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Revista Lationamericana de Estudios del Discurso
Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso
Adriana Bolívar
Martha Shiro
Universidad Central de Venezuela
Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso
Associação Latinoamericana de Estudos do Discurso
ALED es arbitrada y está indizada en Revencyt y
Latindex. Se publica semestralmente bajo los auspicios de
la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso
editores de reseñas
comité directivo
editoras
Sírio Possenti, Universidade Estadual de Campinas,
Brasil
Irene Fonte, Universidad Autónoma Metropolitana,
México
Neyla Graciela Pardo Abril
presidenta
Denize Elena Garcia da Silva
comité editorial
vicepresidenta
Paola Bentivoglio, Universidad Central de Venezuela
Teresa Oteíza
Francisco José Bolet, Universidad Central de Venezuela
Julio Escamilla Morales, Universidad del Atlántico,
Colombia
Irene Fonte, Universidad Autónoma Metropolitana,
México
secretaria general
María Cristina Azqueta
tesorera
Sara Pérez
argentina
Wander Emediato de Souza
María Laura Pardo, Conicet, Ciafic, Argentina
brasil
Ingedore Villaça Koch, Universidad de Campinas,
Brasil
Sandra Soler
Marianne Peronard, Universidad Católica de
Valparaíso, Chile
Lésmer Montecino
Doris Martínez, Universidad de Puerto Rico, Río
Piedras, Puerto Rico
Eva Salgado Andrade
colombia
chile
méxico
Irene Madfes, Universidad de la República, Uruguay
Doris Martínez
Puerto Rico
asesores invitados
Irene Madfes
Carmen Rosa Caldas-Coulthard, Universidade de
Florianapolis, Brasil
uruguay
Teun van Dijk, Universidad de Ámsterdam,
Holanda y Universidad Pompeu Fabra, España
venezuela
Teresa Espar, Universidad de Los Andes, Venezuela
Teun van Dijk
Patrick Charaudeau
Lars Fant
Lars Fant, Universidad de Estocolmo, Suecia
Luisa Martín Rojo, Universidad Autónoma de
Madrid, España
Jacob Mey, Universidad de Odense, Dinamarca
Wulf Oesterreicher, Universidad de Munich,
Alemania
Sírio Possenti, Universidade Estadual de
Campinas, Brasil
Irayda Sánchez, Universidad Pedagógica
Experimental Libertador, Venezuela
diseño gráfico
Grafiweb Impresores y Publicistas
diagramacion
Odalis C. Vargas B.
Vanessa Courleander
socios honorarios
expresidentas de la aled
Adriana Bolívar (1995-2003)
Teresa Carbó (2003-2005)
Anamaría Harvey (2005-2009)
ilustración de portada
José Gregorio Castro. Sin título. 1982. Acuarela.
57 x 43 cms.
Versión electrónica en: http://www.aledportal.com
Dirección electrónica: [email protected]
Depósito legal: 200102CS1090
ISSN 1317-7389
Volumen 12, nº 2
Tiraje: 500 ejemplares
Impresión editorial:
Grafiweb Impresores y Publicistas
Impreso en Colombia
Re­vis­ta La­ti­noa­me­ri­ca­na
de Es­tu­dios del Dis­cur­so
vo­lu­men
12
nú­me­ro
2 2012
Su­ma­rio
editorial
El método tampoco viene del aire…
Martha Shiro3
Palabras para Anamaría Harvey
7
artículos
Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales
en México (2012)
Irma Mariana Gutiérrez Morales
11
La deixis de primera persona en la construcción discursiva
del estudiante universitario
Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren
33
Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial
de Juan Manuel Santos
Giohanny Olave Arias
53
A representação de pessoas em situação de rua quando vítimas
de chacina: uma análise discursiva crítica
Viviane de Melo Resende y Andreia Alves dos Santos
81
Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de
fines del foxismo
Eva Salgado Andrade
103
reseñas
Londoño Zapata, O. I. (Ed.) (2011). Horizontes discursivos:
Miradas a los estudios del discurso
Reseñado por Doris Martínez
Hodge, B. & Coronado, G. (2012). Mexico and its others:
A chaos theory approach
Reseñado por Rodney Williamson
129
136
Índice Acumulado141
editorial
El método tampoco viene del aire…
MARTHA SHIRO
Me estreno en mis labores como co-editora de la revista con esta
reflexión sobre el método, un tema que produce inquietud cada vez que
se emprende un nuevo proyecto de investigación. Tanto el título como el
tema se entrelaza con el editorial de Adriana (Bolívar, 2011) del número
11(2) y, por tanto, seguimos con la metáfora de Lakoff y Johnson (1980:
ix) “ideas don’t come out of thin air”, es decir que, pese a la creatividad y al
talento ingenioso que podamos tener los investigadores, debemos fundamentar, justificar o contraponer nuestras ideas, para validar el conocimiento
científico. Y para ello, el método es crucial, puesto que son las decisiones
metodológicas las que aseguran que el recorrido, desde el planteamiento
del problema (Shiro, 2011) hasta la formulación de los resultados, sea el
trayecto adecuado, es decir, aceptable para la comunidad científica, la que
determina los criterios de validez de las investigaciones. En vista de que la
última tendencia en las búsquedas científicas es la de traspasar las fronteras
de las disciplinas puras para emprender proyectos multi, inter o transdisciplinarios, la validez metodológica debe satisfacer los criterios combinados
de las comunidades científicas correspondientes.
