Reflexiones hacia una propuesta educativa alternativa Reflexões
Transcrição
Reflexiones hacia una propuesta educativa alternativa Reflexões
propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 1 Oficina Regional de la Internacional de la Educación para América Latina Reflexiones hacia una propuesta educativa alternativa Reflexões rumo a uma proposta educativa alternativa. Reflections towards an alternative education proposal. San José, Costa Rica Julio de 2006 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 2 Reflexiones hacia una propuesta educativa alternativa. Reflexões rumo a uma proposta educativa alternativa. Reflections towards an alternative education proposal. Secretario General de la Internacional de la Educación: Fred Van Leeuwen Teléfono: (506) 223 7810 Fax: (506) 222 0818 Direcciones electrónicas: [email protected] www.ei-ie.org www.ei-ie-al.org Si lo desea puede descargar una edición digital de este documento, en formato PDF, de nuestra página web: www.ei-ie-al.org 2 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 3 Presentación la Oficina Regional de la Internacional de la Educación para América Latina ha abierto varios temas para la reflexión, análisis y elaboración de propuestas por parte de la dirigencia de las organizaciones de la educación de América Latina. Es en el marco del proceso de ejecución del proyecto latinoamericano del Proyecto de Consolidación del Proceso de Formación Profesional y Sindical en Educación en América Latina, IE/FECCOO/FPS/AECI y gracias al financiamiento de la Agencia de Cooperación Española, a través de las Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de España (FECCOO), la Federación Paz y Solidaridad (FPS) y la Internacional de la Educación, que estas publicaciones han posido realizarse. En esta oportunidad, colocamos para la reflexión de las organizaciones de la educación y del público en general un tema de gran importancia para el sector de la educación: lo profesional y pedagógico, un aspecto importante de una política educativa. En tal sentido, esta publicación presenta el trabajo elaborado por el dirigente sindical de la educación chilena, miembro del Comité Regional para América Latina y miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación, Profesor Jorge Pavez. En el presente trabajo el Profesor Pavez reflexiona sobre los desafíos de las organizaciones de la educación en la elaboración de propuestas alternativas a los actuales modelos de educación. El autor aborda el tema de la mercantilización de la educación, de este análisis se desprenden diversas formas alternativas de enfocar la política educativa, pedagógica y profesional. Dada la particularidad mencionada, nos ha parecido de gran importancia que las/os educadoras/es de América Latina tengan acceso a esta información para que sirva como documento de referencia para la elaboración de propuestas alternativas en este tema. 3 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 4 Reflexiones hacia una propuesta educativa alternativa. Jorge Pavez1 Introducción A finales de la década de los ochenta y en particular en los noventa del siglo pasado, los gobiernos de América Latina impulsaron diversas reformas educativas ajustadas a la propuesta estructural de orientación neoliberal que se impuso en nuestro continente. Reformas diseñadas con el objetivo de promover procesos de privatización en la educación pública; y por tanto, de comercialización de la educación en general. Esto en atención al objetivo de globalización económica, a la apertura de los mercados y al achicamiento del Estado. Todos estos procesos se impusieron a nuestros países sin la participación de las y los actores. Como consecuencia de este contexto, y en reacción a esta situación, nuestras organizaciones sindicales impulsaron -en general y - mayormente luchas reivindicativas, y políticas que lamentablemente no lograron tener mayores influencias para detener estas políticas privatizadoras. Por ello tenemos el convencimiento, que ya no basta sólo la lucha política reivindicativa, sino que se hace urgente un trabajo educativo pedagógico en la construcción de propuestas alternativas, sólidas, que avancen y ganen conciencia en el conjunto de la sociedad; para posibilitar las transformaciones que nuestros sistemas educativos requieren y avanzar en los procesos de democratización y de justicia en nuestros países. Los desafíos educacionales de la hora presente Ya nadie discute que la revolución científica y tecnológica ha generado un cambio mundial, provocando profundas transformaciones a nivel planetario. El acelerado proceso de cambios científicos-tecnológicos, así como también el uso global de nuevas tecnologías, han reducido los tiempos y los espacios, -convirtiendo 1. Dirigente sindical de la educación chilena, miembro del Comité Regional para América Latina y miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación 4 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 5 de hecho el mundo global en una aldea-, ya que esta realidad permite trasladar no sólo ideas e información en milésimas de segundos a los puntos más distantes del planeta, sino que también capitales o enormes masas de dinero especulativo. Lo concreto es que el conocimiento se incremente cada día más y la capacidad humana de intervención en la naturaleza es también cada vez mayor. Esta nueva realidad ha modificado en la práctica, sustantivamente, no sólo las relaciones sociales, sino que también las culturales. El proceso en curso no parece detenerse, por el contrario, diariamente nos sorprenden nuevos cambios y nuevas realidades operando en las más diversas áreas de la actividad humana. Sin embargo es incuestionable también -junto con constatar lo anterior-, que los resultados de la creatividad e inteligencia -en pleno desarrollo-, no han sido capaces de solucionar los graves problemas que siguen afectando a la humanidad; sino lo que es peor, han generado nuevos problemas. Por este motivo, se requieren nuevas soluciones. Los problemas que sufren millones de habitantes de nuestro planeta, que siguen sin lograr superar la falta de condiciones de vida elementales; los daños irreparables que significan la destrucción y desaparición de la biodiversidad, así como también la intolerancia expresada no sólo desde un punto de vista político, sino que racial, de género, o religioso, no han desaparecido de la faz de la tierra y los conflictos armados que involucran a millones de personas siguen siendo noticia cotidiana. Esta, aunque obvia, debiera ser la primera constatación. El asunto es preguntarse cuál es la razón que provoca que este tremendo avance y progreso en el conocimiento no haya significado, a la postre, la erradicación definitiva de antiguos males de la humanidad. Quizás la respuesta sea que este "progreso" construido por el ser humano se ha puesto al servicio de un pequeño sector de la misma humanidad. Es decir, la globalización neoliberal, de por sí, no ha implicado ni mayor justicia, ni la superación efectiva de los profundos desequilibrios sociales, ni la construcción de un desarrollo económico sustentable. Lo concreto es que hoy vivimos, a nivel planetario, en sociedades con modelos economicistas y pragmáticos, en las que los valores de la solidaridad, la justicia social, la equidad, la democracia, han dejado de ser sustantivos porque están subordinados y regulados por el mercado. 5 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 6 Esta constatación nos golpea como desafío, y exige responder creativamente, tanto desde los sistemas educativos como desde un nuevo rol docente, que se encuentra tensionado a entregar una educación de la más alta calidad. Si efectivamente queremos pensar una educación para el siglo XXI, es indudable que ésta tendrá que enfrentar estas contradicciones como un desafío prioritario y ser capaz de asumir y ayudar a resolver estos problemas. Estamos convencidos, sin embargo, que la educación -a diferencia de quienes piensan que debe someterse a los vaivenes del mercado- no puede pensarse exclusivamente al servicio de los requerimientos del sistema productivo. La escuela también debe satisfacer necesidades de carácter cultural, social, ético y, fundamentalmente, de desarrollo personal; que no responden de manera única a las necesidades de los procesos productivos. Es por tanto, que debe considerar a la alumna o alumno como un sujeto social capaz de incorporarse activamente no sólo a los procesos de crecimiento -como mero recurso humano-; sino que también, a los de transformación de la sociedad. Las nuevas habilidades, competencias y necesidades de crecimiento del individuo, que desde el mercado y los sistemas productivos se exigen para potenciar los modelos de desarrollo en curso-, tales como la autonomía, la creatividad, la capacidad de indagación y de pensar; no sólo deben plantearse en la perspectiva del desempeño productivo, sino como parte de una formación integral; que rescate la humanidad del sujeto más allá de su utilidad y buen desempeño, considerando aquellos valores éticos inherentes a todo proceso educativo. Es desde esta perspectiva que podemos coincidir en la idea de que el siglo XXI requiere de transformaciones profundas en los procesos educativos. El dilema está en resolver hacia dónde deben apuntar esos cambios. Hoy, más que nunca, existe la necesidad que los procesos educativos favorezcan el desarrollo de sujetos críticos y reflexivos. Capaces de relacionarse de manera distinta con el conocimiento, con la capacidad de comprender, explicar y criticar su realidad; de interactuar con los otros respetando la pluralidad, de buscar y crear caminos; con la posibilidad de ir más allá de los límites impuestos y no sólo adquirir las competencias básicas para incorporarse al crecimiento económico. Demandas todas que requieren de un trabajador profesional docente reflexivo e innovador. 6 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 7 Resulta entonces indispensable repensar los fundamentos centrales del carácter de la escuela de hoy, y a partir de un profundo proceso de reflexión en que debieran participar todas y todos, resolver qué es lo que quisiéramos que se aprenda, para qué se aprende y el cómo se aprende. En este sentido, es necesario enfrentar con una mirada distinta -y más que distinta-, profundamente humana, el tema de la calidad de la educación. Asunto no simple, pues tanto en el ámbito social, como en el político y educativo, se sustentan diversas concepciones y -por consiguiente-, de acuerdo a una u otra definición y contenido, se definen e implementan políticas para el mejoramiento de la calidad y desarrollo de la profesión docente. Hoy en día, más allá del discurso, es evidente que en la definición de políticas educativas, subyace fundamentalmente un concepto de calidad, construido y afirmado principalmente, a partir de una mirada centrada más bien en productos-resultados, más que en procesos; y por tanto vinculado en última instancia, a los logros de aprendizaje. Mejor dicho, específicamente a los logros académicos. El problema es que los procesos de enseñanza y aprendizaje, en el ámbito y perspectiva que sean, son complejos y múltiples, y por consiguiente, los productos que se generan como consecuencia del hacer pedagógico son difícilmente medibles, y menos aún, observables de manera directa. Aunque éste no es el único problema, porque la función que cumple la escuela -y por tanto el quehacer docente dentro de ella-, es también complejo. Ya que si bien, la tarea docente tiene como centro motor, el aprendizaje de los alumnos; su misión se encuentra vinculada con un determinado proyecto de desarrollo de país. Aunque muchas veces la profesora o profesor no perciba que tensiona a la escuela y orienta la formación del sujeto estudiante. Desde nuestra perspectiva, entendemos por educación de calidad, aquella que es capaz de asumir en un todo los siguientes desafíos: En primer lugar, una educación capaz de acoger a todas y todos, niñas, niños y jóvenes. Sin discriminaciones de ninguna naturaleza, y por tanto, una educación que no segrega, que trata de sostener, mantener y desarrollar a su alumnado, y no que en cambio, lo va dejando de lado, lo separa, o expulsa. En segundo lugar, una educación que aborde la formación del estudiante por lo menos en las siguientes tres dimensiones: 7 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 8 Por una parte, la del desarrollo individual de la alumna o alumno, en la idea de formar el mejor ser humano. Por otra, la de entregar las competencias necesarias para insertarse en los procesos productivos; y por último, una misión fundamentalmente social, que no es otra sino la de favorecer la formación del mejor ciudadano para una sociedad democrática. Complementariamente, una educación de calidad debiera ser capaz de desarrollar aprendizajes significativos en las alumnas y alumnos, rescatando su experiencia, respetando la diversidad, asumiendo la heterogeneidad y, al mismo tiempo, asegurando a todos una base cultural común, sustentada básicamente en nuestras propias raíces latinoamericanas; pero también en aquellos elementos que potencien una comprensión global del mundo. En síntesis, una educación de calidad, es aquella que no sólo es capaz de entregar a sus alumnas y alumnos las competencias y conocimientos necesarios para incorporarse activa y creativamente al mundo del trabajo en un contexto mundial de globalización, sino que también intenciona el desarrollo de los valores, del modo de hacer del estudiante, ciudadano sano, crítico, reflexivo, tolerante, solidario, en una frase: profundamente pleno y democrático. Las reformas educativas en América Latina Mi país, Chile, tiene el triste privilegio de haber sido pionero en el mundo en asumir, radicalmente, las políticas neoliberales. Durante la década de los ochenta, bajo una brutal dictadura militar, el proyecto de desarrollo que se impuso a nuestro pueblo impulsó la total apertura de mercados, adecuando nuestro sistema educativo a este rediseño de las políticas económicas y sociales. Se decreta por tanto, el cambio del rol del estado docente y se inicia un proceso de descentralización y privatización, coherente con los marcos de este nuevo modelo. Se impone una reforma, no sólo en materias educacionales; sino también, privatizándose