MESA 13 - UAM-I
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Mesa Temática 13: Psicología y Trabajo Coordinador: Marco Antonio Carrillo Pacheco Lugar: Provisional 2 del Palacio de la Antigua Escuela de Medicina Miércoles 21 de 10:30 a 13:30 hrs. Alejandra Elizabeth Urbiola Solís y Ángel Wilhelm Vázquez García: Lenguaje, poder y polifonía organizacional. UAQ / UAM-I. Melissa Guerrero Orozco: Hacía una Psicología del Trabajo basada en la etnometodología. UAQ. Juan Alberto Vargas Téllez: Análisis de la relación de las formas organizacionales con el perfil gerencial y la satisfacción laboral: Un estudio en PyMES del Bajío. UAQ-Universidad La Salle, Bajío. Dr. Luis Enrique Puente Garnica, Mtra. María Mireya Puente Garnica y Mtra. Jaquelina Preciado del Castillo Negrete. Creatividad, procesos creativos y su desarrollo en el ámbito organizacional. UAQ. Verónika Sieglin: Estilos de administración escolar y su impacto en la salud psicofísica de profesores de la enseñanza básica en Monterrey, México. UANL. Héctor Camilo Sánchez Beltrán y Eva Esther Avelar Gutiérrez: Significado del trabajo en hombres y mujeres obreras de la industria manufacturera de Jalisco. Universidad de Guadalajara. Miércoles 21 de 15:00 a 18:30 hrs. Marco Antonio Carrillo Pacheco, José Juan Martínez Juárez y Rolando Javier Salinas García: Los convenios de productividad en el Estado de Querétaro. Experiencias en torno a la productividad. UAQ. Josep M Blanch y Antonio Stecher: La empresarización de servicios públicos y sus efectos colaterales. Implicaciones psicosociales de la colonización de universidades y hospitales por la cultura del nuevo capitalismo. Avance de resultados de una investigación iberoamericana. UAB. Ma. Luisa Leal García, Marco Antonio Carrillo Pacheco, Lorena Alcocer Gamba y Josefina Morgan Beltrán: Condiciones ambientales y seguridad de las personas. UAQ. Héctor Camilo Sánchez Beltrán y Eva Esther Avelar Gutiérrez: Síntomas subjetivos de fatiga mental en trabajadores de la industria manufacturera del acero en la zona Metropolitana de Guadalajara. Universidad de Guadalajara. Rubén Martínez Miranda y Carlos Gerardo Galindo Pérez: Los estudios del trabajo y la producción de conocimientos y artefactos. Posibles Aproximaciones desde la psicología de la ciencia. UAQ. Tulio Ramírez: Maestros insatisfechos después de 10 años de revolución. Un estudio sobre satisfacción laboral en maestros venezolanos de Educación Básica. Universidad Central de Venezuela. Olga Crespo de Hernández: El estrés en el personal de enfermería. Universidad de Carabobo. Dra. Imke Hindrichs, Profa. Daniela Converso y Dra. Cristina Girardo: Estrategias para la inversión en Recursos Humanos en las OSC. Universidad de Turín / Colegio Mexiquense. Jueves 22 de 10:00 a 13:30 hrs. Maria Fernanda Diogo, Maria Chalfin Coutinho, Emanuelle de Paula Joaquim, Regina Célia Borges y Antenor Sandi Júnior: A re-significação na negação: os sentidos atribuídos ao trabalho por servidores federais engajados em movimento de greve. UFSC. Carlos Cruz y Sônia Calado Dias: Mentoria em uma instituição bancária privada brasileira: a percepção dos gerentes médio-táticos. Recife/PE. Eloisio Moulin de Souza, Agnaldo Garcia y Susane Petinelli Souza: Sexualidade e Trabalho: Estudo sobre a Discriminação de Homossexuais Masculinos em Bancos. Universidade Federal do Espírito Santo. Marisílvia Costa y Sônia Calado Dias: Mentoria e Liderança em uma empresa de Call Center. Recife/PE. Rosemeire Aparecida Scopinho: Representações sociais sobre associativismo e agroecologia em assentamentos rurais brasileiros. Universidade Federal de São Carlos. Djailton Cunha y Sônia Calado Dias: Mentoria Ideal X Modelo de Kram: Um caso brasileiro. Recife: PE. Jueves 22 de 15:00 a 18:10 hrs. Alejandro Covarrubias V.: Tradicionalidad y sobrevivencia en obreros latinoamericanos: ¿La modernidad de ensueños? El Colegio de Sonora. Josefa Rosa Marrero Rodríguez: Competencias sociales y exigencias emocionales en la población ocupada española. Universidad de La Laguna. Pablo Melogno: Innovación y Gestión del Conocimiento (GC) en el Sector TI. Universidad de la República. Lorena Godoy Catalán: Evaluación de hombres y mujeres en cargos de dirección. Pontificia Universidad Católica de Chile. Yoselin Alicia Becerril Fuentes y Luis Ortiz Hernández: Relación entre nivel socioeconómico, factores psicosociales del trabajo y riesgo cardiovascular en trabajadores de una universidad pública. UAM-X. Marina Petrilli Segnini: Sufrimiento y Placer en el trabajo artístico de la danza. USP. Cruz García Lirios: Un programa de desarrollo organizacional sostenible. UAM. Herrera Caballero Juan Manuel y Vargas Monroy Ma. Guadalupe: Relación entre la motivación e higiene y el compromiso organizacional de los trabajadores de la COFAA-IPN. UAM-I. “Lenguaje, poder y polifonía organizacional” Resumen Al interior de las organizaciones se despliegan mecanismos que son útiles para que la organización como entidad perdure; normalmente éstos se utilizan para hacer frente a situaciones adversas a la organización; existen también elementos de lenguaje polifónico que expresan una pluralidad persistente con respecto a la construcción de la identidad y realidad organizacional. Estas diferentes expresiones lingüísticas o construcciones sobre la realidad expresan también elementos de poder y dominio entre los miembros la organización. La heterogeneidad no sólo expresa disrupción y divergencia simbólica sino también modos distintos de hacer y pensar a la organización en espacios de poder. El objetivo del presente texto es acercarse a la comprensión de la dinámica organizacional a partir de la comunicación organizacional, asumiéndola como un elemento importante para la consolidación de normas, valores e identidad organizacional. Se pretende dibujarla como parte de una expresión de la organización donde el individuo se sujeta a relaciones de poder, dominación y ambigüedad. Para ello se dividirá en tres apartados, el primero busca analizar la relación entre comunicación y poder, enfatizando el papel de las reglas operativas existentes en los diferentes niveles de la estructura organizacional. En un segundo momento, el lenguaje es utilizado dentro de un contexto ritual, el cual mantiene un significado para los ejecutantes y no sólo es parte complementaria de acciones repetitivas. Se entiende que control existe a través de reglas institucionalizadas sobre el qué decir, cómo decir y en qué momento decirlo. Finalmente, se propone a la polifonía como una forma dialógica de expresión organizacional, construyendo una visión más realista de lo que sucede al interior de las organizaciones. Palabras clave: Comunicación organizacional, poder 1 “Lenguaje, poder y polifonía organizacional” Alejandra Elizabeth Urbiola Solís 1 Ángel Wilhelm Vázquez G.2 Introducción En la medida que los miembros de una organización hablan, escriben y discuten sobre ella será posible acercarse a la comprensión de una realidad organizacional específica (Potter, 1996). Es dentrarse a la dinámica social que se genera, lo cual se concretará en el momento que el individuo narra su realidad. Con este acto, se va desprendiendo para los ojos del investigador una determinada mirada sobre cómo se vive, acepta o rechaza tanto a él mismo como la posura que toma con otros. Las organizaciones son espacios donde la relacion jerárquica con pares, jefes y entorno permite analizarla bajo diversos lentes analíticos. El objetivo del presente texto es acercarse a la comprensión de la dinámica organizacional a partir de la comunicación organizacional, asumiéndola como un elemento importante para la consolidación de normas, valores e identidad organizacional. Se pretende dibujarla como parte de una expresión de la organización donde el individuo se sujeta a relaciones de poder, dominación y ambigüedad. Para ello se dividirá en tres apartados, el primero busca analizar la relación entre comunicación y poder, enfatizando el papel de las reglas operativas existentes en los diferentes niveles de la estructura organizacional. En un segundo momento, el lenguaje es utilizado dentro de un contexto ritual, el cual mantiene un significado para los ejecutantes y no sólo es parte complementaria de acciones repetitivas. Se entiende que control existe a través de reglas institucionalizadas sobre el qué decir, cómo decir y en qué momento decirlo. Finalmente, se propone a la polifonía como una forma dialógica de expresión organizacional, construyendo una visión más realista de lo que sucede al interior de las organizaciones. 1 Doctora en Estudios Organizacionales, Profesora de la Faculta de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1, Correo electrónico: [email protected] 2 Doctor en Estudios Organizacionales, Profesor del Departamento de Economía de la UAM Iztapalapa, profesor invitado del Doctorado en Administración de la UAQ. Correo electrónico: [email protected] 2 1. Poder y dominación en la comunicación organizacional Mediante la comunicación se hace posible el proceso de intercambio y retroalimentación de mensajes (Ávila, 2004). Los elementos de dicho proceso que se han estudiado con mayor énfasis se han orientado hacia el papel del emisor, el proceso de encodificación, el mensaje, el canal, la transmisión, el receptor, la decodificación, el significado y la respuesta (Martínez de Velasco y Nosnik, 2002). Puede decirse que un proceso de comunicación efectivo, asegura la existencia de cualquier organización, al estar ligado con todos los procesos que permiten la integración de su dinámica organizacional. Ya sea que adquiera un carácter formal o informal el análisis de los canales de comunicación al interior de estos espacios sociales, -o con otro tipo de organizaciones-, tendrá que contener una respuesta del proceso de retroalimentación para que el proceso de comunicación pueda ser considerado exitoso. Si se analiza desde una perspectiva instrumental o de herramienta para consolidar una cultura corporativa3, la Teoría de la Organización aporta elementos para el estudio de la comunicación, que si bien no aparece como tal, la incluye a partir del análisis del “factor humano” y su desempeño en el proceso de producción. El interés que sobre la relación entre la comunicación industrial y las organizaciones empresariales surgió durante los años veinte y continuó con la escuela de las Relaciones Humanas (Mouzelis, 1975; Montaño, 1991; Ibarra y Montaño, 1992; Schwartzman, 1993). La comunicación se incluye como elemento constitutivo en los ejes temáticos de esta escuela: motivación, liderazgo, trabajo en equipo y desarrollo organizacional (Dávila, 2001; Ávila, 2004; Gamez y Navarro, 2007)4; con lo que se hace más evidente el papel de la comunicación 3 El análisis de la cultura por parte de la administración y por ciertos teóricos de la organización corresponde más a lo que se conoce como cultura corporativa, caracterizada por ser explicita y altamente específica, es decir, no fácilmente generalizable a la totalidad de las organización. Es desarrollada pr las grandes empresas para lograr la rentabilidad, productividad, ganancia entre otros. Es usada para explicar la competitividad. Mientras que la cultura orgnaizacional se caracteriza por ser más espontánea por quienes la viven cotidianamente, además de no encontrarse estipulada ni contenida en ningún documento oficial, por lo tanto, su naturaleza es más dificil de indetificar y comprender fuera del ámbito que se desarrolla. El simbolismos adquire importancia para su comprensión (Montaño, 2003; Rendón, 2003). 4 Aunque no se identifican durante el transcurso de la escuela de las relaciones humanas, estas temáticas se originan a partir de los descubrimientos en la planta de Hawthorne en el oeste de Chicago. El estudio se inicio principalmente por la inquietud de la directiva de la Western Electric para entender la relación entre la fatiga y la monotonía y la satisfacción en el trabajo con la insatisfacción. Una serie de experimentos fueron conducidos por la compañía a inicios de 1924, examinando la relación entre iluminación y proctividad. Tal y como lo señala Schwartzman (1993), los resultados eran confusos y dificiles de interpretar por lo que el grupo 3 como una variable “manipulable”, con la capacidad de influir en el desempeño individual y de la organización. En consecuencia, la investigación en la materia se orienta a lograr el perfeccionamiento de su instrumentalidad, asi, aparecen líneas de estudio como las “barreras” en el desarrollo de la comunicación, el “ruido” o la “incomunicación” (Ramos, 2002). Con tal de distinguir las perspectivas que se ha abordado la comunicación en las organizaciones, se distinguen tres grandes enfoques (Manning, 1992; Ávila, 2004, ), mismos que se muestran en la tabla 1. En primer lugar, el mecánico la contempla a partir de un flujo lineal en un sentido donde existe un mensaje que es enviado a toda la organización. El conducto es el canal a través del cual se hace la transmisión. La comunicación es la transmisión y la organización aparece como un contenedor donde se reciben los mensajes. En este enfoque el administrador debe aprender a comunicarse eficazmente, a partir del efecto que la comunicación tiene dentro de la organización pueden o no existir problemas cuando no se recibe la información o cuando lo que se recibe no es lo que se envió. En segundo lugar, el enfoque contingente visualiza el proceso de comunicación como un “filtro” o lente que duplica, tamiza y retransmite. El contenido y forma del mensaje están sujetos a cambios, relacionados con el filtro que invariablemente se utiliza al modificar o guiar el proceso de decodificación. La comunicación como un proceso de “conexión” por su parte, implica el estudio de la transmisión hacia un receptor; es importante en este tipo de trabajos el énfasis tanto en la transmisión como en el conector. La conexión funciona como una red (de acoplamiento flojo o firme) que funciona en lo formal y lo informal hacia dentro o hacia fuera (intra e inter organizacionalmente). Los trabajos que se ubican en este enfoque comulgan con la teoría de sistemas y de contingencia5. de investigadores exploró los factores psicológicos como una posibilidad para encontrar respuestas. 5 Las decisiones estratégicas de la organización se determin según la viabilidad para su realización y al entorno que a su vez determinan los recursos para realizar las tareas por medio de partidas y al control de los mismos para su óptima aplicación. Por lo que los esfuerzos analíticos desde la Contingencia, recaen en la comprensión y solución de problemas de las organizaciones, principalmente de las empresas, los cuales antes de la década de los setenta no se contemplaban dentro del campo de la Administración. 4 Por último, el enfoque simbólico enfatiza la interacción y el significado. El desempeño no es de productividad sino que hace referencia a un proceso social de interacción y construcción de significados comunes. Se enfatiza la conducta consensuada socialmente, la colaboración y la reflexión. Las organizaciones son dinámicas, con acciones coordinadas y capaces de “hacerse a sí mismas”. Metodológicamente hablando, este enfoque comulga con las escuelas microinteraccionista en sociología, (interaccionismo simbólico, fenomenología y dramaturgia). En los trabajos con este enfoque se analiza la actuación, la representación y la convergencia simbólica como elementos de cohesión o disrupción organizacional, es decir como una variable independiente (Jablin, Putnam, et al. 1987; Pepper, 1995; Trenholm, 2001; Putnam, Phillips y Chapmann, 1996, Owen, 1996). Cuadro 1. Enfoques de la comunicación organizacional Enfoque Comunicación Tradicional Transmisión mensajes Estudio de transmisión hacia receptor Interacción significado Contingencial Simbólica Organización de la un y Contenedor donde se reciben los mensajes Red (que funciona en lo formal y lo informal hacia dentro o hacia fuera Representación y convergencia simbólica como elementos de cohesión o disrupción organizacional Papel del individuo Pasivo Enlace Actor activo Elaboración propia La postura tradicional que ubica a la comunicación como parte esencial en la conformación de la cultura corporativa, y su eminente instrumentalización, permite entender el porqué las organizaciones poseen elementos de homogeneidad pero también de disrupción. Dentro de una perspectiva tradicional, la homologación se refuerza para otorgar una visión particular del mundo, permitiendo que la instrumentalización de los canales formales de señalen cómo se debe comunicar al interior de las organizaciones, lo que para Gergen y Thatchekery (1996) corresponde a un proceso de significación. Sin embargo, lleva implícitas ciertas concepciones de la realidad. Por ejemplo, una organización no sólo busca la eficiencia y la maximización de las ganancias, tal respuesta aparece únicamente bajo el discurso de una organización empresarial capitalista, aunque formen parte de una mínima parte de su realidad. Una organización empresarial, contemplada a partir de sus prácticas cotidianas, se conforma con una serie 5 de individuos que expresan cada uno de ellos el discurso de la organización. El epicentro es el lenguaje, que localiza al individuo como reproductor de relaciones de poder, dominación y ambigüedad. Una triada que lleva implícita los conceptos centrales en la construcción del lenguaje de las organizaciones. Es en las aristas del poder (Foucault, 1980) y la dominación (Weber, 1992) donde recae la producción de la comunicación. En una vertiente más teórica, el individuo toma ciertas acciones para contrarrestar, reforzar y transmitir el orden discursivo de la organización. Para comprender las líneas de acción de los individuos, se enfatiza la toma de decisiones del individuo y la incertidumbre en la organización. Orientando así, un análisis que permite entender la transmisión de las expresiones organizacionales y el papel del individuo en este proceso. Estableciendo como telón de fondo que toda organización no sería nada sin las interacciones entre individuos (Morin,1994:86). La cual evoluciona como constructor social gracias a las transformaciones que representan como el espacio del encuentro entre grupos e individuos. El resultado muestra la elaboración un tejido compuesto por intereses, poder, autonomía, cohesión y resistencia. Es decir, las variaciones del poder establecidas por la organización se materializan en normas escritas, pero también como normas simbólicas que no necesariamente tendrían su correspondencia. Al respecto, la comunicación bajo la perspectiva contingencial en combinación con la simbólica crea, mantiene y transforma significados. Es decir, no funciona sólo como una variable dependiente o instrumental sino también como un elemento de construcción simbólica o divergencia organizacional. Por lo tanto, la comunicación como producción simbólica implica el estudio del lenguaje y los mecanismos que se utilizan para construir acuerdos y mantener los elementos funcionales -cultura corporativa- que permiten la reproducción de la organización en su día a día –cultura organizacional-. Una de las vetas que permitirá analizar ambas, al menos tangencialmente, es a partir de los ritos y rituales (Alvesson y Olof, 1992) y conversaciones sobre construcción de consensos o de significados compartidos (Reed, 1993) así como disfuncionalidades y -deslegitimación, desobediencia- y uso del poder (Luckes, 1985, De La Rosa, 2002). 6 Dentro del espacio laboral se adopta cierto tipo de lenguaje, acorde a lo que le exige la organización, en cada uno donde el individuo transita se va nutriendo y perfeccionando un tipo de discurso que lo caracteriza como individuo. Sin perder la correspondencia de su exigencia institucional para responder con coherencia y racionalidad. Por lo anterior, el medio institucional como la escuela, la empresa, el hospital, es donde se revelan una serie de manifestaciones de comportamiento, formas de comunicación y pautas de interacción dirigidas (Barley y Tolbert, 1997). Siendo éstos constructos sociales para la acción lo que permite la generación y mantenimiento de un tipo discursivo institucional. El cual, de cierta manera, marca la pauta sobre las interacciones de sus miembros, quienes a su vez reconocen previamente la existencia de una legitimación ante tal mecanismo discursivo, en este proceso, se intercambian tipificaciones sobre cómo se espera deben corresponder y hacia dónde se dirigen tales manifestaciones (Meyer y Rowan, 1977). 2. Lenguaje y poder en las organizaciones Sobre el uso del lenguaje en las organizaciones, Clegg (1987), establece la importancia del lenguaje como expresión de poder. Citando a Dahl (1969) define el poder como la capacidad que un individuo “A” tiene sobre un individuo “B” para que éste haga algo que en otras circunstancias no haría, es decir, es la capacidad de ejercer un control sobre los actos de otras personas. En este sentido, es posible distinguir un discurso estratégico como telón de fondo, el cual transforma al individuo en sujeto que vincula su sentido de realidad y significado al discurso y a la práctica de la estrategia. Para el análisis del lenguaje y en particular el lenguaje del poder en las organizaciones, Clegg (1987) establece que existen dos estrategias fundamentales. La primera tiene que ver con un acercamiento etnográfico donde el autor enfatiza el carácter descriptivo del mismo, apegándose a lo que se observa en la organización. El segundo acercamiento es el del análisis conversacional relacionado con el análisis etnometodológico. Este autor asocia el acercamiento etnográfico con uno “realista” donde el investigador busca retratar lo que observa sin analizar la relación entre el lenguaje y la realidad social (McHoul y Clegg,1987). Asimismo, el enfoque etnometodológico es para Clegg (1987) en esencia uno de carácter “relativista”, debido a que su análisis se enfoca en el uso del lenguaje como un fin por sí mismo y en el cómo el lenguaje es utilizado como parte de un mecanismo de persuasión en las comunicaciones diarias. 7 Tanto el acercamiento etnográfico como el de análisis conversacional no satisfacen al autor porque ambos no logran mostrar la relación entre el mundo material del trabajo y el lenguaje, en tanto que éste hace posible que una determinada estructura social y relaciones sociales dadas existan asimétricamente. El poder para Clegg (1987) tiene que ver con la capacidad que el lenguaje permite a los actores desplegar aún en circunstancias estructurales de subordinación. Ante la disyuntiva del cómo estudiar el lenguaje del poder o el poder del lenguaje como lo denomina el autor y estableciendo que tanto el estudio etnográfico como de análisis conversacional no muestran el aspecto material de la relaciones laborales, dado que el poder del lenguaje no es el “foco” de atención, el autor busca un acercamiento no “idealista” y propone un tercer acercamiento, el “materialista”. El énfasis en descifrar los códigos conversacionales y mostrar a la organización como espejo presupone que el investigador tiene acceso al lenguaje del poder libremente, o dicho de otro modo al lugar donde ocurren en forma natural las conversaciones que deben analizarse. Como fenómeno discursivo es evidente que se pueden mostrar ciertos elementos de lo que la organización maneja como imagen y que éstos pueden ser analizados a través de la etnografía de textos (Coronado, 2007, 2008a, 2008b), sin embargo no siempre el análisis de los turnos y los contenidos puede mostrar lo que realmente ocurre y mostrar las relaciones de poder. Para Clegg (1987), el análisis discursivo del poder debe hacerse como una forma de acción social que requiere el análisis de las formas de negociación, reproducción y mantenimiento de estructuras específicas de dominación. Es posible analizar la producción del lenguaje al interior de la organización y, de acuerdo con Clegg (1987), el lenguaje del poder. La importancia del análisis del discurso en las organizaciones puede ser representada como un problema relacionado a la comunicación y sus canales extendidos en toda la organización. La efectividad de comunicar decisiones dependerá del estilo de dirección o implantación de la cultura coporativa. Este problema tomará mayores dimensiones si el mensaje que se desea comunicar impacta con el tipo de estructura, y operación del sistema organizacional. El discurso de la organización visto así es simplemente un medio de comunicación. 8 En los diferentes intentos por articular los dispositivos técnicos, el manejo del discurso, la macro y micro perspectiva, el individuo y la organización, con frecuencia aparecen otras formas dicotómicas y opuestas que requieren niveles de análisis distintos. Si la noción de discurso plantea problemas para analizarlo, el discurso de las organizaciones genera discrepancias. El lenguaje como un medio de comunicación puede reconocerse como la característica inherente al ser humano, capaz de reconocerse como el vehículo para interactuar con el otro. El análisis del uso de la palabra (Watson, 1997) para diseñar un lenguaje dentro de la organización, el cual permita transmitir normas, valores colectivos. Representar a las organizaciones como diferentes formas de expresión de un lenguaje, permite dimensionar categorías amplias. Así, la representación que puede adquirir el término organización en conjunto con la forma en la cual se presentan sus propios procesos de comunicación pueden contraponerse o reflejar el tipo de estructura que posee. El binomio organización y lenguaje forman parte de un complejo proceso donde las negociaciones, confrontaciones y luchas de poder entretejen el entramado discursivo de la organización. Lo anterior permite preguntarse sí de tras del lenguaje se pueden observar distintos mecanismos de comunicación que una perspectiva simplista represente al lenguaje como el vehículo de significar y representar la realidad organizacional. El análisis sobre el poder muestra las reglas operativas que en los diferentes niveles de la estructura organizacional existen (Clegg, 1981). Los principios de la administración de acuerdo a Fayol incluían: la autoridad y responsabilidad, la disciplina, la unidad de mando, la unidad de dirección, la centralización, la cadena o jerarquía y el orden (Dávila, 2001), donde la autoridad tiene “el derecho de mandar y el poder de hacerse obedecer” (Coriat, 2000, Dávila, 2001:38). La visión jerárquica de la organización y la consideración de relaciones asimétricas de poder nos muestran una organización piramidal donde la centralización deviene de manera casi natural. Organizaciones horizontales con líneas tenues entre subordinados y superiores y sin centralización en la toma de decisiones no parecieran exhibir relaciones de poder. Sin embargo, éstas existen a través del uso de reglas (Nizet, Rigaux, 2006; Clegg, 1987) y se expresan en rutinas y acciones rituales que se acompañan de un lenguaje específico. 9 El lenguaje utilizado en un contexto ritual mantiene un significado para los ejecutantes y no sólo es parte complementaria de acciones repetitivas. El control existe a través de reglas institucionalizadas sobre el qué decir, cómo decir y en qué momento decirlo. Para Goffman, por ejemplo, el salvar la cara alude a formas de comportamiento y de lenguaje que permitan a un individuo sujetarse a las reglas vigentes (Goffman, 1967 citado en Nizet y Rigaux, 2006). El lenguaje sigue entonces un formato o estructura no relacionado con el aspecto lingüístico, sino más bien con las condiciones de la estructura de la organización. El trabajo de los ejecutantes es de acuerdo a Goffman (1967 citado en Nizet y Rigaux, 2006) el de cuidar la cara, o dicho de otra manera el de utilizar los elementos de comunicación y reglas que los guían para ejecutar adecuadamente un ritual. Si bien el énfasis del trabajo de Goffman no es en el análisis del poder sino en las reglas que subyacen a los comportamientos y que hacen posible un equilibrio homeostático, puede observarse que una disonancia en el lenguaje y/o comportamiento tiene como consecuencia una pérdida de la imagen positiva o cara que el otro tiene de su interlocutor. Dado que el ejercicio del poder no supone siempre que sea a través de la represión como se logren los cambios, la identidad organizacional adquiere importancia ya que en el proceso del ejercicio del poder, es importante la obediencia de las reglas. La construcción de lo que puede ser una “identidad organizacional”, supone un proceso subjetivo donde el individuo define sus diferencias y establece sus semejanzas con el grupo con el que comparte un repertorio cultural. El lenguaje del poder adquiere importancia y se liga con determinados rituales o conductas al interior de la organización. Estos elementos tienen un significado tanto para ese individuo como para el grupo con el que los comparte. La comunicación es un proceso de creación, mantenimiento y transformación de significados, es un proceso que posibilita la construcción de significados comunes y consenso pero que también incluye la posibilidad de encontrar fragmentación y ruptura o un margen amplio para la interpretación (Reygadas, 2000; Owen, 1996), es decir, se debe reconocer que la organización está inserta en una dinámica social y cultural que también la define: los elementos de la cultura local, regional y nacional por ejemplo y los roles o posiciones que dentro de la estructura social tienen los distintos actores. Esta fragmentación puede expresarse en el hecho de encontrar no sólo una cultura 10 “dominante” al interior de una organización sino también subculturas o grupos que pueden ser marginales pero que están presentes. De ahí la importancia de la construcción de consensos y de posibilitar los procesos de convergencia simbólica, en el caso de las organizaciones empresariales, a través de procesos de “educación corporativa”, cursos de inducción a los recién llegados o de eventos de convivencia para los individuos de la más alta posición jerárquica en la organización. 3. Polifonía, conflicto y ambigüedad El énfasis en la claridad, transparencia y apertura de los canales de comunicación en una organización, se contrapone con la visión del logro de la competencia o efectividad con la optimización de estos canales ya que como se ha discutido, existen diversos elementos a considerar para que se transformen y codifiquen los mensajes de una organización entre sus integrantes. Los miembros de una organización confronta diversos tipo de situaciones, desarrollando una diversidad de objetivos contrapuestos, cada uno de ellos responde a estrategias de comunicación en las que no siempre se minimiza la ambigüedad, quedando lejos la idealización de armonía. Los individuos manipulan símbolos para lograr sus objetivos (Sias, 2009), en el fondo, se encuentran una serie de condiciones que operan no tan visibles; su conducta se encuentra orientada con una posibilidad de elección entre alternativas de acción, es concebida en la organización como limitada para decidir. De esta forma, la organización es una unidad que resuelve problemas mediante toma de decisiones, un intercambio de medios y fines. Los individuos permanecen en la organización ante los distintos tipos de alicientes y contribuciones que de ésta recibe (Montaño, 2001). Este orden de ideas, la confrontación discursiva entre un mundo organizacional ordenado y reglamentado, por un lenguaje colectivo apoyado por lo ambiguo y lo simbólico, provee un marco analítico contrapuesto. Donde se encuentran una multiplicidad de significados simultáneamente interpretados y opuestos (Cuadro 1). De manera amplia, los integrantes de la organización no corresponden a una modesta conexión discusiva traducida en sólo una forma para hacer las cosas -one best way-. Lo incierto, es la otra cara de los individuos en interacción. Lo que persiste es la indeterminación para dilucidar la posición de su comportamiento, ya sea en solitario o en un grupo. 11 Como acciones pensadas y pensamientos actuados (Sidorova, 2000), los rituales disuelven la dicotomía entre los “decires” y los “haceres”; ambos importantes para el conjunto (mito, rito). Con alto valor simbólico, el decir acompaña el hacer tanto como los objetos, espacios, plantas y animales sagrados, que sugieren que la comunicación verbal y no verbal son igualmente importantes. El mito incluye los “decires” durante las ceremonias y los ritos o “haceres”, ambos en una especie de relación dialéctica que refuerza la identidad de los individuos en la organización. El lenguaje y las palabras utilizadas adquieren un significado particular por el hecho de constituir el núcleo cultural o base de creencias con las que se identifican los miembros de la organización. Pero cuando esto no sucede, el lenguaje comienza a cambiar, los rituales carecen de sentido y comienzan a ponerse en tela de juicio las creencias al interior de la organización. Los “decires” van acompañados de creencias sobre la organización y los individuos en ella. El estudio del lenguaje ritual dentro de los ritos permite encontrar los canales de comunicación y áreas de consenso entre los participantes. El lenguaje es simbólico por excelencia, mantiene dentro de las ceremonias su carácter y además funciona como un recordatorio simbólico entre los que lo comparten. Para aquellos que han construido un conjunto de creencias, el lenguaje es el medio para expresarlas y, a través de ciertas palabras que funcionan como “disparadores simbólicos”, logra que los participantes permanezcan dentro de las áreas de consenso y se evita el conflicto o la ambigüedad organizacional. Esto no quiere decir que no existan diferencias, o disfuncionalidades o que la cultura corporativa o la cultura como un constructo simbólico sean siempre homogéneos y dominantes. En realidad, esto no existe en ninguna organización, lo que sucede refiere más a procesos de comunicación y construcción simbólica (Borman, 1983), donde los participantes pueden tener acuerdos y crear consensos respecto a ciertos temas de interés al interior de la organización, pero también pueden expresar sus desacuerdos y encontrar diferencias. Existe también un conjunto de ritos que son impuestos –por decirlo así- como parte de la cultura corporativa por los managers. Éstos buscan crear una filosofía clara y explícita, moldear la cultura existente –por decirlo de alguna manera- de tal forma que los empleados puedan sentirse identificados con la filosofía de la empresa. Los valores permiten así crear una identidad y hacer sentir a los empleados parte del grupo al 12 compartir esas creencias. Los significados compartidos permiten a las compañías tener mejores rendimientos entre sus empleados, sin embargo el proceso de construcción de los valores o creencias organizacionales no siempre es desde la dirección. Los procesos de comunicación permiten a los empleados manifestarse y crear significados. En el ritual el lenguaje es un recordatorio simbólico para los participantes, no funciona en forma “hueca”, sino que hace referencia a los elementos de creencias o cultura organizacional6. La polifonía es una forma dialógica de expresión organizacional (Boje, 2005), que implica una visión más realista de lo que sucede al interior de las organizaciones. Ha sido abordado por varios autores (Bakhtin citado en Boje, 2005 y en Carter, et al. 2003) para explicar el reto que los administradores tienen al diseñar políticas de cultura corporativa y comunicación organizacional. Contrariamente a lo que podría pensarse, la racionalización del trabajo y los “principios” de la administración, iban acompañados de una racionalidad organizacional donde las expresiones monofónicas no encuentran respuestas adecuadas. La incorporación de elementos extra económicos en el análisis de la racionalidad y el desempeño de los operarios a la manera de la escuela de las Relaciones Humanas demuestran que es necesario considerar factores “externos” al proceso de producción. El cambio de expresiones monofónicas a polifónicas implica también un cambio en la estructura de la organización pero no de las relaciones asimétricas o de poder y control (Carter, et al. 2003). A pesar de ello, los cambios en la comunicación organizacional buscan expresar diferentes voces y diferentes lógicas al interior de la organización. 6 Son diversas las definiciones que se pueden encontrar al respecto. Sin embargo, Smircich (1983) fue de las primeras en señalar una conceptualización más acabada de cultura organizacional, la cual expresa los valores o los ideales sociales y las creencias que los miembros de una organización comparten. Estos valores o patrones de creencias se manifiestan por medio de artefactos simbólicos tales como los mitos, los rituales, los cuentos, las leyendas y el lenguaje especializado. La dimensión cultural en la organización, entendida como un conjunto clave de creencias y valores compartidos, llena muchas y muy importantes funciones: a) transmite un sentido de identidad a los miembros de la organización; b) facilita la generación de compromisos en un nivel más amplio que el individual; c) la cultura incrementa la estabilidad del sistema social; d) la cultura sirve como un artefacto que proporciona sentido y significado y que, además, puede guiar y modelar la conducta. 13 Como se aprecia, en la organización el orden y la regla otorgan la caracterización que permite a su discurso “armónico y estable” darle continuidad y respeto. Por ello la conducta y decisión de sus integrantes, quienes se encuentran con una posibilidad de elección entre una variedad de alternativas, se concibe como limitada. En cualquier caso, la organización funge como una unidad que resuelve la disparidad de elección de sus integrantes mediante una toma de decisiones que adquiere diferentes aristas, esto es, mientras se expresa un intercambio de medios y fines, por momentos es contrario y ambiguo. Lo anterior confirma el hecho que los individuos permanecen en la organización ante los distintos tipos de alicientes y contribuciones que de ésta recibe (Montaño, 2001), sólo así los conflictos potenciales son aminorados. Ahora bien, la idea de polifonía organizacional, se contrapone con la idea de armonía y estabilidad la organización, este concepto también se encuentra en correspondencia a la turbulencia del entorno. La confrontación entre diversas voces, entre un mundo organizacional ordenado y reglamentado, va apoyado el reconocimiento de lo ambiguo y simbólico, donde se encuentran una multiplicidad de significados simultáneamente interpretados y opuestos. Para ilustrar la comprensión de la polifonía, el cuadro 2 se acerca desde la toma de decisiones en una organización. De manera amplia, los integrantes de la organización no corresponden a una modesta conexión discusiva, una forma para hacer las cosas -one best way-; la incertidumbre es la otra cara de los individuos en interacción. Por otro lado, lo que persiste es la indeterminación para dilucidar la posición de su comportamiento, ya sea en solitario o en un grupo. 14 Cuadro 2. La polifonía organizacional en la toma de decisiones de la organización Buscando el orden y estabilidad Reconociendo lo inestable y complejo Proceso secuencial, es posible identificar los distintos pasos que componen la decisión final Proceso continuo, dinámico, social, político y ambiguo. La idea de la existencia de un orden preestablecido Aceptar “el mundo de lo absurdo”, lo que en ocasiones es muy significativo para entender los procesos decisorios No se contempla el poder como un factor relevante en la toma de decisiones El poder se constituye y se exhibe mediante el uso de símbolos y atributos que muestra la fuerza de quien los posee. El poder se relaciona con valores culturales o sociales en la toma de decisiones Actividad puramente intelectual, susceptible a aislar los actos. Las anarquías organizadas, respuesta que intenta explicar el proceso complejo de relaciones flojamente acopladas entre problemas, soluciones y participantes La toma de decisiones no ocasiona conflicto El proceso general de toma de decisiones involucra la coalición de participantes así como del conflicto y la negociación. Proceso individual Proceso social, se requiere examinar una gama de estructura mucho más amplia. Estático y discontinuo Se considera el carácter simbólico (ritos, mitos, historias) que puede tener una decisión en un momento dado Elaboración propia con base en Heyderbrand (1989), New organizational forms y March (1994), A primer on decisions making. How decisions happens. Tal y como se puede apreciar la multiplicidad de continuidad- discontinuidad en el comportamiento de los individuos, permite comprender el por qué existen voces que son silenciadas. Las organizaciones al reconocer la polifonía que tienen disponible en sus narrativas, dimensionan el papel del individuo como actor dinámico. Como Mumby y Stohl (1991) sugieren, son los miembros de una organización que cuentan dentro del proceso de organización. Potencialmente legitima formas dominantes de la realidad organizacional. Así, las narrativas de los individuos muestran un sentido u orientación conductual, también están políticamente motivadas hacia la producción de cierta forma de percibir el mundo donde se inserta e interactúa. De acuerdo con Clegg, para extender las historias que se entrelazan y refuerzan cierta imagen de una organización, la cual se refuerza entre sus miembros casi subliminalmente, las narrativas en colectivo, proveen el eje de cómo asumir a la 15 organización en tanto se habla, actúa y toma las decisiones también puede encontrarse en contraposición de las ambigüedades de la misma organización. Si se asumen imágenes monolíticas, han sido concebidas e impuestas por su cúpula, resaltando la responsabilidad, compromiso hacia el trabajo, donde todos y cada uno de los integrantes interactúan con cierta armonía. Sin embargo, acercarse a una imagen polifónica significa entrelazar diversas historias que se comunican por diversos canales con diferentes significados al mismo tiempo. 4. Apunte final En estas expresiones y manifestaciones comunicativas al mismo tiempo se pueden observar lo que la organización es, proyecta y articula en su interior. Cad una de las voces dentro de la organización se encuentra compuesto por un metalenguaje el cual está construido por una dominancia institucional, con un propósito racional que reclama por lado la homologación y certidumbre asi como la ambigüedad. En cada acto de significación dentro de un las organizaciones se incluyen una serie de significados que normalizan, reproducen las interacciones y actividades organizadas. Así, utilizando la metáfora de la Torre de Babel, cada individuo habla diversos idiomas, unificador madiante una estructuctura imperfecta y diversa. Cada una de las expresioens culurales que en el seno de la organización conviven, poseen su propia voz y dibujan una realidad particular. A pesar de la cnstrucción tiene una función pragmática, actúa como vehículo de significación, forma de trabajo o condicionante de reacción. Las interacciones entre los individuos transcurren en un infinito intercambio de posibilidades dentro de una indefinida elaboración de significados. La producción de autoridad referentes discursivos y representaciones respecto al modo que es la organización expone patrones, resistencias y estrategias donde el individuo participa como un ser capaz de formar alianzas acorde a los grupos que tengan uno de los discursos que coexisten en la organización como propio. Se considera una diversidad de ángulos analíticos que pueden desarrollarse a la luz de aspectos filosóficos, sociológicos o antropológicos. En este sentido el construccionismo fenomenológico social fundado por Alfred Schutz, (1993) la filosofía lingüística de Wittgensten; integran en conjunto perspectivas de análisis sobre el significado del discurso en términos de el comportamiento social de los individuos y las estructuras sociales por las cuales transitan. El lenguaje como un elemento primario en la 16 construcción social de la realidad y la identidad colectiva. Los significados que puede adquirir el discurso de la organización pueden ser determinados por el contexto, el tipo de creación inscrita en los textos que producen, vistos como una problemática que determine un significado para transmitirlo a sus integrantes. Considerar a la organización como un texto que puede ser analizado, involucra el punto de vista de las narrativas, lo que se dice de ella y las diferentes orientaciones que puede adquirir la historia organizacional. En la organización el individuo se establece como un ser económico, entendiendolo con necesidades que debe satisfacer mediante un bien o servicio. Lo que lo motiva a buscarlos y encaminar acciones específicas para lograr sus objetivos, en este caso, la organización se presta como un buen medio para lograrlo, es decir ya no tan solo es la necesidad uniracional de la organización, sino de una multiracionalidad que tiende a instituirse para el logro de objetivos, por lo que tal dimensión queda rebasada. Por lo tanto, el análisis del discurso de la organización considera la apropiación del conocimiento privilegiado pero a su vez la exclusión de otro. Las fronteras entre ambos dependerá del tipo de información a manejar. En este sentido la organización y su discurso poseen un espacio de diversos significados. De las prácticas dominantes la noción de organización puede variar como arbitraria, coercitiva y flexible. Estas concepciones dependerán de la fuente de poder de la cual surjan. La presencia de grupos de poder que manejen el discurso como poder y conocimiento (Foucault, 1980), ofrece, participa y soporta las posiciones discursivas que representa la autoridad y la estructura organizativa. 17 Bibliografía ALVESSON, Mats y Per Olof Berg (1992) Corporate culture and organizational symbolism, de Gruyter, Berlin, págs 61-92 ÁVILA, Rafael (2004), Crítica de la comunicación organizacional, Colección De Posgrado, UNAM y CONEICC, México. BARLEY, Stephen y Pamela Tolbert (1997), “Institutionalization and Structuration: Studying the Links between Action and Institution”, en Organization Studies, Vol. 18, No. 1, 93-117. BORMANN, G. Ernest. (1983).Symbolic Convergence. Organizational Communication and Culture. En Communication and Organizations. An interpretive approach. Fourth Printing.USA. SAGE Publications. CARTER, C. Clegg, S. Hogan, H. Kornberger, M. (2003). The polyphonic spree: the case of the Liverpool Dockers. 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Sin desconocer las profundas diferencias nacionales es posible afirmar que la denominada “revolución gerencial del sector público”, o paradigma de la “nueva gestión pública” o “gobierno empresarial”, constituye un eje estructurante y distintivo del modelo de desarrollo actualmente vigente en diversos países de la región (Almeida, 1999; Christensen, 2007; Du Gay, 2003; Osborne & Gaebler, 1994; Spicer & Flemming, 2006). La progresiva instalación de este nuevo marco institucional en gran parte de América Latina – cuyos inicios hay que situar en el contexto de la hegemonía del discurso neoliberal de los años 80, de la fuerte crisis económica y social de inicios de dicha década, de la intensa presión de los organismos y agencias de financiamiento internacional, y del proceso más amplio de reestructuración del modelo socioeconómico de desarrollo capitalista a nivel mundial (Castells, 2001; De la Garza, 2000)- ha llevado a que se instale como un axioma incuestionable la tesis de que las organizaciones del sector público necesitan ser profundamente reestructuradas y redefinidas según un nuevo modelo de gestión de carácter mercantil y empresarial (Du Gay, 2003). 1 Al igual que en gran parte del mundo, la instalación de este nuevo modelo ha implicado una profunda transformación de la estructura y el funcionamiento de diversos servicios sociales, sanitarios, educacionales, jurídicos, comunicacionales y culturales del sistema público. Dichos servicios, tradicionalmente autónomos respecto a los principios de mercado, han sido progresivamente reorganizados según un nuevo modelo y lógica de gerenciamiento que se caracteriza, entre otros, por lo siguientes elementos: una tendencia a la fragmentación y descentralización organizacional, un fuerte énfasis en la reducción de costos y el incremento de la eficiencia, la introducción de mecanismos de competencia entre distintos prestadores públicos y privados, un uso más masivo y sistemático de formas flexibles de empleo, la externalización de diversas funciones a empresas privadas, nuevos sistemas de control y evaluación centrados en el desempeño individual, formas flexibles de gestión de los recursos humanos con diversos sistemas de incentivos basados en el cumplimiento de metas e indicadores cuantificables, una apuesta por la calidad del servicio y la satisfacción del consumidor, una búsqueda por debilitar el monopolio y el poder gremial de diversos colectivos profesionales y asociaciones de funcionarios, la introducción de nuevas tecnologías de información y comunicación, un debilitamiento de las normas burocráticas de carácter central para promover una mayor flexibilidad de reglas y procedimientos, y la expansión de un discurso managerial basada en los imperativos mercantiles de productividad, flexibilidad, competitividad y rentabilidad.(Almeida, 1999; Blanch & Stecher, 2009; Du Gay, 2003) En defensa de estas reformas –implementadas inicialmente en los 80 con un fuerte dogmatismo neoliberal centrado en la reducción de costos y en la exaltación ideológica del mercado, y posteriormente desde mediados de los 90 de forma más matizada y con mayor reconocimiento de la importancia de la acción del Estado en ciertas áreas (Almeida, 1999)- se suele apelar a un discurso más bien genérico, de corte ideológico y con insuficiente evidencia empírica (Blanch & Cantera, 2007; Fairclough; 2000; Homedes & Ugalde, 2005; Ugalde & Homedes, 2005). Este señala que dicha línea de cambios –impuesta tecnocráticamente y entendida como un paquete global de medidas que no puede ser desagregado ni adoptado con variaciones y matices según los contextos- es el único camino posible para modernizar los servicios públicos, dejar atrás la burocracia y el centralismo estatal que los caracterizó, reducir su profunda crisis financiera, incrementar su eficiencia, cobertura y productividad, adaptarse al nuevo escenario de competitividad global, incertidumbre e innovación tecnológica y responder 2 con rapidez y calidad a las masivas, pero crecientemente diferenciadas, demandas de usuarios más informados y conscientes de sus derechos (Du Gay, 2003). Estos procesos de reforma del Estado y modernización de la gestión de los organismos públicos suelen ser parte de un paquete más amplio de medidas orientado a reducir el tamaño del Estado y el gasto social a través de la privatización, liberalización y desregulación de diversas funciones y actividades, las que son transferidas desde el Estado al mercado (Jacobi & Kowalsky, 2002). Se apuesta por un Estado más pequeño, concentrado en ciertas áreas estratégicas de interés nacional (seguridad, impuestos, recursos naturales, etc.), focalizado en atender únicamente a los grupos más vulnerables y excluidos, y dedicado a monitorear y garantizar el libre funcionamiento del mercado y el sector privado, los que pasan a ser considerados como los principales actores de la modernización de la sociedad (Bauman, 2000; Lechner, 2002). Así, por ejemplo, al hablar de las reformas de modernización neoliberal de la salud en la región es importante atender no sólo al modo como la red pública de hospitales y centros de atención (sistema público-público) es reestructurada bajo los nuevos principios de gestión empresarial flexible, sino también al modo como el Estado transfiere al sector privado –bajo la figura de centros médicos de titularidad privada que prestan servicios que son financiados total o parcialmente por el estado (sistema público-privado), o en la forma de un sistema de libre mercado de atención médica y seguros de salud privados contratados directamente por los ciudadanos o por las empresas para sus empleados (sistema privado-privado)- un amplio conjunto de funciones y de roles en lo que respecta a la provisión de servicios sanitarios. Uno de los sectores que encarna más emblemáticamente estos procesos de reformas de los servicios públicos en la región es, justamente, el de la salud, el cual ha sufrido profundas transformaciones en las últimas décadas. Dicho en términos esquemáticos es posible plantear que los principales pilares y supuestos de las reformas de salud de corte neoliberal implementadas en muchos países latinoamericanos, son los siguientes (Almeida, 1996, 1999; Homedes & Ugalde, 2005; Ugalde & Homedes, 2005): La necesidad de recortar y focalizar el gasto social por parte de los Estados en el contexto de los procesos de ajuste estructural promovidos desde fines de los 80 por el consenso de Washington 3 La introducción de medidas racionalizadoras de la asistencia médica buscando disminuir la atención curativa en el nivel hospitalario a través de fortalecer el ámbito preventivo, la atención primaria y la consulta ambulatoria. La prioridad de los principios económicos de ganancia, competitividad y beneficio por sobre los principios de solidaridad y universalidad en el acceso a los servicios de salud. La promoción de un fuerte cambio cultural que supone entender la salud, más que como un derecho, como un bien que se transa en el mercado y que tiene un costo que debe ser pagado por el consumidor. Dicho cambio cultural implica a su vez el reconocimiento de que el lucro en el sector salud es legítimo y necesario. Esta mercantilización de los servicios sanitarios sería la única manera de atraer capitales dispuestos a invertir en tecnologías y a desarrollar sistemas de atención más eficientes que redundarían en mejoras para los usuarios (Aedo, 2000; Lindorff, 1992). La idea que el sector privado es por definición más eficiente que el público, y que por tanto el Estado no debe dedicarse a la producción ni administración monopólica de bienes ni servicios. El rol del Estado es únicamente garantizar el libre funcionamiento de un mercado donde distintas empresas, en el marco de ciertas regulaciones y controles establecidos públicamente, compiten entre si por ofrecer un mejor servicio y atraer a los consumidores. La apuesta a que la competencia entre proveedores privados llevaría a una mejora en la calidad, eficiencia y cobertura de los servicios, lo que redundaría en una mayor satisfacción de los usuarios. En el marco de una fuerte competencia, y sin las restricciones propias de las empresas del sector público, las empresas privadas serían capaces de incorporar con más rapidez las diversas innovaciones tecnológicas, organizativas y de gestión de los recursos humanos propias del nuevo paradigma flexible. El convencimiento de que en los casos en que el Estado debe necesariamente seguir participando y haciéndose responsable de la salud (cobertura de grupos vulnerables excluidos de los ingresos mínimos u otros) es recomendable separar las actividades de financiamiento (público) y de provisión del servicio (publico o idealmente privado) La apuesta por un sistema de salud de carácter mixto en que un conjunto de incentivos potencian la conformación de una red en que se articulan iniciativas públicas y privadas (financiamiento, administración, titularidad de centros 4 médicos) que buscan introducir competencia dentro del sistema y romper con el monopolio estatal. La apuesta por fuertes procesos de descentralización y desconcentración de la administración y gestión de los servicios sanitarios, sobre la idea de que “cuanto más cerca de la base se toman las decisiones, es más fácil controlar la corrupción, se atiende mejor a las necesidades locales y más satisfechos quedan los usuarios” (Ugalde & Homedes, 2005, p. 202) El convencimiento de que la modernización de los servicios públicos exige una profesionalización de las administraciones y una flexibilización y desregulación de las relaciones laborales. Los procesos de reforma del Estado y de modernización de la gestión y los servicios públicos han dado lugar, tanto en general como para el caso específico del sector sanitario, a una vasta literatura que ha mostrado la complejidad de los procesos de cambio, sus profundas diferencias según las particularidades culturales y políticas de cada país, región e incluso centro asistencial, las múltiples resistencias y resignificaciones hechas por diversos actores, así como un conjunto de logros parciales y de profundos fracasos (sobre todo en el campo de la equidad social) en las múltiples dimensiones implicadas en un proceso institucional, político y cultural de esa envergadura (Almeida, 1996, 1999; Homedes & Ugalde, 2005; Ugalde & Homedes, 2005). Sin embargo, un aspecto que ha sido menos estudiado y visibilizado en el ámbito de la salud – donde han predominado los análisis económicos, de salud pública, de gestión administrativa, o de satisfacción de los usuarios- es el impacto psicosocial de las transformaciones descritas en los trabajadores y trabajadoras de los centros asistenciales públicos, así como también en el personal sanitario empleado en centros de carácter mixto y privado (Homedes & Ugalde, 2005; Ugalde & Homedes, 2005). Escasa información existe sobre el modo como las nuevas formas flexibles de organización del trabajo, de estructuración del empleo y de gerenciamiento de los recursos humanos implementadas en los centros sanitarios públicos están transformando las experiencias, las identidades, los significados y la calidad de vida de grupos de técnicos y profesionales de la salud que fueron formados, y que por mucho tiempo trabajaron, en marcos institucionales donde el ámbito de la salud pública era entendido y gestionado desde coordenadas distintas a las de la lógica mercantil y empresarial. A su vez, no abundan los estudios sobre el modo como el personal sanitario inserto en centros mixtos o privados están significando, afrontando y experimentando el nuevo escenario de alta 5 carga asistencial (desde privados y desde el mismo sector público), fuerte competencia, intensificación del trabajo, innovación tecnológica, adopción de nuevos modelos de organización del trabajo y gestión de los recursos humanos, centralidad y fuerte presión del usuario, y expansión de discursos que, al legitimar y promover abiertamente el carácter mercantil y lucrativo de la práctica médica, entran en tensión con un conjunto de valores y principios éticos de las profesiones de la salud. Este débil desarrollo de líneas de investigación que en el contexto latinoamericano tomen como foco el impacto psicosocial de los procesos de reforma de los sistemas de salud en los trabajadores y trabajadoras de esos mismos sistemas, se condice con la poca relevancia que la psicología ha otorgado a los procesos de modernización del Estado y de la gestión pública como ámbito de interés y estudio. Es en el marco de lo anterior que en el presente artículo presentamos un avance de resultados de un estudio1 iberoamericano que buscó contribuir desde una perspectiva psicosocial a una mejor comprensión de la realidad de los trabajadores y trabajadoras del sector de la salud2. Si bien el foco está puesto en el personal empleado en centros hospitalarios públicos reorganizados bajo la nueva lógica empresarial, también se consideró la situación de aquellos sujetos empleados en centros de carácter mixto o privado que han asumido nuevas formas de organización y gestión flexible del trabajo. La parte empírica de la investigación se desarrolla principalmente entre finales de 2008 y principios de 2010. Con la información obtenida, se trata de describir y comprender la experiencia y los procesos de subjetivación laboral de profesionales de la medicina y la enfermería insertos en centros hospitalarios que participan de los procesos de modernización y reforma del sector de la salud a los que nos hemos referido3. El estudio 1 Proyecto de investigación El capitalismo organizacional como factor de riesgo psicosocial, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia español, Plan Nacional I+D+I (2008-2010), Referencia SEJ200763686/PSIC, y coordinado por Josep M. Blanch, Universidad Autónoma de Barcelona. 2 Si bien los resultados globales del estudio deben ser considerados con cautela en la medida que reúnen tanto la actual situación del personal sanitario español, que corresponde a una historia y realidad bastante específica y propia de ciertas zonas del sur de Europa, como la de los trabajadores y trabajadoras de la salud de distintos países latinoamericanos, no es menos cierto que ofrecen una primera panorámica general de un proceso de cambio y reforma del sector público que tiene importantes afinidades a ambos lados del Atlántico. Es importante esta aclaración a la luz de la línea argumentativa de este artículo, en el que se ha puesto el foco en los procesos de reforma del Estado y modernización de la gestión pública en el contexto latinoamericano. En posteriores publicaciones se espera presentar con más detalle las diferencias encontradas dentro del grupo de los países latinoamericanos de la muestra, así como entre ellos y España. En la presente, se enfatiza especialmente algunos de los elementos que destacan como denominador común a los diferentes entornos, mostrando algunas diferencias entre los resultados particulares de la muestra española y el total global de la muestra iberoamericana. 3 El proyecto contempla también el estudio de las experiencias y procesos de subjetivación laboral de profesionales de la docencia e investigación universitaria de instituciones de educación superior 6 busca dar cuenta de las formas de subjetividad laboral que se constituyen y prevalecen en estas categorías de personal sanitario a partir de la exploración de 4 ejes: (a) percepciones del entorno laboral, (b) experiencias y sentidos del trabajo, (c) impacto psicosocial percibido en la calidad de vida laboral y el bienestar psicológico y (d) estrategias y prácticas de afrontamiento individual y colectivo de las demandas organizacionales. A partir de la presentación de algunos resultados preliminares de este estudio esperamos contribuir a una mejor comprensión de los diversos efectos que el nuevo paradigma de gestión empresarial está teniendo sobre los trabajadores del sector de la salud, así como del modo en que las prácticas y sentidos que construyen cotidiana y activamente esos trabajadores modulan, resignifican y transforman recursivamente ese mismo marco institucional que los condiciona. Como ha sido señalado por algunos estudios latinoamericanos e internacionales, los costos y malestares psicosociales de los trabajadores de los servicios públicos constituyen uno de los lados oscuros e invisibilizados de los procesos de reforma y modernización del Estado llevados a cabo en las últimas décadas (Baraldi & Car, 2008; Du Gay, 2003; Guadarrama, 2006; Halford & Leonard, 2005; Mc Donald, Waring & Harrison, 2006; Navarro, 1993 Scarpaci, 1989; Ugalde & Homedes, 2005). El análisis y la discusión crítica de esta temática es un elemento clave en el esfuerzo por problematizar el modelo empresarial de hospital impuesto como realidad natural en las últimas décadas, así como para imaginar y promover modelos de organización y gestión de las instituciones hospitalarias que, al mismo tiempo que eficaces y eficientes, expresen los principios de igualdad social y democracia, y garanticen el derecho al bienestar laboral del personal sanitario. II. Método De una población hispanoamericana de profesionales de la salud empleados en hospitales, se ha tomado una muestra de conveniencia, intencional y estratificada según criterios tales como género, generación, profesión, situación contractual y estatus ocupacional. Participan finalmente en el estudio 631 profesionales de la medicina (n=214) y de la enfermería (n=375) que trabajan en hospitales de diversas ciudades españolas, chilenas, colombianas y brasileñas. 2 de cada 3 participantes son mujeres, reorganizadas bajo los mismos principios del paradigma empresarial. Como el presente artículo se centra exclusivamente en el ámbito de la reforma de la salud y del personal sanitario, hemos omitido las referencias a este otro eje del estudio. Para una presentación completa de los objetivos y del marco conceptual del proyecto ver Blanch & Stecher, 2009. 7 que representan algo menos de la mitad del personal médico y 9 de cada 10 miembros del colectivo de enfermería. El diseño combina una aproximación cuantitativa (encuesta por cuestionario incluyendo series de ítems cerrados entre los que figuran diversas escalas, como las relativas a condiciones de trabajo, clima social, evolución laboral, bienestar psicosocial y efectos psicofisiológicos colaterales percibidos como asociados a la propia experiencia del entorno de trabajo4) y cualitativa (entrevista semiestructurada y listado de preguntas abiertas en el cuestionario de la encuesta, relativas a los cambios percibidos en las condiciones y en el ambiente social de trabajo, a la valoración de tales cambios ocurridos en la organización, a la propia experiencia laboral y al modo de afrontarla, etc.). Para el análisis de los datos numéricos se usa el paquete estadístico SPSS. Los textuales son sometidos a un análisis de contenido utilizando el soporte del software ATLAS ti. La información producida se organiza en torno a los 4 ejes anteriormente señalados como componentes de los procesos de subjetivación laboral. Tanto los datos numéricos como los textuales son organizados en función de la luz que aportan con respecto a preguntas como las siguientes: ¿Cuál es la percepción que tiene el personal médico y de enfermería empleado en hospitales de su actual entorno laboral? ¿Cómo experimentan los procesos de (re)organización flexible del trabajo y la expansión de la (nueva) cultura managerial dentro de su organización, y dentro del contexto sociolaboral más amplio en que ésta se inserta? ¿Cuál es el impacto psicosocial percibido de las nuevas formas de organización del trabajo y de los nuevos valores en los servicios sanitarios, y cuáles sus efectos colaterales en la calidad de vida laboral y el bienestar psico y fisiológico del personal estudiado? ¿Qué estrategias y prácticas desarrollan los sujetos investigados en su cotidianidad laboral a la hora de afrontar las nuevas formas de organización y cultura propias del capitalismo organizacional? III. Resultados En la escala de Condiciones de Trabajo, se valora (puntuando de 0= pésimo a 10= óptimo) una serie de aspectos (ecológicos, materiales, técnicos, económicos, jurídicos, organizacionales, etc.) del entorno objetivo de la actividad laboral en el propio centro como, por ejemplo, espacio físico, instalaciones y equipamientos; tiempo de trabajo (horarios, turnos, ritmos, descansos…), organización general del trabajo, calidad del contrato laboral, etc.)-. La puntuación media en esta escala es de 5,74 (SD = 1,39) en la 4 Sobre cuyas características formales y propiedades psicométricas se da cuenta en Blanch (en prensa) 8 muestra española y de 5,77 (SD = 1,55) en la iberoamericana. En conjunto, el sector médico da una puntuación media de 5,76 (SD = 1,48) y el de enfermería 5,74 (SD = 1,52). Hombres y mujeres de ambas categorías profesionales y en todos los países valoran por encima de la media las condiciones materiales y tecnológicas y por debajo de la misma diversos aspectos relacionados con la carga y los tiempos de trabajo. En la de Clima social de Trabajo, se puntúa (de 0= valor pésimo a 10= valor óptimo) un conjunto de características percibidas del ambiente sociolaboral, como compañerismo, relaciones con la dirección, respeto en el grupo de trabajo, justicia en contratación, remuneración y promoción, etc.). La puntuación media en esta escala es de 6,33 (SD = 1,42) en la muestra española y de 6,62 (SD = 1,69) en la iberoamericana. En conjunto, el sector médico da una puntuación media de 6,65 (SD = 1,49) y el de enfermería 6,44 (SD = 1,69). También aquí ambos colectivos valoran más alto las relaciones horizontales entre colegas que las verticales con la dirección de sus respectivas organizaciones. Tanto el personal médico como el de enfermería de todos los países se muestra moderadamente satisfecho con su respectiva organización, con medias que oscilan entre el 4,4 y el 5,1 en una escala de 1 a 7. Y también relativamente adaptado a la misma, con medias en torno al 5 en una escala de 1 a 7. Con la Escala de Bienestar Laboral, se valora (de 1 a 7) las connotaciones cognitivas y emocionales percibidas de la propia experiencia actual de trabajo; como por ejemplo, los niveles de bienestar, certidumbre, seguridad, optimismo, etc. (significando 1= nivel mínimo y 7= nivel máximo). El colectivo español obtiene una puntuación media en esta escala de 4,93 (SD = 1,05) y el iberoamericano de 5,25 (SD = 1,18). En conjunto, el sector médico da una puntuación media de 5,07 (SD = 1,12) y el de enfermería 5,17 (SD = 1,11). La de Malestar Psicofisiológico permite valorar (de 1 a 7) la frecuencia con que el propio trabajo ocasiona efectos como, por ejemplo, desgaste emocional, agotamiento físico, trastornos digestivos, dolores de cabeza, etc. (significando 1= nunca y 7= siempre). La puntuación media en esta escala es de 3,68 (SD = 1,20) en la muestra española y de 3,61(SD = 1,18) en la iberoamericana. En conjunto, el sector médico da una puntuación media de 3,37 (SD = 1,16) y el de enfermería 3,87 (SD = 1,17). 9 Asimismo, en la de Evolución Laboral Percibida, las personas que responden el cuestionario valoran (de 1 a 7) la tendencia evolutiva de su experiencia laboral en aspectos como motivación por el trabajo, calidad de vida laboral, sentido del trabajo, satisfacción con el trabajo, etc. (significando 1 =hacia peor y 7 =hacia mejor). Aquí, el colectivo español obtiene una puntuación media en la escala de 4,98 (SD = 1,01) y el iberoamericano de 5,44 (SD = 0,92). En conjunto, el sector médico da una puntuación media de 5,11 (SD = 0.97) y el de enfermería 5,26 (SD = 1,08). La información obtenida a partir de las respuestas textuales a las preguntas abiertas del cuestionario matiza la proporcionada por los datos numéricos. Así, por ejemplo, la valoración moderadamente positiva de las condiciones materiales de trabajo y especialmente del compañerismo que reina en el ambiente social, viene contrapesada muy especialmente por la “carga de trabajo” y por la intensidad percibida del tiempo de trabajo, derivadas de la “presión asistencial”. En una de las preguntas abiertas del cuestionario relativa a la carga de trabajo y al tiempo para realizarla, se pregunta a la persona si le basta, le sobra o le falta tiempo para realizar su trabajo y por cómo vive esta situación. Los porcentajes de respuesta a esta pregunta varían ligeramente por países, sectores profesionales y sexo, oscilando entre el 57% y el 71% los porcentajes mínimo y máximo de quienes declaran que les falta tiempo. El porcentaje restante se reparte entre diversos tipos de respuesta: a algunos les basta, otros responden que depende de las circunstancias (turno de guardia, tipo de servicio, etc.) y una minoría insignificante declara que le sobra tiempo. Como es de esperar, la minoría que tiene tiempo bastante o sobrante para realizar su trabajo vive bien, normal y con tranquilidad esta circunstancia. Por el contrario, la mayoría que declara que le falta tiempo para realizar su trabajo “vive” mal esta situación; esto es, con malestar, estrés, ansiedad, frustración, tensión, preocupación, cansancio, insatisfacción, impotencia, indefensión, malhumor, etc. Ante la falta percibida de tiempo –que las personas asocian al “exceso de trabajo”- se definen diversos tipos de estrategias. Unas de tipo activo (priorizando, seleccionando, delegando o transfiriendo tareas a colegas, alargando el tiempo de trabajo, llevándose trabajo a casa, o bien haciendo el trabajo deprisa y a veces mal, o haciendo lo que se puede y, en determinados casos y contextos, negándose a asumir determinadas tareas o renegociando la cantidad de las mismas). En algunos casos, estas estrategias activas se 10 combinan con otras de manejo del estrés (deporte, yoga, etc.) o de sus efectos mediante la automedicación.Algunas personas optan por estrategias de tipo más pasivo (resignación, aceptación, adaptación, etc.). Entre los efectos percibidos como asociados a esta perversa combinación de sobrecarga de trabajo y de déficit de tiempo para realizarlo figura el de la “dificultad para hacer bien” el propio trabajo (por ejemplo, dedicando el tiempo y la atención necesarios y suficientes al diálogo con los pacientes) y, por tanto, problemas relacionados con la ética, la deontología y la autoestima profesionales, muy sensibles a los indicios de deshumanización del trato asistencial: cuando siente que no hace bien el propio trabajo, la persona no se siente bien consigo misma. Otro efecto no menor de esta problemática es el de la reducción del tiempo personal dedicado a las relaciones sociales, al descanso, a la formación dentro del mismo espacio de trabajo o a la vida familiar. En suma, una combinación de factores que atenta contra la calidad de vida personal y laboral y en último término contra la salud física y mental de los profesionales. Las respuestas a preguntas sobre lo que va mejorando y lo que va empeorando en las condiciones de trabajo (materiales, técnicas, financieras, contractuales, salariales, temporales, etc.) y también en el ambiente social de trabajo (relaciones con colegas, con dirección, con personas usuarias del servicio, etc.), ponen de manifiesto una cierta ambivalencia ante las paradojas del progreso de la reorganización sanitaria en el propio centro, tanto por parte del personal médico como del de enfermería y en todos los países: por una parte, se reconocen mejoras relativas en cuanto a espacios, infraestructuras, equipamientos generales, recursos tecnológicos y financieros, etc., que facilitan y optimizan el trabajo asistencial, diagnóstico y terapéutico en el hospital. Pero, por otra parte, se insiste en que tales mejoras son insuficientes y que hace falta mucho más. Algo similar acontece en lo concerniente a recursos humanos disponibles, plazas, salarios, horarios y contratos. Se reconocen indicios más o menos claros de mejora en todos estos ámbitos, pero se afirma que en todos ellos hace falta ir más allá de los logros presentes, y que los avances en estos campos mejoran la calidad de vida personal y laboral, pero que lo que queda por avanzar supone un lastre en la misma. Lo mismo se viene a decir del progreso en la informatización del trabajo: al tiempo que facilita las tareas, también las complica y aumenta, haciendo más burocrático el trabajo sanitario, 11 aumentando el número de papeles que hay que cumplimentar y de controles a que someterse. Asimismo, se reconoce que la empresarización de la gestión hospitalaria agiliza ciertos procesos, haciéndolos más eficientes, competitivos y rentables; pero a cambio de minar ciertos fundamentos de las relaciones interpersonales dentro de los grupos de trabajo y entre los mismos. Las relaciones competitivas minan las premisas del compañerismo y la intensificación del tiempo de trabajo resta el tiempo disponible necesario para el mantenimiento y el refuerzo de las relaciones entre colegas. IV Discusión y conclusiones Los resultados obtenidos ponen de manifiesto lo que las denominadas “organizaciones excelentes” promovidas por el capitalismo organizacional5 en el campo sanitario –sus valores, sus dispositivos, sus retóricas y sus estrategias- conlleva de factor de riesgo psicosocial de burnout para el personal sanitario de los países considerados: 2 de cada 3 de los profesionales participantes en la investigación declaran estar sobrecargados de trabajo y por ello faltos del tiempo necesario para realizar bien su trabajo, lo que les hace sentir mal y les plantea problemas personales y profesionales, que de algún modo inciden en su salud y en su calidad de vida personal y laboral. La consideración de la presión asistencial como un factor de deterioro de la calidad de vida en el trabajo se inscribe en la línea de lo que constatan el tercer y el cuarto informes europeos sobre condiciones de vida i de trabajo a propósito de la “intensificación” del trabajo. Y también en la línea de estudios recientes sobre work pressure,, work intensity, work intensification i Attendance-Pressure (Gallie, 2005; Weiler, 2006) Si el mundo sanitario en general y el hospitalario en particular viene siendo considerado tradicionalmente un caldo de cultivo del desgaste psicológico en el trabajo (Freudenberger, 1974; Maslach y Jackson, 1982, 1997; Maslach y Leiter, 1997; GilMonte y Peiró, 1997; Maslach, C., Schaufeli y Leiter, 2001), el nuevo gobierno empresarial de los hospitales parece funcionar como un nuevo factor de desgaste psicológico en el trabajo ante el que cabe adoptar las correspondientes medidas preventivas (Landsbergis, 2008; LaMontagne et al, 2007; Benach et al, 2002). 5 La investigación utiliza la noción de “capitalismo organizacional” para dar cuenta justamente del proceso de implantación del paradigma empresarial de gestión flexible en instituciones anteriormente insertas en la esfera del servicio público, como las universitarias y hospitalarias 12 Este primer nivel de análisis y reflexión sobre información colectada en el trabajo de campo aporta elementos para la comprensión y la crítica del modelo empresarial de hospital impuesto como realidad natural en las últimas décadas y plantea la urgencia de un rediseño de la modernización hospitalaria pensado también en función de la promoción de la salud y la calidad de vida laboral del personal sanitario. V. Referencias Aedo, C. (2000). Las reformas de la salud en Chile. En F. Larraín & R. Vergara, La Transformación económica de Chile. Santiago: CEP. Almeida, C.M. (1996). Os modelos de reforma sanitária dos anos 80: uma análise crítica. Saúde e Sociedade, 5 (2): 3-57. Almeida, C.M. (1999) Reforma do Estado e reforma de sistemas de saúde: experiências internacionais e tendências de mudança. Ciência & Saúde Coletiva, 4 (2):263-286. Baraldi, S. & Car, M.R. (2008). La flexibilización y la desregulación laboral de los trabajadores del área de enfermería en Brasil: El caso PROFAE. Revista Latinoamericana de Enfermagem, 16(2), 205-211. Bauman, Z. (2000). Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Barcelona: Gedisa. Benach, J, Muntaner, C, Benavides, F, Amable, M y Jodar, P. (2002). A new Occupational health agenda for a new work environment. Scandinavian Journal of Work Environmental Health 28, 191-196. Blanch, JM. y Cantera, L. (2007 ). El capitalismo sanitario como factor de riesgo psicosocial. 