relación - Pontificia universidad católica del Perú

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relación - Pontificia universidad católica del Perú
Programa Preliminar del Congresso Alacip 2015
Atividades del GI Espacio Alacip
(Programa completo em http://congreso.pucp.edu.pe/alacip2015/programa/)
Las ponencias se encuentran después de la presentación de los paneles a seguir,
y en el mismo orden de ponencia.
1
2
3
EXPLORACION CARTOGRAFICA DE LOS RESULTADOS ELECTORALES
EN LIMA METROPOLITANA DE LAS PRINCIPALES FUERZAS POLITICAS
EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL PERU (2001 – 2011)
Edgar Dueñas Ornay
[email protected]
Escuela de Ciencia Política
Universidad Nacional Federico Villareal
Simposio: ESPACIO ALACIP*
•
"Trabajo preparado para su presentación en el VII Congreso Latinoamericano de
Ciencia Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política
(ALACIP). Bogotá, 25 al 27 de setiembre de 2013."
EXPLORACION CARTOGRAFICA DE LOS RESULTADOS ELECTORALES
EN LIMA METROPOLITANA DE LAS PRINCIPALES FUERZAS POLITICAS
EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL PERU (2001 – 2011)
Edgar Dueñas Ornay**
RESUMEN
El presente estudio pretende explorar cartográficamente los cambios electorales
producidos en los 49 distritos que conforman Lima Metropolitana en sucesivas campañas
electorales presidenciales realizadas en el Perú durante la última década (2001, 2006 y
2011) de las principales fuerzas políticas que hayan obtenido mas del 15% de los votos
válidos en por lo menos uno de los procesos electorales de estudio y cuyo líder haya
postulado a la presidencia en mas de una oportunidad en el periodo de estudio.
Diferentes autores han observado los cambios electorales y sus conclusiones se han
fundamentado tanto en el análisis cualitativo como cuantitativo de la información
recopilada. Si bien hay quienes han analizado el tema con base en la utilización de
herramientas estadísticas, son pocos los que han utilizado técnicas cartográficas para la
ciudad de Lima Metropolitana en los últimos procesos electorales presidenciales.
La pregunta central que hemos intentado responder mediante la aplicación de técnicas
cartográficas y el análisis cualitativo de los datos electorales es la siguiente: ¿Cuál ha sido
el alcance de la participación electoral de los diferentes sectores socioeconómicos de Lima
Metropolitana, ciudad donde se concentra un tercio del electorado nacional? ¿Cuáles han
sido sus preferencias políticas y la naturaleza de estas a lo largo de los continuos procesos
electorales presidenciales durante la última década? ¿Este perfil electoral es el mismo o ha
cambiado en los últimos procesos electorales presidenciales? ¿qué grado de
determinación puede tener una variable como el nivel socioeconómico sobre la
participación y las preferencias electorales? El intentar dar respuesta a estas preguntas nos
planteó la necesidad de adscribir la investigación a un marco teórico que se aproxima al
enfoque ecológico o geográfico el cual no omite ni las estadísticas , ni el entorno físico, ni el
contexto social en el que se desenvuelven las elecciones.
INTRODUCCIÓN
En el Perú, las personas que trabajan directamente con datos electorales tienen el recurso
de adquirir los resultados publicados después de cada elección por las instituciones
públicas y privadas. Antes, estas publicaciones ocupaban metros de las bibliotecas. Hoy en
día los dispositivos móviles (USB o Tarjetas SD) proporcionan la misma información en un
volumen mucho mas reducido, pero sin la explotación apropiada estos no tienen ningún
valor.
La cartografía es una de las técnicas que permite valorar y analizar estos datos, esta
opción técnica fue a menudo reservada solo a cartógrafos o geógrafos, pero todas las
profesiones que tienen como objeto de trabajo o estudio el territorio tendrían que poder
utilizarla.
Esta investigación es una Colección de mapas y no de cuadros. No se pretende de esta
manera reemplazar los cuadros, indispensable fuente primaria sea en forma tradicional o
informatizada. El mapa tiene su propia utilidad; construido en base a un riguroso
tratamiento de los datos básicos, localiza y jerarquiza la información. Así, muestra en forma
inmediata los rasgos esenciales de la distribución de tal o cual fenómeno en el espacio, lo
que resultaría muy tedioso reconstruir en la imaginación en base al cuadro estadístico.
**Licenciado en Ciencia Política con estudios de Maestría en Tecnologías de Información
Geográfica (UNFV) http://infovoto.blogspot.com/
Para esta investigación se tomara como Marco Teórico el Enfoque Sociológico ya que
concebimos los resultados electorales como decisiones individuales que guardan una serie
de referentes que los individuos encuentran en su entorno social. Al asumir el enfoque
sociológico, coincidimos con la idea de que el voto es una cuestión de identidad y no sólo
de elección.
La sociedad es el contexto en el que crecemos y éste nos marca con una serie de valores,
creencias y actitudes que incluyen las del ámbito político. Porque pertenecemos de manera
consciente o inconsciente a diferentes grupos sociales: de edad, de género, de educación,
de ocupación, lo que nos ubica en ciertas categorías. Al pertenecer a estos grupos o
categorías, experimentamos ciertos eventos e interacciones con otros individuos que son
comunes a las mismas. Por ello, las actitudes que se mencionan arriba se desarrollan de
manera similar, y por ello, cada grupo de individuos manifestará actitudes similares en
cuestiones que los hacen diferentes de otros grupos.
La cartografía electoral desde la cual se proyectó el estudio se circunscribe a Lima
Metropolitana, y está basada en la representación de datos electorales desagregados a
nivel distrital. Este trabajo se basa en una exploración cartográfica de los porcentajes de
voto a nivel distrital obtenidos por las principales fuerzas políticas en las elecciones
presidenciales celebradas desde el año 2001 hasta el año 2011, en ese lapso de tiempo,
no ha habido modificaciones en las delimitaciones territoriales de Lima Metropolitana y
Callao, siendo los municipios objeto de la representación cartográfica un total de 43
distritos en la Provincia de Lima y 6 en la Provincia Constitucional del Callao.
DISEÑO DE INVESTIGACION
La Tabla 1 resume el diseño de investigación. El período que abarca es de 2001 a 2011,
incluye las tres elecciones presidenciales de la última década. La ocurrencia de un cambio
en la base electoral de las principales fuerzas políticas es la evidencia que condujo a la
propuesta del estudio, por ello, se hará un análisis estadístico, apoyándose en un enfoque
ecológico y la geografía electoral.
TABLA N 01
Estrategia de Investigación
Evidencia
Análisis Estadístico, Análisis Ecológico, Geografía
Electoral
Cambios electorales de principales fuerzas políticas
Unidades de análisis
Distritos de Lima Metropolitana (espacial)
Elecciones presidenciales 2001, 2006 y 2011(temporal)
Alcance temporal
2001 – 2011 (3 elecciones presidenciales)
Población
electores que sufragaron en los 43 distritos de la
provincia de Lima y 6 del Callao
Porcentaje de votación de fuerzas políticas que hayan
obtenido mas del 15% de los votos válidos en por lo
menos uno de los procesos electorales de estudio y cuyo
líder haya postulado a la presidencia en mas de una
oportunidad en el periodo de estudio
Observación
DISTRITOS DE LIMA METROPOLITANA
El Distrito ha sido considerado como unidad de análisis, a partir del cual desarrollar el
estudio de los contextos sociales cotidianos, y, por tanto, el comportamiento político. Los
distritos, como escala más reducida en la que se puedan disponer y trabajar con datos
electorales, serían la unidad espacial desde la que abordar las heterogeneidades de esas
percepciones, donde se vive, se exponen, se inserta y se encuentran con el espacio de la
vida cotidiana. Esto nos ha posibilitado un conocimiento más general que localizaremos y
cartografiaremos. Por tanto, el municipio es la unidad más pequeña de análisis impuesta
por la naturaleza de los datos, y a la que se va aplicar el marco teórico y metodológico de
esta investigación.
Para fines estadísticos las cifras oficiales consideran que Lima Metropolitana es el
conglomerado urbano conformado por los distritos de la provincia de Lima (43 distritos en
total) en el departamento del mismo nombre y los seis distritos de la Provincia
Constitucional del Callao. De acuerdo con el Censo realizado el año 2007, Lima
Metropolitana tenía 8,472,935 habitantes, es decir, el 30.9% de la población total del Perú.
Comparada con el censo de 1993, su población aumento 34% lo que arroja una tasa
promedio anual de 2.1%. la ciudad es la quinta mas poblada de América Latina y una de
las 30 áreas mas importantes mas grandes del mundo.
Los 10 distritos mas poblados del país forman parte del cono urbano de Lima: San Juan de
Lurigancho (898,443 habitantes), San Martín de Porres (579,561 habitantes) Comas
(486,977 habitantes) Ate (478,278 habitantes) Callao (415,888 habitantes) Villa el Salvador
(381,790 habitantes) Villa María del Triunfo (378,470 habitantes) San Juan de Miraflores
(362,643 habitantes). Curiosamente el distrito menos poblado del país también esta en
Lima: el balneario de Santa María del Mar, con 133 residentes permanentes
Distritos de Lima y Callao
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
0.21 - 1.00
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
5.39 - 8.87
Fuente: Elaboración Propia
A nivel espacial, la tasa de crecimiento intercensal indica que las zonas de Lima Este y
Lima Norte fueron las zonas de mayor crecimiento en las décadas de los años 70´s y 80´s
respectivamente. Según las estadísticas de los últimos 5 años, se estima que Lima y Callao
incorporan anualmente aproximadamente 137,000 nuevos habitantes, por crecimiento
vegetativo y migración.
Para fines de esta investigación y mejor comprensión del análisis espacial se ha dividido
Lima Metropolitana en 6 zonas de estudio, las cuales se muestran en el siguiente mapa:
LIMA NORTE
CALLAO
LIMA ANTIGUA
LIMA ESTE
LIMA MODERNA
Zonas de Lima Metropolitana
% Pobreza
0.10 - 2.30
LIMA SUR
2.31 - 8.50
8.51 - 16.50
16.51 - 24.80
24.81 - 35.60
Fuente: Elaboración Propia
ELECCIONES PRESIDENCIALES 2001 – 2011 Y FUERZAS POLITICAS
La realización de estudios sobre el apoyo electoral a una alternativa partidaria está
supeditada a la celebración de elecciones democráticas y competitivas, lo cual no se
producía en el Perú después del autogolpe de 1992. Sin embargo, a partir del año 2001
con el retorno de la Democracia se celebraron elecciones justas, por ello, el marco
temporal de este estudio analizara las elecciones presidenciales del periodo 2001, 2006 y
2011.
Los candidatos incluidos en la investigación se muestran en la Tabla 2, que
También muestra el porcentaje de votos válidos que cada uno recibió en las elecciones que
han asistido.
TABLA N 02
Turno
1ra
Vuelta
TOTAL
2001
2006
2011
Candidato
%P
Candidato
%P
Candidato
%P
PP (A. Toledo)
APRA (A. Garcia)
UN (L. Flores)
-----------
32.811
22.367
29.002
---------
----------------APRA (A. Garcia)
UN (L. Flores)
UPP (O. Humala)
22.060
34.948
23.106
PP (A. Toledo)
APRA
APGC (PPK)
GANA PERU (O. Humala)
15.844
-----28.185
20.562
84.180
80.114
Este estudio trabaja los resultados electorales obtenidos por las fuerzas políticas que
obtuvieron mas del 15 % de votos válidos en por lo menos uno de los procesos electorales
de estudio y cuyo líder haya postulado a la presidencia en mas de una oportunidad en el
periodo de estudio. En ese sentido, parte de la cartografía electoral que presentamos es en
la que se representa la evolución, ya sea positiva o negativa, de los porcentajes de voto de
estas fuerzas políticas. Esto es fundamental para explicar los cambios electorales que se
presentan, ya que, independientemente de los electores convocados y que hayan
concurrido al proceso electoral, presenta el peso que tiene esa opción en relación con la
población activa, en términos de participación electoral.
El porcentaje de votos obtenidos por cada fuerza electoral refleja el apoyo obtenido en las
urnas en determinado espacio geográfico, en el caso de esta investigación es en el distrito.
Por ello, para la elaboración de la Base de Datos se tuvo especial cuidado con el
tratamiento de los resultados electorales de un periodo a otro, ya que algunas fuerzas
políticas hicieron alianzas estratégicas para presentar sus fórmulas presidenciales o
congresales como fue el caso del Partido Popular Cristiano quien en las elecciones del
2011 integro la “Alianza para el Gran Cambio” pero en elecciones anteriores se presentó
bajo la “Alianza de Unidad Nacional”. Al respecto, se decidió conservar los datos tal y como
se dieron, ya que en esta investigación se dará prioridad a los candidatos por encima de la
agrupación o fuerza política que representan, así tenemos candidatos como Ollanta
Humala que en el año 2006 postula por Unión por el Perú y en el 2011 postula por el
“Partido Nacionalista”;.
En consecuencia, la base de datos electoral de esta investigación incluye la siguiente
información:
Resultados electorales presidenciales del año 2001
o Perú Posible (PP)
o APRA
o Unidad Nacional (UN)
o Total de la votación
o Porcentaje de participación
 Resultados electorales presidenciales del año 2006
o Perú Posible (PP)
o APRA
o Unidad Nacional (UN)
o Unión por el Perú (UPP)
o Total de la votación
o Porcentaje de participación
64.591
 Resultados electorales presidenciales del año 2011
o Perú Posible (PP)
o APRA
o Alianza por el Gran Cambio (APGC)
o Gana Perú
o Total de la votación
o Porcentaje de participación
CARTOGRAFIA ELECTORAL
Los datos estadísticos colectados y disponibles para los investigadores, los profesionales,
los estudiantes, son siempre más numerosos. Sin explotación apropiada, estos no tienen
ningún interés. La cartografía es una de las técnicas que permite valorar y analizar estos
datos, cuando se trata de datos espacializados. Esta opción técnica fue a menudo
reservada solo a cartógrafos o geógrafos, pero todas las profesiones que tienen como
objeto de trabajo el territorio tendrían que poder utilizarla. Efectivamente, la cartografía no
solo permite ilustrar un propósito, sino que debe ser capaz también de hacer resaltar un
análisis nuevo. El mapa alumbra lógicas de organización de los territorios que no se
pueden ver con otras herramientas estadísticas.
Según el resultado esperado, existen diferentes soluciones técnicas. En todos los casos,
las mismas reglas de cartografía serán aplicadas. Lo único que cambia es el software.
Existen diferentes softwares informáticos que permiten tratar datos más o menos
complejos. Los mapas los más sencillos están construidos con softwares de Dibujo
Ayudado por Ordenador (DAO). Eficaces cuando se trata de representar datos cualitativos,
o de trabajar con datos cuantitativos pero sobre espacios pequeños, esta técnica puede ser
utilizada de manera puntual, pero está menos eficaz para realizar un gran número de
mapas. En América Latina, muchos mapas son realizados con este tipo de softwares, como
son los de dibujo técnico (Autokad). El principal inconveniente de estas herramientas es
que no permiten agregar datos a los objetos geográficos. Además, no es posible hacer
tratamientos estadísticos de la información, así que ofrece menos posibilidades de analizar
el espacio.
Los Sistemas de Información Geográfica (SIG o GIS) permiten obtener resultados muy
precisos y cartografiar un gran número de informaciones. Los datos espacializados pueden
ser manejados de manera dinámica y ofrecen una herramienta muy importante de ayuda a
la decisión. El gran interés de este tipo de softwares es de georreferenciar los datos, es
decir ubicarles de manera muy precisa, con coordenadas en longitud y latitud. Estos
softwares permiten a profesionales capacitados manejar parámetros muy precisos en el
espacio y en el tiempo. Por la precisión de los SIG, la colecta de datos y la construcción del
fondo de mapa donde se ubican los datos son a menudo largas y laboriosas.
Por otra parte, la mayoría de los mapas que utilizan los estudiantes, los profesores, los
profesionales, no necesitan una ubicación tan precisa y un manejo tan agudo. Así que
existen algunos softwares para responder a esta necesidad. Son softwares de Cartografía
automática o Cartografía Ayudada por Ordenador (CAO), que pueden ser calificados de
intermediarios. Entre otros, es el caso de ArcGis. Este software permite trabajar con una
base de datos para realizar mapas temáticos. Ofrece la posibilidad de cartografiar datos de
manera sencilla y lúdica. Por eso, es necesario hacer un trabajo de preparación del fondo
de mapa (con un software de dibujo) y de la base de datos (con una hoja de cálculo ).
EXPLORACION CARTOGRAFICA DE VOTOS OBTENIDOS POR EL PARTIDO PERU
POSIBLE (PP) EN LIMA METROPOLITANA (ELECCIONES GENERALES 2001 Y 2011)
Perú Posible ha participado en 3 elecciones generales a lo largo de su historia, siendo su
único candidato presidencial Alejandro Toledo (elección general 1995 con País Posible,
2000, 2001 y 2011), habiendo conseguido la Presidencia de la República en el año 2001
Al explorar cartográficamente los votos obtenidos por PP en Lima Metropolitana podemos
observar que su apoyo electoral es mas contundente en Lima Norte y Lima Antigua. Siendo
Lima Sur la zona donde su apoyo electoral se ha visto más afectado, presentando una
disminución considerable entre un periodo electoral y otro.
La siguiente exploración de los votos obtenidos por PP en las zonas que conforman Lima
Metropolitana pretende observar aquellos espacios geográficos donde el apoyo popular fue
o no considerable a PP y relacionarlos con datos de pobreza elaborados por el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el porcentaje de población electoral que
aporta cada distrito (elaborado con datos del RENIEC) que conforman las distintas zonas
geográficas.
% de VotosValidos
% de VotosValidos
PERU
POSIBLE 2001
Distritos de
Lima Norte
PERU
POSIBLE 2011
23.43 - 24.00
10.98 - 12.00
24.01 - 28.00
12.01 - 14.00
28.01 - 32.00
14.01 - 16.00
32.01 - 36.00
16.01 - 18.00
36.01 – 40.13
18.01 – 20.94
Ancon
Ancon
Carabayllo
Santa Rosa
Carabayllo
Santa Rosa
% de Población Electoral
% DE POBREZA (Extrema)
0.02 - 0.20
Puente Piedra
Puente Piedra
0.21 - 1.0
Comas
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Comas
1.01 - 2.96
Los Olivos
San Martin
de Porres
0.1 - 0.8
2.97 - 5.36
Independencia
Los Olivos
San Martin
de Porres
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
Independencia
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
5.37 - 8.87
Distritos de
Lima Norte
# Votos
PP
2001
% Votos
Validos
PP 2001
# Votos
PP 2011
% Votos
Validos
PP 2011
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos
UN 2001
Ancon
Carabaillo
Comas
Independen
cia
Los Olivos
Puente
Piedra
San Martín
de Porres
Santa Rosa
TOTAL
3,434
20,586
72,905
31.545 %
34.589 %
33.949 %
2,503
15,204
45,059
13.670 %
14.152 %
15.384 %
3,367
12,911
52,889
30.930 %
21.693 %
24.629 %
35,180
50,020
35.818 %
40.130 %
19,921
38,878
16.471 %
19.159 %
21,642
31,255
20,587
36.626 %
20,207
17.232 %
13,530
24.071 %
89,768
460
292,940
36.575 %
26.391 %
36.103 %
60,408
755
202,935
17.721 %
12.847 %
16.820 %
61,465
567
197,626
25.043 %
32.530 %
24.356 %
# Votos
APGC
2011
2,855
17,843
57,063
% Votos
Validos
APGC
2011
15.593 %
16.608 %
19.482 %
22.034 %
21,588
17.849 %
25.075 %
53,751
26.489 %
15,441
13.168 %
86,336
1,074
255,951
25.327 %
18.275 %
21.214 %
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2011
%
Pobre
za
0.27%
1.48%
5.37%
0.34%
1.98%
5.39%
19,6%
26,3%
22,3%
%
Pobr
eza
Extr
ema
(0,8)
(1,5)
(1,1)
2.46%
3.01%
2.25%
3.69%
21,3%
13,4%
(0,8)
(0,6)
1.41%
2.19%
35,6%
(2,7)
6.16%
0.04%
20.21%
6.30%
0.11%
22.25%
10,9%
12,0%
(0,3)
(0,4)
Una constante tanto en Lima Norte como en otras zonas de Lima es el debilitamiento del apoyo
electoral de Perú Posible entre el proceso electoral del año 2001 y 2011. Así tenemos que en
Lima Norte distritos que mantuvieron un apoyo electoral por encima del 30 % en el año 2001 no
lograron superar el 20 % de apoyo electoral en el año 2011. Cabe destacar que Perú Posible
logro un mayor porcentaje de votos en los distritos de Lima Norte que los alcanzados por
Unidad Nacional en el 2001, mientras que UN logro superar a PP en 2011 a excepción del
distrito de Puente Piedra.
Distritos de
Lima Este
% de Población Electoral
San Juan de Lurigancho
0.02 - 0.20
% de VotosValidos
Lurigancho
PERU
POSIBLE 2001
0.21 - 1.0
1.01 - 2.96
23.43 - 24.00
24.01 - 28.00
Chaclacayo
Ate
El Agustino
28.01 - 32.00
2.97 - 5.38
Santa
Anita
32.01 - 36.00
5.39 - 8.87
Cienguilla
36.01 – 40.13
% de VotosValidos
San Juan de Lurigancho
PERU
POSIBLE 2011
% DE POBREZA (Extrema)
Lurigancho
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
10.98 - 12.00
12.01 - 14.00
Chaclacayo
14.01 - 16.00
16.01 - 18.00
El Agustino
Santa
Anita
Ate
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
18.01 – 20.94
Cienguilla
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos de
Lima Este
# Votos
PP 2001
% Votos
Validos
PP 2001
# Votos
PP 2011
% Votos
Validos
PP 2011
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos
UN 2001
Ate
Cieneguilla
Chaclacayo
El Agustino
Lurigancho
S.J.L.
48,034
1,583
7,218
26,649
16,596
32.572 %
30.061 %
29.672 %
31.833 %
34.571 %
33,501
1,408
4,048
13,648
12,246
13.043 %
12.685 %
14.207 %
12.706 %
16.091 %
40,107
1,835
7,553
21,246
12,335
27.197 %
34.846 %
31.049 %
25.379 %
25.695 %
49,247
2,422
7,659
17,813
15,227
19.174 %
21.820 %
26.881 %
16.583 %
20.007 %
3.65%
0.13%
0.64%
2.17%
1.24%
4.80%
0.20%
0.54%
2.02%
1.43%
18,9
24,8
10,1
22,1
24,4
%
Pobr
eza
Extre
ma
(0,7)
(1,2)
(0,3)
(1,0)
(1,3)
103,844
25,359
229,283
35.841 %
35.280 %
34.201 %
68,441
19,136
152,428
14.319 %
15.291 %
14.073 %
72,174
17,969
173,219
24.911 %
24.999 %
25.838 %
83,615
26,412
202,395
17.494 %
21.105 %
18.687 %
7.13%
1.75%
16.72%
8.87%
2.28%
20.13%
27,0
12,0
(1,5)
(0,3)
Santa Anita
TOTAL
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2011
%
Pob
reza
En Lima Este el apoyo electoral a Perú Posible en las elecciones presidenciales 2001 fluctuó
entre el 30 – 35 % superando en más de 5 % los votos conseguidos por UN en aquellos distritos
cuyo margen de pobreza es significativo (El Agustino, San Juan de Lurigancho, Santa Anita,
Lurigancho) Sin embargo, en las elecciones presidenciales de 2011 el apoyo electoral a PP se
redujo en más del 50 % en todos los distritos que conforman Lima Este.
Distritos de
Lima Sur
% de VotosValidos
% de VotosValidos
PERU
POSIBLE 2001
PERU
POSIBLE 2011
23.43 - 24.00
10.98 - 12.00
24.01 - 28.00
12.01 - 14.00
28.01 - 32.00
14.01 - 16.00
32.01 - 36.00
16.01 - 18.00
36.01 – 40.13
San Juan de
Miraflores
Villa Maria
del Triunfo
18.01 – 20.94
San Juan de
Miraflores
Pachacamac
Villa Maria
del Triunfo
Chorrillos
Pachacamac
Villa El
Salvador
Chorrillos
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
Punta
Hermosa
Lurin
% DE POBREZA (Extrema)
0.1 - 0.8
Villa El
Salvador
Punta
Hermosa
Lurin
% de Población Electoral
Punta
Negra
0.02 - 0.20
San
Bartolo
(0.2 - 0.6)
0.21 - 1.0
San
Bartolo
1.01 - 2.96
Santa Maria
del Mar
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
Punta
Negra
Santa Maria
del Mar
2.97 - 5.38
Pucusana
Pucusana
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos de
Lima Sur
Chorrillos
Lurin
Pachacamac
Pucusana
Punta
Hermosa
Punta Negra
San Bartolo
San Juan de
Miraflores
Santa Maria
del Mar
Villa El
Salvador
Villa Maria
del Triunfo
TOTAL
# Votos
PP 2001
% Votos
Validos
PP 2001
5.39 - 8.87
# Votos
PP 2011
% Votos
Validos
PP 2011
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos
UN 2001
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
% Pob.
Elect
2001
49,272
6,214
4,599
973
30.195 %
17.904 %
14.353 %
17.167 %
2.78%
0.46%
0.30%
0.09%
3.01%
0.62%
0.59%
0.10%
17,2
30,2
32,9
26,7
%
Pobr
eza
Extr
ema
(0,9)
(2,5)
(2,4)
(1,6)
1,352
37.723 %
1,140
1,170
31.012 %
33.496 %
0.09%
0.06%
0.06%
0.07%
0.07%
0.06%
7,4
9,5
9,7
(0,3)
(0,3)
(0,3)
3.99%
4.22%
19,7
(0,7)
0.02%
0.02%
4,0
(0,0)
3.20%
3.86%
25,9
(1,3)
3.57%
14.61%
3.85%
16.47%
21,1
(0,8)
34,016
5,225
3,241
881
30.264 %
27.488 %
26.930 %
23.431 %
25,793
4,350
3,519
758
15.807 %
12.533 %
10.982 %
13.373 %
35,725
5,403
3,756
1,199
31.785 %
28.425 %
31.209 %
31.888 %
972
680
754
25.293 %
26.563 %
33.114 %
549
543
545
15.318 %
14.771 %
15.603 %
1,581
903
748
41.140 %
35.273 %
32.850 %
51,723
32.361 %
31,308
13.784 %
43,438
27.178 %
51,302
22.587 %
176
25.544 %
137
12.732 %
392
56.894 %
554
51.487 %
26.647 %
35,859
16.896 %
28.688 %
41,065
19.756 %
28.640 %
193,500
21.629 %
36,728
28.172 %
24,018
11.317 %
34,739
40,668
175,064
28.298%
29.648 %
25,450
116,970
12.244 %
13.074 %
41,229
169,113
% Pob.
Elect
2011
%
Pob
reza
Al igual que en Lima Este y Lima Norte, el apoyo electoral a PP en Lima Sur supero el 25 % de
los votos válidos en las elecciones presidenciales 2001, pero sufrió una grave pérdida electoral en
el 2011. Su mejor apoyo electoral se encuentra en San Juan de Miraflores, distrito que representa
el 4 % de la población electoral de Lima Metropolitana. Al compararlo con los votos obtenidos por
UN se aprecia el apoyo mayoritario hacia UN especialmente, en los distritos balnearios, mientras
que en las zonas populosas el margen de diferencia es estrecho.
Distritos de
El Callao
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
Ventanilla
0.21 - 1.0
Ventanilla
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
% de VotosValidos
% de VotosValidos
PERU
POSIBLE 2001
PERU
POSIBLE 2011
23.43 - 24.00
10.98 - 12.00
24.01 - 28.00
12.01 - 14.00
28.01 - 32.00
14.01 - 16.00
32.01 - 36.00
36.01 – 40.13
Bellavista
Callao
Carmen de
Legua Reynoso
La Perla
La Punta
Ventanilla
TOTAL
15,440
64,807
9,227
10,808
1,677
15,355
117,314
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Callao
18.01 – 20.94
Carmen de la Legua
Carmen de la Legua
Bellavista
Bellavista
La Perla
# Votos
PP 2001
% DE POBREZA (Extrema)
16.01 - 18.00
Callao
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
La Perla
La Punta
Distritos de
El Callao
5.39 - 8.87
La Punta
% Votos
Validos
PP 2001
# Votos
PP
2011
% Votos
Validos
PP 2011
#
Votos
UN
2001
% Votos
Validos
UN 2001
30.150 %
32.063 %
9,889
42,886
18.265 %
17.047 %
14,100
41,920
27.533 %
20.740 %
33.457 %
30.269 %
26.016 %
31.229 %
31.516 %
5,013
8,074
989
19,179
86,030
16.161 %
18.442 %
16.320 %
14.324 %
16.530 %
6,428
9,193
2,820
11,783
86,244
23.308 %
25.746 %
43.748 %
23.964 %
23.169 %
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
%
Pob.
Elect
2001
%
Pob.
Elect
2011
%
Pob
reza
23,026
71,743
42.528 %
28.518 %
1.33%
5.21%
1.01%
4.77%
4,9
13,2
%
Pobr
eza
Extre
ma
(0,1)
(0,4)
8,203
18,925
3,706
23,287
148,890
26.445 %
43.227 %
61.155 %
17.393 %
28.607 %
0.70%
0.91%
0.17%
1.22%
9.54%
0.57%
0.81%
0.11%
2.52%
9.79%
11,4
4,1
0,1
23,6
(0,3)
(0,1)
(0,0)
(1,1)
En el Callao PP supero el 30 % de votos obtenidos en las elecciones presidenciales de 2001 con
excepción del distrito de La Punta. A diferencia de UN, Perú Posible no logro superar su apoyo
electoral en 2001, al contrario su apoyo electoral decreció en un 50 % siendo el distrito de la
Punta la única excepción.
Distritos de
LimaAntigua
% de Población Electoral
% de VotosValidos
0.02 - 0.20
PERU
POSIBLE 2001
0.21 - 1.0
Rimac
23.43 - 24.00
1.01 - 2.96
Cercado de Lima
24.01 - 28.00
2.97 - 5.38
28.01 - 32.00
Breña
La Victoria
32.01 - 36.00
36.01 – 40.13
5.39 - 8.87
San Luis
% DE POBREZA (Extrema)
% de VotosValidos
PERU
POSIBLE 2011
Rimac
10.98 - 12.00
12.01 - 14.00
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Cercado de Lima
14.01 - 16.00
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
16.01 - 18.00
Breña
La Victoria
18.01 – 20.94
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
San Luis
Distritos
de Lima
Antigua
Breña
Cercado
La
Victoria
Rimac
San Luís
TOTAL
# Votos
PP 2001
% Votos
Validos
PP 2001
# Votos
PP 2011
% Votos
Validos
PP 2011
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos
UN 2001
22,156
62,525
27.996 %
25.596 %
29,119
70,752
37.087 %
30.437 %
44,233
28.375 %
43,147
27.985 %
33,745
12,611
175,270
26.859 %
30.114 %
27.097 %
33,790
15,001
191,809
26.338 %
33.327 %
30.043 %
26,537
85,976
33.531 %
35.196 %
15,157
41,895
19.305 %
18.023 %
49,335
42,296
14,489
218,633
31.648 %
33.666 %
34.599 %
33.801 %
24,379
19,918
7,958
109,307
15.812 %
15.525 %
17.680 %
17.121 %
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2011
%
Pob
reza
2.04%
6.48%
1.45%
4.44%
8,5
12,3
%
Pobr
eza
Extr
ema
(0,3)
(0,5)
4.14%
3.24%
1.05%
16.95%
2.97%
2.40%
0.82%
12.09%
14,9
16,5
7,1
(0,6)
(0,7)
(0,2)
Al igual que en el Callao, PP logro superar el 30 % de apoyo electoral en los distritos que
conforman Lima Antigua, sin poder superar el 20% de votos obtenidos 10 años después en las
elecciones presidenciales del 2011, sin embargo al comparar los resultados con UN observamos
que en el año 2001 la competencia entre ambas Fuerzas Políticas fue bastante pareja.
Distritos de
LimaModerna
% de VotosValidos
PERU
POSIBLE 2001
Pueblo
Libre
Jesús
Maria
% de Población Electoral
San Miguel
Lince
0.02 - 0.20
La Molina
23.43 - 24.00
Magdalena San Isidro San Borja
del Mar
Surquillo
Miraflores
24.01 - 28.00
28.01 - 32.00
0.21 - 1.0
1.01 - 2.96
Santiago
de Surco
32.01 - 36.00
2.97 - 5.38
Barranco
36.01 – 40.13
5.39 - 8.87
Pueblo
Libre
San Miguel
% de VotosValidos
Jesús
Maria
% DE POBREZA (Extrema)
Lince
PERU
POSIBLE 2011
La Molina
Magdalena San Isidro San Borja
del Mar
Surquillo
Miraflores
10.98 - 12.00
12.01 - 14.00
Santiago
de Surco
14.01 - 16.00
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
Barranco
16.01 - 18.00
0.1 - 0.8
18.01 – 20.94
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos
de Lima
Moderna
Barranco
Jesús
Maria
La Molina
Lince
Magdalen
a del Mar
Miraflores
Pueblo
Libre
San Borja
San Isidro
San
Miguel
Santiago
de Surco
Surquillo
TOTAL
# Votos
PP 2001
% Votos
Validos
PP 2001
# Votos
PP
2011
% Votos
Validos
PP 2011
# Votos
UN 2001
11,372
28.018 %
6,447
17.553 %
14,406
22,081
19,518
21,005
33.988 %
31.069 %
32.961 %
16,434
19,182
12,358
20.941 %
17.657 %
19.687 %
22,651
27,338
21,507
13,890
23,046
31.544 %
26.091 %
9,078
15,635
19.366 %
16.632 %
23,155
25,226
13,227
33.209 %
31.611 %
24.414 %
14,985
16,198
8,495
26,692
32.616 %
43,078
20,474
262,764
29.539 %
32.628 %
30.604 %
% Votos
Validos
UN 2001
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
1.04%
0.68%
5,3
%
Pobr
eza
Extre
ma
(0,2)
51.537 %
44.403 %
1.71%
1.52%
1.67%
1.46%
1.99%
1.17%
1,7
0,7
4,0
(0,0)
(0,0)
(0,1)
48.333 %
57.896 %
1.16%
2.37%
0.87%
1.81%
2,3
0,8
(0,0)
(0,0)
1.80%
1.98%
1.43%
1.37%
1.72%
1.07%
2,0
0,8
0,6
(0,1)
(0,0)
(0,0)
2.07%
1.8%
2,3
(0,1)
3.61%
1.60%
21.96%
4.02%
1.33%
19.28%
3,3
5,2
(0,2)
(0,2)
35.493 %
16,502
44.929 %
34.865 %
36,677
46.736 %
43.517 %
33.749 %
55,987
27,873
15,485
43,153
35.166 %
48.854 %
22,656
54,424
20.288 %
17.233 %
15.167 %
25,626
34,743
29,327
36.752 %
36,367
49.237 %
43.537 %
54.131 %
53,539
34,459
56.959 %
61.524 %
18,153
18.771 %
28,560
34.899 %
47,290
48.899 %
35,096
12,525
184,586
16.227 %
17.531 %
17.821 %
61,717
19,562
344,075
42.320 %
31.175 %
40.074 %
109,219
28,502
523,495
50.498 %
39.894 %
50.540 %
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2011
%
Pob
reza
En las elecciones presidenciales del año 2001 los votos obtenidos por PP en la zona de
Lima Moderna fluctuó alrededor del 30 % de votos obtenidos, sin embargo en el mapa se
puede observar que los distritos de Miraflores y San Isidro alcanzaron un promedio de 25%
de apoyo electoral de la población. Igualmente en el 2001 los distritos de Miraflores y San
Isidro junto con Santiago de Surco fueron los que menor apoyo dieron a PP.
EXPLORACION CARTOGRAFICA DE VOTOS OBTENIDOS POR EL PARTIDO
NACIONALISTA (PNP) EN LIMA METROPOLITANA (ELECCIONES GENERALES 2001
Y 2006)
El Partido Nacionalista Peruano solo ha participado en una elección general en su corta
historia, siendo su candidato presidencial Ollanta Humala Tasso, habiendo conseguido la
Presidencia de la República en el año 2011, sin embargo Ollanta Humala también participo
en las elecciones Generales de 2006 como candidato presidencial invitado por UPP.
Al explorar cartográficamente los votos obtenidos por el PNP en Lima Metropolitana
podemos observar que su apoyo electoral es más contundente en las zonas periféricas de
la capital, en especial en Lima Este. Siendo Lima Moderna la zona donde su apoyo
electoral se ha visto más afectad.
La siguiente exploración de los votos obtenidos por PP en las zonas que conforman Lima
Metropolitana pretende observar aquellos espacios geográficos donde el apoyo popular fue
o no considerable al PNP y relacionarlos con datos de pobreza elaborados por el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el porcentaje de población electoral que
aporta cada distrito (elaborado con datos del RENIEC) que conforman las distintas zonas
geográficas.
Distritos de
Lima Norte
% de Votos Validos
% de Votos Validos
UPP 2006
PNP 2011
7.19 - 15.00
5.51 - 15.00
15.01 - 19.00
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
23.01 - 27.00
27.01 – 32.34
27.01 – 29.31
Ancon
Ancon
Carabayllo
Carabayllo
Santa Rosa
Santa Rosa
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
Puente Piedra
Comas
Los Olivos
San Martin
de Porres
Independencia
% DE POBREZA (Extrema)
Puente Piedra
Comas
0.21 - 1.0
1.01 - 2.96
2.97 - 5.36
5.37 - 8.87
Los Olivos
San Martin
de Porres
Independencia
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos
de Lima
Norte
Ancon
Carabaill
o
Comas
Indepen
dencia
Los
Olivos
Puente
Piedra
S.M.P.
Santa
Rosa
TOTAL
# Votos
UPP
2006
% Votos
Validos
UPP 2006
# Votos
GP
2011
% Votos
Validos
GP 2011
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos
UN 2006
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
3,631
26.540 %
4,193
22.900 %
4,018
29.369 %
2,855
15.593 %
25,400
72,995
31.930 %
28.853 %
31,495
74,251
29.315 %
25.350 %
17,618
22.147 %
17,843
16.608 %
65,476
25.881 %
57,063
19.482 %
31,559
29.677 %
30,300
25.052 %
25,979
24.430 %
21,588
17.849 %
41,186
24.688 %
40,579
19.997 %
56,349
33.778 %
53,751
26.489 %
19,302
22.979 %
15,441
13.168 %
86,336
25.327 %
26,878
31.999 %
31,827
27.141 %
69,163
23.793 %
69,308
20.332 %
92,015
31.654 %
876
271,688
25.971 %
27.238 %
1,545
283,498
26.289 %
23.497 %
1,074
31.841 %
1,074
18.275 %
281,831
28.255 %
255,951
21.214 %
% Pob.
Elect
2006
% Pob.
Elect
2011
%
Pobrez
a
0.30%
0.34%
19,6%
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,8)
1.73%
5.51%
1.98%
5.39%
26,3%
22,3%
(1,5)
(1,1)
2.36%
2.25%
21,3%
(0,8)
3.58%
3.69%
13,4%
(0,6)
1.87%
2.19%
35,6%
(2,7)
6.39%
6.30%
10,9%
(0,3)
0.07%
21.88%
0.11%
22.25%
12,0%
(0,4)
En ambas elecciones en las que participo Ollanta Humala, supero el 25% de votos en los
distritos que conforman Lima Norte con excepción de los distritos de Los Olivos y San Martin
de Porres, distritos que cabe resaltar presentan un % de pobreza entre el 11-13 % a diferencia
de otros distritos que presentan un % de pobreza superior al 20 %
Distritos de
Lima Este
% de Población Electoral
% de VotosValidos
0.02 - 0.20
UPP 2006
San Juan de Lurigancho
Lurigancho
0.21 - 1.0
7.19 - 15.00
Chaclacayo
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
El Agustino
23.01 - 27.00
Santa
Anita
2.97 - 5.38
Ate
Cienguilla
27.01 – 32.34
1.01 - 2.96
5.39 - 8.87
% de VotosValidos
% DE POBREZA (Extrema)
PNP 2011
San Juan de Lurigancho
5.51 - 15.00
19.01 - 23.00
El Agustino
27.01 – 29.31
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Chaclacayo
15.01 - 19.00
23.01 - 27.00
0.1 - 0.8
Lurigancho
Santa
Anita
Ate
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
Cienguilla
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos de
Lima Este
# Votos
UPP
2006
% Votos
Validos
UPP 2006
# Votos
GP
2011
Ate
Cieneguilla
Chaclacay
o
El Agustino
Lurigancho
San Juan
de
Lurigancho
Santa
Anita
TOTAL
61,426
1,914
31.030 %
28.272 %
69,855
2,423
6,329
28,808
16,550
24.248 %
31.075 %
27.719 %
116,505
30.804 %
31,430
262,962
32.341 %
30.626 %
% Votos
Validos
GP 2011
# Votos
UN
2006
% Votos
Validos
UN 2006
27.197 %
21.829 %
50,238
2,342
25.379 %
34.594 %
5,936
29,540
19,903
20.834 %
27.500 %
26.151 %
9,167
35.121 %
7,659
26.881 %
22,643
15,955
24.425 %
26.722 %
17,813
15,227
16.583 %
20.007 %
130,776
27.360 %
91,150
24.100 %
83,615
17.494 %
26,221
26.981 %
26,412
21.105 %
217,716
25.356 %
202,395
18.687 %
33,130
291,563
26.473 %
26.920 %
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
49,247
2,422
19.174 %
21.820 %
% Pob.
Elect
2006
% Pob.
Elect
2011
%
Pob
reza
4.33%
0.15%
4.80%
0.20%
18,9
24,8
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,7)
(1,2)
0.59%
2.06%
1.34%
0.54%
2.02%
1.43%
10,1
22,1
24,4
(0,3)
(1,0)
(1,3)
8.37%
8.87%
27,0
(1,5)
2.08%
18.91%
2.28%
20.13%
12,0
(0,3)
En Lima Este el PNP logro superar el 30 % de votos en distritos que presentan un alto % de
pobreza, se puede visualizar en el mapa que Chaclayo es el distrito que menor apoyo ha dado
a Ollanta Humala, aunque hay que destacar que el peso electoral de Chaclacayo junto con
Cieneguilla son los que representan menor peso electoral en lo que respecta al tamaño de la
población.
Distritos de
Lima Sur
% de VotosValidos
% de VotosValidos
UPP 2006
PNP 2011
7.19 - 15.00
5.51 - 15.00
15.01 - 19.00
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
23.01 - 27.00
27.01 – 32.34
San Juan de
Miraflores
Villa Maria
del Triunfo
Villa Maria
del Triunfo
Pachacamac
Pachacamac
Chorrillos
Chorrillos
Villa El
Salvador
Villa El
Salvador
Punta
Hermosa
Lurin
% DE POBREZA (Extrema)
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
27.01 – 29.31
San Juan de
Miraflores
Punta
Negra
San
Bartolo
(0.2 - 0.6)
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Santa Maria
del Mar
Punta
Hermosa
Lurin
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
Punta
Negra
0.21 - 1.0
San
Bartolo
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
Santa Maria
del Mar
Pucusana
Pucusana
5.39 - 8.87
Distritos de
Lima Sur
Chorrillos
Lurin
Pachacamac
Pucusana
Punta
Hermosa
Punta Negra
San Bartolo
San Juan de
Miraflores
Santa Maria
del Mar
Villa El
Salvador
Villa Maria del
Triunfo
TOTAL
# Votos
UPP
2006
% Votos
Validos
UPP
2006
# Votos
GP 2011
% Votos
Validos
GP 2011
# Votos
UN
2006
% Votos
Validos
UN 2006
31,461
5,709
5,485
764
23.133 %
22.551 %
28.605 %
16.656 %
30,594
7,211
8,089
891
18.749 %
20.776 %
25.244 %
15.720 %
50,676
7,935
5,245
1,645
37.261 %
31.344 %
27.353 %
35.862 %
49,272
6,214
4,599
973
30.195 %
17.904 %
14.353 %
17.167 %
457
500
529
13.811 %
16.584 %
19.636 %
493
566
611
13.756 %
15.397 %
17.492 %
1,675
50.620 %
1,352
37.723 %
1,219
1,228
40.431 %
45.583 %
1,140
1,170
53,459
27.594 %
54,468
23.981 %
59,543
30.734 %
131
13.061 %
97
9.015%
645
49,350
48,055
195,900
29.076 %
27.579 %
26.733 %
54,255
49,254
206,529
25.564 %
23.696 %
23.085 %
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
% Pob.
Elect
2006
% Pob.
Elect
2011
%
Pobr
eza
2.95%
0.54%
0.42%
0.10%
3.01%
0.62%
0.59%
0.10%
17,2
30,2
32,9
26,7
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,9)
(2,5)
(2,4)
(1,6)
31.012 %
33.496 %
0.08%
0.06%
0.06%
0.07%
0.07%
0.06%
7,4
9,5
9,7
(0,3)
(0,3)
(0,3)
51,302
22.587 %
4.26%
4.22%
19,7
(0,7)
64.307 %
554
51.487 %
0.02%
0.02%
4,0
(0,0)
41,968
24.726 %
35,859
16.896 %
3.66%
3.86%
25,9
(1,3)
48,552
27.864 %
41,065
19.756 %
193,500
21.629 %
3.85%
16.47%
(0,8)
30.067 %
3.83%
15.97%
21,1
220,331
Al igual que en otras zonas periféricas de Lima Metropolitana Ollanta Humala consiguió su
principal respaldo en aquellos distritos que presentan un mayor porcentaje de pobreza, mientras
que en aquellos distritos donde el % de población electoral es menor Ollanta Humala recibió un
bajo respaldo electoral en ambas elecciones presidenciales en las que se presento.
Distritos de
El Callao
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
0.21 - 1.0
Ventanilla
Ventanilla
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
% de VotosValidos
% de VotosValidos
UPP 2006
PNP 2011
5.39 - 8.87
7.19 - 15.00
5.51 - 15.00
15.01 - 19.00
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
27.01 – 32.34
% DE POBREZA (Extrema)
23.01 - 27.00
Callao
27.01 – 29.31
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Callao
Carmen de la Legua
Carmen de la Legua
Bellavista
Bellavista
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
La Punta
La Perla
La Punta
Distritos
de El
Callao
#
Votos
UPP
2006
% Votos
Validos
UPP
2006
# Votos
GP 2011
% Votos
Validos
GP 2011
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos
UN 2006
Bellavista
Callao
Carmen de
Legua Reynoso
La Perla
La Punta
Ventanilla
TOTAL
6,679
47,335
12.871 %
21.046 %
7,453
55,891
13.765 %
22.217 %
21,612
61,894
41.647 %
27.519 %
6,625
4,977
504
22,955
89,075
23.563 %
12.703 %
8.258 %
27.338 %
20.516 %
7,064
6,055
377
35,211
112,051
22.773 %
13.830 %
6.221 %
26.298 %
21.529 %
8,331
16,060
3,819
18,954
130,670
29.631 %
40.989 %
62.576 %
22.573 %
30.096 %
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
%
Pob.
Elect
2006
%
Pob.
Elect
2011
%
Pobr
eza
23,026
71,743
42.528 %
28.518 %
1.15%
4.99%
1.01%
4.77%
4,9
13,2
%
Pobr
eza
Extr
ema
(0,1)
(0,4)
8,203
18,925
3,706
23,287
148,890
26.445 %
43.227 %
61.155 %
17.393 %
28.607 %
0.61%
0.88%
0.14%
1.87%
9.64%
0.57%
0.81%
0.11%
2.52%
9.79%
11,4
4,1
0,1
23,6
(0,3)
(0,1)
(0,0)
(1,1)
La zona del Callao es la que presenta un apoyo electoral a Ollanta Humala menos uniforme
recibiendo un apoyo electoral superior al 20% en aquellos distritos que presentan un mayor
porcentaje de pobreza (Ventanilla es el distrito con mayor apoyo electoral superior al 25%)
mientras que en distritos con Pobreza inferior al 5% no logro superar el 15% de votos, siendo La
Punta el distrito con menor respaldo sin poder superar el 10 % de apoyo electoral.
Distritos de
LimaAntigua
% de VotosValidos
% de Población Electoral
UPP 2006
0.02 - 0.20
7.19 - 15.00
15.01 - 19.00
0.21 - 1.0
Rimac
Cercado de Lima
1.01 - 2.96
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
2.97 - 5.38
Breña
La Victoria
27.01 – 32.34
San Luis
5.39 - 8.87
% de VotosValidos
% DE POBREZA (Extrema)
PNP 2011
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Rimac
5.51 - 15.00
15.01 - 19.00
Cercado de Lima
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
Breña
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
La Victoria
27.01 – 29.31
San Luis
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distrito
s de
Lima
Antigua
# Votos
UPP
2006
% Votos
Validos
UPP
2006
# Votos
GP 2011
% Votos
Validos
GP 2011
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos
UN 2006
Breña
Cercad
La
Victoria
Rímac
San
Luís
TOTAL
11,048
46,232
14.731 %
20.618 %
10,324
44,241
13.149 %
19.032 %
30,885
77,960
41.181 %
34.768 %
30,564
25,229
21.195 %
20.393 %
29,005
23,652
18.813 %
18.436 %
51,026
8,725
121,798
21.293 %
20.029 %
7,442
114,664
16.534 %
17.960 %
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
% Pob.
Elect
2006
% Pob.
Elect
2011
%
Pobr
eza
29,119
70,752
37.087 %
30.437 %
1.64%
5.09%
1.45%
4.44%
8,5
12,3
%
Pobr
eza
Extre
ma
(0,3)
(0,5)
35.384 %
43,147
27.985 %
42,330
34.216 %
33,790
26.338 %
3.24%
2.74%
2.97%
2.40%
14,9
16,5
(0,6)
(0,7)
16,627
40.577 %
15,001
33.327 %
191,809
30.043 %
0.82%
12.09%
(0,2)
35.984 %
0.88%
13.58%
7,1
218,828
Lima Antigua es el distrito que presenta una mayor uniformidad en lo que respecta al apoyo
electoral obtenido en las elecciones de 2006 y 2011 con excepción del distrito de Breña que
recibió un apoyo menor en comparación con los otros distritos que conforman Lima Antigua, Al
compararlo con UN vemos que este consiguió una ventaja cómoda frente al apoyo recibido por
Ollanta Humala.
Distritos de
LimaModerna
Pueblo
Libre
% de VotosValidos
UPP 2006
Jesús
Maria
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
San Miguel
Lince
La Molina
7.19 - 15.00
15.01 - 19.00
Magdalena San Isidro San Borja
del Mar
Surquillo
Miraflores
19.01 - 23.00
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
Santiago
de Surco
23.01 - 27.00
Barranco
27.01 – 32.34
% de VotosValidos
PNP 2011
5.39 - 8.87
Pueblo
Libre
San Miguel
Jesús
Maria
% DE POBREZA (Extrema)
Lince
5.51 - 15.00
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
La Molina
Magdalena San Isidro San Borja
del Mar
Surquillo
Miraflores
23.01 - 27.00
27.01 – 29.31
0.21 - 1.0
Barranco
Santiago
de Surco
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos
de Lima
Moderna
Barranco
Jesús
Maria
La Molina
Lince
Magdalen
a del Mar
Miraflores
Pueblo
Libre
San Borja
San Isidro
San
Miguel
Santiago
de Surco
Surquillo
TOTAL
# Votos
UPP
2006
4,641
% Votos
Validos
UPP 2006
12.731 %
# Votos
GP 2011
% Votos
Validos
GP 2011
3,910
10.646 %
7,728
10,,914
6,820
11.974 %
12.806 %
12.245 %
8,057
10,028
6,366
10.267 %
9.231 %
10.141 %
5,289
7,359
12.670 %
8.640 %
4,774
6,425
10.185 %
6.835 %
7,643
8,570
3,868
11.254 %
9.850 %
7.197 %
6,734
6,836
3,087
9.117 5
7.273 %
5.512 %
10,679
11.994 %
9,763
10.095 %
24,528
10,090
108,129
13.439 %
16.255 %
11.868 %
22,349
9,415
97,744
10.333 %
13.178 %
9.437 %
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos UN
2006
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
0.80%
0.68%
5,3
%
Pobrez
a
Extrem
a
(0,2)
51.537 %
44.403 %
1.42%
1.83%
1.28%
1.46%
1.99%
1.17%
1,7
0,7
4,0
(0,0)
(0,0)
(0,1)
22,656
54,424
48.333 %
57.896 %
0.93%
1.92%
0.87%
1.81%
2,3
0,8
(0,0)
(0,0)
54.748 %
36,367
49.237 %
55,207
38,279
63.452 %
71.225 %
53,539
34,459
56.959 %
61.524 %
1.51%
1.88%
1.19%
1.37%
1.72%
1.07%
2,0
0,8
0,6
(0,1)
(0,0)
(0,0)
47,185
52.995 %
47,290
48.899 %
1.94%
1.8%
2,3
(0,1)
104,188
27,514
518,066
57.085 %
44.326 %
56.861 %
109,219
28,502
523,495
50.498 %
39.894 %
50.540 %
3.98%
1.36%
20.02%
4.02%
1.33%
19.28%
3,3
5,2
(0,2)
(0,2)
17,949
49.239 %
16,502
44.929 %
33,936
52.582 %
36,677
46.736 %
50,948
28,444
59.781 %
51.068 %
55,987
27,873
21,894
55,341
52.448 %
64.975 %
37,181
% Pob.
Elect
2006
% Pob.
Elect
2011
De todas las zonas que conforman Lima Metropolitana en este estudio, Lima Moderna es la
que presenta el cambio mas dramático en lo que respecta al apoyo electoral recibido por
Ollanta Humala al compararlas con otras zonas de Lima, siendo Surquillo el único distrito
que logro superar el 15 de votos válidos en el año 2006. Los distritos de San Borja, San
Isidro y Miraflores son los que representan menor apoyo electoral. Si comparamos los
votos obtenidos por Ollanta Humala y el PPC se puede apreciar el dramático apoyo que se
da entre una Fuerza Política y otra.
EXPLORACION CARTOGRAFICA DE VOTOS OBTENIDOS POR EL PARTIDO
APRISTA PERUANO (APRA) EN LIMA METROPOLITANA (ELECCIONES GENERALES
2001 Y 2006)
La Alianza Popular Revolucionaria Americana es el partido político en actividad mas
antiguo del Perú. ha participado en 10 elecciones generales a lo largo de su historia,
destacando sus candidatos Víctor Raúl Haya de la Torre (elección general 1931, 1962 y
1963), Armando Villanueva del Campo (elección general 1980), Luis Alva Castro (elección
general 1990), Mercedes Cabanillas (elección general 1995), Abel Salinas (elección
general 2000) Alan García Pérez (elección general 1985, 2001 y 2006) siendo este último
su principal figura contemporánea al haber conseguido la Presidencia de la República en
dos oportunidades
Al explorar cartográficamente los votos obtenidos por el APRA en Lima Metropolitana
podemos observar que su apoyo electoral es más uniforme en las zonas periféricas de la
capital. Siendo Lima Moderna la única zona donde no ha podido superar el 20 % de votos
válidos, mientras que el Callao es la única zona donde ha podido superar el 30 % de
respaldo electoral en las últimas elecciones presidenciales.
La siguiente exploración de los votos obtenidos por el APRA en las zonas que conforman
Lima Metropolitana pretende observar aquellos espacios geográficos donde el apoyo
popular fue o no considerable al APRA y relacionarlos con datos de pobreza elaborados
por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el porcentaje de población
electoral que aporta cada distrito (elaborado con datos del RENIEC) que conforman las
distintas zonas geográficas.
%
Pobr
eza
Distritos de
Lima Norte
% de Población Electoral
Ancon
% de VotosValidos
0.02 - 0.20
APRA 2001
0.21 - 1.0
Carabayllo
8.99 - 15.00
Santa Rosa
1.01 - 2.96
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
2.97 - 5.38
Puente Piedra
23.01 - 27.00
27.01 – 31.76
5.39 - 8.87
Comas
Los Olivos
San Martin
de Porres
Independencia
% DE POBREZA (Extrema)
% de VotosValidos
Ancon
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
APRA 2006
10.73 - 15.00
15.01 - 19.00
Carabayllo
Santa Rosa
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
Puente Piedra
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
27.01 – 32.87
Comas
Los Olivos
San Martin
de Porres
Distritos de
Lima Norte
Ancon
Carabaillo
Comas
Independen
cia
Los Olivos
Puente
Piedra
San Martín
de Porres
Santa Rosa
TOTAL
# Votos
APRA
2001
% Votos
Validos
APRA
2001
# Votos
APRA
2006
% Votos
Validos
APRA
2006
# Votos
UN
2001
20.949 %
24.498 %
24.400 %
3,367
12,911
52,889
2,513
16,713
53,953
23.085 %
28.082 %
25.124 %
2,866
19,488
61,729
23,914
26,079
24.347 %
20.923 %
24,920
23.434 %
36,502
21.881 %
12,753
22.689 %
18,865
22.459 %
57,471
445
193,841
23.416 %
25.531 %
23.890 %
71,803
24.701 %
764
236,937
22.650 %
23.754 %
21,642
31,255
Independencia
% Votos
Validos
UN 2001
# Votos
UN
2006
% Votos
Validos
UN 2006
30.930 %
21.693 %
24.629 %
4,018
17,618
65,476
29.369 %
22.147 %
25.881 %
22.034 %
25,979
24.430 %
25.075 %
56,349
33.778 %
19,302
22.979 %
92,015
1,074
281,831
31.654 %
31.841 %
28.255 %
13,530
24.071 %
61,465
567
197,626
25.043 %
32.530 %
24.356 %
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
%
Pobre
za
0.27%
1.48%
5.37%
0.30%
1.73%
5.51%
19,6%
26,3%
22,3%
%
Pobr
eza
Extr
ema
(0,8)
(1,5)
(1,1)
2.46%
3.01%
2.36%
3.58%
21,3%
13,4%
(0,8)
(0,6)
1.41%
1.87%
35,6%
(2,7)
6.16%
0.04%
20.21%
6.39%
0.07%
21.88%
10,9%
12,0%
(0,3)
(0,4)
En Lima Norte el distrito que ha recibido menor apoyo electoral al APRA es el distrito de Los
Olivos, aunque hay que precisar que los resultados obtenidos por el APRA en esta zona de
Lima han fluctuado entre el 20 – 25 % de votos válidos con excepción de Carabaillo que en el
año 2001 alcanzo el 28 %. Haciendo una comparación con los votos obtenidos por UN hay
que destacar que el APRA ha logrado superar a UN en los distritos de Carabaillo e
Independencia en ambos procesos electorales en los que se enfrentaron.
Distritos de
Lima Este
% de VotosValidos
% de Población Electoral
San Juan de Lurigancho
0.02 - 0.20
Lurigancho
APRA 2001
0.21 - 1.0
8.99 - 15.00
19.01 - 23.00
1.01 - 2.96
Chaclacayo
15.01 - 19.00
Ate
El Agustino
2.97 - 5.38
Santa
Anita
23.01 - 27.00
% de VotosValidos
5.39 - 8.87
Cienguilla
27.01 – 31.76
San Juan de Lurigancho
% DE POBREZA (Extrema)
APRA 2006
Lurigancho
10.73 - 15.00
15.01 - 19.00
Chaclacayo
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
El Agustino
Ate
Santa
Anita
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
27.01 – 32.87
Cienguilla
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos de
Lima Este
#
Votos
APRA
2001
% Votos
Validos
APRA
2001
Ate
Cieneguilla
Chaclacayo
El Agustino
Lurigancho
S.J.L.
30,713
970
4,813
19,133
10,756
20.827 %
18.420 %
19.785 %
22.855 %
22.406 %
62,729
14,915
144,029
21.651 %
20.750 %
21.484 %
Santa Anita
TOTAL
#
Votos
APRA
2006
% Votos
Validos
APRA
2006
38,254
1,022
4,958
19,792
13,078
19.325 %
15.096 %
18.995 %
21.350 %
21.904 %
82,064
21.698 %
18,213
177,381
18.741 %
20.659 %
#
Votos
UN
2001
% Votos
Validos
UN
2001
#
Votos
UN
2006
% Votos
Validos
UN
2006
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
%
Pobr
eza
40,107
1,835
7,553
21,246
12,335
27.197 %
34.846 %
31.049 %
25.379 %
25.695 %
50,238
2,342
9,167
22,643
15,955
25.379 %
34.594 %
35.121 %
24.425 %
26.722 %
3.65%
0.13%
0.64%
2.17%
1.24%
4.33%
0.15%
0.59%
2.06%
1.34%
18,9
24,8
10,1
22,1
24,4
%
Pobr
eza
Extr
ema
(0,7)
(1,2)
(0,3)
(1,0)
(1,3)
72,174
17,969
173,219
24.911 %
24.999 %
25.838 %
91,150
26,221
217,716
24.100 %
26.981 %
25.356 %
7.13%
1.75%
16.72%
8.37%
2.08%
18.91%
27,0
12,0
(1,5)
(0,3)
Lima Este es la zona donde el APRA obtuvo un porcentaje de votos mas uniforme fluctuando
entre el 18 – 22 % de votos válidos en los procesos electorales 2001 y 2016 con excepción del
distrito de Cieneguilla que en el año 2006 obtuvo un 15 % de votos válidos aunque su peso
electoral no alcanza siquiera el 0.2 % de población electoral. Comparando estos resultados con
los obtenidos por UN se aprecia que el APRA no pudo superar los votos alcanzados por este
en ambos procesos electorales en los que les tocó enfrentarse,
Distritos de
Lima Sur
San Juan de
Miraflores
Villa Maria
del Triunfo
% de VotosValidos
APRA 2001
Pachacamac
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
Chorrillos
Villa El
Salvador
0.21 - 1.0
Punta
Hermosa
Lurin
8.99 - 15.00
15.01 - 19.00
Punta
Negra
19.01 - 23.00
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
San
Bartolo
23.01 - 27.00
5.39 - 8.87
27.01 – 31.76
Santa Maria
del Mar
Pucusana
% DE POBREZA (Extrema)
% de VotosValidos
San Juan de
Miraflores
Villa Maria
del Triunfo
APRA 2006
Pachacamac
Chorrillos
10.73 - 15.00
Villa El
Salvador
Lurin
Punta
Hermosa
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
Punta
Negra
23.01 - 27.00
San
Bartolo
27.01 – 32.87
Santa Maria
del Mar
Pucusana
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos de
Lima Sur
Chorrillos
Lurin
Pachacamac
Pucusana
Punta
Hermosa
Punta Negra
San Bartolo
San Juan de
Miraflores
Santa Maria
del Mar
Villa El
Salvador
Villa Maria del
Triunfo
TOTAL
# Votos
APRA
2001
% Votos
Validos
APRA
2001
21,572
4,788
2,629
958
19.193 %
25.189 %
21.845 %
25.479 %
757
593
442
19.698 %
23.164 %
19.412 %
33,306
20.839 %
62
8.999 %
31,865
24.442 %
32,222
129,194
22.421 %
21.879 %
# Votos
APRA
2006
% Votos
Validos
APRA
2006
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos
UN 2001
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos
UN 2006
25,994
6,314
3,604
1,100
19.113 %
24.941 %
18.795 %
23.981 %
35,725
5,403
3,756
1,199
31.785 %
28.425 %
31.209 %
31.888 %
50,676
7,935
5,245
1,645
37.261 %
31.344 %
27.353 %
35.862 %
711
21.487 %
50.620 %
27.164 %
19.005 %
41.140 %
35.273 %
32.850 %
1,675
819
512
1,581
903
748
1,219
1,228
38,302
19.770 %
43,438
27.178 %
115
11.466 %
56.894 %
37,995
22.386 %
26.647 %
36,651
21.034 %
152,117
20.758 %
392
34,739
41,229
169,113
2.78%
0.46%
0.30%
0.09%
2.95%
0.54%
0.42%
0.10%
17,2
30,2
32,9
26,7
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,9)
(2,5)
(2,4)
(1,6)
40.431 %
45.583 %
0.09%
0.06%
0.06%
0.08%
0.06%
0.06%
7,4
9,5
9,7
(0,3)
(0,3)
(0,3)
59,543
30.734 %
3.99%
4.26%
19,7
(0,7)
645
64.307 %
0.02%
0.02%
4,0
(0,0)
41,968
24.726 %
3.20%
3.66%
25,9
(1,3)
3.57%
14.61%
3.83%
15.97%
21,1
(0,8)
28.688 %
48,552
27.864 %
28.640 %
220,331
30.067 %
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
%
Pob
reza
En Lima Sur, solo el Distrito de Santa María del Mar se encuentra relegado en las
preferencias electorales del APRA aunque electoralmente es el distrito que menor
cantidad de votos aporta al proceso electoral no superando el 0.02 % de Población
Electoral. Los distritos que demuestra un mayor apoyo hacia el APRA son Lurín y
Pucusana cuyo apoyo supera el 25 % de votos válidos.
Distritos de
El Callao
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
Ventanilla
Ventanilla
0.21 - 1.0
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
% de VotosValidos
% de VotosValidos
APRA 2001
APRA 2006
5.39 - 8.87
8.99 - 15.00
10.73 - 15.00
15.01 - 19.00
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
Callao
23.01 - 27.00
27.01 – 31.76
19.01 - 23.00
% DE POBREZA (Extrema)
27.01 – 32.87
Bellavista
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Callao
23.01 - 27.00
Carmen de la Legua
0.1 - 0.8
Carmen de la Legua
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
Bellavista
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
La Punta
La Perla
La Punta
La Perla
Distritos
de El
Callao
Bellavista
Callao
Carmen de
Legua Reynoso
La Perla
La Punta
Ventanilla
TOTAL
# Votos
APRA
2001
% Votos
Validos
APRA
2001
14,478
64,187
28.271 %
31.757 %
7,094
10,706
1,195
14,627
112,287
25.722 %
29.984 %
18.539 %
29.748 %
30.166 %
#
Votos
APRA
2006
% Votos
Validos
APRA
2006
#
Votos
UN
2001
% Votos
Validos
UN
2001
15,481
73,925
29.833 %
32.868 %
14,100
41,920
27.533 %
20.740 %
7,524
26.761 %
11,887
1,104
24,013
133,934
30.339 %
18.089 %
28.598 %
30.848 %
6,428
9,193
2,820
11,783
86,244
23.308 %
25.746 %
43.748 %
23.964 %
23.169 %
#
Votos
UN
2006
% Votos
Validos
UN
2006
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
%
Pobr
eza
21,612
61,894
41.647 %
27.519 %
1.33%
5.21%
1.15%
4.99%
4,9
13,2
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,1)
(0,4)
8,331
16,060
3,819
18,954
130,670
29.631 %
40.989 %
62.576 %
22.573 %
30.096 %
0.70%
0.91%
0.17%
1.22%
9.54%
0.61%
0.88%
0.14%
1.87%
9.64%
11,4
4,1
0,1
23,6
(0,3)
(0,1)
(0,0)
(1,1)
El Callao representa el mayor peso electoral del APRA en los 2 últimos procesos electorales
presidenciales en las que participo, obteniendo un porcentaje promedio del 30 % con
excepción del distrito de La Punta, cuya votación fue mayoritariamente a Lourdes Flores Nano.
Cabe precisar que La Punta es el distrito con menor porcentaje de pobreza en el Perú, mientras
que el Callao y Ventanilla tiene aproximadamente un porcentaje de pobreza de 13 % y 24 %
respectivamente, distritos donde el APRA pudo superar en votación a Unidad Nacional en
ambas oportunidades.
Distritos de
Lima Antigua
% de Población Electoral
% de VotosValidos
0.02 - 0.20
APRA 2001
0.21 - 1.0
Rimac
8.99 - 15.00
Cercado de Lima
1.01 - 2.96
15.01 - 19.00
2.97 - 5.38
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
La Victoria
Breña
San Luis
27.01 – 31.76
5.39 - 8.87
% DE POBREZA (Extrema)
% de VotosValidos
APRA 2006
10.73 - 15.00
Rimac
Cercado de Lima
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
15.01 - 19.00
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
19.01 - 23.00
23.01 - 27.00
27.01 – 32.87
La Victoria
Breña
San Luis
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos
de Lima
Antigua
Breña
Cercado
La
Victoria
Rimac
San
Luís
TOTAL
# Votos
APRA
2001
% Votos
Validos
APRA
2001
20,386
60,003
25.759 %
24.563 %
38,085
30,779
24.431 %
24.499 %
8,351
157,604
19.942 %
24.366 %
# Votos
APRA
2006
% Votos
Validos
APRA
2006
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos
UN 2001
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos
UN 2006
20,600
58,120
27.467 %
25.920 %
22,156
62,525
27.996 %
25.596 %
30,885
77,960
41.181 %
34.768 %
34,784
24.121 %
44,233
28.375 %
51,026
35.384 %
31,545
25.498 %
33,745
26.859 %
42,330
34.216 %
7,571
18.477 %
30.114 %
16,627
40.577 %
152,620
25.097 %
27.097 %
218,828
35.984 %
12,611
175,270
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
%
Pobre
za
2.04%
6.48%
1.64%
5.09%
8,5
12,3
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,3)
(0,5)
4.14%
3.24%
3.24%
2.74%
14,9
16,5
(0,6)
(0,7)
1.05%
16.95%
0.88%
13.58%
7,1
(0,2)
Lima Antigua es la zona que mas ha decrecido su porcentaje de población electoral en
aproximadamente 5 % en las últimas elecciones presidenciales, siendo el Cercado el distrito
que mas ha decrecido su población electoral dejando de estar entre los distritos con mayor
población electoral.