la salud y los sistemas de seguridad social. Un nuevo código laboral y un rediseño del marco jurídico constitucional. Este modelo, sustentado en las más dogmáticas ideas neoliberales, y que contó con el respaldo entusiasta de los organismos financieros internacionales, transforma a la educación de bien público a producto de mercado. Estos cambios, que la dictadura impuso a sangre y fuego, se trasladaron luego, a partir de los años 90, al resto de los 8 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 9 países de América Latina, al menos en sus aspectos ideológicos centrales. Lo concreto es que hoy trabajadoras y trabajadores de la educación, al igual que el conjunto de la humanidad, nos encontramos insertos en una nueva realidad mundial de la que es imposible que nos sustraigamos. Vivimos en sociedades cada vez más competitivas y segmentadas, todo lo cual ha provocado un grave deterioro de los valores que formaban parte de nuestra idiosincrasia. Las violaciones a los derechos humanos, los atentados contra la diferencia, el individualismo exacerbado y el consumismo, se han convertido en los patrones de la actividad humana y de la vida cotidiana. Pareciera que en las últimas décadas vivimos y asumimos como situaciones normales, comportamientos que se contradicen con los valores que el ser humano se demoró siglos en establecer: Los derechos humanos, la solidaridad, la justicia, el respeto a sí mismo y a los otros, la tolerancia, la no discriminación y la aceptación de la diversidad, la participación ciudadana, la protección del medio ambiente y el desarrollo sustentable. Junto a ello, paradójicamente, se perfila en las políticas educativas mundiales un abierto predominio de que el sentido central de la educación debe estar orientado al desarrollo de un sujeto básicamente económico. De este modo, las nuevas habilidades y competencias de desarrollo del sujeto se plantean sólo en la perspectiva del desempeño productivo, y no como una formación integral. La educación concebida así se orienta a favorecer tanto una formación fragmentada del sujeto, como el desarrollo de una sociedad competitiva y desintegrada, en la que los valores de justicia social, solidaridad, democracia, dejan de ser sustantivos, en la medida que se subordinan todos a la regulación del mercado. Por ello, hoy día estamos obligados a destinarle una preocupación especial a la formación en valores, porque la realidad en que viven las y los educandos está contradiciendo, persistentemente, lo que la educación busca entregar; dado que los valores son una mercancía más, que se juegan y se transan en el mercado. El imperio de la competencia, del individualismo, de las múltiples formas de la violencia, de la discriminación, de la falta de justicia social, debe ser resuelto para ir 9 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 10 construyendo un mundo más humano, más democrático. La escuela, indudablemente, debe asumir estos problemas, y favorecer, al mismo tiempo, la construcción de una nueva sociedad y un nuevo modelo de desarrollo. Pero esta tarea es compleja, porque la actual realidad niega los valores que la educación pretende favorecer con estas características, y produce una contradicción que se acrecienta, al constatarse que en nuestro sistema educativo, uno de los principales responsables de la formación en valores, también los contradice, pues segmenta, discrimina, reproduce el autoritarismo social y los profundos desequilibrios enraizados en nuestra sociedad. La participación de trabajadoras y trabajadores de la educación y de sus organizaciones en las reformas educativas Si bien en los discursos gubernamentales se resalta la importancia de la profesionalización docente y de la participación protagónica de trabajadoras y trabajadores de la educación para llevar a cabo cualquier proceso de reforma, en la práctica éstas se han impulsado sin la participación activa de las profesoras y profesores. En general, los sistemas económicos que se han impuesto en nuestros países, conciben a las personas como individuos consumidores básicamente, en sociedades en que cada uno de sus habitantes se piensa a sí mismo como un ser individual y no formando parte de un colectivo con intereses comunes. La democracia se concibe así muy ligada a la elección individual, en un marco de relaciones de mercado, entendiéndose la participación también en términos individuales, cerrándose los espacios a la opinión y la acción de los sujetos colectivos; llámense sindicatos u otras organizaciones sociales de la sociedad civil. Se impone, de este modo, un concepto de democracia sostenido en los intereses económicos más que en los ciudadanos. Por otra parte, desde el discurso de los responsables de las políticas educativas, se conciben dos tipos de participación como opuestas y excluyentes. 10 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 11 Una, sólo relacionada con los procesos pedagógicos al interior de los establecimientos educacionales. Otra, con las políticas educativas. Se considera que el espacio de participación único de las y los docentes, como trabajadores y profesionales, es la escuela y el aula. En cambio, la participación en la definición y control de políticas, no debiera ser tarea ni preocupación del profesorado, ya que este ámbito les corresponde a los técnicos ministeriales y a los políticos. Avanzar hacia la superación de este problema, y alcanzar las transformaciones que requiere el sistema educativo, implica superar esta concepción que fragmenta el fenómeno educativo. Tenemos que entender que los sistemas educativos no son neutros, siempre se ubican en el ámbito de lo político, de lo social, de lo cultural y de lo ideológico. Es por ello que para que trabajadoras y trabajadores de la educación asuman un rol protagónico como profesionales de la educación, todas y todos debemos asumir la obligación de participar tanto en el campo del diseño de las políticas como en el propiamente pedagógico. En este sentido, es necesario articular la participación de los sujetos individuales, con la de los colectivos, lo que supone superar la tendencia a recoger opinión supuestamente democrática sólo a partir de encuestas, consultas, etc., para abrir paso a otra forma de participación, en la que deben jugar un rol fundamental las organizaciones magisteriales; construyendo propuestas educativas técnicamente fundadas, sustentadas en una matriz democrática, y de pleno respeto a los derechos humanos. Todo ello en procesos de diálogo, discusión y búsqueda de acuerdos, con todos los sectores de la sociedad. En definitiva, se trata de abrir paso a negociaciones reales con la autoridad, y no meramente formales, en las que lo que prima la desconfianza, y un diálogo de sordos, donde lo que ocurre normalmente es la imposición de poder. Desafortunadamente, en la generalidad de estos procesos, trabajadoras y trabajadores de la educación hemos sido considerados como meros ejecutores, como técnicos carentes de la capacidad y legitimidad para transformarse en interlocutores válidos ante quienes definen las políticas educativas. Con mucha frecuencia, los discursos oficiales se refieren al "problema docente", tanto por considerarlos como un insumo costoso, como por percibirlos con un discurso supuestamente retardatario, conservador, que se opone a todo esfuerzo de modernización, y que no está dispuesto a asumir procesos de cambio alguno. 11 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 12 Este discurso oficial se acrecienta con la visión que se tiene de las organizaciones docentes: sólo como entes corporativistas, preocupadas exclusivamente por lo reivindicativo laboral y no por el interés general de la educación, porque apareceríamos renuentes al diálogo y a la negociación. Por tanto, los medios de comunicación transmiten a la población una visión sesgada, en que destacan lo negativo, presentándonos como entes politizados y no representativos del sentir supuestamente mayoritario de las y los docentes. El revertir esta situación no es tarea fácil. La profesora o profesor se enfrenta a un problema ético, político y social muy profundo. Sólo le resta, si aún apuesta por una sociedad distinta, intentar actuar de manera consecuente con sus ideas, resguardando en la escuela y en el aula una dinámica democrática, pese a vivir como sujeto, inserto en esta sociedad y con los mismos vicios de ésta. Necesitamos a un docente que se valore, a pesar de las dificultades y contradicciones que enfrenta en su quehacer diario, y que legitime su labor, a pesar de que todo pareciera indicarle lo contrario. ¿Cuál es el rol del docente en este nuevo contexto? ¿Cómo se hace cargo la educación de los riesgos de la fragmentación del individuo? ¿Cómo se hace cargo de velar por una mejor calidad de vida, en términos que no siga siendo la violencia, la drogadicción, el alcoholismo lo que se vive cotidianamente? ¿Cómo conseguir, a partir del hacer docente, el lograr evitar la discriminación y la creciente segmentación de la sociedad? En definitiva, ¿es posible que la educación se plantee apoyar la formación de sujetos íntegros, críticos, capaces de construir una sociedad diferente, más democrática, justa y solidaria? ¿Cómo pensamos una educación distinta y un nuevo rol del educador para construir esta posibilidad? Responder esas interrogantes, desde luego, no es tarea sencilla. Sin embargo, a nuestro juicio, lo primero es plantearnos como educadores el tema de la democracia. La construcción de una escuela democrática Ahora bien, si analizamos específicamente el tema de la construcción de una escuela democrática, creo que es necesario abordar, a lo menos, dos temáticas que son fundamentales. La primera dice relación con la necesidad de un cambio profundo de la cultura escolar, 12 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 13 del currículum, de las prácticas pedagógicas. Implica revisar los planes y programas y textos de estudio, en los que muchas veces el autoritarismo, el dogmatismo, la discriminación, de raza, de género, entre otros, aún están presentes. Significa, además, intencionar, en todas las asignaturas, los temas relacionados con la democracia. Pero también innovar las concepciones de enseñanza y aprendizaje, y consecuentemente, cambiar las metodologías, que tienden a formar un sujeto pasivo, mero receptor de contenidos, para favorecer el desarrollo de un sujeto activo, participativo, protagonista de sus aprendizajes; al que reconozcamos y valoremos con sus saberes y cultura propia, sobre la cual se construye el conocimiento acumulado, y nuevos conocimientos. Un sujeto creativo, con capacidad de pensar y reflexionar críticamente sobre nuestra realidad, para convertirse en un ciudadano activo constructor de una sociedad más democrática. Significa hacernos cargo del curriculum oculto, es decir, de las formas en que establecemos las relaciones sociales en la escuela, entre dirección y docentes, entre docentes, entre docentes y estudiantes; hacernos cargos del autoritarismo, de las formas veladas de discriminación, de competencia, de desvalorización del otro. De hecho, la escuela forma una moral y una conciencia tanto a través de los mensajes explícitos del curriculum manifiesto como a través de los mensajes implícitos del curriculum oculto. Son formativos y socializadores, tanto los programas de estudio, los textos de enseñanza, los materiales didácticos, como lo es la cultura de la escuela, las modalidades de interacción que caracterizan sus ritos, sus reglas, sus normas de convivencia. Hoy, además, las contradicciones son mayores. No sólo se impone una reglamentación que discrimina lo diverso, la propia identidad, sino que impone normas de manera arbitraria, reguladas por el mercado y la competencia. Se segrega, así, no sólo no aceptando la diferencia, ni la propia identidad; sino además a través del poder del mercado y del dinero. 13 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 14 De este modo, nuestras niñas, niños, y jóvenes viven cotidianamente, mensajes y prácticas contradictorias en su ámbito social, familiar y escolar. Se habla de desarrollo, de equidad, de solidaridad en países donde cada día existen mayores diferencias; se ofrece un mundo de posibilidades en los medios de comunicación y en la propaganda del sistema; y al mismo tiempo, la violencia, la pobreza, el sin sentido, es lo que en verdad vivencian millones de nuestros jóvenes. Por eso, construir una escuela democrática y construir una educación en los valores para la vida democrática, es un desafío complejo, que implica una reflexión crítica permanente, sobre las contradicciones cotidianas que vivimos en los distintos espacios y ámbitos en que nos desarrollamos. Implica construir espacios permanentes de reflexión y evaluación de la conducta y el quehacer de docentes, alumnas y alumnos y comunidad; problematizar las contradicciones de nuestra sociedad y de nuestro sistema educacional, en relación a los valores democráticos. Constituirnos cada uno de los actores educativos, en protagonistas, en seres activos y reflexivos, con la perspectiva de contribuir, justamente, a la construcción de una sociedad que vaya superando estas contradicciones y haciendo realidad, en nuestras vidas, y no sólo en el discurso, el valor de la democracia. Una escuela democrática debe entender que el conocimiento está cargado de valores y que, por ende, no es intercambiable como mercancía. Debe favorecer la formación de sujetos que se reconocen como ser, haciéndose persona individual y social; un sujeto que se reconoce en sí mismo y en los otros, que se acepta a sí mismo como sujeto en una identidad, en una historia, en un proyecto. Ello es un desafío para las y los docentes, tanto en sus propias formas de relacionarse, como en la capacidad que tengan de favorecer esto mismo entre las y los estudiantes. Para participar efectivamente, y democráticamente en la vida social, las y los docentes deben aprender ejerciendo la crítica social, y enseñándola a sus alumnas y alumnos, para que comprendan y reflexionen sobre las inconsistencias que hay entre los ideales y las realidades sociales. Un segundo problema, al que quiero referirme, que se relaciona estrechamente con todo lo anterior, dice relación con la necesidad de, que para ir avanzando hacia una "educación en los valores para la vida democrática" es imprescindible mayor equidad, y menor fragmentación, para que sean los valores democráticos y no el mercado los reguladores del sistema. 