Comparten vivencias las hermanas de las provincias de Europa en
Transcrição
Comparten vivencias las hermanas de las provincias de Europa en
Comenzamos nuestro compartir con unas palabras de la Comisión de Reorganización: Durante los pasados fines de semana nos hemos reunido un total de 271 hermanas de las seis provincias de Europa en tres encuentros, para ir configurando el modelo organizativo de la nueva provincia. Los días 23-25 de octubre nos encontramos 90 hermanas en Fátima, el 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre 73 de nosotras estuvimos en Tortosa y 108 en Ávila. Han sido tres días intensos de trabajo. A la vez hemos palpado la fraternidad, la disponibilidad, el buen hacer, el compartir, la valoración de las diferencias (cultura, procedencia, lenguas, ideas…) y la aceptación de las mismas como riqueza para la misión. Hemos disfrutado compartiendo tiempos de oración, momentos de distensión, un ambiente agradable, trabajo en grupos… Hemos sentido la cercanía de Nuestra Señora a cuya sombra crece y se desarrolla la Compañía. La Santa y Nuestro Padre han estado muy presente entre nosotras y sentimos que su mensaje es para todas: “Hagan cuenta que son cimiento de las que están por venir”, “Esperad y veréis grandes cosas”, “Organicémonos”, “Todo por Jesús”. Y así nos lo comparten desde los distintos encuentros: ENCUENTRO DE FÁTIMA De 23 a 25 de outubro, em Fátima, na Casa das irmãs Dominicanas, decorreu, com muita alegria, partilha e compromisso um Encontro Interprovincial da Europa, com o objetivo de, juntas, darmos continuidade ao processo de Reorganização da Europa. Este encontro tinha como finalidade refletir e dar o nosso contributo para a definição do Modelo Organizativo da Província da Europa que almejamos erigir. Após uma calorosa receção no átrio da entrada, onde nos saudamos com gozo, expressando a alegria do encontro por nos vermos juntas irmãs de Portugal, Espanha e Itália, iniciamos o encontro com o almoço em convívio fraterno. Às 16 horas reunímo-nos no salão para iniciar o trabalho. A Coodenadora Provincial, Maria Isabel da Rocha Lopes, proferiu umas palavras de abertura, dando-nos as boas-vindas e expressou a sua alegria por nos poder acolher, em Fátima, “Altar do Mundo”, sob o olhar maternal de Maria, que a 13 de maio de 1917, aqui se revelou a três pastorinhos, tornando-os portadores da sua mensagem de oração e penitência pela paz e conversão da humanidade. As quatro irmãs da comissão de Reorganização – Isabel del Valle, Raquel Navarro, Margarita Alcade e Maria Amélia Caldas da Silva Martins – dinamizadoras do encontro, em espírito de multiculturalidade, saudaram as irmãs presentes nas diversas línguas maternas e apresentaram os objetivos e plano de trabalho a realizar, com vista à definição do Modelo Organizativo e denominação da Província da Europa. A primeira sessão abriu com um tempo de oração, invocando a luz e a força do Espírito para dispor o nosso coração a acolher com respeito a partilha de todas; a enfrentar com humildade e fortaleza as dificuldades que surjam; a orientar-nos num processo de convergência que nos conduza a uma visão partilhada da realidade da Europa que nos desafia e reclama respostas ousadas na construção do Reino. Seguiu-se um momento em que fizemos memória do itinerário percorrido no processo de reorganização desde 2012. Focámo-nos, de imediato, na finalidade da reorganização, aludindo ao documento “Uma Boa Notícia para a Europa”, ao Projeto de Missão para a Europa e à Carta da Coordenadora Geral, Asunción Codes, de 2014, lendo alguns excertos da mesma. Com base num conjunto de documentos elaborados pela Comissão de Reorganização, debruçámo-nos sobre a constituição do Modelo Organizativo, no intuito de dar corpo ao Governo Provincial. Refletiu-se sobre os elementos constituintes, perfil e funções, expressando-se um sentir comum, propondo-se que poderá ser constituído por cinco/seis membros: Coordenadora Provincial, Vigária e Delegadas de Missão-educação, de Formação, Enfermarias e outra irmã. No caso de se optar por uma estrutura de zonas