a idéia de que os processos psíquicos se originam e se desenvolvem a partir de processos biológicos. Destaca, ainda, que, para Freud, o ego é “... acima de tudo um ego corporal” (p.55), uma vez que deriva das sensações corporais, principalmente daquelas que se originam na superfície do corpo, o que permite dizer que não há psiquismo se não houver corpo. Afirma, ainda, “que há um corpo anatômico, constituído por um esqueleto revestido de músculos, que contém em seu interior órgãos, o corpo material, visível e que registra emoções, alegrias e sofrimentos somáticos. Há também o ‘corpo latente’ ( Aulagnier, 1991), a ‘imagem corporal’ (Shilder, 1950), que se constrói a partir do primeiro e que corresponde à outra face, isto é representação na mente, do corpo, dos órgãos, de seu funcionamento, bem como representação dos impulsos e desejos, que constituem o psiquismo”. (p. 55). Ressalta, portanto, que o ponto de vinculação entre o corpo e o psiquismo se encontra ancorado no instinto, nos afetos e nas fantasias. 102 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Para Nasio (2009), “o corpo é um símbolo porque é a representação mais eloqüente da vida, e, para alem dela, é representação do inconsciente. Assim, em decorrência da possibilidade infinita de metáforas, paralelamente é o objeto mais simbolizado do universo” (p. 92). Seguindo este pensamento, o autor afirma que “a significação lacaniana de símbolo é mais restritiva, e se apóia no conceito de Claude Levi Strauss, isto é, na idéia de que o símbolo tem o poder não apenas de substituir a realidade, mas sobretudo de modificá-la e até mesmo engendrá-la. E quando o símbolo produz efeitos concretos na realidade, Lacan o denomina de significante”. (p.92). Násio (2009) faz referencia a uma linguagem de sensações experimentadas pela criança desde sua vida fetal até os três anos de idade; sensações que foram vividas pela criança quando era bebê e que ficam impressas em seu inconsciente, organizadas numa linguagem corporal, muda e impenetrável. Linguagem que a criança fala com seu corpo sem saber que fala. Defende que a imagem inconsciente do corpo é um código íntimo, peculiar a cada um, e, ainda, que o psicanalista deve aprender a falá-la se quiser acessar o inconsciente do seu paciente, seja ele adulto ou criança. Com isto afirma, em consonância com Dolto, que, aos 3 anos, a criança percebe que a imagem do espelho não corresponde a imagem de si mesma. É a partir dessa idade que a criança começa a se dedicar à aparência de si. A imagem do corpo visto passa a prevalecer sobre o corpo vivido. “...é a partir dos 3 anos, e durante toda a nossa existência, que a imagem do corpo visto irá impor- se incessantemente na consciência, em detrimento da imagens do corpo vivido, que, por sua vez, serão relegadas e recalcadas no silêncio do inconsciente”. (Násio, 2009, 21). Segundo o mesmo autor, as imagens inconscientes do corpo são ativamente reativadas a cada passagem de fase libidinal e expressam-se por meio de crises em que o infante sente intensamente as sensações primárias que o agitam, porém destaca que apesar disso, o essencial do conteúdo das imagens inconscientes do corpo está marcado por registros vividos durante a vida intra-uterina e ao longo da primeira infância. Porém, completa dizendo que essas imagens, apesar de recalcadas, permanecerão vigorosamente ativas ao longo de toda a existência e se manifestarão em todas as expressões espontâneas de nosso corpo de adulto. Complementa seu pensamento acrescentando que só tomamos consciência delas se um psicanalista as decodifica e as revela ao sujeito de modo estruturado por meio de uma linguagem verbal organizada, no quadro de uma relação transferencial (Násio, 2009, p.28). Lapierre e Lapierre (2002) ressaltam que as referências à plenitude de um corpo fusional alternadas com experiências motoras e táteis dos primeiros meses de vida, além das imagens visuais, facilitam o acesso a uma imagem formada e coerente do eu corporal. Logo, afirma Lapierre (2002) que essa unidade do eu corporal aparece por volta dos 8-9 meses de vida e que trata-se de uma etapa fundamental e indispensável para a aquisição da identidade. Neste