14 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 15 Esto significa la recuperación de la educación pública gratuita, para todas y todos, como algo fundamental. Todo ello en una contienda ideológica en curso, la discusión respecto a lo que debe hacerse para enfrentar la crisis de los sistemas educativos, se sostiene entre aquellos que afirman que los problemas educacionales se solucionan con más mercado y privatización, y quienes sostenemos que la educación pública es un factor esencial, no sólo para superarlos, sino para la formación de ciudadanía y democracia. Por lo mismo, la educación pública no sólo debe ser defendida sino que debe ser capaz de ponerse a la altura de los nuevos desafíos que enfrenta la humanidad. En definitiva, si queremos sociedades más democráticas, la educación pública, en este nuevo milenio, tendrá que ser de calidad. O definitivamente no será, como tampoco la posibilidad de superar las profundas fragmentaciones, segregaciones, luchas étnicas, dogmatismos y sectarismos que caracterizan a nuestras sociedades. Y para alcanzar estos desafíos, que no son de cada docente de manera individual, es importante fortalecer la organización del magisterio, avanzando en la concreción de las centrales líneas de trabajo para avanzar en este ámbito: * Defensa y fortalecimiento de la Educación Pública * Fortalecimiento del trabajo educativo pedagógico en el gremio * Mejoramiento de las condiciones de vida, laborales y profesionales docente. Lo importante es que no nos dejemos llevar por el desaliento, ni asumir que la actual realidad no podemos superarla. Se trata de que asumamos, si bien es cierto, que los procesos de globalización y sus consecuencias son impulsados por sectores poderosos, provenientes del mundo financiero, e incluso militar. Para nada significa que no podamos buscar una alternativa humana de construcción de proyectos de desarrollo democráticos que nos garanticen una vida más plena y más digna. Pero para concretar esta aspiración, se requiere asumir, a partir de la acción sindical, el daño que las políticas neoliberales han provocado y siguen provocando en la conciencia de millones de habitantes del mundo entero. Y ello nos enfrenta derechamente al tema de cómo, a partir de la tarea educativa, logramos éxito efectivo en este ámbito. 15 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 16 16 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 17 El desafío de nuestros sindicatos y la urgencia de asumir un nuevo rol como educadores Ya no basta que sigamos luchando sólo por mejorar nuestras condiciones de trabajo, sino que tenemos que desarrollar un enorme esfuerzo en el ámbito propiamente educativo y pedagógico, así como a reflexionar sobre nuestro rol como educadores en el actual contexto. Es por ello que los sindicatos docentes tenemos la obligación de plantearnos una educación distinta y preguntarnos cuáles son los desafíos que ello implica para nuestra profesión. El primero, se relaciona con la necesidad de pensarnos como educadores, no sólo en un rol de trabajadoras y trabajadores, profesionales expertos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, en la medida que la educación conlleva un posicionamiento político, social, cultural y, también, ético. Siendo importante, además, plantearnos qué tipo de alumna o alumno estamos formando, teniendo siempre presente el tipo de sociedad que queremos construir. Y en ese sentido, entender que lo político y lo pedagógico son indisociables y que por tanto, nuestra tarea debiera hacer lo pedagógico más político, y lo político más pedagógico. Hacer lo pedagógico más político, significa entender que la enseñanza, la reflexión y la acción crítica, deben ser parte de un proyecto social fundamental para ayudar a desarrollar en las y los estudiantes una conciencia profundamente solidaria, y la capacidad de irse renovando en función de apoyar y velar, por una sociedad justa y democrática. Hacer lo político más pedagógico significa emplear formas pedagógicas que consideren a alumnas y alumnos como agentes críticos y creativos, capaces de ser fundamentalmente, sujetos emancipados y emancipadores, para lo cual debemos tomar en serio, definitivamente, la necesidad de otorgarles una voz activa en sus experiencias de aprendizaje. Una perspectiva profesional como la que describimos, asumida como eje central del hacer sindical, supone concebirnos como actores sociales de cambio, como intelectuales transformadores; y no sólo como ejecutores eficaces, que conocen su materia, y que poseen herramientas profesionales adecuadas para cumplir con 17 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 18 cualquier objetivo que sea sugerido o impuesto desde el sistema. En definitiva, asumir una práctica reflexiva de esta naturaleza, significa formarnos como educadores capaces y competentes, para articular la racionalidad técnica propia de nuestra especialidad, con una ética transformadora que promueva más autonomía y libertades creadoras, tanto en nosotros educadores, como en nuestros estudiantes. Un segundo desafío, es que resulta necesario que nos planteemos la escuela no sólo como reproductora del sistema, sino como un espacio en que es posible que nosotros en calidad de intelectuales transformadores, nos juguemos por el cambio. Esto significa brindar a nuestros alumnos y alumnas la oportunidad de convertirse en agentes de conciencia cívica, en sujetos críticos y reflexivos, capaces de relacionarse de manera distinta con el conocimiento, como también con los otros; respetando la pluralidad y la diferencia, y no sólo como individuos que cuentan con las competencias necesarias para incorporarse al crecimiento económico. El tercer y gran desafío, es el quehacer del educador en el propio sindicato. Si las y los docentes tomamos efectiva conciencia de que la tarea central de nuestra profesión es la de potenciar la construcción de un nuevo tipo de educación, nuestros sindicatos deberían de trabajar para crear las condiciones ideológicas y materiales, tanto en las escuelas y liceos, como en el conjunto de la sociedad, para hacer de esta utopía una realidad. Esto nos lleva, necesariamente, a que asumamos el importante rol político que a las y los educadores nos corresponde en la sociedad. Tenemos la responsabilidad de construir una propuesta educativa profundamente democrática, que aborde los graves problemas de calidad y equidad, que hoy se sufren en el mundo entero, así como sus condiciones de implementación. Esto significa que debemos avanzar en fortalecer la conciencia de las ciudadanas y ciudadanos del mundo, que ha sido permeada por la lógica neoliberal, para que se asuma que es la escuela pública, la que puede crear las condiciones de construcción de sociedades democráticas -porque acoge a todos-, enseñando a vivir la experiencia de la convivencia, de la pluralidad, de la tolerancia. Es imprescindible, también, que sigamos batallando por concretar definitivamente el fortalecimiento de nuestra profesión, lo que implica luchar por contar con condiciones 18 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 19 laborales que posibiliten efectivamente un hacer profesional. Se requiere conseguir, además, una nueva organización del trabajo docente, que contemple tiempos reales dentro de la jornada laboral para el trabajo en equipo, instancias permanentes de reflexión, trabajo interdisciplinario y perfeccionamiento. Asuntos todos que deben potenciarse, superando las actuales tendencias a fomentar, a partir de incentivos, el trabajo individual y la búsqueda del éxito personal, y por tanto, la competencia entre iguales; así como el clima autoritario y antidemocrático que aún impera en muchos sistemas educativos del mundo. Somos millones y millones de docentes, en cada uno de nuestros países, y en el mundo entero. Por tanto, tenemos una gran tarea y responsabilidad. Bien decía el gran ideólogo peruano José Carlos Mariátegui cuando afirmaba: "De todas las victorias humanas les toca a los maestros, en gran parte, el mérito; de todas las derrotas humanas, les toca en cambio, en gran parte, la responsabilidad". ¿Cuál es nuestra responsabilidad en este avance del neoliberalismo en la conciencia de millones de ciudadanas y ciudadanos en el mundo? Si coincidimos en que parte de este avance ideológico corresponde también a nuestra propia responsabilidad y, por tanto, si nadie está conforme con nuestras actuales condiciones laborales ni con este mundo globalizado, debiéramos transformamos en creadores de conciencia, y levantarnos, unidos y convencidos, para estructurar un poderoso movimiento pedagógico mundial, por una educación pública de calidad, para el desarrollo de un mundo sustentable, justo y democrático. Los sindicatos de maestras y maestros, a nivel mundial, podemos estructurar un frente real, no sólo de resistencia, sino de propuesta y cambio de las actuales formas de globalización, aportando a la construcción de un modelo de desarrollo más humano. Nuestro desafío es lograr que nuestras organizaciones sindicales sean capaces de realizar un triple trabajo: 1) apoyar la constitución de las y los docentes como intelectuales transformadores; 2) reivindicar ante la sociedad nuestro rol; 3) luchar por las reivindicaciones económicas y laborales que nos permitan materializar una práctica investigativa, que creen condiciones reales para nuestra profesionalización, garantizando una educación pública, gratuita, de calidad para todas y todos. Ha llegado la hora de que, definitivamente, y con mucha mayor fuerza, levantemos la dimensión educativa como responsabilidad sindical, sin aguardar más tiempo para poner en marcha un gran Movimiento Pedagógico Mundial. 19 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 20 El núcleo de este trabajo tiene que ver, esencialmente, con el tema de alcanzar para nuestros países una educación efectivamente democrática. Para ello debemos ser capaces de abrir espacios de democracia y de consolidarla, partiendo del debate franco de ideas. Es una necesidad ineludible. Mucho más, cuando se advierte tanto en el terreno propiamente educativo, como en el ideológico político, que el avance de las ideas neoliberales o supuestamente modernizadoras que se nos han impuesto por nuestros gobiernos y las grandes transnacionales, ganan también, más y más terreno, en la conciencia de millones de ciudadanas y ciudadanos. Ante esta realidad, la responsabilidad de nuestras organizaciones docentes y del pensamiento progresista y democrático resulta ineludible. Tarea ineludible, pero, sin duda, de enorme dificultad. El mayor fortalecimiento, y capacidad orgánica del conjunto de la organización, requiere mayores niveles de formación y capacitación, tanto de la base como de sus dirigentes, porque no basta que seamos críticos al actual modelo y a muchas de las propuestas educativas que hoy día se están desarrollando. Muchas veces, al no lograr levantar con fuerza propuestas alternativas, nos insertamos en las políticas oficiales y nos incorporamos a los cambios pedagógicos y curriculares, porque sentimos que se requieren cambios en las aulas y escuelas, pero muchas veces ello se hace de manera no protagónica. Entregando la responsabilidad de la elaboración de los cambios pedagógicos y de la democratización de la escuela, por una parte, a otros profesionales e investigadores. Esto desvaloriza nuestro saber y experiencia como docentes y nos limita a aplicar metodologías y técnicas generados por otros, sin reflexionar críticamente sobre ellas y acentuando la desprofesionalización del quehacer docente. Y por otro, esperando pasivamente que por voluntad de las autoridades, se abran efectivos espacios de participación, no aprovechando, muchas veces, aquellos que, al menos, en términos legales, están establecidos. Por eso es tarea urgente fortalecer el trabajo educativo pedagógico del magisterio. Por una parte, las grandes mayorías nacionales requieren del sector docente, propuestas educativas que consideren sus intereses y necesidades. 20 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 21 21 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 22 Por otra, las niñas, niños y jóvenes requieren de una educación de calidad y democrática, porque serán ellos las futuras ciudadanas y ciudadanos que alcanzarán algún día, a concretar esa sociedad más justa y democrática que todos esperamos, y por la que tanto hemos luchado. Pero también, porque la lucha por la profesionalización docente y las consecuentes condiciones salariales y de trabajo para alcanzarla, requiere de la construcción de un pensamiento educativo pedagógico, y de un quehacer docente que legitime la actividad de la enseñanza como una tarea profesional, reconocida por el conjunto de la sociedad. La construcción de este pensamiento requiere de un trabajo amplio, de base, promoviendo la conformación de grupos de profesoras y profesores, articulados en torno al desarrollo de un Movimiento Pedagógico, que se planteen la reflexión crítica de la realidad educativa y de los procesos pedagógicos, la construcción de propuestas y la definición del papel que tenemos que asumir. Requiere de estudios, investigaciones, sistematizaciones y producción de escritos y encuentros, en los que aporten un mayor número de profesoras y profesores cada día más. Sabemos que esto no es tarea fácil, no sólo porque es una tarea relativamente nueva -ya que no ha constituido el quehacer central de las organizaciones del magisterio en las últimas décadas-; sino que además, por el conjunto de problemas que caracterizan nuestra realidad pedagógica y educativa, y por el consecuente deterioro que ha ido sufriendo la función docente. Por ello, para asumir este desafío se requiere de mucha voluntad y de un gran esfuerzo creativo, crítico y reflexivo; sostenido en el tiempo, que permita idear maneras de sensibilizar al conjunto del magisterio, y al mismo tiempo, ir agrupando a aquellas profesoras y profesores más conscientes que individual o colectivamente, están desarrollando cambios, y que requieren de la legitimación de su esfuerzo educativo pedagógico. En este sentido, es importante desarrollar un accionar gremial de carácter institucional, que permita elevar el grado de conciencia política del magisterio. Se trata de lograr conciencia, en la base del profesorado, de la relación entre la lucha reivindicativa, salarial, pedagógica educacional y de mejoramiento de las condiciones 22 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 23 laborales y profesionales con el contexto político nacional. 