II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y

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II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y
II Jornada Universitaria
sobre Cooperativismo,
Economía Solidaria y
Procesos Asociativos
ÍNDICE
A MODO DE INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................... 9
DESARROLLO COOPERATIVO, POLÍTICAS PÚBLICAS E INTEGRACIÓN REGIONAL.
ESTUDIO DE CASO EN EL CONTEXTO DEL MERCADO COMÚN DEL SUR, MERCOSUR........................... 11
COOPERATIVAS DE TRABAJO EN EL CONO SUR. MATRICES DE SURGIMIENTO Y
MODELOS DE GESTIÓN.............................................................................................................................................22
COOPERATIVAS DE PRODUCCIÓN. UNA MIRADA A SU VIABILIDAD DESDE LA TEORÍA
DE LOS INCENTIVOS. ESTUDIO DE CASO: COOPERATIVA NIBO PLAST (2005).........................................35
LAS DECISIONES DE EMPLEO Y SALARIOS DE UNA COOPERATIVA DE TRABAJADORES Y
UNA EMPRESA CAPITALISTA: UNA REVISIÓN TEÓRICA..................................................................................47
SOBRE A IMPORTÂNCIA E A METODOLOGIA DA ELABORAÇÃO DE PROJETOS DE
VIABILIDADE ECONÔMICA PARA EMPREENDIMENTOS DE ECONOMIA SOLIDÁRIA..............................56
“ESCOLARIZAÇÃO E AUTOGESTÃO: OS LIMITES PARA O ALCANCE DE AUTONOMIA E O
LETRAMENTO COMO POSSIBILITADOR DESTE PROCESSO EM BUSCA
DE UMA EFETIVA INCLUSÃO SOCIAL”..................................................................................................................67
LA ACCIÓN COOPERATIVA EN EL MEDIO RURAL: HERRAMIENTA PARA
EL DESARROLLO LOCAL SUSTENTABLE.
EL CASO DE LA SOCIEDAD DE FOMENTO RURAL LA CASILLA......................................................................73
DESARROLLO DE HUERTAS ORGÁNICAS FAMILIARES Y COMUNITARIAS.
PROBLEMÁTICAS DESDE UNA EXPERIENCIA DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA.........................................78
EXPERIENCIA DE TRABAJO DE LA FACULTAD DE VETERINARIA
DE LA UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA Y LA COOPERATIVA AGRARIA DE
RESPONSABILIDAD LIMITADA DE CAÑADA GRANDE (CALCAGRA)............................................................84
A AUTOGESTÃO COMO RESISTÊNCIA MOLECULAR: DA COMERCIALIZAÇÃO DO
EXCEDENTE A PRODUÇÃO DO AUTOCONSUMO...............................................................................................89
ECONOMÍA SOLIDARIA Y NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES: TENSIONES,
POTENCIALIDADES Y DESAFÍOS.............................................................................................................................94
ANEXO I - CARTA DE MONTEVIDEO....................................................................................................................101
ANEXO II - EQUIPO ORGANIZAROR E INTEGRACIÓN DE LAS MESAS DE LA JORNADA.................... 103
LA IMPORTANCIA DE LAS JORNADAS PARA LA UNIDAD DE
ESTUDIOS COOPERATIVOS
En 1988, el Consejo Directivo Central creó, en el ámbito del Servicio Central de Extensión y Actividades en
el Medio, la Unidad de Estudios Cooperativos para que
funcionara como unidad técnico – docente de apoyo al
movimiento cooperativo.
La política de la Unidad de Estudios Cooperativos ha
sido trazada desde sus comienzos tras la decisión universitaria de insertar en el Servicio Central de Extensión y
Actividades en el Medio un grupo estable que abordase
una realidad que se entendió y se entiende de gran importancia para el país. Este hecho no se debe sólo a la
relevancia social del fenómeno en Uruguay (uno de los
países del mundo con mayor número de socios cooperativos en relación a su población) ni a su desarrollo económico. Es más que nada fruto del interés universitario
por potenciar una herramienta que además de generar
trabajo y riqueza para el país, sirve de instrumento democratizador, promueve relaciones más equitativas entre los ciudadanos y se inscribe en un marco de valores
mucho más cercanos a los que esta propia casa de estudios practica fundamentalmente a través de la función
de Extensión
En estos últimos años el objeto de estudio ha ido
complejizándose. El cooperativismo forma parte de un
fenómeno mucho más amplio que podríamos llamar el
de la economía solidaria o economía de la solidaridad.
Este marco conceptual describe mucho mejor la cantidad de fenómenos de organización económica que han
surgido en este período de liberalización. Esta economía
se basa fundamentalmente en que el capital, como factor de producción, no asume la predominancia que tiene
en la economía capitalista. Aquí el trabajo pasa a ser de
vital importancia. Esta economía tiene sus manifestaciones en distintos tipos de empresas donde los valores de
ayuda mutua, solidaridad y democracia interna tienen
predominancia sobre el lucro.
La Misión de la Unidad es conocer, aprehender y enseñar sobre esta nueva realidad, promoviendo la integración de equipos docentes que desde ópticas diferentes
aborden este fenómeno, orientando la acción en conjunto con los sujetos en estudio, en el marco de un proceso
de extensión universitaria.
Los Centros de Interés de la Unidad son:
1. A la interna de la Universidad: promover la enseñanza, la investigación y la extensión en cooperativismo y organizaciones de formas asociativas,
procurando introducir y sistematizar la docencia
del cooperativismo y asociativismo en los distintos servicios.
2. Hacia el sector cooperativo: servir de nexo para
ofrecer al movimiento los servicios universitarios
en los campos de la docencia, la investigación y la
extensión.
3. Con otros centros de investigación y enseñanza:
potenciar el conocimiento sobre los fenómenos
abordados, cooperando en la investigación, enseñanza y extensión, procurando especializar equipos académicos para estas tareas.
Dentro de este marco, se han realizado actividades
de enseñanza, investigación y extensión en conjunto con
otros servicios universitarios y en coordinación con el
sector cooperativo.
La vinculación de la Unidad con otras Universidades
de América a través de la Red Universitaria de las Américas en Estudios Cooperativos y Asociativismo, coordinada por la Universidad de Sherbrooke de Canadá, y de
la Red sobre Cooperativismo dentro de la Asociación de
Universidades del Grupo Montevideo, promovida por la
Unidad, le posibilitó un contacto muy fuerte sobre las
realidades cooperativas y universitarias de otros países
americanos.
Como otro elemento de fortalecimiento al estudio del
sector cooperativo nacional desde la Universidad de la
República, la Unidad se planteó como objetivo la promoción de una Red Temática sobre Procesos Asociativos,
que propicie ámbitos de encuentro de distintos saberes,
ejercitando el trabajo sobre una misma realidad, en este
caso los procesos asociativos de base solidaria. Es en
este sentido que se ha realizado una jornada en junio del
2003 con actores universitarios que podrían participar
en esta Red. También como forma de generar un espacio
académico que ayude a la conformación de dicha Red
Temática se ha promovido y apoyado, en estos últimos
años, las pasantías de estudiantes en emprendimientos
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • asociativos y cooperativos. En este sentido, estudiantes
de los cursos de Psicología Laboral y Psicología Comunitaria de la Facultad de Psicología al igual que estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social de la Facultad
de Ciencias Sociales, han realizado pasantías en distintas
cooperativas. Esto posibilita el acercamiento a unidades
docentes interesadas en el tema. Finalmente, en diciembre de 2004 el Consejo Directivo Central aprobó la Red
Temática sobre Cooperativismo y Procesos Asociativos
de la Universidad de la República con la participación de
5 servicios universitarios.
Esta II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo,
Economía Solidaria y Procesos Asociativos es la primera
actividad que realiza la Red. Desde el punto de vista de
la Unidad de Estudios Cooperativos es un paso muy importante en el camino a consolidar la temática asociativa
en la Universidad de la República. Los aportes que las
distintas organizaciones, grupos docentes, asociaciones,
etc. han volcado en estas jornadas nos permiten ver que
existe interés sobre el tema, y que la Red puede potenciar
aún más el estudio y la profundización sobre la temática.
Ing. Agr. Fernando de Torres
Coordinador de la Unidad de Estudios Cooperativos
• II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
LA II JORNADA Y LA RED TEMÁTICA SOBRE PROCESOS
ASOCIATIVOS Y COOPERATIVISMO
Durante el año 2003 y por iniciativa de la Unidad de
Estudios Cooperativos del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio, un grupo de docentes,
estudiantes y egresados comienzan a reunirse con la idea
de conformar en el ámbito de la Universidad de la República una Red Temática sobre Procesos Asociativos y
Cooperativismo. La iniciativa de conformación de la Red
resulta de un proceso natural de maduración de la colaboración entre diversos grupos universitarios que desde
sus diferentes especificidades se han acercado a una temática común.
También operó como motivación para tal emprendimiento la grave crisis que por esos momentos estaba
sufriendo nuestro país. La crisis se veía reflejada, entre
otras cosas, en un aumento de la desocupación, una retirada de la acción del Estado en aspectos fundamentalmente sociales y en la cada vez mayor marginación de
amplios sectores de la población. Esta situación permitía
visualizar un fenómeno que siempre existió pero que en
los últimos años se expresó con mayor fuerza. La sociedad civil busca por sus propios medios la solución a muchos de sus problemas que antes eran contemplados por
la acción del Estado. Problemas de vivienda, de consumo
de las familias, de comercialización de sus productos y
fundamentalmente de trabajo, son encarados de forma
conjunta en base a emprendimientos asociativos y cooperativos. Estos emprendimientos no son nuevos en la
realidad nacional, ya que las primeras experiencias cooperativas datan de los inicios del siglo pasado, pero la
situación que se vivía impulsaba a la búsqueda de formas
asociativas y cooperativas para la solución de esas problemáticas.
Los fenómenos de cooperativismo y asociativismo
han sido tema de preocupación de la Universidad de la
República desde hace tiempo atrás. La opción por los
emprendimientos cooperativos y los fenómenos asociativos centrados en valores de solidaridad, democracia y
autonomía forman parte de una rica tradición de nuestra
Universidad. El origen de este proceso se puede identificar cuando, a fines de los años ’50, desde la órbita del
organismo central de Extensión Universitaria y Acción
Social (tal como se llamaba a esa Comisión en la época) se llevó a la formulación de cooperativas y una serie
de cursos sobre la temática. Tras la recuperación democrática se consolida la Unidad de Estudios Cooperativos
dependiente del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio. Esta unidad tiene entre sus cometidos
promover y apoyar las actividades de docencia, investigación y extensión universitarias en el área cooperativa que
realizan los distintos servicios universitarios así como
servir de nexo entre las organizaciones, federaciones y
la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas
y los diferentes Servicios Universitarios, apoyando la
realización de actividades conjuntas así como auspiciar,
colaborar y difundir las actividades sobre cooperativismo que realicen otras dependencias de la administración
pública y el movimiento cooperativo.
Otro aspecto considerado al momento de la constitución de la Red es que la Universidad pueda cumplir
con sus funciones específicas de productora de conocimiento, formadora de profesionales críticos y agente al
servicio del desarrollo del país. Los emprendimientos
cooperativos y otras formas asociativas se presentan
como experiencias complejas y obligan a un abordaje interdisciplinario.
El fenómeno cooperativo y las iniciativas económicas
asociativas son desde su surgimiento experiencias al mismo tiempo económicas, sociales, políticas y culturales. El
fenómeno cooperativo se presenta como un conjunto de
experiencias diversas que organizan una actividad económica al mismo tiempo que surgen como una respuesta
al problema social; se muestra como un proceso colectivo que se propone transformar la sociedad en un sentido
democrático; y se manifiesta como un movimiento cultural de difusión de ideas y valores. Más importante que
señalar esta complejidad es destacar la particular unidad
y la articulación interna que establece entre los diferentes
niveles de acción. Es por esto el fracaso de los estudios
estrictamente disciplinarios que provocan una escisión
artificial del fenómeno en aspectos cuya separación no
se encuentra en la realidad. No se trata simplemente de
reivindicar un enfoque multidisciplinario sino que se
pretende un abordaje que contemple una diversidad de
variables históricas, económicas, sociales y políticas cuya
necesidad se manifiesta ante un fenómeno de la complejidad del cooperativismo.
En este marco la II Jornada de Cooperativismo, asociativismo y economía solidaria, se propuso:
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • oEn primer término, colocar el cooperativismo, el
asociativismo y la economía solidaria como objeto
de estudio específico de manera de jerarquizar los
estudios e investigaciones que se vienen llevando
adelante desde diversas cátedras y grupos universitarios. El creciente protagonismo y presencia
cada vez más extendida de estas experiencias obligan a profundizar en el análisis y la reflexión del
fenómeno.
oEn segundo lugar, contribuir al desarrollo teórico
y metodológico para la comprensión de estos fenómenos. La Universidad de la República, desde
sus diferentes ámbitos, debe contribuir a la generación de los instrumentos conceptuales aptos para
la comprensión del comportamiento y funcionamiento de un sujeto económico diverso y particular como el cooperativismo. La teoría, los modelos,
los conceptos son herramientas cuya utilidad debe
verificarse en cada caso frente a los problemas específicos que se abordan. Aparece entonces como
necesario un abordaje específico de estos fenómenos. Estamos convencidos que la teoría no puede
haber elaborado los instrumentos conceptuales
y metodológicos aptos para la comprensión del
comportamiento y funcionamiento de los distintos sujetos económicos con validez universal. Es
necesario reconocer la historicidad de la ciencia
en función de la historia de su objeto y para ello
rediseñar el instrumental teórico, preparar conceptos, modelos e instrumentos analíticos nuevos
para dar cuenta de la diversidad, para comprender
la riqueza y complejidad de las diferentes formas
de hacer economía.
oPor último, promover y dar continuidad a los encuentros y reuniones que se venían realizando,
desde la I Jornada Universitaria de Cooperativismo de junio de 2002, la Mesa sobre Economía
Solidaria de las Jornadas de Historia Económica
de Montevideo, los Encuentros de Investigadores
de la ACI, los Seminarios de UNIRCOOP, etc. Los
espacios académicos en estas diferentes instancias
han permitido que, contrariamente a generar dinámicas de apartamiento, han permitido el intercambio entre universitarios de los distintos servicios y docentes e investigadores de diversos países
preocupados por la temática.
Prof. Juan Pablo Martí
Por la Red Temática sobre Procesos Asociativos y
Cooperativismo
• II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
A modo de introducción
La II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos, significó para los
universitarios interesados en estas temáticas una oportunidad importante para tomar contacto con varias de las
elaboraciones desarrolladas en nuestra casa de estudios
así como en otros contextos universitarios de la región.
Asimismo, siempre es un encuentro de personas reunidas durante 2 días, 11 y 12 de noviembre de 2005, que
permite reflexionar, conocerce y nuevamente repensar
estos temas.
Si la I Jornada Universitaria de Cooperativismo pretendió encender el fuego del debate y del interés en estas
temáticas y áreas aquel 29 de junio de 2002 en la Facultad
de Humanidades y Ciencias de la Educación, la II Jornada es parte del eco recibido.
Esta nueva edición plasma esfuerzos renovados y frescos de los universitarios así como vincula a otros contextos académicos, conjuga incluso el aporte de empresas
cooperativas que nos han permitido desarrollar de mejor
modo esta actividad.
Las resonancias recibidas también provienen de otros
universitarios, docentes y estudiantes de la región; Universidad de Buenos Aires, Universidad de Campinas,
Universidad Católica de Pelotas, Universidad Nacional de
Rosario, Universidad Federal de San Carlos, entre otras.
Se recibieron más de 35 ponencias que presentaron
una diversidad destacable, entre ellas se encuentran investigaciones en curso, proyectos a presentarse o en desarrollo, trabajos de extensión universitaria, reflexiones
teóricas y elaboraciones conceptuales; algunas de ellas
denotan su aporte disciplinario otras en cambio conjugan miradas y abordajes multidisciplinarios.
La Jornada convocó a universitarios y universitarias
de diversos servicios y disciplinas, entre ellos: Derecho,
Trabajo Social, Agronomía, Veterinaria, Sociología, Psicología, Economía, Ciencias de la Comunicación, y Ciencias de la Educación. También de diversas procedencias
geográficas a nivel regional y nacional; provenientes del
extranjero y de diversas zonas del país.
Previo a invitarlos a la lectura de las ponencias, cabe
mencionar que el trabajo del Equipo Editor no fue menor. Esto debida la cantidad de trabajos presentados, por
lo cual es pertinente señalar que aquellos que no están
contenidos en esta edición se espera que lleguen al lector
por otros canales o medios de difusión.
De esta forma, entendemos conveniente explicitar,
al menos muy brevemente, algunos de los principales
criterios considerados para realizar dicha selección. En
primer término: i) el nivel y la calidad académica (teórica y metodológica) de cada una de las propuestas, ii) su
estricta pertinencia en relación a la temática de la Jornada. Finalmente, tres consideraciones de orden práctico:
iii) haber sido efectivamente presentada la ponencia en
la Jornada, iv) que el documento estuviese elaborado con
una redacción y un formato acordes para su publicación
y v) que no existiera una publicación previa del material
con una circulación similar.
No obstante lo expresado anteriormente, la presente publicación intenta no ser una selección aleatoria y
aislada de trabajos, priorizándose la búsqueda de cierta
estructura y coherencia interna. En este sentido, pueden
identificarse en términos generales tres ejes temáticos y
una ponencia introductoria.
El primer trabajo, que hace las veces de introducción,
tiene la cualidad de presentar el debate en torno a muchos temas que subyacen al resto de los planteos que más
adelante se verán en la publicación. Allí se desarrollan
distintos tópicos relacionados con procesos más amplios
que los involucrados en la temática planteada en la Jornada, pero que definitivamente constituyen el marco global en el cual se desenvuelven e interactúan los distintos
actores que integran y dan forma a los procesos involucrados en dicha temática, tanto individual como colectivamente. Así, conceptos tales como los de globalización,
integración regional, políticas públicas y desarrollo del
movimiento cooperativo, se conjugan y se abordan desde
una perspectiva integrada. El ejercicio resulta en un intento de avanzar en el análisis de cómo aquellos procesos
globales e internacionales impactan en el sector cooperativo y como contracara, cuáles son las estrategias generadas por éste en procura de adaptarse o readaptarse a ese
entorno fuertemente desafiante. Finalmente, la aplicación práctica e inteligente a una serie de estudios de caso
nacionales en la región, se transforma en un sugerente
cuadro ejemplificador de dichas estrategias, al tiempo
que abre toda una línea de trabajo en esta dirección, que
si bien no es nueva, presenta escasos desarrollos teóricos
y conceptuales en lo que al sector cooperativo se refiere.
Los ejes transversales identificados participan en las
ponencias siendo, claro está, abordados de modos sustancialmente distintos.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • El primer eje refiere a la vinculación del ámbito académico con la realidad del movimiento cooperativo y
las experiencias de economía solidaria. Para algunos de
nosotros es parte de otra forma de hacer Universidad,
incluso del proceso de aprendizaje de hacer otra Universidad, para otros la particularidad se encuentra en la temática específica. En ambos casos es constatable que la
Universidad se acerca a la realidad y las utopías, que son
parte de la realidad, de un sector importante de nuestra
población. El compromiso social de los universitarios no
se agota en las declaraciones o movilizaciones sino que
es parte de la tarea profesional y técnica. Esto se expresa
claramente en la Carta de Montevideo -declaración de
cierre de las Jornadas- incluida en los anexos.
El segundo eje se vincula con las cooperativas, particularmente las de trabajo asociado, y los cambios en el
mundo del trabajo y la producción. Distintas ponencias
presentan algunos aspectos claves para la comprensión
del entorno general en el cual se desarrollan estas experiencias cooperativas, especialmente en lo referido a las
transformaciones en el mercado de trabajo y, con ello, la
identificación de sus posibles impactos en las cooperativas.
El tercer eje, que atraviesa muchas de las ponencias
presentadas, es la relación entre la propuesta cooperativa y asociativa y el desarrollo local inclusivo. Entre
las tecnologías sociales de inclusión puede encontrarse
la propuesta cooperativa y asociativa, algunos trabajos
plantean esto a nivel conceptual, otros en cambio detallan experiencias y formulan preguntas desde prácticas
concretas.
Por supuesto que otras temáticas subyacen como los
proyectos y modelos de desarrollo e, incluso, los paradigmas de elaboración y generación de conocimiento
científico.
Nada más que alentarlos a contactarse y profundizar
sobre estas temáticas y comenzar a planificar nuevos encuentros.
Equipo Editor
Mateo D. Arbulo (UEC y Fac. de Ciencias Sociales), Laura González (UEC y Fac. de Ciencias Sociales),
Joaquín Marqués (UEC y Fac. de Psicología), Juan Pablo Martí (UEC y Fac. de Ciencias Sociales),
Felipe Stevenazzi (UEC y Fac. de Humanidades y Ciencias de la Educación) y Milton Torrelli (UEC,
Fac. de Ciencias Económicas y Fac. de Ciencias Sociales).
Comité Organizador:
Fernando de Torres (coordinador) (UEC),
Diego Barrios (UEC),
Diego Castro (UEC),
Silvia Caula (Fac de Derecho),
Mario Costa (Fac. de Agronomía),
Laura González (UEC y Fac. de Ciencias Sociales),
Pablo Guerra (Fac de Derecho),
Luis Leopold (Fac. de Psicología),
Cecilia Matonte (UEC),
Joaquín Marqués ( UEC y Fac. de Psicología),
Juan Pablo Martí (UEC y Fac. de Ciencias Sociales),
Daniela Sapriza (Fac. de Veterinaria),
Felipe Stevenazzi (UEC),
10 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
DESARROLLO COOPERATIVO, POLÍTICAS PÚBLICAS E
INTEGRACIÓN REGIONAL. Estudio de caso en el contexto
del Mercado Común del Sur, MERCOSUR
Equipo de investigación:
• Dario Castillo, Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.
• Paulo Albuquerque, Universidad del Valle do Sinos de Brasil.
• Jorge Bertullo (coordinador del equipo), Juan José Sarachu, Diego Barrios y Marcelo Setaro,
Universidad de la República del Uruguay.
• Mario Radrigán (coordinador del equipo), Rodrigo Flores, Karin Baeza y Nicolás Montalva,
Universidad de Chile.
RESUMEN
Este artículo presenta los principales resultados de la
investigación “Desarrollo cooperativo, políticas públicas
e integración regional”. El objetivo principal consiste en
la revisión de los vínculos teóricos y empíricos entre los
fenómenos de Globalización, Integración Regional y Desarrollo Cooperativo. Nuestra investigación se estructura
en dos partes. La primera consiste en un rastreo sistemático de la bibliografía existente respecto a los fenómenos
de globalización e integración regional. Este rastreo bibliográfico se complementa con el análisis de dos experiencias de integración regional: la Unión Europea y el
MERCOSUR. En una segunda parte se aborda el análisis de cuatro casos nacionales de empresas cooperativas
desde una perspectiva comparativa. El análisis de los casos procura avanzar en la comprensión de los vínculos
existentes entre globalización y desarrollo cooperativo.
Nuestras conclusiones señalan que el desempeño exportador de estas cooperativas se asocia al desarrollo de capacidades específicas para la competencia en el comercio
internacional. Factores como el liderazgo organizacional, formación de los recursos humanos, incorporación
tecnológica y la identidad del núcleo cooperativista, son
claves. Respecto a la importancia específica de los fenómenos de integración regional, las valoraciones resultan
ambiguas, aunque se destaca la inexistencia de políticas
regionales de promoción cooperativa, tanto a nivel nacional como supranacional.
1.Introducción
Este artículo presenta los principales resultados de la
investigación denominada “Desarrollo cooperativo, políticas públicas e integración regional”. El propósito de ese
proyecto consistió en realizar un análisis en profundidad
Esta investigación se realizó en el marco del proyecto: Modelos
de intercooperación para las Américas, Red UNIRCOOP.
de los vínculos teóricos y empíricos, existentes entre los
fenómenos de Globalización, Integración Regional y Desarrollo Cooperativo.
En este estudio asumimos que el fenómeno de la globalización impone a los Estados Nacionales nuevos desafíos, además de cuestionar profundamente sus capacidades más elementales. Sin embargo, y a pesar de estos
cuestionamientos, entendemos que muchas de las funciones de los estados todavía mantienen plena vigencia.
Ciertamente, la globalización puede ser asumida como
una constante, frente a la cual también pueden adoptarse
posturas activas, que traten de timonear los efectos no
deseados. En esto tienen una fuerte responsabilidad los
Gobiernos, como responsables últimos del bienestar de
los pueblos (Yeates, 2003).
Los arreglos de cooperación interestatales, de cooperación económica y política, pueden ser entendidos
como la búsqueda deliberada de las naciones por tratar
de lidiar con la “mala cara” de la globalización. Es por
ello que nuestra investigación busca profundizar el análisis sobre los procesos de integración regional y comercial
en el marco del Cono Sur de América. Estos procesos tienen un indudable impacto sobre la vida de las naciones
y los pueblos.
De esta forma, este trabajo ha significado un esfuerzo colectivo por avanzar en la investigación sistemática
y comparativa, para ver el fenómeno de la globalización
y su impacto sobre el sector cooperativo, desde dos ángulos. Por una parte, cómo los procesos de integración
regional, hoy en curso en el Cono Sur de América, impactan en el sector cooperativo y, por otra parte, cómo el
sector cooperativo se adapta y genera estrategias alternativas para hacer frente a este tipo de procesos.
Aunque también se admite como una forma de competencia, en
la que los territorios buscan ganar en competitividad frente a otras
regiones del mundo, tratando de mejorar su participación en los términos del intercambio internacional.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 11
El artículo se divide en tres partes. En la primera se
presentan los principales temas tratados en nuestro marco teórico respecto a los conceptos de globalización, integración regional y desarrollo cooperativo. También se
describe, de forma sucinta, la metodología de investigación aplicada en nuestro estudio. En la segunda parte,
se presenta un análisis de la estructura institucional del
MERCOSUR y una valoración respecto a su papel en
la formulación de políticas públicas mercosurianas. Seguidamente se presenta un resumen de los cuatro casos
nacionales de empresas cooperativas que contiene nuestro estudio. Finalmente, en la tercera parte, presentamos
los principales resultados de nuestra investigación y una
breve discusión de los mismos. Se propone además un
esbozo de agenda de investigación futura en este campo
del desarrollo cooperativo.
2.Perspectivas sobre la
globalización, integración y
desarrollo cooperativo
La economía social se afinca y florece en la propia
naturaleza cooperativa de los individuos. Pero sin duda
que su consolidación se asocia también a la presencia de
políticas públicas particulares. La existencia de incentivos específicos, de marcos regulatorios apropiados, que
fomenten, o al menos no castiguen, esta modalidad de
organización productiva es un requisito fundamental
para la promoción de las formas cooperativas.
Pero la globalización supone un cambio profundo
para las sociedades, especialmente en los marcos institucionales sobre los cuales el movimiento cooperativo
había afianzado sus logros. El desacomodo de los marcos de funcionamiento de las sociedades, a impulsos de
este formidable fenómeno, supone un desafío mayúsculo para el movimiento cooperativo. Es preciso ponerse a
tono con los nuevos esquemas de incentivos que plantea
la globalización.
Como se destaca en nuestra investigación, tras una
extensa revisión bibliográfica, la globalización es algo
más que una palabra y un proceso. El concepto carece de
una definición o enfoque unificado, siendo objeto de discusión y de una profunda reflexión a nivel mundial. De
cualquiera forma, sea la etiqueta que se elija, tales como
mundialización, internacionalización, globalización, la
mayoría de los autores lo reconocen como un fenómeno
multidimensional, con una presencia histórica de larga
data, en la cual se alternan períodos expansivos y contractivos.
Es claro que en este momento histórico, el fenómeno
que denominamos globalización, presenta ciertos rasgos
bastante definidos. Sobre todo en aspectos que hacen a la
“...gradual generalización del libre comercio, la creciente
presencia en el escenario mundial de empresas transnacionales que funcionan como sistemas de producción integrados, la expansión y la considerable movilidad de los
capitales, y una notable tendencia a la homogeneización
de los modelos de desarrollo, pero en la que también se
observa la persistencia de restricciones al movimiento de
mano de obra” (CEPAL, 2000: 19).
Por cierto, este fenómeno no se agota en el circuito
económico-financiero. También posee repercusiones
concretas en planos culturales, de las creencias y los estilos de vida de las personas. La cuestión de la identidad
está sobre la mesa, donde las viejas ideas y creencias, que
daban cohesión y sentido a la vida de las personas, se ven
sacudidas por patrones estéticos y de consumo globales
(Castells, 1999). Si bien corre en paralelo con los fenómenos económicos citados más arriba, es claro que este
aspecto de la globalización lo hace por carriles relativamente independientes.
Parece evidente que la globalización pasa por encima
de las estructuras del estado, cuestionando la pertinencia
de su papel regulador del desarrollo capitalista, mediante el accionar de sus políticas públicas. Según De Bries
(2001: 10-12) el Estado es cuestionado por lo menos en
cuatro de sus funciones clásicas. En sus funciones de defender a la población de las amenazas externas, en sus tareas de legislación y de imposición fiscal, en la represión
del crimen y otros conflictos sociales potencialmente
violentos, en la promoción del bienestar social mediante
políticas redistributivas.
Este deterioro estatal en el desempeño de sus funciones esenciales, se traduce en la incapacidad del estado de
afirmar el orden social como un pacto voluntario entre
iguales, entre ciudadanos y no súbditos. En definitiva,
esto conduce al cuestionamiento de las instituciones de
la democracia liberal representativa, al vínculo básico
entre representación y ciudadanía, que se expresaba a
través de las diferentes políticas públicas. Pero también
impacta en la noción profunda de cooperativismo, en la
esencia de pacto entre iguales.
Frente a este desafío es que emergen los pactos regionales y otros variados acuerdos y arreglos interestatales,
como una alternativa necesaria frente al progresivo eclipse del Estado Nación. La regionalización, la conformación de bloques multinacionales, puede ser vista como
una estrategia de los estados para recuperar márgenes de
acción pública, frente a la acción del capital transnacional. Una forma de recuperar la iniciativa, frente al dinamismo del capital, que no sabe de ataduras o compromisos (Yeates, 2003: 66-70).
12 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Visto este cuestionamiento a la estatalidad de las políticas, a la emergencia de estas nuevas formas de acción
política frente a los impulsos globalizadores: ¿Hasta que
punto estos procesos de regionalización, que apuntan a
controlar los efectos más nocivos de la globalización, han
redundado en la presencia de políticas públicas “en sintonía” con las demandas del sector de la economía social?
Antes de abordar este problema, primero debemos ser
capaces de reconocer las distintas formas de integración
económica que se están experimentando en el mundo.
A. Integración regional
La integración regional tiende a ser identificada como
un proceso, en el cual pueden diferenciarse distintas etapas. Esto no implica una valoración o un presupuesto de
tipo evolutivo. Es más bien una herramienta analítica,
que pretende identificar distintos grados de integración
económica y de potencialidad política, para los países
que emprenden estos experimentos.
Tipo de acuerdo
Descripción
Área de Libre
Comercio(ALC)
Varios países eliminan sus barreras arancelarias
mutuas, pero las mantienen frente a terceros
Unión Aduanera
El ALC define un arancel externo común frente a países
que no integran el bloque.
Mercado Común
Su eliminan las barreras a la circulación de factores de
producción (Capital, Trabajo)
Unión Económica
Supone la armonización de las políticas monetarias y
fiscales, basada en la existencia de una autoridad
supranacional.
Fuente: elaboración propia en base a Abreu, S.(1992) y Martinez Coll, J.(2001)
Los estadios o etapas en los cuales se encuentren los
bloques regionales son indicativos del grado o capacidad
de articular políticas públicas comunes. Ciertamente,
los países pueden diseñar instrumentos de cooperación
económica, independientemente de su grado de integración. De todas maneras, resulta plausible suponer que ha
mayor grado de integración económica entre dos países,
mayor disponibilidad de instrumentos para diseñar políticas públicas comunes.
Como se mencionó anteriormente, nuestro trabajo
se planteó como objetivo analizar el impacto de la globalización sobre los procesos de desarrollo cooperativo,
relación que se encuentra mediada por la variable integración económica. Pero también existen otras variables
que intervienen para especificar esta relación, como los
sectores productivos donde opera el cooperativismo, la
magnitud de los países, etc. Sobre estas ideas es que se
afirma nuestra estrategia de investigación.
B. 1.3. Metodología del trabajo
El diseño de la estrategia de investigación se desprende de las preguntas generadas en nuestro marco teórico.
Básicamente, analizar los impactos de la globalización
sobre los procesos de desarrollo cooperativo y como
éstos son mediados por los fenómenos de integración
regional. La selección de dos casos pertenecientes al
MERCOSUR, Brasil y Uruguay, brindan la información
de base para contrastar el peso de la variable integración
comercial en la relación entre globalización y desarrollo
cooperativo. Estos dos casos también nos proporcionan
perspectivas diferenciadas, condicionadas fuertemente
por las dimensiones nacionales de ambos casos.
Los casos de Chile y de Colombia funcionan como
casos ejemplares de control. Si bien Chile es un país asociado al MERCOSUR, los chilenos han apostado decididamente a su integración en las corrientes comerciales
mundiales, sin atarse las manos con ningún tipo de pacto
regional. Los colombianos, por otra parte, han combinado y graduado su integración al mundo, con el paraguas
de integración regional que ofrece el Pacto Andino.
La selección de los casos cooperativos nacionales se
basó en los criterios internacionales sobre cooperativismo. Luego de una primera selección de alternativas cooperativas en los países, se escogieron aquellos casos que
mejor se ajustaban con el “deber ser” cooperativo. También se trató como un parámetro los sectores productivos donde opera la empresa cooperativa, al seleccionar
casos de los sectores agroindustriales vitivinícola (Chile
y Brasil) y lácteo (Colombia y Uruguay).
Finalmente, el análisis de los casos nacionales siguió
una pauta de relevo y sistematización, elaborada por el
equipo de investigación. Se revisaron en forma exhaustiva las páginas web nacionales e internacionales relativas
al tema cooperativo, así como otras fuentes secundarias
documentales. Se realizaron entrevistas a informantes
calificados (EIC), expertos nacionales en el tema cooperativismo, directivos de las empresas cooperativas relevadas, miembros del gobierno y lideres sociales.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 13
La pauta de relevo se estructuró sobre tres ejes básicos. En primer lugar los aspectos definitorios de la organización de economía solidaria, forma y características
generales, así como las especificidades nacionales. El segundo eje versa sobre los aspectos de organización y desempeño económico de las empresas cooperativas. Por
último, aquellos aspectos relativos a las políticas públicas
nacionales y regionales, en su relación con el desempeño
exportador de las empresas cooperativas.
dencia del MERCOSUR para la promoción del desarrollo cooperativo.
El MERCOSUR es creado en marzo 1991, como un
proyecto eminentemente comercial, que procura alentar los flujos de comercio intra-regional (Abreu, 1991).
También ha sido catalogado como un proceso de regionalismo abierto, que no busca aislar, sino potenciar la
inserción mundial de los países miembros del bloque.
Cierto es además que este bloque es creado y se desarrolla, observando atentamente lo que han sido las fases de
crecimiento institucional de la exitosa experiencia de la
Unión Europea.
3.MERCOSUR y políticas públicas de
promoción cooperativa
Dentro del propio organigrama institucional del
MERCOSUR está considerada una instancia de participación de la economía solidaria. Es la Reunión Especializada de Cooperativas (RECM), creada en el año 2001
como una instancia de participación y consulta a los actores cooperativos. La RECM es un órgano que depende
directamente del Grupo Mercado Común (GMC), instancia ejecutiva integrada por los Ministros de Economía, RREE y presidentes de Bancos Centrales del bloque.
Podríamos decir que la RECM está relacionada directamente con el órgano neurálgico de la organización institucional MERCOSUR.
Una de nuestras preguntas centrales consiste en identificar el tipo de efectos que las políticas de integración
regional podían operar en la relación entre globalización
y desarrollo cooperativo. En tal sentido, nuestro foco de
análisis se centra en el papel que puede desempeñar el
MERCOSUR en la generación de políticas que alienten
el desarrollo productivo de la región. Identificado ese
papel, de promoción del desarrollo regional, el siguiente
paso consiste en analizar, en los casos nacionales, la inci-
Estructura institucional del Mercosur (simplificado)
Consejo Mercado Común
(Presidentes)
Grupo Mercado Común
(Ministros)
Subrgupos de Trabajo(14)
Foro Consultivo
Económico Social
RECM
Comisión de Comercio
del Mercosur
Comités Técnicos(8)
Fuente: elaborado en base a http://www.mercosur.org.uy
Este órgano tiene por fin permitir una efectiva articulación de los actores cooperativos, armonizando aspectos legislativos y productivos, complementación de
actividades productivas, potenciando espacios comunes
y recursos del sector y de los Estados. Con relación al
GMC se ha establecido un nexo de actuación, que permite retroalimentar el sistema al momento de la toma
de decisiones, redundando, sin lugar a dudas, en una inserción positiva y dinamizadora de todo el proceso de
profundización del MERCOSUR.
Se integra por representantes de los estados miembro, además de
representación de las organizaciones cooperativas nacionales.
Pero más allá de las enormes expectativas generadas
en su momento de creación, en la actualidad el MERCOSUR no es visto como un arreglo eficaz para la promoción de políticas públicas de desarrollo regional. Consideración que se ve confirmada en nuestros análisis de
los casos nacionales pertenecientes a este bloque (Brasil
y Uruguay). Desde nuestra perspectiva, este problema
puede tener dos tipos de explicaciones.
En primer lugar, el nivel de desarrollo institucional
del MERCOSUR, que se encuentra en una situación
similar al de una Unión Aduanera imperfecta, que no
logra trascender hacia formas cooperación económica
14 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
más complejas. En tal sentido, sería preciso apostar a un
mayor nivel de desarrollo de las instituciones de cooperación, que apunte a transformar al bloque en un tipo de
arreglo similar al de la Unión Europea.
El segundo tipo de explicación se encuentra en la propia génesis del proyecto de integración. El MERCOSUR
en su origen es concebido como un proyecto comercial,
de “regionalismo abierto”. Los países se unen para fomentar el comercio entre ellos, sin cercenar las posibilidades
de integración de los miembros y del mismo bloque en
esquemas más amplios de comercio. En este sentido, el
acuerdo no pasa de un mero cascarón protector para sus
países miembros, además de ser una plataforma de lanzamiento en el comercio mundial.
Como conclusión, la situación de déficit en las políticas públicas del bloque, combina elementos de estos dos
tipos de explicaciones. Ciertamente, la debilidad de órganos de carácter supranacional, que sustenten a las políticas públicas comunitarias, es la carencia más patente
del bloque. Existen algunas instancias embrionarias, del
cual la RECM es una muestra interesante. Potencialmente, podría aspirar a convertirse en un verdadero centro
de diseño de políticas cooperativas para el MERCOSUR.
Pero claro, las decisiones están en el campo de los gobiernos, y en la voluntad de financiar fondos para el desarrollo de este tipo de políticas.
A. 2.1. El caso uruguayo. CALCAR
cooperativa proporciona a sus socios, insumos a la producción, financiamiento de algunas inversiones, asesoramiento técnico etc.
El grado de participación de los asociados (114 socios
activos) es alto, con fuerte presencia en las asambleas de
la cooperativa. La fuerte identidad cooperativa es un rasgo que ha permitido resistir a la empresa algunos fuertes
embates externos. Por ejemplo, el problema ocasionado
por la caída del mercado brasileño, tras la devaluación del
Real en 1998. También resistieron exitosamente los intentos de absorción, ensayados por empresas multinacionales
como PARMALAT o la empresa argentina SANCOR.
Su producción principal es la leche fluida, manteca,
cremas y yogurt. La producción de quesos es especialmente variada, siendo además su principal producto exportable. Debe destacarse que el 50% de la leche remitida
a planta para su industrialización, se transforma en productos exportables de diversas formas, principalmente
quesos.
Sus principales mercados actualmente son Estados
Unidos, México, Chile, entre otros. Brasil fue un mercado comprador muy importante para la cooperativa,
antes de la devaluación del tipo de cambio, llegando a
representar el 50% de sus exportaciones. Actualmente, la
producción de la empresa está fuertemente orientada hacia el hemisferio norte del continente americano, como
buena parte de la producción agroindustrial nacional.
La Cooperativa Agraria Lechera de Carmelo (CALCAR), es una organización de productores lecheros, con
base en el departamento de Colonia, en la región Suroeste del país. Fundada en el año 1956, esta empresa está
radicada en una zona que fuera receptora de una fuerte
inmigración suiza, italiana y alemana. Cuenta además
con una cultura asociativa que se destaca en el plano nacional, con importante presencia de fenómenos cooperativos en la zona (en la misma se identifican cooperativas
de prácticamente todas las modalidades existentes en
Uruguay).
Visión cooperativa sobre globalización e integración
regional
La cooperativa procesa unos 44 millones de litros de
leche al año. Abastece totalmente a su zona de influencia, la ciudad de Carmelo, contando con un importante remanente lechero que se vuelca a la exportación. La
Los directivos de la cooperativa continúan manteniendo expectativas de recuperación del mercado brasileño. Sin embargo, la empresa se ha orientado progresivamente hacia los mercados del hemisferio norte, México
y Estados Unidos, donde hoy coloca más de la mitad de
sus exportaciones (año 2003-2004). También Venezuela
es un comprador importante, aunque se perciben algunas dificultades en la existencia de barreras comerciales
y sanitarias a la entrada de productos.
Sin olvidar tampoco los problemas de las asimetrías entre países,
en relación especialmente al fuerte peso, económico y político, de
Brasil dentro del bloque. A esto hay que agregar la ausencia de mecanismos de resolución de controversias, así como de mecanismos que
permitan la coordinación macroeconómica en el bloque.
Al respecto existen algunas experiencias comparativas interesantes. Como por ejemplo los Fondos de Cohesión de la Unión Europea,
que tienen por objetivo apuntalar el desarrollo en la regiones de menor desarrollo relativo.
La valoración del fenómeno regional aparece mediatizada por los efectos todavía recientes de la impactante
devaluación brasileña del año 1998. Hasta ese momento,
el desempeño exportador de la empresa se canalizaba
preferentemente hacia el mercado brasileño(casi un 50%
de sus exportaciones). La violenta devaluación del Real
provocó una abrupta pérdida de competitividad de sus
productos para el mercado brasileño.
En el marco del MERCOSUR, además de la experiencia brasileña, la empresa ha realizado alguna incursión
en el mercado argentino. Bajo la cobertura de una ini-
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 15
ciativa de la Cámara Exportadora, en los años 1999-2001
la empresa realiza algunos sondeos en ese mercado. La
misma historia parece repetirse en Argentina, donde la
crisis y la devaluación del peso argentino (año 2001), hecha por tierra este emprendimiento.
La valoración de la empresa sobre las políticas públicas sectoriales es negativa. Si bien se destaca la presencia
de los mecanismos de crédito que apoyan a las exportaciones, brindado por el estatal Banco de la República
(BROU), no existen apoyos específicos para las empresas
de economía solidaria.
Finalmente, debe destacarse que la empresa no descarta la importancia de los mercados regionales, como
un foco interesante para el desarrollo de la cooperativa.
Sin embargo mantienen una postura cautelosa. La inestabilidad macroeconómica en la región, la volatilidad de
los tipos de cambio, son elementos claves para explicar
el desempeño exportador de la empresa en el bloque. La
inexistencia de mecanismos supranacionales de coordinación de la política económica, que permita establecer
una margen de certidumbre mayor en las variables claves
de la economía, resultan un obstáculo mayor para el posicionamiento regional de la empresa.
2.2. El caso chileno. Los Robles
La Cooperativa Vitivinícola de Curicó (Los Robles),
tiene sus inicios en el desastre ocasionado por el Terremoto de Chillán, que asoló a Chile en el año 1939. En
ese mismo año, en la Séptima Región del Maule se forma
esta cooperativa, con el propósito de generar un establecimiento donde industrializar la producción vitícola. En
la actualidad la cooperativa está integrada por 67 socios,
incluyendo también personas jurídicas, como por ejemplo alguna cooperativa de pequeños agricultores.
En la actualidad, la empresa genera unos 86 puestos
de trabajo directos, todos sindicalizados y con derechos
de negociación colectiva. Cuenta también con una importante dotación tecnológica, apostando a la tecnología
de punta para su desarrollo productivo. Se destacan además los procesos de control de calidad (estilo ISO), y de
trazabilidad de los productos. También existe preocupación ecológica, que se expresa en el manejo responsable
de los efluentes líquidos y gaseosos.
La presencia de los cooperativistas se manifiesta en
el Directorio de la empresa, quien es el encargado de
generar y brindar las macro-orientaciones de desarrollo
estratégico de la empresa. El timoneo general de la empresa recae en una estructura gerencial muy desarrollada. Además del Gerente General, que está asociado a la
empresa, se encuentran las jefaturas de Exportaciones,
Administración y Finanzas, Ventas, Importaciones, Mar-
keting, y de Aseguramiento de Calidad. Esta estructura
se expresa en la presencia de elaborados planes de gestión anuales y de mediano plazo, con metas y objetivos
precisos de desarrollo empresarial.
La cooperación con otras formas de economía solidaria no es vista como un punto esencial para el desarrollo
de la empresa. La empresa no descarta la colaboración
con otras formas empresariales, pero estas se orientan
bajo el objetivo estratégico de fortalecer la presencia en
los mercados de Los Robles. Por otro lado, la empresa
si mantiene una postura muy activa de responsabilidad
social, de colaboración y participación en todas las iniciativas dirigidas a combatir la pobreza extrema y sus
manifestaciones.
Desempeño exportador de Los Robles
Su desempeño productivo durante los primeros años
de existencia es correcto, orientándose enteramente a la
producción para el mercado interno. Con su incorporación a la vigorosa corriente exportadora chilena de los ‘80s
comienza a procesarse su transformación productiva.
La empresa comienza a procesar su salto productivo
en el período 1999-2000. La modernización de plantilla
gerencial, es un factor clave en la explicación de este nuevo posicionamiento en los mercados internacionales. Las
exportaciones pasan a representar el 75% de los ingresos
totales de la empresa. Durante el año 2004 se realizan
exportaciones por valores superiores a los 5:400.000U$,
lo que significó un salto del 28%, respecto al desempeño
exportador del año 2003 (4:200.000U$).
La empresa ha enfocado sus estrategias comerciales
hacia la diferenciación del producto. Principalmente hacia los circuitos comerciales del “Comercio Justo”, utilizando denominaciones como las de FLO (Fair Trade Levelling Organization) en sus productos. Especialmente
en los mercados europeos, donde existe un interesante
segmento de consumo para este tipo de productos, en
sectores sociales preocupados por los aspectos sociales
del proceso productivo.
Los principales mercados compradores son los del
viejo mundo, aunque vienen diversificando sus destinos
de manera creciente. Según nuestros entrevistados, “en
un comienzo vendíamos exclusivamente al Reino Unido,
La renovación generacional de los cooperativistas, así como el
ingreso de nuevos integrantes con mentalidades más empresariales,
parecen ser los factores explicativos del surgimiento de este nuevo
liderazgo cooperativo.
En realidad, los beneficios no son económicos, ya que no es un
segmento significativo del mercado. El mayor rédito debe buscarse en
el prestigio que otorga a la empresa la participación en estas redes
de comercio justo, en una apuesta a la construcción de la marca “Los
Robles”.
16 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
ahora vendemos a Alemania, Bélgica, Holanda, Francia,
Dinamarca, Suecia, Corea, Japón, China, Costa Rica, Venezuela, EEUU, Canadá, entonces queremos llegar a tener
unos 30 países a los cuales podamos vender nuestros productos.” (EIC)
Visión cooperativa sobre globalización e integración
regional
El MERCOSUR no es apreciado como una oportunidad relevante para realizar negocios. Resulta claro que
en esta zona del mundo es donde los vinos chilenos encuentran la máxima competencia, para su producción
de vinos a granel, sin diferenciación del producto. Los
países de la región, Argentina y Uruguay, pero también el
sur de Brasil, son vistos como fuertes competidores para
los vinos chilenos.
En relación a los tratados comerciales, como los que
Chile sostiene con Estados Unidos, la Unión Europea, y
los tratados recientes con países del Asia, han representado una importante vía de acceso a nuevos mercados. Un
soporte jurídico de importancia para el establecimiento de relaciones internacionales con mayores garantías.
Una de las consecuencias más recientes de dichos acuerdos para Vinos Los Robles, ha sido el crecimiento de los
volúmenes exportados hacia el mercado asiático.
Su vigoroso posicionamiento externo se basa en la
búsqueda sistemática de diversificación de mercados,
identificando segmentos específicos, como por ejemplo
los del Comercio Justo. Además, su apuesta a la renovación tecnológica y a una estructura gerencial profesionalizada. Aspecto fundamental, ya que la exportación
requiere de una dedicación muy fuerte al relevamiento
y análisis de información de mercados. El dinamismo
del mercado mundial, la fuerte competencia entre productores tradicionales y emergentes, obliga a una actitud
atenta a los avatares del mercado.
empresa diferenciarse, construyendo una marca reconocida en los mercados mundiales.
Los instrumentos de política pública disponibles para
la promoción agrícola están fuertemente sesgados hacia
objetivos de promoción de la equidad. Por lo tanto, en
el campo de los instrumentos de promoción productiva
e inserción exportadora, Los Robles debe competir con
otras empresas exportadores.
2.3. El caso brasileño. Aurora
La Cooperativa Vitivinícola Aurora fue fundada en el
año 1931, en la ciudad de Bento Gonçalves de Rio Grande do Sul, por unas 16 familias de productores de uvas.
Al día de hoy la cooperativa está integrada por casi 1.300
asociados, que producen juntas una zafra de 55 millones
de quilos de uvas, de la que resultan unos 35 millones de
litros de vino anuales.
La Cooperativa Aurora ha definido su misión en ser
la mas grande vinícola de Brasil, especializada en elaborar y distribuir productos, bajo altos estándares de calidad. Desde los años 80 también exporta de vinos para
Japón, Finlandia, Estados Unidos, Francia y República
Checa entre otros.
Preocupada con la calidad de los productos, la cooperativa ha introducido innovaciones en su proceso productivo, de forma tal de lograr acreditaciones de tipo ISO
9001. Estos Sistemas de Gestión de la Calidad, aseguran
los procesos de elaboración y procesamiento del vino y
sus derivados. Esta es una medida que ha sido considerada imprescindible, para reforzar su imagen en el mercado brasileño, frente a los muy bien conceptuados vinos
chilenos y argentinos. (EIC)
La organización del trabajo es otro punto alto en la
empresa, con una eficaz estructura gerencial y operativa, y una estructura productiva adaptada a los exigentes
mercados externos. El liderazgo gerencial, producto de
la renovación generacional de la empresa en los ’80, es
un factor de importancia para explicar este dinamismo.
En tal sentido, la cooperativa ha definido como una
línea de desarrollo estratégico el fomento de la intercooperación, con otras empresas cooperativas de Río Grande, tratando de generar mayores escalas productivas, que
les permitan enfrentar la importante competencia de los
productores de la región. Este se complementa con una
apuesta firme a la incorporación tecnológica y al mejoramiento genético de la producción, mediante introducción de nuevas variedades de cepas vinícolas.
De todas maneras, uno de los principales problemas
para esta industria consiste en la búsqueda de superación del poder de mercado que poseen las empresas que
realizan la intermediación en el comercio de vinos a nivel mundial. La colocación de sus productos a través de
grandes supermercados, compradores a granel, supone
una baja calificación del producto que ofrecen. Si bien el
precio y la calidad son apreciados, esto no permite a la
Las acciones de promoción estatal al sector cooperativo son más bien limitadas. Desde el año 2003, el Ministerio de Agricultura (MA) junto con el Grupo Interministerial del Cooperativismo y el Ministerio del Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC), vienen
desarrollando un trabajo de estimulo y capacitación de
