S-038 - Universidad Nacional del Nordeste

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S-038 - Universidad Nacional del Nordeste
Resumen: S-038
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E
Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2004
Prácticas comunicacionales vinculadas a la religiosidad popular.
Devoción al Gaucho Gil.
Parras, Elizabeth K.
Cátedra de Investigación en Comunicación Social.
Carrera de Relaciones Laborales, Turismo y Comunicación Social
San Juan 434 . C.P.: 3400. Corrientes. Argentina. Te / fax: 427141.
Antecedentes:
El campo investigativo de la comunicación presenta una inmensa heterogeneidad en sus orígenes, en su desarrollo y en
sus resultados. Heterogeneidad además, en varios niveles: epistemológico, disciplinario, teórico y metodológico.
Los estudios de las prácticas sociales surgen en el campo investigativo comunicacional actual como resultado de una
atención teórica hacia las estructuras sociales y el contexto histórico. Estudiar comunicación como se evidencia cada
vez más ampliamente, no es sólo ocuparse de los aportes de un conjunto restringido de medios, sea a la socialización de
los niños o los jóvenes, sea a las decisiones de compra o de votación. Los estudios comunicacionales abarcan las
estructuras, los escenarios y los grupos sociales que se apropian de los mensajes y los reelaboran.
En Francia ha sido muy importante el sesgo semiológico como ámbito desde el cual se abordan los estudios de
comunicación, mientras que en Inglaterra, la corriente de estudios culturales ha revolucionado los estudios
comunicativos, acercándose a lo que ha venido sucediendo también en la última década en nuestro continente.
El libro de Rosana Reguillo “La construcción simbólica de la ciudad” constituye un ejemplo donde se asocian e
interrelacionan diversas teorizaciones de las ciencias sociales y humanísticas para dar cuenta de lo que constituye la
materialidad y subjetividad, por parte de sujetos históricamente ubicados.
Desde las publicaciones del Programa Institucional de Investigación en Comunicación y Prácticas Sociales de la
Universidad Iberoamericana, Plantel México, podemos acceder a artículos y ensayos teórico-metodológicos en los que
se reflexionan las posibilidades de investigar la comunicación descentrada de los medios y a partir de las prácticas
sociales. En éstos artículos están presentes las perspectivas teóricas de Martín Barbero, García Canclini, Fuentes
Navarro, Sánchez Ruiz, y Guillermo Orozco, que ponen en escena algunos de los elementos básicos para la
investigación bajo la mirada de las prácticas sociales.
La línea comunicación/cultura, que es el camino tomado para analizar el rito de devoción al Gaucho Gil, describe las
interrelaciones del conjunto de las prácticas de una sociedad, a partir de un concepto de cultura como amalgama de
significados, valores y prácticas sociales. En la base teórica de este tipo de investigaciones y ensayos, podemos ubicar
en el contexto de los años 80 y 90 la influencia de la Escuela de Birmingham, los estudios de Stuart Hall en los 70, las
reformulaciones propuestas por David Morley y Ien Ang, los trabajos antropológicos de Clifford Geertz, las nociones
de campo y habitus de Bourdieu, la etnometodología de Garfinkel, etc.
Por otra parte en Argentina, dentro de esta misma línea analítica es posible advertir en muchos casos diversos matices
de éstos modelos, bien fundamentados y adecuados metodológica o culturalmente a circunstancias locales puntuales.
Otro fenómeno ubicado en la mira de los investigadores de base etnográfica-comunicacional ha sido abordado por
Mario Margulis en “La cultura de la noche”, un trabajo de campo con observación participativa y descripción densa que
se inspira en los conceptos de habitus de clase de Bourdieu y en un encuadre antropológico derivado de Clifford Geertz.
Octavio Paz logra reflejar con riqueza de lenguaje y agilidad estilística un profundo trabajo etnográfico que analiza las
diversas expresiones y actitudes del “mexicano”, en su obra El Laberinto de la Soledad. “Desde las obras pioneras
hasta la actualidad, la práctica multidisciplinaria de la investigación de la comunicación ha sido mucho más influyente y
sugerente en América Latina que su opuesto”(Fuentes Navarro, Raúl, 2002).