23 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 24 Debiéramos asumir, con responsabilidad, que la construcción de pensamiento pedagógico desde las bases magisteriales, y desde los problemas cotidianos que éstas enfrentan -en conjunto con el mundo académico-, puede constituirse, por una parte, en un camino para que profesoras y profesores se vuelvan a encantar con el trabajo colectivo y su organización, y por otra, puede permitir que el pensamiento pedagógico crítico se abra camino ante el discurso único y homogéneo, en el que se mueven las políticas y realidades educativas en nuestro continente. Así, de esta manera podrán constituirse nuevamente en ciudadanas y ciudadanos comprometidos, en actores sociales transformadores y liberadores, para apoyar transformaciones que favorezcan una educación de calidad para todas las niñas, niños y jóvenes latinoamericanos. 24 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 25 Presentaçao la Oficina Regional de la Internacional de la Educación para América Latina ha abierto varios temas para la reflexión, análisis y elaboración de propuestas por parte de la dirigencia de las organizaciones de la educación de América Latina. Es en el marco del proceso de ejecución del proyecto latinoamericano del Proyecto de Consolidación del Proceso de Formación Profesional y Sindical en Educación en América Latina, IE/FECCOO/FPS/AECI y gracias al financiamiento de la Agencia de Cooperación Española, a través de las Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de España (FECCOO), la Federación Paz y Solidaridad (FPS) y la Internacional de la Educación, que estas publicaciones han posido realizarse. En esta oportunidad, colocamos para la reflexión de las organizaciones de la educación y del público en general un tema de gran importancia para el sector de la educación: lo profesional y pedagógico, un aspecto importante de una política educativa. En tal sentido, esta publicación presenta el trabajo elaborado por el dirigente sindical de la educación chilena, miembro del Comité Regional para América Latina y miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación, Profesor Jorge Pavez. En el presente trabajo el Profesor Pavez reflexiona sobre los desafíos de las organizaciones de la educación en la elaboración de propuestas alternativas a los actuales modelos de educación. El autor aborda el tema de la mercantilización de la educación, de este análisis se desprenden diversas formas alternativas de enfocar la política educativa, pedagógica y profesional. Dada la particularidad mencionada, nos ha parecido de gran importancia que las/os educadoras/es de América Latina tengan acceso a esta información para que sirva como documento de referencia para la elaboración de propuestas alternativas en este tema. 25 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 26 Introdução Ao final dos anos 80 e, particularmente, durante os anos 90, os governos dos países latino-americanos promoveram diversas reformas educativas ajustadas à proposta de reajuste estrutural de orientação neoliberal que foi imposta no continente. Tais reformas foram elaboradas com o objetivo de promover processos de privatização da educação pública e de comercialização da educação em geral, em um contexto de globalização econômica e redução do papel do Estado. Todos esses processos foram impostos em nossos países sem a participação dos atores sociais. Como conseqüência, e também como reação a essa situação, nossas organizações sindicais têm feito lutas reivindicativas e políticas que, lamentavelmente, não têm conseguido frear as políticas privatizantes. Assim, estamos convencidos de que a luta política apenas reivindicativa não basta. Urge trabalhar o aspecto educativo-pedagógico na construção de propostas alternativas sólidas que avancem e que ganhem respaldo da sociedade e que possibilitem as transformações necessárias a nossos sistemas educativos, avançando nos processos de democratização e de justiça em nossos países. A educação e os desafios de agora. Já não se discutem as profundas mudanças causadas pela revolução científica e tecnológica. O acelerado processo de mudanças cientificas e tecnológicas, aliado ao uso de novas tecnologias, converteu o mundo em uma aldeia global, onde é possível transmitir idéias e informações, e também grandes quantias de capital especulativo, aos pontos mais distantes do planeta em milésimos de segundos. O conhecimento humano aumenta a cada dia, assim como a capacidade de intervir na natureza. Essa nova realidade modificou substantivamente, na prática, não apenas as relações sociais, mas também as culturas. O processo em curso não se detém, e diariamente somos surpreendidos por novas mudanças e novas realidades nas mais diversas áreas de atividade humana. É inquestionável que os resultados da criatividade e da inteligência, em pleno desenvolvimento, não foram capazes de solucionar os graves problemas que seguem afetando a humanidade. Ao contrário, criam-se novos problemas para os quais se requerem novas soluções. 26 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 27 Ainda não foram solucionados os problemas que provocam sofrimento em milhões de habitantes do nosso planeta, que seguem vivendo sem condições mínimas, nem os danos irreparáveis que significam o desaparecimento e a destruição da biodiversidade. A intolerância política, racial, de gênero ou religiosa ainda é uma realidade e os conflitos armados que envolvem a milhões de pessoas seguem sendo notícia cotidiana. Embora, obviamente, essa deveria ser a primeira constatação. Cabe, então, perguntar-se qual a razão que faz com que os enormes avanços e o progresso em conhecimento não tenham significado a erradicação definitiva de antigos males da humanidade?. Talvez a resposta seja, que o "progresso" construído pelos seres humanos esteja a serviço, tão somente, de um pequeno setor da humanidade. A globalização neoliberal não significou uma maior justiça social, nem a superação dos profundos desequilíbrios sociais, nem a construção de um desenvolvimento sustentável. Hoje, vivemos em sociedades com modelos economicistas e pragmáticos, nas quais valores como a solidariedade, a justiça social, a igualdade e a democracia deixaram de ser substantivos por estarem subordinados e regulados pelo mercado. Essa constatação nos traz um desafio que exige que respondamos criativamente, a partir dos sistemas educativos e de um novo papel como docentes, e que nos leva a oferecer uma educação da mais alta qualidade. Se quisermos pensar efetivamente sobre a educação para o século XXI, devemos reconhecer que ela terá, prioritariamente, de enfrentar essas contradições e ser capaz de ajudar a resolver esses problemas. Estamos convencidos de que a educação, ao contrário daqueles que pensam que deve submeter-se ao vai-e-vem do mercado, não pode estar, exclusivamente, a serviço das necessidades do sistema produtivo. A escola também deve satisfazer necessidades de caráter cultural, social, ético, e, fundamentalmente, de desenvolvimento pessoal. A escola não pode atender unicamente às necessidades dos processos produtivos. Por isso, a educação deve considerar a aluna e o aluno como um sujeito social capaz de incorporar-se ativamente não apenas nos processos de crescimento econômico, 27 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 28 como um mero recurso humano, mas também nos processos de transformação da sociedade. As novas habilidades, capacidades e necessidades de crescimento do indivíduo, como a autonomia, a criatividade, a capacidade de indagar e de pensar, que são exigidas pelo mercado e pelos sistemas produtivos para potencializar os modelos de desenvolvimento em curso, não devem ser pensadas unicamente desde a perspectiva do desempenho produtivo, mas sim como parte de uma formação integral que resgate o caráter humano das pessoas, mais além da sua utilidade e do seu desempenho, considerando os valores éticos inerentes a todo o processo educativo. Desde tal perspectiva, concluímos que deve haver profundas mudanças nos processos educativos do século XXI. O dilema está em indicar para onde apontam essas mudanças. Hoje, mais do que nunca, os processos educativos devem favorecer a formação de cidadãos críticos e reflexivos, capazes de relacionar-se com o conhecimento de maneira distinta, e que tenham a capacidade de compreender, explicar e criticar a realidade, de interagir respeitando a pluralidade, de buscar e criar novos caminhos, com a possibilidade de ir mais além dos limites impostos e não apenas adquirir as capacidades básicas para incorporar-se ao crescimento econômico. Todas essas demandas exigem que os docentes sejam profissionais reflexivos e inovadores. Assim, é indispensável repensar os fundamentos e o caráter da escola de hoje, a partir de um profundo processo de reflexão com ampla participação, e que defina o que queremos que se aprenda, como, e para que se aprende. O tema "qualidade da educação" deve ser visto desde uma perspectiva distinta e profundamente humana. Esse não é um tema simples, pois tanto no âmbito social como no político e educativo sustentam-se diversas concepções de "qualidade educativa", e assim, segundo uma ou outra definição e conteúdo, decidem-se e implementam-se políticas para melhorar a qualidade e o desenvolvimento da profissão docente. Atualmente, mais além do discurso, é evidente que na definição de políticas educativas subjaz, fundamentalmente, um conceito de qualidade construído e afirmado, principalmente, a partir de uma perspectiva mais interessada nos produtos e resultados do que nos processos, e portanto, vinculado em última instância, aos resultados acadêmicos. O problema é que os processos de ensino e aprendizagem são complexos e múltiplos 28 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 29 e, por conseguinte, os resultados do trabalho pedagógico são difíceis de medir ou observar diretamente. Esse não é o único problema, pois a função que cumpre a escola e o trabalho dos educadores também são complexos. O trabalho da educadoras e dos educadores, se por um lado, tem como sua principal preocupação a aprendizagem dos alunos; por outro lado, está vinculado a um projeto de desenvolvimento para o país que afeta a escola e orienta a formação dos estudantes, ainda que muitas vezes não o percebam. Deste nosso ponto de vista, educação de qualidade é, em primeiro lugar, a que pode acolher a todos, crianças e jovens, sem nenhuma discriminação, ou seja, uma educação que não segrega e que mantém e desenvolve seu alunado, ao invés de separá-lo e expulsá-lo. Em segundo lugar, a educação deve abordar a formação do estudante, minimamente, em três áreas. Por um lado, o aspecto do desenvolvimento individual das alunas e dos alunos, com o propósito de formar um ser humano melhor. Por outro lado, deve desenvolver as capacidades necessárias para promover a integração aos processos produtivos; e por último, deve cumprir uma missão fundamentalmente social: favorecer a formação de melhores cidadãos para uma sociedade democrática. Complementarmente, uma educação de qualidade deveria ser capaz de promover processos de aprendizagem significativos, que resgatem a experiência dos estudantes, respeitem sua diversidade e heterogeneidade, e ao mesmo tempo, assegurar a todos uma base cultural comum, sustentada basicamente em nossas próprias raízes latino-americanas, sem deixar de lado elementos que potenciem uma compreensão global do mundo. Uma educação de qualidade é aquela que, não somente, dá aos alunos habilidades e conhecimentos necessários para entrar no mundo do trabalho em um contexto mundial de globalização, mas também é aquela que promove o desenvolvimento de valores que possam fazer do estudante um cidadão completo, crítico, reflexivo, tolerante, solidário, ou seja, em uma palavra, democrático. As reformas educativas na América Latina. O Chile tem o triste privilégio de ter sido o país pioneiro em assumir, radicalmente, as políticas neoliberais. Nos anos 80, sob uma brutal ditadura militar, o projeto de desenvolvimento imposto estimulou a total abertura de mercado, adequando nosso 29 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 30 sistema educativo ao novo esquema de políticas econômicas e sociais. Decretou-se, portanto, uma mudança no papel do estado docente e iniciou-se um processo de descentralização e privatização coerente com o novo modelo que impôs uma reforma não apenas na educação, mas também no sistema de saúde e previdência social. Elaborou-se uma nova legislação e redesenhou-se o marco jurídico constitucional. Esse modelo, baseado nas idéias neoliberais mais dogmáticas, contou com o entusiasmado apoio dos organismos financeiros internacionais e transformou a educação em um produto de mercado, e não mais em um bem público. Essas mudanças, impostas pela ditadura a sangue e fogo, foram implementadas no restante dos países latino-americanos durante os anos 90, mantendo em comum seus aspectos ideológicos centrais. O certo é que, os trabalhadores em educação, da mesma forma que o resto da humanidade, estão inseridos em uma nova realidade mundial da qual é impossível subtrair-se. Vivemos em sociedades cada vez mais competitivas e segmentadas, o que tem provocado uma grave degeneração dos valores que formavam parte da nossa idiossincrasia. As violações aos direitos humanos, os atentados contra a diferença, o individualismo exacerbado e o consumismo são, hoje, a pauta do dia-a-dia. Parece que nas últimas décadas passamos a conviver com, e a dar por normais, comportamentos que contradizem os valores que o ser humano demorou séculos em estabelecer: os direitos humanos, a solidariedade, a justiça, o respeito por si e pelos outros, a tolerância, a não discriminação e a aceitação da diversidade, a participação cidadã, a proteção do meio ambiente e o desenvolvimento sustentável. Aliado a isso, paradoxalmente, perfila-se nas políticas educativas mundiais a convicção de que a educação deve estar orientada ao desenvolvimento de cidadãos para a economia. Assim, pensa-se o desenvolvimento de novas habilidades e capacidades desde uma perspectiva centrada no desempenho produtivo, e não visando a formação integral do indivíduo. Concebida dessa forma, a educação favorece uma formação fragmentada e o desenvolvimento de uma sociedade competitiva e desintegrada, na qual valores como a justiça social, a solidariedade e a democracia deixam de ser importantes na medida em que tudo está subordinado ao mercado. 