Nuestra disciplina, los estudios del discurso, se asume desde sus comienzos como un campo integrador, en el que las miradas al lenguaje en
uso convergen desde múltiples disciplinas, razón por la cual los enfoques
metodológicos son híbridos y, por tanto, complejos. Puesto que no me
puedo extender sobre un tema que puede abarcar numerosos volúmenes, voy
a limitar mi reflexión a algunos aspectos metodológicos de la investigación
empírica en el campo de los estudios discursivos, no porque ésta sea la única
manera de investigar, sino porque, desde sus comienzos, los analistas del
discurso han puesto especial énfasis en la necesidad de comprobar empíricamente las presuposiciones que todos los hablantes tenemos acerca de
los usos del lenguaje. Y, ciertamente, este enfoque ha dado frutos, ya que
los hallazgos, en muchas ocasiones, contradicen las presuposiciones de los
hablantes (contrariamente a lo que se propone con el método chomskiano
de introspección).
Una vez planteado el problema de investigación (empírica), la primera
decisión metodológica que se enfrenta es qué datos se deben analizar para
poder responder cabalmente a los objetivos.
3
12 (2)
An empirical method should be understood as a set of procedural rules which
has available a set of principles governing how investigators should gather experiences and how they should organize their observations if they wish to proceed
scientifically. Proceeding scientifically, in this respect, is understood as systematic,
rule-governed work (Titscher et al. 2000: 8).
En esta oportunidad tampoco me puedo detener en la problemática de la
recolección de datos y constitución de un corpus, porque la complejidad del
asunto merece que le dediquemos otro editorial. En segundo término se plantea
el dilema: ¿análisis cuantitativo? ¿análisis cualitativo? ¿cuál es el método más
apropiado? Los estudios discursivos, en sus comienzos, favorecían exclusivamente el análisis cualitativo, alegando que podría alcanzar los mismos niveles
de rigurosidad científica que la cuantificación de los datos y que permitía un
análisis minucioso (worm’s eye view) que se perdía en el análisis cuantitativo,
ya que este último sólo permitía encontrar generalidades (bird’s eye view). Hoy
en día, sin embargo, los avances tecnológicos facilitan la recolección, almacenamiento y análisis de grandes cantidades de datos y, por tanto, se amplían
las posibilidades analíticas, de modo que los análisis terminan siendo una
combinación equilibrada entre lo cualitativo y lo cuantitativo.
Aquí me gustaría detenerme para sopesar las ventajas y las limitaciones de
ambos tipos de análisis y relacionarlos con la problemática de la perspectiva
del observador/analista con respecto al objeto de análisis. Comenzaré con las
ideas preconcebidas que se asocian con el análisis cuantitativo. Por definición,
cuantificar los datos implica contar números de casos de algún elemento enfocado por el analista. La presuposición que subyace a la cuantificación es que
la frecuencia (alta o baja) tiene un efecto fundamental en el fenómeno que se
desea investigar.