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Autores: Carlos Cruz, Mestre em Gestão Empresarial (FBV/BR) e Professor da FACIPE (Recife/PE/Brasil) & Sônia Calado Dias, Ph.D. em Comportamento Organizacional (GSU/EUA) e Professora da Faculdade Boa Viagem (Recife/PE/Brasil) INTRODUÇÃO A estabilidade econômica gerada através da criação do real, a desregulamentação dos mercados e a liberalização dos fluxos de capitais, no início da década de 90, exigiram que o setor financeiro, constituído por empresas com atividades econômicas bastante diversificadas, promovesse grandes transformações para se adaptarem ao novo modelo econômico (GRISCI, BESSI, 2004). Nesse modelo, o sistema bancário teve uma queda substancial das receitas decorrentes de ganhos inflacionários, proporcionadas pelo floating, gerado pela alta inflação e pela taxas de juros vigentes na época anterior (CYSNE, COSTA, 1997). Os processos de queda de inflação e dos investimentos financeiros, por conseqüência, despertaram nos bancos a necessidade de se prepararem para sobreviver num ambiente econômico sem inflação. Os problemas encontrados na rotina bancária, anteriormente camuflados por um lucro excessivo gerado pela ciranda financeira, obrigaram os gestores a procurarem outros aspectos que pudessem manter a receita. Além do desenvolvimento das tecnologias que permitiu automatizar os serviços para reduzir custos e aumentar a segurança, outro fato importante foi a terceirização de um volume crescente de trabalhos não bancários e bancários como análise de crédito, compensação de cheques e centrais de atendimento, além das diferentes formas de gestão que objetivaram a fusão de postos de trabalho e a redução de níveis hierárquicos (SEGNINI, 1999). Esses processos, tanto no plano macroeconômico e social, como no plano micro, da organização do trabalho, implicaram mudanças no perfil do profissional bancário, em especifico do gerente de agência que passa a ser responsável pela elaboração e distribuição de tarefas, pelo estabelecimento de metas e monitoramento de toda dinâmica da unidade. O compartilhamento do conhecimento de cada um, através das novas tecnologias de informação, passa a ser crítico para todos envolvidos, além de um importante diferencial competitivo. Segundo Bezerra de Melo (2005) esse conhecimento decorre da aprendizagem do indivíduo e quando colocado em ação caracteriza-se como uma competência (BEZERRA DE MELO, 2005). Neste contexto a valorização do quadro funcional, ou seja, daqueles que detêm esse conhecimento e respectivas competências se torna fator de estudo para a academia e preocupação para os responsáveis pela Gestão de Pessoas (LEITE, 1996). Dentre os muitos mecanismos disponíveis, na literatura e na prática organizacional, que ajudam a disseminar o conhecimento tático existente se destaca os 2 programas formais de mentoria capazes de gerenciar o desenvolvimento do indivíduo, principalmente o do iniciante, dentro da organização (SALGUES; DIAS, MORAES, 2004). A Mentoria é um relacionamento focado no desenvolvimento e crescimento do indivíduo. Um adulto com avançada experiência e conhecimento, denominado “mentor”, e outro com menos experiência, conhecido do “mentorado” desenvolvem uma relação onde o primeiro ajuda o segundo a aprender como navegar no mundo do trabalho, oferece suporte na vida pessoal e promove a sua mobilidade profissional ascendente (KRAM, 1985). O Mentor dentro de uma organização, segundo Kram (1985) e Levison (1978), é aquela pessoa compromissada com o desenvolvimento pessoal e profissional do mentorado. Nesse contexto o objetivo desta pesquisa foi investigar a percepção dos gerentes de nível médio tático do Unibanco de Agências, situadas na região metropolitana do Recife, sobre a existência de mentor(es) na sua vida pessoal e profissional e o impacto percebido, dessa relação para seu desenvolvimento pessoal e profissional à luz das funções de mentoria mais desempenhadas, assim como as vantagens da criação de um programa formal de Mentoria na Instituição onde trabalham. Esse artigo foi estruturado em quatro partes: (a) fundamentação teórica, subdividida nos temas: mudanças ocorridas no perfil do gerente bancário e o construto mentoria: definição, benefícios e funções, vantagens de um Programa Formal; (b) metodologia utilizada; (c) análise e discussão do resultados e (d) conclusões e sugestões. FUNDAMENTAÇÃO TEÓRICA Mudanças no perfil do gerente Estudos evidenciam que a função do trabalhador bancário, em específico a do gerente sofreu uma grande transformação após a intensa automação dos serviços, iniciada no Brasil, nas décadas de 1980/1990. Se antes a função tinha um status elevado, atualmente novas respostas são exigidas de todos que ocupam uma gerencia onde a cobrança por produtividade passa a ocorrer de forma mais intensa, exigindo entre outras coisas, resultado em curto prazo (LARANJEIRA, 1997, RUFFEIL, 2002) A implantação dos sistemas on-line modificou completamente a natureza com a criação dos sistemas de apoio às decisões, implantação dos terminais de consulta aos clientes, redução de pessoal de retaguarda, e maior controle das informações (RUFFEIL, 2002). A polivalência, a flexibilidade, a facilidade de se comunicação cobrada dos gerentes torna-se uma exigência, partindo do princípio de que todos devem saber desempenhar qualquer operação demandada pelo cliente trouxe vantagens e desvantagens para a função gerencial (SEGNINI, 1999). Se por um lado, significou fator de elevação da qualificação, comprovada pela elevação do nível de escolaridade da categoria, uma vez que ampliou o âmbito de atividades, por outro significou mudança radical de suas atribuições, num sentido nem sempre favorável. Verificou-se um aumento significativo de responsabilidades, perda de autoridade e "degradação" de status (LARANGEIRA, 1997). O conceito de agência como franquia transfere ao gerente total responsabilidade pelo que ocorre na agência. Se o grau de responsabilidade do gerente cresceu, porém, em maior escala, também aumentou seus encargos e, em conseqüência, a pressão 3 emocional a que está submetido, sem a devida autonomia necessária para o processo de decisão (LARANGEIRA, 1997). Com as mudanças no sistema bancário como um todo, e suas conseqüências para a função de gerente, torna-se difícil uma instituição se diferenciar de outra. Na procura por um diferencial, passa-se a destacar o serviço prestado pelos colaboradores dessas instituições: os funcionários das centrais de atendimento, o pessoal de atendimento das agências e, principalmente, os gerentes de negócios. Esses últimos, no processo atual de funcionamento são importantes não só pelas vendas efetuadas, pela conquista de novos clientes, como também pela manutenção, e fidelização dos atuais (CAMPELLO, COSTA NETO, 2003). Fatores de sucesso das instituições, os gerentes, com o apoio da tecnologia disponibilizada, tornam-se responsáveis pela criação, gestão e controle de uma equipe, de subordinados que em conjunto precisam gerar resultados satisfatórios (LARANJEIRAS, 1997). Esse novo contexto passa a exigir dos responsáveis de Gestão de Pessoas no sistema bancário uma procura por mecanismo que ajude esse profissional a melhor se adaptar ao novo cenário e às suas novas responsabilidades. Uma das ferramentas mais indicadas para esse fim é a mentoria que é detalhada na seqüência. Mentoria Conceito A mentoria é definida como uma relação duradoura e benéfica para a vida de uma pessoa e oriunda de um contato pessoal bilateral (BOYATZIS, 2007). É um processo complexo que envolve duas pessoas, um mentor e um mentorado, cada um ratificando papéis e responsabilidades diferentes na relação e o sucesso desse relacionamento está condicionado ao comportamento de ambos (ALLEN, 2007). A mútua percepção de competência e conforto interpessoal é a base de uma relação de mentoria. Segundo Kram (1985), o mentor escolhe o mentorado identificando-o como uma versão mais jovem de si mesmo, e o mentorado, por outro lado, escolhe o mentor porque o percebe como modelo. Na prática, os resultados demonstram que a mentoria pode ser um instrumento precioso, não só quanto aos aspectos técnicos, como também quanto aos psicossociais, educacionais, de satisfação na carreira e muitos outros (BAUGH & FAGENSON-ELAND, 2007). O conceito mentor surge para designar um indivíduo mais experiente dotado de conhecimento e comprometido com a carreira profissional e social de outro individuo, seu mentorado facilitando seu aprendizado, crescimento e o desenvolvimento de suas habilidades (KRAM, 1985). Para Kalbfleisch (2007), o mentor é uma pessoa mais capacitada, que já atingiu o sucesso pessoal ou profissional e está disposto, e, é capaz de compartilhar práticas que são de conhecimento público ou privado e que ajuda o outro a alcançar o sucesso (KALBFLEISCH, 2007; KRAM 1985). O mentorado é definido como uma pessoa “menos experiente” e “com potencial ou desejo de aprender os métodos que ajudaram o mentor a ter sucesso pessoal e profissional”. Destaca-se na literatura que o mentorado pode, em contra partida, oferecer ajuda técnica, ou uma visão mais recente sobre determinados assuntos, possibilitando aquisição de novos conhecimentos por parte do mentor, maximizando o desenvolvimento do relacionamento. Assim, “juntos o mentor e o mentorado desenvolvem uma relação de cuidado e assistência” (KALBFLEISCH, 2007; KRAM 1985). 4 A principal diferença de um relacionamento de mentoria, com uma relação pessoal, é a impossibilidade de um indivíduo ter diferentes mentores e mentorados e ter a mesma relação com cada um deles. Cada participante de uma relação pessoal não pode ser substituído, sem alterar significativamente o relacionamento. Por ser o relacionamento de mentoria único e de natureza pessoal, ele possui pontos fortes e fracos como em qualquer outro tipo de relação, tais como, um relacionamento amoroso, de amizade ou familiar. Possuem, também, conflitos únicos, entre os parceiros, uma vez que são pessoas diferentes, representando papéis diferentes, com poderes diferentes (BOYATZIS, 2007). Assim, um mentor é o indivíduo que oferece conhecimento, perspectiva ou sabedoria que será especialmente proveitosa para outra pessoa. Segundo Boyatzis (2007) mentor é uma palavra que traz à mente a imagem de um experiente sábio conversando com um jovem ingênuo. Desta forma, mentores são treinadores de aprendizagem, ou seja, conselheiros sensíveis e de confiança. Vale destacar que nem todo mentor é gestor, mas todos os supervisores e gerentes eficazes devem ser mentores, já que estes precisam ter uma visão ampla do desenvolvimento e seus de efeitos a médio e longo prazo. O mentor desempenha diversos papéis no processo de mentoria. Pode-se citar: desenvolver confiança e comportamentos positivos ajudar a tomar decisões acerca das metas e trajetórias para a carreira do mentorado, desenvolver a auto-estima do mentorado, respeitar a confidencialidade, oferecer sugestões, alternativas e pensamentos criativos, estimular e apoiá-lo em novas situações e tarefas. Podem ser consideradas ainda atribuições de um mentor atuar como catalisador do crescimento do mentorado; ajudar a definir prioridades e estimular o equilíbrio profissional e pessoal, escutar as suas idéias, preocupações e sugestões, principalmente, porque a base para o sucesso do mentor está na habilidade de saber ouvir (KRAM; RAGINS, 2007). Benefícios da Mentoria para os Mentores e Mentorados Em estudos clássicos sobre desenvolvimento de carreira, a mentoria é citada como um processo chave para o crescimento individual. Pesquisadores reconhecem que a relação é benéfica para ambos os mentores e os mentorados proporcionando: satisfação no trabalho, socialização (CHAO et al 1992), redução de turnover, mais conhecimento e expertise, progresso e um melhor desenvolvimento na carreira (ZEY, 1988), identidade profissional clara e bem definida, e senso de competência (KRAM, 1983). Para o mentor, os benefícios de um processo de mentoria relatados indicam a desempenho profissional, o sucesso, a revitalização na carreira, o reconhecimento por seus pares, uma base de suporte de lealdade por parte dos mentorados, e um senso de realização e satisfação pessoal (KRAM, 1985; SCANDURA, 1998). Os mentores podem também ver no mentorado uma versão de si próprios quando mais jovens como sendo representantes do seu passado. O fato de ser mentor dá ao indivíduo um senso de generosidade ao contribuir com as gerações futuras. Satisfação interna e realização, reconhecimento organizacional, lealdade do mentorado, apreciação do grupo, renovação da carreira, melhor desempenho no trabalho. Mentores podem obter mais conhecimento, empatia e capacidade de se relacionar com os grupos (RAGINS; KRAM, 2007). O mentor pode direcionar sua energia para a criatividade e ação produtiva, num período que, dependendo do indivíduo, pode ser entendido como de estagnação. Neste caso, a mentoria pode significar estímulo e desafio (ZEY, 1998). Mentores ganham suporte técnico e psicológico, satisfação interna ao fazer com que um novato seja capaz 5 de “navegar” no mundo dos negócios, ganha respeito de seus colegas ao desenvolver um jovem talento para a organização (KRAM; ISABELA, 1985). É sabida a grande satisfação que um indivíduo sente ao ajudar outra pessoa. A literatura esclarece que aqueles que escolhem se tornar mentores já experimentaram altos níveis de sucesso na carreira como também atitudes positivas quanto ao trabalho e a carreira. Kram e Ragins (2007) notam que até mesmo o processo de modelo a ser seguido pode resultar em mentores redescobrindo partes importantes deles mesmos; na essência, os mentores também podem aprender com esses relacionamentos. Já para os mentorados os resultados das pesquisas indicam uma relação positiva entre a presença de um mentor e os resultados na carreira desses. Allen et al (2004, apud Kram; RAGINS, 2007) encontraram que os indivíduos mentorados recebem mais promoções e maiores salários do que os indivíduos que não foram mentorados, reportam mais satisfação com a carreira, maior comprometimento, maior satisfação no trabalho, maior expectativas em relação ao seu crescimento do que aqueles que não tiveram mentores. Outros benefícios também estão relacionados aos mentorados como: (a) progresso e melhor desenvolvimento de carreira (ZEY, 1998); (b) definição da identidade profissional e senso de competência (Kram, 1985). No contexto empresarial existem grandes impactos da intervenção do mentor na vida do mentorado. Deakins et al, 1998 (apud Costa, 2007) citam o apoio em alcançar objetivos, desenvolvimento de habilidades para aprender, para administrar os conflitos, as mudanças e melhoria nas habilidades para gerenciar (DEAKINS et al., 1998, apud Costa, 2007). Ratificado por Clutterbuck, (2007) uma das principais razões reportadas pelos mentorados sobre os benefícios desse processo é a possibilidade de ter um tempo para se concentrar em “pensar” e “ser”, ao invés de “agir”. Pois afirmam que durante um dia de trabalho, não tem condições de pensar reflexivamente sobre nada. As funções da mentoria Segundo Kram (1985) as funções de um processo de mentoria são divididas em dois grupos: funções psicossociais e funções de carreira. Tais funções foram desenhadas a partir de pesquisas qualitativas e posteriormente sistematizadas e validadas em instrumento de coleta de dados por Noe (1988). As funções psicossociais estão associadas ao desenvolvimento social e psicológico do mentorado e que subdividem em: amizade; aconselhamento; aceitação e confirmação; e modelo. Amizade: A função de amizade diz respeito a uma interação social do mentor com seu mentorado dentro do ambiente de trabalho, mas, sobretudo fora dele. (NOE, 1988; KRAM, 1985). Aconselhamento: É considerada uma das funções mais importantes, já que possibilita ao mentor conhecer as principais deficiências, dúvidas e estados emocionais do mentorado e torna ainda o mentor uma figura mais importante junto à visão do mentorado (KRAM, 1985). Aceitação e confirmação: Para Kram (1985) esta é talvez uma das funções mais gratificantes para o mentor: ele pode confirmar a sua “aposta” anterior quanto à competência do seu mentorado, proporcionando-lhe assim um senso de perpetuação. Modelo: Uma das funções mais observadas nas pesquisas de Kram (1985). Nesta função o mentor proporciona ao mentorado uma “inspiração” para a sua formação, baseada nos valores, nas atitudes e nas ações do mentor. 6 As funções de carreira, por sua vez, estão associadas ao contexto organizacional e constitui uma base o crescimento profissional do mentorado e são subdivididas em: exposição/visibilidade, coaching, proteção, patrocínio e desafio nas tarefas. Exposição/visibilidade: Associada ao empenho voluntário do mentor para a criação e a delegação de oportunidades ao mentorado, direcionando-o para assumir responsabilidades e para desempenhar tarefas que o ponham em contato com pessoas e setores considerados chaves no âmbito da organização ou da profissão (KRAM, 1985). Coaching: o mentor exerce o papel similar ao de um treinador de esportes, destacando diante do mentorado os seus pontos fortes e fracos, suas oportunidades de melhoria e ameaças a ele. A função de coaching é a mais relacionada às tarefas a serem desempenhadas pelo mentorado. É necessária para o aprendizado do mentorado, já que o mesmo entende pouco inicialmente dos aspectos mais específicos de sua função. Patrocínio: É o apoio explícito do mentor ao mentorado. Segundo Kram (1985), a principal finalidade dessa função é ajudar o mentorado a se desenvolver em uma organização e/ou profissão. Desafio nas tarefas: Segundo Kram (1985), a instauração de desafios impostos pelo mentor ao mentorado é vital para o seu crescimento. Um desafio moderado, em conjunto com o devido suporte proporcionado pelas demais funções de carreira, pode ter um efeito catalisador para o sucesso do indivíduo mentorado. Vantagens de um programa formal de mentoria No Brasil, os programas de mentoria formal como ferramentas de desenvolvimento comercial e profissional ainda não são tão exploradas como em outros países. De acordo com Regis (2005) existem poucos programas de mentoria formal. O autor cita trabalhos como o de Azevedo e Dias (2002) que pesquisaram a relação entre a mentoria e o comprometimento organizacional, Souza, Dourado e Gomes (2003) que descreveram o efeito da mentoria no contexto de uma empresa de consultoria. Nas organizações reside um vasto tesouro interno de conhecimentos não utilizados. Segundo Grisci e Bessi (2004), os executivos reconhecem a necessidade de utilizar esses conhecimentos, know how e as melhores práticas. Desta forma, a implantação de um programa de mentoria passa a se destacar no sentido de tentar transferir os benefícios angariados em uma relação informal para o ambiente organizacional de uma forma estruturada. Assim, entende-se por programas de mentoria a ação capaz de propiciar às organizações subsídios para a estabilidade necessária para a construção de suas estratégias, entre outros benefícios. Como em outros tipos de relacionamentos, os parceiros iniciam a relação, constroem um ambiente de confiança, realizam tarefas juntos, oferecem suporte social, e se engajam na manutenção da relação e no seu restabelecimento, quando necessário. Estas características relacionais são suportadas pela comunicação estratégica e rotineira existente entre os pares (KALBFLEISCH, 2007). A estruturação de um programa de mentoria formal dentro de uma organização oferece benefícios criando condições da realização de mudanças de comportamento dos colaboradores direcionados para objetivos pré-definidos (ALLEN 2007): melhor socialização dos novos colaboradores, melhor compreensão por parte desses funcionários sobre a missão, os valores, a estrutura formal e os sistemas informais da organização, levando assim a um melhor desempenho de suas funções. Além disso, os 7 novos funcionários passam a ter um maior comprometimento com os resultados dessa organização, considerando os investimentos neles realizados, fator que em longo prazo contribui para sua permanência (BAUGH; FAGENSON-ELAND, 2007). A mentoria é especialmente efetiva em facilitar a transferência do que foi aprendido para a rotina do trabalho. O mentorado pode solicitar suporte com relação a desafios específicos de suas funções. A identificação antecipada de potenciais talentos para a gerência e o desenvolvimento para a liderança são freqüentemente associados aos benefícios dos programas formais de mentoria (BAUGH; FAGENSON-ELAND, 2007). Um programa de mentoria formal pode ser implantado para atender a diferentes necessidades da organização. Ao utilizar a mentoria formal para encurtar o caminho de alguns indivíduos nas posições hierárquicas dentro de uma organização, levará a uma antecipação do desenvolvimento desse funcionário e um melhor planejamento de como utilizá-lo em prol da empresa (CHAO, 1992). METODOLOGIA Optou-se por seguir uma orientação qualitativa de pesquisa por acreditar que essa seria a mais adequada, em função da natureza do fenômeno investigado e segundo Godoy (1995) possibilita a obtenção de detalhes obscuros sobre fenômenos, como sentimentos, processos de pensamento e emoções que dificilmente seriam compreendidos utilizando-se outros meios mais convencionais de pesquisa. Por suas características e seus objetivos, esta pesquisa é ainda classificada como um estudo de caso, termo definido por Yin (2001, p.32) como “uma investigação empírica que investiga um fenômeno contemporâneo dentro de seu contexto da vida real, especialmente quando os limites entre o fenômeno e o contexto não estão claramente definidos”. A população desta pesquisa foi de gerentes de nível médio-tático de uma Instituição bancária privada do Recife, Unibanco S/A, há 75 anos no mercado, fazendo parte da holding Itaú-Unibanco S/A, maior banco do hemisfério sul. Todos os 23 gerentes de nível médio-tático foram convidados a participar da pesquisa. O retorno obtido foi de 39%, ou seja, 9 gerentes que compuseram a amostra por acessibilidade. Mesmo com uma participação de 39% dos gerentes, houve a saturação dos achados. Assim, ficam atendidas as questões de validade interna da pesquisa qualitativa. A principal ferramenta de coleta de dados utilizada nesta pesquisa foi a entrevista não-estruturada, gravada e posteriormente transcrita. O fato de se ter tido a utilização de um roteiro de entrevista não impediu a flexibilidade usual existente nas coletas de dados de pesquisas qualitativas. O pesquisador se reservou o direito de trocar a ordem das perguntas e incluir outras não previstas anteriormente, sempre que percebeu a possibilidade de, com isso, alcançar um maior entendimento do assunto abordado. Uma vez a que opção da coleta de dados dessa pesquisa foi uma entrevista semiestruturada com perguntas abertas; a escolha para o desenvolvimento da análise dos dados gerados recaiu sobre o método de Análise de Conteúdo de Bardin (2008). A escolha das unidades de registro que correspondem ao segmento do conteúdo a considerar como unidade de base para as primeiras interpretações, foi a frase. Para a categorização das unidades de base foi utilizado o “procedimento de caixa”, ou seja, as categorias desse estudo ou “temas” foram gerados a partir dos objetivos específicos que por sua vez estão baseados no referencial teórico. 8 ANÁLISE E DISCUSSÃO DOS ACHADOS A análise e discussão dos achados foi dividida em três etapas. A primeira analisa a existência de mentores na vida dos respondentes, a segunda o impacto desses no seu desenvolvimento pessoal, à luz das funções de mentoria desempenhadas e, por último, as vantagens de se implantar um programa formal de mentoria na Instituição onde trabalham. Existência de um mentor em suas vidas Quando questionados sobre a existência de um mentor em suas vidas, a percepção dos respondentes corrobora a literatura quando sugere ser o mentorado uma pessoa “menos experiente” e “com potencial e desejo de aprender os métodos que ajudaram o mentor a ter sucesso pessoal e profissional” Kalbfleisch, (2002). A fala do respondente (R8) demonstra sua pré-disposição em procurar alguém de sucesso, em quem se espelhava, para pedir conselhos, ajuda. (R8) elegendo a pessoa como meu mentor mesmo e pedindo acompanhamento ao longa a minha carreira [...] eu procurei na época [...] eu cheguei para a pessoa, falei um pouco o que eu achava dela falei o quanto eu me espelhava nas atitudes e pedi ajuda, orientação, eventualmente eu chamada essa pessoa para um almoço, para uma conversa, para dividir alguma situação, e pedir uma orientação sobre o caminho [...] (PE/PR) O respondente (R6) deixa claro através de sua fala os motivos que levam um indivíduo a escolher um mentor; alguém que é admirado, respeitado pelas suas competências e capacidade de promover suporte e servir de guia para o mentorado: (R6) tô pouco tempo aqui no banco acho que o João (nome fictício) é uma pessoa que poderia ser meu mentor, me parece ser, ou melhor .. é (ênfase do respondente) uma figura... de coaching muito adequada” A fala do respondente (R8), se assemelha muito com a última fase identificada por Kram (1985) ocasião na qual a relação se transforma em amizade e os indivíduos continuam mantendo contato informalmente ocorre aconselhamentos e suporte técnico ocasionais; o mentorado “tira o mentor do pedestal”, mas continua presente um sentimento de gratidão e realismo sobre as contribuições da relação. Assim como o respondente (R5) que enfatiza a importância dessas pessoas em sua vida, mas sugere que atualmente o contato entre eles não é mais sistemático. (R8) Já eu, já tive, eu já tive dois mentores na minha carreira. Atualmente os encontros são esporádicos [...]em algumas situações suas opiniões batem com a minha, em outras me enriquecem [...] (PR) O fato do respondente (R7) ter afirmado não ter nenhum mentor atualmente e nem ter tido tanto no âmbito profissional ou pessoal, pode sugerir o não conhecimento mais amplo significado de mentoria ou ser devido a ambigüidade apresentada pelo termo conforme Santos et al (2005) e, ou a ausência de aspectos importantes para atuação de um gerente de nível médio tático, tais como saber procurar nas pessoas exemplos de senioridade pessoal e profissional, procurar controle emocional, administrar stress por pressão de resultados ratificados por Robins (2005). “Profissional na minha história profissional eu não tenho um exemplo que tenha contribuído como mentor. Mas eu tenho colegas, amigos, hoje que fazem esse papel que trocam idéias que aconselham que dão orientação. [...]na parte pessoal também não eu nunca tive uma pessoa de aconselhamento que orientasse desse tipo.[..] meu pai era uma pessoa que era matuto e não tinha vamos dizer essa maturidade de estar orientando”(R7). 9 Alguns exemplos das falas dos respondentes demonstram a forma como esses identificam a presença de um mentor: Como uma referência: “como uma referencia, ele e me guiava me dava espaço me guiava e dizia „caminha por aqui, anda por aqui que vai dar certo por conta disso disso e disso‟. (R2) Comparando com a função dos pais: “acho que os próprios pais da gente no que diz respeito a essa questão de acompanhamento a gente pode vincular” (R6) Uma presença constante: ”são duas pessoas profissionais e uma no campo pessoal ...mas ..[...] o que é interessante disso é que mesmo na distância.... você sentia o que essas pessoas estavam fazendo por vocês as minhas decisões eram calcadas nelas as vezes eu ligada para bater um papo”(R5) Visão centrada no aspecto profissional: Profissionalmente eu faço.... todo meu gestor.... passa a ser meu mentor.......porque aí tem uma questão de bom senso... eu aproveito as partes boas do mentor e sempre se torna mentor todo meu gestor. (R9) Impacto dos mentores no desenvolvimento pessoal e profissional dos respondentes Quando questionados sobre o impacto desses mentores em seu desenvolvimento pessoal e profissional todos respondentes enfatizaram sua importância corroborando o referencial teórico apresentado sobre os benefícios angariados por aqueles que já tiveram um mentor. Dickens et al, (1998 apud Costa, 2007) afirmam que no contexto empresarial os principais impactos da intervenção do mentor na vida do mentorado são de apoiá-lo a alcançar objetivos, habilidades para aprender, para administrar os conflitos, as mudanças e habilidades para gerenciar. Mais dois aspectos levantados na literatura: progresso e desenvolvimento da carreira (ZEY, 1998), e definição da identidade profissional e senso de competência (KRAM, 1985), foram identificados nesses achados. O que se percebe pelas falas dos respondentes como benefícios da presença de um mentor é o sentido de orientação dos caminhos a percorrer dentro e fora da instituição, um norte, um acompanhamento sistemático, uma proteção, uma terceira visão corroborando Dickens et al 1998 apud Costa, 2007). Além da oportunidade de reconstrução de valores, mudança de postura relacionada à vida pessoal, melhora no comportamento profissional. Alguns exemplos das falas dos respondentes são apresentados na seqüência: (R1) Se eu não tivesse o papel desse mentor....[...] ao longo da minha vida profissional.... eu acho que eu deixaria muito a desejar [...]se o mentor realmente não vai lhe direcionando.... se ele não vai me mostrando.....lhe acompanhando. (R2) ele era aquela pessoa, aquele coaching melhorado aquele coaching que acima do normal a preocupação além de só com o intuito de ensinar, mas também de proteger o próprio funcionário e a própria instituição.. proteger no sentido de evitar processo errado, evitar um passo maior que as pernas.. enfim, essa questão da orientação pessoal ...pra mim isso é muito importante. (R4) ah Muito importante porque assim ajuda a gente ver qual é o caminho..qual o norte melhor a seguir..onde você esta acertando 10 (R6) Foi bem grande, foi uma pessoa que eu sempre paro e penso o que ela faria.....[...] me espelho muito..no sentido das decisões que eu tomo..... de comportamento [...] me serve muito como fonte inspiradora...na realidade. (R7) É muito interessante você termina vendo coisas que não vê sozinha [...]você poderia estar tomando um caminho errado...e termina indo para a trajetória correta e tomando o caminho correto . (R8) [...] tive a oportunidade de reconstruir valores.....não só do lado profissional quanto do lado pessoal e durante essa passagem eu tive a oportunidade de ver que as coisas estão muitas interligadas..que quando você melhora o seu comportamento profissional você também esta melhorando sua postura.. o seu relacionamento com seu pais, com sua esposa seus filhos com a comunidade, com os amigos você muda a forma de ser... quando você procura um processo de mentoria você procura na essência ser uma pessoa melhor. A funções de mentoria mais desempenhadas O objetivo primeiro dessa pesquisa foi identificar quais as funções da mentoria mais desempenhadas pelos indivíduos que os respondentes consideravam seus mentores; porém no transcurso das entrevistas os participantes começaram a identificar as funções de mentoria mais desempenhadas pelos seus gestores atuais. Após analise dos dados verificou-se a riqueza dos mesmos e optou-se por descrevê-los também. Funções da mentoria mais desempenhadas pelos possíveis mentores: Durante todas as entrevistas quando questionados sobre as funções que mais estão presentes em seu relacionamento com o indivíduo que consideram mentor, a amizade foi a que mais se destacou. Essa função, segundo a teoria (Kram, 1985) diz respeito a uma interação social do mentor com seu mentorado que resulta em afetividade e compreensão mútua e troca informais agradáveis sobre o trabalho e fora dele. O destaque para a função amizade também poder ser relacionado com os argumentos de Boyatzis (2007) sobre o conceito mentoria, ou seja, um relacionamento forte e único entre duas pessoas, com a interação de um indivíduo com outro tais como com seus pais, amigos e com a comunidade. Com relação às funções de carreira, os respondentes deram destaque a função de coaching uma vez que essa função está diretamente relacionada a uma preparação mais direcionada a um objetivo específico. Kram (1985), na definição dessa função, afirma que o mentor através dela exerce um papel similar de um treinador de esporte, destacando os pontos fortes e fracos, as oportunidades de melhoria, as possíveis ameaças, ou seja, mais direcionadas às tarefas. Considerando a dinâmica da rotina do gerente, onde o mesmo trabalha com metas a serem cumpridas em prazos determinados, a necessidade de se preparar adequadamente para atingi-la é fundamental. Vantagens de um programa formal de mentoria 11 Um dos fatos mais importantes nos achados foi a clareza com que todos os respondentes conseguiram perceber a importância da implantação de um programa formal de mentoria na Instituição onde trabalham corroborando a literatura que é repleta de exemplos de organizações que patrocinaram o desenvolvimento de programas de mentoria formal e receberam retorno dos investimentos. De acordo com Allen (2007) esses exemplos estão baseados na generalização dos benefícios de uma relação informal de mentoria adaptados para um programa formal. A predisposição de cada um em participar tanto como mentor ou mentorado foi muito importante. Achado esse que corrobora Kram (1985) quando sugere a propagação de uma cultura da mentoria, influenciando todos que participam da organização, ou seja, “uma constelação de mentoria”. Quanto ao fato de desejar ser mentor ou mentorado dentro de um possível programa formal de mentoria na organização, a maioria não se mostrou capaz de exercer a função de mentor e sim como mentorado. Os respondentes afirmaram que dentro de uma formalidade é aprender como efetivamente agir através de um profissional mais experiente o que corrobora a definição de Kram (1985) sobre mentor. Algumas falas dos respondentes a esse questionamento: (R1)[...] eu preferiria ser mentor, mas eternamente eu vou ser uma mentorada [...] (R2) eu participaria como mentorado.... até para adquirir mais experiência e depois partir para a questão de ser mentor. (R6) A principio como mentorada, para aprender poder me qualificar melhor.... Outro achado importante a salientar foram as características que um indivíduo deve possuir para ser um mentor na percepção dos respondentes que também corroboram com a literatura apresentada. (R1) [...] ter uma grande capacidade de ouvir em primeiro lugar [...] o mentor precisa saber ouvir muito bem...... precisa ter empatia no seu dia a dia com seus funcionários[...] ter transparência, imparcialidade (R2) centrado, extrovertido, facilidade na conversa, boa dicção, boa expressão, noção de organização de disciplina (R6) carisma, experiência profissional, de gestão, ser solícito, ser disponível, competência profissional, ter qualificação. (R7) liderança, ser proativo, ter disciplina, ter coaching, saber a hora de decidir. São muitos os benefícios para seu próprio desempenho, para os demais e para organização com relação a implantação de um programa de mentoria e os respondente foram unânimes em identificá-los. (R1)[...] para a instituição eu acho muito promissor em qualquer aspecto..... uma empresa presa por um funcionário que quer transmitir o melhor de si..... e não o funcionário que vem para empresa passar tempo.[...] o mentor transmite o melhor de si para seus funcionários então todo muito tem a melhorar (R2) [...] Com certeza....não só para as pessoas..... . mas a organização em geral tente muito a perder no futuro....senão implantar um processo como esse. [...] ter uma visão diferente do que você tem hoje no dia a dia a nível de gestão [...] extrair do funcionário o que a empresa efetivamente quer. 12 (R3) o conhecimento sobre a gestão que seria interessante, a participação. [...] uma forma de gerar conhecimento. [...] troca de experiência, isso agrega no dia a dia. (R6) Me diferenciaria dos demais participante. Sem dúvida me agregaria mais informação na questão da gestão [...] A gente estaria se qualificando para encurtar o prazo para que as pessoas possam a vir a ser mentores ou gestor [...] os lideres de hoje. (R7) Eu acho.... a questão de preparar as pessoas para o dia a dia para tomar decisão para principalmente na carreira dela a questão da orientação para poder essas pessoas calcarem novos patamares na empresa até em outras empresa,.... e até no lado pessoal (R8) Você desenvolve aspectos nas pessoas...que não estão ligado ao lado técnico, do processo, além de oferecer tempo para reflexão.. [...] eu (através de um processo de mentoria) reconstruir valores.....não só do lado profissional quanto do lado pessoal [...] quando você melhora o seu comportamento profissional você também está melhorando sua postura pessoa,. o seu relacionamento com seu pais, com sua esposa, seus filhos; em fim com a comunidade, com os amigos. Você muda a forma de ser. (R9) no momento que passa a ser uma coisa formal..você passa ter resultados muito mais rápido, muito melhor mas preciso, menos desvios menos achismos, menos possibilidade de erro. CONCLUSÕES E SUGESTÕES Entender e propagar os benefícios da mentoria de maneira mais detalhada já é um bom motivo para o aprofundamento do tema dentro do setor bancário. Nesse sentido o presente estudo teve como orientação responder a seguinte pergunta de pesquisa: “Até que ponto os gerentes de nível médio-tático, do Unibanco S/A, da região metropolitana do Recife, percebem o fenômeno mentoria em sua vida pessoal e profissional e os impactos por ela causados em seu desenvolvimento? O caráter transmissor de conhecimentos dos relacionamentos da mentoria, relatados pela literatura acadêmica, descrevem os vários benefícios angariados por todos os envolvidos: mentorado, mentor e a organização e inspiram uma pesquisa mais aprofundada desse conceito em diversos setores. Um desses setores é o ambiente bancário caracterizado por ser um dos mais dinâmicos na sociedade atual por estar sendo muito afetado pelas mudanças da tecnologia da informação, onde há uma grande dependência entre os indivíduos dentro do processo decisório, assim como no fluxo de suas atividades rotineiras. O melhor entendimento dessas relações a partir do constructo da mentoria possibilita o desenvolvimento e encarreiramento, além da prática de novas políticas dentro do segmento. Possibilita ainda aprimorar as já existentes na busca de se entender os comportamentos dos gerentes de nível médio-tático atuais do Unibanco S/A, na região metropolitana do Recife. Através da análise realizada a partir dos dados coletados, a primeira conclusão que se tem é que todos os respondentes afirmaram a existência de uma mudança brusca na administração no segmento bancário, após a estabilização da moeda, pós Plano real, gerando uma rápida necessidade de adaptação de todos os envolvidos (LARANJEIRA, 1997). Os gerentes de nível médio-tático destacaram a influência dessas mudanças no dia-a-dia de seu trabalho, com a perda substancial de autonomia, cobrança de resultados de maneira mais incisiva e rápida, exigindo dos mesmos uma polivalência e tornando o modelo de agência bancária como uma franquia. 13 Com relação aos benefícios gerados pelo processo de mentoria, no que diz respeito aos respondentes se colocarem na posição de mentorados, e visualizarem seus respectivos mentores, destaca-se a importância de ter recebido um norte para suas carreiras, ter tido um apoio em relação a identificar seus pontos fortes e aqueles que precisavam ser melhorados. Já como mentores, foram identificados os benefícios relacionados à satisfação ao ver o crescimento de um individuo menos experiente, com seu apoio, conquistando visibilidade. Os fatos narrados deixam claro que o ser humano cresce a partir do momento que ajuda o próximo a crescer. Da mesma forma, as instituições deveriam propagar essa idéia, já que essas instituições evoluem quando seus colaboradores se desenvolvem como pessoas e como profissionais. Referente às funções da mentoria, a população estudada percebeu como as mais desempenhadas pelos seus mentores, dentre as funções de carreira: o coaching e a exposição e visibilidade. Dentre as funções psicossociais os mesmos destacaram a amizade. Diante as funções desempenhadas pelos atuais gestores, os respondentes destacaram também o coaching e as tarefas desafiadoras; e para as funções psicossociais o papel de modelo, o aconselhamento e a amizade, todas descritas por Kram (1985). O destaque às funções de carreira, tanto a função do coaching como a de tarefas desafiadoras, refletem a necessidade permanente de treinamento e acompanhamento das atividades rotineiras, características marcantes desse segmento. Já para as funções psicossociais, o destaque para a amizade prova a necessidade de uma maior interação social com o mentorado bem como as trocas informais sobre trabalho e assuntos externos. Todos os respondentes foram taxativos em afirmar a predisposição e o interesse de participarem de um programa formal de mentoria. Vale destacar que apenas um respondente optou pela função de mentor em um possível programa formal. Os outros oito gostariam de desempenhar a função de mentorado, provando assim uma busca de conhecimento sobre o constructo e seus benefícios. Para esta conclusão, faço uso das palavras do respondente 8: ”quem procura um processo de mentoria procura na essência ser uma pessoa melhor”, com isso aquele que tem a oportunidade de ter um mentor, tem maiores possibilidade de se tornar uma pessoa melhor. REFERÊNCIAS ALLEN, Tammy D. Mentoring Relationships from the Perspective of the Mentor. 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Centro de Estudos Gerais – Universidade Federal Fluminense. Niteroi, 2002. 201 f SALGUES, Lyana J.; DIAS, Sônia Calado; MORAES, Ionete C. Processos de mentoria: existência de múltiplos mentores e as características de uma relação de mentoria. Curitiba, PR: Anais do XXVIII Encontro da Associação Nacional de PósGraduação e Pesquisa em Administração, 25 a 29 set. 2004. SCANDURA, T. A., Dysfunctional Mentoring Relationships and Outcomes. Journal of Management, v.24 (3), 449 – 467. 1998. SEGNINI, Liliana R.P. Reestruturação nos bancos no Brasil: desemprego, subcontratação e intensificação do trabalho. Educação & Sociedade, ano XX, n.67, agosto/ 1999. SOUZA, D. C.; RIGO, A. S. Mentoria na perspectiva daquele que aprende: o caso de uma empresa multinacional de consultoria. In: IX SEMEAD - Seminários em Administração FEA USP, 2006, São Paulo. ZEY, M.G. A mentor for all. Personnel Journal, January, 1988 YIN, R. K. Estudo de caso. Porto Alegre: Bookman, 2005. Mentoria Ideal X Modelo de Kram: Um caso brasileiro RESUMO O estudo foca as funções de mentoria na percepção dos funcionários de duas indústrias multinacionais do Recife. Compreende o que caracteriza mentoria ideal e sua relação com o modelo de Kathy Kram (1988). O método quantitativo com amostra de 271 respondentes, mais de 40% da população, demonstrou um modelo de mentoria distinto do “internacional” e outros fatores imbricados, sugerindo necessidade de mais pesquisas futuras, de modo a possibilitar intervenções sistemáticas nas organizações. Introdução O conceito de mentoria não é novo. A origem da mentoria pode ser localizada há muito tempo atrás, sendo ligada à aprendizagem e ao desenvolvimento humano. Assim, diversos autores têm considerado a mentoria como um método efetivo para desenvolver pessoas (KRAM, 1988; CUNNINGHAM & EBERLE, 1993; ALLEN et al, 2004). A expressão mentoria, nesse contexto, significa um relacionamento entre um adulto jovem menos experiente (mentorado) e um mais velho com avançada experiência e conhecimento (mentor). Alguém que ajuda outrem a aprender a navegar no mundo dos adultos e no mundo do trabalho. Isso implica em dar apoio e promover mobilidade ascendente de carreira (LEVINSON et al, 1978, KRAM, 1988). Mentoria, nessa perspectiva, pode ser compreendida como um processo altruísta e interpessoal, multifacetado e extremamente diversificado (APPELBAUM et al, 1994). Inúmeros exemplos do valor do mentor são encontrados na história.. Independente da conceituação usada, o que é relevante na relação mentor-mentorado é que ambas as partes sejam beneficiadas com a experiência. Uma relação de mentoria positiva pode contribuir para o desenvolvimento profissional do mentorado (CARVALHO, 2003). Há duas concepções teóricas para a mentoria. A primeira, clássica ou primária, compreende um intensivo relacionamento de desenvolvimento de longa duração. Nessa relação, o mentorado recebe uma gama de suporte de carreira e psicossocial de um indivíduo mais experiente. A segunda concepção, secundária, entende o constructo como um processo de desenvolvimento de menor duração, menos intensidade e menos inclusivo, envolvendo múltiplos relacionamentos. Cada um desses relacionamentos oferece funções de desenvolvimento especializadas (LEVINSON et al, 1978; WHITELY et al, 1992). Mentoria é assim, um relacionamento interpessoal particular que pode influenciar o progresso da carreira. Relações com chefes, subordinados e pares oferecem alternativas para a 2 mentoria. Trata-se de um relacionamento relativamente indisponível para muitos indivíduos nas organizações (WHITELY et al, 1992). Mentoria, nesse contexto, afeta muitos aspectos do comportamento organizacional. Isto inclui liderança, cultura organizacional, satisfação no trabalho e desempenho. Desse modo é um fenômeno que aparece em quase toda grande empresa (APPELBAUM et al, 1994) A mentoria tem encontrado uma forte fundamentação, principalmente nos Estados Unidos e na Europa, sendo foco de muitas pesquisas e estudos. No Brasil, o processo ainda não é bem explorado. Uma revisão da literatura científica brasileira demonstra haver escassez de publicações sobre o tema (AZEVEDO & DIAS, 2002). Nesse sentido, Kram (1988) propôs um modelo conceitual de mentoria. Esse modelo corresponde às funções desenvolvidas por um mentor. Vários estudiosos têm desenvolvido suas investigações a partir desse modelo. Para fins deste trabalho, tais funções identificadas por Kram (1988), são consideradas como o modelo internacional de mentoria. Ao mesmo tempo, o modelo “ideal” de mentoria confunde-se com as características de um mentor ideal. Para definir o mentor ideal, é necessário identificar as características mais relevantes que um mentor deve possuir para desempenhar bem as suas funções. Nessa perspectiva, Allen & Poteet (1999) procuraram estender a literatura de mentoria investigando as características percebidas de um mentor ideal e identificando os modos que mentores e mentorados poderiam desenvolver melhor as suas relações. Considerando-se apenas a literatura americana e européia, seria possível afirmar a existência de um modelo internacional e universal de mentoria e/ou de liderança? Como entender então a aplicabilidade de tais modelos a diferentes culturas organizacionais? Qual a percepção da influência de fatores específicos de um país e inexistente em outro? Baseado nas considerações acima, o objetivo deste artigo é compreender a relação entre o modelo “ideal” de mentoria percebido pelos respondentes e o modelo “internacional” de Kram. É importante destacar que não é foco deste trabalho, discutir aspectos referentes aos grandes temas de pesquisa nessa área como as fases e os tipos de mentoria. 2. Fundamentação Teórica 2.1 Modelo internacional 3 O modelo internacional de mentoria estabelecido por Kram (1988), ora apresentado, corresponde às funções desenvolvidas pelo mentor. Nesse sentido, a mentoria se distingue dos outros relacionamentos de desenvolvimento devido às características de suas funções. Tais funções, escopo deste trabalho, acentuam o crescimento pessoal e profissional do indivíduo. Consistem de duas dimensões: as funções de carreira e as funções psicossociais (KRAM, 1988); estudas em seguida. Funções de Carreira As funções de carreira são as que proporcionam um avanço na hierarquia da organização. Elas acentuam o aprendizado de papéis organizacionais, o desenvolvimento da carreira e preparam o indivíduo para um bom desempenho em cargos superiores. Estas funções incluem o patrocínio, exposição-e-visibilidade, coaching, proteção e tarefas desafiadoras (KRAM, 1988). Patrocínio Patrocínio é a função de carreira observada com mais freqüência. O patrocínio é do mentor ao mentorado, sendo um fator crítico para o desenvolvimento deste indivíduo inexperiente. O patrocínio acontece quando o mentor apóia publicamente o mentorado em começo de carreira. Isso é feito através de indicações para promoção em uma reunião formal ou mesmo em conversas informais com superiores, pares e subordinados que participam do grupo de decisões. A função patrocínio é uma espécie de poder refletido que o mentorado ganha através do mentor. Quando o jovem inexperiente progride e tem bom desempenho, aquele que forneceu a mentoria obtém credibilidade por sua capacidade de julgar, desenvolver e escolher, e prepara um futuro sucessor que permite a sua própria ascensão. Ocorre o oposto quando o mentorado falha ou fracassa, o que pode representar um risco para o mentor. (KRAM, 1988). Exposição – e – visibilidade Exposição-e-visibilidade é a função que envolve delegação de responsabilidades pelo mentor. Permite com que o mentorado tenha contato direto com pessoas de mais alto nível. Estas pessoas identificam o potencial do jovem inexperiente, facilitando futuras promoções. Isso acontece quando o mentor cria as oportunidades para o mentorado demonstrar habilidades, competências e desempenho. 4 Ao dar tarefas e responsabilidades, o mentor permite ao mentorado aprender sobre partes da organização em que ele quer entrar. Pessoas de níveis superiores ou de outras áreas são contratadas, visando crescimento futuro. Para aquele que fornece a mentoria, prover esta função pode significar um risco equivalente ao de patrocínio. Se o mentorado desempenha bem as tarefas vai validar a escolha feita pelo mentor, mas se o inverso ocorrer, pode prejudicar sua reputação (KRAM, 1988). Coaching Coaching é a função que desenvolve o conhecimento do indivíduo e a compreensão de como navegar no mundo organizacional. Como um treinador esportivo, o mentor sugere estratégias para o mentorado alcançar os objetivos, reconhecimento e progresso na carreira. O mentor orienta o mentorado em relação a novas posições na hierarquia organizacional, compartilhando suas experiências. Envolve a troca de idéias para fazer apresentação aos níveis superiores, com o propósito de garantir recepção positiva. O mentor também caracteriza a informação sobre os jogos de poder existentes e quem, ou o que, o mentorado terá de enfrentar para avançar; quem são os jogadores-chave e de que forma devem ser abordados. É uma relação de desenvolvimento mútuo, como todo processo de ensino-aprendizagem. Ao transmitir conhecimentos e perspectivas ao jovem inexperiente, aquele que fornece a mentoria valida a relevância da sua experiência (KRAM, 1988). Proteção Proteção é a função que protege o jovem inexperiente de contatos prejudiciais, reais ou potenciais, com determinados superiores. O mentor atua como barreira de proteção contra as falhas do mentorado, evitando que as mesmas cheguem ao conhecimento dos altos níveis. Proteção envolve não permitir publicidade negativa em momentos difíceis, assumir posições (crédito e culpa) em circunstâncias controversas. Não envolve intervir em situações nas quais o mentorado ainda não esteja preparado para alcançar um resultado satisfatório. Realizando esta função, o mentor demonstra sua habilidade para desenvolver um jovem profissional. Cabe a quem fornece a mentoria proteger o mentorado de riscos e de críticas desnecessárias que venham a denegrir sua reputação (KRAM, 1988). Tarefas Desafiadoras Tarefas Desafiadoras caracterizam-se por efetivas relações líder-liderado. Quando o mentor designa tarefas desafiadoras, apoiadas por treinamento técnico e constante feedback, 5 capacita o mentorado a desenvolver competências específicas e a experimentar um senso de realização em seu papel profissional. Esta função tem impacto direto no desenvolvimento de carreira. É fundamental para a preparação do jovem, a fim de galgar posições de maior responsabilidade e autoridade. O mentor, exercendo esta função, tem a oportunidade de delegar responsabilidades técnicas e gerenciais específicas, traduzidas nas tarefas desafiadoras. Enquanto as demais funções abrem caminhos para o avanço de carreira, as tarefas desafiadoras equipam o indivíduo com as habilidades para usufruir as vantagens dessas oportunidades (KRAM, 1988). Funções psicossociais As funções psicossociais são as que afetam o indivíduo em um nível mais pessoal, construindo sua auto-estima dentro e fora da organização. Essas funções são exercidas através de confiança mútua e de crescente intimidade na relação interpessoal. A qualidade do laço interpessoal permite ao mentorado identificar-se com o mentor e encontrar nele um modelo. Trata-se de atividades que influenciam a auto-imagem e a competência do mentorado. O suporte emocional, nesse caso, geralmente afeta a identidade profissional do mentorado e pode ser fundamental no avanço da carreira. Estas funções incluem a modelagem de papel, aceitação e confirmação, aconselhamento e amizade (KRAM, 1988). Modelagem de papel Modelagem de papel é a função psicossocial mais freqüentemente observada. Ela é exercida quando as atitudes, os valores e o comportamento do mentor servem como um padrão a ser seguido pelo mentorado. Na medida em que o mentorado vê no seu mentor um exemplo, passa a admirá-lo, imitá-lo e respeitá-lo. O jovem inexperiente se espelha naquele que lhe fornece a mentoria e vê sua própria carreira. É um processo tanto consciente quanto inconsciente. Ambos, mentormentorado, têm a chance de articular ou gerenciar componentes centrais da auto-imagem no seu papel profissional. Há uma transferência de sentimentos e até de papéis dentro da relação. O processo de identificação é complexo, podendo o mentorado aceitar ou rejeitar aspectos do estilo do mentor (KRAM, 1988). Aceitação-e-confirmação 6 Aceitação-e-confirmação é a função psicossocial em que ambos desenvolvem autoconhecimento. Isso ocorre através de mútuo feedback positivo, proporcionando benefícios tanto para mentorado quanto para mentor. Para quem recebe a mentoria, ao desenvolver as competências no mundo do trabalho, a aceitação-e-confirmação oferecida pelo mentor traz apoio e encorajamento. Para quem proporciona a mentoria, quando o desenvolvimento e o reconhecimento já são menos freqüentes, a aceitação-e-confirmação do mentorado proporciona satisfação pela valorização da sabedoria e da experiência que estão sendo repassadas. Nesse sentido, o mentorado se torna mais questionador, aumentando a tolerância às diferenças, acentuando as idiossincrasias. E o mentor, por sua vez, torna-se mais satisfeito e reconhecido (KRAM, 1988). Aconselhamento Aconselhamento é a função psicossocial que possibilita ao indivíduo explorar assuntos pessoais que podem interferir no desempenho dentro da organização. Ao oferecer aconselhamento, o mentor torna-se confidente do mentorado. O que é partilhado na relação vai além dos limites da maior parte das relações hierárquicas. Ao exercer esta função, o mentor serve como uma caixa de ressonância para o auto– conhecimento do mentorado. Oferece sua experiência de vida como uma alternativa de ajuda, através de feedback assertivo e escuta ativa. Nessa perspectiva, o mentorado encontra espaço para conversar abertamente sobre suas ansiedades, medos e ambivalências. Estas tensões tendem diminuir sua produtividade, mas com o aconselhamento os resultados são revertidos posteriormente (KRAM, 1988). Amizade Amizade é a função psicossocial caracterizada por uma interação social que resulta em mútuos entendimentos e trocas afetivas, agradáveis e informais sobre o trabalho e a vida. Mentor-mentorado sentem-se satisfeitos, já que existe uma melhoria das relações no trabalho. A amizade permite para quem recebe a mentoria sentir-se mais à vontade, como um par (colega) do mentor. Essa função pode combinar componentes da relação de pais, professores e amigos. Ela também traz benefícios para quem fornece a mentoria, pois faz uma conexão com sua juventude. Permite a demonstração de sua habilidade para interagir com a geração mais jovem. Apesar disso, essa função encontra limites ou dificuldades na diferença de gênero e na ambivalência sentida pelo mentor ao avaliar o mentorado (KRAM, 1988). 7 As funções de carreira e as psicossociais não são completamente distintas. Elas são desenvolvidas para o que cada um, mentor - mentorado, busca ou oferece. Nessa visão, dar apoio para o avanço da carreira aumenta o senso de competência e eficiência no papel do profissional (KRAM, 1988). Por outro lado, no decorrer do tempo os indivíduos mudam e a importância dada às funções também varia. A relevância das funções exercidas pode ser afetada pelas habilidades interpessoais e capacidades individuais. Entretanto, é somando essas funções que os indivíduos estarão aptos a dirigir os objetivos para cada estágio da carreira (KRAM, 1988). 2.2 Modelo “ideal” A pesquisa de Allen & Poteet (1999) revelou um número de características pensadas como importantes do mentor. O fato de estas características serem apontadas como relevantes pode caracterizar, em outra perspectiva, um modelo ideal de mentoria. Os participantes perceberam que o mentor ideal deveria possuir uma ampla faixa de habilidades e de áreas do conhecimento. Dez ou mais participantes traçaram habilidades de ouvir e comunicar, paciência, conhecimento da companhia e indústria, habilidade para entender os outros. Entre 5 e 9 participantes sentiram que possuir honestidade, interesse genuíno em mentoria, ser orientado a pessoas e ter estrutura e visão foram importantes. Menos que 5 participantes listaram senso comum, auto-confiança, abertura a sugestões, disponibilidade para compartilhar informações, qualidade de liderança, permissão para o mentorado aprender consigo mesmo, versatilidade, ter o respeito dos outros, fornecer metas realizáveis, ter habilidade para ensinar, ter disponibilidade para dar feedback e justiça – objetividade, como características do mentor ideal. Nesse contexto, o estudo de ROCHE (1979, apud BURKE & McKEEN, 1990) revela que os respondentes dão maior valor à disponibilidade do mentor em compartilhar conhecimentos e experiências do que as outras funções. Além disso, um mentor deveria ter: a) Traços de aconselhamento e compartilhamento, b) Conhecimento da organização e das pessoas que nela atuavam c) Categoria de mentor d) Respeito de pares na organização, resultando de ser o mentorado de um mentor particular e) Conhecimento do uso do poder f) Poder organizacional de mentor g) Elevada mobilidade de mentor 8 Em função dos argumentos teóricos expostos e face à necessidade de contribuir para o entendimento da importância da mentoria na realidade brasileira, buscou-se neste estudo compreender a universalidade do modelo “internacional” de mentoria proposto por Kram (1988), em relação e a partir do modelo “ideal” de mentoria percebido. É legítimo e oportuno tal contraponto, principalmente, quando se observa o contexto organizacional e a realidade sócio-econômica do Brasil. Esta realidade é bem diferente da encontrada nos países-sede dos estudos apresentados nesse trabalho. Desse modo, considerando-se os argumentos levantados nesta fundamentação teórica, buscou-se compreender a seguinte questão norteadora: qual é a relação entre o modelo “ideal” de mentoria percebido pelos respondentes e o modelo “internacional” de Kram? 2.3 Metodologia Toda pesquisa científica está fundamentada em uma rede de pressupostos ontológicos, epistemológicos e metodológicos que definem a visão de mundo e da natureza humana que o pesquisador possui (RICHARDSON, 1999). Nesse sentido, essa estratégia está alinhada à escolha de um paradigma de pesquisa. Desse modo, ao escolher tal concepção de paradigma, admite-se também que objetos de pesquisa, problemas pesquisados e métodos de coleta e análise serão influenciados pela visão de mundo do pesquisador (GUBA e LINCOLN, 2006) Pode-se dizer que este trabalho está apoiado no paradigma pós-positivista e inspirado nos princípios que fundamentam o pensamento complexo de Morin (1990). Dessa forma, mais do que apresentar definições metodológicas esta seção visa demonstrar as trajetórias do pesquisador, fincadas na formulação da problemática e no referencial teórico, que serviram como elementos norteadores do estudo. Para classificar esta pesquisa, usou-se o critério estabelecido por Vergara (2000) quanto aos fins e quanto aos meios. Em relação aos fins, esta investigação é do tipo exploratório-descritivo. Exploratório, porque são raros os estudos acadêmicos sobre a mentoria no Brasil, apesar de tais constructos serem bastante focados na literatura estrangeira. Descritivo, porque visou descrever, analisar e interpretar as percepções dos respondentes quanto aos temas pesquisados. Quanto aos meios, esta pesquisa é de campo, transversal e ex post facto. Consiste numa investigação empírica, realizada no local onde se dispunha dos elementos para abordar os fenômenos estudados. Foi feita uma vez e representa um determinado momento. Além disso, o pesquisador não teve controle sobre as variáveis no sentido de poder manipulá-las (VERGARA, 2000; COOPER & SCHINDLER, 2004). 9 Apesar do objetivo deste estudo está predominantemente alicerçado no método quantitativo, comungamos com Demo, quando afirma que: ( ) todo fenômeno quantitativo é dotado também e naturalmente de faces qualitativas e vice-versa. Parto do ponto de vista de que entre quantidade e qualidade não existe dicotomia, pois são faces diferenciadas do mesmo fenômeno. Métodos quantitativos e qualitativos precisam ser tomados como complementares e como regra (2001, p.8). O desenho de pesquisa empregado foi o estudo de caso. O estudo de caso deve estar focado em um fato ou ocorrência específica cuja importância encontra-se na descoberta sobre o objeto estudado. A heurística, característica do estudo de caso, deve, ajudar o pesquisador na compreensão do fenômeno investigado (GODOY, 2006). Nesta pesquisa, os casos em si são as duas indústrias multinacionais, de base tecnológica, LG.Philips Displays e Vishay Phoenix Passives. Trata-se de um estudo crossseccional, uma vez que os dados coletados representam as informações e percepções em um momento específico dos respondentes, quanto às relações de mentoria recebidas ao longo de suas trajetórias de vida. A pesquisa foi desenvolvida nas instalações das referidas indústrias. Não foram consideradas as demais empresas instaladas na planta e nem as demais unidades de negócio descentralizadas, localizadas em outras cidades do Brasil. A escolha destas empresas foi baseada em dois aspectos. Primeiro, percebe-se desde a fundação, o espírito de vanguarda em liderança e o aprimoramento profissional, evidenciado através da implantação de programas de desenvolvimento gerencial e estratégico do negócio. O segundo fator relevante da escolha diz respeito à acessibilidade, verbalizada pelos seus dirigentes, resultante do pesquisador pertencer ao quadro funcional da LG.Philips Displays. Como população desta pesquisa foram considerados os funcionários que estão em atividade nas duas organizações estudadas. Na época da pesquisa, havia um contingente de 168 funcionários na LG.Philips Displays e de 444 funcionários na Vishay Phoenix Passives. Não foram considerados nesta população, os funcionários afastados, os que tinham menos de um ano de atividade profissional e nem os terceirizados. Adotando a classificação de COOPER & SCHINDLER (2004), a amostra deste estudo foi aleatória simples. Esta amostra foi formada pelos funcionários a partir de um ano de experiência profissional, que se dispuseram voluntariamente a responder e devolver o questionário. O tamanho da amostra foi calculado a partir da fórmula estabelecida por Richardson (1999, p. 170). Foi obtida uma amostra de 271 respondentes cuja caracterização encontra-se descrita no quadro abaixo. 10 CARACTERÍSTICA UNIDADE Funcionários Participação Anos Faixa etária - Menor de 25 anos - Entre 25 e 30 anos Funcionários - Entre 31 e 35 anos - Entre 36 e 40 anos - Maior de 40 anos Gênero Funcionários Masculino Feminino Escolaridade - 1º Grau - 2º Grau Funcionários - Técnico - Graduação - Pós-Graduação Formação - Humanas - Exatas Funcionários - Sáude - Nenhuma Cargo - Operacional Funcionários - Staff Anos Tempo de trabalho - Menos de 5 anos - Entre 5 e 10 anos Funcionários - Entre 10 e 15 anos - Mais de 15 anos Quadro 1 – Caracterização dos respondentes LG.PHILIPS 162 19 a 56 16 57 52 16 21 VISHAY 109 21 a 59 9 19 35 21 25 71 91 60 49 2 109 25 16 10 3 52 12 29 13 13 28 10 111 27 25 2 55 124 38 2 a 37 40 79 38 5 51 58 1,33 a 31 35 53 15 6 Estudo piloto exploratório: A construção do instrumento de pesquisa Devido ao caráter exploratório desta pesquisa, foi realizado um estudo piloto para a construção do instrumento de coleta de dados. Este estudo piloto foi desenvolvido com 250 funcionários de quatro organizações distintas. Empresas dos segmentos público e privado; das áreas de serviços, comércio e de saúde, e envolvendo diversos níveis hierárquicos. O objetivo deste estudo piloto exploratório consistiu em reduzir a quantidade de itens do instrumento original de mentoria. Isto foi feito através da definição dos fatores representativos para a amostra estudada e seus itens mais significativos. O instrumento original utilizado nesta pesquisa para medir as funções de mentoria foi o questionário elaborado e validado por Noe (1988), internacionalmente utilizado nos trabalhos sobre mentoria. Este instrumento é composto por 32 assertivas e no Brasil foi validado por Carvalho (2003). 11 A metodologia de análise dos dados obtidos do instrumento original foi baseada nos estudos de Regis (2005) e de Calado (1994). Através do processo de análise fatorial, foi obtida a redução de 32 para 17 itens de mentoria. Essa metodologia emprega o conceito de variável substituta, selecionando os itens com carga fatorial acima de 0,50 e diferença entre fatores de pelo menos 0,15. O instrumento de pesquisa construído traz as questões fechadas que visam identificar a importância dos comportamentos, valores e atitudes percebidos no mentor. Para essas questões foi utilizada a escala de Likert de cinco pontos, graduada num contínuo que varia de 1 a 5. A última seção do questionário traz as questões demográficas, cujo objetivo é caracterizar o perfil dos respondentes. Os dados demográficos foram coletados diretamente do questionário, a partir de perguntas abertas e fechadas. Estes dados dizem respeito a; o gênero, a idade, o tempo de trabalho, a escolaridade, a formação e o cargo. Processo de coleta de dados O processo de coleta de dados teve início com a solicitação aos diretores das respectivas empresas para a liberação e autorização do desenvolvimento desta pesquisa. Além dessa conversa com a direção, foi também discutida com as áreas de Recursos Humanos a metodologia adotada para a sensibilização da população pesquisada, bem como a própria sistemática de coleta de dados. A pesquisa foi desenvolvida utilizando o questionário previamente testado. O próprio pesquisador fez a aplicação do questionário junto à amostra por acessibilidade definida, isto é, junto aos funcionários que se disponibilizaram voluntariamente a participar desse estudo. Os dois tipos de aplicação (individual e coletiva) do questionário foram empregados. A escolha entre um tipo e outro de aplicação foi em função da disponibilidade do respondente e das condições oferecidas pelas empresas. Em qualquer caso, foi assegurado o sigilo das informações e o anonimato dos respondentes. Na aplicação individual, o pesquisador, após a exposição dos motivos da pesquisa e a leitura das instruções de preenchimento do questionário, deixava com o respondente o instrumento de coleta de dados. Ficava acordado um prazo máximo de cinco dias úteis para a devolução do questionário preenchido, o que por vezes não foi cumprido. Na aplicação coletiva, o pesquisador fez grupos com no máximo 50 respondentes. Para isso foi agendado o auditório de cada empresa e desenvolvido um processo efetivo de comunicação sobre a pesquisa. 12 Análise dos dados Os dados coletados no instrumento de pesquisa foram avaliados através de análise exploratória de dados e de análise fatorial. Para a realização desses estudos foram utilizados os aplicativos Excel, Minitab versão 15 e SPSS 12. Nesta pesquisa a estatística descritiva, análise exploratória de dados, foi adotada como procedimento para agrupar os dados coletados em tabelas de freqüência; avaliar medidas de tendência central através da média, mediana e moda; avaliar medidas de dispersão por meio do desvio-padrão e da variância, e analisar gráficos com os histogramas, paretos e os gráficos de caixa (box-plot). Neste estudo, a análise fatorial foi aplicada para caracterizar os modelos percebidos de mentoria pelos respondentes, confrontando-os com os respectivos modelos internacionais. Isto porque a análise fatorial visa descobrir os constructos implícitos que explicam a variância, através da carga fatorial extraída (COOPER & SCHINDLER, 2004). A seleção do número de fatores na análise fatorial não é uma tarefa simples. Ao decidir por um número de fatores muito reduzido, as estruturas importantes existentes nos dados podem não ser identificadas. Entretanto, um número elevado pode causar problemas de interpretabilidade dos fatores. Como orientação geral, deve-se adotar um compromisso entre o número de fatores (o menor possível) e a sua interpretabilidade (HAIR et al, 1995). Em situações práticas é comum a comparação de soluções com um número diferente de fatores e a posterior escolha baseada no bom senso do pesquisador (ARTES, 1998). Foi usada a análise de componentes principais para obter as soluções dos fatores. Além disso, foi adotado o método de rotação ortogonal (Varimax), que minimiza o número de variáveis que cada agrupamento terá. Este método simplifica a interpretação dos fatores (HAIR et al, 1995). Como critério de validação dos resultados obtidos na análise fatorial, foram realizados os testes Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) e de Esfericidade de Bartlett. Estes testes indicam qual é o grau de suscetibilidade ou o ajuste dos dados à análise fatorial, isto é, qual é o nível de confiança que se pode esperar dos dados quando do seu tratamento pelo método multivariado de análise fatorial seja empregada com sucesso (HAIR et al, 1995). Nesta etapa, foi estabelecido como fator representativo todo item que apresentasse eigenvalue acima de 1,00. Para cada um desses fatores selecionados foi definido o item mais representativo. Este item tinha carga fatorial acima de 0,50 e diferença entre fatores de pelo menos 0,15. Após este processo, foram avaliadas as medidas de confiabilidade. Para a consistência interna, o coeficiente de correlação utilizado foi o alpha de Cronbach. 13 4. Resultados A comparação entre o modelo “ideal” de mentoria, percebido pelos respondentes, e o “internacional” de Kram (1988) será apresentada nessa seção. Essa comparação foi realizada através da análise fatorial, visando responder à questão orientadora deste estudo. Para a confiabilidade dos resultados, tanto o instrumento de pesquisa quanto o método de análise dos dados foram criteriosamente testados. O valor calculado do coeficiente Alpha de Cronbach (0,734) demonstra a consistência interna do instrumento. Os valores dos testes KMO e de Esfericidade de Bartlett - 0,791 e 0,000 respectivamente, demonstram a boa adequação de possibilidades do tratamento dos dados com o método de análise fatorial. Da análise fatorial realizada 4 componentes foram extraídos. Esses componentes, com eigenvalue acima de 1 e cargas fatoriais acima de 0,6; responderam por 50,2% da variação total dos dados, conforme ilustrado no quadro 2. Para cada um dos componentes extraídos da análise fatorial foi definido o item mais representativo. Esse item tem a maior carga fatorial dentro do componente extraído. Component 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 Total 3,695 2,342 1,275 1,222 ,971 ,903 ,842 ,786 ,757 ,655 ,628 ,591 ,556 ,499 ,472 ,457 ,348 Initial Eigenvalues % of Variance Cumulative % 21,736 21,736 13,776 35,512 7,499 43,011 7,189 50,200 5,711 55,911 5,314 61,225 4,952 66,177 4,622 70,800 4,453 75,253 3,851 79,104 3,695 82,799 3,476 86,276 3,272 89,547 2,936 92,483 2,779 95,262 2,691 97,952 2,048 100,000 Quadro 2: Componentes extraídos da comparação entre o modelo “ideal” e o modelo “internacional” de mentoria com eigenvalue acima de 1 Nessa perspectiva, do modelo “internacional” de mentoria desenvolvido por Kram (1988), replicado nesta pesquisa com 17 itens; após análise fatorial apenas 4 itens apresentaram carga fatorial relevante. As funções de carreira foram representadas por um 14 único item (6T64 - tarefas desafiadoras), enquanto as funções psicossociais foram por 3 itens (6U89 – modelagem de papel, 6Y19 e 6Y02 – amizade), conforme quadro abaixo. Funções de Mentoria Item 6T64 6U89 Variável Dimensão Tarefas Função de Carreira desafiadoras Função Modelagem de Psicossocial Papel Assertiva do Questionário Dar ao mentorado tarefas que ofereçam oportunidades ao mesmo de aprender novas habilidades Tentar ser como o mentor quando chegar a uma posição igual à dele Função Interagir socialmente com o mentorado fora do Psicossocial Amizade ambiente de trabalho Função 6Y19 Psicossocial Amizade Convidar o mentorado para almoçar/jantar com ele Quadro 3: Itens da comparação entre os modelos “ideal” e “internacional” de mentoria 6Y02 Estes resultados não confirmam o modelo “internacional” de Kram (1988), no que diz respeito às funções de mentoria. Para os respondentes dessa pesquisa, a função psicossocial amizade (6Y) teve uma grande relevância, estando imbricada com outras funções de carreira. Esse fato revela uma maior expressividade dessa função na percepção dos respondentes, caracterizando com isso uma outra dimensão, além das funções psicossociais e de carreira. Tais achados reforçam o questionamento sobre a universalidade do modelo de mentoria de Kram (1988). A própria autora admite que o contexto organizacional modela as funções por interferir no papel formal da mentoria, nas oportunidades de interação e na extensão de quais são as pessoas que serão escolhidas a participar das atividades de mentoria. Nessa perspectiva, como afirmam Appelbaum et al, (1994), diversos fatores do tipo cultura organizacional, satisfação no trabalho, desempenho, interferem na compreensão do fenômeno - mentoria. Desse modo, tais argumentos parecem justificar outras formas de perceber o(s) modelo(s) de mentoria como evidenciam os resultados apresentados no quadro 4. 15 Rotated Component Matrix(a) Component 2 3 1 4 Mentoria 6T item64 0,723 Mentoria 6T item13 0,701 Mentoria 6P item22 0,678 Mentoria 6R item77 0,649 Mentoria 6V item43 Mentoria 6X item49 Mentoria 6U item89 0,770 Mentoria 6U item85 0,760 Mentoria 6U item87 0,712 Mentoria 6S item04 Mentoria 6U item83 Mentoria 6Y item19 0,749 Mentoria 6V item34 Mentoria 6R item81 Mentoria 6Y item02 0,612 Mentoria 6X item08 0,610 Mentoria 6Q item06 Extraction Method: Principal Component Analysis. Rotation Method: Varimax with Kaiser Normalization. a. Rotation converged in 8 iterations. Quadro 4: Carga fatorial dos itens extraídos da comparação entre o modelo “ideal” e o modelo “internacional” de mentoria 5. Considerações Finais Esta pesquisa procurou identificar a relação entre o modelo “ideal” de mentoria percebido pelos respondentes e o modelo “internacional”.proposto por Kathy Kram (1988). Em um sentido mais amplo, este trabalho buscou encontrar evidências que contribuíossem para a caracterização de um modelo brasileiro de mentoria. Especificamente, foi abordada a percepção dos funcionários, de duas indústrias multinacionais do Recife, quanto à relevância das características adotadas por mentores considerados mais importantes. Com a utilização da análise fatorial, foi possível caracterizar o modelo “ideal” de mentoria e compará-lo com o modelo “internacional” desenvolvido por Kathy Kram (1988). Os resultados obtidos demonstraram o imbricamento das dimensões, denotando uma íntima relação entre os constructos estudados (APPELBAUM et al, 1994). O modelo de mentoria “ideal” percebido pelos respondentes não confirmou o modelo “internacional” (KRAM, 1988). A relação entre estes modelos mentoria mostrou que a função psicossocial - amizade carregou em dois componentes distintos. Esse fato é algo diferente do que acontece em outros achados corporativos (NOE, 1988). Além disso, a função amizade está imbricada, nesses dois componentes, com outras funções de carreira. Tal evidência demonstra uma maior expressividade dessa dimensão 16 (amizade) na percepção dos respondentes, caracterizando com isso uma outra função, além das funções psicossociais e de carreira propostas originalmente por Kram (1988). Este achado legitima o questionamento sobre a estrutura e a universalidade do modelo “internacional” de mentoria proposto por Kram (1988). E mais ainda, pode-se concluir que o modelo de mentoria percebido pelos respondentes dessa pesquisa é distinto do modelo “internacional” desenvolvido por Kathy Kram. Abrem-se, com isso, espaços para outras questões e estudos nessa linha de pesquisa. Da mesma forma, tais achados contribuem para a descrição de um modelo brasileiro de mentoria, com especificidades das características (comportamentos, atitudes e valores) e da cultura local. Limites e limitações da pesquisa Todo trabalho científico possui limites e limitações. Esta pesquisa, apesar de trazer importantes contribuições no campo teórico-empírico para os estudos sobre mentoria no Brasil; não foge a regra. Nesse sentido, alguns limites e limitações deste trabalho serão destacados a seguir. A bibliografia consistiu numa limitação porque quase todo acervo sobre o assunto é de origem internacional; raros são os estudos acadêmicos brasileiros nesse campo. Além disso, por vezes, a dificuldade/impossibilidade de se obter a obra original implicou na consulta e citação do texto por meio de autores comentaristas. Não obstante, tais artigos permitiram uma base teórica substancial da literatura internacional vigente para uma análise mais eficaz dos comportamentos, atitudes e valores dos mentores e líderes. O modelo de pesquisa adotado - cross-sectional foi outra limitação. Apesar desse tipo de estudo fornecer dados que permitem grandes interpretações da realidade, um modelo de pesquisa longitudinal seria capaz de fornecer dados ainda mais significativos. O fato de ser estudo de casos é também uma limitação. Nesta pesquisa, mesmo tendo um alto índice de participação das duas empresas, o que possibilitou o uso de diversas análises estatísticas sofisticadas, não se deve fazer inferências com os resultados, generalizando as conclusões para outras empresas. O tamanho do questionário foi também uma outra limitação da pesquisa. Pode ter influenciado nas respostas finais, de alguns funcionários, em conseqüência da fadiga. As pressões do ambiente de trabalho, a jornada de trabalho intensa e a falta de um momento mais propício para a aplicação dos questionários, pode ter constituído em outra 17 limitação do estudo. Isto pode ter influenciado na participação dos funcionários na pesquisa; com o retorno de um menor número de respostas. Por fim, a implicação do autor na pesquisa também se constituiu em outra limitação. Fundamentado nos argumentos apresentados por René Barbier (1985), face aos diversos níveis de implicação (psicoafetiva, histórico-existencial e estrutural-profissional), torna-se evidente a impossibilidade de neutralidade científica. Isto, porém, não invalida toda metodologia empregada para coleta, análise e discussão dos dados, haja visto o reconhecimento da implicação e sua análise (causas e conseqüências) na e para a pesquisa Sugestões para futuros trabalhos Os estudos sobre mentoria no Brasil estão iniciando, conseqüentemente, o futuro das pesquisas sobre essa temática é muito profícuo. Os desafios desse milênio impelem a diferentes formas de pensar as organizações e a sociedade, os líderes-mentores e os lideradosmentorados. Nesse sentido, novas pesquisas relacionadas a esses constructos possibilitarão outras sistemáticas de desenvolvimento e intervenção pessoal e profissional. Este trabalho contribuiu para a discussão de novos aspectos dos temas estudados. Contudo, em futuras pesquisas, pode-se examinar o efeito de variáveis moderadoras, como características demográficas ou traços de personalidade dos respondentes, sobre tais relações. O foco deste trabalho está centrado na percepção dos mentorados. Isso sugere futuros estudos, utilizando a mesma estrutura, para pesquisar os modelos esposados de mentoria e suas relações com os demais modelos (“internacional”, “ideal”, “da prática”). Um outro item a ser considerado é o desenho dessa pesquisa. Trata-se de um estudo de casos, cuja amostra está vinculada exclusivamente aos funcionários de duas indústrias multinacionais do Recife. Isto impossibilita a generalização dos achados para outros segmentos e populações. No entanto, tal evidência possibilita que trabalhos futuros possam buscar a generalização, contribuindo para a caracterização do modelo brasileiro de mentoria. Em função disso tudo, faz-se necessário aprofundar o olhar sobre os fenômenos estudados, usando para isso, tanto quanto possível, outras lentes. Trata-se, portanto, de um processo contínuo e dialético de entender as instituições, o instituído e o instituinte na perspectiva da mentoria. Referências Bibliográficas ALLEN, T. D; POTEET, M. L.; Developing Effective Mentoring Relationships: Strategies from the mentor’s viewpoint. The Career Development Quarterly, v. 48, n. 1, 59-73, 1999. 18 _____________________________; EBBY, L. T.; LENTZ, E.; LIMA, L.. 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Inicialmente são discutidos os conceitos básicos relacionados aos estudos sobre discriminação de forma geral e as relações desses conceitos com a discriminação de homossexuais. Também foi realizada uma pesquisa bibliográfica das pesquisas internacionais e nacionais que envolvem a discriminação de homossexuais no trabalho Em relação aos aspectos metodológicos o tipo de pesquisa é qualitativa descritiva, utilizando-se de um roteiro de entrevista semi-estruturado para coleta de dados. Foram entrevistados dez bancários, trabalhadores de dois bancos públicos federais e de um banco privado com capital inteiramente nacional. Para a análise de dados utilizou-se a análise de discurso desenvolvida por Michel Foucault. Conclui-se que os entrevistados são alvos de discriminação direta e indireta em razão de sua sexualidade. A discriminação direta manifesta-se na deficiência dos normativos dos bancos públicos estudados em garantir e esclarecer os reais direitos dos trabalhadores homossexuais que têm casamentos homoafetivos, bem como na completa falta de regras que estabeleçam direitos aos homossexuais no banco privado analisado. Contudo, o que mais causa incômodo aos entrevistados são as expressões de discriminação indireta manifestadas nas relações interpessoais desenvolvidas no local de trabalho. 