las cooperativas para la exportación. Todavía no existe
un tratamiento diferenciado entre exportación hecha
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 17
por una empresa mercantil y por una cooperativa, aunque estos pasos pueden ser un buen inicio.
rativa muy diversificada entre los países miembros del MERCOSUR.
Para los productores brasileños la protección del
mercado interno es fundamental. Instrumentos como
los aranceles, cuotas y precios piso son reclamados por
los productores. “Por causa de la inexistencia de políticas
públicas, un significativo número de cooperativas argentinas, principalmente en el área de vino, está acelerando sus
exportaciones y aumentando su producción para Brasil dificultando el trabajo de nuestras cooperativas” (EIC)
b) No existe un conjunto armónico de legislaciones en los distintos sectores cooperativos nacionales, que conduzcan al fortalecimiento del
proceso de integración regional
El desempeño productivo cooperativo
d) Los propósitos de integración son puntuales,
pautados por el voluntarismo. Elementos que
conducen a la configuración de un escenario
institucional fragmentado e improvisado, de
lenta consolidación
La estrategia cooperativa en el Brasil parece apostar
más a dinámicas reactivas, defensivas frente a la competencia regional e internacional. Si bien existe una cierta
visión respecto a las potenciales ventajas del intercambio
tecnológico con otras cooperativas de la región, lo cierto
es que estas posibilidades se ven dificultades por la fuerte
competencia por el mercado brasileño.
Respecto a las políticas públicas, según la opinión de
nuestros entrevistados, las cooperativas brasileñas carecen de una política de crédito diferenciada, que las oriente hacia la exportación. Reciben planes de capacitación,
elaborados por el MDIC, a través del Departamento Nacional de Cooperativismo (DENACOOP), sobre como
exportar, planificar la producción, tasas aduaneras y comercialización en espacios internacionales.
Si embargo, siguen siendo políticas públicas puntuales, orientadas a incrementar la productividad empresarial y no a la reafirmación de principios democráticos, de
solidaridad y derechos sociales de todos los hombres y
mujeres de la región (EIC). Esto es visto por las cooperativas como una insuficiencia muy grave, una carencia de
visión respecto al fenómeno cooperativo, que dificulta el
real desarrollo de las empresas de economía solidaria.
Finalmente, la visión de los actores cooperativos respecto a la relación entre integración y desarrollo cooperativo están muy lejos de ser idílicas. Esto se afirma en
un dato de la realidad, como es la importancia del mercado de consumo brasileño, con un potencial de expansión muy importante. Pero también se visualizan otros
obstáculos importantes, que son reseñados en el cuadro
siguiente.
Integración y Desarrollo Cooperativo.
Principales obstáculos
a) Los intercambios cooperativos son obstaculizados o bloqueados por una legislación coope-
c) La afirmación de los elementos sustanciales
dependen de características históricas culturales que en la región todavía son desconocidos
e) Las estrategias de las empresas cooperativas
con relación al MERCOSUR están dominadas
por la postura de resistencia o de oposición
sistemática a la apertura de las cooperativas
brasileñas. Se citan dos grandes conjuntos causales: Inexistencia de políticas públicas que
incentiven la intercooperación regional; La
fuerte orientación hacia el territorio nacional,
buscando la protección del mercado local.
Fuente: Entrevistas con informantes calificados, Brasil.
2.4. El caso colombiano. COLANTA
La Cooperativa Lechera de Antioquia (COLANTA)
nace en 1964 en el municipio de Don Matías (Departamento de Antioquia), fruto de una iniciativa de la Secretaria de Agricultura departamental. El objetivo esta iniciativa era el de superar la deficitaria situación en materia
de producción y comercialización de leche para la ciudad
de Medellín (capital del Departamento de Antioquia).
El grupo original estaba conformado por 64 asociados, pequeños productores de leche que encontraron en
la iniciativa departamental una oportunidad que aprovecharon. La nueva Cooperativa instaló un pequeño almacén de insumos agropecuarios para apoyar las actividades de producción de leche. El comienzo fue muy difícil,
en los primeros 10 años de existencia la cooperativa se
declaró tres veces en quiebra y el antiguo Departamento
Administrativo Nacional de Cooperativas (DANCOOP),
sugirió su liquidación.
Es en el año 1973 cuando la cooperativa empieza a
caminar por un nuevo rumbo en materia de liderazgo
y crecimiento sostenido. Ese mismo año es nombrado
18 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
como Gerente un Médico Veterinario, ex Secretario de
Agricultura, reconocido por ganaderos de la región y entidades del gobierno departamental (EIC). Ya para el año
1977, la cooperativa coloca 4 millones de kilos de leche
y sus asociados ascienden a 700. Los años siguientes estarían marcados por un progresivo crecimiento tecnológico e innovación en los procesos de producción de la
leche, mejoramiento de razas y fortalecimiento del tejido
social de la cooperativa. (COLANTA, 2005)
Sin dudas que COLANTA es una de las empresas líderes del sector lácteo, durante el año 2003 sus ventas
ascendieron a unos $889.795 millones de pesos, siendo
líder de ventas en el mercado de alimentos de Colombia
durante ese periodo ( Lozano 2004: 34). Pero COLANTA
no es un caso aislado. También Coolechera, cooperativa
lechera ubicada en la Costa Atlántica, se ubicó en séptimo lugar en ventas nacionales con un valor de $128.349
millones en ventas y Ciledco, otra cooperativa láctea nacional, logró ventas por $28.715 millones, ubicándose en
el puesto catorce en la lista de las empresas más vendedoras (Revista Dinero, 2004: 130-131).
Las tres cooperativas son exportadoras, siendo COLANTA la de mayor penetración en mercados de la región andina. Las tres empresas fueron incluidas en la revista de negocios Dinero dentro de las 5000 empresas colombianas que lograron un incremento en sus utilidades
(en el caso de las cooperativas, excedentes cooperativos)
del 31% y lograron reducir de manera similar su nivel de
endeudamiento.
El mercado local y la proyección regional
Para algunos analistas, las cifras de exportaciones y
del número de cooperativas y empresas exportadoras es
una muestra de que el sector “no posee vocación exportadora” (Lozano, 2004: 21). Para otros se trata de un sector poco competitivo, poco preparado para enfrentar los
retos de la internacionalización de sus negocios (EIC). Es
por lo tanto un sector incapaz de aprovechar las opciones comerciales que brindan los procesos de integración
económica internacional.
La experiencia colombiana parece demostrar que estos acercamientos a la cuestión están indudablemente
sesgados. En realidad, el sector cooperativo esta poblado
por un alto porcentaje de micro y pequeñas empresas.
La escala de la empresa cooperativa es un factor esencial para comprender su potencial exportador. Pretender
concluir que poseen una carencia genética, una suerte de
tara que los inhabilita para el desarrollo exportador, resulta al menos inexacto. Para responder esa cuestión es
preciso conocer sus características y debilidades tecnológicas, el tipo de líderes que las controlan, la visión comercial de sus asociados y la naturaleza local y regional
de los mercados que abastecen en Colombia.
Los sectores de mayor dinamismo exportador en Colombia se dan en sectores con competitividades propias
del sector. Por ejemplo el caso del Café, donde las competitividades han sido históricas y la forma cooperativa ha
permitido flexibilizar los procesos de comercialización
internacional. En el caso de la Leche, las observaciones
son más interesantes: Colombia era importador y ahora
es exportador. De las 4 empresas de mayores ventas al
exterior, 3 son empresas cooperativas. Esta observación
permite observar una reacomodación del mercado, articulada a la forma de producción y comercio cooperativo,
base actual de la posición de liderazgo en la región andina (BID-INTAL, 1999).
Esta claro que el éxito en el posicionamiento exportador de COLANTA se afirma en el desarrollo de ventajas
comparativas en una región netamente deficitaria en materia de producción láctea. Ahora, si bien el crecimiento
de COLANTA se afirma en la expansión del comercio
intrarregional, donde el Pacto Andino opera como un
instrumento que afirma esas tendencias, el desarrollo
productivo de la empresa debe más a las virtudes de su
desarrollo empresarial.
La internacionalización de los negocios cooperativos depende más de una iniciativa local, a partir de la
posición de liderazgo en los mercados locales que de
iniciativas externas o propiciadas por procesos de integración. Lo que sí es cierto, para el caso de Colanta, es
que los procesos de apertura, de inversión extranjera y
de reacomodación del mercado local e internacional, le
permitieron fortalecer su estructura productiva y comercializadora, aprovechando las puertas de la integración
subregional andina.
Como recomendación, los gobiernos nacionales y locales deberían propiciar la intercooperación, internacionalización e integración regional de las formas asociativas cooperativas y solidarias, a partir de incentivos fiscales y acompañamientos técnicas específicos. Sin olvidar
que esto solo es posible mediante el fortalecimiento de
las mismas organizaciones en calidad, servicio y productividad, como bases para su preparación en el reto que
implican los procesos de globalización. En ese sentido, el
primer paso ha de ser entonces, el perfeccionamiento y
fortalecimiento de los mercados locales y la intercooperación entre empresas del sector dentro de la geografía
nacional.
3. Como conclusión. Perspectivas
del Desarrollo Cooperativo en la
Globalización
En estas conclusiones pretendemos aportar algunas
reflexiones que surgen del análisis comparativo de nues-
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 19
tros casos. Estas son formuladas a la manera de hipótesis
de trabajo, pasibles de ser reelaboradas y contrastadas en
estudios posteriores. En el cuadro anexo final, presentamos un cuadro resumen de las distintas dimensiones
evaluadas, donde se aprecia el vigor del desempeño cooperativo de nuestros casos.
En términos de constataciones, se puede afirmar que
la naturaleza cooperativa de las empresas no son un obstáculo para su inserción exitosa en los mercados mundiales. Más allá de los sesgos en la selección de casos, no
podemos decir que las empresas de economía solidaria
posean una “incapacidad inherente”, que las inhabilite para
su inserción y desempeño en los mercados mundiales.
Por otra parte, ciertamente, el dinamismo exportador
se orienta netamente por la demanda, formada en torno
a los precios y calidades de los productos. En este punto,
la producción cooperativa compite exitosamente en áreas
donde la calidad del producto resulta clave. Esto resulta
especialmente cierto donde los productos cooperativos
pueden aportar un cierto diferencial, que se desprende
de las peculiaridades de su proceso productivo (la responsabilidad social, el respeto por el medio ambiente, la
identidad local, por ejemplo).
Respecto a una de nuestras preguntas iniciales, que
indicaba que los acuerdos de integración regional podían
ser un instrumento idóneo para potenciar el acceso a los
mercados por parte de las empresas cooperativas, las experiencias resultan ambiguas. Ciertamente, la existencia
de acuerdos comerciales bilaterales facilitan el proceso
de comercialización y de inversión productiva. Pero el
dinamismo comercial de los casos analizados se asienta
más bien en las ventajas comparativas de la producción
de bienes de base agrícola que tienen los países seleccionados, antes que en políticas regionales de promoción.
Entonces, frente a la ausencia o debilidad de mecanismos de promoción sectorial, el éxito de las empresas
cooperativas en los mercados internacionales solo puede
afirmarse en las condiciones de competitividad y productividad empresarial. No se identificaron mecanismos
específicos de promoción del comercio cooperativo extra regional. Las empresas de economía solidaria, al igual
que cualquier otra empresa con fines de lucro, deben
cumplimentar rigurosamente los mismos requisitos de
eficiencia y calidad en la producción de sus productos.
Por último, dentro de los países estudiados tampoco
se observa la presencia de ningún mecanismo supranacional que busque favorecer el comercio cooperativo intra-regional (nos referimos específicamente al MERCOSUR, pero también vale para el Pacto Andino). Tampoco
se aprecia una tendencia hacia la formación de acuerdos
de cooperación Inter-cooperativos. En realidad, las empresas cooperativas, en su posicionamiento internacio-
nal, parecen adoptar posturas similares a las de cualquier
empresa comercial.
Sin dudas que la ausencia de políticas públicas de
promoción al desarrollo de formas económicas solidarias, está asociado a un cierto patrón de desarrollo predominante en la región. Un patrón que tu rendimiento
en la década de los ’90, pero que evidencia señales claras
de agotamiento. Si efectivamente nos encontramos en un
momento de búsqueda, de construcción de nuevos estilos
de desarrollo en la región, puede abrirse una ventana de
oportunidad para los actores cooperativos. La construcción de una agenda de desarrollo alternativa, que apueste
a un desarrollo productivo, equitativo y sustentable, sólo
puede pensarse desde la presencia activa de los sectores
de la economía solidaria.
Finalmente, frente a este enorme desafío, es que nos
permitimos formular algunas sugerencias, como recomendaciones generales que se desprenden de nuestro
trabajo de investigación. Sobre estas sugerencias podría
comenzar a constituirse la nueva agenda de investigación
sobre Integración y Desarrollo Cooperativo:
a) Existe un espacio que reclama con urgencia el poder ser llenado, tanto a nivel empresarial cooperativo,
académico como de los poderes públicos.
En la extensa revisión bibliográfica y documental,
realizada en nuestra investigación, pudimos constatar la
urgencia y la importancia de profundizar y generar un
espacio de trabajo, intercambio y generación de conocimiento sobre la relación entre sector cooperativo, economía social, integración comercial y globalización. Esta
acción se plantea con múltiples beneficios tanto para los
propios actores del sector, como para los gobiernos y las
propias instancias académicas.
b) Hay una cantidad de experiencias interesantes e
importantes a nivel cada país para explorar, modelizar
y para resocializar a los actores privados y públicos.
Más allá de lo que se ha podido registrar e investigar,
los propios actores de la economía social están abriendo
caminos, buscando fórmulas y desarrollando experiencias que son dignas de reconocerse y poder servir de
base para la reflexión y la investigación con los pies en la
tierra. Existen muchos casos de iniciativas que no son de
dominio público, que no hacen noticia, pero que son procesos mediante los cuales las propias personas “se suben” a
la globalización y aprovechan sus potencialidades.
c) Urgencia de utilizar los distintos foros y plataformas para difundir los resultados.
20 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Luego de revisar la literatura, de desarrollar los estudio se casos, de dialogar con dirigentes y autoridades, la
posibilidad de generar una plataforma de trabajo común
sobre la temática del desarrollo cooperativo, integración
comercial y globalización, aparece como una necesidad
evidente, ya que en la actualidad es evidente que se carece
de consenso, de modelos y de marcos de interpretación
adecuados para el fenómeno complejo que vivimos.
d) Compatibilizar las tendencias naturales del sector
cooperativo hacia el desarrollo local con las tendencias
de la globalización.
Queda claro por otra parte, que el sector cooperativo
y otras empresas y organizaciones de la economía social
son capaces y tienen un mandato explicito para intentar
compatibilizar en casos concretos, en lugares concretos y con gente real las tendencias mundializadoras de
la globalización, con las tendencias del desarrollo local
sustentable. Es a través de este tipo de empresas, como
de otras de la economía social, donde es posible concretar el desarrollo de oportunidades a nivel internacional,
que tengan una traducción clara a nivel de los códigos y
culturas locales.
Bibliografía Sumaria
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ABREU, Sergio(1991). MERCOSUR e integración. Uruguay.
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II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 21
Cooperativas de trabajo en el cono sur.
MATRICES DE SURGIMIENTO Y MODELOS DE GESTIÓN
• Alfredo Camilletti, Javier Guidini y Andrea Herrera
• Mónica Rodríguez
Instituto de Estudios Cooperativos (IEC) - Universidad de la Plata – Argentina
Programa Interdisciplinario de Estudios Asociativos (PROASOCIA) - Universidad de
Chile – Chile
• Juan Pablo Martí (coordinador), Cecilia Soria, Milton Torrelli y Milton Silveira
Unidad de Estudios Cooperativos (UEC) - Universidad de la República – Uruguay
Resumen
La investigación que busca sintetizar este artículo
tenía por objetivo contribuir a mejorar la gestión de las
cooperativas de trabajo. A partir de un estudio de casos
en tres países del Cono Sur de Sudamérica se busca vincular la matriz de surgimiento de las cooperativas con la
modalides que asume la gestión. Se compara la gestión
de las cooperativas de trabajo en Argentina, Chile y Uruguay intentando identificar de los atributos organizacionales diferenciales en función de las distintas modalidades de surgimiento de las mismas. Si bien se concluye
en que no existe un modelo de gestión específico para
cada matriz de surgimiento, si se pueden señalar especificidades a la hora de organizar la gestión, directamente
relacionadas con los desafíos planteados en el momento
de la creación
1.Introducción
El artículo que aquí se presenta constituye una síntesis de una investigación homónima, cuyo objetivo era
contribuir a la generación de modelos gestión acordes a
las necesidades y potencialidades de las cooperativas de
trabajo, a partir de la identificación de los atributos organizacionales diferenciales en función de las distintas
modalidades de surgimiento de las mismas. Para esto se
realizo un relevamiento acerca de la historia, el surgimiento y la situación de las cooperativas de trabajo en
sus diferentes matrices de surgimiento.
La información considerada surge, fundamentalmente, del testimonio de quienes integran estas experiencias
y del análisis del marco contextual y legal de cada país. A
través de este trabajo se pretende detectar las debilidades
y fortalezas del modelo de gestión utilizado por las cooperativas entrevistadas y proyectar los factores relevantes
a ser considerados en la administración de las cooperativas de trabajo. Para ello se exponen los desafíos de la
gestión cooperativa y se analizan las variables relevantes
de gestión para las matrices propuestas.
2.Transformaciones en el mercado
de trabajo y cooperativas
En el marco de la globalización el proceso de producción se transformó por la conjunción de nuevas
tecnologías y cambios en la organización del trabajo,
lo que impactó fuertemente sobre los mercados de trabajo (Houtart, 1995). La globalización ha estado acompañada por la implementación de políticas monetarias,
fiscales y sociales incompatibles con el mantenimiento
y/o creación de empleo (Stiglitz, 2002). A su vez, nuevos
niveles de competitividad han sido definidos provocando la desestructuración de varias cadenas productivas y
obligando a las empresas a reestructurarse con nuevas
tecnologías de producción y de gestión. El control rígido
y directo de la producción fue sustituido por el control
de los mercados (control de las informaciones y marcas),
y muchas grandes empresas pasaron a organizarse en redes. La característica principal de este modelo es la presencia del capital financiero como principal coordinador
del desarrollo bajo el cual todas las demás estrategias
económicas, dentro de las cuales están las productivas,
están subordinadas (Dierckxsens, 1998: 177).
Presenciamos el pasaje del modelo de desarrollo fordista, en el cual la relación salarial estaba regulada a través de una normativa relativamente protectora del trabajador y su familia, a un modelo de acumulación flexible
(Boyer, 1995 y 1997). El capital se globaliza, se concentra
y excluye una gran parcela de la población del mercado
de trabajo. Esto se traduce no solamente en una rápida
disminución de los obreros, sino también en la eliminación de la relación de trabajo de un gran número de
personas, inútiles en los nuevos procesos o incapaces de
introducirse en ellos profesionalmente (Lipietz, 1995).
22 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Las nuevas condiciones de la economía globalizada
traen como consecuencia escasa capacidad en la generación de empleo, lo que se ve agudizado por los procesos
de privatización y desnacionalización. Esto se manifiesta
en los índices de desempleo existentes en nuestros países. Por lo tanto, ya no se trata de generar empleos de
calidad y bien remunerados, el desafío hoy planteado es
simplemente generar empleo.
Frente a este crítico panorama, las cooperativas de
trabajo aparecen como una de las alternativas más viables para responder al desafío de generar empleo. Pero su
valor no sólo radica en ser fuente para la creación de empleo, sino también en el hecho de que funcionan como
un entramado, porque conforma una red de relaciones
y vínculos que rescatan a las personas del aislamiento al
compartir tareas, sentimientos, normas y valores; y también es una envoltura que actúa como barrera de protección para los que pertenecen a la misma.
No es suficiente con la simple creación de cooperativas de trabajo, estas deben ser competitivas y eficientes para insertarse en el mercado, sin perder de vista sus
principios y valores. Las cooperativas de trabajo deben
responder a diversas problemáticas de organización, de
capitalización y de gestión. Ello requiere elaborar estrategias y herramientas –tanto a nivel práctico como teórico- necesarias para su evolución. En este contexto se
hace necesario que la teoría organizativa proponga los
marcos conceptuales con los cuales describir y desplegar
la experiencia cooperativa de modo de ayudar a los protagonistas (Battaglia, 2004).
De ahí el interés por indagar respecto a los distintos
orígenes de las cooperativas de trabajo, bajo la premisa
de que la comparación entre diferentes realidades arrojará luz sobre las causas de las diferentes manifestaciones y
magnitudes de los fenómenos reseñados en las cooperativas. Un enfoque que dé cuenta de la diversidad llevará
a identificar un conjunto de factores críticos de éxito, que
presumiblemente obedezcan a una disposición organizativa particular, fuertemente caracterizado y condicionado por la especificidad ideológica y cultural que han
dado vida a la empresa (Battaglia, 2004).
A partir de esta caracterización el trabajo intenta
responder a la pregunta: ¿cuáles son aquellos elementos
de la gestión que guardan relación con las condiciones de
surgimiento de estas iniciativas? También podríamos formular la preguntar de la siguiente manera: ¿cuántas de
las características institucionales detectadas no se explican
por el origen de estas iniciativas sino que constituyen regularidades de las cooperativas de trabajo?
Para el año 2003 la desocupación abierta alcanzaba el 19,5% en
Argentina, el 9,4% Chile y el 14% Uruguay
3.Las matrices de surgimiento y los
casos estudiados
Al momento de analizar el origen de las organizaciones cooperativas J. Vanek (1985) individualiza cinco modalidades de nacimiento: a) la quiebra: cuando los trabajadores asumen la gestión de la empresa capitalista arruinada; b) la reorganización amigable o muy amigable: una
empresa tradicional, vital y con buen funcionamiento se
reorganiza en forma cooperativa con el consenso de todas las partes e incluso la iniciativa del propietario; c) la
reorganización agresiva: los trabajadores imponen la autogestión con huelgas y acciones hostiles; d) la formación
espontánea de una nueva cooperativa que nace sin experiencia previa; y e) la formación inducida del exterior: la
empresa se crea de cero pero con la ayuda de instituciones u organizaciones externas que no forman parte de la
cooperativa.
Este esquema propuesto por Vanek requiere ser reformulado atendiendo la realidad latinoamericana y las
especificidades de las cooperativas de trabajo. Para esto
resulta de gran utilidad la propuesta del cientista social
uruguayo J. P. Terra (1984) que propone distinguir las
siguientes matrices de surgimiento de las cooperativas de
producción:
A. Cooperativas que nacieron por la transferencia a
los trabajadores de empresas deficitarias, públicas
y privadas. Este fue el caso anteriormente estudiado en el marco del Comité Académico de Empresa
Recuperadas; y correspondería al primer y tercer
origen propuesto por Vanek.
B. Cooperativas que nacieron de un impulso autónomo de los propios socios en busca de superar
los modelos de producción capitalista y de obtener
una nueva forma de relación social y productiva.
Este caso estaría relacionado con la cuarta modalidad de Vanek.
C. La organización cooperativa creada por una organización externa, no cooperativa ella misma pero
muy motivada y altamente competente, que le dio
la eficiencia empresarial y orientó la capacitación y
gradual transferencia a la autogestión, una vez pasada la etapa creativa y lograda la consolidación.
Este es el caso típico de incubaje de cooperativas
a través de ONG’s o de la acción de universidades.
Esta representaría la modalidad quinta del esquema de Vanek.
D. Relacionada con esta última, pero con diferencias
importantes, estarían las cooperativas promovidas
por la acción estatal. En los países de la región observamos frecuentemente políticas públicas que
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 23
promueven la formación de cooperativas. Este
origen se relacionaría también con la quinta modalidad propuesta por Vanek. El motivo de esta
subdivisión radica en la importancia del fenómeno en Argentina, el peso que tiene en Uruguay y la
presencia en Chile. Por otra parte esta modalidad
no obedece a la lógica de la incubación sino más
bien a objetivos de política pública.
Para dar cuenta de esta problemática e intentar responder las preguntas optamos por una metodología de
índole cualitativa y centrada en el estudio de casos, procurando la expresividad y no la representatividad estadística de los mismos. El procedimiento de muestreo fue
de tipo teórico intencional. El mismo se conforma a partir de la delimitación de ejes relevantes de selección de
casos sugeridos por la teoría revisada anteriormente.
En esta investigación se tomo esta clasificación, resumiéndose en el cuadro siguiente las cooperativas estudiadas:
Matrices de
surgimiento
Empresas
recuperadas
Impulso autónomo
Promovidas por
organizaciones privadas
Promovidas desde el
Estado
Argentina
Cooperativa Textil
Argentina
Cooperativa
“Ferrograf”
Cooperativa “Los Pibes de
M.A.M.A”
Cooperativa Textil “Las
Flores”
Chile
-----------
Cooperativa
Educacional Paine
Cooperativa de Ex
trabajadores de Telefónica
(COOPEXTEL)
Cooperativa de Mueblistas
“Millaray”
Uruguay
Cooperativa
NIBOPLAST
Cooperativa EMMI
Cooperativa COCLAM
Cooperativa de Taxi “Los
maitenes”
A su vez, a partir de las observaciones realizadas del
carácter de la población objeto de estudio consideramos
otros criterios para obtener la información que consideramos relevante a fin de dar cuenta de los objetivos
propuestos. Estos criterios son: a) la dimensión temporal; b) la existencia de una gerencia diferenciada; y c) la
cantidad de integrantes.
Estos criterios constituyeron una orientación en la
selección de los casos a integrar la muestra, pero de ninguna manera fueron exhaustivos ni rígidos. Se trató de
criterios previos que el conocimiento existente respecto
a las cooperativas a estudiar nos sugiere tener en cuenta
antes del trabajo de campo. Sin embargo, debemos consignar las dificultades enfrentadas a la hora de seleccionar
los casos de estudio. La diversidad de matrices y países
conspiró contra la perfecta aplicación de los criterios de
selección. La investigación no buscó la representatividad
estadística de los casos, si que dieran cuenta del universo
a estudio lo que se cumplió sin inconvenientes.
Consideramos el “ciclo vital” de las cooperativas seleccionando
casos que se encuentran en la misma etapa. Para ello se buscó que los
casos estudiados no se encuentren en la etapa inicial de su vida, sino
que la cooperativa lleve unos años de conformada, habiendo ocurrido
al menos una rotación del Concejo Directivo.
Como criterio cuantitativo se acordó tomar en cuenta solamente
cooperativas que cuenten con más de 9 integrantes. En los casos de
cooperativas pequeñas es probable que la estructura informal, que
existe en cualquier organización, llegue a ser la predominante.
4.CONCEPTOS Y CARACTERISTICAS
DE LAS COOPERATIVAS DE
TRABAJO
Las cooperativas de trabajo son organizaciones que,
sobre la base del esfuerzo propio y la ayuda mutua, proveen de trabajo a sus asociados en forma equitativa buscando su elevación tanto económica, cultural, asistencial,
social y profesional.
Sin embargo, la legislación plantea importantes diferencias en los tres países. En Argentina y en Chile existe una Ley General que rige a todas las cooperativas, la
20.337/73 y la 19.832/02 respectivamente, mientras que
en Uruguay se aprobó durante este año una Ley específica para cooperativas de trabajo la 17.794.
Las definiciones planteadas en las leyes coinciden, en
términos generales, para los tres países, al igual que el
hecho de resaltar la existencia de una relación asociativa
y no de dependencia respecto a los trabajadores que integran la cooperativa.
Según la legislación Argentina una cooperativa de
trabajo es la que organiza y presta a sus asociados el servicio de darles ocupación o la ocasión del trabajo. Tiene
por objeto asumir por su propia cuenta, valiéndose del
trabajo personal de sus asociados, las actividades necesarias para la producción de determinados bienes o
24 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
servicios; cambiando de la relación de dependencia a la
asociativa (Moirano; 1995).
En Chile se denomina cooperativas de trabajo a las
que tienen por objeto producir o transformar bienes o
prestar servicios a terceros, mediante el trabajo mancomunado de sus socios. Siempre que sus asociados no tengan trabajadores dependientes y el uso de los medios de
producción de propiedad de los asociados, esté afectado
exclusivamente al cumplimiento del objeto de la cooperativa, salvo autorización expresa de esta última.
En tanto que en Uruguay, la nueva Ley de cooperativas de trabajo establece que: “son cooperativas de
producción o trabajo asociado, las que tienen por objeto
proporcionar a sus asociados puestos de trabajo, mediante su esfuerzo personal y directo, a través de una organización conjunta destinada a producir bienes o servicios
para terceros, en cualquier sector de la actividad económica”,.... “siempre que sus asociados no tengan trabajadores dependientes y el uso de los medios de producción de
propiedad de los asociados, esté afectado exclusivamente
al cumplimiento del objeto de la cooperativa, salvo autorización expresa de esta última”
La cantidad mínima para la conformación de estas
cooperativas varía, en Argentina se requieren seis asociados al igual que en Uruguay, mientras que en Chile se
requieren cinco asociados.
En algunos países la identidad trabajador-asociado es
celosamente respetada, como es el caso de Argentina,
mientras que en otros, como en Chile y Uruguay, suele
admitirse la actuación de una proporción de trabajadores no asociados, siempre que las cooperativas de trabajo cumplan determinadas normas que disminuyan los
inconvenientes que derivan de esta situación.
Los excedentes anuales revelan los beneficios producidos por los trabajadores asociados que integran la
cooperativa y deben distribuirse entre estos, de manera
equitativa, en proporción al trabajo realizado por cada
uno de ellos.
Respecto a la distribución de los excedentes provenientes del trabajo de los no asociados a las cooperativas,
Las cooperativas de trabajo se proponen obtener fuentes de
ocupación adecuadas para sus asociados, sin embargo es necesario
la admisión de excepciones en casos determinados: para tareas esporádicas, de carácter excepcional o de naturaleza transitoria y/o los
períodos de prueba de duración limitada. La legislación Argentina refleja estas situaciones especiales en la Resolución Nº 360/75 del INAC
(Instituto Nacional de Acción Cooperativa), hoy INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social).
En Uruguay se permite tener hasta el 20 % del total de trabajadores. Como excepción se admite contratación de trabajadores
por encima del tope, cuando lo justifica la cobertura de necesidades
cíclicas de temporada (Ley Nº 17794/04).
el tratamiento difiere según cada país: en Argentina, al
permitirse la incorporación de trabajadores no socios
solo en situaciones especiales, este excedente se traslada a una cuenta de reserva especial prevista en la ley de
cooperativas. En Chile estos excedentes se distribuyen a
prorrata de las cuotas de participación, en tanto que en
Uruguay esta situación no esta prevista legalmente.
En cuanto al desarrollo del cooperativismo de trabajo
en los tres países, existe una marcada diferencia:
• Actualmente en Argentina de las 18.007 cooperativas existentes en todo el país, 8068 corresponden a cooperativas de trabajo, estando ubicadas
la mayor cantidad en la provincia de Buenos Aires, abarcando todo tipo de actividad económica
(Fuente: I.N.A.E.S., Junio de 2004).
• En Chile, de acuerdo a los datos estadísticos del
año 2002, en la actualidad existen 121 cooperativas de trabajo, de las cuales se encuentran 53 inactivas y 68 activas.
• En Uruguay, de acuerdo a las últimas cifras reconocidas (año 2002) existen unas 1264 cooperativas de las cuales 376 pertenecen al cooperativismo
de trabajo y/o producción, contando con un total
de 10.006 asociados (Bertullo et al., 2004).
5.PROBLEMAS DE LA GESTION EN
LAS COOPERATIVAS
La cooperativa posee particularidades que la diferencian de otros tipos de organizaciones económicas, por
lo tanto creemos que las funciones de la administración
deberían poseer una forma y desarrollo distinto que deriven de su naturaleza y propósito así como de su marco
jurídico específico. Sin embargo, y a pesar de estas sustanciales diferencias, las cooperativas no han logrado
desarrollar modelos de gestión específicos que sirvan de
marco para su accionar empresarial. Debido a su inserción en una economía hegemónicamente capitalista se
ha debatido entre las opciones de implementar modelos
de gestión tal como se generan y se adoptan por las empresas capitalistas o por el contrario producir un modelo
de gestión configurado a partir de su propia identidad.
En este sentido Davis (1999) sostiene que los principios
y valores suministran la base para un enfoque sostenido
en la cultura para definir las características de la administración en la cooperativa.
Los contratados eventualmente por las cooperativas de trabajo
perciben el mismo ingreso que los asociados. Respecto del tratamiento de los excedentes ver artículo 42 del decreto-ley Nº 20337/73.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 25
Es más, de la propia forma autogestionaria de organización surgen algunos problemas cuya presencia ha sido
constatada en diversas organizaciones de naturaleza cooperativa y que se oponen a una gestión económicamente
racional, generando ineficiencias que atentan contra la
posibilidad de permanencia en el mercado o consolidación de las mismas. Para dar cuenta de ello analizaremos
la estructura organizativa de las cooperativas y la participación de los socios en la gestión.
a) Estructura organizativa
La forma en que se dirige y administra una empresa
es esencialmente resultado de dos variables: como se toman las decisiones y quién las toma. El problema básico
de la gestión cooperativa reside en la distribución de las
decisiones entre distintas instancias de la organización.
Distribución que implique un mínimo de eficiencia para
operar y a su vez haga efectivo el principio de participación y gestión democrática. Por lo tanto es necesario
definir cuáles son los temas en los que se requerirá la intervención directa de los cooperativistas y aquellos en los
que participarán mediante la elección de representantes
o delegados. Para ello es necesario reconocer la existencia de distintos niveles de decisión:
1. Las decisiones estratégicas son las que afectan el
funcionamiento de una organización durante un
tiempo prolongado, por ejemplo decisiones sobre
distribución de excedentes o reinversión.
2. Las decisiones operativas, por su parte, son las que
se relacionan con la ejecución de las decisiones estratégicas. Son las que se toman diariamente para
poner en funcionamiento cada área de la cooperativa, por ejemplo: la distribución de los turnos de
trabajo.
Por lo tanto el desafío organizativo de las cooperativas de trabajo es conciliar las decisiones operativas y las
estratégicas; la eficiencia administrativa y la democracia
cooperativa.
La estructura institucional
Relacionada a la toma de decisiones estratégicas en
las cooperativas de trabajo encontramos una estructura
de responsabilidades y autoridad que denominaremos:
estructura institucional, que está compuesta por la Asamblea de Socios, el Consejo de Administración o Comisión Directiva y la Sindicatura o Comisión Fiscal.
La mayor jerarquía correspondería al conjunto de los
cooperativistas que ejercen su derecho de participación
como propietarios de la empresa a través de la Asamblea.
En base a ideas y reformulaciones del trabajo de Milnitsky.
Las decisiones estratégicas tomadas por los cooperativistas deben ser llevadas a la práctica por el Consejo Directivo, el que con autorización expresa de la Asamblea y
rindiéndoles cuentas a la misma puede tomar este tipo
de decisiones. Además la actuación del Consejo Directivo está controlada por la Sindicatura o Comisión Fiscal
que supervisa el cumplimiento de las resoluciones y el
respeto de los estatutos de la cooperativa.
En muchas cooperativas de gran tamaño y complejidad existe la figura del gerente o administrador que están
encargados de la ejecución diaria de las decisiones de los
cooperativistas y del Consejo Directivo.
La estructura operativa
Cuando se trata de decisiones operativas, salvo para
el caso de cooperativas muy pequeñas, estas no pueden
ser tomadas por la Asamblea de socios; la autoridad es
ejercida por el Consejo Directivo y a veces delegada a la
gerencia en caso que existiera. Es importante resaltar que
en el caso de Uruguay y Chile, al existir la posibilidad
de tener empleados, el gerente puede ser contratado; situación no contemplada legalmente en Argentina donde
todos los que trabajan deben ser asociados, recayendo
esta responsabilidad en uno de ellos.
b) La participación de los socios en la gestión
A diferencia con las empresas capitalistas, en las cooperativas de trabajo los mismos asociados son los que toman las decisiones estratégicas, a través de la Asamblea,
las ejecutan desde el Consejo de Administración y las
llevan a la práctica en las tareas operativas.
En estructuras más complejas, el Consejo de Administración otorga facultades a las gerencias, que trasmiten instrucciones a los mandos medios (capataces, jefes
de sección, encargados, etc.), quienes tienen además la
misión de supervisar el trabajo de los diferentes equipos
de la cooperativa.
Una de las causas de la complejidad en la gestión de
las cooperativas de trabajo es que la autoridad máxima
(Asamblea) está integrada por los asociados que participan en todo el proceso productivo. El desafío que se
presenta podría sintetizarse poniendo como ejemplo
al trabajador que en la Asamblea debate y decide sobre
cuestiones trascendentales de la cooperativa y que en su
trabajo cotidiano se encuentra bajo la supervisión de una
cadena de mando constituida por capataces, gerentes y
Consejo Directivo que fueron instruidos por la Asamblea. La complejidad aumenta cuando los gerentes son
empleados de la cooperativa. Esto se presenta como una
26 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
diferencia sustancial con la empresa capitalista, en la cual
está claramente disociado quienes toman las decisiones
estratégicas y los trabajadores que ejecutan las decisiones
operativas.
Cuando predomina la estructura “asambleísta” puede que las decisiones no se tomen de manera eficaz. En
tanto si predomina la autoridad gerencial y administrativa puede que la participación real de los socios se reduzca. El desafío al que se enfrentan es asumir un modelo
de gestión que combine la democracia interna con la eficiencia empresarial.
La adopción de tal o cual modelo de gestión dependerá de muchos factores: el tamaño de la cooperativa, el
tipo y la complejidad de sus actividades, la formación de
sus cooperativistas, su situación económica y financiera,
etc. Nuestra hipótesis es que las soluciones que se adoptan y la forma de gestión que asume la cooperativa van a
estar estrechamente ligadas a su matriz de surgimiento.
6.Análisis de casos por matrices de
surgimiento y dimensiones
Tomando en cuenta las consideraciones anteriores, se
buscó realizar un análisis comparativo que diera cuenta
de la manera como se presentan estas dimensiones en
cada una de las matrices propuestas. A continuación se
analizan la organización de la gestión, la participación de
los socios en la gestión y la evaluación y las perspectivas.
A) Organización de la gestión
a) Estructura formal a nivel institucional
A nivel formal institucional se observa una clara estructura organizacional en donde todas las instancias
funcionan de manera normal, existe claridad respecto de
los roles y funciones de cada una.
“La asamblea se reúne una vez al año. Y reuniones
de consejo si no hay nada apurado, cada 20 días o
un mes; y cuando hay un tema puntual el consejo
va a cualquier lugar de la fabrica, se para el proceso,
y se hace la reunión con parte de las personas y si a
la noche entran otros vienen el presidente y el vicepresidente y explican la situación, la gente siempre
esta informada” (socio de Cooperativa Argentina
Textil)
Resulta importante resaltar el valor que se le otor Estado en el que todas las decisiones deben ser tomadas por el
colectivo de los trabajadores.
ga a la participación democrática. Situación que en las
empresas recuperadas podría estar determinada por la
dinámica de “recuperación” vinculada a una fuerte tradición sindical, lo que muchas veces se traduce en “asambleísmos”.
“En la asamblea los últimos años, después de broncas y movimientos internos, y yo diría que estamos
en un 100% [de participación], la gente se interesa
participa y pregunta; lógicamente esas asambleas
no son para decir me robaron el zapato, se trata sobre el orden del día (socio de Cooperativa Argentina
Textil)
El estudio comparativo de las cooperativas surgidas
por impulso autónomo constató que a nivel de la estructura formal institucional en todos los casos se evidencia
un claro funcionamiento de las instancias y órganos internos de administración y decisión. Existe un respeto y
preocupación evidente a la legalidad que regula su funcionamiento. En sus opiniones se constata una autopercepción positiva frente a lo descrito y los entrevistados
en los distintos niveles conocen la estructura formal.
“Bueno, el de consejo de administración, o sea el
grupo que trabaja con la parte administrativa que
somos cuatro nos reunimos todos los sábados…Claro eso de acuerdo a la ley…” Gerente Cooperativa
educacional Paine, Chile)
En el caso de las cooperativas que tienen su origen en
el impulso de organizaciones privadas observamos que
las mismas responden a los objetivos o necesidades de la
organización que las crea. En los tres casos podríamos
decir que a nivel de la estructura formal institucional se
cumple con el marco reglamentario y legal pues así las
organizaciones impulsoras se lo propusieron. Los socios
más bien apoyan estas iniciativas pues representa una alternativa real de trabajo y empleo.
“Es obligación que participemos todos, mismo Gervasio, el aspirante, aunque no tenga voto participa
sino se sanciona” (socio cooperativa COCLAM,
Uruguay)
En los casos comparados en los tres países las experiencias cooperativas promovidas por el Estado nacen a
partir de planes o programas destinados a la creación de
empleos o al fortalecimiento de emprendimientos individuales incipientes. En el caso de Uruguay surge por la
acción del Municipio; en Argentina por la implementación de un Programa provincial y en Chile a partir de
un Servicio Público destinado al fomento productivo y
fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa.
Para profundizar en el análisis de las empresas recuperadas ver al
respecto Martí et al. (2004 y 2005) y Guerra et al. (2005).
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 27
En los casos de Uruguay y Argentina, a pesar de la
intención de respetar la estructura formal de la organización, existe muy poco conocimiento por parte de los
socios de la misma, la preocupación más bien es asegurar
una buena gestión. Los socios han asumido determinados roles de acuerdo a las instancias que se requieren en la
estructura operativa; esto seguramente está íntimamente relacionado con el número reducido de socios. Esta
característica parece ser un factor determinante en este
tipo de matriz de surgimiento y se relaciona con la forma
en que fueron reclutados los integrantes de las cooperativas para su fundación. Este reclutamiento no se da de
manera natural sino más bien que, ante la eventualidad
del apoyo existente, terminan asociándose un grupo de
personas sin un proyecto compartido, por lo tanto la motivación está dada en conseguir el apoyo estatal.
“…con mi hijo salimos a buscar personas… pero
nosotros para poder conseguir una ayuda del municipio en ese momento teníamos que formar una
cooperativa. Entonces juntamos 10 personas y formamos la cooperativa, armamos un proyecto y lo
presentamos en la Municipalidad y consiguieron un
“Plan País” que subsidiaban la compra de máquinas…” (Cooperativa de trabajo textil Crecer Ltda.,
Argentina)
La constante en todos los casos es que aquella persona que está más capacitada asume el liderazgo del grupo
y los demás se suman sin problemas. También se observa
la necesidad latente de capacitación y asistencia técnica a
los socios para poder asegurar el éxito de sus iniciativas.
“De los socios yo soy el secretario, todos tienen como
un cargo, juntándonos a todos vieron quién tiene
más capacidad pa’ una cosa o pa’ otra” (socio-trabajador de la cooperativa Millaray, Chile)
b) Estructura formal a nivel operativo.
A nivel de la estructura operativa en el caso de las
empresas recuperadas, estas presentan coincidencias
respecto de la manera como se organizan para gestionar
su proceso operativo. Al inicio de la vida de la cooperativa, existe una marcada influencia del modelo de gestión
operativa de la empresa madre, siendo en ambos casos
de carácter capitalista.
En el caso uruguayo la modalidad de organización
del trabajo acusa recibo de la matriz organizacional de la
empresa madre que poseía una forma tradicional, de inspiración taylorista. Se mantiene una división entre quienes planifican y quienes ejecutan, de tal magnitud que se
entendió necesario incorporar mandos medios externos
a la cooperativa dada la dificultad para visualizar en este
rol a quienes en la empresa madre se desempeñaban en
un rol subordinado. A pesar de la necesidad de incorporación de estas figuras externas, las mismas generan
hostilidad, entre otras cosas por la remuneración diferencial que perciben. No existe ni se observa un trabajo
tendiente a una reorganización a nivel operativo de esta
nueva estructura.
“La organización del trabajo se hace en el Consejo
Directivo y además estamos en pleno contacto con
quien es coordinador general de la producción de
los distintos sectores de la Cooperativa…” (Presidente Cooperativa NIBOPLAST, Uruguay)
Al analizar la realidad actual de la Cooperativa Argentina Textil Ltda. se constata que, luego de muchos
años de funcionamiento, se produjo un cambio en la gestión operativa de la empresa. Esto se tradujo en mejoras
en el ambiente laboral, en la relación entre los socios y
la participación de éstos en niveles operativos (procesos
productivos, cambios tecnológicos).
“… cuando tuvimos que decidir el cambio de rumbo
con respecto a los fierros [máquinas] se le consulto
a la gente y después lógicamente se le consulto a la
gente idónea. Se le consulta a la persona que maneja una máquina cuando se va a cambiar, ante algún
problema porque es quien conoce la maquinaria, el
proceso. El operario se puede expresar y dar su opinión, a favor o en contra…” (socio de la Cooperativa
Argentina Textil)
Lo anterior podría llevarnos a formular la hipótesis
que el proceso de empoderamiento de los socios de su
nueva empresa no es a corto plazo pero que en el mediano plazo su carácter democrático a nivel estructural
e institucional se traslada al nivel operativo como una
necesidad sentida.
En el caso de las cooperativas de impulso autónomo
existe una clara descripción de los cargos a nivel operativo. En las empresas con menor número de socios las
funciones operativas se distribuyen y realizan con bastante participación de quienes las ejecutan. Estas figuras
muchas veces se repiten a nivel institucional.
“Nosotros nos manejamos hoy con mandos medios
tanto a nivel operativo como administrativo, hay
determinadas personas que van organizando tareas y delegando…” (presidente cooperativa EMMI,
Uruguay)
La cooperativa uruguaya que presta de servicios de
emergencia médica móvil, presenta una situación organizacional compleja dada la situación del mercado laboral en el sector de actividad en que se desempeña.
Para el caso de las cooperativas promovidas por or-
28 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
ganizaciones no estatales, a nivel operativo, lo que se
muestra evidente es el claro traslado desde la organización privada a la cooperativa. Encontramos también un
modelo de organización por funciones con coordinaciones por vía jerárquica, de inspiración tradicional.
Podemos además afirmar que los proyectos cooperativos creados por organizaciones privadas no estatales son funcionales a la institución que las crea y en dos
de los casos se debe más bien a una tercerización de los
servicios. En el caso de Chile la empresa Telefónica S.A.
decide apoyar el surgimiento de la cooperativa con los
trabajadores exonerados de esta empresa liderada por un
ex ejecutivo de la misma quién instaura a nivel operativo
un funcionamiento de corte capitalista. Esta cooperativa
termina siendo una empresa contratista de la Telefónica.
En el caso de Uruguay la creación de la cooperativa
da solución a un problema que posee la Intendencia en
el tema de recolección de residuos. El contrato que mantiene la Intendencia se realiza con la ONG San Vicente y
no con la cooperativa. Es de destacar en esta cooperativa
el evidente proceso de formación recibido por la organización promotora; esto guarda relación con la naturaleza
e inspiración de la misma.
En el caso de Argentina se trata de una cooperativa de
producción que tiene como socios a los niños mayores
de 18 años que egresan del Hogar M.A.M.A. (Mis Alumnos Más Amigos). El funcionamiento de la cooperativa
es funcional a este, dado que en caso de necesidad el personal de la Fundación colabora en las tareas propias de
la cooperativa. En los casos argentino y chileno no podemos afirmar que a nivel operativo se cuente con una
gestión cooperativa.
A nivel operativo, se observa en las cooperativas surgidas de la promoción estatal que no existe una buena
descripción de cargos adoptada de manera consensuada.
Existe un líder que guía la gestión y el funcionamiento
operativo de la cooperativa.
Eso lo decide Chiquita que es la que prepara el
trabajo, ella es la que más sabe porque estuvo de
encargada en la fábrica, ella es la que distribuye el
trabajo a cada máquina, a cada chica.(secretaria
Cooperativa las Flores, Argentina)
El fenómeno señalado no se observa en el caso uruguayo, en el que la estructura operativa es adecuada a los
requerimientos del trabajo y generada a partir del análisis de la práctica laboral cotidiana por parte de todos
los actores de la cooperativa. La implementación de los
procedimientos, al igual que en el nivel institucional ya
analizado, da cuenta del proceso formativo reciente.
¿Cómo se hacen los controles de la producción?
En las boletas está todo: entré a tal hora, salí a
tal hora. Esas boletas están todas archivadas. [...]
Como soy el tesorero tomo todos los días las liquidaciones, nunca me quedó una liquidación para atrás.
Todos los días recibo la liquidación del día anterior,
nadie se queda sin hacer la liquidación” (tesorero de
Cooperativa de Taxímetro “Los Maitenes”)
B) Participación de los socios en la gestión.
Al analizar la participación de los asociados en la gestión de las empresas recuperadas debemos recordar que
nos encontramos frente a casos que se encuentran en diferentes etapas de sus ciclos de vida.
En la cooperativa uruguaya, que tiene menos trayectoria, observamos una participación muy heterogénea.
Luego de la primera etapa las asambleas eran muy frecuentes éstas se espacian. Al día de hoy encontramos,
por una parte un sector de trabajadores que participaron
activamente en la recuperación y que formaban parte
activa del sindicato, y por otro, trabajadores que encontraron en la cooperativa la fuente de trabajo que corrían
riesgo de perder. Esto se traduce en un fuerte liderazgo
de la Comisión Directiva y el desconocimiento de los
asociados de las grandes decisiones.
“En realidad básicamente las decisiones son de todo
el Consejo Directivo, es quien administra, quien
orienta, en fin todo aquello que haya que atender
en el contexto de la interna y en lo externo de la
Cooperativa” (presidente de Cooperativa Niboplast,
Uruguay)
¿Ha participado en alguna instancia donde se discutan los objetivos, las propuestas de negocios?
¿Quién toma las decisiones de inversión? ¿Siempre
el Consejo? Eso lo hacen ellos [el Consejo Directivo]
a no ser ahí en la Asamblea General. A veces cuando es una inversión grande como la máquina, fue
con una resolución de la Asamblea General” (socia
de Cooperativa Niboplast, Uruguay)
En el caso de la cooperativa Argentina, que tiene casi
cuarenta años de historia, existe una fuerte cohesión. A
partir de lo manifestado en las entrevistas observamos
conciencia de lo que implica trabajar en una cooperativa y tratan de transmitirlo a los asociados. El nivel de
participación es alto, existe fluidez en la comunicación y
el control es ejercido a través de la coordinación mutua.
Todo esto se manifiesta en las reuniones periódicas que
realiza el Consejo de Administración para comunicar
las decisiones tomadas y en la obligatoriedad que existe,
según estatuto, de asistir a las asambleas. Los conflictos
que surgen se relacionan con la responsabilidad asumida
por cada asociado: inasistencias sin aviso, llegadas tarde,
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 29
rotura de máquinas por falta de cuidado, etc. y aparecen sobre todo en momentos de crisis económicas. Estos
se resuelven dialogando y en última instancia se aplican
sanciones.
Respecto del tema de la participación en las cooperativas surgidas de impulso autónomo existe, en los casos observados, dificultades para integrar nuevos socios.
En los casos argentino y chileno esto está estrechamente
unido al hecho de querer mantenerse fiel al proyecto original ideológico que dio vida a las cooperativas. En cambio en Uruguay este hecho se relaciona con la necesidad
de garantizar un mínimo aceptable de horas de trabajo
para los cooperativistas; además la necesidad de respetar el sistema de guardias propio del sector de actividad,
constituye un obstáculo para la cooperativización de los
empleados.
En todos los casos la participación es activa y muy
unida al tipo de actividad que realizan. Tal como veíamos al analizar las dimensiones internas anteriores las
funciones operativas y estructurales están bien definidas,
la participación en ambas es buena producto del número
pequeño de socios.
“Aquí nadie puede tomar decisiones de manera
autónoma porque supuestamente todos estamos
poniendo el hombro y no cabría…” (Gerente de la