sentido, Lapierre (2002), cria um método 103 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 para intervir com o paciente que se baseia na leitura e decodificação simbólica do ato vivido pelo sujeito e propõe uma teoria de desenvolvimento infantil argumentando que em sua evolução, a criança, após unir, precisa separar o seu corpo do corpo do outro. O seu comportamento neste processo de separação corporal irá modificar-se pouco a pouco de modo profundo: ela deixará de ser verdadeiramente um “bebê”. Sua procura por situações fusionais tornar-se-á mais consciente e mais ativa: ela não pedirá mais para ser “tomada”, mas irá querer “tomar” o corpo do adulto amado, complemento indispensável a sua falta. Essa fase caracteriza-se por ser extremamente possessiva. É impossível, entretanto, possuir totalmente e definitivamente o corpo do adulto amado. Essa impossibilidade irá contribuir, em grande parte, para o nascimento da agressividade. A frustração de não poder possuir total e definitivamente o corpo do adulto precisa ser aceita pela criança e este fato só é possível através de fornecimentos de substituições simbólicas, da descoberta e da procura de outro local de prazer. Este seria um local de encontro que não seria mais o corpo do outro, mas um espaço comum de ação, de comunicação. Deste modo, é a perda da fusão corporal, do corpo como complementaridade da falta, que permite a passagem do imaginário para o simbólico. A linguagem, assim, nasce a partir da ausência, da ruptura com o “silêncio” encontrado na relação corporal com o outro. Essa perda, essa frustração só pode ser suportada pela criança por meio do nascimento de um espaço fusional substitutivo. Este espaço de encontro, ao mesmo tempo o local da criança e o local do outro é chamado de “espaço fusional”, local de uma fusionalidade simbólica, à distância, através das produções do corpo do outro. A criação do espaço fusional através dos mediadores implica o acompanhamento, por parte do adulto, da criança em sua fantasmática. Neste sentido, em concordância com a Psicomotricidade Relacional, Nasio (2009) qualifica o corpo simbólico como corpo significante. É importante o adulto responder a ela buscando um acordo de complementaridade, atuando com o seu próprio prazer. No espaço fusional, o gesto, a palavra e o objeto irão tomar um significado: eles tornam-se significantes para si e para o outro. Surge uma linguagem simbólica comum, a princípio infraverbal e, posteriormente, verbalizável. A criação do espaço fusional, através dos mediadores implica o acompanhamento da criança em sua fantasmática, por parte do psicomotricista relacional. A insuficiência de prazeres fusionais em toda a primeira infância irá mutilar enormemente a dinâmica do desejo. Todo o futuro da criança, conseqüentemente, será influenciado. E quanto maior tiver sido o prazer fusional, maior será a frustração em abandoná-lo. Por outro lado, maior será o desejo de investir no referido espaço fusional. Nesse espaço de ação comum, o modo de agir da criança deve encontrar o modo de agir do adulto. Ao contrário da fusão de contato corporal, esta comunicação é sempre mediatizada. Ela vai, portanto, valorizar os mediadores de comunicação e dar-lhes uma significação simbólica. Entre estes estão o gesto que acompanha, prolonga ou completa o gesto do outro, em um contato direto e, em seguida, à distância, que permite a imitação do gesto de uma criança e a entrada em um acordo corporal com ela, fazendo-a sentir-se validada e acolhida simbolicamente pelo corpo do adulto. Desta forma, possibilita a vivência de uma fusiona- 104 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 lidade à distância e uma identificação recíproca. O olhar (uma forma de penetrar o outro); a voz (troca de sons vocais carregados de tensões afetivas e corporais – ressonância de um corpo dentro de outro) e a mímica (do rosto e do corpo todo em suas atitudes, aos quais responderão os gestos e as atitudes do outro). O objeto, pelo contato, movimento e sonoridade, é, inicialmente, um mediador de contato entre o corpo da criança e o corpo do adulto. Através dele, o corpo do outro, suas tensões, seus desejos, seus movimentos