1 Introdução Na sociedade contemporânea fronteiras e padrões sociais são cada vez mais contestados e encontram-se cada vez mais fragmentados (BAUMAN, 1998, 2001; CASTELLS, 1999). Neste contexto abre-se a possibilidade de que formas de condutas que antes se intentava marginalizar, reduzir e ocultar seus valores ou suas práticas na sociedade de forma a torná-las clandestinas, possam se manifestar e tentar buscar o seu espaço. Assim, grupos anteriormente marginalizados, como, por exemplo; mulheres, lésbicas, bissexuais, transexuais, gays começam a reinvidicar o seu espaço social em uma tentativa de legitimação (CASTELLS, 1999). Dentro deste contexto, no sistema capitalista de produção o trabalho exerce um papel importante nas relações sociais (GRISCI; BESSI, 2004; SCHWARTZ, 1998; GASKA; FREY, 1996) além de atuar como uma das forças constituidoras do próprio homem. Portanto, o espaço organizacional apresenta-se como um dos principais locais em que se encontram manifestos os dilemas da atualidade, dentre eles, a luta pela liberdade e pelo fim da discriminação no trabalho em razão da sexualidade dos membros de uma organização. A instabilidade do mundo dos negócios, a globalização dos mercados e demais fatores políticos, econômicos e sociais contribuíram para que as organizações caminhassem para outros modelos de gestão que antagonicamente acabaram reafirmando e reconhecendo o modelo burocrático descrito por Weber. Ou seja, de uma forma paradoxal com relação a pósmodernidade os gestores ainda não conseguiram romper com o modelo burocrático (BREWIS, 1996; DELLAGNELO; MACHADO-DA-SILVA, 2000) e ainda consideram o espaço organizacional um ambiente neutro, impessoal e desprovido de qualquer singularização. Portanto, apesar das relações organizacionais, dentre elas as relações interpessoais em uma empresa, na contemporaneidade tentarem romper com o modelo burocrático na criação de estruturas hierárquicas mais leves e fluidas, a idéia de um ambiente organizacional neutro, impessoal e despersonalizado ainda é algo defendido pelos gestores das organizações, sendo um valor vivo e marcante nas práticas organizacionais e nas relações interpessoais no trabalho. Contudo, esta impessoalidade e neutralidade é mera ilusão, pois o ambiente organizacional é socialmente construído e nele se manifesta todas as formas de relações sociais, como, por exemplo, a sexualidade, o abuso sexual e a amizade (CORTINA; WASTI, 2005, LIM; CORTINA, 2005, BREWIS, 2000a, 2000b, 2001, BREWIS et al, 1997, 2000b, SOUZA; GARCIA, 2007). Assim, este artigo tenta contribuir para a discussão que envolve as relações interpessoais no trabalho, estudando a relação entre sexualidade e trabalho, analisando mais especificamente a discriminação de homossexuais trabalhadores de bancos públicos e privados. Levando-se em conta que as organizações exercem uma grande influência em nossas vidas nos dias de hoje, talvez, exercendo o mesmo papel que o estado soberano exercia há décadas atrás na tentativa de influenciar e controlar a vida social e, conseqüentemente, os indivíduo, pode-se observar que toda tentativa de controlar a vida e as expressões relacionadas à sexualidade operam por mecanismos de exclusão dos indivíduos que apresentam comportamentos considerados não desejados. Desta forma, conforme relatado, este artigo tem com principal intento analisar como se manifesta, no dia a dia do trabalho, uma possível discriminação para com trabalhadores homossexuais masculinos funcionários em bancos públicos e privados. 2 Aspectos Relacionados aos Estudos Sobre Discriminação Rios (2007) afirma que o racismo, o anti-semitismo, o sexismo e a homofobia são as expressões mais utilizadas e que têm uma relação direta com a discussão sobre preconceito e discriminação nos debates atuais. Entretanto, o autor salienta que dentre todas estas expressões a discriminação relacionada à homofobia é a menos estudada e discutida, além de ser a mais controversa. Vale salientar que preconceito são quaisquer formas de “percepções mentais negativas em face de indivíduos e de grupos socialmente inferiorizados, bem como as representações sociais conectadas a tais percepções” (RIOS, 2007, p. 27-28). A expressão discriminação significa a “materialização, no plano concreto das relações sociais, de atitudes arbitrárias, comissivas ou omissivas, relacionadas ao preconceito, que produzem violações de direitos dos indivíduos e dos grupos” (RIOS, 2007, p. 28). O estudo do preconceito e da discriminação passa a ser um tema mais estudado a partir da segunda guerra mundial, sendo que este estudo se inicia pelas formas de manifestações do anti-semitismo, do racismo e do sexismo. Neste sentido Rios (2007, p. 30) salienta que No esforço de compreensão dos fenômenos do preconceito e da discriminação, a cada uma das aludidas manifestações associou-se um conjunto de circunstâncias, na tentativa de explicar a gênese e reprodução destes processos. Nesta empreitada, vislumbrou-se na pertinência cultural e genealógica o traço desencadeador do anti-semitismo; na identificação de sinais corporais distintivos, especialmente cor e sinais morfológicos específicos, os marcadores de pertença racial, sob os quais se dinamiza o racismo; pela valorização da distinção morfológica sexual, a atribuição de identidades de gênero binárias, engendrando o sexismo. Para cada uma destas manifestações (anti-semitismo, racismo e sexismo) foram relacionadas a condições específicas para sua produção e reprodução: o anti-semitismo foi relacionado com o surgimento de regimes totalitaristas, o racismo foi incorporado aos desdobramentos da escravidão, da cor e de sinais morfológicos. O sexismo foi relacionado à distinção morfológica dos órgãos sexuais, ao binarismo de gêneros e a estrutura familiar patriarcal da sociedade ocidental. Entretanto, só recentemente o preconceito e a discriminação relacionados a expressões da sexualidade passaram a ser estudados (RIOS, 2007). Desta forma, diferentemente do racismo e do sexismo, onde existe a presença de marcadores corporais ou do anti-semitismo em que a pertinência genealógica pode ser rastreada, a homossexualidade manifesta-se em todas as raças, etnias, sexos e não há como distinguir de forma definitiva um homossexual por meros recursos visuais. A homossexualidade só pode ser colocada como algo “visível” somente pela auto-identificação ou pela atribuição de terceiros (RIOS, 2007). Medeiros (2007) salienta que a visibilidade de negros e mulheres atrai a discriminação, pois não há como ocultar suas condições. Entretanto, quando se fala de homossexuais a ocultação é algo possível ao se fazer “de conta que não é homossexual, isto é, assumindo uma identidade sexual que não é a sua: a identidade heterossexual” (MEDEIROS, 2007, p. 82). Além disso, se formos comparar o racismo, o sexismo e o anti-semitismo com a discriminação contra homossexuais, existem alguns fatores que atuam como obstáculos no combate a discriminação: (a) diversamente das outras formas de discriminação pesa sobre a homossexualidade uma condenação moral, uma inaceitabilidade social e política e uma atribuição de relação entre homossexualidade e doença, (b) a homossexualidade tende a afrontar de uma forma mais radical e incômoda as instituições e valores da sociedade (RIOS, 2007). Medeiros (2007) enfatiza que em relação aos três espaços sociais onde as pessoas desenvolvem sua vida: familiar, social e profissional; é no espaço profissional onde a discriminação contra homossexuais se torna mais presente. Outros aspectos relacionados aos homossexuais que diferenciam a discriminação sofrida por eles da discriminação racial é que quando há manifestações sociais e profissionais que envolvem a discriminação de um negro, por exemplo, existe uma solidariedade do meio familiar que não existe na maioria dos casos para os homossexuais. Assim, “os problemas, as dúvidas, os medos e as rejeições [sofridas por um negro] podem ser expostos e vão encontrar, se não a solução, ao menos o conforto do pertencimento” (MEDEIROS, 2007, p. 82). Entretanto, quando “alguém se vê como homossexual,não vê ao seu lado, na grande maioria das vezes, ninguém „igual‟ a ele” (MEDEIROS, 2007, p. 82). Assim, desde cedo o homossexual incorpora em suas práticas cotidianas a atitude de que deve se calar em relação a sua sexualidade para ser aceito na sociedade e ser excluído do rol de pessoas que são objetos de comentários e xingamentos. Desta forma, conforme o autor salienta, calar-se no âmbito doméstico passa a ser estendido para o nível público. Costa (2007) defende que a discriminação de trabalhadores no trabalho pode ser direta e indireta. “A discriminação direta pressupõe um tratamento diferenciado proibido. Já na indireta o objetivo discriminador não é explícito” (COSTA, 2007, p. 91). Por exemplo, a não concessão e interdição da lei ao não incluir a possibilidade de união estável entre gays é uma forma de discriminação direta. Entretanto, as piadas, os comentários inapropriados, a ridicularização e as humilhações praticadas no ambiente de trabalho relacionadas aos homossexuais constituem uma forma de discriminação indireta. Desta forma, tendo-se analisado os principais aspectos que envolvem a discriminação em nossa sociedade, faz-se necessário analisar as principais pesquisas encontradas sobre a discriminação de homossexuais circunscritas ao ambiente de trabalho. Portanto, o próximo capítulo irá discutir os principais estudos sobre discriminação no trabalho sofrida por homossexuais. 3 Pesquisas Internacionais sobre Discriminação de Homossexuais no Trabalho Ragins e Cornwell (2001) analisam a discriminação contra empregados que são homossexuais assumidos no trabalho ou apenas percebidos pelos colegas como sendo homossexuais. Eles afirmam que nos Estados Unidos entre 25% e 66% de empregados homossexuais fizeram algum registro oficial junto às empresas por terem sido discriminados no trabalho. Contudo, segundo os autores, a maioria dos homossexuais masculinos ou femininos não se assumem como tal no ambiente de trabalho e isto faz com que o potencial de discriminação deva ser bem mais alto do que os registrados. Herek (1998) afirma que em relação à discriminação e estigmatização de empregados homossexuais há predisposição para dois fatores: (1) empregados homossexuais tendem a esconder sua sexualidade no trabalho e (2) quanto maior a sensação de que há no trabalho discriminação e estigmatização baseada na sexualidade homossexual, mais provável é que os empregados homossexuais escondam sua orientação sexual. Segundo Hebl et al (2002) a discriminação no ambiente de trabalho pode ser formal e informal. Assim, Hebl et al (2002) realizaram uma análise da discriminação de forma a dividila em dois grupos: discriminação formal e discriminação informal. Para Hebl et al (2002) discriminação formal refere-se na discriminação manifestada nas regras da empresa em se contratar e promover o empregado. Discriminação informal é algo mais sutil e envolve os aspectos não verbais e interações verbais. Para os autores as medidas formais de discriminação não revelaram diferenças de significância entre estigmatizados e não estigmatizados, contudo, tal fato na discriminação interpessoal é evidente (HEBL et al, 2002). Greenhaus, Parasuraman e Wormley (1990) observam que existem duas formas de comportamento discriminatório no trabalho para com os homossexuais: (a) discriminação no acesso e (b) discriminação no tratamento. A discriminação no acesso faz com que um determinado grupo de pessoas com cargos de comando na organização não permitam que homossexuais sejam contratados para serem funcionários da mesma. A discriminação no tratamento ocorre quando os homossexuais recebem poucas recompensas ou oportunidades de crescimento no trabalho devido sua condição sexual, tais como não serem indicados para treinamentos, terem poucas ou nenhuma promoção e receberem salários menores. Devido a isto, as formas como os homossexuais gerenciam e revelam sua sexualidade no local de trabalho é uma questão delicada para gays e lésbicas, que sempre passa por uma relação dicotômica entre querer ser visto como heterossexual ou homossexual (TRIANDIS; GELFAND, 1994). Button (2001) afirma que a auto-aceitação de uma pessoa homossexual é cercada por atitudes que tendem a conceber a homossexualidade como algo patológico. Assim, pessoas heterossexuais são vistas como uma referência apropriada para julgar a si mesmo e a homossexualidade é vista como algo limitador em suas vidas. Portanto, estas atitudes são marcadas com um desejo de ser heterossexual para se assemelhar a cultura predominante. Desta forma, estas atitudes estão fortemente associadas com o surgimento de um sentimento de raiva direcionado para uma sociedade homofóbica. Contudo, o nível de percepção de tratamento discriminatório experimentado é algo relativo, pois não se espera que uma experiência discriminatória afete empregados gays e lésbicas da mesma forma ou na mesma extensão. Herek (1991) afirma que a hostilidade para com pessoas homossexuais tem sido denominada de diversas formas: homofobia, heterossexismo, homosexofobia, homossexismo, homonegativismo, anti-homossexualismo e anti-homossexualidade, sendo que o termo mais comumente utilizado na literatura é homofobia. Contudo, independentemente da nomenclatura utilizada, o preconceito para com os homossexuais é primeiramente uma resposta a um “medo”, que é irracional e disfuncional para os indivíduos que manifestam o preconceito, pois os homossexuais são primeiramente vistos por eles como uma aberração individual, sendo que as pessoas que manifestam tal preconceito não vêem que na realidade esta visão é um reflexo de seus valores culturais (HEREL, 1991). Preocupados com a questão da revelação da sexualidade Hebl e Griffith (2002) examinam o processo de auto-revelação no trabalho por pessoas que assumem junto aos seus colegas de trabalho que são gays ou lésbicas. Os autores afirmam que a auto-revelação da sexualidade é uma das questões mais difíceis para os homossexuais porque envolve uma grande energia emocional e um medo de retaliação e rejeição. Entretanto, ao mesmo tempo, aqueles que permanecem no “armário” manifestam baixos níveis psicológicos de bem estar e de satisfação na vida, aumentando os ricos relacionados à saúde, além de gastar muita energia em atividades focadas para esconder sua homossexualidade em uma tentativa de evitar qualquer estereotipia e estigmatização. Embora Yang (1997) afirme que 66% dos americanos apóiam leis que protegem gays e lésbicas, 62 % de homens gays e 59% das lésbicas continuam a relatar que sofrem discriminação no trabalho. Assim, apesar da discriminação formal contra homossexuais ser menos freqüente nos dias de hoje, a discriminação nos relacionamentos interpessoais no trabalho ainda se sustentam, conforme também afirma a pesquisa feita por Hebl et al (2002). Neste sentido, Hebl e Griffith (2002) observam que a discriminação no trabalho ainda existe e atualmente se manifesta de formas mais sutis e não por aspectos formais relacionados às políticas e normas das empresas. Meyer (1995) desenvolve o conceito de “estresse de minorias” para explicar o estresse psicológico vivenciado por grupos estigmatizados. Para o autor o estresse de minorias é um estado interveniente entre agentes estressores antecedentes e vivenciados seqüencialmente em uma cultura sancionada, que categoricamente descreve um determinado grupo com um status inferior, resultante do preconceito e discriminação social, ou seja, estresse de minoria é o estresse vivenciado por pertencer a um grupo minoritário que é marginalizado e oprimido, podendo provocar uma alienação, uma internalização dos valores sociais negativos e uma atitude negativa relacionada com uma determinada orientação sexual. As pesquisas aqui apresentadas foram desenvolvidas, principalmente, nos Estados Unidos da América, onde o estudo sobre a discriminação de homossexuais encontra-se consolidado no meio acadêmico. O próximo tópico irá apresentar as pesquisas sobre a discriminação de homossexuais nas organizações desenvolvidas em um país latino-americano: Brasil. 4 Estudos Organizacionais Brasileiros sobre a Homossexualidade No Brasil, o estudo sobre homossexualidade no ambiente de trabalho ainda é algo incipiente. Somente foram encontrados cinco trabalhos (SIQUEIRA, FERREIRA; ZAULIFELLOWS, 2006; IRIGARAY, 2007a, 2007b; FERREIRA; SIQUEIRA; 2007; ECCEL; FLORES-PEREIRA, 2008) que tratam diretamente a homossexualidade nas organizações. Siqueira, Ferreira e Zauli-Fellows (2006) analisam por meio de uma pesquisa bibliográfica de nove periódicos internacionais no período de 1985 a 2005, a identidade e a cultura gay para se compreender a problemática relacionada à discriminação no trabalho em função da orientação sexual. Os autores salientam a falta de pesquisas organizacionais sobre o tema no Brasil e demonstram que no exterior as pesquisas relacionadas a homossexualidade nas empresas se dividem em quatro grandes eixos temáticos: discriminação/estigma/homofobia, desenvolvimento de carreira, coming out versus in closeted e igualdade de direitos. Irigaray (2007a) analisa a política de diversidade implantada no Brasil por uma empresa multinacional do ramo tecnológico, com escritórios no Rio de Janeiro e São Paulo. O autor inclui em seu estudo de diversidade políticas oficiais da organização focadas para afrobrasileiros, mulheres, homossexuais, deficientes e judeus. Irigaray (2007a) defende que a organização pesquisada tem, na verdade, em sua política de diversidade uma discriminação disfarçada por não existir tratamento em pé de igualdade as mulheres, aos homossexuais, aos deficientes e aos judeus em relação com os demais funcionários que seguem os ditames sociais considerados “normais” e amplamente aceitos. As estratégias de sobrevivência de homossexuais no ambiente de trabalho também foram estudadas por Irigaray (2007b). Para tanto, foi feita uma pesquisa com dez homens que afirmaram ter comportamento homossexual ou bissexual em empresas de médio e grande portes, nacionais e multinacionais. As organizações eram dos setores financeiros, informática e metalurgia. Todas localizadas nas áreas metropolitanas de São Paulo e Rio de Janeiro. Irigaray (2007b) observou que havia três grandes categorias de indivíduos pesquisados: totalmente assumidos, parcialmente assumidos e não assumidos. Para o autor cada categoria utiliza estratégias próprias de sobrevivência no trabalho, o que cria uma identidade homossexual. Os totalmente assumidos adotam as estratégias de gladiadores ou pacificadores. Os parcialmente assumidos são classificados como gente boa ou super homens. Já os não assumidos utilizam três tipos de estratégias: machões, sedutores ou invisíveis. Ferreira e Siqueira (2007) fazem um estudo com o objetivo de verificar os efeitos de ser gay nas organizações contemporâneas. Assim, pesquisaram quinze gays homens que trabalhavam em empresas públicas, privadas e de economia mista de diversos segmentos de atuação. Salientam que nas políticas de diversidade o que é relacionado aos homossexuais ainda é bastante omissa na maioria das organizações, onde permeia um contexto social bastante conservador de forma que, o ambiente de trabalho, não permite que os homossexuais revelem sua sexualidade. Eccel e Flores-Pereira (2008) enfatizam que as políticas de diversidade têm um caráter ideológico, mas que se apóiam nos pilares de uma suposta neutralidade e racionalidade técnica de gestão. As autoras defendem que as políticas de diversidade não promovem a igualdade por meio da melhoria das condições de trabalho, bem como não aumentam as oportunidades para os grupos discriminados. Assim, Eccel e Flores-Pereira (2008, p. 4) afirmam que as políticas de diversidade acabam mascarando “as diferenças, pois excluí o seu caráter político, e toma a diversidade como mais um recurso organizacional a ser administrado em busca de melhores resultados [...]”. Além disto, concluem que as políticas de diversidade focadas para homossexuais acabam reafirmando e mantendo a hegemonia do que é considerado “normal” (heterossexual) e a desvalorização de tudo que é diferente. 5 Caminhos Percorridos Esta pesquisa procurou investigar bancos públicos, aqui denominados de BANCO PÚBLICO A e BANCO PÚBLICO B, e um banco privado, denominado de BANCO PRIVADO A. Desta forma, foram entrevistados sujeitos de bancos públicos federais e de banco privado com capital inteiramente brasileiro que serão descritos abaixo. O BANCO PÚBLICO A é uma empresa pública de direito privado e o BANCO PÚBLICO B é uma sociedade de economia mista. O BANCO PRIVADO A é uma sociedade anônima, sendo uma das maiores instituições privadas bancárias do Brasil. A pesquisa realizada é to tipo qualitativa. Entenda-se como pesquisa qualitativa uma forma de procurar respostas para questões particulares. Assim, a pesquisa qualitativa se preocupa, dentro das ciências sociais, com um nível de realidade que não pode ser quantificado (MINAYO et al, 1994). O principal instrumento de coleta de dados foi entrevista semi-estruturada, sendo que a realização da mesma foi baseada em um roteiro semiestruturado. Dessa forma, diante das respostas fornecidas pelos funcionários, o pesquisador pôde modificar o roteiro previamente traçado, obter informações e dados mais confiáveis possíveis e informações julgadas necessárias para a realização da pesquisa. Portanto, na coleta de dados foram entrevistados dez homens que admitiram ter experiências homossexuais, sendo que os entrevistados em sua maioria eram empregados de bancos públicos, pois apenas dois eram de banco privado. Assim, seis entrevistados pertencem ao BANCO PÚBLICO A, dois ao BANCO PÚBLICO B e dois ao BANCO PRIVADO A. Para manter os entrevistados anônimos, os mesmos foram denominados com os seguintes nomes gregos: Antístenes, Diógenes, Platão, Sócrates, Xenofonte, Aristóteles, Alcebíades, Plutarco, Ciro e Diocles. Em todas as entrevistas, foi solicitada a autorização do trabalhador para que elas fossem gravadas. Apenas um pesquisado não autorizou a gravação da entrevista, tendo o pesquisador anotado manualmente as respostas. Assim, todas as nove entrevistas gravadas totalizaram 511 minutos de diálogo. Posteriormente, todas as entrevistas foram transcritas para facilitar a análise. A análise foi feita com base na análise do discurso desenvolvida por Foucault. A análise do discurso é algo múltiplo e heterogêneo, assim, existem diversas “análises” do discurso. Diante desta constatação, este trabalho utiliza a análise de discurso desenvolvida por Foucault (1999, 2002, 2003). Para Foucault (1999, 2002) o discurso é uma construção social envolta por relações de poder. Assim sendo, para Foucault (2002) quando um sujeito fala quem fala é a história, pois todo discurso está diretamente relacionado com a construção social e histórica do homem. Portando, quando se analisa o discurso sob essa ótica o que se está realmente analisando são as relações de poder historicamente situadas, pois o sujeito que fala não é visto como um ser autônomo. Como a análise do discurso em Foucault refere-se ao estudo do sujeito social, ou seja, o homem produzido por um meio social; a mesma não considera o discurso como algo particular e individual de cada sujeito. Desta forma, o que se analisa é o sujeito social e não o sujeito individual, procurando entender a produção de significados sociais dentro de um contexto histórico. Portanto, em conformidade com Foucault (1999, 2003, 2004) o sujeito não é um sujeito psicológico que detém a verdade, pois o sujeito não se manifesta como sendo identidade, mas como dispersão, ou seja, o discurso é produzido pelo meio social. Desta forma, não se deve confundir a análise de discurso foucaultiana com a análise de conteúdo desenvolvida por Bardin (1977). Enquanto a análise de conteúdo trabalha com blocos ou categorias de idéias, não levando em consideração o meio social que produz este discurso; a análise de discurso foucaultiana não trabalha com a criação de blocos e categorias de idéias, mas preocupa-se apenas com a descrição dos discursos relatados e suas relações com o meio social que o produz. 6 Discriminação no Trabalho Em relação à discriminação sofrida nos bancos pelos pesquisados, pode-se afirmar que ocorrem discriminações diretas e indiretas. Em relação a discriminação direta se deve esclarecer quer tanto os bancos PÚBLICOS A e B concedem de forma explícita plano de saúde para os companheiro(a)s dos funcionários que têm relações homoafetivas. Apesar de concederem tal benefício, estes bancos manifestam discriminação direta pela falta de clareza das normas que regulam estes procedimentos, bem como, pela não extensão de outros benefícios aos casais homossexuais. No banco privado analisado a discriminação direta é mais forte que nos bancos públicos, pois nele não existe nenhuma norma que conceda qualquer tipo de benefício para pessoas que possuam relações homoafetivas estáveis. Contudo, o que parece incomodar mais os entrevistados são as discriminações indiretas. A discriminação indireta é algo comum no ambiente de trabalho em todos os bancos estudados, apesar de serem proibidas pelos seus códigos de ética. Elas se manifestam de diversas formas, contudo, uma destas formas aparece em todas as falas dos entrevistados: as piadas que tratam os homossexuais de forma caricata e pejorativa. Sendo a presença destas piadas algo relatado nos discursos de todos os dez entrevistados, uma questão emerge: quais seriam as outras formas de discriminação indireta percebidas na análise individual da fala de cada pesquisado? Assim, os relatos abaixo visam enfatizar outras formas de discriminações indiretas manifestadas pelos entrevistados, mesmo que não estejam presentes em todos os discursos, ou seja, relatos que não são unânimes entre todos os entrevistados. Antístenes só recebeu sua primeira promoção apenas quatorze anos após sua contratação no banco, sendo que se tornou gerente com dezenove anos de carreira. Ele afirma claramente que, apesar de trabalhar em banco público que permite a inclusão de dependentes no plano de saúde oriundos de relações homoafetivas, a sexualidade influenciou e contribuiu muito na demora em ser promovido. Atribui a exclusão de homossexuais do convívio social em lugares informais, como bares e jogos de futebol, a dificuldade de se formar redes de relacionamentos que permitam crescer na empresa. Apesar da empresa onde Antístenes trabalha ter critérios explícitos sobre a seleção do corpo gerencial, fazendo parte das etapas de seleção de um gerente a avaliação de currículo, as provas de conhecimento e o curso de formação; o processo não é totalmente isento. Ser aprovado no processo seletivo apenas te inclui em um banco de habilitados para o exercício do cargo gerencial. A pessoa só é empossada no cargo por meio de outra etapa seletiva realizada entre os nomes que estão neste banco de habilitados, processo este composto principalmente por uma entrevista realizada por uma banca formada pelos membros do alto escalão da empresa. Exatamente nesta etapa existe margem de manipulação por critérios subjetivos que não precisam ser justificados para o candidato que for considerado reprovado. Assim, uma ótima classificação no banco de habilitados não garante que uma pessoa com classificação inferior seja a escolhida pelo alto escalão da empresa, ou seja, o relacionamento próximo com pessoas deste escalão dá ao candidato uma grande vantagem em relação aos demais, mesmo que ele seja o último classificado no banco de habilitados. É neste contexto que Antístenes declara que a homossexualidade afetou o seu crescimento exatamente pela dificuldade de adentrar e fazer parte das atividades informais realizadas em conjunto com os membros do alto escalão da empresa, o que lhe permitiria uma maior proximidade com os mesmos. Diógenes afirma que a ridicularizarão de homossexuais pelo corpo gerencial é algo corriqueiro e que basta o homossexual não estar no recinto para ser o alvo de chacotas destinadas especificamente a ele. O interessante é que Diógenes acredita que este fato não aconteça em relação a sua pessoa, pois se considera uma pessoa discreta, apesar de muitos membros do corpo gerencial saberem sobre sua homoafetividade. Aliás, os entrevistados, com exceção apenas de Alcebíades, Xenofonte e Aristóteles, evitam relatar um fato concreto de discriminação sofrida por eles, mas tendem a relatar, a enfatizar e a salientar somente as discriminações sofridas por terceiros. Assim, por exemplo, Diógenes acredita que não é alvo das ridicularizações destinadas aos homossexuais da empresa. Resta saber o que o corpo gerencial fala sobre ele quando o mesmo não está presente. Neste sentido, Platão também afirma que não é discriminado, mas que colegas de trabalho discriminam outros homossexuais que trabalham no banco, inclusive vigilantes e clientes que sejam classificados como sendo homossexuais. Também, de forma similar a Antístenes, Diógenes demorou vinte anos para ganhar sua primeira função de confiança e somente com vinte e dois anos de carreira conseguiu ser gerente. Aliás, Xenofonte com 34 anos de empresa até hoje é escriturário e não conseguiu ocupar de forma definitiva alguma função de confiança, apesar de ter vivenciado algumas experiências rápidas como comissionado. Sobre este fato Xenofonte relata que foi preterido em uma escolha para ocupar um cargo gerencial e demonstra uma grande mágoa em relação ao ocorrido, pois desconfia que a sua sexualidade seja o principal motivo por não ter sido o escolhido. Sócrates é destinado a trabalhar de forma isolada, como se estivesse em quarentena de alguma doença, sem nenhum contado com os clientes do banco e pouco contato com os demais funcionários. Trabalha oito horas por dia dentro de um arquivo que apresenta péssimas condições de trabalho, com equipamentos obsoletos, móveis velhos e conservação física do local a desejar. Aliás, Sócrates nunca conseguiu ocupar qualquer função de confiança no banco, onde trabalha há vinte e cinco anos. De forma semelhante ao relatado por Diógenes, Sócrates afirma que os funcionários da central onde trabalha não o tratam com discriminação, mas tratam com discriminação os outros homossexuais que trabalham ali por meio de brincadeiras sobre a forma de eles andarem, falarem e desmunhecarem a mão. Aristóteles teve dificuldades de crescer na carreira. Quando conseguiu ocupar uma função gerencial foi vítima de um fato ocorrido, denominado pelo mesmo de “A trama”. “A trama” ocorreu por meio da abertura de um processo administrativo em que Aristóteles sofreu. Ele acredita que foi um plano elaborado pelo corpo gerencial para lhe retirar a função pelo fato de ser homossexual. Isto é comprovado pelo fato de que, mesmo o processo administrativo tendo absolvido Aristóteles, ele foi punido com a perda da função gerencial e hoje é apenas escriturário, que é o cargo mais baixo que uma pessoa pode ocupar no banco, apesar de ter vinte e um anos de carreira. Semelhantemente a Antístenes, Aristóteles informou que o banco onde trabalha é repleto de grupinhos e panelinhas. Quem não faz parte destes grupos freqüentados por pessoas aparentemente heterossexuais são discriminados e não conseguem crescer na carreira. Além disto, destaca que os homossexuais não são incluídos nestes grupos pela concepção que os membros deles têm que os homossexuais prejudicam a imagem do banco. Alcebíades relata que foi discriminado de forma violenta recentemente por outro funcionário do banco. Apesar de ser gerente, Alcebíades sofreu uma tentativa de ridicularização por parte de um funcionário também comissionado, mas que ocupa posição inferior a sua na hierarquia da empresa. Este funcionário discutiu com Alcebíades sobre a forma de execução de uma tarefa no banco, ficando bastante nervoso onde passou a chamar Alcebíades de “mocinha” para, assim, intimidá-lo. Foi aberto um processo administrativo contra o funcionário e o mesmo foi absolvido. Alcebíades recorreu da decisão sobre o processo administrativo e novamente perdeu. Por incrível que pareça, apesar do código de ética do banco proibir qualquer forma de tratamento discriminatório entre os empregados, o funcionário não levou sequer uma advertência pelo seu comportamento. Tudo foi abafado por panos quentes. Vale ressaltar que Alcebíades demorou treze anos para conseguir ocupar função de confiança no banco. Ciro acredita que não há discriminação na empresa onde trabalha, contudo, se assim fosse, porque Ciro criou vários mecanismos de defesa para proteger-se em relação a sua homoafetividade no local de trabalho? Isto por si só demonstra que Ciro sente seu local de trabalho como um local hostil para os homossexuais. Entretanto, ao falar sobre terceiros, Ciro deixa claro que eles são discriminados no trabalho por meio de xingamentos (veadinho) e brincadeiras pejorativas. Plutarco, apesar de ser visto como uma pessoa competente pelos seus superiores, não conseguiu ser promovido para cargos gerenciais, tendo inclusive sido avisado que isto nunca ocorreria, pois o corpo gerencial havia feito um pacto para que ele não ocupasse um lugar na gerência do banco. Ainda afirmou que as pessoas só vêem o homossexual como uma máquina de fazer sexo, enfatizando apenas aspectos relacionados à sexualidade e nada mais. Plutarco nunca declarou para os colegas de trabalho que é homossexual e acredita que se assim o fizesse seria demitido. Diocles e Plutarco deixam claro que um homossexual afeminado teria poucas chances de contratação no banco privado que trabalham, apesar de o mesmo não ter nenhuma norma escrita que proíba a contratação de pessoas afeminadas. Outro fator direcionado aos homossexuais afeminados, é que, caso consiga passar pela fase de contratação, sua promoção não irá acontecer com tanta facilidade, pois as mesmas ocorrem por indicação do corpo gerencial e o corpo gerencial tem preconceito com homossexuais. 7 Conclusões Tendo-se analisado os discursos de dez trabalhadores com idade entre vinte e três e cinqüenta e cinco anos, concentrando-se a maioria deles na faixa etária entre quarenta e cinqüenta anos; e que apresentam tempo de trabalho em serviço bancário oscilando entre seis meses até trinta e quatro anos, sendo que tendo boa parte têm entre vinte e trinta anos de trabalho bancário, onde apenas três trabalhadores não possuem nível superior; resta agora fazer algumas ponderações sobre as principais conclusões da pesquisa. Há evidências claras de existência de discriminação direta e indireta em todos os bancos estudados (COSTA, 2007). A discriminação direta é mais forte no BANCO PRIVADO A do que nos dois bancos públicos analisados. Contudo, isto não significa que estes bancos públicos estejam isentos e purificados da presença de formas de discriminação direta. Entretanto, observou-se que o que mais incomoda os trabalhadores são as manifestações de discriminações indiretas. A discriminação indireta se apresenta no dia a dia do ambiente de trabalho das seguintes maneiras: (a) piadas que falam pejorativamente de forma generalizada sobre homossexuais, (b) isolamento para que não tenham contato com clientes e até mesmo com demais funcionários, (c) condições de trabalho inferiores as ofertadas para os demais empregados, (d) exclusão de participação nos grupos informais e atividades destes grupos ocorridas fora da empresa, (e) brincadeiras, fofocas e ironias sobre as formas de andarem, falarem e gesticularem quando não estão presentes no recinto, (f) xingamento relacionado à evidenciação de uma suposta feminilidade pertencente a homossexuais (“mocinha”, “veadinho”), (g) dificuldades de crescimento na carreira e (h) dificuldade de contratação de homossexuais, principalmente afeminados, por gerentes de bancos privados. Por fim, trabalhar com discriminação não é um tema fácil. Requer muita habilidade e tato na condução da pesquisa. Diante de todos os fatos expostos acredita-se que o fim da discriminação relacionada a gays depende muito de mudanças nos valores culturais e filosóficos relacionados à concepção de mundo e conseqüentemente da sexualidade dos seres humanos. Assim, a superação da discriminação e da homofobia acontece no nível discursivo quando ocorrer à superação e desconstrução da homossexualidade e da heterossexualidade como sendo identidades sexuais (RIOS, 2007; LOURO, 2004; SWAIN, 2001). Em outras palavras, enquanto o uso de tais termos existirem sempre haverá discriminação. Entretanto, a questão é mais complexa do que apenas uma mudança de palavras, pois não basta apenas mudar-se os termos empregados para que ocorra automaticamente o fim da discriminação e da homofobia. O que tem que se mudar são os valores culturais e filosóficos que criaram e enfatizam a existência destas classificações. Tarefa esta muito mais complexa do que apenas se mudar o nome dos bois. Referências BARDIN, L. 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Rosa Marrero Rodríguez Departamento de Sociología, Universidad de La Laguna (Tenerife, España) [email protected] Hace ya algunas décadas que la dimensión emocional en el trabajo concentra la atención empresarial y académica. En gran medida, este interés tiene que ver con la importancia creciente de las actividades de servicios en las estructuras productivas de muchos países, al dar lugar a ocupaciones y empleos donde hay relaciones directas empleadosconsumidores. Son muchos los aspectos que se analizan en estos casos, desde las condiciones organizativas que requiere o a que da lugar esta relación directa entre empleado y cliente/usuario, las condiciones laborales de aquellos, sus competencias cualificacionales o las consecuencias de dicha relación (Ashkanasy, 2002; Hancer y George, 2003; McBride, 2005). También en el ámbito organizacional el management atiende a esta dimensión dada la creciente convicción de su relación con la consecución del buen clima laboral (Brownell, 1990; Hughes, 2005). Directa o indirectamente todo ello está vinculado al interés creciente de psicólogos, sociólogos y economistas por las emociones y sus repercusiones en la vida de las personas (Ariely, 2008; Bericat, 2000; Hochschild, 2008; Illouz, 2007; Turner y Stets, 2006). Sobre todo a partir de la insatisfacción que causaba la perspectiva racionalista del individuo que toma decisiones o actúa en sociedad; pero también como desarrollo del nuevo espíritu que parece inspirar al capitalismo después de los años setenta del siglo XX (Boltanski y Chiapello, 2002). Este trabajo pretende contribuir a este espacio de preocupaciones académicas con una suerte de radiografía de las exigencias emocionales en la población ocupada española. Así, las dos preguntas a las que pretende responder son qué colectivos se encuentran más afectados por las exigencias emocionales en el trabajo y a qué otras condiciones laborales se encuentran asociadas las mismas. Para ello, se utilizará la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo que el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo desarrolló en 2007. De esta forma, no hay una concentración en sectores o colectivos sino que con una panorámica general se trata de localizar la desigual presencia de las exigencias emocionales. En la comparativa con la mayor parte de la literatura desarrollada sobre este asunto, profundiza menos en el proceso de construcción del trabajo emocional por parte de los empleados y su dimensión organizacional, así como tampoco en las mismas emociones; se detiene a fotografiar su irregular presencia en la fuerza de trabajo, en este caso la española. El artículo se presenta de la siguiente manera: primero se realiza una introducción a la discusión académica relativa al trabajo emocional; después se justifica la elección del indicador que se utilizará para su operacionalización y las relaciones indirectas que establece con la discusión más general sobre el trabajo emocional. Luego se presentan los datos y se finaliza con unas conclusiones. El marco de discusión académica del trabajo emocional y planteamientos metodológicos El trabajo con otras personas requiere de competencias técnicas, cognitivas y emocionales (Korczynski, 2005; Marrero Rodríguez, 2009; Peiró, 2004; Ynoub, 2005). También supone requerimientos organizacionales específicos o parcialmente distintos a los industriales (Korczynski, 2002; Ritzer, 1995). Sin embargo, este trabajo se centrará 1 en las dimensiones emocionales del trabajo, dejando a un lado los otros dos componentes. Se entiende por trabajo emocional “el control de los sentimientos para crear manifestaciones corporales y faciales observables públicamente” (Hochschild, 1983). Para que no sea confundido con otros términos, establece una serie de características: • Ocurre en interacciones cara a cara o voz a voz. • Las emociones son mostradas para influir en las emociones, actitudes y conductas de las personas. • Se produce en aquellos trabajos relacionados con personas, es decir en el sector servicios. • Es una tarea secundaria que la mayoría de las veces sirve para facilitar el trabajo. • Toda interacción social sigue ciertas reglas, para cada situación existen emociones más apropiadas (Gracia y Martínez, 2005). Posteriormente han aparecido definiciones más elaboradas. De forma breve, y siguiendo a Wharton (2009), la reflexión sociológica sobre el trabajo emocional arranca con Hochschild (1983), que contribuye con dos ideas a la teoría e investigación sociológicas: reconocimiento y atención a los fundamentos sociales de las emociones, en el contexto de unas sociedades que se orientan cada vez más de una estructura productiva centrada en la producción industrial a los servicios. De ahí nace el concepto de „emotional labor‟, entendido como la gestión de las emociones que las personas hacen en contextos mercantiles, y no privados. El crecimiento de las actividades de servicios obliga a empresas y empleados a crear, gestionar y controlar de manera diversa las emociones y sus manifestaciones1. A partir de este trabajo seminal, se abren varias líneas de investigación, algunas de las cuales entroncan con otras ya existentes en la sociología de las organizaciones o del trabajo. Wharton (2009) divide los estudios entre aquellos para los que el trabajo emocional es un vehículo para comprender las dinámicas, estructuras y relaciones sociales de las actividades de servicios, y aquellos que se concentran en las emociones y su gestión personal u organizativa en el trabajo. En el primer caso, es central la ocupación y se tratan las emociones como una característica de los empleos que requieren trabajo interactivo y su vínculo con otros componentes del mismo, predominando la orientación metodológica cualitativa. En el segundo, se centra en las emociones y en las acciones de los empleados sobre las mismas, predominando el enfoque cuantitativo. En la primera línea de investigación mencionada, se han desarrollado los campos que tienen que ver con las relaciones sociales en el trabajo y sus dinámicas de poder, control y resistencia por parte de los empleados (Calderón, 2008; Hughes, 2005; Seymour y Sandiford, 2005). Sobre todo, aunque no exclusivamente, en los espacios laborales más descualificados, donde los empresarios instan a la representación y puesta en actuación de diversas emociones en el trato con otros. Los trabajadores se enfrentan de forma desigual a estas exigencias y por ello, también se han analizado sus estrategias de afrontamiento. Algunas prácticas empresariales pasan por la estandarización de las emociones y otras por la atención personalizada. Otra línea de trabajo se centra en las relaciones del trabajo emocional con dimensiones ya clásicas en la sociología: género y etnia. En este caso, se estudian las estrategias de empleadores y empleados que derivan en una estrecha relación entre trabajo emocional y género femenino (Belt y otros, 2002; Calderón, 2008), y entre aquel y determinados 1 Luego sus ideas han sido matizadas en varias direcciones. Véase por ejemplo, Guerrier y Adib, (2003), Seymour y Sandiford (2005), Theodosius (2006). 2 colectivos étnicos. Por ejemplo, en muchos empleos de cara al público los empleadores prefieren mujeres con apariencia agradable o bella, lo que genderiza dicho empleo -y afecta a la misma construcción del cuerpo, como señalan entre otros Wolkowitz (2002), o a la de cualificación (Toerien y Kitzinger, 2007)-. También los profesionales y expertos han recibido atención: muchos de ellos pasan por una formación específica en técnicas de afrontamiento emocional, por lo que se supone que tienen más recursos para hacer frente a las exigencias emocionales. Estos estudios se han centrado también en la socialización profesional y sus implicaciones para la realización emocional en el trabajo. Otra línea de estudio es el trabajo orientado al cuidado de los otros, que se ha abordado no sólo como un requerimiento laboral sino también como un mecanismo de afrontamiento informal en las actividades de reproducción. La segunda línea de trabajo se centra en las mismas emociones. Tipos de emociones que se expresan en el trabajo (superficiales o profundas) y sus conexiones con las reglas sociales o empresariales (Bolton, 2006), con las características de los empleados y de la misma interacción; las emociones privadas experimentadas y las públicamente expresadas, los esfuerzos de los empleados para gestionarlas y las consecuencias que se derivan de ello (Salanova y otros, 2005; Moreno Jiménez y otros, 2003). En este marco general de desarrollo académico del trabajo emocional, este artículo se aproxima más a la primera línea de trabajo descrita antes que a la segunda, con la salvedad de que empleará una aproximación cuantitativa. Se trata de localizar a los colectivos más afectados por las exigencias emocionales y las condiciones laborales asociadas al mismo, todo ello para la población ocupada española durante 2007. Para ello es importante previamente resaltar algunas cuestiones. La primera es que la aproximación a las exigencias emocionales se lleva a cabo a partir de las percepciones y declaraciones verbales (estandarizadas) de los individuos entrevistados, y no de la observación directa. Lo que implica además que tendremos testimonio de la presencia o no de exigencias emocionales pero no de su construcción, intensidad o discursos y afectos asociados. La segunda es que lo central serán las exigencias emocionales que los ocupados españoles perciben que implica su trabajo, por lo que éstas podrán o no estar asociadas a las presencia de clientes/usuarios, estando quizá su origen en otras circunstancias, personales u organizacionales. Aunque como veremos pronto, estas exigencias emocionales están estrechamente conectadas con las actividades de servicios. Una tercera precisión tiene que ver con la operacionalización de las exigencias emocionales. Se ha realizado a través de una única pregunta del cuestionario, la cual se plantea de la siguiente manera: “¿considera que su trabajo es emocionalmente exigente?”, pudiendo los entrevistados optar entre „siempre-casi siempre, a menudo, a veces, raramente, nunca-casi nunca, NS/NC‟2. Por último, señalar que ha sido imposible, por el cambio de metodología, comparar los resultados obtenidos con los de encuestas anteriores, por lo que la dimensión diacrónica queda eliminada. De lo anterior se deriva que dado el contenido del concepto „trabajo emocional‟, se deben dar las cinco características mencionadas más arriba, mientras que con esta pregunta del cuestionario sólo se estudia la percepción de exigencias emocionales en el trabajo de los ocupados. Por tanto, sólo indirectamente podremos conectar estos 2 Se ha recodificado la variable „exigencias emocionales‟ de la siguiente manera. Las respuestas „siempre o casi siempre‟ y „a menudo‟ pasan a ser una sola categoría que hemos denominado „alto grado de exigencia emocional‟, luego hemos unificado „raramente‟ y „casi nunca y nunca‟ en otra categoría denominada „bajo grado de exigencia emocional‟, quedando igual „a veces‟ y luego NS/NC como valores perdidos. 3 resultados con el núcleo duro de la literatura sobre trabajo emocional, dado que se encuentra centrada en las percepciones de esfuerzo emocional y no en el trabajo emocional propiamente dicho. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo llevó a cabo en 2007 la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo (VI ENCT). Previamente ha llevado a cabo operaciones parecidas, sólo que en la de 2007 hubo un cambio de procedimiento de muestreo, de tal forma que obtiene información sólo de los trabajadores (antes lo hacía también de los empresarios) y ha sido aplicada en el domicilio particular del trabajador (antes en la empresa). Los objetivos específicos de esta encuesta son identificar la frecuencia de exposición a diversos riesgos laborales y caracterizar las exposiciones laborales más frecuentes; conocer aquellos factores del entorno laboral que influyen en la salud de los trabajadores; y estimar la actividad preventiva realizada en las empresas. El universo poblacional son los trabajadores ocupados de todas las actividades económicas, pertenecientes a todo el territorio nacional (a excepción de Ceuta y Melilla), el cual se ha obtenido del censo de afiliación de trabajadores a la Seguridad Social, actualizado a 31 de diciembre de 2006. Estamos hablando para ese momento de una población de 18.518.444 trabajadores, y la muestra fue de 11.054 trabajadores. La distribución de la muestra tuvo en cuenta el tamaño de plantilla de la empresa, la actividad económica y la comunidad autónoma. Las actividades económicas se agruparon siguiendo los criterios, ya tradicionales en la ENCT, de proximidad de los riesgos y la similitud de la actividad en sí misma. El procedimiento de muestreo es polietápico, estratificado por conglomerados, con selección de las unidades primarias de muestreo (municipios) y de las unidades secundarias (secciones) de forma aleatoria, y de las últimas (trabajadores) por rutas aleatorias y determinadas cuotas. La técnica empleada en su aplicación fue la entrevista personal, es decir, el entrevistador en el domicilio del trabajador directamente realiza las preguntas y anota sus respuestas en el cuestionario. Para un nivel de confianza del 95,5% (dos sigmas) y P=Q, el error para el conjunto de la muestra es de ±0,95%. La desigual distribución de las exigencias emocionales en los ocupados españoles El 37,1% de los ocupados españoles declaraba en 2007 que su trabajo era bastante o muy exigente desde el punto de vista emocional. Este primer dato es de por sí relevante, puesto que vemos que un porcentaje muy importante de los ocupados españoles declara un alto grado de exigencias emocionales, quedando la dimensión emocional en el trabajo como uno de los protagonistas de la realidad cotidiana de los individuos. Tabla 1. ¿Considera su trabajo emocionalmente exigente? Siempre o casi siempre A menudo A veces Raramente Casi nunca o nunca NS/NC Total Porcentaje válido 21,5 15,6 19,5 14,8 27,4 1,1 11.054 4 Como ya se avanzaba en la introducción, una primera pregunta que nos hacemos tiene que ver con los colectivos más afectados por estas exigencias emocionales, ¿hay una distribución homogénea de estas percepciones? Como han planteado, por ejemplo Miller y otros (2007), las exigencias emocionales se dan por múltiples factores, no únicamente por la presencia de usuarios/clientes. Pueden ser como resultado de la interacción a la que lleva el trato con clientes, con otros empleados o porque el trabajo en sí es fuente de emoción para el individuo. Veamos qué resultados nos proporciona esta encuesta. Son la rama de actividad y la ocupación los elementos centrales que nos permiten comprender mejor la distribución desigual de las exigencias emocionales; destacando en las ramas de actividad dos de ellas, educación (61,2%) y sanidad (68,7). Las diferencias entre estas dos ramas de actividad y el resto son notables. Mientras muchas ramas de actividad presentan una proporción de ocupados en torno a la media con alto grado de exigencia emocional (o muy bajo como en el caso de agricultura e industria), en el caso de estas dos casi dobla la media de los entrevistados de la muestra (todas las tablas están en el anexo)3. Si nos concentramos en las ocupaciones, nuevamente destacan los colectivos sanitario y docente, aunque también otros como las ocupaciones de defensa y seguridad, los profesionales del derecho, ciencias sociales y artes; los técnicos en ciencias e informáticos, los directivos de empresas y de administraciones públicas; y el resto de ocupaciones que requieren de estudios medios y superiores. En cuanto a las ocupaciones que se relacionan negativamente con las exigencias emocionales, tenemos a los trabajadores de la construcción y la minería; camioneros, repartidores y taxistas; servicio doméstico, limpieza, cocineros, camareros y barrenderos; agricultores, ganaderos, pescadores y marineros; mecánicos, repartidores, soldadores; y los obreros de la producción industrial mecanizada y tradicional. Por tanto, las exigencias emocionales que los ocupados españoles perciben tiene mucho que ver con la actividad desarrollada, estando estrechamente localizada en servicios donde hay un trato directo con clientes/usuarios. Otra variable que afecta a la desigual distribución de las exigencias emocionales es la situación profesional. Se observa que los empresarios declaran más que la media que su trabajo es bastante o muy exigente desde el punto de vista emocional (47,8%). Pero si consideramos a empresarios, autónomos y asalariados de forma separada, vuelve a manifestarse que los empresarios tienen un mayor nivel de exigencias emocionales, siempre más en los servicios que en el resto de los sectores. Autónomos y asalariados a su vez, presentan menos exigencias emocionales que empresarios pero también más en servicios que en el resto de sectores. Por tanto, esta variable muestra que si atendemos a actividad y situación profesional, los servicios presentan mayor nivel de exigencias emocionales, pero incidiendo ello más en el empresariado. En cuanto al tipo de contrato, en la diferenciación entre indefinidos y temporales, los primeros tienden a presentar una mayor inclinación a sufrir exigencias emocionales (39,5% y 30,6%). Como en el caso anterior, al segmentar la muestra de asalariados según tipo de contrato, tanto indefinidos como temporales muestran un mayor nivel de exigencias emocionales en los servicios. Son la ocupación y la rama de actividad los 3 No está de más señalar que los datos relativos a ramas de actividad y grupos ocupacionales son resultado de agregaciones de empleos no siempre homogéneos. 5 factores más importantes, aunque también en menor medida afectan la situación profesional y el tipo de contrato. ¿Las características sociodemográficas de los individuos inciden en esta desigual distribución de las exigencias emocionales? Si nos detenemos en aquellas que contempla la ENCT y que también se tienen en cuenta en muchas investigaciones, los resultados son los siguientes. La dimensión de género es más indiferente a las exigencias emocionales que otras características sociodemográficas, si tenemos en cuenta la χ2, que muestra una relación menos significativa que para las restantes variables incluidas. Pero dada la segregación ocupacional por sexos, se ha procedido también a segmentar la muestra y lo que se obtiene es lo siguiente: las exigencias emocionales están distribuidas irregularmente según ocupaciones, tal y como se ha descrito anteriormente, siguiendo los hombres la tendencia general descrita más arriba; para el caso de las mujeres hay diferencias en dos grupos ocupacionales adicionales a los apuntados antes, donde presentan mayores niveles de exigencias emocionales (trabajadores de la construcción y minería; mecánico, reparador, soldador). El problema es que se trata de dos colectivos muy pequeños, por lo que probablemente sean poco representativos (28 y 20 mujeres en cada uno de ellos). Por otro lado, si se segmenta la muestra por sexos, pero atendiendo a la distribución de las exigencias emocionales por ramas de actividad, nuevamente la distribución irregular de las mismas es casi idéntica para hombres y mujeres. Con la excepción para los hombres del sector de „intermediación financiera, actividades inmobiliarias y empresariales‟ y para las mujeres de „industria química‟. Antes de continuar con el siguiente asunto, conviene detenerse en la aparente contradicción entre la numerosa bibliografía que aborda la relación entre trabajo emocional y género, en contraste con los resultados que aquí se están obteniendo. Y es que dicha literatura se concentra muy frecuentemente en las mujeres al estudiar el trabajo emocional. Esta paradoja se resuelve, sin embargo, rápidamente cuando tenemos en cuenta lo siguiente. Las ramas de actividad con mayor nivel de exigencias emocionales concentran una mayor presencia de mujeres; aunque proporcionalmente las mujeres sufren tanto las exigencias emocionales como los hombres, su presencia es más importante en las ramas de actividad afectadas por esta dimensión laboral en términos absolutos. Como ejemplo y contraste se puede poner el caso de sanidad y hostelería: en hostelería hay más mujeres que hombres pero la intensidad de las exigencias emocionales es menor que la media, mientras que en sanidad no sólo hay un alto nivel de exigencias sino que además hay muchas mujeres. Atendiendo a la presencia de exigencias emocionales en cada rama de actividad, no se aprecian diferencias de género. Lo que marca el nivel de exigencias emocionales es la ocupación de las personas y no el género. El 60,3% de los hombres que trabaja en administración pública y educación dicen que su trabajo supone un alto grado de exigencias emocionales, mientras que responden de la misma manera el 61,9% de las mujeres. En el caso de sanidad, el 66,9% y el 69,3%. En cuanto a la edad y el nivel de estudios, a mayor edad, pero sobre todo a mayor nivel de estudios, mayor exigencia emocional. Con respecto a la importancia del nivel de estudios, se da relación entre exigencias emocionales y nivel de estudios, pero esta relación parece afectar sólo a los que tienen niveles educativos medios y superiores, siendo indiferente para los que tienen niveles educativos básicos. 6 Con respecto a la edad, y aunque los porcentajes muestran una tendencia al incremento de la percepción de exigencia emocional intensa a medida que se incrementa también la edad, lo cierto es que la edad afecta a las exigencias emocionales sólo en algunos grupos: al de 16 a 24 años y al tramo de 35 a 54 años. E indiferente para el resto de grupos. Por último, la antigüedad en la empresa también afecta las exigencias emocionales, pues a mayor antigüedad, mayor nivel de exigencia emocional. Aunque es preciso decir que afecta a los dos grupos que se encuentran en los extremos: al grupo de más de 10 años de antigüedad y al que tiene menos de 3 años. Para el colectivo que está en medio, la antigüedad es indiferente en su relación con el grado de exigencias emocionales percibido. Esto sigue siendo así cuando se considera la antigüedad en cada sector de actividad (excepto en la construcción que lo es a partir de los 6 años). Algunas de las ocupaciones que implican alto grado de exigencias emocionales, tienen un colectivo de personas con más de 10 años de antigüedad superior a la media. Por ello, hemos atendido también a segmentar la muestra según la antigüedad de los ocupados en la empresa. Lo que destaca es que para la mayor parte de las ocupaciones, la antigüedad de más de 10 años es importante, a excepción de los vendedores. Así, si se valora el que las exigencias emocionales tengan un origen individual, basado en la personalidad de los individuos; relacionado con características sociodemográficas o con origen en el mismo ambiente laboral, para el caso de la encuesta analizada, parece ser que es éste el caso, aunque algunas características de los individuos redundan en un mayor nivel de exigencias emocionales. El espacio laboral que ocupan los individuos y las tareas que deben desempeñar en el mismo es lo que está marcando las percepciones de exigencia emocional. Lo que queda agravado para empresarios, a los que a la actividad se suma la responsabilidad sobre otros en la empresa. Y para todos aquellos con una antigüedad superior a diez años. Además, éste no es un espacio laboral cualquiera, sino que está conformado en torno a usuarios/clientes, tal y como apunta la literatura sobre el trabajo emocional. Exigencias emocionales y condiciones de trabajo Las personas que declaran que su trabajo implica un alto nivel de exigencia emocional presentan además otras características que nos ayudan a comprender mejor a este colectivo. Declaran tener un empleo que les exige un nivel de atención alto (o muy alto) mayor que para la media de la población estudiada; así como, lo que se refiere a trabajar con plazos muy estrictos o cortos, a atender varias tareas simultáneamente, tratar en mayor medida a personas que no son empleados (el 59% del total de entrevistados declara tratar con personas que no son empleados; mientras que el colectivo de los que declaran tener un alto nivel de exigencias emocionales, sube hasta el 73%). Realizan tareas complejas, complicadas o difíciles; y consideran que su trabajo es excesivo (y se siente agobiado) en mayor medida que la media. Nótese que algunos de estos componentes pueden estar influyendo en el alto nivel de exigencias emocionales, mientras que otros lo hacen más intenso. Por otro lado, como dimensiones positivas hay que apuntar que en cualquier caso, disponen en mayor medida de una información clara y suficiente para realizar su trabajo. Es más frecuente que obtengan ayuda de sus compañeros cuando la solicitan (Moreno Jiménez y otros, 2003); manifiestan mayores oportunidades para hacer aquello que creen que saben hacer mejor; es mayor el sentimiento de realizar un trabajo bien hecho; y el de que pueden poner en práctica sus ideas en el trabajo. 7 También para este colectivo es muy importante la sensación de que está haciendo un trabajo útil (el 94,7% de los que declaran que su trabajo es siempre o casi siempre emocionalmente exigente, mientras que esto es así para el 75,6% del total de la muestra). Y no sólo es emocionalmente exigente, sino también desde el punto de vista intelectual (el 78,7% de los que declaran que su trabajo es siempre o casi siempre emocionalmente exigente, frente al 36,8% del total). En este sentido, parecería que las exigencias emocionales están localizadas en los mismos espacios laborales que las exigencias intelectuales. Pero también, como se ha mostrado en algunas investigaciones, que la motivación para trabajar con otros, la percepción de servicio a otros puede influir en la selección del empleo, -lo que con frecuencia favorece aminorar las consecuencias negativas del trato con otros- (Riley, 2002). Por otro lado, muestran una mayor libertad en lo que respecta a la posibilidad de elegir el orden en que deben realizar sus tareas, en el método y ritmo de trabajo (leve en cualquier caso). Por último, cuando se les pregunta de qué depende su ritmo de trabajo, y como era de esperar, responden en mayor medida que depende de demandas directas de otras personas como clientes. Este colectivo que declara que su trabajo es muy o bastante exigente desde el punto de vista emocional no está especialmente preocupado por perder en breve su puesto de trabajo (no más que la media), está un poco por encima de la media en cuanto a la satisfacción con su salario (42% del total y 47,7% de este colectivo), perciben más que el conjunto de los entrevistados que su empleo les permite posibilidades de ascenso profesional (34,3% del total y 43,1% este colectivo), valoran positivamente las relaciones personales en el trabajo (algo más que la media que es de por sí muy alta, 75,8% y 82,3%). Y también perciben más que la media que en el trabajo tienen oportunidad de aprender y prosperar (54,9% la media y 68,5% este colectivo). Como dimensiones negativas preocupantes, señalar que el total de personas entrevistadas que declaran que el primer riesgo de accidente en su trabajo son los „atracos, agresiones físicas u otros actos violentos‟ son el 2,5%. Pero debe señalarse que este pequeño colectivo sufre altas cuotas de exigencias emocionales dado que el 49% de ellos declara que tiene un alto grado de las mismas. Y a qué se atribuye la causa de sufrir „atracos…‟: el 10% dice que se trabaja muy rápido y el 17,7% a distracciones, descuidos y falta de atención. Es preocupante que el 21,7% declare otra causa, que la encuesta no tiene localizada (aquí tenemos un ejemplo del retraso que los componentes de tipo interrelacional y organizacional están teniendo para ser operacionalizados, dado que la mayor parte de ítems que la encuesta tiene en cuenta para localizar causas de accidentes u otros acontecimientos tiene que ver con dimensiones físicas o químicas). Es muy reducido el colectivo de personas que declara haber sufrido amenazas de violencia física en los últimos doce meses (3,8), pero sube hasta el 8,1% entre aquellos que declaran que su trabajo es siempre o casi siempre emocionalmente exigente; sólo el 3,8% declara haber sufrido violencia física por parte de personas no pertenecientes a su lugar de trabajo, pero entre el colectivo estudiado suben estas respuestas hasta el 7,7%. Aquí cabe la hipótesis de que es posible que estas amenazas o situaciones influyan en la declaración de vivir el trabajo como emocionalmente exigente. Se añade a esta hipótesis lo que tiene que ver con el acoso sexual en el trabajo. Sólo el 0,7% de los ocupados sufre acoso sexual pero en este pequeño colectivo el 35,4% declara que su trabajo es emocionalmente exigente (frente al 21,5% del total). Lo mismo se puede decir respecto a la discriminación por edad (el 0,8% la percibe pero en este colectivo el 38,4% declara que su trabajo es emocionalmente exigente frente a 21,5% del total), por nacionalidad (31,5% frente a 21,5%), por género (35,1% frente a 21,5%), por orientación sexual (41,3% frente al 21,5%). Cuando se declara que en el 8 trabajo se viven situaciones que podríamos calificar de mobbing, aquellos que declaran que lo sufren también presentan porcentajes mucho más altos de declaración de que su trabajo es emocionalmente exigente4. Quizá por todo ello, mientras el 22,5% de los ocupados dice que su trabajo afecta a su salud, un 28,8% del total de los que han declarado que su trabajo es bastante o muy exigente emocionalmente hacen esta misma declaración, mostrándose una clara percepción de la asociación entre el trabajo y las exigencias emocionales. Un 52,2% de los que declaran que su trabajo es muy o bastante exigente desde el punto de vista emocional declara que sufre con frecuencia sintomatología psicosomática, frente al 64,2% del total. A este colectivo le preocupan asuntos relativos a sus condiciones laborales en mayor medida que a la media: las relaciones con personas que no son de la empresa (14,6% de la media frente al 20,1% de este colectivo). En resumen, este colectivo de ocupados con alto nivel de exigencias emocionales ocupa posiciones laborales propias del segmento superior de los mercados de trabajo, situados en sectores y ocupaciones con buenas condiciones laborales. Lo que no obvia para que detectemos situaciones que pueden convertirse en problemáticas, desde el punto de vista de su salud psíquica. Conclusiones Las exigencias emocionales en el trabajo y sus consecuencias tanto a nivel psicológico como en su dimensión organizativa reciben cada vez más atención académica. Aquí nos hemos concentrado en detectar a los colectivos más afectados por dichas exigencias emocionales en la población ocupada española durante 2007, concluyendo que están muy directamente relacionadas con las ocupaciones de servicios donde es muy importante la relación con los otros, usuarios/consumidores. Pero también hemos detectado que la situación profesional y la antigüedad (sobre todo a partir de los 10 años) son elementos que inciden en dichas exigencias. De aquí se deriva que por un lado, no es de extrañar que los docentes y profesionales de la salud hayan recibido tanta atención, dado que mantienen relaciones muy directas con los usuarios y son sectores con alta estabilidad laboral. Pero también que es el trato continuado con otros (no sólo clientes) lo que va generando entre los ocupados la percepción de que su trabajo le exige implicación emocional; de ahí la importancia de la antigüedad. Por otro lado, son más las dimensiones positivas asociadas a las exigencias emocionales que las negativas, en lo que a condiciones laborales se refiere. El colectivo de individuos que percibe que su empleo implica un alto nivel de exigencia emocional tiene un empleo estable y buen salario, este empleo es intelectualmente exigente y otros componentes también positivos. Sin embargo, dadas las implicaciones negativas a que lleva el mismo, es obligado decir que hay que escrudiñar con más detenimiento el estudio de estas situaciones laborales. Aunque, en comparación a otras problemáticas del mercado laboral español (desempleo, temporalidad, precariedad), este colectivo parece estar en un espacio de buenas condiciones laborales, los riesgos psicológicos y físicos que parece que pueden sufrir quedan expuestos, a partir de los datos obtenidos de la encuesta. Por todo ello, parece conveniente seguir indagando en esta situación laboral, a lo que contribuiría entre otros, contar con estudios sistemáticos y periódicos, que no sólo aborden problemas de carácter físico sino también psicológico. Por ejemplo, hay que considerar no sólo la exposición al trabajo emocional sino también los antecedentes o las actitudes hacia la obligación de tener que activar trabajo emocional 4 “Le ponen dificultades para comunicarse, le desacreditan personal o profesionalmente, le amenazan”. 9 (Ashkanasy, 2002). Pero probablemente para ello sea necesaria la combinación de diferentes técnicas de aproximación a este fenómeno laboral cada vez más importante. 10 Bibliografía Ariely, D. (2008): Las trampas del deseo. Cómo controlar los impulsos irracionales que nos llevan al error. Barcelona, Ariel. Ashkanasy, N.M. y otros (2002): “Diversity and Emotion: The New Frontiers in Organizational Behavior Research” en Journal of Management, 28(3), 307-338. 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Tabla de contingencia ocupación principal – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Ocupación Trabajadores de la construcción y minería Camioneros, repartidores, taxistas Personal sanitario Personal docente Limpieza, cocineros, camareros Vendedores, agentes comerciales, dependientes Empleados administrativos Agricultores, ganaderos, pescadores, marineros Defensa y seguridad Mecánico, reparador, soldador Obrero en producción industrial mecanizada Trabajador industria tradicional, artesano Profesionales del derecho, CCSS, artes Técnicos en ciencias e informática Directivos de empresas o adms. públicas Otras ocupaciones de estudios medios o superiores Total Alto grado (residuos) 27,6 (-8,2) % A veces (residuos) 19 (-0.7) % Bajo grado (residuos) 53,4 (8,6) % % Casos 100 1.384 29,1 (-4,4) 74,5 (16,1) 73,6 (17,9) 28,5 (-9,3) 35,6 (-1,7) 23,7 (2,5) 15,4 (-2,3) 14,9 (-2,9) 18,6 (-1,5) 22,5 (2,9) 47,2 (2,3) 10 (-13,9) 11,5 (-15,2) 52,9 (10,3) 42 (-0.6) 100 100 100 100 100 591 428 550 2.037 1.504 39,6 (1,5) 22,1 (-7,5) 22,4 (2,4) 20,2 (0,3) 38 (-3,5) 57,6 (7,1) 100 100 1.154 524 55,8 (6,6) 30,7 (-3) 19,2 (-8) 17,2 (-1,1) 22,3 (1,4) 18,5 (-0,7) 27,1 (-5,6) 47 (1,8) 62,3 (8,3) 100 100 100 303 443 427 24,5 (-4,9) 21,4 (0,8) 54 (4,2) 100 322 65,7 (8,6) 15,3 (-1,7) 19 (-7,1) 100 216 45,2 (2,9) 53 (7,8) 19,1 (-0,3) 17,8 (-1,2) 35,8 (-2,6) 29,2 (-6,7) 100 100 330 562 54,2 (4,1) 19,4 (0,0) 26,4 (-4) 100 144 37,6 19,7 42,7 100 10.932 P-valor de χ232 de Pearson = 0,000 Tabla 3. Tabla de contingencia rama de actividad del centro de trabajo – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Rama de actividad Agricultura, ganadería, caza, pesca Industria manufacturera y extractiva Industria química Metal Otras industrias Construcción Comercio, hostelería Transporte y comunicación Intermediación financiera, servicios empresariales Administración pública, educación Sanidad, servicios sociales Otras actividades sociales y personales Total Alto grado (residuos) 22,2 (-7,6) 24,9 (-6,7) 27,3 (-2,6) 30 (-3,8) 34,1 (-1,6) 28,8 (-7,3) 33 (-5,4) 36,1 (-0,7) 41 (3,2) % A veces (residuos) 21,1 (0,8) 20,7 (0,6) 25,3 (1,7) 20,4 (0,4) 25,3 (3,1) 19 (-0,7) 20 (0,4) 23,8 (2,6) 18,4 (-1,5) % Bajo grado (residuos) 56,7 (6,8) 54,3 (6) 47,3 (1,2) 49,5 (3,3) 40,6 (-1) 52,2 (7,7 47 (4,9) 40,1 (-1,3) 40,6 (-1,9) % % Casos 100 100 100 100 100 100 100 100 100 545 622 150 553 478 1.415 2.461 606 1.713 61,2 (16,3) 68,7 (16,6) 35,7 (-1,1) 17,9 (-1,5) 15,7 (-2,6) 19 (-0,5) 20,9 (-14,7) 15,6 (-14,2) 45,2 (1,5) 100 100 100 1.011 630 338 37,6 19,8 42,7 100 10.931 P-valor de χ222 de Pearson = 0,000 13 Tabla 4. Tabla de contingencia situación profesional – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Situación profesional Empresarios Autónomos Asalariados Total Alto grado % (residuos) 47,8 (5) 40,7 (2,7) 36,4 (-5,1) 37,5 A veces % (residuos) 21,7 (1,2) 20,9 (1,1) 19,5 (-1,6) 19,8 Bajo grado % (residuos) 30,5 (-5,8) 38,4 (-3,5) 44,2 (6,3) 42,8 % 100 100 100 100 Casos 525 1.405 8.951 10.881 P-valor de χ24 de Pearson = 0,000 Tabla 5. Tabla de contingencia situación profesional – exigencias emocionales, segmentado según sector de actividad (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Situación profesional Alto grado % (residuos) A veces % (residuos) Sector agrario 36,1 (2,3) 22,5 (0,5) 18,8 (-1,7) Sector industrial 28,6 (1,6) 20,5 (-0,6) 22 (-0,6) Sector construcción 16,3 (-0,7) 21,1 (0,8) 18,9 (-0,2) Sector servicios 19,8 (0,3) 20,7 (1,2) 18,9 (-1,2) Bajo grado % (residuos) % Casos Empresarios Autónomos Asalariados 38,9 (2,5) 3,5 (4,3) 14,6 (-5,4) 25 (-4) 43,9 (-4,1) 66,6 (5,9) 100 100 100 36 173 335 Empresarios Autónomos Asalariados 35,7 (1,5) 37,3 (2,4) 27,8 (-3) 35,7 (-2,6) 42,2 (-1,8) 50,2 (3,1) 100 100 100 98 166 1.539 Empresarios Autónomos Asalariados 44,2 (3,6) 37,9 (3) 25,8 (-4,8) 39,4 (-2,7) 41,1 (-3,3) 55,2 (4,5) 100 100 100 104 190 1.119 Empresarios Autónomos Asalariados 54,2 (4,1) 43,4 (0,6) 41,8 (-2,7) 26 (-4,4) 36 (-1,5) 39,2 (3,7) 100 100 100 288 876 5.959 P-valor de χ24 de Pearson = 0,000 (todos los sectores menos industrial) P-valor de χ24 de Pearson = 0,008 (sector industrial) Tabla 6. Tabla de contingencia tipo de contrato – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Tipo de contrato Indefinido Temporal Total Alto grado % (residuos) 39,5 (7,6) 30,6 (-7,6) 37 A veces % (residuos) 19,3 (-0,3) 19,6 (0,3) 19,4 Bajo grado % (residuos) 41,2 (-7,2) 49,8 (7,2) 43,6 % 100 100 100 Casos 6.108 2.384 8.492 P-valor de χ22 de Pearson = 0,000 Tabla 7. Tabla de contingencia sexo – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Sexo Hombre Mujer Total Alto grado % (residuos) 36,5 (-2,8) 39,1 (2,8) 37,6 A veces % (residuos) 19,7 (0,0) 19,8 (0,1) 19,8 Bajo grado % (residuos) 43,8 (2,8) 41,1 (-2,8) 42,7 % 100 100 100 Casos 6.392 4.539 10.931 P-valor de χ22 de Pearson = 0,008 14 Tabla 8. Tabla de contingencia tipo de contrato – exigencias emocionales, segmentado según sector de actividad (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Tipo de contrato Alto grado % (residuos) Indefinido Temporal 23,7 (3,7) 8,3 (-3,7) Indefinido Temporal 28,6 (1,8) 23,5 (-1,8) Indefinido Temporal 30,1 (3,5) 20,7 (-3,5) Indefinido Temporal 44,4 (4) 38,3 (-4) A veces % (residuos) Sector agrario 13,2 (-1,7) 21,1 (1,7) Sector industrial 23 (1,7) 18,4 (-1,7) Sector construcción 18,5 (-0,5) 19,7 (0,5) Sector servicios 18,5 (-0,9) 19,6 (0,9) Bajo grado % (residuos) % Casos 63,2 (-1,3) 70,6 (1,3) 100 100 114 180 48,4 (-3) 58,1 (3) 100 100 1.189 315 51,3 (-2,7) 59,6 (2,7) 100 100 594 473 37,1 (-3,4) 42,1 (3,4) 100 100 4.213 1.416 P-valor de χ22 de Pearson = 0,001 (agrario); P-valor de χ22 de Pearson = 0,010 (industrial); P-valor de χ22 de Pearson = 0,002 (construcción); P-valor de χ22 de Pearson = 0,000 (servicios) Tabla 9. Tabla de contingencia edad – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Grupos de edad 16-24 25-34 35-44 45-54 55 y más Total Alto grado % (residuos) 26,6 (-7,8) 36,3 (-1,8) 39,3 (2,5) 42,3 (5,1) 37,3 (-0,2) 37,5 A veces % (residuos) 20,7 (0,9) 20,1 (0,6) 20,8 (1,8) 16,9 (-3,7) 20,1 (0,3) 19,7 Bajo grado % (residuos) 52,7 (7) 43,6 (1,2) 39,9 (-3,9) 40,8 (-2,1) 42,6 (-0,1) 42,7 % 100 100 100 100 100 100 Casos 1.077 3.305 3.286 2.182 1.059 10.909 P-valor de χ28 de Pearson = 0,000 Tabla 10. Tabla de contingencia nivel de estudios – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Nivel de estudios Básicos Medios Universitarios Total Alto grado % (residuos) 26,9 (-1,7) 28,8 (-12,1) 41,2 (12,5) 34,1 A veces % (residuos) 20,8 (0,2) 19,9 (0,7) 20,5 (0,7) 20,1 Bajo grado % (residuos) 52,3 (1,5) 51,3 (12,1) 38,3 (-12,5) 45,7 % 100 100 100 100 Casos 130 5.190 4.053 9.373 P-valor de χ24 de Pearson = 0,000 Tabla 11. Tabla de contingencia antigüedad – exigencias emocionales (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Antigüedad Menos de 6 meses De 6 meses a 3 años De 3 a 6 años De 6 a 10 años Más de 10 años Total Alto grado % (residuos) 26,6 (-9,6) 34,3 (-4,6) 38,5 (0,9) 39,3 (1,4) 45,4 (10,4) 37,5 A veces % (residuos) 20,1 (0,4) 19,5 (-0,3) 20,5 (0,9) 21 (1,3) 18,6 (-1,7) 19,7 Bajo grado % (residuos) 53,3 (9) 46,2 (4,8) 41 (-1,6) 39,7 (-2,5) 36 (-8,8) 42,8 % 100 100 100 100 100 100 Casos 1.538 3.251 1.713 1.382 2.950 10.834 P-valor de χ28 de Pearson = 0,000 15 Tabla 12. Tabla de contingencia ocupación – exigencias emocionales, segmentado por sexo (porcentajes horizontales; residuos estandarizados corregidos entre paréntesis) Ocupación Alto grado (residuos) % A veces (residuos) Mujeres 14,3 (-0,7) Trabajadores de la construcción y minería Camioneros, repartidores, taxistas Personal sanitario Personal docente Limpieza, cocineros, camareros Vendedores, agentes comerciales, dependientes Empleados administrativos Agricultores, ganaderos, pescadores, marineros Defensa y seguridad Mecánico, reparador, soldador Obrero en producción industrial mecanizada Trabajador industria tradicional, artesano Profesionales del derecho, CCSS, artes Técnicos en ciencias e informática Directivos de empresas o adms. públicas Otras ocupaciones de estudios medios o superiores 42,9 (0,4) Trabajadores de la construcción y minería Camioneros, repartidores, taxistas Personal sanitario Personal docente Limpieza, cocineros, camareros Vendedores, agentes comerciales, dependientes Empleados administrativos Agricultores, ganaderos, pescadores, marineros Defensa y seguridad Mecánico, reparador, soldador Obrero en producción industrial mecanizada Trabajador industria tradicional, artesano Profesionales del derecho, CCSS, artes Técnicos en ciencias e informática Directivos de empresas o adms. públicas Otras ocupaciones de estudios medios o superiores 27,3 (-7,9) Hombres 19,1 (-0,6) 29,3 (-3,7) 74 (8,7) 69,5 (10,2) 30,7 (-3,4) 40,7 (2,4) % Bajo grado (residuos) % % Casos 42,9 (0,2) 100 28 25 (-1,6) 75 (13,2) 76,5 (14,6) 27,4 (-10,5) 31,6 (-5) 12,5 (-1) 17,1 (-1,2) 13,1 (-3,2) 17,6 (-2,4) 24,5 (3,8) 62,5 (2,5) 7,9 (-12,2) 10,4 (-11,9) 55 (12,4) 43,9 (1,8) 100 100 100 100 100 32 304 336 1.352 836 37,8 (-0,9) 17,2 (-5,5) 23,1 (2,6) 21,4 (0,5) 39,1 (-1,3) 61,4 (5,1) 100 100 809 145 43,2 (0,5) 45 (0,5) 15,7 (-5,2) 29,5 (1,6) 25 (0,6) 16,5 (-0,9) 27,3 (-1,9) 30 (-1) 67,8 (5,9) 100 100 100 44 20 115 24,3 (-3,3) 23,5 (1) 52,2 (2,5) 100 115 68,3 (6,1) 18,3 (-0,4) 13,5 (-5,8) 100 104 44,7 (1,1) 57,6 (5) 18,8 (-0,2) 15,3 (-1,5) 36,5 (-0,9) 27,1 (-3,8) 100 100 85 170 61,1 (2,7) 16,7 (-0,5) 22,2 (-2,3) 100 36 53,6 (8,2) 100 1.356 24,3 (2,9) 11,4 (-2,3) 17,8 (-0,7) 20,4 (0,5) 19,8 (0,0) 46,3 81,3) 14,6 (-6,6) 12,7 (-9,3) 48,9 (2,9) 39,5 (-2,4) 100 100 100 100 100 559 123 213 685 668 43,9 (3) 24,1 (-5,2) 20,8 (0,5) 19,6 (0,0) 35,3 (-3,3) 56,3 (5,1) 100 100 346 378 57,9 (7,3) 30 (-2,9) 20,5 (-6) 15,4 (-1,8) 22,2 (1,3) 19,2 (-0,2) 26,6 (-5,7) 47,8 (1,7) 60,3 (6) 100 100 100 259 423 312 25,1 (-3,5) 20,3 (0,2) 54,6 (3,2) 100 207 64 (6,1) 12,6 (-1,9) 23,4 (-4,4) 100 111 45,3 (2,9) 51,2 (6,2) 19,2 (-0,2) 18,9 (-0,4) 35,5 (-2,7) 29,9 (-5,7) 100 100 215 391 52,3 (3,5) 18,9 (-0,4) 29,9 (-5,7) 100 109 P-valor de χ232 de Pearson = 0,000 16 ANÁLISIS DE LA RELACIÓN DE LAS FORMAS ORGANIZACIONALES CON EL PERFIL GERENCIAL Y LA SATISFACCIÓN LABORAL: UN ESTUDIO EN PYMES DEL BAJÍO AUTOR: JUAN ALBERTO VARGAS TÉLLEZ1 RESUMEN Se identifican y describen las formas organizacionales de 13 PYMES en la ciudad de León, Guanajuato, con el propósito de apreciar su relación con los perfiles gerenciales y la satisfacción laboral de los empleados. Los resultados preliminares ubican a la mayoría de las empresas como tradicionales y tayloristas, y sólo algunas tienen unos pocos rasgos de toyotismo y/o de formas organizacionales vanguardistas. Los perfiles de desarrollo o maduración de los empresarios o gerentes son de medios a bajos, y en general existe una satisfacción laboral de media a baja en las empresas estudiadas. Se analizan y comentan las relaciones entre estos factores. 