El campo de los estudios de la comunicación es hoy interdisciplinario y la antropología social es parte constitutiva de
cualquier noción de ciencias de la comunicación. Los investigadores coinciden en que los procesos de comunicación se
producen en la cultura, es decir, que los textos, discursos y mensajes son producidos, circulan y son decodificados
desde entramados de significación.
Corrientes es rica en tradiciones y ritos. En las costumbres de nuestra provincia se confunden el culto profesado a
vírgenes y santos de la Iglesia Católica con ciertas veneraciones locales. Así como hay santos reconocidos por las
religiones tradicionales, otros nacieron y se sostienen por la devoción popular, se les atribuyen milagros, y es éste plano
sobrenatural el que le asegura su supervivencia histórica y su dispersión geográfica a partir de la difusión que el culto va
adquiriendo.
En la mayoría de los casos que se conocen en el interior correntino se trataba de individuos que, en condición de
“gauchos alzados” cometieron saqueos y crímenes durante prolongado lapso, y luego de tener trágicas muertes se
transformaron en objetos de veneración y todavía atraen el fervor religioso de quienes les otorgan estados de santidad.
La gente los idolatran porque los consideran amigos de los pobres, o personas que luchaban por la justicia al robar a los
ricos para ayudar a los pobres.
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En Mercedes, departamento de Corrientes a unos 7 kilómetros y medio hacia el norte, encontramos uno de éstos
fenómenos de religiosidad popular. En el lugar, entre una conjunción de símbolos religiosos y comercio, se levanta la
Cruz, que marca el lugar dónde muriera Antonio Mamerto Gil Núñez.
El presente estudio analiza el rito de veneración al Gaucho Gil como práctica de comunicación, asociando e
interrelacionando las representaciones por medio de los cuales el individuo se define en relación a la sociedad, a la vez
que pone de manifiesto el papel que allí cada uno asume para encontrar significaciones.
Materiales y Métodos:
Como bien lo señala Vasilachis de Gialdino, el método para comprender el mundo de la vida social, no puede ser la
observación exterior de los fenómenos, sino la comprensión de las estructuras significativas por medio de la
participación en ellos, a fin de recuperar la perspectiva de los participantes y comprender el sentido de la acción.
Es por ello que para la recopilación de información para el estudio de éste fenómeno de culto popular fue utilizada la
técnica de observación participante buscando comprender el fenómeno desde la perspectiva de sus miembros
entendidos como actores, agentes o sujetos que intervienen en una realidad material y social, haciendo uso de un
lenguaje natural-cultural, y cuyas relaciones sociales se dan como estructuras, procesos y comunicaciones.
Para esto fue necesario instalarme en el lugar desde 6 días previos a la fiesta, participando de las ceremonias previstas
en el predio de la Cruz Gil y en las inmediaciones de la misma. Para armar un marco de referencia acerca de las
personas que viven y trabajan en el predio y constituir una red de relaciones de informantes fue necesario que me
apropiara de códigos locales de manera que además de que se torne más comprensibles las prácticas y nociones de la
gente del lugar, se me facilitara el acercamiento a ellos, obteniendo una eficaz comunicación.
Durante los 3 primeros días estuve centrada en la observación del espacio, los objetos permanentes; la gente que es del
lugar, y los preparativos para recibir a los visitantes. Lo que rodea a la tumba de Antonio Gil es la actividad comercial;
en la venta de bebidas y comidas por un lado, por otro lado todo tipo de objetos que son utilizados para la veneración,
como así también para uso personal o adquiridos a modo de recuerdos o regalos.
Con el apoyo y la cooperación de una persona que trabaja allí desde hace varios años, logré entablar relación con el
resto de la población del lugar, arrendatarios de puestos de venta o kioscos, vendedores ambulantes, y también con las
personas que tienen a su cargo la explotación de ése terreno. Acompañándolos mientras se iban organizando para el
evento fui conociéndolos. Mirando, escuchando y preguntando fui descubriendo las características que hacen al manejo
del predio, la forma de organización; la gente que viene de otras provincias para ofrecer sus productos; comprendiendo
códigos, reglas o patrones sociales que guían sus comportamientos; fui adquiriendo el conocimiento sobre la estructura
social del lugar y entendiendo a través del proceso de interacción la cultura de los miembros que lo componen.