En Lima Antigua el APRA ha mantenido un respaldo uniforme en ambos procesos electorales
obteniendo un promedio de 25 % de votos válidos con excepción del distrito de San Luis el cual
no ha logrado superar el 20 % de los votos válidos.
Distritos de
Lima Moderna
% de Población Electoral
% de VotosValidos
0.02 - 0.20
APRA 2001
8.99 - 15.00
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
Pueblo
Libre
Jesús
Maria
0.21 - 1.0
San Miguel
1.01 - 2.96
Lince
La Molina
Magdalena San Isidro
del Mar
San Borja
2.97 - 5.38
Surquillo
Miraflores
23.01 - 27.00
5.39 - 8.87
Santiago
de Surco
27.01 – 31.76
Barranco
% DE POBREZA (Extrema)
% de VotosValidos
APRA 2006
10.73 - 15.00
15.01 - 19.00
19.01 - 23.00
Pueblo
Libre
San Miguel
Jesús
Maria
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Lince
La Molina
Magdalena San Isidro
del Mar
San Borja
Surquillo
Miraflores
23.01 - 27.00
27.01 – 32.87
0.1 - 0.8
Santiago
de Surco
Barranco
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Distritos de
Lima
Moderna
Barranco
Jesús Maria
La Molina
Lince
Magdalena
del Mar
Miraflores
Pueblo
Libre
San Borja
San Isidro
San Miguel
Santiago de
Surco
Surquillo
TOTAL
#
Votos
APRA
2001
% Votos
Validos
APRA
2001
#
Votos
APRA
2006
14,406
22,651
27,338
21,507
35.493 %
34.865 %
43.517 %
33.749 %
17,949
33,936
50,948
28,444
49.239 %
52.582 %
59.781 %
51.068 %
1.04%
1.71%
1.52%
1.67%
0.80%
1.42%
1.83%
1.28%
5,3
1,7
0,7
4,0
%
Pobr
eza
Extr
ema
(0,2)
(0,0)
(0,0)
(0,1)
15,485
43,153
35.166 %
48.854 %
21,894
55,341
52.448 %
64.975 %
1.16%
2.37%
0.93%
1.92%
2,3
0,8
(0,0)
(0,0)
25,626
34,743
29,327
28,560
36.752 %
37,181
54.748 %
43.537 %
54.131 %
34.899 %
55,207
38,279
47,185
63.452 %
71.225 %
52.995 %
1.80%
1.98%
1.43%
2.07%
1.51%
1.88%
1.19%
1.94%
2,0
0,8
0,6
2,3
(0,1)
(0,0)
(0,0)
(0,1)
21.886 %
61,717
19,562
42.320 %
31.175 %
104,188
27,514
57.085 %
44.326 %
3.61%
1.60%
3,3
5,2
(0,2)
(0,2)
16.357 %
344,075
40.074 %
518,066
56.861 %
21.96%
3.98%
1.36%
20.02
%
% Votos
Validos
APRA
2006
8,968
12,638
8,385
13,080
22.095 %
19.453 %
13.347 %
20.525 %
7,615
12,311
11,061
11,451
20.890 %
19.075 %
12.979 %
20.559 %
8,923
12,751
20.264 %
14.436 %
8,186
19.610 %
11,474
13.471 %
12,653
11,135
6,446
15,848
18.147 %
13.953 %
11.898 %
19.366 %
12,501
18.407 %
11,749
5,767
17,204
13.504 %
10.731 %
19.322 %
21,697
13,991
14.878 %
22.296 %
26,131
14.317 %
13,585
146,515
17.065 %
149,035
#
Votos
UN
2001
% Votos
Validos
UN
2001
#
Votos
UN
2006
% Votos
Validos
UN
2006
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
%
Pobr
eza
La zona de Lima Moderna es la que demuestra mayor variación en el porcentaje de votos
alcanzados por cada distrito, siendo La Molina y San Isidro los distritos que presentan un
menor apoyo al Partido Aprista en las elecciones presidenciales 2001 y 2006. Mientras que
solo los distritos de Barranco y Surquillo lograron superar el 20 % de votos válidos, distritos
que por cierto son los que presentan un mayor porcentaje de pobreza en la zona de Lima
Moderna.
EXPLORACION CARTOGRAFICA DE VOTOS OBTENIDOS POR EL PARTIDO
POPULAR CRISTIANO (PPC) EN LIMA METROPOLITANA (ELECCIONES GENERALES
2001, 2006 Y 2011)
El Partido Popular Cristiano (PPC) ha participado en 6 elecciones generales a lo largo de
su historia, destacando sus candidatos Luís Bedoya Reyes (elección general 1980 y 1985),
Mario Vargas Llosa (elección general 1990 a través del FREDEMO), Lourdes Flores Nano
(elección general 2001 y 2006) y Pedro Pablo Kuczynski (elección general 2011).
En la última década el PPC se presentó en las elecciones generales con la alianza Unidad
Nacional (PPC, Solidaridad Nacional, Renovación Nacional y Cambio Radical) en los años
2001 y 2006 con Lourdes Flores como aspirante al cargo presidencial y en las elecciones
generales del año 2011 con Pedro Pablo Kuczynski como candidato presidencial a través
de la Alianza para el Gran Cambio (PPC, Alianza para el Progreso, Partido Humanista
Peruano y Restauración Nacional); siendo Lourdes Flores Nano su principal figura de esta
última década al haber quedado al margen de una segunda vuelta electoral por escaso
margen en las elecciones generales 2001 y 2006.
Lima Metropolitana concentra la tercera pare de la población electoral del Perú y es el
espacio geográfico donde el PPC ha concentrado su mayor porcentaje de votos en relación
a su total nacional. Sin embargo, al explorar cartográficamente los votos obtenidos por el
PPC en este espacio geográfico podemos observar que no es uniforme, siendo su mayor
apoyo en Lima Moderna y Lima Antigua, en contraste con el apoyo que recibe en las zonas
periféricas donde el porcentaje de pobreza de la población es elevado.
La siguiente exploración de los votos obtenidos por el PPC en las zonas que conforman
Lima Metropolitana pretende observar aquellos espacios geográficos donde el apoyo
popular fue o no considerable al PPC y relacionarlos con datos de pobreza elaborados por
el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el porcentaje de población
electoral que aporta cada distrito (elaborado con datos del RENIEC) que conforman las
distintas zonas geográficas
Distritos de
Lima Norte
Ancon
Ancon
Carabayllo
Carabayllo
Santa Rosa
Santa Rosa
% de VotosValidos
UNIDAD
NACIONAL 2001
Puente Piedra
Comas
27.01 - 36.00
Independencia
UNIDAD
NACIONAL 2006
Puente Piedra
Comas
20.74 - 27.00
Los Olivos
San Martin
de Porres
% de VotosValidos
36.01 - 45.00
22.15 - 27.00
Los Olivos
San Martin
de Porres
27.01 - 36.00
Independencia
36.01 - 45.00
45.01 - 54.00
45.01 - 54.00
54.01 – 56.89
54.01 – 71.23
Ancon
% de Población Electoral
Carabayllo
Santa Rosa
% DE POBREZA (Extrema)
0.02 - 0.20
0.1 - 0.8
(0.0)
% de VotosValidos
0.21 - 1.0
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
ALIANZA POR EL
GRAN CAMBIO 2011
1.01 - 2.96
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
2.97 - 5.36
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
5.37 - 8.87
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Puente Piedra
14.35 - 27.00
Comas
27.01 - 36.00
Los Olivos
36.01 - 45.00
San Martin
de Porres
Independencia
45.01 - 54.00
54.01 – 61.59
Distritos de
Lima Norte
Ancon
Carabaillo
Comas
Independencia
Los Olivos
Puente Piedra
San Martín de
Porres
Santa Rosa
TOTAL
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos
UN 2001
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos
UN 2006
3,367
12,911
52,889
21,642
31,255
13,530
30.930 %
21.693 %
24.629 %
22.034 %
25.075 %
24.071 %
4,018
17,618
65,476
25,979
56,349
19,302
29.369 %
22.147 %
25.881 %
24.430 %
33.778 %
22.979 %
61,465
567
197,626
25.043 %
32.530 %
24.356 %
92,015
1,074
281,831
31.654 %
31.841 %
28.255 %
# Votos
APGC
2011
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
2,855
17,843
57,063
21,588
53,751
15,441
% Votos
Validos
APGC
2011
15.593 %
16.608 %
19.482 %
17.849 %
26.489 %
13.168 %
0.27%
1.48%
5.37%
2.46%
3.01%
1.41%
0.30%
1.73%
5.51%
2.36%
3.58%
1.87%
86,336
1,074
255,951
25.327 %
18.275 %
21.214 %
6.16%
0.04%
20.21%
6.39%
0.07%
21.88%
% Pob.
Elect
2011
%
Pobre
za
%
Pobreza
Extrema
0.34%
1.98%
5.39%
2.25%
3.69%
2.19%
19,6%
26,3%
22,3%
21,3%
13,4%
35,6%
(0,8)
(1,5)
(1,1)
(0,8)
(0,6)
(2,7)
6.30%
0.11%
22.25%
10,9%
12,0%
(0,3)
(0,4)
En las 2 últimas elecciones generales Lima Norte ha representado la zona con mas
población electoral siendo superada solo en el 2001 por Lima Moderna la cual se encuentra
en descenso a razón de 1% por cada periodo electoral presidencial. Esta área geográfica
es una de las zonas donde el PPC ha tenido sus resultados menos favorables junto con
Lima Este en relación a los resultados obtenidos en otras áreas geográficas en los 3
últimos procesos electorales. Los distritos dentro de esta área geográfica que obtuvieron
una votación superior al 27% son los distritos de Ancón y Santa Rosa (con excepción del
2011) los cuales representan menos del 1% de la población electoral de Lima
Metropolitana y Callao.
Cabe destacar que solo en el año 2006 los distritos de SMP y los Olivos superaron
ampliamente el 27% de los votos, distritos cuyo porcentaje de pobreza es inferior al 15%.
Ambos distritos son los únicos de Lima Norte que en los 3 procesos electorales
presidenciales han superado el 25% de los votos
Los distritos que presentan mayor pobreza en Lima Norte son los distritos de Carabaillo,
Comas Puente Piedra e Independencia cuyo porcentaje de pobreza es ampliamente
superior al 15% siendo Carabaillo y Puente Piedra los que presentan una pobreza superior
al 25% según datos del INEI y donde el PPC no ha podido superar el 27% de los votos en
los 3 últimos procesos electorales presidenciales, al igual que Comas e Independencia
cuyo porcentaje de pobreza fluctúa entre 21% y 22%
Ancón y Santa Rosa representan la menor población electoral de Lima Norte, la cual en la
última década nunca llego a representar siquiera el 0.5% de la población electoral de Lima
Metropolitana
Carabaillo, Puente Piedra e Independencia representan una población electoral de
aproximadamente 2% respecto a Lima Metropolitana, de los cuales Carabayllo y Puente
Piedra están en franca subida de su población electoral a razón de 0.2% y 0.4%
respectivamente, mientras que Independencia presenta una disminución de su población
electoral de 0.1% por cada periodo electoral
Distritos de
Lima Este
% de VotosValidos
San Juan de Lurigancho
% de Población Electoral
Lurigancho
UNIDAD
NACIONAL 2001
0.21 - 1.0
20.74 - 27.00
Chaclacayo
27.01 - 36.00
36.01 - 45.00
0.02 - 0.20
Ate
El Agustino
Santa
Anita
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
45.01 - 54.00
54.01 – 56.89
Cienguilla
5.39 - 8.87
% de VotosValidos
San Juan de Lurigancho
UNIDAD
NACIONAL 2006
Lurigancho
22.15 - 27.00
27.01 - 36.00
Chaclacayo
36.01 - 45.00
45.01 - 54.00
Ate
Santa
Anita
El Agustino
% DE POBREZA (Extrema)
54.01 – 71.23
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
Cienguilla
% de VotosValidos
ALIANZA POR EL
GRAN CAMBIO 2011
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
San Juan de Lurigancho
Lurigancho
14.35 - 27.00
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
27.01 - 36.00
Chaclacayo
36.01 - 45.00
45.01 - 54.00
Ate
El Agustino
Santa
Anita
54.01 – 61.59
Cienguilla
Distritos de
Lima Este
Ate
Cieneguilla
Chaclacayo
El Agustino
Lurigancho
San Juan de
Lurigancho
Santa Anita
TOTAL
# Votos
UN 2001
# Votos
UN 2006
40,107
1,835
7,553
21,246
12,335
% Votos
Validos
UN 2001
27.197 %
34.846 %
31.049 %
25.379 %
25.695 %
50,238
2,342
9,167
22,643
15,955
% Votos
Validos
UN 2006
25.379 %
34.594 %
35.121 %
24.425 %
26.722 %
# Votos
APGC
2011
49,247
2,422
7,659
17,813
15,227
% Votos
Validos
APGC 2011
19.174 %
21.820 %
26.881 %
16.583 %
20.007 %
% Pob.
Elect
2001
3.65%
0.13%
0.64%
2.17%
1.24%
% Pob.
Elect
2006
4.33%
0.15%
0.59%
2.06%
1.34%
% Pob.
Elect
2011
4.80%
0.20%
0.54%
2.02%
1.43%
%
Pobr
eza
18,9
24,8
10,1
22,1
24,4
%
Pobreza
Extrema
(0,7)
(1,2)
(0,3)
(1,0)
(1,3)
72,174
17,969
173,219
24.911 %
24.999 %
25.838 %
91,150
26,221
217,716
24.100 %
26.981 %
25.356 %
83,615
26,412
202,395
17.494 %
21.105 %
18.687 %
7.13%
1.75%
16.72%
8.37%
2.08%
18.91%
8.87%
2.28%
20.13%
27,0
12,0
(1,5)
(0,3)
Lima Este es junto a Lima Norte las zonas donde el PPC tuvo menos porcentaje de votos,
siendo SJL el único distrito que no logro superar el 25% de votos en los 3 últimos procesos
electorales presidenciales, cabe precisar que SJL representa mas del 8% de la población de
Lima Metropolitana y la cuarta parte de su población se encuentra en estado de pobreza.
Chaclacayo y Cieneguilla son los distritos que han obtenido los mejores resultados electorales
pero estos no representan ni el 1% de la población electoral de Lima Metropolitana. La
mayoría de estos distritos presentan un porcentaje de pobreza superior al 20% convirtiendo a
Lima Este junto con Lima Norte en las zonas que presentan mayor porcentaje de Pobreza en
Lima Metropolitana.
Distritos de
Lima Sur
San Juan de
Miraflores
San Juan de
Miraflores
Villa Maria
del Triunfo
Villa Maria
del Triunfo
Pachacamac
Pachacamac
Chorrillos
Chorrillos
Villa El
Salvador
Villa El
Salvador
% de VotosValidos
% de VotosValidos
Punta
Negra
UNIDAD
NACIONAL 2001
27.01 - 36.00
San
Bartolo
22.15 - 27.00
Santa Maria
del Mar
36.01 - 45.00
Punta
Negra
UNIDAD
NACIONAL 2006
San
Bartolo
20.74 - 27.00
45.01 - 54.00
Punta
Hermosa
Lurin
Punta
Hermosa
Lurin
Santa Maria
del Mar
27.01 - 36.00
36.01 - 45.00
Pucusana
Pucusana
45.01 - 54.00
54.01 – 56.89
54.01 – 71.23
San Juan de
Miraflores
Villa Maria
del Triunfo
Pachacamac
% de Población Electoral
% DE POBREZA (Extrema)
Chorrillos
Villa El
Salvador
Punta
Hermosa
Lurin
% de VotosValidos
Punta
Negra
ALIANZA POR EL
GRAN CAMBIO 2011
27.01 - 36.00
Santa Maria
del Mar
36.01 - 45.00
Distritos de
Lima Sur
Chorrillos
Lurin
Pachacamac
Pucusana
Punta Hermosa
Punta Negra
San Bartolo
San Juan de
Miraflores
Santa Maria del
Mar
Villa El Salvador
Villa Maria del
Triunfo
TOTAL
54.01 – 61.59
# Votos
% Votos
UN 2001
Validos
UN 2001
35,725
5,403
3,756
1,199
1,581
903
748
43,438
392
34,739
41,229
169,113
(0.0)
0.02 - 0.20
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
0.21 - 1.0
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
1.01 - 2.96
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
2.97 - 5.38
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
5.39 - 8.87
San
Bartolo
14.35 - 27.00
45.01 - 54.00
0.1 - 0.8
Pucusana
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos
UN 2006
# Votos
APGC
2011
31.785 %
28.425 %
31.209 %
31.888 %
41.140 %
35.273 %
32.850 %
50,676
7,935
5,245
1,645
1,675
1,219
1,228
37.261 %
31.344 %
27.353 %
35.862 %
50.620 %
40.431 %
45.583 %
49,272
6,214
4,599
973
1,352
1,140
1,170
% Votos
Validos
APGC
2011
30.195 %
17.904 %
14.353 %
17.167 %
37.723 %
31.012 %
33.496 %
2.78%
0.46%
0.30%
0.09%
0.09%
0.06%
0.06%
2.95%
0.54%
0.42%
0.10%
0.08%
0.06%
0.06%
3.01%
0.62%
0.59%
0.10%
0.07%
0.07%
0.06%
17,2
30,2
32,9
26,7
7,4
9,5
9,7
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,9)
(2,5)
(2,4)
(1,6)
(0,3)
(0,3)
(0,3)
3.99%
4.26%
4.22%
19,7
(0,7)
0.02%
3.20%
0.02%
3.66%
0.02%
3.86%
4,0
25,9
(0,0)
(1,3)
3.57%
14.61%
3.83%
15.97%
3.85%
16.47%
21,1
(0,8)
27.178 %
59,543
30.734 %
51,302
22.587 %
56.894 %
645
64.307 %
554
51.487 %
26.647 %
41,968
24.726 %
35,859
16.896 %
28.688 %
48,552
27.864 %
41,065
19.756 %
28.640 %
220,331
30.067 %
193,500
21.629 %
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
% Pob.
Elect
2011
%
Pobrez
a
En Lima Sur destaca el área donde se concentra el mayor porcentaje de población electoral
(superior al 3%) representado por San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Chorrillos y
Villa El Salvador siendo este último el que presenta un porcentaje de pobreza superior al 25% y
que a su vez es el distrito con menor porcentaje de votos obtenidos por el PPC en los 3 últimos
procesos electorales presidenciales. Por otro lado, los distritos que han logrado superar el 40%
de los votos a favor del PPC son aquellos que no superan el 1% del porcentaje de la población
electoral. Lima Sur es una zona cuya población electoral crece a razón de 1% por cada periodo
electoral presidencial.
Distritos de
El Callao
% de Población Electoral
0.02 - 0.20
0.21 - 1.0
Ventanilla
Ventanilla
Ventanilla
1.01 - 2.96
2.97 - 5.38
% de VotosValidos
% de VotosValidos
% de VotosValidos
UNIDAD
NACIONAL 2001
UNIDAD
NACIONAL 2006
ALIANZA POR EL
GRAN CAMBIO 2011
5.39 - 8.87
20.74 - 27.00
22.15 - 27.00
14.35 - 27.00
27.01 - 36.00
27.01 - 36.00
27.01 - 36.00
0.1 - 0.8
(0.0)
36.01 - 45.00
36.01 - 45.00
36.01 - 45.00
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
45.01 - 54.00
Callao
54.01 – 56.89
45.01 - 54.00
Callao
54.01 – 71.23
45.01 - 54.00
% DE POBREZA (Extrema)
Callao
54.01 – 61.59
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
Carmen de la Legua
Carmen de la Legua
Carmen de la Legua
Bellavista
Bellavista
Bellavista
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
La Punta
La Perla
% Votos
Validos
UN 2001
La Punta
Distritos de
El Callao
# Votos
UN
2001
# Votos
UN
2006
Bellavista
Callao
Carmen de
Legua Reynoso
La Perla
La Punta
Ventanilla
TOTAL
14,100
41,920
27.533 %
20.740 %
21,612
61,894
6,428
9,193
2,820
11,783
86,244
23.308 %
25.746 %
43.748 %
23.964 %
23.169 %
8,331
16,060
3,819
18,954
130,670
% Votos
Validos
UN 2006
La Punta
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC 2011
%
Pob.
Elect
2006
1.15%
4.99%
%
Pob.
Elect
2011
1.01%
4.77%
%
Pobr
eza
%
Pobreza
Extrema
42.528 %
28.518 %
%
Pob.
Elect
2001
1.33%
5.21%
41.647 %
27.519 %
23,026
71,743
4,9
13,2
(0,1)
(0,4)
29.631 %
40.989 %
62.576 %
22.573 %
30.096 %
8,203
18,925
3,706
23,287
148,890
26.445 %
43.227 %
61.155 %
17.393 %
28.607 %
0.70%
0.91%
0.17%
1.22%
9.54%
0.61%
0.88%
0.14%
1.87%
9.64%
0.57%
0.81%
0.11%
2.52%
9.79%
11,4
4,1
0,1
23,6
(0,3)
(0,1)
(0,0)
(1,1)
El Callao representa aproximadamente el 10% de la población electoral de Lima Metropolitana
siendo los distritos con mayor votación favorable al PPC los distritos de La Punta, La Perla y
Bellavista, mientras que Carmen de la Legua, Callao y Ventanilla son los que menos votación
han recibido. Cabe precisar que Ventanilla no ha podido superar el 25% de los votos en la
última década siendo este distrito el que presenta mayor porcentaje de pobreza, además de ser
el único distrito del Callao que presenta un crecimiento de su población electoral de aprox. 0.6
% por cada periodo electoral presidencial a diferencia del resto que presentan un claro
descenso.
Distritos de
Lima Moderna
% de VotosValidos
UNIDAD
NACIONAL 2001
Pueblo
Libre
Jesús
Maria
San Miguel
Lince
La Molina
20.74 - 27.00
% de Población Electoral
Magdalena San Isidro San Borja
del Mar
Surquillo
Miraflores
27.01 - 36.00
36.01 - 45.00
0.02 - 0.20
0.21 - 1.0
Santiago
de Surco
45.01 - 54.00
1.01 - 2.96
Barranco
54.01 – 56.89
2.97 - 5.38
% de VotosValidos
UNIDAD
NACIONAL 2006
5.39 - 8.87
Pueblo
Libre
San Miguel
Jesús
Maria
Lince
22.15 - 27.00
La Molina
Magdalena San Isidro San Borja
del Mar
Surquillo
Miraflores
27.01 - 36.00
36.01 - 45.00
45.01 - 54.00
Santiago
de Surco
54.01 – 71.23
% de VotosValidos
ALIANZA POR EL
GRAN CAMBIO 2011
% DE POBREZA (Extrema)
Barranco
0.1 - 0.8
(0.0)
0.9 - 5.3
(0.1 - 0.2)
5.4 - 14.9
(0.2 - 0.6)
15.0 - 24.8 (0.7 - 1.2)
Pueblo
Libre
San Miguel
Jesús
Maria
24.9 - 35.6 (1.3 - 2.7)
Lince
La Molina
14.35 - 27.00
Magdalena San Isidro
del Mar
27.01 - 36.00
San Borja
Surquillo
Miraflores
36.01 - 45.00
Santiago
de Surco
45.01 - 54.00
Barranco
54.01 – 61.59
Distritos de
Lima
Moderna
# Votos
UN 2001
% Votos
Validos UN
2001
# Votos
UN 2006
% Votos
Validos UN
2006
# Votos
APGC
2011
% Votos
Validos
APGC
2011
Barranco
Jesús
Maria
La Molina
Lince
Magdalena
del Mar
Miraflores
Pueblo
Libre
San Borja
San Isidro
San Miguel
Santiago
de Surco
Surquillo
TOTAL
14,406
35.493 %
17,949
49.239 %
16,502
44.929 %
% Pob.
Elect
2001
% Pob.
Elect
2006
% Pob.
Elect
2011
%
Pob
reza
1.04%
0.80%
0.68%
5,3
%
Pobre
za
Extre
ma
(0,2)
22,651
27,338
21,507
34.865 %
33,936
52.582 %
36,677
46.736 %
43.517 %
33.749 %
50,948
28,444
59.781 %
51.068 %
55,987
27,873
51.537 %
44.403 %
1.71%
1.52%
1.67%
1.42%
1.83%
1.28%
1.46%
1.99%
1.17%
1,7
0,7
4,0
(0,0)
(0,0)
(0,1)
15,485
43,153
35.166 %
48.854 %
21,894
55,341
52.448 %
64.975 %
22,656
54,424
48.333 %
57.896 %
1.16%
2.37%
0.93%
1.92%
0.87%
1.81%
2,3
0,8
(0,0)
(0,0)
25,626
34,743
29,327
28,560
36.752 %
37,181
54.748 %
36,367
49.237 %
43.537 %
54.131 %
34.899 %
55,207
38,279
47,185
63.452 %
71.225 %
52.995 %
53,539
34,459
47,290
56.959 %
61.524 %
48.899 %
1.80%
1.98%
1.43%
2.07%
1.51%
1.88%
1.19%
1.94%
1.37%
1.72%
1.07%
1.8%
2,0
0,8
0,6
2,3
(0,1)
(0,0)
(0,0)
(0,1)
61,717
19,562
344,075
42.320 %
31.175 %
40.074 %
104,188
27,514
518,066
57.085 %
44.326 %
56.861 %
109,219
28,502
523,495
50.498 %
39.894 %
50.540 %
3.61%
1.60%
21.96%
3.98%
1.36%
20.02%
4.02%
1.33%
19.28%
3,3
5,2
(0,2)
(0,2)
Finalmente, en la zona de Lima Moderna es la que manifiesta ampliamente un mayor
porcentaje de votos para el PPC (zona cuyo porcentaje de pobreza extrema es menor al
1% según datos del INEI), siendo la única zona que ha logrado superar el 50% de votos en
las 2 últimas elecciones generales. Los distritos que presentan menor porcentaje de votos
favorables al PPC son Surquillo y Barranco (distritos que presentan mayor pobreza en esta
zona con un porcentaje de pobreza superior al 5%), los cuales no han podido superar el
50% de votos en ninguno de los periodos presidenciales de este estudio a diferencia de los
demás distritos que si lo consiguieron especialmente el año 2006.
CONCLUSIONES
La exploración cartográfica de datos electorales permite construir un mapa electoral en
base a un riguroso tratamiento de los datos, así como permite localizar y jerarquiza la
información. Asimismo, muestra en forma inmediata los rasgos esenciales de la distribución
de las preferencias electorales de cada fuerza política, lo que sería muy tedioso reconstruir
en la imaginación tomando como base el cuadro estadístico.
Las preferencias políticas de los electores de Lima Metropolitana y la naturaleza de estas a
lo largo de los continuos procesos electorales presidenciales durante la última década ha
sido cambiante, pero se pueden encontrar ciertas zonas geográficas que mantienen
preferencias hacia ciertas fuerzas políticas obteniendo un porcentaje de votos promedio
El Partido Popular Cristiano con las candidaturas de Lourdes Flores y PPK es la fuerza
política mas representativa en Lima Metropolitana al haber obtenido en los 3 últimos
procesos presidenciales aproximadamente el 30 % de los votos válidos, sin embargo esa
representatividad no es uniforme en todas la zonas de Lima Metropolitana ya que esta es
mas fuerte en zonas como Lima Moderna y en aquellos distritos donde el porcentaje de
pobreza no es extremo o distritos donde la cantidad de población no es muy representativa
electoralmente hablando como son los distritos balnearios de Lima Sur
El Partido Aprista Peruano con la candidatura de Alan García ha logrado mantener un 20 %
del apoyo electoral en Lima Metropolitana, siendo este apoyo uniforme en todas las zonas
de Lima variando solo en algunos distritos cuyo porcentaje de pobreza es mínimo o su
peso electoral en lo que respecta a población es muy bajo.
El Partido Perú Posible con la candidatura de Alejandro Toledo es el partido que ha visto
mermado su apoyo electoral en Lima Metropolitana, al haberse reducido su apoyo electoral
en un 50% en todos los distritos de Lima Metropolitana, siendo solamente los distritos de
Pueblo Libre y Jesús María los únicos que pudieron superar el 20 % de los votos en las
elecciones presidenciales de 2011
El Partido Nacionalista Peruano con la candidatura de Ollanta Humala ha logrado mantener
un apoyo electoral superior al 20 % en aquellas zonas populosas o cuyo porcentaje de
pobreza es muy alto. Sin embargo su apoyo electoral en algunos distritos de zonas como
Lima Moderna no han llegado a superar siquiera el 10 %
Finalmente, puedo decir que la aplicación de Sistemas de Información Geográfica (SIG)
para explorar cartográficamente el comportamiento electoral si bien es aún incipiente en el
país, puede dar un valioso aporte a la investigación de fenómenos sociopolíticos ya que
con sus técnicas y herramientas puede dar una nueva perspectiva que trabajando solo con
cuadros estadísticos.
La Cartografía es una de las técnicas que permite valorar y analizar datos electorales, esta
opción técnica fue a menudo reservada solo a cartógrafos o a geógrafos, pero todas las
profesiones que tiene como objeto de trabajo o estudio el territorio tendrían que poder
utilizarla. Asimismo, a las fuerzas políticas puede ser útil para la definición de sus
estrategias de contacto con los electores, en tanto que a los ciudadanos dará claridad
sobre el esquema de representación de las fuerzas políticas. Mientras que a la Ciencia
Política, le proporcionara una herramienta para el análisis de fenómenos sociopolíticos y
por ende una perspectiva diferente.
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Investigadores Campañas Electorales y Marketing Político
Uma análise de correlação espacial nas votações para prefeito
e governador no município de Três Rios
Eric Nogueira
2015
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Resumo
É comum ouvir através do senso comum característico de três rios, que o governo
de Sérgio Cabral e do PMBD, partido comum do seu atual e aprovadíssimo prefeito,
Vinicius Farah, foram responsáveis por uma grande evolução econômico-social em três
rios. Interessante verificar que o atual prefeito se reelegeu com mais de 80 por cento dos
votos validos (83,22%), muito embora tenha sido eleito em 2008 com 50% dos votos
validos, um aumento considerável de popularidade. Ainda mais notável é verificar que
seus antecessores nas eleições de 1996, 2000 e 2004, ganharam as eleições com 36%,
47% e 50% dos votos validos respectivamente. O que poderia ter ocorrido para que o
moral do prefeito e, consequentemente, do PMDB se elevasse tanto? É interessante notar
que seu antecessor, Celso Alencar Ramos Jacob, também vinha de uma reeleição e que
havia migrado sua filiação do PDT para o PMDB. Teria ocorrido o chamado “voto
econômico” neste caso específico? Teria o prefeito, juntamente com suas conexões com
o PMDB e Sergio Cabral, elevado a condição socioeconômica de três rios e, por conta
disso, sua aprovação elevou? Essa são algumas das questões que pretendo trabalhar.
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Introdução
O objetivo geral deste trabalho visa averiguar, em primeiro lugar, o senso comum
de três rios, ou seja, se realmente o dito “voto econômico” teve implicações reais ou
imaginárias no senso percebido pela população e em segundo lugar, pretende-se verificar
a dimensão espacial dessa percepção.
Como o chamado “voto econômico” pode ser tanto uma verificação real de
crescimento econômico regional, quanto um crescimento pessoal de dimensão particular
ou ainda uma falsa percepção deste crescimento, por conta de propaganda subjetiva, sem
um embasamento real, pretende-se com este trabalho analisar os dados fornecidos pelo
IBGE sobre IDHM, PIB, PIB per capita, dentre outros indicadores, a fim de averiguar se
houve ou não um crescimento substantivo.
A dimensão espacial, que também será um dos objetivos deste estudo, visa
verificar se o crescimento econômico acompanha as votações para prefeito. Serão
analisados os locais de votação de Três Rios. Seria importante verificar se existe alguma
uma relação espacial, seja entre ambiente urbano e rural, ou entre bairros mais pobres e
mais ricos.
Por fim, será feita uma verificação entre as votações para prefeito e para
Governador, afim de averiguar uma possível correlação entre os votos e o fortalecimento
das bases eleitorais do PMDB em Três Rios.
Algumas hipóteses devem ser testadas neste trabalho. A primeira seria que Três
Rio foi beneficiado tão somente pelo crescimento geral que experimentou o país e que
com algumas doses de propaganda foram atribuídas a aliança entre prefeitura e governo
estadual sob o PMDB. Uma segunda hipótese seria a de que o centro de Três Rios, muito
beneficiada pelo desenvolvimento sob a administração do PMDB, teria votado em peso
no PMDB, enquanto que os setores mais afastados não. Por fim, uma terceira hipótese
seria a de que o PMBD teria feito um esforço bem sucedido em ocupar o espaço cedido
pela queda do PDT enquanto força política no Estado do Rio de Janeiro.
Serão coletados os dados das eleições desde 1982 até 2014 para análise de
correlação entre os votos para prefeito e governador e para distribuição espacial dos locais
de votação no município de Três Rios.
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Num primeiro momento, estabeleço o histórico de discussões sobre algumas
teorias de comportamento eleitoral, para situar o leitor nas discussões sobre ideologia e o
conceito de Sartori, utilizado neste trabalho, de “voto por imagem”. Posteriormente
abordarei sobre o que a literatura internacional sobre geografia eleitoral tem argumentado
sobre a influência do contexto físico no comportamento eleitoral. E, por fim, irei
descrever e analisar o histórico de eleições em Três Rios e a súbita mudança da base
eleitoral na cidade.
O Comportamento Eleitoral
Os estudos e pesquisas sobre o comportamento eleitoral na agenda de cientistas
políticos e sociólogos são relativamente recentes. Considerando que o alargamento do
sufrágio e a configuração de eleições seguras e regulares são, também, um fenômeno
recente, pode-se dizer que seu aprofundamento só se tornou sólido a partir do século XX.
Poder preenchido mediante eleições regulares, com segurança mútua e com
sufrágio universal só ocorreu em 1893 na Nova Zelândia; em 1902 na
Austrália; em 1913 na Noruega; em 1915 na Dinamarca; em 1919 na
Alemanha e na Holanda; em 1921 no Canada e Suécia; em 1923 na Irlanda;
em 1929 da Inglaterra (SANTOS, 1998).
Apesar disso, a geografia como prática intelectual tem uma longa história,
fornecendo as bases para a sociologia eleitoral. As primeiras pesquisas sobre geografia
eleitoral consideravam características geomorfológicas como influenciadoras do
comportamento humano. De acordo com esses estudos, a formação geológica, que
determinaria o tipo de ocupação econômica e social da região, influenciaria, por tabela, o
comportamento sociopolítico dos eleitores.
Os estudos inovadores de André Siegfried em 1913, argumentou que havia uma
diferenciação de preferencias políticas na França, baseadas em diferenças geológicas. O
norte seria mais elitista, católica e de direita, por conta de uma formação de solo granítico,
que teve uma ocupação mais rural e com pouca concentração dos habitantes e o sul com
sua formação de calcário, presenta maior densidade demográfica, um peso menor da
igreja católica e um eleitorado menos elitista ou de direita (TERRON. 2009, p. 25).
O argumento não estabelecia uma relação causal entre o solo e a mentalidade
política da região, mas sim uma composição sociopolítica da propriedade, determinada
por características do solo e que influenciavam no pensamento político do eleitorado.
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O final da segunda guerra e a derrocada da onda ditatorial na Europa, pôs em curso
uma nova onda democrática possibilitando um amplo desenvolvimento dos estudos sobre
comportamento eleitoral. O campo dos estudos voltados para a natureza do
comportamento humano ganho certo atenção neste período e as ciências sociais se
fortaleceram. Deste modo, os estudos da sociologia eleitoral foi crescendo e mapas
eleitorais foram sendo produzidos para enriquecimento das análises.
As tentativas de se compreender as motivações do comportamento eleitoral
culminaram no desenvolvimento de três grandes escolas de explicação do voto, a saber,
a sociológica, a psicossociológica e a econômica ou da escolha racional. Considerando
essas três escolas de pensamento, pode se dizer que o conceito de ideologia aparece
presente como importante influenciadora do voto tanto na escola sociológica quanto na
econômica, muito embora tenha sido duramente criticada pela escola psicossociológica.
Ainda assim, tal conceito veio a tornar-se um dos principais componentes explicativos do
comportamento eleitoral por autores que mesmo incorporando aspectos da formulação
psicossociológica, argumentaram no sentido de que a ideologia seria de todo modo muito
importante na decisão do voto.
A ideia de que a ideologia seria uma das principais orientadoras do voto foi
inicialmente sistematizada por Lipset (1967) em Political Man. Esta obra, publicada pela
primeira vez em 1959, trazia estudos sociológicos realizados desde a década de 1920, um
período marcado, também, pelo início das pesquisas com surveys. Lipset vai argumentar
que o elemento mais constante na história da competição eleitoral, ao longo de décadas e
de vários países observados, é a ligação entre classes sociais e partidos políticos. A
situação socioeconômica do eleitor, influenciaria, em grande medida, a sua inclinação
política. Não significa dizer que todo trabalhador votaria na esquerda ou que todos os
membros das classes sociais mais altas votariam na direita. O que Lipset afirma, é a
tendência percebida no decorrer das pesquisas feitas a partir da geografia do voto, com
entrevistas repetidas realizadas com um mesmo eleitor durante os meses da campanha,
concluindo ao final que as preferências partidárias e a ocupação socioeconômica do
eleitor possuem uma correlação mais forte do que se poderia atribuir ao acaso (SINGER,
1999).
Mas não seria a ligação entre partidos e classes sociais a única presente nas
conclusões de Lipset. Haveria também um forte vínculo entre classe e posição ideológica,
variando da esquerda para a direita.
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A análise política e sociológica da sociedade moderna em termos de esquerda,
centro e direita reporta-se aos tempos da Primeira República francesa, quando
os delegados se sentavam, de acordo com a respectiva cor política, num
hemiciclo contínuo desde os mais radicais e igualitários, à esquerda, até os
mais moderados e aristocráticos, à direita. A identificação da esquerda com a
advocacia da reforma social e do igualitarismo e da direita com a aristocracia
e o conservadorismo aprofundou-se à medida que a política passou a ser
definida como choque entre classes (LIPSET. 1967, p. 136 e 137).
O argumento principal vai destacar que “as questões econômicas e de
estratificação esquerda-direita estão presentes, provavelmente, no espírito dos eleitores
comuns” (LIPSET. 1967, p. 234). Assim, o elemento de classe seria o mais importante
no direcionamento do voto e a ideologia permitiria ao cidadão comum reconhecer os
partidos para além das políticas imediatas que defendem contribuindo, deste modo, para
saberem com mais profundidade o papel mais amplo que desempenham da competição
política. A ideologia seria uma variável de longo prazo e também uma linguagem comum
aos eleitores e partidos que seriam então distinguidos uns dos outros na dimensão
esquerda-direita.
Anthony Downs (1957) chega a conclusões semelhantes no que diz respeito a
importância do papel da ideologia no comportamento eleitoral. Sua explicação, no
entanto, parte de fundamentos metodológicos inteiramente diferentes das de Lipset.
Considerado o fundador da escola econômica de análise política, ou da escolha racional,
Downs vai partir do pressuposto que o eleitor se comporta diante das urnas como um
consumidor de mercado, ou seja, buscando diminuir custos e aumentar benefícios. E os
partidos, por sua vez, não representam interesses que não os deles próprios, ofertando
políticas públicas e candidatos na expectativa de capitalizar votos. O eleitor trocaria voto
por política pública e os partidos ofertariam políticas públicas para obter votos.
Na teoria de Downs, embora os partidos não representem classes, por ser a
dinâmica da competição política similar à da competição dentro de um mercado
econômico, ainda assim, a ideologia possui um papel fundamental. Segundo Downs, a
importância da ideologia está na linguagem sintética que ela possui. Ou seja, a ideologia
seria um atalho que economiza custos de informação para o eleitor. Ao diferenciar os
partidos em bandeiras simples e de fácil compreensão, a ideologia dá ao eleitor a
possibilidade de distinguir os partidos sem a necessidade de que este conheça ou busque
conhecer as inúmeras políticas específicas que cada um deles propões para o futuro ou
tenha adotado no passado. Para este argumento, o enorme custo que o eleitor teria em se
inteirar dos inúmeros detalhes das políticas públicas é quase sempre maior, do ponto de
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vista individual, do que o benefício resultante. A ideologia demonstraria diferenças
básicas e de fácil entendimento, que facilitaria a decisão do voto. Para este ponto de vista,
torna-se ainda mais econômico caso a ideologia dos partidos e eleitores não mudem ao
longo do tempo, pois assim não seria necessário sequer compreender as diferenças
ideológicas.
A sugestão de Downs para a análise política da competição partidária, seria a de
que o processo democrático pode ser compreendido como um sistema de competição
espacial, por analogia ao modelo de competição espacial usado pela ciência econômica.
De acordo com seu argumento, os eleitores poderiam ser distribuídos ao longo de um
contínuo que vai da esquerda para a direita e os partidos, tal como lojas ofertando seus
produtos, situar-se-iam no ponto mais lucrativo para atrair o maior número de
consumidores-eleitores.
A escola psicossociológica, iniciada por pesquisadores da Universidade de
Michigan durante os anos de 1950, no entanto, buscou refutar a tese tanto da escola
sociológica quanto da econômica sobre a importância decisiva da ideologia no
comportamento eleitoral.
A grande questão para os pesquisadores de Michigan, era que as análises tanto da
escola sociológica quanto econômica, inferiam no ato de votar uma causa que não
demonstravam empiricamente. Lipset sabia, através dos surveys, que havia uma
correlação entre posição de classe e voto e também sabia que os partidos se situação
ideologicamente numa linha que vai da esquerda para a direita. Partindo desses dados,
deduziu que o eleitor estaria com as questões econômicas e da linha esquerda-direita na
cabeça no momento de votar. Segundo a escola psicossociológica esta dedução não se
comprovava na prática, pois a maioria dos eleitores pesquisados em suas pesquisas, não
demonstravam estar com esta linha esquerda-direita na cabeça (SINGER. 1999).
Os pesquisadores de Michigan partiram do pressuposto que não se poderia deduzir
o comportamento do eleitor no momento do voto. Seria necessário estudar empiricamente
as razões individuais que os levavam a tomar suas decisões. A partir disso, foi
desenvolvido surveys com perguntas abertas. Essas perguntas buscavam saber suas
opiniões sobre os partidos e candidatos democratas e republicanos. A proposta colocava
num extremo os eleitores “ideológicos”, que seriam aqueles em que nas respostas
aparecessem referências a tipologia liberal-conservador, que nos Estados Unidos
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substituiria a esquerda-direita. Ou seja, que usavam espontaneamente nas suas respostas,
os termos “liberal” e “conservador”, e classificaram tais respostas em dois subgrupos, os
“ideológicos” e os “quase-ideológicos. No outro extremo, estariam as respostas sem
referências a questões ideológicas, apenas fazendo menção aos atributos dos candidatos
ou partidos. Entre os dois extremos estariam duas subcategorias. Os que justificaram suas
preferencias por referências a interesse de “grupos” (empresariado, trabalhadores etc.) e
os que justificaram suas preferencias por causa de situações “subjetivas” vividas pelo país
na época em que outro partido estava no poder (guerra/paz, prosperidade/recessão).
Os resultados foram que 11,5% estava na categoria dos “ideológicos”, 42% estava
na categoria de “grupos”, 24% na de “situação subjetiva” e 22,5% na de “sem referência
a questões”. O resultado dessa pesquisa deixou os pesquisadores da escola
psicossociológica sem dúvidas sobre a baixa relevância da ideologia na decisão do voto
pelo eleitor. Além disso, foi deduzido que o eleitorado apresentava baixíssimo grau de
estruturação política. Levando em conta que os eleitores mais estruturados politicamente
seriam os ideológicos e com os resultados apontando para tão baixo nível de eleitores
ideológicos, ficou claro para estes pesquisadores que o eleitorado norte-americano não
pensava a política de modo estruturado, ou seja, no sentido de que as ideias políticas
estariam organizadas a ponto de distinguir políticas específicas dos partidos. A sugestão
destes pesquisadores, foi considerar a identificação partidária como determinante
estrutural do voto.
Deste modo, diferente da proposta de Lipset, para quem os eleitores escolhiam os
partidos em função dos interesses de classes que estes representavam, a escola de
Michigan que estas escolhas teriam um sentido psicológico, afetivo, não estando
necessariamente ligados a conteúdos programáticos ou ideológicos.
Na caracterização da relação do indivíduo com o partido como uma
identificação psicológica, nós invocamos um conceito que tem jogado um rol
importante e variado nas teorias psicológicas da relação entre indivíduos e de
indivíduos com os grupos. Aqui nós usamos o conceito para caracterizar a
orientação afetiva do sujeito para um importante objeto grupal no seu ambiente
(CAMPBELL Et al. 1980 p.121).
Segundo Harrop & Miller (1987, p. 131), para a escola psicossociológica “o
eleitor americano aceita os argumentos do partido republicano porque ele é um
republicano e não (como a escolha racional entenderia) o contrário”. A identidade
partidária seria algo produzido pela história do indivíduo. Transmitida pela família
durante seus anos de formação e seria a partir dela que se relacionaria com os elementos
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políticos. Assim, a identidade republicana ou democrata que influenciaria na percepção
do indivíduo com as relações entre partido e grupos de interesse. Ou seja, “ele não é
democrata porque os democratas defendem os trabalhadores. Ele acha que os democratas
defendem os trabalhadores porque é democrata” (SINGER. 1999, p. 28).
Após demonstrar a possibilidade de explicar o comportamento eleitoral nos
Estado Unidos independente da ideologia, a escola psicossociológica pretendeu
demonstrar uma outra tendência do eleitoral que, segundo seus pesquisadores seria uma
tendência geral. A tendência de que somente os eleitores mais sofisticados seriam capazes
de distinguir ideologicamente os partidos em esquerda-direita e ter ideias com elementos
de ligações lógicas entre si e subordinadas a princípios abstratos. A massa do eleitorado,
sempre tem sistemas de ideias desestruturadas, ilógicas e concretas. Mesmo analisando
dados em outros países como na França, país no qual o eleitorado seria supostamente mais
politizado, o resultado foi o mesmo;
Seja como for, os dados não nos dão qualquer motivo forte para acreditar que
o cidadão francês está predisposto a formar opiniões políticas que se
cristalizem de maneira mais consistente ou que abranjam um espectro mais
amplo de itens políticos do que o fazem eleitores americanos de tipo
comparável (CONVERSE & DUPEUX. 1966, p. 291 Apud SINGER. 1999, p.
29).
Essas constatações, defendidas pela escola psicossociológica, significaram que as
sugestões da escola sociológica e a do modelo espacial da escola econômica, não teriam
utilidade alguma como preditoras do voto. Se as massas dos eleitores não conseguem
identificar o posicionamento ideológico dos partidos e deles mesmos no continuo
esquerda-direita, então também não vale a pena os partidos e analistas focarem suas
estratégias em função dessa distribuição. Ainda assim, houve um co-autor (Stokes 1966)
de uma das principais obras da escola de Michigan, o livro The American Voter, que
admitiu haver uma possibilidade, teoricamente, do modelo espacial ser aplicado em certas
situações. Tais situações foram chamadas por Stokes de “enfoque ideológico forte”. Neste
caso, os eleitores situariam os partidos em um contínuo reconhecível a partir do
posicionamento deles em uma determinada questão.
A tese da identidade partidária, portanto, estaria desprovido de conteúdo e
disponível para a manipulação emocional. Este caráter manipulável levou a uma reação
dos demais pesquisadores em busca de novos indícios que levassem a resultados menos
pessimistas da disputa eleitoral. Uma das mais importantes críticas foi realiza por Key
(1968) do instituto Gallup, e que reuniu indícios de que os votos em republicanos e
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democratas nas eleições de 1952, 1956 e 1960, esteve relacionada a ideia de capacidade
dos partidos em manter a prosperidade econômica e evitar a terceira guerra mundial. Ou
seja, estaria mais voltada para questões substantivas do que determinações emotivas.
Por volta de dez anos depois, outra pesquisa (NIE et al. 1979) procurou
demonstrar que a radicalização da política nas décadas de 1960 e 1970 modificou
substancialmente os níveis ideológicos da população eleitoral americana. Os debates se
tornaram mais ideológicos do que na década de 1950, em parte por causa do aparecimento
de candidatos mais ideologicamente bem definidos e em parte pela emergência de várias
questões “mais ideológicas”, tais como a guerra do Vietnã, os conflitos raciais e o
movimento estudantil. A conclusão foi que os pesquisadores de Michigan procuraram
desenvolver uma teoria sobre o funcionamento da democracia eleitoral, adotando a
década de 1950 como espaço temporal suficiente para tal pesquisa. Os achados de Nie,
demonstraram uma mudança do nível ideológico entre as décadas analisadas, o que
transformou a teoria da escola de Michigan em algo mais próximo de um balanço
conjuntural da década de 1950 do que uma teoria geral de comportamento eleitoral.
Posteriormente, Sartori apresenta uma possível saída teórica para o dilema da
importância ideológica no comportamento eleitoral. Desenvolvido durante as décadas de
1960 e início de 1970, Sartori publica em 1976 uma obra intitulada Parties and Party
Systems, onde no capítulo final, enfrenta a questão argumentando que o modelo espacial
de Downs e o uso do conceito de ideologia ainda teriam validade, mesmo que
incorporando as descobertas da linha psicossociológica.
Seguindo a distinção apresentada por Strokes (1966) entre “foco ideológico forte”
e “foco ideológico fraco”, Sartori argumenta que entre o contínuo que vai do voto por
questão (voto ideológico forte) ao voto por identificação (voto ideológico fraco), é
necessário incluir o “voto por imagem”. Segundo seu argumento, a ideologia não
necessita de uma alta sofisticação estrutural para ser aderida pelas massas do eleitorado.
Sua formulação não parte da ideia de que a maioria do eleitorado teria um pensamento
político logicamente estruturado. Sua análise parte de um composto de que o eleitor adere
a um partido pela posição de classe que ele assume, muito embora essa adesão também
tenha questões afetivas envolvidas. Deste modo, o “voto por imagem” resolve as
situações intermediárias mais frequentes do eleitorado nas quais o voto não é fruto tão
somente das posições que os partidos possuem referentes a determinadas questões, assim
como também não são puramente resultantes de uma pura identificação psicológica.
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Uma imagem é, no meu entender, um vago pacote de políticas e programas
condensado numa palavra ou frase, e por ela transmitido. “Bom para os
trabalhadores”, ou, ainda melhor, “partido dos trabalhadores” é uma imagem
(e não uma questão). Os rótulos liberal e conservador, progressista e
reacionário, esquerda e direita exemplificam tipicamente as imagens pelas
quais os partidos procuram passar à frente uns dos outros (SARTORI. 1999, p.
360).
Trabalhos posteriores a Sartori, demonstraram a confirmação das suas hipóteses
de que a inclinação ideológica do eleitor costuma ser um ótimo preditor de voto.
Geografia do Voto
Em 1937, Herbert Tingsten descobriu através de um estudo de dados eleitorais e
sociais agregados por distritos em Estocolmo, que quanto mais domicílios de eleitores da
classe trabalhadora num mesmo distrito, maior a probabilidade daquele distrito votar na
esquerda. A sua descoberta correlacionava a proporção de domicílios de classe
trabalhadora num mesmo distrito e o apoio aos partidos de esquerda. Essa descoberta
inaugurava a corrente metodológica de análise estatística de dados eleitorais e sociais
agregados (JOHNSON & PATTIE. 2006, p. 47 Apud TERRON. 2009).
De modo semelhante, V.O. Key procurou demonstrar o comportamento
diferenciado dos eleitores nos estados do sul dos Estados Unidos por conta,
principalmente, de aspectos históricos decorrentes tanto da guerra civil como do racismo
e por um fenômeno que ele denominou de friends and neighbours (amigos e vizinhos),
que se caracterizava pela preferência dos votos sulistas em candidatos locais em
comparação aos de outras regiões. Key também trata das mudanças territoriais de apoio
partidários, analizando períodos onde houve realinhamentos de bases eleitorais como
ocorrido nos Estados Unidos dos anos de 1970 quando o sul democrata começou a mudar
em direção aos republicanos.
Quando as teorias explicativas do comportamento eleitoral provenientes das
escolas sociológicas e da escolha racional começaram a ser contestadas pela abordagem
psicossociológica, os autores de análises geográficas começaram a argumentar em favor
da influência dos elementos do meio no qual o eleitor está inserido, sobre sua decisão de
voto. Os contextos geográfico e social estariam intimamente ligados. A sugestão desses
pesquisadores é que os eleitores de determinada posição social, tem maior probabilidade
de votar em determinado partido ou candidato, mas que este apoio pode ser maior em
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algumas áreas do que em outras, devido, principalmente, ao impacto do meio no
desenvolvimento da consciência local de classe.
Esse argumento aparece claramente no texto de Tingsten (1937), que demonstrou
que o apoio da classe trabalhadora ao partido socialista sueco aumentava nos arredores
de Estocolmo, onde os membros dessa classe moravam. E também aparecem nos estudos
de Key (1949), que demonstrou que muitos indivíduos ganhavam mais apoio em áreas
próximas do seu domicílio do que em qualquer outra região do distrito.
Estudos subsequentes procuraram dar continuidade a comprovação da influência
de efeitos contextuais no comportamento eleitoral. Kevin Cox (1969) foi um dos
pesquisadores para quem a geografia exercia um elemento de influência no seu
comportamento eleitoral. Segundo ele, o indivíduo estaria sujeito a uma variedade de
circunstâncias baseadas em seu contexto de convivência. O trabalho de Cox continua a
influenciar a geografia eleitoral ainda que alguns dos seus pontos tenham sido derrubados
por pesquisas mais recentes.
Os estudos sobre os efeitos de vizinhança alcançaram comprovações empíricas da
existência de correlação entre participação política e contexto social (HUCKEFELDT
apud ETHINGTON & McDANIEL. 2007), mas houve críticas pela confiança em dados
ecológicos agregados para fazer inferências individuais. Umas das respostas
metodológicas a essas críticas foi dada por Eulau e Rothenberg (1986 apud ETHINGTON
& McDANIEL. 2007) que concluíram que a vizinhança, definida por “redes sociais”,
ainda que desligada fisicamente de um lugar, influenciavam as escolhas e o
comportamento eleitoral dos eleitores. Foi feito, por tanto, uma distinção entre contexto
social entendida como espaço vivido de redes sociais do lugar físico com conotação de
lugar físico. O contexto social passou a ser entendido como “espaço vivido”.
Outros autores, como Huckefeldt, seguiram esta linha argumentativa e
distanciaram se do sendo concreto de espaço e lugar, do foco geográfico ao analisar as
influências do contexto no comportamento eleitoral. Tais análises enfocaram na
importância da interação social e do fluxo de informação pelas redes sociais na definição
do comportamento políticos os indivíduos.
Houve, deste modo, uma distinção entre os enfoques de pesquisas que avaliavam
o contexto social. Enquanto a linha de pesquisa de Cientistas Políticos se mostrou mais
propensa à ideia de contexto como espaço vivido de interação social, a linha mais próxima
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dos geógrafos políticos, parte da ideia de que o contexto geográfico exerce mais
influência do que o espaço vivido no comportamento eleitoral (BURKBANK. 1995; CHO
& RUDOLPH. 2008; JOHNSTON & PATTIE. 2006 apud TERRON. 2009).
Existiu, portanto, uma redução em pesquisas voltadas para argumentos da lógica
social da política, mas que foi sendo resgatada por autores que encontraram resultados
importantes com esse enfoque. Zuckerman (2005) aponta que o comportamento político
e a opção eleitoral sempre tiveram uma conexão com a lógica social de interação onde as
circunstancias imediatas dos indivíduos os influenciam no que diz respeito ao que
acreditam e fazem sobre política. Os surveys que examinavam os indivíduos, mas
ignoravam os membros dos seus círculos sociais, tornaram grupos sociais em objetos de
identificação individual. As pesquisas eram estruturadas para investigar identificação
partidária e percepções dos candidatos em eleições particulares. A introdução da teoria
da escolha racional alavancou esta tendência em focalizar a nível individual todos os
parâmetros de análise sobre o comportamento eleitoral.
Segundo Zuckerman, a decisão de usar surveys de amostragem nacional como
fontes únicas de indícios empíricos do comportamento eleitoral, analisando os dados com
técnicas estatística e projetadas para explicar os resultados eleitorais sem considerar os
círculos sociais, foi uma das grandes razões para a queda na utilização de pesquisas
contextuais. As técnicas estatísticas empregadas eram todas aplicadas a informantes
independentes pois se membro do mesmo círculo social fosse incluídos na mesma
pesquisa, o resultado estaria comprometido. Tais resultados não viabilizavam um
entendimento maior do contexto social da política.
Para fazer frente a esta tendência das pesquisas que foram ganhando destaques,
um grupo de entusiastas da geografia política desenvolveram importantes trabalhos que
procuravam demonstrar que há mais no contexto do que apenas interação social.
“Destacamos os trabalhos de:
Books e Prysby (1991) - o contexto como lugar pode influenciar o voto de
quatro maneiras: (a) entendimento das questões, condições e eventos locais,
(b) informação política canalizada por condutores geográficos, (c) campanhas
locais para mobilização e educação quanto ao voto, e (d) interação social entre
vizinhos e dentro de redes sociais.
Burbank (1995) - ao estudar os mecanismos psicológicos do contexto
encontrou evidências de que a percepção individual do ambiente é um
importante fator causal.
Cho e Rudolph (2007) - encontram evidências de um “contágio espacial” que
afeta o comportamento eleitoral e sugerem que, somado à interação social o
[Digite aqui]
contexto espacial, pode agir como um efeito inconsciente ou de “baixa
intensidade” que atinge o comportamento eleitoral.
Johnston e Pattie (2005) - encontraram fortes evidências da influência do
contexto espacial nos votos no Partido Trabalhista na Inglaterra” (TERRON.
2009, p. 32).
Esses estudos procuraram abordar o contexto como vinculado ao espaço e ao
lugar. Neste sentido, o desenvolvimento do conceito de “contexto-como-lugar”,
desenvolvido por Agnew (1996a), que enfatizaria a situação geográfica dos eleitores,
candidatos e informação, no lugar de atribuir causas universais ao comportamento
político.
O apelo chave em favor da teoria social geográfica é que as categorias sociais
nacionais não são empiricamente apropriadas, nem teoricamente coerentes,
como causas do comportamento eleitoral. As categorias nacionais não podem
causar decisões individuais de voto. Causalidade somente pode ser descoberta
como mecanismos sociais específicos que traduzem estrutura social em atos
individuais e vice-versa (AGNEW. 1990 apud TERRON. 2009, p. 33)
Segundo Agnew, “a desvalorização do espaço nas ciências sociais” e a
“desvinculação do espaço de qualquer papel constitutivo em política” tinham que ser
revisto enquanto método predominante de pesquisa sobre comportamento eleitoral
(AGNEW.
1987 apud TERRON. 2009, p. 33).
Enquanto os pesquisadores da geografia política problematizavam a baixa
importância atribuída ao contexto social enquanto espaço físico, muitos autores
criticavam os argumentos desses geógrafos políticos, contra argumentando que o efeito
de vizinhança seria apenas um “desvio do padrão nacional que define o comportamento
eleitoral normal” (AGNEW. 1996, p.1967). Gary King fez pesadas críticas as tentativas
de Agnew em argumentar a favor das análises contextuais, afirmando que o contexto
enquanto espaço físico raramente contava como influenciadora do comportamento
eleitoral.
A alternativa de King [à análise contextual] é individualismo ontológico (e
metodológico). A Geografia [segundo King] se refere a como os indivíduos se
distribuem espacialmente e são distribuídos em agregados. É um monumento
a nossa ignorância que dispersão e agregação limitem as possibilidades de se
fazer inferências sobre escolhas e atos individuais. Entretanto, uma vez que
descobrimos o que determina as escolhas individuais, não há mais necessidade
de se preocupar com isto [a geografia]. Explicação e generalização são o
mesmo. Mas o meu ponto é que nós nunca poderemos explicar
satisfatoriamente o que move as escolhas e ações individuais a menos que
situemos os indivíduos no contexto sócio-geográfico de suas vidas... Em outras
palavras, as causas das crenças e ações políticas dos indivíduos são
organizadas geosociologicamente. (AGNEW 1996, p.165, apud TERRON.
2009, p. 34)
[Digite aqui]
Segundo Agnew, “padrões de voto por classe não são impostos aos lugares por
um processo nacional constante, mas ao contrário, são impostos pelo somatório de uma
variedade de processos locais. Ainda que as interações possam ser potencializadas em
grande parte pela mobilidade espacial da população e pela penetração da mídia nacional,
mesmo assim são construídas sobre contextos sociais locais. (JOHNSTON & PATTIE
2006, p.42 apud TERRON. 2009, p. 35).
O trabalho de Agnew foi, em grande parte, sobre a influência dos contextos
geográficos na Itália, onde encontrou importantes indícios para a sua teoria da
importância do lugar nas “identidades, valores e preferências que inspiram tipos
particulares de ação política”.
Mudanças na Base Eleitoral da Pequena Cidade de Três Rios
Na história eleitoral de Três Rios, é possível verificar que a cidade foi forte base
eleitoral do partido PDT durante toda a década de 1990 e que transitou como base eleitoral
para o PMDB faz exatamente uma década. As recentes votações tanto para prefeito
quanto para governador, deram ao PMDB larga vantagem de votos, garantindo apoio
certo na última disputa analisada neste trabalho relativo ao cargo de governador do Estado
do Rio de Janeiro no ano de 2014.
Apesar disso, no início da redemocratização, os candidatos do PMDB foram os
preferidos entre os eleitores da cidade até o final dos anos de 1980. Nas eleições estaduais
de 1982 e de 1986, a porcentagem dos eleitores da cidade que votaram em um candidato
do PMDB foi de 43% em 1982 e 62% em 19861. É forte a percepção de que houve uma
mudança de base eleitoral. A cidade que começou tendo como preferência os candidatos
do PMDB, optaram por passar a apoiar os candidatos do PDT e a partir das eleições de
2004, o PMDB.
Algumas hipóteses podem ser levantadas para nos ajudar a compreender essas
mudanças. Para este trabalho, destaco três: O fator econômico, a imagem de que o
governo do estado precisa ser o mesmo que o da prefeitura e, por fim, o vácuo de poder
gerado pela queda de Leonel Brizola.
1
Fonte: Tribunal Regional Eleitoral/TRE, registros administrativos – 1982 a 2010
[Digite aqui]
Primeiramente, o fator econômico teve forte peso em muitas dessas eleições e
reeleições. A década de 1980 foi particularmente cruel com a cidade em especial no ano
de 1986. Em 1959 se estabeleceu em Três Rios a C.I.S.M. (Companhia Industrial Santa
Matilde), principal fonte de trabalho e renda para os morados da cidade. O
estabelecimento desta fábrica, vinda de Minas Gerais, teve uma contribuição não apenas
histórica, mas que afetou a cidade de Três Rios profundamente do ponto de vista da
economia.
Waldir José de Medeiros prefeito da cidade de 1977 a 1982, conta que o prefeito
na época da vinda dessa fábrica, Joaquim José Ferreira, favoreceu a instalação da Santa
Matilde com a contribuição dos incentivos fiscais que eram permitidos. “O Pimentel era
uma excelente pessoa, pagava tudo direito. A empresa correspondia, em média, 70% do
PIB (Produto Interno Bruto) do município”, revela. Contudo, Waldir salienta que a cidade
já possuía, nesse período, uma tendência industrial. O prefeito de Três Rios nos anos de
1993 a 1997, Luiz Carlos de Oliveira, ressalta que a Santa Matilde deu um incremento
muito bom para a cidade2.
A maré econômica virou já no início dos anos de 1980. A cidade que tinha
encarado o período militar com grande crescimento econômico, teve graves problemas
em sua economia excessivamente dependente da fábrica Matilde e do mercado
ferroviário. O fechamento da fábrica em 1986 e a desativação da revê ferroviária federal,
foram duros golpes para a cidade que teve sua pior crise desde sua emancipação como
município.
Apesar de toda a história gloriosa de empregos, bons salários e aquecimento
da economia local, a Companhia sofreu, segundo Fiorelli, com a falta de apoio
do governo. Em entrevista ao órgão informativo do Clube de Diretores Lojistas
de Três Rios, em 1996, ele afirmou que os governos Moreira Franco e Brizola
não tiveram a mínima sensibilidade com a empresa. “Em dezembro de 1986, a
C.I.S.M. paralisou suas atividades, quando entrou na pior crise da sua história.
Acumulando uma dívida vultuosa, nas áreas trabalhista, tributária, bancária e
de fornecedores. Tornando-a totalmente inadimplente e sem condições de
participar dos editais de concorrências por mais de dez anos” (REVISTA ON,
abr/mai. 2014 - Conheça a história da Santa Matilde em Três Rios, empresa
que contribuiu com o desenvolvimento e declínio econômico da cidade há
décadas.http://www.revistaon.com.br/especialnegocios/materias/12375/amor
_odio_e_muita_historia_para_contar).
Os problemas assolaram outra empresa importante da cidade, as indústrias Sola,
do setor alimentício, e posteriormente a cidade sofreu novamente com uma queda de
2
http://www.revistaon.com.br/especialnegocios/materias/12375/amor_odio_e_muita_historia_para_c
ontar
[Digite aqui]
recursos, com as emancipações de Areal e Comendador Levy Gasparian. A reviravolta
veio ao final dos anos de 1990, quando a cidade voltou a crescer em ritmo acelerado.
A economia de Três Rios cresceu 247% entre 1999 e 2009, segundo dados do
Produto Interno Bruto computados pelo IBGE. Em 11 anos o PIB per capita
cresceu 224%. Descontando a inflação acumulada pelo IGP-M (Índice Geral
de Preços do Mercado) no período a economia trirriense registrou um
crescimento líquido de 120% e o PIB per capita cresceu 97% em um período
em que o PIB brasileiro cresceu o acumulado de 33,6%.
Comparando com a inflação acumulada a economia de Três Rios cresceu
94,3% acima do IGP-Mdo período e o PIB per capita cresceu 76,4% acima da
inflação. Comparando com o comportamento do PIB nacional a economia de
Três Rios teve um desempenho 635,1% acima do acumulado brasileiro no
período enquanto o PIB per capita cresceu 927,5% acima do nacional
(http://entreriosjornal.com.br/tres-rios/pib-de-tres-rios-cresceu-635-acima-dopib-nacional-entre-1999-e-2009/).
Três Rios que já foi um importante polo industrial da região Centro-Sul
Fluminense, inteiramente dependente da fábrica Matilde, hoje é uma região de serviços.
O setor responde por 75% do PIB regional enquanto a indústria responde por 12%,
tributos por 10% e a agropecuária por 3%. Três Rios é o retrato do Centro-Sul
Fluminense, uma vez que a participação dos setores na formação do PIB é exatamente a
mesma encontrada na média regional (IBGE).
Durante o primeiro mandato do atual prefeito da cidade, a economia deu mais uma
alavancada no crescimento. Os incentivos fiscais e atrativos empresariais que o governo
municipal passou a distribuir desde fevereiro de 2009, transformaram mais uma vez a
cidade. Até o momento 872 empresas mudaram seu endereço para a cidade do interior
fluminense, sendo 104 indústrias de médio e grande porte, 92 de pequeno porte e o
restante empresas de serviços e comércio. E o fluxo não para. Segundo reportagem que
incluiu uma entrevista ao atual prefeito Vinício Farah;
O governo do estado já permitia, desde 2002, 2% de alíquota fiscal (ICMS)
para os municípios. A prefeitura de Três Rios resolveu ir além. Estão no pacote
de incentivos: isenção total de IPTU por 25 anos, isenção de taxa de obras,
redução do ISS a 2%, facilitação do poder público em desapropriar áreas com
subsídios habitacionais, criação da Companhia de Desenvolvimento atrelada à
Secretaria de Indústria e Comércio, além da desburocratização da relação
público e privado.
“O problema é dos outros 43 municípios que sentaram em cima dos 2% dados
pelo governo estadual e estão esperando até hoje pelas indústrias. Pensei que
isso não seria suficiente e resolvemos entrar na briga dando muito mais”, diz
Vinicius Farah (PMDB), prefeito de Três Rios. Ex-jogador de futebol do time
de base do Flamengo da década de 70, Farah quer mais. “Estamos fazendo de
[Digite aqui]
Três Rios a capital do interior fluminense”, diz ele, enfatizando que não recebe
royalties do petróleo3.
A volta do crescimento econômico, que coincidiu com os governos de prefeitos
ligados ao PMDB pode explicar em parte o fortalecimento do apoio ao partido. Os
eleitores da cidade que já votavam no PMDB em 1982 (43,2% dos votos validos), e
tiveram que assistir a vitória do PDT para o governo do Estado, quando tiveram o péssimo
período econômico durante esse governo, intensificaram os seus votos novamente no
PMDB em 1986 (62% dos votos validos) como resposta a insatisfação econômica da
cidade. O fechamento da fábrica Matilde, que respondia por grande parte da economia da
cidade, a economia não teve tempo de se recuperar e novamente a resposta nas urnas
castigaram o partido do governador. O PMDB teve uma queda de 62% para 30% dos
votos validos em 1990.