Cooperativa educacional Paine, Chile)
En el caso uruguayo, por su estructura organizacional
compleja y un área de actividad que no propicia la activa
participación de los socios, la asistencia a las asambleas no
supera el 50% del padrón social. Según los entrevistados,
una de las razones que explican este hecho es el tipo de
actividad desarrollada, que no puede ser interrumpida.
En todos los casos para la resolución de conflictos, si
bien existen sanciones a nivel de estatutos o reglamentos,
destacan la práctica de la conversación y el análisis de los
diferentes puntos de vista antes de proceder a la aplicación de los mismos.
En el caso las cooperativas promovidas por organizaciones privadas no presentan una óptima participación
de los socios debido a la falta de autonomía en relación
a las empresas que le dieron surgimiento. Las decisiones
son tomadas sin mediar mucha participación. Esta se da
en los momentos exigidos en los estatutos como una forma de cumplir con la legalidad, a excepción de la cooperativa uruguaya de recicladores en la que se observa una
gestión participativa.
La falta de autonomía se presenta con mucha claridad
en el caso argentino. La entrevista, luego de muchos intentos, es realizada a una empleada del Hogar M.A.M.A.
Desde el inicio de la cooperativa la cara visible fue la del
presidente del Hogar que cumplía el rol de representante
de la misma. Las decisiones de inversión son tomadas
por los chicos, quienes plantean las necesidades, pero
una vez establecidas las mismas consultan con la administración del Hogar que los asesora. Se observa que no
existe prácticamente separación entre lo que es la vida
de la cooperativa y la del Hogar. De hecho a partir de la
entrevista se manifiesta que cuando se necesitan algunos
empleados, personal del Hogar colabora en las actividades de administración de la cooperativa.
En cambio para el caso uruguayo existe una preocupación por parte de la ONG por generar autonomía y
participación de los asociados. Sin embargo la dependencia es de tipo económica ya que la actividad principal
es la venta, a partir de un convenio firmado entre la ONG
y la IMM, de un servicio de recolección de residuos sólidos urbanos de grandes generadores. El proceso de logro
y consolidación de la autonomía de la cooperativa hoy se
encuentra relativizado por el convenio mantenido junto
a la IMM y la ONG San Vicente.
“…debilidades no veo, de repente si incertidumbre.
Porque nosotros terminamos el contrato en mayo y
supuestamente renovamos pero escrito no hay nada.
[…] de palabra nos han dicho que sigue […] dependemos de eso…” (Socio Cooperativa COCLAM,
Uruguay)
En las cooperativas promovidas por el Estado, la
participación de los socios es adecuada dado el reducido
número del grupo. Tal como se explicara en las dimensiones anteriores, existe un líder bien definido que ejerce
influencia, por lo tanto se da una adhesión del resto del
grupo frente a las decisiones tanto operativas como institucionales tomadas por este. Existe un liderazgo reconocido, por capacidad y conocimiento. Se da al mismo
tiempo una buena regulación de conflictos por la buena
comunicación existente.
Para el caso uruguayo, la cooperativa de taxis constituye un grupo primario, por lo que las dinámicas propias
del mismo prevalecen, verificándose una participación
espontánea y activa de los cooperativistas, aunque no la
asunción de responsabilidades de conducción. Las asambleas son encuentros esporádicos e informales.
“No soy el que firma. El secretario y el presidente son
los que firman pero yo soy el que manejo la plata.
Soy la cara visible de la cooperativa” (tesorero de la
Cooperativa de taxímetros Los Maitenes, Uruguay)
La participación de los socios en el caso chileno se
genera de manera autónoma por los mismos, dado que
el apoyo estatal procura el fortalecimiento institucional
y jurídico y no en términos de gestión, evitando de esta
manera lazos de dependencia.
30 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
C) Evaluación de las fortalezas, las debilidades
y las perspectivas
Respecto a la evaluación que hace cada uno de los
entrevistados se manifiesta como común denominador
sobre las fortalezas de la cooperativa, el capital humano
y el conocimiento de la actividad que desarrolla.
Referido al primero, se consideran aspectos como la
responsabilidad de los asociados, la voluntad y ganas de
trabajar, fidelidad con el proyecto, el trabajo en conjunto.
Todo esto surge ante el objetivo de superar las dificultades y no fracasar, llevando a la creación de lazos fuertes
de confianza entre los asociados y crecimiento personal.
“…La fortaleza es que se tiene un capital humano
extraordinario; esta y cualquier cooperativa bien
constituida y bien manejada no hay nadie que la
puede voltear…” (Pro tesorero de la Cooperativa Argentina Textil)
En cuanto al conocimiento del oficio, más allá de
la matriz de surgimiento, en la mayoría de los casos se
agrupan personas con conocimiento previo sobre la tarea a desarrollar en la cooperativa. Aunque esto también
puede plantear algunos conflictos, dado que cuando el
trabajo es artesanal pueden surgir divergencias a cerca
de cómo realizarlo.
“…No es una profesión que se estudie, ya son habilidades, se han ido aprendiendo de generación en
generación, entonces son como un poco celosos de
transmitir sus conocimientos…” (Secretario – socio,
Cooperativa de Mueblistas Millaray, Chile).
En tanto, como debilidad común a todas las cooperativas entrevistadas se plantean algunos problemas
compartidos con otros tipos de empresa, como el acceso
al capital de trabajo. Como específico a las cooperativas
aparece la falta de capacitación tanto en cooperativismo
como en gestión empresarial. Dónde menos se manifiesta
la falta de capacitación cooperativa es en las surgidas por
impulso autónomo, aunque esto aparece como debilidad
al momento de la incorporación de nuevos asociados.
También en algunos casos se plantea como debilidad
el número reducido de asociados, dado que genera sobrecarga en estos y puede provocar deficiencias de control en distintos ámbitos.
“…en una estructura tan chica hemos perdido la
capacidad de control,…ya que el que es supervisor
de producción a parte copia planchas, realiza otras
tareas…” (Socio-administrador, Cooperativa Ferrograf, Argentina)
Respecto a las perspectivas, se observa en todos los
casos la idea de seguir funcionando con la mirada puesta
en el crecimiento, lo cual se manifiesta en los planes de
inversión que poseen las cooperativas, pensando siempre
en fortalecer la fuente laboral y mejorar las condiciones
de trabajo. Para esto se plantean la creación de nuevos
productos, la generación de nuevos canales de comercialización, la búsqueda de otros mercados, el mejoramiento en la calidad de los productos; dependiendo estas actividades muchas veces de la matriz de surgimiento y del
ciclo de vida en que se encuentre la cooperativa.
“Uno siempre piensa en mejorar, en ampliar los servicios, en recoger la estabilidad, que los que vengan
atrás no se tengan que matar como nosotros, ganar
algo acorde a lo que trabajas” (Cooperativa Argentina Textil)
Mientras que en las empresas más antiguas se planean objetivos tendientes a calidad, elaboración de otros
productos; en las de reciente creación estos se relacionan más con la supervivencia, por ejemplo búsqueda de
clientes.
”… si dependemos del convenio, o sea pienso que sino
buscaremos algo con la cooperativa, ya que tenemos
el estatuto armado vamos a buscar otra cosa…” (socio de Cooperativa COCLAM, Uruguay)
Las debilidades de las empresas recuperadas refieren
a distintas situaciones en función de su ciclo vital. En la
más reciente, Niboplast de Uruguay, el mayor problema
está dado por las ddificultades organizativas, heredadas
de la empresa madre y, relacionado con esto, la resistencia a que compañeros de similar categoría en la empresa
madre asuman cargos de responsabilidad en la cooperativa. En tanto para la más antigua, la Cooperativa Argentina Textil, aparece la falta de consideración con sus
interlocutores en el mercado por ser una cooperativa.
“[las debilidades son] no ser escuchado, el ser mirado de costado por ser una cooperativa, a veces
en reuniones vemos que nos miran como negros
laburantes [trabajadores], que es la verdad no nos
engrupimos [engañamos]” (directivo de la Cooperativa Argentina Textil)
En las cooperativas de impulso autónomo se destacan como fortalezas compartir ideales, la fidelidad con
el proyecto ideológico que les dio vida y vocación por
lo que realizan. Para el caso uruguayo, en el que la vocación ideológica está relacionada con la filiación política
de los cooperativistas, existen debilidades como el logro
de consensos dada la heterogeneidad del grupo, dificultad para tomar decisiones con rapidez, dificultades en la
convivencia por el tipo de actividad que realizan.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 31
“Uno siempre piensa en mejorar, en ampliar los
servicios, en recoger la estabilidad, que los que vengan atrás no se tengan que matar como nosotros,
ganar algo acorde a lo que trabajas” (Cooperativa
Argentina Textil)
En las cooperativas que surgen por impulso autónomo se lograron altos niveles de calidad en el servicio y/o
producto, objetivo que sigue siendo prioridad hacia el
futuro.
“….nosotras tenemos muy buen puntaje en el SIMCE [sistema de medición de calidad en la educación aplicado periódicamente a todos los establecimientos educacionales del país]” (Socia de Cooperativa Paine, Chile)
Las cooperativas impulsadas por organizaciones no
estatales poseen debilidades vinculadas al hecho de ser
funcionales al programa u organización que le da origen,
por ejemplo:
• En Uruguay la cooperativa creada por la Municipalidad depende del convenio con esta para seguir
funcionando. A esto, se le suma como problema,
además de la inseguridad laboral, que los cooperativistas se sienten empleados, proyectan en el
coordinador la figura patronal.
• En Chile la cooperativa que surge a partir de una
empresa privada, depende del contrato con la misma, ya que es su único cliente.
• En Argentina la cooperativa que surge de una
ONG, no depende de un solo cliente como en los
casos anteriores, pero su actividad se ve fuertemente influenciada por la misma.
“…tenemos incertidumbre porque nosotros terminamos el contrato en mayo y supuestamente renovamos, pero escrito no hay nada…” (Socio, Coop.
Coclam, Uruguay).
Esto se refleja también en que sus perspectivas son
sólo a nivel de aumentar nuevos clientes, abrir nuevos
mercados. No se observan proyectos en relación al mejoramiento de la estructura a nivel de las instancias de
toma de decisiones. Esto se relaciona, seguramente con
la falta de autonomía y la influencia ejercida desde las
organizaciones que les dieron vida.
En las cooperativas de promoción estatal, las fortalezas, al igual que en casos anteriores, están relacionadas
con el trabajo de equipo que se da entre los socios. Las
debilidades se detectan en la forma en que se implementa el programa estatal, porque su accionar se limita a la
constitución de la cooperativa sin el correspondiente estudio de factibilidad y posterior seguimiento del proyecto.
El problema mayor fue el desconocimiento del sistema cooperativo [...] Se hizo al revés el proceso: primero tuviste el trabajo y después te empezaste a capacitar. [...] sin capacitación se puede arrancar pero
puede que la vida de esa cooperativa fracase en el
corto plazo. Algunos compañeros comprendieron la
necesidad de capacitación pero la gran mayoría no
llegó a entenderlo” (Dirigente de las Cooperativas
del Taxímetro, Uruguay)
Relacionado con esto es que los entrevistados consideran como fortaleza la sola existencia de la cooperativa,
el hecho de que funcione, así como la unión de los cooperativistas cuando hay que enfrentar un problema.
Conclusiones
En las cooperativas de trabajo la coexistencia entre
las dos dimensiones económico (técnico-productivo)
y social (grupal-organizacional) genera formas de participación, toma de decisión y trabajo distintos a lo de
una empresa capitalista. Es por ello que coincidimos con
Davis (1999) respecto de lo necesario que es considerar
en la gestión la cultura basada en los principios y valores cooperativos. Todo esto en el marco de una toma de
decisiones racionales en la búsqueda de la eficiencia de
la empresa.
A partir del análisis de las entrevistas realizadas y de
la información documental obtenida, podemos esbozar
las siguientes apreciaciones:
1. Para el caso de la matriz de empresas recuperadas, es necesario aclarar que en Chile no existen
ejemplos de este tipo de surgimiento, además los
casos analizados se encuentran en diferentes etapas del ciclo de vida lo que en principio dificultó
la comparación de los mismos.
La marcada diferencia de antigüedad nos permitió, por un lado, observar la viabilidad de este tipo
de surgimiento y su afianzamiento con el correr
de los años, por otro lado, se visualizan claramente objetivos de distinta índole. Mientras que en la
etapa inicial estos se relacionan con la supervivencia y la adopción de la cultura cooperativa, en la
madurez se vinculan a aspectos relacionados con
la inversión y el desarrollo de nuevos productos y
el fortalecimiento de la cultura organizacional adquirida.
Se observa una clara estructura organizacional
manifestada en el respeto de los roles y funciones
32 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
de cada uno de los órganos de la cooperativa; destacándose el valor que se le otorga a la participación democrática, situación determinada por la
dinámica de “recuperación” caracterizada por una
fuerte tradición sindical.
A nivel operativo se observa que en la etapa inicial
estas cooperativas copian los procesos de la empresa capitalista que recuperan, pero con el transcurso del tiempo estos se modifican a medida que
se adopta la idiosincrasia cooperativa, trasladándose el carácter democrático a la organización del
trabajo.
2. En las cooperativas que surgen por iniciativa autónoma, se manifiesta cierta dificultad al momento de la incorporación de nuevos socios, esto encuentra su explicación en el cuidado del proyecto
y la filosofía que dio origen a la cooperativa en la
mayoría de los casos.
Otra característica común a los casos analizados
es la constante preocupación por ser eficientes
como empresa, procurando siempre altos niveles
de calidad; todo esto en el marco de una gestión
acorde a los valores y principios cooperativos.
Además poseen una imagen positiva en la sociedad en la que desarrollan su actividad y en todos
los casos entrevistados mantienen fuertes lazos
con otras organizaciones cooperativas, lo que se
refleja en la participación en entidades de segundo
grado.
Están bien definidos los roles tanto a nivel institucional como operativos, observándose una clara
diferenciación entre quienes toman las decisiones
estratégicas (Asamblea y/o Consejo de Administración) y las vinculadas al trabajo diario (encargados de áreas).
3. En las cooperativas promovidas por terceros no
estatales, se observa el orden propio de un proyecto originado en otra institución, lo cual se manifiesta en el cumplimiento de los requisitos legales.
El proyecto de la cooperativa es funcional a la organización que la crea, esto se evidencia en que todas ellas cumplen el objetivo planteado al momento de la constitución. En todas existe algún tipo de
restricción a su accionar autónomo, determinado
por su origen, ya sea por depender de un convenio
o contrato suscripto con un único cliente, o por
factores internos, como una relación paternalista
con su impulsora. La autonomía ha sido mayor
cuando el impulso para la creación se ha acompañado con una adecuada capacitación y formación
cooperativa.
4. Las creadas a partir de un programa estatal presentan falta de capacitación tanto en gestión empresaria como cooperativa lo que se traduce en un
manejo poco eficiente de la empresa. Sin embargo,
muchas veces, esta situación se ve enmendada por
el nivel de conocimiento de la actividad que desa-
rrollan a través de la cooperativa.
Para el caso de Argentina y Uruguay se observa
una actitud pasiva, esperando siempre que la solución provenga desde terceros ya sea desde el Estado o de profesionales. Esto se vincula con aspectos
como la conservación de la cultura asalariada lo
que se refleja en la escasa capacidad emprendedora, o en otros casos por la dependencia de un
programa del estado con el que se encuentran satisfechos o que les deja poco margen de acción.
Además se caracterizan por ser cooperativas con
pocos asociados y escasos recursos económicos lo
que limita su visión empresarial y por lo tanto una
planificación estratégica, planteando objetivos a
largo plazo más ligados a un sueño que a la realidad.
Existe un marcado liderazgo de aquellos asociados
que impulsaron la creación de la cooperativa, basado en la experiencia y conocimiento que poseen
y potenciado por la actitud pasiva de los demás
asociados.
Los objetivos con los que se crean estas cooperativas pueden ir desde los más honorables, como
un compromiso político con la opción cooperativa, hasta otros más espurios como las prácticas
clientelísticas y la manipulación de los indicadores
de ocupación. En este ultimo caso la generación
masiva de este tipo de empresas, desvirtúa la figura cooperativa y la desprestigia, lo que puede
repercutir en el normal funcionamiento de estas
cooperativas.
Como conclusiones del estudio podemos afirmar que
la matriz de surgimiento influye en la implementación
del modelo de gestión cooperativa en los siguientes términos:
• Para las que surgen a través de la recuperación de
empresas, la instalación del modelo cooperativo
es más difícil porque los asociados deben cambiar
la mentalidad asalariada que tienen, producto de
haber sido trabajadores dependientes y este cambio lo afrontan ante una situación límite (es eso o
la pérdida de trabajo). No obstante, es tal la magnitud de esta variable que da lugar a empresas viables y con específicas fortalezas sociales (compromiso con el trabajo, perseverancia, solidaridad).
• Las cooperativas que surgen por impulso autónomo incorporan desde el inicio los principios
cooperativos, pero encuentran dificultades al momento de incorporar nuevos asociados. Esto dificulta la renovación en tanto no exista una política
de reclutamiento e inversión en la educación de
los aspirantes a socios.
• En tanto que las cooperativas que surgen por impulso de organizaciones privadas tienen como
obstáculo la falta de autonomía, puesto que res-
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 33
ponden y son funcionales a la organización que
las promueve, que no siempre tiene por objetivo el
desarrollo cooperativo.
• Las que surgen por la implementación de programas estatales ven obstaculizado el desarrollo
de una cultura cooperativa por diversos factores
vinculados a la formación. En primer término la
manera cómo se recluta a los miembros, a la que se
vincula la pasividad de los asociados. En segundo
lugar la carencia de formación cooperativa y herramientas de gestión en general. Por último la dependencia que existe de las instancias estatales en
caso que no se promueva y prepare expresamente
para la autonomía.
Finalmente, y respecto a la hipótesis planteada originalmente podemos concluir en que no existe un modelo
de gestión específico para cada matriz de surgimiento. Si
existen especificidades a la hora de organizar la gestión,
directamente relacionadas con los desafíos planteados en
el momento de la creación. A partir de la comparación
entre matrices y entre países reafirmamos nuestro convencimiento en la existencia de un modelo para todas las
cooperativas, el cual se encuentra íntimamente ligado al
cumplimiento de los principios y valores cooperativos.
Pero su adopción y el posterior desarrollo de una cultura organizacional se verán fuertemente influenciados
por diversos factores. El tipo de surgimiento es uno de
ellos y su consideración puede contribuir decididamente al desarrollo de una gestión eficiente y democrática.
Pero se deben considerar también otros factores como la
cantidad de asociados, la etapa del ciclo de vida en que
se encuentre y la actividad que desarrolla íntimamente
ligado a este aspecto, los principios de organización del
trabajo que prevalecen.
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34 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Cooperativas de Producción:
Una mirada a su viabilidad desde la teoría de los incentivos
Estudio de caso: Cooperativa NIBO PLAST (2005)
Milton Torrelli
[email protected]
[email protected]
I)Antecedentes y fundamentación
de la propuesta
II)Desarrollo de la propuesta:
objetivos y metodología
Este documento tiene como antecedente ineludible el
Trabajo Final realizado en el marco del Curso sobre Cooperativismo y Asociativismo realizado por la Unidad de
Estudios Cooperativos (UEC) en 2003. En dicho trabajo el objetivo consistió en un primer intento de poner a
prueba un marco teórico-analítico relativamente novedoso, proveniente de la Nueva Economía Institucional y
más particularmente de su teoría de los incentivos, a partir de un análisis de caso: la Cooperativa Nibo Plast. Sin
embargo, tres razones tornan necesaria e interesante una
puesta a punto final de dicho trabajo: en primer lugar, ya
en aquel momento se planteaba como limitación para el
análisis el breve lapso transcurrido desde el nacimiento
de la cooperativa, ello se vuelve particularmente relevante hoy a la luz de ciertas transformaciones ocurridas en
su ceno. En relación con lo anterior, y en segundo lugar,
hoy se cuenta con nueva y mayor información que en
aquel momento, resultado de entrevistas y observaciones
informales directas en campo realizadas en los primeros
meses de 2005. Finalmente, en tercer lugar, en la actualidad se cuenta con mayor acumulación en la materia, resultado de distintos esfuerzos teóricos e investigaciones
de campo, que si bien todavía insuficiente, nos permiten
un panorama más acabado de la realidad del movimiento de cooperativas de producción en el país y, en particular, para el caso de las empresas recuperadas bajo dicha
forma de producción y organización.
El objetivo central del presente trabajo es el de explorar y desarrollar un marco teórico desde el cual abordar
la complejidad que presentan como particular objeto de
estudio las cooperativas, tanto más cuando nos aproximamos a ellas desde el punto de vista de lo económico-organizacional. Paralelamente, y en términos más
concretos, se busca indagar sobre las posibilidades ciertas del sector cooperativo de trabajo en cuanto forma alternativa de organización del trabajo y la producción. O
sea, partiendo de todos sus atributos deseables a priori
en términos sociales, laborales y como generadoras de
producción y empleo, verificar si los mismos logran llevarse a la práctica y si lo hacen de tal forma que el resultado permita la viabilidad económica mínima necesaria
para la supervivencia de las experiencias.
“Analista Universitario en Economía”. Investigador del Instituto de
Economía (IECON) y docente de la Facultad de Ciencias Económicas
(FCEyA) de la Universidad de la República (UDELAR). Estudiante avanzado de la Licenciatura en Ciencia Política de la Facultad de Ciencias
Sociales de la UDELAR. Docente e investigador de la Unidad de Estudios Cooperativos, Servicio Central de Extensión y Actividades en el
Medio de la UDELAR.
Trabajo realizado junto al Sr. Hugo Beloso. Un resumen no actualizado del mismo (a cargo de quien escribe) fue publicado en el
boletín “Estudios Cooperativos” de la UEC en febrero de 2005.
Pero el esfuerzo no concluye en esta búsqueda teórica,
sino que existe el intento de ponerla a prueba, de observar como y en que medida tales ideas o argumentos generales contribuyen al estudio de la realidad cooperativa.
En este sentido, parece pertinente plantear un dilema con
el que se enfrenta todo estudio de este tipo, consistente
en que la actual y profunda falta de información acerca
del fenómeno cooperativo en general y de sus experiencias concretas en particular, conlleva la imposibilidad de
un estudio con pretensiones de representatividad de tipo
estadística o similar. Una buena alternativa ante esta situación, es el diseño de un análisis comparado, buscando generar una muestra de tipo teórico intencional que
respetando ciertos parámetros acordados previamente
(según los objetivos particulares de la investigación en
Si algo caracteriza la naturaleza cooperativa es la de ser conjuntamente un hecho económico, social, político y cultural. La cooperación no sólo es un proceso de agregación de personas, sino también,
un proceso integrador de las distintas dimensiones de la vida humana,
individual y social. Esta es una de las fortalezas del cooperativismo
y un desafío, pues la coordinación de los distintos niveles de la vida
humana no es fácil y requiere un alto grado de conciencia moral y
ética (Razeto, Luis: 2002, 139).
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 35
curso y a la luz de la acumulación teórica en la materia),
apoye su validez en la expresividad de los casos más que
en su representatividad.
Por razones de tiempo y recursos, no se ha podido
para este trabajo desarrollar una empresa de tal tipo,
siendo el estudio de caso la estrategia llevada a cabo
para intentar reflexionar sobre como la evolución de la
cooperativa objeto de estudio se adapta, apoya o contradice lo esperado desde el punto del marco teórico propuesto. Sin embargo, tampoco será un análisis de caso
en términos puros, dado que no se pretenderá, y esto es
bien importante, un análisis exhaustivo de la experiencia,
dado que ello no aportaría demasiado a los objetivos del
trabajo, entre otras razones por tratarse de un caso muy
particular de cooperativa de trabajo, aquellas surgidas de
la recuperación de empresas y que por tanto presentan
características muy particularidades. Lo que se buscará,
en cambio, será el tratamiento de ciertos rasgos destacados y puntos críticos en relación directa con las variables
claves a ser observadas según los propios lineamientos
que surgen del marco teórico-analítico.
Por su parte, las técnicas de relevamiento de información fueron el análisis documental y de fuentes secundarias, y la realización de entrevistas en profundidad, complementadas con cierta observación en el propio campo
en el cual se desarrolla la experiencia, observación directa que si bien no fue planificada ni sistemática, permitió la obtención de un cocimiento e información difícilmente obtenible por medio de las otras dos técnicas.
En materia de entrevistas, las mismas buscaron relevar
las diversas opiniones de los actores, teniendo en cuenta
su posición en la estructura político-organizacional de la
cooperativa, realizándose así entrevistas a un socio-directivo, a un socio no-directivo y al administrador general (no socio).
Vale aclarar que no se pretende aquí plantear una discusión metodológica, dado que ello escapa a los objetivos del presente trabajo,
y mucho menos hacer una apología de los métodos representativos
como la mejor o única estrategia posible, simplemente se entiende
que cada metodología de análisis presenta fortalezas y debilidades según los objetivos perseguidos. En este sentido creemos que el estudio
del fenómeno cooperativo presenta importantes antecedentes y desarrollos en materia de estudios de caso, al tiempo que una marcada
insuficiencia en los esfuerzos por lograr conclusiones más amplias.
Por más información en este sentido, véase: “Empresas recuperadas mediante cooperativas de trabajo: viabilidad de una alternativa”
(2004).
III)Introducción y planteamiento
del problema
Ante los graves y diversos problemas de empleo y la
amplia brecha entre la evolución del producto real per
cápita y el salario real, la búsqueda de formas alternativas
de producción que lleven a una mejor distribución de las
ganancias, a un salario justo y a mejores condiciones de
trabajo, es una necesidad ineludible.
Ésta es la razón primera y fundamental por la cual
puede y debe ser estudiado el cooperativismo de producción o trabajo en nuestro país. El fenómeno cooperativo
trae consigo desde los Pioneros de Rochdale, fundadores
del cooperativismo moderno, la visión de que no existe
otro camino que la unión y la solidaridad para la solución
de problemas comunes, como los que en este momento
sufren gran parte de los trabajadores: desocupación, precarización laboral y malas condiciones de vida.
Ahora bien, las cooperativas de producción parecen
tener una vida más corta que las de otras modalidades
(de vivienda, de consumo, etc.), a la vez que enfrentan
múltiples dificultades en su desarrollo: de financiamiento, de gestión, legales, etc. Por lo tanto, estudiar su particular estructura institucional y el conjunto de incentivos que ellas generan, como se propone en este trabajo,
es de destacada utilidad, tanto para detectar sus puntos
fuertes y débiles, como para ver si en verdad se dan las
condiciones económico-sociales para que su existencia
se prolongue más allá de la crisis que generalmente esta
en el origen de su creación.
Podría sugerirse que lo mejor -o lo único posible-,
para estudiar este tipo de organizaciones y su viabilidad sería realizar un análisis de tipo comparado entre
las cooperativas y las empresas capitalistas clásicas, pero
consideramos que esta estrategia de análisis aparte de
conllevar un alto grado de dificultad tanto teórica como
práctica (por ejemplo: en el plano metodológico, la diversidad e incompatibilidad de los datos), carecería de
sentido. Y esto porque “… las diferencias de la cooperativa
de trabajo con una empresa capitalista se dan en por lo
menos tres grandes niveles: su finalidad, su factor organizador y sus beneficiarios. Con respecto a la finalidad, la
cooperativa persigue una utilidad mutua mientras, que la
empresa capitalista lo hace con fines de lucro privado; por
su parte, el factor organizador en una cooperativa de este
tipo es el trabajo y no el capital. Finalmente, en relación
con los beneficiarios, en las cooperativas estos son los socios y la comunidad de referencia, en tanto en las empresas
capitalistas son los propietarios ó portadores del capital”.
Particularmente válido para el caso uruguayo.
Extraído de: “Cooperativas de trabajo en el Cono Sur. Matrices de
surgimiento y modelos de gestión” (2005).
36 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Por todo ello es que aquí se afirma que aparte de ser
extremadamente complejo -complejidad que sin embargo también estará presente en la investigación que
pretendemos realizar-, un análisis de tipo comparativo
carece de interés y validez dado que ambos tipos de organizaciones son inconmensurables. Así, lo que se intenta
demostrar no es si la cooperativa de trabajo es una forma
de organización de mayor eficiencia y eficacia en la producción de bienes y servicios que la empresa clásica, sino
establecer en qué medida aquellas son capaces de sobrevivir en el tiempo y en qué medida y por qué razones ello
es deseable.
Finalmente, en este trabajo no se tratarán los incentivos externos a las cooperativas, sólo nos concentraremos
en aquellos que provienen de las características propias
de la estructura cooperativa, o bien, de las condiciones
de desenvolvimiento endógeno de las mismas. Se es consiente aquí que ninguna cooperativa puede ser abordada
como una isla, por el contrario su viabilidad en términos
globales se enmarca y depende en gran medida de incentivos que provienen desde el entorno socioeconómico,
cultural y político-estatal en el cuál se encuentra inserta.
Sin embargo, ello nos aleja de los objetivos de este trabajo, al tiempo que la dificultad que presenta el tratamiento
de dichos incentivos, y esto ya no sólo a nivel práctico
u operativo sino también a nivel conceptual y teórico,
conllevaría un esfuerzo teórico-analítico que escapa a las
posibilidades del presente trabajo.
IV)Fortalezas y debilidades
de las cooperativas
En este apartado la idea es plantear las principales
fortalezas y debilidades de las cooperativas reseñadas
por dos autores referentes en la materia, en el entendido
que ello puede ayudar a la formación de una primera caracterización general de las mismas y transformarse en
un insumo siempre presente en el análisis posterior.
En este sentido, entre sus fortalezas se destacan:
- Capacidad organizativa del capital humano en un
hecho con características simultáneas que abarcan
aspectos económicos, sociales, políticos y culturales.
- Factor “C” y solidaridad.
- Auto tutela: la Asamblea General de socios toma
las decisiones.
Por su parte, entre las principales debilidades Peter
Davis (1999) señala que:
- Las cooperativas poseen bajos índices de crecimiento debido a que su actividad está relacionada
con los eslabones de más bajo valor agregado de
la cadena productiva o porque se desenvuelven en
mercados muy maduros o decadentes.
- Poseen una administración o gerencia pesadas y
suelen duplicar funciones.
- Carecen de espíritu empresarial lo que las lleva a
perder oportunidades y a la ausencia de innovación.
En tanto que Razeto (2002, 145) distingue las siguientes:
- Indefinición de políticas generales y dificultad en
la adopción de decisiones.
- Problemas culturales e ideológicos.
- Problemas en sus sistemas de gestión.
- Insuficiencia de capitales propios y dificultades
para la obtención de créditos.
Finalmente, vale resaltar que el capital es una necesidad de toda actividad empresarial y las cooperativas son
verdaderas empresas. A su vez, las actuales circunstancias económicas, tales como la globalización y la concentración presente en los mercados, exacerban la importancia y centralidad del capital. Por estas y otras razones,
es que el economista J. M. Quijano plantea que el tema de
la capitalización de las cooperativas ha tomado creciente
importancia en los últimos años. Y distingue tres etapas
en su evolución directamente relacionadas con el ciclo
de vida de la cooperativa: en la primera, la cooperativa se
crea y da sus primeros pasos en un marco de necesidades
de capital menores; en la segunda, comienza a aumentar
el volumen de los negocios y con él los requerimientos de
capital, si bien los mismos no se tornarían aún acuciantes; mientras que en la tercera, la cooperativa enfrenta ya
la dura competencia del mercado, debe alcanzar precios
y calidad competitivos y los requerimientos de capital se
multiplican.
- Trabajadores como dueños de los medios de producción.
En Estudios Cooperativos, Año 8 Nº 2, 2002. Págs. 37 y 38. UEC,
UDELAR.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 37
V)Pregunta guía y definición
de sus conceptos fundamentales
¿Qué tipos de incentivos, tanto positivos como negativos, se generan al interior de las cooperativas de producción en cada uno de los tres elementos principales que
hacen a la viabilidad económico-social de la organización, a saber: desempeño de los trabajadores, desempeño
directivo-administrativo y proyección de la organización
hacia el futuro en materia de inversiones?
Por viabilidad, se entiende aquí la capacidad de desarrollar la actividad productiva de manera continua y
sostenida en el mediano o largo plazo. Esto está directamente relacionado con lo que se afirma es el fin último
de toda organización económica, la supervivencia. Ahora bien, en el caso de las cooperativas, esto no necesariamente implica ganancias, sino más bien la generación o
conservación del empleo.
básicamente descriptivo. Un enfoque más adecuado sería el de la “Economía de la Solidaridad”, fundado por el
sociólogo y economista Luis Razeto y que básicamente
plantea la necesidad de incorporar la solidaridad en la
teoría y práctica económica. No obstante, no parece ser
el más útil a los efectos de los objetivos planteados en
este estudio.
La denominada Nueva Economía Institucional (NEI),
es la que nos provee el instrumental conceptual adecuado para el estudio de incentivos al tiempo que permite el análisis en forma operativa de las dimensiones del
concepto de viabilidad. Una de las ramas de esta escuela
ha desarrollado una serie de conceptos -y supuestosteóricos, a partir de los cuales estudiar la empresa. Este
instrumental teórico, si bien ha sido muy aplicado a la
empresa capitalista, dado su alto nivel de abstracción
también es útil para realizar investigaciones en otro tipo
de organizaciones.
Con el término incentivos, no se está haciendo referencia a la visión clásica de “sistema de premios y castigos” sino al conjunto de motivaciones, acciones y reacciones -tanto grupales como individuales- que genera en
los socios-trabajadores la particular organización institucional cooperativa.
Uno de los aportes más importantes de la NEI, que
marca su diferencia con la teoría clásica y neoclásica, son
los supuestos sobre la conducta de los agentes económicos y sobre el contexto en el cual éstos se mueven. Estos
últimos, son básicamente dos: la existencia de incertidumbre y la complejidad de las relaciones económicas,
y con ello, la existencia de información imperfecta e incompleta.
VI)Marco teórico, conceptos e
ideas centrales del análisis
También son dos los supuestos sobre la conducta de
los agentes: el “oportunismo” y la “racionalidad limitada”.
El oportunismo “involucra la realización de amenazas y
promesas falsas o vacías, o sea, no creídas por quienes las
emiten, con la expectativa de realizar así ventajas individuales”.10 Implica perseguir el interés propio, pero con
dolo o engaño. Esta conducta se ve fomentada cuando
estamos ante bienes públicos, que junto a la existencia de
información asimétrica (un agente dispone de más y mejor información que otro), puede conducir a la presencia de free-riders o usuarios gratuitos. La Racionalidad
Limitada por su parte, involucra “límites a la capacidad
de cálculo y de comunicación de los agentes del proceso
económico. Si bien los límites varían con los instrumentos
conceptuales y físicos utilizados, su presencia no es despreciable frente a grados de complejidad e incertidumbre
elevados”.11
A través del tiempo, los hombres se han asociado de
múltiples formas en busca de satisfacer determinadas
necesidades en forma más beneficiosa que si hubieran
actuado en forma individual, por lo tanto, se observa que
la cooperación es tan antigua como la raza humana, una
conducta desarrollada a lo largo de la historia. Sin embargo, el movimiento cooperativo moderno va mucho
mas allá de la simple asociación. Desde su nacimiento,
con los Pioneros de Rochdale, ha buscado desplazar el
centro de la empresa desde el capital hacia el hombre,
poniéndolo en el centro de la vida económica y social.
Este movimiento encuentra en la cooperativa su instrumento de aplicación por excelencia. Las cooperativas de
producción, por su parte, son aquellas organizaciones
socioeconómicas gestionadas democráticamente por sus
trabajadores, que operan en distintos sectores económicos
y producen bienes o servicios destinados al mercado.
Definidas así, surge claramente que no pueden ser
estudiadas en el marco de la “teoría tradicional de la empresa”. Quizá ello explique la relativa escasez de investigación económica sobre dicho fenómeno o su carácter
Ménard, Claude (1997): “Economía de las Organizaciones”. A partir de los supuestos mencionados y de sus posibles interrelaciones, la NEI se centra luego en las consecuencias de los mismos sobre la conducta concreta de los
agentes y en las relaciones que se establecen entre estos,
en particular, la forma en que se maneja la información
10 Williamson, Oliver: “Markets and Hierarchies”, 1975. Citado en
Milnitsky, Sergio: “El análisis de sistemas económicos. Introducción a
las visiones y teorías de lo Institucional”, 1984. Pág. 70.
11 Milnitsky, Sergio: Ídem nota pie de página anterior. Pág. 70.
38 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
y las relaciones de control y de poder. Por ejemplo, la
presencia de incertidumbre y oportunismo, posibilitan
el ocultamiento o distorsión de información, siendo necesario entonces establecer mecanismos adecuados de
control.
De esta manera, el estudio del manejo de la información y de los incentivos que se crean para transmitirla a
otros agentes, y los mecanismos de control que son necesarios para el correcto manejo de la misma, se convierte
en uno de los objetivos centrales de la NEI, objetivo que
es compartido por el presente proyecto, pero aplicado a
una forma particular de organización económica, como
es la cooperativa de producción.
Otro desarrollo importante de la economía institucional es el estudio de los derechos de propiedad, que como
se verá en el modelo de análisis, subyace en toda la investigación, imponiendo particularidades a la organización
económica a ser estudiada. En este sentido, la economía
institucional distingue principalmente tres atributos de
los derechos de propiedad: en primer lugar, el derecho
al resultado de la utilización económica del objeto; en
segundo lugar, el derecho al uso, modificación, destrucción, etc. y, por último, el derecho a la enajenación.
Como surge de esta breve reseña de los conceptos y
supuestos que nos brinda la economía institucional, los
mismos no pueden ser aplicados a las cooperativas sin
tener en cuenta sus particularidades. En este sentido, cobran vital relevancia dos de ellas: los principios y valores
que las rigen y su particular forma de propiedad.
VII)Modelo de análisis
Esperando que quede claro el por qué del enfoque
teórico adoptado, se pasa a describir en este marco de
análisis como estos conceptos teóricos ayudan a establecer los distintos incentivos generados al interior de la
cooperativa12 y de que forma ellos afectan su viabilidad.
Para sistematizar la exposición sobre dichos incentivos,
se realizará una clasificación de los mismos en tres dimensiones, que como se verá, se corresponden directamente con las tres dimensiones principales que hacen a
la viabilidad económico-social de la organización, a saber:
12 En este apartado se utilizan múltiples aportes de un trabajo de
Estrella Trincado Aznar, quién sistematiza algunos de los grupos de incentivos que genera la forma de organización cooperativa, que fueron
usados de guía, reagrupándolos y en casos necesarios modificándolos
para hacerlos compatibles con los objetivos particulares perseguidos
en este trabajo. El documento consultado es: “Empresa cooperativa
(autogestionada) frente a empresa capitalista (jerárquica). El caso de
gestión de la Universidad”, 1994.
- Desempeño de los trabajadores
- Desempeño directivo y administrativo
- Proyección de la organización hacia el futuro
La motivación al trabajo que genera una cooperativa no tiene efectos en una única dirección. Por un lado,
se dan incentivos colectivos positivos: sentirse parte de
la organización, lucha conjunta por un objetivo común,
ambiente de trabajo agradable, etc. Así, “parece que en
las empresas cooperativas existe una mayor relación entre
esfuerzo-recompensa del trabajo y, por ello, un sistema racional de incentivos”.13 Sin embargo, esto que seria cierto
pensado para el colectivo de trabajadores, no necesariamente encuentra correlato si se piensa en incentivos
estrictamente individuales. En dichos términos, la motivación individual se ve disminuida ya que la empresa
se convierte para los trabajadores en un bien público
(fenómeno del free rider o polizón), dado que el trabajador es retribuido por el producto medio del grupo y un
incremento de su productividad repercute escasamente
en su recompensa. En otras palabras, existe un incentivo
colectivo para aumentar el producto medio generado, no
así a nivel individual, donde el impacto en dicho producto de un mayor esfuerzo personal es muy pequeño,
al tiempo que el hecho de no hacerlo prácticamente no
tiene efectos en sus ingresos.
Ahora bien, en este trabajo se entiende que esto supone implícitamente que las cooperativas serían incapaces
de proveer de mecanismos de control adecuados. Podría
plantearse que el hecho de que la propiedad sea colectiva y, por tanto, que los riesgos sean compartidos, genera
actitudes de ayuda mutua y mecanismos de supervisión
mutua que, junto al mayor conocimiento de todos los
trabajadores del negocio en su conjunto, facilitan el control de posibles conductas oportunistas. Mientras una
empresa jerárquica busca disminuir los riesgos de este
tipo de conductas a través de mecanismos de supervisión
con los costos que ello genera, una cooperativa reduce el
personal supervisor al tiempo que elimina la atmósfera
“opresiva”. Sin embargo, el éxito o fracaso en dicha tarea,
dependerá en última instancia de cuáles de los dos tipos
de incentivos sean los que efectivamente primen.
Finalmente, en materia laboral y siempre desde el plano de la teoría económica, se plantea la posible existencia
de otro incentivo “distorsionante”, consistente en que las
cooperativas de trabajo tienden a ser trabajo intensivas,
con poca movilidad de este factor para evitar que los
resultados del esfuerzo colectivo actual se repartan con
los eventuales recién llegados que no participaron del
mismo. En este sentido la cooperativa se corporativiza
y empobrece.
13 Trincado Aznar, Estrella. Op. Cit.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 39
En materia de desempeño directivo, los incentivos
que estas organizaciones generan están determinados
por dos de sus características fundamentales: la ausencia
de estructura jerárquica y la rotación de los cuadros directivos. Teóricamente se plantea que: la ausencia de una
estructura jerárquica, llevaría a problemas en el sistema
de control; y la rotación en el Consejo Directivo -que por
otra parte estaría en línea con el supuesto de que no se
requieren habilidades específicas para desempeñar las
tares de dirección-, conllevaría un control de tipo discontinuo y, por ello, menos eficaz.
Sin embargo, dichos problemas de control, podrían
relativizarse si existe un alto grado de supervisión mutua
y si priman los incentivos positivos al desempeño laboral. Ahora bien, los inconvenientes que la falta de especialización (y falta de recursos o de motivación para la
capacitación) generaría en cuanto al desempeño de los
directivos electos, podrían ser sí claramente considerados como incentivos institucionales negativos para una
buena y eficiente gestión.
A su vez, la falta de una estructura jerárquica confiere ciertas particularidades al sistema de información.
Ello evitaría los problemas de información asimétrica
tan comunes y costosos en las empresas tradicionales,
reduciendo las posibilidades de existencia de actitudes
oportunistas, dado que la información es de acceso más
libre y democrático.
Por último, en caso de que se obtenga un resultado
económico positivo, surge la disyuntiva entre repartir ese
excedente entre los socios o crear un fondo de reservas
destinado a la inversión y, con ella, a la proyección de la
organización hacia el futuro. Por lo general, en las cooperativas es en una asamblea de fin de ejercicio y en base
a los resultados obtenidos, donde se toma la decisión de
destinarlo al aumento salarial o al incremento de fondos
destinados básicamente a inversión. En este sentido, se
plantea que los trabajadores-socios no tienen incentivos
adecuados para la creación de reservas, por lo que se realizaría una inversión insuficiente para su supervivencia
en un entorno competitivo. Esta conducta se explicaría,
o bien, por la búsqueda de mayores ingresos y niveles de
vida, o bien, por la racionalidad limitada de los agentes,
que los llevaría a valorar excesivamente el corto plazo.
Por otro lado, se tiene lo que en palabras de Razeto es
“una contradicción lógica interna, entre los objetivos que
persiguen los socios (incremento individual de sus ingresos
derivados del trabajo) y la forma de propiedad del patrimonio de la empresa (que es social)”14. O sea, el hecho de
que “por lo menos una parte de ese capital es propiedad co-
14 Razeto, Luis: “Empresa de Trabajadores y Economía de Mercado”.
PET. Santiago, 1993. Pág. 240.
mún de la cooperativa”,15 y por tanto intransferible,16 lleva
a que el socio no sea propietario de las rentas futuras salvo si se queda en la empresa-, por lo que se encuentra
motivado al reparto presente de las utilidades. Esta priorización del presente, pondría fuertes trabas al proceso
de innovación, sobre todo de aquellas que requieren una
perspectiva de largo plazo. Por otro lado, existirían incentivos a un mayor y mejor cuidado de los equipos de
trabajo, al ser estos propiedad de los socios, reduciendo
la necesidad de inversión de reposición.
Hasta aquí se ha visto que, teóricamente, la pregunta
que se ha planteado, no tiene una respuesta única ni simple. De allí el interés que presenta este estudio, buscando
obtener algo de evidencia empírica para echar luz sobre
estos aspectos.
III)Descripción del caso:
V
Cooperativa Nibo Plast
• Breve evolución histórica
La empresa Nibo Plast S.A. fue fundada en 1952 con el
objetivo de fabricar artículos plásticos. A partir de 1970,
se inicia una etapa de auge en su actividad comercial. Sus
directivos promueven en ese momento la fundación de la
Cámara del Plástico, organismo que actualmente integra
la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU). En los noventas comienza a fabricar productos industriales exclusivamente (cajonería y baldes), abasteciendo el 80% del
mercado nacional hasta su cierre sorpresivo en 1999. En
ese momento contaba con 100 empleados, entre obreros
y personal administrativo.
Los responsables de la empresa provocan un vaciamiento, desmantelamiento de la planta y dejan millonarias deudas. La empresa provoca el conflicto. La respuesta del sindicato es inmediata. Los trabajadores ocupan la
planta, con tres objetivos claros: 1) impedir el retiro de
las maquinarias y documentación; 2) tratar de cobrar sus
créditos laborales, mediante el remate de los activos; 3)
no perder la fuente de trabajo.
Los trabajadores comienzan la formación de la cooperativa autogestionaria. Un alto porcentaje está afiliado
al sindicato de la UNTMRA, al cual se consulta pero éste
no fija posición. Por su parte, la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU) respaldó el
15 FCPU: Declaración sobre la identidad cooperativa, 1995. 3° Principio: “Participación económica de los miembros”.
16 Las Cooperativas de Producción en nuestro país niegan al individuo el derecho -jurídico- a la enajenación, ya que la propiedad no
puede ser alienable en tanto que esta ligada a la condición de trabajador.
40 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
emprendimiento desde el punto de vista legal, estatutario
y económico. Se forma entonces la cooperativa, con 25
socios y 5 socias.
Dado el riesgo de perder el parque industrial a manos
de los acreedores, la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) permite depositar la maquinaria en el “Parque Tecnológico Industrial del Cerro” (PTI), donde se le
otorga a la cooperativa un espacio físico en calidad de
comodato. Con una enorme tarea de los cooperativistas y colaboración solidaria de mucha gente, se inicia el
acondicionamiento del área y la cooperativa queda legalmente constituida en enero de 2000.
Modelo (MM) (en busca de sustituir los de madera para
mayor seguridad e higiene), cuyas necesidades a futuro
se planteaban muy superiores dado que el parque total
de cajones del MM es de aproximadamente 500.000 unidades. Este negocio con el MM conllevaba la necesidad
de una nueva maquina inyectadora de gran porte, la cual
fue efectivamente adquirida a un precio muy ventajoso.
La otra inversión necesaria consistía en un molde, el cual
también fue adquirido en el exterior a buen precio y más
importante aún, resultado de negociaciones con agentes externos, financiado por un privado que a cambio
comercializaría aquella producción que excediera a las
comprometidas con el MM.17
El único ingreso hasta ese momento era el seguro de
paro de cada trabajador, que luego de múltiples gestiones
se logra que el Poder Ejecutivo autorice una extensión
del mismo hasta fines del 2001. A partir de ese momento,
el grupo queda sin ningún tipo de ingresos ni cobertura
médica.
De esta forma, puede decirse que existía una gran
perspectiva de futuro ya que esta adquisición permitiría
a la cooperativa la duplicación de su producción, cumplir con la producción de cestas para el MM y competir
en el mercado, con lo cual se preveía para el corto plazo
un aumento de los empleados.
En ese momento la IMM les entregaba los envases
desechables de plástico (PET) que recolecta en la vía pública. Luego de la clasificación de ese material, el mismo
se prensa y se comercializa. Con estos ingresos, la cooperativa pagaba el boleto diario y el almuerzo a sus socios,
mientras que con el resto se continuaban las actividades
de acondicionamiento.
Esta situación, sin embargo, era algo distinta en los
primeros meses de 2005, dado que todavía no se había
puesto en funcionamiento la nueva máquina adquirida,
mucho menos aún se había comenzado con la producción para el MM, continuaban con grandes problemas
respecto al capital de giro necesario para el desenvolvimiento de la empresa y, más en general, desde la administración se había solicitado a la FCPU una especie de
“auditoria” de la cooperativa, dado que se vislumbraban
algunos importantes problemas de gestión y organización a nivel general y en las distintas secciones u áreas de
la cooperativa en particular.
A partir de esta situación la cooperativa se plantea
dos objetivos fundamentales:
- Desarrollar una propuesta de trabajo cooperativo
autogestionado, que contribuya a mejorar la higiene ambiental de la ciudad e integre a hombres
y mujeres desocupados a la economía formal del
reciclaje.
- Poner en marcha la fábrica e iniciar el proceso
productivo de cajones y baldes a nivel industrial
para su comercialización en el mercado interno.
Las actividades de formalización de la empresa continúan: a comienzos de 2002 se inscribe la cooperativa
en la Dirección General Impositiva (DGI) y en el Banco
de Previsión Social (BPS) y en oportunidad del remate
judicial de la ex-Nibo Plast adquirió, con los créditos laborales, pequeños moldes que le permiten iniciar la producción de una muy reducida línea de productos. Desde
este momento y a lo largo de 2003, la producción empieza a crecer a un ritmo progresivo, si bien debe tenerse en
cuenta que se parte de niveles casi nulos.
Por su parte, el año 2004 se caracteriza por cierto despegue y relativa euforia en la cooperativa, al tiempo que
se caracteriza por el triunfo en una licitación para la fabricación de 10.000 cajones de plástico para el Mercado
• Situación institucional
La Asamblea General es el organismo máximo. Está
integrada por la totalidad de los socios y cada vez que se
convoca la asistencia es obligatoria. Luego esta el Consejo Directivo, formado por 5 miembros electos cada dos
años. Según el Art. 40 de los estatutos, este Consejo Directivo tiene las más amplias facultades para la dirección
y administración de los bienes de la cooperativa, pudiendo resolver todo lo que con ella tenga relación, excepto
acordar decisiones que por estos estatutos o por disposición legal, requieran para su validez la intervención de la
Asamblea.18
Además del estatuto, la cooperativa cuenta con un
reglamento interno, elaborado por los mismos socios y
aprobado por unanimidad. Ese reglamento es muy ri17 El precio de cada molde oscila entre 30.000 y 60.000 dólares, por
lo que para su adquisición se requiere un alto nivel de capital, además
del de giro necesario para la compra de materia prima y para ofrecer
venta a crédito.
18 Los estatutos también establecen la intervención de una Comisión Fiscal y una Comisión Electoral.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 41
guroso, estableciendo sanciones escalonadas, y hasta la
expulsión del socio infractor.
El organigrama de la Cooperativa establece los siguientes órganos según orden de relevancia: Asamblea
General, Consejo Directivo y al frente de una serie de
áreas o secciones (que a su vez presentan sub divisiones)
un Administrador General. Es importante destacar que
la cooperativa a contratado personal externo en importantes áreas de gestión: Administrador General, Gerente
de Producción y Ventas, al igual que cuenta con apoyo de
un especialista externo en materia de matricería. También debe tenerse en cuenta que en general se trata de ex
trabajadores de la vieja empresa que en su momento no
se sumaron al proyecto cooperativo, pero que conocen
el área que desarrollan y el emprendimiento desde muy
cerca.
• Algunos datos de relevancia
Al 2003, el 72% de los cooperativistas excedía los
cuarenta años y el 36 % los 50. El 55% de los cooperativistas finalizó estudios secundarios y el 41% sólo ha
completado estudios primarios. Existe un cooperativista