30 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 31 Portanto, hoje estamos obrigados a dar atenção especial à formação de valores, pois a realidade em que vivem os educandos contradiz, persistentemente, o que a educação busca passar, já que os valores são apenas uma mercadoria a mais a ser comercializada. O império da competição, do individualismo, das múltiplas formas de violência, de discriminação e de injustiça social deve terminar para que possamos construir um mundo mais humano e democrático. A escola, indubitavelmente, deve assumir seu papel na solução desses problemas e favorecer a construção de uma nova sociedade e de um novo modelo de desenvolvimento. Essa é uma tarefa complexa, já que o contexto atual nega os valores que a educação pretende favorecer e produz uma contradição que cresce na medida em que se constata que o sistema educativo, um dos principais responsáveis pela formação de valores, os contradiz, ao segmentar, discriminar, reproduzir o autoritarismo social e os profundos desequilíbrios enraizados em nossa sociedade. A participação das trabalhadoras e dos trabalhadores em educação e seus sindicatos nas reformas educativas. Se por um lado, os discursos dos governos ressaltam a importância da profissionalização docente e da participação protagônica dos trabalhadores em educação na implementação das reformas educativas; por outro, o que se tem visto são reformas impulsionadas sem a participação ativa dos docentes. Os sistemas econômicos impostos a nossos países, em geral, consideram as pessoas, apenas, como indivíduos consumidores. Na sociedade de hoje, cada habitante se considera um ser individual, e não alguém que é parte de uma coletividade com interesses em comum. Assim, o conceito de democracia está muito ligado à opção individual em um contexto de relações de mercado, onde se entende à participação, também, em termos individuais e se fecham os espaços à opinião e ação dos sujeitos coletivos, sejam eles sindicatos ou outras organizações da sociedade civil. Impõe-se, desse modo, um 31 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 32 conceito de democracia sustentado, muito mais, nos interesses econômicos do que nos cidadãos. Por outro lado, a partir do discurso dos responsáveis pelas políticas educativas se concebem dois tipos de participação opostas e excludentes. Uma, apenas, relacionada com os processos pedagógicos nos estabelecimentos de ensino e outra ligada às políticas educativas. Considera-se que o único espaço de participação dos docentes é na sala de aula - na escola - e que a definição de políticas educativas e seu respectivo seguimento não são tarefas, nem motivo de preocupação, do professorado, sendo um tema que corresponde aos técnicos dos ministérios e aos políticos. Avançar rumo à superação desse problema e realizar as mudanças que o sistema educativo necessita implica superar essa concepção que fragmenta o fenômeno educativo. Devemos entender que os sistemas educativos não são neutros e sempre se encontram inseridos no âmbito político, social, cultural e ideológico. Por isso, para que as trabalhadoras e os trabalhadores em educação assumam um papel protagônico devemos participar tanto na elaboração de políticas educativas, como nas tarefas propriamente pedagógicas. Assim, é necessário articular a participação de indivíduos com a dos coletivos, o que supõe a superação da tendência supostamente democrática de recolher opiniões unicamente através de pesquisas, consultas e mecanismos similares e estabelecer outras formas de participação que permitam que as organizações sindicais desempenhem um papel fundamental na elaboração de propostas educativas com base em critérios técnicos, apoiadas por valores democráticos e de respeito aos direitos humanos. Deve haver um processo de diálogo, discussão e busca de acordos com todos os setores da sociedade. Enfim, deve-se abrir passo a negociações reais com as autoridades, e não meramente formais, pois geralmente prima a desconfiança e um diálogo onde as partes não se escutam e o que, normalmente, ocorre é a imposição de poder. Infelizmente, os trabalhadores em educação têm sido, geralmente, considerados como meros executores nesse processo, como técnicos carentes de capacidade e legitimidade para transformar-se em interlocutores válidos frente aos que defendem as políticas educativas. 32 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 33 Os discursos oficiais, freqüentemente, se referem ao "problema docente", tanto por considerá-lo um insumo caro, como por perceber nos docentes um discurso retardatário, conservador, que se opõe a todo esforço de modernização e que não está disposto a assumir processos de mudança. A esse discurso oficial se acrescenta a visão que se tem das organizações sindicais que representam os docentes, consideradas entidades corporativistas, preocupadas, exclusivamente, com reivindicações laborais e não com os interesses gerais da educação, além de ser renuentes ao diálogo e à negociação. Portanto, os meios de comunicação transmitem à população uma visão distorcida que destaca os aspectos negativos das organizações, apresentando-as como instituições politizadas e não como representantes da maioria dos docentes. Os desafios atuais da educação. Reverter à situação atual não será uma tarefa fácil. as professoras e os professores enfrentam um problema ético, político e social muito profundo. Aos educadores, se é que ainda apostam em uma sociedade distinta, somente lhes restam tentar atuar de maneira conseqüente com suas idéias, aplicando na escola e na sala de aula uma dinâmica democrática, diferente da que enfrentam como sujeitos na sociedade. Necessitamos de professoras e professores que se valorizem, apesar das dificuldades e contradições que enfrentam em seu cotidiano. Os educadores devem legitimar seu trabalho, ainda que tudo pareça apontar na direção contrária. Qual é o papel dos docentes nesse novo contexto? Como a educação enfrenta os riscos da fragmentação do indivíduo? De que maneira a educação vela por uma melhor qualidade de vida, de forma que a violência, o uso de drogas e o alcoolismo já não sejam vistos cotidianamente? Como conseguir, a partir do trabalho dos docentes, evitar a discriminação e a crescente segmentação da sociedade? Enfim, é possível que a educação apóie a formação de cidadãos íntegros, críticos, capazes de construir uma sociedade diferente, mais democrática, justa e solidária? Como conceber uma nova educação e, também, um novo papel dos educadores para poder construí-la? As respostas para essas perguntas não são simples. Entretanto, nossa opinião é de que devemos, primeiramente, abordar a questão da democracia. 33 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 34 A construção de uma escola democrática. Se analisarmos, especificamente, a questão da construção de uma escola democrática, creio que é necessário tocar dois temas fundamentais. O primeiro, está relacionado à necessidade de promover uma profunda mudança na cultura escolar, nos currículos e nas práticas pedagógicas, o que implica revisar os planos, programas e materiais de estudo, nos quais muitas vezes, estão presentes o autoritarismo, o dogmatismo e a discriminação em função de gênero e de origem étnica. Além disso, há de se promover a democracia e temas relacionados de forma transversal em todas as matérias. Também deve haver inovações no conceito de ensino e aprendizagem, e, consequentemente, na metodologia, pois a tendência tem sido promover a formação de um indivíduo passivo, mero receptor de conteúdos. Deve-se favorecer o desenvolvimento de cidadãos ativos, participativos e protagonistas de seu aprendizado, a quem reconheçamos e cujos conhecimentos e culturas sejam valorizados. Necessitamos formar cidadãos capazes de pensar e refletir criticamente sobre nossa realidade e de construir uma sociedade mais democrática. Devemos abordar a questão do currículo oculto, ou seja, das formas com as quais estabelecemos relações sociais no ambiente escolar, entre a direção, os docentes e os estudantes. Há de se enfrentar o autoritarismo e as formas veladas de discriminação, competição e desvalorização. A escola forma a moral e a consciência, tanto através das mensagens explícitas no currículo oficial, como nas implícitas no currículo oculto. Tanto os planos de estudos, os livros-texto e os materiais didáticos como a cultura escolar, as modalidades de interação que caracterizam seus ritos, suas regras e normas de convivência são formativos e socializadores. Além disso, as contradições, hoje em dia, são maiores. Impõe-se, não apenas, uma regulamentação que discrimina a diferença, mas que, arbitrariamente, são normas reguladas pelo mercado e pela competitividade. A segregação ocorre não somente pela não aceitação das diferenças e da própria identidade, mas também através do poder do mercado e do dinheiro. Desse modo, nossas crianças passam por experiências contraditórias em seu dia-a-dia, tanto no âmbito escolar, como no social e familiar. 34 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 35 Fala-se sobre desenvolvimento, igualdade e solidariedade em países onde as diferenças sociais são cada vez maiores. Um mundo de possibilidades é oferecido nos meios de comunicação e na propaganda oficial do sistema, enquanto milhões de nossos jovens levam uma vida sem sentido, sendo vítimas da pobreza e da violência. Nesse contexto, construir uma escola democrática e uma educação que promova os valores democráticos torna-se um desafio complexo que implica refletir criticamente sobre as contradições que enfrentamos diariamente. Além disso, precisamos construir espaços permanentes de reflexão e avaliação da conduta e do que fazer dos docentes, dos alunos e da comunidade. Também se devem problematizar as contradições da nossa sociedade e do sistema educativo com relação aos valores democráticos. Devemos constituir-nos, cada um dos atores no processo educativo, em protagonistas que reflitam com o objetivo de contribuir na construção de uma sociedade que supere suas contradições e na qual a democracia seja uma realidade, e não apenas um discurso. Uma escola democrática deve entender que o conhecimento está intrinsecamente ligado a valores e que, portanto, não deve ser comercializado como uma mercadoria. A escola democrática deve favorecer a formação de cidadãos tanto individuais como sociais, que possam reconhecer a si e aos outros e, que, se aceitem como participantes de uma história e de um projeto. Esse é um desafio para os educadores, nas suas próprias formas de se relacionar e de promover essa idéia entre os estudantes. Para participar efetivamente e democraticamente na vida social, os educadores devem aprender a exercer a crítica social e ensiná-la a seus alunos, para que compreendam e reflitam sobre as inconsistências que há entre os ideais e as realidades sociais. Um segundo problema que devemos citar, e que está relacionado ao mencionado anteriormente, é a necessidade de que haja mais igualdade e menos fragmentação para poder avançar na direção de uma "educação de valores para a vida democrática", onde os valores sejam os reguladores do sistema, e não o mercado. Isso significa recuperar a educação pública gratuita para todos como algo fundamental. Isso ocorre em meio a uma contenda ideológica: a discussão sobre o que se deve fazer para enfrentar a crise dos sistemas educativos, que se dá entre aqueles que afirmam que a solução para os problemas da educação passa pela privatização e aumento da oferta no mercado e os que acreditam que a educação pública é um fator essencial na formação de cidadania e democracia. Assim, a educação pública não deve apenas ser defendida, deve também ser capaz de enfrentar os novos desafios 35 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 36 que defronta a humanidade. Enfim, se queremos sociedades mais democráticas, a educação pública do novo milênio deverá ser de qualidade, caso contrário, não poderá superar as profundas fragmentações, segregações, conflitos étnicos, dogmatismos e sectarismos que caracterizam nossas sociedades. Para enfrentar esses desafios, que não são dos docentes individualmente, é importante fortalecer as organizações do magistério e avançar na elaboração de linhas centrais de trabalho que promovam a defesa e o fortalecimento da educação pública, o fortalecimento do trabalho pedagógico nos sindicatos e melhores condições de vida e de trabalho para os docentes. O importante é não desanimar e pensar que não podemos resolver os problemas que atualmente enfrentamos. Devemos estar conscientes de que, embora, a globalização seja promovida por setores poderosos, tanto financeiramente como militarmente, isso não significa que não possamos buscar uma alternativa mais humana de construção de projetos de desenvolvimento democrático que nos garantam uma vida mais plena e digna. Para que esse objetivo seja alcançado devemos tratar de enfrentar, por meio da ação sindical, os danos causados pelas políticas neoliberais na consciência de milhões de habitantes do mundo inteiro. Há de se buscar formas de obter êxito nesta difícil tarefa através da educação. Os desafios de nossos sindicatos e a urgência de assumir um novo papel como educadores. Já não podemos seguir lutando, apenas, para melhorar nossas condições de trabalho. Necessitamos realizar um grande esforço para promover o debate sobre educação e pedagogia, além de refletir sobre nosso papel como educadores. É por isso que os sindicatos de trabalhadores em educação têm a obrigação de propor uma educação distinta e questionar que desafios isso implica para a nossa profissão. O primeiro desafio está ligado à necessidade de pensarmos como educadores, e não apenas em