geográficas estáveis, serão nomeadas Delegadas de Zona que também integrarão o Governo Provincial, prescindindo-se da última irmã referida. No que concerne à Administradora Provincial, não se viu clara a sua integração no Governo, considerando-se ser preciso continuar o discernimento. Relativamente à estrutura, os grupos de trabalho, na sua maioria, optaram por agrupamentos flexíveis. Contudo, a todos foi pedido apresentar um Modelo Organizativo delineado com zonas geográficas estáveis que nos fez tocar as diferentes realidades e culturas que vão integrar a Província da Europa. Num último momento, procedeu-se à denominação da Província. Uns grupos propunham designá-la “Província de Santa Teresa de Jesus” e outros “Província de Teresa de Jesus”. No tocante à sede, houve também alguma dispersão: um grande número considera que deve ser Madrid e outras Barcelona ou Saragoça. Encerramos o encontro com um tempo de oração e avaliação em que cada uma, numa ou duas palavras, sintetizou a sua experiência destes dias de encontro e, juntas, agradecemos a Deus a sua presença entre nós que se fez caminho e busca conjunta em mesa partilhada. Na verdade, ao longo destes dias, experimentamos a força do espírito a conduzir as nossas reflexões e opções; a dispor-nos para “nascer de novo” pessoal, comunitária e provincialmente, organizando a “nossa casa comum” que juntas estamos a construir, A Província da Europa, onde todas nos reconhecemos e servimos “os interesses de Jesus”, mantendo viva a sua memória, no aqui e agora que nos toca viver, no seio da Igreja e da Humanidade. Sumariamente diremos que refletimos, partilhamos experiências, preocupações, inquietações, tomamos opções e na sua própria língua, falávamos uma língua comum que nos unia no mesmo querer e nos proporcionou uma experiência interprovincial de fraternidade. Hna. Alcinda Oliveira ENCUENTRO DE ÁVILA ¿Qué decir de lo vivido estos días? Creo que la mayoría acudimos a Ávila con esperanza y también con temores y volvimos con la certeza de haber vivido una experiencia del Espíritu. Eso es lo que se respiraba allí: la suavidad del Espíritu, el entusiasmo, la apertura, la disponibilidad que da el Espíritu, la acogida de la llamada a la universalidad para cuidar más y mejor de los intereses de Jesús. Vienen a mi mente y a mi corazón las palabras del Salmo: “Tu Espíritu, que es bueno, me guíe por tierra llana”. Al volver de la reunión a mi comunidad, interiormente lo cantaba en el coche y agradecía el trabajo de Dios en nosotras, allanando el camino, disponiéndonos por dentro, situándonos más en la clave teresiana del “¿qué queréis, Señor de mí?” En Ávila, me atrevo a decir sin miedo que nos sentimos lo que somos: familia, Compañía. Por encima de diferencias, de logros o limitaciones de cada provincia. Se percibía que nos mirábamos con cariño. Se percibía búsqueda y respeto. Pudimos expresarnos y escucharnos. Pudimos alegrarnos por el don de la fraternidad, y sin estar ajenas a las dificultades reales que vivimos, nos atrevimos también a soñar. Me queda, como deseo y compromiso, cuidar la llama avivada en estos días. Ponerla muy cerca de Dios cada mañana para que Él la proteja de posibles inclemencias, de posibles ataques del egoísmo, de posibles miedos paralizantes. Ponerla muy cerca de Dios para que Él la siga avivando y podamos ser de verdad Buena Noticia para este rinconcito de Europa en el que desplegamos nuestro ser Compañía. Recordar lo que repetimos tantas veces: sin Jesús nada podemos hacer, pero con Él todo lo podemos. Por eso, confiamos en su Palabra y nos unimos en su nombre. ¡TODO POR JESÚS! Hna. Mariola Iglesias ENCUENTRO DE TORTOSA “Los que sembraban con lágrimas, recogen entre cantares”. Hace poco más de una década sufrimos la separación de Provincias. De las dos que habían conformado el territorio de España en la Compañía de Santa Teresa durante muchos años, pasábamos a cuatro. Y, necesariamente, la separación produjo alguna que otra ruptura alejando a unas hermanas de otras durante un tiempo. Fueron años difíciles en muchos aspectos. La Compañía se abría