Cada acto, cada gesto, cobra sentido más allá de su apariencia física, en los significados que le atribuyen los actores. El
único medio para acceder a esos significados que los sujetos negocian e intercambian, es la vivencia, la posibilidad de
experimentar esos sentidos. “Una cultura se aprende viviéndola. Por eso la participación es la condición sine qua non
del conocimiento sociocultural. Las herramientas son la experiencia directa, los órganos sensoriales y la afectividad que
lejos de empañar, acerca al objeto de estudio”(Rosana Guber, 2001).
Con los creyentes fue diferente. Todo el día, durante todo el tiempo, los promeseros rinden culto a la Cruz y a la tumba
de Gil, prenden velas, se expresan con plegarias u oraciones; entregan su ofrenda: prendas, placas, banderas, cintas,
objetos personales, cartas, fotos, patentes de autos, cigarrillo prendido, botella de vino, cuchillos, pañuelos, trofeos, pro
nombrar algunas de ellas; o bien ofrecen un baile, un sapucai, los músicos ofrecen una canción frente a la tumba. En
ésta situación sólo quedaba el silencio y la observación, dejando que la percepción haga su trabajo, todo lo que aparecía
formaba parte de un texto que se iba descifrando.
Cualquier comportamiento humano tiene una dimensión expresiva; la ropa, los gestos y las maneras, todo converge en
mensajes que indican el género, el status social, la ocupación e incluso la personalidad. “El comportamiento corporal
(mímica, movimiento, desplazamiento) el uso y formas de organización del espacio y del tiempo son procesos de
significación que intervienen en los procesos de comunicación” (Eco, Humberto, 1973).
El recurso más importante es el poder expresivo del lenguaje, cuya característica más marcante es su capacidad de
presentar descripciones, explicaciones y evaluaciones. Las conversaciones fueron registradas a veces por escrito y en
otras ocasiones se pudo obtener grabaciones, quedando así documentado parte del vocabulario local, el cual nos
proporciona valiosas informaciones sobre la forma en que los devotos organizan sus percepciones del mundo y forman
la “construcción social de la realidad”.
Se registró en las anotaciones características, reflexiones, emociones y las descripciones detalladas de las expresiones
captadas y su contexto, el perfil poblacional, de la manera en que se fue desarrollando el rito, las diferentes formas de
expresarse de los individuos, distinciones, clasificaciones, definiciones que le dan al objeto de veneración, los
intercambios, los gestos y movimientos, las voces, los signos de hostilidad, las formas de alimentación, la comunicación
no verbal, posturas, ademanes.
Mi estadía era en la ciudad de Mercedes por lo cual regresaba por la tarde y allí continuaba el trabajo de campo, ya que
de cada diálogo, de cada interacción que mantenía era indispensable registrar datos, comentarios, relatos, nuevas ideas
que van surgiendo a medida que uno se zambulle en el ambiente, en el tema, en la realidad de ésas personas. Es así
como fui conociendo personalmente a historiadores, escritores/as oriundos del lugar en una suerte de entrevista informal
dada por la situación espontánea que me tocaba vivenciar, obteniendo nuevos datos y ampliando la lista de informantes.
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“La etnografía es un oficio de descripción, por lo tanto el lenguaje substantivado con marcas tiempo-espaciales es la
base del registro de lo observado”(Galindo Cáceres; 1998). En éste caso se utilizaron los instrumentos tecnológicamente
propicios para un mejor registro, como la fotografía, el video, la grabadora, puntualizando las marcas tiempo-espacio de
las situaciones, las personas y los objetos.
Se pudo obtener el registro visual de lo que implicó la fiesta de conmemoración de la muerte de Antonio Gil, desde la
medianoche con los fuegos artificiales y la animación en cada uno de los dos escenarios que están dentro del predio de
la Cruz acompañada por música chamamecera. El espectáculo musical continúo durante toda la madrugada y hasta el
día después, tanto en los escenarios ya mencionados como en las bailantas de las inmediaciones del predio, lugares a los
que también pudimos acceder y realizar el trabajo de campo.
A las 6 de la mañana se conmemoró la ceremonia religiosa en la Iglesia de las Mercedes, la cual incluyó una boda con
misa de esponsales. Una vez finalizada la misma partió desde allí la caravana de los gauchos promeseros a caballo
ataviados completamente con ropas tradicionales, actividad que se viene desarrollando hace muchos años, con la
incorporación de los novios que siguieron a la caravana en un carro, recorriendo las calles de la ciudad y dirigiéndose
luego por ruta 123 hasta el predio de la Cruz Gil.