1. Introducción Las organizaciones empresariales han jugado un papel fundamental a lo largo de la historia, como estructuras sociales a través de las cuales se generan, transforman, producen y comercian los bienes de consumo que las personas necesitan para subsistir o cubrir el sinfín de necesidades primarias y secundarias. También han sido el lugar en donde los seres humanos han tenido formas particulares de interacción, desde las básicas relaciones formales jefe-subordinado y las de compañeros de trabajo, hasta todas aquellas que suelen llamarse informales como las amistades y enemistades, los subgrupos y las subculturas, por ejemplo, que no son menos importantes para la dinámica organizacional. En ellas se han estructurado complejas relaciones de poder y de sumisión, de solidaridad o bien de confrontación; lugar, también en donde los individuos han dado sentido a sus vidas o, por el contrario, lo han perdido. No es, extraño, entonces, que se haya dedicado tanto esfuerzo y energía, desde siempre, a tratar 1 Profesor-investigador, Escuela de Educación y Desarrollo Humano, Universidad de La Salle Bajío, León, Guanajuato de mejorarlas, sea pensando en la vida de quienes las integran, como sería el caso de la psicología del trabajo, o sea tan sólo pensando en su eficiencia y productividad, como es el caso de los modelos del management; también ha habido un gran interés en tratar de entenderlas o explicarlas, bajo todo tipo de posturas filosóficas y sociológicas como serían las empiristas, las positivistas, las mecanicistas, las organicistas, las estructuralistas, las funcionalistas, las constructivistas, etc. Las organizaciones, como la misma sociedad, se han venido transformando desde las condiciones de vida laboral más inhumanas hasta lograr formas más aceptables para equilibrar la calidad de vida con la tan deseada productividad. De entre una gran variedad de visiones o paradigmas, uno que en especial destaca por su interés y dedicación en este sentido, es el pensamiento humanista, que precisamente en su denominación asienta el centro de su interés: el ser humano. Al revisar la evolución de las formas organizacionales desde el surgimiento de la revolución industrial a nuestros días, puede observarse un creciente interés en la búsqueda del equilibrio humanismoproductividad. No obstante, parece que siempre acaba por inclinarse la balanza del lado de la productividad, con la tan “evidente” razón de que si no fuera así, quizás las organizaciones no habrían sobrevivido hasta ahora. Precisamente este es el centro de atención de este estudio, analizar la manera en que las formas organizacionales toman lugar en las PYMES, especialmente las denominadas Nuevas Formas Organizacionales (NFO). Al parecer, todo empresario o directivo actual dice reconocer plenamente la importancia del factor humano para su organización, señalándolo como el eje central de la vida de la empresa, pero al interrogar a los demás interesados, es decir, a los trabajadores, en la gran mayoría de los casos parecen diferir del todo con sus superiores, además de que los hechos generalmente dicen otra cosa (los ajustes de personal, los bajos salarios, el abuso del poder, etc.). 2. Las Formas Organizacionales 2.1 Las Formas Tradicionales y el Taylorismo-Fordismo Algunos autores (Gallardo, 2007; De la Garza, 2007), suelen referirse a las formas organizacionales2 predominantes de los últimos cien años, como tres grandes modelos: 2 Las "formas organizacionales", según Heydebrand (1989), son un sistema de variables estructurales y propone seis dimensiones o variables para delinearlas o categorizarlas: 1) Tamaño de la fuerza de trabajo, referido al número de personas que integran la organización; 2) Objeto de trabajo, identificando si se diferencian por producir utilidades, proporcionar servicios o manipular símbolos a través del procesamiento de la información y de la toma de decisiones; 3) Medios de trabajo, que es la naturaleza taylorismo, fordismo y más recientemente el toyotismo (también denominado lean production –producción ligera-). Los dos primeros fuertemente relacionados en tiempo y perspectiva. De la Garza (2007), resume estas dos formas organizacionales con las siguientes características básicas: Separación tajante entre concepción y ejecución. Es decir, dejar las tareas físicas de la producción al obrero y separarlas de las de la supervisión, organización, planeación de la producción a cargo de los mandos medios y gerencia. La reglamentación más estricta posible de las tareas, del método de trabajo, el uso de las herramientas y los momentos de intervención del obrero en el proceso productivo. Específicamente, la medición del trabajo a través de su descomposición, parcialización en operaciones simples, estándar, que permitían realizar el trabajo con mayor intensidad. El fordismo añadió la circulación continua de la materia a transformar frente a un obrero fijo, la cadena que fija el ritmo de trabajo, que facilita la estandarización, y el paso de la producción en pequeños lotes a la de la masa con nuevas normas de producción y de productividad y que extrema la parcialización del trabajo. Otra Forma Organizacional es la Tradicional, sugerida como clasificación en el estudio de De la Garza (2005), sobre los modelos de producción en las maquiladoras mexicanas. Esta forma de trabajo hace referencia a un esquema administrativo pobre o asistemático, casi artesanal, de baja tecnología, división y organización del trabajo de manera empírica, es decir, sin estudios o análisis de las tareas, sin clara definición de objetivos, etc. Por supuesto, esta forma de trabajo fue la predominante antes de la aparición de la Administración Científica de Taylor, pero es evidente que aún persiste, sobre todo en los países en vías de desarrollo. de la herramientas, máquinas o instrumentos utilizados, y en general, el tipo de tecnología o el grado de complejidad tecnológica que emplean en la producción; 4) División del trabajo, es la composición ocupacional y de competencias de la fuerza de trabajo, así como la estructura administrativa de control tal y como ésta se manifiesta en la estructura departamental y divisional de las organizaciones; 5) Control de trabajo, se refiere a la naturaleza de la fuerza, la autoridad, la coordinación y el control administrativo en el nivel del proceso de trabajo o del punto de producción; y 6) Propiedad y control, son las relaciones sociales de producción en el nivel institucional y social. 2.2 Nuevas Formas de Organización del Trabajo Estas denominaciones hacen referencia a características que resaltan principalmente en el modelo japonés, representado particularmente en la literatura especializada, por la empresa Toyota (Alcover y Gil, 1999; Gallardo, 2007; Tunal, 2007; De la Garza, 2008), desde mediados del siglo XX. Para estos modelos productivos resulta importante la eliminación de los recursos redundantes considerados como despilfarro y la implantación de la producción ligera, diferenciándose del modelo fordista en la necesidad de menos existencias, menos espacio, menos movimiento de materiales, menos tiempo para preparar la maquinaria, y en general tecnología más austera y optimización del número de trabajadores. De aquí la modalidad “Just in Time” (Justo a Tiempo) muy conocida actualmente. También se caracteriza por la participación de los subcontratistas, que no se eligen tanto por los costos, sino por la capacidad para colaborar eficientemente con la empresa líder, logrando establecer una red cooperativa basada en relaciones de confianza, transparencia y contratos a largo plazo. La participación de los asalariados en las decisiones sobre la producción es otro elemento importante, y presupone una elevada capacidad profesional de los trabajadores, no sólo en cuanto a las taras operativas, sino que implicas una importante autonomía en la toma de decisiones (De la Garza, 2008). Esta situación se refleja también en una menor diferenciación de obreros y técnicos o ingenieros, aumentado las posibilidades de promoción y desarrollo para los operativos. Se trata de modelos centrados en el proceso productivo y su transformación organizativa que puede sintetizarse en la aplicación del Control Total de Calidad y el Justo a Tiempo. De la Garza (2007) resumen la perspectiva de estas formas de organización de la siguiente manera: Disminuyen la separación tajante entre concepción y ejecución de las tareas o actividades productivas. La consideración de que no es posible reducir todas las actividades a operaciones simples (como lo han pretendidos los modelos taylorista y fordista); siempre hay situaciones en el proceso que serán atendidas de manera personal por el trabajador, conforme a su conocimiento y disposición. Se pretende delegar la capacidad de decisión a los trabajadores, disminuyendo la función de supervisión y las reglas burocráticas. Se requiere contar con el involucramiento consciente y convencido del trabajador, como elemento esencial para lograr eficiencia operativa. Se da una visión social de la producción (trabajo en equipo) diferente al individualismo de los modelos anteriores. El funcionamiento organizacional de estos modelos requiere de formas de comunicación que no sean solamente verticales, sino en todas direcciones. Puede decirse entonces, que este conjunto de modelos productivos o formas organizacionales, centran sus características diferenciadoras en aspectos sociales y manejo de poder que en meras cuestiones técnicas. Sin duda, en esta forma de organización podemos apreciar una mayor atención a la participación y a lograr la confianza de los trabajadores, si se desean alcanzar los objetivos de la empresa, aspectos coincidentes de la visión humanista. Sin embargo, cabe preguntarse si la preocupación real de esta modalidad organizacional sigue siendo, en esencia, sólo la productividad, siendo el factor humano, sólo un recurso más. Habrá que considerar, necesariamente, el contexto y las características específicas de la empresa, el empresario y de los propios colaboradores. Más allá del toyotismo, están surgiendo diferentes formas de organización, que en ocasiones hasta es difícil precisar su categoría o clasificación. En la siguiente sección analizaremos algunas de ellas, para más tarde observar en que aspectos reflejan la influencia de la visión humanista. 2.3 Características humanistas de las nuevas formas organizacionales. Los trabajos e ideas revisados anteriormente, desde el toyotismo a las NFO, aluden a los cambios que las organizaciones han tenido recientemente y la tendencia que probablemente seguirán; en esos planteamientos pueden observarse claramente diferentes aspectos que se relacionan con la perspectiva humanista. No necesariamente los autores mencionados hacen referencia a esta visión; más bien es la propuesta de este análisis que esas ideas podrían enmarcarse bajo este paradigma, y para ello pueden señalarse las siguientes características coincidentes con ella3: La integración y la innovación que requieren las nuevas formas organizacionales se fundamentan en la participación y compromiso de las personas, aspectos que sólo pueden conseguirse en un clima laboral sano. 3 Características propuestas por el autor. La consideración de que la racionalidad es limitada ha hecho necesario cada vez más recurrir a modelos o teorías cognitivas o a la psicología en general, para comprender aún más fondo la manera en que los factores subjetivos influyen en los diversos procesos que tienen en lugar en las organizaciones. La relevancia que el concepto de cultura organizacional ha venido tomando, subraya que los aspectos humanos específicos de cada contexto en que se inserta una organización, resultan relevantes para la obtención de resultados positivos o productivos. Valores, hábitos, tradiciones, creación y transmisión de significados, etc., son fundamentales para el estudio y comprensión de la organización. La necesidad de trabajar por equipos de proyecto o fuerza de tareas, requiere una reconsideración de las prácticas administrativas tradicionales que no pueden responder a esta demanda de la nueva organización flexible o "acoplada flojamente". La nueva organización flexible requiere de "trabajadores del conocimiento" y éstos tienden más a la autogestión, situación que no se puede dar en una empresa con una visión conservadora mecanicista, rígida y autocrática. El ambiente nebuloso, inestable y altamente dinámico de los ambientes en que se insertan las empresas de hoy, requiere que las personas sean más independientes, automotivadas, autodeterminadas y facultadas, aspectos que sólo pueden tener lugar en un ambiente como el que promueven filosofías que pongan como centro al ser humano y tengan una visión holista de la realidad. 3. Satisfacción Laboral y Productividad La relación entre la satisfacción laboral y la productividad es un tema ampliamente estudiado (Hellriegel, Slocum y Wodman, 1999) precisamente por su importancia para las organizaciones. Sin embargo, como puede apreciarse en la literatura, aún siguen existiendo dudas sobre los factores determinantes en esta relación, así como la aseveración de que muchas empresas bajo esquemas organizacionales más bien autocráticos y fuertemente directivos, logran la productividad. El tema ha continuado estudiándose, como lo mencionan trabajos más recientes (p.e. Savery y Luks, 2001, Davis, 2004; Koh y Boo, 2004; Appelbaum y otros; 2005; Gil y otros, 2005), y que claramente confirman una relación estrecha entre estos factores y la productividad. Los estudios suelen señalar que cuando las personas se sienten a gusto y satisfechos con su trabajo, la productividad suele mejorar, trayendo los tan deseados beneficios económicos. Por supuestos, las maneras de crear ambientes positivos y la diversidad de factores implícitos son tan amplias que los investigadores se han visto con serios problemas para “objetivizar” sus resultados. No obstante, la evidencia inclina la balanza a que las relaciones que establecen los jefes con sus colaboradores tienden a ser un factor determinante en esta cadena clima organizacional, satisfacción laboral y productividad. La empresa Gallup (especialista mundial en encuestas de opinión) ha realizado una serie de investigaciones que culminaron en la publicación del libro “Primero rompa todas las reglas” de Marcus Buckingham y Curt Coffman (2003), cuya base expositiva son las entrevistas a más de 80 000 (ochenta mil) gerentes o managers en más de 400 (cuatrocientas) empresas. También aplicaron una encuesta a 105 000 (ciento cinco mil) empleados de 2 500 (dos mil quinientas) unidades de negocios. Su sencilla encuesta de doce preguntas es el fruto de una minuciosa depuración de cientos de reactivos relacionados con el clima organizacional y la satisfacción laboral. Las conclusiones de estos estudios refieren que no es la remuneración, ni los beneficios, ni los estímulos, ni el carisma del líder corporativo, sino la relación interpersonal que el manager, supervisor o jefe inmediato establece con el personal operativo. Concretamente consideran que existen al menos cuatro competencias o habilidades esenciales (ellos les llaman “llaves”), que hacen “fuerte” un lugar de trabajo: 1) Saber seleccionar personal con base en su experiencia, inteligencia y determinación; 2) Establecimiento de expectativas o metas claras; 3) Motivar a las personas ayudándoles a identificar y superar sus debilidades y 4) Desarrollar a la persona ayudándole a aprender y a ser ascendida. En un estudio reciente Vargas (2008) investigó la relación que existe entre el nivel de Autorrealización o Autoactualización de los gerentes o supervisores, con la satisfacción laboral de sus colaboradores y sus niveles de productividad o desempeño, en un grupo de 16 PYMES de León, Guanajuato. En general se pudo apreciar que existe un nivel medio de satisfacción laboral en casi todas las empresas abordadas, así como perfiles del POI (Personal Orientation Inventory) con niveles abajo del promedio estándar de Autoactualización en los supervisores; se encontraron correlaciones entre la mayoría de escalas del POI (nivel de desarrollo personal del empresario o supervisor), e ítems de SL (encuesta de satisfacción laboral), especialmente los relacionados con el binomio jefe-subordinado. También se encontraron correlaciones importantes en tres de los cuatro indicadores de productividad considerados para este estudio con la SL. 4. Objetivos y Metodología 4.1 Objetivo y preguntas de investigación El objetivo de este estudio fue identificar y describir las Formas Organizacionales de algunas PYMES de la ciudad de León, Guanajuato, así como los perfiles gerenciales y el nivel de Satisfacción Laboral de los trabajadores, y analizar las relaciones entre estos factores. Las preguntas de investigación planteadas fueron las siguientes: ¿Qué características poseen las Formas Organizacionales de las PYMES seleccionadas (tradicionales, tayloristas-fordistas o toyotistas)? ¿Cómo perciben los diferentes actores (gerente general o empresario, gerente operativo y trabajador) su forma particular de organizar el trabajo? De existir diferencias en estas percepción ¿en qué rubros o aspectos de la organización del trabajo tienen lugar? ¿Existe alguna relación entre las características o perfiles psicológicos de los empresarios y gerentes con los niveles de satisfacción laboral de los trabajadores? 4.2 Metodología Se seleccionó una muestra de 30 PYMES industriales de la ciudad de León, de las cuales finalmente sólo se pudieron obtener datos completos de 13 de ellas. Para identificar el tipo de Forma Organizacional, se aplicaron las encuestas hechas para este fin (previa revisión y adaptación) del estudio “Estrategias Empresariales de Reestructuración en la Maquila” de Enrique de la Garza y su equipo de investigación (2007). Estas son: 1) Encuesta Nacional de Industrialización en la Maquila (a gerente general o empresario) compuesta por 54 preguntas; 2) Entrevista para jefe de departamento o supervisor operativo, compuesta por 23 preguntas y 3) Entrevista para Obrero Informante Calificado (10% de la plantilla operativa), compuesta por 40 preguntas. Para su análisis se organizaron las respuestas de los tres niveles de la siguiente manera: Gerente General: 1) Formalización del trabajo (procedimientos para asignar y promover a los trabajadores, uso de manuales de operación y supervisión del mantenimiento); 2) Comunicación (formas de supervisión y comunicación, y maneras de estimular la comunicación de los trabajadores) ; 3) Movilidad interna del personal ( frecuencia, motivos y medios para mover internamente a los trabajadores); 4) Involucramiento del personal en la toma de decisiones (áreas y maneras en que se fomenta la participación del trabajador); 5) Nuevas formas de organización del trabajo (si se practican círculos de calidad, “just in time”, kan ban, etc.) y 6) Relaciones laborales (si existen procedimientos formales o informales para que los trabajadores intervengan en la dinámica de la organización, como en los cambios tecnológicos, procesos de trabajo, formas de trabajo y movimiento interno del personal). Gerente Operativo (prácticamente son las mismas categoría que para gerente general): 1) División y formalización del trabajo; 2) Comunicación y supervisión; 3) Movilidad interna del personal; 4) Involucramiento del personal en la toma de decisiones; 5) Nuevas formas de organización del trabajo y 6) Relaciones laborales. Trabajador u Obrero Calificado: 1) Formalización del Trabajo (forma de trabajo, trabajo en equipo, aprendizaje, uso de manuales, toma de decisiones y planeación); 2) Control del trabajo (grado de independencia-dependencia de la supervisión); 3) Flexibilidad del trabajo (variación de tareas y formas de estimular la productividad); 4) Comunicación (es la misma de los otros niveles); 5) Involucramiento en la toma de decisiones (similar a los otros niveles); 6) Compromiso organizacional (disposición al trabajo y posibilidades de abandono de la empresa) y 7) Percepción del trabajo (agrado-desagrado del trabajo). Para medir el perfil de autorrealización o madurez de los gerentes o empresarios se utilizó el Inventario de Orientación Personal de Shostrom (POI, 1964)). Este inventario sólo se aplicó al empresario y/ supervisor del área de producción, es decir a aquella persona responsable directa del personal. Unidades de análisis de la Autoactualización. Se tomaron los siguientes elementos que integran el concepto: Competencia en el tiempo (escala Tc): Tendencia a vivir en el presente y ver la vida como un continuo, evitando los resentimientos del pasado y el exceso de preocupaciones por el futuro. Dirección Interna (escala I): Se considera el principal elemento de la Autoactualización; Define la autosuficiencia personal y la tendencia a no depender emocionalmente de otras personas. La persona está más motivada por metas u objetivos de realización profunda, viendo el éxito y el fracaso fundamentalmente como medios de aprendizaje. Valores Autorrealizantes (escala Sav): Es la importancia que da la persona a conceptos afines al crecimiento interior. Existencialidad (escala Ex): Es la capacidad de la persona para aceptar puntos de vista diferentes; libertad y creatividad van asociadas a esta cualidad, buscando más la conciliación que la confrontación, aún cuando no temen confrontar apasionadamente ante situaciones de justicia y equidad, por ejemplo. Reacción a los sentimientos y necesidades internas (escala Fr): Refiere a la capacidad de estar consciente de las propias necesidades y sentimientos. Sirven como fuente de información para toma de decisiones más prudentes o acertadas. Espontaneidad (escala S): Marca la autenticidad y espontaneidad personal, lo que es posible debido a la baja conflictiva interior y concentración en las tareas presentes. Autoestima (escala Sr): Señala el valor a sí mismo y tener conciencia de las propias fortalezas. Autopercepción (escala Sa): Es la capacidad de estar conscientes de la necesidad de mejorar continuamente. Le da balance a la autoestima al no perder de vista que nunca se deja de crecer interiormente. Naturaleza del Hombre (Nc): Es la concepción de la naturaleza esencialmente noble del ser humano, y ver optimistamente sus posibilidades evolutivas. Sinergia (escala Sy): Es la capacidad de sintetizar los opuestos; ver el lado positivo de las partes en conflicto, buscando conciliar y armonizar. Aceptación de la Agresión (escala A): Es la expresión adecuada y pertinente de sentimientos de enojo o frustración, aceptándolos como parte esencial de la naturaleza humana. Capacidad para el Contacto Íntimo (escala C): Es la capacidad para expresar sentimientos personales y permitir que otros los expresen, como una manera de estar más en contacto con las personas. Para medir la satisfacción laboral de los colaboradores se empleó el listado de doce preguntas (anexo) utilizado en los estudios de Buckingham y Coffman (2003), con base en una escala de Likert. Los cuestionarios se aplicaron sólo al personal operativo del área de producción. Las unidades de análisis de la Satisfacción Laboral se refieren a los siguientes elementos: Expectativas en el trabajo (ítems 1, 2 y 3). La percepción que tiene el trabajador de lo que se espera de él por sus superiores. Apoyo y reconocimiento (ítems 4, 11 y 12). Se refiere a si el trabajador se siente apoyado por sus superiores y si le da reconocimiento por su labor (no en sentido económico) Respeto esencial (ítems 5, 6 y 7). Si el trabajador percibe que se le respeta como persona y se le toma en cuenta en asuntos que le afectan directamente en el trabajo. Trabajo relevante (ítems 8 y 9). Percepción de que lo que se hace tiene fundamental importancia para la organización, y se dan los recursos para que se haga con calidad. Relaciones interpersonales (ítems 10). Identificación con los demás colaboradores o compañeros, manteniendo buenas relaciones. Se refleja comúnmente por tener uno o varios amigos cercanos en la organización. Las características de las empresas estudiadas se presentan en la siguiente tabla: Tabla: 1: Empresas estudiadas Empresa 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 Giro calzado calzado calzado calzado calzado tenería calzado cartón calzado calzado calzado alimentos calzado No. Trabajadores 26 29 250 47 108 48 80 79 307 326 32 74 332 5. Resultados Encuestas de Diagnóstico de Formas Organizacionales. Para facilitar el análisis y manejo de la información se agruparon las respuestas de la encuesta en las categorías de área ya mencionadas en la metodología; Conforme a las categorías establecidas por De la Garza (2007), las formas organizacionales las podemos clasificar en: Conservadoras o Tradicionales (CT), Tayloristas-Fordistas (TF) y Toyotistas o Vanguardistas (TV). En este estudio, se asignó un puntaje a cada una de las respuestas de la encuesta, generalmente de 1 punto cuando se contestaba conforme a una empresa CT, 2 puntos cuando la respuesta se asociaba con TF y 3 puntos cuando era relacionada con TV. La clasificación se ordenó así: hasta 35% sería una empresa CT; de 36 a 69% sería TF y finalmente, igual o mayor a 70% sería una TV. La concentración de datos de la encuesta a los gerentes generales o empresarios, puede observarse en la tabla 2. Tabla 2. Concentrado de la encuesta a Gerentes Generales Empresa AREAS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Pro. Máximos P % P % P % P % P % P % P % P % P % P % P % % P % % Tipo 21 15 71 11 52 10 48 16 76 10 48 10 48 10 48 10 48 10 48 12 57 12 57 6 29 12 57 53 TF Comunicación 15 13 87 8 53 11 73 9 60 9 60 13 87 13 87 13 87 8 53 6 40 8 53 8 53 8 53 65 TF Movilidad Interna 42 22 52 18 43 13 31 14 33 14 33 17 40 17 40 17 40 16 38 40 6 14 14 33 4 10 35 CT Involucramiento en 75 22 29 35 47 59 79 10 13 10 13 20 27 20 27 36 48 42 56 9 12 38 51 36 48 51 38 TF 3 13 3 13 3 13 3 13 3 13 3 13 13 CT 6 12 CT Formalización del P 13 Trabajo 17 38 Toma de decisiones Nuevas formas de 24 6 25 3 13 3 13 3 13 3 13 Organización Relaciones Laborales 66 8 12 8 12 50 76 4 6 4 6 4 6 4 6 4 6 4 6 4 6 4 6 4 6 4 34 146 60 56 23 50 21 67 28 67 28 83 34 83 34 51 21 71 29 71 29 69 Totales y % 243 86 35 83 3 13 3 13 La tabla dos muestra los resultados de las trece empresas, presentado en las columnas paralelamente el puntaje bruto y el porcentaje obtenidos. Se puede apreciar que la empresa tres fue la que obtuvo el mayor porcentaje (60%) y las cinco y diez el menor (21%). El promedio general de las trece empresas fue de 43%. Bajo el esquema ya referido, puede apreciarse que ninguna empresa obtuvo una calificación alta como para ser considerada TV. En general, los rubros Formalización del Trabajo y Comunicación son los que tendieron a ser más altos, es decir, que los gerentes o empresarios consideran que la organización, asignación y distribución del trabajo, así como la supervisión y la comunicación son funcionalmente aceptables. Las empresas uno, seis, 28 43 TF siete y ocho calificaron este rubro superior al 70%, ubicándolas como TV sólo este aspecto, exceptuando el 71% de la empresa uno en Formalización del Trabajo. Las categorías Nuevas Formas de Organización y Relaciones Laborales fueron las que obtuvieron el porcentaje más bajo, es decir, en estas empresas no se ponen en práctica formas modernas de trabajo como equipos de proyecto, grupos autodirigidos, kan ban, etc. Tampoco existen procedimientos formales o informales para involucrar a los trabajadores en los cambios tecnológicos, cambios de organización y procesos del trabajo. Tabla 3: Concentrado de la encuesta Gerentes Operativos. 1 Máximos 2 % 28 3 P % 18 64 15 12 Movilidad Interna 21 Involucramiento en 4 P % 18 64 80 12 8 38 21 9 Nuevas formas de 45 Organización Relaciones Laborales Formalización del P 5 P % 16 57 80 13 8 38 43 9 9 20 58 21 188 77 6 P % 17 61 87 9 8 38 43 6 3 7 36 21 41 71 7 P % 21 75 60 11 9 43 29 9 12 27 36 4 38 59 8 P % 18 64 73 14 9 43 43 0 3 7 7 4 31 51 9 P % 16 57 93 11 9 43 0 3 0 0 7 4 27 45 10 P % 15 54 73 8 9 43 14 12 0 0 7 21 24 65 11 P % 19 68 53 12 9 43 57 9 9 20 36 24 35 81 12 P % 17 61 80 10 12 57 43 9 20 44 41 15 43 76 13 P % 14 50 67 14 9 43 43 3 9 20 26 39 40 100 Pro. P % % Tipo 19 68 18 64 62 TF 93 13 87 11 73 77 VF 9 43 9 43 9 43 43 TF 14 12 57 12 57 12 57 38 TF 0 0 9 20 9 20 9 20 16 CT 67 30 52 4 7 4 7 21 36 30 CT 53 69 37 62 33 66 35 80 43 53 TF Trabajo Comunicación y Supervisión Toma de decisiones Totales y % La tabla tres muestra el concentrado de datos de la encuestas a los gerentes o supervisores operativos. La empresa nueve fue la que obtuvo el porcentaje más alto (53%), y la cinco el más bajo (24%). La apreciación general de los gerentes operativos sobre la forma de trabajo fue en promedio más alta que la de los gerentes generales (53%); ambos grupos coinciden en calificar más alto a los rubros o categorías Formalización del Trabajo y Comunicación-supervisión; ésta última fue aún mayor para los gerentes operativos (77%), ubicándola como la única que cae con una tendencia TV. De manera individual, las empresas uno, dos, tres, seis, siete, nueve, once, doce y trece, la mayoría de ellas, calificaron alta esta categoría, ubicándola como tipo TV. Ambos, grupos de gerentes coincidieron en calificar más bajo las categorías Nuevas Formas de Organización y Relaciones Laborales, si bien los gerentes operativos las calificaron mejor que los generales. La tabla cuatro muestra los datos obtenidos de las encuestas a Obreros Calificados; se trató de entrevistar aproximadamente al 10% de los trabajadores operativos de cada empresa; los datos se organizaron presentando en la tabla las respuestas que tuvieron mayor frecuencia entre los trabajadores participantes. Tabla 4: Concentrado de la encuesta a Obreros Calificados. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 Pro. Máximos P % P % P % P % P % P % P % P % P % P % P % P % P % % Tipo 40 20 50 11 28 18 45 24 60 24 60 20 50 17 43 23 58 17 43 18 45 22 55 22 55 19 48 51 TF Control 39 23 59 20 51 26 67 28 72 23 59 26 67 24 62 30 77 24 62 25 64 24 62 28 72 28 72 65 TF Flexibilidad 12 6 50 9 75 7 58 9 75 10 83 5 2 17 1 8 6 50 5 42 4 33 4 33 6 50 46 TF Comunicación 12 9 75 9 75 9 75 9 75 7 58 8 67 8 67 7 58 9 75 7 58 8 67 8 67 8 67 68 TF Involucramiento en 21 9 43 9 43 6 29 3 14 6 29 6 29 3 14 9 43 3 14 12 57 3 14 6 29 6 29 30 CT 15 9 60 9 60 9 60 9 60 6 40 3 20 3 20 9 60 3 20 6 40 6 40 6 40 6 40 43 TF 27 15 56 13 48 12 44 12 44 6 22 3 11 9 33 18 67 3 11 6 22 6 22 6 22 6 22 33 CT 166 91 55 80 48 87 52 94 57 82 49 71 43 66 40 97 58 65 39 79 48 73 44 80 48 79 48 49 TF Formalización del Trabajo Toma de decisiones Compromiso con la organización Percepción del Trabajo Totales y % Las categorías de los trabajadores difieren en algunos aspectos de las de los gerentes, ya que los rubros de organización y supervisión no son funciones de ellos. La encuesta para ellos tomó en cuenta factores como control, flexibilidad, involucramiento en la toma de decisiones, compromiso organizacional y percepción del trabajo, explicados anteriormente. Coincidiendo con los grupos de gerentes, el rubro de comunicación fue el más alto con 68%, seguido con el 65% de control (grado de independencia-dependencia de la supervisión); lo que significa que existe una tendencia ligeramente alta a considerar que tienen cierta autonomía en su trabajo. Los trabajadores de las empresas cuatro, ocho y trece evaluaron arriba del 70% el control, ubicándolas para esta categoría como TV. En las empresas uno, dos, tres, cuatro y nueve la comunicación también superó el 70%, mostrando una tendencia hacia TV para esta categoría. La formalización del trabajo, categoría similar a las encuestas de los gerentes, fue considerada un poco más baja (51%), que estos últimos, pero en general los tres grupos coinciden en calificar bajo la organización del trabajo. El Involucramiento en la Toma de Decisiones fue evaluado por los trabajadores con rango menor (30%) que los gerentes de ambos grupos (38%). Las categorías de Compromiso Organizacional y Percepción del Trabajo fueron calificadas con 43% y 33% respectivamente, muy bajas si se toma en cuenta que la comunicación fue evaluada relativamente alta. Tabla 5: Comparativos general de promedios de los tres niveles de la encuesta (Gerentes Generales, Gerentes Operativos y Obreros Calificados) 1 Encuestas Ptos. 2 P % P 3 % 4 5 6 7 8 P % P % P % P % P % P 9 % P 10 11 12 13 % P % P % P % P % Pro. Gtes. Grales. 243 86 35 83 34 146 60 56 23 50 21 67 28 67 28 83 34 83 34 51 21 71 29 71 29 69 28 43 TF Gtes. Optvos. 188 77 41 71 38 59 31 51 27 45 24 65 35 81 43 76 40 100 53 69 37 62 33 66 35 80 43 53 TF Obreros 166 91 55 94 57 87 52 94 57 82 49 71 43 66 40 97 58 65 39 79 48 73 44 80 48 79 48 49 TF En la tabla cinco se presentan los promedios generales de las trece empresas en cada uno de los tres niveles de aplicación de la encuesta. Aún cuando existen obvias diferencias entre ellas, puede apreciarse una tendencia general a calificar más alto por parte de los trabajadores y de los supervisores o gerentes operativos que de los empresarios o gerentes generales (exceptuando la empresa tres). La tendencia general fue a calificar las formas organizacionales como TF (GG: 43%, GO: 53% y OC: 49%). Con respecto a la Satisfacción Laboral, en la tabla seis se presentan los datos generales de las trece empresas. Tabla 6: Concentrado de la encuesta de Satisfacción Laboral RESULTADO DE LAS PREGUNTAS EN % EMP. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 80.0 78.5 70.0 58.5 51.5 56.2 61.5 76.9 70.0 84.6 66.2 73.8 69.0 2 63.8 57.5 60.0 46.3 43.8 42.5 37.5 86.3 68.8 61.3 61.3 70.0 58.2 3 82.2 85.8 80.0 77.8 78.9 75.7 65.4 80.0 75.3 76.0 74.2 70.8 76.8 4 92.1 91.6 86.0 80.0 83.3 83.3 84.7 92.1 90.2 89.3 87.9 94.0 87.9 5 86.0 74.0 78.0 70.0 72.0 70.0 72.0 76.0 84.0 72.0 68.0 70.0 74.3 6 83.6 90.9 69.1 60.0 70.9 70.9 69.1 92.7 90.9 89.1 72.7 72.7 77.7 7 84.3 79.2 69.0 45.5 63.1 61.2 57.6 82.0 73.7 81.6 62.0 67.8 68.9 8 88.0 68.9 74.7 32.0 59.6 55.1 62.2 89.8 76.4 75.1 56.0 71.6 67.4 9 92.0 81.3 89.3 26.7 68.0 68.0 81.3 92.0 81.3 78.7 70.7 65.3 74.6 10 87.3 78.7 66.7 51.3 66.7 63.3 60.0 73.3 66.7 66.0 58.0 58.0 66.3 11 84.2 83.2 73.7 36.8 69.5 75.8 47.4 82.1 68.4 68.4 62.1 63.2 67.9 12 62.3 49.1 55.4 65.1 59.4 45.7 58.9 66.3 58.3 60.6 59.4 72.0 59.4 13 94.3 85.7 100.0 20.0 60.0 65.7 100.0 94.3 74.3 65.7 80.0 60.0 75.0 83.1 77.3 74.8 51.5 65.1 64.1 66.0 83.4 75.3 74.5 67.6 69.9 71.0 Prom. Prom. Tipo En el último renglón de la tabla puede apreciarse que las categorías Apoyo y Reconocimiento, integrada por las preguntas 4, 11 y 12, y Respeto Esencial a la Persona, integrada por las preguntas 5, 6 y 7, obtuvieron los promedios más bajos (inferiores al 70%). Y la pregunta cuatro, “¿He recibido en el último mes algún reconocimiento o felicitación por hacer bien mi trabajo?” fue la más baja con 51.5%. Expectativas en el Trabajo, compuesta por las preguntas 1, 2 y 3, así como Trabajo Relevante, compuesta por las preguntas 8 y 9 obtuvieron las calificaciones más altas (entre 74 y 84%). En la última columna se muestra el promedio porcentual para cada empresa, lo que puede interpretarse como la calificación de Satisfacción Laboral. El promedio general de las trece empresas fue de 71%. Si se considera una calificación del 100% para una satisfacción laboral óptima, según los estudios ya citados de la empresa Gallup, calificaciones entre 90 y 100% son excelentes, entre 80 y 89% son buenas, entre 70 y 79% regulares o aceptables y abajo del 69% son bajas o deficientes. Bajo este esquema sólo la empresa cuatro obtuvo una satisfacción laboral buena; las empresas tres, cinco, seis, nueve y trece aceptables y, el resto, siete de ellas, deficiente. En relación a la escala POI aplicada a gerentes generales y operativos, en las siguientes tablas se presentan los resultados. Tabla 7: Concentrado POI aplicado a Gerentes Generales. Supervisor Esc. TC Esc. I Sav Ex Fr S Sr Sa Nc Sy A C 1 10 74 14 22 12 12 12 16 9 6 17 20 2 10 72 18 13 12 10 12 11 12 6 11 15 3 10 75 18 17 16 14 13 11 10 3 12 18 4 13 84 22 19 12 12 11 12 14 6 16 17 5 10 83 19 21 9 11 13 15 13 5 17 16 6 11 64 17 12 7 11 13 12 7 3 11 11 7 10 89 20 17 16 17 16 12 14 6 16 21 8 11 83 23 15 13 13 14 13 13 7 15 18 9 11 65 17 11 8 10 13 13 7 3 13 11 10 16 84 19 16 15 15 13 14 12 5 17 21 11 12 58 13 12 13 9 8 11 6 2 11 10 12 12 76 20 15 9 11 15 14 11 4 13 16 13 12 63 16 8 11 10 12 13 6 4 12 13 Promedios: 11.4 74.6 18.2 15.2 11.8 11.9 12.7 12.8 10.3 4.6 13.9 15.9 BAJA 14 75 18 15 12 8 10 13 11 6 13 15 MEDIA 18 87 20 20 16 11 12 17 13 7 16 18 ÓPTIMA 20 100 23 25 19 14 14 21 14 8 19 22 Tabla 8: Concentrado POI aplicado a Gerentes Operativos. Supervisor Esc. TC Esc. I Sav Ex Fr S Sr Sa Nc Sy A C 1 13 69 12 16 12 9 8 15 6 4 12 18 2 16 80 16 22 12 11 10 17 7 5 16 18 3 10 84 18 18 15 15 13 12 11 7 15 22 4 13 85 23 18 14 12 12 12 14 6 16 17 5 12 82 21 19 9 11 14 14 13 6 15 17 6 11 88 24 15 15 16 14 12 11 7 17 17 7 13 82 18 17 13 10 13 16 12 4 13 19 8 10 74 17 13 10 10 12 16 6 4 15 17 9 11 74 19 16 10 12 12 13 9 6 14 18 10 13 88 22 18 13 13 15 15 14 6 15 21 11 14 62 10 16 12 7 7 16 5 3 14 14 12 14 71 16 14 13 9 13 11 9 5 16 14 13 11 66 15 11 10 8 11 11 8 3 16 13 Promedios: 12.4 77.3 17.8 16.4 12.2 11.0 11.8 13.8 9.6 5.1 14.9 17.3 BAJA 14 75 18 15 12 8 10 13 11 6 13 15 MEDIA 18 87 20 20 16 11 12 17 13 7 16 18 ÓPTIMA 20 100 23 25 19 14 14 21 14 8 19 22 Puede observarse en general que el perfil POI de ambos grupos es bajo, excepto para las escalas S y Sr. A continuación se describen brevemente los resultados generales: Tc baja: Personas caracterizadas por culpabilidad, remordimiento y resentimiento; hay un anclaje en el pasado que tiende a buscar una continua defensa de las acciones pasadas; esta característica personal impide centrarse adecuadamente en el presente para atender y resolver con efectividad problemas cotidianos. I baja: Existe un bajo autosoporte que se refleja en la búsqueda insistente de la aprobación de los otros; existe una fuerte necesidad de reconocimiento y afecto, justificando las acciones que buscan el propio interés (egocentrismo); el riesgo de la persona que busca el excesivo soporte de los otros es que éste manipula complaciendo. Sav baja: Existe rechazo a los valores del crecimiento o desarrollo, dando importancia a aspectos materiales (al “tener” más que al “ser”). Ex baja: Tendencia a la rigidez o falta de flexibilidad para modificar principios o valores. Fr baja: Pobre manejo de emociones o incapacidad para expresarlas y percibirlas en los otros (baja inteligencia emocional). S media: Confianza en la toma de decisiones y para expresar sus propias opiniones. Sr media: Implica una capacidad regular para autoaceptar las propias fortalezas; afronta riesgos y confía en su habilidad para resolver asuntos no personales; no necesita que los demás acepten sus puntos de vista. Sa baja: Pobre aceptación de sus debilidades o deficiencias; no sienten que deben esforzarse para mejorar. Temen cometer errores y al fracaso; continuamente sienten amenazada su autoestima. Nc baja: Dudan de la naturaleza noble del ser humano y de su capacidad de cooperación; por ejemplo: la gente trabaja sólo por dinero (teoría x). Sy baja: Dificultad para conciliar intereses; experimenta dicotomías y tiende al individualismo. A baja: Reprimen emociones y tienden a que los demás las repriman; les incomoda mostrar sus debilidades; la crítica tiende a encolerizarlos. C baja: Incapacidad para desarrollar contacto íntimo con otras personas; pobres relaciones interpersonales e hipersensibles ante la sensación de ser controlados. 6. Análisis de los Resultados Las formas organizacionales de las empresas estudiadas, en su mayoría, reúnen las características del Taylorismo-Fordismo, si bien con diversos tintes de pre-Tayloristas, conservadoras o tradicionales. Por ejemplo, para asignar a un trabajador de nuevo ingreso a su puesto de trabajo, los mecanismos básicos son la propuesta del jefe o supervisor, y a veces por recursos humanos; ocasionalmente hacen examen de conocimientos. Prácticamente ninguna realiza exámenes de conocimientos. La mayor parte de la capacitación se realiza en el mismo puesto de trabajo, no existe periodos precisos para esta función. La organización del trabajo es fundamentalmente centralizada y con baja participación de los trabajadores en los procesos claves. Si bien algunas empresas mencionaron contar con manuales de procedimientos, su utilización no es frecuente; al respecto existieron contradicciones entre lo dicho por los gerentes y los trabajadores. Para estos en general no existen o se utilizan proco, y para aquellos en general sí existen y se utilizan frecuentemente. Sin duda la percepción que se tiene de una misma realidad tiende a diferir por los diferentes actores involucrados en un contexto determinado. La comunicación y la supervisión fue considerada relevante, y la tendencia general de los tres niveles de aplicación de la encuesta fue a calificarlas como buenas o aceptables. Sin embargo, éstas son evidentemente más verticales que horizontales; si bien se mencionó el uso frecuente de trabajo en equipo, en general estos son muy dependientes de la supervisión y no gozan de autonomía. Respecto a la movilidad interna, las empresas estudiadas la realizan poco y fundamentalmente para cubrir faltas, demandas excesivas de producción o cambios de departamento. La pobre movilidad puede limitar el desarrollo del trabajador y la flexibilidad laboral. De la Garza (1998, 178) comenta al respecto: “Los niveles de movilidad interna y sus principales determinantes pueden indicar la medida en que la organización del trabajo posibilita o estimula la realización de un abanico más o menos amplio de funciones productivas, lo cual podría estar relacionado con la confección de nuevas formas de organización del trabajo flexibles y proclives a un desempeño profesional cercano a la polivalencia”. En general estos hallazgos son similares a los encontrados por Adriana Martínez (2005), en un estudio sobre las maquiladoras del estado de Guanajuato y por Teresa De la Garza (2001) en un estudio de MPYMES también en este estado. Respecto a la satisfacción laboral y los perfiles gerenciales obtenidos con base en el POI, se encontraron resultados similares a los hallados por Vargas (2008), en estudio similar en PYMES de León, Guanajuato. Perfiles gerenciales del POI bajos y satisfacción laboral pobre parece ser característica común en estas empresas. En las correlaciones que se efectuaron entre los resultados de los perfiles y la encuesta de doce preguntas sobre la satisfacción laboral (SL) de los trabajadores, no se encontraron medidas significativas entre los gerentes generales y los niveles de SL; sin embargo, sí hubo algunas correlaciones positivas y significativas entre los gerentes operativos y la SL de los trabajadores en los siguientes rubros: Escalas I, Sav, Ex, Fr, S, Sa, Nc, y Sy con la pregunta cuatro (sobre el reconocimiento en el trabajo); las escalas Sav, S, Sa, Nc y Sy con la pregunta cinco (sobre la percepción de ser respetado como persona); la escala Sa con la pregunta seis (preocupación del jefe por el desarrollo del trabajador); las escalas I, Sav, S, Sa, Nc y Sy con la pregunta nueve (compromiso de para trabajar con calidad); y finalmente la escala S con la pregunta (sobre la amistad en el trabajo). Esto podría interpretarse en el sentido de que a un menor perfil gerencial del supervisor o jefe inmediato, la percepción de no ser reconocido y respetado como persona tiende a incrementarse. Y al parecer también el compromiso con el trabajo bien hecho también parece relacionarse positivamente con un mejor perfil gerencial, datos que coinciden con los reportados por Buckingham y Coffman (2003), en sus estudios en empresas de Estado Unidos. Ahora se puede responder a las preguntas que guiaron esta investigación: ¿Qué características poseen las Formas Organizacionales de las PYMES seleccionadas (tradicionales, tayloristas-fordistas o toyotistas)? E La respuesta es evidentemente Tayloristas-Fordistas con matices de tradicionales. ¿Cómo perciben los diferentes actores (gerente general o empresario, gerente operativo y trabajador) su forma particular de organizar el trabajo? En general se pudo apreciar que los gerentes generales tienden a valorar más los rubros Formalización del Trabajo y Comunicación, es decir, que los gerentes o empresarios consideran que la organización, asignación y distribución del trabajo, así como la supervisión y la comunicación son funcionalmente importantes y que operan aceptablemente en sus empresas. Consideran que la participación del trabajador es baja y esto es parte del orden organizacional (lo que es acorde con el pensamiento taylorista-fordista). Para los gerentes operativos la apreciación general sobre la forma de trabajo fue en promedio más alta que la de los gerentes generales (53%); ambos grupos coinciden en calificar más alto a los rubros o categorías Formalización del Trabajo y Comunicación-supervisión; ésta última fue aún mayor para los gerentes operativos (77%), ubicándola como la única que cae con una tendencia TV. De existir diferencias en estas percepción ¿en qué rubros o aspectos de la organización del trabajo tienen lugar? El Involucramiento en la Toma de Decisiones fue evaluado por los trabajadores con rango menor que los gerentes de ambos grupos. Las categorías de Compromiso Organizacional y Percepción del Trabajo fueron calificadas con muy bajas si se toma en cuenta que la comunicación fue evaluada relativamente alta por los gerentes de ambos niveles. Puede apreciarse una tendencia general a calificar más alto por parte de los trabajadores y de los supervisores o gerentes operativos que de los empresarios o gerentes generales. ¿Existen alguna relación entre las características o perfiles psicológicos de los empresarios y gerentes con los niveles de satisfacción laboral de los trabajadores? Especialmente esta relación tiene lugar con los jefes inmediatos; un perfil gerencial bajo sobre todo impacta los rubros de reconocimiento y respeto esencial como persona, además del compromiso con el trabajo bien hecho o de calidad y, finalmente, con las relaciones interpersonales. 7. Conclusiones. Los resultados de esta investigación reafirman lo que otros estudios similares han planteado: las fuertes limitaciones de las empresas mexicanas para competir con el complejo mundo empresarial globalizado de hoy en día. Si se considera que más del 95% de las empresas en el país son MPYMES, la necesidad de promover estrategias que las hagan verdaderamente competitivas es imperiosa. La productividad está estrechamente relacionada con un buen ambiente laboral, que a su vez se fundamenta, entre otros aspectos, con el desarrollo gerencial o empresarial. Las nuevas formas de organización flexible surgirán más fácilmente bajo condiciones laborales favorables, participativas, en donde el trabajador es considerado verdaderamente factor clave y esencial de los procesos productivos, no sólo como fuerza de tarea, sino como actor proactivo e independiente. Referencias: Alcover De la Hera, Carlos María y Francisco Gil Rodríguez. (1999). Influencias de la Nuevas Formas Organizacionales sobre los Equipos de Trabajo. Revista de Psicología General y Aplicada, 52 (2-3), 177-201. Álvarez de Mon, Santiago. La Empresa Humanista y Competitiva. Deusto, España, 1998. Appelbaum, S. H., Adam, J., Javeri, N., Lessard, M., Lion, J., Simard, M., & Sorbo, S. (2005). A case study analysis of the impact of satisfaction and organizational citizenship on productivity. Management Research News. 28 (5), 1-26. Buckingham, Marcus y Curt Coffman. (2003). Primero Rompa Todas las Reglas. México, Norma. Davis, G. 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Irene Sánchez Guevara2 Lic. Vargas Monroy Ma. Guadalupe3 1 Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa correo-e: [email protected] Tel.: 55 58 04 47 90 2 Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco 3 Instituto Politécnico Nacional RELACIÓN ENTRE SATISFACCIÓN LABORAL Y COMPROMISO ORGANIZACIONAL DE LOS TRABAJADORES ADMINISTRATIVOS DE LA COFAA-IPN Resumen El objetivo de esta investigación fue conocer la relación entre los factores de motivación e higiene (Herzberg, 1957) y el compromiso organizacional de los trabajadores de una entidad operativa y de apoyo al IPN, la cual esta integrada por 382 trabajadores de los cuales se tomó una muestra aleatoria simple de 103 sujetos con un 92.5 % de confianza y grado de error de 7.5 %. Se aplicó un instrumento de 80 ítems con una escala tipo likert, del cual 59 ítems corresponden a la motivación e higiene y 21 ítems para compromiso organizacional, y se eliminaron 2 ítems en el análisis con la prueba de t-student. Los factores presentaron un alpha de Cronbach de .945 y .864 respectivamente. Para ello se tomo como guía el instrumento propuesto por Cabrera & Rosales (2007) y se modificó en ambos factores. Como estadístico de asociación se realizo una Correlación Lineal de Pearson. Los resultados arrojaron que hay una relación moderada positiva, es decir, aunque los trabajadores están moderadamente satisfechos, y a pesar de ello existe un alto compromiso organizacional. Otras teorías que se utilizaron en este estudio fueron el Modelo de Meyer y Allen, 1991, la teoría de la motivación humana (Maslow, citado en Kolb, 1977) y la teoría de las expectativas (Vroom, 1979). Palabras clave: Motivación. Higiene, Compromiso, Expectativas, Organizaciones Introducción En el estudio de las organizaciones, un tema de interés es el comportamiento de las personas cuando éstas son miembros de un grupo de trabajo. En diferentes ámbitos, pero especialmente en el ámbito productivo, se pueden observar fenómenos conductuales que expresan esa tendencia del hombre a asociarse con los demás. Uno de los aspectos más importantes de esta tendencia es la vida en el grupo de trabajo, la cual origina una serie de manifestaciones específicas de comportamiento, de acuerdo a la forma de la organización del trabajo. El comportamiento en grupo permite una mayor agilización del trabajo, cuando se orienta con los objetivos de la organización y sus creencias son compartidas en la consecución del beneficio colectivo. Para ello, se requiere contar con condiciones de desarrollo adecuadas a los miembros de la organización y ello ha sido un tema recurrente que genera desafíos en ese intento de concordancia del individuo con la organización. Al respecto, un problema actual que se presenta en las organizaciones económicas es que los empleados ponen poco empeño en sus labores al tener escaso interés en su trabajo. Los progresos que en la actualidad se han hecho respecto a la selección y reclutamiento de la gente en una empresa son muchos; sin embargo, se continúa por lograr mejorar la calidad del trabajo, y dentro de ello se procura que el personal esté motivado para rendir su máximo esfuerzo posible (Herzberg, 1957, citado en Nieto, 2004). La importancia del presente estudio para la sociología del trabajo radica en que, en una organización se presentan elementos internos y externos al individuo que lo llevan a organizarse. Entre esos elementos internos, de acuerdo con Lewin se puede mencionar la tensión por interrumpir una tarea, por frustración por el fracaso o el éxito obtenido (Lewin, citado en Fischer, 1992). Para poder predecir el comportamiento de las personas, hay que considerar la importancia de conocer cuales son los motivos y necesidades que hacen que los individuos produzcan una determinada acción en un momento determinado, es decir, el comportamiento es motivado generalmente por el hecho de alcanzar cierta meta u objetivo. La actitud es un estado mental y neurológico de atención, organizado a través de la experiencia y capaz de ejercer una influencia directiva o dinámica sobre la respuesta del individuo a todos los objetos y situaciones con las que está relacionado (Allport, citado en Rodríguez, 1987). Las personas tratan de satisfacer al menos una parte de sus necesidades, colaborando con otros en un grupo (Fischer, 1990). En él, cada miembro aporta algo y depende de otros para satisfacer sus aspiraciones. Es frecuente que en este proceso la persona pierda algo de su personalidad individual y adquiera un complejo grupal, mientras que las necesidades personales pasan a ser parte de las aspiraciones del grupo. En ello, la expectativa se refiere a la probabilidad percibida de que cierto nivel de esfuerzo colectivo tenga por resultado cierto nivel de producto (Gibson, 1983). Cuando realizamos el trabajo en grupos organizados, algunos de estos nos vienen impuestos y algunos otros son elegidos. Pero la formación de grupo parece ser benéfica para las personas que logran en ellos sus objetivos, satisfacen sus necesidades (Sangrador, 1982) aunque en algunos casos resulta ser todo lo contrario puede perjudicar a nivel organización como el ausentismo, abandono de trabajo, rotación de personal, etc. como lo menciona Katz (1985), si aceptamos que las medidas de satisfacción en el trabajo reflejan la valencia del puesto para quienes lo ocupan, en base a nuestro modelo se deduce que dicha satisfacción debiera estar relacionada con el vigor de la fuerza aplicada a la persona para que permanezca en su trabajo. Cuanto más satisfecho esté un trabajador, mas potente la fuerza que ejerce sobre el para que permanezca en su trabajo y menos posibilidades de que el abandone voluntariamente. (Katz, 1977). Se realizó un instrumento adecuado para medir los factores de motivación e higiene y compromiso con la organización no sólo para beneficio de esta institución, sino también como aporte para investigaciones futuras que permitan el buen desarrollo de Instituciones publicas en México con la colaboración y enfoque de la sociología del trabajo. La finalidad de esta investigación es detectar las posibles causas de la insatisfacción laboral que a su vez recae en el compromiso con la organización de los empleados administrativos, con los resultados de esta investigación la institución a saber COFAAIPN conocerá las fuentes de insatisfacción laboral y podrá tomar las medidas pertinentes para llegar a un mejor rendimiento del trabajador reflejado en una actitud positiva frente a la organización. Lo que define como grupo a un agrupamiento humano, es que esta dotado de una organización interna con finalidad social. (Munné, 1993) si bien podemos considerar entonces, a saber la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas del Instituto Politécnico Nacional; Institución descentralizada que tiene como finalidad contribuir con la función educativa del IPN, ayudando al logro de la excelencia académica de sus profesores, investigadores y alumnos mediante el otorgamiento de becas y apoyos económicos, así como el procurar un equipamiento adecuado y mantener en óptimas condiciones el funcionamiento de laboratorios y talleres, motivo por el cual es importante conocer el grado satisfacción laboral y compromiso organizacional de los trabajadores administrativos de esta institución factores repercuten directamente en el Instituto Politécnico Nacional . ya que estos Individuo, Organización Y Trabajo El individuo está sumido en un contexto donde forma parte de una campo social, este campo social coloca a la persona en una red de intercambios, lo que genera la socialización, que es un proceso de aprendizaje e integración social a través de la relación (Fischer, 1990). Un tipo de grupo mencionado por Fischer (1992) son las agrupaciones sociales las cuales responden a intereses comunes, se caracteriza por las funciones sociales que los individuos deben cumplir en su vida colectiva para que la sociedad siga existiendo; hay varios tipos de éstas agrupaciones pero uno de ellos es el grupo económico donde sus miembros producen y distribuyen los bienes materiales y los servicios necesarios. Una vez que una persona decide pertenecer a una organización se compromete en actos que creen les conducirán a consecuencias valoradas, y el no alcanzar las recompensas laborales esperadas reduce las expectativas de lograrlas, y como consecuencia, fomente actitudes menos favorables hacia las recompensas (Vega & Garrido, 1998). El individuo ingresa en una organización como un subsistema a interactuar con un sistema mayor, la organización. La interacción entre el individuo y la organización implica un compromiso mutuo, el contrato económico como contraprestación al desempeño de su labor, que hace referencia al acuerdo que cubre salarios, horas de trabajo y sus condiciones; y uno tácito llamado contrato psicológico, el cual se define como el mutuo intercambio o reciprocidad entre los objetivos individuales y los de la organización (Bartoli, 1992 citado por Nieto, 2005). Katz (1985) menciona que en la mayoría de las organizaciones de las naciones occidentales la distribución de recompensas es sumamente diferente entre los miembros de los distintos subsistemas. El problema está en mantener a la gente dentro del sistema organizativo y tenerla motivada para que trabaje cuando existen diferencias notables en el grado de recompensa que se da a los varios subgrupos de la organización. Las recompensas no sólo son monetarias, pues también incluyen prestigio y estatus, satisfacciones de realizar un trabajo interesante, identificación con los resultados del grupo y satisfacción de haber tomado decisiones. Y es dentro de las agrupaciones sociales que se encuentra la institución, la cual se compone de características como valores que se transforman en códigos de conducta; hay reglas o leyes escritas; costumbres, prohibiciones, presiones, son permanentes relativamente pues tienden a duran y a reproducirse; son cohesivas, los elementos se refuerza; determinan maneras de pensar y actuar; hay roles sociales que ya están establecidos y los integrantes sólo tienen que asumir su papel (Fischer, 1992). La institución es la formación especifica de las relaciones sociales humanas, poseen un valor fundador; mientras que la organización constituye aplicaciones diversas de estos principios y es una forma instituida, definida, de actividades y relaciones en una realidad específica (Fischer, 1992). El grupo en las organizaciones. Una vez que se establece una norma, los miembros no se desvían fácilmente de ella y algunos se le someten aún en contra de su mejor juicio. Existen estudios (Vroom, 1979) que ilustran el poder del grupo como instrumento de influencia o de control sobre sus miembros; sin embargo, no todos los grupos son igualmente de efectivos para establecer o mantener una sumisión. Festinger, Schachter, Back y otros han investigado las condiciones de grupos que conducen a la sumisión. Estos psicólogos han encontrado apoyo a sus investigaciones de varios parámetros, de los cuales Vroom (1979) menciona tres: 1. Cuanto más atractivo sea un grupo para sus miembros, más posibilidades tendrán éstos de cambiar sus puntos de vista para someterse a los de los demás. 2. Si un individuo no se somete, el grupo probablemente lo rechazará y cuanto más atractivo sea el grupo para sus miembros, más decididamente rechazarán a este individuo. 3. Es más común que se rechace a los miembros del grupo por desviarse de un punto que es importante para el grupo, que de uno que no lo es. Vroom (1979), considera que el grupo tiene también efectos importantes sobre la adaptación de los miembros de la organización. En cierto número de aspectos, los trabajadores que pertenecen a grupos unidos, se ven mejor adaptados que aquellos que no tienen vínculos. Los trabajadores que pertenecen a estos grupos posiblemente mostrarán mayores tasas de satisfacción en el trabajo y menores tasas de tensión, ausentismo y rotación que los trabajadores que no forman parte de grupos unidos (Bayona, 1995). La mejor adaptación se debe, en gran parte, a las satisfacciones y al apoyo psicológico que proporcionan los grupos, y también puede reflejarse en una menor incidencia de las personas ineptas en sus relaciones sociales a adherirse a los grupos. Teoría de la Motivación Humana Mc Gregor, citado en (Kolb, Rubin y McIntyre, 1977) hace un resumen conciso y sencillo de los conceptos de Maslow que considera las motivaciones del individuo en términos de una jerarquía: algunas necesidades superiores son activas en cuanto hayan sido satisfechas las inferiores. Mc Gregor las enlista de manera siguiente: necesidades fisiológicas, necesidades de protección, necesidades del yo y necesidades de autorrealización. necesidades sociales, Trabajo En la sociedad actual, el trabajo es un aspecto altamente valorado, no sólo por las recompensas económicas que proporciona, sino también por las psicológicas (autovaloración, valoración por parte de los demás). Investigaciones defienden que la implicación en el trabajo mantiene asociaciones positivas y significativas con la implicación en el empleo, con el compromiso con la empresa y con la satisfacción laboral (Vega & Garrido, 1998). Un empleo satisfactorio le da al trabajador un sentido de identidad y aumenta sus sentimientos de autoestima, afiliación y pertenencia contribuyendo además a su satisfacción en los restantes aspectos de su vida; todo ello va a influir posiblemente en su felicidad y seguridad emocional (Schultz, 1985) Desde el punto de vista de Vroom (1979) una organización puede obtener la participación de una persona ofreciéndole alicientes que contribuyan de alguna manera al logro de una de sus metas, por lo menos. Los alicientes ofrecidos por una organización son variados y si resultan efectivos para mantener la participación, deben estar basados en las necesidades de los individuos. Por su lado, los individuos desean pertenecer a una organización cuando su actividad en ésta contribuye, directa o indirectamente, a alcanzar sus propias metas personales. La aportación es directa si las metas fijadas por la organización tienen valor personal directo para el individuo. La aportación es indirecta si la organización ofrece recompensas personales, monetarias o de otro tipo, al individuo para que repita su deseo de contribuir con su actividad a la organización. Para este mismo autor las recompensas personales derivan directamente del cumplimiento del objetivo de la organización; los alicientes personales ofrecidos por la organización están relacionados en forma estrecha con su tamaño y crecimiento; y las recompensas personales de derivan de los alicientes ofrecidos por la organización, pero no están vinculadas con el tamaño y crecimiento de la misma y que para el empleado de una organización no voluntaria, el incentivo personal más obvio que ésta le ofrece es el sueldo o salario. Es característica importante y peculiar de su relación con la organización el hecho de que a cambio de este aliciente, él ofrece a aquélla no un servicio específico, sino su tiempo y esfuerzo sin distinción alguna. (Vroom, 1979) Vroom (1979), encuentra que a los participantes de la organización que se denominan empleados, se les ofrece una variedad de incentivos materiales y no materiales, en general no relacionados directamente con el logro de los objetivos de la organización ni con el tamaño y crecimiento de la misma, a cambio de su disposición a aceptar las decisiones de la organización como base para su comportamiento durante su empleo. El área dentro de la cual la autoridad de la organización será aceptada no es ilimitada, y los límites dependerán de los incentivos que la organización pueda otorgar. La motivación es una disposición psicológica (Shultz, 1985), que tiene el sujeto a su trabajo, la cual provoca actitudes que están determinadas por diversos factores que deben ser estudiados pues tiene diversas consecuencias, en la empresa, su supervivencia depende directamente de la satisfacción de sus miembros. Por tanto la satisfacción con el trabajo y el interés por el empleo hará que el trabajo brinde satisfacciones y favorezca la realización personal en lugar de aburrirse o sentirse frustrado (Shutz, 1985). Teoría de los dos factores La satisfacción en el trabajo se puede definir también como la reacción del individuo en la organización en cuanto a su comportamiento encuentra unas respuestas apropiadas en la situación. (Fischer, 1992). Herzberg (1959) bosqueja su teoría de la motivación-higiene, que se basa en la idea de que los factores que llevan a la satisfacción en el trabajo son distintos, más que opuestos, de los que producen insatisfacción en el empleo. Los factores de motivación se encuentran ligados al contenido del trabajo, como la realización o la responsabilidad, son intrínsecos del trabajo y contribuyen directamente a la satisfacción en el mismo; mientras que los factores de higiene, estos reagrupan lo que caracteriza al contexto en que se realiza el trabajo, son extrínsecos al trabajo, como las condiciones de trabajo o el salario, están relacionados directamente con la insatisfacción. De acuerdo con esto, Herzberg llega a la conclusión de que el enriquecimiento del trabajo es el mecanismo central para motivar a los empleados (Campbell & Kiran, 1992). Por su parte, Herzberg, hace hincapié sobre las características que tiene el trabajo en si mismo y sobre su impacto en la satisfacción del obrero (Nieto, 2004). Su postura es que los factores que generan satisfacción producen un comportamiento motivador en el trabajo; es decir, la situación del trabajo cae en dos categorías generales, las responsables de la satisfacción y las responsables de la insatisfacción; solo las primeras pueden motivar la actividad (Milanes H., 2005). Los factores de satisfacción son intrínsecos y los de insatisfacción son extrínsecos. En síntesis, la teoría de los dos factores afirma que la satisfacción en el puesto de trabajo está en función del contenido o de las actividades desafiantes y estimulantes del mismo (factores motivadores: Logro, Reconocimiento, Trabajo en sí mismo, Responsabilidad, Desarrollo y Posibilidad de crecimiento). Mientras que la insatisfacción en el puesto de trabajo depende del ambiente, es decir, del tipo de supervisión, de la relación entre colegas, etc. (factores de higiene: Reglas y políticas de la organización, Supervisión, Interacción Condiciones físicas del lugar, Salario, Status y Seguridad de empleo) (Nieto, 2004). El modelo motivación-higiene también afirma que la satisfacción y el descontento no forman un solo continuo, sino que constituyen procesos separados y diferentes. Por lo tanto, de acuerdo con éste modelo, una persona puede estar satisfecha y descontenta al mismo tiempo (Juárez, 2004). Entre el modelo de Maslow y el de Herzberg existe una vinculación bastante estrecha. En condiciones normales, los factores de motivación e higiene de Herzberg tienden a coincidir con necesidades inferiores o instintivas de la pirámide de Maslow. En ambos enfoques, al no estar presentes o suficientemente satisfechas las necesidades inferiores o higiénicas, no aparecerían como motivadoras las superiores (Katz 1985). Factores de Motivación En el trabajo de Díaz Torres y Quijada Fragoso sobre Relación entre satisfacción laboral y compromiso organizacional se puede encontrar una explicación bastante clara y precisa de cada uno de los factores de motivación e higiene que conforman la teoría bifactorial de Herzberg ya que la presentan a forma de pequeño resumen que explica factor por factor. Citado por (Cabrera & Rosales, 2007) Fischer (1992) menciona que la motivación es el conjunto de fuerzas internas y tendencias que impulsan al ser humano a actuar en un sentido definido; estas fuerzas han sido designadas, a veces como necesidad y a veces como instinto e incluso como deseo. Estos factores tienen que ver con el trabajo mismo y qué tan estimulante es, es decir, la variedad de las tareas, su complejidad, entre otras. Los Factores de Higiene, también conocidos como Extrínsecos, caracterizan el contexto donde se realiza el trabajo y sus consecuencias; se relacionan con el contexto físico y psicológico en el que es desempeñado el trabajo, según Paquin (citado por Díaz & Quijada,2005). Compromiso con la organización Modelo de Meyer & Allen Meyer & Allen (1991, citado en Uribe, 2001) definieron el compromiso como un estado psicológico (sensaciones y/o creencias referentes del empleado hacia la organización) que caracteriza la relación entre una persona y una organización, la cual presenta consecuencias respecto a la decisión para continuar en una organización o dejarla. Es algo que refleja un deseo, una necesidad y/o una obligación de mantenerse dentro de una organización (Belausteguigoitia, 2000). Según estos investigadores, son muchas las definiciones que existen respecto al compromiso, sin embargo, los componentes que consideran más generales y que son más explícitos son el compromiso afectivo, el compromiso de continuidad y el compromiso normativo, que pueden tener origen en el deseo, la necesidad o el deber de permanecer en una institución, respectivamente (Meyer & Allen, 1991). La COFAA La Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas del Instituto Politécnico Nacional fue creada por Decreto Presidencial, expedido el 9 de enero de1967 y publicado en el Diario Oficial de la Federación del 2 de marzo del mismo año, como Organismo Público Descentralizado, otorgándole personalidad jurídica y patrimonio propios. Esta Comisión absorbió las funciones que habían venido desempeñando el Patronato de Publicaciones, el Patronato para las Actividades de Alta Especialización Docente y el Patronato de Talleres, Laboratorios y Equipos. Asimismo, se integraron a la COFAA, el Centro Nacional de Cálculo, CENLEX y el XEIPN-Canal Once. La Comisión tiene las siguientes funciones: Canalizar recursos al IPN para la preparación, actualización y especialización de sus profesores e investigadores, por medio de programas y proyectos específicos de intercambio científico y tecnológico con instituciones y organizaciones nacionales e internacionales. Proveer de equipos, accesorios y materiales a los talleres y laboratorios del Politécnico; apoyar financiera y técnicamente a las operaciones de mantenimiento y conservación de los mismos. Otorgar estímulos para que los profesores e investigadores empleen su tiempo en el desempeño de sus actividades académicas. Proporcionar apoyo financiero al Instituto Politécnico Nacional para el desarrollo de programas de investigación con el objetivo de dar solución a problemas científicos y tecnológicos, así como promover el aprovechamiento de los resultados de dicha investigación. Apoyar el desarrollo de las actividades culturales y educativas a través de la radio, la televisión y otros medios de comunicación masiva. Promover y gestionar aportaciones y donativos de los organismos oficiales y privados, así como de los particulares. Otorgar apoyo técnico y financiero al Politécnico, para el cumplimiento de sus atribuciones relacionadas con la promoción de industria, prestación de servicios, constitución de asociaciones, patronatos y sociedades y ediciones de obras técnicas, científicas y culturales. Coadyuvar en la organización y operación de los servicios educativos que las escuelas, centros y unidades (ECU’s) de enseñanza y de investigación del Politécnico para el cumplimiento de sus actividades. Metodología El problema a resolver fue identificar ¿cuál es la relación entre la Motivación e higiene y el compromiso organizacional de los trabajadores administrativos de la COFAAIPN? Objetivo General Conocer la relación entre la motivación e higiene y compromiso organizacional de los trabajadores administrativos de la COFAA-IPN Objetivos Específicos Identificar el grado de satisfacción laboral de los trabajadores administrativos de la COFAA-IPN. Identificar el grado de compromiso organizacional de los trabajadores administrativos de la COFAA-IPN Identificar los factores que influyen en la satisfacción laboral y el compromiso organizacional en trabajadores de la COFAA-IPN Sujetos Los sujetos de investigación fueron el personal administrativo de la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas del Instituto Politécnico Nacional. Muestra La institución cuenta con 382 empleados, el tamaño de la muestra recomendada de acuerdo con el programa Nsample fue de 103 sujetos con un nivel de confianza del 92.5% y un grado de error de 7.5%. Tipo de muestreo El tipo de muestreo fue aleatorio simple, ya que todos los sujetos de una población tienen la misma oportunidad de ser seleccionados (Kerlinger, 1988). Tipo de estudio Debido a que fue una investigación donde no se manipularon variables sino que solo se controlaron, porque se observó únicamente al fenómeno tal y como se da en su contexto natural, indicó ser un estudio ex-post-facto, Cabe señalar que como no existe un consenso respecto a la dependencia e independencia entre las variables de satisfacción laboral y compromiso organizacional el tipo de estudio será descriptivo, transversal correlacional. También se trata de un estudio confirmatorio, ya que existen investigaciones anteriores como: Nieto (2004) y Díaz & Quijada (2005), comprueban la correlación entre éstas variables. Instrumento El instrumento diseñado para este trabajo es: que Una Escala de Actitudes tipo Likert, para evaluar los elementos actitudinales de las academias de UPIICSA hacia la satisfacción laboral de la COFFA del IPN con 78 reactivos y cinco opciones de respuesta: 1= muy bajo, 2= bajo, 3= regular, 4= alto y 5= muy alto ó 1= muy desfavorable, 2= desfavorable, 3= ni favorable ni desfavorable, 4= favorable y 5= muy favorable). Después de analizar la sensibilidad de reactivos y hacer una diferenciación de contraste con grupos altos y bajos con la prueba t, se eliminaron 2 y quedaron 78 para el instrumento definitivo. Con un análisis factorial de componentes rotados se obtuvieron para la satisfacción laboral dos factores: motivación, con dos subfactores (desarrollo y trabajo en sí mismo) y seguridad e higiene, con cinco variables (interacción, supervisión, condiciones físicas del lugar de trabajo, reglas y políticas de la empresa y salario). Para el compromiso organizacional se obtuvieron directamente tres subfactores (afectivo, de continuidad y normativo) La confiabilidad del instrumento es muy alta con un alpha de 0.957 La confiabilidad de la dimensión satisfacción laboral es muy alta con un alpha de 0.945 La varianza de esta dimensión es de 54.75 La confiabilidad de la dimensión compromiso es satisfactoria con un alpha de 0.864 La varianza de esta dimensión es de 49.50 Procedimiento La construcción del instrumento adecuado para el proyecto de investigación en los empleados administrativos de un organismo público descentralizado, fue un proceso poco complicado ya que se revisaron varios trabajos de tesis relacionados con el tema de investigación en la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa y en la Universidad Autónoma de México en la Facultad de Psicología y algunas solo trabajaban sobre el tema de satisfacción laboral dejando de lado el tema de motivación, otro inconveniente es que las tesis que tomaban en cuenta tanto la satisfacción laboral como el compromiso organizacional fueron elaborados para la iniciativa privada, por lo tanto tomando en cuenta los objetivos, así como los antecedentes de la institución y el marco teórico, para medir la satisfacción laboral se tomaron en cuenta los dos factores de Herzberg y para el compromiso organizacional se retomo el modelo de Meyer y Allen con los tres tipos de compromiso que son el afectivo, normativo y de continuación, así mismo nos apoyamos en otras investigaciones realizadas anteriormente por Díaz & Quijada, 2005) y (Cabrera & Rosales, 2006) cuya temática era la misma pero los objetivos diferentes Cabe mencionar que la aplicación de los cuestionarios se realizó de manera aleatoria es decir cualquier trabajador administrativo que laborara en la COFAA-IPN tendría la oportunidad de contestarlo siempre y cuando así lo deseara ya que decidimos que las autoridades de esta institución no se vieran involucradas al momento de la aplicación, para no forzar a los trabajadores a contestar, motivo por el cual no fue factible aplicar más cuestionarios ya que algunos trabajadores realizan actividades fuera de las instalaciones, algunos presentaron apatía para participar en esta investigación y otro factor que influyo en la aplicación fue los cambios de representación sindical que se llevaran a cabo en esta Institución por lo que únicamente se lograron aplicar 103. Se realizo una prueba t de student para eliminar aquellos ítems que no brindaran alguna información importante para la investigación, fue de esta manera que se elimino un ítem del factor de motivación del subfactor de desarrollo y un ítem del factor de Seguridad e Higiene del subfactor de Reglas y Políticas de la empresa respectivamente Para la confiabilidad del instrumento para el factor de satisfacción laboral, el alfa de Cronbach reporto .945% y para el factor de compromiso organizacional reporto .864%, lo cual nos indica que el instrumento tiene una alta confiabilidad. Resultados Satisfacción Laboral Media de la Satisfacción Laboral, integrada por Motivación e Higiene. Statisti cs SATISF N Valid Missing Mean Std. Error of Mean Median Mode Std. Dev iation Variance Skewness Std. Error of Skewness Kurt osis Std. Error of Kurtos is Range Minimum Max imum Sum Percentiles 25 50 75 101 2 211.1287 3. 1879 212.0000 204.00 32. 0383 1026.4533 -. 206 .240 -. 238 .476 157.00 127.00 284.00 21324.00 190.0000 212.0000 233.5000 Satisfacción laboral 1)127 2)166.25 3)205.5 4)244.75 5)284 (en escala Likert ampliada) Dado que la satisfacción laboral es el resultado de diversas actitudes que poseen los empleados (Robbins, 1996), la actitud que se encontró en los trabajadores es regular señalada con la media de 211.12 Medias de los subfactores Motivación e Higiene Statisti cs N Valid Missing Mean Std. Error of Mean Median Mode Std. Dev iation Varianc e Skewness Std. Error of Skewnes s Kurt osis Std. Error of Kurt osis Range Minimum Max imum Percentiles 25 50 75 motiv ación higiene 102 101 1 2 89. 5098 188.6040 1. 5199 3. 2967 91. 0000 193.0000 91. 00a 156.00a 15. 3499 33. 1319 235.6187 1097.7216 -. 383 -. 293 .239 .240 -. 266 -. 028 .474 .476 70. 00 165.00 50. 00 94. 00 120.00 259.00 79. 7500 166.5000 91. 0000 193.0000 100.2500 209.0000 a. Mult iple modes exist . The smallest v alue is shown Motivación 1)50 2)67.5 3)85 4)102.5 5)120 La motivación es regular, señalada por la media 89.50 Higiene 1)94 2)135.25 3)176.5 4)217.75 5)259 La higiene es regular, señalada por la media 188.60 Las variables encontradas en el subfactor Motivación correspondieron a Trabajo en sí mismo y Desarrollo. Las variables encontrados en el subfactor higiene fueron Reglas y políticas, Supervisión, Interacción Condiciones físicas y Salario. Medias de los variables de la Motivación e Higiene Statistics N Valid Missing Mean Std. Error of Mean Median Mode Std. Dev iation Variance Skewness Std. Error of Skewness Kurtosis Std. Error of Kurtosis Range Minimum Maximum Sum Percentiles 25 50 75 superv isión 101 2 41.5743 .8816 43.0000 44.00 8.8604 78.5069 -.653 .240 .078 .476 37.00 18.00 55.00 4199.00 36.0000 43.0000 49.0000 trabajo en interacción sí mismo 103 103 0 0 49.5534 53.0777 .8728 .7886 50.0000 54.0000 52.00a 52.00 8.8581 8.0033 78.4653 64.0527 -.326 -.655 .238 .238 .236 -.024 .472 .472 46.00 33.00 19.00 32.00 65.00 65.00 5104.00 5467.00 42.0000 48.0000 50.0000 54.0000 55.0000 59.0000 desarrollo 102 1 36.4902 .9366 38.0000 45.00 9.4594 89.4801 -.299 .239 -.574 .474 43.00 12.00 55.00 3722.00 29.7500 38.0000 44.2500 salario 103 0 21.4563 .5920 21.0000 17.00 6.0078 36.0937 -.088 .238 -.277 .472 28.00 7.00 35.00 2210.00 17.0000 21.0000 26.0000 reglas y políticas 103 0 37.4272 .7137 38.0000 32.00 7.2431 52.4628 -.843 .238 1.982 .472 40.00 10.00 50.00 3855.00 33.0000 38.0000 43.0000 a. Multiple modes exist. The smallest v alue is shown Supervisión 1)18 2)27,25 3)36.5 4)45.75 5)55 La supervisión es de regular a alta, señalada por la media 41.57 Interacción 1)19 2)30.5 3)42 4)53.5 5)65 La interacción es alta, señalada por la media 49.55 Trabajo en sí mismo 1)32 2)40.25 3)48.5 4)56.75 5)65 El trabajo en sí mismo es de regular a alto, señalada por la media 53.07 Desarrollo 1)12 2)22.75 3)33.5 4)44.25 5)55 El desarrollo es regular, señalado por la media 36.49 Salario 1)7 2)14 3)21 4)28 5)35 El salario es regular, señalado por la media 21.45 Reglas y políticas 1)10 2)20 3)30 4)40 5)50 Las reglas y políticas son altas, señalada por la media 37.42 Condiciones físicas 1)11 2)22 3)33 4)44 5)55 Las condiciones físicas son regulares, señalado por la media 39.05 Correlaciones de las variables de Motivación e Higiene condiciones f ísicas 103 0 39.0583 .8691 41.0000 44.00 8.8205 77.8005 -.661 .238 .713 .472 44.00 11.00 55.00 4023.00 34.0000 41.0000 44.0000 Correlations SATISF Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N superv isión Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N interacción Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N trabajo en sí mismo Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N desarrollo Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N salario Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N reglas y políticas Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N condiciones f ísicas Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N trabajo en SATISF superv isión interacción sí mismo desarrollo 1.000 .766** .771** .771** .857** . .000 .000 .000 .000 101 101 101 101 101 .766** 1.000 .479** .423** .675** .000 . .000 .000 .000 101 101 101 101 101 .771** .479** 1.000 .557** .574** .000 .000 . .000 .000 101 101 103 103 102 .771** .423** .557** 1.000 .539** .000 .000 .000 . .000 101 101 103 103 102 .857** .675** .574** .539** 1.000 .000 .000 .000 .000 . 101 101 102 102 102 .731** .477** .497** .409** .685** .000 .000 .000 .000 .000 101 101 103 103 102 .833** .524** .670** .626** .640** .000 .000 .000 .000 .000 101 101 103 103 102 .858** .642** .792** .609** .703** .000 .000 .000 .000 .000 101 101 103 103 102 reglas y condiciones salario políticas f ísicas .731** .833** .858** .000 .000 .000 101 101 101 .477** .524** .642** .000 .000 .000 101 101 101 .497** .670** .792** .000 .000 .000 103 103 103 .409** .626** .609** .000 .000 .000 103 103 103 .685** .640** .703** .000 .000 .000 102 102 102 1.000 .592** .682** . .000 .000 103 103 103 .592** 1.000 .749** .000 . .000 103 103 103 .682** .749** 1.000 .000 .000 . 