con estudios terciarios. Al comenzar la cooperativa eran
aproximadamente 30 los cooperativistas, hoy, luego de
algunas expulsiones y la retirada de algunos de ellos por
razones en general relativas a la obtención de mejores
oportunidades en el ámbito privado en los difíciles primeros tiempos del emprendimiento, son sólo alrededor
de 21-22.19 Quizás más importante aún es que el número
de contratados supera dicha cifra, llegándose a alrededor
de 30-32.
IX)Análisis de incentivos: elementos
destacados y puntos críticos
Como se adelantó, no se intentará en este capítulo tratar de analizar uno a uno los factores internos a la cooperativa bajo estudio que tienden a corroborar o contradecir los distintos postulados teóricos presentados, sino
que aparece como más interesante realizar el ejercicio de
identificar los elementos más destacados y los puntos críticos estructurales en cuanto a las principales variables
que se han trabajado en el marco teórico-analítico, ello
en última instancia implica poner el énfasis en los rasgos
problemáticos que presenta esta experiencia particular.
La idea es que partiendo de un diagnóstico en efecto positivo en términos generales, se logre identificar aquellos
aspectos donde se han presentado las mayores falencias.
El identificar estos “problemas” no es un fin en sí mismo
19 Extrañamente no se logro en las entrevistas determinar exactamente el número y se dieron discrepancias entre los distintos entrevistados, hecho que se verificó en otros puntos a priori tan fáciles de
determinar como este.
desde luego, sino que lo que se busca es intentar avanzar
en el conocimiento de las experiencias, de sus problemáticas para de esta forma saber a futuro cuales son éstas y
así vislumbrar por donde deberían canalizarse los esfuerzos de mejora y progresiva consolidación de las mismas.
Es que claramente podríamos quedarnos con un análisis positivo de la evolución que ha tenido la cooperativa
desde los primeros tiempos de lucha y resistencia por el
mantenimiento de la fuente de trabajo y la búsqueda de
una salida conjunta y solidaria. Hubo años muy duros de
ocupación de la vieja planta y al mismo tiempo acondicionamiento de las nuevas instalaciones donde se instalaría la cooperativa, no menos duros fueron los años que
siguieron al establecimiento de la cooperativa y el esfuerzo actual por mantenerla en funcionamiento y buscar su
crecimiento constante, pese a una coyuntura complicada
a nivel nacional y a la extrema dificultad de acceder al
crédito. Los trabajadores de la ex Nibo Plast consideraban que la empresa había sido mal administrada, y que
era factible, una vez que la Cooperativa fuera puesta en
marcha, alcanzar operaciones rentables y si bien no todos
los cooperativistas ingresaron al nuevo emprendimiento
con las mismas convicciones “el espíritu de grupo los ha
dinamizado y les ha dado fortaleza; el trabajo los hace
sentirse útiles”.
Así, la producción como se vio fue en aumento desde
el comienzo de la actividad. La cooperativa ha permanecido en pie durante más de cinco años y eso luego de
unos primeros años muy duros donde los trabajadores
tuvieron que soportar un sin número de penurias. Nuevamente en palabras de su presidente: “es muy difícil
construir una cooperativa, los obstáculos se van superando
día a día con trabajo y con un material humano impresionante... Sino hubiera sido por la actitud humana de los
compañeros la cooperativa hoy no existiría... La evolución
ha sido sangre, sudor y lágrimas”. Paralelamente se destaca que “fue un tránsito lento pero seguro, había alguna
gente para la que era el único camino. No había otra posibilidad de trabajo. La cooperativa nace por necesidad”.
Finalmente, debe considerarse muy brevemente que
la cooperativa si bien nace en una muy difícil situación,
ha contado con algunos elementos a favor que han sido
ciertamente relevantes en su evolución. Entre ellos se
destaca: girar en un rubro, el del plástico, que si bien es
de tipo industrial tradicional y no se encuentra entre los
de “punta” en el país, parece ser un buen negocio; establecerse en el Parque Tecnológico Industrial del Cerro
con todo lo que ello implica, no pago de alquiler, servicios más baratos, logística, apoyo y solidaridad con otros
emprendimientos similares, etc.; poder acudir a especialistas en algunas áreas claves del negocio miembros de la
ex empresa y, finalmente, contar con una buena posibilidad de realización de su producción, dado que se cuenta
con una buena cantera de clientes.
42 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Sin embargo, la idea aquí es no quedarnos con esta
imagen positiva, sino indagar más a fondo en las dificultades del proceso, en aquellos elementos de largo aliento que están presentes en la cooperativa y que pueden
ser factores de riesgo para la misma en su desempeño
próximo. En este sentido vimos que el 2005 no arranco
de la mejor manera y novedades posteriores al final del
período aquí considerado, parecen no vislumbrar este
año como el del efectivo lanzamiento hacia una empresa
fuerte y consolidada. Quizás el análisis de los incentivos
que se han dado en su interior pueda decirnos algo del
por qué de dicha situación.
Incentivos hacia el desempeño
de los trabajadores
En una primera impresión no quedan dudas de que
han existido fuertes incentivos colectivos positivos, de
ello da cuenta todo lo que se ha logrado, teniendo en
cuenta la situación de la que se parte, o sea, pérdida repentina de la fuente de trabajo, poca calificación, lógica asalariada y dificultades económicas de distinto tipo
para llevar adelante la actividad. Como ejemplo se citan
las palabras del Administrador General (AG): “El mayor
capital de la cooperativa es su gente. Están jugados a este
emprendimiento. Todos los socios tienen una carga horaria de 50 horas semanales obligatoria”.
Pese a ello, y quizás sea este ámbito el que más se vea
permeado por la calidad de empresa recupera de la cooperativa bajo estudio, efectivamente parece darse el hecho de que muchos de los cooperativistas se sumaron al
proyecto como “última salida”, y ello junto a la fuerte heterogeneidad del grupo hace al administrador hablar de
una autogestionada más que una cooperativa, en sus palabras: “No sé si la palabra es problema... (pero) en el caso
de la Cooperativa NIBO PLAST, más que una cooperativa
es una empresa autogestionada, donde sus integrantes se
reunieron para mantener la fuente de trabajo... Son personas de diferentes edades, diferente educación, diferentes
ideologías y diferentes metas”. La edad avanzada de los
cooperativistas juega su rol también, y todo desemboca
en cierta falta de ímpetu innovador, reproducción de la
lógica de organización del trabajo “fordista” de la empresa madre, mantenimiento de algunos “vicios” del antiguo
trabajo como asalariados y falta de capacidad a la hora
de la toma de decisiones en el desarrollo de la actividad
productiva, pese a que a priori podría considerarse que
conocen muy bien su trabajo.
Particularmente se observa, y surge de la conversación con los gerentes o el AG, cierta tendencia a la uniformización del trabajo y el esfuerzo a la baja, resultado
de una mezcla entre la edad avanzada de muchos de ellos,
el sentirse “patrones”, un cierto descuido por lo producti-
vo20 y las lógicas de asalariados, por todo lo cual, es difícil
concluir que ello sea resultado de los incentivos internos
negativos de los que habla la teoría. No parece ser la búsqueda del menor esfuerzo individual lo que los mueve,
sino más bien el desconocimiento o la falta de una percepción clara y arraigada de que sólo con el crecimiento
medio del producto y su realización en el mercado, los
beneficios serán mayores.
Finalmente, surge claramente la diferencia de motivación y participación entre los cooperativistas, manifiesta de manera contundente en la entrevista con una
socia no-directiva, en la cual surge a las claras su falta de
conocimiento de cuestiones básicas del funcionamiento
e institucionalidad de la cooperativa. Ésta parece estar
partida en dos, con un grupo que lleva la “voz cantante” y otro que se limita a cumplir su tarea, a acompañar
pero no participar comprometidamente. Debe tenerse en
cuenta que “el comité de base jugó un rol importantísimo
en la creación de la cooperativa. Los dirigentes de entonces, son actualmente presidente, secretario y tesorero de la
misma y han sido reelegidos dos veces”, sin embargo, parece darse más que imposición de liderazgos, la falta de
iniciativa por parte de un importante grupo de los socios
que se limitan a cumplir su tarea y a decidir cuando se los
convoca a asamblea. Así, ante la consulta sobre si había
participado alguna vez en el Consejo Directivo (CD) o si
le interesaría hacerlo en el futuro, la entrevistada responde: “No, no, no... La verdad, es que estoy conforme con los
que están”. Ahora bien, este hecho lejos de ser resultado
de incentivos negativos en materia de esfuerzo o participación parece más resultado de la forma en que se llega a
conformar la cooperativa por parte de algunos socios, al
igual que de la edad avanzada de muchos de ellos,21 pero
más importante aún ello es quizás respuesta a la falta de
formación en materia cooperativa, aspecto sobre el cual
se volverá luego.
Otro aspecto medular en materia laboral, gira en torno al supuesto de la poca movilidad del factor trabajo y
la renuencia a la incorporación de nuevos socios que se
plantea desde la teoría. Efectivamente aquí tenemos cierto desbalance, resultado del mayor número de contratados que de socios. La ley nacional permite solo el 20%
del total de socios, pero ello puede ser matizado con la
incorporación de trabajadores bajo el rótulo de zafrales.
Pero más importante que la cuestión legal, que poco interesa a nuestros efectos, parece más importante plantear
la necesidad de que la cooperativa a mediano plazo tienda o intente modificar su política de contratación, gene20 Por ejemplo, pese a que desde el Consejo Directivo se dice que
existe ciertos mecanismos de control de eficiencia y calidad, “...retirándose una pieza por máquina cada dos horas para su análisis”,
desde la administración o incluso desde la opinión de una de las trabajadoras-socias, esto no aparece. En otras palabras: “Se conversa
sobre el tema, pero no se realizan evaluaciones”.
21 En el caso de la entrevistada, 57 años.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 43
rar alguna medida que le permita incorporar a parte de
estos trabajadores que se desempeñan en ella desde hace
ya un largo tiempo. Este es un problema que se presenta
en un sin fin de cooperativas en nuestro país, pero no
por ello deja de ser relevante, dado que en la mayoría de
los casos estaríamos frente a lo que desde la teoría se denomina “degeneración”, lo que en otras palabras consiste
en la tendencia a la contratación numerosa y duradera
de personal externo, sin ánimo de incluirlo dentro de las
filas de la cooperativa como socios.
En este sentido, si bien no han existido demandas por
parte de los contratados, no se vislumbra dentro de la estrategia de la cooperativa una futura política de inserción
de éstos, pese a que dicha posibilidad esta claramente
prevista en sus estatutos. Este tema y dada la particularmente avejentada estructura de los socios, adquiere gran
relevancia en esta cooperativa si se la piensa dentro de
cinco o diez años para adelante.
Ahora bien, y para terminar este apartado, todo el
cuadro descrito permite concluir en la falta y necesidad
de formación cooperativa, tanto más cuando se trata
de personas sin acercamiento previo a la temática. Sin
embargo, no existe una comisión en esta área, tampoco la realización de cursos ni la participación fluida en
aquellos realizados por organizaciones externas. Este es
un punto clave, la formación en valores y principios es
imprescindible para quebrar algunas lógicas de funcionamiento y generar conciencia y compromiso con el proyecto, que por cierto como ya fue mencionado existe y
mucho en otros ámbitos del desempeño de los socios.
Incentivos hacia el desempeño directivo y
administrativo
Ya se vio como “la directiva sindical, fue quien llevó
adelante el proceso de cooperativización y hoy ocupa un
lugar destacado en el Consejo Directivo”,22 ello ha llevado a que no se de una alta rotación en el mismo, lo cual
remite a lo que puede verse como un cierto trade off o
disyuntiva entre mayor participación en áreas dirigenciales versus una mayor especialización en dichos cuadros. Efectivamente “se mantiene (en la cooperativa) una
división entre quienes planifican y quienes ejecutan”23 herencia de la empresa capitalista madre. Sin embargo, esto
no ha sido del todo negativo, dado que “El grupo humano
que conforma el Consejo Directivo, tiene voluntad de hacer las cosas bien. Buena disposición para capacitarse en la
tarea directiva, buena relación entre ellos. Capacidad para
reconocer sus limitaciones en áreas específicas”, lo que los
ha llevado a considerar necesario la inclusión de personal externo en distintas áreas técnicas.
También existe una búsqueda de mejorar en materia
de organización y planificación, en palabras del presidente, “en 2004 se hizo un plan de inversiones y se cumplió”, “sí tenemos una planificación mensual que vamos
revisando semanalmente” y “estas tareas (organización y
planificación) se hacen en conjunto entre el CD y los encargados de producción y de ventas”. Sin embargo, no dejan
de presentarse inconvenientes, por ejemplo, se habla de
que el “organigrama no refleja lo que pasa en la realidad”,
al tiempo que el hecho de que algunos de los miembros
del CD sean a su vez jefes de sección no parece facilitar la
tarea, “las funciones muchas veces se superponen y se está
lejos de conformar un organigrama operativo con funciones bien definidas y roles claros en materia productiva”.
Pero más importante aún, son algunos inconvenientes en materia de gestión general de la cooperativa, dándose una sinergia particular entre socios que demandan
y exigen mejoras luego de años de limitaciones, un CD
que si bien puede ser considerado como integrado por
líderes naturales (siempre importantes para llevar adelante cualquier empresa), no es menos cierto que se les
torna difícil no ceder ante los reclamos del resto de los
cooperativistas y, finalmente, “especialistas” contratados
que se encuentran en difícil situación a la hora de exigir reformas o plantear medidas ingratas para los socios,
máxime ante un CD vigoroso, con iniciativa y emprendedor, pero con cierta flexibilidad ante los reclamos del
resto de los socios.
Quizás ello encuentre alguna explicación en que pese
a que los cooperativistas y en particular el CD entendió
necesario cubrir cierta falta de capacitación en áreas de
gestión con personal técnico externo (si bien muy relacionados al emprendimiento), ello no parece romper
definitivamente con la lógica presente en muchas cooperativas de trabajo de atribuir a la gerencia un mero rol
de cohesión de las unidades operativas de la empresa o
de coordinación, sin ninguna competencia en asuntos
internos (Davis, Peter, 1999: 31). Así, es que se intuye
un cierto reclamo desde los administradores externos de
que a la hora de tomar ciertas decisiones, tanto el consejo
como la asamblea hacen oídos sordos a las sugerencias
que surgen desde los ámbitos “gerenciales”.
Finalmente, en cuanto a la circulación de información, efectivamente ésta es más democrática que en una
empresa privada tradicional, pero la información depende de cómo se use, muchos de los cooperativistas no
parecen realizar un férreo control de lo que ocurre, no
parece haber una fluidez en la información que permita
un mejor desarrollo de la tarea productiva.
22 Ídem, nota de pie de página 5.
23 Ídem, nota de pie de página 5.
44 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Incentivos hacia la inversión
Es claro que un problema importante para la viabilidad de las cooperativas es que, en la búsqueda de un
salario justo y un mayor nivel de vida para sus socios,
a lo que se suma su particular forma de propiedad del
capital, se tiende a repartir las ganancias descuidando de
esta forma la inversión. Ello es claro y esperable desde el
punto de vista teórico y sólo una conciencia clara de los
aspectos que involucra la gestión cooperativa por parte de los socios, puede llevar a limitar o eliminar dicho
riesgo.
Ahora bien, en el caso de la cooperativa bajo estudio,
no parece haber habido problemas a la hora de intentar
y llevar adelante una importante inversión, planteándose
un plan de inversión para 2004 y habiéndolo cumplido
casi a cabalidad, realizando una negociación exitosa con
diferentes agentes privado y utilizando capitales propios
ante la total falta de financiamiento externo. De esta forma y más allá de haberse llevado a cabo en condiciones
muy favorables24 y ser ciertamente necesaria para enfrentar la producción para el MM, dicha inversión puede ser
efectivamente entendida como cierto “desajuste” con lo
esperado teóricamente, demostrando como una cooperativa puede y apuesta efectivamente a crecer y desarrollarse.
Sin embargo, la cooperativa enfrenta múltiples problemas con el capital de giro, ante ello en las distintas
entrevistas surge el tema trascendental para toda cooperativa (y más en general, para cualquier empresa de
mediano porte en el país) de la falta de financiamiento,
lo cual es totalmente cierto, pero también lo es que los
beneficios autootorgados por los trabajadores y bajo el
presupuesto (también en extremo atendible) de que ya se
sufrió mucho, han ido en aumento.25 Entonces, si bien se
ha invertido para el largo plazo, la dinámica cortoplacista quizás a hecho que se sobrestimen las retribuciones al
trabajo y se descuiden las necesidades de capital de giro,
imprescindible para el funcionamiento y desarrollo futuro de la producción y con ella de la cooperativa.
Téngase en cuenta que no se trata aquí (ni se pretende) realizar un juicio de la gestión de los recursos por
parte de la cooperativa, los trabajadores de Nibo Plast
más que han demostrado que su lucha no sólo apunta a
las reivindicaciones salariales, sino que se la interpreta
24 La máquina fue comprada a una gran empresa a la cual no le
interesaba la máquina y no tenía demasiadas alternativas para deshacerse de ella, al tiempo que los pagos por la vía de los hechos terminaron siendo menores a los planteados en una primera instancia y
con entregas muy flexibles en los plazos. Por su parte, como ya fue
mencionado, la compra del molde fue hecha por un privado, si bien
las negociaciones para la operación en el extranjero corrieron por
cuenta de la cooperativa.
en forma solidaria, enmarcada en la lucha general por la
defensa de los empleos. Pero ello no impide el intento de
poner de manifiesto un rasgo particularmente riesgoso
de la gestión cooperativa, que no es nuevo por supuesto26 y del cual debe tenerse clara conciencia, una buena
gestión y una circulación fluida de la información, para
que todos los socios conozcan claramente la evolución
de la cooperativa y en base a ese conocimiento tomen las
decisiones.
X)Breves reflexiones finales
En este trabajo se ha intentado avanzar en la línea de
construir marcos teóricos e interpretativos que ayuden a
abordar la compleja realidad cooperativa. Paralelamente,
se llevaron algunos de esos conceptos y proposiciones
desde la teoría a la práctica concreta de una cooperativa,
buscando identificar aquellos puntos clave, por problemáticos y por sugestivos conceptualmente para futuros
desarrollos. Esta decisión pretendió extraer, respetando
las particularidades del caso bajo estudio, algunos elementos que si bien no extrapolables linealmente a otros
casos, si factibles de servir como referencia a la hora de
pensar en términos más amplios.
En estos párrafos finales, interesa sobremanera destacar la importancia de los principios y valores cooperativos, sólo en el marco de una gestión que los incorpore
y fomente, junto a una buena capacitación y formación
en materia cooperativa, el movimiento cooperativo de
producción estará en condiciones de enfrentar con éxito
los problemas o limitaciones que se han reseñado, potenciando su capacidad como efectiva alternativa en materia de producción bajo otra lógica de relacionamiento
entre trabajo y capital y una nueva forma de concebir y
organizar operativamente el desempeño laboral de las
personas.
Pero para que ello suceda es imprescindible creer en
la capacidad innovadora de las cooperativas, se debe
confiar en que el trabajo así organizado y gestionado es
capaz de generar procesos virtuosos de innovación, basados en el conocimiento global del proceso por parte
de los socios y de la liberación de la creatividad de los
mismos en un ámbito que le es propio y del cual se sienten parte y responsables. De no confiar en ello, no hay
razón para perseguir el desarrollo del movimiento, a
no ser como simple salida a situaciones de crisis, que si
26 Así, Pablo Guerra encuentra para el caso uruguayo que “Este
comportamiento fue señalado en las entrevistas como una de las
dificultades que encontraban los directivos de las cooperativas ante
algunos socios que proponían restar ingresos a la inversión, a los
efectos de pagar mejor el trabajo”. En: “Crisis y Empresas Alternativas en Uruguay...” (1997). Pág. 73.
25 Llegándose por ejemplo a pagar salarios bastante por arriba del
laudo.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 45
bien importante y deseable, no permite constituirse en
una verdadera forma alternativa de producción. En este
sentido, el ayudar a construir el modelo de gestión cooperativa al que se hizo referencia en el párrafo anterior,
parece ser una de las metas y desafíos más importantes
para la investigación académica.
XI)Bibliografía
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46 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
LAS DECISIONES DE EMPLEO Y SALARIOS DE UNA COOPERATIVA
DE TRABAJADORES Y UNA EMPRESA CAPITALISTA: UNA
REVISIÓN TEÓRICA*
Andrés Dean
Gabriel Burdín
I.INTRODUCCIÓN
El presente documento constituye un avance parcial
en las tareas de sistematización y revisión teórica que
vienen realizando los autores, en el marco del trabajo
monográfico correspondiente a la Licenciatura en Economía de la Universidad de la República. El mismo aborda la especificidad de las decisiones de empleo y salarios
en una cooperativa de trabajo. En primer lugar, se recorre brevemente el tratamiento de la empresa, en cuanto
unidad productiva básica, desde diversas perspectivas
teóricas. En segundo lugar, se exploran algunos ejes de
debate que buscan explicar por qué las cooperativas de
trabajo se encuentran poco extendidas en las economías
de mercado capitalistas. A partir de estas consideraciones se revisa un problema teórico específico: el comportamiento comparado de cooperativas de trabajo y empresas convencionales en materia de empleo y salarios.
El planteo original de la ortodoxia neoclásica señalaba
que la cooperativa exhibe un comportamiento ineficiente retrayendo el empleo, paradójicamente, cuando las
condiciones de mercado le son favorables. Este modelo
básico se ha mostrado particularmente influyente aunque ha recibido múltiples críticas y en muchos casos ha
sido refutado empíricamente. De esta forma, este trabajo
pretende revisar y discutir el soporte teórico disponible
para el trabajo empírico en el área del cooperativismo de
producción y en el estudio de aquellas alternativas autogestionarias emergentes en el plano regional.
* Este trabajo fue presentado recientemente en las XIII Jornadas de
Investigadores Jóvenes de AUGM, celebradas en Tucumán, Argentina.
1.TRABAJO Y EMPRESA:
DIFERENTES PREOCUPACIONES
Y RESPUESTAS EN LA TEORÍA
ECONÓMICA
A. La perspectiva neoclásica convencional
El análisis microeconómico convencional, de base
neoclásica, reduce el estudio de la empresa a la especificación de una función de producción. Dicha función supone una relación de correspondencia entre la aplicación
de un conjunto de factores productivos (inputs) y un
nivel de producción determinado (output). La empresa
maximiza un objetivo, combinando factores, siguiendo
una tecnología dada y operando en un mercado de competencia perfecta.
Dicho supuesto implica: i) gran cantidad de empresas y consumidores que carecen de cualquier poder de
mercado (agentes precio-aceptantes que deciden únicamente sobre cantidades sujetos a restricciones), ii) bienes
y factores productivos homogéneos, iii) libre entrada y
salida de empresas del mercado, iv) agentes que cuentan
con información perfecta, la cual obtienen y procesan
sin costo.
De esta forma, la concepción neoclásica pone énfasis en la eficiencia estática de la empresa en cuanto a la
utilización de los factores productivos. Una organización
económica es socialmente óptima en la medida que posibilite una movilidad fluida de los recursos (trabajo y
capital) hacia aquellas actividades más valoradas por los
consumidores. El análisis teórico de las cooperativas de
trabajo ha sido altamente influenciado por esta perspectiva, cuestión que abordamos más adelante.
Docente de Economía I, FCEA, UdelaR. Actualmente, elaborando
el trabajo monográfico final en el marco de la Licenciatura en Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Universidad
de la República - [email protected]
Sin embargo, la concepción básica de la empresa como
función de producción ha sido criticada desde diferentes
vertientes. Sin dudas, este tratamiento de la organización
Docente de Economía I, FCEA, UdelaR. Actualmente, elaborando
el trabajo monográfico final en el marco de la Licenciatura en Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Universidad
de la República - [email protected]
Por una sistematización de estos enfoques y su aplicación al estudio de las cooperativas de trabajo ver Burdín (2005).
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 47
económica se ha mostrado insatisfactorio para identificar y analizar empresas no convencionales. Tampoco
ha ofrecido respuestas a la hora de abordar el funcionamiento de la empresa capitalista contemporánea.
B. La perspectiva neoinstitucional
Desde la década del 60 y 70, estas dificultades han
encontrado diferentes respuestas teóricas, incluso dentro del propio programa de investigación hegemónico, el
neoclásico. Precisamente, Eggerston (1995) interpreta el
surgimiento de la economía neoinstitucional como parte
de la reestructuración de dicho programa.
Según Hansmann (1996) la empresa debe entenderse
como un nexo de contratos, acuerdos y sobreentendidos entre los agentes involucrados con ella (proveedores, trabajadores, gerentes, accionistas y consumidores).
Muchos de los contratos que una firma suscribe tienen
como contraparte a los sujetos que encarnan los factores
que se utilizan en el proceso productivo (contratos laborales, acuerdos con accionistas, etc). Para asegurarse el
servicio de estos factores la firma podrá establecer con
ellos relaciones de intercambio (contrataciones de mercado) o de propiedad. Cuando la relación es de intercambio el sujeto respectivo puede controlar a la empresa
únicamente haciendo que el contrato que lo vincula a
ella se cumpla o amenazando con su cese en función de
otra alternativa de mercado más conveniente. Cuando la
relación es de propiedad puede controlar directamente
el comportamiento de la firma a través de su estructura
interna de gobierno.
La empresa capitalista sería aquella que vincula a los
oferentes de capital como propietarios. Las transacciones
con trabajadores, proveedores y consumidores se darían
a través de relaciones de mercado. Como contrapartida,
una cooperativa de producción establece una relación
de propiedad con el factor trabajo y una relación de intercambio con el capital. En este sentido, la variedad de
arreglos organizativos se explicaría por la evaluación
comparada para distintas actividades económicas de dos
tipos de costos. Por un lado, los costos de contratar en el
mercado a los factores que no son propietarios de la firma. Por otro, los costos de propiedad de aquellos factores
que son propietarios. El arreglo óptimo sería aquel que
minimice la suma de tales costos.
Por un panorama general de las distintos enfoques, cuestionadores de la firma como función de producción, surgidos dentro del
programa neoclásico ver también Williamson (1989).
El autor utiliza este enfoque para proporcionar un marco explicativo de la existencia y distribución sectorial de cooperativas de
producción y empresas de trabajadores
Nos concentraremos en los costos de mercado y de propiedad
vinculados al factor trabajo.
Se distinguen varios tipos de costos derivados de recurrir al mercado. Dichos costos pueden ser relativamente
importantes en algunas actividades, otorgándole ventajas a la propiedad. En primer lugar, se plantea el caso de
transacciones que involucran los denominados activos
específicos. Se trata de activos que pierden la totalidad o
una porción significativa de su valor fuera de determinado contexto de utilización. Las inversiones en este tipo de
activos son altamente riesgosas y requieren estructuras
de gobernación que le otorguen a los agentes inversores
un horizonte de previsibilidad y certeza. El riesgo es tal
en la medida que se supone un comportamiento eventualmente oportunista de la contraparte. El propietario
de un activo de este tipo podría quedar “encerrado”, sin
posibilidades de recuperar la inversión realizada. El problema del encierro se configura entonces a partir de la
combinación de un supuesto de comportamiento de los
agentes (oportunismo) y un supuesto sobre el contexto
relevante de la transacción (activos específicos).
Por ejemplo, un trabajador que invierte en conocimientos específicos de la firma donde ha trabajado cierta
cantidad de años puede ser vulnerable al oportunismo
de la empresa. Sabiendo que el trabajador solo puede
aplicar esos conocimientos dentro de la empresa, el capitalista o los gerentes que lo representan podrían alterar
las condiciones salariales y de trabajo en su beneficio.
Ex ante el trabajador podría reclamar un salario mayor
para cubrirse de tal posibilidad. Ex post podría invertir
de forma subóptima en conocimientos específicos. Estas ineficiencias proporcionarían potenciales incentivos
para que la propiedad de la firma quedara a cargo de los
trabajadores.
En segundo lugar, pueden existir asimetrías de información. Una de las partes de la transacción detenta información privada o le resulta altamente costoso adquirir información relevante. Se dice que una de las partes
cuenta con ventajas de información.
Las relaciones laborales proporcionan ejemplos de
asimetrías de información y sus efectos. La empresa
puede promover reducciones salariales alegando una situación financiera desfavorable, lo cual puede ser poco
creíble para los trabajadores. Por otro lado, estos poseen
información privada respecto a sus niveles de esfuerzo
en el trabajo, los cuales pueden ser monitoreados solo
imperfectamente por la empresa. La empresa capitalista
El oportunismo constituye un supuesto de comportamiento
característico de la economía neoinstitucional. Supone que los individuos o las empresas buscan el interés propio incluso apelando al
engaño y la mentira. Paradójicamente, la economía neoclásica convencional suponía individuos egoístas pero honestos.
En un contexto de alto desempleo los trabajadores tenderán a
esforzarse más y serán renuentes a eludir sus obligaciones en el trabajo. Cuando existe pleno empleo no hay demasiadas razones para no
eludir obligaciones, ya que si el trabajador es despedido rápidamente puede conseguir otro empleo. La tasa de desempleo de equilibrio
48 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
sería el escenario de complejas negociaciones y costosos
juegos estratégicos entre la gerencia y los trabajadores.
Lo anterior puede redundar en una fijación subóptima
de precios, salarios o niveles de inversión, existiendo en
algunos casos otras formas organizativas que potencialmente pueden mitigar estos problemas.
lancia pueden variar sustancialmente de una firma a otra
dependiendo de la cantidad de propietarios involucrados
y de su capacidad de coordinar y actuar colectivamente.
Los costos de asumir riesgos financieros están ligados
al derecho de percibir el flujo de beneficios netos derivados de la propiedad de la empresa. Los diferentes agentes
manifiestan diversos grados de aversión al riesgo y capacidad de soportar los costos respectivos.
Por último, los trabajadores pueden tener dificultades
en cuanto a la revelación creíble de sus preferencias. Por
ejemplo, respecto a la combinación óptima de salarios,
condiciones de trabajo y otros beneficios no monetarios.
Los gerentes supondrán que los trabajadores intentarán
mejorar su posición negociadora mediante revelaciones
distorsionadas.
Por ejemplo, los trabajadores se encuentran en dificultades para financiar la empresa con aportes de capital
propio. En primer lugar, debido a su probable reducida
riqueza personal. En segundo lugar, por su limitada capacidad de diversificar riesgos, ya que estarían invirtiendo en la empresa de donde simultáneamente obtienen
sus ingresos regulares aplicando su fuerza de trabajo. Si
la empresa quiebra no sólo quedan desocupados sino
que también pierden sus ahorros. Este argumento ha
sido esgrimido como explicación fundamental de la excepcionalidad de las cooperativas en las economías de
mercado10.
Sin embargo, la propiedad no siempre puede resultar
la mejor solución, dado que también supone costos que
deben considerarse. La propiedad de un activo no puede
detentarse gratuitamente. Dichos costos están asociados
a los dos componentes de la definición de derechos de
propiedad: el control y la disposición de los rendimientos
del activo. El primer componente de la definición supone
que los propietarios deben incurrir en costos asociados
al proceso de toma de decisiones. Por otro lado, los propietarios deberán asumir costos por controlar a gerentes
y administradores, de modo de funcionalizar su actuación en beneficio de la empresa. La segunda dimensión
(la percepción de rendimientos residuales) involucra los
costos de asumir riesgos financieros.
Concomitantemente, existiría un problema relacionado al horizonte temporal de las inversiones. Jensen y
Meckling (1979) alegan que los trabajadores privilegian
un horizonte de corto plazo en sus decisiones, condicionado por su permanencia esperada en la empresa. De
esta forma, se aprobarían aquellos proyectos que rápidamente reportan dividendos en detrimento de inversiones de más largo plazo. Este problema se agravaría si una
porción significativa de los trabajadores se encuentra
próxima al retiro. Estas empresas enfrentarían un problema de subinversión permanente, que incluso podría
afectar la inversión de reposición.
Las decisiones colectivas son tanto más costosas cuanto más heterogéneos son los sujetos que las toman. Dicha
heterogeneidad puede estar pautada por la diferencia en
las circunstancias personales de los miembros (riqueza,
calificaciones, edades, etc.). Los mecanismos de delegación que se dan al interior de las organizaciones deben
ser entendidos en parte como formas de mitigar los costos de los procesos de decisión colectiva. El tratamiento
de este punto es particularmente relevante para el caso
de las empresas de gestión y participación obrera.
Cuadro 1. Enfoque neoinstitucional: costos de mercado y de propiedad
Costos de contratar en el
mercado
Activos específicos y
problema del
encerramiento
Asimetrías de información
y comportamiento
estratégico
Revelación no creíble de
preferencias
Los costos de controlar a los gerentes se derivan de
que en la empresa moderna (particularmente en las empresas grandes) los propietarios ceden amplias potestades decisionales a cuerpos gerenciales y de administración. Se supone que los gerentes desarrollan una agenda
privada que puede diferir en gran medida de los intereses de los propietarios de la empresa. Los costos de vigidebería ser suficientemente elevada para que a los trabajadores les
compense esforzarse, en lugar de exponerse a que los supervisores los
“atrapen” eludiendo sus responsabilidades. El desempleo es una ineficiencia estática ya que implica una asignación ineficiente del trabajo.
Según Elster y Moene (1989), en el sistema salarial capitalista esta
ineficiencia externa es condición para que haya eficiencia al interior
de las empresas.
Huelgas, paros y sabotajes son algunos de los instrumentos que
utilizan los trabajadores como amenazas en este tipo de juegos.
Costos de la propiedad
Costos de controlar a los
gerentes
Costos de la decisión
colectiva
Costos de asumir riesgos
financieros
ElaboradoenbaseaHansmann(1996)
10 Este análisis subestima los riesgos que enfrentan los trabajadores
en la empresa capitalista. En realidad el mayor riesgo financiero derivado de convertirse en propietarios debería compararse con el riesgo
de ser despedido que enfrentan los trabajadores en su condición habitual de no propietarios.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 49
C. La empresa como organización
La empresa neoclásica se caracterizaba por una función objetivo coherente que no admitía intereses contradictorios. Se trata de una especie de firma unipersonal
donde los objetivos de la organización se funden con los
objetivos del propietario, interesado en la maximización
del beneficio a largo plazo. Como vimos, el enfoque neoinstitucional ponía un nuevo acento en los problemas
de agencia intrínsecos a la relación propietario-gerente
o gerente-trabajador. Según Ménard (1997): “el enfoque
microeconómico convencional interpreta todo lo que sucede en la “caja negra”, que es la unidad de decisión, a través
de la función de producción (...) Ello conduce, por lo general, a arrojar un velo teórico opaco sobre las condiciones de
la decisión económica y sobre su objeto”.
Otros enfoques ponen el acento en los aspectos propiamente organizacionales. Ménard (1997) define a una
organización como aquella entidad caracterizada por: i)
un conjunto de participantes, ii) un acuerdo explícito o
implícito sobre ciertos objetivos y sobre los medios para
expresar la conformidad o la discrepancia y iii) una coordinación formal definida por su complejidad, por sus procedimientos y por su grado relativo de centralización.
Se remarca la importancia de las motivaciones y valores de los participantes en el funcionamiento de las organizaciones. Los diversos mecanismos de incentivación se
explicarían por la necesidad de conocer las preferencias
de los miembros y garantizar mínimamente el alineamiento de sus objetivos con los de la organización. Por
otro lado, ésta se caracteriza por el desarrollo de ciertos
valores básicos (“cultura organizacional”) que facilitan
la comunicación, reducen la incertidumbre y aceleran el
proceso de socialización de nuevos integrantes.
También se destaca el carácter esencialmente colectivo de las decisiones económicas en el seno de las organizaciones. En este sentido, se enfatiza el papel de la autoridad, entendida como transferencia de poder de decisión
de un agente a otro. La autoridad constituye un efectivo
mecanismo de coordinación y es tanto más eficaz cuanto
mayor legitimidad tenga entre los participantes, particularmente si es producto de amplios consensos internos.
Se distingue autoridad de jerarquía. En el caso de las
relaciones de autoridad la cesión de poder decisional
puede producirse a través del consentimiento. Contrariamente, la jerarquía refiere a aquella subordinación
de poder decisional que se produce en el marco de relaciones sociales asimétricas. La relación salarial en las
economías capitalistas es ilustrativa del problema de la
jerarquía. Los trabajadores están sujetos a este tipo de
subordinación en las firmas capitalistas, dada la desigual
distribución de derechos de propiedad respecto a los medios de producción.
D. Empresa, proceso de trabajo y poder:
una perspectiva marxista
Por último, esta caracterización de la relación laboral
como una relación de poder constituirá la piedra angular
del análisis de los economistas radicales, de influencia
marxista, interesados en el fenómeno de la dominación
del capital sobre el trabajo en el proceso de producción.
En este enfoque, el proceso de trabajo se organiza
socialmente y su tratamiento teórico debería seguir los
siguientes lineamientos: i) el factor trabajo no puede ser
conceptualmente tratado de forma equivalente a cualquier otro input no humano; ii) las posibilidades máximas de producción no son independientes de las relaciones sociales de producción y de los medios elegidos para
la coordinación del trabajo; iii) el intercambio de trabajo
tiene una naturaleza distinta a otro tipo de intercambio
de mercancías; iv) en la empresa capitalista el contrato de
trabajo es eminentemente incompleto en la medida que
no puede garantizar de antemano que el trabajador ceda
su fuerza de trabajo en las condiciones ideales deseadas
por el capital. Es la organización del proceso de trabajo
la que solo parcialmente corrige tal incompletitud contractual.
Bowles y Gintis (1993) analizan formalmente la especificidad del intercambio de trabajo. Se trata de una
relación de poder donde el trabajador se encuentra en
una posición de desventaja permanente respecto al capitalista o sus gerentes11.
En los modelos neoclásicos convencionales ningún
agente tiene poder sobre otro. Los intercambios económicos están desprovistos de cualquier contenido político.
En competencia perfecta, la oferta iguala a la demanda
en los distintos mercados, por lo que ningún agente incurre en pérdidas por abandonar determinadas transacciones. Instantáneamente dispondrá de una alternativa
igualmente conveniente. La economía sería un ámbito de
acuerdos voluntarios. Por otro lado, el Estado constituiría el terreno de las sanciones, la coerción y del ejercicio
del poder, lo que habilita los derechos democráticos de
los ciudadanos desde una perspectiva liberal. Al demostrar el hecho de que en la economía privada también se
configuran persistentes estructuras de poder, los autores
justifican la extensión de la democracia a los centros de
trabajo. Dentro de una gradación de alternativas posibles
de avance democrático, la cooperativa de trabajo seguramente constituya la modificación más radical del contrato de trabajo típicamente capitalista.
11 Los enfoques marxistas más tradicionales analizan la cuestión
del poder en la interfase economía-estado, destacando la capacidad
de la clase capitalista para moldear las políticas públicas y la superestructura jurídico-política en su beneficio. Los economistas radicales,
en cambio, se concentran en las relaciones de poder que se registran
entre determinados agentes en la propia esfera económica.
50 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
En síntesis, el tratamiento de la empresa en la teoría
económica ha sido objeto de un creciente desarrollo, corrigiendo en gran medida las insuficiencias del enfoque
microeconómico básico. Las preocupaciones y respuestas teóricas son diversas y en ningún caso pretendieron
abordarse de forma exhaustiva. El tratamiento teórico
de las cooperativas de producción y de las empresas de
trabajadores se ha nutrido también de muchas de estas
perspectivas, ofreciendo numerosas y sugerentes líneas
de investigación.
Cuadro 2. Resumen de los distintos enfoques revisados
Enfoque
Preocupación fundamental
Neoclásico
Eficiencia estática de la empresa en la
utilización de factores productivos
Neoinstitucional
Explicación de la diversidad de arreglos
económicos
Organizacional
Estudio de la coexistencia de objetivos
múltiples en el seno de las organizaciones
y capacidad de alineamiento de los
mismos
Economía política
radical
Relaciones de poder en el seno de la
empresa
Demostración formal del déficit
democrático característico de la empresa
capitalista
III.LAS DECISIONES DE EMPLEO
Y SALARIOS DE UNA
EMPRESA CAPITALISTA Y UNA
COOPERATIVA DE TRABAJO
¿Por qué las cooperativas son relativamente extrañas
en las economías capitalistas?. Esta pregunta constituye
el punto de partida de gran parte de la literatura teórica disponible. Para responder a esta pregunta resulta
fundamental el estudio comparativo del desempeño de
las cooperativas de trabajadores y de las empresas convencionales. Una de las explicaciones habituales refiere
al comportamiento perverso de las cooperativas, que
disminuyen su producción ante un aumento del precio
del producto. Esto desalentaría su expansión e incluso la
cooperativa podría “degenerar” en la medida que sistemáticamente recurra a la contratación de trabajo asalariado. A continuación se detallan los modelos que estudian esta problemática específica, sus implicancias y las
principales críticas que han recibido.
1. Los Modelos Económicos Comparados
Pencavel et al (2005) proponen un desarrollo y contraste de los modelos neoclásicos tradicionales que se ven
a continuación. El objetivo de esta sección es comparar
las implicancias fundamentales de los modelos básicos
sobre estos dos tipos de empresa.
La Empresa Capitalista
En primer lugar se plantea el prototipo de empresa
capitalista como la describen los libros de texto de microeconomía, en la misma E es el nivel de empleo, K el
capital físico, y Qi el nivel de su i-ésimo input (i = 1,...., n).
La generación de un output X a partir de los inputs surge
de la función de producción: X = X (E, K, Q1,..... , Qn). El
precio del producto es p, el salario es w, r es el precio
del capital, qi el precio por cada Qi, y F es el costo fijo.
En el modelo estándar los valores - p, w, r, qi, y F - son
dados, dado que como dijimos antes la empresa opera
en un mercado de competencia perfecta. Como particularidad se señala que este modelo asume que todo el
trabajo puede contratarse al precio w, siendo la función
de oferta de trabajo horizontal en el nivel w = w(Zs) donde Zs representa las variables que cambian la función de
oferta de trabajo. El salario pagado depende de Zs, pero
es independiente de p, r, el q1,...... , qn, y F. Sin embargo,
ante la existencia de negociación colectiva la función de
oferta de trabajo no es necesariamente horizontal y por
lo tanto w no es fijo.
La empresa capitalista elige sus inputs de forma de
maximizar sus beneficios:
Π = p.X(E, K, Q1,...., Qn) - w.E - r.K - Σi qi .Qi – F
De modo que la funciones de demanda de trabajo
pueden plantearse como:
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 51
E = Eπ (p, w, r, q1,...... , qn)
La demanda de trabajo tiene la siguiente característica: E crece con p y disminuye con w. Mientras proporcione Π > 0, E será independiente de F.
La Cooperativa de Trabajadores
Ahora se considera la empresa gemela de propiedad
obrera que se mueve en el mismo mercado y con la misma función de la producción que la empresa capitalista.
En el modelo de cooperativa de trabajadores que se
investiga aquí, las reglas de membresía de la cooperativa están dadas por el sistema jurídico y éstas se toman
como dadas. Se supone que la cooperativa se comporta
de modo de maximizar el ingreso por trabajador. En este
caso E, K, Q1,....., Qn se eligen de modo de maximizar los
ingresos netos por trabajador, v:
v = E -1 [p.X (E, K, Q1,..... , Qn) - r.K - Σi qi . Qi - F]
El costo del trabajo no se considera como un gasto
para el cómputo de los ingresos netos. La función de
demanda de trabajo para la cooperativa de trabajadores
puede plantearse como:
E = E (p, r, q1,...... , qn, F)
v
Para la cooperativa, los aumentos en p no aumentan
necesariamente la demanda de trabajo. Es más, en el caso
particular en que todos los Qi son fijos, los aumentos en p
disminuyen el E óptimo. Al contrario de la empresa capitalista, la cooperativa aumenta E en respuesta a una suba
de F. Esta patología de la curva de oferta de las empresas
de trabajadores es lo que se conoce en la literatura como
“efecto Ward”12.
12 La denominación alude a los trabajos de Benjamin Ward en 1957.
El artículo se titulaba “The firm in Illyria: the market syndicalism”.
Iliria es una región de la ex Yugoslavia, país donde con ciertas par-
Intuitivamente, pueden verse estos efectos al separar
la ecuación de v en dos partes: donde la primera es [p.X
(E, K, Q1,..... , Qn) - rK - Σi qi . Qi] / E y la segunda - F/E. La
primera es el valor agregado por trabajador y, por a una
tendencia a retornos decrecientes, ésta será alta con bajos
niveles de empleo. Por lo tanto esta parte de la ecuación
estimula un bajo nivel de E. La segunda parte es - F/E
y la presencia de costos fijos, F, lleva a la cooperativa a
emplear más trabajadores para que los costos fijos por
trabajador, F/E, se distribuyan entre más trabajadores.
De forma que este factor motiva un alto nivel de empleo.
Estas dos fuerzas pujan en direcciones opuestas y el óptimo de E constituye un equilibrio de estas dos fuerzas.
Si los valores óptimos de E, K, Q1,..... , Qn se sustituyen en la función objetivo de la cooperativa, el valor
maximizado de v – o v* - puede plantearse como una
función de variables predeterminadas: v* = ϕ (p, r, q1,......
, qn, F). Entonces si las empresas son precio-tomadoras,
los cambios en estos precios producirán modificaciones
en los ingresos por trabajador, mientras en la empresa
capitalista los salarios son independientes de los cambios
en los precios específicos a la empresa. Es por esto que se
espera que los salarios (o ingresos netos) en la cooperativa sean más variables que en las empresas capitalistas.
Concretamente v* aumenta con p y cae con r, qi, y F.
En la empresa capitalista, la condición de primer orden que determina el empleo es p.PMT=w dónde PMT
es la productividad marginal del trabajo13. Si el salario es
w, el empleo óptimo será E(w). La condición de primer
orden para la cooperativa será p.PMT=v. De modo que v
se maximiza cuando el empleo es E(v). Como v* ≥ w, el
empleo dado w no puede ser menor al empleo dado v* o
el empleo en la cooperativa no será mayor al empleo en
la empresa capitalista.
ticularidades se llevó a gran escala el modelo socialista basado en
empresas autogestionadas.
13 La productividad marginal de trabajo se define , en términos
continuos, como el cambio que sufre el nivel de producción con un
incremento infinitesimal del trabajo.
Cuadro 3. Implicancias comparadas de los modelos convencionales de empresa capitalista y cooperativa
FunciónObjetivo
EmpresaCapitalista
Π=p.X(E,K,Q1,....,Qn)-w.E-r.K-Σiqi.Qi–F
CooperativadeTrabajo
v=E-1[p.X(E,K,Q1,.....,Qn)-r.K-Σiqi.Qi-F]
DemandadeTrabajo
E=Eπ(p,w,r,q1,......,qn)
E=Ev(p,r,q1,......,qn,F)
p
w
F
w esindependientedelosotrosprecios
F
p
w
vaumentaconp ycaeconqi,r yF
Aumentacon:
Disminuyecon:
Esindependientede:
IngresodelTrabajador
52 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
2. Algunas críticas al modelo presentado
Moene (1985) critica el modelo neoclásico presentado, particularmente en cuanto a sus implicancias de corto
plazo. Adicionalmente, reflexiona sobre la comparación
a largo plazo en los resultados de un sistema de empresas
cooperativizadas en relación a un sistema capitalista con
empresas que enfrentan sindicatos con elevado poder de
negociación
Para ello el autor define una cooperativa de producción controlada por sus trabajadores como aquella donde: i) las actividades productivas son realizadas conjuntamente por los miembros; ii) las decisiones importantes
reflejan los deseos de los miembros, que de alguna forma
participan del proceso decisional; iii) la renta neta se reparte entre los miembros de acuerdo a una fórmula determinada; iv) los miembros tienen los mismos derechos
y las decisiones se toman de acuerdo al criterio “una persona, un voto”. El último requisito se denomina principio
de igualdad de trato y excluye la posibilidad de cualquier
tipo de privilegios en el empleo.
El principio de igualdad de trato es utilizado en la crítica al modelo convencional. Recordemos que dicho modelo suponía que la cooperativa maximizaba el ingreso
neto por trabajador. Esto hacía que, frente a incrementos
de la demanda, respondiera contrayendo la producción y
el empleo. En este sentido, el autor se imagina a la comisión directiva de una cooperativa anunciando: “el precio
del producto ha subido y ahora nuestra empresa gana más
dinero que antes, sin embargo proponemos que se despida
al 20% de nuestros miembros con el fin de incrementar la
renta del 80% restante”. Sólo votarían por una propuesta
de este tipo aquellos miembros que sean extremadamente egoístas o que sepan de antemano que no se encuentran en el 20% que deberá marcharse de la empresa. Esto
último sería contradictorio con el principio de igualdad
de trato propio de una cooperativa14. Las especificidades
del proceso decisional en una cooperativa vuelven poco
realistas las implicancias a corto plazo del modelo; difícilmente la respuesta de una cooperativa sea recortar
el empleo ante circunstancias de mercado favorables. Su
especificación particular de derechos se lo impide.
Inversamente, el modelo suponía que ante una caída
de los precios de venta la cooperativa respondería aumentando el empleo, como forma de alivianar el peso de
los costos fijos reales para los actuales miembros y distri14 En un plano teórico, la igualdad de trato puede garantizarse ex
post o ex ante. Ex post la cooperativa debería compensar a los trabajadores por la pérdida de renta. En presencia de un seguro de desempleo dicha compensación equivaldría a la diferencia entre la renta
esperada y el monto del seguro. Ex ante, los cooperativistas podrían
definir el número óptimo de miembros para la empresa y después
participar de una lotería donde se determinaran los miembros que
deberían marcharse.
buir la carga entre más trabajadores. De la misma manera,
el autor señala que la cooperativa, dado que ante un posterior aumento del precio no podrá despedir a algunos trabajadores, no tendrá el incentivo para incorporar nuevos
miembros si estima que la bajada de precio es temporal.
Cabe señalar que los modelos teóricos tradicionales
suponen un control centralizado en la empresa capitalista sin considerar ningún tipo de conflicto. El trabajo es
tratado como cualquier otro factor productivo obviándose, por ejemplo, la existencia de sindicatos. En la empresa autogestionada existen razones para pensar en una
reducción de los conflictos y sus costos, tanto entre propietario y gerente como entre trabajador y propietario.
Las implicancias pesimistas del modelo convencional, respecto a la eficiencia de una cooperativa de trabajadores, se relativizarían en mayor grado si el punto de
comparación fuera una empresa capitalista real y no una
empresa capitalista de competencia perfecta. En la empresa capitalista real los trabajadores detentan cierto poder de negociación y control estratégico de determinadas
variables. Esto lo logran a través de la acción sindical.
En el corto plazo, esto hace que los salarios sean rígidos a la baja, lo que en momentos de caída de la demanda y recesión económica provoca reducción en el nivel
de empleo y pérdida sustantiva de bienestar para aquellos que quedan desocupados. En una cooperativa de trabajadores, desde el momento que defiende el principio de
igualdad de trato, se internalizan los costos de la crisis distribuyendo una masa menor de ingresos entre sus miembros a los efectos de mantener el empleo. La cooperativa
tendería a estabilizar el empleo ante shocks económicos
negativos. Podría criticarse este argumento señalando que
los sindicatos tiene una función objetivo mixta que además de la cuestión salarial incorpora la estabilidad en el
empleo. De hecho la conducta contemporánea de muchos
sindicatos parecería corroborar este planteo.
En el largo plazo, el autor señala que una empresa
capitalista con una sindicato fuerte producirá resultados
subóptimos, dada la interdependencia que existe entre
las decisiones de inversión, empleo y salarios. La secuencia supuesta es la siguiente: la empresa toma las decisiones de inversión y luego negocia salarios periódicamente
con el sindicato. La renta potencial del sindicato en la
negociación será mayor cuanto más irreversible sea la
decisión de invertir o dicho de otra forma cuando los activos productivos en cuestión tengan un bajo valor de reventa15. La empresa sabe que el salario futuro a negociar
dependerá directamente del capital invertido. Esto la lleva a invertir una cantidad menor o a instalar un equipo
de producción flexible pero no necesariamente óptimo
desde el punto de vista productivo.
15 La existencia de activos específicos constituiría un caso extremo.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 53
La suba salarial que se deriva del aumento de la inversión constituye un costo de capital adicional en una
empresa capitalista caracterizada por el juego estratégico
de intereses contrapuestos entre trabajadores y propietarios. A su vez, este costo adicional será función directa