e seus gestos são sentidos indiretamente. O objeto mediador de contato entre o corpo da criança e o corpo do adulto pode tornar-se substituto do corpo do outro. Pode acontecer de inicialmente a criança não poder se separar deste objeto. Ele, possivelmente, adquiriu um significado que complementa sua falta, representa a presença simbólica do corpo do outro. A criança por vezes, oferece - o ao outro, mas não o dá, comunicando, mesmo assim, seu desejo de contato. Ocorre a transferência do ser ao objeto, do ser ao ter. Muitos dos desejos que os adultos acumulam têm a mesma função de compensar uma falta do ser pelo ter. O desejo de possuir o corpo do outro se transforma em desejo possessivo pelos objetos. Há a compensação pelo ter de uma falta no Ser. Crianças que sofrem de uma frustração afetiva tendem a se apossarem e colecionarem o maior número de objetos. Quanto mais o desejo fusional for satisfeito, diretamente ou de forma mediatizada, menos o sujeito necessita de objetos substitutivos. Na fusão tônica a criança dá tanto quanto recebe: para que haja troca é preciso que a criança seja ativa. Mesmo o bebê ao mamar não é passivo. (Lapierre e Aucouturier,1984) A finalidade da procura fusional como estratégia de intervenção é, portanto, penetrar o outro, fazer do outro complemento de sua falta, porém ser penetrado pelo outro numa fantasmática similar. É necessário permanecer no controle do jogo fantasmático pela iniciativa de dar. É preciso que a mãe (ou adulto) possa receber as tensões tônicas da criança para que haja o acordo com as modulações tônicas. Neste caso fala-se de diálogo tônico. Para que se estabeleça este diálogo é preciso que a troca se faça nos dois sentidos. Quando esta troca acontece, chega-se a um equilíbrio fusional. Dar é projetar-se simbolicamente para o outro e fantasmaticamente no outro. Receber é permitir-se ser penetrado simbolicamente pelo outro. (Lapierre e Aucouturier,1984) Na clinica psicomotora relacional considera-se que fraturas emocionais, em geral, marcadas na primeira infância, são conseqüências de vivências insuficientes da falta do corpo no corpo do outro, mãe ou seus substitutos. (Batista e Guerra, 2010). Para finalizar, Lapierre e Aucouturier (1984) argumentam que a identidade aparece como “... um renascimento, um novo nascimento, isto é, uma nova ruptura da fusionalidade primitiva. Renascimento incessante na medida em que somos contínua e novamente tomados pelo desejo fusional dos outros: suas palavras, suas idéias, suas seduções, suas agressões, suas paixões, sua existência.” (p. 138). 105 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 BIBLIOGRAFÍA BATISTA, M.I.B. (2008). A Comunicação em psicomotricidade relacional: convergência entre emoção e motricidade. Revista Iberoamericana de Psicomotricidade e Técnicas Corporais, Volume 8(3). P.105-110. doi:15770788 BATISTA, M.I.B. , GUERRA, A. E. L. (2010). A Clínica em Psicomotricidade Relacional. Conferência do XI Congresso Brasileiro de Psicomotricidade: Diálogos e Interseções com a Psicomotricidade – Um Século de História – 50 anos de Brasil - Rio de Janeiro – RJ. DAMÁSIO, A. R. (1996). O erro de Descartes: emoção, razão e o Cérebro. São Paulo: Companhia das Letras (2000). O mistério da consciência do corpo e dos sentimentos a consciência de si. São Paulo: Companhia das Letras. FADDEN, M.A.J.M. (2000). 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Las comillas se reservan para señalar las citas textuales. • El artículo comenzará con el título en mayúsculas y centrado. Bajo el título, igualmente centrado, aparecerá el título en inglés, así como el nombre del autor o autores del artículo. • Al final del trabajo se incluirán los siguientes apartados: - NOTAS: Las notas aclaratorias al texto se señalarán en el mismo mediante una numeración en forma de superíndice, pero su contenido se presentará al final del texto, de manera consecutiva y no a pie de página. - BIBLIOGRAFÍA: Referencias bibliográficas utilizadas en el artículo (sólo las que han sido citadas) ordenadas alfabéticamente por apellido del autor y siguiendo los criterios normalizados (ver detalles más adelante). En el texto las citas se hacen con la