103 103 103 **. Correlation is signif icant at the 0.01 lev el (2-tailed). Dentro de las siete variables encontradas en la Motivación e Higiene podemos apreciar las siguientes correlaciones: La supervisión se encuentra correlacionada mas fuertemente con el desarrollo seguido de las condiciones físicas. La interacción con condiciones físicas y reglas y políticas. El trabajo en si mismo primero con reglas y políticas, seguido de condiciones físicas. El desarrollo con supervisión, salario, reglas y políticas y condiciones físicas. El salario con desarrollo reglas y políticas y condiciones físicas. Reglas y políticas con interacción, trabajo en si mismo, desarrollo, salario y condiciones físicas y finalmente Condiciones físicas con supervisión, interacción, trabajo en si mismo, desarrollo, salario y reglas y políticas. Todas las variables están fuertemente correlacionadas con la satisfacción laboral. Derivado de lo anterior podemos observar que la variable que está más fuertemente correlacionado con las demás son las condiciones físicas del lugar, lo que nos hace denotar que para los trabajadores las condiciones físicas son lo más importante para la satisfacción laboral. Compromiso Organizacional Media del Compromiso organizacional Statisti cs COMPR N Valid Missing Mean Std. Error of Mean Median Mode Std. Dev iation Variance Skewness Std. Error of Skewness Kurt osis Std. Error of Kurtos is Range Minimum Max imum Sum Percentiles 25 50 75 103 0 83. 3010 1. 1046 82. 0000 80. 00 11. 2100 125.6634 -. 277 .238 .289 .472 59. 00 46. 00 105.00 8580.00 76. 0000 82. 0000 93. 0000 1)46 2)60.75 3)75.5 4)90.25 5)105 El compromiso organizacional es moderadamente alto, señalado por la media 83.30 En ello, se puede observar que los trabajadores, presentan un compromiso organizacional moderadamente alto hacia la institución, dando que la media fue de 83.3 con 11.21 de desviación estándar con respecto a la media. Los subfactores encontrados en el compromiso organizacional fueron los señalados con anterioridad por Meyer y Allen (1991) Medias de los subfactores del Compromiso Organizacional Statisti cs N Valid Missing Mean Std. Error of Mean Median Mode Std. Dev iation Variance Skewness Std. Error of Skewness Kurt osis Std. Error of Kurtosis Range Minimum Max imum Sum Percentiles 25 50 75 compromiso af ect iv o 103 0 53. 0777 .7591 53. 0000 51. 00 7. 7037 59. 3468 -. 853 .238 1. 886 .472 42. 00 23. 00 65. 00 5467.00 48. 0000 53. 0000 59. 0000 compromiso de continuación 103 0 25. 1262 .5293 26. 0000 24. 00a 5. 3718 28. 8565 -. 186 .238 -. 577 .472 22. 00 13. 00 35. 00 2588.00 22. 0000 26. 0000 29. 0000 compromiso normativ o 103 0 32. 8058 .4488 33. 0000 30. 00 4. 5548 20. 7462 -. 326 .238 -. 340 .472 20. 00 20. 00 40. 00 3379.00 30. 0000 33. 0000 36. 0000 a. Mult iple modes exist . The s malles t v alue is shown Compromiso afectivo 1)23 2)33.5 3)44 4)54.5 5)65 El compromiso afectivo es alto, señalado por la media 53.07 Compromiso de continuación 1)13 2)18.5 3)24 4)29.5 5)35 El compromiso de continuación es regular, señalada por la media 25.12 Compromiso Normativo 1)20 2)25 3)30 4)35 5)40 El compromiso normativo es moderadamente alto, señalado por la media 32.80 Dado lo anterior se puede observar que los trabajadores tienen un alto involucramiento ya que el compromiso afectivo presenta una media de 53.07 con una desviación estándar de 7.7, así como un compromiso moderadamente alto de permanecer dentro de la institución con una media de 25.1 y desviación estándar de 5.37 que corresponde al compromiso de continuación, finalmente presentan un sentimiento de obligación hacia la institución moderadamente alto con 32.8 de media y 4.55 de desviación estándar que corresponde al compromiso normativo. Correlaciones de los 3 factores de Compromiso Organizacional Correlati ons COMPR com promiso af ect iv o com promiso de continuación com promiso normativ o Pears on C orrelation Sig. (2-t ailed) N Pears on C orrelation Sig. (2-t ailed) N Pears on C orrelation Sig. (2-t ailed) N Pears on C orrelation Sig. (2-t ailed) N com promiso com promiso de com promiso COMPR af ect iv o continuación normativ o 1. 000 .898** .810** .787** . .000 .000 .000 103 103 103 103 .898** 1. 000 .540** .638** .000 . .000 .000 103 103 103 103 .810** .540** 1. 000 .540** .000 .000 . .000 103 103 .787** .000 103 103 .638** .000 103 .540** .000 103 103 1. 000 . 103 **. Correlat ion is signif icant at the 0. 01 lev el (2-tailed). Dentro de los tres tipos de compromiso podemos observar que el compromiso afectivo está considerablemente correlacionado con el compromiso normativo, el compromiso de continuación está moderadamente correlacionado con el compromiso afectivo y normativo, el compromiso normativo está considerablemente correlacionado con el afectivo y estos tres tipos de compromiso a su vez están fuertemente correlacionados con el compromiso organizacional. Correlación Lineal entre Satisfacción laboral y Compromiso organizacional Co rrelati on s SATISF COMPR Pears on Correlation Sig. (2-t ailed) N Pears on Correlation Sig. (2-t ailed) N SATISF 1. 000 . 101 .792** .000 101 COMPR .792** .000 101 1. 000 . 103 **. Correlat ion is signif icant at the 0.01 lev el (2-tailed). Para responder al planteamiento de esta investigación de conocer la relación entre satisfacción laboral y compromiso organizacional dentro de la Institución, se realizo una Correlación Lineal de Pearson, en donde el resultado nos indicó que la satisfacción laboral y el compromiso organizacional están considerablemente correlacionados entre si, es decir el compromiso organizacional moderadamente alto esta relacionado con la regular satisfacción laboral indicado por el estadístico .792 al nivel de significancia de 0.01. Discusión de resultados De acuerdo con los resultamos obtenidos inferimos que existe una correlación alta (.792 con .01 de nivel de significancia), de estos dos factores estudiados en los empleados administrativos de la COFAA-IPN, lo que implica que conforme aumente la motivación e higiene aumentara el compromiso organizacional, comprobando así que existe relación entre la motivación y el compromiso organizacional, con lo cual se confirman estudios anteriores al presente trabajo (Diaz &Quijada, 2005; Cabrera & Rosales, 2006) que pretende servir como guía a otras instituciones del sector gobierno para mejorar su efectividad y productividad. Para que los trabajadores administrativos de la COFAA-IPN puedan encontrar una mayor satisfacción laboral deben de contar con mejores condiciones físicas del lugar de trabajo ya que el salario que perciben no es causa de una insatisfacción laboral como se podría haber pensado. Dado lo anterior los trabajadores presentaron un alto involucramiento emocional hacia la COFAA-IPN, lo cual se ve reflejado en el compromiso afectivo hacia la institución. De tal manera que se puede concluir que en el estudio de la satisfacción laboral relacionada con el compromiso organizacional, las organizaciones presentan peculiaridades, las cuales deben ser identificadas en dos vertientes. La primera orientada hacia la organización misma referente a su estructura y sus funciones y determinada por sus mismos propósitos, con el fin de mejorar los procesos que existen al interior y así poder contribuir en un mejor desempeño de la misma (Pfeffer, 2000). Y la segunda de tipo psicológico organizacional, donde la orientación de los individuos especificada en sus propósitos y motivaciones está fuertemente ligada al grado de satisfacción que los mismos perciban dentro de la organización y al mismo tiempo su disposición para desempeñarse en la misma, es decir el fortalecimiento del compromiso organizacional. Referencias Bayona, Cristina (1995). Compromiso organizacional: Implicaciones para la gestión estratégica de los recursos humanos. Universidad pública de Navarra. Belausteguigoitia, Rius I. (2000). La influencia del clima organizacional en el compromiso hacia la organización y el esfuerzo en miembros de empresas familiares mexicanas. (Tesis de doctorado) México: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de contaduría y Administración. Cabrera Vega K. & Rosales Arana L. (2007). “Relación de la Satisfacción Laboral y Compromiso con la Organización en los Empleados de una Mediana Empresa”. 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Estereotipos y roles de género en la evaluación de hombres y mujeres en cargos de dirección Lorena Godoy Catalán 1. Antecedentes La Creciente Presencia de Mujeres en el Mercado Laboral La feminización de la fuerza laboral constituye uno de los fenómenos más relevantes ocurridos en los mercados laborales mundiales en las últimas décadas (OIT, 1997a; OIT, 2007; Valenzuela y Reinecke, 2000), lo que se evidencia en un aumento del número de mujeres que se integran la mercado de trabajo, un crecimiento más rápido de sus tasas de ocupación en relación a las de los hombres, un aumento de sus años activos, y un aumento de empleos técnicos y profesionales ocupados por ellas. Esta mayor inserción laboral de las mujeres, se relaciona con una serie de factores, entre los cuales se destaca la disminución de las tasas de fecundidad, un mayor acceso a la educación, mayor necesidad de los hogares de contar con más ingresos, crisis económicas, y patrones culturales que favorecen el ejercicio de parte de las mujeres de roles tradicionalmente asociados a los hombres (Abramo & Valenzuela, 2006). Diversos estudios han demostrado que dependiendo de las condiciones en las que se da esta inserción laboral, el empleo femenino ha contribuido a que las mujeres aumenten sus grados de independencia personal y de autonomía económica, y sus posibilidades de realización personal, todo lo cual ha tensionado roles tradicionalmente asignados a hombres y mujeres en el ámbito de la producción y la reproducción, respectivamente (Corporación Humanas, 2007; Díaz, Godoy & Stecher, 2005; Godoy, Stecher & Díaz, 2007; Grupo Iniciativa Mujeres, 1999; Guzmán, Mauro & Araujo, 1999; Oliveira & García, 1994; Rivera & Guajardo, 1996; SERNAM, 2000; Sharim & Silva, 1998),) Junto con lo señalado, se asiste también a un reconocimiento de la conveniencia de la incorporación de ciertas características asociadas a las mujeres para el funcionamiento de las organizaciones en el contexto actual, destacándose el tema del liderazgo1. Más específicamente, se 1 Una investigación realizada en Chile a comienzo de los noventa por Hola & Todaro (1992), advertía que desde mediados de los ochenta la literatura empresarial tendía a visualizar a las mujeres, en especial ciertas características atribuidas tradicionalmente a ellas (intuición o emocionalidad), como virtudes útiles especialmente para los cargos directivos. Algunos autores han denominado ha destacado el liderazgo transformacional, aquel caracterizado por ser más conectivo e interactivo, dirigido a generar redes, nutrir relaciones y dar poder a las personas, como un estilo más efectivo para los actuales contextos organizacionales y más asociado con las mujeres (Eagly & Karau, 1991; Eagly, Makhijani & Klonsky, 1992; Eagly, Karau & Makhijani, 1995; Eagly & Carli, 2007; Sarrió, Ramos & Candela, 2004). Persistencia de procesos de discriminación Sin embargo, este aumento de las tasas de participación de las mujeres en la fuerza laboral “por si solas no implican necesariamente que los mercados de trabajo estén evolucionando en forma positiva para las mujeres” (OIT, 2007ª, p. 3). Los avances han ido acompañados de la persistencia de procesos de discriminación que imponen una serie de obstáculos al desarrollo de las trayectorias laborales de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres. Entre los más importantes, se encuentran la diferencia de remuneraciones entre hombres y mujeres, la segregación horizontal (los empleos femeninos se concentran en un número reducido de sectores de actividad y de profesiones), y la segregación vertical (concentración de los empleos femeninos en las categorías que se encuentran en la parte baja de la jerarquía) (Maruani, 1993). La Escasa Presencia de Mujeres en Cargos de Dirección. La escasa presencia de mujeres en los niveles jerárquicos más altos de las organizaciones es el fenómeno en el cual se concentró el estudio. Se trata de una situación que, por una parte, demuestra las nuevas oportunidades que les ofrece el mercado a las mujeres, los mayores niveles de escolaridad que han alcanzado; y por otro lado, refleja las dificultades que encuentran para ascender a niveles altos de la jerarquía y los problemas que declaran quienes ocupan cargos de dirección, especialmente las mujeres más calificadas, entre quienes se agudizan algunos de los procesos de segregación laboral por razones de género que afectan al conjunto de las mujeres. Diversos argumentos han surgido para explicar esta escasa presencia de mujeres. Se ha señalado que ellas carecen de la experiencia laboral necesaria (“teoría del déficit”, Heilman, 2001); o que estas habilidades de las mujeres como “destrezas blandas” que las convertirían en especialistas emocionales de las relaciones (Reygadas, 1998), y podrían propiciar formas más horizontales de ejercicio del poder. 2 existiría una falta de interés o motivación de las mujeres por este tipo de cargos pues tendrían una concepción “altruista-afectiva” del trabajo (Hola & Todaro, 1992; Pratto & col., 1997 citado en Myers, 2005). El hecho que las responsabilidades familiares sigan recayendo predominantemente en las mujeres, ha sido señalado por aquellas que se desempeñan en este tipo de cargos, como uno de los obstáculos más importantes para acceder a estas posiciones. Eagly y Carli (2007) afirman que las demandas de la vida familiar hacen que las mujeres interrumpan más sus carreras y trabajen más en jornadas parciales, lo que se traduce en menos años de experiencia y menos horas de empleo por año, en comparación con los hombres. Esto lentifica el progreso de sus carreras y reduce sus ingresos. Adicionalmente, estas responsabilidades familiares limitan el tiempo de las mujeres para construir redes profesionales, que pueden resultar cruciales en el avance de sus trayectorias laborales. Es decir, más que desinterés por asumir estos cargos, las mujeres enfrentan mayores limitaciones. Las mujeres que se desempeñan en este tipo de cargos también advierten la presencia de ciertas ideas respecto de la capacidad de mujeres y hombres para desempeñar estos cargos, que les obstaculizan acceder a ellos. Una investigación realizada por Catalyst (2007) que consultó a mujeres directivas en empresas en EE.UU y en diversos países europeos, plantea que entre los dilemas que enfrentaban las mujeres en posiciones de liderazgo, se encontraba el de tener que cumplir con altos estándares y recibir bajas recompensas. El hecho de percibir a las mujeres como lideres atípicas, las obligaba a probar que podían dirigir, incluso antes de tener la oportunidad de hacerlo. Y debido a eso, debían gastar tiempo y energía adicional probando sus capacidades, lo que redundaba en una mayor carga de trabajo en comparación con sus compañeros hombres para probar el mismo nivel de competencia. En América Latina, en un estudio que consultó a 120 mujeres directivas de empresas de 7 países latinoamericanos (Maxfield, 2005), una amplia mayoría aseguró que su éxito se debía a que trabajaban más que sus colegas hombres para obtener el mismo reconocimiento. En varias investigaciones y consultorías a empresas, “la percepción de las mujeres es que sus colegas, subordinados y superiores, les someten a diversas y ocultas formas de evaluación o pruebas de desempeño y que implícitamente se les juzga con un estándar superior a aquel con el que juzgaría a los hombres” (p. 17). En Chile, en un estudio que analizaba las razones del desigual estatus de mujeres ingenieras en el ámbito de la investigación en ciencia y tecnología, entrega interesante evidencia, las entrevistadas indicaron que algunas de las 3 dificultades que enfrentaban en un campo profesional tradicionalmente dominado por los hombres como es la ingeniería, se agudizaban cuando estaban a cargo de equipos de investigación. En esas situaciones, la necesidad que sentían de demostrar constantemente sus capacidades, se acentuaba debiendo hacer grandes esfuerzos para ser respetadas y tratadas como jefas, especialmente cuando tenían hombres bajo su dirección. Además de demostrar sus competencias profesionales, debían asumir ciertos rasgos, tales como carácter fuerte, agresividad y autoridad, asociados tradicionalmente con los hombres, para ser aceptadas como líderes. Una entrevistada señalaba al respecto que ellas tienen que “endurecerse” para ser reconocidas como líderes (Yáñez & Godoy, 2008). Más recientemente, una figura o metáfora utilizada para graficar estas dificultades que enfrentarían las mujeres, es el laberinto. Esta figura, planteada por Eagly y Carli (2007), transmite la idea de que más que una obstrucción transparente, invisible y sutil, y ubicada en un nivel específico de la organización, cercano a las más altas posiciones jerárquicas como lo sugería la figura del techo de cristal2, los obstáculos que enfrentan las mujeres son múltiples y en diferentes momentos de sus trayectorias laborales, y que no siempre son invisibles para las mujeres: prejuicios sobre los intereses que guían las trayectorias laborales de las mujeres, prejuicios sobre las mujeres en cargos de dirección, particulares resistencias al liderazgo de mujeres, estilos de liderazgo y autenticidad y, especialmente para muchas mujeres, incluye aspectos que desafían el balance entre trabajo y responsabilidades familiares. Lo que se desprende de estos distintos estudios es que muchas de las dificultades más importantes que deben enfrentar las mujeres que quieren acceder a cargos de dirección, se relacionan con asociaciones conscientes e inconscientes, ampliamente compartidas, que predominantemente relacionan rasgos y conductas estereotípicamente masculinas con roles de liderazgo; y que al mismo tiempo, perciben una incongruencia entre las cualidades y conductas predominantemente atribuidas a las mujeres, y las cualidades necesarias para desempeñar cargos de dirección o liderazgo. 2 Obstáculos “artificiales e invisibles que se deben a prejuicios psicológicos y estructurales” (OIT, 1997, p. 3) que limitan el acceso de la mujer a los puestos de alto nivel. 4 1.1. La Teoría de la Congruencia del Rol Estas asociaciones son explicadas desde la teoría de la congruencia de rol planteada por Alice Eagly (1987). La autora indica que las cualidades atribuidas a hombres y mujeres expresan expectativas compartidas sobre la conducta y cualidades de hombres y mujeres, es decir, expresan roles y estereotipos de género. En la medida que dichos roles y estereotipos se basan en las diferentes posiciones que ocupan hombres y mujeres en la división sexual del trabajo, entonces, el que las mujeres desarrollen roles familiares, conductas (roles) principalmente relacionadas con el cuidado y bienestar de otros (cuidado infantil y labores domésticas), hace que las personas infieran que existe una correspondencia con sus rasgos, atributos o disposiciones internas, las que reflejan precisamente el interés por el bienestar del otro: sensibilidad interpersonal, calidez, amabilidad, agradabilidad y empatía. Y en el caso de los hombres, el que desarrollen conductas (roles) dominantes, de mayor status y poder, produce expectativas de que ellos posean rasgos tales como asertividad, autonomía, actividad, independencia. Eagly denomina los rasgos atribuidos preferentemente a las mujeres como comunales, y a los atribuidos preferentemente a los hombres, agénticos3. Por otra parte, respecto del rol de liderazgo, diversas investigaciones indican que mujeres y hombres perciben que las características asociadas al éxito en el ejercicio directivo se corresponden fuertemente con las características agénticas, generalmente adscritas a los hombres. Este fenómeno, denominado por Schein (2001) think manager-think male, constituiría una de las barreras psicológicas más importantes que enfrentan las mujeres para acceder a cargos de dirección. Acorde con ello, Heilman (2001) plantea la existencia de una percepción de falta de ajuste (“lack of fit”) o discrepancia entre los atributos estereotípicos adscritos a las mujeres y los requerimientos de cargos desempeñados tradicionalmente por hombres, especialmente cargos de dirección. Y esta 3 Rudman y Glick (2001) indican que el estereotipo comunal es típicamente atribuido a un grupo de bajo status en sistemas estables de inequidad como son las relaciones de género. Y está asociado con la conducta deferente que los dominantes demandan de los subordinados, por lo que tiende a ser altamente prescriptivo. De hecho, los autores sostienen que la comunalidad para las mujeres es más prescriptiva que lo agéntico para los hombres (Rudman & Glick, 1999). 5 percepción de falta de ajuste genera expectativas negativas respecto del desempeño que pueden tener las mujeres en dichos cargos. Los estudios también indican que las mujeres en cargos de dirección que muestran rasgos agénticos, suelen ser vistas como bien ajustadas a los requerimientos del cargo, con un desempeño eficiente y competente. No obstante, suelen ser percibidas como no ajustadas en relación a los roles y estereotipos femeninos, pues se las ve transgrediendo dichos roles y ello conduce a una devaluación o penalización en tanto personas. Así, mujeres que ejercen liderazgos agénticos, asertivos y fuertes, son evaluadas como menos agradables socialmente, más frías y menos hábiles interpersonalmente en comparación con hombres agénticos (Eagly & Carli, 2007; Heilman, 2001; Heilman et al., 2004). No obstante, es posible esperar que bajo ciertas situaciones, esta negativa evaluación de mujeres agénticas sea moderada. Cuando ellas exhiben rasgos agénticos relacionados con la competencia (autoconfianza, seguridad, individualismo, ambición) y no relacionados con dominación social (competitividad, agresividad, fortaleza, firmeza, decisión), más asociados con una percepción de transgresión más directa de las normas prescriptivas de género femenino. En consecuencia, ya que la competencia de las mujeres para el trabajo no necesariamente entra en conflicto con las prescriptividad de sus rasgos comunales, se podría esperar que las sanciones hacia mujeres agénticas competentes no dominantes socialmente, sean suavizadas. Por ultimo, aunque el fenómeno de pensar en un gerente es pensar en un hombre, se aprecia en hombres y mujeres, algunas investigaciones sugieren que las mujeres en cargos de dirección ven que tanto mujeres como hombres pueden poseer características necesarias para ejercer un rol de liderazgo. En cambio, los hombres (en general y aquellos en cargos de dirección) perciben que es más probable que los hombres posean características para un liderazgo exitoso, y son quienes manifiestan más dudas respecto de la efectividad del liderazgo femenino juzgando más duramente a mujeres en posiciones de autoridad. 2. El estudio 6 Considerando lo señalado, el estudio tuvo por objetivo general medir y analizar el modo en que los estereotipos y los roles de género inciden o no en la evaluación que recibía un hombre y una mujer en un cargo de dirección tradicionalmente ocupado por hombres, de parte de hombres y mujeres profesionales que desempeñaban cargos de dirección en empresas de distintos rubros ubicadas en la ciudad de Santiago de Chile. El hombre y la mujer gerente a ser evaluados, mostrarían rasgos considerados como congruentes o ajustados con el cargo que ocupaban (rasgos agénticos). De acuerdo con anteriores investigaciones, se esperaba que la mujer gerenta fuera vista como bien ajustada a los requerimientos del cargo, con un desempeño eficiente y competente. Y que la frecuente devaluación o penalización en tanto personas que reciben mujeres con estas características, se viera moderada en la medida que la mujer gerenta a evaluar presentara rasgos agénticos relacionados con la competencia y no con la dominación social. En cuanto al sexo de los evaluadores, se esperaba que las mujeres participantes (que eran profesionales en cargos de dirección) evaluaran que tanto mujeres como hombres poseían características necesarias para ejercer un rol de liderazgo. En cambio que los hombres participantes (en cargos de dirección) consideraran más probable que los hombres poseyeran características para un liderazgo exitoso, y le otorgaran una evaluación mayor al gerente. De acuerdo con ello, se planteó como hipótesis general que la mujer gerenta sería bien evaluada en el plano laboral, pero que la evaluación que recibiera el hombre gerente sería mayor. En tanto, en el plano personal, se esperaba que no recibiera una mala evaluación, por el contrario, ella podría obtener una evaluación mayor a la del hombre gerente en este ámbito. Las hipótesis específicas planteadas fueron las siguientes: HE1: En el Ámbito Laboral, no se observarán diferencias significativas en la evaluación que las mujeres otorguen al Hombre Gerente y a la Mujer Gerente. En cambio, la evaluación que realicen los hombres, sí mostrará diferencias significativas, otorgando una mayor evaluación al Hombre Gerente. HE2: No se observarán diferencias significativas en la evaluación que hombres y mujeres realicen de la Mujer Gerente en el Ámbito Personal. En tanto la evaluación que realicen 7 hombres y mujeres del Hombre Gerente mostrará diferencias significativas, recibiendo una mayor evaluación de parte de los evaluadores hombres. HE3: No se observarán diferencias significativas en la evaluación que las mujeres realicen de la Mujer Gerente en el Ámbito Laboral y en el Ámbito Personal; en cambio la evaluación que realicen del Hombre Gerente en el Ámbito Laboral y el Ámbito Personal, sí mostrará diferencias significativas, recibiendo una mayor evaluación en el Ámbito Laboral. HE4: La evaluación que los hombres realicen de la Mujer Gerente en el Ámbito Laboral y en el Ámbito Personal, sí mostrará diferencias significativas, recibiendo una mayor evaluación en el Ámbito Personal. En tanto la evaluación que realicen del Hombre Gerente en el Ámbito Laboral y el Ámbito Personal, no mostrará diferencias significativas. 2.1. Método Diseño Se realizó un diseño cuasi experimental de tipo transversal e inter sujeto. Las variables independientes fueron Sexo de los gerentes evaluados y Sexo de los evaluadores- y se midió su efecto sobre dos variables dependientes: Evaluación en Ámbito Laboral (alpha de cronbach=.96) y Evaluación en Ámbito Personal (alpha de cronbach= .91). En la variable Ámbito Laboral se distinguieron dos niveles Efectividad del Liderazgo (alpha de cronbach=.96) y Recomendaciones sobre Recompensas Organizacionales (alpha de cronbach=.92), y la evaluación del ámbito laboral estaba formada por el promedio de la suma de las evaluaciones sobre Efectividad de Liderazgo y Recomendaciones de Recompensas Organizacionales(Ver Cuadro 1).. En tanto en el Ámbito Personal se solicitó a los participantes que hicieran una evaluación general del al/la gerente descrito/a en el escenario como persona Cuadro 1. Variables Dependientes Variables Independientes 8 Medidas relativas a la Orientación a la tarea Ámbito Laboral Efectividad de Liderazgo Medidas relativas a la orientación Interpersonal Medidas sobre Habilidades cognitivas Recomendaciones Organizacionales Ámbito Personal de Recompensas Salarios, contratación, promoción retención y Evaluación general como persona fuera del ámbito labora, nivel de agradabilidad si recurrirían a esta persona para solicitar apoyo o consejo frente a un problema personal, si establecerían una relación de amistad con ellos. Participantes La muestra fue intencionada, seleccionada de acuerdo a los siguientes criterios. Que se tratara de hombres y mujeres profesionales que ocuparan cargos en los cuales tuvieran personas bajo su responsabilidad, y con participación en procesos de selección, evaluación y contratación de personas. Participaron 242 personas (123 hombres y 119 mujeres), con una edad promedio de 35 años y 12 años promedio de experiencia laboral. Todos eran profesionales, y un 80% desempeñaba cargos en los que tenían personas bajo su responsabilidad, en empresas de distintos rubros ubicadas en la ciudad de Santiago de Chile. Instrumento Estuvo compuesto por dos escenarios (Gormaz, 2008), uno que presentaba un hombre con rasgos agénticos que se desempeñaba como gerente de finanzas en una entidad bancaria y otro, a una mujer con rasgos agénticos desempeñando el mismo cargo. Se trató de escenarios que describían a una persona eficiente, competente y exitosa, en los que solo cambiaba el nombre (masculino o femenino) de la persona. Los escenarios iban acompañados de un cuestionario para evaluar a cada gerente en el ámbito laboral (Gormaz, 2008) y un cuestionario para evaluarle en el ámbito personal. El formato de respuesta fue una escala de evaluación de siete puntos (1 = ausencia total, 2 = presencia my leve, 3 = presencia leve, 4 = presencia promedio 5 = presencia moderada, 6 = presencia elevada, 7 = presencia muy elevada). Por ejemplo, los evaluadores debían evaluar si el o la gerente presentaba una ausencia total (1) del rasgo Amabilidad, Ambición, Empatía u Iniciativa, o una presencia leve (4) o una presencia muy elevada del rasgo (7). 9 Las aplicaciones del instrumento se hicieron a través de tres modalidades: aplicaciones grupales en cursos de MBA de distintas universidades, aplicaciones individuales en formato escrito y aplicaciones individuales en formato on line. A todos los participantes se les invitó a participar en un estudio sobre evaluación de efectividad del liderazgo de personas en cargos gerenciales, y se les explicó que su colaboración era absolutamente voluntaria, que toda la información que entregaran sería anónima y utilizada solo para fines académicos. Cada participante recibía un escenario y dos cuestionarios, debiendo realizar primero la evaluación del o la gerente que aparecía en el escenario en el ámbito laboral y posteriormente, en el ámbito personal. Las aplicaciones se realizaron desde el mes de diciembre de 2006 al mes de septiembre de 2007. Un 48% de los hombres participantes evaluó el escenario que presentaba a un hombre gerente, y un 52% el que presentaba a una mujer gerente. Un 52% de las mujeres evaluó el escenario que presentaba al hombre gerente y un 48% el que presentaba a la mujer gerente. Análisis de la Información Se realizó un análisis univariado de la varianza (ANOVA) de dos factores (sexo de evaluador y sexo del evaluado) para cada una de las variables consideradas. Adicionalmente, para analizar las diferencias existentes entre la evaluaciones que recibió cada gerente en el ámbito laboral y en el ámbito personal, se realizó un análisis multivariado de la varianza (MANOVA) 2 x 2 x 2 (sexo del evaluador, sexo del evaluado y tipo de evaluación), siendo las dos últimas medidas repetidas, por cuanto cada participante evaluó a un gerente en dos dimensiones, ámbito laboral y ámbito personal. 3. Resultados Los resultados del análisis no respaldan la hipótesis específica 1, pues en la evaluación en el Ámbito laboral no se observa un efecto principal de acuerdo al sexo de los gerentes (1,241) = 0.728, p = 0.394), ni un efecto principal de acuerdo al sexo de los evaluadores (F (1,241 = 0.568, p = 0.452), ni tampoco un efecto de interacción entre el sexo de los evaluadores y el sexo de los gerentes (F (1,241) = 2.438, p = 0.120). En consecuencia, no se observan diferencias significativas 10 entre la evaluación que recibe el Hombre Gerente y la Mujer Gerente en este ámbito, ambos fueron evaluados de manera similar, independiente del sexo de los evaluadores (Ver Tabla 1). Tabla 1 Evaluaciones del Hombre Gerente y la Mujer Gerente en el Ámbito Laboral y en el Ámbito Personal Hombre evaluador M D.S. Mujer evaluadora M D.S. Total M D.S Ámbito Laboral 0.694 5.50 1.126 5.61 0.944 0.579 5.75 0.661 5.70 0.618 0.635 5.62 0.937 5.66 0.797 Ámbito Personal Hombre Gerente 4.67 4.37 4.51 Mujer Gerente 4.17 4.21 4.19 Total 4.41 4.29 4.35 ______________________________________________________________________________________ Hombre Gerente Mujer Gerente Total 5.74 5.66 5.70 En relación a la hipótesis específica 2, el análisis de los datos tampoco respalda esta hipótesis pues no se observa un efecto de interacción entre el sexo de los evaluadores y el sexo de los gerentes (F (1,240 = 0.703, p = 0.403), ni tampoco un efecto principal según el sexo de los evaluadores (F (1,240 = 2.62, p = 0.107), ni según el sexo de los gerentes (F (1,240) = 0.419, p = 0.518). Es decir, con independiente del sexo de los evaluadores, ambos gerentes recibieron similares evaluaciones en el Ámbito Personal (Ver Tabla 1). Respecto de la hipótesis específica 3 y 4, los resultados del análisis de medidas repetidas indica que se produjo un efecto principal de acuerdo al ámbito donde se realizó la evaluación (F (1,237) = 200.97, p <.0001). Es decir, tanto hombres como mujeres asignaron mayores evaluaciones a los gerentes en el Ámbito Laboral en comparación con la evaluación que les otorgaron en el Ámbito Personal. Ninguna de las interacciones resultó significativa (p < 0.05). Estos resultados no confirman las hipótesis planteadas pues las mujeres evaluadoras, independiente del sexo de los gerentes, otorgaron mayores evaluaciones en el Ámbito Laboral en comparación con el Ámbito Personal. De acuerdo con ello, contrario a lo esperado, se observan diferencias significativas en la forma como ellas evaluaron a la Mujer Gerente en ambos ámbitos; en tanto en su evaluación del Hombre Gerente, las diferencias significativas van en el sentido 11 hipotetizado, pues le otorgaron una evaluación mayor en el Ámbito laboral en comparación con el Ámbito personal. Algo similar ocurre entre los evaluadores hombres, pues independiente del sexo de los gerentes, también les otorgaron mayores evaluaciones en el Ámbito Laboral en comparación con el Ámbito Personal. Así, contrario a lo esperado, se observan diferencias significativas en sus evaluaciones del Hombre Gerente, en tanto, las diferencias significativas que se aprecian en las evaluaciones de la Mujer Gerente van un sentido inverso al hipotetizado (Ver Tabla 1). En relación a la Hipótesis General, estos resultados permiten afirmar que contrario a lo esperado, el Hombre Gerente no recibió una evaluación mayor en el Ámbito Laboral en comparación con la que recibió la Mujer Gerente, pues no se observaron diferencias significativas en la forma como ambos gerentes fueron evaluados en este ámbito. Y respecto de lo hipotetizado en el Ámbito Personal en el cual se esperaba que la Mujer Gerenta fuera mejor evaluada, ello no fue respaldado por los resultados, pues no se observaron diferencias significativas en la forma como ambos gerentes fueron evaluados en este ámbito, ni entre los participantes hombres ni entre las participantes mujeres. Sin embargo, al analizar la relación existente entre las evaluaciones que recibe un mismo gerente en el ámbito laboral y en el ámbito personal, sí se aprecian diferencias significativas. Ambos gerentes recibieron una mayor evaluación en el Ámbito Laboral en comparación con la evaluación que recibieron en el Ámbito Personal, y ello con independencia del sexo de los evaluadores. 4. Discusión Uno de los hallazgos que más llama la atención es la ausencia de diferencias significativas en la evaluación del Hombre Gerente y la Mujer Gerente en el Ámbito Laboral, y más significativamente aún, con independencia del sexo de los evaluadores. Esta similaridad de las evaluaciones se dio tanto en relación a sus habilidades para tener éxito en las tareas encomendadas y lograr los objetivos (Efectividad de Liderazgo), como en las recomendaciones de promoción, contratación y aumentos salariales que reciben (Recompensas Organizacionales). En tanto, en el Ámbito Personal, donde se esperaba que la Mujer Gerente recibiera una evaluación mayor a la otorgada al Hombre 12 Gerente, nuevamente no se observan diferencias significativas, y además se advierte que las evaluaciones que ambos reciben son inferiores a las que reciben en el Ámbito Laboral. Esta ausencia de diferencias significativas en la evaluación que recibe el Hombre Gerente y la Mujer Gerente en el Ámbito Laboral, ¿expresa el fin de los prejuicios y resistencias que tradicionalmente han dificultado a las mujeres el acceso a cargos de dirección? El hecho que la evaluación de ambos gerentes en el Ámbito Personal sea inferior a la que reciben en el ámbito laboral, ¿significa que las competencias agénticas afectan negativamente no solo la evaluación de las mujeres en plano personal, sino también la de los hombres? En relación a los resultados obtenidos en la evaluación de los gerentes en el ámbito laboral, una explicación posible se relaciona con lo señalado por Heilman, Block & Martell (1995), respecto que las mujeres que desempeñan cargos de dirección (managers) -y de manera más acentuada cuando este desempeño es eficiente-, son percibidas como más masculinas y que femeninas, es decir, se produce una caracterización de ellas más acorde con los roles masculinos de dirección que ejercen. Ello podría explicar la positiva evaluación que recibe la Mujer Gerente en este ámbito. En el estudio de Heilman et al. (1995), mujeres managers fueron vistas como más competentes, activas, fuertes (fortaleza), eficaces, estables emocionalmente, independientes y racionales, en comparación con la percepción de mujeres en general. Estas diferencias entre mujeres managers y mujeres en general Esto apoya la idea de que en amplios grupos sociales pueden distinguirse subgrupos, cada uno de ellos caracterizado por un conjunto diferente de atributos. Las mujeres que desarrollan carreras profesionales, y especialmente las que desempeñan cargos de dirección, pueden ser vistas como un subgrupo cuya caracterización contiene importantes atributos agénticos asociados tradicionalmente a los hombres y congruentes con el rol laboral que realizan. Esta positiva evaluación también puede expresar una tendencia más general respecto que las mujeres estarían viéndose a si mismas, y siendo vistas por otros, como más agénticas, principalmente por la incorporación de características relacionadas con la competencia (autoconfianza) mucho más que con la dominación social (agresividad, competitividad, fortaleza, 13 firmeza); sin por ello dejar de adscribir a rasgos comunales (Eagly & Carli, 2004; Rudman y Glick, 1999; 2001). Sin duda que la mayor participación laboral femenina ha sido uno de los factores más importantes que ha contribuido a este cambio, en la medida que ha llevado a que las mujeres asuman características personales que les permiten desempeñar roles tradicionalmente vistos como más propios de los hombres, lo que ha ayudado también a cuestionar y ampliar referentes de género tradicionales. Esta visión de las mujeres como más agénticas, expresaría una flexibilización de los roles y estereotipos de género, que como explican distintos autores (Baron & Byrne, 1998; y Eagly & Mladinic, 1994), se estaría dando fundamentalmente por la incorporación al estereotipo femenino de muchos rasgos tradicionalmente masculinos sin renunciar a otros tradicionalmente femeninos -cuestión que no ha sucedido con igual intensidad en el caso del estereotipo masculino. En este sentido, Rudman y Glick (1999; 2001) afirman que la visión más agéntica de las mujeres no ha llevado a que ellas dejen de ser categorizadas como poseyendo rasgos comunales. Otras investigaciones sostienen en un sentido similar que los cambios en los roles de género que permiten adaptarse a nuevas realidades sociales, se instalan en convivencia con modelos tradicionales que permanecen (Sharim, 2005). De acuerdo con lo señalado, el hecho que evaluadores hombres y mujeres consideren que ambos gerentes muestran similares niveles de capacidad para desempeñar un cargo tradicionalmente ocupado por hombres, sería una manifestación de este cambio más amplio en la forma como están siendo percibidas las mujeres, y más especialmente, aquellas insertas en el mercado laboral. Un aspecto diferente, pero relacionado con lo anterior, es que los resultados parecen mostrar pocas modificaciones en la percepción de los atributos asociados con cargos directivos, al menos en aquellos considerados más estratégicos para la empresa y con mayores posibilidades de acceder a cargos más elevados en la jerarquía -como es el caso de la gerencia de finanzas. En dichos casos los atributos necesarios siguen siendo caracterizados predominantemente como agénticos y de hecho, es a este tipo de características a las cuales hombres y mujeres participantes asignan la evaluación más alta. En este sentido es posible señalar que los resultados del estudio hablan más de cambios en la percepción de los roles y estereotipos asociados con las mujeres –y eso tanto de parte de hombres como de mujeres evaluadoras- que de transformaciones en la percepción de los atributos necesarios para desempeñar cargos de dirección. Los rasgos agénticos no dejan de 14 asociarse con cargos de dirección sino que dejan de ser vistos exclusivamente como rasgos que poseen los hombres. Respecto de la evaluación en el Ámbito Personal, la ausencia de diferencias entre las evaluaciones que recibe el Hombre Gerente y la Mujer Gerente, no permite confirmar la hipótesis respecto que ella sería mejor evaluada, siguiendo así la consistente percepción más positiva de las mujeres como personas, y la favorabilidad del estereotipo femenino por sobre el masculino (Eagly y Mladinic, 1994). Sin embargo, el hecho que al comparar esta evaluación con la que reciben ambos gerentes en el ámbito laboral se produzcan diferencias significativas, expresadas en las mayores evaluaciones que hombres y mujeres participantes les otorgan en el ámbito laboral, indicaría que no es solo la Mujer Gerente con rasgos agénticos que muestra un exitoso desempeño laboral la que puede verse afectada en su evaluación en términos personales (Heilman et al., 1995; Heilman, 2001; Heilman et al., 2004), sino también el Hombre Gerente. No obstante, es importante considerar que en la medida que la comunalidad para las mujeres es más prescriptiva que lo agéntico para los hombres (Rudman & Glick, 1999) –porque conductas y rasgos relacionados con el bienestar de otros son altamente deseables y admiradas en las mujeres, y generan aprobación de los demás y sentimientos de orgullo-, una evaluación que no supere el nivel promedio de características como agradabilidad, amabilidad, empatía o tolerancia, pueda tener un efecto más negativo en las mujeres que en los hombres, de quienes no necesariamente se espera este tipo de rasgos. Así, mientras en el caso de los hombres una evaluación más baja de estas características puede ser vista como una ausencia, en el caso de las mujeres puede ser percibida como una carencia. Algunas consideraciones metodológicas. Respecto de los evaluadores. El hecho que las evaluaciones de hombres y mujeres no hayan diferido significativamente, podría indicar un debilitamiento de las actitudes más negativas que tradicionalmente los hombres han mostrado hacia el liderazgo femenino. Ello puede relacionarse con el hecho de tratarse de personas jóvenes y de altos niveles educacionales, entre quienes la percepción del trabajo remunerado de las mujeres es más positiva (Godoy & Mauro, 2001; Grupo Iniciativa Mujeres, 1999; Lehmann, 2003). Además, se trata de personas con un promedio de más de diez años de experiencia en un mercado laboral que se ha caracterizado por la presencia más numerosa y permanente de mujeres, que 15 implica mayores oportunidades de convivir en ámbitos laborales más mixtos; un incremento de una positiva percepción del empleo femenino y una mayor visibilización y sanción social de las discriminaciones que enfrentan (Yáñez & Godoy, 2007). Relacionado con ello también está el momento en el cual fue realizada la investigación, marcado por una alta recurrencia en los medios de comunicación del tema del liderazgo femenino, en gran medida a raíz de la llegada de una mujer a la Presidencia de la República. Todo esto constituye un contexto que propicia una opinión más favorable hacia las demandas de las mujeres, hacia el empleo femenino, y una mayor sanción social hacia la discriminación por razones de género. Este favorable contexto incide en lo que se considera “políticamente aceptable o correcto”, por lo que no se podría descartar que, a pesar del diseño utilizado para la investigación (Paradigma de Goldberg), las respuestas de los participantes expresen también deseabilidad social. Es decir, un discurso público que se muestra mucho más proclive a cambios en relación a estereotipos de género que lo que podrían ser discursos y prácticas del ámbito privado (más conservadores) Las características del instrumento es que entregaba información clara, específica y directa acerca de las cualificaciones y el desempeño laboral del hombre gerente y la mujer gerente. Esta claridad y especificidad de la información, al evitar ambigüedades sobre la capacidad de las personas a evaluar, favoreció la disminución de sesgos en la evaluación de las mujeres en cargos tipificados como masculinos. Ello confirma los resultados de anteriores estudios (Heilman et al. 1995 y 2004) que indican que la tendencia a que las mujeres reciban evaluaciones sesgadas por género en tareas tipificadas como masculinas, se reduce cuando la información entregada acerca de sus cualificaciones y del desempeño en sus trabajos es clara, específica y directa, por tanto no requiere que los evaluadores hagan inferencias o interpretaciones que podrían favorecer la aparición de sesgo por estereotipos de género. En cambio, cuando la información es ambigua, ellas suelen ser evaluadas como menos competentes que los hombres. 5. Conclusiones Los resultados obtenidos, más que dar una respuesta definitiva a la pregunta por el fin de los prejuicios y resistencias que han dificultado el acceso de mujeres a cargos de dirección, deben 16 tener en cuenta que la ausencia de diferencias entre la evaluación laboral y personal que recibió el hombre y la mujer gerente en el estudio, ocurrió bajo circunstancias específicas: las características del instrumento utilizado -que entregaba información específica, directa y precisa-, y las características de los evaluadores -profesionales de generaciones jóvenes en cargos de dirección. De acuerdo a los resultados, efectivamente el tipo de información entregada al reducir inferencias o interpretaciones de parte de los evaluadores, redujo la aparición de sesgo por estereotipos de género. En tanto la similar evaluación que recibió el hombre y la mujer gerente, podría estar indicando cambios en la forma como generaciones más jóvenes de ejecutivos perciben a las mujeres en el mercado laboral y específicamente en cargos directivos, así como la incorporación de discursos de alta deseabilidad social, como son los referidos a la equidad de género. Ambas condiciones deben tenerse presentes para evitar que resultados como los obtenidos en grupos sociales tan específicos, sean generalizables y conduzcan a errores en la comprensión de los actuales procesos de discriminación por razones de género que se siguen advirtiendo en el mercado de trabajo. Lejos de generalizar los resultados, parece necesario realizar estudios que permitan comprender mejor el por qué si en ciertos grupos de ejecutivos las mujeres son evaluadas como igualmente capaces que los hombres para ocupar cargos de dirección, ellas siguen siendo una minoría en dichos cargos. 17 CREATIVIDAD, PROCESOS CREATIVOS Y SU DESARROLLO EN EL ÁMBITO ORGANIZACIONAL Luis Enrique Puente Garnica María Mireya Puente Garnica Jaquelina Preciado del Castillo Negrete Paradigmas en el contexto organizacional y del factor humano En décadas pasadas el mercado se caracterizaba por llevarse de una forma presencial, es decir, tenía que estar físicamente el fabricante con el cliente para poder llevar a cabo transacciones comerciales, se tenían que recorrer largas distancias y permanecer largos periodos de tiempo para hacer negocios; hoy en día muchas cosas han cambiado, las transacciones comerciales se vuelven cada vez menos físicas y más virtuales. Ante este nuevo orden mundial, Tapscott (2007) señala que se están llevando a cabo una serie de cambios muy importantes; los cuales han tenido una repercusión directa en las empresas, dichos cambios se les conoce con el nombre de paradigmas. Estos paradigmas tienen que ver principalmente con la tecnología de la información. La PC tiene tiempo de haber incurrido en las empresas como una herramienta de trabajo, sin embargo, no era considerada como una cuestión estratégica sino más bien como un medio para facilitar las tareas en la oficina; pero con la inclusión del trabajo en red, la concepción que se tenía de la computación cambio radicalmente. Las PC ahora están interconectadas lo cual permite compartir programas o paquetes como por ejemplo el SAE (sistema de administración empresarial), en dicho paquete hay una sección de compras, inventarios, facturación, cobranza; a través del cual muchas personas pueden darle uso y compartir y apoyarse con información de otras oficinas o áreas de trabajo. El trabajo en red permite el intercambio de información que facilita y mejora la toma de decisiones. La comunicación Inter.-empresarial permite la transferencia de datos vía MODEM o satélite de una empresa a otra sobre inventarios, compras, ventas, etc. Por otra parte, otro paradigma que se ha extendido aún más en los últimos años, es el llamado libre mercado; éste ha generado un libre tránsito de mercancías más dinámico y complejo. La competencia limitada está en vías de extinción, ahora existe una competencia más abierta e incluso agresiva, en donde las empresas tienen que luchar por colocar sus productos en el gusto de los consumidores. De esta forma el libre mercado permite el acceso a productos o servicios en gran parte del mundo teniéndose con esto más opciones de elección por parte del comprador o cliente. Producto en buena medida de estos paradigmas, las empresas han tenido que empezar a transformarse, en ser más dinámicas, flexibles, con capacidad de respuesta rápida a los cambios que se presentan; tienden a ser más planas y más orientadas al trabajo en equipo, la productividad y calidad así como el ejercicio de un liderazgo eficiente. Las condiciones económicas, políticas y sociales del mundo se han visto modificadas, los bloques socialistas han desaparecido prácticamente, hoy más que nunca los modelos neoliberales se han extendido pese a la crisis mundial que se ha dado en los últimos años. El ente al que se le rinde más culto es al cliente, las organizaciones crecen y se desarrollan a partir prácticamente de él; también se da la lucha de precios y la posición en los mercados. Los procesos interculturales son cada vez más marcados, la emigración y la consecuente existencia de trabajadores internacionales comienza a ser más común. Las políticas económicas predominan sobre las sociales, dichas barreras sociales se han eliminado cada vez más, y en continentes como Europa las fronteras políticas y económicas de los países no están muy lejos de desaparecer. Se vive en un mundo de reorganización, de redefinición, de la adquisición de nuevas concepciones del trabajo, la familia, la educación, y en donde la empresa no puede permanecer ajeno a todos estos fenómenos que se están dando, tiene que ver cómo adaptarse y ser parte de dicho cambio. Las organizaciones (sobre todo la mediana empresa), en el caso particular de México, enfrentan como lo describe Villareal (2006) una serie de presiones de índole económica, tecnológica, de capital humano muy fuertes, y su nivel de desarrollo es muy heterogéneo. Esto obliga a que en este tipo de empresas el cambio tenga que ser una constante y se requiere de creatividad para hacerlo no sólo por la complejidad que lleva implícito dicho cambio sino, además, por la carencia de recursos tecnológicos, financieros y de investigación. En este sentido la creatividad no es un lujo, es un bien básico en cualquier organización. El papel de la creatividad en las organizaciones Ante este panorama anteriormente descrito, hay que voltear la mirada al inicio o principio de las cosas, es decir, hay que ver que el hombre, es un ser que se diferencia de otros seres vivos por su inteligencia, su voluntad y su libertad. Y así, haciendo uso de su inteligencia, no se limita a conocer la realidad que lo rodea sino que ve más allá de lo físicamente perceptible, esto por su capacidad de pensar e imaginar; creando nuevas formas, conceptos, ideas y construyéndose, -y construyendo para la humanidad-, nuevos espacios y realidades. Pero esta capacidad creativa esta permeada por factores propios del individuo como son sus procesos creativos y, de factores externos, como es el entorno o ambiente en que se desenvuelve, lo cual permite la posibilidad de poder cometer errores, de experimentar, de aprender y de ser reconocidas sus creaciones. De tal suerte que la creatividad como un aspecto inherente al ser humano, se puede manifestar en la vida cotidiana, en las relaciones interpersonales, en el tiempo libre y en el trabajo. Así, resulta evidente que la creatividad en un ámbito ya más particular como es los centros de trabajo, está íntimamente ligada con los procesos de creación y gestión del conocimiento. Es por eso que es necesario profundizar en el estudio de la creatividad (concretamente en sus procesos creativos) para poder corroborar su importancia o trascendencia en las organizaciones. Y, de esta manera, demostrar que puede ser un factor trascendente en la mejora de la calidad de vida del trabajador, del enriquecimiento de su puesto de trabajo y en el caso de las organizaciones, en un mejor funcionamiento de las mismas. La creatividad como ente psicológico, como producto pero sobre todo como proceso dentro de un contexto Por otra parte, tradicionalmente la concepción más común acerca de la creatividad es aquella donde se pone énfasis en los productos o resultados, valiosos y trascendentes que esta genera. Para ejemplificar esta concepción se recurre a la historia de la humanidad, ¿por qué? Porque es a través de ella donde se puede observar como el hombre ha sido capaz de crear y de crearse así mismo. La descripción que hace Gordon (2001) es un ejemplo de ello, al hacer referencia de cómo evolucionó la palabra escrita y cómo a través de la imprenta se diversificó en todo el mundo. De esta forma, definir a la creatividad a partir de las creaciones que ha hecho el hombre es válido si sólo se quiere hacer una primera referencia a ella, pero insuficiente si se le quiere describir y conocer con mucho más profundidad; porque lo único que se observa es el “producto”, el “resultado” del acto creativo, pero no permite ahondar en por lo menos tres aspectos fundamentales; uno tiene que ver con el proceso, es decir, que ocurre antes, durante y en el momento de la creación. El segundo, que condiciones psicológicas propias del individuo se dan para que el proceso genere dicho producto o resultado. Y, finalmente, las condiciones contextuales que interactúan e influyen en dichos procesos creativos. Sin duda alguna al hablar de creatividad se está ante un fenómeno que puede ser catalogado como polisémico o de significación plural, que implica que puede ser abordado desde muchas disciplinas que van desde la antropología, lingüística, etnología, sociología, psicología, pedagogía, fisiología, entre muchas otras. Dentro del campo exclusivamente psicológico existe a su vez una gran variedad no solamente en las definiciones que se pueden dar sobre creatividad, sino, además, desde qué perspectiva es considerada; véase los casos que se presentan a continuación. Por parte de Worchel “La creatividad es la capacidad para imaginar nuevas y útiles maneras para resolver problemas” (1998:287). Aquí están presentes tres aspectos fundamentales en esta definición. El primero de ellos tiene que ver con una capacidad que en términos psicológicos sería sinónimo de un potencial el cual a su vez por definición implica que todos pueden poseerlo pero no necesariamente todos lo tengan desarrollado. El segundo aspecto tiene que ver con la imaginación que es un elemento que se desarrolla en el llamado pensamiento divergente, es decir, sé está hablando también de una habilidad mental susceptible de desarrollarse. Y, finalmente, el tercer aspecto que tiene que ver con resolver problemas que están íntimamente ligados con otros dos conceptos, uno que es la adaptación con su connotación evolutiva y el segundo que tiene que ver con el aprendizaje. Por otra parte, se tiene la definición planteada por Lahey “Es la capacidad de producir productos. como obras de teatro, soluciones a problemas sociales, poemas, fuentes de energía, sinfonías y demás que son nuevos y se valoran, socialmente útiles, bonitos desde el punto de vista estético, informativos, y así sucesivamente.”(1999:318). Aquí, a diferencia de la primera definición que se centró principalmente en describir una capacidad y el uso que se le puede llegar a dar; en esta otra, se centra más en un resultado, en este caso en productos que requieren una valoración social. El énfasis apunta entonces, en lo que es capaz de generar la creatividad y la utilidad que esta pueda llegar a tener, más que en el proceso en sí o cómo surge y se desarrolla. Cuando se habla de que se crea algo y que se tiene que valorar socialmente, esto necesariamente lleva implícito también el concepto de comunicación, de lo contrario, ¿cómo podría valorarse los productos si no se comunican? Siguiendo con esta revisión de conceptos se tiene el de Feldman “Combinación de respuestas o ideas en formas nuevas.” (2002:288). En este caso el aspecto principal que se maneja, es en el uso o manipulación de ideas en formas nuevas; esto puede implicar tanto la activación del pensamiento convergente como del divergente; es decir, la creatividad es vista como aquel proceso donde pueden entrar en acción ambos tipos de pensamiento, por lo tanto, lo más importante aquí es el proceso. Es importante detenerse un momento en esta definición y señalar que cuando se habla de un proceso en el caso de la creatividad, sé está haciendo referencia a una serie de etapas muy específicas como son las siguientes según Wallas (2002): a) Preparación. Se lleva a cabo cuando se define el problema y se recolecta la información necesaria. En ocasiones abarca las tentativas iniciales de solucionarlo. b) Incubación. Consiste en dejar “de lado” el problema mientras operan los procesos subliminales. Dado sus características “inconscientes” este proceso merece una descripción un poco más amplia por lo que se puede agregar, que éste ha sido descrito más a detalle por autores como García (2002) al señalar que dicho proceso significa también concentración, meditación y ensimismamiento. Cuando una persona esta “incubando” sucede generalmente en el ámbito inconsciente y silencioso donde la mayoría de las veces parece como algo “mágico” ya que al quererse explicar no se encuentran las palabras lógicas para comunicarlo al mundo racional. Este proceso en ocasiones se lleva a cabo cuando la persona se encuentra realizando actividades muy diferentes a la acción que le demandó atención específica para resolver un problema o crear respuestas conscientes. Incubar significa entonces, sembrar en la mente un objetivo o una necesidad y dejarla, como si fuera una semilla, germinando en lo profundo y oculto de la mente. Este proceso se realiza bajo una intensa actividad productiva aunque externamente parezca estéril ya que no deja traslucir la efervescencia intelectual que se está dando. c) Iluminación. A diferencia de otras etapas, la iluminación comúnmente es muy breve, y abarca una serie de “insights” internos en pocos minutos u horas. Aquí, la respuesta al problema aparece ante el individuo de manera repentina. d) Verificación. En esta etapa se implementa y se evalúa la solución. Por su parte Darley señala que “La creatividad consiste en nuevas combinaciones de ideas ya conocidas.” (2002:358). En este caso resulta importante resaltar el hecho de ver a la creatividad como un proceso mental, pero dado la explicación o ejemplificación que da el autor se puede inferir dos aspectos subyacentes; uno tiene que ver con la memoria, con el almacenamiento de información, de conocimiento, esto se puede observar cuando se hace el señalamiento de ideas ya conocidas, es decir, se habla de un conocimiento previo sin él no se puede crear. Sin embargo, habría que señalar que este conocimiento o ideas previas pueden obtenerse de manera formal (a través de instituciones educativas) pero también de manera empírica. El otros aspecto tiene que ver con el hecho de que si la creatividad es el resultado de ideas ya conocidas puede suponerse que hoy en día se vive en una época donde la acumulación del conocimiento es inmensa con respecto a hace tan sólo tres siglos; esto podría implicar que se puede tener posibilidades de ser más creativos, porque se poseen conocimientos e ideas previas mucho mayores que antes. Sin embargo, puede ocurrir quizá lo contrario y tomar en cuenta afirmaciones que plantean que “ya todo está inventado” y que cada vez es más difícil crear nuevas combinaciones que puedan resultar realmente originales y trascendentales precisamente por tantas ideas y productos ya existentes. Sin embargo, hay tantas cosas que cambiar en este mundo en todos los ámbitos (políticos, económicos y sociales) que hay que apostar por la idea de que todavía hay mucho que crear. También se tiene la definición de Barón el cual señala que la creatividad es la “Actividad cognoscitiva que da por resultado formas nuevas o novedosas de considerar o resolver los problemas” (1999:293). Aquí hay una combinación de varios elementos descritos en las anteriores definiciones, está por ejemplo la actividad cognoscitiva (sin especificar qué abarca o a cuál se refiere) y que implica procesos mentales; está el producto de la creatividad que viene siendo formas nuevas o novedosas de considerar o resolver problemas; y finalmente el hecho de resolver problemas que tiene una connotación evolutiva y de aprendizaje. Por otra parte Csikszentmihalyi (1996) plantea que la creatividad surge como resultado de la interacción de un sistema compuesto de tres elementos: una cultura que contienen símbolos, roles; una persona y un grupo de expertos que reorganiza y valida la innovación. Esta definición tiene cierta orientación al ámbito organizacional, es una de las más completas. Porque toma en cuenta estos tres elementos fundamentales, la cultura, la persona, y un grupo de expertos que valida la innovación; sin embargo, aunque señala la importancia de la interacción de estos tres elementos, la creatividad sigue siendo percibida solamente como un medio, que en este caso se ve traducida en la innovación. Es decir, se habla poco de la creatividad como un fin en sí misma, como un camino para el auto desarrollo del individuo, para el desarrollo del potencial del mismo. Cuando se habla del factor humano es porque se le reconoce su importancia de conocer que ocurre en su mente, pero con un fin exclusivamente pragmático. Dicho de otra manera, aunque se habla de tres elementos muy importantes en el proceso creativo, todo va a encaminado a obtener un resultado, solución de problemas o innovación, el producto sigue siendo lo más importante, que en cierto sentido es justificable y más en el ámbito organizacional, pero podría haber sido más interesante si se hubiera contemplado también desde una perspectiva más amplia o integral, ya que esto hubiera hecho del concepto de la creatividad algo mucho más completo. Sin embargo, es importante resaltar un aspecto que las anteriores definiciones no lo habían hecho tan explícito; la cultura. Resumiendo, las definiciones anteriormente señaladas (a manera de ejemplo) se pueden entender de dos formas; la primera de ellas, señalando que tienen dos carencias importantes: 1- Ven a la creatividad como un potencial que puede o no desarrollarse, como un proceso mental o, ponen más énfasis en el resultado de la creatividad que es el producto, o, que este producto deba ser valorado socialmente, es decir, de estas definiciones ninguna aglutina todos estos elementos. Ponen más énfasis en uno o en otro aspecto. 2- Aparte de poner énfasis sólo en uno o dos aspectos de la creatividad, no describen o justifican con detalle por qué lo hacen. De haberse hecho esto, podría cambiar la percepción de dichas definiciones y verse desde otra perspectiva. Por otro lado, en lugar de hablar de carencias en el sentido estricto, se habla simplemente de diferentes enfoques como lo plantea Sánchez (1999) y que a manera de síntesis serían: Primer enfoque: creatividad como característica de la personalidad. El cual resalta las características o cualidades de una persona creativa, pero no en el sentido de identificar un perfil único o prototipo ideal de la misma, ya que éste no existe como tal, sino en el de destacar algunos rasgos distintivos en este tipo de personas. Segundo enfoque: creatividad como proceso. Un proceso que se puede definir desde el punto de vista de la evolución (perspectiva dinámica) de un fenómeno a través de diversas etapas que llevan a un resultado determinado. Tercer enfoque: creatividad como producto. Hablar de creatividad en términos de producto es quizá el enfoque más valorado en diversos sectores (principalmente el industrial), ya que se pone de manifiesto su aspecto objetivo y tangible. De aquí que Sánchez (1999) mencione también que cuando se pretende evaluar un producto creativo, se toman en cuenta dos aspectos fundamentales: a) Que incorpore algo novedoso b) Que sea útil Los criterios para evaluar las obras o productos creativos se establecen en función del contexto o las necesidades del mismo, por lo que además de los criterios mencionados, existen otros que se valoran o destacan: a) El grado de originalidad b) El impacto de la idea o producto c) La simplicidad d) La facilidad de uso e) El factor oportunidad f) La elegancia o presencia Cuarto enfoque: creatividad como ambiente. Este enfoque hace hincapié en el ambiente que se genera en cualquier entorno y a partir del cual se propicia la creatividad. Betancourt (2003) ha llamado atmósferas creativas a este cuadrante, y las describe como una propuesta educativa encaminada a propiciar un ambiente capaz de despertar en el alumno el deseo de participar, crear, aprender y reflexionar con entusiasmo en el contexto escolar, y prolongar dicho aprendizaje a su vida social y emocional. Si se reúnen y analizan las aportaciones de todas estas definiciones y de muchas otras más, se puede identificar, como lo plantea Papalia (2004), cuatro dimensiones básicas, -y que de alguna manera están presentes en los enfoques-, que son: persona, proceso, medio y producto. Cuando se habla de creatividad, como en el caso de los teóricos que se acaban de revisar-, se está hablando de alguna o de todas estas dimensiones. Por otra parte, De la Torre describe una serie de características generales de la creatividad que también de alguna forma son aplicables a todas estas definiciones por lo menos en el campo psicológico y son las siguientes, “la actividad creativa es intrínsecamente humana” (1997:61). Desde esta perspectiva la creatividad es un potencial humano y es un atributo de los seres racionales. Por lo que no es posible aplicar este concepto de creatividad a las máquinas, a las computadoras, ni al mundo de la robótica. Ellas pueden superar al hombre en la rapidez del cálculo, en la solución de problemas, en la multiplicidad de combinaciones y hasta en la realización de productos llamativos y estéticos en pintura, música, literatura, etc. Pero, la creatividad no está tanto en lo original como en lo personal; en la capacidad de responder a situaciones o estímulos imprevistos, no programados. La máquina no tiene capacidad de sorpresa, de autovaloración. La creatividad está por encima de los procesos mecánicos; está en la mente de quien imagina y diseña esos mecanismos o programas. Más adelante el autor señala, “Congruentes con la nota anterior, habremos de aceptar que la actividad creativa posee direccionalidad e intencionalidad.”(1997:61). Muchas veces se piensa que la creatividad es producto de la casualidad, pero como se acaba de ver, en este caso posee direccionalidad nada más que en diferentes niveles y ámbitos. Además señala, “un tercer referente vertebral de la actividad creativa es que transforma el medio”. (1997:62) Aquí es importante resaltar el énfasis que se le da al medio para la capacidad creadora. El hombre no puede crear a partir solamente de la combinación de ideas previas de manera aislada; si no que lo tiene que hacer en una constante Interacción con el medio, el hombre transforma al medio pero también el medio transforma al hombre. De esta manera, cuando se pretende estudiar la creatividad no sólo se tiene que hacer a un nivel psicológico- aunque es necesario, obligado dada la naturaleza de la creatividad- sino también hacerlo a partir del análisis del contexto o medio donde se encuentra el hombre para poder determinar como se ve influido o influye en dicho contexto y cómo esto a final de cuentas favorece y permite que trascienda la creatividad de los individuos. Siguiendo con el autor, continúa señalando, “creatividad y comunicación no sólo son dos términos que se yuxtaponen la lógica del pensamiento. Son dos categorías trascendentales que nos permiten construir lo más hondo y específico del ser humano. Sólo el hombre crea, y al crear nos comunica su transformación” (1997:62). De esta forma para que la creatividad adquiera un rango importante en la sociedad, requiere comunicarse, darse a conocer, aquí entonces entran en juego dos situaciones muy particulares; por un lado está en la capacidad que puede tener el hombre para comunicar su creación, y una segunda situación es que existan los medios, los canales que permitan que esta comunicación se escuche, sea tomada en cuenta y pueda ser conocida y valorada. Y, finalmente, el autor plantea “Si algún atributo ha sido más unánimemente referido a la creatividad, ha sido el de originalidad o novedad.”