O PDT que conseguiu capitalizar a maioria dos votos validos durante a década de
1990, só perdeu essa base de apoio devido aos graves problemas políticos enfrentados por
Brizola e também Garotinho. O PDT caiu em todo o Estado e sofreu um duro golpe em
sua base eleitoral. Portanto, por mais que o crescimento econômico atual de Três Rios
tenha ajudado a estabilizar uma rede de apoio ao PMDB na cidade, os problemas internos
do PDT foram fundamentais para esta mudança de base eleitoral.
Minha segunda hipótese sobre esta mudança de base eleitoral, se deve a imagem
abstrata de que o partido do prefeito deve ser o mesmo que o do governador do Estado.
Num município onde se enfrentava uma grave crise econômica e sua maior fonte de
capital e trabalho tinha fechado as portas, a dependência do governo do Estado deve ter
se tornado uma forte imagem no imaginário social dos eleitores de Três Rios.
Esta hipótese está embasada naquilo que Sartori argumenta sobre o papel da
imagem na ideologia. O “voto por imagem” seria neste caso, a ideia abstrata de que sendo
o Prefeito do mesmo partido que o Governador do Estado, o município em questão teria
maiores facilidades para o seu desenvolvimento, já que seria mais assistido pelo governo
central. Tal ideia não precisa de uma comprovação empírica para embarcar no imaginário
social. É neste sentido que chamo de “voto por imagem”, tendo em vista que a ideologia
para ter papel forte aqui.
3
https://portoimagem.wordpress.com/2011/11/24/polo-industrial-de-tres-rios-incentivos-atraem-872empresas-a-cidade-fluminense/
[Digite aqui]
Um prefeito do mesmo partido que o Governador, significaria mais facilidades
para crescimento. Infelizmente não tenho dados de surveys para comprovar
empiricamente esta hipótese, via pensamento individual dos eleitores. Contudo, minhas
análises sobre as votações para prefeitos e governadores na cidade de Três Rios,
demonstrou uma forte correlação dos votos. As duas únicas vezes em que a vitória
eleitoral no município não coincidiu com a do Estado ocorreram nas eleições de 1982 e
1994. No caso de 1982, o prefeito naquele ano foi José Francisco Sobrinho. Não foi
possível encontrar dados sobre qual partido ele pertencia, mas verifiquei que
posteriormente ele se elegeu para o município de Areal pelo PSDB e recentemente faz
parte do PMDB de Juiz de Fora. Todos os dois municípios são vizinhos de Três Rios.
Admitindo que José Francisco se elegeu pelo PMDB, fica explicado o porquê do
PMDB ter ganho as eleições no município de Três Rios com 43% dos votos validos, ainda
que pelo estado o PMDB tenha obtido apenas 22% dos votos validos e tenha perdido a
eleição para o PDT com 34% dos votos validos. Por outro lado, o PSDB só foi criado no
ano de 1988. Antes, portanto, das eleições de 1982 e ainda que José Francisco tenha
migrado para este partido para concorrer ao município de Areal, faz um mínimo senti pelo
fato de que o PSDB foi criado a partir de dissidentes do PMDB.
Portanto, se for verdade que o prefeito de Três Rios era do PMDB, começamos as
votações de governador com uma forte correlação de transferência de votos. Na eleição
seguinte em 1986, o PMDB obteve novamente votos expressivos de Três Rios (62%) e
dessa vez o seu candidato foi eleito Governador. Na eleição seguinte para prefeito, elegeuse uma figura conhecidíssima da cidade e que já havia sido prefeito local, Alberto Lavinas
do PDT. Relembrando que o ano de 1986, foi o ano de pior crise econômica na cidade,
com o fechamento da fábrica Matilde e considerando que o governo do PMDB não
melhorou as coisas para a cidade, na eleição seguinte, em 1990 o PDT passaria a receber
a maioria dos votos, elegendo mais uma vez um governador do mesmo partido que o
prefeito. Ainda não é claro o porquê de a cidade não ter eleito um prefeito do PMDB ao
invés de Alberto Lavinas no PDT4. O fato é que tão logo o prefeito era do PDT, os votos
4
Algumas hipótese devem ser testadas. Poder ser que não houvesse candidato do PMDB naquele ano. Ou
Alberto Lavinas fosse uma figura de carisma mais elevado do que o peso atribuído ao tipo de partido que
ele se candidatava.
[Digite aqui]
para governador do Estado também eram direcionados para o PDT. Nas eleições seguintes
de 1992, tudo indica que o prefeito eleito era também do PDT5.
No ano de 1994, seguindo o padrão de transferência de votos do prefeito para o
governador, o candidato a governador pelo PDT ganhou uma vez mais pelo município de
Três Rios, só que do mesmo modo que em 1982 ele não foi eleito. É interessante notar
que na eleição seguinte a prefeitura da cidade, o PDT obteve derrota e a oposição ganhou.
Como esses dados demonstram, existe um mínimo padrão de transferência de apoio
eleitoral do prefeito para o governador e do governado para o prefeito, salvo casos
especiais como as do ex-prefeito Alberto Lavinas que mesmo não sendo do mesmo
partido que o governador, conseguiu não só se eleger, como ainda ajudou no apoio
eleitoral ao seu partido nas eleições para governador seguinte. Quando em 1994 o
candidato a governador pelo PSDB foi eleito sem o apoio dos eleitores de Três Rios, a
eleição municipal seguinte deu a oposição a chance de se eleger.
Nas eleições municipais de 2000, o candidato a prefeito pelo PDT foi eleito, mas
antes o candidato a governador pelo PDT nas eleições de 1998, também conseguiu a
vitória. Foi a partir dessas eleições que o racha entre o Brizola e o então governador
Garotinho se acirraram a ponto do Garotinho deixar o PDT. Nas eleições de 2002 sua
esposa foi eleita pelo PSB e o então prefeito de Três Rios migrou sua filiação do PDT,
agora com sérios problemas internos, para o PMDB, que surgia como o partido capaz de
ocupar o espaço deixado pelo PDT. Desde então, das eleições de 2004, o PMDB ganha
no município e no Estado. O vácuo deixado pela queda do PDT enquanto partido central
no Estado do Rio de Janeiro, foi aproveitado pelo PMDB que ocupou com muita
habilidade o espaço deixado. Configurando em minha terceira hipótese sobre o motivo da
mudança de base eleitoral na cidade de Três Rios. Os gráficos abaixo demonstram essa
mudança de base eleitoral. No primeiro gráfico, situei as eleições municipais de 1996 até
2012, com as porcentagens de votos obtidos pelos candidatos e seus respectivos partidos.
5
Uma vez mais não foi possível obter tais dados pois eles ainda não se encontram digitalizados e faz se
necessário um pedido por e-mail justificando a necessidade dos dados. Ainda não obtive os dados que
solicitei. Mas tudo me leva a crer que o prefeito eleito naquele ano, Luiz Carlos de Oliveira, era do PDT,
tendo em vista que ele já se candidatou a deputado federal pelo PDT.
[Digite aqui]
Chart Title
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1996
2000
2004
2008
PDT
PMDB
PTB
PSB
PT
PSDB
PFL
PSOL
2012
PR
Como é possível averiguar, o PMDB assumiu os votos do PDT e ainda ampliou
esses votos até chegar aos incríveis 83% de aprovação. Enquanto que na oposição, o PR
substituiu o PTB, muito embora tenha tido um grande declínio nas eleições de 2012. No
gráfico seguinte são analisados os resultados eleitorais dos candidatos a governadores do
Estado do Rio, no município de Três Rios.
Chart Title
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1982
1986
1990
PDT
1994
PMDB
1998
PSB
2002
2006
PR
2010
2014
PRB
Aqui é possível verificar o vácuo assumido pelo PMDB com a queda do PDT,
retomando sua antiga posição de apoio na cidade. O PSB como um fenômeno isolado e o
PR, diferente do que aconteceu no resultado final das eleições, tendo mais apoio que o
PRB.
A tabela da página seguinte, reúne os resultados para as eleições de governador
tanto no total dos votos validos do Estado, quanto do município de Três Rios.
[Digite aqui]
1982 Candidatos a Governador
porcentagens no Estado porcentagens em Três Rios
Leonel Brizola (PDT)
31
10
Moreira Franco (PDS)
22
38
Miro teixeira (PMDB)
11
43
lysâneas Maciel (PT)
3
2,4
1986
Moreira Franco (PMDB)
49
62
Darcy Ribeiro (PDT)
35
23
Fernando Gabeira (PT)
9
11
1990
Leonel Brizola (PDT)
61
64
Jorge Bittar (PT)
18
12
Nelson Carneiro (PMDB)
14
30
Ronaldo César Coelho (PSDB)
8
10
1994
Marcelo Alencar (PSDB)
37
26
Anthony Garotinho (PDT)
30
41
Newton Cruz (PDS)
14
13
Jorge Bittar (PT)
11
10
Milton Gonçalves (PMDB)
5
7
1998
Anthony Garotinho (PDT)
47
69
Cesar Maia (PFL)
34
20
Luis Paulo da Rocha (PSDB)
16
9
2002
Rosinha Matheus (PSB)
51
65
Benedita da Silva (PT)
24
18
Jorge da Silveira (PDT)
14
11
Solange Amaral (PFL)
9
5
2006
Sérgio Cabral (PMDB)
41
54
Denise Frossad (PPS)
24
20
Marcelo Crivella (PRB)
18,5
15
Vladimir Palmeira (PT)
8
7
Eduardo Paes (PSDB)
5
3
2010
Sérgio Cabral (PMDB)
66
82
Fernando Gabeira (PV)
21
9
Fernando Peregrino (PR)
11
8
2014
Pezão (PMDB)
40
62
Marcelo Crivella (PRB)
20
8
Anthony Garotinho (PR)
19,73
17
Lindberg Farias (PT)
10
7
[Digite aqui]
Padrões Geográficos nas Votações de Três Rios
Um dos objetivos deste trabalho foi o de investigar se existe ou já existiu padrões
geográficos de votação, composto pela divisão administrativa do município em bairros e
possíveis mudanças na composição do voto ao longo do tempo. As análises dos resultados
eleitoras nas eleições desde 2002, tanto para governado, quanto para prefeito e
distribuídas por locais de votação, deram um panorama geral da espacialidade do voto em
Três Rios neste recorte temporal.
Foi possível verificar que do período analisado, nas eleições de 2004, 2006 e 2008,
houve grande disputa espacial pelo voto em Três Rios. Os eleitores dos extremos da
cidade votaram de maneira diferente das do centro. Conforme visualizado especialmente
nos casos de 2004 e 2008, as eleições para Prefeito tiveram grandes diferenças
geográficas.
No gráfico I, temos as cores verdes representam mais de 50% dos votos para o
PMDB. As vermelhas representam mais de 50% para o PTB. Nas cores em preto nenhum
dos dois maiores partidos conseguiram 50% ou mais. E no verde claro, representa que o
PMDB teve exatamente 50% dos votos.
GRAFICO I- ELEIÇÕES MUNICIPAIS 2004
É possível visualizar um padrão de voto diferenciado entre o centro e o subúrbio.
Em uma cidade pequena como Três Rios, significa dizer que o centro mais desenvolvido
economicamente, vota diferente do subúrbio bem mais atrasado. O centro tende a votar
mais no partido da situação.
[Digite aqui]
O Gráfico seguinte foi para governador e somente no centro nenhum candidato
obteve mais de 50%.
GRAFICO II – ELEIÇÕES ESTADUAIS 2006
No terceiro gráfico, os mesmos padrões observados em 2004 aparecem. A cor azul
clara substitui o vermelho para representar a mudança na oposição do PTB para o PR. O
subúrbio votando na oposição e o Centro votando na situação.Com a pequena diferença
que tanto no Centro, como no bairro Vila Isabel a disputa foi um pouco mais acirrada.
Ambos os bairros são os mais populosos e tem proximidades muito grandes
territorialmente. Embora o centro seja elitizado e Vila Isabel menos elitizado. São ambos
bairros centrais e onde se concentra o grosso do eleitorado.
GRAFICO III – ELEIÇÕES MUNICIPAIS 2008
[Digite aqui]
Nas demais eleições analisadas, as de 2002, 2010, 2012 e 2014, o candidato
vencedor obteve larga maioria em todos os bairros. É possível supor que nas eleições
municipais de 2016, a oposição representada pelo PR, possa novamente fazer aparecer
diferenças geográficas de voto entre subúrbio e centro. Mas devido ao sucesso do atual
prefeito, também é possível que sua propaganda eleitoral em prol do próximo candidato
do PMDB, consiga ao menos a mesma quantidade de votos que o governador Pezão
obteve.
Eleições Municipais
1996 PTB
PDT
PMDB
PFL
PSDB
PL
36%
26%
21%
8%
7%
3%
Estaduais votos no estado votos em tres rios
1994 PDT
30%
41%
PSDB
37%
26%
PSD
14,2%
13%
PT
10,7%
10%
PMDB
4,5%
7%
2000 PDT
PTB
PSDB
PFL
PRP
47%
39%
7%
4%
2%
1998 PDT
PFL
PSDB
PPS
2004 PMDB
PTB
PP
53%
31%
17%
2002 PSB
PT
PDT
PFL
2008 PMDB
PR
PSOL
51%
41%
8%
2012 PMDB
PR
PSOL
83%
13%
4%
[Digite aqui]
46%
34,30%
15,51%
1,1%
69%
20%
9%
1%
51%
24%
14%
9%
65%
18%
11%
5%
2006 PMDB
PPS
PRB
PT
PSDB
PDT
PSOL
41,42%
23,78%
18,53%
7,66%
5,33%
1,5%
1,4%
54%
20%
15%
7%
3%
1%
1%
2010 PMDB
PV
PR
PSOL
66%
20%
10,8%
1,67%
82%
9%
8%
1%
2014 PMDB
PRB
PR
PT
40%
20%
19,70%
10%
62%
8%
17%
7%
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O PT e PSDB nas eleições presidenciais de 2006,
2010 e 2014
Jairo Nicolau
6 de julho de 2015
Resumo
O propósito do trabalho é observar as eventuais mudanças e continuidades
da votação do PT e PSDB nas eleições de 2006, 2010 e 2014 nas cidades
brasileiras. Por intermédio de um modelo de regressão linear (OLS), o artigo
procura mostrar o peso da regiões, comparativamente ao de outras variáveis
sociodemográficas (renda per capita, população e analfabetismo adulto) e
do principal programa social implementado pelos governos petistas (o Bolsa
Família).
Palavras-chaves: eleições presidenciais; PT; PSDB.
Introdução
A comparação da votação de Luís Inácio Lula da Silva em 2006, com a
obtida quatro anos antes revela uma série de diferenças importantes. Se observarmos
os resultado das eleições nos municípios, por exemplo, veremos que enquanto em
2002 a votação de Lula tendia a ser mais alta nas cidades de maior renda e com
melhores indicadores sociais, em 2006 este padrão se inverteu, com sua votação
tendendo a ser maior nos municípios de menor renda e com pior situação social.
As eleições de 2006 foram marcadas ainda pela consolidação do Nordeste como o
principal reduto regional do PT. No primeiro turno de 2002, Lula obteve em média
31% dos seus votos nas cidades da região, quatro anos depois este valor saltaria
para 61%. O desempenho de Dilma Rousseff nas eleições de 2010 repetiu o padrão
sociológico e espacial observado em 2006: sua votação tende a ser mais alta nos
municípios de menor renda, confirmando o Nordeste como o seu principal reduto
eleitoral. (SOARES; TERRON, 2008; MARZAGÃO, 2013)
Nas eleições de 2014, a propaganda eleitoral do PT foi dirigida basicamente
aos eleitores de renda mais baixa, os principais beneficiários dos programas de
transferência de renda implementados pelos governos do partido. Por outro lado,
1
o principal candidato de oposição, Aecio Neves (PSDB) obteve maior apoio entre
eleitores de renda e escolaridade mais altas. Será que esta polarização social observada
na campanha se refletiu nas cidades brasileiras? Em que medida o padrão observado
nas votações do PT e PSDB em 2006 e 2010 se repetiria em 2014? Houve alguma
mudança relevante em relação à votação dos candidatos na região Nordeste?
O propósito deste trabalho é observar as eventuais mudanças e continuidades
da votação do PT e PSDB desde as eleições de 2006, disputa que mudou o padrão
da votação petista. O artigo está dividido em duas seções principais. A primeira,
apresenta uma série de gráficos e mapas com os resultados das eleições presidenciais
nos municípios brasileiros. A segunda seção utiliza um modelo multivariado para
dimensionar os efeitos de algumas características dos municípios na votação final
dos candidatos.
1 O PT e o PSDB em três disputas
Na apresentação dos resultados das eleições brasileiras, a imprensa e quase
todos os pesquisadores têm por hábito excluir os votos nulos e em branco da análise,
considerando, deste modo, apenas os votos válidos. O problema desta opção é que
além de não incluir o voto de milhões de eleitores que anularam o voto ou apertaram
a tecla em branco da urna eletrônica, ela desconsidera a intensa variação dos votos
inválidos nos municípios. Para ter um quadro mais completo da manifestação das
preferências eleitorais no Brasil sugiro que devemos incluir na análise os votos de todos
os eleitores que compareceram para votar. Portanto, neste trabalho, o percentual de
votos de cada candidato é calculado sobre o comparecimento.
A Figura 1 apresentam a votação mediana dos candidatos do PT - Lula em
2006 e Dilma em 2010 e 2014 - no primeiro turno - nos municípios brasileiros, segundo
a renda per capita. As cidades foram dividas em cinco faixas (quintis). As barras
do gráfico mostram o percentual médio de votos em cada faixa. Nas três eleições,
os candidatos do PT tiveram o mesmo padrão: a média de votos cai à medida que
aumenta as faixas de renda. Nas cidades de menor renda, Dilma obteve uma média
de 68% dos votos, o patamar mais alto já alcançado por um candidato do PT à
Presidência neste segmento.
O resultado da votação dos candidatos do PSDB nas três últimas eleições
presidenciais - Alckmin em 2006, Serra em 2010 e Aecio em 2014 é apresentado
na Figura 2, que lembra um espelho invertido da votação do PT. Os candidatos
do PSDB melhoram sua votação à medida que aumenta a renda per capita dos
municípios. Nas cidades mais pobres, Aecio obteve a pior votação de um candidato
do PSDB desde 1994, em média, apenas 10,7%.
As Figuras 3 e 4 mostram, respectivamente, a votação dos candidatos do
PT e PSDB nos municípios das cinco regiões do país. As barras representam o
percentual médio de votos obtidos nos municípios de cada região. Em 2014, Dilma
obteve nas cidades do Nordeste e Norte o maior percentual de votos de um candidato
presidencial do PT, respectivamente 55% e 65% dos votos. Em relação ao pleito de
2010, a votação de Dilma diminuiu nas cidades das outras três regiões do país.
2
Figura 1 – Percentual de votos do PT, segundo o quintil de renda. Eleições para
presidente, 2006-2014.
Figura 2 – Percentual de votos do PSDB, segundo o quintil de renda. Eleições para
presidente, 2006-2014.
Os candidatos do PSDB perderam apoio de maneira constante nas regiões
Nordeste e Norte, justamente as regiões nas quais o PT cresceu constantemente. Em
2014, Aecio saiu-se melhor do que Serra nas cidades das regiões Centro-Oeste, Sul
3
Figura 3 – Percentual de votos do PT, segundo a região. Eleições para presidente,
2006-2010.
e Sudeste, mas recebeu votações bem abaixo de outros candidatos do PSDB nas
cidades das duas outras regiões.
Figura 4 – Percentual de votos do PSDB, segundo a região. Eleições para presidente,
2006-2010.
4
2 Análise de regressão
As figuras apresentadas na seção anterior mostraram que nas três eleições
analisadas, tanto o nível de renda das cidades, quanto a dimensão regional - particularmente a forte presença do PT nas regiões Norte e Nordeste - tiveram efeito
na votação dos dois principais concorrentes às eleições presidenciais. O próximo
passo é analisar o impacto destes e de outros fatores simultaneamente. Além da
renda per capita, selecionei mais duas variáveis demográficas: população e taxa
de analfabetismo entre a população com mais de 18 anos. Tanto a renda como a
população foram transformadas em escalas logarítmicas. Os dados das três variáveis
são do censo de 2010.1 A região Sudeste foi utilizada como categoria de referência
para as outras variáveis.
O efeito do Bolsa Família na eleições presidenciais é provavelmente o tema mais
discutido recentemente pelos estudiosos das eleições no Brasil (NICOLAU; PEIXOTO,
2007; CANÊDO-PINHEIRO, 2009; ZUCCO; POWER, 2013; BOHN, 2011).Para
mensurar a abrangência do programa em âmbito municipal, os pesquisadores têm
utilizado diferentes medidas: percentual das famílias beneficiadas; gastos do programa
per capita; razão bolsa família/PIB; média mensal de benefícios por família; razão
gastos do programa por família pobres e por famílias indigentes. Optei por utilizar o
percentual de famílias beneficiadas pelo programa em cada cidade.2
O percentual de votos no primeiro turno - incluindo brancos e nulos no
cômputo total - foi tomado como variável dependente. Deste modo, foram construídos
seis modelos. Para facilitar a comparação dos candidatos no tempo, os resultados de
cada um dos modelos foram apresentados em duas tabelas, uma para os candidatos
do PT, outra para os candidatos do PSDB.
A Tabela 1 apresenta seis diferentes modelos de regressão com os resultados
da votação dos candidatos do PT: Lula (2006) e Dilma (2010 e 2014). Dois modelos
são apresentados para cada um dos candidatos. O primeiro inclui apenas as variáveis
sociodemográficas e a regiões; o segundo, além das variáveis anteriores acrescenta a
cobertura do programa Bolsa família. A ideia é dimensionar o quanto o programa
de transferência implementado pelo governo petista acrescenta na explicação da
variação da votação dos candidatos.
Um aspecto que chama à atenção na Tabela 1 é que os sinais dos coeficientes
da renda per capita e do analfabetismo são idênticos nos três pleitos. Mantidos
constantes os outros fatores, quanto maior a renda e maior a taxa de analfabetos
adultos nas cidades, maior a votação no PT. O efeito das regiões teve uma variação
maior; a exceção é o Nordeste, que sempre tem um efeito positivo na votação do PT.
Afinal, o que acontece quando acrescentamos a variável Bolsa Família na
votação dos candidatos do PT? O que muda em relação ao quadro anterior? Como
mostraram os estudos anteriores, o programa de transferência do governo petista
tem um forte efeito sobre a votação obtida pelo partido nas eleições de 2006 e 2010.
A Tabela 1 mostra que o mesmo impacto persiste em 2014.
1
2
Os dados estão disponíves em: <http://www.atlasbrasil.org.br/2013>
Os dados de 2006 e 2010 foram organizados por Cesar Zucco; os de 2014 coletados junto ao
Ministério do Desenvolvimento Social
5
A Tabela 1 mostra ainda que nas três disputas, a introdução da variável
Bolsa Família reduz o impacto da renda per capita, mas este continua tendo um
efeito expressivo sobre a votação do PT; ou seja, se comparamos duas cidades com
todas as características iguais (inclusive o Bolsa Família), ter menor renda é um
fator importante para uma maior votação para o PT.
O modelo com o Bolsa Família muda os efeitos de outras variáveis, mas
acrescenta pouco na explicação da variação da votação do PT. A comparação do
R2 dos modelos, com e sem o Bolsa Família, também mostra pouco diferença. A
forte associação entre a o percentual de famílias cobertas pelo programa e o nível de
renda dos municípios é uma possível explicação para este fenômeno.3
Os modelos para os candidatos à presidência do PSDB são apresentados na
Tabela 2. Em todos eles, os coeficientes das variáveis renda e Bolsa Família tem os
mesmos efeitos; nos dois casos com os sinais trocados em relação à votação do PT:
quanto maior a renda e menor a a cobertura do Bolsa Família, menor a votação do
partido. Em termos regionais, observamos dois padrões. O primeiro é o sinal positivo
da região Centro-Oeste. O segundo é o efeito negativo da região Nordeste. Como já
tinha sido salientado anteriormente (ver Figura 4), o pior desempenho do partido na
região foi em 2014. No modelo apresentado na tabela 1, mantido constante outros
fatores, Aecio obtém, em média, cerca de 10 pontos percentuais a menos de votos na
região, comparativamente ao Sudeste.
A partir dos dois modelos de regressão com a inclusão do Bolsa família de
construí gráficos com os resultados das eleições de 2014. A ideia é observar os efeitos
do Bolsa família segundo a região, mantidos constantes os efeitos das duas outras
variáveis (renda e população). Os resultados são apresentados nas figuras 6 e 7 e
mostram os resultados preditos pelos modelos para os candidatos do PT e PSDB.
As linhas mostram o percentual de votos esperados para cada candidato,
segundo sete níveis de cobertura do Bolsa Família (com variações entre 20% e 80%).
Por exemplo, numa cidade com 20% de cobertura (0.2 no gráfico), a expectativa é
que Dilma tenha recebido cerca de 50% de votos no Sul e cerca de 40% no Norte. As
linhas mostram o forte impacto do programa, com destaque para o efeito negativo
da região Nordeste para Aecio e positivo da região Sul para Dilma.
3 Conclusão
O propósito deste artigo foi comparar o desempenho do PT e PSDB nas
eleições presidenciais de 2006, 2010 e 2014. A análise da distribuição de votos dos
partidos nos municípios mostrou uma forte semelhança entre os três pleitos. O PT
teve um melhor desempenho nas cidades mais pobres e com maior cobertura do
programa Bolsa Família. A região Nordeste tem sido, desde 2006 o principal reduto
do PT na disputa presidencial e seu efeito nos dois modelos tem sido importante,
mesmo na presença de variáveis sociais. A região Sul teve um impacto expressivo na
3
Apesar da existência de correlação entre a renda per capita e o Bolsa Família, o teste VIF não
indicou colinearidade a ponto de influenciar os modelos.
6
Figura 5 – Coeficientes da regressão linear. Variável dependente: percentual dos votos
do PT para presidente nos municípios.
votação do PT nas disputas de 2010 e 2014; para esta última eleição, a simulação
apresentada na Figura 5 é ilustrativa.
Os efeitos da renda per capita e da cobertura do Bolsa Família na votação do
PSDB são inversos aos encontrados para o PT. O desempenho do partido melhora à
medida que aumenta a renda das cidades e diminui a cobertura do programa Bolsa
Família. A região Nordeste tem um efeito negativo e expressivo sobre a votação do
PSDB nas duas disputas. Se compararmos cidades com a mesma característica, o
PSDB tem, em média, uma votação bem menor em uma cidade da região Nordeste.
O partido tem o seu reduto nas três eleições nas cidades do Centro-Oeste.
Um último aspecto a ser salientado é que as duas principais variáveis selecionadas (renda per capita e Bolsa Família) têm um efeito mais intenso em 2014. Na
última disputa presidencial, o Brasil ficou mais dividido, com cada partido ampliando
a votação no seu reduto e diminuindo no território adversário. O PT aumentando a
sua votação nas cidades mais pobres e mais dependentes do programa de transferência
de renda e piorando nas cidades mais prósperas. Para o PSDB observamos uma
tendência inversa. O partido intensificou sua votação nas áreas mais ricas e menos
dependentes do Bolsa Família.
7
8
∗∗∗
p < 0.001,
R2
Adj. R2
Num. obs.
RMSE
∗∗
p < 0.01, ∗ p < 0.05
bolsa família, 2014
bolsa família, 2010
bolsa família, 2006
Sul
Norte
Nordeste
Centro-Oeste
analfabetismo + 18 anos (2010)
renda per capita log (2010)
população log (2010)
(constante)
0.60
0.59
5563
9.82
Lula 2006a
141.46∗∗∗
(7.44)
1.74∗∗∗
(0.13)
−11.12∗∗∗
(0.66)
−0.18∗∗∗
(0.03)
−3.57∗∗∗
(0.52)
5.24∗∗∗
(0.56)
1.97∗∗∗
(0.58)
−2.73∗∗∗
(0.39)
29.13∗∗∗
(1.48)
0.50
0.50
5563
9.49
Dilma 2010
227.38∗∗∗
(6.57)
−0.16
(0.12)
−16.77∗∗∗
(0.59)
−0.00
(0.03)
0.56
(0.50)
5.79∗∗∗
(0.52)
−0.31
(0.56)
6.28∗∗∗
(0.38)
0.54
0.54
5563
9.09
40.93∗∗∗
(1.81)
Dilma 2010a
119.67∗∗∗
(7.89)
−0.36∗∗
(0.12)
−7.39∗∗∗
(0.70)
−0.19∗∗∗
(0.03)
−0.31
(0.48)
1.67∗∗
(0.53)
−3.15∗∗∗
(0.55)
5.99∗∗∗
(0.36)
Tabela 1 – modelos de regressão OLS, PT
0.57
0.57
5563
10.15
Lula 2006
201.41∗∗∗
(7.03)
1.54∗∗∗
(0.13)
−15.98∗∗∗
(0.63)
−0.02
(0.03)
−3.99∗∗∗
(0.54)
8.00∗∗∗
(0.56)
2.06∗∗∗
(0.60)
−2.67∗∗∗
(0.41)
0.65
0.65
5564
9.96
Dilma 2014
276.36∗∗∗
(6.89)
−0.32∗
(0.13)
−21.71∗∗∗
(0.62)
0.14∗∗∗
(0.03)
0.57
(0.53)
6.71∗∗∗
(0.55)
3.86∗∗∗
(0.59)
7.26∗∗∗
(0.40)
42.08∗∗∗
(1.68)
0.69
0.69
5564
9.44
Dilma 2014a
167.03∗∗∗
(7.85)
−0.41∗∗
(0.12)
−12.30∗∗∗
(0.70)
−0.07∗
(0.03)
−0.94
(0.50)
2.47∗∗∗
(0.55)
1.84∗∗
(0.57)
7.50∗∗∗
(0.38)
9
∗∗∗
p < 0.001,
R2
Adj. R2
Num. obs.
RMSE
∗∗
p < 0.01, ∗ p < 0.05
bolsa família,2014
bolsa família, 2010
0.62
0.62
5563
9.92
Alckmin 2006a
−31.01∗∗∗
(7.52)
−2.38∗∗∗
(0.13)
9.53∗∗∗
(0.67)
0.03
(0.03)
4.93∗∗∗
(0.52)
−6.51∗∗∗
(0.56)
1.03
(0.59)
2.98∗∗∗
(0.40)
−26.55∗∗∗
(1.49)
0.51
0.51
5563
9.32
Serra 2010
−87.17∗∗∗
(6.45)
−1.27∗∗∗
(0.12)
12.27∗∗∗
(0.58)
0.03
(0.03)
4.15∗∗∗
(0.49)
−8.09∗∗∗
(0.51)
2.89∗∗∗
(0.55)
1.19∗∗
(0.37)
0.54
0.54
5563
9.02
−35.11∗∗∗
(1.80)
Serra 2010a
5.22
(7.84)
−1.10∗∗∗
(0.12)
4.22∗∗∗
(0.70)
0.19∗∗∗
(0.03)
4.89∗∗∗
(0.48)
−4.55∗∗∗
(0.53)
5.33∗∗∗
(0.55)
1.44∗∗∗
(0.36)
Tabela 2 – modelos de regressão OLS, PSDB
0.60
0.60
5563
10.20
Alckmin 2006
(constante)
−85.64∗∗∗
(7.06)
população log (2010)
−2.20∗∗∗
(0.13)
renda per capita Log (2010)
13.96∗∗∗
(0.63)
analfabetismo +18 anos (2010)
−0.11∗∗∗
(0.03)
Centro-Oeste
5.31∗∗∗
(0.54)
Nordeste
−9.04∗∗∗
(0.56)
Norte
0.95
(0.60)
Sul
2.92∗∗∗
(0.41)
bolsa família, 2006
0.72
0.72
5564
8.51
Aecio 2014
−102.18∗∗∗
(5.89)
−2.14∗∗∗
(0.11)
14.81∗∗∗
(0.53)
−0.09∗∗∗
(0.03)
1.34∗∗
(0.45)
−12.83∗∗∗
(0.47)
−3.74∗∗∗
(0.50)
0.83∗
(0.34)
−33.29∗∗∗
(1.45)
0.75
0.75
5564
8.13
Aecio 2014a
−15.68∗
(6.77)
−2.07∗∗∗
(0.11)
7.37∗∗∗
(0.60)
0.07∗∗
(0.03)
2.54∗∗∗
(0.43)
−9.47∗∗∗
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Desempenho eleitoral dos candidatos a presidente
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o que explica a votação dos principais partidos
nos municípios,
municípios variáveis políticas ou sociais??1
Emerson Urizzi Cervi
[email protected]
Universidade Federal do Paraná
Jaqueline Kleine Buckstegge
Buc
[email protected]
[email protected]
Universidade Federal do Paraná
ÁREA TEMÁTICA
Grupo de Investigación en Análisis Espacial en América Latina
ESPACIO ALACIP – PANEL 4
Geografia eleitoral brasileira: eleições presidenciais
Coordinador: Gláucio Soares
Soar (IESP/UERJ – Brasil)
1
Trabajo preparado para su presentación en el VIII Congreso Latinoamericano de
Ciencia Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política
(ALACIP). Pontificia Universidad Católica del Perú,
Perú, Lima, 22 al 24 de julio de 2015.
Desempenho eleitoral dos candidatos a presidente do PT e PSDB em 2014:
o que explica a votação dos principais partidos nos municípios, variáveis políticas ou
sociais?
Resumo: As eleições gerais de 2014 no Brasil reuniram 230 milhões de eleitores em 5,6 mil
municípios para eleger representantes ao cargos de presidente, governador e senador, com votos
majoritários; e deputado federal e estadual, em disputas proporcionais. O paper discute a
associação entre votos em diferentes cargos, controlada pela distribuição espacial, em duas
dimensões distintas: política e social. A pergunta é: no município, o desempenho eleitoral do
partido incumbent e do desafiante a presidente da república pode ser explicado pelas mesmas
variáveis? A dimensão política relaciona o desempenho dos dois partidos, em participação
percentual no total de votos de legenda para deputado federal e o percentual de votos no partido
para presidente. A dimensão social associa a diferença do Índice de Desenvolvimento Humano
Municipal (IDH-M) entre 2000 e 2010 com o desempenho dos candidatos à presidência. Utilizase técnicas de regressão espacial para identificar que tipo de variável independente (política ou
social) explica mais as votações para presidente do PT e PSDB nos municípios. Também verificase o grau de vizinhança do desempenho dos candidatos à presidência em função da região do
País. A hipótese é que a votação para presidente do PT (incumbent) associa-se de forma positiva à
variável social em consequência dos resultados das políticas públicas. Já a votação do PSDB para
presidente está mais associada aos votos de legenda do partido nos municípios, indicando maior
importância da estrutura partidária nos municípios para explicar o desempenho eleitoral do
partido de oposição à presidência da república.
Palavras-chave: dependência espacial; eleições 2014; PT e PSDB; IDH-M
Electoral performance of PT and PSDB presidential candidates in 2014:
which explains the vote of the main parties in the municipalities, political or social
variables?
Abstract: The general elections of 2014 in Brazil gathered 230 million voters in 5,561 cities to
elect representatives to the offices of president, governor and senator, through majoritarian vote;
and state and federal legislative representatives, in proportional system. The paper discusses the
association between the vote in different positions, controlled by spatial distribution, in two
different dimensions: political and social. The focus of the paper is: in city level, presidential
electoral performance of the incumbent party and its respective main challenger can be explained
by the same variables? The political dimension relates the performance of the two parties, as a
percentage stake of the total of party votes for congressional representative and the percentage of
presidential votes that the same party received. The social dimension is measured by the
association in the difference of the City's Human Development Index (IDH-M), between 2000 and
2010, and the performance of presidential candidates. The paper uses spatial regression
techniques to identify what kind of independent variable (political or social) has more
explanatory power in presidential elections between the two main parties in the competition (PT
and PSDB), within city level. The degree of neighborhood in the presidential candidate
performance is also verified, controlled by region of the country. The hypothesis is that the
presidential vote of PT (incumbent) is associated positively to the social variable dimension as a
result of the results of public policies. On the other hand, PSDB's presidential vote is more
closely associated with party vote in city level, indicating greater importance of cities’ party
structure on the explanation of electoral performance, when opposition party for in a presidential
competition.
Keywords: spatial dependence; 2014’s election; PT and PSDB; City's Human Development Index
Desempeño electoral de los candidatos a la presidencia del PT y PSDB en 2014:
¿Lo que explica el voto de los principales partidos en los municipios, las variables políticas o
sociales?
Resumen: Las elecciones generales de 2014 en Brasil reunieron 230 millones de votantes en
5.561 municipios para elegir a los representantes en los cargos de presidente, gobernador y
senador, con mayoría de votos; y los representantes legislativos a nivel federal y estatal, en las
disputas proporcionales. El paper analiza la relación entre votos en diferentes posiciones,
controlada por la distribución espacial, en dos dimensiones: política y social. La pregunta es: en
el municipio, el desempeño electoral presidencial del partido en el poder y de su desafiante
puede ser explicado por las mismas variables? La dimensión política se relaciona a el
rendimiento de los dos partidos, como un porcentaje de participación de lo voto en leyenda para
el congresista y el porcentaje de votos del partido a la presidencia. La dimensión social es
asociada con la diferencia de Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDH-M), entre 2000 y
2010, con la actuación de los candidatos presidenciales. El paper utiliza técnicas de regresión
espacial para identificar qué tipo de variable independiente (político o social) explica más los
resultados para presidente obtenidos por PT y PSDB en los municipios. También se verificó el
grado de vecindad en el desempeño de los candidatos presidenciales, dependiendo de la región
del país. La hipótesis es que el voto para presidente del PT (incumbent) se asocia positivamente a
la variable social como consecuencia de los resultados de las políticas públicas. Por otro lado, la
votación presidencial del PSDB está más estrechamente asociada con el voto en leyenda a nivel
municipal, lo que indica una mayor importancia de la estructura del partido en los municipios
para explicar el desempeño electoral del partido de la oposición a la presidencia.
Palabras clave: dependencia espacial; las elecciones de 2014; PT y PSDB; IDH-M
1. INTRODUÇÃO
O paper aborda a dupla questão da associação espacial e explicação para a variação
de voto a partir de variáveis políticas e sociais. O objeto é o desempenho eleitoral,
medido em percentual de votos por município, dos dois principais partidos em 2014, o PT
e o PSDB, na disputa pela presidência do Brasil. O PT, no governo, conseguiu a reeleição
da presidente Dilma Rousseff no segundo turno, após vencer por uma diferença de apenas
1% de votos o candidato do PSDB, senador Aécio Neves. Com isso, o PT consegue
manter-se no governo pelo quarto mandato consecutivo (dois de Lula e dois de Dilma
Rousseff), tendo em todas as disputas como segundo colocado o candidato do PSDB - seu
principal adversário político-eleitoral. A hipótese é de que apenas variáveis institucionais
não são suficientes para explicar o desempenho desses dois partidos nas eleições. A
explicação deve começar pela estrutura dos partidos, entendida como a capilaridade do
PT e PSDB nas regiões brasileiras e a forma como ambos conseguem tirar proveito das
estruturas de siglas médias e pequenas do sistema partidário brasileiro. Mas, além das
variáveis tais institucionais, o que ajuda a garantir a manutenção da força eleitoral do PT
é o desempenho que teve no governo do País. O resultado de políticas implementadas
pelos três governos petistas, refletido diretamente no desempenho de seus candidatos à
presidência, é o que espera-se contribuir para a explicação da manutenção da polarização
entre as duas siglas.
O objetivo do paper é testar uma variável explicativa em cada dimensão para o
desempenho espacial na eleição presidencial: desenvolvimento econômico (social) e
desempenho partidário (político), ambas em nível municipal. A hipótese a ser aferida é de
que o candidato à reeleição tende a apresentar melhor desempenho em áreas com
resultados mais positivos de políticas públicas (explicação social) e o candidato da
oposição tende a ter votação espacialmente associada com maior estruturação partidária
local (explicação política). Desde a ampliação dos programas sociais dos governos do
Partido dos Trabalhadores, boa parte dos trabalhos sobre comportamento eleitoral buscam
compreender como se relaciona, por um lado, a identificação partidária tradicional ao
próprio PT, e, por outro, o foco nos benefícios das políticas públicas de distribuição de
renda, principalmente através do Programa Bolsa Família (Guarnieri, 2014; Kerkauy,
2011; Marzagão, 2013; Nicolau, 2014; Peixoto & Rennó, 2011; Rennó & Cabello, 2010;
Soares; Terron, 2008; Terron; Soares, 2010). Para isso, considera-se a possibilidade de
associação entre crescimento do IDH e maior percentual de votos PT. No caso, o
percentual de votos no partido do mandatário cresce conforme aumenta a diferença do
IDH-M no período, enquanto o percentual de votos na oposição (PSDB), tenderia a
diminuir no mesmo movimento do desenvolvimento humano.
Em 1948, o sociólogo norte-americano Joseph Campbell propôs um conjunto de
variáveis políticas e econômicas para explicar o desempenho dos partidos em disputas
presidenciais nos Estados Unidos (Gelman & King, 1993). Adota-se a proposta de
Campbell como ponto de partida para a análise do desempenho do PT e PSDB no Brasil
em 2014, agregando a análise de dependência espacial. A variável dependente aqui é o
percentual de votos obtidos pelo PT e PSDB na eleição presidencial de 2014. A unidade
de análise é o município.
Em democracias multipartidárias como a brasileira, o desempenho dos partidos em
eleições não depende apenas das condições relativas diretamente ao desempenho do
governo nacional. Há um viés de responsividade eleitoral identificado por King (1990)
que considera o desempenho dos partidos para o legislativo e o desempenho em eleições
regionais para explicar o sucesso eleitoral em disputas nacionais. Isso porque os sistemas
de representação política são fundados tanto da representação local quanto na nacional.
Assim, partidos que conseguem fazer a integração entre a política local e a nacional
apresentam melhores condições para desempenhos positivos em disputas presidenciais.
Nesta lógica, há duas teses concorrentes. Uma é a de que os partidos estruturados
politicamente nos estados conseguem replicar o bom desempenho nas disputas nacionais.
Nesse caso, haveria uma coincidência no desempenho dos partidos para presidência e
para o congresso nacional. A outra é que os partidos apresentam desempenhos eleitorais
distintos para disputas majoritárias e proporcionais. Nesse caso, a especialização do
partido em disputas nacionais majoritárias independeria da estruturação regional do
mesmo.
A segunda dimensão explicativa proposta pelo paper, a socioeconômica regional,
também é relevante para explicar a polarização nas disputas presidenciais. Sua hipótese
para o sucesso político-eleitoral é que a melhoria de vida dos eleitores é recompensada
com votos ao partido governante. Em termos do IDH nacional, que incorpora indicadores
econômicos, de educação e de saúde pública, seu aprimoramento é realizado através da
efetivação de políticas públicas em regiões menos desenvolvidas. Como no Brasil há uma
centralização de recursos para políticas públicas na esfera federal (Boschi, 2004), pode-se
pensar que a diferença no IDH em um período pode gerar algum ganho eleitoral para o
partido governante. Não se pretende com isso defender que o IDH é o melhor preditor de
votação e, muito menos, que seja a única variável explicativa para o desempenho dos
partidos. O objetivo é usar uma variável que não seja político-partidária para testar os
comportamentos de PT e PSDB. Como a unidade de análise espacial é o município,
utiliza-se o IDH-M, que mede o índice de desenvolvimento humano em cada um dos 5,6
municípios brasileiros.
Os modelos usados para testar a associação espacial consideram como variável
dependente os percentuais de voto no PT e PSDB por município no 1º e 2º turnos de
2014. Como variáveis independentes, utiliza-se a diferença do IDH-M por município
entre 2000 e 2010 (para indicar a associação não-política) e a participação percentual do
PT do PSDB nos votos de legenda para deputado federal em cada município no primeiro
turno de 2014 (para indicar associação política). O texto está dividido em mais três
partes. Na próxima, apresenta-se o modelo e os métodos, com breve apresentação do
contexto das variáveis. Depois, analisa-se os resultados encontrados e, por fim, apresentase algumas conclusões a respeito do experimento analítico realizado.
2. CONTEXTO, MODELO E MÉTODOS
Para compreender melhor o contexto social das eleições brasileiras de 2014, a partir
da variáveis independente selecionada pelo paper, o Gráfico 1 demonstra as distribuições
dos crescimentos de IDH-M nos municípios brasileiros entre 2000 e 2010 por categoria
de IDH-M (alto, médio ou baixo) no último ano de análise. A partir dele é possível
perceber que os municípios de mais baixo IDH-M apresentaram os maiores crescimentos
médios no período analisado, com quedas nos municípios de IDH-M médio e nos que
pertencem à categoria alto.
Gráfico 1 - Distribuição do crescimento de IDH-M por categoria
A mediana do crescimento de IDH-M no Brasil foi de 0,133 na década. Excetuando
os outliers, na categoria de IDH-M baixo o município com menor crescimento apresentou
0,097 de diferença entre 2000 e 2010, contra apenas 0,035 no município da categoria
IDH-M alto com menor crescimento no período. Já os maiores crescimento ficaram na
categoria de IDH-M baixo, com 0,255, excetuando os outliers, contra um crescimento
máximo de 0,197 para os municípios com IDH-M alto. Como as categorias de
agrupamento do índice apresentam relação inversa ao crescimento, com menor
crescimento em municípios que já apresentam IDH-M alto, a variável da dimensão social
inserida no modelo apresenta uma associação inversa ao grau de desenvolvimento do
município. Ou seja, municípios com menor IDH-M foram os que apresentaram as
maiores diferenças e, portanto, pela hipótese são, geograficamente, onde mais se sentiram
os efeitos positivos das políticas públicas, tendendo a apresentar maiores percentuais de
voto ao mandatário. Já os municípios com IDH-M mais alto foram os que apresentaram
as menores diferenças de crescimento, estando assim associados com a diferença positiva
em percentual de votos ao candidato governante à presidência. Ainda que não tenha sido
testada a associação do IDH-M com os percentuais de voto, as distribuições de
crescimento mostram que as unidades espaciais de análise (municípios) apresentam
alguma regularidade em relação ao desenvolvimento humano, pois os menos
desenvolvidos tiveram maior crescimento, em média, no período.
A segunda variável explicativa do modelo é de caráter político-partidário:
percentual de votos de legenda para deputado federal no município. Utiliza-se como
proxy os votos de legenda por ser uma variável que indica a força política de um partido
em determinado espaço geográfico. Quanto mais votos de legenda um partido recebe em
determinado município, maior é o enraizamento dele nesse espaço, pois os eleitores
optam por destinar o voto à legenda e não a um candidato específico. Opta-se por usar os
votos de legenda para deputado federal por ser cargo legislativo de esfera nacional,
aproximando-o da presidência da república. Os dois partidos apresentaram percentuais de
votos de legenda muito próximos. Em 2014, para deputado federal, o PT apresentou
média de 19,9% do total de votos de legenda nos municípios, contra 20,4% de votos de
legenda do PSDB. Ou seja, os dois partidos somaram mais de 40% dos votos de legenda
para deputado federal naquele ano.
Antes de testar a associação espacial, será verificada a existência de correlação
linear simples (Pearson) entre as variáveis que compõem o modelo de análise. As
correlações bivariadas apenas indicaram a associação entre duas das variáveis incluídas e
servem como uma primeira aproximação ao modelo - ainda sem considerar a
dependência espacial. Os resultados da Tabela 1 mostram alta correlação entre a
diferença de IDH-M e os percentuais de voto no PT e no PSDB nos dois turnos eleitorais.
Ainda, os coeficientes são positivos para PT e negativos para PSDB, indicando que os
percentuais de voto no PT tendem a crescer em municípios onde houve maior diferença
de IDH-M e os percentuais do PSDB tendem a ser mais altos em municípios com menor
diferença de IDH-M. Todos os coeficientes ficaram acima de ± 60% para a correlação
entre as variáveis.
Tabela 1 - Correlação linear de Pearson entre as variáveis inseridas no modelo
Variável
% Pres. 1T (PT) % Pres. 1T (PSDB) % Pres. 2T (PT) % Pres. 2T (PSDB)
Diferença IDH-M
(2000 e 2010)
% Voto Legenda
Dep. Fed. (PT)
% Voto Legenda
Dep. Fed. (PSDB)
0,637**
(0,000)
0,041**
(0,000)
-0,536**
(0,000)
-0,602**
(0,000)
-0,003
(0,000)
0,552**
(0,000)
0,621**
(0,000)
-0,006
(0,000)
-0,516**
(0,000)
-0,614**
(0,000)
0,004
(0,000)
0,528**
(0,000)
Fonte: Autores
A correlação com os percentuais de votos de legenda para deputado federal do
PSDB também foi alta, tanto para voto em presidente do PSDB quanto para voto em
presidente do PT, nos dois turnos. No caso de votos a presidente do PT os coeficientes
foram negativos, indicando que em municípios com percentuais mais altos de votos de
legenda no PSDB, a candidata do PT tendeu a percentuais menores de voto nos dois
turnos. Já o candidato do PSDB à presidência tendeu a mais sucesso em municípios que
detinham mais votos em legenda para seu partido nas eleições de deputado federal. Todos
os coeficientes de correlação com percentual de participação de votos de legenda do
PSDB no município ficaram acima de ± 50%. Até aqui, as correlações apresentam-se
conforme esperado, com associação positiva entre desenvolvimento econômico e votos
no candidato à presidência do partido incumbent e associação positiva entre votos de
legenda para deputado federal do partido de oposição e votos para seu respectivo
candidato presidencial. Além disso, a variável de estruturação política do partido do
governo (PT) foi a que apresentou os menores coeficientes de correlação com os
percentuais de votos para presidência - mesmo considerando os votos do próprio partido.
A correlação entre participação do PT em votos de legenda para deputado federal no
município e percentual de votos para presidência no PT foi de 4,1%, muito abaixo dos
coeficientes anteriores. Todas as demais correlações apresentaram coeficientes abaixo de
1%. Isso demonstra uma baixa associação entre percentual de votos de legenda do PT no
município e distribuição de votos para presidência no mesmo espaço, o que ajuda a
reforçar a hipótese de que a associação de voto presidencial no partido mandatário não é
tanto forte com variáveis político-partidárias (aqui representada pelos votos de legenda
para deputado federal), mas sim com o resultado de políticas públicas (aqui representada
pela diferença de IDH-M).
Identificadas as associações diretas entre as variáveis, o próximo passo é incluir a
dependência espacial nas análises, pois considera-se a existência de um "contágio por
vizinhança" tanto das variáveis dependentes (votos para presidente) como para as
variáveis explicativas (IDH-M e votos de legenda para deputado federal). Para isso,
utiliza-se o coeficiente I de Moran, que é derivado da correlação de Pearson, como uma
primeira aproximação descritiva da associação espacial entre variáveis. Assim como a
correlação de Pearson, o I de Moran varia de -1 a +1. Quanto mais próximo de -1, mais
forte é a associação espacial negativa e mais para +1 cresce a força da correlação no
mesmo sentido. Os valores próximos de zero indicam ausência de correlação especial. O
índice I de Moran é usado de forma exploratória para medir possível dependência
espacial e seu coeficiente equivale ao da regressão linear, indicando a inclusão da reta de
regressão em um ambiente com autocorrelação espacial. Como o modelo trabalha com
mais de 5,6 mil municípios, o número de vizinhanças é suficientemente alto para utilizar
o I de Moran. Em caso de baixo número de unidades vizinhas, o melhor coeficiente é o G
de Geary. Para os casos em que não há autocorrelação espacial, o mais indicado é usar o
modelo de regressão linear. Portanto, testa-se a existência de autocorrelação espacial pelo
I de Moran antes de aplicar o modelo de regressão espacial.
A melhor forma para identificar a autocorrelação espacial é a partir dos resíduos do
I de Moran (I Moran error). Se os resíduos forem estatisticamente significativos, há
presença de autocorrelação espacial e, portanto, pode-se usar modelos regressivos
espaciais para explicar as variações. Os resultados do teste de resíduos para o modelo
utilizado aqui são apresentados na tabela 2 a seguir. Uma vez identificada a dependência
espacial, o passo seguinte é encontrar o melhor modelo autoregressivo espacial para
explicar o fenômeno analisado. Existem dois modelos principais, o de erros espaciais e o
de lag espacial, ambos descritos pela Figura 1, na sessão de Resultados.
A diferença entre eles diz respeito aos efeitos das variáveis dependentes entre
unidades espaciais distintas. A seleção do melhor modelo a ser usado é baseada em
valores de máxima verossimilhança dos modelos. O paper apresenta tais análises na
Tabela 4, na sessão de Resultados. Previamente, é preciso considerar que, assim como
qualquer modelo regressivo, o de autoregressão espacial não precisa respeitar os três
pressupostos clássicos da regressão: (i) erros normais com média zero; (ii)
homoquedasticidade na distribuição dos erros; e (iii) erros não relacionados. Os testes de
quebra de pressupostos são apresentados na Tabela 3.
Todo modelo espacial autoregressivo (SAR, sigla em inglês) considera que as
observações em unidades vizinhas podem ajudar a explicar a variação de um valor
qualquer em uma unidade espacial em relação às demais. Por definição, trata-se de um
modelo onde as variáveis explicativas possuem dependência espacial com a variável
explicada. Por exemplo, os votos para um partido em determinado município, entre outras
coisas, podem ser explicados pelos votos obtidos no município vizinho. A função
matemática do modelo SAR é a seguinte:
y = ρW1y + Xβ + ε
Considera-se Y a variável dependente; X a(s) variável(is) independente(s); β o
coeficiente de regressão; e ε representa os erros aleatórios com média zero. Até aqui,
todos os componentes da função são os mesmos de uma regressão clássica. No caso de
existência espacial são acrescentados à função o W, que é a matriz de vizinhança ou
ponderação espacial, e o ρ que é o coeficiente espacial autoregressivo. Em geral, SAR é o
modelo que melhor explica quando há dependência espacial. (Rego e Pena, 2012). No
entanto, é importante levar em conta o número de parâmetros independentes inseridos em
funções espaciais nos modelos. Para cada nova variável em modelo de regressão,
acrescenta-se um parâmetro. Por isso a recomendação técnica é sempre ser o mais
"econômico" possível no número de variáveis explicativas em um modelo SAR, pois
quanto mais parâmetros forem acrescentados ao modelo, mais distante ele fica da
essência do fenômeno que queremos estudar. No próximo tópico apresentam-se os
resultados dos modelos SAR para desempenho do PT e PSDB nos dois turnos eleitorais,
utilizando as duas variáveis explicativas propostas: IDH-M e participação do partido no
percentual de votos de legenda no município para deputado federal.
3. RESULTADOS
Como não há garantias de que os modelos georegressivos são os melhores para a análise,
primeiramente é preciso identificar se há associação geográfica entre a variável
dependente e as variáveis explicativas (Anselin, 1988). Aqui, utiliza-se o teste de "erro do
I de Moran" para identificar dependência espacial para os modelos explicativos do PT e
PSDB, considerando os dois turnos da eleição presidencial de 2014. Entende-se
dependência espacial quando o valor encontrado em determinada unidade depende em
parte dos valores identificados em seus vizinhos. Os resultados são apresentados na
Tabela 2 e todos os coeficientes mostram-se significativos, com poucas diferenças entre
eles. Isso significa que, para os dois partidos, em ambos turnos, há dependência espacial
entre o percentual de votos para o candidato à presidência do partido e as variáveis
explicativas. A maior dependência espacial fica com PSDB, no primeiro turno, com
coeficiente de 0,692 de erro de I de Moran. O menor é do PT, também no primeiro turno,
com 0,576. Com isso, descarta-se a realização de regressão linear múltipla e se avança
para a problematização de se as variáveis explicativas podem ser usadas, juntas, no
modelo e qual o melhor tipo de regressão espacial para as análises propostas.
Tabela 2 - Teste de resíduos de I de Moran para modelos explicativos do PT e PSDB
Teste
I Moran error
Turno
1
2
PT
0,576 (0,000)
0,596 (0,000)
PSDB
0,692 (0,000)
0,661 (0,000)
Fonte: Autores
Uma vez definida a dependência espacial é preciso identificar se o modelo não
quebra os pressupostos da não colinearidade e da distribuição normal dos erros. Se as
variáveis independentes apresentarem variação colinear, isso quebra o pressuposto da
independência das observações e impede a leitura dos resultados de um teste de regressão
(Anselin, 1988). Ainda, os erros também não podem apresentar tendência ou qualquer
tipo de associação, pois geraria um comportamento de heteroquedasticidade dos resíduos,
inviabilizando também a análise do teste de regressão. O teste de colinearidade entre
variáveis explicativas para dados geoespaciais é baseado em análises de curtose e
estabelece como limite crítico o valor de 20,0 unidades. Se os resultados ficarem abaixo
desse limite, não há colinearidade entre as variáveis explicativas. Em complemento, o
teste de normalidade de erros usado pelo trabalho é o de Jarque-bera, que segue os
mesmos princípios de testes, com limite crítico para significância estatística em 0,050. Os
resultados da Tabela 3 mostram que o modelo não é colinear e apresenta normalidade da
distribuição de erros. O coeficiente de multicolinearidade fica em 9,59 para os modelos
do PT e em 9,93 para os dos PSDB. Aqui, a colinearidade é a mesma no primeiro e
segundo turnos porque as variáveis explicativas são as mesmas nos dois casos. O teste de
Jarque-bera também indica que para os quatro modelos os erros se distribuem sem uma
tendência, ou seja, as duas variáveis podem ser usadas no modelo de regressão espacial
para identificar os efeitos dos votos de legenda e da diferença de IDH-M para explicar as
variações dos percentuais de votos para presidente do Brasil em 2014.
Tabela 3 - Testes de colinearidade e normalidade de erros para os modelos SAR
Modelo
PT
PSDB
Turno
1
2
1
2
Multicolinearidade
9,59
9,93
Normalidade dos erros (Jarque-bera)
17,625 (0,000)
21,261 (0,000)
198,130 (0,000)
43,249 (0,000)
Fonte: Autores
Vencidas as etapas de identificação da dependência espacial e das análises de
colinearidade e distribuição de erros, é preciso estabelecer qual o melhor modelo
regressivo espacial para delimitar as características do fenômeno estudado. Existem dois
grandes modelos de dependência espacial, como exposto pela Figura 1. O primeiro é o de
"error spatial", onde as diferenças ou os termos de erros entre diferentes unidades
espaciais estão correlacionados. No entanto, o valor da variável explicativa X1 de uma
unidade espacial tem efeitos sobre a variável dependente Y, mas não está associada à
explicativa X2 da unidade espacial vizinha. O segundo modelo é do "lag spatial", onde a
variável X1 de uma unidade vizinha, além de interferir na variável Y da unidade analisada
também sobre influência da variável X2 da unidade vizinha. Aqui, quando ocorre um
"retardo" espacial, percebe-se múltiplas associações, conforme quadros a seguir (Anselin,
1988).
Error spatial
Lag spatial
Legendas
Xi= variável explicativa na
unidade espacial i.
Xj= variável explicativa na
unidade espacial j.
Yi= variável dependente na
unidade i.
Yj= variável dependente na
unidade j.
Ei= fator de erro (variável
não explicada) na unidade i.
Ej= fator de erro (variável
não explicada) na unidade j.
Figura 1 - Tipos de modelos autoregressivos espaciais
Fonte: Anselin, 1988
A melhor maneira de escolha do modelo é considerar o tipo de variável e como elas
se relacionam com a teoria utilizada. Quando tal decisão não é possível através da teoria como o caso analisado pelo presente trabalho - existem alguns coeficientes que podem ser
utilizados para definir o melhor modelo explicativo. O caso analisado não possibilita tal
delimitação prévia pois uma variável independente pode ter influência sobre a dependente
de maneira isolada ou associada à outra explicativa, ou seja, o desenvolvimento do
município na última década (IDH-M) não apenas pode interferir nos percentuais de voto
para presidente, como também pode explicar as variações de votos de legenda, pois a
literatura mostra que votos de legenda tendem a estar associados com eleitores com maior
desenvolvimento econômico e cultural. Dadas tais características, opta-se por usar os
indicadores estatísticos para definir o modelo de análise. São comparados três
coeficientes. O primeiro é o log likelihood, que está presente como função padrão dos
modelos básicos de regressão e sustenta-se na hipótese de normalidade das distribuições
de variáveis. Quanto maior o log likelihood, melhor é o modelo. O segundo é o critério
Schwarz, que tem a mesma função do anterior, porém, com valores analisados no sentido
oposto. Quanto menor o valor, mas adequado é o modelo. Por fim, o coeficiente de
determinação (r2), que identifica quão ajustado está o modelo para identificar a
determinação do conjunto de variáveis explicativas sobre a variação da variável
dependente.
A Tabela 4 mostra os resultados dos três indicadores para os modelos analíticos do
desempenho do PT e PSDB nos dois turnos eleitorais. Percebe-se uma proximidade
grande de valores entre eles, com error spatial mostrando-se um pouco melhor no log
likelihood e Schwarz para os modelos do PT e lag spatial um pouco mais ajustado para
os modelos do PSDB nos dois turnos. Como o objetivo é comparar os efeitos das
variáveis dependentes sobre as votações dos dois partidos, opta-se por usar o mesmo
modelo para os dois partidos e considera-se o coeficiente de determinação (r2) para
defini-lo melhor (Anselin, 1988). No caso, o error spatial mostrou um coeficiente de
determinação superior ao do lag spatial nos quatro casos. Assim, escolhe-se o modelo de
erro espacial, que considera tanto o efeito da variável dependente sobre a variável
independente da vizinhança, quanto o efeito conjunto de outra variável explicativa sobre
a mesma unidade de análise.
Tabela 4 - Indicadores dos modelos "lag" e "erro" espacial
Turno
1
2
Modelos
Lag spatial
Error spatial
Lag spatial
Error spatial
r
2
0,835
0,841
0,832
0,840
PT
Log
likelihood
-19.556,9
-19.627,6
-19.227,5
-19.252,6
Critério
Schwarz
39.148,3
39.281,1
38.463,1
38.531,1
r
2
0,854
0,872
0,830
0,845
PSDB
Log
likelihood
-18.908,1
-18.670,3
-19.287,0
-19.154,7
Critério
Schwarz
37.850,6
37.366,5
38.608,5
38.335,3
Fonte: Autores
Identificado o melhor modelo de regressão com dependência espacial (por erro
espacial), pode-se, finalmente, verificar os efeitos individuais das variáveis independentes
na explicação do desempenho eleitoral dos candidatos a presidente pelo PT e PSDB por
município brasileiro em 2014. A tabela 5 sumariza as principais informações das
variáveis para explicar a variação espacial dos percentuais de voto a presidente (todas as
estatísticas dos quatro modelos estão nos anexos ao final do texto). Os modelos incluem a
estatística Lambda, que é um coeficiente adicional dos erros espacialmente
correlacionados. A Lambda dos quatro modelos (PT e PSDB, no primeiro e segundo
turnos) é significativa indicado alta correlação espacial dos erros. Como os valores são
muito próximos, variando de 120,572 no 2º turno do PSDB até 138,360 do primeiro turno
do mesmo partido, isso significa que os erros espaciais são muito próximos entre todos os
casos.
Tabela 5 - Principais estatísticas dos Modelos SAR para PT e PSDB no 1º e 2º turnos
Estatísticas
1º
Turno
Dif. IDH-M
%Vot.Leg.Fed.
Lambda
Estatísticas
2º
Turno
Dif. IDH-M
%Vot.Leg.Fed.
Lambda
Coef.
88,501
0,386
0,884
Coef.
70,781
0,355
0,889
PT
Z
23,748
22,424
130,106
PT
Z
20,349
22,065
133,899
p
0,000
0,000
0,000
Coef.
-33,071
0,462
0,894
p
0,000
0,000
0,000
Coef.
-49,434
0,398
0,872
PSDB
Z
-10,571
32,173
138,360
PSDB
Z
-14,372
25,500
120,572
p
0,000
0,000
0,000
p
0,000
0,000
0,000
Fonte: Autores
No entanto, as estatística individuais mostram diferenças entre os modelos. A
estatística Z é o valor padronizado do modelo, portanto, podendo ser usada para comparar
efeitos de variáveis de distintas dimensões, como é o nosso caso: desenvolvimento
humano e votos de legenda. Como esperado, a diferença do IDH-M apresenta associação
positiva com voto no PT e negativa com voto no PSDB. O Z para diferença de IDH-M e
voto no PT no 1º turno é de 23,748, caindo para 20,349 no 2º turno. Já o coeficiente Z de
IDH-M do PSDB no primeiro turno é de -10,571, indicando associação inversa, ou seja,
quanto maior a diferença de IDH, menor tende a ser o percentual de votos no PSDB no
município. E no segundo turno o efeito cresce ainda mais, passando a Z de -14,372. Isso
indica que nos dois turnos o PSDB tendeu a ter mais votos em municípios com menor
diferença de IDH, mas a tendência aumentou no segundo turno, quando comparado ao
desempenho do partido no primeiro turno.
Quanto à associação com o percentual de votos de legenda, os modelos também
apresentam resultados esperados, com associações positivas nos quatro modelos. Porém,
as associações do partido de oposição, PSDB, foram superiores ao do partido mandatário.
A associação mais forte encontrada nos modelos comparados são do PSDB no primeiro
turno, com Z de 32,173. No segundo turno o coeficiente cai para 25,500, ainda assim
superior aos dois coeficientes encontrados para a associação com votos do PT, que foram
de 22,424 e 22,065, respectivamente para primeiro e segundo turno.
Para completar a informação de associação espacial, utiliza-se a análise descritiva
de mapas coropléticos do indicador local de associação espacial (LISA, sigla em inglês).
Esse indicador, quando bivariado, mostra os clusters de associação espacial local entre
duas variáveis (Anselin, 1995). Ao contrário do I de Moran, que indica o grau de
associação espacial geral, o LISA mostra as associações locais por nível de significância
e direção. Depois de randomizar os valores encontrados por permutações, ele identifica
quais vizinhanças apresentam resultados estatisticamente significativos. Aqui, foram
usadas 499 permutações para identificar a significância estatística das associações
espaciais entre a variável dependente e uma das explicativas. Os mapas a seguir mostram
cinco possibilidades de comportamento de associação local pelo indicador LISA. O
primeiro, cor cinza, mostra as regiões onde os coeficientes de vizinhança entre voto para
presidente e uma das variáveis explicativas não é significativo. As áreas com a cor
vermelha escura mostram as áreas de vizinhança onde houve presença de valor alto para
as duas variáveis e as áreas com azul escuro onde foi constatada vizinhança de baixos
valores para as duas variáveis. O vermelho claro e o azul claro são áreas com vizinhança
estatisticamente significativa, porém, entre valor alto para uma variável e baixo para a
outra. Dada a similaridade dos modelos para 1º e 2º turnos, apresenta-se os resultados
LISA apenas para o 1º turno. Para fins comparativos, acrescenta-se o indicador de
inclinação da reta de regressão
ressão (α padronizado) para cada uma das associações
associaç
bivariadas
LISA.
Mapa 1.1. Dif. IDH-M / PT 1º turno
urno
α padronizado = 0,693
Mapa 1.2. Voto Leg.
eg. Dep. Fed. PT / PT 1º turno
t
α padronizado = 0,045
Mapa 2.1. Dif. IDH-M
M / PSDB 1º turno
t
α padronizado = -0,594
Mapa 2.2. Voto Leg. Dep. Fed. PSDB / PSDB 1º turno
α padronizado = 0,553
Legenda:
O maior α padronizado
ado dos quatro modelos está no Mapa
Mapa 1.1, para associação entre
diferença do IDH-M e percentual de votos
vot para presidente do PT.. Nas regiões Nordeste
Nordest e
Norte há predomínio
nio de clusters alto-alto
alto
e no Sul e Sudeste
udeste o predomínio de clusters
baixo-baixo. O segundo maior α padronizado é negativo (-0,594)
0,594) e refere-se
refere à associação
entre diferença de IDH-M
M e votos para presidente no PSDB (Mapa
apa 2.1). É praticamente
pratica
a
inversão do mapa anterior, com predomínio de alto-baixo
a baixo na região Nordeste,
N
o que
significa que nessa área, onde houve grande crescimento de IDH-M,
IDH
o PSDB teve menor
votação; e baixo-alto
alto no Sul
S e Sudeste,
udeste, ou seja, onde PSDB tendeu a ter mais votos os
municípios apresentaram menor diferença
difere
de IDH-M.
M. Apenas na região Centro-oeste
C
do
País é que percebe-se
se uma mancha de vizinhança maior entre municípios alto-alto, ou
seja, onde houve maior diferença de IDH-M
IDH M nessa região o PSDB tendeu a apresentar
melhor desempenho para seu candidato a presidente.
Quanto às associações com as variáveis políticas, o maior α padronizado é do Mapa
2.2, entre votos de legenda para deputado federal e para presidente do PSDB (0,553). Há
predomínio de áreas de vizinhança alto-alto, Sudeste e Centro-oeste do País, indicando
associação entre os percentuais de voto na legenda para deputado federal do PSDB e para
Aécio Neves para presidente. Por outro lado, nas regiões Nordeste e Norte, percebe-se
grandes áreas de vizinhança para baixo-baixo, reforçando a ideia de que o candidato a
PSDB tendeu a ter maior votação em áreas onde o partido recebeu mais votos de legenda
para deputado federal. Já o mapa bivariado da LISA para votos de legenda e para a
candidata a presidente do PT apresentou o menor α padronizado (0,045), indicando ser a
associação mais fraca entre as quatro apresentadas aqui. Percebe-se que as vizinhanças
significativas (alto-alto) e (baixo-baixo) são "cortadas" por áreas de municípios com altobaixo ou baixo-alto, reduzindo o efeito de vizinhança local. Embora seja possível
identificar associação de vizinhança em algumas regiões do mapa, ela não é tão forte
quanto as apresentadas nos outros mapas.