del poder sindical.
A menudo estos argumentos se han esgrimido para
demostrar la necesidad de retornar a formas más flexibles y descentralizadas de negociación salarial, que entre otras cosas disminuyan el peso de los sindicatos y
sus efectos aparentemente nocivos sobre el proceso de
inversión y crecimiento. Sin embargo, en este caso se esgrimen para mostrar que un sistema económico donde
la propiedad y gestión de las empresas sea de los trabajadores podría arrojar resultados más alentadores que los
sugeridos por el modelo convencional, particularmente
si el punto de comparación es la empresa capitalista realmente existente16.
Jordán (1995), si bien reconoce el mérito de la aportación neoclásica, señala que la relativa rigidez del empleo
en las cooperativas no puede explicarse a partir de un
problema de maximización donde los trabajadores solo
piensan en la obtención del mayor ingreso posible17. Se
debe indagar en lo que denomina el “pacto constituyente” de la empresa, que involucra los objetivos comunes de
los trabajadores en el proceso de gestación y consolidación del emprendimiento (sea una nueva empresa o una
recuperación de una empresa capitalista anterior) y la
fórmula legal elegida. Se plantea la existencia de una “racionalidad colectiva” a la que se subordinan los intereses
de los socios individuales. Asimismo, el carácter relativamente cerrado de ese “pacto inicial” vuelve dificultosa la
incorporación de nuevos socios. A menudo la cooperativa responderá a las necesidades de aumento de la producción contratando trabajo asalariado, lo que en la literatura
se conoce como el problema de la “degeneración”.
Pencavel et al (2005) señala que no se puede hacer
predicciones claras sobre el diferencial salarial empresa capitalista-cooperativa, tal cual lo supone el modelo
neoclásico. Por ejemplo, considera la existencia de beneficios no-pecuniarios del empleo en la cooperativa. Si
los trabajadores valoran la participación en la gestión,
podrán estar satisfechos con salarios menores a los de la
16 No es propósito de este trabajo analizar los efectos de los sindicatos sobre el desempeño de la empresa. De todas formas la evidencia
dista de ser concluyente. Trabajos realizados para Uruguay muestran
vínculos positivos entre sindicatos y productividad, lo que se explica
por la menor rotación laboral en las empresas sindicalizadas. Por otro
lado, no se encuentran los sindicatos no tendrían efectos negativos
sobre el proceso de creación de empleos. Ver Cassoni et al (2001) y
Casacuberta et al (2003) .
17 El autor señala que en el caso de definir una función objetivo la
especificación neoclásica de dicha función parece poco realista. En este
sentido, plantea como alternativa la maximización de la estabilidad en
el empleo, aunque sin proponer una operativización concreta.
empresa capitalista. Según los autores, como el modelo
de la cooperativa ingreso-maximizadora implica que los
ingresos netos por trabajador tienden a fluctuar más que
los salarios en las empresas capitalistas y que, ceteris paribus, estas fluctuaciones salariales tienden a mitigar las
variaciones del empleo, los trabajadores pueden ver que
el riesgo de pérdida del empleo es menor y, por lo tanto,
aceptar trabajar por salarios más bajos.
Estas complejidades oscurecen las implicancias de
los modelos simples sobre el diferencial salarial empresa
capitalista-cooperativa. Esto se exacerba si tenemos en
cuenta el papel los sindicatos cuando los salarios se fijan mediante acuerdos de negociación colectiva. A veces los salarios en un lugar de trabajo particular pueden
“desviarse” del piso establecido o en otros casos, pueden
desatenderse las condiciones fijadas en la negociación
colectiva. Como consecuencia los diferenciales observados en la paga intra-industria pueden ser mayores a los
acordados por sector.
A su vez, puede que a las cooperativas no se le exija
legalmente adherir a los niveles mínimos salariales fijados en la negociación colectiva. Este elemento junto a
la postura menos militante de obreros de las cooperativas, prefiriendo esforzarse por hacer sus empresas “económicamente viables”, lleva a pensar que los salarios en
las cooperativas pueden ser menores a los que rigen en
las empresas capitalistas18. Uno de los resultados de esta
discusión es que no se puede llegar a una predicción cualitativa clara sobre el diferencial salarial entre la empresa
capitalista y la empresa cooperativa.
•CONCLUSIONES
Este trabajo presentó de forma sintética el modelo
básico que permite estudiar las respuestas compradas de
una empresa capitalista y de una cooperativa de trabajadores. En primer lugar, se repasaron distintas perspectivas y preocupaciones registradas en la teoría económica
en lo que hace al estudio de la empresa y la organización
del proceso de trabajo. El modelo básico caracteriza a la
empresa como una función de producción que supone
una correspondencia entre cierta aplicación de factores
productivos y la obtención de una producción determinada. La elección de las cantidades de trabajo y capital
aplicadas a la producción se realiza en el marco de un
programa de optimización donde se le asigna a la empresa una función objetivo precisa y coherente. En este
sentido, la única diferencia entre la empresa capitalista y
la cooperativa de trabajo será que la primera maximiza
el beneficio total y la segunda maximiza el ingreso neto
por trabajador.
18 En este punto el análisis de los autores debe ser entendido en el
marco de la realidad concreta de las cooperativas de trabajo italianas.
54 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Entre las implicancias del modelo neoclásico se distinguen aquellas relativas a los salarios y al nivel de empleo.
En la empresa capitalista, los salarios son independientes del precio de venta al que la empresa comercializa su
producto en el mercado. Tampoco dependen del precio
de otros inputs ni de cómo se comporten los costos fijos.
Como contrapartida, en la cooperativa el ingreso de los
trabajadores tendría una mayor variabilidad en función
de los movimientos de precios. El modelo concluye que
el ingreso de los trabajadores en una cooperativa debería ser mayor o igual al salario pagado en una empresa
capitalista.
Los niveles de empleo en una empresa capitalista estarán inversamente relacionados al nivel salarial. En una
cooperativa salarios y cantidad de trabajadores-socios se
determinan simultáneamente. No se puede especificar
una relación de causalidad. Adicionalmente, un aumento
de los costos fijos llevará a la cooperativa a aumentar el
número de miembros a los efectos de distribuir la carga
incremental entre más integrantes. Por otro lado, del modelo presentado se deduce que una empresa capitalista
internaliza los shocks de demanda de producto - representados como cambios transitorios en p – alterando las
cantidades producidas y el nivel de empleo. En la cooperativa, por el contrario, los shocks de mercado tendrían
un impacto principal sobre el ingreso de los miembros
lo que mitigaría los efectos sobre el empleo. Esto lleva
a que frente a un aumento del precio del producto de la
cooperativa la respuesta no sea necesariamente producir
más y emplear más miembros, sino repartir los ingresos
incrementales entre los miembros actuales. Un caso extremo sería aquel donde la cooperativa reduce el número
de miembros ante un aumento del precio.
Entre las críticas sistematizadas se señala que este
caso extremo no es factible, dada su incompatibilidad
con el principio de igualdad de trato inherente a la organización cooperativa. Por otro lado, se marca el error
habitual de comparar el desempeño de la cooperativa
con una empresa capitalista de competencia perfecta. La
empresa capitalista real constituye un espacio de negociación y conflicto permanente, lo que necesariamente
vuelve subóptimo el proceso de inversión.
También se ha señalado que la relativa rigidez del empleo en la cooperativa no se puede explicar extrapolando al nivel de la organización una supuesta racionalidad
maximizadora que regiría en el plano individual. El “pacto” que se constituye tácitamente entre los miembros al
momento de la gestación de la empresa se vuelve estable,
lo que se refuerza por el formato legal cooperativo que
impone restricciones al manejo de los aportes de capital individual. Si la cooperativa tiene determinado éxito
comercial y requiere más empleo lo contrataría bajo la
forma de trabajo asalariado, lo que podría llevarla a la
degeneración.
También se ha criticado la predicción tajante del modelo básico en cuanto a los diferenciales salariales entre
los dos tipos de empresa. Un trabajador podría aceptar
salarios más bajos en una cooperativa en la medida que
le asigne un valor positivo al hecho de trabajar en una empresa participativa y con una estructura menos jerárquica.
Por otro parte, el trabajador podría aceptar un menor salario si trabajar en la cooperativa le minimiza los riesgos de
perder el empleo. Por último, si se levanta el supuesto de
salarios dados y se introduce un contexto de fijación salarial negociada entre sindicatos y empresas a nivel de rama
la comparación se vuelve mucho más compleja.
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II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 55
SOBRE A IMPORTÂNCIA E A METODOLOGIA DA ELABORAÇÃO
DE PROJETOS DE VIABILIDADE ECONÔMICA PARA
EMPREENDIMENTOS DE ECONOMIA SOLIDÁRIA*
Emerson Leonardo Schmidt Iaskio
RESUMO
Iniciativas de base popular para geração de trabalho
e renda, em sua maioria, carecem não só de recursos,
mas também de qualificação formal e técnica por parte
de seus integrantes. Além disso, tais empreendimentos
são minoria num sistema em que predominam empresas privadas, que utilizam as mais diversas ferramentas
para concorrer. A falta de capital dos empreendimentos
solidários impede que estes se utilizem dos recursos dos
empreendimentos tradicionais, e faz com que eles iniciem suas atividades em defasagem em relação às demais
empresas, uma vez que o pouco capital que conseguem
permite a compra somente de equipamentos obsoletos e
pouco produtivos. A falta de acesso ao crédito impossibilita ainda mais a reprodução ampliada do capital. Não
tendo geralmente nem auxílio e nem conhecimento em
questões econômicas, trabalhadores de economia solidária se empreendem em objetos e produtos de pouca viabilidade, que tornam difícil a geração de trabalho e renda
a todos os associados. A falência desses empreendimentos, então, parece inevitável. É necessário, portanto, que
os próprios trabalhadores, antes do início das atividades,
se dêem conta da viabilidade de sua cooperativa. Além
disso, é necessário que eles saibam como fazê-lo. Diante
dessa problemática, o presente trabalho tem como objetivos explicitar a importância da elaboração de projetos de viabilidade econômica para empreendimentos de
economia solidária, além de propor uma metodologia
para tal elaboração, baseada na participação dos próprios
trabalhadores, enquanto processo de formação dos mesmos. Os projetos de viabilidade tradicionais levam em
conta índices financeiros e têm como objetivo verificar
se a empresa é lucrativa. Em uma organização solidária,
por sua vez, deve-se ter como fim a capacidade de gerar
renda a seus associados, e o projeto deve prever esse objetivo. A partir da apropriação de conceitos básicos sobre
economia e sabendo exatamente qual o objetivo do seu
empreendimento, os trabalhadores de economia solidária poderão chegar à conclusão se é viável empreender-se
em determinado objeto.
•INTRODUÇÃO
* O presente resumo baseia-se na ativid ade de extensão na Incubadora Tecnológica de Cooperativas Populares (ITCP) da Universidade
Federal do Paraná (UFPR) - Brasil.
Os objetivos dos empreendimentos solidários são claramente diferentes dos objetivos dos empreendimentos
capitalistas. Enquanto para uns o objetivo é gerar trabalho e renda, para outros, é gerar lucro. Logo, se os objeti-
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Acadêmico de Ciências Econômicas da UFPR e estagiário da ITCP
da mesma universidade. E-mail: [email protected]
Vivemos em um momento em que os níveis de desemprego, subemprego e informalidade estão cada vez
mais altos, em especial no Brasil, embora algumas poucas iniciativas tenham sido tomadas pelos governos,
que não têm alcançado um nível satisfatório. Depois da
implantação do Estado neoliberal, esperava-se que a informalidade pudesse dar conta desse problema, hipótese
essa que não tem se confirmado.
A continuidade desse problema por mais de uma década, desde os anos 80, mostrou que não se podia e que
ainda não se pode esperar do Estado muita coisa. É nesse
contexto que ressurgem, após décadas de “hibernação”,
iniciativas que propõem uma forma diferente de trabalho, iniciativas essas pautadas em princípios de solidariedade, propriedade coletiva dos meios de produção e
participação coletiva das tomadas de decisão. Essas iniciativas são o que hoje se chama de economia solidária.
É dentro do sistema capitalista, em que predominam
empreendimentos privados, cujo objetivo principal é o
lucro, que surgem essas iniciativas. Para alguns, essas
iniciativas podem ser consideradas como o gérmen da
formação de um novo modo de produção, não capitalista. Os objetivos e os princípios dos empreendimentos de
economia solidária são claramente diferentes dos objetivos dos empreendimentos capitalistas.
Resta saber, contudo, se tais empreendimentos conseguem se sustentar ao longo do tempo, convivendo com
empresas capitalistas e fazendo parte do sistema e do
processo de concorrência capitalista sem desviar-se de
seus objetivos e princípios iniciais.
Para isso, é necessário que os próprios trabalhadores
dos empreendimentos de economia solidária tenham
consciência se seu empreendimento é ou não viável, e se
ele consegue se manter ao longo do tempo.
56 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
vos são diferentes, a construção do projeto de viabilidade
econômica deve também ser totalmente diferente.
A primeira parte do presente trabalho tentará mostrar como se dá a inserção dos empreendimentos de
economia solidária no sistema capitalista, colocando as
principais dificuldades. A segunda parte discorre sobre
o projeto de viabilidade econômica propriamente dito,
sobre as diferenças entre um projeto para empreendimentos capitalistas e o projeto para empreendimentos de
economia solidária.
Logo após mostra-se a metodologia utilizada para
a construção desses projetos, desenvolvida juntamente
com uma nova metodologia de incubação de empreendimentos de economia solidária da Incubadora Tecnológica de Cooperativas Populares da Universidade Federal do Paraná. Essa metodologia, como se verá, consiste
principalmente em conversas com os trabalhadores dos
empreendimentos de economia solidária, que são os
principais interessados no projeto. A maior parte das
pesquisas de mercado é também por eles realizada, e as
principais contas são também feitas juntamente com os
trabalhadores.
•OS EMPREENDIMENTOS DE
ECONOMIA SOLIDÁRIA –
CONCEITO
Conceituar economia solidária não é uma tarefa fácil, pois por tratar-se de um assunto relativamente novo,
existe uma multiplicidade de conceitos, além de diversos
autores que consideram diversas ações como economia
solidária. Além disso, o próprio conceito economia solidária não é unívoco, sendo adotado por alguns autores como economia popular solidária, economia popular,
socioeconomia solidária e até mesmo sendo comparada
e/ou confundida com economia social e terceiro setor.
Marcos ARRUDA (2003) justifica a multiplicidade de
conceitos como uma tentativa de dar outro sentido à palavra economia que conhecemos atualmente, modificada
de seu sentido original:
Por trás da diversidade de conceitos que visam a
instituir novos modos de organização do trabalho e da produção – economia social, economia de
proximidade, economia solidária ou de solidariedade, socioeconomia solidária, economia social,
humanoeconomia, economia popular, economia do
trabalho, economia do trabalho emancipado, colaboração solidária – existe uma busca comum de se
recuperar o sentido original do vocábulo economia,
que em grego significa a gestão, o cuidado da casa.
(ARRUDA, 2003, p. 234).
O autor chileno Luís RAZETO (1993, p. 40) imprime um caráter acadêmico para a economia solidária e a
necessidade de uma modificação na teoria tradicional e
conceitua a economia solidária como:
Uma formulação teórica de nível científico, elaborada a partir e para dar conta de conjuntos significativos de experiências econômicas [...], que compartilham alguns traços constitutivos essenciais de solidariedade, mutualismo, cooperação e autogestão
comunitária, que definem uma racionalidade especial, diferente de outras racionalidades econômicas.
Liana CARLEIAL (2003, p. 05) tenta dar um caráter
mais prático ao conceito explicitar as formas em que se
manifestam os empreendimentos de economia solidária,
assim como os princípios em que eles se pautam na citação que segue:
Por Economia Popular Solidária compreende-se
uma pluralidade de tipos de empreendimentos
econômicos, resultantes da associação voluntária
de pessoas. Esses empreendimentos, que assumem
formas variadas de organização (cooperativas, associações, grupos) pautam-se pela gestão coletiva,
a propriedade comum dos meios de produção e as
relações de trabalho normatizadas pelos princípios
de autogestão, participação, cooperação, desenvolvimento humano e igualitarismo.
Assim como ARRUDA, RAZETO concorda que a
teoria econômica tradicional não tem dado conta de explicar uma parcela significativa da sociedade que realiza
atividades econômicas que não são enquadradas em tal
teoria. Dessa forma, há a necessidade de se desenvolver
uma nova teoria acerca dessa nova realidade de empreendimentos que, apesar de fazerem parte da economia
de mercado, não se baseiam na propriedade privada dos
meios de produção e nem no trabalho assalariado.
Embora os diferentes autores possam divergir e considerar umas ou outras práticas diversas como economia solidária, até mesmo quanto aos termos utilizados,
ambos convergem ao afirmar que ela prega uma forma
de trabalho diferente da dominante no capitalismo. Essa
forma, baseada em solidariedade, fatores humanos, autogestão e propriedade coletiva dos meios de produção
é o diferencial da economia solidária frente ao sistema
dominante.
Ambos os autores, por meio da utilização de seus
mais diversos termos (economia popular, socioeconomia
solidária, economia popular solidária, etc.) e também da
história, afirmam que a economia solidária surge principalmente como resposta à incapacidade da economia de
mercado de garantir provimento às necessidades básicas
da população, principalmente a partir da implantação de
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 57
modelos neo-liberais a partir do final da década de1970
e início da de 1980.
Assumindo diversas formas, tais como cooperativas,
associações ou empresas autogestionária e, mais tarde,
os clubes de troca, a economia solidária surge para dar
conta da crescente massa de desempregados, gerada pela
preocupação constante dos capitalistas em reduzir custos
e aumentar lucros. Esses empreendimentos, que são de
propriedade dos próprios trabalhadores e por eles geridos, são pautados na solidariedade entre seus membros,
na democracia e na participação.
A economia solidária, então, pode ser caracterizada
como toda forma de trabalho associado, de produção
e/ou comercialização de bens e serviços, com vistas à
geração de trabalho e renda. Sua especificidade consiste
na propriedade coletiva dos meios de produção, na associação livre e voluntária e na autogestão.
•A CONCORRENCIA CAPITALISTA
Quando se fala de empreendimentos de economia
solidária, faz-se necessário reconhecer que eles funcionam em um sistema em que predominam as práticas de
concorrência e de mercado. “Um dado de realidade que
se faz necessário reconhecer, é a existência dos mercados, isto é, a predominância ou hegemonia da atividade
econômica que ocorre em função e através destes mercados, em detrimento de outras formas de produção e
distribuição (ou apropriação) do excedente econômico”.
(TAUILIE, 2001, p. 03).
Embora neguem a separação entre proprietários dos
meios de produção e trabalhadores, além de pregar gestão
coletiva dos resultados e das decisões, empreendimentos
de economia solidária funcionam num sistema em que
predominam outros empreendimentos, cujos princípios
são totalmente opostos aos da economia solidária, porém em consonância com o sistema capitalista.
A concorrência constitui-se num fator muito importante dentro do sistema capitalista. A velha conhecida lei
da oferta e da demanda afirma que é a partir do equilíbrio entre as quantidades ofertadas e produzidas que as
quantidades vendidas e os preços de mercado são determinados.
É por meio da concorrência que os preços e os salários
são determinados, assim como é determinado também o
comportamento dos capitalistas. O mercado, portanto, é
determinado pela concorrência.
Ao se produzir uma determinada mercadoria para
vendê-la, tanto o capitalista quanto os trabalhadores de
empreendimentos de economia solidária devem necessariamente participar de duas esferas; a da produção e a
da circulação. De acordo com a fórmula geral do capital
(DM ... P ... M’D’), de MARX (1983), dentro de um mesmo ciclo participa-se duas vezes da circulação e uma da
produção.
No livro II de O Capital, MARX (2000) discorre sobre a esfera da circulação. Para ele, só há circulação de
mercadoria quando há mudança de proprietário. Por
isso mesmo, não há circulação de mercadorias na esfera
da produção; somente na circulação. A produção serve,
nesse caso, para geração de valor, enquanto a circulação
serva para compra e venda de mercadorias.
Quando se produz uma mercadoria para vendê-la,
necessariamente ela deverá entrar na circulação, para
que o capitalista consiga repor o capital adiantado e consiga também realizar a mais-valia, que foi produzida na
produção. A empresa solidária também entra na circulação para repor o capital adiantado e para realizar as sobras, que ou serão reinvestidas ou redistribuídas entre os
trabalhadores associados, conforme decisão coletiva.
Entrando na análise do livro III de O Capital, O processo global de produção capitalista, MARX (1991) teoriza
sobre a relação entre a produção e a circulação. Durante
a produção, o capitalista adianta capital constante (que
pagará os meios de produção e os meios de trabalho) e o
capital variável (força de trabalho).
Além disso, a produção determina também qual será
a taxa de mais-valia ou taxa de exploração do trabalho
que o capitalista deseja realizar. Esses três fatores (capital
constante, capital variável e mais-valia) determinam o
valor da mercadoria, ou seja, o valor pelo qual o capitalista gostaria que ela fosse vendida.
Quando uma mercadoria entra na circulação, necessariamente terá seu preço determinado pela lei da oferta
e da demanda. Sendo assim, não necessariamente, mas
provavelmente os preços e as quantidades vendidas serão
determinados pela concorrência.
Uma primeira conseqüência da relação produção-circulação, a saber, é a transformação do valor em preço.
Isso significa que, se o preço é determinado pelo mercado, ou pela concorrência entre oferta e demanda não
necessariamente ele será igual ao valor. A diferença principal entre preço e valor é que o valor é determinado na
produção, enquanto o preço é determinado na circulação.
Dependendo do preço, a mais-valia realizada pode
ser realizada completamente ou não. Se o preço for igual
ao valor, isso acontece, porém não é essa a situação mais
comum. É quando o capitalista consegue repor todo o
58 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
capital adiantado e ainda realizar sua mais-valia completamente. Uma situação não mais comum é quando o
preço de venda é maior que o valor. Aqui o capitalista,
além de repor todo o capital adiantado, consegue realizar
uma mais-valia ainda maior que aquela determinada na
produção.
Porém, a situação mais provável que ocorra é aquela
em que o preço é menor que o valor. Neste caso, o capitalista não conseguirá realizar toda a sua mais-valia.
Três diferentes possibilidades podem derivar dessa conseqüência. A primeira possibilidade seria aquela em que
a mais-valia realizada é igual a zero. Isso significaria que,
vendendo por tal preço, o capitalista conseguirá repor
todo o capital adiantado, porém não realizará mais-valia.
Dito de outra forma, esse é o caso em que o preço é igual
ao custo, não gerando nenhum excedente.
Outra possibilidade, que deixaria o capitalista em
pior situação, seria aquela em que o preço de venda é tão
menor que o valor, que a mais-valia realizada teria valor
negativo. É a situação em que o capitalista não conseguiria repor o capital gasto pela mercadoria, ou seja, ele teria
prejuízo. Em outras palavras, ele venderia a mercadoria
a um preço menor que seu custo. Essa é uma situação indesejável, a menos que o capitalista deseje praticar dumping, prática essa que será conhecida mais adiante.
A terceira possibilidade, e que é a provavelmente a
mais encontrada, é aquela em que a mais-valia não é totalmente realizada, mas ela tem um valor maior que zero.
A diferença entre o preço de venda e a parcela destinada
a repor o capital (capital constante e capital variável) é o
lucro que, como visto, pode ser maior, menor ou igual à
mais-valia. O lucro é, portanto, o valor excedente àquele
que repõe o capital. É aqui que entra uma segunda conseqüência da relação produção-circulação: a mais-valia
transforma-se em lucro.
Diante dessa análise, percebe-se que é a produção que
determinará à circulação qual o preço mínimo pelo qual
a mercadoria deverá ser vendida. A menos que o capitalista deseje praticar dumping, o preço mínimo deverá ser
igual à parcela de capital gasta para produzir a mercadoria. Dito de outra forma, o preço de venda deverá ser
pelo menos igual ao custo da mercadoria.
Se é a concorrência que determina diretamente o
preço da mercadoria, indiretamente ela determinará
qual deverá ser o lucro do capitalista ou as sobras dos
empreendimentos de economia solidária, assim como a
remuneração dos trabalhadores dos mesmos.
Uma vez que não cabe ao produtor da mercadoria determinar a que preços e a que quantidades ela será vendida, ele poderá aumentar seu lucro somente por meio da
redução de custos. Reduzindo-se os custos, mantendo-se
os preços constantes, a diferença entre preço e custo aumenta, aumentando-se assim o excedente.
É, então, quase somente por meio da redução de custos que o capitalista conseguirá obter o lucro desejado. É
sobre os custos que ele deve atuar obsessivamente, a fim
de reduzi-los e aumentar o excedente (lucro).
Porém, como dito anteriormente, é a concorrência
que determina os preços de venda, desde que haja mais
de um produtor em determinado ramo. Se determinado produtor consegue obter custos abaixo da média de
outros produtores, vendendo as mercadorias pelo preço
de mercado, certamente obterá lucros acima da média.
Com o passar do tempo, contudo, outros produtores
também reduzirão seus custos forçando, pela concorrência, os preços para baixo. Mais uma vez os produtores
procurarão reduzir ainda mais os custos para obter lucros acima da média.
O lucro é a única razão que leva o capitalista a empregar o seu capital, como afirma MARX (2001, p.81):
Ele não teria empenho em dar emprego aos trabalhadores, a não ser que esperasse da venda do seu
trabalho algo mais do que o é necessário para reembolsar os recursos por ele antecipados como salários,
e não teria interesse em empregar uma grande soma
de preferência a uma pequena soma de recursos se
o seu lucro não estivesse proporcional ao volume de
recursos aplicados.
A busca obcecada pelo lucro resulta em busca obcecada por menores custos. A concorrência entre capitalistas obcecados resulta em preços mais baixos. “A concorrência constitui a única proteção contra os capitalistas,
concorrência que, de acordo com a evidência da economia política, tem o saudável efeito de subir os salários e
reduzir o preço dos produtos, em favor do consumidor”
(MARX, 2001, p. 85).
Portanto, a única maneira para se aumentar os lucros,
é vender maior quantidade a um preço menor, o que por
um lado reduz a taxa de lucro e, por outro, aumenta a
massa de lucro. Isso é possível por meio do aumento de
produtividade.
Paradoxalmente, redução de custos e aumento de
produtividade resulta em aumento de gastos com investimentos em capital. Além disso, embora empreendimentos de economia solidária sejam formados com o
objetivo de eliminar a luta de classes, continuam precisando competir. A luta de classes, neste caso, como dito
na anteriormente, além de não ser eliminada, poderá até
ser alimentada.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 59
De fato, máquinas mais produtivas proporcionam
maior produção com cada vez menos trabalhadores. Porém, ao mesmo tempo em que o capitalista reduz custos
com trabalhadores, aumenta investimentos em capital.
Maior investimento em capital faz reduzir a taxa de
lucro sobre cada mercadoria. A solução encontrada pelo
capitalista, então, é vender cada vez mais mercadorias e
obter uma taxa de lucro cada vez menor.
A concorrência força à acumulação aqueles capitais cuja produtividade e magnitude são inferiores
à produtividade e à magnitude normais, e, desse
modo, um tempo de trabalho socialmente necessário é fixado como norma dentro do setor. Simultaneamente, outros capitais buscam lucros extras aumentando o capital investido de modo que ele fique
acima da norma. A concorrência leva então a um
novo valor de mercado e a uma a magnitude mínima de capital a ele correspondente, decrescendo um
quando o outro aumenta, respectivamente. (FINE,
1983, P. 75).
A concorrência entre os capitalistas, por sua vez, aumenta a demanda por mão-de-obra (o que eleva os salários) e a oferta de mercadorias, o que faz reduzir os
preços. “O aumento de capitais, que faz elevar os salários,
tende a baixar o lucro, em virtude da concorrência entre
capitalistas” (MARX, 2001, p.85).
No limite, a tendência seria de que os preços chegassem a tal ponto em que não mais valeria a pena aos capitalistas produzir mercadorias.
1.1. A Empresa capitalista diante
da concorrência
Se, no limite, a tendência seria de que os capitalistas
não mais seriam incentivados a produzir mercadorias, seria correto, então admitir que hoje, em pleno século XXI,
não mais existiria capitalismo, uma vez que ele existe há
pelo menos 200 anos, desde a Revolução Industrial.
Há, de fato, uma tendência decrescente da taxa de
lucro, como afirmava MARX (1991, p. 266) no livro III
de O Capital. Conscientes disso, os capitalistas procuram constantemente encontrar formas para minimizar
os efeitos da concorrência e são forçados a adotar novas
técnicas e práticas que reduzam os custos e a acumular
de modo a tornar possível a aquisição de maquinário
mais moderno.
A inovação do produto ou do serviço é uma das maneiras que minimizam os efeitos da concorrência. A introdução de novos produtos, novos serviços ou novas
técnicas de produção faz com que o inovador, durante
um período de tempo, possa atuar como monopolista e
praticar o preço por ele desejado, até que outros capitalistas entrem no mercado, fazendo com que essa inovação entre no processo de saturação. Inovando, a empresa passa a fazer parte do modelo que se chama, em
teoria microeconômica, de concorrência monopolística,
cobrando, pelas suas mercadorias, preço de monopólio.
Existem ainda outros instrumentos que os capitalistas
utilizam para minimizar ou evitar a redução do seu lucro
pela concorrência. Uma delas, conhecida como dumping,
citada anteriormente, faz com que o capitalista pratique
preços abaixo do custo, fazendo com que o concorrente,
não conseguindo competir via preços, retire-se do mercado. Isso, porém, exige um grande montante de capital.
Outra prática, conhecida em economia internacional
como economias externas de escala, praticada por empresas multinacionais, procuram minimizar os custos dividindo a produção. Por exemplo, a indústria de eletroeletrônicos utiliza mão-de-obra barata do oriente para a
fabricação de componentes eletrônicos.
A única causa que motiva o proprietário de um capital [...] é o ponto de vista do próprio lucro [...].
Para o capitalista, o meio mais útil de aplicação do
capital é aquele que, com o mesmo grau de segurança, lhe proporciona o maior lucro. Esta aplicação
nem sempre é a mais vantajosa para a sociedade; ...
a mais conveniente (para uma nação) é a que se
emprega para obter o lucro das forças produtivas da
natureza. (Marx, 2001, p. 84).
A concorrência fortalece a tendência para a concentração de capital nas grandes empresas. É para neutralizá-la que surgem monopólios e cartéis, e os capitalistas
continuam mantendo seus lucros.
Um dos efeitos mais perversos da concorrência é o
desemprego; forçando à acumulação de capitais, a composição orgânica do capital nas empresas aumenta em relação ao trabalho, de forma que a produtividade aumenta e o capitalista não mais precise de tantos trabalhadores
como outrora. A busca incessante pelo lucro, obtido pela
redução de custos, aumenta o exército industrial de reserva. Aliás, é esse um dos fatores contrários à tendência
decrescente da taxa de lucro citadas por MARX (idem, p.
271), a superpopulação relativa.
Os outros fatores contrários são: o aumento do grau
de exploração do trabalho, por meio do aumento da
mais-valia; a redução dos salários, baixa dos preços dos
elementos do capital constante, por meio da produção
em escala; o comércio exterior, importando-se insumos
mais baratos; e o aumento do capital em ações.
60 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
1.2. A empresa solidária diante
da concorrência
A empresa capitalista pertence aos investidores, que
desejam maior retorno possível sobre o dinheiro investido para a aquisição dos meios de produção. Para que esse
retorno seja obtido o mais rapidamente possível, “O poder de mando, na empresa capitalista, está concentrado
totalmente (ao menos em termos ideais) nas mãos dos
capitalistas ou dos gerentes por eles contratados.” (SINGER, 2001).
Empreendimentos de economia solidária, por sua
vez, pertencem aos trabalhadores, e é a eles que cabem as
tomadas de decisão. Justamente por causa da propriedade coletiva dos meios de produção, não há, na empresa
solidária, pelo menos de forma predominante, trabalho
assalariado. É a ausência de trabalho assalariado que
confere à empresa solidária a característica de não haver
mais-valia.
O lucro, principal força motriz do capitalismo, é chamado em empresas de economia solidária de sobras. As
sobras são divididas entre os trabalhadores ou reinvestidas no próprio empreendimento, ou, ainda, os dois, de
acordo com a decisão tomada pelos associados, decisão
essa geralmente tomada em assembléias gerais.
O que diferencia as sobras dos empreendimentos de
economia solidária do lucro dos empreendimentos capitalista é a apropriação coletiva, quase sempre em forma de
remuneração, ou a decisão coletiva quanto à destinação
das mesmas para o re-investimento no empreendimento.
Quando as sobras são divididas entre os trabalhadores, o critério primeiro de divisão não é o capital investido, mas sim a quantidade de trabalho, segundo critérios
estabelecidos pelos trabalhadores (unidades produzidas,
horas de trabalho etc.), cabendo uma parte menor, se
houver, à remuneração do capital.
A fim de evitar que o capital seja mais remunerado
que o trabalho, a lei nº 5.764/71, que rege as empresas
cooperativas, não permite que um único sócio detenha
mais que um terço do capital da cooperativa, além de estabelecer uma taxa máxima de remuneração do capital
em 12 % ao ano. (POLÔNIO, 1999).
O controle do empreendimento pelos próprios trabalhadores, chamado de autogestão, é garantido pelo princípio um homem, um voto, também independentemente
do capital empregado pelo sócio. Os próprios trabalhadores decidem o que e como fazer, além de terem também igual poder de decisão no que se refere à destinação
das sobras. Cabem também, a esses sócios-trabalhadores, a organização do processo produtivo e as estratégias
econômicas de atuação no mercado.
Assim, com limitados poderes de decisão e remuneração, a concentração de capital é desestimulada na economia solidária, fazendo com que o trabalho seja soberano em todos os sentidos. O trabalho, que aqui deixa
de ser remunerado pelo salário, passa a ser remunerado
por si próprio. Isso significa que, ao contrário da empresa capitalista – em que maior produtividade não implica
necessariamente maior salário – no empreendimento de
economia solidária a maior produtividade implica necessariamente maior remuneração.
Em uma empresa capitalista comum, todas as decisões cabem a proprietários (ou ao conjunto de sócios)
e poucas (ou nenhuma) opções são levadas para que
os trabalhadores decidam. Mesmo quando isso é feito,
normalmente as opções são levadas prontas aos trabalhadores (e não com eles construídas, como acontece na
economia solidária), para que os mesmos escolham entre uma opção “A” ou “B”, dando a falsa impressão de que
naquela empresa ocorre um processo democrático.
Na economia solidária, o regime de produção não visa
somente ao mercado, mas também, e principalmente, ao
consumo do trabalhador. O produto, fruto da produção,
então, deixa de ser uma mercadoria. A lei nº 5.764/71
confirma isso no seu artigo 4º, que define as cooperativas
como “sociedades de pessoas, com forma e natureza jurídica próprias, de natureza civil, não sujeitas à falência,
constituídas para prestar serviço aos associados” (POLÔNIO, 1999).
A definição de PINHO (1961, p. 59) para cooperativas
cabe a outros empreendimentos de economia solidária:
Enquanto na empresa capitalista a prestação de serviços é o meio de obter maior lucro possível, na cooperativa a satisfação das necessidades dos associados é o fim da atividade econômica. Daí o retorno,
isto é, a distribuição das sobras líquidas resultantes
da diferença entre o preço de venda e o de compra
– distribuição que se efetua pro rata das operações
realizadas pelos associados na cooperativa.
Vimos como uma empresa capitalista age diante
da concorrência, a fim de eliminar seus efeitos. Vimos
também que a empresa solidária funciona de forma totalmente diferente da empresa capitalista. Ela funciona
pautada em princípios de solidariedade, democracia,
propriedade coletiva dos meios de produção e de autogestão.
Vimos também que a concorrência força à acumulação
os capitais com produtividade inferior ao nível médio, e
que a acumulação força o aumento da composição orgânica, que aumenta o exército industrial de reserva, reduz
os salários e reduz também os custos para o capitalista.
Empreendimentos de economia solidária, por sua
vez, nem sempre conseguem acumular. Geralmente são
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 61
formados por pequena quantidade de capital e já iniciam
suas atividades com equipamentos obsoletos. A autogestão é, dessa forma, comprometida pela falta de recursos.
São inegáveis os problemas de se trabalhar com os
“restos do capitalismo”. As empresas de autogestão
são formadas por pessoas que não possuem grande
patrimônio pessoal e, normalmente, têm reduzido
grau de instrução. Mesmo quando estas empresas
têm à disposição equipamentos para trabalhar, estes
costumam ser antigos e, muitas vezes, obsoletos. A
falta de patrimônio faz com que a empresa nasça
com uma estrutura de capital deficiente e que freqüentemente a necessidade de capital de giro seja
superior à sua capacidade de financiá-lo. Outro
problema está relacionado à falta de instrução formal dos cooperativados e, particularmente, daqueles que ocupam cargos de direção. Não obstante o
conhecimento prático e tácito que estes trabalhadores tenham do processo produtivo em si, a sua carência de conhecimentos técnicos e de experiência
em questões mercadológicas, bem como macro-institucionais, agrava as dificuldades naturais para se
construir um quadro de administradores com competência adequada àquelas novas (e inovadoras)
situações. (TAUILIE E DEBACO, 2002, p.03).
Além de todos esses problemas enfrentados pelos
empreendimentos de economia solidária, estes devem
enfrentar, ainda, a concorrência capitalista. Como dito
anteriormente, a concorrência força à acumulação de capital a fim de que se reduzam custos.
A autogestão nos empreendimentos de economia solidária é fragilizada também pelo próprio mercado; ao
produzir mercadorias em qualidade e quantidade determinadas pelo mercado, de certa forma os trabalhadores
perdem sua autonomia. Nesses casos, em que a decisão
sobre a produção caberia aos trabalhadores, estes devem
submeter-se ao mercado. Para alguns cooperados, “o
cliente é o nosso patrão”.
As faltas de capital e de condições financeiras dificultam a acumulação nesses empreendimentos. Mesmo quando conseguem superar essa falta de capital, a
acumulação força para cima a composição orgânica do
capital, de modo que a produtividade aumenta e não se
necessite mais de tantos trabalhadores.
A falta de qualificação formal dos trabalhadores,
principalmente em questões sobre a gestão do empreendimento, é também um fator que impede o bom andamento da empresa solidária. Não tendo o empreendimento solidário e, consequentemente seus trabalhadores
(e também proprietários) nem capital e nem qualificação,
dificilmente a empresa solidária se manterá viável, e dificilmente sobreviverá diante da concorrência capitalista.
Se os empreendimentos solidários possuem geralmente menores condições para concorrer dentro do
sistema capitalista, é necessário, então, que eles tenham
algum diferencial. O que ajudará os empreendimentos
solidários a terem condições de sobrevivência é o projeto de viabilidade econômica, que determinará algumas
diretrizes.
Tendo o empreendimento solidário objetivos totalmente diferentes do capitalista, os objetivos do projeto
de viabilidade deverão ser, como se verá mais adiante,
totalmente diferente para ambas as formas de empreendimento.
•A CONCEPÇÃO DOS PROJETOS
DE VIABILIDADE ECONÔMICA
PARA EMPRENDIMENTOS DE
ECONOMIA SOLIDÁRIA
Como dito anteriormente, os trabalhadores de empreendimentos de economia solidária geralmente não
possuem nem qualificação para elaborar um projeto de
viabilidade, e nem dinheiro para contratar quem o faça.
É importante, portanto, que o empreendimento receba
apoio de entidades como as Incubadoras Tecnológicas de
Cooperativas Populares (ITCP’s), ONG’s, entidades universitárias ou qualquer outro órgão.
É necessário, então, que a entidade apoiadora possua
uma equipe de pessoas capacitadas na área econômica,
principalmente na área de economia solidária, que possuam tanto a técnica de elaborar os projetos como tornar
o processo o mais compreensível possível para os trabalhadores. Os associados necessitam ter total clareza sobre
o que é o projeto de viabilidade, e a equipe que vai trabalhar com eles deve saber como transmitir “o que é” e “para
que serve” o projeto.
Ao contrário do projeto para empresas capitalistas,
em empreendimentos solidários não é a somente a equipe que irá realizar o projeto. Ele deve ser elaborado juntamente com os trabalhadores. Por isso mesmo a etapa
da concepção é a mais importante de todo o processo.
Esta etapa consiste em conversas com os trabalhadores do empreendimento. Primeiramente explica-se o
que é um projeto de viabilidade econômica, e para que
ele serve. Os trabalhadores devem ter claro que antes
de iniciar um empreendimento é necessário saber se ele
terá capacidade de continuar gerando trabalho e renda
ao longo do tempo, e também o que é necessário fazer
para que isso seja possível.
62 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
O trabalho de conversa inicial com os trabalhadores
consiste também, ao mesmo tempo, num trabalho de
capacitação em questões básicas de economia, contabilidade e administração, tais como custos fixos, custos variáveis, fluxo de caixa, etc.
Em um projeto para uma empresa capitalista, não interessa aos trabalhadores se o empreendimento é viável
ou não, ou quanto será necessário vender, ou quantos são
os custos da empresa. Essa preocupação cabe ao proprietário, ou ao conjunto de sócios, ou à equipe administrativa. Aos trabalhadores cabe somente receber as ordens de
seus superiores e aceita-las.
Para a formação inicial de uma empresa capitalista,
interessam muito ao empresário os índices financeiros,
tais como índice de liquidez corrente, taxa interna de retorno, taxa de mínima atratividade, entre muitos outros.
Por exemplo, no projeto para uma empresa capitalista
deve-se comparar a taxa de mínima atratividade com a
taxa interna de retorno. A taxa de mínima atratividade
é uma taxa mínima de retorno sobre o investimento que
se deseja realizar. Geralmente essa seria a taxa oferecida
pelo mercado financeiro numa aplicação em ações, por
exemplo. A taxa interna de retorno é a taxa de retorno
sobre o investimento que o capitalista terá após um determinado tempo após o início das atividades do empreendimento.
Se após a conclusão do projeto fica evidente que a
taxa interna de retorno do projeto é menor que a taxa
de mínima atratividade, não interessa ao proprietário do
dinheiro investi-lo no empreendimento, pois obterá um
retorno muito maior aplicando-o no mercado financeiro,
além de não mais precisar dispensar energia na compra
de equipamentos, conversas com fornecedores, pagamento dos trabalhadores, controle dos custos, etc.
Além disso, deve-se analisar também o período de
recuperação do investimento. Se esse período for muito
maior que o oferecido pelo mercado financeiro, ou mesmo por outros setores, o capitalista não exitará em migrar seu investimento para outros setores ou mesmo para
o mercado financeiro.
Num empreendimento solidário, por sua vez, os objetivos são totalmente diferentes. Para começar, não existe
um empresário que queira investir seu capital e receber
um retorno sobre esse investimento. O que há são trabalhadores que querem e precisam trabalhar e gerar renda.
Mais do que isso, eles querem e precisam que essa renda
seja gerada de maneira sustentável ao longo do tempo,
pois dependem dela para manter a sua sobrevivência e a
da sua família.
Não interessa, portanto, se a taxa interna de retorno
do projeto é maior ou menor que a taxa de mínima atratividade. O que interessa, isso sim, é a capacidade do empreendimento em gerar trabalho e renda para seus associados de forma sustentável ao longo do tempo. Portanto,
durante toda a fase de concepção do projeto e conversas
iniciais com os trabalhadores, tanto a equipe quanto os
trabalhadores devem ter claro que o objetivo do empreendimento deve ser a capacidade de gerar trabalho
e renda de forma sustentável ao longo do tempo. É esse
objetivo que norteará todo o processo.
Ao pensar em um objeto, nos equipamentos necessários, nas fontes de financiamento, é esse o objetivo que
deverá ser perseguido. Tendo isso, ficará mais fácil trabalhar com os associados questões básicas de economia,
contabilidade e administração, baseadas sempre no empreendimento e com vistas ao futuro. Ao mesmo tempo a
equipe trabalhará o projeto de viabilidade e a capacitação
dos trabalhadores para que eles mantenham o empreendimento sustentável, pois não é para sempre que receberão assessoria de uma entidade apoiadora.
1.1. Pensando o Objeto do Empreendimento
Solidário
Tendo os trabalhadores e a equipe claro que o objetivo do empreendimento deve ser gerar trabalho e renda
e, mais que isso, que ele deve ser sustentável ao longo do
tempo, deve-se pensar em qual deve ser o objeto do empreendimento, isto é, o ramo de atividade que ele terá.
Deve-se ter em mente que o produto ou serviço que
será vendido pela empresa solidária deverá ser vendido
por um preço e em quantidades suficientes que cubram
todos os custos e que além disso garantam a remuneração desejada a todos os trabalhadores. É comum, contudo, encontrar grupos de trabalhadores que manifestem
vontade de vender produtos que trazem pouco retorno
ao empreendimento.
Sobre algumas comunidades e seus produtos, SINGER (2004, p. 02) afirma que:
Elas conseguem vender ao exterior produtos artesanais, extrativistas, de origem vegetal e animal etc.,
mas que alcançam preços baixos, porque sua oferta
tende sempre a superar a demanda por larga margem. São muitos os pobres que vivem da venda de
produtos, que em geral são adquiridos por uma elite
cultural relativamente pequena. Do desequilíbrio
entre oferta e demanda emana uma pressão perene
de baixa das remunerações dos que vivem desses tipos de produtos.
Geralmente eles vendem ou manifestam a vontade
de vender esses produtos por não saberem fazer outra
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 63
coisa. É nesse ponto que a equipe deve alertar o grupo,
não interferindo em sua escolha, mas realizar junto com
os trabalhadores os cálculos necessários para chegar ao
ponto de equilíbrio, a quantidade mínima a ser vendida
que paga todos os custos e proporciona aos trabalhadores a remuneração desejada.
É interessante que a equipe não interfira na autogestão do grupo e nem na sua escolha. O próprio grupo deve chegar se é viável ou não produzir determinada
mercadoria. O que a equipe pode fazer é estimular a inovação. Por meio da inovação, produzindo mercadorias
não produzidas por outros, ou com algum diferencial, a
empresa solidária pode atuar quase como monopolista
em seu ramo. Isso permite à empresa solidária tornar-se
formadora de preços.
Esse diferencial deve ser algo que atraia o consumidor. Por estar sujeito à economia de mercado, é importante que o produto da empresa solidária esteja de acordo
com as tendências modernas de marketing, publicidade
e design. Aqui evidencia-se a importância das entidades
apoiadores, principalmente as incubadoras de empreendimentos de economia solidária (chamadas de Incubadoras Tecnológicas de Cooperativas Populares – ITCP’s),
que incentivam a inovação e prestam assessoria a esses
empreendimentos.
A definição do objeto é, portanto, o primeiro passo
para a elaboração do projeto de viabilidade dos empreendimentos solidários. É a partir dele que o grupo decidirá por produzir ou não a mercadoria.
Para trabalhar o objeto, e para que o grupo decida por
algum objeto, é interessante que a equipe trabalhe com
algumas perguntas essenciais, de modo que o próprio
grupo, ao respondê-las, conclua sobre a viabilidade ou
não de seu objeto.
A equipe deve elaborar, previamente, um questionário com uma série de perguntas sobre o empreendimento, sobre o objeto, como por exemplo quantas pessoas
trabalham, qual a remuneração desejada, o que o grupo
pretende fazer, quais os custos e que quantidade deverse-á vender para tornar o empreendimento viável, etc. As
perguntas devem ser o mais abrangente possível, procurando instigar o grupo a obter respostas a elas.
Deve-se prever, no questionário, perguntas que o grupo não tenha condições de respondê-las num primeiro
encontro, tais como questões sobre o equipamento necessário, o investimento inicial necessário, a capacitação
mínima exigida dos trabalhadores, legislação sobre o setor, fontes de matéria-prima, etc. Deve-se alertar ao grupo que há questões que eles não conseguirão responder
no primeiro encontro, e que a primeira etapa consiste em
responder aquelas perguntas que o grupo se sente habilitado a respondê-las, deixando as demais em branco.
As questões que o grupo eventualmente deixar em
branco são aquelas em que são necessários dados para
respondê-las, como por exemplo, consumo de energia
elétrica ou custos de matéria-prima. Esses dados o próprio grupo deve buscar, para dar continuidade ao processo do projeto de viabilidade econômica.
De posse desses dados, num segundo encontro a
equipe trabalha, junto com o grupo, as respostas para
as demais perguntas. Essas outras perguntas geralmente
envolvem cálculos, e a equipe deve trabalhar com o grupo esses cálculos no sentido de capacitar o grupo para
que os mesmos possam fazer esse processo por conta
própria. Todos esses cálculos deverão ser feitos em torno
do objeto do empreendimento, ao mesmo tempo capacitando os trabalhadores e verificando a viabilidade do
empreendimento.
•A CONSTRUÇÃO DO PROJETO
As questões a serem trabalhadas com os associados
devem abranger, se possível, a maior parte do conteúdo
do projeto. Desde o início do processo, os trabalhadores
devem estar conscientes de que o objetivo do projeto é
chegar à conclusão sobre a capacidade ou não do empreendimento solidário gerar renda a todos os associados.
Para isso, dever-se-á calcular o ponto de equilíbrio, ou
seja, a quantidade mínima da mercadoria a ser vendida
para cobrir todos os custos e garantir aos trabalhadores
a remuneração desejada. A partir do ponto de equilíbrio,
os trabalhadores saberão se á quantidade mínima a ser
vendida está dentro das possibilidades do grupo.
Para o cálculo do ponto de equilíbrio são necessários
muitos dados, como os custos, preços de matéria-prima
margem de contribuição e preço de venda. Todos esses
conceitos são trabalhados com o grupo durante a elaboração do projeto de viabilidade.
Além de todos esses conceitos, seus cálculos e sua estruturação, dentro de um projeto de viabilidade econômica para o empreendimento de economia solidária
deve estar contido também o investimento mínimo para
o início das atividades da empresa solidária. Dentro das
questões a serem trabalhadas com o grupo deve estar o
investimento mínimo.
O investimento mínimo inicial é a soma de todos os
materiais, máquinas e equipamentos necessários para
que o empreendimento inicie suas atividades. Dentre
as perguntas sobre o investimento mínimo, estão, por
64 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
exemplo, que equipamentos o grupo necessita e quais
deles o grupo já possui. Quanto maior for a estrutura
que o grupo possui, mais fácil será para iniciar as suas
atividades.
O grupo deverá pesquisar, em outros empreendimentos do setor, que equipamentos eles utilizam para a confecção dos seus produtos. No encontro posterior com a
equipe o grupo deverá levar a relação dos equipamentos
necessários e, se possível, seus orçamentos. De posse desses dados será possível para a equipe, junto com o grupo,
calcular o investimento mínimo e também ver possibilidades de financiamento.
A equipe da entidade apoiadora pode prestar um
grande serviço ao indicar ao grupo as principais fontes
de financiamento disponíveis, assim como a taxa de juros. Há, principalmente para pequenos empreendimentos de economia solidária no Brasil, algumas fontes de
financiamento a fundo perdido, ou seja, que não exigem
devolução do dinheiro. É difícil aos trabalhadores terem
acesso a esse tipo de informação, que a equipe deve levar
ao grupo.
Após a realização do projeto e conclusão pela viabilidade do objeto, a equipe deve trabalhar com o grupo
estratégias de como o capital para o investimento inicial
deve ser alcançado para que as atividades sejam iniciadas.
Deve-se lembrar, contudo, que a simples conclusão
pela viabilidade do empreendimento não garante que
ele realmente será capaz de gerar trabalho e renda aos
trabalhadores associados ao longo do tempo. Existem
outros fatores que podem interferir, ao longo do tempo
na viabilidade do empreendimento como, por exemplo, a
falta de transparência na gestão dos resultados, que deve
ser coletiva. Ao longo do tempo muitas coisas podem
ocorrer, e somente a autogestão poderá ajudar o grupo a
evitar ou solucionar eventuais momentos de crise.
•CONCLUSÕES
A economia solidária propõe uma forma diferente de
trabalho, relações e gestão do empreendimento, pautadas
em princípios de autogestão, propriedade coletiva dos
meios de produção, solidariedade, etc., diferentemente
da forma predominante de empreendimentos encontrados no sistema capitalista, que têm por objetivo principal
gerar lucros ao seu proprietário.
Contudo, embora funcionem de forma diferente, empreendimentos de economia solidária estão inseridos
num sistema em que predominam empreendimentos
privados, em que geralmente ocorrem práticas de competição que estão longe de serem solidárias.
Uma vez que se necessita vender produtos para gerar renda, necessariamente deve-se entrar na circulação
e competir com outros empreendimentos. A competição
faz baixar os preços e força à acumulação os empreendimentos, para que melhorem sua produtividade, reduzam os custos e possam vender seus produtos a um preço
mais competitivo.
Empresas de economia solidária iniciam suas atividades em defasagem em relação aos empreendimentos
predominantes, pois possuem geralmente poucos recursos e pouco capital, e seus equipamentos são velhos e obsoletos, o que dificulta o aumento da produtividade para
competir.
Além disso, há problemas como a falta de instrução