. (1997:63). Aquí el autor propone una serie de lineamientos que enriquecen los criterios que habrán de considerarse o tomarse en cuenta para poder determinar si algo es novedoso, original o no. Con esta revisión de aspectos y características de la creatividad se hace comprensible y mucho más integradora la definición que presenta De la Torre recientemente revisado en torno a la creatividad, la cual la define como”: La capacidad y actitud para generar ideas nuevas y comunicarlas.” (1997:62). Aunque parece una definición muy sintética, en realidad no lo es, si se toma en cuenta las referencias anteriormente descritas y la explicación que se da en torno a esta definición. Este autor señala que en esta definición se integran las cuatro orientaciones básicas. La persona, en su doble vertiente cognoscitiva (capacidad) y afectiva (actitud), ya que la creatividad no es únicamente una aptitud intelectual sino también una disposición, una implicación afectiva y vital. Pero al mismo tiempo alude al proceso, al afirmar que dicho potencial se orienta a generar ideas nuevas. Éstas surgen como fruto de un proceso no siempre previsible y difícilmente controlable. El resultado de dicho proceso se manifiesta al comunicar estas nuevas ideas. La novedad en las ideas o realizaciones es la cualidad más relevante del producto creativo. El medio está implícito en la generación de ideas y su comunicación. La comunicación requiere dominio del código y, por tanto, del medio de expresión de las ideas. Así pues, bajo la expresión simplificada de generar ideas nuevas y comunicarlas, el autor conceptualiza la creatividad. Dado la descripción amplia que el autor da en torno a la creatividad, pero al mismo tiempo una definición breve pero operacionalmente viable, permite considerar o tomar en cuenta dos aspectos fundamentales: el primero de ellos es ver a la creatividad como un ente psicológico con connotaciones intelectuales y afectivas, y segunda; la importancia del contexto y ambiente en el desarrollo de los procesos creativos. La Creatividad y sus procesos creativos Las etapas del proceso creativo poseen su propia complejidad y es necesario estudiar no sólo el todo que es dicho proceso, sino también cada una de sus partes. Resultado de investigaciones realizadas (Puente 2007,2009) La información recabada proporcionó diferentes matices de dichas etapas del proceso creativo y se resaltó la gran interrelación que tienen unas con otras. También se pudo observar como las etapas del proceso creativo están también de alguna manera interrelacionadas con factores externos, tal es el caso de la gestión del cambio y de tipologías culturales. Lo anterior hace suponer que el estudio del proceso creativo en el ámbito organizacional tiene que ser estudiado en un sentido más amplio, más integral, que contemple otro tipo de variables, su estudio como ente aislado no sería lo mejor. También se pudo observar que hay matices diferentes entre el proceso creativo que es producto de una demanda exterior, es decir ordenado por el jefe inmediato o por la organización , con respecto cuando es el caso de una demanda interna, es decir, cuando el propio trabajador decide ser creativo. Al respecto se encontró que el proceso creativo producto de una demanda interior se desarrolla de una mejor manera que cuando es demandado expresamente por la organización. Esto tiene una serie de implicaciones. Dentro de dichas implicaciones destaca el hecho de la creatividad no tiene una valoración organizacional importante, es decir, a las organizaciones en su mayoría no ven o no creen que es necesario tener personal creativo en la organización, o quizá si lo consideren pero no saben exactamente cómo hacerlo, como lograrlo. Y lo que suele ocurrir en la mayoría de los casos es que se dan cursos o talleres sobre creatividad, que si bien son importantes y es un esfuerzo por parte de las organizaciones para desarrollar la creatividad de su personal, no es suficiente. Tanto en el Marco teórico como en los resultados de dichas investigaciones, se puede observar que dichos cursos tienen un alcance limitado porque no se consideran otras variables que de alguna forma influyen en dichos procesos creativos, tal es el caso de la gestión del cambio y de la cultura organizacional. Esto no es algo común sólo de la creatividad, es algo que se puede observar en muchos otros procesos como son cuando se implementan nuevos modelos de organización del trabajo como es el Benchmarking, la mejora continua, la reingeniería; en muchos de estos casos los resultados no llegan a ser muy alentadores, precisamente porque no se ocupó la organización en “preparar el terreno” para que dichos modelos aterrizaran y generaran los resultados que se esperaban obtener. Algo similar pasa con la creatividad, no se ve como un proceso que requiera replantear una serie de aspectos relacionados en la forma en cómo se gestiona el cambio y el tipo de cultura predominante en la organización para así saber si existen las condiciones mínimas necesarias para que se pueda desarrollar como se espera que lo haga. El proceso creativo podrá encontrar un mejor desarrollo si se atienden los aspectos anteriormente señalados. Ahora bien, que implica atenderlos. Bueno en un primer momento revisar si la gestión del cambio no es sólo operativa o resalta los beneficios organizacionales sino sobre todo que involucre al personal y se resalten los beneficios individuales y organizacionales, tendría que asegurarse que así ocurriera. En el caso de las investigaciones comentadas se encontraron las tres posturas, es decir, una gestión del cambio básicamente operativa, otra gestión del cambio operativa y que toma en cuenta al factor humano pero que sólo resalta los beneficios organizacionales, y finalmente la tercera y la que se considera ideal, que es aquella que toma en cuenta lo operativo, lo humano pero con un énfasis en los beneficios tanto individuales como organizacionales. El otro factor que es importante considerar tiene que ver con las tipologías culturales, al respecto también se encontraron la presencia de todas estas, en una mayor proporción la burocrática, le sigue la permisiva y en un último nivel la colaborativa. Estos resultados en los estudios realizados también son coincidentes con el hecho de que el proceso creativo en algunos casos alcanza su máximo desarrollo cuando se da en una cultura colaborativa, en otros sólo de manera parcial como es el caso de la permisiva y en una gran mayoría no lo encuentra, con la presencia muy importante de la cultura de tipo burocrática la cual por definición no es una cultura que promueva la creatividad, muy por el contrario la aplasta, la inhibe. Por lo que en este caso también se pudo inferir que existe algún tipo de relación entre los procesos creativos y las tipologías culturales predominantes. Esto obliga a plantearse la necesidad de más estudios que permitan ratificar o acabar de demostrar una relación estrecha, importante entre los procesos creativos con respecto a factores externos que como se mencionó fueron en este caso la gestión del cambio y las tipologías culturales. Pero también es importante señalar que esto no es la única relación que se puede establecer, hay que trabajar más sobre esta relación y quizá y seguramente sobre muchas otras que forman parte de la organización y que de alguna manera inhiben o desarrollan los procesos creativos. La realización de estudios que profundicen más al respecto ayudará a darle a la creatividad dos aspectos de entrada importantes, el primero de ellos darle un status quo más prominente y que ésta, sea cada vez más valorada como un elemento estratégico que debe de contemplar las organizaciones e impulsarlo. Ahora bien, por qué estudiar los procesos creativos. Una de las razones estriba en el hecho de que las organizaciones de hoy en día y del futuro inmediato deberán precisamente concentrar una buena parte de sus esfuerzos en los procesos creativos ¿por qué? Porque se está ingresando en la era del conocimiento, del saber, como lo señala De la Torre “Una organización, y, por consiguiente, un pueblo o un país, será tanto más rica cuanto más personas creadoras tenga “(1997:14). Otra de las razones, es que una gran cantidad de estudios sobre la creatividad en las organizaciones se ha centrado en ser casi exclusivamente de carácter instrumental o pragmático como lo señala Saldaña “Organizacionalmente hay una marcada tendencia a comprender a la creatividad exclusivamente en términos instrumentales, es decir, como herramienta para resolver problemas, crear nuevos productos, nuevos negocios y nuevos sistemas. Desde éste ángulo la creatividad es un instrumento, una técnica.” ( 2000:35).Esto no significa, que la creatividad no tenga como una de sus funciones “crear”, por el contrario, es parte fundamental de su esencia, de no concebirlo así esto implicaría negar su naturaleza. Si no más bien, como señala Saldaña “La creatividad instrumental de corte managerial representa apenas una de las múltiples facetas de la creatividad organizacional” (2000:13). De aquí la pertinencia de estudiar la creatividad pero no solamente desde un punto de vista pragmático, sino también tomando en cuenta un aspecto fundamental de la misma, sus procesos creativos en relación con factores externos al individuo. Esto permitirá ver a la creatividad no sólo como un medio para crear cosas, para inventar ideas, objetos, sino sobre todo como un fin en sí misma, para hacer más humano al ser humano; en este caso en particular para que el proceso creativo sea para el personal en las organizaciones sinónimo de más libertad, crecimiento, desarrollo en el ámbito individual; que represente una opción para mejorar su calidad de vida; logrando esto se podrá tener también un desarrollo de la organización en su conjunto a través del cambio, como se plantea en el Modelo de Desarrollo Organizacional, primero el desarrollo de las personas y después el cambio, o bien como plantea el modelo de Desarrollo Humano que señala que la organización es ante todo producto de la interacción humana por lo que enfatiza el desarrollo de la persona. Ya que mejores personas pueden hacer mejores organizaciones. Finalmente, sobre el porqué de estudiar los procesos creativos, se puede encontrar en las afirmaciones que hace Yentzen "Desarrollar un pensamiento personal, basado en una confrontación de la información y experiencias es un acto de creatividad... a través del acto de desarrollar un pensamiento personal basado en la confrontación de información... puedo crear afuera... y descubrir... el mundo” (2001:23). De esta forma tomar en cuenta el proceso creativo del personal permitirá no sólo al desarrollo del individuo y de la organización en términos generales- sino como se ha señalado-, de acelerar los cambios, y, ¿Por qué acelerarlos? Porque una gran cantidad de organizaciones mexicanas posee estructuras organizativas y funcionales que ya no responden a las demandas del mercado, porque se posee en muchos casos tecnología administrativa, así como maquinaria y equipos ya obsoletos. Porque el nivel de competitividad y productividad sigue siendo escaso, porque el nivel de calificación y educación es mínimo, porque la capacidad de aprehender y desaprender es poco atendida y es compleja, porque muchas de ellas poseen culturas gerenciales muy tradicionales donde la toma de decisiones es muy centralizada, donde el objetivo único e importante no es la permanencia en el mercado sino la de obtener dividendos, -a costa de lo que sea-, eso implica explotación del trabajador, condiciones inseguras en el trabajo, ausencia de sistemas de calidad eficaces, ausencia de una planeación estratégica; y, porque el factor humano sigue sin dársele en la práctica todo el valor que se merece. Por estas razones muchas organizaciones mexicanas tienen la necesidad de acelerar el cambio, y una manera de lograrlo es aprovechar el potencial, el conocimiento y la generación de dicho conocimiento que pueda dar el personal, por ejemplo, a través de sus procesos creativos-, que permita mejorar la calidad de vida del trabajo y su desarrollo personal de los empleados y trabajadores, y a la organización, adaptar lo que tenga que adaptar- pero acorde a las características de las organizaciones mexicanas-, diseñar acciones, estrategias novedosas que hagan el trance de una organización tradicional a una organización contemporánea o emergente, pero buscando que este proceso sea menos lento, menos traumático, menos frustrante pero sí más efectivo. Además de poder lograr hacer cambios planeados y que las organizaciones los implementen producto precisamente de dicha planeación y no seguir de forma permanente con un comportamiento reactivo resultado de las exigencias del entorno. Sin embargo, es importante señalar que la aceleración del cambio a través de los procesos creativos no es concebida por lo menos en este trabajo como un cambio improvisado, impuesto verticalmente, apresurado, no planeado. Cuando se habla de acelerar el cambio sí sé está haciendo referencia efectivamente a que la temporalidad de los cambios sea más corta pero producto de un factor detonante que en este caso es el desarrollo de los procesos creativos. Lo que se pretende enfatizar en este trabajo es que si se toma en cuenta dicho proceso creativo y cómo interactúa con una serie de variables como es el caso de la gestión del cambio y de la cultura organizacional, éste proceso puede generar una serie de resultados favorables en el personal y en todos los ámbitos de la organización. Con el desarrollo de los procesos creativos se puede contribuir de manera significativa a institucionalizar el cambio en las organizaciones. Es precisamente esta institucionalización del cambio lo que va a permitir acelerar los cambios para el desarrollo del personal pero al mismo tiempo para el desarrollo de la organización. Es decir, se puede y debe buscar lograr el desarrollo no sólo de la organización en el ámbito financiero, material, tecnológico, sino también, en el ámbito humano. El principal reto que enfrentan las organizaciones al cambiar, es la resistencia que se pueda presentar antes, durante y después del cambio y la cual tiene diferentes matices como es la resistencia abierta, la apatía, la indiferencia, el sabotaje, la generación de conflictos grupales, la creación de un clima laboral hostil, el no hacer el trabajo de manera adecuada, las faltas, retardos y un sin fin de manifestaciones. Si a demás de las estrategias que proponen para hacerle frente a la resistencia al cambio, las personas logran y se les permite desarrollar sus procesos creativos, dicha resistencia va a disminuir en un grado importante, porque una de las características de las personas creativas es no tenerle tanto miedo al cambio, tener iniciativa y algo muy importante cuando los cambios son prolongados o duran mucho tiempo, la tolerancia a la frustración y la auto motivación son muy importantes para “no arrojar la toalla” y ya no seguir trabajando por el cambio. En resumen, una persona creativa manifestará mucha menor resistencia a participar en cambios que una que no lo tenga desarrollada. Ante este panorama, porqué no ver en la creatividad una forma no solamente para mejorar la solución de problemas y toma de decisiones básicos sino además para que los empleados se sientan involucrados, y que realmente perciban que forman parte de un proyecto donde su aportación es muy valiosa para el logro del mismo. Hoy más que nunca no es suficiente con la toma de decisiones cuantitativas, se requiere una visión alternativa, cualitativa, que enfrente de mejor manera estos desafíos. Se requiere de trabajar con la gente para que sea más creativa, para que aplique dicha creatividad en la solución y planteamiento de problemas más trascendentes, porque a final de cuentas cualquier creación implica una solución de problemas. Esto va a generar nuevos hábitos de trabajo, nuevas prácticas, nuevas actitudes, nuevas formas de pensar acerca del cambio y de la organización en su conjunto. La percepción que se tenga del cambio va a ser como un aspecto inherente a la organización, como algo cotidiano, algo que forma parte de su forma de ser, de su forma de comportarse. De esta forma al desarrollarse e implementarse la creatividad en las organizaciones no sólo se va a contribuir a que la organización funcione más eficientemente y armónicamente, sino algo todavía más importante, se estará contribuyendo a mejorar la calidad de vida en el trabajo y al desarrollo personal de los empleados. Porque “crear” y que eso que se crea sea valorado a cualquier nivel, lleva implícito una serie de satisfacciones en el ámbito intelectual, afectiva y conductual que enriquecerá la vida de los empleados. Hacia una propuesta de atender a la creatividad y sus procesos creativos dentro de un marco organizacional Otro aspecto importante a mencionar tiene que ver con el hecho de que la creatividad deje de ser un mito y se convierta en una herramienta y en un fin en sí misma en las organizaciones. La realización de este tipo de estudios puede aportar su grano de arena de tal forma que la creatividad no sólo se vea como producto de algo sino que es un concepto más complejo que viene siendo el proceso creativo. Resaltar el hecho de que implementar la creatividad en las organizaciones debe ser un hecho más cotidiano que ocasional y que requiere un enfoque sistémico para su desarrollo en cualquier organización. De tal forma que si bien es cierto que se necesita estudiar como se ha comentado en este trabajo, de factores externos como son la gestión del cambio y las tipologías culturales, requiere de varios elementos adicionales que se consideran fundamentales, uno tiene que ver con la libertad que puede quizá ser plasmada a través del empowerment o de alguna otra herramienta, porque si el personal no percibe esa libertad cualquier esfuerzo que se quiere hacer con respecto a la creatividad se puede ver truncado. La libertad es una expresión natural del ser humano y es algo que no se le puede quitar al personal, hacerlo se le está coartando parte de su esencia de ser humano. Otro elemento importante tiene que ver con la confianza, si al personal no se le dota de este aspecto nuevamente habrá dificultades para que la creatividad no sólo sea un medio sino sobre todo un fin en sí misma. La confianza es un capital cada vez más escaso no sólo en las organizaciones sino en nuestro país, un ejemplo claro de esto, desde un punto de vista muy particular, tiene que ver con el instituto federal electoral. Para mucha gente es un ejemplo a seguir para otros países, otros más dicen que es el reflejo de que se está avanzando en la democracia, más bien al respecto se piensa que es un signo de falta de confianza, se tiene una credencial de elector con tal cantidad de medidas de seguridad para que no se clonen (aunque como se sabe sí se hace), que no hace más que reflejar falta de confianza. En los momentos en que ocurren elecciones hay representantes y observadores de todas partes del mundo, por qué, porque no se tiene confianza. La confianza es un valor que hay que desarrollar mucho en nuestra sociedad y en los niños de este país para poder aspirar a tener uno mejor. La confianza en las organizaciones le da un sentido no sólo más humano a las relaciones laborales, sino también personal, no hay la percepción de que alguien está por encima de uno, que es el jefe, sino más bien la percepción de que hay otras personas que realizan otras funciones. Un tercer elemento que se considera fundamental, es el que tiene que ver con la comunicación; esta es básico, si no hay comunicación es imposible saber lo que las demás personas piensan, si no hay comunicación el personal no sabe que se espera de ellos, si no hay comunicación no se sabe lo que la organización le puede ofrecer al personal. Sin embargo, es importante precisar que no se está hablando de una comunicación basada en la tecnología de la información o en la tecnología administrativa exclusivamente; se está hablando de una comunicación de persona a persona, una comunicación más cercana física y personal. No hay duda en que se ha avanzado mucho en la velocidad de la comunicación pero se considera que se ha avanzado poco en la comunicación de persona a persona vía su lenguaje corporal y verbal, lo que se ve traducido en desconocer quién es el compañero de trabajo y qué es lo que se piensa y se siente, esta comunicación parecer ser para muchas organizaciones algo que no es tan importante. Pero en este caso en particular se considera que sí lo es. Finalmente, un cuarto aspecto tiene que ver con la creatividad desde una perspectiva como ente de estudio científico. Es el hecho de que se considera que es necesario realizar más estudios que den más elementos para ir construyendo una teoría o varias teorías sobre la creatividad más sólidas; que deje de ser un elemento disperso académicamente hablando. El estudio de la creatividad es el estudio del ser humano y de su futuro. Entre más investigación se realice, más herramientas habrá para incorporarlas no sólo a la vida organizacional sino también de toda la sociedad. Una investigación de la creatividad más multidisciplinaria se considera daría más elementos para darle su justa dimensión en el ámbito laboral. Como se comentó anteriormente debe darse el paso de estudiar a la creatividad no sólo con fines de desarrollarla en un ámbito puramente psicológico, sino también en un ámbito más psicosocial, que tome en cuenta más elementos y que se construyan atmósferas creativas más amplias, más integradores, en la medida que se logre esto, la creatividad tendrá mayor relevancia académica. 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Maria Chalfin Coutinho2 Maria Fernanda Diogo Introdução Trabalho e emprego possuem diferenciações no campo teórico. Trabalho surge desde que o ser humano começou a transformar a natureza, fabricando ferramentas e utensílios. Emprego é uma das formas que o trabalho pode assumir no capitalismo, este é mais recente na história da humanidade, aparecendo por volta da Primeira Revolução Industrial, que estabeleceu a relação de compra e venda da força de trabalho. Partimos da compreensão do trabalho como relativo não só às condições socioeconômicas e laborais, mas também concernente aos significados e sentidos da experiência subjetiva do trabalhador. Este artigo buscou comparar duas pesquisas que investigaram os processos de significação de trabalhadores informais e de servidores públicos, revelando diferenciações nestas duas realidades. Grandes mudanças foram engendradas desde as últimas décadas do século XX, desde mutações políticas até transformações no plano da organização sociotécnica do setor produtivo (ANTUNES, 2005). Os processos de reestruturação intensificaram-se e geraram conseqüências, tais como o crescimento do desemprego, das formas precárias de trabalho e novas configurações na classe trabalhadora (ANTUNES, 2000). Blanch Ribas (2003) analisa trabalho, emprego, desemprego e subemprego como tipos ideais. O autor considera emprego “... uma modalidade de trabalho desenvolvida no marco de uma relação contratual de intercâmbio mercantil, de natureza jurídica, estabelecida, pública e voluntariamente, entre duas partes: a pessoa trabalhadora contratada (...) e o contratante” (p. 37/8, tradução das autoras). O autor ainda aponta que 1 Este artigo é uma versão resumida do capítulo “Entre o trabalho e o emprego: sentidos atribuídos por trabalhadores informais e servidores públicos”, no prelo. 2 Maria Chalfin Coutinho é Doutora em Ciências Sociais pela UNICAMP. Atualmente é professora associada II, atuando na Graduação e no Programa de Pós-Graduação em Psicologia da UFSC, e coordenadora do NETCOS - Núcleo de Estudos do Trabalho e Constituição do Sujeito. Maria Fernanda Diogo é Doutoranda do Programa de Pós-Graduação em Psicologia da UFSC e pesquisadora do NETCOS. 1 crises cíclicas no mercado de trabalho capitalista fizeram surgir o desemprego e, mais recentemente, o subemprego ou emprego de baixa qualidade. Para Piccinini, Oliveira e Rübenich (2006) o Brasil tem enfrentado séria mudança de paradigma tecnológico (ocasionada pelos processos de globalização) e, também, uma crise estrutural devido ao esgotamento de seu padrão de industrialização. Nesta conjuntura, as práticas de sobrevivência do capital se refletem no fenômeno da flexibilização, informalidade, desmantelamento da proteção social e aprofundamento das desigualdades. Antunes (2005) aponta que passamos para um padrão de produção mais flexível que busca “... incrementar sem limites o trabalho morto corporificado no maquinário tecnocientífico e aumentar a produtividade de modo a intensificar as formas de extração do sobretrabalho (da mais-valia) em tempo cada vez mais reduzido” (p. 27). Entre as conseqüências das estratégias de reestruturação destaca-se o crescimento do desemprego e das formas precárias de trabalho. Baseado em bases de dados oficiais, Pochmann (2006) descreve que o Brasil vivenciou em 2003 a mais grave desestruturação do mercado de trabalho de sua história3. O autor indica uma mudança na estrutura ocupacional do país, fomentando ocupações sem remuneração, por conta própria, autônomas, de cooperativa, empreendedoras etc. O trabalho sem contrato ou garantias sociais recebe diversas denominações: trabalho “atípico”, flexível (KOVÁCS, 2001; VASAPOLLO, 2006; ANTUNES, 2005), precário (POCHMANN, 2006) etc. Para fins deste trabalho, adotaremos o termo flexibilização do trabalho ou emprego flexível por acreditar serem mais abrangentes. Vasapollo (2006) aponta que a flexibilização passou a ser imposição das empresas para que os empregados aceitem salários baixos e piores condições de trabalho, difundindo-se o trabalho irregular, precário e sem garantias. Para Alves e Tavares (2006, p. 436) “a flexibilização, geralmente apresentada como geradora de emprego, é uma das mais eficientes modalidades de exploração do trabalho já utilizadas pelo capital”. Aqueles que têm emprego são pressionados a se identificarem com as empresas e seus valores, implicando estas formas de gestão sobre o modo de ser dos trabalhadores (COUTINHO, 2007). Kóvacs (2001) aponta que as transformações organizacionais são encaradas como motores da dinâmica econômica nas empresas, tendo como conceitos de referência just-in-time, dowsizing, outsoursing, reengenharia, qualidade total e outros que buscam aumentar a flexibilidade das organizações. 3 Importante ressaltar foram analisados dados do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), de 1980 a 2000, portanto anteriores ao Governo Lula, iniciado em 2003, período no qual tivemos crescimento da formalização e diminuição nos índices de desemprego. 2 Diante deste cenário, consideramos importante o resgate de teorias psicológicas sobre os processos de significação, articulando-as com o contexto produtivo contemporâneo. Sintetizamos as compreensões teóricas que embasam este trabalho e na seqüência apresentamos as duas pesquisas desenvolvidas que investigam os processos de significação de trabalhadores informais e de servidores públicos. Abordagens sobre os processos de significação no trabalho Mudanças nas formas de trabalho e emprego trazem implicações objetivas e subjetivas, já que a noção de trabalho, tal como coloca Blanch Ribas (2003), envolve tanto as condições socioeconômicas nas quais esta atividade humana se desenvolve, como o significado, sentido e valor socioculturais desta experiência. As condições de trabalho são relativas às circunstâncias nas quais este ocorre, já os significados remetem aos diferentes valores e concepções que os sujeitos têm sobre seus trabalhos. “A história da realização dos seres sociais, ao longo de seu processo de desenvolvimento históricosocial, sabemos, objetiva-se por meio de produção e reprodução da existência humana desenvolvida pelo processo de trabalho” (ANTUNES, 2005, p. 68). Tal como Borges, Tamayo e Alves-Filho (2005), observamos que os estudos sobre os significados do trabalho se fundamentam em diferentes concepções teóricas e epistemológicas. Em revisão da literatura sobre o tema identificamos as principais vertentes contemporâneas da psicologia que tratam de significados e sentidos: a cognitivista, a existencialista, a construcionista e a sócio-histórica (TOLFO, COUTINHO, BAASCH e CUGNIER, 2006). Entre as vertentes apontadas destacamos neste manuscrito duas abordagens: a perspectiva sócio-histórica, ancorada na sociologia materialistadialética, e a perspectiva construcionista, que parte da sociologia do conhecimento. Dentro da perspectiva sócio-histórica destacamos Leontiev (1998). Este autor compreende o psiquismo ou a consciência humana dentro de uma perspectiva materialista, investigando suas características de conteúdo psicológico. Nesta perspectiva, a significação consiste em uma generalização de práticas sociais humanas da realidade, correspondendo a representações e conhecimentos em uma dada época e sociedade, fixadas principalmente através da linguagem. Assim, significado remete ao coletivo, aos sentidos partilhados pelo grupo de referência, e sentido remete à significação, dependente da apropriação individual de cada sujeito (BASSO, 1998). A abordagem construcionista afirma a indissolubilidade entre os sentidos produzidos pelos sujeitos e a realidade. Esta se ancora na Sociologia do Conhecimento, proposta por Berger e Luckmann (1999) e busca conhecer como as pessoas explicam a 3 realidade que as cerca, ou seja, o conhecimento do senso comum. A abordagem Construcionista busca “... focalizar o momento da interação, ou seja os processos de produção de sentidos na vida cotidiana” (SPINK e FREZZA, 2004, p. 26), afinal sujeitos e objetos são interpretados como construções histórico-sociais. Apesar das diferenças teóricas, as perspectivas sócio-histórica e construcionista compartilham a compreensão da indissociabilidade entre sujeito e realidade, sendo os sentidos e/ou significados produzidos pelos sujeitos a partir de suas experiências concretas. Neste artigo compreendemos ... os significados como construções elaboradas coletivamente em um determinado contexto histórico, econômico e social concreto. Já os sentidos são uma produção pessoal decorrente da apreensão individual dos significados coletivos, nas experiências cotidianas. É importante ressaltar as transformações porque passam os sentidos e os significados, uma vez que são construídos em uma relação dialética com a realidade. (TOLFO et al, 2006, s/p.) Método A proposta das trajetórias identitárias (COUTINHO, s/d; SOARES e SESTREN, 2007) foi desenvolvida no âmbito da linha de pesquisa “Trajetórias no trabalho e processos identitários”4, constituindo-se em uma estratégia qualitativa que destaca a dimensão temporal da vida laboral dos sujeitos investigados. Esta buscou inspiração em Dubar (2006) e Gaulejac (2000). O primeiro investiga as “trajetórias sociais e formas identitárias” de sujeitos no decorrer de sua existência, considerando as dimensões objetivas e subjetivas como indissociáveis. Já Gaulejac (2000) propõe a investigação das “trajetórias sociais”, buscando compreender articulações entre aspectos sociológicos e psicológicos. As investigações que apresentaremos a seguir seguem a perspectiva qualitativa e se baseiam em estudos de caso (YIN, 2001). Nas duas pesquisas, o principal instrumento de coleta de dados foi a entrevista semi-estruturada. As entrevistas propiciam a interação face a face entre entrevistador e entrevistado, constituindo-se numa comunicação bilateral (RICHARDSON, 1999). Em ambas as pesquisas buscou-se investigar as trajetórias laborais dos sujeitos para compreender os sentidos produzidos sobre seus trabalhos. O 4 Esta linha integra a área de concentração “Práticas sociais e constituição do sujeito” do Programa de PósGraduação em Psicologia (PPGP) da Universidade Federal de Santa Catarina (UFSC), composta pelas professoras Dulce Helena Penna Soares, Edite Krawulski e Maria Chalfin Coutinho. 4 conteúdo das entrevistas foi organizado em categorias temáticas, o que possibilitou sua análise e interpretação, tendo como referência procedimentos qualitativos de análise de conteúdo (FRANCO, 2005). Cada estudo tinha foco em diferentes aspectos do contexto de trabalho dos sujeitos investigados. Inicialmente apresentaremos alguns resultados da dissertação de Campos (2005), desenvolvida sob orientação da Profa. Dra. Maria Chalfin Coutinho. Neste estudo foram entrevistados trabalhadores da Grande Florianópolis em situação de informalidade, sendo dois trabalhadores domésticos (faxineiro e diarista); um pedreiro; duas guias de turismo e duas professoras de inglês. Entre os participantes havia dois homens e cinco mulheres, com idades entre 25 e 46 anos e grau de escolaridade variado. Em seguida, apresentaremos alguns resultados parciais da pesquisa “Sentidos do trabalho para servidores técnico-administrativos da UFSC”, coordenada pela Profa. Dra. Maria Chalfin Coutinho5. Utilizaremos aqui dados da primeira etapa da investigação, extraídos de Coutinho, Diogo e Joaquim (2007) e Coutinho, Diogo e Joaquim (s/d). Foram entrevistados 12 servidores técnico-administrativos (STA) que atuavam em diferentes setores da Prefeitura Universitária (PU), executando atividades ligadas à manutenção e à conservação da universidade. Os sujeitos desta pesquisa eram onze homens e uma mulher, com diferentes níveis de escolaridade e idade variando de 21 a 59 anos, sendo que a maioria (9 entrevistados) trabalha há mais de 20 anos na instituição. Sentidos do trabalho e emprego para trabalhadores informais O sentido de informalidade utilizado nesta pesquisa foi o proposto por Alves (2003). Este inclui os trabalhadores em atividades informais tradicionais e aqueles inseridos em novas e precárias relações de trabalho, sem um contrato de trabalho formalizado. Alves e Tavares (2006) descrevem que as atividades informais inserem-se nos interstícios deixados pelas atividades capitalistas. A informalidade oferece condições diferentes do modelo clássico de trabalho assalariado, englobando as mais diferentes formas de relações trabalhistas: trabalhadores informais tradicionais, assalariados sem registro, trabalhadores por conta própria (ALVES e TAVARES, 2006) Como salienta De Toni (2006), é necessário não somente a compreensão de um seto”, mas dos processos de reformatação da economia e da esfera política. 5 Integram a pesquisa “Sentidos do trabalho para servidores técnico-administrativos da UFSC” a doutoranda Maria Fernanda Diogo, e a acadêmica Emanuelle de Paula Joaquim. Esta pesquisa contou com apoio do programa PIBIC/UFSC (2006-2007) e insere-se no projeto “Trajetórias identitárias, competências e sentidos do trabalho contemporâneo” financiado pelo CNPq (2007-2008). 5 Os participantes desta pesquisa compreenderam emprego como relativo ao vínculo fixo de trabalho, como podemos observar na seguinte fala: “Quando eu penso em emprego eu penso em algo que se torna burocrático, e que de alguma forma passa por vínculo formal.” (Val)6. Para a participante que exercia uma atividade fixa, emprego correspondia a um vínculo, ainda que não formal: “Emprego é ter esse trabalho disponível em algum lugar onde eu possa ter esse vínculo, não necessariamente formal no caso, até porque eu já to acostumada com isso né.” (Bruna). Os participantes diferenciaram trabalho de emprego, atribuindo por vezes conotação negativa ao último. Observamos isto nas falas que relacionam emprego à burocracia ou ausência de atividade significativa, conforme o exemplo: “Olha, emprego é o funcionário público, aquele que fica lá, sentadinho, tomando cafezinho com os pés em cima da mesa, só esperando chegar o final do mês. Eu defino isso como emprego, que tá longe de mim, tá longe de mim, tá longe do que quero né.” (Margarete). Os entrevistados compreenderam emprego como algo distante da realidade vivenciada por eles, afirmando que não pretender voltar a ter um trabalho com vínculo formal. Eles atribuíram aos trabalhos que executam sentido de realização pessoal, “fazer o que gosta”, distinta da significação imputada ao emprego: “Sendo profissional ou não, é quando você pode fazer alguma coisa que te dá rendimento, que te dá sustento, mas tem que fazer o que gosta.” (Renata). Outro sentido atribuído pelos participantes ao trabalho que executam é o de ser uma atividade relacionada a comprometimento, autonomia e identificação. “Trabalho pra mim é trabalhar, é assim, seguir meus horários (...). Eu faço o máximo de mim, pra que gostem do meu serviço, isso é trabalho.” (Clóvis - faxineiro). A sensação de ser “seu próprio patrão”, possuir autonomia e possibilidade de alcançar maiores rendimentos que no setor formal foi constante nas entrevistas: “O que eu mais quero é ser o meu chefe, ser autônoma, acho que é muito de ter visto os meus pais coitados, a vida inteira em empresa é muito, que ambiente aversivo pra mim.” (Bruna). Contudo, estes benefícios são contrabalançados à sensação de insegurança causada pela ausência de benefícios trabalhistas: “Eu não quero mais trabalhar sendo empregado, eu quero ser dono do meu nariz, ser dono do próprio nariz tem um preço muito alto, né.” (Renata). A questão da aposentadoria foi trazida por alguns entrevistados, principalmente pelos mais velhos. “A minha aposentadoria, eu realmente penso muito nisso. E como a gente é autônomo, ele [o marido] é autônomo, eu também, como a gente vive daqui há 6 Todas as falas contidas neste tópico foram retiradas de Campos (2005). Os nomes usados são fictícios. 6 dez quinze anos?” (Margarete). A contribuição para a previdência social nem sempre foi vista como garantia e foi citada a necessidade de contar com o apoio da família na em caso de emergências nas quais ficam impedidos de trabalhar. Em suma, os sentidos atribuídos ao trabalho e ao emprego pelos trabalhadores informais que participaram desta pesquisa revelam diferenciações: trabalho foi compreendido como uma atividade onde se é possível conseguir realização pessoal e ao emprego foi atribuído sentido negativo relacionado à execução de uma atividade com vínculo fixo realizada geralmente por obrigação. Entretanto, na medida em que todos são prestadores de serviços aparece constantemente a necessidade de satisfazer o outro, sendo este cliente ou patrão. Como perspectiva de futuro, os participantes pretendem seguir no mercado informal, pois este oferece condições que eles avaliam como interessantes, contudo este trabalho também traz insegurança, principalmente relacionada à possibilidade de ficar doente e pela aposentadoria. Servidores públicos Diferentes estudos sobre o setor público mostram o quanto este também é afetado pelas mudanças no contexto produtivo contemporâneo. Autores, como Chanlat (2002) e Neves (2005), assinalam a adoção de instrumentos gerenciais característicos da iniciativa privada como uma tendência das organizações públicas, com fortes implicações nas significações atribuídas ao trabalho pelos servidores. Também observamos novos modos de gerir presentes na universidade pública, entretanto, o setor investigado (PU) possuía peculiaridades características do estilo de gestão patriarcal. Os servidores participantes desta pesquisa possuíam estabilidade no emprego, sentido este enfatizado nas narrativas: “Se você vai ganhar 2 mil lá fora é preferível ganhar mil aqui, porque amanhã eu tô empregado e lá fora, um emprego de 2 mil, você não sabe se começa no dia seguinte.” (Alberto)7. Matos (1994) e Pires e Macedo (2006) também apontam que a estabilidade é motivadora para permanência no serviço público. Matos (1994) destaca o predomínio, na sociedade, de uma imagem negativa dos trabalhadores públicos – fato reiterado na fala de um dos sujeitos de Campos (2005). Alguns servidores relataram desconforto: “A gente é um pouco marginalizado como servidor público. A sociedade lá fora tem uma visão da gente, que a gente é funcionário público, que a gente é vagabundo.” (Osvaldo). Por um lado, possuir um trabalho estável 7 Todas as falas contidas neste tópico foram retiradas de Coutinho, Diogo e Joaquim (2007) e Coutinho, Diogo e Joaquim (s/d). Os nomes usados são fictícios. 7 tornou-se um diferencial num contexto de desestabilização econômica e laboral, por outro revelou sentimento de vergonha em relação à profissão. Os STA atribuíram sentidos positivos ao trabalho, narrando realização e felicidade na execução das suas atividades laborais. A maioria dos sujeitos considerou seu trabalho importante, tanto em termos pessoais quanto institucionais. Tal como os trabalhadores informais da pesquisa de Campos (2005), os STA também associaram a importância do trabalho ao sustento pessoal e familiar. “Você tem que trabalhar pra trocar a tua mão de obra por dinheiro, por recursos financeiros, pra poder adquirir isso.” (Rogério). Diversos estudos sobre os processos de significação no trabalho, tal como apontam Tolfo et al (2006), identificam que este ocupa lugar central na vida cotidiana. Esta concepção de centralidade também esteve presente na fala dos STA. “[O trabalho] é a base de tudo. (...) Sem o trabalho eu acho que... não é só eu... todo ser humano não é nada.” (Alberto). Também identificamos aspectos negativos relacionados à falta de reconhecimento e às condições de trabalho. “[Como se sente em relação ao seu trabalho?] Às vezes impotente, às vezes gratificado, porque é uma profissão muito ingrata, né. (...). Quando a gente não é reconhecido.” (Alberto). Coutinho et al (s/d) evidenciou que muitos relataram transtornos vinculados ao trabalho, tecendo críticas às instalações, inadequação ou falta de ferramentas, materiais, Equipamentos de Proteção Individual e sobrecarga de trabalho. Um dos entraves descritos pelos STA é o processo de licitação8. Os STA entrevistados descreveram grande parcela de controle sobre o trabalho, conduzindo seus ritmos e métodos com autonomia, contudo seus trabalhos estavam atravessados por diversos fatores alheios ao seu controle, como a demora na compra e a baixa qualidade das peças devido à licitação (COUTINHO et al, s/d). As atividades de apoio são “ignoradas” por aqueles que usufruem destes serviços. Observamos que o trabalho de manutenção se evidencia no negativo, ou seja, diante de um defeito de um equipamento ou dano em uma instalação. Suas tarefas são ruidosas e geram tumulto no ambiente, fazendo com que o trabalho seja por vezes mal recebido pelo próprio demandante do serviço. “Tomamos bronca mesmo, botam nós pra fora (...) e não cabe na cabeça deles que eles é que pediram o trabalho e não nós que fomos lá oferecer.” (Alberto). As peculiaridades dos trabalhos de manutenção fazem com que esta 8 Licitação, conforme a Lei nº 8.666 (Presidência da República, 1993), é um processo administrativo por meio do qual é selecionada a proposta mais conveniente para a administração pública, ou seja, aquela que oferece o menor valor na contratação de serviços ou aquisição de bens ou equipamentos. Segundo os entrevistados, este procedimento tem como transtorno adicional a baixa qualidade técnica das peças adquiridas, fator de grande impacto no cotidiano do trabalho da manutenção. 8 categoria adquiria pouco prestígio e visibilidade. Este não-reconhecimento foi denominado por Costa (2002), de invisibilidade pública: quando predomina o olhar objetivante em detrimento do personalizante e o demandante só visualiza o resultado de uma função, abstraindo o sujeito que a executa. Isso dificulta o estabelecimento de uma dinâmica de reconhecimento (DEJOURS,1999), que propicie uma vivência de satisfação no trabalho e equilibre a relação prazer/desprazer. No que tange à esfera econômica, estes trabalhadores narraram que a sua perspectiva de futuro estava assegurada. Os mais jovens apresentaram planos de melhorar o nível escolar, empreender algum outro trabalho paralelo; os mais velhos teceram planos seguir naquele trabalho até aposentadoria: “O meu futuro é trabalhar aqui até me aposentar, querida.” (Bruno). Considerações finais Na nossa sociedade, o trabalho associou-se à sua forma institucional, o emprego, adquirindo “... importante referencial para os desenvolvimentos ético e cognitivo dos indivíduos ao longo do processo de socialização” (LIEDKE, 2006, p. 321/2). Exercer uma atividade laboral adquire relevância social dado que o capitalismo não oferece outros espaços de realização do ser para além da produção de mercadorias. Além disso, trabalhar é a única alternativa de sobrevivência para a grande maioria das pessoas. “Aquilo que era uma finalidade básica do ser social – a busca de sua realização produtiva e reprodutiva no e pelo trabalho – transfigura-se e se transforma” (ANTUNES, 2005, p. 69), pois o trabalho passou a servir de meio de subsistência. Para tecer algumas considerações finais retomamos brevemente a distinção feita por Marx (1867/1998) entre as dimensões do trabalho humano. Na sua dimensão concreta, o trabalho produz valores de uso, sendo “... um processo entre o homem e a natureza, um processo em que o homem, por sua própria ação, media regula e controla seu metabolismo com a natureza” (p. 149) produzindo coisas socialmente úteis e necessárias. Ou seja, nesta dimensão o trabalho é criador de sociabilidade e alicerce do processo da emancipação humana. Já o trabalho abstrato está ligado ao dispêndio de energia envolto nas relações capitalistas: este produz mais valia e altera o sentido original do trabalho, pois “para produzir mercadoria, ele não precisa produzir apenas valor de uso, mas valor de uso para outros, valor de uso social” (p. 49, grifos nossos). Os trabalhadores informais destacaram diferentes sentidos para trabalho e emprego: trabalho foi compreendido como uma atividade que gera tanto realização 9 pessoal quanto rendimentos. Os entrevistados desempenham suas atividades com comprometimento, identificação, sentindo-se “seus próprios patrões” e “fazendo o que gostam”. A noção de autonomia recebeu destaque. Ao emprego foram atribuídos sentidos negativos: “obrigação”, atividade “burocrática”, carente de significado. A noção de emprego apareceu como distanciada das suas realidades cotidianas. Os entrevistados disseram ter optado pela informalidade e não almejar um emprego fixo, contudo, paralelamente, referiram sentimentos de insegurança relacionados à ausência de benefícios trabalhistas por não possuírem “carteira assinada”. Os mais velhos narraram, principalmente, temores relacionados a aposentadoria ou a possibilidade ficarem impedidos de trabalhar. Conforme uma das participantes: ser autônomo “tem seu preço”. Os servidores da outra pesquisa apontaram positividades relacionadas ao trabalho. Estas foram associadas à identificação com as atividades e ao sustento familiar. Mas em seus discursos também foi possível perceber que o trabalho por eles realizado possuía aspectos negativos: relacionados à invisibilidade da categoria, falta de reconhecimento, precárias condições de trabalho e burocracia. A noção de autonomia apareceu de forma ambígua: por um lado eles narraram controlar seus ritmos e métodos de trabalho, por outro, seus trabalhos encontravam-se cotidianamente transpassados pela burocracia das licitações e pelas condições de trabalho inadequadas. Ter um emprego foi considerado um privilégio associado à estabilidade de ser funcionário público que lhes propiciava planejamentos financeiros. Contudo ser servidor também foi apontado como motivo de desconforto e vergonha associados à imagem negativa difundida pela mídia relacionada aos funcionários públicos. Nos discursos destes servidores, trabalho e emprego assumiram características assemelhadas, sem grandes diferenciações. Podemos apontar aproximações e afastamentos nas significações atribuídas ao trabalho nos dois grupos. Os múltiplos sentidos associados ao trabalho informal e no serviço público aproximam-se na identificação com a tarefa. Ambos os grupos teceram comentários que a realização do trabalho trazia gratificações subjetivas relacionada à produção de coisas socialmente úteis, revelando a dimensão concreta do trabalho. Por outro lado, ambos os grupos narraram que o trabalho se torna importante porque propicia o sustento. Neste ponto entramos na dimensão abstrata. Na medida em que a venda da força de trabalho é a melhor saída para a subsistência do trabalhador e da sua família, o trabalho adquire um sentido instrumental (Blanch Ribas, 2003). Blanch Ribas (2003) identifica três posições ocupadas pelo trabalho: pólo negativo, centro do contínuo e pólo positivo. O pólo negativo representa o trabalho como maldição, castigo, esforço, penalidade; no centro encontram-se as representações do trabalho como 10 instrumento para sobrevivência material; no pólo positivo o trabalho é visto como missão, vocação, auto-realização. O autor aponta que na sociedade industrial predomina amplamente o sentido positivo do trabalho conforme preconizado no clássico livro “A ética protestante e o espírito do capitalismo” de Weber. Observamos nos dois grupos de entrevistados a dimensão positiva do trabalho: este adquire sentido instrumental na medida em que propicia sustento pela venda da força de trabalho (dimensão abstrata). Quanto aos afastamentos nas significações atribuídas ao trabalho, em ambos os grupos pesquisados, as questões da autonomia e dos direitos trabalhistas tornam-se centrais para nossa análise. Em relação à autonomia, observamos que os profissionais integrantes do mercado informal possuíam ampla liberdade para gerenciarem seus ritmos e horários, contudo seus rendimentos estavam vinculados à produção e condicionados à demanda. Os servidores públicos também narraram autonomia, salários fixos e independentes da demanda, contudo estavam impossibilitados de controlar várias facetas de seus trabalhos, gerando frustração e insatisfação. A literatura aponta mudanças ocorridas nas Instituições Federais de Ensino Superior na Reforma Administrativa (após 1995) objetivando maior eficiência e produtividade (NEVES, 2005; MATTOS, 2004; PEREIRA, 2002), contudo Coutinho et al (2007) e Coutinho et al (s/d) não encontraram mudanças significativas na gestão e na organização da área de manutenção. A burocracia (principalmente a licitação) e o sucateamento das instalações seguem engessando os processos de trabalho. Quanto à segurança advinda dos direitos trabalhistas, os trabalhadores informais narraram que sua condição gera sentimentos de insegurança pelo medo de ficar doente e impossibilitado de trabalhar e pela dificuldade de planejar o futuro. Já os funcionários públicos apresentaram posições mais confortáveis, narrando tanto potencialidades de planejamentos a longo prazo, quanto o desejo de trabalharem na mesma instituição até alcançarem a aposentadoria. Observam-se conformações ambivalentes geradas por diferentes realidades laborais: em uma ponta temos os trabalhadores informais, com grande liberdade para gerenciar seu trabalho, mas sujeitos às demandas e sem respaldo trabalhista, na outra os servidores, com plenos direitos trabalhistas e estabilidade, contudo emaranhados nas teias da burocracia e nas más condições de trabalho. As diferenças relacionadas ao emprego foram as que mais nos chamaram a atenção nesta comparação: enquanto os funcionários públicos não traçaram diferenças significativas entre trabalho e emprego, os trabalhadores informais se identificaram com o trabalho, enquanto a noção de emprego assumiu formatação negativa, significação esta 11 que poderia estar relacionada ao fato de o emprego estar muito distante de suas possibilidades concretas. Os resultados destes estudos evidenciam o quanto os sentidos pessoais não são apenas espelhos dos significados coletivos, mas são construídos no cotidiano de cada um. Referências Bibliográficas ALVES, M. A; TAVARES, M. A. A dupla face da informalidade do trabalho: “autonomia” ou precarização. In: ANTUNES, R. (Org.). Riqueza e miséria do trabalho no Brasil. São Paulo: Boitempo, 2006, p. 425-444. ALVES, M. A. Formas contemporâneas do trabalho informal no Brasil. In: VIII Encontro nacional de estudos do trabalho. São Paulo, 2003. 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JOSEFINA MORGAN BELTRAN [email protected] RESUMEN Este trabajo muestra las condiciones, seguridad y accidentes de trabajo en trabajadores de una empresa dedicada al diseño y fabricación de partes automotrices. En la investigación se utilizó el multimétodo, desde el paradigma cualitativo-cuantitativo, el estudio es de tipo explicativo, transversal y de campo. Se empleo estadística descriptiva para el reporte de las condiciones físicas, la entrevista a profundidad y análisis del discurso para ilustrar las principales categorías del trabajo. A través del enfoque sistémico, se consideró el conocimiento que tienen los empleados con respecto a la valoración de su actividad laboral y sus implicaciones para la empresa y para ellos mismos. Finalmente se propusieron alternativas de intervención por parte de los propios trabajadores, que permitirán en un momento dado modificar las condiciones de trabajo para incrementar la salud integral de las personas que laboran en este centro de trabajo Palabras clave: Seguridad, condiciones laborales, accidentes de trabajo ABSTRACT This study shows the conditions, safety and industrial accidents in workpeople of a company dedicated to the design and manufacture of self-propelling parts. In the investigation the multimethod was used, from the qualitative - quantitative paradigm, the study is of explanatory, transverse type and of field. Descriptive statistics was used for the report of the physical conditions, the interview to depth and analysis of the speech to illustrate the principal categories of the work. Across the systemic approach, it was considered to be the knowledge that 1 the employees have with regard to the evaluation of his labor activity and his implications for the company and for themselves. Finally alternatives of intervention were proposed on the part of the proper workpeople, who will allow in a given moment to modify the conditions of work to increase the integral health of the persons who work in this center of work Key words: Security, labor conditions, occupational accidents. I. Introducción En los años cuarenta del siglo pasado, el proceso de industrialización en nuestro país tuvo un gran impacto y produjo tanto beneficios económicos como inconvenientes en la salud de los trabajadores. Según la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (2005), en la actualidad el avance tecnológico y la incorporación de múltiples productos químicos en los procesos de trabajo han dado lugar a que la seguridad e higiene laboral adquiera cada vez mayor importancia, fundamentalmente en la preservación de la salud de los trabajadores, pero también en la búsqueda de que las empresas sean cada vez más productivas. Como consecuencia, la participación de patrones y trabajadores es determinante para estructurar y ejecutar medidas preventivas, acordes con las situaciones inseguras en los centros de trabajo. II Marco Teórico 2.1 Seguridad 2 La seguridad es el conjunto de acciones que permiten localizar y evaluar los riesgos y establecer las medidas para prevenir los accidentes de trabajo. La seguridad en el trabajo es responsabilidad compartida tanto por las autoridades como por empleadores sindicatos y trabajadores. Higiene en el trabajo es la disciplina dirigida al reconocimiento, evaluación y control de los agentes a los que están expuestos los trabajadores en su centro laboral y que pueden causar una enfermedad de trabajo. Con el propósito de garantizar la seguridad las empresas han establecido las Comisiones Mixtas de Seguridad e Higiene en el Trabajo, organismos que se encargan de vigilar el cumplimiento de la normatividad en este campo y de promover la mejora de las condiciones en las que se desarrollan las actividades laborales. Warner (1998) señala que las actividades propias de la industria manufacturera automotriz representan, en muchas ocasiones, peligro para los trabajadores, quienes presentan serias lesiones ocupacionales tales como esguinces, laceraciones y contusiones, producto de la falta de información y sistemas de seguridad, aunque existen otro tipo de repercusiones. En el XVII Congreso Mundial sobre seguridad y salud en el trabajo, celebrado en Orlando (Estados Unidos) a finales de septiembre del 2005, Takala, director del programa de prevención de riesgos laborales de la OIT, afirmó que en varios países industrializados más de la mitad de las jubilaciones son anticipadas o se vinculan a la concesión de pensiones de discapacidad, y no a que los trabajadores alcancen la edad normal de retiro. El 28 de abril de 2003, la OIT declaró el Día Mundial sobre la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se centra en promover la cultura de seguridad y salud 3 en los lugares de trabajo. Su programa “Trabajo sin riesgo” (SafeWork) es una respuesta a este desafío. Sus objetivos principales: a) hacer conciencia de las dimensiones y consecuencias de los accidentes, lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo, b) promover el objetivo de una protección básica para todos los trabajadores, c) mejorar las capacidades de los Estados miembros y de las industrias y d) diseñar e instrumentar políticas y programas de prevención y de protección a los trabajadores. La inseguridad genera el pago de indemnizaciones y daños a los trabajadores lesionados o enfermos y, en casos extremos, pago a los familiares a cargo de los trabajadores muertos. La empresa se obliga a pagar un gran costo a través de altas primas de seguros, multas, conflictos con los sindicatos, pérdida de imagen, pérdida de clientes por lo que debe llevar a cabo un análisis del costobeneficio de la seguridad y protección de la salud. Es una certeza que la seguridad es rentable para las empresas, pues una escasa o baja seguridad puede traer consecuencias institucionales como: a) aumento del nivel de ausentismo, b) tiempo de inactividad con su consecuente pérdida de productividad, c) infrautilización de plantas de producción, sin importar su alta tecnología, d) baja moral del personal, e) pérdida de empleados calificados y experimentados. Para que exista seguridad en el trabajo es muy importante que la empresa cuente con una cultura de riesgo, que se maneje una política clara, orientada a la realización de operaciones sin que se produzca ningún accidente. Para ello deben tomarse en cuenta todas y cada una de las condiciones que forman parte de todo proceso de trabajo. 4 2.2 Condiciones de trabajo Son un elemento básico dentro de la organización, misma que Blum y Taylor (1999) definen como un grupo de personas que se reúnen para lograr metas humanas; en tanto que invento destinado a satisfacer necesidades humanas, su éxito depende de su estructuración planificada y de la atención que se tenga de las estructuras que surjan sin planificación y de cómo se defina y trabaje para lograr las metas. Una organización no es una máquina; por ende, es inadecuado aplicarle teorías mecánicas. En lugar de ello, las organizaciones deben considerarse como organismos vivos, dinámicos, adaptables al cambio. Sin embargo, dentro de este dinamismo se presentan diversos procesos, uno de los cuales es la automatización. Según Smith y Wakeley (1991) en 1946 un ejecutivo de la Ford inventó la palabra automatización, que desde entonces se ha usado para indicar todo tipo de adelanto tecnológico. Aunque cada vez con más frecuencia se le usa en un sentido más restringido para significar: a) la sustitución de los sentidos humanos por sentidos mecánicos (ojo eléctrico), para recibir información de instrumentos; b) la sustitución de las decisiones humanas por artículos mecánicos que toman decisiones (computadoras); c) la sustitución de los músculos humanos por músculos mecánicos (termostatos) para operar controles; o d) en una forma más pura, la sustitución simultánea de las funciones humanas correspondientes por todos estos artificios mecánicos, de suerte que en el sistema, en el mejor de los casos, el hombre salga eliminado. Estos mismos autores señalan que el hombre en el sistema hombre-máquina es la mayor amenaza a la eficiencia del sistema, ya que puede cometer más errores. Los ingenieros han logrado la automatización completa de un trabajo, 5 introduciendo cada vez más aparatos mecánicos. La automatización disminuye el número de personas que intervienen en la producción y al mismo tiempo produce nuevos problemas, como el alto grado de especialización, que reduce el abanico de posibilidades en que la persona puede desarrollarse y crecer, lo aísla socialmente y le limita su creatividad y capacidad participativa. Martínez (2000) señala que el trabajo es una actividad orientada a un fin, mediante la cual se despliegan procesos fisiológicos y mentales. La división del trabajo entraña la regulación de los ritmos de trabajo impuestos por la maquinaria, la repetitividad, la complejidad, y peligrosidad de la tarea, así como la duración de la jornada de trabajo; incluso regula los mecanismos para dar incentivos a los trabajadores y condicionar la creatividad. Tratándose de automatización y tecnología, sí es posible cambiar la concepción de eficiencia y productividad sin soslayar las capacidades y recursos del ser humano, sino, por el contrario, tomando en cuenta las necesidades eminentemente humanas. Incluso en su carácter normativo la OIT, aprobada en 1919, incluye como su competencia el deseo manifiesto de mejorar condiciones de trabajo tales como reglamentación de horas de jornada, duración máxima, salario, libertad sindical, protección de los trabajadores contra las enfermedades sean o no profesionales y contra los accidentes de trabajo, la situación de los emigrantes y la formación profesional. Este mismo organismo internacional adoptó, a finales de la década de los 70 un Programa Internacional para el mejoramiento del ambiente y las condiciones de trabajo cuyos objetivos son: 6 a) Protección contra los efectos desfavorables de factores físicos, químicos y biológicos en el local de trabajo y el medio ambiente inmediato. b) Prevención de la tensión mental resultante de la duración excesiva, del ritmo, del contenido y la monotonía del trabajo. c) Promoción de mejores condiciones de trabajo, dirigidas a la distribución adecuada del tiempo y del bienestar de los trabajadores. d) Adaptación de instalaciones y locales de trabajo a la capacidad mental y física de los trabajadores mediante la aplicación de la ergonomía. De igual manera, la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1948, plantea que toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección del mismo, a condiciones equitativas y satisfactorias de desempeño y a la protección contra el desempleo. Por ejemplo, en España existe desde 1995 la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, donde se determinó un cuerpo básico de garantías y responsabilidades precisas para la protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo. Como se puede ver el aspecto normativo, es básico para el reconocimiento y la generación de condiciones de trabajo adecuadas que se favorezca el crecimiento y desarrollo de la persona, para lo que se hace necesaria la generación de nuevos conocimientos a través de investigaciones que permitan impulsar iniciativas ante las instancias correspondientes. 2.3 Accidentes de trabajo La moderna gestión industrial y la teoría de la organización tienden a estudiar el microclima social de las empresas más que los factores económicos 7 tradicionales: el comportamiento de los individuos dentro de una estructura organizativa es tan importante como la propia estructura. Los accidentes de trabajo ocurren en el medio laboral, donde la exposición a ciertos agentes suele ser más intensa y, por tanto, más susceptible de producir accidentes. Según la OIT en su último informe publicado en el 2002, cada año en el mundo 270 millones de trabajadores sufren accidentes de trabajo y 160 millones contraen enfermedades profesionales y la cantidad de obreros muertos en su puesto de trabajo supera los dos millones por año. Traducidos estos datos en cifras, representan una pérdida del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial (mil 251.353 millones de dólares estadounidenses) debido al costo del ausentismo, de las enfermedades, incapacidades y a las prestaciones. Para considerar la magnitud de pérdidas en el PIB mundial, consideremos que son veinte veces superiores a toda la ayuda oficial a los países en desarrollo. En la Unión Europea cada año se pierden 150 millones de días laborales como consecuencia de los accidentes de trabajo y los costos realizados por la industria en materia de seguros se elevan a 20 billones. En Francia cada año mueren 780 asalariados, más de dos por día. Se producen alrededor de mil 350 millones de accidentes de trabajo, lo que corresponde a 3 mil 700 víctimas diarias; lo anterior representa que por jornada de ocho horas se suscitan 8 heridos por minuto. En Estados Unidos, las empresas deben pagar cada año 170.9 billones de dólares en gastos relacionados con las lesiones y enfermedades profesionales (OIT datos del 2002). Los trabajadores tienen el derecho de controlar la aplicación de las normas para la prevención de los accidentes y las enfermedades profesionales y de 8 promover la elaboración y aplicación de todas las medidas encaminadas a vigilar su salud física y mental (Basaglia, 1974). En México, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (2003) tiene como objetivo principal promover la mejoría de las condiciones físicas y ambientales en que se desempeña el trabajo en los centros productivos del país, para contribuir al beneficio mutuo de los trabajadores y de las empresas. La Ley Federal del Trabajo, en su última reforma aplicada el 23 de enero de 1998, en su título noveno, sobre Riesgos de Trabajo, incluye 44 artículos (472 a 515) y especialmente en el artículo 513 expone la tabla de enfermedades de trabajo. En el artículo 514, sobre la tabla de valuación de incapacidades permanentes, identifica 409 incapacidades, resultado de algún accidente o riesgo de trabajo. Dicha Ley ha sido considerada como una de las más completas en Latinoamérica. Actualmente la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a través de la Dirección General de Seguridad y Salud en el Trabajo, ofrece a los usuarios interesados, el trámite “Aprobación” para operar como unidades de verificación, con el fin de que éstos estén en posibilidad de evaluar la conformidad con las Normas Oficiales Mexicanas en materia de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de Trabajo en los centros de trabajo. Precisamente el 1º de junio de 2007 la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, celebró la Primera Reunión de Trabajo de la Subcomisión de Prevención de Riesgos, Grupo Programa de Autogestión en Seguridad y Salud en el Trabajo y Fortalecimiento de Mecanismos de Consulta y Prevención de Riesgos. 9 Por otra parte, lo anterior no es suficiente, Courtney (1997) señala que la carencia de estudios metodológicos serios, acerca de las enfermedades laborales limita la prevención e intervención oportuna. No obstante, la psicopatología del trabajo ya no considera a la organización laboral como el resultado de una definición técnica, sino como una relación social que interviene específicamente en la cuestión de decidir cómo debe realizarse el trabajo. (Dejours 2001). Existen en nuestro país casos en que se llevan a cabo acciones de prevención de accidentes y enfermedades. Por ejemplo, la revista de Coparmex, Entorno (2004), expuso que a la empresa Dupont se le entregó el premio como líder en seguridad, salud y control ambiental; su dirigente señala: “Nuestra meta es siempre cero; cero emisiones contaminantes, cero desechos, cero lesiones, cero incidentes operacionales. Todas las lesiones, enfermedades ocupacionales e incidentes de trabajo son prevenibles; extendemos la seguridad más allá de nuestras instalaciones, tanto a los empleados como a sus familias y comunidades vecinas donde operamos. Procuramos la eliminación de desechos desde su fuente, reciclamos y reutilizamos los materiales.” Acciones como éstas hacen hincapié en que sí se puede cuidar la salud de las personas, respetar el medio ambiente y lograr exitosos negocios sin comprometer los recursos de futuras generaciones. Lo que idealmente debería buscar cualquier empresa es elevar la productividad y, al mismo tiempo, elevar la calidad de vida de los trabajadores. III Desarrollo metodológico 10 3.1 Enfoque metodológico Los paradigmas permiten al investigador enfocar metodológicamente la producción del conocimiento y su comprobación, esta forma de hacer las cosas dentro de una comunidad científica no escapa a la propia cultura ni al fenómeno de socialización, lo que facilita su aceptación, pero cuando de construir verdades científicas se trata, la complejidad del conocimiento rebasa la postura paradigmática única. Las bases del conocimiento científico no serían suficientes si no existiera un conjunto diverso de enfoques y métodos disponibles, que a menudo son complementarios. (Polit 2002) Esta investigación plantea el multimétodo destacando básicamente estadística descriptiva para la guía de las condiciones físicas y a su vez retomando el paradigma cualitativo a través de la entrevista a profundidad y análisis del discurso para ilustrar las principales categorías del trabajo. 3.2 Procedimiento Desde la perspectiva cualitativa, se realizó un muestreo intencionado del tipo de casos críticos (González 2002), seleccionando los participantes involucrados directamente en la seguridad y condiciones de trabajo de la empresa. A cada participante se realizó 2 entrevistas a profundidad 2 de ellos a partir de la guía de observación que da cuenta de las condiciones físicas de la empresa (jefe de seguridad y representante sindical), otros 5 casos más se les realizó entrevista, 2 puestos a nivel supervisor y 3 obreros uno de cada turno. Los participantes fueron informados sobre los objetivos de la investigación y su participación voluntaria ofreciendo la confidencialidad y anonimato. 11 Con el apoyo de la líder sindical y el encargo de la seguridad e higiene, se llevo cabo el llenado del formato de la guía de observación sobre condiciones de seguridad e higiene en el trabajo, (Noriega y otros 2000) (cada entrevista y recorrido por las instalaciones de la empresa, se realizó en forma independiente, a fin de verificar la información obtenida). 3.3 Procesamiento de la información Tomando como base las categorías (seguridad, condiciones de trabajo, y accidentes) se realizaron análisis de los discursos a través de la construcción y reconstrucción. Se transcribieron literalmente los discursos grabados y fueron sometidos a la consideración de los participantes para ser evaluados y ratificados. También se realizó un análisis transversal de las entrevistas encontrando aspectos comunes transformando las categorías teóricas en categorías empíricas. Para procesar la información de la guía, aunque en su versión original consta de 15 aspectos (ver anexo) se eliminó el número 9 referente a radiaciones ionizantes y no ionizantes, por no aplicar en esta empresa. Los reactivos de cada aspecto tenían cuatro opciones de respuesta; las tres primeras se referían al cumplimiento, ya sea total (SI), parcial (PM) o no cumple (NO); la cuarta opción (NA) es cuando no aplica dicha característica. Una vez llenada la guía, se sumaron los NA y se restaron del total de posibles respuestas para obtener el Total Esperado (TE). El Total Real (TR) se conformó de la suma de respuestas “SI” con valor de 1, más la suma de respuestas 12 “parcialmente” con valor de 0.5 y no se consideraron las respuestas “NO”, pues su valor es de 0. Una vez obtenido el resultado de la suma, el nivel de eficacia (NE) se obtuvo al dividir el total real entre el total esperado y multiplicado por 100. 3.2 Planteamiento del problema No cabe duda que la naturaleza del trabajo está cambiando con mucha rapidez, por lo que es necesario identificar dentro del proceso de trabajo aquellas condiciones que representan riesgo para los trabajadores y para la salud de la organización. A partir del conocimiento de las nuevas formas de organización laboral (producción en serie, trabajo automatizado, administración por objetivos, planeación estratégica, entre otras) pueden generarse medidas que propicien la prevención de los accidentes de trabajo y posibles enfermedades profesionales El manejo adecuado de la seguridad y condiciones de trabajo puede propiciar una mayor eficiencia en la organización, mejorar sus procesos productivos y administrativos, lograr las metas propuestas y cumplir con los objetivos planteados. La pregunta central de investigación se plantea de la siguiente manera: ¿Cómo perciben los trabajadores su seguridad, las condiciones de trabajo y los accidentes laborales?. 3.3 Objetivo general: Identificar como se relaciona la seguridad, las condiciones de trabajo y los accidentes laborales 13 3.4 Tipo de estudio y población. El Tipo de estudio es explicativo, transversal, de campo La población de la empresa en estudio, está conformada por 300 trabajadores de una empresa de la industria automotriz de la zona industrial de Querétaro 3.5 Categorías de estudio: Seguridad en el trabajo Condiciones de trabajo Accidentes de trabajo IV Resultados 4.1 Estructura y funcionamiento de la empresa de estudio La empresa de estudio es especialista en diseño y fabricación de señalización para el automóvil (calaveras), con tres procesos: inyección de material, metalizado (para el tratamiento interno de la calavera) y ensamble. El flujo de producción automatizado está plenamente integrado; comienza con la recepción de materia prima y componentes de los proveedores y finaliza con el producto acabado a los clientes. Dentro de su planeación y política globalizadora, la empresa ha establecido la infraestructura necesaria tanto en su planta de Brasil como en la de México (Querétaro) para suministrar al mercado americano sus productos en condiciones similares a las europeas. La empresa cuenta con una oficina técnica en Detroit, Estados Unidos, desde la cual mantiene relación con los clientes americanos: Ford, Chysler y especialmente General Motors, quien es su principal cliente en ese país. 14 La puesta en marcha de la producción de esta empresa supone un importante impulso en el mercado norteamericano con respecto a los primeros equipos de autolocomoción. La empresa cuenta con una gerencia general y nueve áreas: ingeniería de procesos de inyección y moldeo, operaciones de manufactura, ingeniería, manufactura y mantenimiento, calidad, que maneja un ingeniero de calidad por cada marca de cliente; logística, contraloría, recursos humanos, compras y proyectos. La estructura organizacional de la empresa se ilustra en el gráfico 1 a través de su organigrama. GERENCIA GENERAL CALIDAD RECURSOS HUMANOS LOGÍSTICA OPERACIONES DE MANUFACTURA INGENIERÍA, MANUFACTURA Y MANTENIMIENTO PROYECTOS CONTRALOR COMPRAS INGENIERÍA DE PROCESOS Y MOLDEO Gráfico 1. ORGANIGRAMA DE LA EMPRESA DE ESTUDIO Fuente: Archivo interno de la empresa (2006) 4.2 Descripción de los trabajadores De las 300 personas que laboran el 50% son hombres y el 50% son mujeres, en cuanto a la edad, el 80% tiene entre 15 y 29 años, lo cual referencia una población de personas jóvenes, el 67% no tiene pareja, y un 60% no tienen dependientes económicos directos, el 62% solo tiene estudios hasta secundaria. 15 En cuanto a su nivel socioeconómico, los participantes respondieron según su percepción: “tienen un ingreso moderado”; aún cuando el establecimiento del nivel socioeconómico no se basó en el número de salarios mínimos, la percepción de las personas sobre dicho tema puede contribuir a su bienestar integral, lo que es comprensible si las personas que trabajan en la fábrica se comparan con el resto de la población cercana a la zona, quienes laboran en el campo o bien como albañiles y jornaleros. El personal se clasifica en 2 niveles empleados sindicalizados (obreros) que constituyen el 66% del personal y el resto 34%, empleados de confianza (personal de oficinas y mandos medios ubicados dentro de la planta). El departamento con mayor número de empleados es el de taller de ensamble, seguido del de inyección y metalizado, los cuales, en su conjunto, constituyen el área de manufactura o procesamiento del producto y conforman un 65.%. Respecto al puesto, el ayudante de producción y operador calificado constituyen 66% cuyo porcentaje es similar al 65% señalado en los departamentos de manufactura. Respecto a la categoría de condiciones de trabajo, la empresa inició operaciones sólo con 30 empleados; al cabo de un año, tenía 100 personas contratadas; al siguiente año, contaba con 200 empleados; para el 2006 la empresa integraba a 300 trabajadores. Con este crecimiento tan rápido, las instalaciones en general se hicieron insuficientes, además de los problemas organizacionales derivados, como una alta rotación de personal, la cual se refleja en el consecutivo contractual. En 2005, con 200 empleados, se habían elaborado 500 contratos, es decir, de 2002 a 2005 habían pasado por la 16 empresa 500 personas, y al 2006, con 300 empleados, el número de contratos era de 1050, lo cual indica una rotación de más del 100%. El número de horas que los empleados trabajan a la semana para el 80% de los trabajadores, su jornada no excede las 60 horas, lo que da un promedio de 10 horas diarias a pesar de que, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, la jornada “normal” es de 48 horas a la semana o sea 8 horas diarias. A su vez también el 66% de los empleados obreros rotan turno. El diagnóstico de la guía de observación en el cuadro No. 8 muestra los resultados de las condiciones de trabajo. Nivel de eficacia ASPECTO O CARACTERÍSTICA % Categoría 1 Materiales y sustancias químicas peligrosas 8% Nulo (N) 2 Ruido 16% Nulo (N) 3 Ventilación e iluminación 25% Nulo (N) 4 Instalaciones eléctricas 41% Muy Malo (MM) 5 empresa 44% Muy Malo (MM) 6 Manejo, transporte y almacenamiento de materiales 60% Muy Malo (MM) 7 Herramientas, equipos y maquinaria 63% Malo (M) 8 Orden y limpieza 66% Malo (M) 9 Vibraciones 70% Malo (M) 10 Sistemas contra incendios 70% Malo (M) 11 Servicios para los trabajadores 71% Malo (M) 12 Señales, avisos de seguridad y código de colores 75% Malo (M) Edificios, locales, instalaciones y áreas de la 17 13 Agentes contaminantes biológicos 80% Malo (M) 14 Condiciones térmicas extremas 83% Bueno (B) 55% Muy Malo (MM) Promedio general Cuadro 8. NIVEL DE EFICACIA SOBRE LOS 14 ASPECTOS QUE VALORAN LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD E HIGIENE EN LA EMPRESA DE ESTUDIO. Como puede apreciarse, las condiciones generales de seguridad e higiene de la empresa alcanzan un nivel de eficacia “Muy Malo”, con un porcentaje del 55%. Existen tres aspectos críticos y determinantes que indudablemente pueden repercutir en la salud del trabajador. Materiales y sustancias químicas peligrosas. Incluso se han registrado accidentes con ácido en el proceso de desmetalizado: la empleada (este trabajo sólo lo realizan las mujeres), mientras estaba usando el ácido, lo guardó en la bolsa de su bata y al no tener un buen sellado del envase, la sustancia se derramó en la ropa, llegando a quemar la piel, todo por falta de prevención y capacitación. En otros casos, el ácido que se emplea es corrosivo y aunque se utilizan guantes éstos últimos no se cambian con la debida frecuencia, llegando algunas empleadas a tener quemaduras leves en la yema de los dedos. El ruido es el segundo factor ubicado dentro de los críticos, pues debido a su intensidad (120 decibeles), las personas no pueden mantener comunicación entre sí, además de que las áreas con exposición no están claramente delimitadas y aún pudiendo usar tapones, no se cuida su obligatoriedad. Para Evans y Cohen (1987), cuando los sujetos tienen control sobre el ruido los esfuerzos cognoscitivos disminuyen junto con los niveles de epinefrina y la tasa cardiaca. 18 El tercer aspecto lo constituye la ventilación e Iluminación, debido al mucho personal en poco espacio, no es suficiente la corriente de aire. Además, tampoco se cuenta con señalización en las áreas donde es más deficiente el oxígeno y no hay iluminación adecuada. Shumaker y Pequegnat (1989) consideran que algunas características físicas como la mala iluminación y el ruido constituyen aspectos generadores de estrés. Para Bell y Greene (1982) la gente se siente incómoda e irritable cuando se percibe mucho calor y humedad en el ambiente. Con respecto a los edificios, locales, instalaciones, manejo, de trasporte y almacenamiento de materiales, el problema consiste en el ritmo de crecimiento de la planta (de 30 a 300 empleados en 3 años), lo que generó todo tipo de insuficiencias de espacio. Por ejemplo, para Orhstein (1990) la forma de arreglo del mobiliario provee información de las tareas, del estatus de sus ocupantes y puede reforzar o desalentar el establecimiento de relaciones sociales. Kaminoff y Proshansky (1982) exponen la teoría del ajuste ambiente - individuo, que explica el grado en el cual un ambiente acomoda, facilita o apoya las necesidades y conductas relevantes del individuo. De acuerdo con esta teoría se presenta el máximo ajuste cuando el individuo o el grupo logran sus metas con el máximo apoyo y la mínima interferencia del ambiente físico; de manera contraria, con el mínimo ajuste la gente recibe el menor apoyo y la máxima interferencia del ambiente. La carencia de ajuste entre las propiedades del ambiente físico y las necesidades de la persona pueden inducirle estrés, al crear demandas que exceden su capacidad de afrontamiento e impiden el logro de sus objetivos en el escenario laboral, que a fin de cuentas es también un interés prioritario para 19 la organización. Actualmente la empresa tiene planes de expansión (construcción de una segunda nave y un segundo piso para el área administrativa), pero mientras tanto las incomodidades persisten. Con un nivel de eficacia “Malo”, se encuentran los siguientes 7 aspectos: herramientas, equipos y maquinaria, orden y limpieza, vibraciones, sistemas contra incendios, señales, avisos de seguridad y código de colores, agentes contaminantes biológicos y servicios para los trabajadores. La empresa no cuenta con áreas de descanso y el espacio destinado a comedor en realidad se convierte en sala de usos múltiples y alternadamente, con la ingesta de alimentos, es utilizado para juntas de área, llenado de solicitudes, entrevistas entre subordinados y jefes de área, la alternancia de los eventos provoca falta de privacidad, fuga y distorsión en la información. Los alimentos que se consumen son llevados por los propios trabajadores, quienes cuentan con 2 hornos de microondas (insuficientes) para calentar su comida. En el último aspecto de esta guía se presentan con la clasificación de “Bueno” las condiciones térmicas extremas, lo cual es plausible ya que en el área de metalizado las máquinas trabajan a temperaturas de 250 y 300 grados centígrados, por ello los empleados utilizan mangas de protección y aunque las áreas de temperatura abatida cuentan con sistemas de seguridad que permiten abrir las puertas desde el interior, no cuentan con alarma sonora y luminosa que prevenga el peligro. La empresa en análisis manifiesta distintas áreas de oportunidad sobre los aspectos evaluados, ya que estas condiciones de trabajo, además de afectar las metas de la organización, pueden repercutir en el estado de salud de su personal. 20 Cohen, Kessler y Underwood (1997) consideran que el proceso en el cual las demandas ambientales exceden la capacidad adaptativa de un organismo, producen diversos cambios psicológicos y biológicos objetivamente asociados con fuertes demandas adaptativas. Para Kaminoff y Proshansky (1982) existe una compleja interacción de tres grandes determinantes: a) las propiedades del ambiente físico; b) las características del sistema social; y c) los atributos del individuo. Las interacciones se presentan de manera relacionada; es decir, la compatibilidad de cierto escenario físico con los requerimientos personales del individuo se presentan considerando las normas de operación de un sistema social que finalmente determina el grado de ajuste o desajuste. Para Lazarus (1990) el término “transacción” involucra que el estrés no proviene ni del ambiente ni de la persona, sino que refleja la conjunción de la persona con ciertos motivos y creencias en un ambiente cuyas características ponen en situación de daño, amenaza o desafío al individuo, dependiendo de sus características personales. Las relaciones del estrés no son estáticas, sino que están constantemente cambiando como resultado de un continuo interjuego entre la persona y su ambiente. Cortazzo y Moise (2000) señalan que para plantear soluciones deben conocerse las cargas laborales a que está sometido el trabajador. Su nivel de energía en el trabajo depende de su salud mental y física y de actitud, que a su vez afecta la productividad (Cruz, 1999). Si el ambiente presenta pobreza en la comunicación o falta de ella (Orhstein, 1990) pueden presentarse situaciones generadoras de estrés, ya que el tamaño de los espacios indica la importancia 21 del puesto de trabajo y la tarea que se realiza. Un buen ambiente y condiciones adecuadas pueden influir en la percepción del empleado y estructurar su clima psicológico, generando ambientes más cálidos y confortables. Es cierto que las condiciones y formas de organización del trabajo en ocasiones no están determinadas por las capacidades, necesidades o expectativas del individuo, sino que se estructuran en orden a otro tipo de factores (tecnología, exigencias productivas); sin embargo, es posible que la modificación de ciertos aspectos físicos y ambientales de una organización, además de beneficiar al trabajador, se traduzcan en un mejor funcionamiento y en un mejor proceso productivo. De acuerdo al reporte de las entrevistas, los empleados no son seleccionados conforme al proceso básico; no se le realiza una entrevista; una vez contratada la persona, no se le brinda inducción a la empresa ni al puesto, no se le ofrece capacitación. Sobre la marcha, las personas van aprendiendo a partir del ensayo y el error. Tampoco se cuenta con un sistema de incentivos, ya que el director de la planta supone que una vez otorgado algún reconocimiento, reconocer puede volverse una obligación y puede perderse la calidad en la producción. La empresa no cuenta con descripción de puestos y, por lo tanto, tampoco existen indicadores ni parámetros para la evaluación del desempeño. La falta programación orilla a que la planta tenga constantemente paros técnicos intermitentes, deteniendo por completo el proceso de trabajo, lo cual origina grandes pérdidas. La problemática de la empresa también consiste en que la comunicación entre los departamentos (ascendente, descendente y horizontal) no es suficiente; en 22 ocasiones ocurre distorsión de la información y poca claridad en las líneas de autoridad y de mando. La modernización económica ha implicado cambios prácticamente en todos los aspectos de la vida nacional y, por ende, en las condiciones de vida y de trabajo de amplios sectores de la población. Los efectos de dichos cambios en la repercusión del trabajador apenas empiezan a ser abordados como objeto de estudio de la medicina social y de la epidemiología, siendo los diferentes accidentes de trabajo los indicadores de daño, producto de estas nuevas estrategias en algunos procesos de trabajo. Al aproximarse a las características de trabajo, el trabajador con su capacidad puede y debe decidir el cómo hacer su trabajo, fijar el ritmo del mismo, adquirir nuevos conocimientos, desarrollar habilidades, incorporar la creatividad, participar en la toma de decisiones sobre el propio trabajo, tener claridad sobre las tareas a desarrollar y ejecutar lo planeado. A su vez, todos estos aspectos antes señalados forman parte de las condiciones y organización social del trabajo, lo cual reitera la necesidad de elaborar políticas públicas para la prevención de riesgos laborales con el consenso de las organizaciones nacionales de trabajadores y de empleadores, así como de los ordenes de gobierno, dependencias e instituciones públicas involucradas en la seguridad y salud en el trabajo. V. Conclusiones El avance tecnológico de México ha provocado que el trabajo manual, artesanal, sea reemplazado cada vez más, por el mecanizado, automatizado, en cadena, que si bien repercute en mayores utilidades para las empresas, es 23 evidente que también tiene impacto no necesariamente favorable sobre el estado físico, psicológico y emocional de los empleados. La realización de este tipo de estudios contribuye a la mejor comprensión de los ambientes laborales, contenidos y procesos de trabajo, y a partir de dicho conocimiento puedan generarse cambios en la dinámica organizacional, como diseñar escenarios laborales distintos (más saludables); que las personas puedan experimentar mayor libertad para poner en práctica sus habilidades, capacidades y creatividad, donde participen activamente al involucrarse en forma productiva a las actividades tanto de su puesto como de la organización. En pocas palabras, integrarse al trabajo con niveles cada vez más altos de satisfacción que repercutan en la productividad y eficiencia de la organización. La creación de nuevas formas de distribución y organización del trabajo han modificado la dinámica organizacional y de vida de las personas. Al hablar de repercusiones negativas para la organización pueden mencionarse: disminución de la productividad, deterioro de los procesos productivos y administrativos, aumento de profesionales, costos por accidentes de incapacidades, trabajo, ausentismo, excesiva rotación enfermedades de personal, incumplimiento de objetivos y metas organizacionales y, hablando en el plano individual: insatisfacción, desgano, aburrimiento, fatiga, frustración así como niveles de estrés de impacto tanto en la salud física como mental de cada trabajador. Estar dentro del trabajo sometido a enorme presión psicológica lleva en ocasiones a salidas poco “sanas”, tales como excesivo consumo de tabaco o alcohol, recurrencia a los fármacos, compulsión en consumo de alimentos y 24 otras “fuentes de escape” que agravan el problema y se suman a los factores de riesgo. En cuanto a las condiciones de trabajo, como se demostró a través de la guía de observación la empresa en estudio, tiene diversas áreas de oportunidad o aspectos a mejorar, desde el cuidado de materiales y sustancias químicas peligrosas, el ambiente sonoro, ventilación, iluminación, instalaciones eléctricas y todos los demás aspectos que se incluyen, falta de infraestructura y espacio insuficiente. Para prevenir las consecuencias negativas del trabajo pueden adoptarse diversas medidas que modifiquen, por un lado, las exigencias del puesto de trabajo (contenido), así como y las condiciones del entorno: físicas (espacios más amplios, equipo necesario), sociales (capacitación, integración de grupos, trabajo en equipo) y organizativas (comunicación, informes, reportes, seguimiento de políticas). Por otra parte, también deben considerarse las características de la persona: se le debe brindar mejor formación, inducción al puesto y a la empresa; dotarla de más destrezas y estrategias de trabajo. De lo que se trata es de optimizar los recursos, acortar los tiempos de ejecución, eliminar errores de operación y reducir la tensión de quien realiza el trabajo. La responsabilidad de tener buenas condiciones de trabajo no sólo compete a la organización laboral, pues también otros organismos externos (públicos y privados) cada vez más, contribuyen a través de legislar y establecer normas culturales para la prevención, tratamiento y bienestar de la salud del trabajador. En específico la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (2007) en su programa de Fortalecimiento de los mecanismos de Consulta y prevención de 25 riesgos, tiene una Comisión Consultiva Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo (COCONASHT), en sus atribuciones está el investigar las causas de los accidentes y enfermedades de trabajo, vigilar el cumplimiento de las normas de la materia y hacer constar en las actas las violaciones que existen, proponer al patrón medidas preventivas de seguridad e higiene en el trabajo entre otras, sin embargo de 1995 al 2000 tuvo 5 sesiones y del 2000 al 2005 solo sesionó una vez, es decir en el transcurso de los últimos 14 años la COCONASHT sesionó 6 veces, lo cual también implica una importante responsabilidad para las autoridades el reactivar dichos organismos. Sería importante que México reconociera y ratificada el convenio 148 y la recomendación 156 de la Organización Internacional del Trabajo (2007) sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos profesionales debidos a la contaminación del aire, el ruido y las vibraciones en el lugar de trabajo los cuales fueron emitidos en 1977 y ya fueron ratificados (aceptados) por 45 y 29 países respectivamente. Este trabajo no está concluido en el sentido de que constituye una línea de generación y aplicación del conocimiento con distintos frentes y perspectivas, la trascendencia de esta investigación hasta el momento, es precisamente proponer un binomio que entrelaza la dignificación de la actividad laboral a la par de la tecnologización de las actividades productivas; es decir, la importancia y valoración del cuidado de las condiciones y medio ambiente de trabajo para lograr la satisfacción del trabajador y la eficiencia de la organización. Bibliografía Basaglia, F.; Elio, G.; Silvano, M. y otros. (1974) “La salud de los trabajadores”. 