4. CONCLUSÕES
Assim como proposto no modelo de Campbell (1948) para as eleições presidenciais
norte-americanas e já testado por Soares e Terron (2008) e Terron e Soares (2010) em
disputas nacionais brasileiras anteriores, os padrões de votação para os dois principais
candidatos a presidente do Brasil em 2014 indicaram forte associação espacial entre
ações governamentais (políticas públicas) e estruturação partidária. Na análise
desenvolvida pelo presente trabalho, constatou-se uma associação positiva forte entre
desenvolvimento do município, medido pela diferença do IDH-M, e percentual de voto
na candidata à reeleição. Neste caso, a associação foi positiva. Para o principal
oposicionista, a associação também foi forte, porém, no sentido inverso. Onde houve
maior diferença de IDH-M, o PSDB tendeu a apresentar os menores percentuais de
votação. Em complemento, a associação mais forte para os votos a presidente do
candidato do PSDB foi observada com a estruturação partidária local, aqui medida pela
participação do partido nos votos de legenda para deputado federal no município. Em
localidade onde o PSDB teve maior participação nos votos de legenda para deputado
federal, houve uma tendência de crescimento nos percentuais de votos para o candidato
do partido à presidência. Já no caso do PT, as associações entre percentual de voto para
presidente e respectiva participação do partido em votos de legenda são mais fracas. Esse
comportamento foi percebido tanto no primeiro quanto no segundo turno.
Além da indicação de autocorrelação espacial entre voto para presidente com
variáveis sociais e políticas, o indicador de associação local (LISA) mostrou que as
vizinhanças estatisticamente significativas foram regionalmente localizadas em 2014. No
caso do PT, a associação positiva entre maior diferença de IDH-M e voto para presidente
localizou-se principalmente no Nordeste e Norte, enquanto nas regiões Sul e Sudeste a
associação local mais significativa foi entre menor diferença de IDH-M e baixa votação
para a candidata do PT. No caso do PSDB a associação de vizinhança entre IDH-M e
votos para presidente foi invertida, porém, manteve-se predominantemente positiva entre
votos de legenda e votos para candidato a presidente pelo partido. Nas regiões Norte e
Nordeste, nota-se associação entre baixa votação de legenda e baixa votação para
presidente do PSDB, enquanto que no Sudeste predominam municípios vizinhos com alta
votação para legenda de deputado federal e alta votação para Aécio Neves. Tão
importante quanto identificar as associações locais significativas é levar em conta as
extensas áreas estatisticamente não significativas nos Mapas 1.1 a 2.2 (cor cinza). Elas
mostram os espaços onde não é possível encontrar associação local entre as variáveis
inseridas no modelo, ou seja, onde não há cluster por vizinhança. Em especial no centro
da região Norte e no extremo oeste da região Centro-oeste não há formação de cluster em
nenhum dos mapas.
A ausência de clusters nas duas sub-regiões apontadas acima indica uma das
limitações deste paper, pois não apresentam-se explicações para aqueles comportamentos
específicos, conclusão que torna-se objeto para futuros trabalhos. Apesar dos resultados
apresentados aqui terem comprovado a hipótese inicial presente na literatura, é necessário
considerar as limitações do modelo. Por ser uma primeira aproximação ao tema, não
pode-se garantir que as variáveis independentes utilizadas são as melhores para explicar
as variações de voto para presidente por município. Campbell (1948) usa um conjunto de
sete variáveis políticas e cinco variáveis socioeconômicas em seu modelo original. Como
decidiu-se testar o modelo de Campbell acrescentando a dependência espacial, optou-se
por reduzir o número de variáveis independentes a apenas duas para evitar a sobreposição
de parâmetros no modelo de regressão espacial. Identificar qual o número adequado de
variáveis sociais e políticas em um modelo de regressão espacial e, além disso, quais são
as variáveis explicativas mais adequadas, são desafios para o avanço desse tipo de
pesquisa.
5. REFERÊNCIAS
ANSELIN, Luc. Spatial Econometrics: methods and models. Kluwer Academic
Publichers: Dordrecht, 1988.
___________. Local indicators of spatial association — LISA. Geographical
Analysis, 27, 1995 (p.93 a 115).
GELMAN, Andrew & KING, Gary. Why Are American Presidential Election Campaign
Polls So Variable When Votes Are So Predictable? British Journal of Political Science:
23, 1993 (p.409 a 451)
GUARNIERI, F. Comportamento eleitoral e estratégia partidária nas eleições
presidenciais no Brasil (2002 - 2010). Opinião Pública, v. 20, n. 2, p. 157–177, 2014.
KERKAUY, M. T. M. Os programas de transferência de renda e o voto regional nas
eleições presidenciais de 2010. Opinião Pública, v. 17, n. 2, p. 477–492, 2011.
KING, Gary. Electoral Responsiviness and Partisan Bias in multiparty democracies.
Legislative Studies Quarterly. XV, 2, maio 1990 (p 159 a 181).
MARZAGÃO, T. A dimensão geográfica das eleições brasileiras. Opinião Pública, v.
19, n. 2, p. 270–290, 2013.
NICOLAU, J. M. Vermelhos e Azuis: um estudo sobre os determinantes do voto nas
eleições presidenciais brasileiras (2002-2010)IX ENCONTRO DA ABCP AT:
Anais...Brasilia: 2014
PEIXOTO, V.; RENNÓ, L. Mobilidade social ascendente e voto: as eleições
presidenciais de 2010 no Brasil. Opinião Pública, v. 17, p. 304–332, 2011.
RENNÓ, L.; CABELLO, A. As bases do Lulismo: a volta do personalismo,
realinhamento ideológico ou não alinhamento? Revista Brasileira de Ciências Sociais,
v. 25, p. 39–60, 2010.
SOARES, G. A. D.; TERRON, S. L. Dois Lulas: a geografia eleitoral da reeleição
(explorando conceitos, métodos e técnicas de análise geoespacial). Opinião Pública, v.
14, n. 2, p. 269–301, 2008.
TERRON, S. L.; SOARES, G. A. D. As bases eleitorais de Lula e do PT: do
distanciamento ao divórcio. Opinião Pública, v. 16, n. 2, p. 310–337, 2010.
ANEXO
PRIMEIRO TURNO
PT
ORDINARY LEAST SQUARES ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Dependent Variable : PPRES_PT
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 52,2172
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 18,541
Degrees of Freedom : 5563
PSDB
ORDINARY LEAST SQUARES ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Dependent Variable : PPRES_PSDB
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 32,7797
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 17,3572
Degrees of Freedom : 5563
R-squared
: 0,444157
F-statistic
: 2222,61
Adjusted R-squared : 0,443957
Prob(F-statistic) :
0
Sum squared residual:1,06355e+006
Log likelihood
: -22516,1
Sigma-square
: 191,184
Akaike info criterion : 45038,1
S.E. of regression : 13,8269
Schwarz criterion :
45058
Sigma-square ML : 191,081
S.E of regression ML: 13,8232
----------------------------------------------------------------------Variable
Coef Std.Error t-Statistic Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT 2,617 0,843
3,102
0,0019262
DIFF_IDHM 308,6 4,640
66,519
0,0000000
PFED_LEGPT 0,388 0,020 18,841
0,0000000
----------------------------------------------------------------------REGRESSION DIAGNOSTICS
MULTICOLLINEARITY CONDITION NUMBER 9,592271
TEST ON NORMALITY OF ERRORS
TEST
DF
VALUE
PROB
Jarque-Bera
2
17,62552
0,0001488
R-squared
: 0,457588
F-statistic
: 2346,52
Adjusted R-squared : 0,457393
Prob(F-statistic) :
0
Sum squared residual: 909566
Log likelihood
: -22080,8
Sigma-square
: 163,503
Akaike info criterion : 44167,6
S.E. of regression : 12,7868
Schwarz criterion : 44187,5
Sigma-square ML : 163,415
S.E of regression ML: 12,7834
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error t-Statistic Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT 49,06427
0,806375
60,845 0,00000
DIFF_IDHM -184,3327
4,671783
-39,456 0,00000
PFED_LEGPS 0,425653 0,0129992
32,740 0,00000
----------------------------------------------------------------------REGRESSION DIAGNOSTICS
MULTICOLLINEARITY CONDITION NUMBER 9,931711
TEST ON NORMALITY OF ERRORS
TEST
DF
VALUE
PROB
Jarque-Bera
2
198,1304
0,0000000
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF
VALUE
PROB
Breusch-Pagan test 2
111,6915
0,0000000
Koenker-Bassett test 2
128,5098
0,0000000
SPECIFICATION ROBUST TEST
TEST
DF
VALUE
PROB
White
5
154,06
0,0000000
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF
VALUE
PROB
Breusch-Pagan test 2
191,8297
0,0000000
Koenker-Bassett test 2
177,2562
0,0000000
SPECIFICATION ROBUST TEST
TEST
DF
VALUE
PROB
White
5
331,72
0,0000000
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
FOR WEIGHT MATRIX : 55mu2500gsd.gal
(row-standardized weights)
TEST
MI/DF VALUE PROB
Moran's I (error)
0,576 71,206 0,0000000
Lagrange Multiplier (lag)
1
6007,72 0,0000000
Robust LM (lag)
1
1255,50 0,0000000
Lagrange Multiplier (error) 1
5051,74 0,0000000
Robust LM (error)
1
299,52 0,0000000
Lagrange Multiplier (SARMA)2
6307,24 0,0000000
========================= END OF REPORT
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
FOR WEIGHT MATRIX : 55mu2500gsd.gal
(row-standardized weights)
TEST
MI/DF
VALUE PROB
Moran's I (error)
0,692156 85,422
0,000
Lagrange Multiplier (lag) 1
7104,876 0,000
Robust LM (lag)
1
503,593
0,000
Lagrange Multiplier (error)1
7271,210 0,000
Robust LM (error)
1
669,926 0,000
Lagrange Multiplier (SARMA)2
7774,803 0,000
========================= END OF REPORT
SPATIAL LAG MODEL - MAXIMUM LIKELIHOOD
ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES_PT
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 52,2172
Number of Variables : 4
S.D. dependent var : 18,541
Degrees of Freedom : 5562
Lag coeff. (Rho) : 0,790308
SPATIAL LAG MODEL - MAXIMUM LIKELIHOOD
ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES_PSDB
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 32,7797
Number of Variables : 4
S.D. dependent var : 17,3572
Degrees of Freedom : 5562
Lag coeff. (Rho) : 0,823709
R-squared
: 0,835548
Log likelihood
: -19556,9
Sq. Correlation : -
R-squared
: 0,854217
Log likelihood
: -18908,1
Sq. Correlation : -
Akaike info criterion : 39121,8
Sigma-square
: 56,5331
Schwarz criterion : 39148,3
S.E of regression : 7,51885
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value
Probability
----------------------------------------------------------------------W_PPRES_PT 0,790 0,007
105,495 0,000
CONSTANT -5,745 0,464
-12,364 0,000
DIFF_IDHM 93,361 3,161
29,534 0,000
PFED_LEGPT 0,218 0,011
18,594 0,000
-----------------------------------------------------------------------
Akaike info criterion : 37824,1
Sigma-square
: 43,9208
Schwarz criterion : 37850,6
S.E of regression : 6,62727
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value
Probability
----------------------------------------------------------------------W_PPRES_PSDB 0,823 0,007 106,280 0,0000000
CONSTANT
8,134 0,503
16,145 0,0000000
DIFF_IDHM
-35,979 2,615
-13,754 0,0000000
PFED_LEGPS
0,119 0,008
14,127 0,0000000
-----------------------------------------------------------------------
========================= END OF REPORT
========================= END OF REPORT
SPATIAL ERROR MODEL - MAXIMUM LIKELIHOOD
ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES_PT
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 52,217188
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 18,540957
Degrees of Freedom : 5563
Lag coeff. (Lambda) : 0,884918
SPATIAL ERROR MODEL - MAXIMUM LIKELIHOOD
ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES_PSDB
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 32,779718
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 17,357248
Degrees of Freedom : 5563
Lag coeff. (Lambda) : 0,894159
R-squared
: 0,841472
R-squared (BUSE)
:Sq. Correlation : Log likelihood
:-19627,607414
Sigma-square
: 54,4966
Akaike info criterion : 39261,2
S.E of regression : 7,38218
Schwarz criterion : 39281,1
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value
Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT 33,550
1,051
31,903 0,0000000
DIFF_IDHM
88,501
3,726
23,748 0,0000000
PFED_LEGPT
0,386
0,017
22,424 0,0000000
LAMBDA
0,8842 0,006
130,106 0,0000000
----------------------------------------------------------------------REGRESSION DIAGNOSTICS
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF VALUE
PROB
Breusch-Pagan test
2
79,54528 0,0000000
R-squared
: 0,872729
R-squared (BUSE)
:Sq. Correlation : Log likelihood
:-18670,307936
Sigma-square
: 38,3436
Akaike info criterion : 37346,6
S.E of regression : 6,19222
Schwarz criterion : 37366,5
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value
Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT 26,687
0,942
28,319 0,0000000
DIFF_IDHM -33,071
3,128
-10,571 0,0000000
PFED_LEGPS
0,462
0,014
32,173 0,0000000
LAMBDA
0,894
0,006
138,360 0,0000000
----------------------------------------------------------------------REGRESSION DIAGNOSTICS
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF VALUE
PROB
Breusch-Pagan test
2
32,72957 0,0000001
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
SPATIAL ERROR DEPENDENCE FOR WEIGHT MATRIX :
55mu2500gsd.gal
TEST
DF VALUE
PROB
Likelihood Ratio Test
1
5776,912 0,0000000
========================= END OF REPORT
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
SPATIAL ERROR DEPENDENCE FOR WEIGHT MATRIX :
55mu2500gsd.gal
TEST
DF VALUE
PROB
Likelihood Ratio Test
1
6820,966 0,0000000
========================= END OF REPORT
SEGUNDO TURNO
PT
ORDINARY LEAST SQUARES ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Dependent Variable : PPRES2T_PT
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 54,9239
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 17,2322
Degrees of Freedom : 5563
PSDB
ORDINARY LEAST SQUARES ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Dependent Variable : PPRES2T_PS
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 40,2568
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 17,3571
Degrees of Freedom : 5563
R-squared
: 0,408390
F-statistic
: 1920,08
Adjusted R-squared : 0,408178
Prob(F-statistic) :
0
Sum squared residual: 977822
Log likelihood
: -22282,2
Sigma-square
: 175,772
Akaike info criterion : 44570,3
S.E. of regression : 13,2579
Schwarz criterion : 44590,2
Sigma-square ML : 175,678
S.E of regression ML: 13,2543
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error t-Statistic Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT
12,273
0,808
15,171 0,0000000
DIFF_IDHM
275,717
4,449
61,968 0,0000000
PFED_LEGPT
0,264
0,019
13,359 0,0000000
-----------------------------------------------------------------------
R-squared
: 0,450716
F-statistic
: 2282,37
Adjusted R-squared : 0,450519
Prob(F-statistic) :
0
Sum squared residual: 921075
Log likelihood
: -22115,8
Sigma-square
: 165,572
Akaike info criterion : 44237,6
S.E. of regression : 12,8675
Schwarz criterion : 44257,4
Sigma-square ML : 165,482
S.E of regression ML: 12,864
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error t-Statistic Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT
58,902
0,811
72,587 0,0000000
DIFF_IDHM -195,447 4,701
-41,573 0,0000000
PFED_LEGPS
0,383
0,013
29,346 0,0000000
-----------------------------------------------------------------------
REGRESSION DIAGNOSTICS
MULTICOLLINEARITY CONDITION NUMBER 9,592271
TEST ON NORMALITY OF ERRORS
TEST
DF
VALUE
PROB
Jarque-Bera
2
21,26948
0,0000241
REGRESSION DIAGNOSTICS
MULTICOLLINEARITY CONDITION NUMBER 9,931711
TEST ON NORMALITY OF ERRORS
TEST
DF
VALUE
PROB
Jarque-Bera
2
43,24931
0,0000000
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF
VALUE
PROB
Breusch-Pagan test 2
82,63141
0,0000000
Koenker-Bassett test 2
94,06786
0,0000000
SPECIFICATION ROBUST TEST
TEST
DF
VALUE
PROB
White
5
97,97456
0,0000000
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF
VALUE
PROB
Breusch-Pagan test 2
90,94892
0,0000000
Koenker-Bassett test 2
90,06541
0,0000000
SPECIFICATION ROBUST TEST
TEST
DF
VALUE
PROB
White
5
282,561
0,0000000
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
FOR WEIGHT MATRIX : 55mu2500gsd.gal
(row-standardized weights)
TEST
MI/DF
VALUE
PROB
Moran's I (error)
0,596 73,6071888
0,0000000
Lagrange Multiplier (lag)
1 6268,7786197
0,0000000
Robust LM (lag)
1 1161,1778734 0,0000000
Lagrange Multiplier (error) 1
5398,3346919
0,0000000
Robust LM (error)
1
290,7339456 0,0000000
Lagrange Multiplier (SARMA)2
6559,5125653 0,0000000
========================= END OF REPORT
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
FOR WEIGHT MATRIX : 55mu2500gsd.gal
(row-standardized weights)
TEST
MI/DF
VALUE
PROB
Moran's I (error)
0,661515 81,643289 0,0000000
Lagrange Multiplier (lag)
1
6591,00236 0,0000000
Robust LM (lag)
1
529,60588 0,0000000
Lagrange Multiplier (error) 1
6641,6729 0,0000000
Robust LM (error)
1
580,2764 0,0000000
Lagrange Multiplier (SARMA)2
7171,278 0,0000000
========================= END OF REPORT
SPATIAL LAG MODEL - MAXIMUM LIKELIHOOD
ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES2T_PT
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 54,9239
Number of Variables : 4
S.D. dependent var : 17,2322
Degrees of Freedom : 5562
Lag coeff. (Rho) : 0,808199
SPATIAL LAG MODEL - MAXIMUM LIKELIHOOD
ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES2T_PS
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 40,2568
Number of Variables : 4
S.D. dependent var : 17,3571
Degrees of Freedom : 5562
Lag coeff. (Rho) : 0,79836
R-squared
: 0,832558
Log likelihood
: -19227,5
Sq. Correlation : Akaike info criterion : 38463,1
R-squared
: 0,830448
Log likelihood
: -19287
Sq. Correlation : Akaike info criterion :
38582
Sigma-square
: 49,7216
Schwarz criterion : 38489,6
S.E of regression : 7,05135
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value Probability
----------------------------------------------------------------------W_PPRES2T_PT 0,808 0,007
109,1283 0,0000000
CONSTANT
-3,014 0,449
-6,7096 0,0000000
DIFF_IDHM
75,730 2,892
26,183 0,0000000
PFED_LEGPT
0,177 0,010
16,226
0,0000000
-----------------------------------------------------------------------
Sigma-square
: 51,0808
Schwarz criterion : 38608,5
S.E of regression : 7,14708
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value Probability
----------------------------------------------------------------------W_PPRES2T_PS
0,798 0,008
95,335 0,0000000
CONSTANT
12,620 0,605
20,831 0,0000000
DIFF_IDHM
-49,534 2,881 -17,193 0,0000000
PFED_LEGPS
0,101 0,008
11,799 0,0000000
-----------------------------------------------------------------------
========================= END OF REPORT
========================= END OF REPORT
Regression
SUMMARY OF OUTPUT: SPATIAL ERROR MODEL MAXIMUM LIKELIHOOD ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES2T_PT
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 54,923909
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 17,232193
Degrees of Freedom : 5563
Lag coeff. (Lambda) : 0,889315
R-squared
: 0,840181
R-squared (BUSE) : Sq. Correlation : Log likelihood
:-19252,631971
Sigma-square
: 47,4579
Akaike info criterion : 38511,3
S.E of regression : 6,88897
Schwarz criterion : 38531,1
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT 38,956
1,005
38,73703 0,0000000
DIFF_IDHM 70,781
3,478
20,3494 0,0000000
PFED_LEGPT 0,355
0,016
22,06551 0,0000000
LAMBDA
0,889
0,0066 133,8999 0,0000000
----------------------------------------------------------------------REGRESSION DIAGNOSTICS
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF VALUE
PROB
Breusch-Pagan test
2
66,98328 0,0000000
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
SPATIAL ERROR DEPENDENCE FOR WEIGHT MATRIX :
55mu2500gsd.gal
TEST
DF VALUE
PROB
Likelihood Ratio Test
1
6059,068 0,0000000
========================= END OF REPORT
Regression
SUMMARY OF OUTPUT: SPATIAL ERROR MODEL MAXIMUM LIKELIHOOD ESTIMATION
Data set
: 55mu2500gsd
Spatial Weight : 55mu2500gsd.gal
Dependent Variable : PPRES2T_PS
Number of Observations: 5566
Mean dependent var : 40,256816
Number of Variables : 3
S.D. dependent var : 17,357108
Degrees of Freedom : 5563
Lag coeff. (Lambda) : 0,872595
R-squared
: 0,845909
R-squared (BUSE)
:Sq. Correlation : Log likelihood
:-19154,721806
Sigma-square
: 46,4229
Akaike info criterion : 38315,4
S.E of regression : 6,81343
Schwarz criterion : 38335,3
----------------------------------------------------------------------Variable Coefficient Std.Error z-value Probability
----------------------------------------------------------------------CONSTANT 37,706
0,925
40,73384 0,0000000
DIFF_IDHM -49,434
3,439
-14,3721 0,0000000
PFED_LEGPS
0,398
0,015
25,50068 0,0000000
LAMBDA
0,872
0,007
120,5723 0,0000000
----------------------------------------------------------------------REGRESSION DIAGNOSTICS
DIAGNOSTICS FOR HETEROSKEDASTICITY
RANDOM COEFFICIENTS
TEST
DF VALUE
PROB
Breusch-Pagan test
2
8,282217 0,0159052
DIAGNOSTICS FOR SPATIAL DEPENDENCE
SPATIAL ERROR DEPENDENCE FOR WEIGHT MATRIX :
55mu2500gsd.gal
TEST
DF VALUE
PROB
Likelihood Ratio Test
1
5922,119 0,0000000
========================= END OF REPORT
¿De donde viene
el carisma de Lula?
GLÁUCIO ARY DILLON SOARES (IESP/UERJ, BRASIL)
SONIA TERRON (IBGE, BRASIL)
[email protected] [email protected]
TRABAJO PREPARADO PARA PRESENTACIÓN EN EL VIII CONGRESO LATINOAMERICANO DE CIENCIA
POLÍTICA, ORGANIZADO POR LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE CIENCIA POLÍTICA (ALACIP).
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ, LIMA, 22 AL 24 DE JULIO DE 2015.
PANEL ORGANIZADO POR ESPACIO ALACIP - GRUPO DE INVESTIGACIÓN EN ANÁLISIS ESPACIAL
(CON LA PARTICIPACIÓN DE BÁRBARA DE SÁ)
HIPÓTESIS
Este trabajo sostiene algunas hipótesis relevantes para la literatura institucional,
partidaria y electoral:
1. Hay una continuidad en la preferencia por formas unipersonales de gobierno
en Brasil, además de la preferencia por el presidencialismo democrático;
2. Hay alto nivel de desconfianza y rechazo de las instituciones políticas en el
país;
3. El rechazo ayuda a explicar la baja votación por el parlamentarismo en el
referéndum de 1993, que refleja el rechazo de varias instituciones políticas,
incluyendo el Legislativo;
4. Sin embargo, la desconfianza en las instituciones políticas es parte de un
síndrome más amplio de desconfianza, que incluye otras instituciones (no
políticas) y las personas.
HIPÓTESIS
5. El carisma y el personalismo no deben ser interpretados como atributos de un
líder, sino como una relación entre el líder y sectores de la población. La relación
carismática se refiere a clases, grupos y categorías de personas, y no a la
población total;
6. La relación carismática no excluye el interés, el oportunismo y la racionalidad
por parte de los seguidores: una relación puede ser carismática y racional a la
vez;
7. Lula no se había establecido como una relación personal y carismática con
amplios sectores de la población en 2002 o antes, sino hasta después de 2002,
cuando, en su primer gobierno, implementó medidas sociales exitosas que
alteraron el perfil socio-espacial de sus votantes en el 2006. La expectativa de
recibir beneficios introdujo un elemento racionalista y utilitarista en la relación
carismática que sectores de la población desarrollaron con Lula. El carisma de
Lula incluye una respuesta a sus políticas públicas, que han beneficiado
segmentos de la población social y geográficamente diferenciados.
LAS VÁRIAS ACEPCIONES DE CARISMA Y DE LIDER CARISMÁTICO
 La noción popular de carisma como atributo del líder ha sido
incorporada por muchos politólogos.
 En los años 60, Soares analizó datos de surveys para demostrar que el
carisma de Lacerda era una relación.
 No hay líderes carismáticos sin seguidores, y las características de
los seguidores cuentan.
 El mismo líder que atraiga algunos sectores de la población
puede asustar a otros.
 Es difícil de re-conceptualizar el carisma como una relación y aún
más como una relación que puede ser negativa.
LOS CONCEPTOS DE CARISMA Y DE LIDER CARISMÁTICO
House, Spangler y Woycke testaron la eficacia de los presidentes
estadounidenses, concluyendo que
 con el uso de cinco medidas de rendimiento presidencial, entre
el 25% y el 66% de la varianza se explica por las crisis, la edad de
la presidencia, la autolimitación en el uso del poder, y la
personalidad y el carisma del presidente.
Charles Lindholm en 1990 publicó un libro, Charisma, que incluye la interacción entre
líder y seguidor, un paso importante en la reconceptualización del carisma como una
relación.
 La idea central de carisma cruza varias disciplinas, incluyendo teorías de la
supremacía de la pasión sobre la razón, la sociología de los conceptos
irracionales, pasando por conceptos como la psicología de las masas, pudiendo
llegar a la hipnosis colectiva.
 El campo incluye análisis de casos negativos extremos como Hitler, Jim Jones y
Charles Manson. Considera que la posibilidad de ser seducido por un líder
carismático existe en todos los seres humanos.
…
LOS CONCEPTOS DE CARISMA Y LIDER CARISMÁTICO
 Charles Lindholm en su mencionado libro, Charisma, y John Potts, quien
ha analizado extensamente la historia del término carisma, agregan
significados al uso común.
 Sin embargo, el carisma en la Ciencia Política contemporánea mantiene
el carácter irreductible que le asignaría Weber: una misteriosa calidad
personal, difícil de alcanzar. Sin embargo, creemos que esa es una
lectura vulgar e inadecuada de Weber, quien dedicó mucho espacio a
las características de los seguidores.
 Los comentaristas de los medios de comunicación constantemente
describen carisma como el “X-Factor” .
 El carácter enigmático de carisma sugiere hasta una conección, aún que
limitada, con concepciones originales de carisma, que eran religiosas,
como un don espiritual…
LOS DATOS Y SU ANÁLISIS
1. Analizamos las relaciones entre la votación por el presidencialismo en
el referéndum de 1993 y votaciones en diferentes elecciones
presidenciales, todas las cinco en las que Lula fue postulante, y las dos
de Dilma.
2. Los datos analizados fueron:
• los porcentajes de votos válidos*, por Unidad de la Federación (26
Estados y el Distrito Federal), dados a los sistemas de gobierno
(presidencialismo o parlamentarismo), en 1993, y
• los porcentajes de votos por Lula en 1989, 1994, 1998, 2002 y 2006, y
por Dilma en 2010 y 2014.
• Asimismo, el plebiscito sobre la forma de gobierno sucede en cuatro
años la primera de esas elecciones presidenciales, y precede en
veinte y un años la última. El período analizado abarca un cuarto
de siglo.
* sin tener en cuenta los votos blancos y nulos
DE LA AUSENCIA DE ASOCIACIÓN A UNA
CORRELACIÓN SIGNIFICATIVA
En
nuestra
lectura,
el
voto
por
el
presidencialismo indica una predisposición,
hasta una búsqueda, por un líder. Lula, en 1990,
1994, 1998 y 2002 no era considerado líder
carismático por esta amplia población social y
regionalmente caracterizada. La delivery, la
entrega de beneficios valida el carisma,
demuestra que el líder está con ellos, que
entrega, concede, dona. Sólo a partir de ese
período comenzamos a escuchar frases como
"Lula dio.“
La prueba encuentra oportunidad en cuatro
elecciones sin la delivery. En ninguna de las
correlaciones entre las distintas mediciones del
referéndum y el porcentaje de votos dado a
Lula alcanza significación estadística, y en 3 la
correlación es negativa.
La aparición de una correlación positiva y significativa sólo después de la delivery aumenta nuestra
confianza subjetiva en la exactitud de nuestra hipótesis.
LA ASOCIACIÓN SOLO SE
PRESENTA EN 2006
Dos eventos, separados por catorce
años, de naturaleza diferente, un
referéndum sobre el sistema de
gobierno y otro una elección
presidencial,
muestran
una
asociación en busca de una
explicación.
El análisis estadístico nos muestra
una asociación medida por la
correlación producto-momento
de Pearson de 0,48, significativa
al nivel de 0,01, con 27
observaciones.
Correlación entre los porcentaje de
votos por el Presidencialismo, 1993 (X)
y por Lula, 2006 (Y)
Razón entre los votos por Lula, 2006/2002
1. Vuelta
2. Vuelta
Rondônia
1,16
1,19
Acre
1,07
1,08
Amazonas
2,02
1,61
Roraima
0,69
0,64
Pará
1,52
1,40
Amapá
1,38
1,12
Tocantins
1,74
1,55
Maranhão
2,52
1,85
Piauí
1,71
1,47
Ceará
2,11
1,36
Rio Grande do Norte
1,64
1,41
Paraíba
1,67
1,50
Pernambuco
1,81
1,48
Alagoas
2,03
1,72
Sergipe
1,33
1,25
Bahia
1,48
1,40
Minas Gerais
1,04
1,07
Espírito Santo
1,33
1,26
Rio de Janeiro
1,25
0,88
São Paulo
0,89
0,95
Paraná
0,83
0,91
Santa Catarina
0,64
0,77
Rio Grande do Sul
0,77
0,85
Mato Grosso do Sul
0,99
0,90
Mato Grosso
1,10
1,10
Goiás
1,07
1,04
Distrito Federal
0,84
0,98
LULA: 2002 Y 2006
Para evaluar los cambios en la distribución social y
espacial de la votación por Lula a partir de su patrón en
elecciones anteriores, creamos un indicador sencillo
dividiendo la votación de 2006 por la del año 2002, en
las dos vueltas.
Según el indicador del cambio, obviamente, un valor
mayor que 1 significa ganancia y un valor inferior a 1
significa pérdida.
Esta metodología es consistente con nuestra hipótesis de
que las acciones del líder alteran las relaciones con
diferentes sectores de la sociedad, pudendo obtener
ganancias en algunos segmentos y pérdidas en otros.
Los datos muestran que hubo ganancias en muchos
estados y también hubo pérdidas en algunos:
EL ESPACIO DEL CARISMA: LULA CRECIÓ MÁS EM LOS
ESPACIOS DONDE EL PERSONALISMO PRESIDENCIALISTA FUÉ
MÁS FUERTE
Analizando los datos del Δ Lula 2006/2002, y su asociación con los
votos por el presidencialismo (incluyendo sólo los votos válidos
para una de las dos opciones) vemos que en la primera ronda, la
correlación fue de 0,55 (p <0,003) y, en la segunda ronda, fue 0,56
(p <0,002).
Es decir, la votación por el presidencialismo se correlaciona
significativamente con el crecimiento del voto por Lula en 2006,
en comparación con 2002, lo que apoya nuestra hipótesis de que
sectores de la población sólo encontraron a su líder carismático
en la persona de Lula después de disfrutar de los beneficios en el
primer gobierno.
El personalismo carismático incluye elementos de racionalidad.
TRANSFERENCIA DE LA MATRIZ DE RELACIONES ELECTORALES
Y las elecciones posteriores?
Una vez más, Lula transfirió más que una
cantidad de votos aleatoriamente distribuidos para Dilma: transfirió su matriz
de relaciones electorales. Desde la perspectiva del carisma como un atributo
individual e intransferible, la transferencia es imposible.
Dilma Rousseff heredó esta
matriz, lo que se pudo
confirmar con la correlación
positiva entre la votación
de Lula en 2006 y la suya en
2010 y 2014. Esa matriz se
mantuvo en 2010 y en 2014.
LOS ESPACIOS DEL
CARISMA
Hay auto-correlación espacial positiva y
significativa en 1993, 2006, 2010 y 2014, aún
que en distintos grados. Asimismo, puede
existir correlación entre la geografía
sociodemográfica y económica y las
opciones electorales.
LOS TERRITORIOS DE LULA y DILMA SON SEMEJANTES AL DE LA
VOTACIÓN POR EL PRESIDENCIALISMO
I Moran Bi-variado 2006 X 1993 = 0,45
pseudo p<0.002
I Moran Bi-variado 2010 X 1993 = 0,43
pseudo p<0.002
I Moran Bi-variado 2014 X 1993 = 0,50
pseudo p=0.001
LULA TRANSFIERE A DILMA TAMBIÉN LA GEOGRAFÍA DE SUS
VOTOS
Correlación LULA 2006 (X) y DILMA 2010 (Y)
estandarizada:
TOTAL
R2 = 0.76 y Pearson= 0.87
CUADRANTE POSITIVO-POSITIVO
R2=0,77 Pearson=1,05
SON SIGNIFICATIVAS
La mayoría de los
estados del
cuadrante positivopositivo 2006-2010
se mantiene en
2006-2014
La correlación en
los cuadrantes
negativo-negativo
no es significativa
Correlación LULA 2006 (X) y DILMA 2014 (Y)
estandarizada:
TOTAL
R2=0.62 y Pearson= 0,79
CUADRANTE POSITIVO-POSITIVO
R2=0,34 Pearson=0,55
SON SIGNIFICATIVAS, PERO MENOS
¿ POR QUÉ LA CORRELACIÓN DEL REFERENDUM
CON DILMA 2014 ES 50% MAYOR QUE LA CON
LULA EN 2006?
1. La correlación más alta del referéndum con la
votación de Dilma después de su primer
período de gobierno no indica que la
racionalidad del elector daba lugar al
surgimiento de una nueva líder carismática
2. Después del éxito electoral de Lula en 2006,
todos los candidatos pasaron a defender
programas sociales y a proponer ampliación y
mejorías a los existentes
3. Dilma recibió la matriz electoral de Lula, pero
tenía índices altos de rechazo antes de la reelección en 2014
4. Datos posteriores a la elección indican nuevo
crecimiento del rechazo
LA DIFERENCIA EN 2014 SE DEBE A LA CORRELACIÓN NEGATIVA MÁS ALTA DE
DILMA CON LOS “TERRITORIOS DEL PARLAMENTARISMO”, EN RELACIÓN AL QUE
SUCEDIÓ CON LULA 2006 Y CONSIGO MISMA EN 2010.
Correlación PRESIDENCIALISMO 1993 (X) y
LULA 2006 (Y) estandarizada:
TOTAL
R2 = 0.23 y Pearson= 0.48 es significativa
CUADRANTE NEGATIVO-NEGATIVO
es NO significativa.
La situación es similar en 2010.
Los estados del
cuadrante negativo
– negativo de 2014
son en la mayoría
los mismos de 2006
La correlación en los
cuadrantes positivopositivo no son
significativas
Correlación PRESIDENCIALISMO 1993 (X) y
DILMA 2014 (Y) estandarizada:
TOTAL
R2=0.54 y Pearson= 0,74
CUADRANTE NEGATIVO-NEGATIVO
R2=0,56 Pearson=0,46
Ambas son significativas.
DE LOS ESPACIOS EXCLUYENTES
A LOS CONCEPTOS INTEGRADOS
Este trabajo testó algunas hipótesis relevantes para la literatura institucional, partidaria
y electoral, recuperando teorías sobre el carisma y el personalismo, pero en una matriz
conceptual modificada.
No encontramos la asociación entre el voto por el sistema de gobierno y el voto por
Lula en 2006 por casualidad, testando “todo con todo”. Al contrario, partimos de un
sistema integrado de hipótesis. Testamos esta asociación para poder diseñar y
desarrollar una noción conceptual sobre las relaciones entre el personalismo y su
componente, el carisma, y el institucionalismo en la política, introduciendo el interés y
la confianza en la ecuación. La literatura convencional hasta aquel momento definía
personalismo e institucionalismo como mutuamente excluyentes.
Gracias a un diálogo creativo entre los autores, surgió la noción de que eses
conceptos, antes presentados como mutuamente excluyentes, podrían ser conciliados.
Los análisis mostraron la necesidad de repensar el carisma como una relación que no
es desproveída de interés de parte de los seguidores.
Se enriqueció la teoría.
O Partido dos Trabalhadores na Câmara dos Deputados: a evolução das bases
socioeconômicas e territoriais (1994-2014).
Natalia Maciel – IESP/Uerj – [email protected]
Tiago Ventura – IESP/Uerj – [email protected]
Trabajo preparado para su presentación en el VIII Congreso
Latinoamericano de Ciencia Política, organizado por la Asociación
Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP). Pontificia Universidad
Católica del Perú, Lima, 22 al 24 de julio de 2015. Panel organizado por
Espacio Alacip - Grupo de Investigación en Análisis Espacial
Introdução
Em outubro de 2014, Dilma Rousseff reelegeu-se Presidente da República do
Brasil. O ineditismo nesta eleição foi a constante alternância da liderança dos
candidatos nas pesquisas eleitorais. Em momentos diferentes a eleição pareceu decidida
para três candidatos diferentes. O que não houve de inédito foi a quarta vitória
consecutiva do Partido dos Trabalhadores, a disputa centralizada entre petistas e tucanos
e a manutenção do padrão das bases eleitorais dos candidatos petistas desde as eleições
de 2006.
As vitórias eleitorais do PT à Presidência geraram diversas análises em estudos
de comportamento eleitoral aqui e alhures, em especial, dedicados a mudança da base
eleitoral na reeleição de Lula, destacando variáveis como suas novas características
demográficas, suas bases de sustentação e suas consequências ao quadro político
brasileiro (Hunter e Power, 2007, Zucco, 2008, Nicolau e Peixoto, 2007, Carraro et al.,
2007, Singer, 2012, Zucco e Samuels, 2014, Soares e Terron, 2008). A síntese destes
estudos é a demonstração de que os votos petistas migraram, com maior intensidade a
partir de 2006, para Estados das regiões norte e nordeste do País (Hunter e Power,
2007), distribuindo-se em municípios com menor renda per capita, indicadores mais
baixos de desenvolvimento humano, menor taxa de urbanização e menor densidade
populacional (Zucco, 2008, Soares e Terron, 2008, Nicolau e Peixoto, 2007). Esta
literatura convergiu para a defesa do programa Bolsa Família como variável explicativa
mais importante desta alteração (Nicolau e Peixoto, 2007, Zucco, 2008, Zucco e Power,
2013, Soares e Terron, 2008, Zucco, 2013). 1 Estas características repetiram-se nas
eleições seguintes quando o partido teve Dilma Rousseff como candidata (Nicolau,
2015).
Estes estudos focaram nos votos presidenciais do PT, com poucos trabalhos se
dedicando a analisar os resultados eleitorais do partido à Câmara dos Deputados. Suprir
esta lacuna é nosso objetivo. Pretende-se investigar a composição econômica, social e
geográfica dos votos do PT para a Câmara Federal no período de 1994 até 2014. Nossa
hipótese é de que a votação do PT para Câmara vem passando por mudanças em sua
distribuição espacial e socioeconômica, afastando-se dos principais centros urbanos do
país e caminhando rumo a cidades de menor densidade populacional e de renda mais
baixa. Esse movimento mostraria um reencontro, lento e gradativo, dos votos petistas
com o novo perfil da base eleitoral de seus candidatos a presidente.
Para verificar a evolução das bases eleitorais do PT, o município será tomado
como unidade de análise. Em primeiro lugar, será realizada uma exploração descritiva
das características demográficas dos municípios em que os candidatos do PT à Câmara
tiveram bom desempenho. Objetiva-se nesta análise verificar como evoluiu o voto
petista tomando como base a densidade populacional dos municípios e sua distribuição
regional.
A seguir, com intuito de analisar a influência de variáveis socioeconômicas e
políticas sobre a votação do partido, serão realizados modelos de regressão longitudinal
incluindo as seis eleições compreendidas no período entre 1994 e 2014. A variável
dependente será a porcentagem de votação do PT para a Câmara dos Deputados por
município brasileiro. Variáveis independentes como renda per capita, densidade
populacional, educação e porcentagem de população urbana foram incluídas nos
modelos a fim de analisar o impacto das variáveis socioeconômicas. No que tange as
variáveis políticas, serão gerados modelos com indicadores do recebimento de Bolsa
1
Cf. Bonn (2011) para verificar uma posição contrária ao papel do Bolsa Família no ciclo eleitoral
brasileiro.
Família, presença de prefeito e governador do PT, a votação do candidato a presidente e
governador no município e a posição frente ao governo federal (oposição de 1994 a
2002 e situação de 2006 a 2014).
O artigo é composto por quatro seções, além desta introdução e uma conclusão.
A é primeira dedicada à revisão da literatura e a contribuição teórica trazida neste artigo
em relação ao tema do lulismo e do petismo; a segunda apresenta uma análise descritiva
das características dos municípios em que o PT se destacou eleitoralmente. A terceira
descreve os métodos que serão utilizados. Por fim, são apresentados os modelos
longitudinais e o impacto das variáveis socioeconômicas e políticas na explicação do
voto petista. O artigo encerra com uma pequena conclusão acerca dos resultados, as
consequências destes achados e os desafios futuros à melhor compreensão do
desempenho eleitoral do PT.
1. Distribuição espacial dos votos dos candidatos a presidentes e do PT. Dois
fenômenos convergentes.
O lulismo e o petismo foram dois dos conceitos mais abordados na década
recente pela ciência política brasileira, seja com análises considerando mais
centralmente seus aspectos ideológicos (Singer, 2012, Samuels e Zucco, 2014, Rennó e
Cabello, 2010, Ricci, 2010) ou aquelas dedicadas a interpretar as suas características do
ponto de vista do comportamento eleitoral (Hunter e Power, 2007, Zucco, 2008,
Nicolau e Peixoto, 2007, Carraro et al., 2007).
André Singer (2012) elaborou a produção acadêmica mais proeminente acerca
do lulismo e sua relação com o petismo. O autor o define como um realinhamento
eleitoral concretizado nas eleições de 2006. Nele, setores mais empobrecidos da
sociedade brasileira aderiram à figura do Presidente Lula como resultado da adoção, no
primeiro mandato, de uma agenda de redução da miséria e manutenção da ordem
econômica. Os setores mais escolarizados e de maior renda, base tradicional da eleição
de Lula em 2002, afastaram-se em decorrência das denúncias de corrupção em 2005.
Para Singer (2012), o PT não acompanhou a inserção de seu candidato a
Presidência da República nas camadas mais populares, pois ainda manteve suas bases
eleitorais tradicionais nas eleições de 2006. No aspecto ideológico, o petismo também
ocuparia espaço distinto da gramática moderada do lulismo, mantendo, ainda que de
forma conflituosa, traços programáticos mais radicais característicos do seu processo de
fundação. Em outras palavras, o petismo e o lulismo teriam ocupado espaços
ideológicos e eleitorais distintos.
A conceitualização proposta por Singer (2012), sobretudo a disjuntiva ideológica
operada entre lulismo e petismo, será alvo de diversas críticas. Dentre elas, está a leitura
de Zucco e Samuels (2014) que definem o lulismo como um sentimento fraco
ideologicamente e derivado em grande parte de avaliações retrospectivas ligadas ao
desempenho governamental de Lula no primeiro mandato. Tal conclusão baseia-se tanto
em estudos que indicam convergências entre ideologia dos simpatizantes de Lula e as
bandeiras históricas do PT (Nunes et al., 2010, Samuels, 2008), como em pesquisas de
opinião que evidenciam a convergência ideológica entre simpatizantes de Lula e
simpatizantes do PT (Rennó e Cabello, 2010). Tais achados refutariam parte da tese de
Singer (2012) de que petismo e lulismo teriam bases ideológicas distintas. A partir
destas críticas, os autores propõe a compreensão de que suas bases ideológicas seriam
similares e estariam presentes desde a fundação do PT: a construção de uma estratégia
não revolucionária para a ampliação da igualdade e da participação política na
democracia brasileira. Portanto, não faria sentido pensar na disjuntiva ideológica
proposta em Singer (2012).
Constituindo-se como um fenômeno ideológico similar, resta a Zucco e Samuels
(2014) explicarem a segunda parte da tese de Singer (2012) que se refere a separação
eleitoral entre lulismo e petismo nas eleições de 2006. Eles o fazem recorrendo a tese de
que em sistemas presidencialistas multipartidários, haveria uma tendência de eleitores
pobres brasileiros atribuírem responsabilidade em melhorias em suas condições de vida
ao presidente em exercício e não ao seu partido. Portanto, a compreensão do lulismo e
do petismo como um movimento ideológico de raízes similares como defendem Zucco e
Samuels (2014), não deve levar a conclusão automática de que apoiadores da figura
pública do presidente Lula se converteriam automaticamente em simpatizantes do PT
por conta, sobretudo, das características do sistema eleitoral brasileiro. Reconhecendo
isto, segundo os autores, estaria em curso uma tendência, incentivada pela direção do
PT, de se aproximar cada vez mais do perfil do eleitor lulista, investindo na expansão de
sua estrutura partidária e sua base de filiados. Se bem sucedida, tal estratégia levaria ao
encurtamento da distância percebida nas eleições de 2006 entre os eleitores dos
presidenciáveis petistas e seus candidatos à Câmara Federal, fazendo com que lulismo e
petismo conformassem um movimento mais próximo do ponto de vista eleitoral.
Apesar da diferença na caracterização do lulismo, as conclusões de Singer
(2012) apontam caminho similar do descrito por Zucco e Samuels (2014) no que tange a
aproximação com o petismo. Singer (2012) prevê para o período pós-2006 um
movimento crescente de adesão do petismo ao lulismo. Este fenômeno já seria
perceptível em estudos que indicam a perda da identificação ideológica de simpatizantes
do PT com a esquerda e o crescimento no apoio ao PT nas classes mais populares e
menos escolarizadas (Veiga, 2007; Venturi, 2010, Samuels, 2008).
Em síntese, apesar da divergência no diagnóstico, os dois estudos preveem
futuro semelhante ao PT. Seja por esforço partidário, como indica Zucco e Samuels
(2014), seja por pressão do lulismo no interior do PT, como aponta Singer (2012), os
anos seguintes seriam de crescente identidade entre apoiadores do partido e de seus
candidatos à presidência. Investigar se tal aproximação se materializou do ponto de
vista eleitoral é um desafio ainda ausente na literatura, por isto, constitui-se como
objetivo deste trabalho. Sua comprovação é central para a compreensão da dinâmica
atual do PT. O partido mudou seu perfil eleitoral? Afastou-se dos centros urbanos e dos
seus espaços tradicionais de atuação? Passou a angariar maior sucesso eleitoral em áreas
com menor renda? O petismo e o lulismo se reencontraram do ponto de vista eleitoral?
São perguntas ainda em aberto.
Há um estudo dedicado exclusivamente a este tema – As bases eleitorais de Lula
e do PT: do distanciamento ao divórcio – de Sonia Terron e Gláucio Soares (Soares e
Terron, 2010). Outros trabalhos tratam do voto do PT somente de forma lateral,
analisando-o como um elemento em pesquisas que, todavia, possuem como foco
principal a compreensão do voto à presidência (Hunter e Power, 2007, Zucco, 2008).
Estes poucos trabalhos chegaram às mesmas conclusões mencionadas previamente: a
mudança da geografia do voto lulista não atingiu o voto petista à Câmara Federal em
2006. Soares e Terron (2010) concluem que existe um divórcio entre lulismo e petismo
em 2006, a partir da utilização de técnicas de econometria espacial, indicando que
houve uma separação no território eleitoral ocupado por Lula e pelo PT.
Acreditamos, contudo, que esta explicação é um retrato específico das eleições
de 2006. Resta agora investigar se, incorporando as eleições de 2010 e 2014 nas
análises, o petismo convergiu ou não rumo as novas bases eleitorais de seus presidentes.
2 – A votação do PT para a Câmara dos Deputados: uma análise descritiva de seis
eleições.
O PT ampliou consideravelmente a sua presença na Câmara dos Deputados nas
últimas seis eleições. Essa ampliação, contudo, não foi constante, apresentando recuos e
recuperações ao longo do tempo. O gráfico 1 abaixo mostra a tendência crescente da
presença do partido nesta casa legislativa nas eleições da década de 1990, alcançando o
seu ápice em 2002, ano em que chega à Presidência da República com a eleição de Lula.
O partido perde representação na Câmara nas eleições de 2006 com a redução de 7
deputados com relação à legislatura anterior 2 , provavelmente como consequência do
escândalo de corrupção do mensalão que veio à tona no ano anterior (Singer, 2012).
Houve uma breve recuperação no número de eleitos no ano de 2010, porém, o
decréscimo foi considerável em 2014 totalizando 69 deputados eleitos.
100
Gráfico 1 – Número de deputados eleitos para a Câmara dos Deputados do PT por ano
eleitoral no momento da posse.
90
87
80
69
60
59
40
49
0
20
Número absoluto de cadeiras
83
1994
1998
2002
2006
2010
2014
Fonte: Câmara dos Deputados. Elaboração dos autores.
A votação do partido para a Câmara dos Deputados apresenta evolução
semelhante. O gráfico 2 abaixo mostra uma crescente votação do partido nos municípios
entre os anos de 1994 e 2002. Em 2006 houve uma pequena redução, seguida de uma
recuperação em 2010 e um decréscimo na votação de 2014. Apesar da queda no último
ano, a votação do PT nos munícipios permanece em patamares superiores aos
observados nas eleições anteriores à 2010.
2
A comparação leva em conta o número de deputados no momento da posse. Não foi consideradas
possíveis migrações partidárias ao longo das legislaturas.
4
6
8
Média
10
12
14
Gráfico 2 – Porcentagem média de votação do PT para a Câmara dos Deputados por
município e ano.
1994
1998
2002
2006
2010
2014
Ano
Fonte: TSE, CEM/CEBRAP. Elaboração dos autores.
Atestado o crescimento da votação do partido nas últimas seis eleições, cabe
analisar aonde este crescimento foi mais importante, ou seja, qual é o perfil dos
municípios que mais contribuíram para o desempenho eleitoral do PT na votação para a
Câmara dos Deputados. Esta análise serve ao objetivo de compreender se há uma
mudança nas características demográficas dos municípios em que o PT atingiu melhor
desempenho ao longo das seis eleições. O gráfico 3 abaixo apresenta a evolução em
anos da porcentagem média de votação do partido nos municípios, que foram divididos
por faixas de população.
Gráfico 3 – Porcentagem média da votação do PT para a Câmara dos Deputados
nos municípios por faixas de população e ano.
0
5
10
15
20
25
PT
1994
1998
2002
até 20.000
100.001 a 500.000
2006
2010
2014
20.001 - 100.000
mais de 500.001
Fonte: TSE, CEM/CEBRAP, IBGE. Elaboração dos autores.
Observa-se que nos primeiros anos analisados, entre 1994 e 2006, o PT recebeu
percentual maior de votação em cidades maiores, com mais que 100.000 habitantes. O
ano de 2010 começa a apresentar uma mudança nesta tendência; o partido tem
praticamente a mesma votação média nos municípios das primeiras três faixas de
população, apesar de ainda ser mais votado nas cidades com mais de 500.000
habitantes.
O ano de 2014 apresenta uma mudança importante na base demográfica dos
votos petista: pela primeira vez o partido passa a ser mais votado em cidades menores.
Ele é ligeiramente mais votado nos menores municípios brasileiros, com até 20.000
habitantes, seguido dos municípios da segunda faixa que compreende as cidades entre
20.001 e 100.000 habitantes.
Os dados indicam que, a partir de 2006, o PT passa a melhorar paulatinamente
seu desempenho em municípios de menor densidade populacional. Esta mudança é mais
acentuada na eleição de 2014. Por outro lado, neste mesmo ano o partido reduz seu
desempenho nas cidades com mais de 500.000 habitantes. Estes resultados convergem
com os diagnósticos realizados sobre os votos lulistas e sua relação com a densidade
populacional dos municípios (Nicolau e Peixoto, 2007).
A análise descritiva da votação segundo o tamanho populacional da cidade
indica uma mudança na votação do PT rumo a municípios de menor densidade
populacional. Cabe investigar se houve alteração importante desta distribuição entre as
regiões do país, conforme ocorrido com os votos dos candidatos à presidente do partido.
O gráfico 4 abaixo mostra a porcentagem média da votação do partido nas cinco regiões
por ano eleitoral.
Gráfico 4 - Porcentagem média da votação do PT para a Câmara dos Deputados nos
municípios por região e ano.
PT
1994
Centro-Oeste
Nordeste
1998
Centro-Oeste
3.2
Nordeste
2.2
Norte
3.6
Norte
Sudeste
4.3
Sudeste
Sul
Nordeste
Norte
10.7
9.4
12
9.6
7.1
10
Sudeste
12.5
Sul
8.8
16.1
2014
Centro-Oeste
11.7
Centro-Oeste
11.2
Nordeste
13
Nordeste
11.4
Norte
Sudeste
Sudeste
Sul
13
Sul
5 10 15 20
Norte
4.6
2010
10.8
0
Nordeste
4
2006
Centro-Oeste
Centro-Oeste
3.1
3
Sul
6.6
2002
14.5
12.3
16.4
0
5 10 15 20
Norte
9.21
Sudeste
12.8
Sul
15.5
0
5 10 15 20
Fonte: TSE, CEM/CEBRAP. Elaboração dos autores.
A porcentagem média da votação nas regiões não apresenta diferenças
consideráveis entre elas. Entre 1994 e 2002 a região sul apresentou porcentagem maior
de votos em seus municípios no PT, mas as demais regiões não apresentaram diferenças
relevantes. Vale destacar que o partido teve aumento expressivo de sua votação em
todas as regiões do país, em especial nas regiões sul e sudeste. A partir de 2006 o
crescimento do partido na Câmara dos Deputados reduziu a diferença no percentual de
votação entre a região sul e as demais regiões. Tendo em vista a pequena diferença de
votação em pontos percentuais entre as regiões pode-se dizer que a distribuição da
porcentagem média dos votos foi praticamente uniforme por todo o país a partir do ano
de 2006, tornando o PT um partido mais nacionalizado.
O crescimento da porcentagem média nos municípios foi regular nas cinco
regiões. Porém, municípios com votação acima da média são especialmente relevantes
para o desempenho do partido. Tendo em vista a competição acirrada em um sistema
eleitoral proporcional de lista aberta, espera-se que as porcentagens das votações nos
municípios não sejam altas como nas eleições majoritárias para cargos Executivos.
Desta forma, municípios que apresentam votação acima da média do partido podem ser
considerados importantes territórios eleitorais. Ao analisar estes municípios buscamos
verificar se no decorrer das eleições houve alteração nos territórios eleitorais em que o
PT teve resultados acima da sua média nacional. O gráfico 5 abaixo mostra a
porcentagem de municípios de cada região que apresentaram votação acima de um
desvio-padrão da média do partido em cada ano eleitoral.
Gráfico 5 – Porcentagem de municípios por região do país com votação no PT
para a Câmara dos Deputados com valor igual ou maior que um desvio-padrão acima da
média por ano.
PT
1994
Centro-Oeste
1998
Centro-Oeste
3.3
Nordeste
9.1
Nordeste
Norte
9.7
Norte
Sudeste
4
10
6
Sudeste
28.8
Sul
49.1
Norte
56.5
Centro-Oeste
29.6
0
20
40
10
Norte
8.4
30
Sul
43.8
Centro-Oeste
60
7.5
Nordeste
33.9
Norte
24.6
Sul
Nordeste
2014
7.3
Nordeste
26.3
9.9
Sudeste
7.8
2010
9.6
Nordeste
Centro-Oeste
Sudeste
23.5
Sul
2006
Centro-Oeste
2002
Norte
10.9
32.2
5.6
Sudeste
19.9
Sudeste
26.6
Sul
28
Sul
28.1
0
20
40
60
0
20
40
60
Fonte: TSE, CEM/CEBRAP. Elaboração dos autores.
Observa-se no gráfico uma mudança relevante no desempenho eleitoral do
partido. Entre os anos de 1994 e 2002 as bases territoriais de apoio do PT se
concentravam nas regiões sul e sudeste. A partir de 2006 os municípios da região
nordeste passam a despontar como territórios importantes para o partido, enquanto as
regiões sul e sudeste chegam a perder metade do território eleitoral. Essas duas regiões
continuam apresentando porcentagens altas em comparação com as demais, contudo,
em comparação com as primeiras três eleições a perda de municípios com alta votação
no PT é significativa. Em contrapartida, o partido ampliou em três vezes a sua presença
no nordeste nas últimas três eleições, convergindo, portanto, com os resultados
encontrados acerca do voto dos candidatos petistas à presidência. (Nicolau e Peixoto,
2007; Soares e Terron, 2008; Nicolau, 2015). A diferença está na região norte do País,
em que o partido não acompanha o bom desempenho de seus candidatos à presidência.
Em suma, a análise descritiva demonstra um crescimento da votação do PT por
todo o país, porém, com peculiaridades. A porcentagem média da votação nos
municípios cresce em cidades com menor número de habitantes, a partir de 2006. Em
2014, pela primeira vez, o PT tem desempenho eleitoral superior em cidades com
menos de 20.000 habitantes. Além disso, a partir de 2006 os municípios do nordeste
tornam-se, gradativamente, os territórios eleitorais de melhor desempenho na votação
do partido para Câmara dos Deputados. Em outras palavras, os votos petistas passam a
migrar para municípios na região nordeste e com reduzida densidade populacional,
seguindo, com peculiaridades, a trajetória do voto lulista.
3 – Métodos e tratamento dos dados.
A fim de analisar o desempenho eleitoral do PT e o efeito de variáveis
socioeconômicas e políticas construímos um banco em painel em que as unidades de
análise são os municípios em cada ano eleitoral. Uma vez que o número de unidades
varia por causa da criação de municípios durante o período analisado, fizemos uma
adaptação para que todos os anos tivessem os mesmos municípios, o que permite a
comparação ao longo do tempo. Utilizamos a malha municipal de 2007 com 5564
municípios para a qual existem códigos de compatibilização entre os municípios de
origem e os criados entre os anos de 1994 e 20063. Ajustamos o banco repetindo os
dados dos municípios de origem para os municípios criados a partir deles. Para os
municípios que surgiram de mais de um município de origem, repetimos os dados do
primeiro município de origem. Ao total foram 543 municípios ajustados, totalizando
menos de 2% do banco de dados. Os seis municípios criados a partir de 2010 não foram
acrescentados na análise. Após o ajuste obtivemos um banco em painel com um total de
33384 casos (5564 municípios em seis eleições).
Para avaliar o efeito das características socioeconômicas dos municípios sobre o
voto do PT para a Câmara foram incluídas as seguintes variáveis: porcentagem de
população urbana, densidade populacional (log), escolaridade (porcentagem de adultos
com 18 anos ou mais que completaram o ensino fundamental) e renda per capita (log).
Os dados referentes aos anos de 1994, 2002 e 2010 são referentes aos censos 1991,
2000 e 2010 respectivamente. Os dados foram interpolados para os anos de 1998 e
2006. Para 2014 são repetidos os dados do censo 2010.
Para verificar a influência de variáveis políticas foram incluídas nos modelos as
porcentagens de votação recebidas pelo candidato à Presidência e aos governos de
estado do mesmo partido no primeiro turno de cada eleição. Buscamos avaliar com
essas variáveis se as candidaturas para os cargos executivos alavancam a votação para a
Câmara. Também foram incluídas dummies para a posição frente ao governo federal,
para a presença de governador de estado e de prefeito do município do mesmo partido
no momento da eleição.
Elaboramos modelos complementares a fim de verificar o efeito do programa
Bolsa Família sobre o voto. Para isso criamos uma variável que busca medir o impacto
do recebimento do benefício sobre a renda per capita dos municípios. Assim,
3
Agradecemos à Sonia Terron por ter cedidos os códigos de compatibilização do IBGE.
calculamos a média do valor recebido pelo município nos anos anteriores à eleição e
dividimos sobre o valor de sua renda per capita4. Com isso estamos tentando avaliar o
quanto o programa impacta a renda e, por usa vez, o quanto este impacto tem efeito na
votação do partido na Câmara.
Dados temporais organizados em painel podem violar os pressupostos da
regressão de mínimos quadrados ordinários (OLS) de homocedasticidade e ausência de
autocorrelação do termo de erro. Para superar essas dificuldades elaboramos modelos de
mínimos quadrados generalizados com efeitos fixos, que controlam a heterogeneidade
das variáveis não observadas no modelo que são constantes ao longo do tempo 5. O
modelo é representado matematicamente na equação a seguir:
Equação 1:
𝑦𝑖𝑡 = 𝜇𝑡 + 𝛽𝑋𝑖𝑡 + 𝛼𝑖𝑡 + 𝜀𝑖𝑡
Onde:
i= 1,...,5564 municípios, analisados em seis grupos de anos eleitorais
t = tempo, que são os seis anos eleitorais (1994,1998, 2002, 2006, 2010 e 2014).
𝑋 = conjunto de variáveis independentes
𝛼 = efeito fixo
𝜀 = erro padrão
Os modelos longitudinais, no entanto, analisam o efeito das variáveis no
conjunto dos anos. Para verificar se houve continuidade ou mudança nestes efeitos ao
longo do tempo elaboramos modelos complementares com interações entre variáveis
dummy que indicam os anos eleitorais e cada uma das variáveis demográficas.
4
Nesta média foi incluído o valor total de Bolsa Família recebido no ano da eleição. O banco de dados
fornecido pelo Ministério da Assistência Social discrimina o valor total recebido em cada ano, não sendo
possível retirar deste montante o valor referente aos meses de novembro e dezembro, ou seja, os meses
após as eleições. No entanto, os valores recebidos no ano eleitoral são de suma importância e não
poderiam ser retirados da análise. Assim, optou-se por incluir o valor total recebido no ano eleitoral no
cálculo das médias, mesmo que os valores recebidos nos dois últimos meses do ano não tenham
influência na decisão do voto no momento das eleições no mês de outubro.
5
O termo 𝛼𝑖𝑡 é o efeito combinado na variável dependente y de todas as variáveis não observadas no
modelo elaborado. Este termo (𝛼𝑖𝑡 ), por ser composto por variáveis não incluídas no modelo, pode estar
relacionado com as variáveis independentes controladas ou não. Neste sentido, ele pode apresentar efeitos
fixos e se correlacionar com as variáveis independentes observadas no modelo, sendo constantes ao longo
do tempo, ou pode ser composto por variáveis aleatórias que não tem relação com as demais variáveis e
se apresentam variações ao longo do tempo. Para determinar que tipo de modelo GLS a ser utilizado, se
de efeito fixo ou aleatório, é necessário realizar o teste de Hausman que testa a hipótese nula de que não
existe diferença entre os dois modelos, de forma que os coeficientes são similares. A hipótese alternativa
é que a estimação dos dois modelos é diferente; neste caso o modelo de efeito fixo deve ser aplicado.
Todos os modelos apresentados na próxima seção apresentaram valores de teste de hausman altos e
estatisticamente significativos, por isso escolhemos elaborar modelos de efeitos fixos ao invés de
aleatórios. Os modelos aleatórios foram suprimidos deste artigo por questão de espaço. Eles estão
disponíveis para acesso com os autores.
Interações multiplicativas podem ser utilizadas quando houver uma hipótese
condicional em que se espera que a relação entre duas ou mais variáveis depende do
valor de uma terceira variável. Na análise que estamos realizando queremos saber, por
exemplo, se a variável independente renda per capita pode estar associada ao aumento
ou decréscimo na variável dependente porcentagem de votação para a Câmara a cada
ano eleitoral. Porcentagem de votação e renda per capita são variáveis contínuas,
enquanto as dummies de ano eleitoral são variáveis dicotômicas que tem o valor 1
quando a condição está presente (se a dummy se refere ao ano de 1998, por exemplo,
ela terá o valor 1 em todos os casos referentes a este ano) e zero se está ausente (em
todos os demais casos que não se referem ao ano que a dummy está controlando). Se a
hipótese for que o aumento em uma unidade da variável independente X representa um
aumento na dependente Y na presença de Z, ela pode ser representada matematicamente
da seguinte forma no modelo GLS apresentado anteriormente:
Equação 2:
𝑦𝑖𝑡 = 𝜇𝑡 + 𝛽1 𝑋 + 𝛽2 𝑍 + 𝛽3 𝑋𝑍 + 𝛼𝑖𝑡 + 𝜀𝑖𝑡
Os coeficientes dos termos das interações multiplicativas, no entanto, não
apresentam o efeito marginal de cada variável independente como em modelos de
regressão lineares aditivas. Ele apenas captura o efeito de X em Y quando Z é zero, e
vice-versa. Portanto, é necessário calcular o efeito marginal de X em Y para valores
substantivos da variável condicionante Z. Gráficos serão elaborados para ilustrar este
efeito marginal.
4– Resultados
Elaboramos ao todo seis modelos. No primeiro modelo, variáveis
socioeconômicas e políticas foram testadas conjuntamente. No segundo apenas as
socioeconômicas foram incluídas e no terceiro apenas as políticas. Os modelos 4 e 5
avaliam a mudança ao longo do tempo das variáveis socioeconômicas que foram
estatisticamente significativas nos modelos 2, incluindo as interações destas variáveis
com as dummies de ano. Por fim, o modelo 6 avalia o impacto do programa Bolsa
Família controlando por todas as variáveis, socioeconômicas e políticas. A tabela 1 a
seguir discrimina os resultados dos três primeiros modelos.
Tabela 1 – Modelos de Mínimos Quadrados Generalizados com Efeitos Fixos –
Variável dependente: porcentagem da votação para a Câmara dos Deputados por
município e ano do PT6
Modelo 1
0,01***
(0,00)
Modelo 2
0,20***
(0,00)
Modelo 3
Densidade Populacional (hab/km²)
1,12
(0,15)
0,90
(0,17)
__
Escolaridade (%)
0,005
(0,01)
-0,20
(0,01)
__
Renda per Capita
0,77
(0,27)
5,47***
(0,3)
__
Votação do Candidato à Presidência
0,09***
(0,00)
__
0,09***
(0,00)
Participação no Governo
0
(omitido)
__
0
(omitido)
Presença de Governador do Partido
2,72***
(0,13)
__
2,71***
(0,13)
Votação do Candidato à Governador
0,14***
(0,00)
__
0,14***
(0,00)
Presença de Prefeito do Partido
7,11***
(0,16)
__
7,11***
(0,16)
1998
0,12
(0,13)
0,50***
(0,14)
0,14
(0,11)
2002
2,75***
(0,18)
6,53***
(0,19)
2,82***
(0,12)
2006
1,49***
(0,28)
6,12***
(0,30)
1,6***
(0,14)
2010
3,6***
(0,38)
8,57***
(0,41)
3,75***
(0,15)
2014
1,56***
(0,38)
7,57***
(0,41)
1,7***
(0,15)
População Urbana (%)
__
Os valores dos coeficientes das variáveis incluídas nos modelos com logs – renda per capita e densidade
populacional – já estão exponencializadas nas tabelas.
6
Constante
R² within
R² between
R² overall
Rho
1,65***
(1,41)
0,43
0,51
0,43
0,42
1,64***
(0,09)
0,28
0,01
0,15
0,48
-5,71***
(1,58)
0,43
0,51
0,43
0,42
Fontes: TSE, CEM/CEBRAP, IBGE. Cálculo e elaboração dos autores.
Nota: Significância estatística ao nível de *** p < 0,001; ** p < 0,01; * p <0,05. Erro-padrão entre
parênteses.
A análise dos ajustes dos modelos mostra que as variáveis políticas explicam
uma variação maior da votação do PT na Câmara do que as variáveis socioeconômicas.
Tanto o modelo 1, que inclui todas as variáveis, quanto o modelo 3, que controla apenas
as variáveis políticas, apresentam 43% de variância total explicada (R² overall), sendo
que 42% desta variância é predita pelo efeito fixo (rho)7. O modelo 2 que controla o
efeito das variáveis socioeconômicas explica apenas 15% da variância da votação do PT
nos municípios. Estes resultados indicam que as variáveis políticas incluídas nos
modelos em conjunto possuem maior potencial explicativo sobre a votação do PT nos
municípios.
As dummies de ano eleitoral (1998, 2002, 2006, 2010 e 2014) apresentam a
evolução do desempenho do PT tendo como referência o ano de 1994. Os modelos 1 e 3
tem coeficientes parecidos e indicam um desempenho variável. Os coeficientes não são
significativos para o ano de 1998. No ano de 2002 o partido apresentou um aumento de
mais de 2% de sua votação. Porém, em 2006 o aumento de seu desempenho foi menor,
em torno de 1,5%. Em 2010 o desempenho cresce em patamares maiores, girando em
torno de 3,5%. No ano de 2014 o crescimento foi reduzido, voltando ao patamar de
2006.
No entanto, ao controlarmos apenas as variáveis socioeconômicas no modelo 2
as dummies de ano apresentam coeficientes numericamente mais substantivos, variando
na casa dos 6% entre os anos de 2002 e 2006 e aumentando para 8,5% em 2010 e 7,5%
em 2014. Assim, apesar de terem influência menor na explicação do voto do PT,
representando apenas 15% da variância explicada na ausência das variáveis políticas
(modelo 2), as variáveis socioeconômicas foram importantes para o crescimento da
votação nos municípios ao longo do tempo.