Sin embargo, como los hallazgos de muchas investigaciones lo demuestran,
a veces la sola presencia o la ausencia de un elemento, puede tener un poder
explicativo mayor del fenómeno en cuestión. La ventaja evidente de una investigación cuantitativa es, por una parte, que un fenómeno se puede analizar
en una gran cantidad de datos y, si se usa correctamente, el análisis estadístico
puede extrapolar los hallazgos a una población mayor de usuarios. Por otra
parte, esta misma ventaja se convierte en desventaja, si el problema planteado
corresponde a un fenómeno discursivo (es decir que es necesario considerar
el co-texto y contexto de cada caso) y no un hecho de la lengua (cuando el
fenómeno se considera como relativamente independiente del co-texto y del
contexto). Para compensar, habría que recopilar los datos de manera que los
aspectos contextuales se mantengan iguales o equivalentes en todos los casos
analizados.
Igualmente, el análisis cualitativo conlleva riesgos interpretativos. Se piensa,
por una parte que, en una investigación cualitativa, los pasos interpretativos
pueden quedar implícitos. Sin embargo, para validar los resultados y para
4
poder replicarlos, hace falta, como sugieren Titscher et al. (2000), un enfoque
regulado y sistemático, evitando así caer en conclusiones que no se derivan
del análisis de los datos sino de las impresiones o preconcepciones del analista.
Por otra parte, la abundancia de los elementos que se pueden enfocar en un
análisis cualitativo minucioso puede acarrear el riesgo de que el analista pierda
de vista el fenómeno que quiere investigar y se detenga a interpretar datos que
no están directamente relacionados, dejando de percibir aquellos elementos
que impactan directamente en el problema planteado. Sugiero, en este sentido,
que el investigador codifique cuidadosamente los datos porque esto lo fuerza a
sistematizar el análisis y a explicitar los criterios del esquema analítico utilizado,
permitiendo así que otros analistas puedan replicar el estudio y que puedan
usar un esquema equivalente.
Por último, quiero resaltar que las decisiones metodológicas no se pueden
aislar de las teorías en que se enmarca la investigación. La razón fundamental
de esta interrelación es que la naturaleza del objeto de investigación depende
de la concepción teórica que adopta el estudioso del discurso y, por tanto, el
método tendrá que ajustarse a dicha visión.
En este número de la revista presentamos un conjunto de cinco artículos
de investigación que combinan métodos cuantitativos y cualitativos. Cuatro de
ellos representan una rama de los estudios discursivos, particularmente fuerte
en América Latina: el análisis crítico del discurso. En el primer artículo, Irma
Gutiérrez analiza el uso de las falacias en los discursos pronunciados al inicio y
final de campaña por los candidatos presidenciales mexicanos en las elecciones
de 2012. Luego, en el artículo de Giohanny Olave Arias, el interés del autor
recae en el discurso del presidente colombiano, Juan Manuel Santos y el propósito es el de reconstruir la puesta en escena del evento semanal “Acuerdos
para la Prosperidad” y el de describir la “nueva gerencia pública”. En un tercer
artículo sobre análisis crítico, pero en cuarto lugar en el sumario, Viviane de
Melo Resende y Andreia Alves Dos Santos se enfocan en un hecho noticioso
para “reflexionar sobre la (de)construcción de la imagen de las personas sin hogar
en los medios de comunicación, en particular en casos de extrema violencia
contra las personas en esta situación”. En el cuarto artículo sobre análisis crítico,
Eva Salgado Andrade se enfoca igualmente en el discurso electoral, y analiza el
tratamiento de los indígenas en la prensa mexicana. Sus resultados sugieren que
la prensa hace referencia a los indígenas sólo “para crear una imagen favorable
de los actores políticos involucrados en la contienda por la presidencia“.
El artículo que no se puede ubicar explícitamente en el análisis crítico
es el de Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren, que corresponde
al segundo artículo en el sumario. En su trabajo los autores analizan la construcción discursiva del estudiante universitario en los exámenes orales finales de
pregrado. El foco de la investigación es el uso de la deixis de primera persona
en dos disciplinas diferentes en un género académico muy poco estudiado hasta
el momento.
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En este número se incluyen dos reseñas. La de Hodge y Coronado (2012),
que atrae la atención del lector a la situación política de México, planteando
una visión novedosa para analizar conflictos, y la de Londoño (2012), que recoge los puntos de vista de nueve investigadores europeos que, con sus valiosos
aportes, han fortalecido el campo de los estudios del discurso.