nosso papel como trabalhadores profissionais especialistas em processos de ensino e aprendizagem, pois a educação leva a um posicionamento político, social, 36 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 37 cultural e ético. Além disso, é importante refletir sobre o tipo de aluno que estamos formando e o tipo de sociedade que desejamos construir. Devemos entender que a política e a pedagogia são indissociáveis e que, portanto, nossa tarefa deve ser fazer a pedagogia mais política, e vice-versa. Tornar a pedagogia mais política significa entender que o ensino, a reflexão e a ação crítica devem ser parte de um projeto social fundamental para ajudar a desenvolver nos estudantes uma consciência profundamente solidária e a capacidade de renovar-se para apoiar e velar por uma sociedade justa e democrática. Tornar a política mais pedagógica significa empregar práticas pedagógicas que considerem os alunos como agentes críticos e criativos, capazes de ser, fundamentalmente, cidadãos livres e libertadores, razão pela qual devemos, definitivamente, dar-lhes voz ativa em suas experiências de aprendizagem. Uma perspectiva profissional como a descrita anteriormente, assumida como uma linha central do trabalho sindical, faz com que devamos ver-nos como atores sociais da mudança, como intelectuais transformadores e não, somente, como profissionais eficientes que conhecem sua matéria e que possuem as ferramentas profissionais adequadas para cumprir com qualquer objetivo sugerido ou imposto pelo sistema. Definitivamente, assumir uma prática reflexiva dessa natureza significa formar-se como educadores capazes e competentes para articular a racionalidade técnica própria de nossa profissão com uma ética transformadora que promova mais autonomia e liberdades criadoras para os educadores e para os alunos. Um segundo desafio a enfrentar é a necessidade de ver a escola não somente como reprodutora do sistema, mas sim como um espaço no qual os docentes, como intelectuais transformadores, trabalhem pela mudança. Isso significa dar a nossas alunas e a nossos alunos a oportunidade de serem agentes de consciência cívica e cidadãos críticos e reflexivos capazes de relacionar-se de maneira distinta com o conhecimento e com os outros, respeitando a pluralidade e diversidade, e não somente indivíduos que tenham habilidades para participar do crescimento econômico. O terceiro grande desafio está relacionado ao papel que devem desempenhar as educadoras e os educadores no sindicato. Se estivermos conscientes de que a tarefa principal da nossa profissão é fomentar a construção de uma nova educação, nossos sindicatos deveriam trabalhar para criar as condições ideológicas e materiais, nas escolas e na sociedade, para que essa utopia seja realidade. Isso faz com que, necessariamente, assumamos o importante papel político que nos corresponde como 37 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 38 educadores na sociedade. Temos a responsabilidade de construir uma proposta educativa democrática que aborde a questão da qualidade e da igualdade e estabelecer as condições para implementá-la. Isso significa que devemos avançar na formação de consciência cidadã, que tem sido permeada pela lógica neoliberal, para o fato de que a escola pública é a que pode criar as bases para uma sociedade democrática, pois acolhe a todos e ensina a conviver na pluralidade e na tolerância. Também é imprescindível seguir lutando para fortalecer a nossa profissão e por condições de trabalho dignas. Além disso, deve-se lutar por uma nova organização do trabalho docente, que contemple tempo da jornada laboral para o trabalho em equipe, a reflexão permanente, o trabalho interdisciplinar e o aperfeiçoamento, já que esses temas devem ser enfatizados para superar as atuais tendências que promovem, através de incentivos, o trabalho individual e a busca do êxito pessoal, e assim, a competição, um ambiente autoritário e antidemocrático que impera em muitos sistemas educativos em diferentes países. Somos milhões e milhões de docentes em todo o mundo e, portanto, temos uma grande tarefa a realizar e uma grande responsabilidade. O ideólogo peruano José Carlos Mariátegui afirmava que, "em todas as vitórias humanas, o mérito, em grande parte, é dos educadores; em todas as derrotas humanas, por outro lado, deles é grande parte da responsabilidade". Qual é a nossa responsabilidade no avanço do neoliberalismo na consciência de milhões de pessoas em todo o mundo? Se estivermos de acordo em que parte do avanço dessa ideologia é nossa responsabilidade, se ninguém está satisfeito com nossas atuais condições de trabalho nem com o mundo globalizado de agora, deveríamos passar a ser formadores de consciência e estar unidos e convencidos para estruturar um poderoso movimento pedagógico mundial por uma educação pública de qualidade para desenvolver um mundo sustentável, justo e democrático. Os sindicatos de professores podem estruturar uma frente mundial real não somente de resistência, mas também de propostas e de mudanças nas atuais formas de globalização, contribuindo para a construção de um modelo de desenvolvimento mais humano. Nosso desafio é fazer com que nossas organizações sindicais sejam capazes de realizar três coisas: Apoiar o processo de formação de docentes como intelectuais transformadores; 38 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 39 Reivindicar nosso papel perante a sociedade; Lutar por reivindicações econômicas e laborais que nos permitam realizar uma prática investigativa e que crie condições reais para a nossa profissionalização, garantindo uma educação pública gratuita de qualidade para todos. Definitivamente, já chegou a hora de assumirmos a dimensão educativa como uma responsabilidade sindical, sem esperar mais tempo para colocar em marcha um grande Movimento Pedagógico Mundial. O objetivo desse trabalho deve ser, essencialmente, promover em nossos países uma educação efetivamente democrática. Para isso, devemos ser capazes de abrir espaços para a democracia e consolidá-la através de um franco debate. Essa é uma necessidade e uma tarefa iniludível e de grande dificuldade. Fortalecer as organizações sindicais requer melhor formação e capacitação, tanto para as bases como para a direção, pois não basta apenas com criticar o modelo atual e as políticas educativas que estão sendo implementadas. Muitas vezes, ao não conseguir elaborar propostas alternativas, aceitamos as propostas oficiais e nos integramos, sem protagonismo, às mudanças pedagógicas e curriculares por sentirmos a necessidade de mudanças nas salas de aula e nas escolas. Entregamos a responsabilidade pela elaboração de inovações pedagógicas e pela democratização da escola a outros profissionais e pesquisadores, o que desvaloriza nosso conhecimento e nossa experiência como docentes e nos limita a aplicar metodologias e técnicas geradas por outros, sem refletir criticamente, o que leva à desprofissionalização do magistério. Por outro lado, esperamos passivamente que, por desejo das autoridades, abram-se espaços efetivos de participação e não aproveitamos aqueles que, pelo menos legalmente, estão estabelecidos. Por essas razões urge fortalecer o trabalho educativo e pedagógico do magistério. Pois, por um lado, as grandes maiorias nacionais exigem dos docentes propostas educativas que considerem seus interesses e necessidades e, por outro, as crianças e os jovens precisam de uma educação de qualidade e democrática, pois eles serão os cidadãos que poderão, um dia, tornar realidade a sociedade mais justa e democrática que todos esperamos e pela qual tanto temos lutado. Além disso, a luta pela profissionalização docente e por condições salariais e laborais dignas requer a construção de um pensamento educativo pedagógico que legitime o ensino como um trabalho profissional respeitado pela sociedade. Para construir esse pensamento, deve haver um amplo trabalho de base que promova a formação de grupos de professores articulados para desenvolver um Movimento Pedagógico e 39 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 40 promover uma reflexão crítica sobre a realidade educativa e os processos pedagógicos, construir propostas e definir o papel que devemos desempenhar. Necessitamos estudos, pesquisas e sistematizações dos resultados de encontros, aos quais se espera uma participação cada vez maior de docentes. Sabemos que essa não é uma tarefa fácil, não apenas por ser relativamente nova, pois não foi foco de atenção do trabalho sindical nas últimas décadas, mas também por todos os problemas que caracterizam nossa realidade pedagógica e educativa e pela deterioração que tem sofrido a profissão docente. Para enfrentar esse desafio necessitamos de muita vontade e um grande esforço criativo, crítico e reflexivo continuado que possibilite encontrar formas de sensibilizar ao magistério e, ao mesmo tempo, agrupar os professores mais conscientes que, individual ou coletivamente, estão promovendo mudanças e que necessitam legitimar seus esforços educativos e pedagógicos. É importante desenvolver ações sindicais de caráter institucional que permitam aumentar o nível de consciência política do magistério. Trata-se de formar consciência nas bases do magistério sobre a relação entre luta reivindicativa salarial, as questões pedagógicas e educacionais e a luta por melhores condições de trabalho e o contexto político nacional. Devemos entender que a construção do pensamento pedagógico desde as bases do magistério, considerando os problemas cotidianos, pode ser o caminho para que os professores voltem a interessar-se pelo trabalho coletivo e por seus sindicatos e, pode fazer com que se abra espaço para o pensamento pedagógico crítico frente ao discurso único e homogêneo sobre políticas e realidades educativas no nosso continente. Dessa forma, os docentes poderão ser novamente cidadãos comprometidos, atores sociais transformadores e libertadores que apóiem mudanças que favoreçam uma educação de qualidade para todas as crianças e os jovens da América Latina. 40 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 41 ¿Presentation? la Oficina Regional de la Internacional de la Educación para América Latina ha abierto varios temas para la reflexión, análisis y elaboración de propuestas por parte de la dirigencia de las organizaciones de la educación de América Latina. Es en el marco del proceso de ejecución del proyecto latinoamericano del Proyecto de Consolidación del Proceso de Formación Profesional y Sindical en Educación en América Latina, IE/FECCOO/FPS/AECI y gracias al financiamiento de la Agencia de Cooperación Española, a través de las Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de España (FECCOO), la Federación Paz y Solidaridad (FPS) y la Internacional de la Educación, que estas publicaciones han posido realizarse. En esta oportunidad, colocamos para la reflexión de las organizaciones de la educación y del público en general un tema de gran importancia para el sector de la educación: lo profesional y pedagógico, un aspecto importante de una política educativa. En tal sentido, esta publicación presenta el trabajo elaborado por el dirigente sindical de la educación chilena, miembro del Comité Regional para América Latina y miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación, Profesor Jorge Pavez. En el presente trabajo el Profesor Pavez reflexiona sobre los desafíos de las organizaciones de la educación en la elaboración de propuestas alternativas a los actuales modelos de educación. El autor aborda el tema de la mercantilización de la educación, de este análisis se desprenden diversas formas alternativas de enfocar la política educativa, pedagógica y profesional. Dada la particularidad mencionada, nos ha parecido de gran importancia que las/os educadoras/es de América Latina tengan acceso a esta información para que sirva como documento de referencia para la elaboración de propuestas alternativas en este tema. 41 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 42 Introduction As of the end of the 1980s, and particularly during the 90s, Latin American governments put into practice education reform programs that respond to the structural adjustment plans of neo liberal character that have been imposed on our continent. Such programs were designed with a view to promoting the privatization of public education and the commercialization of education in general, in a context of economic globalization, of opening up of markets and reduction of the role of the State. The aforementioned reforms were implemented without the participation of civil society. As a result, the actions of our unions have mostly focused on making demands and promoting policies that have, regrettably, not been able to prevent further advance of privatization policies. We are, therefore convinced that demand and protest actions are not enough and that it is urgent that we foster debates on education and pedagogy issues and begin to formulate concrete alternative proposals that gain support of society and set the conditions for the changes required by our education systems and help us further the promotion of democracy and justice in our countries. It is beyond dispute that the scientific and technological revolution has led to profound changes in the world. The use of technology has shortened distances and turned the world into a global village. Information and massive amounts of capital can be sent to the most distant areas of the planet in just a matter of seconds. Knowledge is broadened every day, just as our capacity to interfere with nature. Cultures and social relations have been significantly changed by this new reality. This ongoing process of changes seems unlikely to stop, and we witness changes and progress in every area of human activity on a daily basis. However, it must be said that the results of creativity, intelligence and development have not been able to provide a solution for the problems that continue to affect mankind, but they have rather created new problems that require new solutions. Despite all the progress made in different areas, millions of people still live under conditions of severe poverty; irreparable damage is made to biodiversity; racial, religious, gender and political intolerance persists and armed conflicts that involve millions of people are part of our everyday life. The question that here arises is why despite all the progress made we have not been able to put an end to problems mankind has faced for many years. 