Quanto às variáveis políticas, os modelos mostram a importância da presença de
membros do partido em cargos executivos subnacionais em seu desempenho nas
eleições para a Câmara. A presença de um governador do estado do PT aumenta em
média 2,7% da sua votação, enquanto a presença de um prefeito do partido tem um
efeito ainda maior, representando um aumento de 7,1% na votação para a Câmara. A
votação dos candidatos à Presidência e aos governos de estado, contudo, foram
reduzidas, apesar de positivas. O aumento de 1% na votação do candidato à presidente
no primeiro turno significou um aumento de 0,09% da votação para a Câmara. A
votação para governador representou um aumento de 0,1%, A variável “Participação no
Governo” foi omitida dos modelos por apresentar alta multicolinearidade.
Com relação às variáveis socioeconômicas, apenas duas variáveis foram
estatisticamente significativas no modelo 2, a porcentagem de população urbana e a
renda per capita. Ambas as variáveis apresentam impacto positivo na votação para a
7
Ou seja, como anteriormente elucidado, a variância explicada pelo efeito fixo (rho) diz respeito às
variáveis não incluídas no modelo e que são constantes ao longo do tempo. Neste sentido, essas variáveis
não
Câmara. No modelo 1, o aumento de 1% da população urbana representou um aumento
de 0,01% na votação do partido nos municípios, enquanto no modelo 2 esse aumento foi
de 0,20%. Quanto à renda per capita o modelo 2 mostra que o aumento de um real na
renda significou um aumento de 5,47% na votação do partido na Câmara.
Estes resultados poderiam indicar sentido contrário a hipótese proposta neste
trabalho. No entanto, os modelos longitudinais apresentam o impacto das variáveis no
conjunto dos anos. Desta forma, é preciso verificar se as características
socioeconômicas das bases de apoio do PT para a Câmara se modificaram ao longo do
tempo. Os modelos 4 e 5 repetem as variáveis controladas no modelo 2, porém
incluindo as interações entre as dummies de ano eleitoral e as variáveis porcentagem de
população urbana e renda per capita, respectivamente. Os resultados são apresentados
na tabela 2 abaixo.
Tabela 2 - Modelos de Mínimos Quadrados Generalizados com Efeitos Fixos e
Interações com variáveis demográficas – Variável dependente: porcentagem da votação
para a Câmara dos Deputados por município e ano do PT.8
Modelo 4 -Interações
Ano e População
Urbana
0,02***
(0,00)
Modelo 5 -Interações
Ano e Renda per Capita
(log)
0,03***
(0,00)
Densidade Populacional
(hab/km²)
1,37
(0,17)
1,82
(0,17)
Escolaridade (%)
0,02
(0,01)
-0,02
(0,01)
Renda per Capita (R$)
0,86
(0,31)
0,63
(0,31)
1998
- 0,13
(0,31)
- 3,52**
(1,15)
2002
4,29***
(0,34)
- 12,28***
(1,18)
2006
7,94***
(0,43)
13,80***
(1,33)
2010
12,74***
(0,52)
24,68***
(1,43)
2014
13,47***
(0,52)
26,86***
(1,43)
População Urbana (%)
8
Optamos por desenvolver os modelos com as interações com base no modelo 2 e não com o modelo
completo 1 para que fossem mais parcimoniosos, mesmo com o prejuízo de não controlar o efeito das
variáveis políticas. Os coeficientes das variáveis que foram logaritimizadas para a elaboração do modelo
– densidade populacional e renda per capita – são apresentados na tabela exponencializados.
Interação variável
socioeconômica e 1998
0,01**
(0,00)
0,80***
(0,21)
Interação variável
socioeconômica e 2002
0,04***
(0,00)
3,45***
(0,21)
Interação variável
socioeconômica e 2006
- 0,02***
(0,00)
- 1,09***
(0,23)
Interação variável
socioeconômica e 2010
- 0,06***
(0,00)
- 2,38***
(0,24)
Interação variável
socioeconômica e 2014
- 0.08***
(0,00)
-2,90***
(0,24)
Constante
2,01***
(1,60)
4,99**
(1,64)
R² Within
R² Between
R² Overall
Rho
0,29
0,01
0,16
0,49
0,30
0,03
0,14
0,51
Fontes: TSE, CEM/CEBRAP, IBGE. Cálculo e elaboração dos autores.
Nota: Significância estatística ao nível de *** p < 0,001; ** p < 0,01; * p <0,05. Erro-padrão entre
parênteses.
Como explicado na seção sobre os métodos, os termos de primeira ordem das
interações estão captando o efeito da população urbana e da renda per capita sobre a
votação quando as variáveis dummies de ano eleitoral tem o valor zero. O mesmo
ocorre com os coeficientes das dummies; elas estão captando o efeito do ano eleitoral
sobre o voto quando a população urbana ou a renda per capita tem valor igual a zero. Os
coeficientes dos termos das interações, neste sentido, não apresentam interpretação
substantiva uma vez que não existem municípios com população urbana ou renda per
capita com valor zero.
No entanto, as interações em si apresentam o impacto de cada uma dessas
variáveis no ano eleitoral controlado, permitindo observar a mudança do efeito delas
com o passar dos anos. Em ambos os modelos as interações são estatisticamente
significativas e seus coeficientes indicam uma mudança na relação entre as variáveis
socioeconômicas e a votação do PT a partir do ano de 2006. As interações entre ano e
renda per capita são as que apresentam maior impacto; em 2002 o aumento de um real
na renda corresponde ao aumento de 3,45% na votação para a Câmara. Porém, em 2006
o aumento de um real representou um decréscimo na votação do PT em 1%. A relação
negativa entre renda e voto se mantêm nas eleições de 2010 e 2014, correspondendo a
um decréscimo de 2,3 e 2,9% na votação para o aumento de um real na renda.
Uma vez que os termos primários das interações não fornecem interpretação
substantiva, para obtermos alguma informação sobre essas variáveis elaboramos os
gráficos 6 e 7 abaixo com o efeito marginal delas, tendo 1994 como ano de referência.
8
10
Predição Linear
6
4
4
0
6
2
Predição Linear
12
8
14
10
Gráfico 6 – Efeito marginal da porcentagem de população urbana sobre a
votação do PT na Câmara dos Deputados por ano eleitoral.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
0
100
10
20
30
1998
40
50
60
70
80
90
100
População Urbana (%)
População Urbana (%)
2006
2002
2010
2014
Fontes: TSE, CEM/CEBRAP, IBGE. Cálculo e elaboração da autora.
Nota: Intervalo de confiança à 95%.
15
10
Predição Linear
10
5
5
0
0
Predição Linear
15
20
20
Gráfico 7 - Efeito marginal da porcentagem da renda per capita sobre a votação do PT
na Câmara dos Deputados por ano eleitoral.
4
5
6
7
8
4
Log da Renda per Capita (R$)
1998
2002
5
6
Log da Renda per Capita (R$)
2006
2010
7
8
2014
Fontes: TSE, CEM/CEBRAP, IBGE. Cálculo e elaboração da autora.
Nota: Intervalo de confiança à 95%.
Os gráficos demonstram uma mudança na evolução do impacto das variáveis
renda e população urbana sobre o voto. Nos anos de 1998 e 2002 a votação do PT na
Câmara era maior em municípios mais urbanizados e com maior renda per capita9. Nas
últimas três eleições (2006, 2010 e 2014) o partido passou a apresentar votação maior
em municípios com renda per capita e porcentagem de população urbana mais baixos. A
9
A estatística não é significativa para valores de renda per capita e porcentagem de população urbana em
que a reta de predição ou os intervalos de confiança cortam o valor zero no eixo Y. Para o ano de 1998 os
municípios com índices mais baixos de urbanização e renda a estatística não é significativa.
sobreposição das curvas e dos intervalos de confiança nestes anos indica que a diferença
das votações entre um ano e outro não é significativa, apesar da estatística de cada ano
ser. Em suma, a mudança da inclinação das curvas entre os anos de 2002 e 2006 e a
continuação desta tendência nas eleições seguintes demonstra a mudança das
características socioeconômicas das bases de apoio do PT na Câmara.
Os gráficos 6 e 7 mostram que a inclinação das retas é mais acentuadas em 2010
e 2014 do que em 2006. Isto explica, em parte, os motivos que levaram a literatura
acadêmica prévia a apontar um divórcio entre os votos lulistas e petistas nesta eleição.
Além disto, a tese do divórcio sustentada, sobretudo, no artigo de Soares e Terron
(2010) utiliza de métodos de análise espacial, chegando à conclusão de que os territórios
eleitorais de Lula e do PT naquela eleição foram distintos. As análises das bases sociais
desenvolvidas neste trabalho demonstram que esta separação é apenas
espacial/territorial; as variáveis socioeconômicas da votação para a Câmara seguem a
direção da votação de Lula em 2006.
Isto quer dizer que outros municípios com características socioeconômicas
similares aos das bases sociais do Lula também tiveram alta votação nos candidatos do
PT para a Câmara; contudo, o Índice de Moran Local utilizado pelos autores calcula a
correlação entre o voto, as variáveis socioeconômicas e uma matriz de vizinhança.
Pode-se esperar, no entanto, que o partido tenha sido bem votado em outras áreas em
que o efeito de vizinhança não é significativo, porém as características socioeconômicas
são similares aos do voto para presidente. Nossos resultados indicam que foi isso que
ocorreu em 2006.
O modelo 6 apresentado na tabela 3 abaixo testa, justamente pela atenção
recebida pela literatura especializada, o efeito do impacto do programa Bolsa Família na
votação do partido nas eleições para a Câmara dos Deputados. O período analisado é
reduzido, abarcando apenas as eleições em que o programa Bolsa Família já havia sido
implantado, quais sejam, os anos de 2006, 2010 e 2014. O ano de referência é 2006. A
variável renda per capita foi retirada para que não constassem duas variáveis de renda
no modelo.
Tabela 3 – Modelos de Mínimos Quadrados Generalizados com Efeitos Fixos –
Variável dependente: porcentagem da votação para a Câmara dos Deputados por
município e ano do PT. Controle: Impacto do Bolsa Família sobre a Renda
População Urbana (%)
Modelo 6
0,02
(0,02)
Densidade Populacional (hab/km²)
1,41
(0,86)
Escolaridade (%)
-0,16***
(0,05)
Votação do Candidato à Presidência
0,12***
(0,00)
Presença de Governador do Partido
2,39***
(0,20)
Votação do Candidato à Governador
0,09***
(0,00)
Presença de Prefeito do Partido
4,96***
(0,23)
Impacto do Bolsa Família sobre a Renda per
Capita
- 5,25𝑒 −06
(8,40𝑒 −06 )
2010
3,28***
(0,40)
2014
1,73***
(0,41)
Constante
5,60
(2,92)
R² within
R² between
R² overall
Rho
0,15
0,19
0,18
0,61
Fontes: TSE, CEM/CEBRAP, IBGE. Ministério da Assistência Social. Cálculo e elaboração dos autores.
Nota: Significância estatística ao nível de *** p < 0,001; ** p < 0,01; * p <0,05. Erro-padrão entre
parênteses.
O modelo da tabela 3 mostra que o programa Bolsa Família não apresenta
relação estatisticamente significativa com a votação do partido na Câmara dos
Deputados. Este resultado converge com análises realizadas anteriormente pela
literatura (Soares e Terron, 2010; Zucco, 2013). Todas as outras variáveis políticas do
modelo possuem significância estatística e sentido positivo na votação do partido. O PT
apresenta melhor desempenho para a Câmara dos Deputados de acordo com o
crescimento da votação dos seus candidatos a presidência e a governador a nível
municipal, assim como amplia sua votação de acordo com a presença de governador e
de prefeito do partido no momento da eleição. Estes resultados, lidos em conjunto com
os modelos tratados acima, indicam que o bom desempenho eleitoral do PT e sua
presença em cargos executivos subnacionais são os principais fatores explicativos para
sua votação para a Câmara.
7. Conclusão
Este trabalho teve como objetivo suprir uma lacuna encontrada na literatura
sobre comportamento eleitoral no Brasil em relação à votação do PT para a Câmara dos
Deputados. Seu propósito foi trazer novos elementos para a compreensão do
desempenho eleitoral deste partido, em especial, avaliar se faria sentido pensar em uma
disjuntiva entre o petismo e lulismo do ponto de vista eleitoral, como propõe a literatura
ao analisar as eleições de 2006 (Soares e Terron, 2010; Singer, 2012). A partir desta
investigação, seria possível refletir sobre os impactos de estar doze anos a frente da
Presidência da República sobre um partido político caracterizado, no contexto de seu
surgimento, como experiência única de partido de massas na histórica democrática
brasileira, constituído a partir das grandes metrópoles urbanas e com fortes laços com
setores organizados da sociedade civil brasileira (Meneguello, 1989). Neste contexto,
para além de verificar a base social de sua votação, tornou-se também importante
investigar quais variáveis possuíam maior capacidade para explicar o desempenho
eleitoral do PT.
Nossos resultados corroboram a hipótese do trabalho. A partir de 2006, o perfil
socioeconômico e demográfico do voto petista começa a sofrer alterações que seriam
intensificadas nas eleições seguintes. Essas alterações caminham em sentido
convergente com a mudança detectada pela literatura ao abordar os votos de Lula na sua
reeleição. Em outras palavras, o voto petista cresce em cidades de menor contingente
populacional e amplia seu desempenho acima da média nacional na região nordeste,
assim como, exibe melhores resultados de acordo com a diminuição da renda per capita
e taxa de urbanização dos municípios. O PT ainda possui desempenho importante no
sudeste e seu pior resultado em cidades com maior população ocorreu somente em
2014. No entanto, os sentidos das mudanças quando comparadas ao lulismo exibem
perfil similar.
Chama atenção a análise sobre o papel das variáveis políticas nesta alteração. O
programa Bolsa Família não afetou esta reordenação dos votos petistas. Seu impacto é
nulo estatisticamente. Ao contrário, a presença de prefeito do PT no município aparece
como principal variável capaz de explicar o desempenho eleitoral dos seus candidatos à
Câmara dos Deputados.
É preciso investigar com maior profundidade estes achados. No entanto, nossa
intuição – constituída com forte evidência nos dados aqui apresentados - diz que o
acesso à máquina pública municipal vem se tornando elemento central ao sucesso
eleitoral do PT. A partir de sua chegada à Presidência da República, o PT tem avançado
eleitoralmente rumo às prefeituras de cidades menores, sobretudo na região nordeste.
Uma hipótese levantada a partir deste trabalho e que merece investigação mais
aprofundada no futuro é a evolução da presença do partido em cargos subnacionais tem
sido a ponte para a mudança da distribuição demográfica e socioeconômica dos votos
petistas. Ao lado deste fenômeno, o recorrente envolvimento de lideranças do Partido
com denúncias de corrupção parece afastar cada vez mais seus candidatos das grandes
cidades brasileiras. Esta inferência se torna possível diante dos péssimos resultados de
2006 e 2014 nas cidades com mais de 500.000 habitantes, pleitos em que a dinâmica
eleitoral foi provavelmente afetada pelas denúncias relativas ao “mensalão” e à
Petrobrás, respectivamente.
Se o lulismo alterou suas bases pela via da inclusão social e distribuição de renda
por meio do programa Bolsa Família, garantindo assim uma recompensa por parte dos
eleitores mais pobres capaz de consagrar seus candidatos vitoriosos nas três eleições
presidenciais seguintes (Zucco, 2008; Nicolau, 2015), o petismo parece se sustentar
sobre bases mais frágeis e de impacto mais arriscado na trajetória histórica do PT. Ser
recompensado por eleitores pobres que ascenderam socialmente é a marca do lulismo e
esta característica que converge perfeitamente com objetivos estratégicos da fundação
do PT (Zucco e Samuels, 2014). Por outro lado, o petismo parece ser caracterizado pela
sua diminuição nas grandes cidades e dependência eleitoral de seus prefeitos e
governadores. Seu desempenho eleitoral não parece resultar diretamente de recompensa
de determinada política pública ou de identificação de eleitores mais pobres com o
partido. A convergência entre petismo e lulismo parece ter potencial arriscado à sua
trajetória enquanto partido político único na recente história democrática brasileira.
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2013.
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Estructura política, redes político-clientelares y oscilaciones electorales en la
Ciudad de México
Dr. Héctor Tejera Gaona
Departamento de Antropología
Universidad Autónoma Metropolitana
México
[email protected]
Trabajo preparado para su presentación en el VIII Congreso Latinoamericano de
Ciencia Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política
(ALACIP). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 22 al 24 de julio de 2015.
Panel organizado por Espacio Alacip - Grupo de Investigación en Análisis Espacial
1
2
Esta ponencia presenta una propuesta de los factores que han permitido la consolidación
de la estructura política que caracteriza actualmente a la Ciudad de México, así como de la
forma en que ella influye en las elecciones locales con base en un estudio comparativo de
los procesos político-electorales en dos delegaciones políticas de la Ciudad de México:
Iztapalapa y Cuajimalpa.1 El propósito general del texto es responder al interrogante: ¿se ha
consolidado en los últimos quince años (periodo caracterizado por el triunfo electoral del
PRD) una nueva estructura política en la Ciudad de México, que actualmente puede
modificar los resultados electorales en los procesos locales (delegacionales)?
Se exponen de forma condensada aquellos factores que han propiciado la formación de
dicha estructura; y se muestra como ella favorece prácticas políticas similares en
delegaciones con características sociodemográficas distintas; en la tercera parte, se realiza
una reflexión general sobre la relación entre esas prácticas políticas y la estructura política
prevaleciente en la capital del país.
También se han utilizado estrategias cuantitativas, particularmente el análisis históricoestadístico organizado por clusters (conglomerados) de resultados electorales locales a
nivel de sección electoral. La información obtenida se ha correlacionado con los datos
etnográficos con el propósito de explicar los efectos político-electorales del
comportamiento de las redes en las delegaciones políticas. Se presentan dos tipos de mapas:
el primero muestra clusters basados en resultados electorales en las delegaciones
estudiadas. Los cuadros que acompañan estos mapas precisan la media estadística de la
votación obtenida por los diferentes partidos en cada cluster, la desviación estándar de
dicha media con relación al centro estadístico del cluster, y el número de secciones en cada
uno de ellos. El segundo tipo de mapa muestra secciones electorales agrupadas en clusters,
vinculadas a distintos niveles de bienestar con base en el Índice de Desarrollo Social (IDS)
y el desempeño partidario-electoral histórico.3 1. La configuración de la estructura política de la Ciudad de México
La formación de la estructura política actual de la Ciudad de México ha sido impulsada
tanto por la profundización de la democracia en el país, como por el predominio electoral
del PRD a partir de 1997, el cual se encuentra sustentado principalmente en tres factores: el
primero, la tradición opositora, manifestada electoralmente en la ciudad desde la década de
los sesenta. Esta tradición puede, además, haberse alimentado de los efectos políticos de los
movimientos magisterial, estudiantil y cívico de los años cincuenta y sesenta; la crisis
económica de inicios de los ochenta y la demanda de vivienda a raíz del sismo de 1985.
Sucesos posteriores como el movimiento estudiantil del 87, electoral del 88, magisterial del
89 (Álvarez, 2009) y la crisis económica y política iniciada en 1994 pueden haberla
fortalecido.
Desde 1988, con la candidatura de Cárdenas a la Presidencia de la República, los
capitalinos han sufragado preferentemente por la izquierda. Sin embargo, las elecciones del
2000 muestran que también es importante la tradición de oposición, la cual puede
manifestarse más allá de las zonas que reiteradamente se inclinan por el PAN.4
El segundo factor es la interacción entre un reiterado apoyo electoral ciudadano al
PRD desde 1997 (con excepción, reiteramos, del año 2000), y las características internas
de organización de este partido. Antes de 1997 el PRD local era débil hasta que las
organizaciones urbanas existentes (muchas de ellas pertenecientes al Movimiento Urbano
Popular) se integran a este partido durante la campaña electoral de Cárdenas para Jefe de
3
Gobierno; el cual le garantiza a sus líderes candidaturas a diputaciones locales y federales,
así como puestos en la estructura gubernamental a cambio de su apoyo durante los
comicios. A partir de ese momento votar por el PRD fortalece política y electoralmente a
los líderes de dichas organizaciones (Frutos, 2002; Bruhn, 2012:140) y debilita a los
integrantes que no tienen acceso a dichas redes, caso de los intelectuales y los dirigentes
históricos de la izquierda.
El tercer factor, como evidencia la etnografía realizada, es la competencia de las
facciones en el ámbito territorial e intrapartidario para consolidarse en las elecciones
internas del PRD. Al incrementarse la importancia de los puestos internos del partido —
pues a través de ellos se definen candidaturas y se influye en la designación de quienes
ocuparán cargos gubernamentales—, la querella entre facciones se exacerba y las
elecciones mediante votaciones abiertas (ya sean de militantes registrados o entre la
población en general) impulsa el clientelismo, porque éste sostiene grupos de apoyo que
votarán en las elecciones internas. Además, las facciones rivales acuden a sus allegados
ubicados en puestos gubernamentales para que los recursos públicos que ellos administran
alimenten redes político-clientelares.5
En síntesis, pueden señalarse tres momentos en la formación de la estructura política
predominante en la Ciudad de México: a) adhesión al PRD capitalino de los líderes e
integrantes del movimiento urbano-popular; b) paulatina exclusión de la estructura
partidaria de los dirigentes históricos y los intelectuales del perredismo nacional y el
capitalino, así como la disputa entre diferentes facciones por controlar dicha estructura y
asegurar su preponderancia político-territorial; c) consolidación organizacional, política y
económica de los grupos sobre espacios territoriales, cuya expansión depende del
afianzamiento de sus redes político-clientelares, así como de negociaciones con otras
fuerzas políticas que tienen influencia en la Ciudad de México.
2. Funcionamiento de la estructura política en la Ciudad de México: las redes
político-electorales a nivel delegacional
Demostrar como funciona la estructura política no es fácil, debido a que el predominio
electoral del PRD hasta 2015 difumina en los procesos políticos que tras bambalinas
delinean los resultados de los comicios. No obstante, el comportamiento electoral mostrado
por Iztapalapa en 2009, así como el que manifiesta Cuajimalpa en 2012, evidencian el
carácter de las negociaciones entre diversas facciones para la elección de candidatos, y en
el ámbito territorial, el papel de las redes políticas tanto en dichas negociaciones, como en
la definición de los resultados electorales.
La comparación entre Iztapalapa y Cuajimalpa es útil para reflexionar sobre los procesos
políticos debido a que, a pesar de sus diferencias, muestran similitudes en el
funcionamiento de la estructura política (Gerring, 2008: 645 y ss.). Entre dichas similitudes
destacan lo siguiente: a) ambas delegaciones han presentado procesos de alternancia
durante los últimos seis años. En el caso de Iztapalapa, durante las elecciones de 2009
triunfó el Partido del Trabajo (PT), y en Cuajimalpa en 2012 ganó el PRI; b) los partidos
ganadores en esas elecciones usualmente tienen bajos niveles de votación en la Ciudad de
México;6 c) los aspirantes con mayor popularidad política entre la población no fueron
designados como candidatos del PRD debido a pugnas (Iztapalapa) o negociaciones
(Cuajimalpa) entre diferentes facciones de ese partido; d) los aspirantes basaron su
posibilidad de obtener la jefatura delegacional vinculándose con otro partido (en
4
Cuajimalpa, integrándose al PRI y, en el caso de Iztapalapa, mediante una representación
informal en el PT);7 e) las redes con las cuales los aspirantes negociaron apoyo y puestos
delegacionales impulsaron su triunfo electoral; f) en ambas delegaciones la identificación
política entre los integrantes de las redes políticas y sus líderes prevalece sobre las
identidades partidarias.
2.1. Iztapalapa: desgaste político y alternancia partidaria
Iztapalapa es la delegación con mayor población de la capital (casi dos millones de
habitantes) y la más importante en términos electorales con un millón 362 mil
empadronados y ocho distritos electorales locales. Además, recibe el presupuesto más alto
en la Ciudad de México. Estas características la convierten en pieza clave, pues gobernarla
consolida a cualquier partido en términos político-electorales. A partir de 2000 y hasta
2009, la facción Nueva Izquierda (NI) del PRD gobierna la delegación, hasta que en 2009
se forma una coalición de organizaciones asociada a la facción perredista Izquierda Unida
(IU) que se asocia al Partido del Trabajo.
Una encuesta de mediados de junio publicada en Milenio Diario13 indicaba que el PT
contaba con el 13.7% de preferencia electoral, mientras que el PRD un 33.2%. No obstante,
el PT obtiene el 31.18% de los votos y una distancia electoral del 4.07% sobre el PRD. En
este resultado confluyen: primero, el trabajo proselitista realizado por las redes para
convencer a los iztapalapenses de votar por el PT para la jefatura delegacional; segundo, el
trabajo político previo desplegado en algunas zonas de Iztapalapa por Brugada,
fundamentalmente a través de la UPREZ; tercero, el descontento de diversos sectores de
Iztapalapa ante el deficiente desempeño del último delegado del grupo encabezado por
René Arce; cuarto, la campaña realizada por López Obrador para promover el voto por
“Juanito”. Un exfuncionario delegacional reflexiona al respecto: “Arce y su grupo habían
calculado que obtendrían 125 mil votos, y esos fueron los que sacaron en la elección del
2009 (en realidad obtienen 127,846 votos según datos del IEDF). Les salieron bien las
cuentas, pero lo que no estimaron fue un apoyo tan grande a la candidatura del PT, con
“Juanito” (que obtiene un total de 180,387 votos).14
Para un análisis puntual de cómo las redes político-clientelares actuaron a nivel electoral
votando por Brugada mediante el sufragio al PT hemos correlacionado: a) la información
etnográfica sobre la influencia territorial de las redes políticas en los ocho distritos
electorales locales en que se divide Iztapalapa; b) la adscripción política de los diputados
locales triunfadores en esas elecciones; c) los resultados electorales de 2009 desagregados
con base en clusters, y; d) los Índices de Desarrollo Social (IDS) por sección electoral.
Solamente nos referiremos a los distritos electorales locales XXVI, XXIX y XXXII, que
son aquellos donde el PT obtuvo mayor cantidad de votos para jefe delegacional y se
caracterizan por presentar un IDS muy bajo,15 como se desprende de la contrastación de los
Mapas 1 y 2. En ellos la media de votos al PT fue del 44.3%, mientras que el PRD sólo
obtuvo 22.7%. El primero (XXVI) tiene importante presencia de grupos relacionados con la
UPREZ, al que pertenece Brugada, y algunos liderazgos locales vinculados con Arturo
Santana, personaje que en el periodo 2006-2009 fue diputado local en ese distrito por
Nueva Izquierda y posteriormente, en 2012, regresa apoyado por Ebrard. La competencia
entre NI y UPREZ explica la distribución de las secciones entre PRD y PT. Santana y sus
redes votaron en 2009 por el PRD, buscando apoyar a la candidata de ese partido, mientras
que la UPREZ favoreció a Brugada a través del voto al PT.
5
En el segundo distrito (XXIX) el Mapa 1 indica que el voto mayoritario es para el PT,
como se desprende del cluster 2, donde obtiene el 44.3% de los votos con una desviación
estándar del 5.7. Según la información etnográfica, en ese distrito electoral impera IDN y
organizaciones como el Frente Popular Francisco Villa (FPFV), inclinando la elección en
favor de Brugada. En el último distrito de este grupo (XXXII), los resultados electorales
exhiben la disputa político-territorial abierta por el declive de la influencia de NI, la que
mantiene aproximadamente la mitad de las secciones electorales en las cuales se votó por
Oliva para jefa delegacional.
Mapa 1. Iztapalapa. Votación 2009 para Jefe Delegacional por sección electoral
Mapa 2. Iztapalapa. Índice de desarrollo social por sección electoral 2010
El voto mayoritario hacia ese partido es una expresión de los acuerdos entre las diversas
fuerzas políticas que tienen influencia político-territorial; particularmente en cuanto a
quienes serán los diputados locales, el jefe delegacional y cuáles puestos ocuparán sus
integrantes en la estructura administrativa de la delegación.1 La diferencia entre las
elecciones de 2009 y 2012 radica, fundamentalmente, en que los acuerdos políticos entre
las facciones se dificultaron ante el interés de NI por fortalecer y beneficiar a sus
seguidores por encima de las demandas de otras organizaciones sociales que actúan en el
territorio delegacional. Lo mismo sucedió entre Brugada y dichas organizaciones. En las
entrevistas realizadas se afirma que la delegada se resistió a otorgar espacios y beneficios a
los grupos no afines a ella. También se sostiene la existencia de un constante conflicto entre
el gobierno central y el delegacional, a raíz del cual el primero negoció con dichas
organizaciones con el propósito de que el nuevo delegado en Iztapalapa fuese una
propuesta del Jefe de Gobierno.
2.2.- Cuajimalpa: negociaciones y fracturas entre facciones políticas
Cuajimalpa presenta uno de los enclaves más modernos y de mayor ingreso de la Ciudad
de México: la zona residencial de Santa Fe, la cual convive con colonias y pueblos de
pobreza extrema. En términos electorales, la delegación pertenece al distrito local XXI,
integrado por 135 secciones, 80 de ellas ubicadas en Álvaro Obregón y 75 en Cuajimalpa.
El número de votantes es de 145,593 (IEDF, 2012), equivalente al 9.3% de los registrados
en Iztapalapa.
Por sus características sociodemográficas, Cuajimalpa opera políticamente a nivel de
colonias y pueblos. Debido a que la elección del candidato a diputado local, está
compartida con Álvaro Obregón —por lo que su designación puede escapar a los deseos de
las redes políticas que actúan en ella—, la contienda política se concentra en la jefatura
delegacional.
Cuajimalpa destaca por su alternancia partidaria. Desde el año 2000 el PRI se desvanece
de la escena política convirtiéndose en la tercera fuerza electoral y la querella política se
establece entre el PAN y el PRD. El primero ha gobernado en 2000-2003 y 2009-2012;
mientras que el segundo encabeza la delegación en los trienios 2003-2006 y 2006-2009.
1
Uno de nuestros entrevistados sostiene que hay “hasta 300 puestos para repartir” en la
delegación Iztapalapa. 25 de julio de 2013.
6
Pero en las elecciones de 2012, la coalición PRI-PVEM gana la delegación proponiendo
como candidato al experredista Adrián Rubalcava.
La alternancia en esta delegación ha estado vinculada con seis elementos: a) la
composición sociodemográfica delegacional propicia cierto equilibrio electoral entre las
zonas con índice de desarrollo social alto (que votan usualmente por el PAN) y aquellas de
índice medio o bajo en barrios y colonias (que votan preferentemente por el PRD); b) los
cambios en la percepción sobre el desempeño del gobierno, a lo cual influye en las
posibilidades de que el partido del delegado mantenga la administración en la siguiente
elección; c) las negociaciones entre el delegado y sus principales funcionarios con las redes
políticas locales; d) el éxito de las organizaciones prepartidarias y parapartidarias16 en la
atención a las demandas de las zonas con mayores carencias;17 e) los acuerdos políticos
entre los candidatos de los diferentes partidos con la organizaciones de la delegación; y, f)
la cohesión interna en los partidos políticos, particularmente en el PRD y el PAN, ya que en
la historia reciente de la delegación pueden encontrarse grupos que durante los procesos
electorales renuncian a su partido y se integran a otro; por ejemplo, la incorporación de un
grupo priísta como “ciudadanos independientes” y coordinadores de redes en apoyo al PAN
en 2009, y los conflictos en IDN que propician la adhesión de varias de sus redes al priísmo
en 2012.
La delegación se caracteriza, como lo muestra el Mapa 3, por una herradura de colonias
con IDS muy bajo y voto perredista alto en las ultimas tres elecciones (2003-2012), un
centro con IDS medio y cierta competencia entre el PAN y PRD, y una zona alta con voto
históricamente panista con IDS medio y alto. El mapa no muestra al PRI, ya que su
promedio electoral ha sido históricamente bajo.
Mapa 3. Cuajimalpa. Grado de desarrollo social 2010 y preferencia histórica
partidista por Jefes Delegacionales, 2003-2012.
2.2.1 “Negociación mata convocatoria”: el proceso de ruptura con el PRD
Para las elecciones del 2012 la convocatoria del PRD establece que las candidaturas
serán otorgadas con base en los resultados de la encuesta de opinión, pero también a partir
de los acuerdos entre las facciones partidistas. Del estudio etnográfico realizado se
desprende que la selección de candidato a jefe delegacional fue resultado de negociaciones
entre Bejarano y Ebrard, sin tomar en cuenta la popularidad con base en encuestas. Algunos
entrevistados sostienen que Cuajimalpa era una de las tres delegaciones catalogadas como
panistas,18 en las cuales se había acordado que el candidato a jefe delegacional sería elegido
con base en los resultados de las encuestas en dichas delegaciones. Siendo así, el
precandidato con mejores resultados era Rubalcava. Las entrevistas también indican que, en
realidad, la elección fue resultado de un intercambio: Cuajimalpa para el grupo de Ebrard y
Magdalena Contreras para IDN. La encuesta fue, en realidad, empleada para encubrir el
acuerdo entre facciones.
Rubalcava no es incluido como posible candidato a jefe delegacional por el PRD, pero
de las entrevistas que realizamos se desprende que se le ofrece una candidatura a la
Asamblea Legislativa, así como la presidencia de una comisión “jugosa”. Todo ello si
abandona sus expectativas a la jefatura delegacional. Sin embargo, renuncia al PRD el 1º de
febrero de 2012. Días después, anuncia su precandidatura a la delegación por el Partido
Verde Ecologista de México (PVEM) en coalición con el PRI. Para justificarse denuncia un
supuesto atentado (su carro, estacionado, recibe impactos de bala), la inexistencia de
condiciones equitativas en el proceso, y el interés de Ebrard en controlar la delegación para,
7
afirma, realizar proyectos como La Mexicana, mediante el cual se pretende construir 5,500
viviendas en ese predio ubicado en Santa Fe.19 Este proceso representa la segunda escisión
de IDN en la delegación.
La salida de Rubalcava y la integración de una facción de IDN bajo ese liderazgo al
PRI-PVEM, reconfigura la estructura de poder político-territorial de los partidos, facciones
y grupos de interés de Cuajimalpa, así como de las relaciones entre las redes políticas
construidas en torno a éstos. Por ejemplo, el realineamiento de los liderazgos afines a
Rubalcava incluye los pueblos de San Lorenzo Acopilco y San Mateo Tlaltenango, así
como las colonias Ébano, el Yaqui y Las Galicias.
La campaña electoral en Cuajimalpa fue particularmente competitiva debido a la disputa
por las redes políticas y el control de los territorios entre los candidatos del PRD-PT-MC y
del PRI-PVEM, al cual se fueron sumando (y restando) liderazgos, comités ciudadanos y
equipos políticos hasta el último minuto de la jornada electoral. Los líderes afines al PAN
optaron por oscilar entre el PRI-PVEM y el PAN. Una semana colaboraban en un partido y
movilizaban a sus redes para demostrar su poder de convocatoria ante el aspirante; la
semana siguiente lo hacían para el equipo contrario. Algunos líderes, vaticinando el
resultado de la jornada electoral decidieron apoyar, de último minuto, al candidato del PRIPVEM. Lo anterior confirma que las redes y quienes las encabezan son pragmáticos,
flexibles y propensos a cambiar la orientación de su apoyo político.
En términos similares a Iztapalapa, el comportamiento electoral en Cuajimalpa es
consecuencia de la interinfluencia de varios elementos: primero, la vinculación entre redes
políticas locales y funcionarios como, en este caso, con Rubalcava que había sido Director
de Jurídico y Gobierno en Cuajimalpa 2006-2008 y Director General de Fomento
Económico en el gobierno de la Ciudad de México (2009-2012);20 segundo, la reacción
ciudadana adversa por el deficiente desempeño del delegado panista en el trienio 20092012; tercero, la negociación entre facciones (en este caso el líder de la IDN y el jefe de
gobierno) para elegir candidato; cuarto, la disminución de votos al PAN — a pesar de su
campaña permanente y la consolidación de clientelas en la delegación—, debido al
descrédito de la administración federal, los conflictos intrapartidarios por las candidaturas
en la Ciudad de México, y, en el caso de Cuajimalpa, por la judicialización de la pugna
entre sus dos principales aspirantes.
Mapa 4. Cuajimalpa. Votación para Jefe Delegacional por sección electoral y colonia
2012
3. Redes y prácticas políticas: manera de conclusión
Hemos seguido una estrategia teórico-metodológica sustentada en un enfoque procesual
(Sztompka, 1991) para profundizar en las relaciones políticas en contextos locales,
estudiando los vínculos entablados entre gobiernos central y delegacionales, facciones
políticas y redes político-territoriales, buscando determinar cómo se ejerce la dominación
(Simmel, 2009 [1908]); es decir, el contenido de las prácticas mediante las cuales se
reproduce y fortalece la estructura política en la Ciudad de México.
La estructura política que caracteriza a la Ciudad de México se despliega territorialmente
mediante dos procesos: el primero, la construcción de acuerdos políticos entre dirigentes de
facciones partidarias y quienes encabezan las redes clientelares en los espacios locales. Las
relaciones establecidas entre ambos son dúctiles, débiles, coyunturales y dependen de
8
negociaciones que estipulan los beneficios que, en el futuro, obtendrán dichas redes y sus
dirigentes; la entrega de apoyos directos expresados en gasto social (becas escolares,
ayudas para adultos mayores y madres solteras, por ejemplo), gestiones para el
mejoramiento de los servicios, así como impulso a la economía (créditos y permisos para
ejercer el comercio), entre otros. Las alianzas generadas son pragmáticas y responden a las
aspiraciones políticas de los líderes de las redes y las expectativas de sus integrantes.
El segundo proceso territorial es la movilización de las redes para consumar los
acuerdos. La etnografía de los procesos políticos abordados indican que el
direccionamiento del voto no se restringe a quienes integran las redes políticas; existe un
efecto multiplicador en su proselitismo como resultado de los vínculos de parentesco y
rituales (compadrazgo), así como de la influencia vecinal sustentada en la identidad
generada por compartir un territorio común; todas las cuales irradian el comportamiento
electoral de las redes hacia grupos más extensos. En este sentido, ellas no necesariamente
tienen que ser muy amplias para ser electoralmente eficaces, sino mostrar capacidad para,
mediante la interacción cotidiana, canalizar las percepciones de familiares y vecinos.
En Cuajimalpa la eficacia electoral de las redes político-clientelares reside, en gran
parte, en los estrechos vínculos identitarios existentes a nivel de pueblos y barrios, los
cuales propician que el proselitismo electoral de dichas redes sea más efectivo, porque la
credibilidad se incrementa en la medida en que se comparten cultura y territorio. Lo
anterior se refleja en los resultados electorales de los mapas que hemos presentado. El
diseño cartográfico de los cluster muestra divisiones por colonia o barrio, pero al
analizarlos con base en las secciones electorales se observa que, salvo marcadas
excepciones en Cuajimalpa, Chimalpa y Zentlapatl, las colonias y pueblos se comportan de
forma corporativa y las secciones que contienen se integran bajo una misma preferencia
electoral.
Tanto en Iztapalapa como en Cuajimalpa, votar por uno u otro partido fue percibido por
muchos de los integrantes de las organizaciones como un “cambio de color” (más que de
ideología o identidad política) para obtener el resultado deseado en términos de atención
gubernamental o ascenso político de sus líderes; aunque en el caso del PRD al PRI, se
requirieron mayores justificaciones.
La consolidación del PRD es producto tanto de la integración de múltiples redes con
identificaciones político-clientelares particulares, matizadas por lazos morales de
reciprocidad, interés mutuo y pragmatismo, todo ello condensado en sus líderes; como de la
tradición opositora sobre cuyas características nos hemos detenido en las primeras páginas
de este artículo. Su fortaleza está parcialmente sujeta a las aspiraciones de quienes buscan
consolidar espacios locales de influencia política. Pero dichas aspiraciones pueden
transmutarse, como se muestra en los casos presentados, en votos a un partido distinto.
La estructura política que prevalece actualmente en la Ciudad de México es resultado de:
a) la configuración de una entidad con una cultura de oposición política; b) la permanencia
del PRD como partido y gobierno predominante a partir de 2003, donde esa cultura se
combina con el consenso obtenido a partir de avances en política social y urbana; c) la
transformación paulatina de los líderes perredistas en elite política; d) la faccionalización de
las políticas públicas con base en un enfoque clientelar que desplaza la participación
ciudadana y la exigibilidad de derechos reduciéndolas a gasto social focalizado (Álvarez,
2006) y subordinación política (Dagnino, 2010); e) el fortalecimiento de redes políticas
como las observadas en Iztapalapa y Cuajimalpa, cuya acción propicia un patrón de
dominio político-territorial sustentado en facciones partidarias que luchan por el
9
predominio político-electoral; f) condiciones socioeconómicas adversas y debilidad política
de las mayorías que propician relaciones clientelares.
Finalmente, si bien se ha consolidado una nueva estructura política en la Ciudad de
México asociada a una élite política formada en los últimos quince años, al estar sustentada
en relaciones de asociación entre facciones partidarias que rivalizan entre ellas y una
pléyade de organizaciones cuyas adhesiones están condicionadas a ventajas coyunturales,
su estabilidad es volátil. En estas circunstancias, las posibilidades de que el PRD pierda
influencia en los espacios locales y, con ello, delegaciones y diputaciones, depende de la
fortaleza de sus alianzas y, a nivel más general, en los niveles de aprobación de jefes
delegacionales y Jefe de Gobierno. En las entrevistas sobre el tema realizadas a inicios de
2015, se ha encontrado que los operadores políticos de ese partido han mantenido sus
alianzas con las organizaciones urbanas, lo que acota las posibilidades de otros partidos,
pero en términos generales, más allá de las redes políticas, los márgenes de preferencia
electoral de los cuales gozaba entre los habitantes de la Ciudad de México están
disminuyendo22 —mientras que tanto Morena como el PRI ascienden en algunas
delegaciones políticas—, como resultado de la lucha entre sus facciones, y su desempeño
partidario y gubernamental .
Notas
1
Entendemos aquí a la estructura política como la forma en que se establecen las relaciones
políticas, las cuales definen la forma en que se ejerce el poder en una sociedad; dichas
relaciones se encuentran configuradas por un contexto institucional, normativo y cultural.
2
Como lo establecen los códigos de ética del Colegio Mexicano de Antropología (1978) y
la Asociación de Antropología Americana (1998).
3
Agradecemos al Dr. Jaime Ramírez y la Dra. Emelina Nava del Centro de Sistemas de
Información Geográfica de El Colegio de México su apoyo en la elaboración de dichos
mapas.
4
Recuérdese, por ejemplo, que en esas elecciones el candidato a Jefe de Gobierno
perredista ganó por menos del uno por ciento de los votos al candidato panista.
5
Siguiendo a Belloni y Beller (1996:535) entendemos a las facciones como grupos
relativamente organizados que tienen presencia en el marco de otro grupo más amplio,
con el cual compiten para incrementar su poder.
6
Por ejemplo, un total de votos en el Distrito Federal de 11.23% mientras que en 2012, no
obstante el carácter concurrente de dichas elecciones y el triunfo electoral del candidato a
la presidencia, el PRI obtiene 16.28% en la Ciudad de México.
7
Como se amplía en las páginas siguientes, la aspirante en Iztapalapa fue postulada de
manera informal por el PT, ya que en caso de ganar, el candidato formal renunciaría en
favor de ella.
8
Entrevista con diputada local. 5 de junio del 2012.
9
Entrevista con dirigente de organización de Iztapalapa. 6 de junio del 2012
10
Entrevista con líder del Frente Popular Francisco Villa (FPFV). 25 de junio del 2013.
11
De las entrevistas realizadas se desprende que este personaje no tenía trabajo político en
Iztapalapa ni tampoco un grupo u organización que le apoyara. Ya había perdido las
elecciones internas del PRD, por lo que el PT le propuso que fuera el candidato por ese
partido, aceptando la oferta y renunciando al PRD.
12
Entrevista con diputada local por distrito de Iztapalapa. 15 de marzo del 2013.
10
13
Encuesta realizada por el Grupo de Comunicación Estratégica. 17 de junio de 2009.
Entrevista con exfuncionario delegacional. 9 de agosto del 2013.
15
El procedimiento de elaboración del índice de desarrollo social se puede consultar en
Boltvinik, et. al., 2011.
16
Hemos acuñado el término de redes prepartidarias para referirnos a las organizaciones
formadas por algunos emprendedores políticos quienes las forman con el objetivo de
tener presencia pública e insertarse en la política partidaria. En el caso de las
parapartidarias, se trata de aquellas que han sido promovidas por los integrantes del
aparato político y gubernamental con el propósito de ampliar su influencia política.
17
Aquellas con más influencia política han sido las que promueven construcción de
vivienda y el mejoramiento de servicios, debido al gran número de asentamientos
irregulares en la delegación
18
Aun cuando las encuestas indicaban que el PRI podía ganar la elección a jefe
delegacional en 2012.
19
Discurso del candidato en reunión con vecinos. Junio de 2012.
20
Desde donde otorgó apoyo para trámites de permisos para instalar cocinas económicas y
tiendas de abarrotes, entre otros.
21
Recuérdese que Cuajimalpa forma parte de un solo distrito electoral local en conjunto
con una porción de la delegación Álvaro Obregón, por lo que realizamos un análisis por
colonias y no por distritos electorales.
22
En diciembre de 2014 el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha pasado de
14% de preferencia electoral en julio de ese año al 26%, mientras que el PRD bajado del
29 al 22%. Periódico Reforma, primera plana, 17 de diciembre del 2014.
14
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12
Presidential elections and the nationalization of political parties in federal
countries: comparing parties and institutions in Brazil and Argentina
André Borges
Universidade de Brasília
Lucía Burtnik
Universidade de Brasília
Área temática: Espacio Alacip
Trabajo preparado para su presentación en el VIII Congreso Latinoamericano de Ciencia
Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP).
Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima
22 al 24 de julio de 2015
Introduction
Past research on party nationalization has argued that the direct election of the
national executive is likely to nationalize party systems. Presidential elections shape the
legislative party system whenever there is a coattails effect in that the presidential
candidate pulls with him other candidates from the same party label competing at lower
level elections. The coattail effect occurs mainly because the presidency is the major
political prize in the context of separation of powers and, for that reason, legislative
candidates have strong incentives to organize their campaigns around their party's
presidential candidate (Samuels, 2003). Specifically, as the number of effective
presidential candidates approximates two and presidential and legislative elections are
held concurrently, a "Darwinian" effect should follow, selecting those parties most
successful in competing for the presidency and mobilizing a national constituency.
(Golder, 2006; Shugart, 1995; Shugart and Carey, 1992). According to this reasoning,
parties unable to present viable candidates to the presidency are unlikely to survive
unless they coalesce around one of the two major contenders in the presidential race. As
a consequence, district-level party systems come to resemble each other as well as the
national party system, fostering party nationalization (Hickens and Stoll, 2011).
In this paper we argue that federal institutions shape the nature, scope and
intensity of the nationalizing effect of presidential elections. In multilevel systems especially where subnational governments have an influence over policy-making and
national party dynamics -, parties unable to viably compete for the presidency may
survive and win votes by regularly disputing elections to provincial governments. In the
presence of gubernatorial coattails, parties may elect sizable delegations to the lower
chamber by presenting competitive gubernatorial candidates in several districts,
regardless of their performance (or participation) in the presidential election. From this
follows that gubernatorial coattails may allow a party to nationalize by obtaining a more
homogeneous distribution of the vote across regions for reasons unrelated to the
presidential electoral cycle.
The article proposes to “disaggregate” the concept of party nationalization, by
developing a typology of party strategies in multilevel presidential systems. We claim
that parties seeking to expand their electoral base across the territory face a basic
strategic choice: they can either concentrate resources and campaign efforts in the
presidential race, tying the party's fortunes in both legislative and gubernatorial
elections to presidential candidates' performance, or they can focus on gubernatorial
elections, developing a poorly integrated strategy across national and subnational
electoral arenas. Research on comparative nationalization has mostly neglected these
issues, by relying on aggregate analysis of party nationalization over time and across
countries. Despite their greater generalization scope, statistical analyses of TSCS data
do not allow one to fully explore causal mechanisms and variation in party electoral
2
strategies. In particular, we seek to further an understanding of the impact of parties'
choice between prioritizing presidential or gubernatorial elections on the nationalization
of their vote.
We develop and test two hypotheses. The first hypothesis is that parties that
organize around the greater aim of disputing presidential elections will succeed in
building a strong, nationalized organization as long as they implement vertically
integrated strategies that allow them to tie nationalization in both gubernatorial and
national legislative elections to mobilization of a national constituency in the
presidential race. This implies that nationalization or denationalization in presidential
elections will have a similar impact on gubernatorial and lower chamber elections.
Hypothesis two is that parties that focus on the gubernatorial race will
nationalize in lower chamber elections despite poor integration between their national
and subnational strategies, or even despite their lack of viable presidential candidates.
Rather, because provincialized parties often lack viable presidential candidates or they
routinely fail to coordinate effectively around a particular candidate, the party's capacity
to obtain a relatively homogeneous share of the vote in national legislative elections will
depend mostly on whether or not it succeeds in filing competitive gubernatorial
candidacies across a wide number of provinces1. Hence, nationalization will have little
or no association with performance in the presidential race.
The article analyzes comparatively party strategies and institutional rules in two
federal, presidential democracies: Brazil and Argentina. Case selection followed a mostsimilar case logic. Brazil and Argentina are both large federations marked by striking
regional inequalities, and they feature similar electoral institutions and federal
arrangements: PR rules, electoral districts that coincide with states/provinces and
powerful subnational governments. Regional sections of parties are granted wide
autonomy to make alliances to compete for both provincial and national legislative
offices in both countries. Further, several important decisions relative to elections and
party organization – such as party primaries to select candidates to all relevant national
posts, with the exception of the presidency – are taken at the provincial level. This
necessarily creates wide opportunities for incongruence in party behavior across
different elections and/or provinces (Clerici, 2012; Cortez, 2009; Jones, 1997; Samuels,
2003).
In spite of these similarities, Brazilian and Argentine institutions critically differ
with regard to the concurrence of congressional, gubernatorial and presidential elections
and the relative autonomy enjoyed by subnational party systems from national political
dynamics. National legislative, gubernatorial and presidential elections have been held
concurrently in Brazil since in 1994. In Argentina, on the other hand, the mandates of
presidents and national legislators do not coincide. Since 1994, presidents have a four1
To secure uniformity of language usage, throughout the article we use the word "province" to refer to
subnational units in federal countries , except when we refer specifically to Brazil's states.
3
year term, whereas legislative elections are held every two years: half of legislative
races coincide with the presidential election, whereas the other half are midterm
elections. Also, governors have had the prerogative to set gubernatorial and, until 2004,
national legislative elections which allowed them to behave strategically and increase
their influence over legislative elections (for instance by making the lower chamber
election concur with the gubernatorial race, but not with the presidential election)
(Leiras, 2006). Further, Argentine governors have counted on wider array of
institutional powers and they have had greater discretion to execute provincial budgets
than their Brazilian counterparts (Almeida, 2005; Ardanaz, et al., 2012; Arretche, 2009;
Lodola, 2011).
We rely on cross-national comparisons to assess the impact of concurrent
elections and the relative autonomy of subnational governments on party strategies.
Further, we take advantage of within-case comparisons to analyze the effects of parties'
strategic choices on nationalization while keeping institutional environment constant.
Our analysis shows that independent of institutional differences, electorally relevant
parties in both Brazil and Argentina have succeeded in surviving and even nationalizing
their vote regardless of their competitiveness in the presidential race or alignment to one
of the main presidential contenders. This indicates that decentralized government and
electoral institutions partly undermine the systemic effect of presidential elections on
the party system, even in the presence of concurrent elections.
Presidential elections, federalism and party nationalization
The concept of party nationalization has been used in the comparative literature to
assess the extent to which subnational units approximate national vote patterns. In
nationalized party systems, parties' share of the vote in each district deviates only
marginally from their national vote share. By the same reasoning, party systems are
regionalized when most political parties compete in a few districts or concentrate their
vote in specific regions of the country .(Brancati, 2008; Chhibber, et al., 2004; Jones
and Mainwaring, 2003; Morgenstern, et al., 2009).
In multilevel political systems, party nationalization includes a horizontal
dimension (distribution of votes across districts) and a vertical dimension, which refers
to the degree of congruence among the national and the subnational party systems. Party
systems are vertically integrated when issues, parties and voter behavior at the state
level are linked to the federal level. Vertical nationalization implies that national and
subnational party systems are very similar and there is a substantial degree of
correspondence in results of elections disputed at different levels of government(Leiras,
2010; Rodden and Wibbels, 2011; Thorlakson, 2007).
Fully nationalized party systems are those where political parties obtain very
similar shares of the total vote in each district (horizontal nationalization) and, also,
national elections and party alignments have a decisive effect on electoral results at
lower levels of government (vertical nationalization). Given the strong connection
between national and subnational electoral results, nationalization of parties' vote in
4
national elections is very likely to nationalize subnational party system as well. As we
show in the following sections, however, such a connection between the vertical and
horizontal dimensions of party nationalization is not always present, neither can it be
assumed as given.
Research on the effect of presidential elections on party systems show that, all
else being equal, the direct election of the national executive favors more nationalized
party systems. The likelihood of the presidential election shaping the party system
depends mostly on the strength of the coattail effect, by which a presidential candidate
pulls with him other candidates from the same party label competing in national
legislative elections (Golder, 2006; Jones, 1994; Samuels, 2002; Shugart, et al., 1992).
Because the presidential race induces parties to mobilize a national constituency
and expand their base of support throughout a country's territory, the coattail effect in
the presence of a low number of effective presidential candidates (i.e. close to two) is
very likely to foster the survival and growth of nationalized parties, through a
mechanism we label the "Darwinian effect" of the presidential race (Cox, 1999; Hicken,
2009; Hickens, et al., 2011).
The hypothesized effects of the presidential race on party aggregation rest on the
assumption that the election of the national executive has a determinant impact on
parties' electoral fortunes. Not being able to file competitive presidential candidates
entails electoral costs that parties are likely to avoid if they can. In multilevel,
decentralized political systems, however, this assumption no longer holds. Where
subnational governments have relevant powers to tax, spend and formulate and
implement policies, the incentives to nationalize and attach the party's electoral
strategies in other races to the presidential election are much lower.
This is mostly because the decentralization of authority over policy making gives
parties and voters both incentive and opportunity to mobilize and respond to locally
defined issues, leading to the development of distinctive party systems at the state level,
relatively independent from the national party system (Thorlakson, 2007). Party
aggregation is more difficult to achieve when voters' preferences are mostly locally
based and candidates do not have to coordinate with politicians in other districts.
(Brancati, 2008; Chhibber, et al., 2004; Leiras, 2010; Morgenstern, et al., 2009).
Note further that federal institutions may interact with electoral rules allowing
subnational (gubernatorial) elections to shape the national legislative election,
sometimes to the detriment of the presidential election. Candidates to the national
legislature are most likely to benefit from gubernatorial coattails from candidates
affiliated with their party or coalition when national legislative elections are held
concurrently with gubernatorial elections, but not with the presidential race (Jones,
1997; Jones, 2010; Samuels, 2003).
5
A typology of party strategies in multilevel presidential systems
We propose a typology of party strategies that allows for the definition of
theoretical expectations regarding the causal mechanisms connecting institutional
incentives, party strategies and party nationalization. Before presenting the model, a
short note is required on our assumptions concerning parties' behavior and strategies.
We do not assume that parties seek nationalization as an end in itself; rather, parties will
only nationalize when it allows them to meet other ends such as votes, policies or office.
It is true that nationalized parties are, most often, large parties (Jones and Mainwaring,
2003), which implies that institutional incentives favoring vote maximization may
indirectly lead to nationalization. To put matters somewhat differently, a regional party
that can only compete effectively in a few districts imposes, in practice, a limit to its
own electoral growth. Note however that if institutional rules allow parties to obtain
desired office or policy benefits regardless of their capacity to nationalize and maximize
votes, it may be perfectly rational to pursue a strategy that implies maintaining a
geographically concentrated electoral base.
Our model assumes a presidential system with multiple levels of government, in
which political parties may decide to concentrate organizational resources and campaign
efforts to dispute the presidency or subnational executive offices. Given these
institutional characteristics, parties' capacity to regularly file competitive gubernatorial
or presidential candidates will often have an effect on parties electoral survival and
growth, including in national legislative elections. Thus, one may conclude that both
presidential and gubernatorial elections may have an impact on the national party
system, affecting party nationalization.
The choice between prioritizing the national or the provincial level of government
in the definition of party strategies depends on macro-institutional factors such as the
extent to which government authority is decentralized, which in turn impacts on the
value of the presidency relatively to provincial governments. Party-level factors are also
relevant, especially parties' capacity to file competitive candidates to the presidency2.
Samuels (2002) and Samuels and Shugart (2010)argue that presidential elections
generally encourage vote-seeking behavior and that these incentives are much stronger
than any other vote-seeking incentive under parliamentarism because no parliamentary
system has a threshold of exclusion as high as every presidential system does. However,
not every party faces similar incentives to pursue a vote seeking strategy in presidential
elections. Parties that can viably contend for the presidential race are the most likely to
"presidentialize", concentrating their efforts and resources on the executive election as
opposed to the legislative election (Samuels, 2002, p. 468).
2
It is important to stress that our model makes no previous assumption on parties' capacity to act as
unitary actors. Thus, for our analytical purposes, it makes no difference whether party strategies arise
from decisions taken by a small clique of national party leaders or, alternatively, if strategies are the
unintentional outcome of various decentralized and incongruent strategies followed by the party's regional
sections.
6
In this article we retain the basic insights of the party presidentialization
hypothesis (Samuels, 2002; Samuels, et al., 2010) and expand it to a federative setting.
We argue that competitive parties in the presidential election have strong incentives to
subordinate all decisions concerning the filing of candidates, campaign strategies and
party alliances in national legislative and, also, provincial elections, to the greater aim of
winning the presidency.
Parties that are not competitive in the presidential race, however, must consider
potential costs involved in the decision to run for president. Filing a presidential
candidate implies the investment of valuable resources that might be allocated more
effectively in other electoral races in which the party has a greater chance of winning
(Melo, 2010). Considering the above aspects, we differentiate among two strategies.
Pure presidentialization is defined as a strategy of electoral competition that
subordinates all the party strategies in elections at lower levels of government to the
purpose of winning the presidency and/or participating of national government. Note
that this applies not only to the party that nominates the presidential candidates, but also
to electoral coalition parties, which may benefit from coattails and from office and
policy benefits in case of winning (Freudenreich, 2012)
In multilevel systems, linkage operates both horizontally, as candidates across
districts join the same national party or coalition , and vertically, as parties and
candidates coordinate their efforts across the national and subnational electoral arenas.
In particular, parties who are competitive in the presidential election have strong
incentives to subordinate all decisions concerning campaign strategies, party alliances,
and the filing of candidates in regional elections to the greater aim of winning the
presidency. Arguably, because presidential elections require candidates to compete by
presenting national policy platforms and mobilizing a national constituency, they induce
parties to adopt a vertically integrated strategy rather than allowing subnational party
organizations to adapt to local political context. Vertical integration implies not only
securing the support of co-partisan gubernatorial candidates that may help the
presidential campaign at the subnational level, but also making alliances with other
parties that are competitive in subnational elections and that may draw support from
local voters in states where the presidential candidate's co-partisans lack a strong
organization (Calvo and Escolar, 2005; Cortez, 2009; Spoon and West, 2013).
Note that such a strategy requires the establishment a symbiotic relationship
between local and national candidates (Filippov, et al., 2004). On the one hand,
candidates to subnational office benefit from sharing party labels with a popular
presidential candidate (or they may benefit indirectly by entering a pre-electoral
coalition in support of the candidate). On the other hand, the candidate running for
national office increases the likelihood of winning if candidates to gubernatorial office
in each and every district integrate their campaign with his (Filippov, et al., 2004;
Leiras, 2006).To summarize, presidentialization is a strategy characterized by a high
degree of horizontal and vertical party linkage.
7
This is not necessarily so when parties run for president with the main purpose of
obtaining indirect benefits in terms of votes in other disputes, national media exposure
and so on. We are especially concerned about a situation opposite to national
presidentialization, in which a party with a regionally concentrated electoral base runs
for president partly with the primary aim of consolidating and maintaining a territorially
segmented constituency and extending the party's influence in the national arena by
boosting its legislative vote through a cottail effect. Alternatively, the party may decide
to run with the aim of increasing its bargaining power vis-à-vis the main presidential
contenders in a likely runoff election, so as to obtain electoral, policy or office benefits
that allow it to strengthen its regional stronghold. In any case, because the party cannot
realistically expect to elect the president, or even finish among the top vote-gatherers, a
strategy of territorial expansion of its constituency through party linkage may prove too
costly or counter-productive, or simply fail.
This latter strategy, which we label regional presidentialization, is typically (but
not necessarily so) pursued by regional parties whose voting is concentrated in a single
region. Following Brancatti (2008), we use the term region to refer to the political
regions of a country, that is, the level of government directly below the national level of
government. Arguably, connecting national and subnational races through vertical party
linkage is instrumental to the reproduction of regional parties in so far as it may allow
them to "shut down" provincial borders to other presidential candidates and local forces
attached to the latter. Note that both types of presidentialization imply vertically
integrated electoral strategies, in the sense that parties subordinate their electoral
fortunes in all lower level disputes to the presidential race, but they critically differ in
their horizontal scope. On the other hand, regional presidentialization is probably less
stable over time as compared to national presidentialization because regional party
leaders running for president may sometimes succeed in mobilizing a national
constituency.
In multilevel political systems, parties lacking a viable presidential candidate have
yet the option of concentrating efforts and resources in provincial elections. Such a
strategy, which we label provincialization, requires mobilizing voters by disputing
elections to provincial executives and presenting proposals suited to the specificities of
local constituencies.
There are two main types of provincialization. We define regional
provincialization or simply put, provincialization, as a territorially circumscribed
strategy with the purpose of maintaining the party's electoral base. Such a strategy
differs from regional presidentialization in the sense that parties choose not to
participate of national elections, focusing instead on disputes for provincial office in a
given region of the country. By its turn, national provincialization is a strategy that
combines prioritizing subnational elections and expanding the party's electoral base
8
through the filing of gubernatorial candidacies in a large number of provinces 3. When
this latter strategy is successful, it may allow parties to elect sizable delegations to the
lower chamber, assuming there is a significant gubernatorial coattail effect at work in
national legislative elections. In that situation, parties may increase their nationalization
in legislative elections by obtaining a more homogeneous distribution of the vote across
the various districts (horizontal nationalization), despite the fact that provincialization
implies a low integration of national and subnational party strategies. In this sense, we
agree with Leiras' (2010) hypothesis in what concerns the absence of a linear
relationship between national and vertical nationalization.
Presidentializating implies both potential benefits, such as association with a
popular presidential candidate, and potential costs related to the necessity of pursuing a
national strategy rather than adapting to local context. These potential costs tend to be
higher in federal settings. Among other reasons, once parties attach their electoral fate
to the presidential race, they may be forced not to file candidates in certain provinces,
due to the necessity of accommodating the national coalition interests in gubernatorial
races. Furthermore, subnational party organization may be required to support a
presidential candidate that is not very popular or well known in the province, or enter
disadvantageous electoral alliances in favor of the party's national objectives.
We do not assume, however, that national provincialization is synonym with
abandoning the presidential race. Parties may file a presidential candidate or enter an
electoral coalition and yet decide not to subordinate provincial strategies to national
party alignments. The key difference between presidentialization and national
provincialization is, thus, whether or not parties adopt a vertically integrated strategy.
To put matters somewhat simply, presidentialized parties will be keen to sacrifice their
subnational ambitions for the greater aim of winning the presidency. On the other hand,
a national provincialization strategy implies that the party will often sacrifice its
presidential ambitions to allow subnational party sections sufficient autonomy to pursue
a localizing strategy to maximize performance in gubernatorial races (e.g., by not
associating gubernatorial candidacies with a weak or unpopular presidential candidate).
Because provincialized parties often lack viable presidential candidates or they routinely
fail to coordinate effectively around a particular candidate, integration between national
and subnational strategies will be low and the party's capacity to obtain a relatively
homogeneous share of the vote in national legislative elections will depend mostly on
the decentralized strategies pursued by provincial party machines
The figure below classifies each of the strategies defined in this section according
to the extent of vertical and horizontal party linkage they require.
3
This particular strategy was identified by Marcelo Leiras (2006) in his analysis of party nationalization
in Argentina. Our concept of national provincialization extends and formalizes his basic theoretical
insights.
9
insert figure1
According to our typological model, presidentialized parties ought to nationalize
mostly as a consequence of mobilization of a national constituency in the presidential
race (hypothesis one). On the other hand, nationalizing in the presidential election will
not have a relevant effect on nationalization of provincialized parties' vote, as the latter
expand their electoral support across the territory mainly as a consequence of their
ability to compete in gubernatorial races in various districts (hypothesis two). In the
following sections, we test these hypotheses by relying on both statistical and
comparative analyses.
Party strategies in Brazil and Argentina
In this section we analyze party strategies and their impact on party
nationalization in Brazil and Argentina. Our analysis covers the all presidential,
gubernatorial and national legislative elections held in Brazil between1989 and 2010.
We look at Argentine elections throughout the period 1989-2011. Because both
countries have multiparty systems, and there is significant electoral volatility associated
with the decline (or even disappearance) of some parties and the rise of others over
time, we established a set of simple rules to select our cases. For all parties, with the
exception of regional parties, for reasons to be shortly explained, we applied a threshold
of an average 4% of the national vote in legislative elections in the last three elections
(from 2010 in Brazil and 2011 in Argentina); also, we only included parties that
participated of national legislative elections in more than half of all elections under
analysis. The party size threshold was not applied to regional parties on the grounds that
these parties, due to their geographically concentrated voting patterns, are almost
always very small parties. Hence, we selected all regional parties that competed
regularly in national legislative elections (e.g., in more than half of all elections
considered). The application of these criteria resulted in a list of eight parties in Brazil:
PSDB, PT, PMDB, PSB, PFL/DEM, PTB, PDT and PP; and other and other nine
parties in Argentina: PJ, UCR, ARI/CC, FPV, Compromiso Federal (EP/CF), PRO,
FuerzaRepublicana (FR), FrenteRenovador de la Concordia (FRC) and Movimiento
Popular Nuquino (MPN)4.
In order to classify parties within categories of our typology of electoral
strategies, we created a presidentialization index which is comprised of a vertical party
linkage (VPL) score and a simple measure of participation in presidential elections,
which is the total number of presidential elections in which the party filed a candidate or
joined a pre-electoral coalition divided by the number of elections held since the start of
4
In the case of Argentina, two additional criteria were considered for selecting regional parties: they had
to present candidates in at least three gubernatorial elections and obtain more than 25% of district votes in
at least four national legislative elections.
10
the period (or since the party's creation). The VPL score is intended to measure parties'
coordination between national and subnational electoral arenas. Specifically, it
measures at the extent to which presidential candidates counted on support of the party's
gubernatorial candidates and provincial sections and/or gubernatorial candidates and
provincial party sections agreed to follow the party's national coalition strategy, by
making alliances congruent with the pre-electoral coalition formed in support of its
presidential candidate. We created two questions, with scores ranging from zero to three
attributed to each answer, to account for both dimensions of vertical integration (see the
Appendix). The first dimension is captured by question A, whereas question B measures
the second dimension. In all elections in which the party did not form an electorally
relevant pre-electoral coalition (i.e., the presidential candidate did not make an alliance
with a party that obtained at least 5% of the national vote in the previous election), only
the first dimension was calculated. In all remaining cases, scores were obtained for both
dimensions and averaged for each election. Parties absent the presidential election in a
given year received a score of zero. The resulting VPL index is calculated as the sum of
scores obtained in all presidential election years divided by the maximum score and
multiplied by 100.
Note that differentiating between intra-party and intra-coalition coordination is
necessary because pre-electoral coalitions are much more frequent in Brazil as
compared to Argentina. In Brazil's coalitional presidentialism, electoral coordination
involves the exchange of electoral support across different levels of government among
the party leading the presidential coalition and their allies (Cortez, 2009).
Measuring subnational party organization support to a given presidential
candidate is admittedly difficult. However, indirect inferences can be made by looking
at the process of nomination of presidential candidates and the extent to which
provincial party sections divided or agreed on selection of a particular candidate. In the
case of Argentina, given governors' prerogative of setting election dates we also looked
at the percentage of incumbent governors that opted for concurrent presidential and
gubernatorial elections. This was useful to decide on scores attributed to PJ and UCR,
which are the two parties with the largest number of governorships in Argentina.
The presidentialization score was obtained by multiplying the measure of
vertical party linkage by frequency of participation in presidential races. This is
necessary because, by definition, parties absent the presidential race do not face the
issue of whether or not coordinating national and subnational campaign efforts.
We used a simple coding rule to classify cases: all parties that obtained a
presidentialization score superior to 50 and, in addition to that, received VPL scores
superior to 1 in more than 50% of all presidential elections disputed were coded as
instances of either presidentialization or regional presidentialization. All the remaining
cases were grouped in the other two categories. To classify cases on the horizontal
linkage dimension, we considered the average number of districts in which the party
competed in gubernatorial elections. According to our definition, both provincialization
11
and regional presidentialization strategies should be characterized by competition in a
very small number of districts. All parties that competed, on average, in less than 15%
of districts (3 provinces in Argentina and 4 states in Brazil) in gubernatorial elections
were classified as instances of low horizontal linkage.