La reciente desaparición física de Anamaría Harvey en el mes de noviembre
ha tenido un doloroso impacto en la comunidad de ALED. Hemos perdido a
una apreciada colega, a una querida amiga, a una académica admirada. Quisiera
expresar, tanto en nombre de las editoras, Adriana Bolívar y el mío propio,
como en el de los miembros del comité editorial de nuestra revista, el enorme
pesar que sentimos por esta ausencia tan inesperada de Anamaría. Transmitimos
nuestras muy sentidas condolencias a los familiares y, a continuación, presentamos algunas de las tantas palabras que se han pronunciado para recordarla.
MS
Bolívar, A. (2011). ‘Las teorías no vienen del aire…’, Editorial. Revista ALED,
11(2):3-5.
Lakoff, G. y Johnson, M. (1980). Metaphors we live by. Chicago: Chicago University Press.
Shiro, M. (2011). ‘Usos del lenguaje evaluativo en el planteamiento del problema
del artículo de investigación’, Revista ALED, 11(1): 129-148.
Titscher, S. Meyer, M., Wodak, R. y Vetter, E. (2000). Methods of text and
discourse analysis. London: Sage.
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Palabras para Anamaría Harvey
Ana María Harvey. Compañera del alma, compañera
Anamaría no nos dejará, está presente y sí se cumple el lugar común… dicen
que las personas mueren cuando se las olvida, y aunque se impone la ausencia
física, está en nuestro discurso cotidiano, esa conversación que nos permite
reconocernos en los pasillos. Ese discurso que al cabo de una semana es un
largo relato, porque somos eso, somos un largo relato. Anamaría dejo de ser
Ana María, para ser simplemente Anamaría… una amiga, una gran gestora,
adalid en las andanzas del lenguaje, líder en la manera de asumir directrices para
hacer que las cosas fueran otras. Anamaría era una fuerza que dinamizó varias
áreas del estudio del lenguaje en la Facultad de Humanidades de la Pontificia
Universidad Católica de Chile –PUCCh-: Inglés para Propósitos Específicos,
en principio; paralelamente, concentró sus esfuerzos en el área de los estudios
del discurso, aproximación que a finales del siglo pasado emergía con gran
pujanza. Junto a otros colegas de América Latina fue impulsora, pensadora y
difusora del desarrollo de los estudios discursivos. Articuló redes de investigación para generar y compartir conocimiento científico en nuestra América
Latina. Sus intereses y metas la llevaron a pertenecer al grupo fundador de la
Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso (ALED), organización
que ha experimentado un extraordinario crecimiento y dinamismo y de la cual
Anamaría fuera Presidenta entre 2005 y 2009, llevando a cabo una fructífera
labor. Sus preocupaciones investigativas incluyeron avances significativos en
los estudios sobre el discurso académico y el discurso de la oralidad, a través
de la dirección de proyectos de investigación FONDECYT de comprobada
repercusión en la academia y en la elaboración de políticas lingüísticas. Fruto de
tales preocupaciones, es el libro En torno al discurso: contribuciones de América
Latina, obra que recibió el Premio Rodolfo Oroz de la Academia Chilena
de la Lengua y que es punto de referencias en la disciplina. Edita junto a su
amigo y colega de investigación y proyectos, Lars Fant, de la Universidad de
Estocolomo, El diálogo oral en el mundo hispanohablante. Estudios teóricos y
aplicados. Dicha obra convocó a un selecto grupo de intelectuales que trabajan
en el área, entre quienes destacan: Luisa Granato (Argentina), Luis Cortés
(España), Antonio Briz (España), Lars Fant (Suecia), Irene Fonte (México),
Estrella Montolío (España), Marcela Oyanedel (Chile), Rodney Williamson
(Canadá) y Per Linell (catedrático de la Universidad de Linköping, Suecia),
entre otros. En las páginas de sus artículos, en sus conversaciones fue dejando
sembrada la semilla de la palabra que hoy florece y fructifica, como diría Violeta
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en sus Décimas… esas palabras que fueron un modo de ganarse el pan nuestro de cada día, esas palabras prudentes y generadoras de transformaciones a