42 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 43 The answer to that might be that the progress made so far has benefited only a small group of people. Globalization per se has not meant more justice, neither has it reduced the social gap. Sustainable development is yet to be achieved. All things considered, we currently live in a society based on an economicist model of development. Values such as solidarity, democracy, social justice and equity are now subject to the rules of the market. This represents a major challenge to which we shall respond creatively, by rethinking our role as teachers. We are urged to deliver high quality education. The education for the XXI century needs to address the aforementioned contradictions as a priority and to help find the solution for such problems. Unlike those who believe that education should be controlled by the market, we are convinced that it cannot be considered exclusively from the standpoint of economy and production system needs. Education must satisfy cultural, social, ethical and personal development needs. Therefore, the student must be regarded as someone who can participate actively not only in economic growth processes, but also as a citizen who can change society. The new skills and abilities, such as autonomy, creativity and the capacity to question and think critically, required by the market and the productive system should not be considered exclusively from a productive performance perspective. Education should aim at promoting the full development of individuals, besides equipping them with the tools to join the labour market, emphasizing the ethical values inherent to the learning process. In view of this, we believe that education for the XXI century must change profoundly. The dilemma that arises is determining which changes have to be made and where they will lead to. Nowadays, more than ever, education needs to favour the development of critically reflexive individuals who can approach knowledge from a different perspective and who are able to understand, explain and criticize reality. They must be able to interact with others, respecting diversity, and go beyond the limits established, and not only acquire the tools that will enable them to participate in economic growth. In consequence, we must be reflexive and innovative teachers. It is, therefore, indispensable that we rethink the fundamentals of education nowadays, and that we generate in-depth discussions aimed at defining what should be learned, how and what 43 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 44 for. It is necessary to look at quality of education from a more human perspective. This is not a simple issue, for there are different interpretations, on the social, political and educational sphere, of what quality of education is. Consequently, policies for the improvement of quality of education and development of the teaching profession are defined in accordance with a particular concept. Nowadays, it is evident that the underlying concept of quality of education taken into account upon defining and elaborating education policies is a results-oriented one. The focus is the academic achievement, rather than the learning process itself. The problem lies in the fact that teaching and learning processes are complex and varied, and therefore, the results of pedagogical practices are difficult to measure or observe directly. This, however, is not the only difficulty, for the role played by the school is also complex. If on the one hand the focus of teaching is the student's learning, on the other hand teaching is linked to a model of development for the country, even though often times teachers do not realize that. From our standpoint, quality education is the one that can face up to the following challenges. First of all, it should take in children and young people without discriminating them, that is, it should not segregate. It should maintain, develop and support its students. Secondly, quality education should address the individual development of students with a view to forming better human beings. Also, it needs to equip students with the tools and skills that will help them join the labour market. Finally, it should accomplish a fundamentally social mission: to make better citizens for a democratic society. Complementarily, quality education should promote meaningful learning experiences and take into account the students' background, respecting diversity and heterogeneity and at the same time providing them with a common cultural base, of Latin American character, but that will enable students to have a global comprehension of the world. In a nutshell, quality education should not only equip students with the tools and skills to join the labour market in a context of globalization, but it should also cherish values that will make healthy, critical, reflexive, tolerant and caring human beings. In other words, it should form profoundly democratic individuals. 44 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 45 Education reforms in Latin America. Chile, my country, was, unfortunately, the pioneer in radically implementing neo liberal policies. During the 1980, under a brutal military dictatorship, the development project imposed on our country promoted the opening up of the market and adapted our education system to the new economic and social policies. There was a change on the role of teachers and a process of decentralization and privatization, not only of education, but also of health services and social security, was begun. A new labour code was elaborated and there were reforms to the constitutional legal framework. The model based on the most dogmatic neo liberal principles was enthusiastically supported by the international financial institutions and turned education into a commodity. The changes imposed mercilessly by the dictatorship were eventually implemented all over Latin America during the 90s, maintaining core ideological aspects. Undoubtedly, teachers, just as the rest of mankind, have to face a new reality which we cannot withdraw from. We live in increasingly competitive and fragmented societies. That has led to the deterioration of values that were once dominant. Violations of human rights, threats to diversity, exaggerated individualism and consumerism have become prevailing trends. It seems that along the last decades we have come to accept as normal situations that do not hold onto the values cherished along centuries: respect for human rights, solidarity, justice, respect, tolerance of diversity, no discrimination, citizen participation, protection of the environment and sustainable development. At the same time, the conviction that education must aim at preparing individuals only for their participation in economy is being expressed in education policies all over the world. Consequently, skills and abilities are considered only in terms of the impact they can have on individual's performance within the productive system, and not as part of all-round education. As a result, education favours the development of a fragmented and competitive society, in which values such as social justice, solidarity and democracy are subject to the rules of the market. 45 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 46 Against this backdrop, we are forced to pay special attention to the fostering of values. The reality our students face contradicts what education endeavours to provide them with, on account of the fact that values are today just another commodity in the market. We must put an end to the empire of competition, individualism, of different forms of violence, discrimination and lack of social justice if we want to build a more democratic world. Undoubtedly, the school has to play a major role in the solution of the aforementioned problems and to help build a new society based on a new model of development. This is a complex task, because, as stated before, reality denies the values that education tries to cherish and this contradiction can be seen in the sense that the very education system, which theoretically should foster values, discriminates and reproduces the social authoritarianism and the inequities deeply rooted in our society. The participation of teachers and their trade unions in education reforms. If on the one hand governments highlight the importance of teacher professionalization and their participation in the implementation of education reforms, on the other hand we see that reform programmes have been put into practice without active participation of teachers. Generally speaking, in the economic models imposed on our countries human beings are mere consumers. Nowadays, there is a pronounced tendency for people to see themselves as individuals rather than members of a group with interests in common. Thus, the prevailing concept of democracy is linked to the possibility of making individual choices in a framework of market relations. Likewise, citizen participation is seen in individual terms and there is increasingly less room for collective action, whether by trade unions or other civil society organizations. Under these circumstances, a concept of democracy based on economic rather than citizen's interests is imposed on our societies. At the same time, those who are responsible for education policies promote two opposed and excluding forms of participation. One is related to pedagogic processes in the school environment and the other to education policies. In essence, teachers' participation is limited to the classroom and the school environment. The definition and follow-up of education 46 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 47 policies is responsibility of politicians and technical staff from the ministry of education. To overcome such problems and to make the necessary changes to the education systems this concept of participation that fragments education must be reviewed. We must understand that the education system in not neutral, for it is set in a political, social, cultural and ideological environment. In consequence, for us education workers to play a leading role in the education system we must participate both through our teaching practice and in the elaboration of education policies. It is necessary to coordinate the participation of individuals with that of unions and other civil society organizations. We must establish other forms of ensuring citizen participation in which teachers unions play a key role, rather than the usual supposedly democratic trend of gathering opinion by means of polls and surveys. This way we can build education proposals based on technical criteria and on principles of democracy and respect of human rights. The elaboration of such proposals should involve dialogue and discussions in an effort to reach consensus with different sectors of society. Ultimately, we need to establish real negotiation processes with authorities, and not merely formal ones, in which lack of trust is the rule and what usually happens is the imposition of power. Unfortunately, in these processes, generally speaking, education workers have been regarded as mere executors of programmes, as professionals who lack the capacity to become stakeholders in the debate over education policies. Official rhetoric, rather frequently, refers to the "teacher problem". Teachers are considered an expensive resource and we are accused of being conservative and opposing every effort of modernization and change. To this rhetoric is added the fact that trade unions are pictured as being excessively corporate and exclusively concerned with salary demands and not with education and that unions are resistant to dialogue and negotiation. The media conveys a biased view of unions to society, emphasizing negative aspects and branding us as political organizations rather than the representatives of teachers. Changing this situation will not be an easy task. Teachers are faced with an enormous ethical, cultural, political and social problem. The only option we have, if we still believe in building a different society, is to act in accordance with our beliefs and promote in the school and in the classroom democratic practices, unlike the ones we face in society. 47 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 48 We need teachers who value themselves and legitimate their work, despite all the difficulties and contradictions we face in our daily practice. What is the role of the teacher in the new context? How can education address the risks posed by fragmentation of individuals? How can education pave the way for a better life in which violence, drug addiction and alcoholism are no longer rampant? How can teaching prevent discrimination and segmentation of society? Is it possible that education foster upright citizens who are able to build a different, more democratic and caring society? How do we conceive a different education and a new role for teachers to make this society a reality? The answer to these questions is not a simple one. From our point of view, we should, first of all, focus on democracy. Building democratic schools. There are two main issues to address upon considering how to build democratic schools. The first has to do with the need for profound changes in school culture, in the curricula and teaching practices. This means that we need to review syllabuses and text books, particularly for there is classroom material in which often times authoritarianism, dogmatism, discrimination based on ethnic origin and gender are still found. At the same time, we have to promote democracy as a cross-cutting issue in all school subjects and to foster innovations in teaching practices and methodology, which currently tend to cherish passive individuals, and that should develop individuals who play an active role in the learning process and whose values, culture and background are respected and used as the base for new knowledge. The school environment has to favour the fostering of creative and reflexive citizens who can play a leading role in the effort for building a more democratic society. In consequence, we must address the issue of the "hidden curriculum", that is, the way we establish relations in the school environment, between the principals and teachers, teachers and their colleagues, teachers and students, and put an end to veiled forms of discrimination, competition and devalorization of others. The school provides moral education and develops consciousness both through the explicit messages of the curriculum and the implicit messages of the "hidden curriculum". The syllabuses and the school culture, the forms of interaction that characterize its rituals and its rules all play a part in the development of students. 