referencia del autor, el año y la página entre paréntesis (Autor, año, página). - RESUMEN: Se hará un resumen del texto que no exceda de 150 palabras donde se exprese su objetivo y desarrollo. - ABSTRACT: Traducción al inglés del resumen rea- 107 1 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 lizado previamente. - PALABRAS CLAVE: Descriptores del trabajo que presenta el artículo, no más de 10 términos. - KEY WORDS: Traducción al inglés de las palabras clave. - DATOS DEL AUTOR: Relación breve de datos profesionales (ocupación, lugar de trabajo, categoría profesional, trayectoria científica, experiencia, etc.) añadiendo una dirección e-mail de contacto. • El artículo no excederá de 30 páginas. • Las tablas, gráficos o cuadros deberán reducirse al mínimo (al tamaño real de presentación en la página) y, como ya se ha dicho, se presentarán en ficheros independientes. En el texto se indicará claramente el lugar exacto donde vayan a estar ubicados de la siguiente manera: [GRAFICO 1]. • La Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales adopta básicamente el sistema de normas de citación propuesto por la A.P.A. (1994) Publication Manual (4th ed.). Para hacer referencia a las ideas de otras personas en el texto, conviene tener en cuenta lo siguiente: - Todas las citas irán incorporadas en el texto, no a pie de página ni al final, mediante el sistema de autor, año. Si se citan exactamente las palabras de un autor, éstas deben ir entre comillas y al final de las mismas se pondrá entre paréntesis el apellido del autor (o autores), el año de la publicación y el número de la página separado por comas. - Cuando se utilice una paráfrasis de alguna idea, debe darse el crédito del autor; bien mediante un paréntesis donde apareza el apellido y la fecha de publicación, separado por comas, o bien ponien- do entre paréntesis el año, si el apellido del autor aparece en el texto. - Al final del documento se añadirá el listado de las referencias bibliográficas correspondientes a las citas incluidas en el texto. La estructura de las referencias bibliográficas es la siguiente (prestar atención a los signos de puntuación): - Para libros: Apellidos, Iniciales del Nombre. (Año). Título del libro. Ciudad de publicación: Editorial. - Para artículos de revistas: Apellidos, Iniciales del Nombre. (Año). Titulo del artículo. Título de la Revista, volumen (número), páginas. - Para capítulos de libros: Apellidos, Iniciales del Nombre. (Año). Título del capítulo. En Iniciales del Nombre. Apellido (ed-s.). Título del libro, (pp. páginas). Ciudad de publicación: Editorial. - Para documentos electrónicos: Apellidos, Iniciales del Nombre. (Año). Título del documento [Online]. Disponible en http://www ... [consultado en fecha (dd/mm/aaaa)]. El Consejo de Redacción se reserva la facultad de introducir las modificaciones formales que considere oportunas en la aplicación de las normas anteriores, sin que ello altere en ningún caso el contenido de los trabajos. Temática: Se aceptarán artículos cuya temática se refiera a cualquiera de los aspectos teóricos o prácticos de la psicomotricidad en sus diferentes campos de aplicación, así como a la presentación de experiencias o conceptualizaciones en el desarrollo de la psicomotricidad o de cualquier técnica corporal de carácter educativo o terapéutico que pueda complementar la formación o el conocimiento de quienes se interesan por el mundo de la psicomotricidad, la actividad motriz o el movimiento como 108 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 instrumento educativo o terapéutico. El contenido de los artículos deberá estar organizado de la siguiente forma: • Para trabajos de investigación: Introducción, Método, Resultados, Discusión. • Para trabajos de revisión teórica: Introducción y planteamiento del tema, Desarrollo, Conclusiones. • Para trabajos de experiencias: Introducción, Método, Valoración. Admisión de artículos: Cada artículo recibido se enviará a tres expertos que informarán sobre la relevancia científica del mismo. Dicho informe será absolutamente confidencial. Se informará a los autores de las propuestas de modificación o mejora recibidas de los evaluadores, que condicionen su publicación. En caso de que dos de los informes solicitados sean favorables, el Consejo de Redacción decidirá su publicación y se notificará al autor o autores la fecha prevista. Artículos publicados: La Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales no abonará cantidad alguna a los autores por la publicación de sus artículos; se les dará acceso al número completo en que aparecen. La Redacción no se responsabiliza de las opiniones expresadas en los artículos, por tanto serán los autores los únicos responsables de su contenido y de las consecuencias que pudieran derivarse de su publicación. 