veces invisibles, pero no por ello, y extrañamente, menos concretas. Anamaría
era generosa, dispuesta a escuchar, gran conversadora, llena de anécdotas,
situaciones que hacían de momentos académicos, instancias únicas. Poseía
una gran capacidad para establecer vínculos académicos con investigadores y
centros de estudio en todo el mundo. Abrió camino a investigadores nuevos,
especialmente jóvenes, proporcionándoles la posibilidad de realizar pasantías
en centros de investigación de excelencia. Cabe recordar aquí, el proyecto de
intercambio entre la Universidad de Estocolmo y la Pontificia Universidad
Católica de Chile. Este permitió a docentes de ambas casas de estudio llevar
a cabo una labor de colaboración que se tradujo en artículos y participaciones en congresos internacionales. Mención aparte merece la participación de
Anamaría en la creación del Doctorado en Lingüística de la Facultad de Letras
de la PUCCh, labor en la que participó desde el mismo instante en que se
concibiera el proyecto. Con paciencia y vitalidad vio coronados sus esfuerzos
junto a su compañera de oficina, Marcela Oyanedel, con quien se abocó no
solo a pensar un currículum, sino también a establecer contactos con prestigiosas universidades europeas, con el fin de dar, al nuevo desafío académico de
la Facultad, un perfil único en Chile. En esta tarea concentró buena parte de
sus energías y volcó sus conocimientos y su propia experiencia doctoral. En la
actualidad, no podemos pensar el doctorado sino como tributario del trabajo
dedicado y paciente de Anamaría y quienes compartieran con ella esta delicada
y ardua empresa. Toda esta extensa y, a veces, agotadora labor era matizada con
seminarios, cursos, organización de coloquios, tutorías, direcciones de tesis,
participaciones en congresos nacionales e internacionales donde siempre ocupó
un merecido espacio, producto de un trabajo sistemático y consistente. Cada
tarea suponía promover la reflexión y el avance en el área de los estudios del
discurso, pero no solo eso, su experiencia la llevaba a mostrar nuevos caminos
en la construcción del conocimiento. Definitivamente, no paraba, señala su
amiga y coinvestigadora Marcela Oyanedel; en términos coloquiales, alguien se
preguntó alguna vez: “¿Qué tipo de espinaca come Anamaría?”, dados la fuerza y el
compromiso que involucraba en cada desafío enfrentado. Es que sus días lentos,
esos días que comenzaban a las once de la mañana en estos últimos tiempos,
los invertía minuto a minuto en lo que hemos descrito… pero Anamaría aún
estaba llena de proyectos. Uno de ellos, el libro sobre oralidad, que nos queda
como tarea pendiente; otro, el curso del próximo semestre, compartido con su
gran amiga Luisa Granato, destacada especialista e investigadora argentina en el
área; además de lo anterior, direcciones de tesis y nuevas ideas para emprender
nuevas investigaciones. Anamaría buscaba siempre lo nuevo, ese terreno no
indagado, esa parte no explicada aún, ese ámbito de la realidad lingüística no
abordado por falta de herramientas que ella, en su abierto diálogo con otros
especialistas del área, afinaba. Estaba convencida que para investigar no bastaba
8
con la observación de los datos y la pregunta que había que responder, había
que indagar en métodos y teorías que enriquecieran la mirada propia y la de
quienes participaban en sus andanzas académicas. Los últimos 15 años de trabajo en la PUCCh y en ALED, dan cuenta de su personalidad extraordinaria,
de su entrega, de su compromiso y de su amplitud de criterio. Su legado nos
compromete a seguir sus huellas, su vitalidad, su autonomía de pensamiento, su
disposición para escuchar atentamente, su oportuno y nunca invasivo consejo,
su respeto por el trabajo del otro, por la vida del otro, por la libertad del otro,
su humildad intelectual, en fin, su capacidad para congregar. Anamaría, como
dijo el poeta Miguel Hernández, por ahí nos encontraremos, porque tenemos
que hablar de muchas cosas, compañera del alma, compañera.