Discusión de Resultados:
He comenzado a bosquejar las vinculaciones de la teoría planteada para la investigación con lo recopilado en el trabajo
de campo, en torno al giro cada vez más afianzado en las actuales investigaciones en Comunicación en toda América
Latina en el modo de asociar a la comunicación y la cultura, de asociar expresiones culturales como procesos
comunicativos.
“Actitud lejana de dos reduccionismos extremos: el primero, el de una utopía tecnocrática que en última instancia
asimila la cultura a la comunicación, confundiendo procesos de significación con lenguajes artificiales, y el segundo
que al revés, reduce la comunicación a la cultura, definiendo a ésta última por sus contenidos y asignándole a los
medios una función puramente instrumental e ignorando por demás que la trama social misma es comunicativa”
(Protzel, Javier, 1989).
Para el estudio del rito como práctica comunicacional partimos del concepto de que nos comunicamos mediante la
construcción de significados/sentidos compartidos (o fragmentariamente compartidos) a través de los diferentes tipos de
códigos, y desde allí se integran y relacionan los modos de comportamientos (tanto individual como en grupo), los tipos
de lenguajes, la utilización de objetos en el acto de veneración, la conformación del espacio, teniendo en cuenta el
contexto en el que se desenvuelven, desde que el rito se instituye, se desarrolla y se cierra.
Por su parte Pierre Guiraud analiza el rito como forma típica de comunicación, como un elemento fundamental de tejer
la identidad de la sociedad “en los ritos siempre hay participación del grupo, aunque más no sea por su presencia que se
expresa en cantos, oraciones, silencios, por medio de los cuales los individuos manifiestan que toman parte en la
comunicación, por otra parte, esta participación se expresa en fiestas que prolongan la ceremonia ritual y cuya forma
también esta codificada”.
La Cruz Gil es un lugar que nunca descansa, día y noche es visitado por viajeros, creyentes y promeseros. Como su
muerte aparece como injusta, la fe popular le atribuye mayor cercanía a Dios y por lo tanto lo usa como intercesor para
conseguir favores que tienen que ver con la salud, el trabajo, la economía y otros; los promeseros ofrecen en pago del
pedido cumplido: prendas, bienes, placas y banderas rojas que cuelgan en el perímetro del predio, también música, baile
frente a la imagen, cantos, comida, dinero, velas, cintas e innumerables objetos.
La devoción por el gaucho puede observarse también por las rutas, a la vera de los caminos y en numerosas casas donde
se multiplican los altares rodeados de banderas rojas atadas a tacuaras y velas del mismo color. A diferencia de otros
gauchos correntinos, Antonio Gil ha trascendido las fronteras de la provincia y el país.
El 8 de enero, la ruta 123 fue transitada por caravanas de autos, caballos, bicicletas, motos, peregrinos, colectivos,
cubriendo varios kilómetros hasta llegar a la Cruz. Miles de personas se congregaron en el lugar para expresar su
devoción al gaucho, llegando desde zonas cercanas, desde distintos lugares del país y de países limítrofes manifestando
su veneración de distintas formas, a través de diferentes actividades y sobre todo utilizando una diversidad de objetos
que forman parte de la ritualización y que fijan significados. En palabras de García Canclini “los rituales más eficaces
son los que utilizan objetos materiales para establecer los sentidos y las prácticas que los preservan”.
Se le adscribe un significado histórico a Antonio Gil, una persona del pasado, constituyéndose en referente, las
comunidades lo recuerdan, lo celebran en cada acto de veneración y suponen que a través de las ceremonias de
sacrificio y ofrendas el ser responde a la súplica, pedido o ruego. Estos dispositivos rituales, utilizando la expresión de
Augé (1995), activan el resorte de re-actualización simbólica, de re-creación del mito, estos actos de refundación y
fundantes de memoria colectiva, se constituyen en referentes para la configuración de su identidad y la experimentación
del sentido y sentimiento de pertenencia.