109 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 Eventos NOV/2010 Primer Congreso Internacional de Psicomotricidad Prevención, Educación y Clínica. Aportes interdisciplinarios 11, 12 y 13 de Noviembre de 2011 - Santiago de Chile Presidente Honorario del Congreso Profesor Licenciado Juan Mila Demarchi Universidad de la República. Uruguay Invitados extranjeros Alexandrine Saint-Cast, ISRP- Paris, Francia. Alicia Valsagna, Instituto Cabred, Córdoba, Argentina. Dayse Campos de Sousa, Universidad Federal de Ceará, Brasil. Gabriela Guzmán, México. Gerard Hermant, ISRP- Paris, Francia. Joaquín Serrabona, Universidad Ramón Llul, Colegio de Psicólogos, Barcelona, España. Josefina Sánchez Rodríguez, Universidad de la Laguna, Tenerife, España. Lola García, Universidad de Rovira i Virgili Tarragona, Barcelona, España. Lone Frimodt, Forum Europeo de Psicomotricidad, Dinamarca. Maite Labarga, Universidad de la Laguna, Tenerife, España. María Hernández, Universidad Central de Venezuela. Mariela Peceli, Universidad de la República, Uruguay. Miguel LLorca, Tenerife, España. Miguel Sassano, Universidad de Morón, Argentina. Misericordia Camps, Universidad Rovira y Virgili, Tarragona, Barcelona, España. Montserrat Rizo, Universidad de Vic, Barcelona, España. Pablo Bottini, Universidad de Morón, Argentina. Roberto Paterno, Universidad de Morón, Argentina. Rui Martins, Universidad Técnica de Lisboa, Portugal. Participantes nacionales Marcela Hernández, Universidad de Santiago de Chile. Tatiana Gurovich, delegada en Chile de la OIRP, París, Francia. 110 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 Fecha: 11, 12 y 13 de Noviembre 2011 Lugar: Santiago de Chile Valores para Extranjeros: • US$180 dólares Profesionales. Si han reservado cupo con la ficha de inscripción y el pago del 50%, se respeta el valor, siempre y cuando se haga el pago del 50% restante antes del 1 de noviembre del 2011. • US$ 220 dólares desde el 1 de octubre del 2011. • US$110 dólares Estudiantes de pregrado (cupos limitados). Si han reservado cupo con la ficha de inscripción y el pago del 50%, se respeta el valor, siempre y cuando se haga el pago del 50% restante antes del 1 de noviembre del 2011. • US$ 150 dólares Estudiantes de pregrado desde el 1 de octubre del 2011. Valores para Chilenos: • Profesionales $100.000 pesos chilenos hasta el 30 de septiembre del 2011. Si han reservado cupo con la ficha de inscripción y el pago del 50%, se respeta el valor, siempre y cuando se haga el pago del 50% restante antes del 1 de noviembre del 2011. • Profesionales $120.000 desde el 1 de octubre del 2011. • Estudiantes de pregrado $60.000 pesos chilenos (cupos limitados). Si han reservado cupo con la ficha de inscripción y el pago del 50%, se respeta el valor, siempre y cuando se haga el pago del 50% restante antes del 1 de noviembre del 2011. • Estudiantes de Pregrado $80.000 desde el 1 de octubre del 2011. • Diplomados CICEP $60.000 pesos chilenos. Talleres corporales pre-congreso 10 de noviembre: • Profesionales $30.000 pesos chilenos (60 dólares). • Estudiantes de pregrado $20.000 pesos chilenos (40 dólares). • Diplomados CICEP $20.000 pesos chilenos (40 dólares). Temas: La Psicomotricidad en la educación Psicomotricidad y clínica Psicomotricidad y prevención Intervenciones interdisciplinarias a lo largo del ciclo vital ________________________________________ Modalidades: Conferencias Mesas redondas Talleres de trabajo corporal Pre-congreso (10 de noviembre) 111 ISSN: 1577-0788 NÚMERO 35 NOV/2010 112 ISSN: 1577-0788 NÚMERO NOV/2010 113