Neyla Pardo Abril, Marcela Oyanedel, Lésmer Montecino
Adiós Anamaría,
Amiga, maestra, académica entregada a su trabajo y generosa con colegas
y alumnos. La vi siempre preocupada por la formación de los jóvenes, y sé que
los que trabajaron con ella han recibido un legado permanente. A lo largo de
los años desde la fundación de ALED tuvimos un trato frecuente, a pesar de
la distancia entre nuestros países. Siempre nos unió un vínculo de afecto sincero. Nos tratamos de cerca cuando ella fue presidenta de ALED y yo tesorera.
Nos visitó en la Universidad Autónoma Metropolitana, donde impartió un
cursillo y dictó conferencias. En 2007, Rodney Williamson y yo nos unimos
a la red de estudio del discurso oral que Anamaría organizó en ALED junto
con Luisa Granato, Lars Fant y otros colegas. Ese grupo fue muy enriquecedor
para nosotros. Siempre admiré el rigor y la coherencia de las investigaciones de
Anamaría. Nunca pensé que el coloquio sobre el español oral que Lars y ella
organizaron el año pasado en Estocolmo, para culminar un proyecto conjunto,
fuera la última ocasión en que la viera. Con razón, estaban muy contentos con
los logros obtenidos, y así la recordaré. Ya Anamaría será para nosotros solo un
recuerdo muy sentido, y siempre será un ejemplo para todos.
Irene Fonte
Para Anamaría
¡Qué lástima amiga que te hayas ido tan pronto, cuando estabas cosechando lo mejor de todos los frutos que sembraste! ¡Apenas puedo creer que
nos conocimos y compartimos tantas cosas desde antes de los 80! La mayoría
de las fotos que tengo de ti son en los congresos de ALFAL (bailando) y de
ALED (sonriendo), y en mi casa, de cuando viniste a Caracas en 1980 como
invitada al Primer Seminario sobre English for Specific Purposes, en el que tú,
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12 (2)
Meche Horzella y Gerda Sinderman estuvieron toda una semana trabajando
intensamente en la Escuela de Idiomas Modernos con estudiantes y profesores
para compartir la experiencia que estaban llevando a cabo en la Universidad
de Chile. Ahí se sembró el interés por el estudio del discurso científico en
diferentes disciplinas. Fue una semana intensa y decisiva para el desarrollo de
los estudios de lenguas extranjeras en Venezuela y, muy especialmente, para
orientar la investigación sobre el análisis del discurso en nuestros respectivos
países. Ese mismo año yo me fui a la Universidad de Birmingham y allí nos
volvimos a encontrar en el doctorado, cada una trabajando en temas distintos
pero siempre en torno a la interacción. Más tarde vino la experiencia de la
ALED en 1995, a la que te uniste inmediatamente, para representar a Chile y
fomentar proyectos de investigación de los cuales han quedado valiosas publicaciones y grupos de estudios que continuarán tu labor. A lo largo de los años,
compartimos muchas alegrías, unas cuantas penas, y logros. Lo que más voy a
echar de menos de ti es tu presencia cálida, tus sonrisas cómplices, tus gestos
elegantes, tu optimismo, y nuestras conversaciones en las que se entrecruzaban
los temas familiares con la lingüística, el análisis de la interacción, y las preguntas
constantes sobre el curso que podíamos darle a nuestras investigaciones (para
no decir a nuestras vidas). Una de nuestras preocupaciones siempre fue cómo
mantener en la ALED el espíritu original de integración y cooperación y cómo
fortalecer nuestra autonomía como investigadores latinoamericanos. Amiga
querida, no tienes que preocuparte, porque tú nos has dejado un ejemplo de lo
que queríamos alcanzar. Son muchas las personas que te quieren, son muchos
los que van a sentir tu ausencia, pero nos has dejado proyectos pendientes que
nos harán sentirte siempre cerca. Gracias por tu amistad, tu dedicación y el
increíble tiempo que nos diste a todos.
Adriana Bolívar
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ARTÍCULO
Falacias en los discursos de los candidatos
presidenciales en México (2012)
IRMA MARIANA GUTIÉRREZ MORALES
Universidad Nacional Autónoma de México
Resumen. Este artículo presenta los resultados de un análisis aplicado a los discursos
de inicio y cierre de campaña de tres candidatos a la presidencia de México en 2012.