48 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 49 Moreover, contradictions today are more flagrant. Regulations that discriminate diversity and identity are imposed and rules are arbitrarily established in attention to the needs of the market and competition. Thus, segregation is not only on the basis of identity, but also on money and power. Consequently, students are exposed to contradictory situations and practices in the school environment and in society. Students hear about development, equity and solidarity between countries. A world of opportunities is offered in the media and in official propaganda. Nonetheless, millions of students are victims of violence and poverty, living lives without a meaning. Against this backdrop, building democratic schools and promoting democratic values through education is not an easy task. It is a rather complex challenge that implies permanent critical analysis on the contradictions we face in society nowadays. We need to establish a permanent process of evaluation of our practices, as teachers, students and community and promote debates on the contradictions of society and our education systems. We must be, each one of us, active and reflexive citizens who contribute and play a leading role in the effort to build a new society in which democracy is a reality, and not just rhetoric. Knowledge is loaded with values, and therefore, cannot be a commodity. The democratic school needs, then, to favour the nourishing of individuals with social perspective who recognise themselves and others as being part of history and of a project. Creating the adequate environment for this to happen is a challenge for teachers. In order to participate effectively and democratically in social life, teachers must learn to exercise social criticism and teach it to their students, so that they can reflect on the inconsistencies between ideals and social realities. Another problem I wish to refer to, closely linked to the one previously mentioned, has to do with the fact that for us to promote an education for democracy it is essential that there is more equity and less fragmentation, and that democratic values, and not the market, set the standards for our society. This leads to the need to provide free public education for all as a fundamental principle of a democratic society, in a context of ideological debate on what has to be done to solve the problems of our education systems. This debate is polarized between those that maintain that problems of education are solved by the market with more privatization and those who argue that public education is the key to solve such problems and to promote democracy. Public education should be defended and face up to the new challenges faced by mankind. 49 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 50 Definitely, if we want more democratic societies, we need quality public education, or we will not be able to overcome the serious problems caused by fragmentation, segregation, ethnic conflicts, dogmatism and sectarism. In order to face up to these challenges, which cannot be addressed by teachers individually, it is important to strengthen education sector trade unions. We need to emphasize the following aspects of union action: defence and strengthening of public education; pedagogical and education policies; improvement of living and working conditions for teachers. It is of key importance that we do not let our enthusiasm be eroded by discouragement and that we consider that reality cannot be changed. Although it is true that globalization is supported and promoted by powerful groups, economically and militarily wise, it does not mean that we cannot elaborate more democratic development projects that focus on the well being of citizens and set the conditions for a better life. For us to reach this goal, our union action must address the damages caused by neo liberal policies in the minds of millions of people all over the world. The question that arises here is how our teaching practice can help us succeed in that task. Our unions' challenges and the urgency of assuming a new role as teachers. It is not enough to argue for better labour conditions anymore. We must make an enormous effort to develop education and pedagogical proposals and to reflect on our role as teacher in the current context. In essence, our unions have to propose a new kind of education and, consequently, analyse and be prepared to respond to the challenges that implementing this new education might imply to our profession. First of all, we must see ourselves as educators, not only as professional workers, experts in teaching and learning processes, for education leads to a political, social, cultural and ethical position. It is also important that we ask ourselves the kind of student we are developing, and of course, the kind of society we want to build. In view of this, we must understand that policies and pedagogy are inseparable, and that it is our responsibility to make pedagogy more political, and policies more pedagogical. 50 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 51 To make pedagogy more political we have to understand that teaching, reflection and critical action must be fundamental part of a social project to help build in our students a great sense of solidarity and the ability to look for new ways of building a fair and more democratic society. To make policies more pedagogical we have to consider students as critical and creative individuals. For that, we must assign them an active role in the learning process. A professional perspective as described above, being the focus of trade union work, makes us necessarily act as intellectuals who promote changes, rather than mere executors who master a given subject and are equipped with the skills to help achieve any objective imposed by the system. For our teaching practice to be reflexive, we have to be competent and skilled educators who can link technical and ethical aspects with a view to promoting autonomy and creativity. Also, it is important that school does not reproduce the system, but rather that it be the starting point of change and that teachers play an active role in it. We must, therefore, provide our students with opportunities to become critical and reflexive individuals who can approach knowledge and relations with others from a different perspective, respecting diversity, rather than individuals who are only equipped with the tools and skills required for economic growth. Another challenge has to do with the role of teachers within the union. If we are aware of the fact that the main task of our profession is to set the conditions for a new education, our unions should then work to establish the ideological and material base for that effect, both in the school environment and in the whole of society. In consequence, we must play an important political role as teachers. We are responsible for the elaboration of a democratic education proposal that addresses issues such as quality of education, equity and also the conditions required for its implementation. We must strengthen the consciousness of people all over the world, currently permeated by neo liberal ideology, and emphasize the fact that public education is the base of a democratic society, for everyone can be part of it learn how to live with and respect diversity. It is also essential that we maintain our efforts to strengthen our profession and have 51 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 52 better working conditions that enable us to deliver quality education. Teachers' workload must be reorganized in such a way that there is time for group work, for permanent reflection, interdisciplinary work and improvement. The current trend of favouring individual work by means of incentives, which leads to competition, and the antidemocratic atmosphere and authoritarianism that are rampant in education systems all over the world must be halted. There are millions and millions of teachers in the world. We have, therefore, a great responsibility and a huge task to take on. The Peruvian ideologist José Carlos Mariátegui put it rightly when he said that " in every victory of mankind, teachers are due great part of the credit; in every loss of mankind, they have, on the other hand, great part of the responsibility". Which is, then, our responsibility in the light of the advance of neo liberal policies? If we agree that part of the advance of this ideology is our fault and if nobody is satisfied with our current labour conditions, nor with the effects of globalization, we should then organize a powerful pedagogic movement for the defence of public education and a fair, democratic and sustainable development model. Teacher unions, worldwide, can be a real resistance front and also the source of proposals to change the current forms of globalization, contributing to a more human development model. Our task is to make trade unions be able to support teachers in their effort to become intellectuals that promote change; legitimate our role within society and fight for economic and labour demands that set the conditions required for the professionalization of teaching and that ensure quality public education for all. It is high time we assumed education policies as a trade union responsibility. We cannot afford to wait any longer to set in motion a great Global Pedagogic Movement, with the main objective of delivering effectively democratic education. For that effect, we must establish room for democracy and consolidate it by means of a frank exchange of views. This is a paramount need, particularly when one observes that the neo liberal ideas are gaining momentum not only in education and political ideology, but also in the minds of millions of people. In view of this, enormous responsibility falls on teachers unions and progressist organizations. We have a great task ahead, one we cannot overlook. The 52 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 53 strengthening of unions requires training both for grassroots members and the leadership, for it no longer suffices to be critical of the current economic model and education policies. Often times we do not elaborate alternative proposals and are forced to implement official policies. We accept such policies because we recognize the need for change in curricula and in pedagogy, but we fail to play a leading role in the process. By handing over the responsibility for the elaboration of proposals to promote pedagogic changes and democracy in the schools to other professionals and researchers, we are contributing to the devalorization of the teaching profession, for we are not drawing on our experience to contribute to the definition of new policies. Thus, we limit ourselves to using methodologies and techniques created by others, without critically reflecting about them. We end up passively waiting for authorities to grant us room for participation, instead of taking advantage of those that, at least in legal terms, are already established. Therefore, it is urgent that pedagogical aspects receive attention of teachers and our unions. The majority of the population in our countries demands of teachers education policies that consider their interests and needs. Our students need democratic quality education, because they are the ones who will be the citizens that will implement the fair and democratic society we all hope to see and have fought for. We need to emphasize and focus our union action on pedagogy and education policies if we want to succeed in ensuring decent labour conditions and if we want society to respect our profession. To do so, we need to start working with the base of our organizations and form groups of teachers who, involved in the Pedagogic Movement, reflect on the situation of education and pedagogical processes today and elaborate proposals and define the role we have to take on. We need to carry out researches, to organize the results of debates and workshops, to which hopefully a growing number of teachers will participate. We are well aware of the fact that this is no easy task, not only because it has just recently gained attention of the union movement, but also because of the current situation of education and the deterioration of the teaching profession. To live up to this challenge we need willpower, creativity and reflection, so that we can find ways to mobilize and sensitize teachers. Also, we need to involve those teachers who are implementing changes and who need to have their pedagogical efforts 53 propuesta_educativa.qxp 06/07/2006 9:02 Página 54 legitimated. In essence, it is important to carry out union action of institutional character to raise political awareness of the teaching community. Teachers have to be aware of the link between demands for better salary and labour conditions, education and pedagogy and the national political context. We must assume with responsibility the setting in motion of a pedagogical movement from the base of the teaching community, taking into account the problems faced in our daily practice, for this can make teachers once again feel motivated with collective and union action. This can also make the debate on pedagogy gain momentum and question the homogenous discourse on education that is the trend in our continent. Thus, teachers can once again be committed citizens, social actors who promote change and freedom and who support innovations that favour the realization of quality education for all in Latin America. 54