a nuevas maneras de ser y hacer y no siempre eran acogidas de la misma manera por todas las Hermanas que la formamos. Algunos encuentros provinciales llegaban a ser fuente de dolor y de fricciones que ahora quedan lejos como memoria histórica de un pasado que acaba resolviéndose en un bien y un motivo de purificación y crecimiento. ¿Por qué recuerdo ahora esto? Por algo muy sencillo que resumiría en esta frase que traduce al salmo 125: nos separamos con dolor y nos unimos con gozo. ¿Cómo se ha producido este milagro, cuando en los primeros anuncios del inicio de este proceso se percibía un temor y una alergia a nuevos cambios? Creo que todas las que hemos asistido al encuentro de Tortosa imagino que lo mismo ha ocurrido en los de Fátima y Ávila- podemos testificar por qué ha sido, recordando el ambiente excepcional de gozo, de fraternidad, de esperanza, de respeto, de sincero discernimiento y de comunión que vivimos durante los dos días y medio que estuvimos juntas. Tres elementos quiero destacar y resumen lo que ha sido de enriquecimiento personal y de gozo compartido: La preparación y organización No en vano cada vez nos va quedando más claro que el trabajo en equipo da unos resultados mucho más ricos y participativos que llevan, a su vez, a un mayor consenso. Detrás del trabajo que hemos realizado en el fin de semana, hay meses de empeño común por parte de las Hermanas encargadas de llevar a cabo el inicio y la síntesis del proceso. Siempre recuerdo lo que San Enrique, con su gran pedagogía, decía de toda enseñanza, y que bien puede aplicarse a cualquier estudio de un asunto: todo conocimiento es un análisis entre dos síntesis. Sin un trabajo preliminar -que sería la síntesis aun vacía de contenido - en donde se presenta una “propuesta”, sin haber sido aún analizada por todos los miembros afectados, el trabajo sería farragoso y creo que no llevaría a ninguna parte. Hay quien piensa que cuando se da una propuesta ya se está dirigiendo el final. Creo que en este proceso, que nos está llevando años, se demuestra lo contrario. Las propuestas han ido y venido del equipo gestor a las comunidades, de las comunidades al equipo gestor y ahora, en unos encuentros de indudable riqueza, se han analizado para llegar a una síntesis final con todo lo que a través de este proceso se llegue a concluir. Empezando por la ambientación, por una parte de la Casa de Espiritualidad, tan acogedora como de costumbre y llena de bellos detalles que hacen más agradable la estancia, y terminando por la disposición de las mesas numeradas para los grupos, los lugares donde se trabajaría, la carpeta con lo necesario, etc. Todo estaba dispuesto al detalle para que los tiempos y los descansos llegaran a un equilibrio y dieran el resultado que deseábamos: pensar, orar, discernir, exponer y consensuar. La sensación que este tipo de organización y de trabajo preliminar daba, a mi entender, es el que nadie podrá decir, al final, que se nos “ha impuesto” algo, sino que entre todas y cada una, desde su lugar y su manera de pensar, ha contribuido a llevar a cabo un proyecto que va mucho más allá de la mera organización territorial o temática, sino a mejorar la calidad de nuestro carisma de extender el reino de Cristo de la mejor manera posible, en las circunstancias actuales y las que Dios vaya mostrando. La organización del trabajo en bloques –presentación, diálogo en grupo y búsqueda de un cierto consenso- tuvo también su culminación en un aspecto lúdico o festivo a la hora de dar nombre y sede a la nueva “criatura”. Lo resalto como elemento clave de una buena organización y preparación, porque creo que de eso y del talante de todas las que formaban la mesa dependió en gran parte el éxito del Encuentro. El trabajo de equipo Se comenzó con una sencilla -pero rica en contenidoambientación que nos ponía en situación de lo que debía ser el encuentro y, por consiguiente, las determinaciones propuestas entre todas para la nueva estructuración de la Compañía en Europa. La imagen del mosaico de diferentes colores que unidos forman una unidad era evidente. Y