Particularmente, se enfoca en la identificación de las falacias presentes en los discursos
y en el uso estratégico que hacen los candidatos de ellas. Se revisa el concepto de falacia
en el marco del discurso político, se retoman sus finalidades persuasivas, así como su
viabilidad en la transmisión y refuerzo de líneas ideológicas y de acción política.
Palabras clave: discurso político, campañas electorales, falacias, estrategias retóricas.
Resumo. Este artigo apresenta os resultados de uma análise aplicada aos discursos de
três candidatos em campanha para a presidência do México em 2012. Particularmente,
se concentra na identificação de falácias presentes nos discursos e à utilização estratégica delas feita pelos candidatos. Nós revisamos o conceito de falácia no contexto
do discurso político, sua finalidade persuasiva e sua viabilidade na transmissão e no
reforço das linhas ideológicas e da acção política.
Palavras-chave: discurso político, campanhas eleitorais, falácias, estratégias retóricas.
Abstract. This article presents the results of an analysis applied to the opening and
closing speeches delivered by three candidates in Mexico’s 2012 presidential election
campaign. It focuses, in particular, on the identification of fallacies and their strategic uses. We review the concept of fallacy in the context of political discourse, its
persuasive purposes and its viability in the transmission and reinforcement of ideological lines and political action.
Key words: political discourse, electoral campaigns, fallacies, rhetorical strategies.
Introducción
Para los estudiosos del discurso, las campañas políticas en tiempos electorales son fecundas para la integración de material discursivo relevante en
términos de desempeño socio-discursivo de los aspirantes a puestos de elección
popular, así como de otros actores que, con distintas atribuciones, intervienen
en dicho proceso político. A los discursos proferidos por los candidatos en actos
públicos, entrevistas, ruedas de prensa, debates, se suman las citas, alusiones,
interpretaciones y análisis que se difunden en medios de comunicación, eventos
académicos, eventos masivos, e incluso en el habla cotidiana.
Recibido: 20 de julio de 2012 • Aceptado: 30 de noviembre de 2012.
ALED 12 (2), pp. 11-31
11
12 (2)
Este arsenal discursivo ofrece importantes elementos analíticos, cuya
contrastación, traspolación y reflexión podrían coadyuvar a la evaluación
de las estrategias partidistas seguidas por los distintos contendientes: de sus
plataformas y proyectos, de sus propuestas y debilidades, de las convergencias
y divergencias entre adversarios, de las simpatías y rechazos suscitados entre
los ciudadanos y, en una palabra, del contexto político y social en el que se
desenvuelve la contienda.
En los sistemas democráticos y, particularmente en México, donde priva
un marcado régimen presidencialista, el cambio de titular del poder ejecutivo
cobra especial relevancia en materia electoral, convirtiéndose los discursos de
los candidatos presidenciales en los más publicitados y difundidos mediáticamente, creando las mayores expectativas en términos de lucha política y
polarización ideológica.
En este artículo se analiza la construcción discursiva de quienes fueron
los tres candidatos punteros de las campañas presidenciales en México, durante el período comprendido entre el 30 de marzo y el 27 de junio de 2012.
Específicamente, se analizaron ocho discursos de inicio y cierre de campaña,
a los cuales fue posible acceder a través de las páginas web de los candidatos: Josefina Vázquez Mota, por el Partido Acción Nacional (PAN); Andrés
Manuel López Obrador por la Coalición Movimiento Progresista, integrado
por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y
Movimiento Ciudadano; y Enrique Peña Nieto por la Coalición Compromiso
por México, conformada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI)
y Verde Ecologista de México (PVEM).
El objetivo de esta investigación es identificar las falacias en las que incurren los candidatos presidenciales en sus discursos de apertura y cierre de
campaña. Asimismo, se plantea señalar la forma en que estas construcciones
discursivas se insertan grosso modo en las estrategias de comunicación política
y en los ejes argumentales de los discursos.
Como hipótesis debemos señalar que el recurso a la falacia es constante
en los discursos de campaña y que las falacias elegidas y expresadas en ellos
contribuyen a reforzar las líneas ideológicas y las estrategias políticas sostenidas por los diferentes candidatos, en tanto sujetos adscritos a partidos
políticos.
1. Horizonte teórico-metodológico
Los discursos de campaña, como todo discurso político, están orientados
a movilizar fuerzas en torno a proyectos y objetivos políticos específicos.