The case of Brazil
The restoration of direct presidential elections in 1989 fostered intense
competition among Brazil's major parties. It is now widely accepted that the presidential
party system has stabilized around two major centre-left and centre-right coalitions of
parties that regularly compete against each other, and which are led by the Worker's
Party (PT) and the Brazilian Social Democratic Party (PSDB), repectively. The
Worker's Party succeeded in electing the president four times, and social democrats two
times, out of seven elections disputed from 1989 to 2014. Also, since 1994, PT and
PSDB have always figured among the top two vote gatherers in presidential races.
The Worker's Party (PT) emerged in the early 1980s, from the reunion of new
social movements, anti-corporatism unions, catholic radical activists and left-wing
intellectuals that fought against the dictatorship. It clearly differentiates itself from
Brazil's poorly institutionalizaed parties, due to its high levels of party cohesion and
programmatism, and party-centered strategies of electoral campaign. The Brazilian
Social Democratic Party (PSDB) was created in 1987 from a dissidence of the catchall
PMDB (Party of the Brazilian Democratic Movement), which happened to be the heir
of the legal opposition to the authoritarian regime5. Different from the PT's originally
radical leftist party agenda, the PSDB first organized around a mildly reformist, social
democratic programme and it gradually moved to a centre-right, pro-market reform
position (Hunter, 2008; Roma, 2002).
PT and PSDB have replaced PMDB as the major parties in national elections, as
the latter failed to coordinate around viable presidential candidates following the
restoration of direct presidential elections. PMDB leaders succeeded in leading the
transition to democracy by making an alliance with one of the heirs of the ruling
ARENA, the PFL (Liberal Front Party)6. The PMDB-PFL government was established
following indirect elections to the presidency in 1985. Its disastrous economic policies,
which led to hyperinflation in 1989 seriously harmed the parties' national brands, and
their presidential candidates performed rather poorly in elections held that same year.
PMDB suffered the heaviest losses due to consolidation of the PT-PSDB bipolarity in
5
Brazil's military rulers had created a façade of political pluralism by allowing politicians to join the
opposition MDB and compete against the ruling party the ARENA. During the transition to democracy,
the word "party" was added to the opposition's front name.
6
In 2007, the PFL changed its name to DEM (Democrats). Throughout the remainder of the article, we
use the latter to refer to the party.
12
presidential races, as the party had benefited from its pivotal position in the democratic
transition to become Brazil's largest party in both gubernatorial and national legislative
elections in the 1980s (Ferreira, 2002).
PT and PSDB are the only parties to have filed a candidate in all presidential
elections held since 1989. When one considers participations in presidential coalitions
plus the number of presidential candidacies, the catchall PMDB (Brazilian Democratic
Movement) and the conservative PP (Popular Party) have the lowest presence in
presidential races. PSB (Brazilian Socialist Party) and DEM rank first in number of
participations in the coalitions led by PT (five times) and PSDB (four times)
respectively. These two parties are, so to speak, "core allies" of the Worker's Party and
the Social Democratic party, and their electoral fortunes have been closely tied to
success or failure of presidential candidacies led by PT and PSDB (Limongi and Cortez,
2010).
The following table presents the summary score of presidentialization for each of
the eight parties in our sample. Recall that the score considers both the extent of vertical
party linkage as well as the number of times a party participated of the presidential
election, either by filing a candidate or joining a coalition. Values range from 0 to 100,
with higher values indicating a greater degree of presidentialization.
[insert table 1]
PT and PSDB feature the highest scores of presidentialization, which is
unsurprising considering these are the parties that have predominated in presidential
eelctions since 1994. According to the table above, the Worker's Party is Brazil's most
presidentialized party, with a mean score significantly higher than the same figure
estimated for the Social Democratic Party. One of the reasons for this difference lies in
PT's more centralized organization and lack of territorially organized factions. PSDB's
state sections have had greater autonomy to make subnational alliances, whereas
powerful state governors and party leaders from Brazil's largest states - São Paulo and
Minas Gerais - have competed for the presidential nomination in elections held in 2002,
2006 and 2010, partly undermining party unity. The core allies of petistas and Social
Democrats (PSB and DEM) rank third and fourth, respectively, in vertical integration
of electoral strategies. PP and PMDB have the lowest scores, well below the figures
calculated for the PT and the PSDB.
The evidence presented so far indicates that PT, PSDB, PSB and DEM have
developed the strategies most congruent with our definition of presidentialization. That
is, despite variation among these four parties, they differentiate themselves from the
others due to adoption of a strategy that subordinates subnational party alliances to a
national strategy devised to win the presidency and/or participate of national
government. PP, PMDB and PTB, on the other hand, are the parties with the less
congruent strategies across levels of government; in particular, the PP stands out as the
party with the lowest number of participations in presidential elections (two). Finally,
the Democratic Labour Party (PDT) is a likely intermediate case, characterized by a
13
high number of participations in the presidential race (five out of six) but lower
coordination of electoral strategies across levels of government as compared to PSB and
DEM.
We now move on to analyze parties' capacity to compete in gubernatorial
elections in each of Brazil's 27 states. The table below presents data on the number of
gubernatorial candidacies by party and election year. The numbers in bold indicate the
three parties with the greatest number of candidacies in a given election year.
[insert table 2]
Only PT and PMDB figure among the three top parties in number of candidacies
in all election years. On average, the parties filing the greatest number of gubernatorial
candidates were the PT, PMDB, PSDB and PDT. It is worth noticing, however, that in
terms of percentage of the national vote obtained in gubernatorial elections, PDT has
lost importance throughout the period, whereas PSB, PT and PSDB increased their
share (Cortez and Limongi, 2010).
What one can infer from the data is that PMDB was most successful in pursuing
a national provincialization strategy, whereas PTB and PP have developed much more
regionalized strategies of competition in gubernatorial elections, which is reflected in
the decreasing number of gubernatorial candidacies. It is important to note, though, that
Brazil lacks truly provincial parties because participation in pre-electoral coalitions in
gubernatorial races allows parties lacking the capacity to file candidates in all regions
to increase their national presence. For instance, in 2010 PP and PTB filed gubernatorial
candidates in four and three states respectively, but they were present in elections in all
remaining states as member of coalitions.
By applying the coding criteria set at the start of this section we classified four
parties as instances of presidentialization: PT, PSDB, DEM and PSB. The remaining
four parties were all grouped in the national provincialization category.
The case of Argentina
Different from Brazil's highly fragmented democracy, Argentina has developed a
moderate multiparty system. Two large national parties, the PJ and the UCR, have
mostly dominated national and provincial elections. The Radical party is a middleclass, centre-right party that emerged in the early XXth century. Its core electoral
constituency is geographically concentrated in the most developed and urbanized
provinces, though this has changed in the recent years (Lupu and Stokes, 2009;
Malamud and De Luca, 2005; Mustapic, 2009). Until very recently, the Peronist party
was a populist, mass party that mobilized support among unionized workers, the
popular sectors and the lower middle classes. Throughout the 1990s, however, the party
went through significant reorientation, as its organization de-unionized and relied
increasingly on clientelistc linkages in Argentina's poorest provinces (Levitsky, 2003).
14
Although the 2002 economic crisis has had a substantial impact on the political
system, eroding support for traditional parties, PJ and UCR remain Argentina's largest
and most important parties. Radicals elected the president two times (1983 and 1999),
and Peronists five times (1989, 1995, 2003, 2007 and 2011) out of seven presidential
elections disputed since 1983. In the recent years, the Radical party has lost ground in
the presidential race, partly due to the rise of competitive third parties, including
FREPASO, ARI/CC and more recently, the Socialist Party. However, as we
demonstrate in the remainder of the article, changes to the presidential party system
have not been reflected in similar changes in provincial races,.
UCR and PJ are the only parties to have disputed all elections from 1989 to
2011. Since the mid 1990s, new players have entered the presidential arena: the leftwing FREPASO and ARI/CC, with two and three participations in presidential
elections, respectively, and CF, a dissidence of Peronism turned into party which has
filed presidential candidates in all elections since its creation (three). Four parties (PRO,
FR, FRC and MPN) were absent the presidential race in all occasions, which is
unsurprising considering these are provincial parties organized to compete in
subnational elections.
Following a procedure similar to that applied in the analysis of Brazil's case, we
estimated mean presidentialization scores for all Argentine parties in our selection:
[ insert table 3 ]
The four parties that never participated in presidential elections received a score
of zero. These are provincial organizations, that rarely dispute national legislatve
elections in more than three (generally bordering) provinces. These regional
organizations are either very competitive or dominant in the provincial electoral arena.
For instance, the Movimiento Popular Neuquino elected all governors in the Neuquén
province since the return to democratic rule in 1983.
FREPASO and ARI/CC received the highest scores, which reflects the fact that
these are relatively centralized, national-oriented left-wing organizations that organized
mainly to dispute the presidency and present themselves as an alternative to PJ-UCR
polarization. FREPASO emerged out of a PJ dissidence during Carlos Menem's first
presidential term (1989-1994). The party disputed the 1995 presidential election and
finished second, beating the Radical candidate. Only four years after its founding,
FREPASO allied with UCR to form the Alianza coalition. The UCR-FREPASO
coalition succeeded in defeating the PJ in both presidential and congressional elections
in 1999. However, in the eve of an unprecedent economic and political crisis that
brought to abrupt end the Alianza government in 2001, the FREPASO simply collapsed
(Van Dyck, 2014).
Both FREPASO and ARI/CC organized around popular national leaders and
their presidential projects, but they lacked a supporting party structure in the provinces,
especially in the poorest and less populated areas of the country. This is even more
15
evident in the case of ARI/CC, founded by presidential aspirant Elisa Carrió, formerly a
member of the UCR. In the 2003 and 2007 presidential elections, ARI/CC performed
well obtained 14% and 23% of the total vote, but the party lacked competitive
gubernatorial candidates in all but a few provinces.
The Compromiso Federal (before known as Unión y Libertad and Es Posible)
received the third highest presidentialization score, just below ARI/CC and FREPASO .
This party was built around the long lasting family of governors of San Luis, the
Rodríguez Saa family, which was originally affiliated with the PJ. Taking advantage of
the their strong showing in provincial elections, the Saa political clan abandoned the PJ
to create the CF in 2003. Since then, the party has disputed all presidential elections,
obtaining good electoral results in both provincial and national elections disputed in San
Luís. The CF is likely a case of regional presidentialization, relying on its resilient but
concentrated electoral bases7.
Strangely as it may appear, the major parties in Argentina's presidential elections
display relatively low presidentialization scores, just above 40. This is explained by the
increasing separation between the national party organization and its presidential
candidates, on the one hand, and provincial governors and provincial party sections, on
the other (Calvo, et al., 2005; Leiras and Fundación, 2006). Factionalism has had a
stronger impact on the PJ, as official presidential candidates are often unable to unify
the various competing provincial branches of the party. Party divisions were especially
evident in the 2003 election, as four different Peronist factions filed presidential
candidates, but none of them was able to use the party's name.
In one important respect, however, the Peronist party is an outlier because it is
the only party in our selection of cases to have been extremely successful in the
presidential race - all but one president elected from 1989 to 2011 were Peronists despite increasingly poor vertical party linkage. In contrast, the Radical Party's
increasing reliance on gubernatorial races for its survival has been followed by very
poor performances and decreasing nationalization scores in presidential elections.
Seemingly, PJ has pursued a successful executive-seeking strategy, but the pillars of
this strategy lie mainly on competitiveness in provincial elections
As a matter of fact, a notable feature of subnational party competition in
Argentina is the persisting hegemony of Radicals and, especially, Peronists in
gubernatorial races. These two parties have competed against each other in nearly all of
Argentine's provinces. Peronists have elected the largest number of governors in
virtually all elections disputed over the period, with the UCR and its allies ranking just
behind. The table below presents data on the number of gubernatorial candidacies by
party and election year:
7
Take for instance the 2003 elections. Adolfo Rodriguez Saá obtained an astonishing 87% of the
presidential vote in San Luís, which amounted to 30% of his nationwide vote. This was so despite the
fact that the San Luís province represented less than 1% of the Argentine electorate.
16
[insert table 4]
As expected regional parties compete in only one or a few provinces. New
players in presidential elections, such as ARI/CC and FREPASO have not been able to
challenge PJ-UCR dominance in provincial elections. In 1999, FREPASO and UCR ran
under the same ticket in 16 out of 24 provinces. According to Leiras (2006), the
Radicals had a much stronger subnational party organization, and Frepaso elected only
one of the 10 governorships obtained by the Alianza.
Applying the same coding rules we used to classify Brazilian parties, we
conclude only two parties fit the presidentialization category: ARI/CC and FREPASO.
Although PJ and UCR have participated of all presidential elections since the transition
to democracy, both parties score low on vertical party linkage and, hence, were
classified them as instances of national provincialization. Compromiso Federal is a
typical case of regional presidentialization. All the remaining cases were grouped into
the provincialization category.
Comparative and statistical analyses: party strategies and their impact on
nationalization
How do party strategies impact on nationalization of the vote? Below we present
simple descriptive data on parties' nationalization and the related electoral strategies.
Among the various existing measures of party nationalization, we chose the PNS (Party
Nationalization Score) due to ease of interpretation and comparability. The PNS is
calculated by subtracting the Gini coefficient for each party's vote across district from 1
(Jones, et al., 2003).
We do not include parties classified in the low horizontal party linkage category
of our typology in the tables below because, by definition, these parties were expected
to have very low nationalization scores and the evidence has confirmed this assumption.
Instead, the analysis focus on comparison of national provincialization and
presidentialization strategies. Table x.x compares mean scores (lower chamber
elections) for Argentine parties classified in these two categories. Means were
calculated for the whole period for PJ and UCR. Party nationalization scores calculated
for ARI/CC and FREPASO are means for the periods 2003-2011 and 1995-2001
respectively.
[insert table 5]
The following table shows the same figures for Brazilian parties, with respect to
the period 1990-2010:
[insert table 6]
17
In both countries, national provincialization has allowed parties achieve levels of
party nationalization comparable or even superior to those obtained by parties pursuing
a presidentialization strategy. If one considers only the parties that succeeded in
competing effectively in gubernatorial elections in a very large number of provinces in
the whole period (PJ, UCR and PMDB), average scores are all above 0.70. The latter
party differs from PJ and UCR, though, because it has either abandoned the presidential
election, or accepted a secondary role by allying with PT or PSDB presidential
candidates, whereas Argentine parties filed candidates in all presidential elections from
1983 to 2011. It is also worth noticing that the Popular Party (PP) succeeded in
nationalizing its vote and figuring among the four Brazilian parties with the highest
PNS at the end of the period, even though it featured the lowest number of
participations in presidential elections (three) among all parties classified in the national
provincialization group. Hence, the descriptive evidence clearly suggests that
nationalization is unrelated to a party's capacity to file competitive presidential
candidates.
Most certainly, Brazil's largest presidentialized parties - PT and PSDB - have
been much more successful in building nationalized organizations than FREPASO and
ARI/CC in Argentina. In some respects, the challenges faced by these four parties were
markedly similar. PT and PSDB had to build viable national organizations by relying on
party organizations that were strongest in the most developed region of the country, the
Southeast. Both parties had to make broad alliances to enter electoral markets in the
North and Northeast regions - as late as 1998, the PT had never elected a governor in
these regions. FREPASO and ARI/CC also drew their strength from Argentina's
wealthier regions, especially the Buenos Aires province and the federal capital.
However, whereas both PT and PSDB became gradually more competitive in
gubernatorial elections and succeeded in expanding their subnational organization to
states where they were originally weak or absent, Argentina's presidentialized parties
failed to challenge PJ-UCR dominance in provincial elections.
The table below shows the evolution of the number of governors elected by PT
and PSDB throughout two periods: 1990-1998 and 2002-2010. These figures are
compared with the number of governorships obtained by the three parties that obtained
the lowest presidentialization scores (PMDB, PP and PTB):
[insert table 7]
As seen in the table, the number of governors elected by PT and PSDB
experienced a substantial increase between the two periods. At the same time, the
parties that pursued strategies characterized by low vertical party linkage experienced
an analogous decrease in their share of governorships. If one adds to the governorships
obtained by PT and PSDB the same figures for their core allies - PSB and DEM,
respectively - the percentages rise up to 48% in the first period and 64% in the second.
The following table shows the distribution of governorships by party in Argentina from
1991 to 1999 and 2003 to 2011. We present figures for PJ, UCR and provincial parties.
18
[insert table 8]
The table shows that Peronists have not only maintained their hegemony in
provincial politics, but they have actually strengthened it throughout the period. Almost
all of the governorships not controlled by PJ and UCR remained in firm hands of
provincial parties such as PRO in Buenos Aires city. FREPASO and ARI/CC elected
one and two governors, respectively, throughout the whole period.
Students of Argentine politics have persuasively argued that the relative closure of
provincial electoral markets to new competitors is a function of provincial parties'
prerogative of setting election dates and reforming provincial electoral systems to
insulate local party dynamics from national competitive forces Electoral reforms that
began shortly after the return to democratic rule have relied on majoritarian and mixed
member electoral systems to select provincial deputies, in addition to widespread
gerrymandering, in order to build in marked majoritarian and partisan biases in the
electoral rules that seriously hamper effective opposition (Ardanaz, et al., 2012; Calvo,
et al., 2005; Gibson, 2005; Lodola, 2011).Peronists and, to a lesser extent, Radicals
have benefited from pro-incumbents biases of provincial political systems, which in
turn has created serious obstacles to effective presidentialization. This is not the case of
Brazil, as concurrent elections and relatively weaker subnational governments, which
lack the autonomy to manipulate electoral rules, have submitted state electoral markets
to national political shifts to a somewhat greater extent
What remains to be seen is whether there remain relevant differences between
party strategies in the presence of appropriate statistical controls. In particular,
hypotheses on and two suggest that national provincialization and presidentialization
differ in the sense that parties pursuing the former strategy nationalize in lower chamber
elections mostly as a consequence of successful nationalization in gubernatorial
elections. Nationalizing in the presidential election does not have a relevant effect on
provincialized parties' PNS, though it does have an effect among presidentialized
parties.
We tested these two hypotheses by estimating a set of TSCS models.
Observations were pooled across years and parties to create the dataset. Our first,
baseline model estimates the impact of party strategies on party nationalization scores
(lower chamber elections) for each party-year observation. Strategies
were
operationalized as dummy variables for presidentialization (presidentialization) and
national provincialiation (natprovinc). The model also includes party nationalization
scores in gubernatorial elections (govnat), on the grounds that success of either of these
two strategies is partly conditional on successful horizontal party linkage in subnational
races. Hence, we ought to estimate the differential impact of party strategies while
keeping nationalization in subnational elections constant. We did not include party
nationalization scores estimated for presidential elections (presnat) in this first
specification, because these are highly correlated with presidentialization strategies.
19
A second model specification includes the presnat variable to test for the
differential impact of participating in the presidential race across distinct party
strategies. The PNS in presidential elections was interacted with the dummy for national
provincialization. To allow for comparison, we ran two models: one with, and another
without the interaction term (models 3 and 2). We expected the marginal effect of
national provincialization conditional on nationalization in presidential elections to lack
statistical significance. The main effect of presnat should be positive and statistically
significant, indicating the existence of a relevant effect for parties that did not pursue a
national provincialization strategy.
We included as control variables a dummy for concurrent elections (concurrent)
and party size (largeparty). All else being equal, concurrent presidential and legislative
elections should be associated with higher levels of nationalization, regardless of partyspecific differences. Also, parties that control a large share of the national vote have a
higher probability of maintaining and/or extending their levels of nationalization as
compared to small parties. However, because party size might vary over time as a
consequence of party strategies, we operationalized size by looking at parties' share of
the national vote in the lower chamber election immediately prior the first election in
our dataset. We coded as large parties those which ranked among the four top vote
gatherers and also obtained a share of the national vote equal or superior to 10%.
Because our dummy for party strategy does not vary over time, a fixed effects
specification would be inappropriate. Panel corrected standard errors with a lagged
dependent are unadvisable as well, because most parties in our sample competed in a
very small number of elections. Instead we relied on random effects models with robust
standard errors and a pooled specification with clustered errors. Both specifications
produced very similar results. Below we present the random effects models:
[insert table 9]
The effect of nationalization in gubernatorial elections on party nationalization
scores in lower chamber races is very significant and strong in model 1, which is hardly
surprising given the ubiquity of gubernatorial coattails in both countries. As expected,
our dummies for party strategies both have a strong and positive effect in parties' PNS
calculated for legislative elections. There is no significant difference in the size of
coefficients, which indicates that national provincialization has been as effective as
presidentialization in producing more nationalized party votes in Brazil and Argentina.
Models 2 and 3 behave partly according to our theoretical expectations. The
overall effect of presidential elections' PNS on the dependent lacks statistical
significance (model 2). However, as we introduce an interaction term between national
provincialization and the latter variable, we find that it does have an effect among the
parties that pursued presidentialization strategies. Note that parties that pursue
provincialization all have a PNS in presidential elections equal to zero, such that
presnat is not relevant to explain variation within this group. As for the interaction term,
20
it indicates a negative and statistically significant effect. Below we plot the relevant
marginal effect on the Y-axis and PNS in presidential elections on the X-axis:
[insert figure 2]
The graph shows that national provincialization has the strongest effect on
nationalization scores when presnat=0 and, hence, the party was absent the presidential
election. Curiously, the marginal effect diminishes as PNS in presidential elections
increases, such that it is no longer significant for values above 0.59. This indicates that
national provincialization ceases to have a relevant effect on the dependent variable
when parties participate in the presidential election and obtain a sufficiently
nationalized vote. A complimentary interpretation of these results might be that parties
that opt for national provincialization compensate for poor cross-district coordination in
the presidential election and poor vertical integration by maximizing competitiveness in
the gubernatorial race. Hence, these parties obtain, for a sufficiently low PNS in the
presidential election, nationalization scores higher than it would be expected had they
decided to tie their fortunes in the lower chamber race to their candidate's coattails in
the national election.
Looking at the distribution of cases, only the two Argentine parties classified in
the national provincialization category (PJ and UCR) have a mean PNS in presidential
elections above the critical level (0.59), at which the marginal effect is no longer
significant. Hence, hypothesis two is only partly confirmed. Although parties that
pursue national provincialization are much less dependent on participation in the
presidential race to nationalize, congruent with our theoretical expectation, we cannot
say this is true for a high level of nationalization in the presidential election.
Final remarks
The comparative analysis of institutions, political parties and party strategies in
Brazil and Argentina indicates that party competition in multilevel presidential
countries does not fit into the schematic coattails story upon which numerous studies of
presidential elections and party systems have built their empirical analyses. In the
context of decentralized government, party and electoral institutions, national
provincialization strategies offer an alternative to parties that are unable to
presidentialize, but yet count on a strong and territorially diffuse organization that
allows them to effectively dispute gubernatorial elections in several districts. At the
same time, parties that opt for national provincialization may participate in presidential
elections and yet make a strategic choice to maximize performance in gubernatorial
races by detaching provincial parties from competition over the presidency. From this
follows that the greater the rewards in terms of votes and office associated with
nationalizing through provincialization, the lower the connection between the structure
of competition in presidential elections and the structure of competition in lower
chamber elections. To put matters simply, if national provincialization is the dominant
strategy such that parties cannot expect to nationalize and outvote their competitors by
21
presidentializing, then party competition at all levels - including competition for the
national executive - will institutionalize and stabilize around gubernatorial races.
Most certainly, presidentialization has had a greater impact in Brazil as
compared to Argentina, as concurrent elections created incentives for coordination of
electoral strategies across levels of government. Once PT and PSDB replaced the Party
of the Brazilian Democratic Movement (PMDB) as the main players in the national
arena, this altered the balance of forces in gubernatorial races. On the other hand,
Brazil's parties that opted for national provincialization were no less successful than
their Argentine counterparts in sustaining high levels of nationalization over time and
even in maintaining a pivotal role in the political system, distinct institutional rules
notwithstanding. By 2010, the two parties with the lowest levels of vertical integration
of electoral strategies in our selection of Brazilian parties (PMDB and PP) obtained
some 20% of the national vote and figured among the four largest parties in the lower
chamber (PMDB controlled the second largest delegation just below PT), which placed
them in a strong bargaining position vis-à-vis president elected Dilma Roussef. It is also
worth noticing that Brazil's highly permissive electoral system, in combination with
federal institutions, fosters extreme levels of party fragmentation and, as a consequence,
the performance of the largest presidential parties and their core allies in the national
legislative race has lagged behind their performance in national legislative elections.
Due to higher levels of subnational party systems' autonomy from national party
competition, Argentina's traditional parties have maintained their status as the largest
and most important national organizations, despite increasingly poor vertical integration
of their electoral strategies. At the same time, the rise of new, competitive forces in the
presidential race did not produce significant changes to the subnational party system.
Also, and in contrast to our argument that national provincialized parties tend to
sacrifice their presidential ambitions to maximize votes in gubernatorial elections, the
Peronist party has consolidated as Argentina's most successful party in presidential
disputes, despite fierce intra-party factional rivalries that conspire against a vertically
integrated strategy connecting national and subnational races. However, PJ is clearly an
exception, as all the other cases of national provincialization have been either absent
the presidential election, (or have failed to file a candidates of their own) in most cases
(the Popular Party in Brazil being the clearest example), or, as in the case of the Radical
Party, they have strategically sought to dissociate provincial party branches from
increasingly weak presidential candidates.
The figure below shows a summary of our classification of Brazilian and
Argentine parties in each of the four types of electoral strategy :
[insert figure 3]
Comparative research has made a lot of effort in trying to understand the impacts
of party nationalization at the systemic level, but variation in party
nationalization/regionalization strategies suggests one should also evaluate such impacts
across parties. For instance , do presidentialized parties mostly differ from other parties
22
in what concerns party programmatism and party institutionalization? To what extent
does national provincialization promote lower levels of party cohesion and discipline in
Congress, given their decentralized organization and electoral strategies? Considering
that many presidential countries in Latin America and elsewhere in the developing
world have gone federal in the recent years, these sorts of questions certainly deserve
greater attention from students of comparative politics.
23
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26
APPENDIX A
The Index of Vertical party linkage
The VPL index is intended to measure parties' coordination between national and
subnational electoral arenas. Specifically, it measures at the extent to which presidential
candidates counted on support of the party's gubernatorial candidates and provincial
sections and/or gubernatorial candidates and provincial party sections agreed to follow
the party's national coalition strategy, by making alliances congruent with the preelectoral coalition formed in support of its presidential candidate.
In addition to official electoral data obtained from Brazil's TSE and Argentina's
Dirección Nacional Electoral, we relied on several secondary sources to calculate
individual party scores. These are various studies on specific parties and/or on the
evolution of party nationalization and integration over time in Brazil and Argentina, all
of which are indicated in the bibliography. We relied on the following references to
code Brazilian parties across elections : (Cortez, 2009; Ferreira, 2002; Hunter, 2008;
Limongi, et al., 2010; Miranda, 2013; Power, 2015; Roma, 2002). The references on
Argentina are the following: (Calvo, et al., 2005; Galván, 2011; Leiras, 2006; Lupu,
2014; Van Dyck, 2014)
We also relied on the Brazilian Biographical Dictionary edited by CPDOC-FGV to
learn on the nomination process and electoral campaign of particular presidential
candidates, and on newspaper articles when no other source of evidence was available.
A - To what extent did the party's provincial sections/ factions support the presidential
candidate?
0 - More than one viable candidate disputed the presidential nomination and/or the
winning candidate lacked support of a majority or near majority of the party's
provincial factions.
Thus, most gubernatorial candidates sought to dissociate
themselves from the party's candidate in the presidential election and/or they supported
another candidate.
1 - A majority of party factions coalesced around the official candidate, but some large
and electorally relevant provincial factions put little effort in contributing for the party's
national campaign, and/or they made efforts to dissociate themselves from the party's
presidential candidate.
2 - The party's presidential candidate and/or his supporters within the party national
directorate had firm control over the party machine, such that resistance to his
candidacy was restricted to a few, relatively unimportant party factions. Hence, a very
broad majority of the party's provincial sections trailed behind their presidential
candidate.
27
3 - Party factions coordinated effectively around the party's broad national strategy, and
none of the provincial sections of the party sought to dissociate itself from the official
presidential candidate and/or supported a competing candidate/ Party factionalism was
not relevant throughout both the party's primaries and the electoral process, such that
the party's gubernatorial candidates remained firmly united around the presidential
candidate
B - To what extent did the party's provincial sections/ factions followed national party
guidelines, making alliances in gubernatorial elections that were congruent with the
alliance formed in the presidential election?
0 - A broad majority of gubernatorial candidates and provincial sections pursued
electoral and alliance strategies at the provincial level that were incongruent with the
national alliance. That is, they made alliances with parties that integrated other,
competing pre-electoral coalitions in the presidential election and/or they refused to
support coalition candidates in gubernatorial races.
1 - Various electorally relevant provincial sections of the party made alliances that were
incongruent with the presidential pre-electoral coalition, although national and
subnational strategies were congruent in most cases. However, the national party mostly
failed to discipline provincial sections and force them to comply with the party's broad
presidential strategy.
2 - The national party succeeded in imposing national alliance guidelines to most of
dissident provincial sections, such that incongruent strategies occurred in a minority of
cases, and these were of small relevance to the party's national strategy.
3 - National and subnational strategies were highly integrated, such that deviation from
the national alliance guidelines was mostly marginal or did not occur at all.
28
Tables and figures
Figure 1: A Typology of Electoral Strategies in Multilevel Presidential Systems
Vertical linkage
High
Low
Horizontal linkage
Low
Regional Presidentialization
Provincialization
High
Presidentialization
National Provincialization
Table 1 : Brazil - Mean Presidentialization Index, selected parties, 1990-2010
PT
PSDB
PSB
DEM
PDT
PTB
PMDB
PP
Pariticipation
in presidential Vertical party Presidentialization
elections
linkage score
index
1
91.67
91.67
1
75
75.00
0.83
66.67
55.56
0.83
61.10
50.92
0.83
52.78
43.98
0.83
33.33
27.78
0.67
22.22
14.81
0.33
20.00
6.67
Sources: See Appendix.
Table 2 : Brazil – Gubernatorial candidacies by party and election year, selected parties,
1990-2010
Party
PT
PSDB
PFL
PMDB
PSB
PDT
PTB
PP
1990
23
13
9
16
1
10
5
9
1994
19
10
7
13
4
14
5
10
1998
16
14
12
16
7
6
2
5
2002
24
12
8
16
19
9
8
6
2006
18
17
7
19
8
11
1
3
2010
10
15
4
19
9
4
3
4
Average
18.33
13.50
7.83
16.50
8
9
4
6.17
Source: IPEADATA, www.ipeadata.gov.br
29
Table 3 : Argentina - Mean Presidentialization Index, selected parties, 1989-2011
Pariticipation
in presidential Vertical party Presidentialization
elections
linkage score
index
ARI/CC
1
100
100
FREPASO
1
83
83.33
CF
1
66.66
66.66
UCR
1
46.66
46.66
PJ
1
44.44
44.44
PRO
0
0
FR
0
0
MPN
0
0
FRC
0
0
Sources: See Appendix.
Table 4: Argentina – Gubernatorial candidacies by party and election year, selected
parties, 1991-2011
Party
PJ/FPV
UCR
CF
ARI
FREPASO
PRO
FR
MPN
FRC
1991
23
23
-
1995
24
23
-
9
1
1
-
1999
23
24
24 -
1
1
-
2003
19
16
1
9
1
1
-
2007
23
16
1
9
-
1
1
1
1
2011
23
17
3
2
-
2
1
1
1
3
1
1
1
Average
22.50
19.83
1.67
6.67
16.50
2
1
1
1
Sources: Dirección Nacional Electoral
Table 5: Argentina - Mean PNS, Lower Chamber Elections, selected parties, 1991-2011
Party/ Strategy
National Provincialization
PJ
UCR
Mean
Presidentialization
ARI CC
FREPASO
Mean
PNS
0.77
0.73
0.75
0.26
0.77
0.52
30
Table 6: Brazil - Mean PNS, Lower Chamber Elections, selected parties, 1990-2010
Party/ Strategy
National Provincialization
PNS
PMDB
PP
PTB
0.71
0.59
0.51
Mean
0.65
Presidentialization
PT
PSDB
DEM
PDT
PSB
0.71
0.63
0.62
0.55
0.40
Mean
0.58
Table 7: Brazil - Elected governors by party, selected parties, 1990-1998 and 2002-2010
PSDB
PT
PT+PSDB (%)
PT+PSDB+allies
PMDB
PP
PTB
PMDB+PP+PTB (%)
1990-1998 2002-2010
15
20
5
13
24.69
40.74
48.78
64.19
23
19
8
1
2
1
40.74
25.93
Table 8:Argentina - Elected governors by party, selected parties, 1991-1999 and 20032011
PJ
UCR
PJ+UCR (%)
Provincial parties
% provincial parties
1991-1999 2003-2011
42
50
19
13
85.92
87.5
10
8
14.08
11.11
31
Table 9 : Estimates of the effect of party strategies on party nationalization scores, lower
chamber elections
(Intercept)
largeparty
presnat
govnat
concurrent
presidentialization
natprovinc
natprovinc*presnat
Model 1
Model 2
B
sd
B
sd
**0.02 0.01 ***0.20 0.04
**0.08 0.03 **0.14 0.06
0.10 0.07
***0.38 0.06 ***0.43 0.10
**0.03 0.01 **0.04 0.02
***0.40 0.06
***0.41 0.04
0.10 0.07
Unbalanced panel
Groups - 16
T - 4-12
N
113
2
R 0.675
N
113
2
R 0.509
Model 3
B
sd
***0.10 0.04
*0.11 0.06
***0.30 0.07
***0.40 0.10
**0.04 0.02
***0.29 0.07
***-0.30 0.08
N
113
2
R 0.563
* p<0.05; **p<0.01 ; ***p<0.001
Figure 2: Marginal effect of national provincialization strategy conditional on PNS
presidential election, model 3
32
Figure 3: Classification of Brazilian and Argentine parties by electoral strategy
High
Low
Vertical party
linkage
Horizontal party linkage
Low
Regional presidentialization
High
Presidentialization
CF
PT PSDB PSB DEM
ARI FREPASO
Regionalization
National provincialization
PRO FR MPN FCC
PJ UCR PMDB PP PTB PDT
33
Instituto de Iberoamérica
Universidad de Salamanca
Documentos de Trabajo
MARCELO ESCOLAR
LUIS CASTRO
Nacionalización y equilibrio democrático en
Estados Multinivel presidencialistas. Los casos
de Argentina y Brasil en perspectiva
comparada.
DT 21/2014
Instituto de Iberoamérica
Universidad de Salamanca
Documentos de Trabajo
Autor:
Marcelo Escolar, es Profesor Titular e Investigador principal de la Universidad Nacional de San
Martin. (Email: [email protected] )
Luis Castro, es Profesor e Investigador de la Universidad Nacional de La Plata. (Email:
[email protected])
Título: Nacionalización y equilibrio democrático en Estados Multinivel presidencialistas. Los casos de
Argentina y Brasil en perspectiva comparada
Fecha de publicación: 02/06/2014
ISSN: 1989-905X
II
Índice
I. COORDINACIÓN ESTRATÉGICA DEL ELECTORADO Y SISTEMA DE
PARTIDOS
RESPONSABLES:
“NACIONALIZACIÓN”
Y
EQUILIBRIO
DEMOCRÁTICO EN ESTADOS MULTINIVEL PRESIDENCIALISTAS ................. 6
II. LA CONTROVERSIA EN TORNO A LA ‘NACIONALIZACIÓN’ DEL
ELECTORADO
EN
REGÍMENES
PRESIDENCIALES
MULTINIVEL:
ARGENTINA Y BRASIL EN PERSPECTIVA COMPARADA...................................... 9
III. DEPENDENCIA ESPACIAL, INCONGRUENCIA Y DISCONTINUIDAD DE
LOS APOYOS ELECTORALES PARTIDARIOS EN PROCESOS POLÍTICOS
MULTINIVEL………………………………………………………………………..……17
IV. METODOLOGÍA Y DATOS……………..…………...………………………………24
IV. 1. SELECCIÓN DE LAS VARIABLES DE VOTO PRESIDENTE Y
GOBERNADOR……………………………………………………………………...27
IV.
2. NACIONALIZACIÓN ESTÁTICA HORIZONTAL…………………………29
IV.
3. NACIONALIZACIÓN ESTÁTICA VERTICAL: CONGRUENCIA ...……….31
IV.
4. NACIONALIZACIÓN DINÁMICA HORIZONTAL………………..………32
V. GEOGRAFÍA ELECTORAL Y NACIONALIZACIÓN DEL ELECTORADO EN
ARGENTINA Y BRASIL. PERSPECTIVA MULTINIVEL ESTÁTICA………….…..34
V.
1. ARGENTINA…………………………………………………...………………37
V.
2. BRASIL………………..………………...……………………………………….39
V.
3. ARGENTINA Y BRASIL EN PERSPECTIVA COMPARADA……….……….42
VI. GEOGRAFÍA ELECTORAL Y NACIONALIZACIÓN DEL ELECTORADO EN
ARGENTINA Y BRASIL. PERSPECTIVA PRESIDENCIAL DINÁMICA ............45
VI.
1. ARGENTINA………………………………………………………………….46
VI.
2. ARGENTINA Y BRASIL EN PERSPECTIVA COMPARADA………...……..49
VII. CONCLUSIONES…………………………………………………………..………..53
VIII. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………..60
IX. ANEXOS ESTADÍSTICOS…………………………………………………..……….67
III
Figuras y Gráficos
Gráfico I. Dependencia espacial Electoral Gobernador y Presidente; medias anuales:
Argentina 1983-2011 y Brasil 1994-2010..……………………………………….…..42
Gráfico II. Incongruencia electoral Presidente/Gobernador y dependencia espacial…43
Gráfico III. Discontinuidad y realineamiento electoral………………………………48
Figura I. Dependencia espacial local (LISA) de voto de presidente…………………...51
Cuadro I. Resultados de la contrastación de hipótesis 1, 2 y 3…………………...……55
IV
Resumen: La teoría de la coordinación estratégica electoral explica cómo se integran las
preferencias de los votantes entre los distritos asumiendo la existencia de un sistema de
partidos de alcance nacional que unifica horizontalmente la oferta política. La teoría
estándar sobre partidos responsables presume que su existencia fortalece la democracia
al debilitar el carácter parroquial de la representación local e integrar las agendas políticas
en una sola de alcance nacional. Ambas teorías dan por sentado normativamente la
necesidad de un proceso denominado “nacionalización” del sistema político que
permitiría la integración nacional de los electorados y las élites en un solo escenario de
competencia política. En los estados democráticos multinivel las presunciones de la
teoría de la nacionalización encuentran serias limitaciones para su aplicación por la
presencia de distintos escenarios institucionales entre los niveles de gobierno y también
entre las unidades que los componen. Este trabajo se propone investigar
comparativamente el impacto de la diversidad y el cambio institucional sobre la
nacionalización política en dos estados Federales latinoamericanos que presentan
dinámicas institucionales opuestas: Argentina y Brasil, evaluando la factibilidad de
situaciones de equilibrio democrático en condiciones de baja integración del sistema
político. Con este propósito, se aplican y desarrollan un conjunto de índices y modelos
para el análisis de las dimensiones estática, dinámica y de congruencia de la
nacionalización, que incluyen operacionalmente la dependencia espacial de las variables
de voto.
Palabras clave: nacionalización, dependencia espacial, coordinación electoral,
democracia, sistema de partidos.
Abstract: The theory of electoral strategic coordination explains how voters’
preferences are integrated among districts under the assumption that the party system is
horizontally nationwide and unifies the political supply. The traditional theory of the
responsible parties presumes that the existence of that kind of parties strengthens
democracy by weakening the parochial nature of the local representation and by
integrating political agendas into one of national scope. Both theories normatively take
for granted the emergence for a process called 'nationalization' of the political system,
that would allow the integration of national electorates and elites on one stage of
political competition. In multilevel democratic states, the assumptions of the theory of
nationalization have serious limitations to its application because of the presence of
different institutional designs between levels of government and between the units that
compose them. This paper investigates, in a comparative perspective, the impact of
diversity and institutional change on the political nationalization in two Latin American
federal states with opposite institutional dynamics: Argentina and Brazil. By doing that,
it evaluates the feasibility of democratic balance situations under conditions of low
integration of the political system. For this purpose, this paper applies and develops a
set of indices and models for the analysis of the static, dynamic and congruence
dimensions of nationalization, which include the spatial dependence of the vote
variables.
Key words: nationalization, spatial dependence, electoral coordination, democracy,
party system.
V
documentos de trabajo
I. Coordinación estratégica del electorado y sistema de partidos
responsables: “Nacionalización” y equilibrio democrático en
estados multinivel presidencialistas
En los regímenes presidencialistas los electores tienen múltiples votos, pueden elegir al jefe
del ejecutivo y a los representantes legislativos de acuerdo a diferentes tipos de sistemas
electorales. Por otro lado, los Estados que cuentan con tales regímenes políticos pueden
incluir a su vez diversos niveles de gobiernos autónomos (regionales, municipales, etc.). De
esta manera, cada ciudadano o ciudadana cuenta no sólo con varios votos de nivel nacional
o central, sino con un conjunto de otros votos para cada una de las categorías y distritos de
los diferentes niveles subnacionales en que se encuentra organizado el Estado. Dicha
situación plantea algunos problemas de coordinación electoral, puesto que el número de
etiquetas partidarias podría crecer de manera considerable teniendo en cuenta que en
principio no hay fundamentos teóricos para suponer que los electores decidirán votar de
manera semejante entre sí todas las categorías en cada uno de los niveles y sus respectivos
distritos.1
Si a simple vista esta situación ya es bastante difícil de conceptualizar, la complicación
aumenta si la observamos en perspectiva diacrónica, ya que entonces tendríamos que
incorporar los eventuales cambios de preferencias de los electores en cada categoría y nivel
del Estado y en tal caso, también nos faltarían elementos teóricos para esperar que ese
cambio sea similar y simultáneo entre todos los electores e individualmente idéntico para
cada uno de los votos disponibles por los ciudadanos y ciudadanas.
En el principal libro que aborda de manera detallada y completa la temática del voto
estratégico, Gary Cox (1997) considera que, teniendo en cuenta que la coordinación
interdistrital de los electores no puede explicarse como un efecto esperado de los
incentivos estratégicos distritales, sólo existen dos posibilidades de inferir los orígenes de
una probable coordinación de este tipo. Por un lado (i) la presencia de un jerarquía
intrínseca entre las categorías electorales (Ejecutiva más que legislativa y los niveles
1
La afirmación hace referencia a que el argumento de la “proyección” de Duverger (1954) –según el cual los
incentivos que a nivel del distrito promueven la reducción del número de partidos se proyectarían a nivel
nacional produciendo el mismo efecto– sería incorrecto; ya que a nivel nacional podrían haber tantos partidos
como el número en equilibrio por distrito (M+1) multiplicado por el número de distritos del país; según la
siguiente igualdad: PC= (M+1)D; siendo: P el número de partidos, C el número de candidatos, M la magnitud
de distrito efectiva y D el número de distritos (Cox 1997: 234-236).
6
documentos de trabajo
superiores del estado más que los inferiores) que es el resultado de sistemas electorales más
fuertes en el ámbito ejecutivo (efecto mecánico) y el reconocimiento subjetivo de mayores
capacidades de decisión política a nivel nacional que subnacional (efecto psicológico) y por
el otro lado, (ii) la presencia de procesos de agrupamiento y focalización político horizontal
(entre distritos) y vertical (entre categorías) que dan lugar a las etiquetas partidarias o
coalicionales (independientemente de su origen y características) las cuales proveen a su
vez, de una base relativamente estandarizada y estable a los electores para seleccionar
retrospectivamente sus preferencias de voto.
Resulta claro que Gary Cox expresa que la coordinación electoral más allá del distrito y
sobre todo en las condiciones que venimos describiendo aquí, es un efecto difícil de
argumentar teóricamente en forma endógena y en todo caso, un producto esperado de dos
cuestiones externas: (a) la jerarquía política, compuesta por la uninominalidad de los cargos
ejecutivos y el poder de los cargos nacionales y (b) los partidos políticos, formados por la
homologación de las referencias grupales y la de permanencia de las identidades políticas
(Cox 1997: 205-207).
Dado que entonces la coordinación electoral más allá del distrito depende de los factores
exógenos que acabamos de enunciar -jerarquía política y partidos políticos- los problemas
de coordinación simultánea y sucesiva de los electores, así como la de sus propias
preferencias individuales para cada tipo de voto, se resolverán si se puede verificar una
progresiva centralización del poder y consolidación nacional de partidos políticos
responsables, ya que ambos aspectos deberían ser los factores decisivos en la integración
nacional de las preferencias individuales de voto.
En otro libro decisivo, Schattschneider (1960) desarrolla una teoría sobre el rol de los
partidos políticos responsables en la estructuración de una democracia competitiva estable
y vincula normativamente a ese tipo de organizaciones políticas con la ampliación de los
derechos políticos, la equidad social y la gobernabilidad del sistema. En la opinión de este
autor, un proceso determinante en la formación de un sistema de partidos responsables en
una democracia representativa estable sería el de la “nacionalización”. Por su intermedio se
integrarían progresivamente las preferencias individuales de los ciudadanos y ciudadanas
alrededor de conflictos e intereses de una escala cada vez mayor (Schattschneider 1960: 914). Así se pasaría de una perspectiva local y limitada de las decisiones de voto a otra
orientada hacia un horizonte nacional. Con ello, las organizaciones políticas se integrarían
7
documentos de trabajo
para dar respuestas a esas preferencias crecientes y a su vez para constituirse en referencias
responsables de las políticas implementadas por los gobiernos en cada uno de los niveles en
que se organiza el Estado.
Como se ha visto y por motivos totalmente distintos, las dos teorías: de qué forma se
coordinan los electores (Cox) y cómo se consolida la democracia representativa
(Schattshneider), arriban a la misma conclusión acerca de la importancia de la
centralización política y el desarrollo de partidos y sistemas de partidos responsables de
alcance nacional. En ambos casos, se considera explícitamente que la integración del
sistema político o “nacionalización política” es un aspecto necesario y deseable para el
equilibrio de la democracia representativa.
¿En qué medida los distintos arreglos institucionales de regímenes presidencialistas
multinivel pueden originar diferentes escenarios de nacionalización del electorado? ¿Resulta
factible el equilibrio de la democracia representativa si los índices de nacionalización son
bajos y el sistema de partidos es fragmentado e inestable?, ¿Existen efectos políticamente
diferenciados de cada arreglo institucional multinivel sobre la heterogeneidad geográfica del
electorado, la estabilidad temporal del voto y las preferencias individuales entre niveles
estatales? Para dar respuesta sistemática a estas preguntas habría que distinguir dos tipos de
cuestiones. Las que atañen a los aspectos mecánicos de los sistemas electorales
involucrados y las que atañen a la diversidad intrínseca institucional de cada estado
multinivel.
Una comparación entre casos diferentes que pretenda dar respuesta a las preguntas
expresada previamente, debería fijar una de las dos variables independientes descritas (o las
instituciones o el sistema electoral). Si se consideran regímenes presidencialistas lo más fácil
es fijar los efectos mecánicos del sistema electoral reduciendo las observaciones a
elecciones ejecutivas nacionales y subnacionales, ya que ellas cuentan con la misma
magnitud de distrito aunque pueden variar en la fórmula electoral. Esto nos dejaría por el
otro lado con dos condiciones relacionadas entre sí que habría que identificar, instituciones
políticas diversificadas (en términos generales) en el plano subnacional y una importante
tasa de cambio de las mismas en el periodo bajo estudio.
Si nos circunscribimos al ámbito latinoamericano, dos estados multinivel podrían ser
elegidos para cumplir con los requisitos metodológicos expuestos previamente, Argentina,
8
documentos de trabajo
caracterizada por la diversidad y el cambio institucional y Brasil; caracterizado por la
homogeneidad y la estabilidad institucional.
Como veremos más adelante, ambos perfiles institucionales son consistentes además con la
percepción predominante en los medios académicos de cada país acerca de la condición
nacionalizada o no de ambos estados: problemática y no-nacionalizada en Argentina, frente
a no-problemática y nacionalizada en Brasil.
El artículo se organizará de la siguiente manera: una primera parte donde se discutirán
conceptualmente las dimensiones que integran la nacionalización política y se presentaran y
evaluaran críticamente las diferentes formas de medirlas proponiendo una alternativa
propia, una segunda parte donde se presentaran los casos de Argentina y Brasil más
detalladamente y se contrastará las perspectivas predominantes acerca de la nacionalización
política imperantes en el medio académico especializado, una tercera parte donde se
explicitará el marco metodológico y las técnicas utilizadas, una cuarta parte donde se
analizará en forma comparada la dimensión estática y de congruencia del comportamiento
electoral de ambos Estados considerando especialmente la dependencia espacial de las
variables de voto elegidas (Presidente y Gobernador), una quinta parte donde se analizará
en forma comparada la dimensión dinámica incorporando la dependencia espacial al
estudio de la continuidad del comportamiento electoral en ambos Estados y por último,
una sexta parte, donde se evaluarán los resultados obtenidos y se concluirá.
II. La controversia en torno a la “nacionalización” del electorado
en Regímenes Presidenciales Multinivel: Argentina y Brasil en
perspectiva comparada
En la última década han aparecido una serie de trabajos que investigan comparativamente
las relaciones entre la política multinivel y la gobernabilidad democrática en los principales
Estados Federales de la región Iberoamericana y que en todos los casos abordan en detalle
los casos de Brasil y Argentina. En general estos trabajos han enfocado su análisis en las
relaciones entre la descentralización política, económica y fiscal y el funcionamiento de las
instituciones Políticas Multinivel en la post transición democrática. Los principales ejes
argumentales de este tipo de abordaje son la capacidad de reorientar el juego entre niveles
de manera favorable al centro, controlando los efectos políticos de la política fiscal (DíazCayeros 2006), los ciclos sucesivos de descentralización-centralización en contextos
9
documentos de trabajo
Federales y Unitarios y el comportamiento reactivo o proactivo del Estado Central (Eaton
2004) y la perspectiva secuencial con definiciones de patrones de dominio relativo centroperiferia (Falleti 2010). Por otro lado, la mayor parte de los resultados obtenidos apuntan a
respaldar la idea de una centralización paulatina como condición normal de las democracias
de partidos en contextos multinivel, aun cuando los casos de estudio elegidos estuviesen
inmersos en claros procesos de devolución política y descentralización administrativa y
fiscal, característicos de las dos últimas décadas del siglo
XX.
Con distintos matices, todos
los trabajos mencionados, convergen en la anormalidad y transitoriedad de las situaciones
donde la descentralización política presupone la presencia de una baja Nacionalización del
sistema político. Pero las características y alcances de dicha integración debilitada no es
medida de manera directa en ninguno de los trabajos.
Otros investigadores, en cambio, abordan el tema enfocando el análisis especialmente a
esta última cuestión: la nacionalización política, ya sea midiendo la relación entre
descentralización e integración política (Leiras 2010), estudiando la volatilidad del
comportamiento electoral en los procesos de institucionalización de partidos y sistemas de
partidos (Roberts y Wibbels 1999; Mainwaring y Zoco 2007), evaluando directamente la
integración política horizontal entre distritos (Jones y Mainwaring 2003; Harbers 2009) o
estimando el realineamiento electoral y la integración del sistema político a lo largo del
tiempo (Aleman y Kellam 2008). La descripción obtenida por medio de estos trabajos no
es uniforme, en primer lugar porque los diferentes países muestran comportamientos
variados y en segundo lugar, porque los objetivos del análisis no son los mismos.2 Hay en
cambio algunos elementos que adecuadamente ordenados dan cierta idea de coherencia en
el enfoque y las conclusiones; que los procesos de descentralización en general contribuyen
a reducir la integración partidaria sobre todo entendida como coordinación electoral entre
los distritos (linkage) (Leiras 2010) y que dichos procesos difieren de partido en partido
(Jones y Mainwaring 2003; Harbers 2009). Además, hay que considerar que la volatilidad
electoral está íntimamente relacionada con los niveles de institucionalización del sistema
partidario, de manera tal que debe considerarse seriamente el impacto de las transiciones
democráticas sobre el fenómeno, es decir, tener en cuenta que se está abordando una
coyuntura estructuralmente desfavorable a la integración política (Roberts y Wibbels 1999;
Mainwaring y Zoco 2007). Por último, los procesos de realineamiento político muestran un
2 En otros trabajos también se proponen estimaciones de la integración del sistema político o
“nacionalización” que abarcan a países de la región, los resultados son en general consistentes con los citados
(Morgenstern y Swindle 2005; Morgenstern et al. 2009)
10
documentos de trabajo
grado de dependencia importante respecto a las fuerzas políticas periféricas en las mayores
democracias multinivel de la región, destacándose la variabilidad temporal del fenómeno y
la capacidad de las coaliciones de gobierno para sostener desde el oficialismo un patrón
más integrado en el proceso coalicional y el apoyo electoral (Aleman y Kellam 2008).
Como se propuso metodológicamente en el capítulo anterior, deberíamos identificar dos
Estados Democráticos Multinivel presidencialistas con fuertes diferencias institucionales y
procesos de integración política en curso. La evidencia comparada comentada más arriba
permitiría entrever la viabilidad de la región iberoamericana para circunscribir dicha
selección y en ese caso, Argentina y Brasil serían dos ejemplos emblemáticos donde puede
estudiarse la relación entre diferentes contextos institucionales y los fallos de coordinación
expresados en una baja performance de integración política; ya que presumiblemente dicha
relación estaría impactando sobre la gobernabilidad democrática de ambos.
Desde el punto de vista de las similitudes políticas, económicas y sociales las coincidencias
entre ambos Estados son bastante importantes: (i) Regímenes presidencialistas fuertes y de
larga raigambre institucional, (ii) Estados en vías de desarrollo con similares niveles de
descentralización política y fiscal, (iii) presencia de numerosos actores de veto periférico
que se ubican en el tope de los niveles internacionales (Snyder y Samuels 2001) (iv)
estructura regional del desarrollo polarizada entre un área central relativamente desarrollada
y rica y áreas periféricas subdesarrolladas y pobres, (v) ausencia de clivajes sociales y
culturales minoritarios concentrados geográficamente y vinculados a unidades políticas
subestatales, (vi) actividad político partidaria de larga data y que predomina en los procesos
de formación de grupos y coordinación electoral, (vii) historia compartida, en un mismo
ámbito continental y más recientemente procesos de integración regional que los sitúan,
recíprocamente entre sí, como los principales socios comerciales del otro.
Desde el punto de vista de las discrepancias, la magnitud e importancia de las cuestiones
político institucionales resulta evidente. Argentina se caracteriza por la diversidad y el
cambio ya que cuenta con: (i) segunda vuelta presidencial de mayoría atenuada, (ii)
elecciones entre niveles de gobierno sin simultaneidad prevista constitucionalmente, (iii)
tasa de reforma política en los tres niveles del estado permitida y muy alta, (iv) diversidad y
autonomía normativa subestatal en los sistemas electorales y la regulación política en
general, (v) diversidad constitucional provincial y capacidad legisferante autónoma de sus
poderes legislativos y (vi) regímenes municipales heterogéneos de regulación
11
documentos de trabajo
exclusivamente provincial. Brasil en cambio, se destaca por la uniformidad y la
permanencia ya que cuenta con: (i) segunda vuelta presidencial de mayoría absoluta, (ii)
elecciones entre niveles de gobierno simultaneas (salvo las municipales) y con previsión
constitucional, (iii) tasa de reforma política en los tres niveles del estado muy baja y limitada
a decisiones centrales (federales), (iv) uniformidad y dependencia normativa subestatal en
los sistemas electorales y la regulación política en general, (v) uniformidad constitucional
Estadual y capacidad legisferante limitada a la iniciativa ejecutiva en sus poderes legislativos
y (vi) régimen municipal uniforme de regulación exclusivamente Central (federal).
El principal aspecto y probablemente el único en el que la relación está parcialmente
invertida es en la estructura de lista que regula los procesos de entrada a la competencia
legislativa en todos los niveles del estado: (i) Listas bloqueadas de magnitud variable en la
elección de diputados nacionales, junto con multiplicidad de tipos de listas y vinculaciones
en las provincias y municipios Argentinos y (ii) listas desbloqueadas de magnitud variable
en la elección de todas las categorías legislativas de Brasil. Esta inversión se debe a que los
incentivos brasileños apuntan mecánicamente hacia la fragmentación legislativa, mientras
que los argentinos apuntan en general hacia la compresión legislativa (al menos en el plano
federal). Sin embargo, el sistema brasileño sigue siendo mucho más impermeable a la
reforma política que el Argentino puesto que su regulación es central (federal) y
fundamentalmente constitucional.
Un aspecto secundario, pero cuyo impacto puede ser muy relevante sobre el
comportamiento lectoral, es la forma de la boleta. En Brasil desde 1998 es de tipo
electrónico y diferenciada entre categorías, lo cual obliga al elector a efectuar una selección
sucesiva de preferencias, la de Argentina en cambio, es de tipo soporte papel y única por
partido/coalición, lo cual permite el voto unificado y eventualmente la selección de
distintas preferencia entre categorías (la boleta no es troquelada).
Los parecidos políticos, económicos y sociales, así como las discrepancias en los perfiles
institucionales destacados más arriba, no se limitan sólo a sus características objetivas, sino
que también pueden encontrase en los relatos contemporáneos predominantes sobre la
estructura política del país y especialmente en lo que concierne a la nacionalización política
y su relación con la gobernabilidad y la calidad democrática.
12
documentos de trabajo
Hasta aproximadamente los primeros quince años de la transición democrática en
Argentina la perspectiva predominante daba por sentada la integración del sistema político
en un esquema bipartidista nacional con fluctuaciones y el carácter
débilmente
institucionalizado de los partidos políticos nacionales (Justicialismo y Radicalismo)
(Catterberg y Braun 1989; Grossi y Gritti 1989; De Riz 1992; Adrogue 1993; Burdman
1995). Si bien con matices sobre los alcances de esta afirmación en cada uno de ellos, el
estado de la cuestión en aquel momento era optimista en relación a la normalización de la
democracia argentina. En este sentido podría pensarse que la actitud se vinculaba con la
perspectiva de la “omisión” (lo cual era cierto por la carencia de estudios empíricos
desagregados), pero en realidad probablemente era el resultado de una fotografía
coyuntural del sistema (Escolar 2011 y 2012) y de la influencia ejercida por las dos
imágenes estándares existentes en la época acerca de las bases sociales del sistema de
partidos argentinos: (i) partidos de tendencia policlasistas (catch all) y con coaliciones
estables, uniformes o de apoyo diferenciado entre el centro y la periferia (Mora y Araujo
1975, Mora y Llorente 1975; Mora y Araujo, Smith 1983) o bien, (ii) partidos con
tendencias clasistas netas estables y nacionalmente uniformes (Jorrat 1975; Canton et al.
1976; Canton y Jorrat 1980, 1998, 1999 y 2002). En cualquier caso ambas posturas
incorporaban la creencia en la continuidad y solidez de la Integración del Sistema Político
Argentino.
En Brasil, en cambio, la situación era en gran medida la contraria. La perspectiva que
rápidamente comenzó a volverse predominante con posterioridad a la transición
democrática, destacaba no sólo las características poco integradas del sistema político
Brasileño, sino además el impacto de las reglas electorales vigentes sobre las posibilidades
de mejorar la situación en el futuro cercano (Ames 2001). En el mismo sentido, otros
autores señalarían la presencia de una estructura claramente favorable a la periferia en los
recursos de negociación política e inclusive en los recursos fiscales y competenciales
disponibles (Souza 1997; Abrucio 1998; Samuels y Abrucio 2000). A lo que se les sumaba
una serie de voces externas de expertos brasileñistas que ofrecían diagnósticos similares y
anunciaban de forma más o menos explícita, la debilidad de modelo institucional de la
nueva democracia Brasileña teniendo en cuenta el difícil matrimonio entre presidencialismo
y fragmentación política (Stepan 1999 y 2000, Samuels y Mainwaring 2004). Concomitante
con este estado de ánimo de “alerta generalizada”, algunos trabajos se propusieron estimar
la capacidad real de las elites periféricas para determinar el apoyo político y la base electoral
de los partidos y las coaliciones nacionales, obteniendo resultados desalentadores (Samuels
13
documentos de trabajo
2000 y 2000b). El libro de Samuels del año 2003 (Samuels 2003) terminaría por sellar las
presunciones de esta perspectiva al pretender mostrar el carácter estructural de la influencia
regional en la política brasileña y la tendencia invertida de las carreras políticas legislativas.
Aproximadamente para el cambio de siglo, La perspectiva predominante en Argentina
empezaría paulatinamente a cambiar acompañando los primeros hallazgos empíricos que
indicaban fuertes diferencias en las condiciones de competencia política, los costos de
transacción locales y los recursos necesarios para sostener las coaliciones legislativas entre
el centro y la periferia (Gibson y Calvo 2000, Calvo et al. 2001, Benton 2003). La nuevas
ideas, si bien no se vinculaban directamente con la integración del sistema político,
empezaban a mostrar cómo distintas configuraciones geográficas del apoyo provincial
implicaban desempeños muy dispares en la capacidad de sustentar coaliciones exitosas
nacionales y como, en contrapartida, la internalización partidaria de diferentes sesgos
mayoritarios provinciales establecía un clivaje de gobernabilidad entre las que tenían un
apoyo predominantemente localizado en el centro sub representado y las que tenían una
buena performance distribuida geográficamente; puesto que las primeras podrían ganar la
presidencia pero no el congreso (gobierno dividido) mientras que las segundas obtendrían
la victoria en ambas contiendas (Calvo et al. 2001). Unos años después Calvo y Escolar
(2005) abordarían explícitamente el tema mostrando como los realineamientos del sistema
de partidos argentino en los diferentes niveles de gobierno y categorías electorales
conducían progresivamente a un aumento de la territorialización del sistema político.
Paralelamente junto con ese mismo trabajo (Escolar y Calvo 2005; Calvo y Micozzi 2005)
se mostraba el rol jugado por las reformas políticas provinciales de fuerte sesgo partidario
para mantener más estable a los sistemas de partidos subestatales, mientras en el ámbito
nacional el sistema se fragmentaba cada vez más.
A posteriori se va a desarrollar en Argentina un profusa bibliografía destinada a indagar
sobre las razones de la situación aludida; donde entre otros, se destacan los estudios de
caso provinciales sobre descentralización gobernabilidad y organización del sistemas de
partidos (Leiras 2007; Wibbels 2005), la evaluación del impacto sobre el apoyo electoral
local del clientelismo y el patronazgo para diferentes partidos nacionales (Calvo y Murillo
2005; Brusco et al. 2004), el desarrollo de mecanismos de formación de candidaturas
ancladas en los líderes provinciales (Jones et al. 2002), la consolidación de regímenes
políticos democráticos diferenciados en las provincias (Gibson 2005; Behrend 2012), la
posibilidad y alcance de sistemas políticos provinciales (Gibson y Suárez-Cao 2010; Suárez14
documentos de trabajo
Cao y Freidenberg 2010; Suárez-Cao 2011), la formación de sistemas fiscales rentísticos
provinciales (Gervasoni 2010), la presencia de formas de reclutamiento entrada y carreras
políticas estáticas (Lodola 2009) y el establecimiento de mecanismos de fragmentación de
los proceso de coordinación de la entrada estratégica (Escolar 2007).
Ya para fines de la primera década del siglo la perspectiva predominante en Argentina se
había invertido, pasando de la confianza y la omisión a cierto estado de alerta, de interés
por avanzar en nuevos rumbos teóricos o lisa y llanamente al escepticismo. En ese
contexto se van a producir una serie de investigaciones dirigidas a conocer los antecedentes
y dinámica histórica de los últimos cien años en la integración del sistema político argentino
(Lupu 2009; Navarro 2012), los cambios en los realineamientos partidarios (Lupu y Stokes
2010) y en las bases electorales partidarias (Lupu y Stokes 2009). Sus resultados muestran
contundentemente la antigua presencia de condiciones de baja integración política y la
permanente fluctuación temporal de los procesos estudiados, en suma el carácter
“desnacionalizado” o de baja integración del sistema político argentino. Más recientemente
y como una prolongación y especificación de estos últimos trabajos, se han detectado
condiciones muy dispares de integración partidaria horizontal y congruencia en el
comportamiento electoral entre niveles (Escolar 2012), así como formas de agrupamiento
provincial de los legisladores en el proceso legislativo nacional independientes de la
pertenencia formal a determinados bloques coalicionales o partidarios (Calvo y Leiras
2011).
Nuevamente la situación brasileña se moverá en el sentido contrario que la Argentina. En
efecto, en un artículo muy sugestivo Arretche (2001) se preguntaba en qué resultaba
diferente el sistema político Brasileño para las interpretaciones de la academia americana.
En ese texto, va a dejar sentadas algunas de las cuestiones que luego serían contrapuestas a
la perspectiva predominante del momento. Que el proceso de centralización y
responsabilización fiscal llevado a cabo en el período Cardoso estaba dando el resultado
esperado, puesto que se había logrado una progresiva y eficaz reducción del poder de la
periferia (los gobernadores) en el juego político multinivel Brasileño y sobre todo, tal cual
habían señalado un año antes Figueiredo y Limongi (2001), que resultaba necesario cambiar
la agenda de investigación brasileña incorporando las relaciones intergubernamentales
como procesos de negociación directa entre unidades de distintos niveles y los mecanismos
decisorios en la formación de bloques legislativos.
15
documentos de trabajo
En el año 2002 Cheibub et al. (2002)3 van plantear que no hay elementos de juicio
suficientes para sostener el mal desempeño del Federalismo brasileño, sus ideas se
fundamentaban en que las bancadas del Congreso no respondían en realidad a los
Gobernadores sino a los líderes partidarios y coalicionales del recinto y que en
consecuencia, más allá de la supuesta
débil “nacionalización” en el sistema político
brasileño, el mismo se encontraba de todas formas integrado en el ámbito parlamentario.
La perspectiva de los tres autores citados se reforzaría aún más con la crítica demoledora
(Brambor et al. 2004; Brambor 2006) efectuada al artículo de Samuels (2000) en el cual
además de cuestionar aspectos técnicos de la estimaciones hechas por este autor, volvían a
correr el modelo con las correcciones necesarias, obteniendo los resultados contrarios: que
no se verificaban impulsos (coattails) inversos, sino la influencia de las candidaturas
presidenciales sobre el voto a los diputados federales.
En este contexto, toda una línea de investigaciones se va orientar a la política parlamentaria
(Deposato 2004 y 2006; Cheiub et al. 2004) y a las relaciones intergubernamentales
(Arretche 2005, 2007 y 2010; Borges 2011) desplazando la atención de los estudios
electorales para ubicarse en una posición relativamente predominante4 dentro de la
academia Brasileña.
Si se toman en consideración las versiones argentina y brasileña del debate en torno a la
nacionalización política, parecería haber un diagnóstico de situación inverso en la literatura
que podemos resumir de la siguiente manera. (i) En el caso Argentino la baja
nacionalización política y el realineamiento partidario han sido constantes fluctuando su
importancia en el tiempo y entre los partidos. En el último periodo democrático, hay un
proceso de disminución de la integración horizontal (entre distritos), de la dinámica del
electorado y las elites políticas (volatilidad), sumado a un crecimiento de la incongruencia
electoral entre niveles. Esto, por otro lado, se ha reflejado de dos maneras en el Congreso
Nacional, produciendo clivajes provinciales entre los legisladores superpuestos a los
políticos y consolidando una situación de subsidiariedad del Congreso asociada a procesos
3 Esta comunicación fue publicada luego en el 2008 en una versión corregida y aumentada (Cheibub et al.
2008)
4 En realidad nunca dejaron de producirse estudios vinculados con los problemas de nacionalización política.
Más recientemente esta perspectiva ha vuelto a tomar cierta dimensión en el debate politológico brasileño
como lo atestiguan diversos trabajos sobre coattails (Ames et al. 2008; Avelino 2012), volatilidad, influencia y
clientelismo entre diferentes niveles (Avelino 2010, Bhom y Paiva 2009; Montero 2010), el rol político
coalicional de la élites municipales (Cireno y Lubambo 2009; Brambor y Ceneiva 2011; Magalhaes 2012) y la
geografía electoral (Maciel 2012; Terron 2009; Terron y Soares 2010).
16
documentos de trabajo
de delegación legislativa hacia el Ejecutivo Nacional. (ii) En el caso Brasileño en cambio,
parecería que los vínculos entre legisladores nacionales y candidatos presidenciales es muy
fuerte y la autonomía de los Gobernadores se ha visto reducida progresivamente. El efecto
de esta situación es un mecanismo de integración política que se expresa en la formación de
coaliciones ejecutivo-legislativas nacionales multipartidarias y su reflejo posterior en una
estructura coalicional fuerte de tipo Parlamentario pero en un contexto de Régimen
Presidencialista.
Como hemos podido ver, las conclusiones no abordan los mismos tópicos, lo que indica
que las agendas de investigación predominantes no son iguales entre ambos países. Para
efectuar una comparación fructífera entre ambos estados multinivel acerca del impacto de
las diferencias institucionales sobre la nacionalización del comportamiento electoral, vamos
a fijar la atención en tres aspectos marginalmente tenidos en cuenta tanto en Argentina
como en Brasil: por un lado, (i) la nacionalización estática horizontal, es decir el análisis de
la diferenciación geográfica y la regionalización del apoyo electoral ejecutivo nacional y
provincial (presidente y Gobernadores) por el otro, (ii) la nacionalización estática vertical o
congruencia individual en las preferencias electorales para categorías ejecutivas (voto
cruzado) y por último (iii) la continuidad (nacionalización dinámica horizontal) en la
preferencias individuales entre elecciones presidenciales.