formal dos trabalhadores, instrução quanto à administração do empreendimento e constante necessidade de
capital de giro. Dificilmente uma empresa solidária, formada com pouco capital, conseguiria praticar dumping
ou economias externas de escala.
É necessário, portanto, que esses empreendimentos
recebam apoio de entidades, como as Incubadoras Tecnológicas de Cooperativas Populares (ITCP’s). Essas entidades, por sua vez, devem ter equipes capacitadas para
realizar, junto com o grupo, um projeto de viabilidade
econômica voltado especificamente para empreendimentos solidários.
O projeto deve ser elaborado juntamente com os
trabalhadores desses empreendimentos, pois são os associados os principais interessados. A metodologia de
elaboração desses projetos de viabilidade consiste em
aplicação de um questionário, em que os trabalhadores
não conseguirão responder por completo no primeiro
encontro, pois necessitarão buscar dados, que serão utilizados em posteriores encontros entre a equipe e o grupo.
Os cálculos deverão ser feitos juntamente com o grupo, a
partir dos dados trazidos.
A equipe deve também elaborar com o grupo estratégias de como adquirir os equipamentos necessários
para o início das atividades do empreendimento. Essas
estratégias devem estar baseadas nas principais fontes de
financiamento, principalmente aquelas a fundo perdido.
O projeto de viabilidade econômica deve ser ao mesmo tempo uma atividade técnica e de capacitação dos
trabalhadores em questões de economia, contabilidade
e administração, sempre voltado para o objeto do grupo,
e para a capacidade de gerar trabalho e renda de forma
sustentável ao longo do tempo.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 65
• REFERÊNCIAS
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www.ecosol.org.br> Acesso em 21 abr 2005.
66 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
“ESCOLARIZAÇÃO E AUTOGESTÃO: OS LIMITES PARA O ALCANCE
DE AUTONOMIA E O LETRAMENTO COMO POSSIBILITADOR
DESTE PROCESSO EM BUSCA DE UMA EFETIVA INCLUSÃO
SOCIAL”*
Fernanda Freire Figueira
•Introdução
A exclusão social freqüentemente exercida na sociedade e suas diversas configurações, principalmente relacionadas ao mundo do trabalho, implicam toda
uma desvalorização da capacidade humana que, após
constantes transformações, progressivamente substitui a
força de trabalho humano por tecnologias. Desse modo
a possibilidade de inserção no mercado de trabalho se
tornou cada vez mais restrita e baseada em inúmeros
critérios seletivos e segregadores ampliando o processo de exclusão social. Em meio a este contexto e através
das interações sociais, é que o processo de construção
de identidade constantemente é modificado e dominado
pela ordem social dominante.
Dentre as principais barreiras impostas pelo sistema
capitalista no qual estão inseridos, está a escolarização
baseada nos padrões socialmente impostos que visam
segundo Kleiman (1998) apagar a diversidade e a diferença como também todo um saber construído pelas experiências e histórias de vida desses trabalhadores. Estes
ao entrar em contato com conhecimentos já impostos e
distanciados de sua realidade não fazem uso social do
mesmo. Nesse contexto, o letramento surge na perspectiva de re-significar o conhecimento, ampliando-o em sua
dimensão cultural e atribuindo-lhe um “real” papel social possibilitando o processo de conquista da autonomia
e independência e conseqüente prática da autogestão.
A educação e o trabalho sempre tiveram uma relação
intrínseca, pois os que possuem o saber, é que são os detentores do poder e exercem a dominação sobre os que
não o têm. Sendo assim, a escolarização, neste meio, assume tanto o papel de buscar integrar e adaptar o homem
ao trabalho, como também é utilizada como um artifício
de segregação na vida social. As políticas públicas de
educação reconhecem a escolarização como pressuposto
à inserção no mercado de trabalho, e aos que não a possuem abrem espaço a exclusão social.
Portanto, a proposta de discussão que se apresenta
neste estudo deriva de um repensar contínuo sobre a
gestão de empreendimentos de economia solidária, em
especial, cooperativas populares, acompanhadas pelo
Programa Incubadora Tecnológica de Cooperativas Populares, o qual pertence à Coordenadoria de Desenvolvimento Social vinculada à Pró-Reitoria de Extensão e
Cultura da Universidade Federal do Paraná. Este tem
como pressuposto o compromisso de interação com a
comunidade, desenvolvendo um trabalho extensionista
que, articulado ao ensino e incorporado pela pesquisa,
permite a troca de experiências entre Comunidade e
Universidade, em que esta recicla seus conhecimentos
por meio do saber popular e das práticas sociais, através
da promoção de espaços de discussões, conjuntamente às
comunidades, na perspectiva de possibilitar um repensar
sobre a prática e suas diversas possibilidades de atuação.
Nesse universo, outras formas de organização do
trabalho pautadas em valores e princípios contraditórios, aos modelos de dominação do trabalho, como
cooperação, solidariedade, autonomia, independência,
ressurgem como uma nova possibilidade de resgate de
cidadania e de valorização do trabalhador. Porém, estas
organizações mantêm ainda uma relação muito próxima
com o sistema de capital, com o qual necessitam concorrer. Neste fato é que residem as principais barreiras para
o alcance do sucesso do empreendimento, para a criação
de relações de trabalho pautadas na autogestão e para a
efetiva inclusão social.
* Projeto de pesquisa para monografia vinculado ao Núcleo de Psicologia, Educação e Trabalho (NUPET) e a Incubadora Tecnológica de
Cooperativas Populares (ITCP), ambos da Universidade Federal do Paraná (UFPR).
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Acadêmica de Psicologia, estagiária da ITCP/UFPR e orientada
pela Profª. Drª. Mirian Aparecida Graciano de Souza Pan.
O trabalho junto a essas cooperativas sempre foi
acompanhado de um questionamento constante a respeito do por quê esses grupos, que com a criação e conquista de seu próprio empreendimento, atualmente fora
da enorme massa de trabalhadores excluídos do mercado de trabalho, encontram tantas dificuldades para gerir
seu próprio negócio. As dificuldades referidas aqui ultrapassam o âmbito econômico, o qual realmente é um
dos entraves desses empreendimentos. O foco, portanto
passa a ser, quais são os limites para o desenvolvimento
da autonomia, da autogestão e da efetiva inclusão social.
Por essa problemática, surge à realização desse projeto
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 67
de pesquisa, o qual está vinculado a um outro Projeto de
Extensão Universitária intitulado “Letramento e Inclusão
Social” e ao grupo de pesquisa “Práticas de Letramento
e Processos subjetivos: um estudo sobre a exclusão escolar, ambos desenvolvido pelo Núcleo de Psicologia, Educação e Trabalho.
Com o advento do sistema capitalista, as formas de
integração dos indivíduos nas relações sociais impostas
por este sistema são desempenhadas por várias instituições diferentes. (Enguita, 1993). Dentre as instituições
responsáveis pela aprendizagem das relações sociais estão a família, a escola e o próprio trabalho.
A pesquisa, portanto, tem como principal objetivo
investigar as possíveis transformações nos discursos de
identidade quando esta passa a ser re-significada através
do processo de letramento, além de provocar reflexões e
re-significações dos sentidos que os cooperados atribuem
as suas relações com o mundo enquanto sujeitos sociais
em busca da autonomia e da efetiva inclusão social.
A família segundo Enguita (1993) é uma instituição
por si só autoritária, dessa forma de alguma maneira
prepara o individuo para a inserção também em outras
estruturas hierárquicas. O trabalho também ocupa um
lugar de destaque, pois é neste contexto que o sujeito
aprende comportamentos, atitudes e valores que acabam
se estendendo para outras esferas da vida social. Porém
estas duas instituições não são responsáveis inteiramente na reprodução das relações de produção capitalista. A
escola, neste âmbito é a instituição fundamental quando
se fala na aprendizagem das relações sociais.
•Trabalho, Identidade e
Exclusão Social
A construção histórica a cerca do trabalho, e neste
estudo entendida principalmente em relação ao modo
de produção capitalista, é retrato fiel dos modelos de relação do trabalho, nas quais marginalizou-se a subjetivação do individuo, criando seres homogêneos através
das relações de poder e dominação. O processo tecnológico substituiu o tempo dos homens pela adequação dos
mesmos ao tempo da máquina, desvalorizando-os como
sujeitos singulares, mas valorizando-os de acordo com
sua produtividade, impondo-lhes formas de ser, pensar
e sentir que por um processo de assimilação internalizaram e as tomaram como verdades que acabaram por
permear a sua construção de identidade.
Cada contexto histórico adquiriu uma configuração
própria. O Brasil incorporou tardiamente, após a Segunda Guerra Mundial, os padrões de gestão desenvolvidos
na primeira Revolução Industrial e se manteve restrito
do seu papel de promotor do desenvolvimento social e
de distribuição de renda, centralização do poder das estruturas agrárias, intenso fluxo migratório dos trabalhadores do campo, processo de urbanização desorganizado,
surgimento de uma periferia marginalizada, inexistência
de políticas sociais principalmente voltada a saúde, cidadania restrita e regulada enquanto a classe privilegiada
usufruía de um capitalismo sem riscos.
Nesse contexto há uma expansão industrial, uso de
tecnologias cada vez mais avançadas enquanto o trabalhador é excluído deste processo e deixado a margem
da sociedade. Mais uma vez há a desvalorização do trabalhador e junto a isso uma série de implicações sociais
como a exclusão, o sentimento de inutilidade, o preconceito, o olhar desigual da sociedade, a fome, a luta pela
moradia entre outras.
Enguita (1993), coloca que o momento em o sujeito
ocupa um lugar na escola, todos os signos que dela fazem
parte são tidos como naturais e inevitáveis. O próprio
currículo escolar é totalmente permeado e transmitem
nem que seja de uma forma indireta, muitos dos valores do modo de produção capitalista. Porém, a aprendizagem dos mesmos é efetivada através de como se dão
as práticas escolares, os rituais, as formas de interação
aluno e professor. Querrien, citada em Enguita (1993) vê
na escola simplesmente um aparelho para transformar,
moldar e preparar, o que dentro do capitalismo implica a
formação e preparação para o trabalho.
O mercado de trabalho se tornou muito restrito, as
relações de trabalho são pautadas no autoritarismo, o
trabalhador é valorizado pelo que produz e muito mais
valorizado pela quantidade, tempo e pouco recurso que
utiliza para produzir. Transformações ocorreram, porém
o principal objetivo – o capital – é o mesmo.
Em todo o processo de desenvolvimento do trabalho, este ocupa um papel na vida do sujeito e que o tem
como um território central, “... trabalhador atualiza sua
condição, modela sua subjetividade e (re) constrói sua
identidade individual e coletiva”.(Lopes, 2000).
Conforme a citação de Kleiman (1998) pressupõe-se
“... que essas identidades são construídas na produção
conjunta de significados sociais e que há espaço, na interação, para a criação de novas significações que podem
levar à reprodução ou a transformação dos processos
de identificação do outro e de reafirmação ou rejeição
da identidade dos participantes, dentro dos limites que
o caráter normativo das instituições permite. Pressupomos, portanto, que a construção da identidade está determinada pelas relações de poder entre os grupo sociais,
mas divergimos de um conceito de identidade baseado
68 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
apenas na ordem social preestabelecida, tal qual dada pelas relações de poder entre grupos sociais”.
Esta citação exemplifica os limites de atuação dos
sujeitos dentro de uma instituição reafirmando a imposição de internalização de traços culturais já criados
pela organização transformando também sua identidade. Este modelo de construção de identidade é baseado
no sistema capitalista que através das relações de poder
e manipulações visam que seus membros transformem
sua identidade e passem a agir, pensar e sentir de forma homogênea e voltados a um único objetivo – o lucro.
Nesse contexto Kitzinger citado em Kleiman, (1998) diz
que identidades “não são propriedades dos indivíduos,
mas sim construções sociais, suprimidas ou promovidas
de acordo com os interesses políticos da ordem social
dominante”.
Embora haja as imposições de poder da classe dominante, as identidades não têm um caráter estático sendo
passiveis dentro de um processo social de gerar transformações.
•Outras Formas de Organização
do Trabalho
As interações sociais, em um processo dialético,
atuam na construção da identidade dos indivíduos que
fazem parte de uma organização. O tema identidade é
amplamente discutido nas ciências sociais em suas diversas áreas e com o devido rigor é abordada neste trabalho, segundo Kleiman (1998), a concepção de identidade
não como uma condição permanente e sim como uma
condição transitória e dinâmica constituída a partir das
relações de poder que se configuram na interação com
a realidade subjetiva e com a realidade social, sendo a
interação um instrumento mediador dos processos de
identificações dos sujeitos na prática social.
Portanto, é imprescindível levar-se em conta esta inter-relação quando se pensa este processo dentro de uma
forma de organização popular e solidária para o trabalho que tem como princípio à não centralização de poder
e que o planejamento e a tomada de decisões deriva de
uma ação democrática e participativa. Devido a isso, os
integrantes deste tipo de gestão, a partir do momento em
que optam por trabalhar de forma coletiva sem a existência de hierarquias, confrontam todas suas percepções
acerca do trabalho, sendo necessário criar novas alternativas que sejam coerentes com os princípios e valores
firmados por modelos autogestionários como Cooperativas e Associações. Neste processo de transformação
“cultural” é onde residem as principais dificuldades no
que diz respeito à sustentabilidade organizacional do
empreendimento, ou seja, é o momento em que a identidade historicamente construída, permeada por conce-
pções capitalistas, desempenhada aqui principalmente
pela instituição educacional, influencia na forma de organização para o trabalho cooperativo.
A história do mundo do trabalho e o atual contexto
social, econômico e político em que vivemos remete-nos
à reflexão quanto ao significado do termo trabalho e em
que condições ele nos é apresentado. Tanto para a procura por um melhor ideal de trabalho quanto como uma
alternativa frente às precárias propostas de atuação para
o trabalhador, a autogestão se mostra, não apenas como
uma nova maneira de administração, mas, como uma
mudança social, econômica, política e técnica, como nos
mostra Albuquerque (2003). Segundo o autor, em termos sociais, as ações e os resultados devem ser pensados e realizados por todos os membros, assim como seus
resultados devem ser aceitáveis; no plano econômico, o
capital deve ser concebido em segundo plano, sendo o
trabalho o tema central; politicamente falando, é necessário que se criem instrumentos capazes de garantir que
as decisões sejam um construto coletivo para realmente
funcionarem democraticamente e para que haja o devido respeito aos diferentes “atores e papéis sociais de cada
um dentro da organização”, tudo pautado em valores,
princípios e práticas específicas e favoráveis; com relação
à técnica, o autor sugere uma nova forma de organização
e de divisão do trabalho.
Para tanto, é necessário que se leve em conta, segundo a literatura, indicadores que definem e caracterizam a
autogestão, que atua segundo alguns princípios, como a
apropriação dos bens de produção, sendo seus resultados
divididos eqüitativamente, através da participação plena
de todos os membros. Porém, só poderá ser caracterizado como um empreendimento autogestionário aquele
que fizer cumprir todos estes princípios em conjunto e
não cada um isoladamente. (Faria, 2005).
O cooperativismo, como um dos principais exemplos
de exercício da autogestão, apresenta-se como uma nova
forma de organização do trabalho contrária aos moldes
capitalistas, no qual o trabalho humano é o aspecto principal a ser considerado e não mais o lucro. Nesta proposta transformadora, propõe-se uma nova estrutura e
um funcionamento diferenciado tanto nas relações para
o trabalho quanto na maneira como realizar uma gestão
capaz de possibilitar espaços de livre expressão.
A forma de organização cooperativa traduz uma
maneira diferente de lidar com a sociedade na qual encontra-se inserida, que é calcada por uma mentalidade
consumista, individualista, competitiva e exploratória.
Portanto, presenciam um constante conflito entre o ideal
de sociedade que almejam e o que vivem, suas relações
com o mercado e com outras instituições e organizações
dificultam e problematizam a estrutura interna do grupo cooperativo, assim como a prática de suas regras e
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 69
dos ideais que defendem. Isso também acaba por gerar a
reprodução dos moldes tradicionais e conseqüentes conflitos entre seus membros.
Com vista a este conflito, se faz necessário distinguir
cooperativas tradicionais e cooperativas populares neste
trabalho. O que alguns autores consideram é que o cooperativismo tradicional instalou-se apenas nos limites
permitidos pelo sistema do capital. Arruda (1996) argumenta que, possivelmente por esse fator, não se pode esperar das cooperativas existentes grandes inovações. No
Brasil como em outros países, surge um cooperativismo
de caráter popular, que busca organizar trabalhadores
em cooperativas autogestionárias, pautadas nos valores e principios ideacionais do cooperativismo. Arruda
(1996), argumenta que esse modelo de cooperativismo
busca o ‘justo preço’; a introdução de relações solidárias
e cooperativas de trabablho; gestora de um projeto próprio de desenvolvimento e capaz de estabelecer ao mesmo tempo relações comerciais e solidárias entre si e com
a sociedade.
cipação de todos, inclusive nas decisões e planejamentos, mostra-se como um instrumento muito eficaz para
a criação de uma consciência crítica nos trabalhadores
dos dias de hoje, que se submetem a condições laborais
extremamente precárias na tentativa de acompanharem
o ritmo consumista pregado pelas propagandas e pelas
próprias organizações de trabalho e exigido pela sociedade como um todo.
No entanto, constituem um projeto de grandes dificuldades quanto à concretização de seus objetivos enquanto uma mudança maior, estendida para toda uma
sociedade e dentro dos próprios limites, que quando se
expande em termos financeiros e humanos, acaba reproduzindo o sistema capitalista que, por uma característica
histórico-cultural, ainda encontra-se muito presente no
cotidiano vivido pelas organizações cooperativas.
•Escolarização e destino social
Há um crescente número de experiências populares,
voltadas ao rompimento com o movimento tradicional
do cooperativismo a partir de uma perspectiva autogestionária. A autogestão, nesse caso, é entendida como uma
forma distinta e independente de outras formas de gestão
como, a gestão participativa, a co-gestão e outras formas
que imprimem limitações ao grau de participação dos
trabalhadores sobre a gestão do empreendimento. Portanto, autogestão é tida como sinônimo de participação
efetiva dos trabalhadores, sem distinção entre trabalhadores, extinguindo-se assim a possibilidade de qualquer
outro vínculo de trabalho, segundo Singer citado em
Sato e Estevez (2000).
A educação possui diversas configurações na sociedade, porém segundo Saviani (1996) é conjuntamente
a revolução industrial que ocorre também a revolução
educacional. Neste momento histórico a educação que
se configurava através do trabalho, da família, em fim, de
todas as relações sociais (Kleiman, 2001) passa quase que
exclusivamente ser pensada no âmbito da escola.
Nessa perspectiva, o cooperativismo ocupa o cenário como uma importante possibilidade de organização
do trabalho, com pressupostos claramente distintos do
cooperativismo tradicional como afirma Singer: “Hoje se
pode distinguir entre o cooperativismo tradicional e o
novo cooperativismo, que traz as marcas da crise ideológica da esquerda e a necessidade de enfrentar o neoliberalismo e a atual crise das relações de trabalho. O
novo cooperativismo constitui a reafirmação na crença
nos valores centrais do movimento operário socialista:
democracia na produção e distribuição, desalienação do
trabalhador, luta direta dos movimentos sociais pela geração de trabalho e renda, contra a pobreza e exclusão
social” (Singer, 1999).
Trabalho e educação sempre estiveram em consonância, segundo Saviani (1996) principalmente quando há
o surgimento da “teoria do capital humano” em que a
educação deixa de ter um caráter ornamental e passa ser
concebida como fundamental para o desenvolvimento econômico enquanto qualificadora de mão-de-obra
e, portanto funcional para o sistema capitalista. Desse
modo, ainda segundo o autor, a expansão urbana-industrial, ou seja, a sociedade moderna, exige a expansão
escolar e defende a escolarização gratuita, obrigatória
e leiga a toda a população. Nesta perspectiva, tem-se a
educação, a escola, somente voltada a grande necessidade de progresso econômico e a imposição de hábitos e
valores dominantes.
A cooperativa, como forma de organização baseada
na valorização do ser humano e de suas capacidades,
reprodutora do sistema socialista, pregadora da igualdade, da democracia, da não existência de hierarquia entre
seus membros, focada para um trabalho mais saudável,
dentro dos limites individuais de cada um, com a parti-
O processo de expansão da escolarização, principalmente voltada as camadas populares, propunha segundo
Patto (1983) medidas educacionais que visassem possibilitar a integração cultural e social da mesma, porem
entendia-se integração,a aquisição de valores, normas e
padrões de conduta, que permitissem a inserção no mer-
Quando a escola emerge como a forma dominante
de educação e determinante do espaço social que um
individuo possa ocupar na sociedade, essa passa a ser
um fator de segregação na maioria das relações sociais e
principalmente quando a questão é trabalho.
70 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
cado de trabalho, como também se acreditava que a escolarização poderia, numa sociedade de classes efetivar a
democratização e viabilizar a igualdade de oportunidade
para todos.
nos grupos minoritários, inseridos numa realidade que
tinha a escrita como uma tecnologia de comunicação dos
grupos dominantes, além de examinar as conseqüências
sociais, afetivas, lingüísticas dessa inserção social.
Desde, então, a escola é tema central quando se trata de desenvolvimento econômico social e um direito civil explicito na Constituição Brasileira, como
comenta Magalhães (2001), que ainda cita Soares
sobre o problema existente na acelerada democratização do acesso a escola e a não transformação
dessa escola, a até então sempre voltada a classe social dominante não oferecendo qualidade de ensino
a aqueles que vem conquistando o direito a ela. E
nesse sentido que o pensar sobre o processo de escolarização se faz fundamental, visto que este está baseado segundo Freire (1997) simplesmente no ato de
depositar conhecimento e segundo Kleiman (1998),
no sentido de achatar a diversidade e a diferença
sendo reprodutores de valores e normas socialmente
impostas.
Com base neste desenvolvimento, o letramento é
então definido por Kleiman (2001) como um conjunto
de práticas sociais que usam a escrita, enquanto sistema
simbólico e enquanto tecnologia, em contextos específicos, para objetivos específicos.
•Letramento: uma possibilidade
de inclusão social
Em meio ao contexto educacional vigente ocorre uma
imensa discussão em relação às praticas de alfabetização
nas escolas que sustentam a relação causal entre progresso, civilização e mobilidade social. As pesquisas sobre
letramento segundo Kleiman (2001) surgem, portanto,
com interesse social de promover transformação em uma
realidade em que é constante o aumento de da marginalização de grupos sociais que não conhecem a escrita.
O tema letramento há muito tempo foco de discussões, ainda é bem controverso em termos de definição.
Soares (2003), atribui a este impasse a amplitude de
conhecimentos, habilidades, capacidades, valores, uso e
funções sociais que compõe este conceito. Várias são as
tentativas de definição deste tema, dentre elas Scribner
citado em Soares (2003) aponta que freqüentemente as
concepções sobre letramento buscam descreve-lo em
termos de habilidades individuais, porém seu fato mais
evidente é que ele é um fenômeno social e produto da
transmissão cultural e que implica para sua compreensão, inevitavelmente uma análise social.
Os estudos realizados sobre letramento, de acordo
com Kleiman (2001) procuram examinar o desenvolvimento social que acompanhou todo o desenvolvimento
da escrita desde o século dezesseis, ou seja, as mudanças
políticas, sociais, econômicas, cognitivas relacionadas ao
uso da escrita nas sociedades tecnológicas. No entanto,
estudos foram sendo ampliados para a descrição do uso
da escrita, no intuito de verificar as práticas de letramento
Desse modo, o letramento implica uma análise mais
complexa que extrapola o mundo da escrita, envolvendo todos os contextos sociais que um individuo está inserido, indo ao encontro do que Freire (1997) defende
que fora da praxis, o homem não pode ser, ou seja, como
expectadores não podem fazer parte do mundo e muito
menos recriá-lo.
A escola como uma das principais agências de letramento, não o relaciona com a prática social, reproduz
apenas uma prática de letramento como técnica de aquisição de códigos, pautada na concepção da classe dominante (kleiman,2001), ou seja, é um sistema de conhecimento descontextualizado, validado através do desempenho em testes. (Cook-Gumperz citado em Soares,
2003). Desse modo, o letramento passa a ser associado
ao progresso, civilização e modalidade social, ocupando
um papel de agente de segregação social.
No entanto, o letramento em sua dimensão social,
deixa de ser somente um reprodutor de códigos e habilidades da classe social dominante e um atributo essencialmente individual, e passa a se constituir como prática
social associada à leitura e a escrita em que os indivíduos
as relacionam com suas necessidades e valores. A escrita,
nesta concepção, extrapola o caráter técnico e se constitui uma prática discursiva que possibilita o resgate da
cidadania através de uma leitura critica da sua própria
realidade.
A exclusão social se presentifica no momento em que
o sujeito não encontra esse seu lugar social dentro de
uma sociedade letrada, em que as historias e experiências de vida não são concebidas como validas, além do
próprio sistema educacional que não se preocupa com o
seu real papel social, ou seja, segundo Freire(1997) com
o desenvolvimento de uma consciência critica que resulta em uma inserção no mundo e conseqüente transformação dele. .
O retrato desse contexto é observado quando se levanta a questão sobre outras formas de organização do
trabalho. Nesta pesquisa aborda-se o cooperativismo
popular e autogestionário, composto por trabalhadores
não só excluídos do mercado formal de trabalho como
também do direito ao exercício da cidadania, e que mes-
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 71
e observações dialogadas a partir das histórias de
vida dos participantes, como também oficinas de letramento, criando um ambiente de pesquisa em que
os sujeitos participantes possam, livres e espontaneamente, mostrar-se em sua complexidade.(Freire,
1997).
mo possuindo alguma escolarização não compartilham
de uma formação critica e carecem de sensibilidade para
outras oportunidades que não a da lógica do sistema capitalista (Singer,1999), um dos maiores entraves ao sucesso do empreendimento que estão engajados.
Essa escolarização que se faz referencia é apontada
por Soares (2003) como distinta do letramento enquanto
prática social, principalmente em paises em desenvolvimento. A educação fundamental não é oferecida a população, bem como a busca acelerada pela diminuição
dos índices de analfabetismo, não permite um ensino
consistente e de qualidade, gerando padrões múltiplos e
diferenciados de aquisição de letramento.
Com vista a esta problemática, a pesquisa sobre a
perspectiva da psicologia sócio-histórica e de uma
pesquisa qualitativa, bem caracterizada por Freitas
(2003) como uma relação entre sujeitos, em que o
pesquisador e pesquisado são parte integrante e ativa
no processo de pesquisa, e que podem através de um
processo constante de construção do conhecimento,
criar possibilidades de refletir, aprender e ressignificar-se. Desse modo, serão utilizadas entrevistas
Através do letramento, como prática social, e o pensar sobre uma efetiva inclusão social é importante citar
Freire a respeito dos sujeitos que se encontram excluídos
socialmente: “Na verdade, porém, os chamados marginalizados, que são os oprimidos, jamais estiveram fora
de. Sempre estiveram dentro da estrutura que os transforma em “seres para o outro”. Sua solução, pois, não está
em “integrar-se”, em “incorporar-se”, nesta estrutura que
os oprime,mas em transformá-la para que possam fazerse “seres para si”. (FREIRE, 1997)
Desse modo, busca-se através dos discursos de identidades, principalmente quando este é permeado pela
experiência de letramento, analisar como os sujeitos implicados no contexto exposto constroem a si mesmos, a
sua realidade e principalmente como dão forma agem
sobre ela.
•Referências
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72 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
LA ACCIÓN COOPERATIVA EN EL MEDIO RURAL: HERRAMIENTA
PARA EL DESARROLLO LOCAL SUSTENTABLE. EL CASO DE LA
SOCIEDAD DE FOMENTO RURAL LA CASILLA
Isola, G.; González, L.; Oreggioni, W.; Pastorini, M.
Unidad de Estudios Cooperativos - Universidad de la República, Uruguay
•INTRODUCCIÓN
La presente ponencia surge del trabajo realizado durante el período 2004 – 2005 por los investigadores integrantes del Comité Académico “La acción cooperativa en
el medio rural: herramienta para el desarrollo local sustentable”. Este equipo fue conformado por más de diez investigadores de cinco Universidades integradas a UNIRCOOP, de cuatro países diferentes: Uruguay, Colombia,
Canadá y Brasil.
El documento que sigue, se basa en la conjunción de
la presentación realizada durante las 2das Jornadas Universitarias de Cooperativismo, realizadas en la Universidad de la República, el 10 y 11 de noviembre de 2005; y
la ponencia presentada al IX Seminario Internacional de
UNIRCOOP: “Pensamiento asociativista y práctica cooperativa: el desafío de la inclusión social en la época de
la globalización” realizado entre el 3 y el 7 de octubre de
2005, en la Universidad Federal de Río de Janeiro.
La exclusión social ha adquirido rasgos geográficos
definidos, y las comunidades rurales han sido en su conjunto uno de los sectores más afectados. El documento
a continuación pretende plantear la problemática estudiada, los objetivos de investigación, así como el marco
de referencia teórico y metodológico construido, para
desarrollar luego, aunque sea brevemente, las principales
contribuciones relevadas en torno a cada caso de estudio,
y en el caso uruguayo en particular, así como a algunos
elementos comunes que pueden evidenciarse del conjunto de experiencias. Finalmente planteamos algunos
aprendizajes que este estudio podría estar señalando en
torno a la temática de la inclusión social.
•LA PROBLEMÁTICA DEL ENTRONO
RURAL Y LA POTENCIALIDAD DE
LA ACCIÓN COOPERATIVA
El entorno rural de los países que han sido abordados
por la presente investigación presenta similares características, incluso a pesar de las enormes diferencias que
pueden apreciarse en cuanto al desarrollo económico y
social de los países a los que cada una corresponde. Con
mayores o menores grados de radicalidad, son comunes
el desempleo, la pobreza, la emigración, y la exclusión
de gran parte de las comunidades insertas en este medio territorial. En términos generales las zonas urbanas
son concentradoras de riqueza y atractores de población.
Puede evidenciarse un importante desarraigo juvenil, y
un envejecimiento de la población, así como una mayor
dificultad de acceso al conjunto de servicios y posibilidades con que cuenta cada sociedad. Especialmente en
Latinoamérica se evidencia además una muy importante brecha entre la propia población vinculada al espacio
agrario, con desequilibrios de gran envergadura en cuanto al control de los recursos para la producción, en particular sobre la propiedad de la tierra.
Estos grandes problemas parecen asociarse en parte a
las trayectorias históricas de la mayoría de estos países,
y a los modelos económicos que han sido reforzados a
partir de los últimos años por una globalización caracterizada por el pensamiento neoliberal.
Probablemente los modelos de desarrollo basados
en la expansión de una agricultura sustentada en el alto
Coordinador del Comité Académico: “La acción cooperativa en el medio rural: herramienta para el desarrollo local sustentable” (2004
– 2005). Integrante del equipo de la Unidad de Estudios Cooperativos del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio de la Universidad de la República. Actualmente realizando su Maestría en la Universidad de Costa Rica.
Docente de la Facultad de Ciencias Sociales. Integrante del equipo de la Unidad de Estudios Cooperativos del Servicio Central de Extensión
y Actividades en el Medio de la Universidad de la República.
Docente de la Facultad de Agronomía y del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio de la Universidad de la República.
Estudiante de la Facultad de Veterinaria. Integrante del equipo de la Unidad de Estudios Cooperativos del Servicio Central de Extensión y
Actividades en el Medio de la Universidad de la República.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 73
uso de insumos externos hayan profundizado los efectos
sobre este entorno rural favoreciendo los desequilibrios
sociales, la emigración rural, y la profundización de los
fenómenos de exclusión social.
Adoptando los criterios que en términos globales
plantea Jean (1997) para el desafío de revitalizar la ruralidad habrá que tomar en consideración su naturaleza:
demográfica, económica, social, cultural, institucional y
ambiental.
Las cooperativas por su parte han tenido una larga
trayectoria vinculada a las estrategias de los sectores más
desprotegidos y explotados, tanto en el ámbito urbano
como en el ámbito rural. Sin embargo los mecanismos
con que estas contribuyen a mejorar las perspectivas de
sustentabilidad de sus comunidades no han sido muy desarrollados.
•OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
El objetivo general de la investigación fue procurar
conocer las contribuciones de las cooperativas en el medio rural para favorecer un desarrollo local sostenible.
Para ello fue planteada la necesidad de discernir entre
funciones y contribuciones de las cooperativas, y ahondar en las formas en que las dimensiones: social, económica, político-institucional y ambiental de aquellas contribuciones identificadas sirven al desarrollo sustentable
de las localidades rurales.
Objetivo general:
Comprender cómo es que las cooperativas contribuyen al desarrollo de las comunidades rurales.
Objetivos específicos:
1. Identificar las funciones económicas y sociales de
una cooperativa en el medio rural y sus contribuciones al desarrollo local sustentable.
2. Analizar cuáles y cómo son las contribuciones de
una cooperativa en el medio rural en su dimensión económica, social, político-institucional y
ambiental.
•UN ACERCAMIENTO A LAS
DIMENSIONES DEL ESTUDIO
Aunque en la realidad efectiva de las organizaciones y
del medio rural es imposible separar de forma cabal unas
de otras dimensiones, el presente estudio ha identificado
al menos cuatro ámbitos en los cuales los investigadores
debieron profundizar en su estudio de casos.
En primer lugar partimos de la necesidad de destacar
la existencia en los Valores y Principios del movimiento cooperativo reunido en la Alianza Cooperativa Internacional claras indicaciones acerca del papel que deben
jugar estas organizaciones en su medio. El Valor de la
Responsabilidad Social, y sobre todo el Principio de Interés por la Comunidad, en donde expresamente plantean
la necesidad de que las cooperativas se preocupen por el
desarrollo sustentable de sus comunidades.
Estos elementos doctrinales fueron una de las bases
de la investigación, y parte de la justificación de por qué
buscar específicamente en el medio cooperativo contribuciones concretas al desarrollo local sustentable en el
ámbito rural.
Lo rural como concepto a veces ambiguo fue otro de
los parámetros definidos previamente. Esta puede considerarse como una noción geográfica o como una representación social de una comunidad de intereses, de
una cultura, de un modo de vida. Es desde esta última
aproximación que encontraremos una definición pertinente para el presente trabajo (Kayser, en Jean, 1997). El
espacio rural se define como un modo particular de uso
del espacio y de la vida social.
Se caracteriza por:
1. Una densidad relativamente baja de habitantes y
de construcciones, lo que hace preponderar paisajes de cobertura vegetal;
2. Un uso económico preponderantemente agro-silvo-pastoril;
3. Un modo de vida de sus habitantes caracterizado
por su pertenencia a colectividades relativamente
pequeñas y por una particular forma de vínculo al
espacio;
4. Una identidad y representación específicas, fuertemente connotada por la cultura campesina.
En este sentido pueden agregarse las reflexiones de
Diego Piñeiro (1999) en el sentido de criticar algunas
descripciones cuantitativistas, y la necesidad de comprender lo rural por las redes de vínculos e identidades
que genera, lo que incluye muchos centros poblados de
pequeña escala como elemento constituyente, en muchos casos excluidos del espacio rural desde concepcio-
74 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
nes restringidas y formalistas. También hacer explícita la
ruptura contemporánea entre “lo rural” y “lo agrario”, ya
que no todas las actividades en el medio rural se vinculan a la actividad agropecuaria, ni lo agrario se limita ya
al espacio rural.
Jean (2003) reconoce 10 condiciones necesarias para
lograr éxitos en el desarrollo de las comunidades rurales.
Estos criterios han sido útiles para la determinación de
indicadores y para reconocer los objetivos de desarrollo:
1. Reconocer que se puede aprender de la ruralidad;
2. Proteger la socio-diversidad a la que contribuye la
ruralidad;
3. Favorecer una aproximación de desarrollo rural
sustentable;
4. Reconocer la multifuncionalidad de la nueva economía rural;
5. Movilizar el capital social y la infraestructura social empresarial;
6. Sostener el desarrollo de las capacidades de las comunidades rurales;
7. Sostener la emergencia de nuevas formas de gobierno y ciudadanía rural;
8. Hacer inteligible la interdependencia rural – urbana;
9. Sostener una nueva solidaridad rural – urbana por
algún tipo de tasa;
10.Poner en obre una política pública apropiada.
Por otra parte fue necesario profundizar en el concepto de Desarrollo, sobre todo desde una perspectiva
del Desarrollo de lo Local, y del Desarrollo Sustentable.
En ambos casos definiciones que procuran subrayar algún componente particular del concepto principal de
“Desarrollo”, que de por sí debiera ya de considerarlos, si
efectivamente de desarrollo se trata. Abordamos el concepto como lo plantea Gallopin (2003): “Aquí, lo que se
sostiene, o debe hacerse sostenible, es el proceso de mejoramiento de la condición humana (o mejor, del sistema
socioecológico del que participan los seres humanos),
proceso que no necesariamente requiere del crecimiento
indefinido del consumo de energía y materiales”. En este
sentido, Foladori y Tommasino (2001) se refieren a esta
visión como una “co-evolución sociedad - naturaleza”.
Figura 1 : Las dimensiones del desarrollo sostenible
(Adaptado del International Council for Local Environmental Initiatives, 1996, p. 2, en Lafleur, 2003).
Estos elementos se combinaron con un proceso de
selección de casos significativos, del cuál resultaron seleccionados: la Sociedad de Fomento Rural La Casilla
(Uruguay), la Caja Popular Desjardins de Mont-Laurier
(Canadá), la cooperativa de energía, comunicación y desarrollo CERSIL (Pernambuco, Brasil), la cooperativa de
crédito rural CRESOL (Paraná, Brasil), y la cooperativa
de ahorro y crédito COOPVALLE (Colombia). Estos casos fueron abordados a partir de una serie de entrevistas
a informantes calificados internos, y de la localidad, junto a la recopilación de documentos y otra información
secundaria de las organizaciones. Los datos fueron ana-
lizados de manera individual pero a partir de premisas
colectivamente acordadas entre los equipos de investigadores, para permitir una segunda instancia de análisis cruzado de los casos, en la que el énfasis estuvo en
distinguir aquellos elementos que podrían caracterizarse de funciones propias de la cooperativa (básicamente
sociales y económicas) de sus contribuciones específicas
desde la perspectiva del desarrollo local sustentable, en
donde se procuró organizar los datos de acuerdo a 4 dimensiones: la social, la económica, la político – institucional, y la ambiental.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 75
•LAS CONTRIBUCIONES
PARTICULARES DE LA
EXPERIENCIA URUGUAYA
Cada uno de los estudios de caso generó informes
muy ricos y detallados de las contribuciones específicas
de cada una de las organizaciones abordadas en su entorno local. Procuraremos hacer una muy breve síntesis de
los principales elementos encontrados en el estudio del
caso uruguayo.
La Sociedad de Fomento Rural La Casilla (Uruguay)
es una pequeña organización, asimilada en este país a
una cooperativa agropecuaria, pero quizá con un papel
aún más marcado hacia la promoción y el desarrollo local. En este caso ubicada en la localidad que lleva el mismo nombre, en el departamento de Flores. Típicamente
pautado por la explotación ganadera extensiva, Flores es
un excelente ejemplo de la ruralidad nacional.
Este departamento se caracteriza por tener una muy
baja densidad de población, baja escolarización, y altos
índices de concentración de la tierra. Las actividades
económicas del Departamento a nivel agropecuario se
caracterizan por tener en casi el 70% de los casos a la
ganadería de vacunos de carne como rubro principal,
seguida por la producción ovina como segunda fuente
de ingresos. La lechería es el rubro principal de los establecimientos del Departamento en un 16,6% de los casos. En este sentido la zona de influencia de La Casilla
demuestra tener índices de mayor intensificación ya que
la lechería es el rubro principal para el 22% de los establecimientos, siendo la ganadería el rubro principal en
un 65% de los casos.
El origen de esta organización se vincula a la necesidad de tierras de un grupo de agricultores, que en 1948
fundan la Agrupación Agrícola “La Casilla” como forma
de presionar para la adquisición del necesario recurso.
En 1979 se reforman sus estatutos y se transforma en la
actual Sociedad de Fomento Rural “La Casilla”, con el fin
de perseguir y fomentar el desarrollo del agro, la industria y el cooperativismo en la zona donde ejerce acción,
así como prestar servicios de apoyo a la producción y a
la vida rural de sus socios y de todos los habitantes de la
misma zona. Esta no persigue fines de lucro y no podrá
efectuar ningún tipo de reparto o distribución de utilidades (La Casilla, 1980).
Hoy en día cuenta en su padrón social de unos 170
socios activos, en su mayoría pequeños productores dedicados a la lechería y la producción agrícola – ganadera
(La Casilla, 2004). Cuenta además con un personal de
trabajo permanente de 26 personas y una importante cifra de empleados zafrales.
Las contribuciones de esta organización se han traducido en una fuerte asociación entre el desarrollo de la
SFR, y el desarrollo de la localidad. Así la cooperativa,
fue factor fundamental para la introducción de la producción lechera, asesorando y apoyando a los asociados
en esta incorporación, desarrollando políticas enfocadas
a proteger a los asociados más débiles, generando alternativas específicas para aquellos que por escala no lograban rentabilidad en el rubro, implementando un fondo
rotatorio muy adecuado a las condiciones de los productores familiares, que son la mayor parte de los asociados. La identidad entre la organización y la localidad es
muy estrecha, y la defensa del pequeño agricultor, y de
mejores mecanismos para el acceso a la tierra, e incluso
a mejores viviendas, sumados a una gestión económicamente eficiente y ampliamente democrática han sido los
principales rasgos de su contribución.
En particular se destacan sus acciones para la creación y desarrollo del sistema de recolección de leche asociado a la incorporación del rubro en la zona, los servicios de crédito y maquinaria, así como el suministro
de insumos. Especialmente se destaca el desarrollo del
sistema de recría colectivo (campo de recría) y el sistema
de engorde conjunto, así como el desarrollo de cultivos
conjuntos.
Este conjunto de acciones ha llevado a la consolidación de una serie de contribuciones desde la perspectiva
local que incluyen, en el área económica: disponibilidad
de productos y servicios; regulación económica; control
local y mantenimiento del empleo; y reinversión en la
comunidad. Desde el punto de vista social las contribuciones han sido: fomento de la participación social; asentamiento de la población; mejora de vivienda; desarrollo
personal y de los liderazgos; y la capacitación técnica de
las personas de la comunidad. En torno a lo político-institucional, la SFRLC ha contribuido en: la federación de
intereses cooperativos; la difusión y fortalecimiento de la
democracia y la participación; la difusión de la fórmula
cooperativa; y la promoción de políticas públicas y del
cooperativismo. Finalmente en el plano ambiental, las
contribuciones principales han sido: la sensibilización y
la preservación de los recursos locales.
Esta institución realiza contribuciones específicas a
las necesidades a las que se liga la organización, y para la
cuál se definieron sus finalidades. Así la SFR La Casilla
se destaca por sus contribuciones en el área de la producción agropecuaria, la innovación tecnológica agraria
(incorporación de la lechería a la región) e instrumentos
específicos asociados: remisión colectiva de leche con
transporte de la propia cooperativa, gestión colectiva de
ganado improductivo (campo de recría), aunque también con hechos particulares que marcaron su historia: el
acceso a la tierra y el acceso a la vivienda.
76 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
dad con centros de investigación y universidades
enfatizan la necesidad de mantener la cultura de
esta zona rural.
f) Frente al desafío ambiental quedó demostrado que
la SFR La Casilla reconoce al medio rural como un
patrimonio natural de la humanidad y que dicha
institución tiene un papel a cumplir para intentar
proteger y preservar el territorio local. Se evidencian en este sentido innovaciones concretas en las
formas de producir, más amigables con el entorno,
o a procesos de toma de conciencia y formación
ambiental. La búsqueda de estrategias en dirección hacia un desarrollo sustentable fue claramente identificada.
•EL DESAFÍO DE LA
INCLUSIÓN SOCIAL
Nos parece adecuado hacer una breve puntualización
final en cuanto a la contribución del presente trabajo a la
comprensión del accionar cooperativo y la inclusión social.
En este sentido el presente trabajo utilizó de referencia el modelo de desafíos globales de desarrollo en el medio rural de Jean (1997). La Sociedad de Fomento Rural
estudiada parece responder al conjunto de lineamientos
planteados:
a) Frente al desafío demográfico verificamos que
se desarrollan acciones concretas para mantener
arraigada a la población, ya sea a través de medios directos como el acceso a tierra o viviendas
dignas, o a través de múltiples contribuciones que
fortalecen las posibilidades de la población en sus
comunidades: movilización de la juventud, cursos
de formación, incentivos a las actividades culturales locales, fomento de la participación social y
del desarrollo de actividades que trabajan por la
mejora de la calidad de vida de la población.
b) Frente al desafío económico, en el marco de su
contexto específico y de sus acciones/contribuciones concretas, se demuestra un esfuerzo en el sentido de reducir el desempleo, de generar empleos
directos e indirectos, de brindar financiamientos
específicos y apoyar iniciativas locales.
c) Frente al desafío social la SFR contribuye desde la
formación y el desarrollo de los recursos humanos
locales, hasta en la mejora de la infraestructura
local. Sin duda se han dado muestras de su papel
protagónico en la manutención de la vitalidad social de su zona de influencia.
d) Frente al desafío cultural se presentan evidencias
contundentes de sus contribuciones en este plano.
La gran actividad cultural demuestra la voluntad
y decisión de preservar los valores y de fijar a los
individuos en sus localidades a través del fortalecimiento del sentimiento de pertenencia e identificación con lo local.
e) Frente al desafío político-institucional se evidencia
su contribución al fortalecimiento de herramientas institucionales capaces de favorecer el desarrollo local. La participación en ámbitos de discusión
y debate sobre el desarrollo rural, en las federaciones y organizaciones cooperativas, la articulación y sociedad entre poder público y empresas
privadas crean condiciones apropiadas para la elaboración de políticas públicas rurales de acuerdo
con su realidad local y el fortalecimiento de una
ciudadanía más activa. Por último, la formación
y la transferencia de conocimiento y tecnologías
a través de charlas, cursos y seminarios y la socie-
El caso estudiado y presentado en esta ponencia,
a pesar de la compleja realidad en la que se inserta da
muestras claras de haber dado respuestas a uno de los
desafíos más grandes que tiene la población en el medio
rural, la falta de alternativas, la exclusión, el abandono de
su hogar. Sea por las contribuciones directas en el plano
económico para el que generalmente ha sido creada, o
por las contribuciones en el plano social, especialmente
a través de la conformación de redes, empoderamiento, y
viabilización de alternativas ciudadanas, esta institución
parece dar buenas respuestas para la inclusión social en
el propio medio de origen de los individuos.
•BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
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Chossudovsky, M (1997). Mondialisation de la pauvreté, Montréal, Édition écosociété.
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Prévost, P. (1996). El desarrollo local y las cooperativas.
Conférence présentée lors du Séminaire international sur
les coopératives rurales et le développement régional.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 77
Desarrollo de huertas orgánicas familiares y
comunitarias. Problemáticas desde una experiencia de
Extensión universitaria
Br. Martín Acosta,
Asist. Ing. Agr. Sergio Aguirre,
Asist. Psic. Irene Barros,
Dra. Alba Carballo,
Br. Jorge Vaz Tourem,
Prof. Adj. Psic. Leonardo Martinelli.
1)Algo de historia.
Presentaremos la experiencia de trabajo que surge
de los Proyectos de Extensión -de carácter interdisciplinario- “Huertas familiares con organizaciones sociales y
barriales de la ciudad de Salto” y “Fortalecimiento de grupos y organizaciones sociales y barriales con la creación de
huertas familiares y comunitarias en la ciudad de Artigas”,
que se desarrollan desde el año 2002. Los mismos han
estado a cargo de las Facultades de Agronomía, Ciencias
Sociales y Psicología con sede en la Regional Norte de la
Universidad de la República.
En el transcurso del año 2002, diversos grupos y organizaciones sociales plantearon a la Facultad de Agronomía en Regional Norte el pedido de asesoramiento técnico y capacitación para desarrollar, en la ciudad de Salto,
huertas familiares y comunitarias con el fin de disminuir
los costos de la canasta familiar. La crisis económica y social que se generó en el país a mediados del referido año,
incrementó estos pedidos que ya no solamente referían a
la capacitación técnica sino también al apoyo psicológico y social. A partir de aquí, la Facultad de Agronomía
solicita la participación de las Facultades de Ciencias Sociales y de Psicología con el fin de diseñar y llevar adelante un proyecto integral de carácter interdisciplinario.
Simultáneamente, la Universidad de la República aprueba, a instancias de la Comisión Sectorial de Extensión y
Actividades en el Medio, el Plan de Emergencia que busca generar acciones rápidas, interdisciplinarias, por parte
de los servicios universitarios como respuesta a la critica
situación que vivía (y lamentablemente aún vive) buena
parte de la población. Es en este contexto que surge el
Proyecto para la ciudad de Salto en el año 2002, el cual es
financiado por la C.S.E.A.M. en los sucesivos llamados
que realizó por el Plan de Emergencia. En el año 2003, en
similares circunstancias, también se aprueba el proyecto
para la ciudad de Artigas.
En Salto han participado, en diferentes momentos y
con variados grados de involucramiento, barrios de las
zonas suroeste, norte y este, organizaciones como CAIF,
escuelas, liceos, Comisiones Vecinales, la Unión de Trabajadores sin Trabajo, otras organizaciones de vecinos
que se nuclean en torno a problemáticas diversas y familias de los distintos barrios.
En Artigas participaron los barrios Aldea, Pueblo
Nuevo, Éxodo, Ayuí; también algunos CAIF, SOCAF, un
merendero municipal, la Escuela Agraria, organizaciones religiosas de distinta índole, la Cruz Roja, la I.M.A.,
la Intersectorial de Artigas, etc.
En la actualidad, en Artigas, el proyecto ha operado
como antecedente de otro Proyecto: “Elaboración de un
Programa de Atención a Horticultores Familiares en zonas de contexto crítico de la ciudad de Artigas” que ha
comenzado a desarrollarse desde la Unidad de Extensión
de Artigas (C.S.E.A.M.). Mientras que en Salto, estamos
llevando adelante el Proyecto de “Fortalecimiento de
huertas familiares y comunitarias y apoyo a emprendimientos colectivos solidarios”. El mismo busca profundizar lo desarrollado en años anteriores y además atender
otras demandas que se dirigen en el mismo sentido.
Obviamente, los niveles de intervención y trabajo han
sido muy diferentes en los barrios y organizaciones mencionadas. En algunos casos son barrios y organizaciones
que participan desde el principio en el proyecto, en otros
nos referimos a participaciones que tuvieron duraciones
variables, específicamente en alguna o algunas de las etapas de ejecución. También hay participaciones puntuales, en función de gestiones concretas o de situaciones
muy específicas que implicaron intervenciones breves o
facilitación de articulaciones y conexiones entre diversos
grupos u organizaciones. En algunos casos hemos tenido
78 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
logros y resultados positivos, en otros hubieron logros
parciales y también situaciones en las cuales nuestra intervención no alcanzó a cumplir –debido a motivos de
muy diversa naturaleza- los objetivos planteados.
Los diferentes objetivos que fuimos dibujando a lo
largo de la ejecución de estos proyectos, en sus diferentes
etapas, podemos sintetizarlos en tres enunciados:
♦ Fortalecer las organizaciones comunitarias y grupos de vecinos mediante el apoyo, desde la extensión universitaria, a emprendimientos colectivos
solidarios como las huertas orgánicas comunitarias y familiares.
♦ Posibilitar que los vecinos participantes del proyecto generen mejores condiciones económicas y
de seguridad para disminuir costos de la canasta
familiar.
♦ Desarrollar en la Sede Regional Norte de la UdelaR
un equipo docente - estudiantil interdisciplinario,
que permita identificar y atender necesidades del
medio social desde la perspectiva de la extensión
universitaria, y en tal sentido, contribuir con los
actores sociales en el desarrollo de sus capacidades
para conceptualizar, diseñar e implementar soluciones a los problemas por ellos definidos.
trategia de redes, nos planteó algunos problemas iniciales relacionados con los siguientes aspectos:

discriminar, entre los múltiples pedidos, aquellos
que estaban vinculados con situaciones de mayor
vulnerabilidad,

comenzar un proceso de trabajo, con los distintos
vecinos, grupos y organizaciones, que nos permitiera pasar del pedido concreto a la construcción
de la demanda,

a partir de los dos puntos anteriores, diseñar estrategias y dispositivos de intervención diferentes,
para trabajar en varios barrios con diversos vecinos, grupos y organizaciones,

iniciar un trabajo académico de problematización
y discusión en el equipo, acerca de lo que entendíamos por extensión universitaria y por multi,
inter y transdisciplinariedad.
Estos problemas, obviamente, no han sido resueltos,
sino que aparecen una y otra vez bajo diferentes formas,
planteando nuevos desafíos y produciendo modificaciones en las estrategias y dispositivos de intervención, así
como en la dinámica del trabajo académico del equipo
docente estudiantil y en la organización del mismo.
Estos objetivos nos han permitido –con diferentes niveles de concreción- cubrir tres de las áreas planteadas
en el Plan de Emergencia de la UdelaR: trabajo, seguridad alimentaria y salud. Trabajo en la medida que, frente
a la creciente situación de subocupación y desempleo, la
creación de huertas familiares y comunitarias aparecía
como una estrategia posible para la generación de trabajo desde lógicas diferentes a las instituidas (como la
del capitalista-empleado y la de la empresa unipersonal
por ejemplo). La seguridad alimentaria, está en relación
con la necesidad de generar condiciones adecuadas para
hacer frente a algunos de los problemas derivados de determinadas estrategias, tendientes a resolver las urgencias de la situación cotidiana de hambre. Finalmente, el
eje relacionado con la salud se vincula con la concepción
que la participación social significativa, el ejercicio de la
autonomía y la co-gestión, entendidas como prácticas de
ciudadanía, se constituyen como productoras de salud.
El devenir de estos proyectos, con sus logros y dificultades; la ineludible dimensión temporal de los mismos,
ha implicado modificaciones tanto en la integración del
equipo universitario como en el recorte de los barrios,
grupos y organizaciones con las que trabajamos. El espíritu mismo de este tipo de proyectos, que se despliegan en (y con) la comunidad, implica aceptar el carácter
abierto, dinámico, de permanente transformación y, por
ende, de incertidumbre, que se pone en juego en su realización concreta.
Ubicarnos desde un intencionalidad política, ética
y estética como la planteada, que implica una lógica de
pensar lo social e intervenir en dicho campo con una es-
2)La propuesta “agronómica”
Entendemos por emprendimiento colectivo solidario, toda forma organizada de acción que busque generar procesos participativos
para mejorar las condiciones de vida de una comunidad determinada y simultáneamente construir ciudadanía. Estos emprendimientos
pueden implicar actividades muy diversas (productivas, educativas, de
salud, etc.).
En las páginas que siguen, intentaremos dar cuenta
de estos avatares, de las luces y las sombras que han producido; en síntesis, cartografiar algunas de las múltiples
líneas que componen los dibujos cambiantes y móviles
que con la comunidad vamos bosquejando.
Las forma de cultivar propuesta desde el equipo del
Proyecto se realizó considerando las particularidades de
la población integrante del proyecto, a saber:

conocimiento heterogéneo de la horticultura (algunos con experiencia como trabajadores hortíco-
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 79
las, otros con su huerta familiar que continuaban
por tradición, otros sin experiencia, etc.);

terrenos también muy diferentes (más o menos
área, distinto grado de fertilidad, algunos excesivamente sombreados);

en general cuidados por el/ los integrantes de la
familia con más tiempo libre, desocupados o subocupados (que incluso cuando consiguen trabajo
mas o menos estable pueden descuidar o en algunos casos abandonar la huerta);

normalmente con limitantes importantes para el
riego debido a los costos ya que es agua de OSE
(salvo en casos que disponen de agua de pozo o
que se “cuelgan” de las cañerías y no pagan por su
uso);

la gran mayoría de las huertas eran familiares, aunque también cumplieron una función importante
las que se realizaron en el terreno de alguna institución (Centro CAIF o escuela). En estos casos
se valoró la experiencia no solo por los productos
obtenidos allí, sino también por el intercambio de
ideas, conocimientos, semillas, plantines, etc.;

dadas las condiciones socioeconómicas de las personas que se acercaban al proyecto, en general no
disponían de medios para hacer inversiones ni
para hacerse de insumos externos para la producción.
En base a esto y con la idea de hacer una propuesta
lo menos asistencialista posible, es que trabajamos desde
un principio con grupos de vecinos y no en forma individual. Así buscamos en la interacción con ellos, el rescate
e intercambio de saberes, aportando también los nuestros y tratando de reflexionar en un plano de igualdad y
respeto, utilizando finalmente las técnicas más apropiadas al lugar y a la comunidad participante.
Nuestro planteo técnico se realizó desde una perspectiva de la sustentabilidad (o sostenibilidad), considerada
no solo desde lo productivo y económico, sino también
teniendo el cuenta aspectos sociales y ambientales. En
este sentido, pensamos que de poco o nada servirían técnicas que permitieran altas producciones si estas eran
muy dependientes de insumos externos y semillas costosas. Estos no solo serían imposibles de conseguir por
los propios vecinos, sino que además demandarían cantidades importantes de agroquímicos con el agravante
de los riesgos para la salud y el ambiente. Hechas estas
consideraciones, desde nuestra parte propusimos técnicas relativamente simples y de bajos costos (o directamente sin costos monetarios), reciclando los nutrientes
y la materia orgánica con métodos eficientes y sencillos
(haciendo compost y biofertilizantes, lo que a su vez
contribuyen a la mejora del ambiente barrial), buscando
ahorrar agua con coberturas muertas sobre los canteros,
atenuar o evitar el daño de plagas con los policultivos y
recetas caseras, etc.
El grado de utilización de esas técnicas fue diverso,
dependiendo de la técnica, de los vecinos y del lugar. Los
resultados no han sido hasta el momento homogéneamente buenos. En general, podríamos decir que los que
ya tienen experiencia previa, “amor por la tierra” –como
dicen ellos- y cierto grado de conciencia ambiental, son
los que están teniendo mejores resultados. Estos son o
pueden transformarse en “líderes” y multiplicadores del
proyecto y en este sentido es bueno apoyarlos y potenciarlos en ese rol.
También en algunos casos se están detectando limitantes y demandas por el acceso a terrenos de mayores
dimensiones, lo que posibilitaría mayores volúmenes
de producción. En estos casos es importante empezar a
pensar y discutir sobre formas alternativas también de
producción (más del tipo comunitario), consumo y comercialización, quizá en el sentido de las economías solidarias de las que hablaremos más adelante.
• Composición mínima de estrategias y
dispositivos de intervención sin
pretensión totalizadora.
El punto que pretendemos abordar aquí conlleva una
dificultad (que no es la única) relacionada con la simplificación totalizadora y reduccionista, en la que podemos
caer, al intentar presentar una síntesis de las estrategias
y dispositivos de intervención múltiples que se han ido
construyendo en el despliegue de estos proyectos. Asumimos el riesgo recién enunciado, con la esperanza de no
perder en la síntesis, el carácter problemático y complejo
de dichas construcciones. Carácter que se torna todavía
más relevante, cuando se trabaja con la intencionalidad
de pensar e intervenir interdisciplinariamente desde las
posibles articulaciones entre tres servicios universitarios
interviniendo en el campo comunitario.
La estrategia general –si es lícito llamarla de este
modo pomposo- la hemos apuntado hacia la generación
y desarrollo de espacios de encuentro y articulación en
los cuales posibilitar la potenciación de los procesos cogestivos solidarios que las comunidades habían comenzado a construir. En este sentido, la Universidad busca
insertarse como un autor más en las distintas redes que
Entendida como el arte de trabajar con las incertidumbres. En
Rebellato, José Luis y Giménez, Luis. “Ética de la autonomía”. Roca
Viva. Montevideo. 1997.
80 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
se van componiendo. Preferimos hablar de autor/es y no
de actor/es ya que el actor interpreta algo que es de autoría de otros. Ser autor implica hacer obra y no meramente interpretar una obra de la que no se es autor. Esta
estrategia general de trabajo en redes sociocomunitarias
nos ha permitido implementar diferentes dispositivos (en
su mayoría de carácter ad-hoc) de acuerdo a lo que fuera
pertinente en cada lugar, momento y situación junto con
nuestros co-autores.
los horizontes posibles. Es fundamental entonces, que la
estrategia de intervención permita movilizar las relaciones de poder instituidas, generando procesos de participación horizontal, cogestiva, autónoma y heterárquica.
Esto posibilita la producción de nuevos horizontes, obra
cuya autoría pertenece al colectivo que participa de la
experiencia, la que puede constituirse como productora de nuevos territorios existenciales y nuevas formas de
subjetivación.
Una de las ideas rectoras, en relación con la estrategia
recién enunciada, ha sido la de acompañar –activamente- los movimientos; las articulaciones, desarticulaciones
y rearticulaciones que los colectivos con los cuales trabajamos iban ensayando. Esto ha implicado entrar y salir
en diferentes momentos del trabajo con determinados
grupos, organizaciones y colectivos; poner diferentes énfasis en lo disciplinar e interdisciplinar de acuerdo a las
urgencias que se nos presentaban, establecer encuadres
con distintos niveles de movilidad, cambiar de ubicación
para generar diferentes perspectivas, etc.
Decíamos más arriba, que para desplegar esta estrategia se montaron dispositivos diversos en función de
las situaciones que abordamos y de los objetivos acordados con las comunidades. Haremos una breve reseña de
aquellos dispositivos más utilizados y luego los veremos
con mayor detalle:
Esta estrategia responde a una lógica y una racionalidad que –paradójicamente- buscan producir conexiones
(fugaces, pasibles de sufrir mutaciones) entre lógicas y
racionalidades diversas y disímiles (muchas veces contrapuestas y tendientes a excluirse mutuamente). Es una
estrategia que responde más al arte que a la técnica (sin
desconocer ni renegar de esta última); y en esta distinción está presente una opción política, ética y estética. En
este sentido, siguiendo ideas de E.Morin, hemos trabajado en un “entorno incierto”, impactado por la crisis, es
por ello que hablamos de estrategia como opuesto a un
programa determinado “a priori”, aunque hayan objetivos planteados. Trabajamos con “guiones”, procurando la
información en cada situación, su circulación y verificación, buscando desarrollar las acciones en función de los
hallazgos que se encuentran en relación a la información
y las modificaciones que esta introduce. Esto supone la
participación activa de la comunidad, poniendo en juego
los recursos a veces no re-conocidos, tal vez no previstos
previamente en el proyecto. Estos “hallazgos”, “sorpresas”, encontrados en el trayecto recorrido, están de algún
modo formando parte de lo que Morin denomina “la
apuesta”, al movernos desde la estrategia así planteada.
Trabajar en un campo altamente complejo como es
la comunidad, implica moverse en un campo de fuerzas
donde las relaciones de poder diagraman fuertemente

dispositivos para la capacitación y transferencia de
conocimientos entre universitarios y vecinos (que
generaron encuadres de localización múltiple);

dispositivos grupales variados (talleres, grupos de
discusión, etc.);

dispositivos de articulación entre diferentes grupos y organizaciones;

dispositivos para la difusión y multiplicación de la
experiencia;

dispositivos de trabajo académico para el equipo
interdisciplinario.
Todos los dispositivos conllevan efectos -previstos e
imprevistos- que son resultado de la variable composición de las diferentes líneas que los constituyen. Cuando
se diseñan dispositivos específicos en una intervención,
hay una intencionalidad –confesada o inconfesada- en
cuanto a los efectos que se busca generar. Esto pone en
juego algo que es del orden de las relaciones de poder y
que tiene relación con la dimensión política de los dispositivos. De ahí la fundamental importancia de pensar
estos dispositivos junto con los integrantes de los grupos, organizaciones y colectivos con los que trabajamos.
Acá se hace imprescindible el análisis de los diferentes
niveles de implicación que cada dispositivo genera, dar
cuenta de las visibilidades e invisibilidades que cada uno
produce.
Remitimos al artículo “Posicionamientos éticos en la construcción de nuevas estrategias de trabajo” de Fernández, M. Rosa. En VI
Jornadas de Psicología Universitaria. La Psicología en la Realidad Actual. Facultad de Psicología Universidad de la República. Montevideo.
������������
2003.
���������������
Morin, Edgar. “La cabeza bien puesta.”. Refiere al término inglés
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Dabas, Elina. Redes sociales, familias y escuela. Paidós. Buenos
Aires. 1998.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 81
mismos o bien la posibilidad de inserción
laboral (muchas veces en condiciones muy
precarias) produce la deserción de algunos
participantes en los proyectos,
• etc.
• Algunas dificultades a modo de
introducción para una cartografía de
problemáticas.
Primariamente podríamos señalar algunos ejes de dificultades cuya naturaleza proviene de distintas lógicas:
 Eje de las lógicas universitarias:
 Eje de las lógicas de carácter político:
• predominio de las políticas de carácter asistencialista,
• las prácticas habituales de clientelismo político,
• la apropiación, por parte de terceros (ONG’s,
equipos técnicos, otras organizaciones) de
los programas sociales relacionados con las
políticas públicas, y por lo tanto, bastardeo
de potenciales e incipientes procesos colectivos,
• intervenciones de organismos públicos que
violentan a las comunidades al desconocer
sus necesidades y sus capacidades,
• intereses político-electorales concretos,
• procesos de captura de las comisiones vecinales por parte de actores político-partidarios, convirtiéndolas en terreno de luchas
por captar votos,
• etc.

Eje de las lógicas propias de los grupos, organizaciones, comunidades y personas concretas:
• la cultura obrera del trabajo formal opera
muchas veces como un instituido fuerte
que obstaculiza el desarrollo de formas de
trabajo que escapan a las lógicas de patrónempleado,
• los procesos de exclusión de larga data, provocan que algunas familias que tienen ya
dos o tres generaciones en esta situación
presenten posicionamientos más pasivos
frente a la posibilidad de generar procesos
colectivos solidarios,
• enfrentamientos y rivalidades entre vecinos
o líderes comunitarios (también entre grupos y organizaciones) relacionadas con la
lucha por espacios locales de poder,
• reproducción de lógicas de dominación entre los distintos colectivos que participan de
estas experiencias,
• en muchos casos, la posibilidad de generar
procesos colectivos solidarios tiene un carácter utilitario inmediato y no se relaciona con proyectos de vida integrados a los
• proyectos de extensión concursables, con
financiación muchas veces insuficiente y límites temporales bien precisos,
• la intervención interdisciplinaria como proceso de construcción permanente,
• etc.
Las dificultades producidas en estas tres lógicas no
actúan independientemente, sino que componen diversos entrecruzamientos, algunas se potencian entre sí,
otras se anulan mutuamente, otras son efecto de nuestras
contradicciones o son causa de las mismas, algunas se
constituyen como líneas duras y otras pueden devenir en
líneas de fuga, a veces se las visibiliza en pleno proceso,
otras veces se las puede pensar y tematizar a posteriori,
a partir de la revisión y discusión de las intervenciones;
también dependen de momentos históricos concretos, etc.
En síntesis, van configurando mapas diversos y cambiantes, con niveles de superposición, interpenetración, etc.
• Desarrollo Humano y economía popular
solidaria para pensar el fortalecimiento
de la participación y organización.
El enfoque de “Desarrollo Humano” tomado de
Amartya Sen e introducido por el economista paquistaní
Mahbus ul Haq en el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo, considera un abanico más amplio
de dimensiones para medir el desarrollo y no solo el
aspecto económico medido en función del PBI. Se llega entonces a la idea de crear un Índice de Desarrollo
Humano, tomando como eje de esta concepción que “el
propósito básico del desarrollo es aumentar las opciones
de las personas”. Son aspectos que no se observan directamente en estadísticas de ingreso y crecimiento y que
consisten en opciones relacionados con el mayor acceso
al conocimiento, seguridad, mejor nutrición y servicios
de salud, “horas de esparcimiento satisfactorias y sentido de participación en las actividades comunitarias. El
objetivo del desarrollo es crear un ambiente que permita
que las personas disfruten vidas largas, saludables y creativas” (PNUD, 2003). La visión de A. Sen de desarrollo
humano implica la acción de las personas para el logro
de un cambio radical mejorando la organización social
y el compromiso de las personas. Los ciudadanos ya no
serían meros productores y consumidores, sino autores
82 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
del proceso de desarrollo tanto económico como social.
Esto consiste en un aumento del “capital humano”, que
incluye: nivel educativo, ampliación de capacidades y
libertades, participación, organización, experiencia laboral. Esto abarca bastante más que un capital humano
limitado a la producción de bienes. Pensamos que los planteos anteriores y el espíritu de
la experiencia aquí presentada, se puede relacionar con
lo que, con distintas denominaciones y adoptando características parcialmente diferentes según los contextos en
que se desenvuelven; se crean y desarrollan en los sectores
populares urbanos de la mayor parte de los países considerados subdesarrollados, diversas formas de economía
popular de subsistencia basadas en el propio esfuerzo, la
ayuda mutua y la solidaridad de sus participantes.
A diferencia de la economía campesina, las organizaciones económicas populares no están conformadas por
agrupaciones y actividades tradicionales o pre-industriales que hayan pervivido sin ser esencialmente afectadas
por los procesos de modernización, sino que, por el contrario, constituyen un fenómeno social y un proceso organizativo relativamente nuevo.
En efecto, sus causas y orígenes han de buscarse precisamente en los procesos de marginación socioeconómica inducidos por el subdesarrollo capitalista y no solucionado por las políticas públicas de redistribución y
subsidio social.
Desde la exclusión y marginación se originan diferentes “estrategias de sobrevivencia”: algunos siguen estrategias individuales, tales como el pequeño comercio
ambulante, servicios domiciliarios, trabajos eventuales;
otros logran subsistir participando en sistemas de beneficencia pública o privada. Pero hay quienes siguen un
camino distinto, como el de organizarse en pequeños
grupos de personas con situaciones similares, para encarar en común sus problemas económicos inmediatos.
Surgen de este modo las organizaciones de desocupados, talleres laborales de auto subsistencia, ollas populares, grupos pre-cooperativos, huertas populares y
comunitarias etc. Característica relevante de éstas organizaciones es el basarse en valores no individualistas,
de solidaridad y ayuda mutua, el concebirse a sí mismas
como unidades económicas alternativas respecto de las
formas capitalistas predominantes y como modos de organización que postulan líneas de transformación social
y autonomía popular.
Nos atrevemos a pensar que estas formas de economía popular y solidaria, podrían proyectarse hacia el
futuro como una forma económica alternativa, capaz de
aportar esos nuevos valores y comportamientos que la
caracterizan, respecto de los cuales las personas y grupos
participantes llegan a identificarse y comprometerse de
manera permanente.
Es conveniente precisar la situación en que se originan, y las causas de su formación, para comprender correctamente los objetivos, las características y los modos
de ser y de actuar de estas unidades económicas.
Es por lo anterior, que acordamos con la idea de Gonzalo Guimaraes, quien afirma que es necesario tener una
identidad para que se pueda construir la Economía Solidaria y esa identidad no debe quedar restringida al área
económica, pues la economía solidaria solo se puede entender como proyecto político.
Desarrollo humano en Uruguay, 2005. Uruguay hacia una estrategia
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II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 83
EXPERIENCIA DE TRABAJO DE LA FACULTAD DE VETERINARIA
DE LA UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA Y LA COOPERATIVA
AGRARIA DE RESPONSABILIDAD LIMITADA DE CAÑADA GRANDE
(CALCAGRA).
Autores: Laura Alsina, Marisol Barneche, Lorena Baptista, Fabiana Cabrera, Erika Cáceres, Noelia Campaña,
Flavia Canobra, Cecilia Corso, Noelia Cortazzo, Juan Crampet, Damián Chico Espinoza,
Alejandra Fontaine, Fernanda Hernández, Laura Iglesias, Mariana Orozco, Fabián Pedroso,
Claudia Peña, Nicolle Pomies, Daniela Sapriza, Ximena Sena, Santiago Sosa, Gonzalo Vidal.
Resumen
CALCAGRA, fundada en 1946 con el cometido de
defender los intereses de los pequeños productores de la
zona, se ubica en el Km. 82 de la Ruta Nacional Nº 3,
Departamento de San José, República Oriental del Uruguay.
La Facultad de Veterinaria se vinculó con la cooperativa en 1996 desarrollando el trabajo en diferentes etapas: 1) -Diagnóstico de la calidad de leche obtenida por
los productores socios de la cooperativa (1996) con el
objetivo de conocer su situación ante las nuevas condiciones de remisión de leche a planta. La Cooperativa se
plantea alternativas para los socios que no podrán seguir
remitiendo leche fluida a plantas. 2) -Diseño de la planta
de queso fundido (1997-1999) con el objetivo de ofrecer
una alternativa productiva y comercialización conjunta.
Se firma un convenio CALCAGRA - Facultad de Veterinaria y se instala un laboratorio en la planta. 3)- Trabajo
con los productores remitentes y los operarios de la planta (2000-2005) con el objetivo de fortalecer los vínculos
de la cooperativa con sus socios remitentes y mejorar la
calidad de la materia prima y del producto.
En este proceso participan docentes y estudiantes de
la Facultad de Veterinaria que visitan la zona y se reúnen
semanalmente para planificar las actividades. El eje de
trabajo de este grupo es la docencia de extensión en terreno y el aporte a una experiencia colectiva de productores familiares.
Logros: Concretar instancias de vinculación e intercambio entre las familias de los productores, operarios
de la planta y directivos. Inicio de un proceso de acceso
a recursos de entidades públicas (MEVIR, Proyecto Uruguay Rural) y gestión de recursos propios (Fondo rotatorio). Conocimiento de la realidad y preocupaciones
de los productores relacionados a la cooperativa. Motivación estudiantil: participaron más de 100 estudiantes
(1996-2005).
Dificultades: Disminución de la participación de antiguos socios ante la crisis económica de la cooperativa
(disminución de los servicios). Formación de recambio
para asumir la dirección de la cooperativa. Establecimiento de vínculos de confianza entre los involucrados
en el proceso. Identificación de las potencialidades de la
acción colectiva por parte de los productores. Articulación de los tiempos y ritmos de los productores y los
universitarios. Falta de espacios curriculares en la formación veterinaria. Escasos recursos presupuestales.
•Introducción
El presente trabajo resume la experiencia de trabajo
del grupo de extensión de la Facultad de Veterinaria con
la Cooperativa Agraria Limitada de Cañada Grande y su
zona de influencia. Esta cooperativa está ubicada en el
kilómetro 82 de la ruta nacional Nº3, departamento de
San José.
Según el Censo General Agropecuario del año 2000,
en la zona de influencia de la cooperativa viven alrededor de 2000 personas. Hay 630 establecimientos agropecuarios y más de la mitad tienen menos de 50 hectáreas
de superficie. Una cuarta parte de estos establecimientos
se dedica a la elaboración de queso en forma artesanal.
En los últimos años se ha producido a nivel nacional un importante aumento en la producción de quesos
artesanales como estrategia productiva de subsistencia
de los pequeños productores lecheros familiares, ya que
permite valorizar la producción de leche mediante el uso
de mano de obra familiar. Esta actividad se ha desarrollado principalmente en los departamentos de Colonia y
San José.
En la zona no existen prácticamente organizaciones
sociales de carácter local o regional que nucleen a los
productores. Hay dos cooperativas agrícolas, Cañada
Grande y Río de la Plata.
84 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Figura. Ubicación de las explotaciones que elaboran quesos.
(Se señala la ubicación de la Cooperativa Cañada Grande).
Fte: DIEA, 2004 según Censo Gral. Agropecuario 2000
•Un poco de historia de CALCAGRA
La Cooperativa Agraria Limitada de Cañada Grande
es una Cooperativa de primer grado. Desde de su fundación, el 15 de octubre de 1946 la Cooperativa se propuso
la defensa de los intereses de los pequeños productores,
mediante la prestación de servicios y la implementación de alternativas comerciales para los productos de la
zona.
Es la cooperativa más antigua de la zona. Llegó a tener
850 socios. En el transcurso de su historia ha desarrollado diversos emprendimientos productivos y brindado
diferentes servicios:
Durante las décadas del 50 y 60 la cooperativa funda
una bodega y canaliza la producción de remolacha azucarera de la zona. En este período la cooperativa cumple
un rol sindical muy importante, impulsando la realización de diversas marchas y movilizaciones.
En el período de los 70 y 80 la cooperativa centraliza emprendimientos de sus socios a través de contratos preestablecidos con terceros (arvejas, trigo, gallinas)
y facilita la financiación de insumos, la producción y la
comercialización.
Entre los años 1980 y 1984 la cooperativa permaneció
cerrada por presiones políticas. En 1985, reabre la cooperativa contando con un servicio de maquinaria y fábrica
de fertilizantes. Este servicio de maquinaria constituyó
un apoyo muy importante para los pequeños predios de
la zona. En este período, por problemas financieros, se
vende la Bodega Cooperativa.
En el año 1994 la Unidad de Proyectos de Desarrollo
del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca realiza un diagnóstico social y productivo de la zona de influencia de la Cooperativa Cañada Grande. Mediante la
modalidad de encuestas en la zona se constata un alto
grado de conformidad de los productores con los servicios prestados por la institución, estos expresan su apoyo
a la realización de actividades gremiales. Se concluye
que la institución debería emprender actividades de capacitación dirigidas a mujeres y jóvenes de la zona. Los
productores demandaban mayor apoyo para la mejora
del ingreso de la producción lechera. Se sugiere, además,
para los predios de menor escala el desarrollo de nuevos
rubros intensivos (M.G.A.P., 1994).
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 85
•Un poco de historia del trabajo
conjunto de la Facultad de
Veterinaria y CALCAGRA
A fines de 1995, la directiva de la cooperativa pide
asesoramiento a la Facultad de Veterinaria para el estudio de la situación en relación a la calidad de leche de sus
socios ante la inminente renovación de las pautas para el
pago de leche remitida a planta.
Docentes y estudiantes de diferentes cátedras, coordinados por la Unidad de Extensión realizaron un relevamiento de los establecimientos de 20 socios. Se realizó
análisis de agua y de calidad de leche. Se elaboraron cartillas con recomendaciones respecto a la rutina de ordeñe.
Se concluyó que la gran mayoría no contaba con las condiciones para seguir remitiendo leche fluida a plantas.
A partir de estas limitaciones y de otras de carácter
económico (escala, infraestructura, etc.) CALCAGRA se
plantea analizar alternativas para los socios que no podrán seguir remitiendo leche fluida a plantas.
Entre las opciones posibles se decidió, luego de relevar la opinión de los socios, construir una planta elaboradora de queso fundido como alternativa productiva
y de comercialización conjunta. Esto implicaba que los
productores comenzasen a elaborar queso blanco que
sería la materia prima de la planta. La Directiva pide asesoramiento a la Facultad de Veterinaria para el diseño y
construcción de la planta.
Por otra parte, y como resultado de la crisis económica la Cooperativa se endeuda y disminuye la oferta de
servicios. Los servicios de maquinaria pasan a ser prestados a través de la Asociación de Productores de Leche
de San José y se reduce al mínimo la venta de insumos
agropecuarios.
En el período 1997-1999 el grupo de docentes y estudiantes de la Facultad trabajó en el diseño y construcción
de la planta de queso fundido Posteriormente se firma un
convenio CALCAGRA - Facultad de Veterinaria y se instala un laboratorio en la planta.
La elaboración de queso fundido constituye hoy la
principal actividad de la institución, permite a los productores comercializar productos de bajo valor en el
mercado, valorizar la producción y estabilizar a lo largo
del año el precio que reciben.
Actualmente figuran en la nómina de la cooperativa
80 socios y alrededor de treinta productores remiten
queso artesanal. La cooperativa intenta atenuar las va-
riaciones estacionales de precio del queso, pero no existe
acuerdo de abastecimiento con los productores remitentes.
La Cooperativa cuenta con un gerente que se encarga de la comercialización, realiza las compras de materia
prima y las ventas de productos. Además la planta procesadora emplea dos operarios en forma permanente y
dos zafrales.
La Comisión Directiva está integrada por cuatro
socios, de los cuales sólo uno remite queso a la planta
cooperativa. Esta directiva ha presentado poca renovación en el transcurso de los últimos 10 años debido a
que sus integrantes figuran como garantía solidaria de
CALCAGRA ante el BROU. Esta deuda se generó con la
compra de maquinaria y equipamiento.
Hasta el año 2000 la planta de queso fundido logró un
aumento sostenido en la elaboración y comercialización
de queso fundido, mejorando así los ingresos económicos de la Cooperativa. Sin embargo este crecimiento no
se reflejó en igual proporción en un aumento de la producción individual de los predios, ni mejora en la calidad
del queso producido por los mismos.
A partir del año 2000, el equipo de la Facultad acuerda con la directiva de la cooperativa concentrar el trabajo
con los productores remitentes y los operarios de la planta con el objetivo de fortalecer los vínculos de la cooperativa con sus socios remitentes y mejorar la calidad de la
materia prima y del producto.
El equipo de Facultad comenzó a realizar visitas a los
establecimientos de los socios remitentes relevando información del predio y los requerimientos de apoyo a la
producción. Se realizaron diferentes actividades técnico
productivas priorizando en una primera etapa los aspectos relativos a la sanidad del ganado a partir de cuyos
resultados se organizaron talleres de capacitación de las
principales zoonosis de la cuenca lechera.
Entre los años 2001 y 2003, debido a las restricciones
presupuestarias tanto de CALCAGRA como de la Facultad de Veterinaria, no se pudo realizar un seguimiento
sistemático. Se trabajó particularmente en el acondicionamiento de la planta ante los requisitos de habilitación
por parte del MGAP y del LATU así como el registro de
los productos para comercializar en diferentes departamentos del país.
En el año 2003 el equipo se amplía con docentes y
estudiantes de otros servicios universitarios y comienza
a buscar alternativas de financiamiento para apoyar la
producción y comercialización de la planta cooperativa.
86 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
A fines del año 2004 el equipo consigue financiación
del Proyecto Uruguay Rural y de los Servicios Agropecuarios del MGAP mediante el proyecto “Innovación en
las estrategias de selección y desarrollo de productos y
procesos de la Cooperativa Agraria Limitada de Cañada
Grande: una herramienta participativa”, que le permite
retomar las actividades de manera sostenida.
•Lo realizado en el 2005
a- Talleres
En enero de 2005 se realiza una serie de talleres con
los socios remitentes, operarios de la planta y directivos
de CALCAGRA, comenzando con la identificación de las
principales limitantes, fortalezas y oportunidades (análisis FODA) de la planta procesadora de queso fundido.
Las debilidades constatadas en el taller se relacionan a
tres grandes áreas: calidad de materia prima y productos,
ampliación de la oferta de la planta y funcionamiento cooperativo.
Se acordó profundizar el trabajo vinculado a los aspectos cuya solución puede implementarse con el esfuerzo de los actores directamente implicados en la cooperativa (directivos, empleados y productores). Es así que
se planteó abordar en la siguiente instancia de taller lo
referido a las posibilidades de mejoramiento del producto que actualmente se elabora y de ampliar la producción
a otros (diversificación) por entenderse que podría aportar beneficios a corto plazo para todos los involucrados.
En el siguiente taller se pretendió que luego de realizar una recorrida por las diferentes secciones de la planta
en la cual los operarios explicaran el proceso de elaboración, los productores lograsen un consenso sobre cuales
son los productos viables de ser incorporados a corto,
mediano y largo plazo.
Los participantes del taller consideraron esencial que
la alternativa a implementar tenga un efecto de mejora
en la materia prima que remiten los asociados, permitiendo mejorar la calidad del producto final que actualmente desarrolla la planta, para luego considerar otras
alternativas demandadas por el mercado que impliquen
mayor valor agregado.
Se propuso abordar en el siguiente taller las diferentes
modalidades de elaboración que emplea cada productor
en su quesería y compararlas con pautas generales de elaboración de queso fresco de buena calidad a cargo de un
idóneo en el tema.
La siguiente actividad consistió en registrar los detalles de la rutina de elaboración de queso de cada productor y observar la forma de elaborar el queso de un técnico
en quesería en el transcurso del taller. Luego se pretendió
discutir las diferencias y similitudes de las experiencias
personales.
Se planteó la dificultad por parte de los productores
de evaluar a través de la apreciación visual (única herramienta de la que disponen) la calidad del queso que remiten a la planta.
Se acordó realizar análisis de muestras del producto
terminado (queso fundido) y de los quesos empleados
en su elaboración (incluyendo los quesos remitidos por
los productores y los comprados en feria) de manera de
tener resultados objetivos en relación a la calidad de los
mismos.
También se realizó un taller con los operarios de la
planta cooperativa acerca de las Buenas Prácticas de Manejo. Se comprometieron a establecer un registro de las
rutinas de higiene y procesamiento habituales de manera
de identificar puntos a corregir con plazos establecidos.
b- Articulación con otras instituciones.
Desde el año 2002 MEVIR esta trabajando en el departamento de San José, en el que realizó al menos un
llamado que involucraba la zona de Cañada Grande.
Algunos socios remitentes fueron incluidos en el programa de construcción de viviendas e instalaciones productivas individuales. Este hecho motivó a otros productores a plantear a las autoridades de dicho programa una
posible ampliación del llamado, que fue concedida.
En respuesta a esta situación el equipo se planteó convocar a los vecinos a través de las escuelas rurales de la
zona motivando a las familias a presentarse al llamado.
En esta última instancia accedieron al programa 14 familias de la zona.
A su vez, luego de un año de trabajo con el Programa de Uruguay Rural, surge la posibilidad de ampliar el
perfil del proyecto estableciéndose un proyecto de fortalecimiento institucional mediante un convenio entre el
Programa Uruguay Rural y CALCAGRA.
En este momento CALCAGRA retoma sus vínculos
gremiales a través de la participación de integrantes de
la directiva en las actividades de la Comisión Nacional
de Fomento Rural (Seminario: “La función social de la
tierra” y Asamblea anual de CNFR).
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 87
Paralelamente la directiva de CALCAGRA comienza
a negociar con el fideicomiso la deuda contraída con el
Banco República.
•Lo que nos deja la experiencia
En este proceso participan docentes y estudiantes de
la Facultad de Veterinaria y de otros servicios universitarios que acuden a la zona y se reúnen semanalmente para
planificar las actividades. El eje de trabajo de este grupo
es la docencia de extensión en terreno y el aporte a una
experiencia colectiva de productores familiares.
En el período 1996-2005 han participado más de 100
estudiantes de la Facultad de Veterinaria, cada uno de
los cuales ha trabajado al menos un año en el equipo,
evidenciando una motivación importante por intervenir
en este tipo de experiencias a pesar de la falta de espacios
curriculares que los incentiven a ello. Hemos encontrado
dificultades en relación a la articulación de los tiempos y
ritmos de los productores y los universitarios.
La relación del equipo con los integrantes de CALCAGRA se inició a partir de demandas específicas en
torno a temas productivos y tecnológicos. El propósito
del Área de Extensión contemplaba un trabajo que abarcara otras problemáticas de los pobladores de la zona, sin
embargo consideramos oportuno atender las demandas
de manera de conocer la realidad de las familias y establecer vínculos.
Una reflexión en relación a este punto tiene que ver
con el imaginario que poseen los productores en referencia a los aportes que pueden realizar los profesionales agrarios independientemente de las potencialidades
reales. Por otro lado el contacto directo con los animales y el ser partícipes del trabajo cotidiano del productor
constituyen una oportunidad privilegiada que propicia el
conocimiento y el intercambio acerca de otros aspectos
de la vida familiar y social.
A partir de esas instancias se han establecido vínculos
de confianza entre los integrantes del equipo y cada familia. Recientemente y promovido por las reuniones de
fin de año y los talleres, se ha comenzado a generar con-
fianza y relaciones de reciprocidad entre las familias de
los socios de CALCAGRA. Una posible explicación de
este fenómeno puede consistir en la dificultad de entendimiento de los diversos modos de encarar el trabajo y la
vida social y familiar de los otros, agravado en algunos
casos por otras condiciones de aislamiento (trabajo muy
exigente en horarios, dificultad en traslados, etc).
En nuestra intervención en la zona nos llamó la atención el hecho de que muchos de los productores con problemas productivos o viviendas precarias no se consideraban beneficiarios de programas y proyectos que manejan recursos públicos (MEVIR, Proyecto Uruguay Rural,
etc.) y por lo tanto no concurrían a las convocatorias realizadas en el marco de los mismos. Constituye hoy una
preocupación del equipo tratar de encontrar respuestas
ante esta autoexclusión manifestada por los vecinos de
CALCAGRA.
Otros aspectos que hemos evidenciado en el transcurso de estos nueve años de trabajo consiste en:
- dificultades en la identificación de las potencialidades de la acción colectiva por parte de los productores y en la organización para la gestión de
recursos propios;
- disminución de la participación de antiguos socios ante la crisis económica de la cooperativa y
reducción de los servicios;
- escasos esfuerzos orientados hacia la formación
de recambio para asumir la dirección de la cooperativa.
Es así que a solicitud de la directiva de CALCAGRA,
nos proponemos comenzar un trabajo específico que
apunte a fortalecer las capacidades y potencialidades
organizativas de la cooperativa, comenzando con una
serie de entrevistas a vecinos de la zona con el objetivo
de identificar su percepción respecto a CALCAGRA y a
cómo ésta funciona, así como relevar su visión en relación a los servicios que la cooperativa podría brindar a
la zona. En una segunda etapa pretendemos apoyar a la
Comisión Directiva en el diseño de formas organizativas
que contemplen esas percepciones.
88 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
A AUTOGESTÃO COMO RESISTÊNCIA MOLECULAR:
DA COMERCIALIZAÇÃO DO EXCEDENTE A PRODUÇÃO DO
AUTOCONSUMO
Aline Cunha da Fonseca
Cristine Jaques Ribeiro
Francine Heidrich Coimbra
•Introdução
A Gestão Relacional compõe o conjunto de gestões e
assessorias do programa de pesquisa e extensão da UCPel, INTECOOP, que oferece a incubação tecnológica de
Cooperativas Populares. Este programa propõe acompanhar, a partir de equipes interdisciplinares, a formação
de iniciativas econômicas populares conhecidas como:
Economia Popular Solidária.
multiplicidade em suas práticas, mas propor o diálogo
frente aos encaminhamentos operacionais garantindo a
possibilidade de convivência.
Os grupos populares desenham o espaço urbano e
rural. No espaço urbano as iniciativas caracterizam-se
por ações cooperadas de artesanato, confecções e seleção
de resíduos sólidos e no espaço rural fazem parte os assentamentos de reforma agrária pertencentes às direções
regionais de Herval, Pedras Altas, Canguçu e Piratini do
MST.
Muito se fala em diversidade e muito se defende a
importância do pluralismo como bandeira de uma interdisciplinaridade eficiente. Não são poucos os discursos no universo acadêmico que sustentam a vontade de
constituir marcas interdisciplinares, ou seja, a garantia
do diverso, do plural, do múltiplo. No entanto, sabemos
que é preciso frente a estas defesas também considerar
que o pluralismo nada mais é que a territorialização do
saber e para viver processos de criação no coletivo é importante poder ultrapassar o que está estabelecido, portanto, desterritorializar ações, verdades, procedimentos
para reterritorializar um outro tipo de prática.
A proposta da INTECOOP é de garantir a Interdisciplinaridade na relação das equipes junto aos grupos
onde diversas áreas do conhecimento acadêmico são envolvidas para oferecer subsídios técnicos operacionais as
iniciativas populares para a geração de renda.
Então, este texto pretende apresentar a proposta da
Gestão Relacional junto aos grupos em assentamentos
de reforma agrária que produzem ações cooperadas, aos
estudantes de diferentes áreas de atuação e aos técnicos
componentes das assessorias da INTECOOP. Esta proposta se apresenta como dobra do Programa INTECOOP. Dobra existente no movimento dos corpos desterritorializados.
Assim, é pertinente afirmar que a Interdisciplinaridade constituísse na territorialização entre as disciplinas
frente à ação coletiva. As fronteiras da produção do conhecimento estão determinadas não pretendendo instigar
a capacidade de mistura dos coletivos e a existência de
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“ O múltiplo é não só o que tem muitas partes, mas o que é dobrado de muitas maneiras [...]Dobrar-desdobrar já não significa simplesmente tender-distender, contrair-dilatar, mas envolver-desenvolver, involuir-evoluir. (Deleuze, 2000, p. 14, 22).
1.A proposta da Gestão Relacional
Bom, mas o que está estabelecido? O pluralismo?
Conviver com a diversidade?
Está institucionalizada no mundo do social uma necessidade, que nem sempre é a necessidade dos grupos,
ou seja, a necessidade de que agentes de fora do habitar
popular tenham que resolver os “problemas” destes grupos populares. Esta institucionalização arrisca-se em tratar e atender estas relações/produções grupais de forma
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“Uma das características essenciais do sonho de multiplicidade é
a de que cada elemento não pára de variar e modificar sua distância
em relação aos outros”. (Deleuze e Guattari, 2004, p. 44).
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“O território (...) é o conjunto dos projetos e das representações
nos quais vai desembocar, pragmaticamente, toda uma série de comportamentos”, de investimentos, nos tempos e nos espaços sociais,
culturais, estéticos, cognitivos” (Guattari e Rolnik, 2000, p. 323).
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“ A reterritorialização consistirá numa tentativa de recomposição
de um território engajado num processo desterritorializante” (Guattari; Rolnik, 2000, p.323).
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“As instituições certamente são funcionais na medida em que necessariamente devem assegurar a sobrevivência da sociedade” (Castoriades, 1995, p. 165).
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 89
localizada através da legitimação de uma concepção funcional e tecnicista. Um exemplo, deste risco, é quando
consideramos a manifestação de um ou de vários conflitos do grupo como problema e não como dispositivo de
mudança e de criação para a vida deste grupo.
É muito comum ouvirmos apelos do tipo: o grupo
não pode acabar! Ou: é preciso trabalhar as relações se
não o grupo não será mais grupo. No entanto, antes é necessário nos perguntarmos: o grupo é grupo? Se o grupo
é grupo como se constituiu? Como se movimenta? Por
que não pode deixar de ser grupo? Ou por que não pode
deixar de ser “aquele” grupo e tornar-se outro?
As mais diversas buscas formam um grupo, pois
quando existe aproximação entre diferentes agentes,
não somos mais os mesmos, pois rompemos com as
fronteiras que aprisionam o saber coletivo autogestando transformações cotidianas resultantes desta relação.
O conflito longe de ser tratado necessita de expressão.
Expressão das diversas manifestações da vida que passa por todos nós como: descontentamentos, ansiedades,
frustrações, indignações, raivas, lutas, como também:
alegrias, conquistas, esperança, criatividade, etc. E estas
manifestações acontecem no dia a dia. Portanto, a capacidade dos coletivos em reinventar o seu modo de viver
e, nisso implica reinventar as relações de gênero, relações
políticas, relações econômicas, relações étnicas, relações
religiosas, entre outras tantas, é considerada pela gestão
relacional do programa INTECCOP tornando-se assim
a sua proposta de trabalho.
a. Desconstruindo imagens
Desconstruir é exterminar com o que existe? Neste
caso, desconstruir é desejar a princípio: romper, destruir,
terminar, denunciar e, sim, se possível, exterminar com
todo tipo de imagem produzida para inviabilizar outros
modos de vida, para aprisionar corpos e para controlar
a expressão de práticas autogestionárias.
Várias são as imagens constituídas sobre e sob os as���������������������������������������������������������������
“ Os investimentos na produtividade do corpo se aperfeiçoam e
acumulam: na sociedade de soberania castiga-se, na disciplinar busca-se utilidade econômica e docilidade política, na de controle exige-se participação e fluxo inteligente. Efeitos inibidores também não
cessam de trafegar entre o direito de morte, o de deixar viver e o de
fazer viver.” (Passeti, 2003, p.19).
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“Artes de existência. Deve-se entender, com isso, práticas refletidas e voluntárias através das quais os homens não somente se fixam
regras de conduta , como também procuram se transformar, modificar-se em seu singular e fazer de sua vida uma obra que seja portadora de certos valores estéticos e responda a certos critérios de estilo”
(Foucault, 2001, p. 15).
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“Imaginário social: sentidos organizadores(mitos) que sustentam
a instituição de normas, valores e linguagem, pelos quais uma sociedade pode ser visualizada como uma totalidade”. (Fernández, 1993, p.
62).
sentados do MST. A imagem de invasor até a imagem
de pedinte, como outra muito sutil, mas não menos perversa, a de ocioso e de improdutivo. O investimento na
produção de um imaginário social que seleciona, padroniza e define nomenclaturas para sustentar práticas impositivas atravessam todos espaços sociais. Romper com
este imaginário através de outras práticas que instiguem
a potência já existente dos grupos a partir da capacidade
criativa em buscar alternativas para a sua vida é sim a
proposta da gestão relacional e, portanto, sua prática de
desconstrução.
É muito comum existir a defesa pela expressão do
saber popular e que para isso é preciso a aproximação
do saber erudito onde este deve garantir esta expressão.
Mas, não são poucas as práticas que atravessam e interferem as vidas dos grupos e na tentativa de contribuir
para que estes mesmos grupos possam gerar suas rendas
e, nesse caso, que os assentamentos tornem-se espaços
de cultivo para comercializar seus produtos, é possível
acabar-se institucionalizando regras de agentes de fora.
Então, é pertinente, neste movimento, movimento da
vida, movimento que contém relações de força, relações
de saber e poder que é movimento de criação de um social que contém um conjunto de práticas e, portanto, um
social criado e não naturalizado. Para tanto, é necessário o cuidado de não falar em nome do grupo, agir em
nome do grupo, decidir em nome grupo, julgar em nome
do grupo, mesmo que seja solicitação deste e, para isso,
é preciso considerar a capacidade imaginante dos grupos. Esta capacidade que inventa e cria coletivamente as
transformações de seus modos de vida desterritorializa
os corpos tornando possível a existência de outras relações políticas, econômicas, étnicas, culturais, gênero,
etc. no cotidiano dos assentamentos10.
b. 4. As conexões do heterogêneo
O que é esse heterogêneo? Vamos considerar aqui
as práticas entre grupos que produzem ações cooperadas e as equipes interdisciplinares. Mas, o que existe de
heterogeneidade? As buscas, os tempos, as histórias, os
movimentos, as forças... Conectar, no sentido dado aqui,
é considerar as diferentes possibilidades criadas no en�����������������������������������������������������������
“O homem objetivo é de fato um espelho: habituado a submeter-se ao que quer ser conhecido, sem outro prazer que o dado pelo
conhecer, ´espelhar`- ele espera que algo venha e se estende com
delicadeza, para que nem mesmo os passos leves e o deslizar dos seres espectrais se percam sobre a sua pele. O que lhe restar ainda de
´pessoa`lhe parece casual, não raro arbitrário, com freqüência perturbador: de tal modo se tornou reflexo e passagem de formas e acontecimentos alheios” (Nietzsce, 2005, p 98).
10��������������������������������������������������������������
“[...] o conhecimento pertence a qualquer forma de vida, não
provém de fora (...). Nessa perspectiva, o conhecimento é compreendido como um processo de auto-organização (...)”. (Gonsalves, 2002,
p. 73).
90 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
contro entre os saberes coletivos, saberes estes oferecidos por homens e mulheres e, aqui não mais adjetivados
como popular e erudito. Saberes estes que são substantivos, cotidianos, percebidos, singularizados existentes
nos mais diferentes acontecimentos11. Este encontro
contribui para que seja possível ser corpo e não somente
idéias. Assim é possível não limitar a aproximação apenas no plano racional, mas no conjunto desterritorializado que ao mesmo tempo possa auto-analisar práticas
coletivas reinventando o lugar da academia bem como a
sua vontade de demarcar seu saber e a sua vontade pela
verdade12.
Esta postura, esta capacidade de encontro onde seja
permitida a mistura, o rizoma13 e não a cansativa tentativa de enraizar saberes não é fácil e, nem está dada,
ou pronta, como uma receita a ser seguida e aplicada na
vida, no mundo, no social14. É preciso aceitar que o encontro com o heterogêneo é que faz com que os acontecimentos no espaço dos assentamentos possam ser acontecimentos que alimentem a aliança com os agentes de
fora transformando uma intervenção técnica para uma
intervenção coletiva onde esta considere as diferentes
realidades existentes.
5. O autoconsumo como resistência
cotidiana
“Primeiro precisamos plantar para comer e depois
para por no mercado” essa frase surgiu em uma conversa com um assentado que expressava a importância da
produção para o autoconsumo nos assentamentos de reforma agrária. A partir da aproximação que vem se costurando junto às famílias assentadas vem se percebendo
que a preocupação em relação à produção do autoconsumo vem se destacando no cotidiano destas famílias
como mecanismo de resistência. Resistência aos mecanismos de controle produzidos pelo sistema capitalístico
presente na sociedade.
Acompanhando o pensamento do autor Félix Guatta11��������������������������������������������������������������������
“O acontecimento, (...), corresponde ao inusitado absoluto, àquilo
que inesperadamente se impõe sobre todas as outras formas e que
transformam toda uma ecologia social e cognitiva”. (Mairesse, 2003,
p. 261).
12�����������������������������������������������������������������
“De que valeria a obstinação do saber se ele assegurasse quanto
possível, o descaminho daquele que conhece? Existem momentos na
vida onde a questão de saber se se pode pensar diferentemente do
que se pensa, e perceber diferentemente do que se vê, é indispensável
para continuar a olhar ou a refletir” (Foucault, 2001, p. 13).
13�������������������������������������������������������������������
“Os bulbos, os tubérculos, são rizomas(...). qualquer ponto de um
rizoma pode ser conectado a qualquer outro(...). (Deleuze e Guattari,
2004, p. 15).
14�������������������������������������������������������������������
“[...] o social não deve ser considerado como um ´objeto natural`
inerente à nossa condição humana, mas um objeto construído e produzido que não cessa de se transformar ao longo do tempo em função
das diferentes práticas que o constituem”. (Silva, 2003, p. 178).
ri entende-se que as formas de opressão utilizadas pelo
capitalismo vão para além do controle de produção de
bens e das relações sociais. Talvez a opressão consista na
própria produção de subjetividade, ou seja, numa máquina que modela, que “forma” conforma os interesses
deste sistema perverso.
O capitalismo... sistema permanente de reterritorialização: as classes capitalistas estão constantemente
tentando “recapturar” os processos de desterritorialização na ordem da produção e das relações sociais.
Ele tenta, com isso, controlar todas as pulsões processuais que trabalham a sociedade. (GUATTARI;
ROLNYK, 2005, p. 323).
Este sistema capitalista transforma o homem em trabalhador e coloca esta máscara a ser carregada no decorrer de seus dias. O sistema muda tudo de lugar, tira o
agricultor do campo e coloca na cidade, monta um quebra cabeça conforme seus interesses e imposições, cada
peça tem o seu lugar, cada um na sua ordem, assim, para
manter seu controle15.
É importante conhecer os mecanismos do sistema
que estamos submetidos para produzi-los ou reproduzilos, ter claro o que desejamos nesta sociedade, se nos impulsionamos a perpetuar e legitimar o sistema atual ou
nos propomos a reinventar a sociedade como espaço da
expressão das multiplicidades rompendo com a ordem
pré-determinada. Esta ordem onde o capital produz os
modos como nos vestimos, como se dá o processo de
aprendizagem, os modos de trabalho, o que consumimos, como nos constituímos como seres neste espaço
como se fossemos “bonecos de marionete”. O capitalismo atua no corpo.
Surge a necessidade de construirmos alianças de resistência, alternativas de ruptura com essa dominação
partindo de uma relação micro acreditando na revolução
molecular, na união de moléculas que se movimentam e
causam impactos por onde passam. Assim, a produção
do autoconsumo se manifesta como resistência cotidiana
dos assentamentos, resistência esta que se configura no
micro, nas relações micropolíticas. Para Baremblitt:
... as grandes mudanças históricas, as macromudanças, são sempre resultado de pequenas micromudanças, e que os grandes poderes em vigor na
sociedade são apenas forças resultantes de pequenas
potências que se chocam e conectam em espaços microscópicos de uma sociedade... o micro é o lugar do
aleatório e do imprevisível... pensa que as pequenas
conexões locais são o lugar do instituinte, e enten15������������������������������������������������������������
Controle não se trata de cuidar do corpo, em massa, grosso
modo, como se fosse uma unidade indissociável mas de trabalhá-lo
detalhadamente, de exercer sobre ele uma coerção sem folga,... realizam a sujeição constante de suas forças. (FOUCAULT, 1998, p. 118).
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 91
dê-lo assim está estritamente relacionado com as
estratégias de invenção nos âmbitos, nos espaços de
atuação. (2002, p. 41).
Desta forma, percebemos que a mudança não depende apenas do desejo individual, da vontade de alguns,
mas da expressão coletiva, a mudança se constitui a partir do desejo coletivo.
Coletivo não é sinônimo de social, refere-se a uma
multiplicidade, a uma rede de processos que opera,
ao mesmo tempo, além do indivíduo, junto do socius, mas também aquém do indivíduo, remontando a afetos... opera num nível distinto das formas
unificadas do sujeito e do objeto. (KASTRUP, 1999,
p. 187).
Assim, entende-se a possibilidade de micro mudanças construídas com os coletivos levando em conta
a importância do envolvimento com estes coletivos de
resistência de acreditar nas suas potencialidades e na sua
criatividade. As lutas sociais são ao mesmo tempo micro
e macro na sociedade.
Desta forma, entende-se que a questão agrária
esta presente no macro e no micro, o autoconsumo faz
parte do cotidiano dos assentamentos, do micro, como
resistência, a questão agrária potencializa a invenção
dos modos de vida no campo. A vida no campo não está
imune ao mercado, o que seria impossível, pois vivemos
em uma sociedade capitalista, mas o movimento prioriza
a cultura do autoconsumo criando resistências a partir
da produção de outras formas de vida.
Assim, é possível discutirmos a produção do autoconsumo como processo16 autogestionário, entendendo
que este acontece cotidianamente, tendo em vista que as
discussões são realizadas coletivamente, ou seja, o autoconsumo, assim como as produções agroecológica dos
alimentos, é tema debatido com o conjunto do assentamento possibilitando a expressão do desejo de todos
que fazem parte deste espaço. A proposta é de considerar
uma produção de alimentos que possibilite no primeiro
momento a vida das famílias, o alimento produzido deve
compor as necessidades alimentares e de bem estar das
famílias, neste caso, a produção é a mais variada possível, a fim, de consumir o mínimo possível do mercado,
apenas àquilo que ainda não é viável produzir no assentamento. O segundo momento apenas ocorre se houver
excedente na produção, se isto ocorrer o produto é comercializado no mercado.
às imposições e regras estabelecidas pelo mercado capitalista onde o meio rural passou a ser apenas um espaço
de lucro do agronegócio e de grandes propriedades que
não produzem alimento diversificado é uma alternativa
de vida no campo criada por aqueles que fazem parte
deste espaço.
... um saber viver, ou um viver saber, um saber
coextensivo à vida. Depende, portanto, de um espaço cosmopolita e sem fronteiras de relações e de
qualidades, de um espaço de metamorfose das relações e de emergência das maneiras de ser, de um
espaço onde se reúnem os processos de subjetivação.
(LÉVY, 1998, p.176).
c. Considerações: a aliança com o tempo
A existência do heterogêneo captura17 o coletivo. E
essa captura contém modos de existir carregados de histórias que na fala, no gesto, no colorido, no dia a dia a
vida se faz e se refaz e, neste movimento de captura, surge sempre o novo como brecha para romper estigmas,
preconceitos, rótulos, imagens.
ii. Fazer aliança com o tempo é considerá-lo e não
oprimi-lo. É perceber que mesmo com toda linearidade
cronológico entre passado, presente e futuro existe “espaços e tempos livres” (Deleuze; Guattari, 2004, p.8), que
resistem aos modelos elaborados. Modelos estes que estão longe, do canto dos pássaros, do sorriso da criança,
da experiência do assentado em plantar sem agrotóxicos
potencializando o cultivo de seus alimentos para garantir
a qualidade de vida de quem mora neste espaço, onde
se prioriza o autoconsumo, a soberania alimentar, a produção da vida no conjunto das práticas coletivas.
Aliar-se18 é não impor regras e ritmos que não sejam
regras e ritmos resultantes da prática de quem mora, de
quem trabalha, de quem existe naquele espaço e naquele
tempo. Essa aliança, que é aliança coletiva, entre equipes
interdisciplinares e assentados, admitirá que a produção
de demandas sempre acontece em função de uma oferta
prévia e por isso é possível romper com as ofertas que
sustentem a necessidade de uma dependência dos assentados ao mercado que exporta produtos nacionais e
importa produtos de alto custo, que cria a necessidade
de produção transgênica, que supervaloriza as tecnolo-
Essa proposta de produção que resiste cotidianamente
17������������������������������������������������������������������
“Encontrar é achar, é capturar, é roubar, mas não há método para
achar, nada além de uma longa preparação. Roubar é o contrário de
plagiar, de copiar, de imitar ou de fazer como”. (Deleuze, Parnet, 1998,
p.15).
16��������������������������������������������������������������
Processo: seqüência contínua de fatos ou de operações que podem levar a outras seqüências de fatos e de operações. O processo
implica a idéia de ruptura permanente dos equilíbrios estabelecidos.
(GUATTARI; ROLNIK, 2005, p.387).
18����������������������������������������������������������������
Alianças que se configuram na atualidade é praticar a história
do presente. História difícil, pois depende da captação de linhas, movimentos, fluxos, devires, forças e tendências, e não do apoio em estratos, teorias, sistemas que foram sedimentados ao longo do tempo.
(KASTRUP, 2000, p. 18).
92 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
gias agrícolas que oferecem agrotóxicos para degradar
o ecossistema, que torna a terra, o campo, um produto
negociável.
A gestão relacional foi uma demanda produzida pelo
programa INTECOOP, mas afirma-se nos encontros
que acontecem a partir de reuniões de planejamento e
avaliação das atividades, dias de campo para conhecer
outras técnicas agrícolas que se preocupam em preservar o ecossistema, estágios de vivência para conhecer
um outro habitar na terra que é o cotidiano das famílias
assentadas, oficinas temáticas para considerar os sabe-
res coletivos. As demandas de origem assistencialistas
que surgem como práticas profissionais são reinventadas no momento que é considerado o caminhar coletivo. A realidade linear19, reta é rompida para as diferentes
realidades e, por serem diferentes, também são diversas
possuindo uma alta capacidade de transformação e, essa
capacidade, rompe com o desejo conservador que tenta marcar o social como campo assistencial elevando-o
para um campo de multiplicidades de acontecimentos e,
assim, reafirmando um outro desejo que é “de libertar a
vida lá onde ela é prisioneira, ou de tentar fazê-lo num
combate incerto” (Deleuze e Guattari, 1992, p. 222).
19������������������������������������������������������������
“Vejo o tempo como uma dobra, e não como uma linha estendida, esticada, marcada por pontos aqui e lá”. (Tessler, 2003, p. 192).
Referências
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Cartografias e Devires- a construção do presente. Porto
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II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 93
Economía solidaria y Nuevos Movimientos Sociales:
tensiones, potencialidades y desafíos
Kelly Pereyra
[email protected]
•Introducción.
El presente trabajo tiene por objeto reseñar y problematizar respecto de las tensiones internas de la economía
solidaria en el marco de la emergencia de organizaciones
sociales que reconstruyen un complejo entramado social
más allá de sus formas de lucha y protesta social.
En la primera parte se reflexionará acerca de los principales debates en torno al campo de la Economía solidaria y la autogestión y las actuales redefiniciones planteadas a partir de los actuales contextos socio-históricos.
Luego se va a analizar como las nuevas organizaciones emergentes replantean una vieja polémica dentro del
campo de la economía solidaria: existe un juego dialéctico entre la lucha por construir prácticas horizontales,
de socialización de la información, de construcción de
autonomía, de distribución igualitaria y las prácticas hegemónicas internalizadas que están en pugna por reestablecer los mecanismos verticalistas en la toma de decisiones y en la forma de organización interna.
•Antecedentes y algunos debates
en torno al concepto de Economía
solidaria
En primer término intentaremos hacer una aproximación a lo que se denomina campo de la economía
solidaria o economía social. Estas reflexiones son trascendentes a la hora de analizar la irrupción de aquellos
procesos sociales y productivos profundizados a causa
del “diluvio” neoliberal de las últimas décadas y de las
Integrante del Equipo UBACyT F-701 Programa Interdisciplinario
de transferencia científico tecnológico con empresas recuperadas por
sus trabajadores; Coordinadora Pedagógica del Centro de Estudios y
Formación en Gestión de Empresas de la Economía Solidaria;
miembro del equipo UBACyT Aportes al campo de la Sociología de la Educación critica en Argentina hoy: dimensiones de
la experiencia social y la experiencia escolar de adolescentes
y jóvenes y dimensiones del vinculo emergente entre la universidad y la sociedad; Docente responsable de la Cátedra
Abierta Universidad, territorialidad y economía solidaria de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
profundas transformaciones que han ocurrido en el
mundo del trabajo hoy.
Muchas de estas experiencias ponen en cuestión a
la economía de mercado y muestran la emergencia de
una economía más humana, en función del bienestar
común. Es por eso que muchos la visualizan como alternativa para pensar la economía del país, entendiendo
que es el trabajo el que estructura la cotidianeidad de las
personas. O sea una economía que vuelva los ojos hacia
quienes efectivamente producen y que genere trabajo y
dignidad.
Sin embargo no podemos dejar de decir que la economía social se ve obstaculizada en un contexto donde las
políticas públicas le sean desfavorables.
Comencemos a precisar el concepto de economía
social, el cual es bastante abarcativo y comprende todas
aquellas formas asociativas. Las cooperativas y las mutuales comparten en muchos aspectos una misma historia. Alrededor de los años ’70 se comenzó a visualizar
que tanto las cooperativas , las mutuales como las asociaciones poseían características comunes. Con posterioridad se vio que las fundaciones también compartían
características comunes.
En los últimos años, en general, la asociatividad
emerge como una estrategia ante la amenaza o la debilidad para seguir incluidos. Este tipo de experiencias van
creando una determinada conciencia del valor de la asociación. Sin embargo no hay que dejar de constatar que
conceptualmente es más laxo que el de cooperativa y
comprende: asociados para adquirir insumos, asociados
para la venta (negociación conjunta), asociados para la
adquisición de maquinarias, asociación para la fusión de
explotaciones, unión para la asistencia técnica, ETC.
Indudablemente el tema de la Economía Solidaria
ha revelado un renovado interés a partir de las múltiples estrategias productivas surgidas como consecuencia
del desastre neoliberal. En primer término se intentará
plantear las principales perspectivas históricas para luego limitar o determinar algunos de sus rasgos esenciales.
94 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
Comúnmente se suele escuchar el uso indistinto de los
conceptos economía social, economía solidaria o campo
productivo solidario. Sin embargo los diferentes matices
ideológicos están planteadas desde el origen mismo del
concepto.
Otra de las corrientes de la Economía Social lo constituyó el cristianismo social. Uno de sus principales autores fue Fréderic Le Play quién promovía las cooperativas
desde una visión reformista promoviendo el patrocinio
de los de los industriales.
Historicamente las diferentes perspectivas en torno
al concepto de Economía social se construyeron a la luz
de las grandes corrientes político-ideológicas presentes
en el siglo XIX. Es sabido que si rastreamos su origen,
encontramos las bases teóricas que le dan surgimiento
en las ideas de los utopistas del siglo XIX: Robert Owen,
Henri de Saint-Simon, Charles Fourier, Pierre-Joseph
Proudhon, Philippe Buchez quienes imaginaban una sociedad futura en base a relaciones de cooperación y para
ello proponían formar cooperativas y colonias.
Charles Gide va a constituir otra línea de análisis de
la Economía Social al sostener que a partir del desarrollo
de la economía social, el capitalismo se iba a abolir sin tener que sacrificar a la propiedad privada ni las libertades
individuales. Su énfasis estaba puesto en la cooperación
en el consumo.
Esta corriente de ideas conformó el nacimiento de la
tradición socialista. que fue retomada y desarrollada más
tarde por Constantin Pecqueur (1842) y François Vidal
(1846), promoviendo el asociacionismo vinculado a la
intervención del Estado. Esta línea tuvo gran influencia
en el movimiento obrero en crecimiento, principalmente, durante último cuarto del siglo XIX.
Con Carlos Marx, - mediados del siglo XIX - esta
perspectiva socialista cobró otro giro a partir de los
aportes. Este autor relativiza el potencial de cambio social del cooperativismo, pero una referencia con respecto
a la posibilidad de crear condiciones de vida que rompan
con la lógica dominante promoviendo la participación y
la creación de vínculos, a partir de la afirmación de identidad y la autonomía de los sujetos a partir de la creación
de formas de vida y producción que escapan o están al
margen del sistema de la producción capitalista ya está
mencionada en una Circular a las clases trabajadoras
(1864) en la cual resalta dos victorias de la lucha del movimiento obrero: la reducción de la jornada laboral a diez
horas y el cooperativismo. Luego de la Comuna de París
(1871), Marx va a considerar al movimiento cooperativo
como fundamental luego de la revolución social, mientras que en la sociedad capitalista este movimiento es
una herramienta de cambio siempre y cuando se enmarque en la lucha de la clase trabajadora.
En otra perpectiva, autores como Charles Dunoyer
(1830) y Frèderic Passy tiempo después, promovían la
autoayuda pero defendiendo principalmente la libertad
económica. De este modo se constituye la tendencia liberal. Posteriormente y en esta misma perspectiva León
Walras va a diferenciar entre la Economía Política como
la ciencia de la utilidad y a la Economía Social como de
“justicia social” (1896) sosteniendo que no hay contradicción entre ambos campos pues sus fines son diferentes.
Franz Mehring, Carlos Marx y los primeros tiempos de la Internacional, Barcelona, Grijalbo, 1987, p.23.
Vemos entonces como esta concepción que surge en
el siglo XIX plantea desde el inicio las diversas vertientes teóricas que la van a inspirar. La expansión del cooperativismo durante el siglo XX fue acompañado de un
alejamiento de las ideas de transformación (utopistas) o
de herramienta para el cambio (Marx) que fueron típicas
en el siglo anterior y alejándose cada vez más de colocar
al hombre en el centro del sistema económico. Esta idea
central de colocar al ser humano en el centro de los procesos económicos es esencial para pensar la posibilidad
de cambio de los procesos autogestivos idea recuperada
por Peter Knight quién sostiene que el objetivo que más
sintetiza el concepto de autogestión es el de “colocar al
hombre y no al capital en el centro del sistema económico: en una economía autogestionaria el trabajo alquila
capital pero no viceversa “
En la actualidad José Luis Coraggio, uno de los principales teóricos sobre el tema en la Argentina, nos dice con
respecto a la economía social que “abarca organizaciones
económicas sin fines de lucro, que se distinguen por los
valores de solidaridad encarnados en las relaciones cooperativas, mutualistas o asociativas entre sus miembros”
y, continuando con esta línea de pensamiento, dice que
su objetivo “es económico pero no lucrativo”.
Este mismo autor entiende la “Economía Social no
necesariamente anticapitalista pero si no-capitalista”.
De este modo entiende que “Economía Social no puede
ser para los pobres, sino que debe ser una propuesta para
todos los ciudadanos que además se asegura de lograr la
inclusión de los pobres, de los excluidos”. Por lo tanto no
propone un cambio radical más bien una modificación
a las reglas de juego existente. Sostiene que “Las organizaciones de la economía social pueden ser denominadas
“empresas”, pero no son empresas capitalistas “con rostro
social, o humano”. Su lógica es otra: contribuir a asegurar la reproducción con calidad creciente de la vida de sus
Knight Peter T. Perú ¿Hacia la autogestión? Editorial Proyección.
Buenos Aires. 1974.
Id.cit.
Coraggio José Luis, La Economía Social como alternativa estructural. Mayo de 2002. Artículo central. Debate Nº 4. Artículo en la
web.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 95
miembros y sus comunidades de pertenencia o, por extensión, de toda la humanidad. Su gobierno interno se basa
en la deliberación entre miembros que tienen cada uno
un voto, pero admite la división del trabajo, sistemas de
representación y control de las responsabilidades. No están exentas de desarrollar prácticas que conspiran contra
los valores trascendentes o los objetivos prácticos declarados, pero desde el inicio se autodefinen como “sin fines
de lucro”, lo que no las vuelve anticapitalistas, pero si nocapitalistas” Podría decirse que desde esta perspectiva se
concibe a la economía social no como una alternativa al
sistema capitalista pero si a la pobreza. Y dice más adelante en el mismo artículo: “La lógica de la Economía
Social no es anti-Estado. Por el contrario, aunque admite
la necesidad de cobrar autonomía desde la misma base
económica de la sociedad, a la vez se propone incidir crecientemente en la encarnación de sus valores en el seno
de la administración pública y del sistema político.”
Todas estas perspectivas enfrentadas a ciertas experiencias productivas llevadas adelante por algunos movimientos sociales o algunas organizaciones sociales emergentes reavivan una vieja polémica aunque es indudable
que las formas productivas solidarias potencialmente
implican una ruptura con el orden imperante ya que la
lógica que propone rompe con:

La naturalización de las leyes de dominación. Naturalización presentada como única, lógica y necesaria forma de producción capitalista y no como
una construcción histórica.

El empleo como elemento de acceso a un salario.
Aquí se rescata la significación de trabajo diferente de empleo, que permite ir construyendo el encuentro con el otro, con los otros, recomponiendo
vínculos, encontrando consensos.

Debilita el núcleo central del capitalismo, ya que
las empresas, ya sean nacionales o multinacionales están organizadas en base a la acumulación de
plusvalía nacional o internacional. Aquí el beneficio es para el colectivo.

A partir de la creación de formas de vida y producción trabaja a favor de la afirmación de identidad y de la autonomía de los sujetos.
•Movimientos sociales y trabajo
solidario en la Argentina
contemporánea.
Ahora bien, la evolución de las relaciones del trabajo ha dado pie a una evolución en las formas del pensamiento económico y sociológico, abriendo espacios para
nuevos debates y planteando la necesidad de replanteos
en torno al problema de potencialidad de ruptura cultural que contienen las experiencias productivas solidarias
a partir de ciertas relaciones de trabajo, el lugar de la autonomía y el conocimiento.
En la década del 70, en Argentina, durante la dictadura militar, con la gestión económica de Martínez de Hoz,
se iniciaron ciertas transformaciones que dieron lugar a
una nueva forma de acumulación: el modelo aperturista (Torrado Susana, Pág. 62). Las consecuencias de este
proceso fue la globalización de la economía, el auge de
las políticas neoliberales inspiradas en el Consenso de
Washington, el avance del conocimiento científico-técnológico, el reordenamiento del mundo del trabajo, el
desempleo creciente (Castel R., 1999; Castell M., Borón,
Atilio,1999 y Julio Gambina, 2003). La década de los 90
cristalizó esta tendencia aperturista de la mano de políticas neoliberales y neoconsevadoras que agigantaron
las brechas de desigualdad dando lugar a la aparición
de nuevas formas de pobreza que visibiliza una “nueva
cuestión social” (Rosanvallon P., pág. 7). Este nuevo reordenamiento ha transformado “las raíces, la composición y las consecuencias de la pobreza urbana“ (Wacquant Loic, pág. 168).
Sin embargo el poder hegemónico no es monolítico
sino que presenta brechas. Y muchos sujetos sociales que
actúan en sus territorios pretenden no seguir la lógica del
capital, la de la ganancia sino que intentan construir en el
día a día una cotidianeidad que rompa con las prácticas
de dominación10 Si bien, buena parte de estos sectores
han sido excluidos no solo en lo social, lo educativo formal, sino también del sistema productivo que en muchos
casos o han recuperado sus fuentes de trabajo (empresas
y fábricas recuperadas) o han generado su propio trabajo (organizaciones sociales emergentes y nuevos movimientos sociales), lo cual representa una alternativa de
Torrado Susana. Estructura social de la Argentina: 1945-1983.
Ediciones de la Flor. Buenos Aires 2002. La autora plantea que el modelo aperturista se inició en el año 1976 con la Dictadura militar que
tuvo como objetivo el disciplinamiento político, económico y social
y para ello era necesario realizar un cambio drástico de la antigua
estructura de relaciones económicas, sociales y políticas.
Rosanvallon, Pierre. La nueva cuestión social. Ediciones Manantial Buenos Aires. 1995.
Wacquant Loïc. Parias urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio. Manantial. Buenos Aires.
Ob. cit.
10 Se denomina prácticas de dominación a aquellas prácticas que
reproducen las relaciones sociales capitalistas.
96 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
promoción de una nueva forma de gestión del trabajo.
Sin duda recuperar el trabajo no solo se trata de sobrevivencia sino que también se trata de dignidad. Dignidad que tiene como punto de partida por ejemplo, en las
organizaciones piqueteras, con la autodenominación de
desempleados, o sea, trabajadores sin empleo, y no como
excluídos, este auto-reconocimiento inicial es toda una
definición.
Cuando intentamos realizar un análisis micro de los
procesos productivos solidarios no podemos dejar de
considerar como las reconfiguraciones en el campo productivo y la lucha por la inclusión social, redefinen los
modos de vida de los sujetos sociales traducidos en las
prácticas cotidianas, estrategias de supervivencia, estrategias productivas, etc. y también modifican sus componentes subjetivos e identitarios. (Salles, Vania 1998).
A fin de reconocer el papel de la subjetividad en la
interacción social, los aportes de autores como Raymond
Williams (1981) y Paul Willis (1978) surgen como absolutamente relevantes. Estos autores desde una línea de
pensamiento marxista culturalista intentan reconocer en
los procesos cotidianos la constitución de la clase trabajadora, o sea que el aporte central gira en mirar la categoría
de cultura como el resultado de la interacción social, de
lo que resulta una cierta autonomía de la constitución de
estos procesos con respecto a la estructura. Porque para
llegar a desentrañar las nuevas subjetividades que se están construyendo en el seno de las organizaciones sociales emergentes es necesario, por un lado poder dar cuenta
de lo nuevo, de ese indicador como algo diferente, y por
otro analizar la constitución de ciertos procesos que surgen a partir de la necesidad, del hambre, del no-empleo
y que empiezan a construirse a partir de una lucha que
articula el territorio, lo grupal, lo familiar, lo individual,
la historia con lo productivo alrededor de un proyecto
colectivo. Esto genera una redefinición de sus vínculos
intersubjetivos con la familia, con los vecinos del barrio,
con la modalidad de agruparse, la relación con otras organizaciones. En estos espacios las identidades se van
construyendo articuladas a valores como solidaridad,
cooperación, lucha. Lo político lo educativo, lo productivo, lo cultural constituyen un entramado complejo en
donde se inserta la lucha por la construcción de espacios
más democráticos, más horizontales. Esta construcción
pasa por lo colectivo pero también por lo individual. El
acento de la acción está puesto en la construcción cotidiana, priorizando la horizontalidad y el valor formativo
de las distintas experiencias, la asamblea, el trabajo y la
lucha. El movimiento de esta forma se constituye en un
espacio pedagógico amplio que permite el encuentro con
el otro, un proceso de aprendizaje colectivo, autogestivo,
el reconocimiento del otro, el vínculo intersubjetivo.
Este aspecto es contemplado en el Movimiento Sin
Tierra de Brasil a partir de la práctica en el proceso de
producción, está construyendo una propuesta de un
nuevo cooperativismo en Brasil. “El SCA (Sistema Cooperativo de los Asentados) nacido para especializarse en la organización de la producción. Hoy aglutina y
organiza a los asentados, los representa políticamente,
los moviliza, presta servicios, desarrolla la capacitación
técnica y contribuye con la organicidad del MST.”11 Esta
propuesta se plantea diversos objetivos orgánicos vinculados a la organización de los asentados; económico, con
vistas a resolver los problemas de todas las familias del
asentamiento y objetivos sociopolíticos, en lo productivo
se vincula con un proyecto estratégico de cambio social.
Los nuevos movimientos sociales plantean una experiencia que va más allá de las convencionalmente conocidas. Atendiendo estas realidades es que podemos
aproximar una definición al campo productivo solidario,
como aquellas organizaciones productivas que implican
una cierta estructura en base a valores de carácter solidario que lejos de responder a una mera lógica económica
se proponen resolver necesidades colectivas de índole no
solo económico, sino político, social, educativo y cultural. Sus fines van más allá de la producción de bienes y
servicios produciéndose modificaciones en sus prácticas
en base a formaciones culturales que hacen a la construcción de autonomía.
- “Nos identificamos como movimiento horizontal,
donde todos tenemos el mismo peso en la asamblea porque la que decide es la asamblea. Si, reconocemos que
hay referentes, referentes políticos, pero que los referentes políticos están atados permanentemente al mandato
de la asamblea. Ningún referente o delegado puede tomar una decisión por sí sólo sin antes consultar con las
asambleas.”
Si bien estas organizaciones no desconocen al mercado su forma de regulación interna los define particularmente. Lo interesante con estas organizaciones es su
posibilidad de cambiar el sentido hegemónico de reproducción capitalista en las múltiples interrelaciones que
poseen con el Estado y el mercado. El primer carácter
novedoso de estas experiencias es que en las prácticas cotidianas lo político lo social, lo cultural y lo económico se
encuentran integradas.
Las concepción del poder, la lucha por construir autonomía y horizontalidad, en los espacios del trabajo,
territorialidad, implican modos de organización alternativa que van construyendo nuevos lazos intersubjetivos
que significan rupturas con experiencias sociales anteriores, poniéndolas en discusión en su dimensión teórica
y también práctica.
11 Cuaderno de cooperación agrícola nº 5: Sistema Cooperativista
de los Asentados. Publicación de la Confederación de las cooperativas
de la Reforma Agraria del Brasil – CONCRAB. Junio de 1998.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 97
Estos nuevas reconfiguraciones replantean una vieja polémica dentro del campo de la economía solidaria:
existe un juego dialéctico entre la lucha por construir
prácticas horizontales, de socialización de la información, de construcción de autonomía, de distribución
igualitaria y las prácticas hegemónicas internalizadas
que están en pugna por reestablecer los mecanismos verticalistas en la toma de decisiones y en la forma de organización interna.
-“ Y en cuanto al trabajo, nos definimos como trabajadores autónomos. ¿Qué implica esto? Que no simplemente queremos ser autónomos porque no dependemos
de ningún partido político, ni de la iglesia, ni del estado,
ni de nada. Sino que nosotros planteamos la autonomía
como algo estratégico, que va más allá de la independencia política de uno u otro estamento de esta sociedad.
Sino que nosotros pretendemos plantear la autonomía
laboral desde el punto de vista que nosotros queremos
decidir para qué producimos, con quién producimos,
qué hacemos con el excedente, cuánto queremos producir.”12
¿Cuáles son las principales usinas generadoras de las
ideas y valores que contribuyen a conformar esta esfera
de la vida socioproductiva solidaria de los sujetos que
llevan adelante procesos autogestionarios en algunos de
los nuevos movimientos sociales?
Un aporte interesante respecto a la potencialidad de
la cooperación en el trabajo ya es planteada por Carlos
Marx en el siglo XIX: “La forma del trabajo de muchos
que, en el mismo lugar y en equipo, trabajan planificadamente en el mismo proceso de producción o en procesos de producción distintos pero conexos, se denomina
cooperación....” y dice más adelante, “Prescindiendo de
la nueva potencia de fuerzas que surge de la fusión de
muchas fuerzas en una fuerza colectiva, el mero contacto
social genera, en la mayor parte de los trabajos productivos, una emulación y una peculiar activación de los espíritus vitales (…)”, (El Capital” Tomo , cap. XI, página
395). Si bien Marx se estaba refiriendo a la capacidad individual de rendimiento al hablar de “activación de los
espíritus vitales” nos deja margen para pensar en como la
cooperación impacta en la subjetividad de los trabajadores. Lo que se hace y cómo se hace es fundamental para el
proceso de construcción de estos procesos productivos.
Un lugar de permanente tensión se plantea en ¿como
se integra el trabajo autogestionado con el mercado capitalista y como no entrar en el trabajo alienado? Si bien
tanto el mercado como alienación son temas conflictivos de ningún modo inhabilitan estas formas del trabajo
solidario sino más bien configuran su desafío y abren a
nuevas necesidades. Una de ellas es la formación como
12 Expresiones de un integrante del MTD de Solano.
forma de apuntalamiento de las prácticas productivas
que se están realizando.
En el caso de la Empresas Recuperadas, en tanto espacio de lucha social y política que eligió la toma de las
empresas como forma de presión directa al gobierno en
el proceso de volver a producir cooperativamente vemos
que la consolidación de la experiencia y de la asunción de
los valores cooperativos dependen de la transformación
de las prácticas sociales en el devenir de la lucha. O sea
que se puede observar que las trayectorias socioproductivas y sociopolíticas de los sujetos sociales, previas a los
procesos de recuperación son reeditadas de una manera
colectiva, en aquellos procesos que significaron lucha por
la recuperación de la fuerza de trabajo y territorializaron
sus acciones colectivas. En otros casos si bien asumieron
la forma cooperativa la forma de funcionamiento interno refleja relaciones de dominación y extrañamiento de
los trabajadores respecto de su trabajo.
•Conclusiones.
No hay duda que los nuevos movimientos sociales
nos muestran una propuesta surgida de la relación con
el otro a fin de construir algo diferente, donde lo productivo no es ajeno a las otras esferas de la vida, y que los
valores que enmarcan la construcción colectiva, se construyen también en el espacio productivo.
-“ Una de las cosas que tratamos permanentemente es
de, primero consolidar el grupo humano, para después
avanzar por la formación del taller. Porque si los compañeros se ponen a producir cuero y no saben para qué
producen, con quiénes producen, qué se va a hacer con
el excedente, nada sirve. Vamos a tener una cooperativa capitalista más del sistema. Si nosotros queremos un
proyecto autónomo en el cual la producción esté ligada
estrechamente a la construcción política del movimiento
y a la construcción política de una nueva sociedad, tiene
que haber un debate profundo con los compañeros y que
los compañeros que se comprometan sepan dónde están
produciendo y para qué están produciendo. ”13
Para esto es necesario luchar contra prácticas y valores de dominación que nos atraviesan y que hemos internalizado durante nuestra vida. Este proceso requiere
repensarse, repensarnos, problematizar viejas certezas
para construir, “un mundo donde puedan entrar todos
los mundos”.
La emergencia de estos nuevos escenarios de lucha,
resistencia e intentos de producir con una lógica diferen13 Expresión de sujeto social del Movimiento de Trabajadores Desocupados de Solano.
98 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
te plantea, cada vez con más fuerza en algunos sectores
académicos, la preocupación de cómo aportar a lo que
está pasando en el conjunto de la sociedad, cómo vincular la Universidad al conjunto del campo de lo social.
Mientras los trabajadores recuperan su fuente de trabajo, los nuevos movimientos sociales recuperan dignidad y nos afirman “que las utopías están vivas”, el lugar
de la universidad pública no puede quedar solo en una
declamación de solidaridad o como ocurre muchas veces
en movilizarse. Más bien es hora de construir también
un cambio desde nosotros mismos y de la forma de vincularnos con lo social.
• Bibliografía
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II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 99
ANEXO I
II JORNADAS UNIVERSITARIAS DE COOPERATIVISMO,
ASOCIATIVISMO Y ECONOMIA SOCIAL
CARTA DE MONTEVIDEO
Nosotros, participantes de la II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos, reunidos en Montevideo, Uruguay, los días 10 y 11 de Noviembre de 2005, después de promover conjuntamente intensos debates y discutir diferentes abordajes, pluralista y democráticamente, sobre los temas que nos congregan, integrando 7 Universidades de tres países, Uruguay, Argentina y Brasil, manifestamos lo siguiente:
Nos, participantes da 2ª Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economia Solidaria e Processos Asociativos,
reunidos em Montevideo URUGUAY, nos dias 10 e 11 de novembro de 2005, depois de promovermos conjuntamente
intensos debates e discutirmos diferentes abordagens, pluralista e democraticamente, sobre os temas que nos congregam,
integrando 7 Universidades, três paises, Uruguai, Argentina e Brasil, manifestamos o seguinte:
1. No podemos ignorar el contexto internacional en el cual estamos inmersos y que está atravesando
nuestro análisis y trabajo como universitarios. En este sentido vemos con preocupación la escalada
de violencia que desde los países centrales se promueve como ejercicio de su poder económico y
militar. América Latina se encuentra acorralada por los Estados Unidos para concretar la creación
del ALCA como imposición de un modelo de relación económica entre los países.
1. Não podemos ignorar o contexto internacional no qual estamos inseridos e que está atravessando
nossa análise e trabalho como universitários. Neste sentido, notamos, com preocupação, a escalada
de violência que os países centrais promovem como exercício de seu poder econômico e militar. A
América Latina está encurralada pelos Estados Unidos para concretizar a criação do ALCA como
imposição de um modelo de relação econômica entre os países.
2. Reiteramos nuestra opción política y filosófica por la cooperación como principio organizacional,
como concepción fundante de la práctica social, de la producción de la vida material y disposición
estructural de la ética y la dinámica de vivencias culturales solidarias y fraternas. Para nosotros
la cooperación es un principio activo de organización de la vida económica e institucional de los
grupos humanos. Como tal, exige la disposición para el trabajo colectivo, la vida comunitaria, la
distribución más equitativa de los bienes y productos sociales, la convivencia fraterna y el cultivo
democrático de las diferencias y singularidades, en la dirección de horizontes en común.
2. Reiteramos nossa opção, política e filosófica, pela cooperação como principio organizacional, como
concepção fundante da própria prática social, da produção da vida material e disposiçao estrutural
da ética e da dinâmica de vivencias culturais solidárias e fraternas. A cooperação é, de nosso ponto
de vista, um principio ativo de organização da vida economica e institucional dos grupos humanos.
Como tal, exige a disposição para o trabalho coletivo, a vida comunitária, a distribuição mais eqüitativa dos bens e produtos sociais, a convivência fraterna e o cultivo democrático das diferenças e
singularidades, na direção de horizontes comuns.
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 101
3. Convocamos al conjunto del movimiento cooperativo de la región a continuar reforzando la naturaleza solidaria y emancipadora de las experiencias asociativas, que fueran inspiradas en los
pioneros de Rochdale, que aúnan valores de solidaridad y ayuda mutua, para la satisfacción más
plena de las necesidades de sus miembros y la comunidad.
3. Convocamos ao conjunto do movimento cooperativo da região a prosseguir reforçando a natureza
solidária e emancipadora das experiências associativas, que souberam inspirar os pioneiros de Rochdale, que agreguem valores de solidariedade e ajuda mútua, para a satisfação mais plena das necessidades de seus membros e da comunidade.
4. El neoliberalismo produjo en las últimas décadas un conjunto de ajustes estructurales, macroeconómicos y políticos, dejando una herencia de exclusión social, aumento de la miseria, marginalización de multitudes, intensificación de la violencia urbana y degradación ética, a partir de la
cínica filosofía de la maximización del lucro como base de la producción de riquezas.
4. O neoliberalismo produziu, nas ultimas décadas, um conjunto de ajustes estruturais, macroeconômicos e políticos, deixando uma herança de exclusão social, de aumento da miséria, marginalização de multidões, intensificação da violência urbana e degradação ética, a partir da cínica
filosofia da maximização do lucro como base da produção de riquezas.
5. Reafirmamos nuestra opción por una verdadera integración regional a través de un MERCOSUR
solidario, que haga hincapié en las diversas manifestaciones de la integración, y que promueva
antes que un comercio libre, un comercio verdaderamente justo entre las diferentes partes.
5. Reafirmamos nossa opção por uma verdadeira integração regional através de um MERCOSUL solidário, que promova as diversas manifestações da integração, e que promova, mais do que um comércio livre, um comércio verdadeiramente justo entre as diferentes partes.
6. Por último, como Universitarios convocamos y nos comprometemos a crear espacios de debate y
de exposición de proyectos, a generar conocimientos y prácticas sociales e institucionales emancipadoras, participativas, solidarias y socialmente transformadoras, que contribuyan a un verdadero
desarrollo humano integral.
6. Enfim, como Universitários convocamos e comprometemonos a criar espaços de debate de debate e
de exposição de projetos, a gerar conhecimentos e praticas sociais e institucionais emancipatorias,
participativas, solidárias e socialmente transformadoras, que contribuam a um verdadeiro desenvolvimento humano integral.
102 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
ANEXO II - Equipo organizador e Integración de las
mesas de la Jornada
Equipo organizador:
Fernando de Torres (Coordinador) (UEC), Diego Barrios (UEC), Diego Castro (UEC), Silvia Caula
(Fac de Derecho), Mario Costa (Fac. de Agronomía), Laura González (UEC y Fac. de Ciencias
Sociales), Pablo Guerra (Fac de Derecho), Luis Leopold (Fac. de Psicología), Cecilia Matonte (UEC),
Joaquín Marqués (UEC y Fac. de Psicología), Juan Pablo Martí (UEC y Fac. de Ciencias Sociales),
Daniela Sapriza (Fac. de Veterinaria) y Felipe Stevenazzi (UEC).
Integración de las mesas
MESA 1: Reflexiones y experiencias desde la producción y el trabajo. (I)
Ponencias:
1. Cooperativas de trabajo en el cono sur. Matrices de surgimiento y modelos de gestión:
Juan P. Martí, Cecilia Soria, Milton Torrelli y Milton Silveira. UEC- UDELAR. / Mónica Rodríguez
y Karin Baeza de la Universidad de Chile / Alfredo Camilletti, Javier Guidini y Andrea Herrera de
la Univ. Nacional de La Plata, Argentina.
2. Estrategias de defensa de los puestos de trabajo. Caso de la cooperativa de Molinos Santa
Rosa:
María Josefina Plá UEC UdelaR
3. Grupos de Reciclaje:
Jaciara Krolow Bauer. UCPel
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Universidad Católica de Pelotas
Coordina: Prof. Juan Pablo Martí (Unidad de Estudios Cooperativos y Fac. de Ciencias Sociales)
Comentarista: Mag. Gerardo Sarachu (Fac. de Ciencias Sociales)
MESA 1: Reflexiones y experiencias desde la producción y el trabajo. (II)
Ponencias:
1. Empresas recuperadas mediante cooperativas de trabajo. Viabilidad de una alternativa. J.P.
Martí, J. Bertullo, C. Soria, D. Barrios y Milton Silveira UEC – UdelaR / Alfredo Camilletti, Daniel
Tevez, Javier Guidini y Andrea Herrera Univ. Nacional de La Plata.
2. Cooperativas de producción: una mirada a su viabilidad desde los incentivos internos y externos.
Estudio de caso: cooperativa NIBO PLAST. Milton Torrelli UEC UdelaR
3. Dificultades de los emprendimientos colectivos de la ciudad de Artigas. Ricardo Pérez Brindisi
(Fac. de Psicología – Regional Norte)
4. La inclusión por el trabajo a través de la economía solidaria. Marciana M. Beduhn INTECCCOP
UCPelotas
Coordina: Mag. Gerardo Sarachu (FCS)
Comentarista: Prof. Juan Pablo Martí (UEC y FCS)
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 103
MESA 2: Una economía viable en manos de otras empresas.
Ponencias:
1. Las decisiones de empleo y salarios de una cooperativa de trabajadores y una empresa capitalista.
Una revisión teórica.
Gabriel Burdín y Andrés Dean FCCEE UdelaR
2. Normas Contables y el aporte de los asociados de las cooperativas.
Carlos Vitta y Bárbara Fior Univ. Nac. De Rosario
3. Viabilidad económica de emprendimientos de economía solidaria: estudio de caso de
Coopermandi.
María M. Bal UFPR.
4. Sobre la importancia de la metodología de elaboración de proyectos de viabilidad económica
para emprendimientos de economía solidaria.
Emerson Leonardo Schmidt UFPR
Coordina: Br. Diego Barrios (UEC)
Comentarista: A. S. Jorge Bertullo (UEC y FCS)
MESA 3: Pedagogía y didáctica en las cooperativas.
Ponencias:
1. Escolarización y autogestión: los límites para el alcance de autonomía y letramento como
posibilitador de este proceso en busca de una efectiva inclusión social.
Fernanda Freire UFPR
2. Educar para la cooperación: marcos históricos y directrices filosóficas.
Cesar Nunes UNICAMP
3. Resignificación de la tarea docente en el marco de los nuevos procesos asociativos y cooperativos
de movimientos sociales y del movimiento de empresas recuperadas.
Mara Fernández e Ignacio Moñino UBA
4. Poder y movimiento en educación cooperativa: Lecturas cruzadas sobre modelos pedagógicos y
modelos epistemológicos.
Joaquín Marqués UEC – UdelaR
5. Metodología y procesos asociativos: el lugar de las capacitaciones y cursos en materia de
cooperativismo.
José E. Silva Unidad de Extensión de Artigas
Coordina: Lic. Felipe Stevenazzi (UEC)
Comentarista: Lic. Antonio Romano (Fac de Humanidades y Ciencias de la Educación)
MESA 4: Incubadoras Tecnológicas de Cooperativas Populares El caso brasilero (I)
Ponencias:
1. Metodo de incubacao como referencial para atendimento a empreendimentos solidários: a
experiencia da Incubadora regional da Cooperativas populares da Universidad Federal de Sao
Carlos.
Ana Lucia Cortegoso
2. Pesquisa Diagnóstico do período de pre- Incubacao: O caso do grupo Dunasvest.
Pierre Moreira dos Santos UCPEL
3. Variaveis que influem no processo de incubacao de empreendimentos solidarios: um exame de
tres experiencias com base no metodo de incubacao da INCOOP/UFSCar
Ana
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Lucia Cortegoso, Ioshiaqui Shimbo, Maria Zanin
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et otros. UFSCar
Coordina: Br. Cecilia Matonte (UEC)
Comentarista: Lic. Kelly Perira (Universidad de Buenos Aires)
104 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos
MESA 4: Incubadoras Tecnológicas de Cooperativas Populares. El caso brasilero (II)
Ponencias:
1. O que sao tecnologías nos empreendimentos da economia Solidaria? O grupo de pesquisa
Tecnológico da INTECOOP/UCPel.
Eduardo Rocha UCPel
2. As relacoes internas da cooperativa e o processo de Democratizacao do empreendimento .: O
caso do empreendimento Dunasvest .
Pierre Moreira dos Santos INTECOOP/UCPel
3. Acao Formativa na selecao de monitores para atuar na incubacao de iniciativas populares
Eliana Weber Rodríguez INTCOOP-UCPel
4. A Comunicacao nos caminos da incubacao- Unrelato de experiencia na Intercoop/Ucpel.
Raquel Neutzling. UCPel
Coordina: Lic. Felipe Stevenazzi (UEC) y Br. Diego Castro (UEC)
Comentarista: Sr. José Piñeyro (CUDECOOP-UTF)
MESA 5: Procesos asociativos en el agro. (I)
Ponencias:
1. Nuevas moradas para la organización y el trabajo. Aproximación al análisis de la experiencia de
los agricultores urbanos del área metropolitana.
PPAOC – CSEAM – Facultad de Ciencias Sociales
Laura González, María Echeverriborda, Agustina Martínez, Clara Márquez, Virginia Soca.
2. Desarrollo de huertas orgánicas familiares y comunitarias. Problemáticas desde una experiencia
de Extensión universitaria.
Sergio Aguirre, Alba Carballo, Jorge Vaz Touren, Martín Acosta, Irene Barros, Leonardo
Martinelli.
3. Cooperativa Agraria UNIR
Programa Cardijn – Gustavo Marisquirena
4. Comuna Tierra: estudio de un proceso asociativo.
PPAOC – CSEAM- VVAA
Coordina: Vet. Humberto Tommasino (Fac de Veterinaria)
Comentarista: Sr. Silvio Marzaroli (Comisión Nacional de Fomento Rural)
MESA 5: Procesos asociativos en el agro. (II)
Ponencias:
1. Experiencia de trabajo de la Fac. de veterinaria y la cooperativa agraria de responsabilidad
limitada de Cañada Grande (CALCAGRA).
Area de Extensión Fac. De Veterinaria UdelaR
2. La acción cooperativa en el medio rural: herramienta para el desarrollo local sustentable. El caso
de la sociedad de Fomento Rural La Casilla (Flores).
Gabriel Isola, Laura González, Walter Oreggioni, Maximiliano Pastorini.
UEC UdelaR
3. Análisis espacial de las expresiones del cooperativismo agrario en el Uruguay.
Gustavo Cánepa Fac. De Ciencias UdelaR
4. Emprendimiento cooperativo de mujeres rurales ”Delicias criollas”.
Guadalupe Paolino y Lucía Pardo (AMRU)
Coordina: Ing. Agr. �������������������������������
Mario Costa (Fac. de Agronomía)
Comentarista: Sr. Silvio Marzaroli (CNFR)
II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos • 105
MESA 6: Mercados alternativos.
Ponencias:
1. La autogestión como resistencia molecular: la comercialización del excedente de producción de
autoconsumo.
Aline Cunha da Fonseca, Cristine Jaques Ribeiro, Francine Heidrich Coimbra. UCPel
2. Globalización y economía solidaria: crédito e inclusión social.
María M. Bal UFPR
3. La situación de los clubes de trueques en Uruguay.
Silvia Caula y Federico Firpo Rel. Laborales Fac. de Derecho UdelaR.
Coordina: Dra. María Josefina Plá (UEC)
Comentarista:
MESA 7: La Economía Solidaria pensada en clave de política pública.
Ponencias:
1. Desarrollo Cooperativo, políticas públicas e integración regional. Estudio de caso en el contexto
del Mercado Común del Sur.
J. Bertullo, D. Barrios, M. Zetaro, J. J. Sarachu UEC UdelaR
2. Construyendo el camino de una democracia de ciudadanos a una economía solidaria.
Matías Ponce Licenciatura de C. de la Com. UdelaR
3. Hacia la construcción de una matriz del Observatorio Mercosur sobre el mundo cooperativo.
Diego Barrios, Milton Torrelli, Diego Castro UEC UdelaR
4. Economía solidaria como política pública.
Reinaldo Tillmann UCPel
Coordina: Ing. Agr. Fernando De Torres (UEC)
Comentarista: Lic. Luis Leopold (Fac. de Psicología)
MESA 8: Procesos colectivos, inclusión y cambio social.
Ponencias:
1. Derecho y autogestión.
Reinaldo Tillmann y otros. UCPel
2. Economía solidaria y nuevos movimientos sociales: tensiones, potencialidades y desafíos.
Kelly Pereyra UBA
3. Participación ciudadana en contextos de alta vulnerabilidad social. Asentamientos irregulares.
Nahir Silva Fac. de CCSS UdelaR
4. La participación guiada. Estudio de caso sobre las organizaciones de la sociedad civil que
administran los centros comunitarios de educación inicial.
Daniel Dóliveira Fac. de CCSS UdelaR
Coordina: Br. Diego Castro (UEC)
Comentarista: Lic. Clara Netto (Fac. de Psicología)
106 • II Jornada Universitaria sobre Cooperativismo, Economía Solidaria y Procesos Asociativos