enseguida nos presentaron el primer bloque de trabajo: la constitución del nuevo Gobierno y el nuevo Equipo. El trabajo en los grupos enriquecería después la puesta en común en un orden y una concreción que facilitaba llegar a ciertas conclusiones parciales. Un segundo bloque derivado del primero, iba cerrando el círculo para llevarnos a detalles de su constitución y un tercer bloque, iba ya a aterrizar a los dos grandes elementos para discutir: configurar la nueva provincia europea por ámbitos o por zonas. No estoy haciendo una reseña “ordenada” temporalmente de los temas, porque creo que, al tratar de la organización, lo que a todas nos quedaba claro eran estos tres bloques esenciales con sus matices discutidos con serenidad y exponiendo siempre razones a favor y en contra. Tal vez los puntos más controvertidos, pero siempre con el respeto a las razones a la diversidad de opinión, a la escucha atenta a lo que debatía, fueron la inclusión de algunos cargos en el Gobierno o en el Equipo y la distribución en zonas en una espacio geográfico tan amplio, diverso y de difícil comunicación. Al acabar quedaban bastante definidas las posturas más aceptadas por la mayoría respecto a la formación del Gobierno, a la manera de constituir la estructura de la nueva Provincia y, sobre todo, la motivación y el deseo de que sea un momento de Gracia que se aproveche como tiempo de conversión, de riqueza espiritual para toda la Compañía y fruto de este momento maravilloso que acabamos de vivir con el V Centenario del nacimiento de Teresa de Jesús. Nombre querido que tuvo vibraciones de amor a la Santa y de carisma de la Compañía en todos los grupos. ¡Qué emoción, que gozo, qué entusiasmo se generó en la sala en el momento en que todas, de una manera o de otra, sentimos con fuerza lo que nos une: una doctrina y una llamada a ser lo que nos quiso San Enrique! No es extraño que el canto de “Padre, desde ese cielo encantador…” surgiera a voces, con mucho más entusiasmo que si hubiera sido ensayado durante horas. No cantaban nuestras bocas, sino nuestros corazones. El ambiente fraterno-teresiano No fueron sólo abrazos… y abrazos sinceros. No, fue mucho más. Fue el ambiente de gozo fraterno el que se respiraba por todos los poros de las que allí nos encontramos el fin de semana. Lejos quedaban ya aquellas disputas, unas veces con la doble intención de menospreciar una postura contraria, y otras por el temor de salvaguardar, con buena intención, por supuesto, lo que “siempre se ha hecho”. Lejos quedaba el miedo a hablar, el temor a ser mal interpretada, la palabra de doble sentido, etc. Cuando se opinaba en algo de dos maneras distintas -que no distantes- , nadie se imponía a nadie. En un momento determinado, yo, viendo por una parte la manera de actuar de la mesa, sin imponer, con sencillez, con talante abierto, y por la otra, la actitud de todas y cada una de las hermanas de la asamblea, pensé en la diferencia tan grande que hay entre una asamblea política -donde los intereses personales o de partido crean tensiones- y este encuentro en donde sólo se buscaba lo que Dios quiere y pide a la Compañía de Santa Teresa, para construir el Reino. Y le di infinitas gracias. La foto de familia en el jardín, la Eucaristía final, el emocionante canto a voces dedicado al Padre junto a su tumba, todo fue una auténtica manifestación de lo que se ha ido gestando poco a poco y durante años de trabajo, oración y fraternidad, para que podamos decir que “algo nuevo está naciendo” y que los frutos del V Centenario empiezan a notarse. Al ver la riqueza que se genera cuando cada una de nosotras pone “lo poquito que es en sí” me parecía oír a Teresa de Jesús decir: “Querríalas mucho avisar que no escondan el talento, que parece las quiere Dios escoger para provecho de otras muchas, en especial en estos tiempos que son menester amigos fuertes de Dios para sustentar a los flacos.” (V. 15, 5) Hna. Ma. Victoria Molins La galería fotográfica podréis verla pinchando en el siguiente enlace: https://www.flickr.com/photos/108470984@N02/albums/72157660385647629