III. Dependencia espacial, incongruencia y discontinuidad de los
apoyos electorales partidarios en procesos políticos Multinivel
Si la importancia de la “nacionalización política” parece ser una cuestión sobre la cual se
albergan pocas dudas en política comparada, los acuerdos en torno a su medición y
conceptualización son bastante escasos y la idea de integración del electorado o
“nacionalización electoral” no cubre en general todos los aspectos involucrados.
La propuesta de Schattschneider5 produjo a partir de los años sesenta una sucesión de
estudios que se proponían conocer el estado del fenómeno (nacionalización del electorado)
y su desarrollo histórico en
EE.UU.,
la controversia giró en torno de la metodología más
adecuada para medirla. Ya sea considerando la magnitud de la convergencia y respuesta
5 Dicha propuesta va a tono de un informe anterior del Comité de Partidos Políticos de la American Political
Science Association (1950) del cual Schattshneider era el presidente, donde se sostiene enfáticamente el mismo
argumento.
17
documentos de trabajo
uniforme de la varianza intercomicial partidaria adjudicable a los componentes local,
estatal/regional o nacional (Stokes 1965 y 1967) o la covarianza de las variables de voto
partidario medio entre elecciones sucesivas para medir la influencia del comportamiento
nacional (Katz 1973). No había acuerdo tampoco en lo que se estaba midiendo o debía
medirse, sea que esto se considerase cómo la convergencia del incremento partidario
interdistrital entre elecciones sucesivas o la respuesta uniforme del apoyo partidario
distrital, regional y nacional entre elecciones (Flannigan y Zingalle 1974; Claggett y
Flannigan 1984)
Más recientemente, el modelo de componentes de varianza original de Donald Stokes, fue
adaptado por Scott Morgenstern junto con otros autores (Morgenstern y Swindle 2005;
Morgenstern y Potthoff 2005) haciendo uso de modelos multinivel. Otros autores (Jones y
Mainwaring 2003; Bochsler 2006 y 2009) optaron por enfocar la medición hacia una
dimensión menos estudiada –aunque próxima a la versión de la convergencia del
incremento partidario– donde solo se tomase en cuenta la inversa de la heterogeneidad
interdistrital del apoyo partidario en cada elección.
En un artículo más reciente Morgenstern et al. (2009) conceptualizan de manera precisa las
dos dimensiones de la nacionalización. Por un lado la que denominan “estática” y que
consiste en el grado de homogeneidad interdistrital del comportamiento de una variable de
voto en una elección dada y por el otro, la “dinámica”, referida a la homogeneidad del
cambio distrital de una variable de voto entre dos elecciones sucesivas. Sobre esta misma
base Morgenstern y otro grupo de autores (Morgenstern et al. 2010) van a efectuar un
análisis detallado de las medidas de nacionalización disponibles reforzando las dos
dimensiones ya conceptualizadas y el modelo multinivel de componentes de varianza
desarrollado en 2005 (Morgenstern y Potthoff 2005) Por último, esta dicotomía entre
ambas dimensiones vuelve a consolidarse en un artículo metodológico contemporáneo
donde se evalúa el uso de modelos econométricos jerárquicos multinivel en los estudios
sobre la varianza en los procesos de nacionalización (Mustillo y Mustillo 2012).
Según lo expuesto hasta aquí, parece que las dos dimensiones que han logrado obtener
mayor consenso en la discusión teórica sobre la nacionalización electoral, son las de
“nacionalización estática” y “nacionalización dinámica” que acabamos de definir. Sin
embargo, hay una cuestión que prácticamente no ha sido tenida en cuenta en la tradición
intelectual que venimos discutiendo. Nos referimos a la relación de identidad u
18
documentos de trabajo
homogeneidad entre las decisiones individuales de voto para las categorías electorales
correspondientes a distintos niveles estatales, a la que denominamos “congruencia”.
En este sentido, las ideas de nacionalización estática y dinámica aluden a dos componentes
del voto individual vinculadas a una misma categoría y nivel electoral, mientras que la
congruencia, apunta a ambas dimensiones (estática y dinámica) pero relativas a la
replicación de las mismas preferencias individuales de voto entre categorías electorales y
niveles estatales. En consecuencia, una mayor similitud entre el comportamiento agregado
de la selección de preferencias individuales para distintas categorías y niveles, traería
aparejado un mayor nivel de nacionalización y una menor similitud la situación opuesta.6
Lo dicho aumenta la complejidad del análisis, ya que a las dimensiones estática y dinámica
ya consideradas, habría que incorporarle desde una perspectiva multinivel (categorial o
estatal) una subdimensión, la que existe entre la nacionalización estática horizontal y la
vertical (congruencia) por un lado, y la nacionalización dinámica horizontal y la vertical
(congruencia), por el otro.
Esta última subdimensión de la nacionalización electoral (congruencia) ha venido siendo
considerada desde hace tiempo, primero como un efecto implícito de la covarianza de las
variables de voto partidario medio entre elecciones sucesivas según el modelo de Katz
(1973) y a partir de los años 90’ como un producto de las disparidades entre los sistemas de
partidos nacionales y subnacionales haciendo uso del índice de numero efectivo de partidos
(Cox 1999 y 2003; Moenius y Kasuya 2004; Kasuya y Moenius 2008; Lago y Montero 2009;
Gibson y Suárez-Cao 2010; Suárez-Cao y Freidenberg 2010), o enfocando la
homogeneidad del comportamiento electoral individual frente a cargos nacionales y
6
El grado de similitud en los votos individuales para diferentes categorías y niveles (congruencia electoral),
puede dividirse a su vez en componentes más o menos locales. Es decir, si se considera que una elección
legislativa que se desarrolla en múltiples distritos es menos nacionalizada que una que se desarrolla en distrito
único o que una elección para cargos federales es menos nacionalizada que una para cargos subnacionales; el
comportamiento individual en la selección de preferencias podría ser más o menos nacionalizado si
pudiésemos estimar en qué medida la decisión de voto por una categoría ha sido influenciada por la otra
categoría. A este vínculo jerárquico en las influencias que determinan la selección de preferencias individuales
para cada categoría o nivel, se lo denomina “impulso” (coattails) y su estimación permitiría conocer la
tendencia ascendente –cuando es influenciada por el Presidente– o descendente (reversal coattails) –cuando es
influenciada por los legisladores– (Miller 1955) en el nivel de congruencia de las variables de voto estudiadas.
Dado que su cálculo en general se efectúa indirectamente por medio de otras variables asociadas con el
fenómeno o presumiendo la relación positiva o negativa de los diferenciales de votos entre niveles o
categorías electorales (Brookman 2008), en este trabajo incorporaremos descriptivamente los dos tipos de
coattails: descendente (Presidente) y ascendente (Gobernador) y no en forma sistemática al análisis ya que
actualmente estamos trabajando en el desarrollo de una estimación endógena de dichos impulsos los cuales
utilizaremos para una investigación posterior.
19
documentos de trabajo
subnacionales como indicador de discrepancias entre niveles del sistema de partidos
(Chhibber 1998; Chhibber y Kollman 2004; Caramani 2005). En la actualidad, la
“congruencia” también es abordada por una profusa bibliografía europea que estudia, no
sólo las variación del comportamiento del electorado en cuanto a sus preferencias
individuales agregadas para categorías y niveles alternativos, sino además; las distintas
configuraciones que se producen en la coordinación de las élites durante el proceso de
entrada7 electoral y en la formación de coaliciones de gobierno para distintos niveles
estatales.8
Una cuestión que siempre se encuentra presente en los diferentes abordajes de la
nacionalización electoral que hemos discutido hasta aquí, es aquella que se refiere a la
incorporación de forma más o menos explícita de una visión no sistemática de geografía
electoral en la conceptualización y los tipos de medición propuestos. En efecto, al
considerar la convergencia de la variación electoral entre elecciones (y evidentemente
también en una sola elección) se está efectuando un análisis de la variación interdistrital de
la variable de voto elegida. Del mismo modo, al estudiar la fuerza de la respuesta uniforme
(local, regional o nacional) respecto a una variable de voto entre elecciones sucesivas, se
asume un tipo de distribución distrital de las preferencias individuales agregadas. Ambas
alternativas (convergencia y respuesta informe) ya hemos visto que son análogas a la
nacionalización estática y a la dinámica; ambas incorporan la variación distrital de la
variable de voto estudiada o la variación de los pares ordenados de preferencias de votos
agregadas entre elecciones (lo cual presume dos valores de variación distrital distintos, el de
la primera elección considerada y los subsiguientes). En cualquier caso, los diferentes
autores asumen que siendo los distritos unidades geográficas de una escala determinada, la
convergencia y la respuesta uniforme son siempre medidas de la variación local respecto a
diferentes parámetros de escala referenciales (media distrital, regional, nacional u otras ad
hoc).
Sin embargo, medir la variabilidad de una variable de voto cuyos valores han sido
establecidos a través de unidades de agregación constituidas por áreas geográficas, no
garantiza que dicha variabilidad sea una medida de la diferenciación geográfica de la
7 Por “entrada electoral” entiende Cox (1997) el proceso mediante el cual las elites políticas toman las
decisiones de ingresar a la competencia política (agruparse, nominarse, formación de candidaturas,
coaliciones, etc.) en un determinado contexto de regulación electoral.
8 Esta cuestión se encuentra desarrollada con mayor detalle en Escolar (2012).
20
documentos de trabajo
variable. Por el contrario, lo que se está midiendo en rigor es la varianza de la variable (en
este caso de voto) independientemente de su comportamiento espacial o geográfico.
Hay dos perspectivas canónicas para medir la diferenciación geográfica de una variable: en
un caso (i) la que mide la dependencia espacial de la variable considerando su auto
correlación espacial y en el otro (ii) la que mide la heterogeneidad de la variable
considerando su variación respecto a un parámetro espacial.
Para poder capturar el comportamiento espacial de una variable de voto geográfica que se
presume que puede ser auto dependiente de su propia configuración espacial (voto por
distrito, en vez de voto por edad o ingreso), es necesario incorporar una variable de
localización de los valores de la variable de voto elegida que mida la auto correlación
espacial de la heterogeneidad detectada en los valores de la variable. Dicho de otra manera;
es necesario saber si lo valores se agrupan geográficamente (regionalizan) y si existen
distintos patrones de vecindad para valores similares tomados por la variable de voto. En
este sentido, considerar la auto correlación espacial probable de un comportamiento
determinado de la variable de voto, implica considerar una variable espacial omitida que en
principio se encuentra limitada exclusivamente a la contigüidad de los valores de la variable
estudiada.9
La otra alternativa es asumir que una parte de la variabilidad encontrada en la variable
corresponde a la heterogeneidad espacial y es el resultado de una variable exógena que se
comporta de forma paramétrica en el espacio. En otras palabras, se considera que la
variable de interés no es estable o “estacionaria”10 y que por lo tanto es necesario
ponderarla por el parámetro espacial que determina su heterogeneidad.
Por esta razón decimos que se incorpora implícitamente una visión geográfico-electoral en
el estudio de la nacionalización electoral. Y es importante destacar que esto no ocurre solo
con la nacionalización estática (lo cual resulta bastante obvio) sino también con la
9
La manera más sencilla de esclarecer esta idea es haciendo mención a la denominada “Ley de Tobler”, que
afirma “que todo está relacionado con todo pero las cosas que están más cerca están más relacionadas entre
sí” (Tobler 1970); por supuesto planteándolo sólo como una tendencia y limitándolo a objetos de estudio
cuyas propiedades analizadas sean espaciales y particularmente geográficas.
10 Con el concepto “stationary” –que aquí traduciremos como estacionario o estable– Fotheringham et al.
(1996) aluden a una variable que no está normalmente distribuida en el espacio. En el caso de que esto no
fuese así y que la variable este distribuida paramétricamente su comportamiento será considerado no
estacionario o inestable.
21
documentos de trabajo
dinámica, por el posible efecto indirecto que se está incorporando en las dos variables de
voto analizadas.11
En un trabajo poco conocido Woolstencroft (1980) considera que el estudio de los
procesos de nacionalización de las tendencias de voto, constituye un campo específico de la
geografía electoral. Su argumento se basa en una pormenorizada descripción del estado de
la cuestión de dos líneas de investigación tradicionales de esta última subdiciplina: (i) el
análisis de la distribución agregada del voto por medio de instrumentos de visualización
cartográfica y (ii) el análisis de los efectos informacionales y contextuales de la vecindad y la
amistad en las variables agregadas o individuales de voto,12 a las que considera un
antecedente metodológico de los trabajos sobre nacionalización del electorado. En este
sentido destaca –al igual que nosotros– que lo que se investiga dentro de este campo son
las variaciones interdistritales de las influencias en las decisiones de voto individuales o
agregadas entre elecciones sucesivas, entendiendo que tales variaciones cuando se las
específica a distintas escalas geográficas significativas (circunscripciones legislativas, estados
o provincias, estado nacional), permiten conocer el impacto general que cada escala tendría
sobre las influencias nacionales o subnacionales del comportamiento electoral agregado. A
diferencia de nosotros, Woolstencroft asimila la variación temporal del voto entre
observaciones producidas a partir de unidades geográficas agregadas a distintas escalas,
como si fuesen variaciones espaciales. Por este camino, compara críticamente las dos
principales vertientes de análisis, la de Stokes (1965 y 1967) donde se analizan los
componentes escalares de la varianza entre elecciones para una misma variable de voto y la
de Katz (1973) en la cual se investiga la covariacion entre escalas de una misma variable de
voto a lo largo de una serie temporal.
Paralelamente, también reconoce junto con Katz (1973, 1973b y 1970) la dificultad que
existe cuando se les asocia a diferentes escalas políticas significativas (local, regional,
nacional) un efecto especial (político, económico, cultural, etc.), sin considerar que los
grupos auto constituidos no necesariamente son consistentes con los límites de las
unidades espaciales o que la clasificación producida por los límites de dichas unidades
11 Considerando que la correlación temporal de la variable histórica de voto es lo que se está midiendo en los
modelos de regresión aplicados a series temporales. Hasta donde sabemos, quien hace explícito este aspecto e
incorpora los sesgos de medición involucrados es Mustillo y Mustillo (2012).
12 “Amigos y vecinos” (Key 1942: 23).
22
documentos de trabajo
produce medias de agregación del comportamiento individual que pueden ser
intrínsecamente arbitrarias (sesgo de selección espacial incorporado o MAUP).13
Si bien su perspectiva es un avance sobre los análisis anteriores y una clara contribución
para desentrañar algunos problemas de fondo del enfoque dinámico sobre la
nacionalización electoral –sobre todo al reconocer la importancia de la geografía electoral
implícitamente incorporada al análisis–, falla al confundir la varianza intercomicial de una
variable de voto interdistrital (y por lo tanto espacial) con la diferenciación geográfica de
una variable de voto cuyos datos provienen de unidades geográficas localizadas
(dependencia o heterogeneidad espacial). Por el otro lado, también falla al no poder
identificar adecuadamente el problema de la relación entre la localización de individuos y
grupos y la clasificación ad hoc que le imprime un tipo de agregación local por medio de
determinadas unidades espaciales (MAUP).
La primera falla, es confundir la variación de una variable de voto agregada espacialmente
con la diferenciación geográfica (dependencia o heterogeneidad espacial) de una variable de
voto, la segunda; es no poder conceptualizar adecuadamente el problema de la diversidad
de las unidades espaciales de agregación de datos (MAUP).
Si se vinculan conceptualmente ambos fallos, los dos problemas conceptuales menos
discutidos de la nacionalización dinámica ( y por extensión de la estática) se refieren a: (i) la
confusión entre varianza de la variable, por un lado y dependencia espacial o
heterogeneidad espacial de la variable, por el otro; y (ii) su correlato, considerar ciertos
sesgos de selección espacial incorporados (MAUPS) en los tipos de unidades geográficas
elegidas (locales, regionales, nacionales) y asociar dichos sesgos con el efecto causal
estudiado (influencia en las decisiones de voto).
En síntesis, si se incluye de manera explícita la geografía electoral en el estudio de la
coordinación interdistrital multinivel del electorado o “nacionalización” electoral, habría
que incorporar la dependencia y la heterogeneidad espacial a las dimensiones estática y
dinámica ya establecidas. En el caso de la dimensión estática, en vez de estudiar la
homogeneidad interdistrital del comportamiento de una variable de voto en una elección
13 El problema de diversidad y posibilidad de modificación de las unidades espaciales de agregación de datos
o MAUP (modifiable areal unit problem), que puede ser visto también como un problema de sesgo de selección
espacial incorporado (Hersh y Nall 2013).
23
documentos de trabajo
dada asociándola a diversas escalas de unidades políticas significativas (locales, regionales,
nacionales) se estudiaría el grado de dependencia espacial y heterogeneidad interdistrital de
la variable de voto en todas las escalas simultáneamente. Esto nos proveería de un
indicador adecuado para conocer cuán uniforme o diferenciada geográficamente
(regionalizada, agrupada o clusterizada) se encuentra la variable de voto, sin incluir ningún
sesgo de selección espacial incorporado por el tipo de escala elegida. En el caso de la
dimensión dinámica, en vez de estudiar la homogeneidad del cambio distrital de una
variable de voto entre dos elecciones sucesivas, se estudiaría en qué medida una variable de
voto predice el desempeño de la misma variable de voto en una elección posterior,
considerando la dependencia espacial de la variable independiente (elección inicial), la
heterogeneidad espacial de la variable dependiente (elección posterior) o de ambas a la vez.
Por último, en el caso de la sub dimensión de congruencia estática del voto individual entre
dos categorías o niveles electorales, se estudiaría; primero la similitud del comportamiento
individual entre variables de voto correspondientes a distintas categorías y niveles
electorales (estática o dinámicamente) y luego, la dependencia espacial interdistrital de los
valores de voto congruentes como nueva variable de voto.
IV. Metodología y Datos
El estudio comparado del impacto de diferentes arreglos institucionales sobre las
condiciones y el proceso de nacionalización del sistema político en estados multinivel
presidencialistas incorpora dos dimensiones diferentes; una vinculada a la heterogeneidad y
transformaciones de las instituciones políticas y la otra referida a los efectos mecánicos del
sistema electoral. Como ya se adelantó, en este trabajo fijaremos la segunda dimensión
limitando nuestro análisis a las elecciones ejecutivas de nivel Nacional (presidenciales) y
subnacionales (gubernatoriales) en dos casos paradigmáticos diferentes: Argentina y Brasil.
Sobre esta base evaluaremos tres hipótesis no excluyentes, donde la variable independiente
estará constituida por las condiciones institucionales opuestas de cada país en cuanto a
diversidad y tasa de cambio. Mientras que la variable dependiente será en primer lugar: (i) la
nacionalización del comportamiento electoral considerada en sentido amplio (integrando
sus diversas dimensiones), en segundo lugar (ii) distintas combinaciones de las dimensiones
estática, dinámica y de congruencia de la nacionalización del comportamiento electoral y en
tercer lugar, (iii) determinadas configuraciones del sistema de partidos en relación a las tres
dimensiones ya mencionadas de la nacionalización del electorado.
24
documentos de trabajo
Si se considera la relación entre instituciones y nacionalización política en sentido amplio
debería corroborarse lo siguiente.
Hipótesis 1. La presencia de diseños institucionales diversificados y procesos de reforma
política constantes deberían producir condiciones estáticas y dinámicas de nacionalización
relativamente más bajas así como una mayor incongruencia entre niveles y categorías
(Argentina); en presencia de diseños institucionales homogéneos y estables, deberían
verificarse resultados opuestos (Brasil).
Sin embargo, la relación causal expuesta previamente, por ser genérica, no distingue entre
los diferentes efectos causales que las condiciones institucionales de un estado multinivel
presidencialista podrían tener sobre cada una de las dimensiones de la nacionalización
consideradas individualmente (estática, dinámica y congruencia).
Investigaciones previas sobre el caso argentino muestran como el sesgo partidario, es decir
la
ventaja
internalizada
mecánicamente
por
un
partido
o
coalición
política
independientemente de los resultados de una elección (victoria o derrota) y no el sesgo
mayoritario de los sistemas electorales subnacionales (Calvo et al. 2001), son los que se
vinculan causalmente con los procesos de reforma política y por lo tanto con la diversidad
institucional existente (Calvo y Escolar 2005; Calvo et al. 2001). Estas mismas
investigaciones muestran como los sistemas políticos subnacionales tienden a ser en
promedio menos fragmentados y más estables que el sistema político nacional, aun cuando
difieran mucho entre sí.
La generalización de estas constataciones empíricas permiten formular el siguiente
corolario teórico: Estados tendencialmente más heterogéneos y menos estables
institucionalmente pueden promover niveles de nacionalización estática relativamente altos
en el plano subnacional y dicho comportamiento menos fragmentado del sistema de
partidos subnacional puede imprimirle a su vez un efecto más nacionalizado al sistema
político nacional. Si se vinculan ambas cuestiones, debería verificarse un efecto potenciador
de la diversidad institucional sobre la congruencia electoral, ya que ambos sistemas
(nacional y subnacional) al interactuar entre si tenderían a limitar comportamientos
incongruentes en el electorado.
25
documentos de trabajo
Sin embargo, la diversidad institucional y la reforma política reiterada en un estado
presidencialista multinivel debería producir un efecto contrario si se considera la
nacionalización dinámica del sistema político en el nivel nacional, puesto que el impacto de
la diversidad y las reformas subnacionales sobre el comportamiento electoral nacional se
debería expresar en un aumento de los cambios en la regionalización de la volatilidad y con
ello una reducción de la estabilidad del sistema de partidos nacional.
Hipótesis 2. El sesgo partidario es un efecto endógeno de la diversidad e inestabilidad
institucional subnacional que promueve la nacionalización estática y la congruencia del
sistema político nacional, pero que en cambio reduce su nacionalización dinámica.
Una especificación de la última hipótesis que considere las consecuencias del sesgo
partidario sobre el sistema de partidos –tanto en el plano nacional como subnacional–
debería incluir como variables independientes a los niveles de nacionalización estática,
dinámica y congruencia obtenidos por cada partido político o coalición en la variable de
voto Presidente y Gobernador durante el periodo estudiado.
La presunción más razonable que permitiría explicar el efecto estático de la diversidad e
inestabilidad institucional sobre la integración geográfica del sistema político nacional y el
aumento de la congruencia en el comportamiento de los electores, es la presencia de
partidos y coaliciones predominantes relativamente estables en el ámbito subnacional, que
por medio de arreglos coalicionales efímeros garanticen la viabilidad a su vez de partidos y
coaliciones predominantes de composición más inestable y coyuntural en el ámbito
nacional (Escolar 2007).
El corolario de esta afirmación para el equilibrio de los sistemas políticos en estados
multinivel presidencialistas es la siguiente.
Hipótesis 3. Los niveles altos de nacionalización estática horizontal y vertical pueden ser
compatibles con niveles relativamente bajos de nacionalización dinámica, cuando se
verifica la presencia de partidos/coaliciones predominantes en la arena nacional y viceversa;
niveles relativamente bajos de nacionalización estática horizontal y vertical pueden ser
compatibles con altos niveles de nacionalización dinámica cuando se verifica la presencia
de un sistema de partidos-coaliciones competitivo en la arena nacional.
26
documentos de trabajo
Con el propósito de testear las tres hipótesis previamente enunciadas se presentará a
continuación la especificación de las variables de voto en cada uno de los casos estudiados
(Argentina y Brasil) y luego se presentaran los índices utilizados para medir la
nacionalización estática y la congruencia junto con los modelos desarrollados para medir la
nacionalización dinámica.
IV.
1. Selección de las variables de voto Presidente y Gobernador
La idea de fijar el estudio en las categorías ejecutivas y no en la legislativas, se debe a que
ambas tienen aproximadamente los mismos efectos mecánicos sobre la selección de
preferencias individuales y la entrada electoral, puesto que su magnitud es siempre la misma
(uno) y adicionalmente; porque los reaseguros institucionales previstos por la teoría de la
coordinación estratégica (simultaneidad e impulso descendente) ubican en ellas los
incentivos para mantener a los sistemas políticos multinivel fuera del peligro de las fallas de
coordinación (Cox 1997).
La opción por las categorías ejecutivas de Presidente y Gobernador, resulta contraria a la
mayoría de los estudios reseñados en el acápite previo y también a los estudios empíricos
sobre la integración política o “nacionalización” horizontal en Argentina y Latinoamérica
(Calvo y Escolar 2005; Leiras 2006; Gibson y Suárez-Cao 2007; Alemán y Kellam 2008;
Lupu 2009; Lodola 2009; Harbers 2009; Leiras 2010), ya que en ellos o bien se priorizan las
variables de voto legislativas o una mezcla de alguna de estas con la de presidente.
La justificación de su inclusión en esta investigación obedece a dos razones: una de tipo
político, ya que asumimos que son los principales premios electorales del escenario
institucional de ambos países y tienen el mismo perfil personalizado y ejecutivo; la otra, de
tipo estratégico institucional, que busca minimizar los efectos mecánicos de la influencia
del vínculo entre magnitudes de distrito (influencia o coattails) y con ello limitar los efectos
a priori compresivos de una candidatura uninominal más fuerte sobre otra plurinominal más
débil.
La primera variable de voto “Presidente” se definió por partido o candidato para aquellos
casos relevantes a nivel nacional.14 La segunda variable se definió sumando en cada distrito
14
Se consideraron solo a los partidos que superasen el 5% de los votos válidamente emitidos a nivel nacional.
27
documentos de trabajo
los votos correspondientes a todos los candidatos a gobernador (con más del 5% de los
votos totales) que apoyaron a alguno de los partidos o candidatos incluidos en la primera
variable.
Por las características intrínsecas de los datos agregados para elecciones a gobernador y a
presidente, debemos reconocer la presencia de un sesgo regional incorporado dentro de la
segunda variable de voto que no se encuentra en la primera. El sesgo mencionado da
cuenta de la existencia de múltiples elecciones diferentes en la variable de voto gobernador
(una en cada estado o provincia) que no existe en la de Presidente.
En el caso argentino en general hay un solo escenario electoral predominante donde juegan
las mismas fuerzas políticas en el orden Presidencial y Gubernatorial,15 las coaliciones
electorales ligadas a los dos mayores partidos tradicionales del sistema político argentino el
Justicialismo (PJ) y la Unión Cívica Radical (UCR) deben ser además complementadas
progresivamente por un conjunto de coaliciones electorales de perfil más coyuntural, que
han sido agrupadas de forma aproximada en dos secuencias históricas: la de “centro
derecha” y la de “centro izquierda”. Demás está decirlo que esta clasificación es bastante
arbitraria, ya que en muchos casos algunas coaliciones incluyen a partidos que al
incorporarse a una nueva coalición, cambian su posición en el espectro derecha izquierda o
viceversa. Sin embargo, creemos que para el nivel de análisis de este trabajo, su presencia
no genera serios problemas de sesgo de selección.
En el caso de Brasil para el período estudiado, se presentan dos escenarios distintos, por un
lado hay coaliciones presidenciales organizadas en torno dos grande partidos nacionales; el
Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el Partido de los Trabajadores (PT) y
existen por cierto otros partidos menores que no han sido tomados en cuenta16 por las
cuestiones convencionales que ya han sido explicadas más arriba. Mientras que por el otro
lado, hay coaliciones gubernatoriales organizadas en torno a los dos grandes partidos de la
arena presidencial y a otros, que aun siendo partidos de alcance nacional, solo juegan en la
15 Han existido y existen todavía partidos provinciales relevantes y coalicionas partidarias provinciales estables
y relevantes. Pero en general dan su apoyo a candidaturas de los principales partidos o coaliciones electorales
presidenciales. Por otro lado y como resultado de la autonomía en el proceso de formación de candidaturas y
en las facilidades para formar partidos y coaliciones electorales existentes en las provincias Argentinas,
muchas veces el mismo partido Nacional se presenta dentro de coaliciones subnacionales diferentes o lleva
nombres distintos.
16 Salvo el Partido Socialista Brasileño (PSB) en el año 2002.
28
documentos de trabajo
arena subnacional como el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y el
Partido del Frente Liberal (PFL).
IV.
2. Nacionalización estática horizontal
A ambas variables de voto comentadas más arriba, se le aplicó el estadístico de auto
correlación espacial I de Moran (Moran 1950) sobre los porcentajes de voto por
departamento en Argentina y municipio en Brasil a fin de obtener un valor
partidario/coalicional de nacionalización estática horizontal. Luego, se calculó un valor
general de nacionalización estática horizontal anual, correspondiente a la media ponderada
del estadístico I de Moran estimada previamente para cada partido/coalición (ver: anexo
estadístico; Tablas I y II). 17
Dicho estadístico (I de Moran) es uno de los más antiguos y eficientes indicadores de auto
correlación espacial. Se aplica a zonas o puntos que poseen variables numéricas asociadas,
también llamadas intensidades. Para cualquier variable cuantitativa, Xi, puede calcularse la
media, al igual que la desviación estándar de cualquier observación respecto de esa media.
El estadístico compara entonces el valor de la variable en cualquier localización con los
valores en todas las otras localizaciones (Ebdon 1985; Griffith 1987; Anselin 1992).
La I de Moran es similar al coeficiente de correlación en que se compara la suma de
productos cruzados en distintas localizaciones, en este caso, fueron ponderadas por la
inversa de la distancia lineal entre ellas18 para minimizar el efecto de
17
MAUP
entre áreas
Los valores del estadístico I de Moran obtenido son muy robustos como lo atestiguan el alto valor de z
obtenido en cada caso de acuerdo a las e n permutaciones efectuadas.
18 Existen dos formas alternativas de calcular el coeficiente w que es la métrica de la contigüidad. O bien
utilizando los centroides de las áreas y un parámetro de distribución continuo de algún tipo (lineal, cuadrático
logarítmico, gaussiano etc.) o bien recurriendo a una matriz de grado n (n vecinos próximos) donde la
vecindad entre polígonos se define por algún criterio de contacto (arista, arista y punto, tamaño del segmento
etc.).
29
documentos de trabajo
rurales y urbanas19 y para garantizar una medida conservadora que no limitase a priori la
escala de la auto correlación espacial.20
Formalmente es definido por:
Donde N es el número de casos, Xi es el valor de la variable en alguna localización i en
particular, Xj es el valor de la variable en otra localización j (donde i ≠ j), X es la media de
la variables y Wij es una ponderación aplicada a la comparación entre las localizaciones i y j.
En la formulación inicial de la I de Moran la variable de ponderación Wij era una matriz de
contigüidad. Si la zona j es adyacente a la zona i, la interacción recibe una ponderación de
1. De otra manera, la interacción recibe una ponderación de 0. Cliff and Ord (1973)
generalizaron esta definición para incluir cualquier tipo de ponderación. Generalmente, Wij
es un ponderador basado en la distancia, el cual es la inversa de la distancia entre las
localizaciones i y j (1/d ij).
Como el coeficiente de correlación, varía entre -1.0 y + 1.0. Cuando localizaciones cercanas
entre sí tienen valores parecidos, los productos cruzados son altos positivos. Por el
contrario, cuando localizaciones cercanas tienen valores disímiles se generan productos
cruzados bajos y negativos. En consecuencia, un valor positivo y alto de “I” indica más
auto correlación espacial positiva mientras que un valor negativo y bajo de “I” indica más
auto correlación espacial negativa.21
Los resultados obtenidos por el procedimiento descrito brindan estimaciones sobre el
grado de diferenciación geográfica por dependencia espacial de las variables de voto
19
En ambos países las unidades geográficas rurales son mucho más grandes que las urbanas. Por lo tanto al
usar una métrica lineal se capturó el efecto de la aglomeración en áreas urbanas y se limitó el efecto de
aglomeración ficticia en áreas rurales. Por otro lado, no se consideró la variación interna de la ciudad
Autónoma de Buenos Aires para asimilarla a un Municipio (teniendo en cuanta que en ambos países lo
principales municipios ocupan la mayor parte del núcleo urbano de referencia al interior de un mismo Estado
o Provincia).
20 Uno de los aspecto más controversiales destacados en la literatura (Katz 1973 y 1973a; Woolstencroft
1980), es la determinación ad hoc de grupos como resultado de la incorporación arbitraria de delimitaciones
políticas específicas (circunscripciones, provincias, estados, municipios, etc.). La utilización de un parámetro
de distancia garantiza la incorporación de todos los efectos a escala de dependencia espacial.
21 Intuitivamente se puede visualizar el patrón de diferenciación geográfica del voto en condiciones de auto
correlación positiva, como uno que varía entre una condición uniforme en 0 y una condición regionalizada en
grandes grupos similares tendiendo a 1, mientras que en condiciones de auto correlación negativa, el patrón
varía entre una condición uniforme en 0 y una condición heterogénea con valores individuales contiguos muy
dispares tendiendo a -1.
30
documentos de trabajo
partidarias/coalicionales a nivel nacional y también de su media ponderada por elección. A
estos resultados se les adicionó una estimación local de los valores de auto correlación
geográfica de la integración política o “nacionalización” horizontal destinados a visualizar
de manera aproximada el patrón da agregación o agrupamiento de las variables de voto
individualmente consideradas (un ejemplo de su utilización puede verse en las Figuras I y
II).
Para ello se calculó el coeficiente de auto correlación espacial I de Moran procesado
localmente según el modelo estadístico espacial
LISA
(Anselin 1995), que brinda, un
resultado para cada departamento utilizando un matriz de contigüidad de sus vecinos más
cercanos. Este fue calibrado según un criterio de vecindad que incluye a los polígonos de
orden 1 y 2; como resultado se obtuvo un coeficiente de auto correlación espacial para cada
localización individual agrupado en dos niveles para los valores más altos de la variable
estudiada (color rojo), dos niveles para los valores más bajos (color azul) y uno nivel para
los cercanos a 0 (color Siena).22
IV.
3 Nacionalización estática vertical: congruencia
Una vez conocido el grado de nacionalización política estática horizontal del voto
presidencial y del voto a gobernador se procedió a estudiar el grado de nacionalización
estática vertical de la relación entre ambas variables (congruencia entre niveles o
categorías). Con este fin se estimó el voto congruente entre ambas categorías, compuesto
por el número de votantes individuales que optaron por una candidatura a presidente y una
a gobernador asociadas coalicionalmente entre sí.
Al no existir una fuente directa donde obtener la información, la misma fue estimada
mediante inferencia ecológica (King 1997) utilizando la metodología RxC de inferencia
Ecológica Multinomial de Dirichlet, descripta en Wittemberg y otros (2007).23 Los datos
utilizados fueron las variables de voto presidente y gobernador por partido o candidatura
22
23
Una descripción detallada puede verse en Anselin (1995).
Más detalles pueden verse en Rosen et al. (2001)
31
documentos de trabajo
ya descritas en una matriz que involucró a todos los departamentos y municipios de cada
país.24
El resultado obtenido fueron valores de voto congruente por partido y candidatura
presidencial para los años estudiados y un valor general de voto congruente nacional
correspondiente a la media ponderada anual de los valores de voto congruente partidario o
de candidaturas. Posteriormente, se calcularon los límites de confianza para estas
estimaciones mediante un plan de re muestreo “bootstrapping” (Efron 1982) con 1000
iteraciones.25
Con el propósito de poder estimar el grado de nacionalización horizontal del voto
congruente se procedió de la misma forma que con las variable de voto Presidente y
Gobernador aplicando el estadístico I de Moran. Sin embargo, en este caso fue necesario
estimar también los valores departamentales de voto congruente ya que el modelo de
inferencia ecológica utilizado solo brinda valores generales y no estimados locales. Para ello
se utilizó una ventana móvil de n vecinos cuyo número fue optimizado como una función
de maximización del número de votos congruentes. El número de vecinos óptimo
resultante fue de 18. Finalmente, dichos resultados también se procesaron por medio del
modelo de imputación local Lisa de valores de auto correlación espacial, con el propósito
de observar los patrones de agregación del voto congruente.26
IV.
4. Nacionalización dinámica horizontal
A continuación se procedió a medir el grado de nacionalización dinámica horizontal para la
categoría Presidente circunscribiendo los alcances del cálculo exclusivamente a los cambios
de preferencias de voto entre elecciones. Con este propósito se utilizaron en forma
comparada cuatro modelos lineales tres de los cuales incorporan la dependencia y y/o la
heterogeneidad espacial en la estimación de los parámetros. El primero, tradicional de
24 En el caso de variable Gobernador, se agruparon por departamento todos los valores de voto de todas los
partidos/coaliciones que en cada provincia o estado apoyaron la misma candidatura presidencial.
25 Como puede verse en las Tablas III y IV, los resultados son muy robustos para ambos países.
26 En este punto debe tenerse en cuenta que los datos no son tan robustos como en el caso del voto
presidencial y de gobernador puesto que los valores locales de voto congruente fueron estimados con una
ventana móvil de n vecinos cuya función de optimización no considera los límites provinciales en el voto a
gobernador. Por esta razón los estimados locales integran valores contiguos de voto a gobernador de
provincias distintas generando un efecto probable de difuminación de los valores de borde.
32
documentos de trabajo
mínimos cuadrados (OLS) el segundo regresivo ponderado espacialmente de potencial
(STSLS), el tercero: auto regresivo espacial (SWLS) y finalmente el cuarto; que combina a los
dos anteriores en un modelo auto regresivo espacial ponderado espacialmente (SWTSLS).
La base teórica de los llamados modelos espaciales auto regresivos (Anselin 1988) se
fundamente en que una función de dependencia espacial expresa cómo la magnitud de una
variable de respuesta depende de los valores de la variable de respuesta de las
observaciones vecinas.
Formalmente
y = rWy + Xb + e
En estos modelos cada observación yi es función de un regresor Xi, asi como también es
condicionado por los valores vecinos de y.
Un proceso auto regresivo
y = rWy + ε
Puede expresarse como la inversa de Leontief
y = (I - rW)-1 + ε
Por lo que el modelo puede expresarse como
y = (I - rW)-1 Xβ + (I - rW)-1 + ε
Donde y es un vector n por 1 de observaciones de la variable dependiente, W es una
matriz n x n de ponderaciones espaciales que formaliza la extensión, intensidad y estructura
de la relación de vecindad entre observaciones, r es el parámetro auto regresivo, X es una
matriz n x k observaciones de la variable independiente, b es un vector k por 1 de
coeficientes de regresión, y e es el vector n por 1 de términos de error aleatorio.
En la bibliografía, es usual encontrar referencias al término “auto regresivo” como efecto
de “derrame” (spillovers) difusión, o contagio. En estos modelos las estimaciones de los
parámetros no puede hacerse mediante las técnicas corrientes de mínimos cuadrados,
debiendo utilizarse técnicas de Máxima Verosimilitud (Ord 1975).
33
documentos de trabajo
El otro tipo de modelo que considera la componente espacial (en este caso como
heterogeneidad) son los modelos potenciales, que trabajan sobre las perturbaciones
espaciales en la variable independiente. Originalmente, el motivo de la formulación de estos
modelos se encuentra relacionado al estudio de la interacción de variables independientes
en el espacio, formulados como la suma de términos de “masa”, debidamente ponderados
mediante una función de caída de intensidad como resultado de la distancia. En este caso,
la componente espacial en la variable dependiente está formulada a través una ponderación
de los valores vecinos del regresor X.
y = Xb + WXg + e
Donde g es el parámetro que expresa la incidencia espacial. Una vez construida la matriz de
ponderaciones espaciales, la estimación de los parámetros se hace por mínimos cuadrados
ordinarios.
Es importante destacar que en este último tipo de modelos, tratándose de datos agregados,
los estimados del caso estudiado no se encuentran a salvo de los problemas denominados
como “falacia ecológica”, ya que los valores para los términos auto-regresivos o lags para
los individuos, difieren de los valores agregados. Sin embargo, tal como menciona Anselin
(2003), existen contextos donde el interés está en un objeto agregado en sí mismo y no en
la agregación de unidades de menor nivel.27
El último de los modelos, no es más que una combinación de los dos anteriores que
formalmente puede expresarse como
y = rWy +Xb + WXg + e.28
Los resultado de los cuatros modelos se compararon entre sí para efectuar inferencias
acerca del impacto de la dependencia y la heterogeneidad espacial sobre el cambio del
comportamiento electoral. De esta forma, no solo se pudo estimar la estabilidad temporal
del comportamiento electoral en el proceso de nacionalización dinámica horizontal, sino
27 Sobre las discusiones relacionadas con aspectos teóricos de la formulación e interpretación de estos
modelos consúltese Anselin (1988, 1990, 2001 y 2003); Brueckner (2003), Goodchild et al. (2000) y LeSage
(2009).
28 Una descripción más detallada de este puede verse en LeSage (2009: 32) como modelo espacial de Durbin
(SDM).
34
documentos de trabajo
fundamentalmente, sí el grado de estabilidad temporal implicaba o no cambios –y en qué
magnitud– en la estabilidad espacial y la regionalización del apoyo electoral.
V. Geografía electoral y nacionalización del electorado en
Argentina y Brasil. Perspectiva multinivel estática
La dependencia espacial positiva del comportamiento agregado electoral expresa en qué
medida una unidad política de base geográfica se comporta en forma similar a las unidades
más próximas y de manera diferente a las más distantes. Desde un punto de vista electoral
esto puede ser interpretado de dos maneras; asimilando la dependencia espacial a un tipo
de influencia política local que impacta sobre el comportamiento medio de los electores
(efecto de vecindad) o en forma complementaria, asumiendo que la dependencia es una
estructura geográfica presente en el electorado que se diferencia de la estructura política
nacional electoral (efecto de regionalización).29 En el primer caso, lo que se mide es la
desnacionalización del electorado como influencia política local sobre las decisiones de
voto y en el segundo la nacionalización del electorado como diferenciación geográfica del
sistema político.
El estudio de la dimensión estática de la nacionalización ha enfatizado en general la
segunda perspectiva (estructural) mientras que el estudio de la dimensión dinámica ha
hecho lo contrario, enfatizando comúnmente la primera perspectiva (comportamental). En
este apartado nuestro enfoque seguirá la primera tradición que se corresponde con los
estudios estáticos, a fin de ser más parsimoniosos con los análisis previos sobre la misma
cuestión.
De todas formas, tenemos que señalar que esta opción implica cierta confusión en el
análisis, puesto que los datos de la dependencia espacial miden directamente la
desnacionalización y no pueden ser invertidos30 teniendo en cuenta que la relación no es
lineal.
29
Como ya se discutió en la metodología, en este punto hay que ser muy cuidadosos porque la dependencia
espacial puede en ciertos casos confundirse con la heterogeneidad espacial, sobre todo cuando esta no se
define paramétricamente (inestabilidad paramétrica espacial) sino en relación al agrupamiento local
(heteroscedasticidad de grupos o groupwise).
30 Como por ejemplo, en la popular utilización de la inversa del índice de Gini para medir la nacionalización
estática o heterogeneidad de la variable de voto.
35
documentos de trabajo
Para solucionar este problema, nuestra exposición se efectuará sobre datos presentados
como niveles de desnacionalización, pero en contraposición se los estudiará como
indicadores de estructuras regionalizadas del voto que limitan el alcance nacional del
sistema político.
La dependencia espacial de la variable de voto Gobernador tanto en Argentina como en
Brasil no expresa el comportamiento regionalizado en la selección de preferencias para la
elección del gobernador (lo cual sería un proceso sub provincial o estatal), sino que en
realidad es una variable ficticia que agrupa a todos los candidatos, partidos o coaliciones
que en cada unidad política de la arena subnacional (provincial o estatal) dieron su apoyo
explícito a una candidatura presidencial. Por lo tanto, se refiere al comportamiento
regionalizado de los electores que votaron por candidatos a gobernador que apoyaban
explícitamente una candidatura presidencial.
La congruencia entre dos variables de voto, en nuestro caso la variable presidente y la
variable gobernador, expresa en qué medida los electores tomaron la misma decisión de
voto al preferir candidatos a Presidente y Gobernador que integran listas o coaliciones
explícitamente vinculadas entre sí. Si bien este conjunto de electores congruentes es
presumiblemente uno solo, su estimación depende de cómo se considere la influencia entre
ambas categorías, es decir, si se lo estima presumiendo la transferencias de votos desde el
presidente al gobernador o viceversa; por esta razón salvo en los casos en que la influencia
fuese la misma, no debería dar idénticos resultados. Como ya se dijo en el capítulo
precedente esto atañe al análisis de la influencia o arrastre (coattail effect) entre categorías y
salvo excepciones, no va a ser incluido en este trabajo.31 Sin embargo, sí se incluirá su
31
La literatura sobre coattails (impulso, influencia o arrastre) parte del estudio de los márgenes diferenciales
entre dos tipos de candidaturas y les atribuye al tamaño de tales diferencias la capacidad de influenciar que
tiene una categoría sobre la otra (en general la ejecutiva sobre la legislativa) (Miller 1955; Press 1958). Sobre
esta base, enfocando en el perfil estocástico o no de tales diferenciales (Hogan 2005) se incluyen diversos
tipos de variables de control; sociales, políticas y económicas que estarían afectando –de acuerdo a la teoríalos coattaills. En la tradición comentada, todas las perspectivas incluyen entonces mediciones indirectas del
fenómeno (salvo en los casos en que se utilizan datos de opinión pública provenientes de encuestas), las
cuales se descomponen a su vez en dos grandes grupos: quienes enfocan el análisis del comportamiento
individual de los electores y estiman sobre esa base el desempeño de los coattails (Rieselbach 1973 y 1995;
Ewards 1979 y 1983; Ferejohn 1983 y 1984; Campbell 1990 y 1991; Gelman 1990; Flemming 1995; Mattei y
Glasgow 2005; entre otros) y los que lo hacen sobre el número de partidos efectivos y estiman el impacto de
los coattails sobre la competencia política (Cox y Katz 1996; Jones 1994; Mainwaring y Shugart 1997; Mozaffar
et al. 2003; Ordeshook y Shvetsova 1994; Filippov et al. 1999; Golder 2005; Clark y Golder 2006, entre otros)
Nosotros utilizaremos aquí una perspectiva inferencial individual sobre datos agregados en la tradición de
Gelman (1990) de acuerdo a lo descrito en la sección metodológica.
36
documentos de trabajo
consideración para estimar un valor medio más conservador, que será utilizado como
punto de referencia en el análisis.
La dependencia espacial de la variable congruencia expresa lo mismo que en el caso de las
variable de voto Presidente o Gobernador, pero medida sobre una nueva variable de voto
que cuantifica el porcentaje de votantes congruentes que optaron por una misma lista o
coalición; tendencialmente más influenciados por el presidente o el gobernador. Los
votantes más nacionalizados serán aquellos que voten la misma lista o coalición entre
niveles, cuyo emplazamiento geográfico carezca de dependencia espacial y que tiendan a
estar influenciados por la variable de voto mas nacional (en nuestro caso la de presidente).
V.
1. Argentina
Un observación general sobre la dependencia espacial de las variables de voto de
partidos/coaliciones para Presidente y Gobernador en Argentina, indica que si se consulta
la Tabla I (medias ponderadas totales), su nivel promedio para todo el periodo estudiado es
de moderadamente bajo a moderado y que por lo tanto la nacionalización estática argentina
no es demasiado fuerte, ya que los valores individuales de dependencia espacial se ubican
en general dentro del primer cuartil de la distribución. Más en detalle, se observa una clara
división entre las coaliciones
PJ
y
UCR
que tienen un comportamiento más nacionalizado -
tanto en los valores medios de presidente como en los de Gobernador- y las coaliciones de
Centro derecha y Centro Izquierda que presentan, por el contrario, un comportamiento en
el sentido opuesto (Tabla I: media de partidos/coaliciones). Por otro lado, las secuencias
históricas entre los valores de Presidente y Gobernador para el caso del
PJ
y la
UCR,
muestran comparativamente una inversión bastante simultánea, que va desde una situación
de mayor nacionalización del voto Presidente respecto del voto Gobernador al inicio del
período, hasta una situación contraria a partir de aproximadamente mediados de la década
del 90 (con un ligera inversión del
PJ
en 1999). Por el contrario, la misma secuencia
histórica en el caso de la centro derecha y la centro izquierda, tiene un comportamiento
visiblemente diferente; mientras que la centro derecha mantiene en gran medida una
situación similar o menos nacionalizada en el voto Gobernador, la centro izquierda se
comporta al revés, mostrando siempre una situación menos nacionalizada en el voto a
37
documentos de trabajo
presidente.32 Ambas tendencias son consistentes con el perfil más “provincial” de las
fuerzas que integran las coaliciones en el caso de la centro derecha y más “nacional”
(aunque muy regionalizada) en el caso de la centro izquierda (Tabla I: valores anuales de
partidos/coaliciones).
Nuevamente una perspectiva general, pero ahora dirigida a la congruencia electoral entre
niveles (Tabla
III,
medias ponderadas Totales), nos indica que su valor promedio es
bastante bajo lo cual evidencia que la nacionalización estática vertical (entre niveles de
categorías ejecutivas) es bastante alta. Si se analizan los datos con mayor detalle, veremos
que el comportamiento de la congruencia es fuerte en el
PJ
y la
UCR
pero menos
pronunciado en esta última, mientras que la centro derecha y la centro izquierda como era
previsible, se comportan en forma mucho más incongruente con un sesgo más
pronunciado en la centro derecha (Tabla
III,
media
PG/GP
de InCo por partido coalición).
Distinta es la situación si se analizan por separado la congruencia medida desde la
tendencia de voto presidencial (PG) o desde la tendencia de voto a gobernador (GP), aquí
los guarismos medios ponderados totales son siempre más nacionalizados (mas
congruentes) para la tendencia presidencial que para la de gobernador salvo en el caso de la
centro derecha (Cuadro III, medias de PG y GP por partido/coalición).
Cuando se estudia a lo largo del período el comportamiento de la congruencia electoral
(Tabla
III,
columnas de valores de CoPG y CoGP), la primera observación que surge es la
relativa estabilidad de la nacionalización vertical del
PJ
–tanto en la influencia presidencial
como en la de gobernador–, que contrasta con la diferencia entre la relativa estabilidad de
la influencia presidencial y la reducción paulatina de la influencia gobernador en la UCR (en
ambos casos manteniendo siempre un valor mayor de la tendencia presidente). Una vez
más, esta situación se invierte para la centro derecha y ligeramente para la centro izquierda
(con algunos casos notables de alteración de influencia predominante a favor de la
gubernatorial).
Por último, el comportamiento de la dependencia espacial de las variables de voto:
congruencia electoral con influencia presidencial (ImCo
PG)
y congruencia electoral con
influencia a gobernador (ImCo GP) evidencia comportamientos más heterogéneos, tanto en
32 Esta tendencia se sustenta aún más si observamos que la coalición clasificada como “centro izquierda”,
pero que en el año 2007 agrupaba a fuerzas de ambos lados del espectro político ideológico (la Coalición
Cívica), es la que presenta los valores más altos ya parecidos en ambas variables de voto.
38
documentos de trabajo
los valores medios de la serie temporal como en las fluctuaciones a lo largo del tiempo. El
primer aspecto (ImCo
PG)
vuelve a ubicar al
PJ
como la coalición más nacionalizada y en
una situación consistente con las demás variables (ya que cuenta con dependencia espacial
más alta en la tendencia a presidente) y a la UCR parecida pero más desestructurada (ya que
tiene también más alta la influencia presidencial pero casi igual a la de gobernador).
Mientras tanto, la centro derecha invierte la relación con valores muy parecidos a la UCR y
la centro izquierda reproduce a los partidos tradicionales con valores cercanos al
segundo aspecto (ImCo
GP),
PJ.
El
no muestra un patrón claro pero sí una persistente variación
en el tiempo común a todas las fuerzas políticas.
Algunos resultados sistemáticos pueden extraerse de las observaciones precedentes. En
primer lugar, que la nacionalización estática (horizontal y vertical) en Argentina vista en su
conjunto, es bastante alta con tendencia a decrecer. En segundo lugar que existen dos
grupos de fuerzas políticas; por un lado el
PJ
y la
UCR
que son partidos/coaliciones más
nacionalizadas y por el otro, la centro derecha y centro izquierda que son
partidos/coaliciones menos nacionalizadas. En tercer lugar, que la disminución paulatina
de la nacionalización es el resultado de la aparición de las fuerzas políticas del segundo
grupo más el debilitamiento de la
UCR.
En cuarto lugar, que la disminución relativa de la
incongruencia de influencia gubernatorial deja al descubierto la desestructuración
multinivel del voto
UCR
y se refleja en un mayor equilibrio en el tiempo de la centro
derecha y sobre todo de la centro izquierda. Lo cual nos lleva a presumir que el
comportamiento agregado que sostiene la relativa nacionalización estática electoral
Argentina, se basa en el desempeño político estable de la base electoral del PJ y su correlato:
la probable mayor institucionalización de dicho partido/coalición política en el sentido
señalado por Lupu (2010).
V.
2. Brasil
El caso Brasileño es notoriamente distinto. Si se consulta la dependencia espacial media
ponderada para todo el período así como sus valores anuales (Tabla II), se verifica que ellos
son entre moderadamente altos e intermedios y por este motivo, la desnacionalización
estática brasileña es significativa (alrededor del tercer cuartil) y se ubica aproximadamente
en el doble que la de Argentina. La observación anterior se profundiza aún más si se
considera por separado el comportamiento medio de la dependencia espacial en los
39
documentos de trabajo
partidos/coaliciones principales el
PT
y el
PSDB
ya que sorprendentemente la presidencial
es la menos nacionalizada. La variable de voto gubernatorial en ambos casos, se mantiene
por debajo, salvo en el caso del
PSB
para el año 2002 (Tabla II, fila de valores medios). En
lo concerniente a la secuencia histórica, la relación se mantiene constante y la única
excepción es nuevamente el año 2002, donde esta vez el PT invierte la relación, presentando
una variable de voto gobernador con mayor dependencia espacial que la de presidente
(Tabla II, columnas IdeM P y G; PT y PSDB).
En el caso Brasileño existe un tipo de comportamiento electoral de gran magnitud que
engloba a la totalidad del voto negativo (Blancos y Nulos), si bien su análisis será motivo de
investigaciones posteriores, es interesante consignar que en este caso (Tabla II, IdeM P y G;
ByN),
tanto los valores promedios como los anuales reproducen la relación comentada más
arriba sin excepciones y con valores aún más altos en ambas variable de voto (presidente y
gobernador)
La perspectiva general, pero en esta caso dirigida al análisis de la congruencia electoral entre
niveles, muestra grandes diferencias. En términos generales el sistema está claramente
menos nacionalizado que en Argentina para la dimensión estática vertical (Tabla
IV,
promedio ponderado total). Los dos partidos/coaliciones principales revelan un valor
promedio ponderado para todo el período prácticamente igual entre sí y respecto al valor
medio del país. Al igual que en el caso de la dependencia espacial, el
PSD
(2002) tiene
guarismos ligeramente más nacionalizados, mientras que por el contrario, el voto negativo
se acerca a la incongruencia total (Tabla
IV,
promedio ponderado por partido coalición y
ByN).
Indagando con mayor detenimiento en los dos tipos de influencia del voto congruente (la
presidencial y la de gobernador) hay que destacar que los resultados generales son similares
que para Argentina: mayor congruencia en la tendencia presidencial y menor en la
gubernatorial (Tabla IV, media ponderada total). Al comparar el PT y el PSDB los resultados
difieren substancialmente, mientras el primero presenta una congruencia promedio mayor
en el voto con influencia gubernatorial, el
PSDB,
se comporta en el sentido opuesto,
destacándose una mayor nacionalización vertical del voto con influencia presidencial (Tabla
IV,
valores medios de CoPG y CoGP). La secuencia histórica confirma la descripción
anterior. El
PT
mantiene la relación entre influencias presidenciales y de gobernador
constantes y favorables a esta última prácticamente en todo el período (salvo en la elección
40
documentos de trabajo
de 2010 donde los valores se invierten). Mientras el
sentido opuesto y sin excepciones (Tabla
IV,
PSDB
también es constante, pero en el
columnas de valores de CoPG y
Complementariamente, el PSB (2002) se asemeja al comportamiento del
PT
CoGP).
mientras que el
voto negativo mantiene tendencias similares pero aún más marcadas que el PSDB.
Para completar el cuadro comparativo debemos considerar el comportamiento de la
dependencia espacial de las variables de voto brasileñas: congruencia electoral con
influencia presidencial (ImCo
(ImCo
GP).
PG)
y congruencia electoral con influencia a gobernador
En su conjunto la dependencia espacial se comporta en forma más
nacionalizada para la influencia presidencial que para la de gobernador, lo cual vuelve
parecerse al comportamiento medio agregado de Argentina aunque con guarismos de
dependencia espacial un poco más bajos. Por otro lado, si se consideran por separado las
dos principales fuerzas políticas (PT y
PSDB),
los valores medios reproducen los resultados
de la congruencia, presentando un perfil ligeramente menos nacionalizado para en el caso
de la influencia Presidente en el PT (dependencia espacial mayor) y su opuesto en el PMDB,
pero en condiciones mucho más marcadas. La secuencia histórica de los valores de
dependencia espacial de la congruencia electoral, muestra un comportamiento un poco más
heterogéneo pero a grandes rasgos asimilable a la media de cada influencia de voto
congruente para ambos partidos/coaliciones; con una ligera inversión en el principio y final
de la serie para el PT y un resultado prácticamente idéntico para la el PSDB en el año 2010.
De las observaciones precedentes extraemos los siguientes resultados sistemáticos. En
primer lugar, que la nacionalización estática (horizontal y vertical) en Brasil vista en su
conjunto, se encuentra en una posición media baja y con una tendencia relativamente
estable, salvo el año 2002. En segundo lugar se destaca un comportamiento homogéneo
poco nacionalizado en los dos partidos/coaliciones principales, ya que es la variable
presidente la que tiene mayor nivel de dependencia espacial. Nuevamente en este caso se
destaca el año 2002, ya que en esa fecha se produce una inversión de los resultados para el
PT.
En tercer lugar hay que considerar la presencia de votos negativos en gran magnitud y
para ambas categorías que en general siguen un patrón similar al comportamiento de las
fuerzas políticas principales salvo en la incongruencia donde su comportamiento es más
extremo. En cuarto lugar, hay que señalar que el desempeño de los partidos respecto a la
congruencia electoral entre niveles es en general opuesto y complementario entre sí. En
efecto, El
PT
es menos nacionalizado ya que el voto congruente de influencia Gobernador
es más alto que el de Presidente. El
PSDB,
en cambio, se comporta en el sentido opuesto,
41
documentos de trabajo
siendo más congruente la influencia presidencial. Las secuencias históricas confirman este
perfil con excepción del año 2010 donde el PT invierte sus guarismos. En quinto lugar, hay
que destacar que la dependencia espacial de la congruencia entre niveles es relativamente
baja para todo el sistema y sin demasiadas variaciones entre sí. Lo dicho hasta aquí nos
permite conjeturar que el comportamiento electoral Brasileño se encuentra en un relativo
equilibrio bastante desnacionalizado desde el punto de vista estático y que este equilibrio se
sustenta en la consolidación de dos coaliciones competitivas con perfiles de nacionalización
similares. En este contexto, aun verificándose un cambio substantivo en el año 2002,
parecería confirmarse que el
PT
a re-direccionado recientemente su comportamiento
general hacia uno más nacionalizado, tanto en la dimensión estática horizontal como
vertical.
V.
3. Argentina y Brasil en perspectiva comparada
El análisis comparado de la nacionalización estática en Argentina y Brasil nos permite
asociar dos tipos de sistemas de partidos con estructuras regionalizadas en el
comportamiento electoral muy diferentes. Adicionalmente nos lleva a formularnos
preguntas sobre la continuidad de la regionalización política y su posible impacto sobre la
nacionalización dinámica del comportamiento electoral, tema que será abordado en el
capítulo posterior.
Si hubiera que sintetizar los principales rasgos de la nacionalización estática vertical y
horizontal que caracterizan la coordinación electoral interdistrital en cada país, la definición
seria relativamente alta pero en descenso para Argentina y medianamente baja pero estable
en Brasil.
42
documentos de trabajo
Gráfico I. Dependencia espacial Electoral Gobernador y Presidente; medias anuales: Argentina 19832011 y Brasil 1994-2010.
MPA: Media anual ponderada de dependencia espacial Presidente, Argentina.
MGA: Media anual de dependencia espacial ponderada Gobernador, Argentina.
MPB: Media anual ponderada de dependencia espacial Presidente, Brasil.
MGB: Media anual de dependencia espacial ponderada Gobernador, Brasil.
Fuente: elaboración propia en base a datos de autoridades electorales federales y provinciales de la República
Argentina, y a datos del Tribunal Superior Electoral de Brasil.
En el gráfico
I
se muestran en forma conjunta los valores medios ponderados de la
dependencia espacial argentina y brasileña. La imagen general se mantiene casi inalterada
salvo por un aspecto importante, Argentina muestra una inversión de la relación entre
dependencia espacial Presidencial y Gubernatorial, que pasa de una situación más
pronunciada en el caso de la variable de voto Gobernador a otra opuesta donde la que
prevalece es la de Presidente (luego de un periodo de realineamiento de las tendencias entre
las dos elecciones de1995 y 1999). Brasil por el contrario, siempre muestra un
comportamiento en el mismo sentido, prevaleciendo la dependencia espacial presidencial
con una sola excepción; el realineamiento del año 2002 que sitúa a ambas tendencias
prácticamente en el mismo valor. Estas observaciones vienen a fortalecer una vez más la
imagen general respecto al cambio en ambos estados. Argentina cambia porque, luego de
un período de realineamiento, la dependencia espacial pasa a ser predominantemente
presidencial; Brasil es más estable, porque salvo el realineamiento circunstancial del año
2002, siempre predomina la dependencia espacial presidencial. Y una observación
adicional: en Argentina no solo tiende a decrecer la nacionalización estática horizontal
porque en general la tendencia en la dependencia espacial aumenta, sino porque además se
43
documentos de trabajo
vuelve más desnacionalizada presidencialmente. Brasil en cambio mantiene siempre el
predominio menos nacionalizado de una mayor dependencia espacial presidencial.
Gráfico II. Incongruencia electoral Presidente/Gobernador y dependencia espacial.
Argentina 1983-2011 (medias anuales)
Brasil 1994-2010 (medias anuales)
M InCo P-G: Media anual ponderada de incongruencia de transferencia presidente-gobernador.
M IM P-G: Media anual ponderada de I de Moran de congruencia de transferencia presidente-gobernador.
M InCo G-P: Media anual ponderada de incongruencia de transferencia gobernador-presidente.
M IM G-P: Media anual ponderada de I de Moran de congruencia de transferencia gobernador-presidente.
Media InCo: Media anual de incongruencia de transferencias ponderadas.
Fuente: elaboración propia en base a datos de Autoridades Electorales Federales y Provinciales de la
República Argentina y del Tribunal Superior Electoral de Brasil.
En el gráfico
II,
se muestran en forma conjunta los valores medios ponderados de la
congruencia y dependencia espacial del voto congruente argentinas y brasileñas. La imagen
general –al igual que el párrafo anterior– se mantiene casi inalterada pero es importante
incorporarle ciertos aspectos particulares. La primera cuestión se refiere a un inicio con
indiferencia entre la influencia de presidente y de gobernador para ambos países pero casi
totalmente congruente en Argentina y prácticamente en la mitad de la congruencia posible
en Brasil. Posteriormente, la congruencia en ambos sentidos de la influencia tiende a
aumentar en forma fluctuante en Argentina y a mantenerse en un mismo plano de
fluctuación alto en Brasil. Parece comprensible entonces que la percepción predominante
en Argentina haya cambiado para fines de siglo enfatizando el problema de una creciente
desnacionalización mientras que en Brasil –más allá de una alerta inicial– la continuidad
relativa del sistema haya llevado a sostener una posición hegemónica, donde la baja
nacionalización Brasileña no pareciera ser un tema relevante.
44
documentos de trabajo
Sin embargo, hay un elemento adicional muy llamativo que nos indica que algo está
sucediendo también de manera muy distinta entre ambos estados en la dimensión dinámica
de la nacionalización y que probablemente se vincula con la dependencia espacial del
realineamiento electoral.
Si observamos nuevamente el Gráfico II, podremos constatar que en términos generales la
dependencia espacial de la congruencia de influencia presidencial y gobernador en
Argentina tienen un fuerte grado de correlación con sus respectivas curvas de
incongruencia, un rango de valores similares, un comportamiento un poco más estable y
además se cruzan con toda claridad antes del año 1995, es decir antes del realineamiento
1995-1999. En Brasil, por el contrario, ambas curvas (dependencia espacial con influencia
Presidencial y de gobernador), tienen cierta correlación con sus respectivas curvas de
incongruencia, el rango de valores es en cambio muy inferior a la congruencia media, son
relativamente estables y el predominio de cada una fluctúa. Consecuentemente, el descenso
tendencial de la nacionalización electoral en Argentina parece estar fuertemente vinculado
como fenómeno al aumento de la dependencia espacial del cambio en la congruencia
electoral entre niveles, mientras que en Brasil no. Esto nos lleva a preguntarnos sobre la
importancia de la dependencia espacial del realineamiento electoral, es decir: acerca de los
procesos de regionalización de la nacionalización dinámica y la discontinuidad electoral.
VI. Geografía electoral y nacionalización del electorado en
Argentina y Brasil. Perspectiva presidencial dinámica
La dependencia espacial positiva del cambio (discontinuidad electoral) en las preferencias
individuales agregadas entre dos elecciones sucesivas, expresa en qué medida una unidad
geográfica se comporta en forma similar a las más próximas y diferente a las más lejanas en
el año inicial (variable dependiente), en el año posterior (variable independiente) o en
ambos a la vez. Al igual que en el análisis de la nacionalización estática vertical y horizontal,
consideraremos la alternativa que asocia este tipo de dependencia espacial positiva del
cambio con la presencia de estructuras regionalizadas que se mantienen en el tiempo
(continuidad) o que se constituyen de forma diferenciada entre ambas elecciones (Auto
correlación espacial de la variable independiente o en los residuales).
45
documentos de trabajo
Estudios anteriores (Lupu 2009; Morgenstern 2005; Aleman 2009) han indagado sobre la
respuesta uniforme del apoyo partidario y coalicional a través del tiempo en Argentina y
Brasil, considerando el impacto relativo de distintas escalas políticamente significativas
(departamental, provincial y nacional). Como ya se discutió en la parte metodológica, todos
ellos adolecen del mismo problema ya destacado inicialmente por Katz (1973 y 1973a) y
posteriormente por (Woolstencroft 1982), considerar sólo a dichas escalas es una
presunción teórica que oculta la posible regionalización de las variables de voto en otras
configuraciones geográficas (los grupos pueden agregarse espacialmente con independencia
de los limites elegidos) y la respuesta diferenciada a los mismos incentivos de escala, local,
provincial y nacional. Nuestra propuesta va a ser más limitada, circunscribiéndose
exclusivamente a la covariación temporal y respuesta uniforme de la misma variable de
voto entre dos elecciones, considerando alternativamente la dependencia espacial previa, la
dependencia espacial en la estimación posterior, y ambas a la vez. De esta forma estaremos
focalizando el análisis dinámico de la nacionalización en la volatilidad de los electores y el
realineamiento partidario. En esta primera instancia nos limitaremos a estudiar solo la
variable de voto presidente y dejaremos de lado la gubernatorial. Esto se debe a que si bien
podríamos incorporar en la ecuación otras variables independientes además de la misma
variable de voto en la elección T-1, esta opción nos involucraría inmediatamente en la
evaluación de la influencia retrospectiva de las diferentes categorías de candidaturas en el
comportamiento de voto de la elección presidencial posterior. Dicha versión de inferencia,
se acerca más al estudio del impulso o coattails que dejaremos para un trabajo posterior.
Las tablas V y
VI,
contienen los estimados de cuatro modelos alternativos desarrollados en
el punto 4: uno simple de mínimos cuadrados (OLS), otro auto regresivo espacial en dos
pasos y mínimos cuadrados (STSLS), otro ponderado espacialmente y mínimos cuadrados
(SWLS) y por último, uno auto regresivo espacial, ponderado espacialmente y de mínimos
cuadraos (SWTSLS). Con ellos busca establecer comparativamente la magnitud, estabilidad
temporal y dependencia espacial del cambio electoral interdistrital en la variable de voto
Presidente, especificando cada modelo en relación a. (i) el nivel de dependencia espacial de
los residuales del
OLS
y (ii) el desempeño de otros estimadores de dependencia espacial
sobre ambas variables y los distintos tipos de residuales obtenidos en cada modelo33.
33
Esto ya fue discutido en el punto 4.
46
documentos de trabajo
VI.
1. Argentina
La mayor parte de los estimados presentan resultados robustos salvo en algunos
estadísticos de los modelos
STSLS
y
SWTSLS
que no resultan relevantes. Al igual que con la
nacionalización estática el comportamiento de las dos principales partidos/coaliciones
resulta diferente en la mayor parte del período estudiado (Tabla
Modelo
OLS,
se puede constatar que mientras el
PJ
VI).
Si se observa el
muestra una tendencia de cambio de
signo positivo estable que ronda los 0,5 puntos porcentuales (la cual aumenta ligeramente
en el 2003 y solo se invierte de signo en el 2011), la
UCR,
en cambio, presenta un
comportamiento mucho más inestable acorde al profundo proceso de desestructuración en
que se ve sumida dicha fuerza política a partir de 1995. En efecto, hasta ese año la
tendencia de cambio es similar a
PJ
y de signo positivo, pero con posterioridad, se reduce
drásticamente o es de signo negativo (2003-2007).