1ra. edición en español. Editorial Nueva Imagen. 26 Bell, P. y Greene, T. (1982) “Termal stress: Physiological, confort, performance and social effects of hot and cold environments”. E. G. Evans (Ed.) Environmental stress, (pp. 75-104). London: Cambridge University Press. Blue, M. y Taylor, J. (1999) “Psicología industrial sus fundamentos teóricos y sociales”, Ed. Trillas. México. Cohen, S.; Kessler, R. y Underwood, L. (1997) “Strategies for measuring stress in studies of psychiatric and physical disorders”. En S. Cohen y R. Kessler (Eds.). Measuring stress. A guide for health and social scientists (pp.326).Oxford:Oxford University Press. Coparmex-Entorno. “Líder en seguridad, salud y control ambiental”. (2004) Octubre. Año 16, edición 194. p. 25. Cortazzo, I. y Moise, C. (2000) Estado, salud y desocupación, de la vulnerabilidad a la exclusión.1ra. Edición. Paidos. Argentina Courtney Tk. 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XVII Congreso Mundial sobre Salud y Seguridad en el Trabajo (OIT Ginebra) que se realizó del 18 al 22 de septiembre 2005, en la ciudad estadounidense de Orlando, Florida. http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/inf/pr/2005/34.htm Anexo GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD E HIGIENE EN LOS CENTROS LABORALES DEL PROGRAMA DE EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO DE LA SALUD LABORAL (PROESSAL) ELABORADO POR LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA-XOCHIMILCO DIVISIÓN DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD MAESTRÍA EN CIENCIAS EN SALUD EN EL TRABAJO (2000) Opciones: Sí; Parcialmente (PM); No; No se aplica (NA) 1. EDIFICIOS, LOCALES, INSTALACIONES Y ÁREAS DE LA EMPRESA SÍ PM NO 1.1 NA ¿Los edificios, locales, instalaciones y áreas de la empresa están en buenas condiciones? (2.5 metros de altura, superficie de 2 m2 por trabajador) 28 1.2 ¿Las características de las edificaciones e instalaciones están acordes con la actividad que se realiza? 1.3 ¿Los pisos cuentan con superficies antiderrapantes y están libres de daños? 1.4 ¿Las paredes están pintadas en colores claros mate que contrastan con los equipos y maquinaria? 1.5 ¿Los pasillos de tránsito están delimitados y se puede caminar con seguridad? (Los locales y edificios cuentan con salidas normales para permitir el desalojo en un máximo de 3 minutos) 1.6 ¿Las rutas y salidas de emergencia están señaladas, en buenas condiciones y sin obstrucciones? 1.7 ¿Las áreas y patios de maniobras están perfectamente delimitados con señales y franjas de color amarillo? 1.8 ¿Los desniveles, zanjas, registros y drenajes cuentan con avisos de seguridad y protecciones? 1.9 ¿Las escaleras, escalas fijas y plataformas o pisos de trabajo elevados cuentan con protecciones y están sin deterioro? (Escaleras: ancho 1.20 m, huellas de 25 cm y peraltes de 18 cm; barandales a 90 cm. Escalas fijas: ancho 40 cm, menos de 30 cm entre peldaños, protección circundante de 90 cm, descansos cada 10 m, separadas de la pared 20 cm) 1.10 ¿Las escaleras con 3 m o más de anchura cuentan con barandilla o pasamanos intermedio? 1.11 ¿En las escaleras cubiertas en su pared lateral con muros se dispone, por lo menos, de un pasamanos con una altura no menor de 80 cm ni mayor de 90 cm? 1.12 ¿Las escaleras fijas tienen un ancho mínimo de 40 cm y una distancia entre peldaños no mayor de 30 cm? 1.13 ¿Las escaleras marinas fijas tienen protección circundante a partir de 2 m del piso y hasta 90 cm por encima del último nivel al que asciende? Observaciones: 2. ORDEN Y LIMPIEZA SÍ PM NO 2.1 ¿En los lugares elevados como pasillos, escaleras y plataformas, se prohibe colocar materiales o herramientas que puedan caer sobre los trabajadores? 2.2 ¿Los locales y puestos de trabajo en general se encuentran ordenados y limpios? 2.3 ¿Hay botes de basura y recipientes especiales para residuos reciclables y contaminantes químicos y biológicos? 2.4 ¿Hay botes de basura para clasificar el tipo de desecho? 2.5 ¿Los vestidores, casilleros y baños están ordenados y limpios? 2.6 ¿Los sitios para tomar alimentos y áreas de descanso están ordenados y libres de basura? 2.7 ¿Se cuenta con un lugar especial para disponer temporalmente de los diversos tipos de basura? Observaciones: NA 3. SISTEMAS CONTRA INCENDIO SÍ PM NO 3.1 ¿Está visible la relación de la brigada, cuadrilla o cuerpo de bomberos contra incendio? 3.2 ¿El equipo de protección respectivo está a la mano? NA 29 3.3 ¿Los equipos contra incendio están en su sitio y en condiciones de uso inmediato? 3.4 ¿Los equipos que generan electricidad estática están conectados a tierra? 3.5 ¿Los equipos contra incendio están en lugares de fácil acceso y señalada su ubicación? (Distancia no mayor de 15 m entre cada uno, y una altura máxima de 1.5 m del piso a la parte más alta del extintor) 3.6 ¿La empresa tiene instalados detectores de humo o de calor? 3.7 ¿Cuenta con un sistema de aspersores o de otro tipo? 3.8 ¿Se dispone de un sistema de alarma luminosa o sonora? 3.9 ¿Están identificados y señalados los materiales e instalaciones para prevenir y combatir incendios? 3.10 ¿Cuenta con un sistema de hidrantes? Observaciones: 4. INSTALACIONES ELÉCTRICAS SÍ PM NO 4.1 ¿Las instalaciones eléctricas de alumbrado general tienen dispositivos de seguridad? 4.2 ¿Las instalaciones eléctricas están fijas y entubadas debidamente y no existen conexiones o instalaciones provisionales? 4.3 ¿Las líneas eléctricas se encuentran identificadas y señaladas, según voltaje? 4.4 ¿Los tableros de control cuentan con cerraduras o candados y, en caso de reparación, con las etiquetas correspondientes? 4.5 ¿Las áreas donde existe equipo de alta tensión cuentan con avisos de peligro y sólo el personal autorizado tiene acceso a estas zonas? 4.6 ¿Tienen subestación eléctrica con protección y equipo de protección personal para su revisión? Observaciones: 5.1 5. MANEJO, TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO DE MATERIALES SÍ PM NO ¿Se cuenta con lugares especiales para estiba y desestiba, bien iluminados y delimitados? 5.2 ¿Se encuentra señalada la altura máxima de estabilidad de las estibas por tipo de producto? 5.3 ¿Las estibas están en su almacén respectivo, bien ordenadas y a la altura correspondiente? 5.4 ¿Los estantes de los almacenes están debidamente fijos y estables para evitar su caída? 5.5 ¿Las bandas y transportadores tienen dispositivos de paro en caso de emergencia? Observaciones: NA NA 6. SEÑALES, AVISOS DE SEGURIDAD Y CÓDIGO DE COLORES SÍ PM NO 6.1 ¿Existen señales y avisos de seguridad e higiene para evitar accidentes y enfermedades de trabajo? 6.2 ¿En las señales y avisos se enfatizan los aspectos preventivos de accidentes y enfermedades de trabajo? 6.3 ¿Están colocados en lugares visibles y sitios adecuados? NA 30 6.4 ¿Dichos señalamientos se mantienen en buenas condiciones? 6.5 ¿Se utiliza el código de colores para la identificación de fluidos conducidos en tuberías? (Gris plateado = Vapor de agua; Café = Aceites minerales, vegetales y animales, combustibles líquidos; Azul = Aire y gas inerte; Naranja = Ácidos; Violeta = Álcalis; Negro = Otros líquidos) 6.6 ¿Se utilizan adecuadamente en toda la empresa los colores de seguridad y de contraste? (Rojo = Paro, prohibición, identificación y localización; Amarillo = Advertencia de peligro, delimitación del área; Verde = Condición segura; Azul = Obligación) 6.7 ¿La pintura de los dos puntos anteriores está en buenas condiciones y es fotoluminiscente? 6.8 ¿Los avisos y señales son claros y precisos? Observaciones: 7. RUIDO 7.1 ¿Es posible la comunicación oral a un metro de distancia? 7.2 ¿Las áreas con exposición a ruido se encuentran bien delimitadas? 7.3 ¿El personal expuesto a ruido usa el equipo de protección adecuado? SÍ PM NO NA SÍ PM NO NA SÍ PM NO NA Observaciones: 8. VIBRACIONES 8.1 ¿Las fuentes identificadas? generadoras de vibraciones 8.2 ¿Las máquinas generadoras de vibraciones están adecuadamente cimentadas? 8.3 ¿Las máquinas que generan vibraciones están ajustadas y cuentan con los dispositivos antivibratorios necesarios? 8.4 ¿La maquinaria generadora de vibraciones se encuentra separada de paredes que puedan transmitir las vibraciones? 8.5 ¿Las zonas donde se adecuadamente señaladas? producen están vibraciones se debidamente encuentran Observaciones: 9. RADIACIONES IONIZANTES Y NO IONIZANTES 9.1 ¿Existe señalización adecuada sobre la exposición a radiaciones ionizantes y no ionizantes? 9.2 ¿El personal expuesto porta y utiliza adecuadamente los dosímetros? 9.3 ¿El personal expuesto utiliza el equipo de protección adecuado? Observaciones: 10. CONDICIONES TÉRMICAS EXTREMAS SÍ PM NO 10.1 ¿Se utiliza equipo de protección personal para desarrollar actividades en cámaras de refrigeración? 10.2 ¿Se utiliza equipo de protección personal para desarrollar actividades en áreas generadoras de calor? 10.3 ¿Las áreas de temperaturas abatidas cuentan con sistemas de seguridad que permiten abrir las puertas desde el interior? NA 31 10.4 ¿Las áreas de temperatura abatida cuentan con alarma sonora y luminosa? 10.5 ¿En las áreas de exposición a calor existen depósitos accesibles de agua o líquidos en cantidad suficiente? Observaciones: 11. VENTILACIÓN E ILUMINACIÓN 11.1 ¿Se mantiene la ventilación necesaria para un aireación adecuada durante las labores? 11.2 ¿Se cuenta con señalización en las áreas donde existe riesgo de exposición a deficiencia de oxígeno? 11.3 ¿Se cuenta con sistemas de ventilación en las áreas donde se producen, manejan o almacenan sustancias combustibles, irritantes, corrosivas, tóxicas, inflamables o explosivas? 11.4 ¿El centro de trabajo cuenta con iluminación suficiente y adecuada, conforme al tipo de proceso u operación que se realiza? SÍ PM NO NA SÍ PM NO NA Observaciones: 12. HERRAMIENTAS, EQUIPOS Y MAQUINARIA 12.1 ¿Las herramientas de mano se encuentran en buenas condiciones de uso? 12.2 ¿Las herramientas, enchufes y cables eléctricos están en buenas condiciones? 12.3 ¿Las herramientas eléctricas están conectadas a tierra? 12.4 ¿Las tomas de aire, herramientas y equipos neumáticos están en buenas condiciones? 12.5 ¿Las máquinas y equipos con movimiento cuentan con guardas protectoras y dispositivos de seguridad? 12.6 ¿Los dispositivos de paro de emergencia están visibles y funcionan adecuadamente? 12.7 ¿Los cables, cadenas, estrobos y ganchos de las grúas y equipos para izar se encuentran en buenas condiciones? 12.8 ¿Las plataformas están marcadas con su capacidad y en buen estado? 12.9 ¿Se usan barreras antichoque en la planta? 12.10 ¿Los equipos de soldadura y corte operan en áreas específicas y en condiciones de seguridad e higiene? 12.11 ¿Los montacargas y grúas móviles y fijas cuentan con señales de seguridad sonoras y luminosas, extintores, y está señalada la carga que pueden mover (Kg)? Observaciones: 13. AGENTES CONTAMINANTES BIOLÓGICOS SÍ PM NO 13.1 ¿Los recipientes o contenedores contaminados con agentes biológicos están adecuadamente identificados y cuentan con mecanismos de seguridad? (Tapa de cierre hermético, tapa de un sólo sentido) 13.2 ¿Las áreas de riesgo de exposición adecuadamente identificadas? 13.3 ¿El personal que maneja materiales o recipientes contaminados con agentes biológicos utiliza el equipo de protección adecuado? 13.4 ¿El personal que manipula material contaminado está autorizado para ello? NA a agentes biológicos están 32 13.5 ¿En las áreas contaminadas con biológicos se dispone de mecanismo para descontaminación inmediata del trabajador? (regadera, lavamanos, etcétera) Observaciones: 14. MATERIALES Y SUSTANCIAS QUÍMICAS PELIGROSAS 14.1 ¿Están adecuadamente señaladas las áreas donde se almacenan o existe el riesgo de exposición a sustancias químicas peligrosas? 14.2 ¿Las zonas donde se almacenan o utilizan sustancias químicas cuentan con buena iluminación? 14.3 ¿Las áreas donde se utilizan o almacenan sustancias químicas peligrosas cuentan con una ventilación adecuada? 14.4 ¿Las áreas donde se manejan sustancias químicas peligrosas cuentan con zonas de descontaminación o regadera? 14.5 ¿En las áreas de producción solamente se cuenta con las cantidades necesarias de sustancias químicas que se utilizarán durante la jornada de trabajo? 14.6 ¿Se encuentra señalada la restricción de acceso a áreas confinadas en donde se almacenan o manejan sustancias químicas, tóxicas o peligrosas? 14.7 ¿Las instalaciones donde se manejan sustancias químicas cuentan con dispositivos para evitar derrames o fuga y su dispersión? 14.8 ¿Los recipientes fijos para almacenar líquidos corrosivos o materiales tóxicos o irritantes están llenados máximo al 90% de su volumen y provistos de dispositivos de seguridad? 14.9 ¿Los recipientes que contienen sustancias químicas peligrosas cuentan con avisos y señales de seguridad y se pueden cerrar herméticamente? 14.10 ¿Los tanques y contenedores de sustancias flamables están conectados a tierra? 14.11 ¿Los cilindros de gases comprimidos están debidamente separados por contenido, asegurados para evitar su caída, alejados de materiales reactivos y con protección o capucha en la válvula? 14.12 ¿Los tanques de gas estacionario están provistos de válvulas y manómetros de operación y válvulas de seguridad? 14.13 ¿Las tuberías, tanques y cilindros de gas están alejados de fuentes de calor, en zonas bien ventiladas o aislados con materiales incombustibles? 14.14 ¿El personal que maneja sustancias químicas peligrosas cuenta con el equipo de protección personal adecuado? Observaciones: SÍ PM NO NA SÍ PM NO NA 15. SERVICIOS PARA LOS TRABAJADORES 15.1 ¿Los trabajadores cuentan con bebederos o recipientes de agua purificada y vasos higiénicos? 15.2 ¿Existen vestidores dotados de casilleros y regaderas? 15.3 ¿Se cuenta con tazas de baño y mingitorios en buen estado? 15.4 ¿Existe comedor o un lugar especial para el consumo de alimentos? 15.5 ¿Se cuenta con áreas de descanso para los trabajadores? 15.6 ¿Se tiene servicio médico para el personal de la empresa? (más de 100 trabajadores) 33 15.7 ¿Dicho servicio dispone de medicamentos, material de curación y personal de primeros auxilios? Observaciones: NIVEL DE EFICACIA Expresión numérica Expresión literal 0 a 40% Nulo (N) 41 a 60% Muy Malo (MM) 61 a 80% Malo (M) 81 a 90% Bueno (B) 91 a 100% Muy Bueno (MB) 34 Etnometodología, Psicología y Trabajo Melissa G. Orozco, UAQ Introducción En el presente trabajo abordaremos algunas de las propuestas de la etnometodología argumentando su pertinencia para el posicionamiento y desarrollo de los recientes estudios de la psicología y el trabajo. Nuestro objetivo es mostrar que la relación entre la etnometodología y la psicología merece ser explorada, y que de hecho, ambas comparten preocupaciones comunes. En lo siguiente buscaremos introducir algunos de los tópicos de este programa que pueden ser pertinentes para las investigaciones empíricas sobre los contextos en los que se realiza el trabajo. Nos enfocaremos principalmente dos cuestiones: 1) lo que se conoce como los pendientes etnometodológicos de los temas clásicos de la sociología, y 2) la aproximación al estudio del trabajo y a la charla laboral. Un „pendiente etnometodológico‟ refiere a la descripción de los detalles que rodean el trabajo, la cual es lograda mediante los recursos de la etnometodología y a su vez, „sigue‟ a otras descripciones particulares del análisis formal. Los pendientes etnometodológicos consisten en la formación de “pares”: unos realizados con los recursos habituales de las ciencias sociales y otros con aquellos disponibles en la etnometodología (Garfinkel, H., 2001). Así, para la amplia variedad de temas sociológicos clásicos, la etnometodología ha elaborado descripciones paralelas que los acompañan y que se mantienen de manera muy independiente. Esto le ha permitido subsistir como un dominio muy diferenciado de los estudios sociológicos tradicionales pero formulando a la vez una relación temática que es puesta a la luz con una tecnología distinta. A nuestro juicio, la diferencia que logra marcar la etnometodología respecto a los análisis de las ciencias sociales, puede servir de base para la realización de trabajos empíricos de la psicología y para su posicionamiento y despliegue frente a aquellas disciplinas que se han consagrado en el ámbito del estudio del trabajo. Ahora bien, a diferencia de algunos psicólogos que han tomado la iniciativa de incorporar ciertas categorías típicas de la psicología para entrar a la discusión de los estudios laborales tales como la subjetividad, la identidad, las emociones, los procesos cognitivos, etc., bajo una aproximación que todavía alberga ciertos supuestos presentes en enfoques sociológicos (Carrillo, M., 2007; Schvarstein L., y Leopold, 2005), nosotros proponemos que el debate en la psicología dé cabida para discutir más a profundidad los alcances y logros que han tenido no sólo los estudios sociológicos, sino también los históricos y los económicos. Reconociendo la importancia de estos primeros estudios psicológicos que de algún modo marcan ya un antecedente para aquellos interesados en los estudios de lo que podría ser una psicología del trabajo, a partir de los dos puntos señalados arriba, en este trabajo vamos a intentar abrir la discusión general. Así pues, en lo siguiente nos ocuparemos de la literatura que aborda la temática de la psicología y el trabajo, revisaremos sus presupuestos y su forma de abordar el fenómeno laboral; a su vez también revisaremos el tema de los pendientes etnometodológicos desde donde se reseñan las preocupaciones centrales de la etnometodología como programa empírico de investigación. En un segundo punto, partiremos de tales preocupaciones para destacar la concepción del trabajo en la etnometodología que más que estar especificada bajo una definición particular, se entiende como una actividad ordinaria realizada y realizable dentro de contextos particulares. En este punto intentaremos describir la forma en la que los etnometodólogos se aproximan al estudio del trabajo y a la charla laboral, lo cual nos llevará a discutir algunos problemas presentes en los estudios de la sociología del trabajo, los cuales, nos parece, también han alcanzado a la psicología. Finalmente, y a manera de cierre, trataremos de reforzar nuestros argumentos sobre la pertinencia de este enfoque para los estudios de la psicología y el trabajo. 1. La literatura de los estudios de la psicología y el trabajo, la etnometodología y las descripciones pendientes Mientras que la psicología del trabajo constituye un dominio de interés reciente, en el cual se ha retomado el tema de la subjetividad para dar cuenta, entre otros, de la dinámica de los procesos productivos desde una visión más cercana a la de los actores involucrados, la psicología de las organizaciones y más generalmente la psicología laboral han abordado desde hace tiempo algunos tópicos relativos al trabajo que, mediante el uso predominante de pruebas psicométricas, muestran las capacidades, habilidades, competencias del trabajador o, en su caso, de los solicitantes. Ambas tradiciones tienen raíces muy diferentes: en la primera, se observa una clara influencia sociológica mientras que en la segunda tenemos una influencia más psicológica. El primer grupo de estudios -que es en el que en adelante nos concentraremos- entiende el trabajo bajo la forma que éste ha sido caracterizado en la llamada concepción „ampliada‟ del trabajo.1 Desde esta visión, los estudios psicológicos acuñan el trabajo como un espacio en el que la subjetividad es trastocada y reconstituida como producto de las nuevas formas de organización que desde ahí se generan. Diversos autores se han convencido de esta relación y han explorado este supuesto poniendo en práctica distintos tipos de análisis. Una caracterización de dichos análisis resulta complicada porque como lo han indicado Schvarstein, L., y Leopold, L., (2005), los estudios que han tratado el tema de la subjetividad y el trabajo apenas han logrado constituir un “marco referencial” más que definir un conjunto de preocupaciones específicas. En este “marco referencial”, la mayoría de los estudios parte de que existe una relación entre los procesos de subjetivación y las nuevas formas de organización del trabajo. Pero esta relación ha cobrado distintos compromisos según los autores. Por ejemplo, Beatriz Martínez (2005) ha subrayado que en este tipo de estudios, el trabajo es entendido mucho más allá que un simple sustento económico, pues, en sus palabras, éste “estructura la personalidad, brinda un rol en la sociedad, otorga estatus” (Martínez, B., 2005: 51); todo lo cual nos reitera su factibilidad como un objeto de estudio psicológico. Ella, como muchos otros, se ha centrado en la relación de formas de organización y procesos de subjetividad estudiándola como un asunto de puro interés teorético. En su análisis, dicha relación es 1 La concepción ampliada del trabajo intenta capturar, entre otros, “…las interfases entre trabajo y no trabajo, y la nueva importancia de los trabajos no industriales” (véase De la Garza, E., 2005:5), los cuales escaparon a la visión neoclásica y en cierta medida a la marxista que por trabajo consideraron sólo el asaliariado, en el caso de la visión neoclásica, e imprimieron es éste un origen industrial y moderno. problematizada a partir de la noción de identidad. El punto central es que las nuevas formas de organización del trabajo como la „empleabilidad‟ entendida como los diferentes recursos para conseguir y conservar un empleo, mejorar su trabajo y adaptarse al cambio (Martínez, B., 2005: 51), obstaculizan la construcción de la identidad. Su principal crítica es que la “empleabilidad” conlleva a un escenario contingente del trabajo en el que el empleo de por vida es sustituido por empleos de corta duración que aparentemente impiden una identificación plena del trabajador con el trabajo y con los otros. Un caso similar al de B. Martínez, es el de Tommy Wittke (2005), quien también estudió nuevas formas de subjetivación centrándose en la noción de empresa. Inspirándose en los escritos de M. Foucault, este autor concibió la empresa como un dispositivo en el que una relación de poderes es puesta en función. A partir de esta perspectiva y de las influyentes reflexiones de G. Deuleuze y F. Guattari, Wittke llega a la idea de que existe un capitalismo “managerial” que permite a los trabajadores no sentirse explotados sino todo lo opuesto: “libres de aprovechar sus talentos y alcanzar su realización personal en función de los resultados financieros de la firma” (Wittke, T., 2005: 153), en otras palabras, libres de poder controlar la realidad de manera interna. Lo que su análisis sugiere de fondo es que hoy día asistimos a una „empresarización de la vida‟, lo cual se apoya en la idea de la autogestión, es decir, el supuesto de que el individuo tiene en sí mismo la capacidad para organizar y gestionar su trabajo utilizando sus capacidades cognitivo-afectivas en el proceso de trabajo. Los dos estudios anteriores, forman parte de un conjunto creciente sobre el tema de la subjetividad y el trabajo. En ellos vemos un supuesto principal que es problematizado, desarrollado y resuelto de una manera netamente teórica. De hecho, en la gran mayoría de estos estudios subyace un acuerdo que apunta a que muchas de estas nuevas formas de organización son de algún modo provocadas por la introducción de las tecnologías en los lugares de trabajo. Las tecnologías aquí, cuentan en ocasiones como una variable más, y, en el peor de los casos, son tachadas de las peores consecuencias; como de las que refiere Beatriz Martínez, quien asevera que las transformaciones en la organización generadas por las nuevas tecnologías, aunque no destruyen el empleo, tienen como resultado una experiencia de exclusión social, la cual “…ocasiona un repliegue del contacto social acompañado de un retraimiento emocional, lo que compromete la esfera cognitiva, haciendo que no sólo reduzcan su campo de percepción, sino también su sentido común, orientándose a lo pequeño y complejizando la situación de vida” (Martínez, B., 2005: 53). Independientemente de nuestro acuerdo con la frase anterior, lo que queremos poner de relieve aquí es la generalidad de los análisis que, aun cuando ofrecen argumentos sobre el hecho de que el trabajo puede ser un objeto de estudio de la psicología, su tratamiento no enseña cómo podemos llegar a estos diagnósticos o, en su caso, cómo podemos dar cuenta de los procesos de subjetivación mismos. Más aún, se trata de casos poco especificados en los que la subjetividad, el trabajo, la empresa y las nuevas formas de organización más que tratarse de personas, lugares y acciones concretas quedan ocultos tras una categorización que los trasciende. Por su puesto, a este tipo de estudios escapan aquellos que últimamente han conducido estudios de caso desde los cuales se pretende reducir los efectos de proposiciones generales y explorar más la propia dinámica de los actores que participan de y en un proceso de trabajo. De particular relevancia resulta aquí el trabajo de M., Carrillo (2007) sobre las decisiones gerenciales de una empresa manufacturera y una maquiladora en el estado de Querétaro. Este estudio está inspirado en lo que se ha denominado el enfoque de los Nuevos estudios del trabajo, particularmente, en la teoría de la Estructura-Acción-Subjetividad que tal como indica su nombre, es una teoría que intenta reunir y combinar en un mismo ensamble dos problemas tradicionales en la sociología: la dicotomía individuo/sociedad y el problema de la acción. El trabajo de M. Carrillo utiliza esta teoría tomando como punto de reflexión la estructura de las empresas. En el análisis el punto de partida es la acción de las gerencias, ahí se estudian las decisiones o acuerdos emanados; después, se procede a una indagación sobre el plano subjetivo, lo que implica dilucidar cómo las decisiones tomadas son interpretadas por el resto de los actores. Según este enfoque, las distintas interpretaciones son el punto desde el cual pueden cambiar el sentido y la interacción (Carrillo, M., 2007). Se trata, pues, de un enfoque lineal que va acotando la escala del problema a tratar: se comienza con la estructura, de ahí con la toma de decisiones, luego con su interpretación por el resto de los implicados y finalmente con las acciones a las que ésta va dando lugar. Aunque su esquema es relativamente simple, constituye una crítica importante para los estudios que se reúnen bajo la teoría de la elección racional, donde las decisiones, la estructura y sobre todo la conducta de los sujetos parecen estar determinadas de entrada. Lo que es importante subrayar de este trabajo es que pese a su destacable esfuerzo por suministrar información de primera mano que nos permita cuestionar la rigidez de las teorías, el ejercicio deja de lado aspectos fundamentales a causa de una preeminencia de las teorías seleccionadas sobre la exploración del objeto de estudio. Esta preeminencia toma lugar desde el comienzo de la investigación y las razones que la justifican radican en el „riesgo‟ de entorpecer la investigación dado que la idiosincrasia del investigador no le permite tener acceso completo y directo a las formas de ver o problematizar la „realidad‟ de los actores observados. Sobre su experiencia en esta investigación Carrillo menciona lo siguiente: … “Realizar un estudio de caso implica, además, entrar en el mundo de la subjetividad gerencial y obrera a través de la convivencia cotidiana del investigador con los actores: Se mezclan los campos cognitivos de los actores con la del investigador; por supuesto, se corre el riesgo de que la mezcla de afectos confunda los niveles de participación en el estudio; sin embargo, es un riesgo que puede minimizarse con el conocimiento teórico y el diseño de las técnicas cualitativas, tanto de observación como en las entrevistas, a los informantes calificados, pues son elementos que contribuyen a la construcción del dato e impiden el sesgo personal de quien realiza el estudio”. Estas últimas líneas que nosotros mismos hemos resaltado nos sirven de apoyo para discutir una de las preocupaciones básicas de la etnometodología: ¿cómo librarse de las inevitables limitaciones del análisis formal? Esta interrogante no está dirigida como una crítica, ni pretende denigrar los esfuerzos realizados en este tipo de investigaciones, al hablar de las limitaciones del análisis formar lo que queremos apuntar es la evasión hacia el cuestionamiento de los métodos utilizados. Esta evasión consiste en una selección de métodos que son reconocidos dentro de las mismas investigaciones como problemáticos, pero en ellas mismas son tratados de tal modo que las inconsistencias sean recubiertas y saldadas por la teoría. Cuando H. Garfinkel (2001) refiere a la tecnología del análisis formal, él alude a aquellos procedimientos comúnmente empleados por los científicos sociales para estudiar y dar cuenta de la acción práctica. Se trata de procedimientos que son aplicados a diversas escalas y que están orientados a modo de producir una demostración empírica que dé cuenta de la adecuación, la pertinencia y la congruencia de las teorías y que, al mismo tiempo, busquen promover una tradición o asegurar la permanencia de ésta. Según H. Garfinkel, esto es logrado toda vez que las descripciones del análisis formal asignan a sus textos (referencias teóricas) el „estatuto de procedentes legítimos‟, a grandes rasgos, esto significa que en las descripciones realizadas los textos siempre están reconocidos en tanto fuentes fidedignas que orientan al investigador en su búsqueda. Esto puede proceder no sólo por la afiliación del investigador a ciertas teorías, sino porque las mismas teorías proporcionan una idea de cómo ocurren las acciones en un escenario del mundo y porque disponen de medios para que el investigador pueda seguirlas sobre terreno. La etnometodología, por su parte, no se plantea como una empresa interpretativa (Garfinkel, H., 2001: 36) y tampoco es una teoría; se trata ante todo de un programa empírico de investigación orientado hacia el estudio de los fenómenos del orden; estos fenómenos, según H., Garfinkel, son progresivamente captados siguiendo los procedimientos del trabajo en sus más mínimos detalles. El hecho de que estos fenómenos sean tomados como el punto de partida en lugar de la teoría no significa que la etnometodología eluda por completo discusiones teóricas, sino que su relación con los textos, a diferencia de la del análisis formal, es por completo distinta. Al respecto H. Garfinkel menciona: “en lugar de renovar una tradición, nosotros buscamos deliberadamente en esos textos lo que falta, y eso a modo de empujar más lejos nuestra caracterización de fenómenos organizacionales que, pese a su novedad extraña, pertenecen sin embargo al territorio familiar del análisis formal” (Garfinkel, H., 2001: 42). La etnometodología no toma pues la teoría en tanto garantía con la cual dar inicio o crédito a las investigaciones. Más adelante volveremos sobre este tema listando un conjunto de tópicos que son ya comunes en los trabajos etnometodológicos y que nos ilustran al respecto. Ahora bien, el contraste que hasta aquí hemos venido desarrollando entre estas dos perspectivas es un contraste que da lugar a una relación y a una diferencia (independencia) de la etnometodología respecto al análisis formal y que H. Garfinkel ha calificado justamente como los pendientes etnometodológicos. Los fenómenos organizacionales constituyen una preocupación para ambas perspectivas, y de los análisis de dichos fenómenos se obtienen pares donde se encuentran las descripciones del análisis formal y las de la etnometodología, respectivamente. Según H. Garfinkel, con cada descripción que el análisis formal aporta para cada objeto, alterna una descripción paralela de estos en la etnometodología. Las descripciones de esta última no son ni una crítica, ni una ampliación de las primeras, su diferenciación radica más bien en que emplean tecnologías de análisis que son „inconmensurables y asimétricas‟. No obstante, ambas tecnologías de análisis entran en relación de forma específica. H. Garfinkel afirma que la etnometodología encuentra esta relación particular con el análisis formal en sus investigaciones empíricas; es „algo‟ que no puede precisarse de forma abstracta, pero que tampoco trata de una “percepción inefable” (Garfinkel, 2001:43). La etnometodología intenta especificar esta relación a partir del mismo lenguaje que forma parte del territorio estudiado. Un último aspecto relacionado a lo anterior y que vale la pena resaltar, es que la relación entre el análisis formal y la etnometodología conlleva a un debate más general sobre cómo entendemos la práctica de la investigación en las ciencias sociales; la etnometodología no se propone aquí como una perspectiva más adecuada o más científica que las teorías que encontramos en el análisis formal, sin embargo, su avance en la caracterización de muchos objetos comunes en los debates de la sociología y la filosofía pueden „aleccionarnos‟ para explotar más nuestras investigaciones. 2. La aproximación al trabajo y la charla laboral En contraste con los estudios sociales que estudian el trabajo bajo la selección de variables „micro‟ „macro‟ o bajo una combinación de las dos, la cual es también reflejada en su selección de teorías, líneas de investigación y definiciones, la etnometodología toma más bien el trabajo como un fenómeno a ser „descubierto‟ y descrito.2 Por descubierto aquí nos referimos a que el trabajo está encarnado en la charla, en las prácticas, en los métodos, en las omisiones, etc., por medio de las cuales los actores lo hacen realizable. La política de estudio de la etnometodología se resume en situar in situ la realidad objetiva de los hechos sociales y seguirla como un logro que es dirigido dentro de las actividades concertadas en la vida cotidiana (Garfinkel, 2008). Retomando ahora los estudios del trabajo, es posible decir que la etnometodología no parte ni de una concepción „restringida‟ ni de una „ampliada‟, ya que por trabajo los etnometodólogos refieren a un amplio rango de actividades concretas que son desempeñadas y realizadas tanto en las ciencias, como en los oficios y profesiones. Así, algunos estudios han abordado el estudio del trabajo en la improvisación de una pieza de jazz, en la obtención de un puntaje elevado en un juego de video (véase H., Garfinkel, 2001); en la preparación de muestras para un proyecto de investigación sobre la generación de brotes de axones (Lynch, M, 1983); o en análisis de una escena del crimen para identificar al delincuente (Lynch, M., y McNally, R., 2006).3 Ubicando sus indagaciones en ciencias como las matemáticas (Garfinkel, 2008) y la neurociencia, o en escenarios profesionales como instituciones psiquiátricas y aulas de universidad, los etnometodólogos han emprendido el estudio del trabajo y la charla laboral, (la charla que ocurre mientras se desempeña un trabajo y que está relacionada con el trabajo), seleccionando temas clásicos de la sociología y la epistemología como prácticas sociales situadas (Garfinkel, 2008; Lynch, M., y McNally, R., 2006). Para este fin, han 2 La etnometodología refiere al trabajo bajo el análisis del shop work, más que como parte de discusiones engendradas en la sociología del trabajo. Sin embargo, a lo largo del texto hemos tratado eso de manera indistinta a fin de resaltar las diferencias entre el análisis formal y la etnometodología. 3 La caracterización del trabajo y charla laboral que es suministrada en este tipo de estudios puede resultar ajena a las preocupaciones que dirigen los estudios sobre el trabajo en otras tradiciones. Pero como hemos indiciado arriba, muchos de estos estudios realizan investigaciones sobre casos concretos, ocupándose de las acciones o relaciones que se presentan en las escenas del trabajo, para casos de este tipo, el estudio de la charla y la conversación laboral puede ilustrar nuevos hallazgos. establecido un procedimiento que consiste en elegir un tema y después, emprender su estudio a través de lo que H. Garfinkel llama un escenario perspicuo. Un escenario tal se trata de una situación profana en la que el tema elegido toma relevancia para los actores ya como problema o tarea rutinaria (Lynch, M., y McNally, R., 2006). El estudio de estos temas arriba apuntados a través del análisis de los escenarios perspicuos se apoya en técnicas que en cierto modo también se emplean en la etnografía. Así, por ejemplo, para M. Lynch (2002) el programa empírico de la etnometodología: “envuelve observaciones sistemáticas, intervenciones y descripciones (frecuentemente escritas en tercera más que en primera persona) de rutinas organizacionales y entendimientos de fondo que constituyen escenas específicas y escenarios de acción social” (Lynch, M., 2002: 488). A diferencia de las indagaciones del análisis formal que se apoyan también en la observación de actividades cotidianas, la etnometodología no utiliza la observación (ni las tecnologías ahora comunes para los científicos sociales: registros de audio, video y fotografía) bajo el argumento del “observador universal”. En la etnometodología el trabajo de observación es problematizado de tal manera que los actores del escenario estudiado „instruyen‟ al investigador sobre las indagaciones que realizan en su trabajo a través de las rutinas, las conversaciones y de las recurrencias que realizan en él. En síntesis, el estudio del trabajo y la charla laboral se trata de describir tanto las indagaciones de los actores sobre los métodos y procedimientos como la ejecución de los métodos mismos, las cuales constituyen, dan forma y orientan su trabajo. Sin esas indagaciones en las que somos conducidos por sus acciones y razonamientos formales no habría „hecho social‟. La etnometodología busca llegar a una descripción de la producción de las cosas ordinarias y endógenas que surgen en y del trabajo de organización. Los resultados de la etnometodología, como sostiene Garfinkel, son problemas sobre los que somos instruidos por lo que descubrimos en la investigación „de campo‟. 3. Reflexiones finales En este escrito hemos intentado explicar algunos de los componentes del programa empírico de la etnometodología. Cabe resaltar que los dos puntos a los que nos abocamos, los pendientes y los escenarios perspicuos, son sólo dos aspectos de entre otros que componen este programa. Nos hemos consagrado aquí tan sólo a estos dos puntos en parte porque son los que hemos considerado como „más propicios‟ para profundizar y problematizar los estudios del trabajo que se realizan desde la psicología; pero también porque nuestra lectura es apenas un acercamiento a un conjunto más extenso de descripciones que resultan poco frecuentes en la literatura disponible. Sobre este aspecto queda, pues, mucho por revisar y discutir. Y si este breve escrito sirve de aliciente para aquellos interesados en el estudio de actividades ordinarias en ciencias y profesiones, habremos cumplido nuestro cometido. Bibliografía Carrillo, M. (2007). Decisiones generenciales y efectos en las relaciones laborales en empresas del estado de Querétaro. Querétaro: Tesis de Doctorado, Universidad Autónoma de Querétaro. Enrique De la Garza. (2006). Del concepto ampliado del trabajo al sujeto laboral ampliado. España: Anthropos. Enrique De la Garza. (2005). Introducción. En E. D. Garza, Sindicatos y Nuevos Movicmientos Sociales en América Latina (págs. 1-9). Argentina: CLACSO. Garfinkel, H. (2001). Le programme de l‟ethnomethodologie. En A. O. M. De fornel, L’ethnomethodologie une sociologie radical. Paris: La Découverte. Garfinkel, H. (2008). What's ethnomethodology?. En H. Garfinkel, Studies in Ethnomethodology (págs. 1-35). United States: Polity Press. L. Schvarstein et. al. (2005). Trabajo y subjetividad entre lo existente y lo necesario. Buenos Aires: Paidós. Lynch, M. (1985 ). Art and Artifact in laboratory science. London, Boston, Melbourne and Henley: Routledge and Kegan Paul. Lynch, M. (2002). Ethnomethodology‟s Unofficial Journal. Human Studies, 25 , 485-494. Michael Lynch y Ruth McNally. (2006). Encadenando a un monstruo: la producción de representaciones en un campo impuro. Convergencia 13/042 , 15-45. EL ESTRÉS EN EL PERSONAL DE ENFERMERÍA Prof. Olga Crespo de Hernández Escuela de Enfermería Universidad de Carabobo Valencia-Venezuela [email protected] INTRODUCCIÓN El término “estrés” en el lenguaje cotidiano y en los medios de comunicación suele tener un uso generalizado; pese a que su definición como concepto clínico no es de fácil desarrollo. La razón, en opinión de numerosos psicólogos es debido a que las percepciones individuales del mismo difieren considerablemente, ya que el estrés está asociado a un conjunto de experiencias y cambios de amplio espectro en la vida humana. De acuerdo a los estudiosos de la materia, el estrés es tan antiguo como el mismo ser humano; y este se manifestaba de diversas maneras. Unas, asociadas al hambre, frío o la necesidad de defenderse; otras, como reacción del cuerpo que posibilitaba la movilización de los recursos energéticos del ser humano para prepararlo al esfuerzo físico y permitirle responder al peligro mediante la lucha o la huida. Sin embrago, no es hasta el siglo XX, cuando se descubre el mecanismo psico-fisiológico del estrés y sus factores desencadenantes; los cuales pueden ser de diferentes tipos: por situaciones gratas o alegres, de tristezas, o vinculadas a la salud físico mental del individuo. Diversas investigaciones han comprobado que el estrés no es una enfermedad pero puede desembocar en ella, ya que no tiene un origen específico sino varios; y las personas afectadas pueden manifestarlo a cualquier edad con cambios físicos (dolores de cabeza, musculares, estomacales), emocionales (cambios de ánimos) o conductuales (adicciones, cambios de hábitos), o combinando todos ellos. 1. El estrés El término estrés procede de la palabra latina “stringere” que significa tensar1. En español la palabra se escribe stress2 y significa “agotamiento físico general producido por un estado nervioso. En general el estrés se refiere a las presiones que las personas sienten en la vida. Bernard en 1867, fue uno de los primeros fisiólogos que observó consecuencias potenciales del stress en el organismo; seguido en 1920, por Walter Cannon (1871-1945), quien habló del término “homeostasis” para referir como un organismo respondía con éxito o no al stress. Cannon acuñaba la idea, que los seres humanos experimentaban reacciones automáticas necesarias para la adaptación y supervivencia al igual que los animales, como temblar cuando hace frío o eludir el dolor físico mediante un acto reflejo. En el siglo XX, Selye (1956) médico fisiólogo estudió el estrés afirmando que es una reacción inespecífica del cuerpo a cualquier demanda que genera el síndrome de adaptación general, el cual comprende tres fases: reacción de alarma, resistencia y fatiga. En la etapa de reacción de alarma, el cuerpo moviliza recursos para hacer frente al estrés agregado. En esta etapa, el ritmo cardíaco se incrementa y se secretan las hormonas del estrés, como la adrenalina, noradrenalina, epinefrina y cortisona. En la segunda etapa de resistencia, el cuerpo reacciona ante la fuente original del estrés, pero la resistencia ante otros estresores disminuye. En la etapa de agotamiento los recursos del organismo disminuyen, lo que puede provocar consecuencias adversas como enfermedad severa e incluso la muerte, en caso de que el estrés no disminuya. Es Selye quién clasifica el estrés en positivo (eustrés), el cuál se manifiesta proporcionando estímulos necesarios entendidos como retos que motivan a los individuos a trabajar duro y alcanzar sus metas y el estrés negativo (distrés), 1 Poner tensa alguna cosa, según definición del diccionario Larousse 2 Significado del diccionario pequeño Larousse ilustrado. resulta de situaciones estresantes que persisten en el tiempo y que producen consecuencias negativas para la salud. Todo individuo desde su concepción, presenta estrés. Lo cuál no significa que sea un proceso patológico que altere su funcionamiento normal. El estrés puede proporcionar un estímulo, para los cambios y el crecimiento. En éste sentido, cierto grado de estrés puede ser positivo; sin embargo, el estrés crónico afecta al cuerpo y la mente del ser humano. Es inevitable experimentar cierto grado de estrés en la vida y en ocasiones apropiadas resulta benéfico, estudiar para un examen, un nuevo trabajo. No obstante, demasiado estrés es peligroso para la salud en general, ya que se alteran en forma prolongada y perjudicial las funciones de muchos sistemas del organismo. Es decir se convierte en un estado nocivo y el organismo trata de solucionarlo o desintoxicarse. Al tratar de enfrentar al estrés se presentan trastornos físicos que se manifiestan en los distintos órganos y sistemas del cuerpo humano. Entre las manifestaciones fisiológicas más comunes del estrés se encuentran las digestivas como: gastritis, colitis. A nivel del sistema nervioso: irritabilidad, insomnio, depresión. En el sistema cardiovascular: hipertensión arterial, angina de pecho. Davis y Newstrom (2002) señalan que los síntomas del estrés se clasifican en tres: fisiológicos, psicológicos y de comportamiento. Los fisiológicos se manifiestan como: gastritis, dispepsias3, cefalea o dolor de cabeza, hipertensión arterial y trastornos del sueño. Entre los síntomas Psicológicos están: inestabilidad emocional, malhumor, nerviosismo, tensión, depresión y agotamiento. Como síntomas de comportamiento se describen: tabaquismo excesivo, alcoholismo, consumo de drogas, ausentismo, agresividad, problemas de rendimiento. Al analizar la sintomatología entorno al estrés, invita a estudiarlo en los distintos ámbitos, pero siendo el estrés un componente de la 3 El término dispepsia se le da a los Trastornos digestivos cotidianidad, la actividad laboral se suma a éste incrementándolo, inevitablemente. 1. Trabajo y estrés La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés laboral como la reacción que puede tener el individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación. El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), España; señala que el estrés laboral se puede definir como las nocivas reacciones físicas y emocionales que ocurren cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos, o las necesidades del trabajador. En la dinámica del mundo actual hasta los trabajos más estables y que proporcionan a muchas personas satisfacción suelen en ocasiones ser estresantes y acarrear problemas a la salud mental y física de los mismos. Las causas pueden estar asociadas a factores de variada índole, desde la prolongación de la jornada laboral, un sueldo bajo, hasta un empleo tenso o en condiciones laborales inapropiadas como es el caso de los trabajadores de la salud específicamente el de la enfermera. El sector salud, paradójicamente es uno de los sectores que presenta un elevado grado de estrés laboral, específicamente el gremio de enfermería quién tiene un bajo estatus social, pésimas condiciones de trabajo, alteración de los factores psicosociales como por ejemplo, aspectos del puesto de trabajo, clima o cultura organizacional, funciones, relaciones interpersonales en el trabajo, diseño y contenido de las tareas. La relación entre psicotrastornos y el proceso de trabajo se manifiesta en síntomas tales como: irritabilidad, agresividad, alteraciones del sueño y enfermedades psicosomáticas asociadas a condiciones como ruido, supervisión estricta, rotación de turnos, escaso control ocupacional, por citar algunos. 2. El trabajo de enfermería Las enfermeras dentro de la estructura organizacional, tienen una jerarquía que las ubica en un rol específico. Las enfermeras de atención directa se encargan de brindar los cuidados necesarios para la satisfacción de las necesidades básicas según Maslow, específicamente las fisiológicas, a su vez las enfermeras deben planificar, gerenciar y gestionar los recursos materiales y humanos para que el cuidado se cumpla. En cuanto a la relación del estrés con factores ambientales, McLean hace referencia al contexto, la vulnerabilidad y el factor estresante, que al concurrir o superponerse, generarán un grado mayor de estrés. Otros como Pearson, otorga en su Modelo de ajuste ambiental, una importancia mayor a las percepciones objetivas y/o subjetivas del yo y el ambiente; en contraposición a la tesis de Baker, que indaga hasta qué grado el ambiente de trabajo permite a las personas modificar las respuestas al estrés. Se puede citar al “modelo de control de decisiones de trabajo”, el cual sostiene que “el estrés resulta de un desequilibrio entre las exigencias impuestas a un trabajador y su capacidad para modificarlas”. En este sentido, es indudable que la capacitación y/o el equilibrio entre la demanda y la respuesta adaptativa, permiten al trabajador responder adecuadamente a las exigencias y de ello se determina el grado de estrés. A mayor control sobre la demanda, menor estrés. Por el contrario, un menor control en la decisión laboral, con exigencias crecientes en el trabajo, generará un alto grado de distrés, ante el elevado nivel de indefensión y menor capacidad para hacer frente y controlar la situación estresante. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT); el estrés laboral es una enfermedad que pone en peligro a las economías de los países industrializados y en vías de desarrollo; por cuanto resiente la productividad, al afectar la salud física y mental de los trabajadores; dado que la salud está relacionada a factores psicosociales presentes en el trabajo, los cuales pueden contribuir a causar y agravar una enfermedad e influir en los resultados de las medidas de curación y rehabilitación de un trabajador afectado por estrés. Actualmente, al estrés se le identifica como uno de los riesgos laborales emergentes más importantes; y las cifras reflejan los cuantiosos gastos y pérdidas derivadas por él; debido a los crecientes índices de ausentismo, baja productividad, accidentes profesionales, y lo que es más relevante, las indemnizaciones por afecciones sobre la salud mental y física de los individuos. El presente trabajo enfoca el estrés negativo, como un elemento causante de enfermedad, y las condiciones de trabajo de las enfermeras de las áreas críticas como factor generador de este, la influencia de ambos en su salud y desempeño laboral. Generalmente se considera como área crítica, a las unidades de cuidados intensivos, la cuál según Lovesio, Carlos (2001), refiere que antes de definirla conviene más analizar lo que se entiende por paciente crítico. El paciente crítico es aquel que se encuentra en una situación de inestabilidad fisiológica donde un pequeño cambio puede llevarlo a un daño global con daño orgánico irreversible o la muerte, requiriendo por lo tanto controles estrictos o monitoreo permanente y de tratamientos especiales y/o inmediatos. Esta definición, permite deducir, que no solo las unidades de cuidados intensivos son áreas críticas, también lo son las unidades de emergencias, trauma Shock, unidades de trasplantes, recuperación de anestesias unidades quirúrgicas y oncológicas; es decir cualquier área donde los pacientes críticamente enfermos requieren de control continuo, tratamiento inmediato y especial, que además recibe atención soportada en tecnología y cuidados continuos de enfermería. Para efectos del presente estudio, se entenderá como área crítica a las unidades de atención de emergencia, oncológicas, quirófanos, y cuidados intensivos de adultos y pediátricos. 3. El proceso de trabajo en enfermería Señala Enciso, Virginia (1997), que el trabajo hospitalario es intenso, sobre todo en los servicios de urgencias y unidades de cuidados intensivos, donde se combina una gran responsabilidad y una continua disponibilidad a las necesidades de los enfermos, que resultan agotadoras y producen estrés emocional. A continuación se hace una narración puntual de la situación problemática del objeto de estudio de ésta investigación como es el caso de las enfermeras que laboran en las áreas críticas, haciendo especial referencia al estrés negativo, género, condición de salud; considerando el estrés en el personal de enfermería de manera multicausal y compleja, partiendo de las vivencias durante diez años en una unidad de cuidados intensivos y cinco años en una unidad oncológica de la investigadora. Por ello se deconstruyen los hechos durante el proceso de trabajo con los actores en las áreas críticas. Las labores de quién suscribe dentro de una unidad de cuidados intensivos en horario diurno y nocturno, donde se tenía la responsabilidad de la atención de diez pacientes en estado crítico, con solo dos auxiliares de enfermería para cubrir las necesidades básicas y dar soporte para los procedimientos especiales que requirieran según patología. Entre las acciones para cubrir las necesidades básicas se mencionan: monitoreo de signos vitales, administración de alimentos por vía enteral4, o de soluciones nutricionales por vía parenteral5 que requieren preparación especial. Realizar baño en cama, higiene bucal, monitorizar parámetros ventilatorios en aquellos pacientes que están conectados a ventilación mecánica6, mantener seguro al paciente bien con sujeciones o con sedación. 4 Se denomina a la infusión de fórmulas nutricionales a través de sondas que van al tracto digestivo. 5 Se denomina así a todo lo administrado a través de los tejidos, en este caso vía endovenosa 6 Es el uso de un dispositivo que ayuda a respirar al paciente En cuanto a los procedimientos especiales, entendiéndose por éstos a la aplicación de técnicas de antisepsia medidas de asepsia, se pueden señalar: administración de drogas vasoactivas, colocación de dispositivos o catéteres, preparar equipos para procedimientos especiales, atender eventualidades como aspiración de secreciones (por tubo orotraqueal o traquostomo), lavado de sondas, balance de líquidos, cambios posturales que requieren de fuerza física, entre otros de rutina. También es importante destacar aquellas situaciones que se presentan inesperadamente como una complicación, urgencia y emergencia: paro respiratorio, paro cardíaco, paro cardiorespiratorio, convulsiones, hemorragias, arritmias, cuadros de agitación psicomotriz, donde las acciones deben ser precisas, oportunas y rápidas para salvar la vida del paciente, es decir salvar la vida depende de la habilidad, destreza y dominio del procedimiento por la enfermera. Las situaciones antes señaladas, impedían muchas veces satisfacer las propias necesidades básicas como ir al baño, comer y en el turno nocturno descansar las tres horas reglamentarias7. La angustia por mantener el equilibrio de salud de los pacientes hacían que el profesional de enfermería permaneciera en tensión, aunado a la presión existente de la institución para cumplir con lo que está establecido debe ser la función de la enfermera sin importar las condiciones laborales para cumplirlas. A veces la escasez de recurso humano obligaba8 a permanecer trabajando las veinticuatro horas del día, sin suministro de agua potable ni comida, menos aún de descanso durante la guardia. Esto anula cualquier derecho de la enfermera de regresar a su casa a la hora establecida, cuidar de si, de su familia o de cumplir con otros compromisos. 7 Por convenio gremial, las enfermeras reposaban en horario nocturno 3 horas actualmente son 4 las horas de reposo lo que hace que se laboren 8 horas y no 9. 8 Los lineamientos éticos de enfermería obligan permanecer en el puesto de trabajo si no hay quién le remplace, bajo la premisa de “la vida de los pacientes primero” Esta doble o triple jornada se repite de manera voluntaria en la mayoría de los casos por razones económicas. La remuneración de la enfermera venezolana, nunca ha sido onerosa, por lo que el horario de seis horas de trabajo en los dos turnos diurnos (7 am a 1 pm y 1 pm a 7 pm), y del horario nocturno que son doce horas por treinta y seis de descanso, permite a las enfermeras trabajar en dos instituciones diferentes (públicas y privadas). Haciendo de esta rutina un transitar hacia el deterioro físico y mental de este profesional. Al ubicarse en la unidad oncológica, las condiciones de trabajo se relacionan con otro tipo de limitantes como por ejemplo trabajar sin agua en el hospital lo que impide el lavado de manos obligatorio antes y después de cada procedimiento aumentando así el riesgo de infecciones tanto para los pacientes como para la enfermera, no se pueden administrar los medicamentos indicados por ausencia de los mismos. Hay escasez de personal porque muchas están de reposo, se suspenden las intervenciones quirúrgicas por no haber agua ni compresas9, además de realizar mucho esfuerzo para brindar un cuidado sin calidad, no hay compensación alguna por los esfuerzos sobrehumanos que se realizan para trabajar en este hospital. El deterioro físico y mental del personal de enfermería se evidencia con los consecutivos reposos médicos, entre cuyas causas se mencionan: cefaleas, depresión, hipertensión arterial, trastornos musculoesqueléticos, trastornos vasculares de miembros inferiores, gastritis, cáncer, como las más comunes. 4. El trabajo y la salud de las enfermeras Según datos de la OMS en el 2003, en el presente siglo en donde la proyección de enfermedad mental secundaria a ansiedad, estrés, depresión, ocupará el segundo lugar de causas de morbilidad y mortalidad para los próximos veinte años, afectando al 27% de la población de todas las edades. 9 Material utilizado para absorber la sangre durante el acto quirúrgico En tal sentido, el Centro de Investigaciones en Enfermería se propuso ahondar en el problema y recolectó cifras que permiten evidenciar la magnitud del problema, refieren que la tensión relacionada con el puesto de trabajo representa en el mercado laboral de América del Norte un gasto anual de doscientos mil a trescientos mil millones de dólares. El Instituto de compensación de los trabajadores de California comunica que el número de reclamaciones de compensación de los trabajadores por estrés psicológico aumentó casi un 700% entre 1979 y 1988. Los trabajadores que dicen sufrir fuerte estrés laboral tienen un 30% más de probabilidades de sufrir accidentes que los trabajadores sujetos a estrés bajo. En la Unión Europea, en 1996, el 28% de los trabajadores comunicaron problemas de salud relacionados con el estrés en el trabajo (esto supone unos 41 millones de trabajadores en la Unión Europea). La violencia en el trabajo es un problema cada vez mayor: en la Unión Europea, 3 millones de trabajadoras comunicaron que eran objeto de acoso sexual, 6 millones comunicaron que eran objeto de violencia física y 12 millones dijeron que habían estado sujetas a intimidaciones y violencia psicológica. En los Estados Unidos, casi 1000 trabajadores son asesinados cada año en su trabajo y el homicidio es la causa principal de muerte de mujeres en el lugar de trabajo. Ortega, Joel Médico de la División de Riesgos del Trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), “no contamos con números que nos permitan dimensionar los efectos del estrés laboral, pero podemos estimar que entre 15 y 25% de las ausencias laborales son a causa de alguna enfermedad derivada del estrés laboral”. En México, no hay cifras de enfermos de estrés porque, por un lado, no está considerado como una enfermedad y, por otro, los afectados no toman este padecimiento como un motivo de consulta médica. El estrés laboral es el segundo problema de salud más frecuente en los países de la Unión Europea. Las alteraciones de la salud del profesional de enfermería, han sido reportadas en investigaciones nacionales e internacionales. Se señalan a continuación algunas de las encontradas el las publicaciones científicas. Leguizamón, Luz y Gómez, Viviola (2002), estudiaron algunas condiciones de desempeño laboral y de salud física y psicológica en 91 mujeres enfermeras de Santafé de Bogotá. Los objetivos específicos de la investigación fueron describir tanto las condiciones laborales como los indicadores de salud cardiovascular y psicológica de la muestra estudiada, y comparar grupos de enfermeras en algunos indicadores de salud teniendo en cuenta aspectos como el horario laboral (6, 8 ó 12 horas diarias), institución en la que trabajan (privada o pública) y cargo que desempeñan (enfermera jefe, coordinadora de enfermeras y enfermera auxiliar). Los resultados confirman que trabajar como enfermera puede representar un riesgo para la salud tanto física como psicológica de la persona. El horario de trabajo, el cargo desempeñado y la institución a la que los sujetos estén vinculados son aspectos que pueden incrementar los riesgos de salud. Las enfermeras que trabajan durante 12 horas al día, y que trabajan en instituciones públicas de salud se encuentran expuestas a un mayor número de riesgos para su salud física y psicológica y a una calidad de vida menor que las enfermeras con otras características. Esta investigación refleja los diferentes aspectos del trabajo del profesional de enfermería que pueden incidir en alterar su salud. Los aspectos estudiados son comunes a los que se viven en Venezuela, por tanto es una referencia válida para la presente investigación. Loli, Amalia (2000), realizó en Perú, un trabajo titulado: Ambiente Laboral y Condiciones de Salud de las Enfermeras en los Hospitales de las Fuerzas Armadas, EsSALUD y Clínicas Particulares de Lima Metropolitana, cuyo objetivo fue Conocer y comparar las características del ambiente laboral y las condiciones de salud según la opinión de las enfermeras en tres instituciones de salud, se trató de un estudio cuanti-cualitativo, descriptivo-comparativo y transversal en el que se entrevistó a una muestra aleatoria de 3259 enfermeras que laboran en hospitales de EsSALUD, Fuerzas Armadas y clínicas privadas. Los resultados demostraron que en las Fuerzas Armadas y EsSALUD las enfermeras trabajan entre 30 a 40 h/sem y gozan de 2 a 3 días libres, mientras que en las clínicas particulares trabajan entre 40 a 48 h y gozan de 1 día libre/sem. Las enfermedades ocupacionales más reportadas son: Tuberculosis pulmonar y hepatitis B. El lumbago y las várices son las enfermedades de tipo postural más reportadas por las enfermeras en las tres instituciones. Los accidentes más frecuentes fueron: pinchazos con agujas, reportados en las clínicas particulares (82,8%) y los esguinces por caídas y resbalones, reportados por las enfermeras de EsSALUD (26,4%). Un análisis cualitativo de las entrevistas permitió profundizar el conocimiento de las variables del estudio. Señalan como conclusiones que existen diferencias significativas con respecto al ambiente laboral para las enfermeras de los tres establecimientos. No existen diferencias significativas en las condiciones de salud de las enfermeras en los hospitales de las Fuerzas Armadas, EsSALUD y clínicas particulares de Lima Metropolitana. La investigación señalada por Loli, amplia el ámbito de investigación a tres escenarios estructuralmente diferentes, como son un hospital público del estado, uno de las fuerzas armadas y una clínica privada, evaluando las condiciones de trabajo y su repercusión en la salud del profesional de enfermería, encontrando patologías comunes para este personal en las tres instituciones a pesar de tener condiciones de trabajo diferentes. Siendo la gran conclusión que las condiciones de salud son similares en las instituciones estudiadas. Lo que permite considerar que el trabajo del profesional de enfermería en un trabajo con riesgos ocupacionales independientemente de sus condiciones para desarrollarlos. En este orden de ideas, Briseño, C., Herrera, R., Enders, J. y Fernández, A. (2006) realizaron una investigación en Argentina, donde identificaron los riesgos químicos a los que se expone el personal de enfermería. Fueron incluidos en el estudio 600 profesionales de enfermería, excluyendo al personal de conducción (Supervisores y Jefes) y los que se encontraban con licencia por enfermedad. Se utilizó una matriz de evaluación de riesgos donde se registraron los riesgos químicos. El análisis estadístico de los resultados indicó que las patologías que manifiestan los encuestados están relacionadas con la exposición a agentes químicos. Siendo estos el oxido de etileno y el cloro. El trabajo señalado añade un nuevo elemento en las condiciones de trabajo como son los agentes químicos, de común uso en los centros de salud y más aún en las áreas críticas, donde la contaminación de la misma por bacterias es alta y requiere del uso de sustancias bactericidas y bacteriostáticas para su desinfección y limpieza, repercutiendo por su toxicidad en la salud del profesional de enfermería. En relación con esto último, Bozzo, E., Chavez, E., Ozonas, M. y Tomasina, F. (2006), realizaron un trabajo en Uruguay, en una unidad de recuperación de anestesia, cuyo objetivo fue conocer las causas y los efectos de los procesos saludables y peligrosos en la salud de los enfermeros del servicio. El abordaje es colectivo y vivencial con apoyo técnico. Las variables se relacionan con las condiciones y medio ambiente de trabajo identificando: proceso de trabajo, factores de riesgo, grado de nocividad, daños, medidas de protección que se aplican y aspectos relevantes de la formación general sobre el autocuidado, integrando medidas de protección, prevención y legislación. Los resultados revelan que el personal identifica los procesos favorecedores en la organización del trabajo y grados de peligrosidad en los demás factores. Los daños están relacionados a las exigencias mentales y físicas: osteoarticulares, fatiga, estrés. Tienen sentido de pertenencia, compromiso y de identificación con el trabajo que se vuelve un elemento favorecedor, beneficioso. El conocer-participar facilita la acción. La investigación arriba referida, evidencia una vez más el grado de exposición al riesgo que tiene el profesional de enfermería en un área crítica especifica, donde las condiciones de trabajo influyen directamente en el desempeño y salud del profesional de enfermería, condiciones que son similares a las de Venezuela, además señala aspectos relacionados con los factores psicosociales del trabajo y las manifestaciones físicas como el estrés, elemento de estudio de la presente investigación. Ayvar, G. (1989), realizó una investigación en Perú, cuyo objetivo fue: conocer las condiciones laborales que ofrece la Institución, a la Enfermera asistencial en el servicio de emergencias, para el desempeño de sus funciones y el nivel de estrés laboral que presentaban. El método empleado fue el descriptivo Ex -post - facto, en consideración al tipo de estudio. El instrumento elegido fue el cuestionario y un test para medir el nivel de Estrés Laboral, los cuales son instrumentos de fuente primaria que fueron elegidos por adoptarse mejor al tipo de investigación y lugar donde fueron aplicados. Concluyendo que existen deficiencias de los recursos materiales para el trabajo, ya sea de disponibilidad en cantidad, calidad o reposición y ubicación adecuada de materiales siendo una de las causas de esta desfavorable situación, el hecho de que la Institución evade responsabilidades según señalan algunas Enfermeras lo cual estaría interfiriendo con el cumplimiento adecuado de las funciones profesionales de las Enfermeras y condicionando indirectamente un ambiente laboral poco satisfactorio que predispone al “Estrés Laboral”. En lo que respecta al “Estrés Laboral” se señala que las Enfermeras del servicio de Emergencias, se encuentran en su mayoría dentro de un nivel aceptable (67%) y medianamente aceptable (17%), quienes están en riesgo a exacerbar a niveles altos y negativos de Estrés laboral, teniendo como factor desencadenante condiciones de trabajo desfavorables e insatisfactorios para el ejercicio profesional adecuado y de alta calidad. Los resultados de esta investigación, se orientan específicamente hacia el estrés derivado de las inadecuadas condiciones de trabajo del profesional de enfermería, objeto de estudio de la presente investigación, con condiciones similares a las de Venezuela, pero los resultados producto de la metodología cuantitativa limita el hacer una análisis más allá de los números, por lo tanto motiva a emprender la presente investigación para ahondar en el problema. De acuerdo a lo planteado por los autores, es una evidencia que el profesional de enfermería se encuentra en situación de estrés. Siendo este flagelo laboral el responsable de muchas patologías que repercuten de manera negativa en los responsables de proporcionar cuidado y salud, es importante realizar estudios donde se profundice sobre sus causas, consecuencias y como erradicarlo. En tal sentido al ubicarse en el escenario de los actores de la salud como es el caso de enfermería, se encuentran un escenario complejo y multicausal. Multicausal porque las condiciones de trabajo deficientes que exigen de manera continua el doble de su capacidad física, creatividad, y capacidad de resolución, aumentando así la carga mental en las áreas críticas, aunado al factor socioeconómico, donde en el orden internacional la situación económica está íntimamente relacionada a todos los sectores laborales lo que implica que se convierte en un factor negativo para la salud de cualquier trabajador. Nogareda, C. (1991) refiere que la carga mental es el grado de procesamiento de información que realiza una persona para desarrollar su tarea. El trabajo implica a menudo la recogida e integración rápida de una serie de informaciones con el fin de emitir, en cada momento, la respuesta más adecuada a las exigencias de la tarea. Las características del medio socioprofesional hospitalario son predominantes en la aparición de la carga mental debida al trabajo: la organización del trabajo, la creciente complejidad de las técnicas médicas y los problemas jerárquicos son frecuentemente origen de carga mental para el personal de salud. En el trabajo hospitalario interviene además otro elemento, que en este caso hace referencia tanto al trabajo en sí como a la organización del mismo; como es el trabajo nocturno. El hecho de trabajar de noche tiene una serie de consecuencias sobre el equilibrio de las personas, pudiendo provocar alteraciones a distintos niveles: físico, psíquico y social. Algunas investigaciones efectuadas, sugieren una relación directa de las condiciones de trabajo como principal fuente de estrés y determinante de la salud y la seguridad del trabajador. Tal es el caso de las experiencias recabadas por NIOSH, quienes no descartan al lado de las condiciones estresantes de trabajo, los factores individuales y otras situaciones que pueden intervenir para fortalecer o debilitar esta influencia; como por ejemplo el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar o personal, una red de apoyo de amigos y compañeros de trabajo o un punto de vista relajado y positivo. Tal equilibrio, actualmente es considerado dentro de los factores psicosociales del trabajador. Señala Martínez (2001), que los factores psicosociales son aquellas condiciones presentes en una situación laboral, y que están directamente relacionadas con la organización, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, entendidos como la interacción con el medio ambiente de trabajo, las condiciones de la organización laboral, las necesidades, hábitos, capacidades y demás aspectos personales del trabajador y su entorno social. Evalúa factores referidos a la iniciativa, estatus social, comunicación y cooperación, para éste caso particular. Tales factores tienen una gran capacidad para afectar tanto al bienestar o a la salud (física, psíquica o social) del trabajador como al desarrollo del trabajo. Se comprende, pues, que unas condiciones psicosociales desfavorables sean el germen de la aparición de conductas y actitudes inadecuadas en el desarrollo del trabajo (absentismo, conflictividad laboral, baja productividad, entre otros), así como de ciertas consecuencias perjudiciales para la salud y bienestar del trabajador (estrés, desmotivación). La importancia que se concede actualmente a este tipo de riesgos parece obedecer a la práctica diaria en la prevención. Son abordados actualmente en los estudios de riesgos, ya que de alguna manera producen alteraciones a largo plazo, las cuáles muchas veces pueden ser graves e irreversibles. Martín, Pablo, Figueiras Guzmán, Adolfo y Gestal Otero, Juan J. (2007) realizaron una investigación en el personal de enfermería de la unidad de cuidados intensivos y de hospitalización de un hospital de Santiago de Compostela, España, cuyo objetivo fue: Establecer un método de trabajo que permita a la empresa disponer de elementos de racionalización que les faciliten la toma de decisiones en materia de prevención de riesgos psicosociales de origen laboral. Fue un estudio descriptivo, donde se aplicó un instrumento que recoge en el método psicosocial de Copenhague (CoPsoQ) en su versión corta validada en español realizada por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS)[5], añadiendo una pregunta más relativa a la categoría profesional. Se realizó el análisis estadístico dando como resultado que el personal de enfermería de la unidad de cuidados intensivos obtuvo que todas las dimensiones psicosociales se encuentren en una situación de riesgo psicosocial alto (principal exposición problemática) con situación más desfavorable para “exigencias psicológicas” y “estima” y menor riesgo en “apoyo social y calidad de liderazgo”. Concluyendo que las dimensiones psicosociales con mayor nivel de riesgo en el personal sanitario estudiado son la “inseguridad”, la “doble presencia” y las “exigencias psicológicas”, el nivel de riesgo psicosocial es más elevado en el servicio de UCI que en la planta de Obstetricia-Ginecología, encontrando diferencias significativas en 4 de las 6 dimensiones. En la actualidad, las condiciones de trabajo de las enfermeras están en estado crítico, es decir el déficit del recurso humano, a nivel mundial está establecido que una enfermera debe atender a seis pacientes por turno, en Venezuela, específicamente en Valencia, la relación es de una enfermera para quince pacientes, limitando así el desempeño exitoso. Castrillón, M. (2007) señala que los recursos humanos son la base del sistema de salud y constituyen el núcleo central de las prácticas sanitarias. La formación de personal de salud está cambiando y muestra las consecuencias de la desregulación educativa a la par de los desarrollos científicos que impactan en una especialización desigual de las profesiones. En muchos países empiezan a sentirse las consecuencias de la escasez de enfermeras(os). En lo que respecta al déficit del recurso humano, señalado por la autora citada, está el déficit de recursos materiales para la prestación del servicio, haciendo cada vez más difícil brindar cuidados de calidad. Todo ello influye de manera especial en el proceso de trabajo de la enfermera, en tal sentido, si se considera lo que señala Albornoz (1992) en cuanto a trabajo, se ha considerado como una transformación de materia natural en el objeto de cultura del hombre. Existen dos términos íntimamente relacionados, que son labor y trabajo; siendo el primero reservado para operaciones físicas, fatigosas, y el segundo para aquellas de carácter intelectual y creativo. Para enfermería ambas acepciones se entrelazan en el proceso de trabajo. El proceso de trabajo es el acto específico donde la actividad humana efectúa, con la ayuda de los medios de trabajo una modificación deliberada de los objetos de trabajo, de acuerdo con una finalidad, para generar bienes de uso que tienen un valor social, así lo afirma Neffa, J. (1989). Esta definición, como las otras, tienen su desglose en el proceso de trabajo de enfermería, donde la actividad propia de la enfermera, según su objetivo que es cuidar al ser humano enfermo o sano; modifica al sujeto enfermo (o la enfermedad), llevándolo al estado más cercano de la salud e induce a la persona sana a mantenerse saludable y evitar las enfermedades, por lo menos dentro del área y tiempo en el que ella le brinde los cuidados. Otro aspecto a considerar es la remuneración de la enfermera, a pesar de ser uno de los profesionales que recibe una remuneración acorde con su nivel académico, la inflación, las condiciones familiares de muchas de ellas10, la obliga a trabajar en dos instituciones en distintos horarios, lo que ocasiona un mayor desgaste físico y mental. Algunas investigaciones como las de Dennerstein, (1994); Doyal, (1994) y Romito, (1994) indican que la mujer trabajadora se ve afectada por problemas de salud mental, y que su vulnerabilidad está relacionada a su estado civil, número de hijos y edad de los mismos, sobrecarga de responsabilidades, roles tradicionales, la doble jornada, la falta de soporte de redes de apoyo y la inclusión o no en grupos. El Consejo Internacional de Enfermería señala que la rotación de turnos se ha relacionado con un mayor número de perturbaciones del sueño, problemas 10 Muchas de ellas son madres solteras, divorciadas o viudas, con 2 ó más hijos digestivos, fatiga e ingesta de alcohol, y con una salud psicológica y resultados laborales menos satisfactorios. Se ha constatado que las enfermeras que trabajan por turnos toman más días de permiso por enfermedad y dan razones más graves para tomarlos que los trabajadores de turnos fijos. Considerando lo antes planteado, en Venezuela, el profesional de enfermería labora en horario nocturno, muchas veces lo hace todas las noches, es decir que la noche reglamentaria de descanso, trabaja en otra institución para solventar la precariedad económica reinante en éste sector, por lo que las alteraciones mentales y físicas son aún mayor, al no tener las horas de sueño reglamentarias con la alteración del ritmo circadiano. La multicausalidad descrita, va acompañada de la complejidad, en cuanto a la respuesta al estrés. En este sentido se hace referencia al hecho propio de ser mujer, toda vez que el gremio de enfermería está representado en un 95% por el género femenino, situación esta que se ha modificado sutilmente desde la década de los ochenta cuando se empezó a incrementar el número de hombres en la profesión. En la actualidad el porcentaje de hombres enfermeros es del diez porciento, así lo refleja la matrícula de egresados de las distintas universidades del país. El hecho de ser mujer en una sociedad patriarcal implica además del trabajo profesional todo el trabajo de la casa: labores propias del hogar (limpiar, cocinar, hacer mercado), cuidado de los niños, cuidado de los padres (si están presentes), del esposo y su propia condición física: menstruaciones, trastornos distimicos producto de esta, embarazos, el climaterio, la menopausia como condiciones fisiológicas y las patológicas propias del género: várices, quistes mamarios y de ovario, abortos, entre otros. Así mismo, la mujer en virtud de las funciones asignadas a cada género, sigue siendo proveedora de atención de salud, y tiene la principal responsabilidad del cuidado y de la atención de las necesidades básicas de los demás. Es por ello que el papel de la mujer en los servicios de salud puede considerarse como una extensión de sus funciones de cuidado en el ámbito doméstico; la división del trabajo en el hogar por sexo se traslada al lugar de trabajo, así lo señala Enciso, V (1997), lo cual sigue vigente en el siglo actual. Es importante señalar que la presente investigación no está circunscrita a estudiar un género en particular, sino al profesional de enfermería sin importar su género. Ello motivado q que en las áreas críticas laboran en mayor número los profesionales del género masculino. Hasta ahora se han mencionado solo los aspectos relacionados con el trabajo que causan estrés. Se hace necesario señalar lo relacionado con las condiciones de trabajo. Las Condiciones de trabajo son las característica del trabajo que puede tener influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y salud del trabajador, como por ejemplo las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y demás útiles existentes en el centro de trabajo, la naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente de trabajo y sus correspondientes intensidades, concentraciones o niveles de presencia, los procedimientos para la utilización de los agentes citados que influyan en la generación de los riesgos laborales (las posibilidades de sufrir enfermedades o lesiones con motivo u ocasión del trabajo). Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riegos a que esté expuesto el trabajador en las áreas críticas. Cuando las condiciones de trabajo, no son adecuadas o no se cuenta con la protección correspondiente que se requiere en la actividad, se puede generar consecuencias como: aumento de la fatiga, aumento de los accidentes de trabajo, aumento de las enfermedades profesionales, disminución del rendimiento, aumento de la tensión nerviosa, disminución de la Producción, Insatisfacción y desinterés en el trabajo. La dinámica actual en el mundo del trabajo incluye una amplia variedad de modalidades de contratación que a simple vista pudieran ser parte de alternativas para minimizar el estrés laboral del profesional de enfermería, tal es el caso de la flexibilización. No obstante, con el llamado proceso de flexibilización, que han incidido mucho en la movilidad laboral; refleja que las personas suelen cambiar más a menudo de un puesto de trabajo, buscando igualmente mayores ingresos, estabilidad laboral o un trabajo que esté acorde a sus propias exigencias personales, ya que muchas personas sufren de estrés crónico debido a que necesitan de un entorno estimulante y tenso, que les permita sentirse orgulloso de sus logros y de su capacidad para superar situaciones difíciles. En los profesionales de enfermería, el proceso de flexibilización se ha desregularizado de tal manera que es considerado un factor de estrés, al evidenciar que quienes trabajan bajo esta figura no poseen seguridad social alguna ni estabilidad laboral. De allí que, estudiar el estrés laboral no es tarea fácil, ya que depende de factores individuales y ambientales. Sobre este particular; diferentes son los modelos que lo han intentado estudiar desde variados factores etiológicos, diferentes metodologías y enfoques teóricos. En consecuencia, resulta conveniente averiguar los aspectos causantes del estrés, y en lo posible, cambiarlos. A MANERA DE CONCLUSIÓN: El estrés forma parte de la cotidianidad del ser humano. Saberlo controlar es un proceso complejo. El trabajo es un ente generador de estrés que puede ser modificado para favorecer la disminución de éste. El trabajo de enfermería incrementa la carga mental favoreciendo la aparición de estrés en este personal. Las condiciones de trabajo de la enfermera son cada vez más críticas, incrementando la aparición de enfermedades ocupacionales, estrés y cáncer. Son muchas las investigaciones sobre estrés y el trabajo de la enfermera pero pocas las medidas que mejoran las condiciones de trabajo de este personal. 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El 46 % de se dedica al desarrollo de software, y un 29 al área de la consultoría y servicios informáticos (González y Pittaluga, 2007). Según el informe del PNUD del 2005 (Pitalluga et al., 2005), se trata de un sector joven, en cuanto el 82% de las empresas tiene menos de 27 años, y centralizado geográficamente, estando el 90% de las empresas radicadas en Montevideo. A lo largo de la presente década, las empresas de TI han aumentado de forma sostenida su demanda de empleo, particularmente en lo que concierne a personal especializado en desarrollo de software. Tratándose de un sector pujante y en crecimiento, con una alta demanda de empleo, en los últimos años la escasez de personal calificado en el mercado de trabajo se ha vuelto un problema de entidad. Las dificultades del fenómeno desempleo 0 en el sector están atravesadas por diferentes variables, entre las que sobresalen el bajo incremento en el egreso de profesionales informáticos a nivel universitario, y el acelerado ritmo de crecimiento del sector en comparación al resto de la economía nacional. El presente proyecto se propuso indagar las representaciones y prácticas de gestión de la innovación predominantes en el sector TI, e identificar los sentidos que los trabajadores otorgan a la creatividad y la 1 - Universidad de la República, Montevideo, Uruguay. [email protected] 1 innovación. En la primera fase se realizaron entrevistas a 39 dirigentes de 34 organizaciones, tomando como criterio de inclusión que participaran de los procesos de trabajo y en la toma de decisiones estratégicas. Los resultados mostraron que las representaciones sobre la innovación afectan varios aspectos de la organización del trabajo, tales como el estilo de liderazgo, las prácticas de RRHH, y las políticas de innovación, existiendo en los sujetos un bajo nivel de conciencia sobre la influencia de estas representaciones en los procesos de toma de decisión. Se detectó una primacía de las concepciones individuales de la innovación por sobre las concepciones de tipo organizacional. Se constató asimismo un bajo nivel de gestión de la innovación, no obstante el desempeño exitoso de la mayoría de las organizaciones del sector (Vásquez et al., 2008b). Las representaciones sobre la innovación en los dirigentes presentan un carácter social en cuanto son compartidas en alto grado, ocupando un lugar central en los modelos mentales sobre la innovación. Asimismo, actúan a nivel de presupuestos culturales, en tanto están profundamente arraigadas y escapan al escrutinio crítico por parte de los sujetos que las defienden. Puede decirse que funcionan a manera de modelos mentales (Zanelli; Silva, 2008), entendidos como imágenes reductoras que dan sentido interpretativo a las interacciones dadas en el contexto social. Para complementar estos hallazgos, esta investigación se propuso conocer la perspectiva de los trabajadores no dirigentes del sector respecto a la influencia que ejercen las prácticas de recursos humanos en general y las destinadas a la innovación en particular. Se pretende entender que dicen los actores que hacen cuando innovan, y que importancia le otorgan a las prácticas realizadas en dicho proceso. También se procura explorar la idea de la innovación organizacional como representación social exclusiva de los dirigentes -en tanto grupo de interés-, o si se trata de un fenómeno basado en elementos de la cultura profesional del sector. Así, para la segunda fase, aún en desarrollo, se establecieron como objetivos: a) identificar los sentidos que los trabajadores del sector TI -no pertenecientes a cuadros dirigentes- otorgan a la creatividad y la innovación en el marco de los procesos de trabajo de los que son partícipes y b) conocer su 2 percepción acerca de las prácticas de gestión de la innovación en las organizaciones a las que pertenecen (Melogno et al, 2009). Método Participantes. Se entrevistaron a 20 trabajadores de 20 organizaciones afiliadas a la CUTI, equilibrando las variables tamaño y origen del capital. Se adoptaron los siguientes criterios de inclusión: a) que tuvieran al menos un año de antigüedad en el sector; b) que no tuvieran personal a su cargo. La muestra incluyó 7 organizaciones pequeñas (hasta 20 trabajadores), 7 medianas (entre 21 y 100 trabajadores) y 6 grandes (más de 100 trabajadores). Según origen del capital: 11 nacionales y 9 extranjeras. Instrumento. Se utilizó la entrevista semi-estructurada, con una pauta elaborada en función de ejes descriptos en la literatura sobre gestión de la innovación (Angle, 2000/ Kemp et. al., 2003). Esto tanto en lo que concierne a las prácticas y los procesos cognitivos asociados a ellas, como a las variables socioeconómicas y tecnológicas involucradas en los procesos de producción de innovación (Rosenberg, 2003). Se dio a los entrevistadores libertad para agregar preguntas en función de los verbalizado por los entrevistados. Análisis de datos. Para el tratamiento del material textual se trabajó con el procedimiento codificación-caso-categorización (Duverger, 1996). Al momento se están procesando las primeras categorías de análisis, por lo que aquí se presenta sólo una de ellas: Gestión del Conocimiento (en delante GC), buscando integrar esta nueva información a los resultados ya difundidos (Melogno et al., 2009). Resultados Dentro de la muestra relevada pueden discriminarse dos grupos de organizaciones: aquellas en que los procesos de GC se perciben por parte de los trabajadores como resultado de una política explícita y sistemática de la organización, y aquellas en las se perciben como librados a los intercambios más o menos espontáneos entre trabajadores. Algunos entrevistados, cuando son consultados respecto de la GC es sus organizaciones, responden afirmando “Acá no hay nada de eso”. Este grupo es mayoritario en la muestra relevada, ya que las organizaciones en las que los trabajadores perciben una 3 política de GC sistemática constituyen un número reducido, correspondiendo preferentemente a organizaciones de gran tamaño y de capital multinacional. Dentro de las organizaciones en las que los procesos de GC se perciben como librados a intercambios espontáneos entre trabajadores, en algunas este hecho tiene una valoración positiva, mientras que en otras se percibe como una carencia. La tendencia predominante es la primera, en cuanto en organizaciones de tamaño pequeño a mediano se entiende que un sistema GC de alta complejidad no es necesario, ya que entorpecería procesos de trabajo que funcionan correctamente bajo el criterio de los trabajadores. Esta percepción parece ser consistente con algunos resultados consignados en la literatura sobre gestión de la innovación; Peters (2005), afirma que los avances más importantes en cuanto a desarrollos de nuevos productos y servicios, aún tratándose de empresas multinacionales de gran tamaño, responden más a la inventiva de los propios trabajadores que a la aplicación de planes metódicos desarrollados por las organizaciones. Siguiendo esta línea, algunos de los entrevistados señalan que el exceso de documentación puede ser tan perjudicial como la falta de la misma, en cuanto una base de datos saturada o mal administrada no es consultada por los trabajadores:”... si son 20 personas en la empresa, tampoco sirve tener un sistema de gestión de conocimiento super desarrollado, complejo, cuando, tenés a la mitad de la empresa, caminás 5 metros y los tenés ahí. Es como todo, digamos, a medida que va creciendo como va evolucionando en todos los aspectos la empresa, tendrá que ir evolucionando con eso.” Percepciones de este tipo parecen presentarse con más frecuencia en organizaciones medianas o en organizaciones pequeñas en proceso de crecimiento. Por otra parte, algunos entrevistados consignan que el crecimiento de las organizaciones en algunos casos exige un aumento en los niveles de formalización y protocolización de los procesos de trabajo, hecho este que es vivido por algunos trabajadores como una exigencia extrínseca de carácter impuesto, que puede llegar a obstaculizar el trabajo creativo. En otro orden, puede verse que varios trabajadores asumen como propia la responsabilidad de sistematizar los procesos de trabajo relativos al conocimiento, entendiéndola en algunos casos como una disposición profesional más que como el resultado de la influencia del entorno 4 organizacional: “... lo que tiene nuestra comunidad ¿no? La de los desarrolladores, trabajadores y cibertécnicos. Siempre estamos muy pendientes de las cosas nuevas y siempre es en boca a boca o “che, mirá que bueno”, o mails para todos lados o alguien descubre algo nuevo…”. Varios de los entrevistados entienden que una adecuada circulación de las nuevas ideas en la organización depende en gran medida de un buen nivel de iniciativa y disposición personal a compartir el conocimiento. De la mano de esto aparece la percepción de que un ambiente de trabajo colaborativo contribuye a colectivizar el conocimiento que se genera en el proceso de trabajo. Entre quienes valoran negativamente el que la GC quede librada a la iniciativa de los trabajadores, se señala que esto provoca que los conocimientos generados en un proyecto concreto no trasciendan al resto de la organización, en cuanto no existen protocolos de documentación y difusión; en algunas organizaciones por ej., los trabajadores perciben como una carencia la falta de mecanismos de registro de la información en la intranet. Del mismo modo, se valora negativamente la ausencia de una política de organización y documentación del conocimiento. Uno de los entrevistados señala que si bien en ocasiones la información está disponible y al alcance de los trabajadores, no todos lo aprovechan de igual forma, ya que no hay una participación masiva en foros, wikis o blogs. Dentro de la minoría que percibe a los procesos de GC como provenientes de una política organizacional, se destaca que esto permite un mejor aprovechamiento de los aprendizajes y herramientas generadas, así como también la utilidad en los procesos de transferencia de conocimiento a nuevos trabajadores. En algunos casos es definida la percepción de los trabajadores respecto del impacto de las políticas de GC en los procesos de aprendizaje organizacional y producción de conocimiento: “El departamento de calidad está haciendo constantemente auditorias a todos los proyectos que están en curso, y una vez que un proceso se mejora, después cuando a vos te vayan a auditar, te van a exigir que estés alineado con este proceso que ya está definido. Es ahí donde viene esa retroalimentación para controlar de que los proyectos vayan encaminados en esos procesos que justamente se van mejorando. Ese es el control que ellos van haciendo en cómo usan esa experiencia ya adquirida para aprovecharla en otros proyectos que ya estén en 5 curso. Justamente, aprender de experiencias anteriores para seguir mejorando.” Asimismo, cuando los trabajadores perciben un entorno organizacional con alto nivel de formalización de la GC, esto parece resultar estratégico para la transformación del conocimiento individual en conocimiento organizacional: “El jefe de desarrollo... es el que está al tanto de todo ¿no? Es el que tiene la oreja levantada y escucha qué es lo nuevo que hay, es el que lo informa. Y bueno, ahí es que muchas veces expande la información a los demás. como que se mantenga un gran conocimiento global entre todos.” En cuanto a prácticas específicas, en varias organizaciones se valora positivamente la creación de espacios dedicados a la producción de nuevas ideas, como el caso de los “grupos de innovación”, así como la presencia de bases de datos (wikis, blogs, foros, repositorios), que facilitan la circulación y apropiación de información. Uno de los entrevistados refiere una experiencia de un grupo de innovación creado por iniciativa de los propios trabajadores, resultando por demás interesante el hecho de que en las organizaciones en que no existen instancias de este tipo, en algunos casos ello es percibido como una carencia por parte de los trabajadores. En cuanto a prácticas de capacitación, en general se perciben con un alto nivel de sistematización e inscripción en políticas organizacionales. La percepción predominante en los entrevistados es que la existencia de políticas de capacitación definidas y sostenidas en el tiempo tiene impacto directo en la producción de innovación: “... cada ciertos períodos de tiempo la empresa comienza a trabajar con productos nuevos que le abren nuevos mercados, entonces implica que quienes trabajamos nos actualicemos... entonces ahí empiezan a surgir los proyectos nuevos y ahí se da todo el círculo de haber nuevos proyectos, más capacitación, nuevos productos”. Este tipo de percepciones se ve reforzada por la referencia a casos de éxito en los cuáles conocimiento adquirido en instancias de capacitación se ha aplicado directamente en el desarrollo de nuevos productos. En este contexto, presenta una valoración positiva la realización de seminarios o talleres sobre temáticas específicas, así como reuniones de actualización de conocimiento, que permiten el intercambio de información entre los trabajadores. En las organizaciones en que esto no se cumple se 6 percibe como una carencia, y en las que se cumple es valorado como un factor de impacto directo en la producción de conocimiento innovador. Discusión Según Nonaka y Takeuchi (1995), la GC es la capacidad de una organización para crear nuevo conocimiento, diseminarlo y expresarlo en productos, servicios y sistemas. En el sector TI, uno de los problemas fundamentales que presenta el diseño de políticas de GC, remite al hecho de que el conocimiento que se utiliza para llevar a cabo los procesos de trabajo en una organización, y especialmente el conocimiento tácito pertenece a los sujetos, no a la organización misma (AAVV, 2001). Partiendo de que el sujeto que trabaja es el anclaje inicial del conocimiento necesario para alcanzar los propósitos de la organización, una política de GC debería apuntar no sólo a objetivar en procesos de trabajo las condiciones necesarias para la circulación del conocimiento, sino también a generar las condiciones psicológicas para que la prácticas de circulación del conocimiento diseñadas tengan el impacto esperado. Desde esta perspectiva parece ser de consenso que uno de los procesos fundamentales de la GC consiste en generar entornos organizacionales que permitan las transformación del conocimiento individual en conocimiento colectivo. En principio, podría pensarse que los trabajadores acumulan conocimiento -por ej. mediante la instrucción formal o la capacitación-, pero si éste no se inserta en una política adecuada de GC la organización no tendrá las herramientas para convertir el conocimiento individual adquirido por los sujetos, sus capacidades y competencias, en conocimiento disponible para la organización. Sin embargo, es de relieve el hecho de que varios entrevistados señalan que el estar al tanto de nuevos conocimientos y el pasaje de información a través del “boca en boca” es un rasgo típico de las profesiones vinculadas al sector (desarrolladores, cibertécnicos), más que el resultado de un política organizacional. Ello se complementa con el hecho de que la mayoría de los entrevistados, especialmente en organizaciones pequeñas y medianas, declaran que en sus organizaciones no existe una política sistemática de GC. 7 Por esto, cabe pensar que la tendencia a diseminar de modo sistemático y contínuo el conocimiento generado en las prácticas de trabajo constituye una disposición cultural resultante tanto de los códigos de trabajo propios de las profesiones del sector TI (ingenieros, programadores), como de las formas de producción asociadas a dichos códigos. Por disposición cultural se entiende la existencia de un sistema simbólico de representaciones asociadas a significados, a través de las cuales los sujetos desarrollan recursos para organizar subjetivamente la realidad, a través de los procesos de interacción comunicativa dados en el entorno organizacional (Zanelli; Silva, 2008). En este caso, los entrevistados parecen tener una representación definida de las características esperables de un profesional de las TI, estando esta representación asociada a significados específicos respecto de cómo crear y compartir conocimiento. Este tipo de procesamiento perceptual de la GC, como asentada antes en la cultura profesional que en la planificación estratégica, parece ser altamente funcional y adecuada para el desarrollo del trabajo de los entrevistados. Comparando con los resultados a nivel dirigencial (Vásquez et al., 2008a), cabría pensar que el bajo nivel de sistematización de estos procesos suele ser percibido como problemático por los dirigentes, pero no por los trabajadores, que se sienten cómodos bajo este sistema de funcionamiento. Nonaka (1991) distingue cuatro procesos de transferencia de conocimiento, que configuran lo que el autor ha dado en llamar la espiral del conocimiento. 1. Socialización por interacción: pasaje de conocimiento tácito a conocimiento tácito. Se da cuando un individuo comparte conocimiento con otro a través de la observación, la imitación y la práctica. 2. Asociación por recombinación: pasaje de conocimiento explícito a conocimiento explícito. Ocurre cuando un miembro de la organización recoge información que estaba dispersa en fuentes diferentes, y la organiza de modo de producir un nuevo conocimiento. 3. Exteriorización por diálogo: pasaje de conocimiento tácito a conocimiento explícito. Ocurre cuando un miembro de la organización logra que su conocimiento tácito se vuelva explícito, al hacerlo compartible en el contexto organizacional. 4. Internalización por experiencia: pasaje de conocimiento explícito a conocimiento tácito. Ocurre cuando un nuevo conocimiento explícito es compartido dentro de la organización, de tal como que los miembros comienzan a internalizarlo. 8 De acuerdo a los resultados obtenidos, la percepción predominante entre los trabajadores entrevistados parece ser que un excesivo nivel de formalización de los procesos de GC puede desembocar en la generación de una gran cantidad de conocimiento que se ha vuelto explícito -materializado en repositorios, wikis, bases de datos, etc.-, en la medida en que existen dispositivos organizacionales que hacen más o menos obligatorio su registro, pero que no se vuelve tácito en la medida en que el exceso de información y la disposición cultural a compartirla por canales predominantemente informales atentan contra la funcionalidad de estos dispositivos. La percepción predominante entre los entrevistados parece remitir a que un sistema de GC con altos niveles de formalización puede tener impacto positivo en el pasaje de conocimiento tácito a conocimiento explícito (3), pero no necesariamente en el pasaje de conocimiento explícito a conocimiento tácito (4). Estos procesos de internalización del conocimiento tienen implicaciones directas tanto en el diseño organizacional como en la definición de roles y responsabilidades (Nonaka, 1991), lo cual es consistente con la percepción de algunos entrevistados de que en sus organizaciones no es necesario contar con un sistema de GC que establezca prescripciones organizacionales definidas más allá de las iniciativas de los propios trabajadores y equipos de trabajo. En consonancia con esto, se detecta en algunos entrevistados la percepción de que incluso la funcionalidad de los procesos de pasaje de conocimiento tácito a conocimiento explícito (3) descansa más en la disposición individual a compartir el conocimiento que en las medidas que las organizaciones puedan implementar. Por más que reconocen la importancia del clima, el liderazgo y otros factores propios de las organizaciones en las que trabajan, muchos sujetos cifran de un modo no problemático sus expectativas respecto a una adecuada GC más en su propia cultura profesional que en los dispositivos provenientes del entorno organizacional. Dentro del grupo minoritario que valora negativamente el que la GC quede librada a la iniciativa de los trabajadores, se percibe como problemático el hecho de que los conocimientos que poseen algunos trabajadores, grupos o proyectos no esté adecuadamente disponible para el resto de la organización, por lo que en este caso el foco del problema está puesto en el pasaje de 9 conocimiento tácito a conocimiento explícito (3), al contrario de lo que sucede en el grupo mayoritario. En el grupo de trabajadores mayoritario, que valora positivamente el que la GC presente bajos niveles de formalización, predomina la percepción de que una GC con bajos niveles de formalización es estratégica para una adecuada conversión del conocimiento explícito en tácito (4). En este grupo también parece predominar la percepción de que un alto nivel de formalización de la GC puede tener impacto en la conversión del conocimiento tácito en explícito (3), pero no del conocimiento explícito en tácito (4). Por otra parte, en el grupo de trabajadores minoritario, que valora negativamente el que la GC presente bajos niveles de formalización, predomina la percepción de que un mayor nivel de formalización tendría efectos relevantes en el pasaje de conocimiento tácito a explícito (3). A nivel representacional, ambos grupos comparten la premisa de que el nivel de formalización de la GC tiene impacto en la conversión del conocimiento tácito en explícito (3). No obstante, para el grupo mayoritario parecería ser un impacto positivo pero que no justificaría el impacto negativo que el alto nivel de formalización puede tener en la conversión del conocimiento explícito en tácito (4); mientras que el grupo minoritario parece concentrar el componente valorativo en el impacto positivo que un alto grado de formalización de la GC tendría en el pasaje de conocimiento tácito a explícito (3). En suma, la muestra relevada presenta como tendencia predominante en los trabajadores la percepción de que en sus organizaciones la GC presenta bajos niveles de formalización. Quienes valoran positivamente este hecho representan la tendencia mayoritaria, y entienden que la GC está basada antes en la cultura profesional que en los dispositivos organizacionales, teniendo esto un impacto positivo en los procesos de conversión del conocimiento explícito en tácito (4). Quienes valoran negativamente este hecho, consideran que un mayor nivel de formalización de la GC tendría un impacto positivo en los procesos de conversión de conocimiento tácito a explícito (3). En ambos casos -si bien de un modo más marcado en el grupo mayoritario- la cultura profesional y las características que se entienden valiosas y esperables en un trabajador del sector informático, se perciben como influyentes en la GC en 10 medida mayor que las características específicas de los entornos organizacionales. 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Posibles aproximaciones para las investigaciones de los nuevos estudios laborales Rubén Martínez Miranda, Carlos Gerardo Galindo Pérez1 Desde la década de los ochenta, los nuevos estudios laborales han producido una amplia bibliografía relativa al papel del sujeto laboral en la actividad económica contemporánea (De la Garza, 2006). Los autores que participan en este programa han estudiado el papel del sujeto laboral frente a los cambios organizacionales, los tecnológicos y los de flexibilidad laboral en los sectores manufacturero y terciario de la economía contemporánea (De la Garza, 2006; Cornfield, 2006; Sánchez y Pérez, 2006). Sus aportaciones han resultado muy fructíferas para el estudio de diversas temáticas relacionadas con la actividad laboral. Gran parte de su desempeño actual se ha expandido al estudio de recientes fenómenos ligados con la actividad laboral económica, por ejemplo, los temas de la familia (De la Rocha y Escobar, 2006) y de la cultura en general. Aunque el abanico de temas y de escenarios para el estudio del trabajo ahora es mucho más extenso, una de las características que prevalece es el tomar como eje principal el estudio del sujeto laboral en los ámbitos en los que se realizan o se llevan a cabo actividades económicas. Ahora bien, la actividad laboral también ha sido abordada en otras perspectivas teóricas, tales como los estudios sobre la ciencia, la tecnología y la sociedad (estudios CTS), los cuales abordan la actividad laboral en los escenarios de investigación científica, en las disputas políticas entre científicos, en los sistemas de innovación tecnológica, etc. 1 Profesores de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro. e-mail, [email protected]; [email protected] 1 En este documento presentaremos algunos aportes de los estudios CTS que han abordado el tema de la actividad laboral a través de la relación entre la industria y la universidad. Al final del trabajo, esperamos que esta breve aportación sea de doble utilidad: por un lado, que despierte el interés en los nuevos estudios laborales por analizar otros fenómenos laborales en espacios más allá de los que se prestan para actividades económicas o comerciales; por el otro, comenzar un debate con los estudios CTS que han tocado aspectos de relativos a estos temas como la presencia de nuevas tecnologías en los escenarios del trabajo. La organización laboral y las nuevas tecnologías Desde la década de los setenta el estudio de la práctica científica en los escenarios de investigación in situ ha sido uno de los temas relevantes en los estudios CTS. Estos estudios han subrayado que la organización y la práctica laboral y técnica de los científicos en sus escenarios de investigación son determinantes en la producción de hechos científicos (Latour y Woolgar, 1995; Lynch, 1985; Knorr-Cetina, 1995). Aunque durante este lapso diversas teorías sociales se dedicaron al estudio de las interacciones entre sujetos, los estudios CTS tomaron una orientación particular prestando atención a las relaciones entre humanos y artefactos, y partir de diversos estudios empíricos fue señalado, entre otros, que las tecnologías constituyen una herramienta para el análisis sociológico (Callon, 1986). A su vez, este tipo de estudios señalaron que la producción de hechos y tecnologías no depende de la aplicación de un método científico formalmente generalizado, ni tampoco depende solamente de la mera interacción entre los científicos. Así, los resultados científicos y tecnológicos incorporan diversos elementos que se organizan, maniobran y estabilizan durante el trabajo de investigación de los científicos e ingenieros. Resumiendo lo anterior, podría decirse que a diferencia de los nuevos estudios laborales, los cuales se apoyan en teorías sociales dominantes de finales de la década pasada (teorías hermenéuticas, del análisis del discurso y de la 2 estructuración social), los estudios CTS han puesto el acento no sólo en lo social, sino también en lo técnico y que su tratamiento entre estas dos entidades más que apuntar a determinismos sociales o técnicos, nos conduce a entender los rumbos particulares en los que la tecnología redefine nuestras relaciones tanto con la naturaleza como con la sociedad. En adelante trataremos de Ilustrar aspectos más específicos a partir de una serie de ejemplos. La tecnología como herramienta de estudio para la sociedad Uno de los temas que corre a través del programa de los nuevos estudios laborales, así como ciertos enfoques del estudio de la CTS, tales como la teoría del actor-red, los sistemas tecnológicos y otros, es el impacto que generan las nuevas tecnologías en el ámbito laboral. En el programa de los nuevos estudios laborales, hay dos tendencias marcadamente explícitas sobre los efectos que producen las nuevas tecnologías. De la Garza (2006) asume que la implantación de nuevas tecnologías ocurre en muy pocas empresas. Para él, la implantación de tecnologías da lugar a múltiples problemas en los espacios donde éstas son introducidas e incluso en otros entornos exteriores. Las tecnologías implican problemas organizacionales, problemas de flexibilidad laboral e incluso problemas que afectan la calidad de vida laboral (salarios bajos, despidos, pérdida del control técnico por parte del trabajador, etc). Esta visión enseña que la tecnología es perniciosa por sí misma y trata de dar cuenta de las consecuencias que lleva a ciertos grupos sociales. Villavicencio (2006), por su parte, comparte algunos aspectos de esta visión, pero a diferencia de De la Garza él ve la implantación de nuevas tecnologías como un hecho más generalizado. Una idea relevante de su planteamiento subraya que la presencia de nuevas tecnologías en contextos laborales, no puede ser caracterizada como una mera imposición unilateral. Según el autor, para que una tecnología sea adoptada por un grupo se necesita que el medio en el cual se van a implantar, tenga previamente las condiciones favorables para su futura implantación y aplicación, tales condiciones refieren al aprendizaje tecnológico, 3 flexibilidad organizacional, creatividad, etc. Aunque su descripción constituye una crítica importante, el estudio de la tecnología y los cambios sociales, económicos y políticos que ésta genera, siguen sin ser un asunto de mayor relevancia para este tipo de análisis social. Muchos de los aportes que han venido ocupando mayor atención en los enfoques precedentes, fueron motivo de discusión y estudio empírico, en aquellos estudios que tomando como tema de análisis la innovación tecnológica. El enfoque de los ambientes tecnológicos establece, por ejemplo, que deben de existir condiciones materiales necesarias para que puedan producirse nuevas tecnologías. (Freeman, 1974); Nelson y Winter, 1982; Dosi et.al, 1988; Lundvall, 1992; Varela, 1999). Esta tradición sigue siendo productiva en la actualidad (López Leyva et. Al. 2006; Casas y Luna, 1999). A pesar de las explícitas diferencias que hay en el enfoque de De la Garza, Villavicencio y los estudios pertenecientes a la economía de la innovación, también existen supuestos comunes, uno de ellos, a saber, es el hecho de ver a las tecnologías como agente de un futuro cambio social. En el caso de De la Garza, las nuevas tecnologías provocan dificultades sociales cuando son implantadas en espacios particulares. En el caso de Villavicencio, las nuevas tecnologías necesitan previas interacciones sociales para que las tecnologías puedan ser implantadas. Por último, en el enfoque de la innovación, las nuevas tecnologías requieren una previa estructura ambiental que favorezca la interacción de los actores de la innovación. Esta relación entre el cambio técnico y el cambio social, se ha vuelto muy relevante en discusiones actuales. Así desde la teoría del actor-red (Callon, Latour, Law). El argumento principal nos dice que para entender la forma en la que se reorganizan las sociedades, es imprescindible tomar las tecnologías como herramientas de análisis sociológico. Esta propuesta intenta así entrar en el terreno de las técnicas para explicar cómo con sus actividades los ingenieros dan forma a nuestras sociedades futuras. 4 Un caso ejemplar de este tipo de estudios es el de Callon (1986), quien analiza el caso de la construcción del auto eléctrico y su introducción a la sociedad francesa. Callon reconstruye la historia de este caso, a partir de las relaciones heterogéneas entre los ingenieros y los componentes del auto, así como de la relación de estos con el contexto parisino, y cuya resolución sobre su adopción o rechazo remite a los análisis de la sociedad postindustrial realizados por Bourdieu y Touraine. Desde la teoría del actor-red, los elementos materiales y humanos que intervienen en la „implantación‟ de una tecnología, son en todo caso sujetos de negociaciones para vencer sus resistencias. Esto tiene como consecuencia, la conclusión el hecho de que las tecnologías por sí mismas no se imponen ni rigen la vida de los humanos. Más bien los humanos junto con las tecnologías construyen redes de relaciones en las que se van asignando papeles específicos. Unas veces los humanos obstaculizan o favorecen determinadas tecnologías, pero también los objetos tecnológicos favorecen u obstaculizan determinadas formas de organización social. Otro ejemplo ilustrativo es el estudio de John Law (1986) sobre la expansión marítima portuguesa ocurrida durante los siglos XVI y XVII. A decir del autor, las tecnologías producidas en el siglo XVI no permitieron que los portugueses invadieran a los musulmanes, porque los barcos fabricados en esa época no permitían atravesar el Océano Atlántico. Un siglo más tarde, cuando los portugueses fueron capaces de fabricar mejores barcos, y adquirieron nuevos conocimientos relativos al movimiento de los vientos y los mares, hizo posible la invasión portuguesa en el Medio Oriente. Lo que observa Law es el hecho de que los elementos de naturaleza heterogénea (barcos, conocimientos, el viento, el mar, etc.) necesitan ponerse en una red de interacción técnica y social. Ya en la década de los noventa aparecieron los primeros estudios sociales que comenzaron a problematizar lo técnico y lo social simultáneamente. Así surgieron los primeros estudios microsociológicos sobre el trabajo “casuístico” que despliegan los universitarios en determinadas industrias (Vessuri, 1994); los 5 estudios interactivos que analizaron el papel activo de los actores y las múltiples direcciones impresas en los diseños, fabricación y difusión de nuevas tecnologías (Vacarezza, 1994; Arellano-Ortega-Martínez, 2004). Reflexiones preliminares En este breve ensayo hemos puesto a discusión el papel que desempeñan las nuevas tecnologías en la explicación de hechos sociales. De manera breve anotamos las posiciones de los nuevos estudios laborales, el enfoque de los ambientes tecnológicos, la teoría del actor-red y algunas aportaciones de la sociología de la ciencia y la tecnología producida en latinoamericana. Hemos anotado una diferencia fundamental que marca la forma de estudiar las nuevas tecnologías. Por un lado, los enfoques que consideran que la implantación de las nuevas tecnologías favorece la aparición de interacciones sociales problemáticas, tanto al interior de la empresa como en su entorno exterior. Por otro lado, los enfoques teóricos que consideran que tanto las tecnologías como los humanos son ambos problemáticos. Por lo tanto, cualquier innovación tecnológica implica arreglos técnicos y sociales que necesitan estabilizarse para poderse implantar. Finalmente, el propósito de este ensayo pretende enriquecer las aportaciones de ambos enfoques. Los nuevos estudios laborales nos han hecho ver la diversidad de elementos que intervienen en el proceso del trabajo, así como la diversidad de problemáticas que surgen cuando se implantan tecnologías novedosas en determinados espacios productivos. A su vez, los estudios sociales de ciencias y técnicas nos ayudan a problematizar los componentes técnicos y sociales que intervienen en la proyección e implementación de nuevas tecnologías. Espero que en el futuro, se multipliquen los trabajos donde se expongan los supuestos teóricos, conceptuales y metodológicos de ambas tradiciones presentes en el quehacer académico latinoamericano contemporáneo. 6 Bibliografía Arellano, A, Ortega, C, Martínez, R, 2004, ¿Es local o global la investigación?, Revista Convergencia, México, UNICAMP-UAEMEX, pp. 133-169. Callon, M. 1986. “The sociology of an actor-network: The case of the electric vehicle” en: Callon, M., Law, J., and Rip, A. (Eds.) Mapping the Dynamics of Science and Technology: Sociology of Science in the Real World. London, Macmillan: 19-34. Casas, R., y Luna, M. (Coords.), 1999, Gobierno, academia y empresas en México. Hacia una nueva configuración de relaciones. México. IISUNAM, P y V edits, pp. 77-118. 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Yoselin Alicia Becerril Fuentes Dr. Luis Ortiz Hernández1 1 Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores, Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco. Correo electrónico: [email protected], [email protected] 1 ÍNDICE INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 3 1. .......................................................................................................................... A NTECEDENTES ....................................................................................................... 5 2. .......................................................................................................................... O BJETIVOS ............................................................................................................... 10 Objetivo general ........................................................................................................ 10 Objetivos específicos ................................................................................................ 10 3. .......................................................................................................................... M ETODOLOGÍA ........................................................................................................ 11 4. .......................................................................................................................... R ESULTADOS ........................................................................................................... 17 Cuadro 1. Características sociodemográficas y laborales por puesto de trabajo .................................................................... 18 Cuadro 2. Factores psicosociales por puesto de trabajo, Modelo Demanda-Control-Apoyo Social .................................................... 19 Cuadro 3. Factores psicosociales por puesto de trabajo, Modelo Esfuerzo-Recompensa-Sobrecompromiso ...................................... 19 Cuadro 4. Relación entre puesto de trabajo y factores de riesgo cardiovascular ................................................................................ 20 5. .......................................................................................................................... C ONCLUSIONES .......................................................................................................... BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................. 94 2 INTRODUCCIÓN Este trabajo de investigación aborda los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) desde una perspectiva socioeconómica y laboral. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) ocupan el primer lugar de mortalidad mundial y nacional, por ello es relevante estudiar sus factores de riesgo. El abordaje de este problema de salud desde una visión puramente sanitaria, no ha aportado hasta la fecha suficientes evidencias para un tratamiento y prevención adecuados. Por tanto se recurrió a variables alternativas que posiblemente pueden influir en la génesis de estas enfermedades. A nivel mundial las ECV constituyen la primera causa de mortalidad. A principios del siglo XX causaban menos del 10% de las muertes, hoy son la causa de casi el 50% de mortalidad en los países desarrollados y del 25% en los países en desarrollo. En México, en la población entre 20 y 69 años, hay más de 17 millones de hipertensos, más de 35 millones de adultos con sobrepeso u obesidad y más de 15 millones con grados variables de tabaquismo (IMSS, 2004; INSP, 2006; WHO 2006). En torno al tema, se han realizado investigaciones en diversos países, sobre todo industrializados, no así en naciones en desarrollo, por tanto consideramos pertinente continuar con la generación de datos en el caso específico de México. El objetivo general de esta investigación fue analizar la relación que existe entre el nivel socioeconómico, los factores psicosociales del trabajo y el riesgo cardiovascular en trabajadores de una universidad pública. Se realizó una investigación en trabajadores de la UAM Xochimilco. El estudió fue de tipo transversal comparativo; se dividió a la muestra en tres grupos: docentes, administrativos y servicios generales. Para obtener información, se aplicó una encuesta de auto llenado. Los datos recolectados fueron analizados con el paquete estadístico SPSS 15.0, se obtuvieron 3 frecuencias relativas y absolutas por puesto de trabajo. Se llevó a cabo análisis bivariado con la prueba de X2 y se realizaron modelos de regresión logística para ajustar por variables confusoras y evaluar el efecto de los mediadores, utilizando Odds Ratio (OR) e intervalos de confianza. Se esperaba que los docentes tuviesen un nivel socioeconómico alto, mejores factores psicosociales en el trabajo y menor riesgo cardiovascular. Además, que los administrativos y servicios generales presentaran un menor nivel socioeconómico, factores psicosociales deficientes y mayor riesgo cardiovascular. Los hallazgos de esta investigación permitieron confirmar la relación entre nivel socioeconómico, los factores psicosociales del trabajo y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los trabajadores de servicios generales fueron quienes presentaron un riesgo importante de enfermedad cardiovascular. Se observó que los administrativos y docentes presentan mejores condiciones socioeconómicas en comparación con servicios generales. Además de algunos factores psicosociales deficientes específicos determinados por cada puesto de trabajo. En el caso de los docentes, presentan alta frecuencia de sobrecompromiso; los administrativos y servicios generales presentan bajas demandas, bajo control en el trabajo y desequilibrio entre el esfuerzo y las recompensas; aunque el tercer grupo presentó condiciones psicosociales negativas con mayor frecuencia. 4 1. ANTECEDENTES Generalmente en las investigaciones a nivel internacional sobre el estado de salud de la población se consideran las variables sociodemográficas y profundizan en el análisis del consumo, las conductas y aptitudes, y pocas veces se establece un vínculo con la producción y la actividad laboral desempeñada por los seres humanos. Las alteraciones de salud de una población son una expresión de sus condiciones de vida, y éstas de la forma como dicho grupo social se inserta en el proceso de reproducción en conjunto con la sociedad, en un momento histórico concreto y bajo determinadas condiciones sociales. (Castellanos, 1998). El trabajo remunerado, realizado bajo algunas condiciones nocivas, es un hecho muy frecuente y poco atendido, por tanto los posibles efectos dañinos sobre la salud pueden y deben abordarse mediante estudios poblacionales. Por ejemplo, el estudio INTERHEART, una investigación de casos y controles realizada en 52 países de los 5 continentes, ha demostrado que el estrés laboral se asocia con un mayor riesgo de infarto agudo de miocardio (Rodriguez y Banegas, 2006). El nivel socioeconómico (NSE) y las características laborales son factores que influyen de forma importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV) y en la presencia de sus factores de riesgo. Es importante el estudio de estas variables en relación con las enfermedades cardiovasculares (ECV) ya que es un tema de creciente interés debido a los hallazgos de las últimas tres décadas (Yu et al., 2000). La desigualdad socioeconómica y su influencia sobre algunas patologías ha sido ampliamente estudiada con mayor frecuencia en países industrializados. Diversas publicaciones confirman las asociaciones entre nivel socioeconómico y mortalidad y/o morbilidad, éstas se caracterizan por una mayor frecuencia de problemas de salud en los estratos socioeconómicos más bajos de la población (Regidor, 1997; Chandola et al., 2006; Bartley et al. 1999, Casanellas y Moreno, 1992; SSA, 1998; SSA, 1993). 5 A pesar de que las ECV y la presencia de sus factores de riesgo, se han asociado con bajo nivel socioeconómico, dicha relación en los países en vías de desarrollo no ha sido suficientemente estudiada; por tanto los hallazgos no son completamente consistentes con lo encontrado en los países industrializados (Demiral et al. 2006; D´Anelo et al., 2000). En nuestro país no existen suficientes estudios que contribuyan a confirmar la relación entre condiciones de trabajo, desigualdad social y ECV como los descritos en otros países. Únicamente se cuenta con datos derivados de encuestas nacionales que sugieren la existencia de desigualdades económicas en salud. En la Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas de 1993 (SSA, 1993) la prevalencia de diabetes mellitus fue mayor en la población sin escolaridad que en la que tenía licenciatura y posgrado. En la Encuesta Nacional de Salud 2000 (SSA, 2000) se observó que las tasas más elevadas de diabetes mellitus e hipertensión arterial las presentaron aquellos con menor nivel educativo. Dado que el grado de educación es uno de los principales indicadores de nivel socioeconómico, se confirma que los estratos bajos de la población mexicana tienen mayor riesgo de enfermar (Velásquez et al., 2006; Chandola et al., 2008). Las personas con bajo nivel de educación, es decir, si alcanzan sólo la formación básica, poseen 54% más de riesgo de fallecer a causa de enfermedades crónicas que el grupo con educación superior al nivel primario y de padecer los trastornos considerados como factores de riesgo cardiovascular. Se considera que la hipertensión arterial, diabetes, el nivel socioeconómico bajo y la edad, son factores que permiten predecir a un plazo de cinco años algún episodio cardiovascular no fatal (Koch et al., 2007). El análisis de la actividad laboral como factor de riesgo CV, surgió a partir de un estudio de casos de cardiopatía isquémica, en el que se observaron eventos cardiacos en personas menores de 40 años; dado que la edad es considerada como un factor de riesgo importante, estos hallazgos propiciaron el estudio de otros probables agentes que influyesen en el desarrollo de ECV. Se concluyó que aquellos que desempeñaban labores con excesiva 6 responsabilidad, trabajaban bajo presión, tenían una jornada laboral mayor a 60 horas semanales, experimentaban estrés laboral, presentaron mayor riesgo. Las variables de tipo socioeconómico y psicosocial mostraron una mayor fuerza de asociación que la dieta o el tabaquismo (Bravo, 2004). En numerosas publicaciones se observa que trabajadores con ocupaciones de bajo estatus tienen una tendencia mayor a presentar algunos factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en comparación con aquellos en ocupaciones de mayor estatus; aunado a ello múltiples autores señalan mayor presencia de enfermedad cardiovascular en trabajadores con demandas psicológicamente altas. En el estudio de Whitehall las tasas de mortalidad entre funcionarios de Londres aumentaban a medida que disminuía la categoría profesional. Posteriores análisis con la misma población han abordado otros aspectos como el ausentismo laboral por motivos de salud y factores de riesgo cardiovascular (FRCV) con resultados similares. Si tenemos presente que la población incluida en los diversos estudios mencionados, se compone de trabajadores, ya sean funcionarios con alta estabilidad laboral, aquellos con tareas básicamente administrativas o de tipo manual y de diferente clase social, se confirma que la relación entre las características socioeconómicas, factores psicosociales del trabajo y la salud es evidente (Brown et al., 2003; Hellerstedt y Jefrey, 1997; Kouvonen et al., 2006; Rodríguez y Banegas, 2006; Chandola 2000; Chandola, 2006; Regidor, 1994; Regidor, 1997). Los factores de riesgo cardiovascular clásicos: hipertensión arterial o tensión arterial elevada (HTA), obesidad centralizada, sedentarismo, dieta deficiente y estrés crónico, son más frecuentes entre los empleados de clase social y estatus menores. Sin embargo, estos factores no explican totalmente las diferencias en la variación y frecuencia de ECV (Rodríguez y Banegas, 2006). Una probable explicación de la frecuencia de padecimientos entre distintos estratos sociales, es la exposición diferencial a los factores de riesgo y los contrastes en condiciones de trabajo inadecuadas. Es probable que en México existan relaciones similares a las halladas en países industrializados. 7 En los últimos años numerosas investigaciones han señalado la importancia de los factores psicosociales (derivados de la organización del trabajo) como una de las causas relevantes de enfermedades crónicas (Lalluka et al., 2005; Ali y Lindstrom, 2006; Bravo 2004; Bowman et al., 1995; Hemingwey et al., 1997). Los factores psicosociales pueden definirse como aquellas características de las condiciones de trabajo y su organización que afectan a la salud de las personas a través de mecanismos psicológicos, fisiológicos y psíquicos. Ha surgido un especial interés en abordar cómo los factores psicosociales del trabajo y exigencias influyen en el perfil de daños; para ello se han desarrollado diferentes herramientas de origen conceptual que contribuyen al estudio de estos factores (Benavides et al., 1998; Moncada et al., 2003; Villalobos, 1999). El estrés psicosocial se define como el conjunto de procesos y respuestas fisiológicas, emocionales y conductuales ante situaciones amenazantes o de peligro para la integridad biológica psicológica. La amenaza puede ser objetiva o subjetiva, aguda o crónica. Uno de los determinantes de las reacciones es el componente cognoscitivo de apreciación que el sujeto tiene de la situación (Lazarus, 1991). Otra de las probables explicaciones a las diferencias en RCV entre estratos, se refiere a los factores psicosociales nocivos que son más frecuentes en poblaciones de bajos estratos. Los factores psicosociales pueden definirse como aquellas características de las condiciones de trabajo y su organización que pueden afectar la salud a través de mecanismos psicológicos, fisiológicos y psíquicos (Moncada et al., 2003; Villalobos, 1999). Dos modelos que en los últimos años han sido ampliamente utilizados en diversos países para estudiar la relación entre factores psicosociales y algunos padecimientos son el modelo Demanda- Control-Apoyo Social y el Esfuerzo-Recompensa-Sobrecompromiso. El Modelo Demanda-Control- Apoyo Social (MDCAS) propuesto por Karasek y Theorell (1988), plantea que el incremento en el RCV resulta de los efectos conjuntos de las demandas que conlleva el trabajo y el grado de ejercer control para el trabajador que 8 enfrenta estas demandas (Karasek, 1979). Posteriormente Jhonson (1988) introdujo la tercera dimensión al modelo, el apoyo social, que tiene un papel mediador entre las demandas y el control. Las demandas se refieren: al volumen de trabajo, ritmo e intensidad y presión de tiempo, contacto con otras personas y esfuerzo intelectual. El control implica: oportunidad de desarrollar las habilidades propias (skill discretion) y autonomía o capacidad de tomar decisiones (authority). El apoyo social tiene dos componentes básicos: el apoyo de los compañeros de trabajo y el de las jefaturas o niveles de supervisión directa. El MDCAS define cuatro tipos de ocupaciones en función de los niveles de demandas y control: activas (alta demanda, alto control), pasivas (baja demanda, bajo control), de baja tensión (baja demanda, alto control) y de alta tensión (alta demanda, bajo control). La situación más negativa para la salud se caracteriza por unas altas exigencias psicológicas y bajo control: alta tensión (job strain). El trabajo activo conduce a un mayor aprendizaje y al desarrollo de un mayor rango de estrategias de afrontamiento y participación social (Karasek, 1990; Jhonson et. al., 1988). El modelo esfuerzo-recompensa-sobrecompromiso (ERSC), propuesto por Siegrist (1996), postula que el desequilibrio entre esfuerzo ejercido en el trabajo y las recompensas recibidas, es potencialmente dañino o generador de diversos trastornos. Existen dos tipos de esfuerzo: extrínseco (determinado por exigencias y obligaciones propias del trabajo); e intrínseco ( responde a motivaciones, necesidad de ejercer control). La recompensa se compone de: remuneraciones o ingresos económicos; estima y control de status. La estima incluye el respeto, el reconocimiento, apoyo adecuado y trato justo. El control de estatus incluye estabilidad laboral, ausencia de cambios no deseados en las condiciones de trabajo, las perspectivas de promoción, la realización de una tarea correspondiente con la propia cualificación. La dimensión de sobrecompromiso o involucramiento excesivo con el trabajo consiste en la sobrecarga laboral dada por una decisión propia, es decir que el trabajador decide llevar a cabo las tareas que le corresponden con una excesiva dedicación de tiempo y esfuerzo (Siegrist et al., 1990; 2004). } 9 2. OBJETIVOS Objetivo general Conocer la relación entre nivel socioeconómico, factores psicosociales del trabajo y riesgo cardiovascular en trabajadores de la UAM Xochimilco, en función del puesto desempeñado (docentes, administrativos y servicios generales). Objetivos específicos Describir las diferencias en nivel socioeconómico entre los tres grupos de trabajadores. Describir las diferencias en los factores psicosociales de trabajo, con las variables de los Modelos Demanda-Control-Apoyo Social y Esfuerzo-Recompensa- Sobrecompromiso. Describir las diferencias en factores riesgo cardiovascular en tres grupos de trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, en función del puesto desempeñado y el nivel socioeconómico. Estimar la prevalencia de sobrepeso, obesidad, distribución centralizada de grasa, hipertensión arterial, tabaquismo, frecuencia de tabaquismo, alcoholismo y sedentarismo entre los trabajadores y su relación con riesgo cardiovascular. 10 3. METODOLOGÍA Se realizó un estudio de tipo observacional, transversal y comparativo en trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco. Se formaron tres grupos de trabajadores en función del puesto desempeñado: docentes, administrativos y servicios generales. Los criterios de inclusión para cada grupo de estudio fueron: 1) Docentes, 2) Administrativos y 3) Servicios generales. La agrupación se realizó de acuerdo a escolaridad requerida y funciones a realizar por parte de los trabajadores, con base en el manual de puestos de trabajo de la Universidad. Para conformar los grupos de administrativos y servicios generales se decidió tomar como criterio el grado mínimo de escolaridad requerida, para el caso de los administrativos se estableció que debían tener como escolaridad mínima bachillerato con o sin carrera técnica; en servicios generales, debían contar con escolaridad básica (primaria y secundaria) y los docentes con licenciatura y posgrado. Para estimar el tamaño de muestra se utilizó muestreo aleatorio simple. El universo constó de 1684 trabajadores, de los cuales 560 fueron docentes, 562 administrativos y 562 de servicios generales. El tamaño de muestra se calculó con base en la prevalencia de hipertensión arterial (HTA) reportada en la Encuesta Nacional de Salud 2000 (SSA, 2000) en adultos, que fue de 35.3% para población con escolaridad de bachillerato, Licenciatura, maestría y doctorado, y de 22% para población con escolaridad básica (primaria y secundaria). Se obtuvo una muestra de 60 trabajadores para cada grupo con un margen de error de 9% y un intervalo de confianza del 95%; tomando en cuenta una tasa de no-respuesta esperada de 30%, el mínimo total esperado fue de 42 trabajadores por grupo. La elección de los participantes se realizó con muestreo sistemático con arranque aleatorio. Se recolectaron datos a través de encuestas de auto aplicación. El proceso de recolección de datos constó de dos etapas, la primera consistió en entregar el cuestionario para que los participantes elegidos lo respondieran; la segunda etapa fue la correspondiente a la 11 evaluación y registro de datos antropométricos (peso, talla, circunferencia de cintura, %GC) y presión arterial. Las variables independientes fueron nivel socioeconómico (NSE) y puesto de trabajo (PT). Para el indicador NSE, se obtuvieron dos variables, NSE-I (nivel socioeconómico) medido por ingreso y NSE-E medido por escolaridad. Para la primera, se dividió a la muestra en terciles y se consideraron los siguientes puntos de corte: 1) hasta 4800 pesos NSE muy bajo; 2) de 4801 a 6500 pesos de ingreso NSE bajo; 3) de 6501 a 20000 de ingreso, NSE medio y 4) de 20001 a 60000 NSE alto. En el caso de la variable NSE-E (medido por escolaridad), se consideraron las siguientes categorías: 1) NSE bajo, aquellos sin escolaridad o hasta secundaria; 2) NSE medio, con bachillerato y/o carrera técnica y 3) NSE alto con licenciatura y maestría y/o doctorado. En el cuestionario se incluyeron preguntas sociodemográficas respecto a: edad, sexo, estado civil, escolaridad, antigüedad, horario de trabajo, horas semanales de trabajo, puesto, ingreso promedio mensual e inseguridad financiera. Para la variable se formron 5 grupos: 1) menores de 29 años; 2) de 30 a 49 años; 3) de 40 a 49 años; 4) de 50 a 59 años y 5) 60 años y más. Para la variable antigüedad se formaron 4 grupos: 1) hasta 10 años de antigüedad; 2) de 11 a 0 años; 3) de 21 a 30 años y 4) de 31 a 40 años. Las horas de trabajo semanal laboradas se agruparon en 4: 1) hasta 30 horas; 2) de 31 a 40 horas; 3) de 41 a 50 horas y 4) 51 y más. Para construir la variable inseguridad financiera se utilizaron las preguntas: En el último año, ¿En su familia ha existido o no, alguna de las siguientes situaciones? Por falta de dinero sufrieron dificultades para: comprar comida; comprar ropa¸ pagar servicios y pagar deudas. Las opciones de respuesta fueron si o no, a las respuestas ―no‖ se asignó un valor de 0 y ―si‖ un valor de 1; para la sumatoria obtenida de las cuatro preguntas, se obtuvieron valores de 1 a 4 y se clasificó en 3 grupos: 1) valor de 0, sin inseguridad financiera; 2) 12 puntos, inseguridad financiera leve; 3) inseguridad financiera moderada con 3 a 4 puntos. 12 Para la evaluación de los factores psicosociales del trabajo se incluyó el Job Content Questionnaire (JCQ) en su versión resumida validada en español (Escriba-Agüir et al., 2001) y el cuestionario del modelo Esfuerzo –Recompensa-sobrecompromiso (Siegrist et al., 2004). Para los factores psicosociales, incluyendo ambos modelos, se construyeron dos indicadores, altos (as) y bajos (as) (demandas, control, apoyo social, esfuerzo, recompensas, sobrecompromiso), dichos indicadores consistieron en dicotomizar a la mediana. Los valores de las medianas para los componentes del MDCAS y las clasificaciones fueron las siguientes: altas demandas con valor de 23 o más y bajas demandas con 22 o menos puntos. En el caso de control en la dimensión de posibilidad de desarrollar habilidades propias se consideró con alto control cuando obtuvieron un puntaje de 18 o más y bajo control con 17 o menos. En la dimensión de capacidad de tomar decisiones, con un valor de 10 o más se consideró alto control y 9 o menos bajo. Para apoyo social por parte de compañeros la mediana fue de 17, por debajo de éste valor se consideró bajo apoyo y con 18 o más alto apoyo. En el caso de supervisores, con 15 o menos se consideró bajo apoyo social y 16 o más alto. Para el MERSC se clasificó a los sujetos de estudio con base en los siguientes valores: para la dimensión de esfuerzo la mediana fue 8, por debajo de este valor se clasificó como bajo esfuerzo y por encima de él con alto. En cuanto a recompensa el valor de la mediana fue de 28 y para sobrecompromiso se obtuvo una mediana de 6. Los eventos evaluados fueron los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) siguientes: sobrepeso, obesidad centralizada, hipertensión arterial, tabaquismo, alcoholismo y sedentarismo. Se obtuvo el índice de masa corporal (IMC = peso / talla²), porcentaje de grasa corporal (%GC) y circunferencia de cintura. Para medir el peso se utilizó una báscula TANITA 13 semiprofesional, con precisión de 0.100 kg, los trabajadores fueron pesados con la menor cantidad de ropa posible sin zapatos ni calcetines debido a que con la misma báscula se obtuvo el %GC. Se calculó el IMC que permite clasificar a las personas de acuerdo con la composición media de su cuerpo. Se tomó en cuenta la talla para clasificación de IMC, considerando como talla baja en hombres <160cm y en mujeres <150cm (SSA, 2000). Los puntos de corte para IMC utilizados, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana para el control de Obesidad (SSA, 1998), fueron: 1) Normal con un IMC entre 18.5 y 24. 9 para talla normal y de 18.5 a 22.9 kg/m2; 2) Sobrepeso, aquellos con un IMC de 25.0 a 29.9 en el caso de talla normal y de 23.0 a 26.9 en talla baja; 3) Obesidad, con un IMC mayor a 30 y 27 para talla normal y baja, respectivamente. En el caso de %GC, se utilizaron como puntos de corte los siguientes: 1) Normal 34. 99%, en mujeres con edad menor o igual a 59 años y 35. 99 con edad igual o mayor a 60 años; y en hombres de 22.99 con edad menor o igual a 22.99 y 23.99 si tenían 40 o más años; 2) Exceso de grasa corporal u obesidad, 35.0 y 36.0, para mujeres con edad de 59 años o menos y de 60 años o más, respectivamente. En el caso de los hombres se les consideró con obesidad si presentaron un porcentaje de 23.0 y 24.0, con edad de 39 o menos y de 40 o más respectivamente (Gallagher et al., 2000). Se midió la circunferencia de cintura con una cinta métrica marca SECA de 0,5 cm. de ancho (2 m de largo), flexible pero inextensible, con una resolución de lectura de 0.1 cm. Se utilizó la medición de circunferencia de cintura para realizar una estimación más acertada de la acumulación de grasa centralizada; se consideró distribución normal con un valor menor a 88 en mujeres y 102 en hombres, por encima de éstos valores, se les clasificó con obesidad centralizada (Kushner, 2003). La medición de presión arterial se llevó a cabo de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana para el control de la hipertensión. La medición se efectuó después de por lo menos, cinco minutos en reposo, la persona se abstuvo de fumar, tomar café, productos con cafeína y refrescos de cola por lo menos 30 minutos antes de la medición y se intentó que estuviese tranquilo y en un ambiente apropiado. La hipertensión se definió como una presión sistólica 14 > 140 mm de Hg y una presión diastólica <90 mm de Hg, tomada en dos ocasiones (SSA, 1999). Para evaluar el consumo de tabaco se aplicaron preguntas del cuestionario de la Encuesta Nacional de Adicciones. Se obtuvieron tres grupos: a) fumadores, aquellos que en el momento de responder la encuesta reportaron fumar en los últimos 30 días; b)ex– fumadores, aquellos que reportaron haber fumado en alguna etapa de su vida pero que habían dejado de fumar, y c) no fumadores aquellos que nunca habían fumado. También se consideró el número de cigarros consumidos al día, se obtuvo el promedio de cigarros consumidos por día, cuando consumieron más de 6 por día se clasificaron como fumadores frecuentes (Tapia-Conyer et al., 2002; SSA, 2000). Se evaluó consumo de alcohol con el cuestionario AUDIT (OMS, 2006) que valora la frecuencia de consumo, cantidad típica de consumo, frecuencia elevada, pérdida de control, sentimientos de culpa posteriores a la ingestión de alcohol y lesiones en las relaciones sociales y familiares. Los trabajadores que obtuvieron un puntaje en la escala de 6 o menos se consideraron como ―sin alcoholismo‖ y los que obtuvieron una puntuación de 7 o más, se consideraron ―con alcoholismo‖. Se aplicó el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ siglas en ingles) (Matsudo, 2001; Bazán et al., 2003), para la evaluación de actividad física, dicho cuestionario se basa en el auto-reporte del tipo, frecuencia y duración de actividad que practica la población e incluye preguntas sobre actividad física intensa o vigorosa, moderada y el tiempo que se dedica a caminar; a través de las respuestas se evalúa el gasto de energía en MET´s, que es una unidad de medición del gasto metabólico, es decir representa el gasto de energía más la tasa metabólica basal del individuo por semana (American College of Sports Medicine, 1980; Ainsworth et. al 2000, Bazán et. al. 2003). De acuerdo a los resultados del cuestionario se clasificó a la población en: ―Practican Actividad física moderada‖: practicaron 3 días por semana y 20 minutos por 15 sesión de actividades que requirieran esfuerzo físico intenso; practicaron caminata con una duración 5 días por semana y 30 minutos por sesión ―Practican actividad física intensa‖: realizaron actividades intensas 5 días por semana y 30 minutos por sesión; o practicaron actividad física intensa 3 días por semana y 20 minutos por sesión, además de practicar actividad moderada y / o caminaron 5 días por semana y 30 minutos por sesión. La captura, elaboración de la base de datos y el análisis se llevó a cabo con el paquete estadístico SPSS for Windows 15.0. Se obtuvieron frecuencias por puesto de trabajo con análisis bivariados obteniendo x² y valor de p, para las variables dependientes, factores de riesgo clásicos, factores psicosociales del trabajo y características sociodemográficas. Se utilizó regresión logística binaria para ajustar por variables confusoras: sexo, edad, estado civil, tener hijos y para evaluar el posible efecto de los factores psicosociales como mediadores. Cada confusor se analizó por separado y se obtuvo el efecto de todos los confusores y mediadores sobre la relación estadística analizada. El criterio a seguir para realizar regresión logística fue el siguiente: a) La (s) variable independiente (s) (NSE) debía mostrar asociación estadística con la variable (s) dependiente (s) (FRCV) en el análisis bivariado. b) La (s) variable (s) independiente (s) debía mostrar asociación estadística con la variable (s) mediadora (MDCAS Y MERSC) en el análisis bivariado. c) Los modelos de regresión aplicados, debían mostrar asociaciones estadísticamente significativas. 16 4. RESULTADOS En el cuadro 1 se observa mayor frecuencia de hombres en el grupo de trabajadores de servicios generales y de mujeres en el grupo de administrativos, en comparación con los otros grupos, con diferencias estadísticamente significativas (p = 0.001); además dentro del grupo de mayor edad, se encuentra una frecuencia mayor de docentes, en comparación con administrativos y servicios generales, con diferencias estadísticamente significativas (p = 0.002). El grupo que presenta mayor antigüedad, es el de docentes, en comparación con administrativos y servicios generales, con diferencias marginalmente significativas (p = 0.079). En cuanto al número de horas semanales laboradas, se observa que los trabajadores de servicios generales laboran de 31 a 40 horas por semana, sin embargo los docentes son quienes laboran mayor cantidad de horas semanales (más de 50) (p = 0.000). En el caso de nivel socioeconómico medido por escolaridad, lo docentes se encuentran clasificados en el nivel alto, con mayor frecuencia que los administrativos y trabajadores de servicios generales, la misma tendencia se observa al utilizar como indicador el ingreso, con diferencias estadísticamente significativas (p = 0.000), finalmente el grupo donde se observa mayor frecuencia de inseguridad financiera moderada es en el grupo de servicios generales, en comparación con administrativos y docentes (p = 0.011). En el cuadro 2 se observa que los docentes presentan con mayor frecuencia demandas altas, en comparación con administrativos y servicios generales, (p = 0.000), se observa este mismo patrón en cuanto a control, tanto en su dimensión de posibilidad de desarrollar habilidades propias, como en la de capacidad de decisión (p = 0.000). En el cuadro 3 se observa que los docentes presentan con mayor frecuencia altos niveles de esfuerzo, en comparación con administrativos y servicios generales (p = 0.000). En cuanto a recompensas se observa que los docentes son quienes presentan mayor frecuencia de altas recompensas, en comparación con administrativos y servicios generales (p = 0.006), los docentes fueron quienes presentaron mayor frecuencia de sobrecompromiso (p = 0.027). 17 Cuadro 1. Características sociodemográficas y laborales por puesto de trabajo. Sexo Edad Estado Civil Antig. Horas sem. laboradas Tienen hijos NSE escolaridad NSE ingreso Inseg. financiera Hombres Mujeres Total Hasta 29 años De 30 a 39 años De 40 a 49 años De 50 a 59 años 60 años y más Total Soltero (a) Casado (a) y unión libre Divorciado (a) y Viudo (a) Total Hasta 10 años De 11 a 20 De 21 a 30 De 30 a 40 Total Hasta 30 horas/sem De 31 a 40 horas/sem De 41 a 50 horas/sem 50 y más Total No Si Total Bajo Medio Alto Total Muy bajo Bajo Medio Alto Total Sin inseguridad Leve Moderada Total Total % (N) Doc+++ % (N) Adm++ %(N) S. Gral.+ %(N) p 47.2 52.8 (127) 7.1 11.0 34.6 37.0 10.2 (125) 20.0 68.0 40.5 59.2 (42) 2.4 4.8 19.0 52.4 21.4 (42) 12.2 70.7 31.0 69.0 (42) 4.8 14.3 38.1 38.1 4.8 (42) 24.4 63.4 69.8 30.2 (43) 14.0 14.0 46.5 20.9 4.7 (43) 23.3 69.8 0.001 12.0 17.1 12.2 7.0 (125) 25.2 26.8 38.6 9.4 (127) 10.2 70.1 11.0 8.7 (127) 12.7 87.3 (126) 30.2 18.3 51.6 (126 ) 26.9 26.9 21.8 24.4 (119) 61.1 20.6 18.3 (126) (41) 19.0 16.7 47.6 16.7 (42) 19.0 40.5 19.0 21.4 (42) 9.5 90.5 (42) 2.4 97.6 (42) 2.6 2.6 20.5 74.4 (39) 78.6 19.0 2.4 (42) (41) 21.4 35.7 33.3 9.5 (42) 7.1 78.6 9.5 4.8 (42) 9.8 90.2 (41) 22.0 34.1 43.9 (41) 23.7 52.6 23.7 (38) 53.7 24.4 22.0 (41) (43) 34.9 27.9 34.9 2.3 (43) 4.7 90.7 4.7 (43) 18.6 81.4 (43) 67.4 18.6 14.0 (43) 52.4 26.2 21.4 (42) 51.2 18.6 30.2 (43) 0.002 0.427 0.079 0.000 0.385 0.000 0.000 0.011 Fuente: Encuesta individual, México UAM Xochimilco 2007 18 Cuadro 2. Factores psicosociales por puesto de trabajo, MDCAS. Total % (N) Demandas Control posibilidad de desarrollar habilidades propias Control capacidad de decisión Apoyo social compañeros Apoyo social supervisores o jefes Bajas Altas Total Bajo Alto Total Bajo Alto Total Bajo Alto Total Bajo Alto Total 62.4 37.6 (125) 53.6 46.4 (125) 66.9 33.1 (124) 59.5 40.5 (121) 65.0 35.0 (120) Doc+++ % 33.3 66.7 (42) 7.3 92.7 (41) 35.0 65.0 (40) 56.1 43.9 (41) 65.8 34.2 (38) Adm++ % 75.0 25.0 (40) 70.7 29.3 (41) 78.0 22.0 (41) 55.3 44.7 (38) 61.5 38.5 (39) S.Gen.+ % 79.1 20.9 (43) 81.4 18.6 (43) 86.0 14.0) (43) 66.7 33.3 (42) 67.4 32.6 (43) p 0.000 0.000 0.000 0.503 0.849 Fuente: Encuesta individual, México UAM Xochimilco 2007. Cuadro 3. Factores psicosociales por puesto de trabajo, MERSC. Total % (n) Esfuerzo Recompensas Sobrecompromiso Bajo Alto Total Bajas Altas Total Bajo Alto Total 54.3 45.7 (127) 65.8 34.2 (117) 24.4 75.6 (123) Doc % 31.0 69.0 (42) 47.2 52.8 (36) 15.4 84.6 (39) Adm % 66.7 33.3 (42) 82.1 17.9 (39) 39.0 61.0 (41) S. Gen. % 65.1 34.9 (43) 66.7 33.3 (42) 18.6 81.4 (43) p 0.001 0.006 0.027 Fuente: Encuesta individual, México UAM Xochimilco 2007 En el cuadro 4 se presenta la relación entre puesto de trabajo y factores de riesgo cardiovascular, siendo los trabajadores de servicios generales quienes presentan una mayor frecuencia de sobrepeso en comparación con docentes y administrativos, con diferencias estadísticamente significativas (p =0.009), se observa la misma tendencia para el caso de alcoholismo (p = 0.092), con diferencias marginalmente significativas. 19 Cuadro 4. Relación entre puesto de trabajo y factores de riesgo cardiovascular. Total % (N) Doc % (N) Adm %(N) S. Gen. % p 24.2 46.5 29.1 (127) 42.9 38.1 19.0 (42) 11.9 47.6 40.5 (42) 18.6 53.5 27.9 (43) 0.009 42.5 57.5 (127) 52.4 47.6 (42) 33.3 66.7 (42) 41.9 58.1 (43) 0.209 54.3 45.7 (127) 57.1 42.9 (42) 42.9 57.1 (42) 62.8 37.2 (43) 0.165 82.5 17.5 (126) 81.0 19.0 (42) 88.1 11.9 (42) 78.6 21.4 (42) 0.489 35.5 32.3 32.3 (124) 34.1 31.7 34.1 (41) 31.7 43.9 24.4 (41) 40.5 21.4 38.1 (42) 0.286 84.3 15.7 (127) 78.6 21.4 (42) 88.1 11.9 (42) 86.0 14.0 (43) 0.451 91.3 8.7 (127) 95.2 4.8 (42) 95.2 4.8 (42) 83.7 16.3 (43) 0.092 29.4 70.6 (126) 31.7 68.3 (41) 28.6 71.4 (42) 27.9 72.1 (43) 0.921 74.6 25.4 (126) 75.6 24.4 (41) 71.4 28.6 (42) 76.7 23.3 (43) 0.840 IMC Normal Sobrepeso Obesidad Total % de grasa corporal Sin exceso de grasa Con exceso de grasa Total Circunferencia de cintura Distribución normal Distribución centralizada Total Hipertensión Arterial Sin hipertensión arterial Con hipertensión arterial Total Tabaquismo No fumadores Fumadores Ex-fumadores Total Tipo de tabaquismo Poco frecuente Muy frecuente Total Alcoholismo Sin alcoholismo Con alcoholismo Total Actividad física moderada No practican Si practican Total Actividad física intensa No practican Si practican Total Fuente: Encuesta individual, México UAM Xochimilco 2007 20 5. CONCLUSIONES En general la mayoría de los hallazgos de esta investigación permiten confirmar la relación entre nivel socioeconómico, los factores psicosociales del trabajo y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los resultados arrojados concuerdan con algunos estudios y se logró comprobar las hipótesis planteadas: el ambiente psicosocial de trabajo de los profesores fue mejor, en comparación con administrativos y servicios generales. Los docentes se clasificaron en ocupaciones activas; mientras que los administrativos y trabajadores de servicios generales en actividades pasivas, de acuerdo al MDCAS. De acuerdo al MERSC, los trabajadores de servicios generales y administrativos tuvieron bajo esfuerzo y bajas recompensas y los docentes mayores niveles de sobrecompromiso. Finalmente los trabajadores de estratos socioeconómicos altos (docentes) presentaron menor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular. Los trabajadores de servicios generales son quienes presentan un riesgo importante de enfermedad cardiovascular, ello permite confirmar que tanto el bajo nivel socioeconómico como los factores psicosociales negativos son determinantes en el desarrollo de las enfermedades estudiadas. Una vez identificado el grupo de mayor riesgo es importante generar propuestas que contribuyan en alguna medida a disminuir los problemas detectados, ello debe ser objeto de trabajo en un futuro que involucre a los investigadores interesados en el tema. En el caso de los docentes es importante señalar que, a pesar de no detectarse un grado elevado de factores de riesgo, ello no implica minimizar los efectos negativos que la labor que realizan puede tener en su salud. No debe obviarse que estos trabajadores tienen menor riesgo. El hecho de que se confirmara que los de servicios generales requieren mayor atención, no implica dejar de lado el estudio a fondo de cada grupo. 21 Aún a pesar de las mejores condiciones socioeconómicas de administrativos y docentes, existen factores psicosociales deficientes específicos, determinados por la labor que implica cada puesto de trabajo. En el caso de los docentes, presentan alta frecuencia de sobrecompromiso, los administrativos y servicios generales presentan bajas demandas, bajo control y desequilibrio esfuerzo-recompensa; aunque el tercer grupo es el que observa más condiciones psicosociales negativas. El hecho de que las diferencias observadas para ambos modelos sean distintas, es decir en el modelo demanda control los trabajadores de servicios generales son quienes presentaron las mayores diferencias en comparación con los docentes. En el caso del modelo esfuerzo recompensa los que presentaron diferencias fueron los administrativos, también comparados con docentes, sugiere que el primer modelo puede ser aplicable a poblaciones de trabajadores con actividades de tipo manual y el segundo cuestionario o modelo puede ser más efectivo para medir a poblaciones con trabajos de servicios y que requieren contacto directo con otras personas. A futuro es pertinente realizar estudios dentro de cada grupo para identificar las diferencias tanto económicas como laborales negativas que puedan ser generadores de ECV. Es importante prestar atención a los factores detectados en un análisis por separado de los tres grupos. Existen pocos estudios al respecto de la labor de los docentes y de administrativos y su relación con los factores estudiados. El diseño de esta investigación implica tanto ventajas como limitaciones. Entre las ventajas se encuentra el hecho de plantear una división clara entre puestos de trabajos completamente definida, ello permitió estudiar cómo las diferentes actividades de cada grupo tiene efectos negativos que incrementan el riesgo de ECV. La estratificación permitió apreciar claramente las diferencias en nivel socioeconómico y confirmar que las desigualdades al respecto incrementan el riesgo. El hecho de que el diseño del estudio fuese transversal no permite diferenciar claramente los efectos del trabajo entre periodos distintos de tiempo, ya que existen algunos con mayor 22 carga laboral y en éstos probablemente se podrían observar otras condiciones de trabajo ya sean o no nocivas. El tiempo de que se dispone para realizar una investigación es un factor que puede ser clave en la identificación de problemas estudiados, también se sugiere una investigación en la que se cuente con una cronología mejor definida que permita un estudio más detallado. Esta investigación puede ser un punto de partida para estudiar a la población de trabajadores de la Universidad desde la perspectiva del trabajo, las diferencias socioeconómicas y su relación con las ECV. 23 BIBLIOGRAFIA Ali M., Lindstrom M. Psychosocial work conditions, unemployment, and leisure-time physical activity: a population-based study. Scand J Public Health 2006;34 (2): 209-16 Ainsworth, B. E,., Haskell W. L., Whitt M. C., Irwin M. L., Swartz A. M., Strath J., O’brien L, Bassett R., Schmitz H., Emplaincourt O, Jacobs R., and Leon S. Compendium of physical activities: an update of activity codes and MET intensities. Med. Sci. Sports Exerc 2000, Vol. 32, No. 9, Suppl., pp. S498–S516, http://www.msse.org American College of Sports Medicine. The Activity Pyramid and the New Physical Activity Recommendations Journal of the American Medical Association 1980; 273(5): 404. Bartley M., Ferrie J., Montgomery S. 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