“Tumbas, mausoleos, museos, paseos, también conjugan en un complejo, lo simbólico y lo ceremonial y en esto
también radica la práctica semiótica de la memoria/ el ejercicio de la memoria semiótica, que no entierra de una vez
para siempre a sus muertos, recuerda sus estados pasados y los hace contemporáneos, espacios en los que se en los que
se celebran los oficios memoriosos generan mecanismos para resistir el tiempo”(García, Marcelino, 2002).
Conclusiones:
La comunicación produce: es performativa. La comunicación trabaja, exponiendo unos grupos a otros, haciendo,
rehaciendo y disolviendo los modos de juntarse la gente, de identificarse y de relacionarse. Comunicar es siempre
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intensificar el intercambio en unos espacios y excluirlo en otros. “Lo masivo, no es una mera eliminación de las
diferencias en la masa sino una reorganización de las demarcaciones de espacios e identidades y una articulación de los
grupos” (Cruces Villalobos, 1991).
La comunicación se vuelve cada vez menos material y menos territorial en relación con épocas precedentes. Sin
embargo, no es un fenómeno de mera desvinculación con el territorio, sino una reconstitución de formas de experiencia
y sensibilidad.
Jorge Gonzáles propone comprender la complejas dimensiones de la ceremonialización de las relaciones sociales, tal y
como se producen hoy en día en nuestros países. No se trata de documentar formas de ceremonialidad o de lamentarse
nostálgicamente por su inexorable transformación y en consecuencia por la profunda mutación de su sentido original,
auténtico, sagrado, y la grosera irrupción de lo profano, lo homogéneo, el plástico, lo comercial.
La Celebración de la muerte del Gaucho Gil es fecha importante y tradicional dentro de las fiestas de las que participa el
correntino, muy arraigada y en la cual en los últimos años se han producido cambios, ha ido perdiendo las formas
antiguas de ritualización tomando una forma predominantemente comercial, turística. Como una primera aproximación
analítica/teórica se puede decir que encontramos las oposiciones típicas para poder describir la transformación de “la
fiesta” en “la feria”.
El sentido que se le atribuye y que se construye fue pasando de lo ceremonial (misas, procesiones, plegarias, rezos,
bordado a mano de las banderolas que llevaban los gauchos) a lo lúdico/espectacular (bailantas durante todo el día,
reunirse en grupos familiares o de amigos para comer y tomar, consumo de todo tipo de objetos).
Esta fiesta convocaba a distinguidos y conocidos habitantes de la ciudad de Mercedes y las personas que residen cerca
del lugar, hoy el alcance del evento llega a niveles internacionales ya que atrae no sólo a miles de personas de todo el
país, fundamentalmente de las grandes ciudades (Rosario, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba) sino también de países
limítrofes.
Se fue modificando también el modo de organización de ser participante teniendo como base una comisión
institucionalizada, encargada de la mantención del lugar, desde hace unos años una parte del predio que roda a la tumba
es privada, y por otra parte la comisión de promeseros del Gaucho se encuentra en éstos momentos intervenida por el
Gobierno de la Provincia.
La dimensión económica – y quizás sea ésta la característica más determinante y que permea todas las demás – es
determinante, la lógica de la ganancia y la acumulación opera en el desenvolvimiento de éste evento en términos de
rentabilidad.
“Dicho de otro modo, la transformación de una fiesta pueblerina en una feria regional no sólo es importante (o puede
serlo) por el efecto que tenga en la estructura económica del mercado interno, o por la cantidad de población que
efectivamente se ve involucrada en ella, sino, preferentemente, por las maneras en que se construye y se representa
colectivamente y año con año el perfil de la identidad regional, local étnica y hasta nacional, y asimismo por las formas
concretas de darle forma, carácter, sentido, intensidad y direccionalidad al ejercicio del ludismo, es decir, del modo en
que la sociedad “debe” divertirse, en cuáles espacios y en qué tiempo”(González, Jorge; 1989)
A partir de estas oposiciones y rasgos típicos, estoy orientando el análisis de este evento. Este tipo de transformaciones
no son naturales y absolutamente necesarias, han sido construidas a lo largo de la historia y su grado de homogeneidad
son y están siendo el resultado de una serie de luchas entre poderes desiguales por imprimir, modular y moldear los
sentidos sociales aquí en juego: las identidades regionales y las dimensión lúdica de la cultura.
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Celebrar en la dinámica social: Fiestas, Ferias y Frentes Populares” por: Jorge Gonzáles.
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