Todo indicaría que el
electoral y la
UCR
PJ
ha mantenido en general una tendencia estable en el cambio
una más inestable. A lo que debe adicionarse el hecho de que la
dependencia espacial de la variable predictiva (Elección T-1) mejora la performance de los
estimados para ambos partidos/coaliciones, aunque no altera significativamente las
tendencias de cambio.
47
documentos de trabajo
Fuente: elaboración propia en base a datos de Organismos electorales Federales y Provinciales Argentinos y el Tribunal Superior Electoral de Brasil
48
documentos de trabajo
Nuevamente las características de la nacionalización dinámica y particularmente el cambio
electoral son completamente distintas que en al caso argentino. En todos los estimados los
resultados son muy robustos y los cuatro modelos se desempeñan prácticamente igual. Si se
considera el modelo
OLS
ambos partidos/coaliciones principales mantienen una tendencia
de cambio positiva que aunque con algunas variaciones, se mantiene en general por encima
que en Argentina. La única excepción –al igual que en el estudio de la nacionalización
estática horizontal y vertical– se produce entre los años 2002-2006, donde ambos
partidos/coaliciones ven reducida su tendencia de cambio y en el caso del PT esta modifica
su signo.
Los otros dos aspectos a tener en cuenta se refieren: por un lado, al importante carácter
predictivo de los cuatro modelos que prácticamente se mantienen en el mismo nivel entre
sí para todos los periodos y, por el otro lado, la muy baja dependencia espacial de los
residuales de todos los estimados
OLS.
En ambos aspectos hay que volver a indicar la
presencia de una excepción entre los años 2002-2006 ya que en ese período o bien estiman
mejor los modelos
STSLS
y
SWTSLS
(como en el caso del
infructuoso su utilización (como en el caso del
PT)
PSDB)
o directamente resulta
ya que ambos modelos no se
desempeñan bien. Por otro lado, la dependencia espacial en los residuales
OLS
aumenta a
más del doble.
VI.
2. Argentina y Brasil en perspectiva comparada
Siguiendo el análisis previo, el primer aspecto que llama la atención al comparar Argentina
y Brasil, es la buen performance predictiva con tendencia ascendente del Modelo
OLS
para
ambos partidos en Brasil (salvo entre 2002 y 2006) frente a resultados bastante negativos y
de tendencia descendente en Argentina (Gráfico III), más fuerte aun en la UCR que en el PJ.
Como se destacó al tratar por separado el comportamiento de Argentina y Brasil uno de los
aspectos más llamativos de los resultados obtenidos es la fuerte dependencia espacial en los
residuales del Modelo OLS para Argentina, frente a la baja dependencia espacial para los de
Brasil. Resulta razonable pensar que ambos aspectos: nivel de IM[error] y nivel de R2 deben
estar directamente vinculados entre sí.
49
documentos de trabajo
Los valores bajos de dependencia espacial de los residuales de
OLS
en Brasil, contrastan
además con los más elevados de dependencia espacial de las variables de voto brasileñas
analizados al estudiar el comportamiento de la nacionalización estática y la congruencia y
sobre todo de la presidencial que hemos venimos considerando en este acápite. Vale decir
que mientras Brasil tiene un nivel de desnacionalización estática horizontal que casi duplica
a la Argentina, presenta en cambio una dependencia espacial en el error de estimación del
Modelo
OLS
que en ambos partidos es menos de la mitad que Argentina (Gráfico
III,
IM[error]).
Si se utiliza esta última variable (Gráfico
III,
IM[error]) como un indicador para especificar
mejor el modelo de análisis del cambio, debería esperarse un mejor desempeño de los
modelos que incluyen correcciones de la auto correlación espacial en los residuales, cuando
la dependencia espacial del error en la estimación OLS fuera alta.
Tal como se previó en el párrafo anterior, si observamos el movimiento de las cuatro
curvas que indican el nivel de dependencia espacial de los residuales
UCR, PT
OLS
en Argentina (PJ,
y PSDB) y las comparamos con las curvas que muestran el desempeño predictivo de
los modelos OLS y SWLS por un lado y con las curvas de los modelos STSLS y SWTSLS por el
otro, se confirma que las curvas del segundo tipo de modelo se ajustan mucho mejor a la
curva de dependencia espacial en los residuales OLS para el caso Argentino; mientras que en
Brasil tienden a moverse juntas (salvo entre 2002 y 2006) a lo que hay que sumarle que en
Brasil siempre se ubican por encima y en Argentina por debajo de la curva de dependencia
espacial del error OLS.
50
documentos de trabajo
Fuente: elaboración propia en base a datos del Tribunal Superior Electoral de Brasil
51
documentos de trabajo
Este comportamiento implica que el cambio en el comportamiento electoral de las
variables de voto partidarias (volatilidad) en Brasil es probablemente mayor y en términos
generales regionalmente estable. Por otro lado, en este país la tendencia a la estabilidad
tiende a fortalecerse progresivamente. En Argentina el cambio en el comportamiento
electoral de las variables de voto partidarias (volatilidad) es probablemente menor,
regionalmente inestable y la tendencia también tiende a reforzarse pero en sentido opuesto,
hacia la inestabilidad (Gráfico III). Es decir, que la estabilidad espacial del cambio electoral
presidencial en Brasil es importante, se consolida y resulta bastante similar para los dos
partidos/coaliciones políticas. Mientras que en Argentina, la estabilidad espacial del cambio
es baja, se comporta diferente para ambos partidos/coaliciones y tiende a reducirse aún
más.
Estas últimas observaciones significan que la nacionalización dinámica en Brasil es mayor
que en Argentina, debido a que si bien las tendencias de cambio en el apoyo electoral
(volatilidad) son mayores, tienden a estabilizarse, se producen en forma similar para ambos
partidos/coaliciones y que su patrón de regionalización es aproximadamente el mismo. En
el sentido contrario, en Argentina estas observaciones significan que, si bien las tendencias
de cambio (volatilidad) en el apoyo electoral son menores; se desestabilizan, se producen en
forma diferente para ambos partidos/coaliciones y su patrón de regionalización se modifica
entre elecciones.
La mejor forma de corroborar lo que se viene afirmando, es considerar que cuando en
Brasil se produce el realineamiento y presumiblemente el cambio en la regionalización del
apoyo electoral partidario/coalicional entre 2002 y 2006, el comportamiento de la
dependencia espacial de los residuales
se debería asemejar al de Argentina (mayor
OLS
índice de auto correlación espacial) y en sintonía con ello, los modelos que incorporan la
dependencia espacial en la variable independiente deberían aumentar significativamente su
capacidad predictiva. Como se observa en el
Cuadro
VI
(período 2002-2006) ambas
cuestiones se corroboran ampliamente.
Ahora bien, la presunción de una fuerte transformación en el patrón de regionalización del
apoyo electoral que hemos mencionado, debería poder corroborarse visualmente
comparando los valores locales de auto correlación espacial durante el año 2002 para el
PSDB
con los del año 2006 y verificar luego que los valores locales de auto correlación
espacial de los residuales del modelo
OLS
y del modelo
52
SWTSLS
muestren
una seria
documentos de trabajo
disminución de la dependencia espacial en los residuales del segundo modelo.
Adicionalmente para el PT, además debería poder corroborarse una muy fuerte disparidad –
casi una inversión- en el patrón geográfico de regionalización de los valores locales de auto
correlación espacial entre ambos años electorales.
Ambas expectativas se cumplen con total claridad si observamos las Figuras 1 y 2. Por lo
tanto la caracterización general que hicimos sobre la nacionalización dinámica en ambos
países (estabilidad espacial y temporal en Brasil y lo contrario en Argentina) permite
explicar además en forma paralela a los escenarios de fuerte volatilidad y realineamiento
político.34
VII. Conclusiones
Si quisiéramos sintetizar en forma comparada los diferentes aspectos del análisis previo
podríamos decir que el comportamiento electoral Argentino para las categorías Presidente
y Gobernador se caracteriza por estar más nacionalizado en la dimensión estática (tanto
vertical como horizontalmente) que el comportamiento electoral Brasileño en las mismas
categorías. En el sentido opuesto, el cambio en el comportamiento electoral brasileño entre
elecciones sucesivas, está más nacionalizado dinámicamente (en la sub dimensión
horizontal) que en Argentina, también para las mismas categorías.
Desde el punto de vista de la decisiones de voto individuales, podemos sostener con un
importante grado de certeza, que los votante argentinos tienen un comportamiento en
promedio menos regionalizado que los Brasileños aun cuando dicha configuración
geográfica ha ido fluctuando hacia una tendencia de signo negativo (descenso de la
nacionalización estática horizontal y vertical). En Brasil, por el contrario, la situación de
fuerte regionalización de las preferencias individuales de voto –que aún hoy sigue
superando a la Argentina– no se ha alterado significativamente con el paso del tiempo.
Esto significa que la nacionalización estática Argentina es inestable y tiente a decrecer,
mientras que en Brasil es relativamente baja pero estable.
34
El mismo análisis puede replicarse aunque en menor escala en Argentina (Gráfico III), para el
realineamiento 1989-1995 en el caso de la UCR y para el realineamiento en gran medida ficticio entre el PJ
1999 y los tres PJ 2003 sumados (Menem, Kirshner, Rodríguez Saa) tal cual se muestra en Escolar (2003).
53
documentos de trabajo
Otro aspecto muy significativo, es el que se refiere a las características de la volatilidad
electoral entre elecciones sucesivas en ambos países. En el caso argentino los niveles de
volatilidad (es decir de cambio temporal en las preferencias individuales de voto) es más
reducido que en Brasil, pero el emplazamiento geográfico de ese cambio –su
regionalización– es mucho más inestable que en Brasil. Más específicamente, el cambio
electoral argentino tiene una fuerte dependencia espacial en su comportamiento y por lo
tanto, es menos estable regionalmente. En el caso Brasileño los niveles de volatilidad son
más elevados que en Argentina, pero el emplazamiento geográfico de ese cambio es muy
estable y por lo tanto menos dependiente espacialmente. Es probable además, que al ser la
serie temporal más corta, las conclusiones acerca Brasil deban relativizarse un poco; sobre
todo si se considera el fuerte realineamiento y transformación del emplazamiento
geográfico del cambio electoral entre los años 2002 y 2006. De todas formas creemos que
los resultados son robustos y que la inferencia es teóricamente consistente: en primer lugar
porque cuando hay fuerte realineamiento en condiciones de regionalización del voto, el
cambio en el comportamiento electoral es dependiente espacialmente y en segundo lugar,
porque al volver al mismo nivel de nacionalización dinámica (la misma tendencia de
cambio) luego del realineamiento, se constata el carácter más estable y nacionalizado del
comportamiento electoral brasileño.
Indirectamente también se puede constatar que el sistema de partidos argentino, visto
desde la coordinación del electorado, sufre de un proceso permanente de realineamiento
parcial en ambas categorías electorales (Presidente y Gobernador), por efecto de la
presencia de un partido tendencialmente predominante (el
PJ)
que se encuentra más
nacionalizado estática y verticalmente y una oposición cada vez más fragmentada que
impulsa, con su comportamiento menos nacionalizado, la tendencia de signo negativo de
todo el sistema político.
En el caso Brasileño, el sistema de partidos funciona en dos registros distintos, en el plano
de la categoría Gobernador y en la dimensión estática vertical, sufre un proceso de
realineamiento permanente que contrasta con el comportamiento más estable en la
categoría de Presidente. Pero en la dimensión dinámica, el sistema es mucho más estable
por efecto de una estructura bipartidista coalicional alrededor de los dos grandes partidos
nacionales-presidenciales, el PT y el PSDB.
54
documentos de trabajo
Estos resultados generales no nos permiten corroborar la primera parte de la hipótesis 1
respecto a la relación entre heterogeneidad institucional y reducción de la nacionalización.
Puesto que en Argentina, donde indudablemente la heterogeneidad institucional es más
importante, la nacionalización estática (horizontal y vertical) es mucho menor que en Brasil
donde la misma variable es prácticamente inexistente (ver Cuadro I: Argh1 y Brah1).
En cuanto a la segunda parte de la hipótesis 1, la relación positiva entre cambio
institucional y desnacionalización, la situación parece corroborarse pero no totalmente.
Esto se debe a que en Argentina -donde el cambio institucional es fuerte- se corrobora que
la nacionalización dinámica es menor que Brasil y consecuentemente, la regionalización del
cambio en el comportamiento electoral es mayor.
Cuadro I. Resultados de la contrastación de hipótesis 1, 2 y 3.
Variables
Nacionalización Estática Nacionalización
exógenas
Horizontal (geográfica)
Estática
Nacionalización
vertical Dinámica
(congruencia)
HIP. INS SPar Ppre NEh NEh NEhp NEhg NE NEvi NEv NEvim NDi M1 M2 M3 M4 Confir
T
t.
d.
p
g
Argh V/I --
--
0,18 0,16 --
p
p
v
--
79,0 0,22 --
m
p
R2 pR2 pR2 pR2 m.
P
m
--
0,46 0,2 0,5 0,2 0,5 No
1
7
3
7
6
(parc.)
0,0 0,3 0,0 0,3
9
Brah H/E --
--
0,25 0,18 --
--
58,3 0,19 --
--
1
6
9
8
0,19 0,4 0,5 0,4 0,5 No
3
7
3
7
(parc.)
0,4 0,5 0,4 0,5
0
Argh V/I Si
--
0,18 0,16 0,18
0,16
79,0 0,22 86,0 0,26
2
0
0
0
0,46 0,2 0,5 0,2 0,5 Si
7
3
7
6
0,0 0,3 0,0 0,3
9
Brah H/E No
--
0,25 0,18 --
--
58,3 0,19 --
--
2
6
9
8
0,19 0,4 0,5 0,4 0,5 Si
3
7
3
7
0,4 0,5 0,4 0,5
0
Argh V/I --
Si
0,18 0,16 0,18
0,16
79,0 0,22 86,0 0,26
3
0
0
0
0,46 0,2 0,5 0,2 0,5 Si
7
3
7
6
0,0 0,3 0,0 0,3
55
documentos de trabajo
9
Brah H/E --
No
0,25 0,18 --
--
58,3 0,19 --
3
--
6
9
8
0,19 0,4 0,5 0,4 0,5 Si
3
7
3
7
0,4 0,5 0,4 0,5
0
0
0
0
INST: Diseño institucional, (V) variable, (H) homogéneo, (I) inestable y (E) estable.
SPart: Sesgo partidario
Ppred: Partido Predominante
NEhp: Nacionalización estática horizontal (geográfica) Presidente. Media del período.
NEhg: Nacionalización estática horizontal (geográfica) Gobernador. Media del período.
NEhpp: Nacionalización estática horizontal (geográfica) Presidente del partido predominante. Media del
período
NEhgp: Nacionalización estática horizontal (geográfica) Gobernador del partido predominante. Media del
período
NEv: Nacionalización estática vertical (congruencia). Media del período
NEvim: Nacionalización estática vertical (congruencia). Dependencia espacial (I de Moran). Media del período
NEvP: Nacionalización estática vertical (congruencia). Partido predominante. Media del período
NEvimP: Nacionalización estática vertical (congruencia). Partido predominante. Dependencia espacial. Media
del período
NDim: Nacionalización dinámica. Dependencia espacial de residuales (I de Moran). Media del período.
M1R2: Nacionalización dinámica. R2 Modelo OLS.
M2pR2: Nacionalización dinámica. Pseudo R2 de Modelo STSLS
M3pR2: Nacionalización dinámica. Pseudo R2 de Modelo SWLS
M4pR2: Nacionalización dinámica. Pseudo R2 de Modelo SWTSLS
Fuente: elaboración propia
Sin embargo, el cambio institucional en Argentina pude tener también efectos
nacionalizadores en la dimensión dinámica del voto a gobernador que no hemos medido.
Como nos permite entrever el menor nivel de la nacionalización horizontal del voto
congruente respecto a Brasil y el aumento paulatino de la nacionalización estática
horizontal en la categoría Gobernador. En ambos casos, estos fenómenos guardan relación
con el sesgo partidario de las reformas políticas provinciales en Argentina según lo
atestiguan los resultados de Calvo y Micozzi (2005) y Calvo y Escolar (2005).
La observación precedente se vincula directamente con la hipótesis 2 de este trabajo. La
presencia verificada de menores niveles de nacionalización estática horizontal del
comportamiento electoral congruente en Argentina respecto a Brasil, podría ser el
resultado endógeno de procesos de reforma política subnacional que mantuvieran
relativamente estable la competencia política y favorecieran a un partido o coalición
provincial predominante (sesgo partidario), produciéndose así un patrón fuertemente
regionalizado del voto congruente.
56
documentos de trabajo
Esto explicaría entonces porqué en Brasil, aun sin procesos de reforma política, el nivel de
nacionalización estática horizontal y vertical sería mayor que en Argentina (donde dichos
procesos han sido muy numerosos y cambiantes) y por el contrario, la nacionalización
dinámica sería en cambio más baja.
De esta forma se corroboraría la segunda hipótesis de este trabajo, constatándose que un
alto nivel de reforma y cambio institucional puede asociarse con niveles comparativamente
más altos de nacionalización estática horizontal y vertical y con niveles comparativamente
más bajos de nacionalización dinámica (ver Cuadro I: Argh2 y Brah2).
El resultado previsible de la corroboración de la segunda hipótesis ya mencionada,
vincularía entonces el sesgo partidario de las reformas políticas subnacionales, con el
desarrollo de partidos/coaliciones predominantes en el plano nacional.
Como se ha analizado previamente, Argentina se caracteriza por la presencia de dos
partidos/coaliciones relativamente más nacionalizadas en todas las dimensiones y
categorías estudiadas (el Justicialismo y la Unión Cívica Radical) de las cuales una: El
Justicialismo, mantiene su caudal electoral prácticamente inalterado y un mismo perfil de
nacionalización estática y dinámica durante todo el período. Dicho partido/coalición ha
sido el predominante al menos desde el año 1973 y durante la mayor parte del periodo
democrático iniciado en 1983 (tanto en el ámbito provincial como nacional), pudiendo
extenderse el predominio al período 1945-1955 y también durante los años en los que
estuvo sujeto a procesos de prescripción (1955-1973). Adicionalmente también existen
otros partidos/coaliciones nacionales y subnacionales de diversa tendencia ideológica, pero
cuyos guarismos de nacionalización en la dimensión estática horizontal y vertical aquí
analizada, presentan un comportamiento mucho menos nacionalizados que los dos
primeros.
En Brasil en cambio, existen en el ámbito Nacional (elecciones ejecutivas) dos grandes
partidos/coaliciones (el PT y el PSDB) que se han alternado en la presidencia al menos desde
1995. En el ámbito estadual, por el contrario, existe un importante partido coalición
alternativo (el
PMDB),
que habiendo sido el partido mayoritario al inicio de la transición
democrática, actualmente se desempeña electoralmente sólo en la arena subnacional. En
paralelo, también existen partidos/coaliciones menores como el
PSB
y el
PFL
que son
exitosos solo en algunos estados y que en el primer caso, también han competido en la
57
documentos de trabajo
arena nacional. Lo dicho configura un escenario muy competitivo en el sistema político
brasileño, tanto en el nivel nacional como en el subnacional. Dicha aseveración se expresa
en la relativa homogeneidad que presentan los guarismos de nacionalización en sus
diferentes dimensiones, sobre todo para los dos grandes partidos/coaliciones Nacionales.
En el Cuadro I (ver Argh3 y Brah3) puede verificarse tal cual lo prevé la hipótesis 3 de este
trabajo, que la presencia de un partido o coalición predominante en el plano nacional es
consistente con la presencia de altos niveles de nacionalización estática horizontal y vertical
en ambas categorías electorales (Presidente y Gobernador) asociados a su vez, con bajos
niveles de nacionalización dinámica Presidencial (caso argentino). De la misma forma que
la
situación
contraria; la
presencia
de
un sistema
político
competitivo
sin
partidos/coaliciones predominantes en el ámbito nacional, es consistente con la presencia
de bajos niveles de nacionalización estática horizontal y vertical en ambas categorías
electorales (Presidente y Gobernador) asociados con altos niveles de nacionalización
dinámica Presidencial (caso brasileño).
Solo restaría conjeturar el posible impacto de dos variables omitidas de tipo institucional
legislativas y tecnológicas que contribuirían a sustentar el menor nivel de nacionalización
estática de Brasil respecto a Argentina en las categorías electorales legislativas. Nos
referimos al tipo de lista legislativa Federal en circunscripciones estaduales plurinominales
desbloqueadas con una preferencia, existentes en Brasil, frente a las listas legislativas
federales en circunscripciones Provinciales plurinominales bloqueadas en Argentina. En
este caso estaríamos suponiendo un efecto marginal de influencia (coattail) legislativa en
Brasil sobre las categorías electorales ejecutivas, que iría en contra de la teoría estándar y de
la evidencia disponible, aunque abriría la puerta a futuras investigaciones. Por el otro lado,
en relación al incentivo para disociar las preferencias individuales de voto entre niveles
(voto cruzado), habría que considerar el probable efecto disuasivo en Argentina de la forma
material de la boleta electoral (boleta partidaria)35 y promocional en Brasil36 de la pantalla de
votación (multipartidaria).
35
La boleta electoral argentina es de tipo partidaria en soporte papel, las diferentes categorías y niveles
forman parte de una misma pieza grafica longitudinal que presenta una línea –no troquelada- para indicar la
posibilidad de corte. En general se acepta que la operación física es relativamente engorrosa para el votante y
que tal situación tiende a disuadirlo de efectuar un voto cruzado.
36 La presentación de las candidaturas en Brasil se efectúa en una pantalla no táctil, allí las categorías aparecen
secuencialmente en grupos de pantallas donde la oferta electoral se ordena aleatoriamente para cada una de
ellas. En general, se acepta que este tipo de procedimiento induce el voto cruzado, aunque produce un sesgo
58
documentos de trabajo
Las conclusiones que venimos enumerando están vinculadas al comportamiento
comparado de la nacionalización del electorado y el sistema de partidos en Argentina y
Brasil. De todas formas, hay un último aspecto que creemos puede ser relacionado
directamente con la tendencia predominante en los posicionamientos teóricos sobre la
temática en ambos países.
Es cierto que el nivel más bajo de Nacionalización en Brasil no se condice con la
presunción mayoritaria de los especialistas acerca de que el sistema político y el
comportamiento electoral Brasileño está muy nacionalizado. Pero esto debe contrastarse
con su carácter estable –y por lo tanto no problemático– y el mayor nivel de
nacionalización dinámica existente durante todo el período analizado, aun en condiciones
de fuerte realineamiento como el período 2002-2006.
En Argentina, también creemos que el más alto nivel de nacionalización estática horizontal
y vertical no justifica la preocupación y diagnóstico prevaleciente acerca de la fuerte
desnacionalización del sistema político y el comportamiento electoral. Pero al igual que en
Brasil, esto debe contrastarse con el nivel de base muy alto correspondiente al año 1983
(prácticamente una total nacionalización estática horizontal y vertical) y la reducción
sostenida de la nacionalización, tanto en la dimensión estática como en la dinámica, durante
todo el período posterior. Por otro lado, el nivel más bajo en términos comparados de la
nacionalización dinámica en Argentina, constituye sin lugar a dudas el principal
fundamento de la percepción generalizada en medios académicos acerca de la
“desnacionalización” e inestabilidad del sistema político nacional.
de selección por posicionamiento visual en la pantalla bastante significativo (Calvo et al. 2009; Katz et al.
2011).
59
documentos de trabajo
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IX. Anexos estadísticos
Tabla I. Argentina (1983-2011). Dependencia espacial electoral Presidente y Gobernador
Tabla II. Brasil (1994-2010). Dependencia espacial electoral Presidente y Gobernador
69
documentos de trabajo
Tabla III. Argentina (1983-2011). Congruencia electoral entre niveles según transferencias de votos Presidente-Gobernador y Gobernador Presidente.
PJ 1
UCR 2
Centro derecha 3
Centro izquierda 4
IdeM
IdeM Media
IdeM
IdeM Media
IdeM
IdeM Media
Año Cong. P-G
Cong. G-P
Cong. P-G
Cong. G-P
Cong. P-G
Cong. G-P
Cong. P-G
P-G
G-P Cong.
P-G
G-P
Cong.
P-G
G-P Cong.
1983 99,3%
0,181
89,8%
0,216 94,6%
93,4%
0,296
93,8%
0,172 93,6%
(98,9; 99,5)
1989
86,7%
(87,4; 92)
0,222
(81,4; 92,9)
1995
96,1%
95,9%
0,136
86,0%
0,121
97,3%
0,177
95,1%
0,092
1
2
3
4
93,8%
84,4%
72,1%
82,9%
77,3%
0,142
75,3%
0,230
84,0%
78,3%
89,0%
91,3%
0,373
84,5%
96,8%
0,196
87,3%
7,2%
0,092
85,2%
90,0%
0,159
78,3%
49,6%
97,5%
0,390
(89,1; 98,7)
0,224
Media de
congruencias
anuales
ponderadas
96,2%
0,243
92,0%
0,192
94,1%
55,6%
0,314
76,6%
85,8%
0,273
71,5%
0,165
78,6%
86,7%
0,168
61,1%
0,290
73,9%
88,3%
0,121
72,1%
0,244
80,2%
(51,3; 60,5)
69,3%
44,8%
76,9%
18,2%
0,290
8,2%
0,262
84,1%
36,8%
0,290
(15,3; 49,7)
0,236
57,5%
11,2%
0,235
(6,3; 16,6)
0,194
49,5%
0,205
43,2%
0,231
26,7%
28,4%
42,1%
(32,2; 51,7)
7,7%
58,6%
59,2%
89,2%
(24,8; 31,9)
0,208
48,7%
67,5%
0,185
(55,8; 78)
0,121
48,5%
45,7%
0,305
49,1%
0,250 48,8%
Coaliciones PJ / 2003 (Saa, Menem, Kirchner)
Coaliciones UCR/ alianza 1999 (Frepaso + UCR)/ Lavg. 07
adc 1989 / apr 1999 / recrear 2003
Frepaso 1995 / ari 2003 /c.civica 2007/ fap 2011
Fuente: Elaboración propia en base a datos de autoridades electorales federales y provinciales de la República Argentina.
70
65,0%
43,5%
0,372
55,5%
83,0%
0,178
67,8%
0,344
75,4%
67,3%
0,146
63,0%
82,2%
0,112
60,9%
0,312
71,5%
0,468
74,0%
93,3%
0,143
65,6%
0,274
79,4%
0,343 59,5%
87,9%
0,177
70,1%
0,260
79,0%
(62,7; 72)
0,212
(79; 98)
0,234 63,5%
0,387
(37,7; 51,5)
(50,4; 66,6)
0,425
46,6%
(36,2; 58,3)
(41,2; 56,1)
(4; 13,7)
0,096
0,238
(38; 52,1)
(15,6; 20,7)
(78,7; 94,4)
0,268 86,0%
73,1%
(73,4; 80,2)
(1,8; 18,3)
0,182
0,124
(45,4; 53,9)
(96; 97,3)
0,441
65,8%
(60,9; 71)
(86,5; 94,4)
(73,3; 77,3)
0,153
0,326
(81,2; 95,6)
(75,6; 78,9)
(91; 97,8)
Media
0,262
(81,3; 84,7)
(94,8; 99,5)
2011
72,7%
80,3%
Media anual Media anual Media anual Media anual
ponderada ponderada
ponderada
ponderada
Cong. P-G
IdeM P-G
Cong. G-P
IdeM G-P
(91,7; 95,7)
(72,6; 89,3)
(67,9; 75,9)
(82,9; 89,1)
2007
82,1%
(69,8;75,7)
(91,6; 99,1)
2003
0,173
(74,4; 81,1)
(93,4; 99)
1999
77,6%
(92,5; 94,3)
IdeM
IdeM Media
Cong. G-P
P-G
G-P
Cong.
58,8%
(55,5; 62,2)
0,189
54,1%
documentos de trabajo
Tabla IV. Brasil (1994-2010). Congruencia electoral entre niveles según transferencias de votos Presidente-Gobernador y Gobernador Presidente.
Partidos - coaliciones
PT
Año
1994
53,3%
(69,8; 78,3)
0,213
(50,9; 55,5)
2002
58,6%
43,3%
0,190
77,6%
0,162
54,0%
59,7%
70,9%
65,1%
0,179
48,3%
0,094
64,8%
64,9%
0,177
81,6%
0,101
54,2%
83,5%
0,190
62,9%
86,1%
0,106
74,8%
60,8%
0,190
65,9%
85,0%
31,7%
0,217
56,7%
73,0%
0,223
40,1%
0,205
56,5%
51,5%
0,286
45,6%
46,3%
0,193
0,347
67,5%
89,0%
0,120
65,8%
0,2%
0,070
73,0%
0,223
40,1%
0,205 56,5%
52,8%
51,0%
0,149
52,0%
0,257
51,5%
49,2%
0,172
67,1%
75,7%
0,193
55,5%
0,184
65,6%
37,3%
0,107
33,3%
62,7%
0,183
52,3%
0,144
57,5%
30,8%
0,100
59,9%
70,8%
0,118
56,3%
0,204
63,6%
0,131
0,3%
64,5%
0,207
42,2%
0,238
53,3%
64,9%
0,170
51,6%
0,206
58,3%
(27,4; 33,6)
0,082
(0; 0,2)
0,263 60,6%
0,5%
(0,1; 0,8)
0,116
29,5%
0,149 41,2%
1 PT gobernador incluye: 1994: PPS, PSB, PSTU, PT, PV; 1998: PC do B, PCB, PDT, PSB, PT; 2002: PC do B, PCB, PL, PMN, PT; 2006: PC do B, PRB, PT; 2010: PC do B, PDT, PMDB, PR, PRB, PSB, PSC, PT, PTC, PTN
2 PSDB gobernador incluye: 1994: PFL, PSDB, PTB; 1998: PFL, PPB, PSD, PSDB, PTB; 2002: PMDB, PSDB; 2006: PFL, PSDB; 2010: DEM, PMN, PPS, PSDB, PT do B, PTB
3 PSB 2002 gobernador incluye: PGT, PSB, PTC
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Tribunal Superior Electoral
71
Media de
congruencias
anuales
ponderadas
(34,9; 42)
(71; 96,7)
0,268
Media anual Media anual Media anual Media anual
ponderada P- ponderada ponderada G- ponderada
G
IdeM P-G
P
IdeM G-P
(46,5; 50,4)
(22,8; 36,5)
(44,8; 46,1)
0,193
29,3%
IdeM Media
G-P
Cong.
0,237 45,3%
(29,2; 30,4)
(80,5; 89,1)
(50; 53,1)
(81,9; 90)
0,163 59,5%
51,9%
Cong. P-G
IdeM Cong. GP-G
P
0,117 29,8%
(55,1; 66,4)
(31,1; 32,8)
(81,8; 85,1)
0,239
BLANCO Y NULO
IdeM Media
G-P Cong.
(50,9; 53)
(78,1; 85,1)
(47,7; 49)
0,175
79,8%
PSB 3
IdeM Cong. GP-G
P
(49,6; 51,5)
(77,9; 81,7)
(63,3; 66,9)
(75,3; 79,8)
Media
0,183
(69,5; 71,8)
(39,7; 46)
2010
66,0%
2
IdeM
IdeM Media Cong. PCong. G-P
P-G
G-P Cong.
G
0,206 50,6%
0,295 46,9%
(40,1; 46,2)
(63,6; 68)
(56,6; 60,2)
2006
PSDB
IdeM PIdeM Media
Cong. P-G
Cong. G-P
Cong. P-G
G
G-P Cong.
37,5%
0,133
74,0%
0,199 55,7%
43,2%
(35,4; 39,4)
1998
1
documentos de trabajo
Tabla V. Argentina (1983-2011).
72
documentos de trabajo
Tabla VI. Brasil (1994-2010).
73
Documentos de Trabajo
Dirección: Flavia Freidenberg
Editores: Hugo Marcos Marné y Tomáš Došek
documentos de trabajo
Contacto: [email protected]
Colección
Nº
Fecha Autor/es
Título
DT#21
06/2014
Marcelo Escolar, Luis
Castro
DT#20
01/2014
Fernando Carrión
DT#19
12/2013
Diego Reynoso
DT#18
10/2013
Margarita Corral, Diana
Orcés
DT#17
09/2013
Andrea Pozas Loyo, Julio
Ríos Figueroa
DT#16
06/2013
Noam Lupu
DT#15
05/2013
Miguel Carrera Troyano,
Montserrat Casado
Francisco, Dorotea de
Diego Álvarez
DT#14
03/2013
Miguel Carreras, Scott
Morgenstern y Yen-Pi Su
The theory of partisan alignments and an
empirical exploration of Latin America
DT#13
02/2013
Francisca Noguerol
DT#12
12/2012
John M. Carey
Literatura argentina trasterrada y dictadura:
versiones desde el margen
Transparency and Legislative Behavior
DT#11
11/2012
DT#10
10/2012
Herbert Kitschelt y
Steven Wilkinson
Magdalena López
Vínculos entre ciudadanos y políticos: una
introducción
La distopía crítica como exorcismo: "Muerte de
nadie" de Arturo Arango (2004)
DT#9
09/2012
Ana Natalucci
Los Dilemas Políticos de los Movimientos
Sociales: El caso de las organizaciones
kirchneristas (2001-2010)
DT#8
08/2012
David Scott Palmer y
Alberto Bolívar
Shining Path of Peru: Recent Dynamics and
Future Prospects
DT#7
07/2011
Laurence Whitehead
Las aproximaciones de América Latina "a lo
político"
Nacionalización y equilibrio democrático en
Estados Multinivel presidencialistas. Los casos de
Argentina y Brasil en perspectiva comparada
El gobierno de la ciudad en América Latina
Territorio y representación. Antecedentes y
diagnóstico de la asignación de escaños a las
provincias en Ecuador
Economic
Development,
Corruption
and
Satisfaction with Democracy across the
Americas: A Comparative Multilevel Analysis
The Changing Political and Constitutional Roles
of the Mexican Supreme Court: Jurisprudence on
Military Jurisdiction, 1917-2012
Brand Dilution and the Breakdown of Political
Parties in Latin America
Pobreza y desigualdad en ¨Un mundo para
Julius¨
74
documentos de trabajo
DT#6
06/2011
Ernesto Calvo y Marcelo
Leiras
The Nationalization of Legislative Collaboration:
Territory, Partisanship, and Policymaking in
Argentina
DT#5
05/2011
Estructura Institucional e Inestabilidad en las
Cortes Latinoamericanas
DT#4
04/2010
Oswald Lara Borges,
Andrea Castagnola y
Aníbal Pérez Liñán
Lorena Recabarren y
Gerardo Maldonado
DT#3
03/2010
José Ignacio Antón,
Rafael Muñoz de Bustillo
y Miguel Carrera
How Are you doing in your Grandpa’s Country?
Labour Market Performance of Latin American
Immigrants in Spain
DT#2
02/2010
DT#1
01/2010
Fernando Martín
Mayoral
Ignacio Antón y Miguel
Carrera
Convergencia en América Latina. Un análisis
dinámico
Excluded or included socio-economic deprivation
among ethnic minorities in Chile 1996-2006.
Objections to Democracy. Non Democratic
Citizens in Latin America
75
Nacionalización del Voto Presidencial en República
Dominicana1
Sonia Terron – IBGE – [email protected]
Omar Perez Rubiera – OPD/FUNGLODE– [email protected]
Trabajo preparado para su presentación en el VIII Congreso
Latinoamericano de Ciencia Política, organizado por la Asociación
Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP). Pontificia Universidad
Católica del Perú, Lima, 22 al 24 de julio de 2015. Panel organizado por
Espacio Alacip - Grupo de Investigación en Análisis Espacial
1
Este trabajo es parte de las conclusiones del proyecto Análisis Geoespacial de la
Elecciones Presidenciales Dominicanas (1962-2012) que será publicado por la
Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE, República Dominicana).
Favor no citar sin la autorización de los autores.
1
INTRODUCIÓN
En República Dominica, en el análisis de la competencia político electoral ha
predominado el estudio de las relaciones de poder a lo interno de las organizaciones
políticas y su repercusión en el escenario electoral. En ese contexto, se ha intentado
explicar cómo liderazgos personalistas y de clientela reciclan rasgos autoritaritas en el
ejercicio del poder y la cultura política. Esos esfuerzos han tenido una perspectiva más
vinculada a Sociología que a la Ciencia política, por ende, los enfoques cualitativos han
primado sobre aquellos cuantitativos. Si bien hay poco que rebatir sobre las
conclusiones de los primeros, los traspiés del sistema político naŒcional se han
desarrollado de la mano de otros fenómenos considerados favorables a la salud
democrática.
En ese orden, hasta 2012 el sistema político dominicano ha venido caracterizándose por
contar con un sistema de partidos estable, impulsado por la presencia de partidos
electoralmente fuertes. Muestra de ello es que las últimas décadas los partidos lograron
niveles aceptables de participación electoral, como también la ausencia de opciones
políticas plausibles provenientes de outsiders o partidos antisistema. No obstante,
durante ese periodo han ocurrido numerosas transformaciones, la más reciente toma
lugar a partir de 2004, cuando inicia un proceso de realineamiento electoral tendente al
fortalecimiento de dos únicos partidos con vocación mayoritaria: el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En términos más generales, pese a la persistencia de prácticas políticas reprochables, se
evidenciaron avances en la institucionalización de prácticas democráticas. Son ejemplos,
primero, el relativo consenso por parte de los actores sobre la vía electoral como única
alternativa para alcanzar el poder y, segundo, la reducción del fantasma del fraude
electoral.
En este trabajo presentamos una síntesis de los resultados del proyecto de investigación
Análisis Geoespacial de las Elecciones Presidenciales Dominicanas (1962-2012) que será
publicado brevemente. El proyecto constituye una investigación descriptiva y
exploratoria en torno dos dimensiones de la competencia electoral. Por un lado,
aquellos que refieren al criterio numérico del sistema de partidos y los que refieren a su
estabilidad y, por el otro, el grado de la integración nacional (nacionalización) del
sistema desde la perspectiva de la geografía electoral.
El estudio constituyó un esfuerzo hacia la comprensión de lo que pasó con el sistema de
partidos y la geografía electoral de los principales postulantes a la presidencia de la
República en los catorce certámenes electorales realizados entre 1962 y 2012. Nos
preguntábamos, al iniciar esta investigación, como el análisis de la geografía del voto en
los certámenes presidenciales pudiera informarnos más sobre el juego de ajedrez de
candidatos y partidos en búsqueda de territorios y bases electorales; y se el apoyo
2
pudiera ser más regionalizado o nacionalizado en acuerdo con cada contexto, partido y
candidato.
En realidad hay algunos rezones por las cuales nos permitimos llamar de innovadora
esta investigación. En primer lugar por el largo periodo analizado. Luego por la
metodología empleada. La mayoría de los estudios electorales llevados a cabo hasta el
momento en República Dominicana se basaron en métodos cualitativos. Los métodos
cuantitativos geoespaciales aplicados a esta línea de investigación, novedosos incluso
para la ciencia política de varios países de Latinoamérica, se constituyeron una
oportunidad no solamente para la producción de los análisis exploratorios, más también
para que empleáramos y testáramos la teoría en la búsqueda de conocimiento empírico
sobre el país.
Una investigación descriptiva-exploratoria es un campo abierto, y es aceptable cuando
no parte de una o más hipótesis previa. En este caso, la inspiración fue el estudio de las
elecciones presidenciales de Brasil (Terron, 2009), donde se analizó por métodos
geoespaciales, como los empleados aquí, la geografía del voto en el período pos
dictadura militar (1989 a 2006). El estudio constató la regionalización del voto,
particularmente asociada a la implementación de políticas públicas, primeramente
agrarias, y después de asistencia social, con el programa beca familia.
En esta investigación no avanzamos más allá del análisis político-electoral, una vez que
optamos por hacerlo para un período bien más largo. Además del análisis cuantitativo
y geográfico de los indicadores de comportamiento electoral (concentración de voto,
competitividad electoral, volatilidad electoral y número efectivo de partidos),
exploramos la geografía electoral en dos dimensiones:
(1) desde la perspectiva del sistema de partidos y respectivos postulantes, se investigó
las tendencias de regionalización o nacionalización del voto; y
(2) desde la perspectiva del electorado, se investigó el apoyo geográfico diferenciado de
las bases electorales, o más bien, la conformación de territorios electorales.
Para tanto fue necesario equilibrar los puntos fuertes y las limitaciones del diseño
metodológico con algunas decisiones importantes:
(1) El análisis no pudiera prescindir de una descripción del contexto político,
institucional y electoral de cada certamen. Por otro lado estos contextos son más
bien la base sobre la cual se estructura el análisis de la geografía electoral y no
el foco en sí mismo. Así que se optó por reportar sintéticamente apenas los
factos relevantes, bajo la pena de no abarcar todo lo importante en las
dimensiones en cuestión;
(2) Un período tan largo de investigación llevó a la organización del análisis en tres
periodos determinados por algunos cambios político e institucionales
significativos, sin embargo es una decisión metodológica y los análisis podrían
ser organizados de otra manera;
3
(3) La dificultad de aprensión del conocimiento agregado de catorce certámenes
electorales, aún que observados en tres grandes periodos, llevaron a la decisión
de analizar cada certamen separadamente. Este método sacrificó la
comparabilidad y la capacidad de percepción de los principales resultados de la
exploración de todas las elecciones y periodos en conjunto. Este esfuerzo de
síntesis que se hace en esta sección, junto a las conclusiones del estudio, visa
minimizar esta debilidad;
(4) Analizar la geografía electoral requiere unidades territoriales más desagregadas
posibles para minimizar el problema de la falacia ecológica. Pudieran ser distritos
electorales o unidades menores, pero el estudio eligió el municipio por algunos
rezones: aunque no sea la menor unidad territorial electoral, es la menor unidad
político-administrativa, y por lo tanto, tiene representación importante en el
sistema a través de la política local. Por otro lado los municipios no son unidades
homogéneas en población y electorado. Partimos del principio que el análisis
busca comprender más bien las diferencias regionales del voto que el impacto
del número de electores en la competencia. Este modelo implica en la necesidad
de investigación posterior para el interior de los grandes municipios para
identificar si las tendencias en los barrios y otras subunidades urbanas siguen el
estándar nacional o no.
(5) A lo largo del periodo analizado el número de municipios pasó de 78 a 155, así
que se decidió analizar cada certamen de acuerdo con la división municipal
vigente a la fecha. Este método inviabilizó la comparación cuantitativa de la serie
histórica de indicadores e índices geoespaciales por municipio. Esto limitó a la
comparación visual entre elecciones en los respectivos mapas. La decisión llevó
a la necesidad de construcción de la base cartográfica de todos los certámenes,
lo que implicó en un trabajo de pesquisa de la formación de de origen de los
municipios, además del trabajo de digitación y revisión de los resultados
electorales desde 1962. El proyecto demandó la construcción de una base de
datos con los resultados georreferenciados a nivel municipal y provincial de los
14 certámenes realizados de 1962 a 2012. Este geodatabase incluye también
indicadores político-electorales y geoespaciales construidos para el análisis. El
geodatabase está disponible para todas las pesquisas futuras y por sí mismo
constituye un aporte del proyecto;
(6) Los resultados electorales consideran los votos de los partidos y de sus alianzas,
así que se analiza la geografía electoral de estos resultados. En caso de bajo
porcentual de contribución de los aliados al monto de votos por el partido es
posible que los indicadores de moran global y local no varíen entre partido y
partido más aliados; sin embargo, en las votaciones más recientes del PLD la
contribución porcentual de los aliados fue más significativa, y es posible que la
geografía del PLD aisladamente fuera diferente de la que analizamos.
4
EL PERÍODO 1962 - 1974
Analizamos las elecciones de 1962, 1966, 1970 y 1974, el primer periodo de la serie. El
contexto se caracterizaba por las tensiones entre la orden político-económica mundial
polarizada por la dicotomía del capitalismo versus socialismo, por el temor a la llegada
del comunismo en países latinoamericanos y por la actuación estadounidense en este
proceso. La política dominicana estuvo marcada por la lucha por el retorno a la
democracia, y por la fragilidad, inestabilidad y competitividad de los partidos, que
intentaban aprovechar esta ventana de oportunidades para marcar su posición y sus
territorios electorales en el sistema político que se esbozaba. Los posicionamientos del
PR y del PRD, así como de sus liderazgos, el ex presidente Joaquín Balaguer y Juan Bosch,
fueron determinantes.
Este primer periodo fue marcado por un escenario político conturbado. De 1962 a 1974
el país fue testigo de la elección y deposición del presidente Juan Bosch en menos de 8
meses; del golpe de estado y de la ocupación norteamericana; y luego de los años de
autoritarismo del gobierno Balaguer.
La arena político-electoral, como no pudiera dejar de ser, se caracterizó por la
inconstancia del sistema de partidos. El PRD pasó por transformaciones significativas
bajo el liderazgo del presidente Juan Bosch. Su discurso de lenguaje callejero lo consagra
como el candidato de las masas. Su plataforma, por la institucionalidad y reforma social,
económica y agraria, no agrada a las oligarquías. Después de su elección, en 1962, y
deposición, en 1963, volvió a postularse a las elecciones 1966, cuando desafió y no logró
derrotar al ex presidente Balaguer. Luego eligió el camino de la “oposición
constructiva”, sin embargo, se abstuvo de participar de la contienda de 1970 por
considerar antidemocráticas las condiciones de del proceso electoral. En 1963 deja el
PRD y funda el Partido de la Liberación Nacional (PLD).
El temor al comunismo, mote de estos tiempos, es la clave del suceso del PR y del ex
presidente Balaguer, apoyado por la alta burguesía y por el gobierno norteamericano.
Elegido en 1966, vuelve al poder en 1970 y 1974, en competencias sin fuerte oposición,
una vez que el PRD no lo enfrentó en estos dos certámenes. Dado a la ausencia de
registros electorales en el periodo, la abstención no puede ser calculada, mientras tanto,
comparándose 1974 con las anteriores, fue muy baja la cuantidad de votos en este
certamen. Y fue este reducido número de electores quienes lo eligieron con 84,7% de
los votos de una competencia cuestionable en términos de participación electoral.
Volatilidad alta y competitividad baja son las marcas de este periodo de inconstancias
político-electorales. Sin embargo, la geografía electoral de los años venderos tiene ay
sus orígenes. Como se observa en los mapas de los territorios electorales de la figura 1,
es constante el apoyo al ex presidente Balaguer en la porción oeste del país, en una
franja del Cibao a la región Oriental. Esta región, como veremos más adelante en los
5
próximos mapas síntesis (figuras 2 y 3), seguirá apoyando a Balaguer hasta 1994, y al
candidato siguiente, Jacinto Peynado, en 1996.
En cuanto al PRD, cuando el presidente Juan Bosch es el contrincante en 1962 y 1966, el
apoyo es más fuerte en la región sur, alrededor de la región metropolitana, como se
observa en los mapas de clúster de la figura 1. El discurso institucionalista y de cuño
social se repercute más en la metrópoli, y menos en el interior conservador del país.
Sin embargo, la interrupción del ciclo de participación del PRD, con su ausencia en las
elecciones de 1970 y 1974, y la salida del presidente Bosch para fundar el PLD, hacen
con que el nuevo ciclo de 1978 adelante (figura 2) no registre más esta conformación de
territorio electoral ni al PRD y ni al PLD. La región metropolitana y alrededores solo
vuelven a ser territorios electorales fuertes del PLD en 1996 (figura 3), cuando se eligió
presidente Leonel Fernández. Sin embargo, aunque no explicitado en los mapas de
Moran, la votación por el presidente Juan Bosch crece mucho en los grandes municipios
en el periodo posterior, como lo comentaremos más adelante.
En síntesis, lo que vimos en destaque sobre la evolución de los territorios electorales de
los principales actores políticos en el periodo 1962 a 1974 fue el apoyo de la metrópoli
y de la región sur a la elección del presidente Bosch, y la génesis de la base electoral del
presidente Balaguer en la porción oeste del país. Decimos génesis porque el apoyo sigue
constante en las siete elecciones que disputó después de 1966.
6
Figura 1 – Territorios electorales de las elecciones presidenciales de 1962 a 1974 (año, partido,
porcentaje de votos, candidato, índice de Moran Global y mapa del indicador de Moran Local)
Fuente: elaboración propia. Nota: los territorios electorales débiles están todos en color crema. Los
demás son territorios electorales fuertes de los partidos en cuestión.
EL PERÍODO 1978 -1994
El según periodo, de 1978 a 1994, se inicia en un contexto de dos rupturas. Una es
proveniente del escenario mundial, que trajo al país la tercera ola democrática. El
gobierno Carter en los Estados Unidos presiona por la realización de elecciones
democráticas y libres, de las cuales se respecte los resultados. La otra proviene de la
política interna. El certamen de 1978 marcó el fin de la hegemonía del PR de Balaguer y
del autoritarismo de sus 12 años de gobierno, si bien que vuelve en 1986. El
7
contrincante del PR en este pleito, Silvestre Antonio Guzmán Fernández, rompió el ciclo
y llevó el PRD a la presidencia de la República. Juan Bosch y su nuevo partido, el PLD,
también participa de la contienda, pero no obtiene resultados significativos.
En las cuatro elecciones siguientes, 1982, 1986, 1990 y 1994, los principales
contrincantes siguen siendo los tres partidos, PRD, PRSC y PLD. En cuanto el PRSC y el
PLD son representados por sus líderes máximos Joaquín Balaguer y Juan Bosch, en las
cinco elecciones del periodo, por el PRD se postulan cuatro candidatos diferentes. En
1986, al PR de Balaguer se une el antiguo PRSC, formando el Partido Reformista Social
Cristiano, manteniendo la sigla PRSC. La elección de 1982 la gana nuevamente el PRD,
eligiendo al presidente Salvador Jorge Blanco. A las otras tres postulan una vez Jacobo
Majhita (1986) y dos veces Peña Gómez (1990 y 1994), y ambos no logran vencer a
Balaguer, que retorna al poder.
En el contexto electoral, todas las elecciones del periodo fueron albo de acusaciones de
irregularidades y fraude electoral. Las prácticas clientelistas, el amplio control
reformista del Senado, del Poder Judicial y de la Junta Central Electoral componen el
escenario en lo cual la votación por el PRSC se mantiene siempre entre 35% y 42%. El
PRD vive conflictos internos y ve su apoyo entrar en declino hasta que Peña Gómez logra
la recuperación de la votación en su segundo intento por la presidencia, en 1994. Con
el PLD ocurre el movimiento opuesto: crece la votación por Juan Bosch, subiendo de
1,11% en 1978 a 33,7% en 1990. En 1994 la votación baja nuevamente, llegando a los
13,1%.
Aunque bajo la pecha del fraude electoral, el periodo muestra evolución del sistema de
partidos en el país frente al periodo anterior. Los indicadores confirman, en lo general,
incremento importante en la competitividad electoral y en el número efectivo de
partidos. La concentración de votos disminuye, completando el cuadro de mejora de los
indicadores políticos-electorales. ¿Pero qué nos dicen los territorios electorales
conformados por la votación en los municipios y sus vecinos?
Los mapas síntesis del periodo (figura 2) presentan, en perspectiva comparable, los
territorios electorales de los tres partidos en los cinco certámenes, excepto del PLD en
1978, cuando obtuvo solo 1,11% de votos. El PRSC mantiene su estándar del periodo
anterior. Los territorios electorales fuertes de la porción oeste del Cibao y de la región
oriental del país se conforman alrededor de la provincia de San Juan desde 1966 hasta
1994, con variaciones locales a cada elección. Algunas otras conformaciones aparecen
en la región sur (eventualmente los municipios a este de la provincia de Monte Plata y
La Altagracia), pero no con la constancia de los del oeste.
El PLD, según lo analizamos cuantitativamente, va consolidando su votación en los
municipios más poblados del país, manteniendo la característica de los partidos de
izquierda y centro-izquierda que inicialmente son bien sucedidos en los grandes centros
urbanos, para luego interiorizarse. Mientras tanto, en términos de territorios electorales
8
fuertes, lo que se destaca es la región que se conforma al norte de la provincia de
Santiago. La configuración del conjunto de municipios vecinos varía a cada elección,
pero se queda claro que hay ay, en Santiago y alrededores, un bastión del partido que
se consolida en las cuatro elecciones subsecuentes.
El análisis del periodo siguiente nos mostrará que este territorio se mantiene en las dos
vueltas de la elección de 1996 (figura 3), cuando ganó Leonel Fernández, y vuelve a
aparecer con menor extensión en su retorno en 2004. Algunas otras conformaciones
también aparecen en la región sur en 1982, 1986 y 1990, más específicamente en las
provincias La Altagracia, La Romana y El Seibo, pero no con la constancia de la región de
Santiago.
El PRD, sea por los cambios de postulante a cada elección, sea por apoyo en igual
proporción que tal vez haya recibido en los municipios dominicanos, no muestra ningún
estándar que sé continuo y significativo.
9
Figura 2 – Territorios electorales de las elecciones presidenciales de 1978 a 1994 (año, partido,
porcentaje de votos, candidato, índice de Moran Global y mapa del indicador de Moran Local)
Fuente: elaboración propia. Nota: los territorios electorales débiles están todos en color crema. Los
demás son territorios electorales fuertes de los partidos en cuestión.
10
EL PERÍODO 1966 -2012
Llegamos al periodo más reciente y analizamos los certámenes de 1966, 2000, 2004,
2008 y 2012. El mondo atestiguaba la crisis del discurso socialista, la crisis económica
de los países en desarrollo y subdesarrollado, la hegemonía del neoliberalismo y la
globalización. En los países de Latinoamérica, mientas los inúmeros desafíos a requerir
eficiencia del Estado y políticas públicas efectivas, se vivió la lucha para el equilibrio
macroeconómico y luego, el esfuerzo para disminuir la pobreza y la tremenda
desigualdad, agravadas aún más por las medidas económicas neoliberales
implementadas en la transición hacia el nuevo milenio.
República Dominicana, además de los desafíos para manejar las carencias sociales y
económicas e insertarse en el nuevo orden mundial, pasaba una vez más por rupturas
y transformaciones del escenario político, institucional y electoral. La crisis vivida
después de las elecciones de 1994, en la cual el PRSC fue promulgado ganador bajo la
confirmación de fraude electoral, llevó al Pacto por la Democracia, convocación de la
nueva Asamblea Nacional, promulgación de la Constitución y convocación de nuevas
elecciones presidenciales en 1996. Los principales cambios definitorios en el sistema
político-electoral fueron el establecimiento de la segunda vuelta para certámenes sin
mayoría absoluta; la prohibición de reelección; y la separación de las elecciones
presidenciales de las congresuales y municipales.
El periodo comienza con nuevos liderazgos. Por primera vez desde los principales
protagonistas de los últimos 35 años, Joaquín Balaguer por el PRSC y Juan Boch por el
PLD, no postulaban a la presidencia en 1996. Solo permaneció por más este certamen
Peña Gómez, líder del PRD. El ocaso de los tres liderazgos políticos abrió camino para
nuevos nombres del escenario político, como Leonel Fernández, vice de Juan Bosch en
1994, y presidente elegido en 1996, 2004 y 2008, y Danilo Medina, postulante en 2000,
y presidente elegido en 2012.
Por el PRD viene Hipólito Mejía (elegido en 2000) y Miguel Vargas Maldonado. El PRSC
deja de ser una fuerza electoral, aunque que Balaguer se postula como contrincante en
2000. En 2012 juntase al grupo de aliados del PLD. Nuevamente el sistema toma rumbos
de un bipartidismo electoral.
El periodo se difiere en mucho de los anteriores. Inicia libre del fantasma de las prácticas
autoritarias en la competición político-electoral. Las campañas electorales pasan por
cambios relevantes, como la mayor importancia de los medios de comunicación y la
espectaculización de la política, como lo dijo Castillo (2009). Leonel Fernández trae al
escenario un discurso más técnico en substitución al discurso ideológico. Las alianzas
también toman un nuevo significado, a punto de en 2012 garantizaren la elección de
Danilo Medina por PLD.
11
El PLD, tras la personalización de la política del periodo anterior, se beneficia de la
persistencia del ex presidente Juan Bosch en postularse en cada certamen,
constituyendo la tercera vía al bipartidismo del PRSC y PRD. Su trayectoria dio frutos en
1996, cuando Leonel Fernández confronta a Peña Gómez en dos voltas y sale vencedor.
Estaba decretado el nuevo modelo de hacer política y gobernar.
Los mapas síntesis de la figura 3 muestran los territorios electorales fuertes y débiles de
los tres partidos en cada certamen. Una inspección visual sobre el estándar del PRSC nos
muestra que 1996 es la última vez que se conforma un territorio más extenso a suroeste
del país, que se identifica desde 1966. En este certamen se conforma con municipios de
las provincias de Elias Piña, Independencia y Pedernales. La Altagracia, que aparece
desde 1986, sigue siendo un clúster de votación fuerte por el partido.
En cuanto al PRD se conforma una cierta región de apoyo en el noreste del Cibao, en las
provincias de Monti Cristi, Dajabón y cercanías, que viene desde 1994, cuando postuló
por segunda vez Peña Gómez. Este territorio persiste hasta 2012.
Hemos visto anteriormente que desde 1982, con Juan Bosch como contrincante por el
PLD, se conformó el territorio electoral al centro-norte del país, en la región del Cibao,
más frecuentemente en la provincia de Santiago y alrededores. Eso se percibe
claramente en la elección del presidente Fernández en 1996, en los dos turnos. No
aparecen en 2000, cuando se postuló Danilo Medina. Vuelven en 2004, nuevamente con
el presidente Fernández.
En 1996 y 2000 también es interesante observar como la región metropolitana de Santo
Domingo conforma un gran clúster. Normalmente, en los municipios más poblados, la
competencia es más fuerte y no se conforman territorios electorales metropolitanos
con facilidad, sin embargo, el PLD ha sido muy bien votado en estos municipios. El hecho
de se haya conformado el territorio electoral metropolitano en la votación del PLD en
1996 y 2004 muestra el destaque que tiene esta región frente al desempeño en el
interior del país. O sea, es posible decir que la base electoral conformada por el ex
presidente Juan Bosch en la región de Santiago y San Juan pasa a su sucesor Leonel
Fernández y que los territorios electorales fuertes del PLD moderno, particularmente
hasta 2004, incluyen el Distrito Nacional, Santo Domingo y alrededores.
Otra confirmación de la tendencia de urbanización de la base electoral del PLD viene del
análisis del número de veces que los municipios más poblados del país fueron
clasificados como territorios fuertes del partido. Cuanto más veces en relación al total
de certámenes que el partido ha disputado, más apoyo debe tener en las áreas
metropolitanas y alrededores. Hicimos el análisis cuantitativo y observamos que el PLD
es el partido que más veces tiene como territorios fuertes los municipios con más de
1% de población (Censo 2010) en edad para votar. Particularmente los municipios de
Moca (ESP), Santiago (STGO), La Vega (LV), Baní (PEV) y el Distrito Nacional fueron en
12
los que sus votantes más frecuentemente respondían a patrones regionalización a favor
del PLD.
Figura 3 – Territorios electorales de las elecciones presidenciales de 1996 a 2012 (año, partido,
porcentaje de votos, candidato, índice de Moran Global y mapa del indicador de Moran Local)
Fuente: elaboración propia. Nota: los territorios electorales débiles están todos en color crema. Los
demás son territorios electorales fuertes de los partidos en cuestión.
13
CONCLUSIÓN
Una conclusión general del análisis de los territorios electorales, aunque haya inúmeras
otras a derivar del estudio, es que los tres principales partidos y sus protagonistas
lograron conquistar el apoyo en diferentes regiones del país, más que en otras.
Independiente de ganar o perder, del contexto político, social y económico, la geografía
hizo alguna diferencia. Nos preguntamos cómo y porque. Los contextos locales y el perfil
de los electores deben ser más investigados para profundizar el conocimiento del
comportamiento electoral en el país.
Identificamos en línea general, la conformación de territorios electorales de apoyo a
Balaguer y al PR(SC) en la porción oeste del país desde el principio. Esta tendencia se
mantuvo hasta 2006, pero principalmente en cuanto permanece Balaguer en el
escenario como postulante o líder.
Observamos la conformación del apoyo a Juan Bosch en la región (Sur) incluso en Santo
Domingo y alrededores en 1962 y 1966. Vimos este apoyo trasladarse hacia Santiago y
alrededores luego en la segunda participación de Juan Bosch a frente del PLD (1982).
Estas tendencias de apoyo de los municipios más poblados y sus cercanías también
parecen mantenerse hasta 2006. En 2000, cuando Danilo Medina es el contrincante
por el PLD ya no se ve el mismo estándar. El estándar se repite en 2004, nuevamente
con Leonel Fernández. Nos preguntamos si la base electoral de Juan Bosch fue heredada
por Leonel Fernández y no por Danilo Medina. Hipótesis a investigar.
En cuanto al PRD observamos variaciones de regiones de apoyo a lo largo del periodo.
Quizá la hipótesis del personalismo político explique estas variaciones, una vez que el
partido fue lo que más cambió postulantes en estos cincuenta años. Incluso en las tres
veces que actuó como contrincante (1990, 1994 y 1996) su líder, Peña Gómez, el
territorio que había en la región de Pedernales desapareció para surgir otro en la región
de Monte Cristi. Este último se mantiene hasta 2012. Otra hipótesis a investigar: el
personalismo y la fuerza de los liderazgos crean territorios que pueden ser heredados
por quienes los electores identifican como sus sucesores.
El análisis exploratorio de los Índices de Moran también nos permitió evaluar, desde la
perspectiva del sistema de partidos y de sus respectivos postulantes, las tendencias de
regionalización o nacionalización a lo largo de estos catorce certámenes.
Analizamos los tres partidos principales (PRD, PRSC y PLD) en todos los certámenes en
que participaron desde 1962. En el primer periodo incluimos también el análisis de otros
contrincantes en 1962 (UCN), 1970 (MIDA) y 1974 (PDP), pero el foco del análisis se
mantuvo en los tres principales. Los promedios de los I de Moran son similares: 0,38
para el PRD y 0,37 para los dos otros. Sin embargo, las deviaciones estándares son
diferentes: más baja para el PRD (0,08) que para el PRSC (0,16) y el PLD (0,11). Estas
diferencias pueden ser observadas en los gráficos de la figura 4. Los índices del PRD, por
14
ejemplo, varían poco desde 1978. Los índices se quedan en el intervalo de 0,3 a 0,4, o
muy cerca de estos límites. Ya el PRSC varía mucho, pasando de alto a bajo de un
certamen a otro. El PLD también presenta variaciones significativas de un certamen a
otro. Esto explica porque la deviación estándar del PRSC es el doble de la del PRD.
Además de la estabilidad del PRD y de la variabilidad del PRSC y del PLD, es posible
observar que la última votación con índices relativamente altos fue la de 1996, más
precisamente 0,42 para el PRD, 0,54 para el PRSC y 0,60 para el PLD. Después se nota
claramente una queda en los índices de los tres partidos, lo que se pode plantear como
una tendencia de nacionalización de las votaciones para presidencia de la República a
partir de 2000. O sea, la diferenciación regional de los porcentajes de votos municipales
disminuye en las votaciones más recientes, y nos parece que eso se pasa con los tres
partidos.
Figura 4 – Índices de Moran Global de las votaciones municipales por PRD, PRSC y PLD,
1962 a 2012
Índices de Moran del porcentaje de
votos municipal por partido en cada
certamen electoral realizado desde 1962
a 2012
Fuente: elaboración propia.
En términos de comportamiento electoral, índices de Moran positivos y más próximos
de cero significan apoyo más o menos homogéneo (con baja variancia) en la mayoría de
los municipios, que puede ser interpretada como nacionalización. La tendencia a
regionalización se asocia a la conformación de regiones donde la votación es significante
y más expresiva que en otras, y el índice es positivo y más próximo de 1. Esto independe
de ganar o perder la elección, de obtener votación alta o baja. De hecho, lo que pudimos
15
observar en la serie histórica es que hay una queda en los índices a partir de 2000, hacia
la homogeneidad espacial (nacionalización), frente a los índices anteriores, más altos,
indicativos de estándares heterogéneos (regionalización) de los porcentajes de votos
por los partidos en los municipios.
Sin embargo, ¿cuáles son los índices límites que suelen definir estándares nacionalizados
o regionalizados? Los límites no suelen ser absolutos, sino que relativos a la amuestra
analizada, en este caso, todas las votaciones municipales por los partidos relevantes en
los catorce certámenes. Empleamos un método de clasificación (y podría ser otro),
basado en el promedio y en la deviación estándar del conjunto de todos los índices. La
tabla 1 presenta todos los índices calculados para la serie histórica. El promedio es 0,38
y la deviación estándar es 0,12.
Tabla 1- Índices de Moran de los porcentaje de las votaciones municipales de los
principales partidos en las elecciones presidenciales de 1962 a 2012
PRD
1962
1966
0,53
0,50
PRSC
0,50
1970
1974
0,30
0,65
PLD
UCN
MIDA
PDP
1978
1982
1986
1990
1994
1996
2000
2004
2008
2012
0,41
0,36
0,38
0,31
0,40
0,42
0,27
0,36
0,30
0,32
0,45
0,35
0,23
0,51
0,27
0,54
0,19
0,14
0,32
0,38
0,48
0,30
0,39
0,60
0,29
0,30
0,22
0,35
0,47
0,32
0,65
Fuente: elaboración propia.
Definimos tres clases de índices para identificar las tendencias de nacionalización,
regionalización y transición entre estos dos estándares, con base en el promedio y la
unidad de deviación estándar.
A partir del promedio (0,38) se sumó y disminuyó 0,12 (una deviación estándar) para
encontrar los límites de las clases inferior (0,26) y superior (0,50). Por este método de
clasificación, se definió que índices de Moran igual o inferior a 0,26 indican
nacionalización en curso; igual o superior a 0,50 indican regionalización en curso. Índices
entre 0,27 y 0,49 significan una situación de transición, que se llamó de estándar
intermediario, o sea, donde no hay predominio de un u otro estándar. Esta clasificación,
presentada en la tabla 2, muestra que hubo realmente la tendencia de regionalización
en el primer periodo, de 1962 a 1974; que entre 1978 y 1994 se conformó un nivel
intermediario; que en 1996 el estándar del PRSC y del PLD fue regionalizado; y
16
finalmente, que a partir de 2000 se confirma la tendencia hacia la nacionalización del
PRSC (dos veces) y del PLD (una vez). Este último periodo todavía no parece muy claro.
Tabla 2 - Clasificación de los Índices de Moran con base en el promedio y una unidad de
deviación estándar
PRD
1962
1966
R
R
R
PRSC
1970
1974
I
R
1978
1982
I
I
I
I
I
I
PLD
UCN
1986
1990
1994
1996
2000
2004
2008
2012
I
I
I
I
N
R
I
R
I
I
I
I
N
N
I
I
I
R
I
I
N
I
I
MIDA
I
R
PDP
Fuente: elaboración propia. Nota: R – regionalización en curso; I- estándar intermediario; N nacionalización en curso
Utilizamos ahora media unidad de deviación estándar para dar más definición a la
clasificación (tabla 3). Observase ahora más claramente el predominio de la
regionalización en el primer periodo (1962 – 1974), se confirma la transición en el
segundo (1978 – 1994) y las dos situaciones del periodo más actual: la regionalización
en 1996 y el predominio de la nacionalización a partir de 2000.
Tabla 3 - Clasificación de los Índices de Moran con base en el promedio y media unidad
de deviación estándar
PRD
1962
1966
R
R
R
PRSC
1970
1974
1978
1982
I
N
R
R
PLD
UCN
MIDA
PDP
1986
1990
1994
1996
2000
I
I
N
I
N
R
I
R
N
I
2004
2008
2012
I
I
N
R
N
I
N
N
N
N
N
R
N
N
N
I
R
N
R
Fuente: elaboración propia. Nota: R – regionalización en curso; I- estándar intermediario; N nacionalización en curso
Interesante observar que luego de dos crisis (1974 y 1994) surgen estándares regionales
o índices de transición altos. En 1978 se puede plantear que ya se vendría de una
tendencia fuerte de regionalización del voto. Pero 1996 nos parece un “punto fuera de
la curva o un outlier”, un punto de ruptura en la tendencia de nacionalización que se
conformaba. Nos preguntamos ¿porque? Nos preguntamos también se estas tendencias
se mantienen para las elecciones del legislativo, o sea, se el sistema de partidos se
nacionaliza o se apenas las elecciones presidenciales. ¿Y porque? ¿Y en Santo Domingo,
17
Santiago y otros municipios más poblados, que abrigan tremenda desigualdad socio
económica, se mantienen estas tendencias en los barrios ricos y pobres igualmente?
Delante la grande cuantidad de informaciones derivadas del estudio, innúmeras
preguntas nos surgen a mente. Esto análisis exploratorio de la geografía electoral, a
través de la delimitación y cuantificación de lo que conceptualizamos como territorios
electorales, nos lleva a hipótesis y posibilidades de explicación de lo que ni siquiera
imaginábamos antes. Y es exactamente lo que esperábamos del trabajo. Generar
información sobre nuestra realidad para confróntalas a las teorías existentes, y
enriquecerlas. Entendemos este estudio como un comienzo inicio, y no un fin en sí
mismo. Nos ha generado más preguntas que las iniciales que planteábamos. Es una
puerta abierta para seguir investigando...
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