Contribuyen a consolidar vínculos ideológicos entre los partidarios; atraer,
con base en mensajes retóricos y persuasivos, a los indecisos; y participar
en las confrontaciones que se gestan entre las diferentes fuerzas políticas:
partidos, grupos de presión y grupos de poder.
12
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
El discurso político cobra sentido en tanto es acción orientada a preservar
o modificar relaciones de poder (Giménez, 1981, 2008). En este sentido, es de
destacar su carácter performativo y retórico, para lo cual convergen tanto factores externos como internos al discurso mismo. Entre los externos encontramos
el contexto social y político en el que se profiere, el dispositivo comunicacional
seguido, las actitudes, expectativas y respuestas de los interlocutores y destinatarios, e incluso, los atributos del orador, como la apariencia, el carisma y
la trayectoria política y personal. Por otro lado, los factores internos engloban
el léxico empleado, la construcción enunciativa, las redes argumentales, la
coherencia textual, entre otros.
Desde el punto de vista de la Nueva Retórica, el discurso político es un
discurso argumentativo, en cuanto que, como señala Perelman (1989), busca
la adhesión de los espíritus a las tesis presentadas, mediante la exposición de
pruebas de lenguaje, verosímiles y racionales. Si bien la argumentación ha recibido variadas acepciones, dependiendo de las distintas escuelas que plantean
su estudio y comprensión, el discurso político se concibe como un discurso
argumentativo porque expone proposiciones que intentan proveer verosimilitud, validez y justeza a lo afirmado (Plantin, 2005, 2004).
Aquí convendría introducir la problemática que nos enfrenta en este estudio
a las falacias como objeto de estudio. Según Giménez (2002), la argumentación
corresponde a una sucesión de razonamientos lógicos que parten de premisas
racionales para arribar a una conclusión válida, es decir, argumentar es razonar
correctamente. En ocasiones, las conclusiones a las que llega un orador incurren
en fallas de razonamiento, inconscientes o deliberadas, por la falsedad de las
premisas o por incongruencias entre las premisas y la conclusión. Esto es lo
que llamamos falacias: una aseveración que no sigue un proceso racional en
su elaboración (Vega, 2008). También argumentar con base en lo emocional,
desdeñando el ejercicio racional, se considera falacia.
En su acepción común, las falacias sugieren la manipulación del lenguaje
para elaborar un engaño. Desde Aristóteles, las falacias han merecido una
atención importante en el estudio del discurso, y muchos han sido los empeños
en establecer conceptos y clasificaciones que abonen a su comprensión como
fenómeno recurrente del lenguaje y a su identificación en todo tipo de discurso,
incluso aquel que se presenta como argumentativo.
En su obra Fallacies, Hamblin (2004) establece, tomando como base el
pensamiento aristotélico y numerosas obras contemporáneas sobre la materia,
que las falacias son argumentos que pretenden hacerse pasar por válidos pero
que en realidad no lo son. Asimismo, subraya la imposibilidad de clasificarlas
o crear tipologías certeras por la abundancia de ambigüedades y contradicciones en su concepto, y por la inexistencia de reglas precisas que determinen los
errores en el razonamiento.
A esto habría que añadir las problemáticas intrínsecas a la definición,
naturaleza, propósitos, sentido, e incluso, efectos de las falacias; por ejemplo:
13
12 (2)
¿debe aplicarse el mismo criterio de definición en toda falacia sin importar
la intencionalidad que conlleva?, ¿cómo descubrir esa intencionalidad? Si
el interlocutor identifica la falacia y es capaz de librar el engaño, ¿seguimos
considerando el argumento como falacia?, ¿una misma falacia puede ser eficaz
en cualquier contexto? En estos casos, ¿qué la define y determina como tal: el
proceso lógico que sigue, el efecto en el destinatario, la intención perseguida al
enunciarla? De momento habría que apresurar el comentario de que las falacias
no sólo se rigen por las reglas y formalidades de la lógica pura, sino que se
nutren de una serie de factores psicosociales, de interacción y de comunicación.
Entonces, si retomamos la versión logicizante de la argumentación como la
configuración racional de proposiciones, tendríamos que las falacias no constituyen argumentos válidos. No obstante, la ausencia de argumentos racionalmente
válidos, la falacia puede ser eficazmente persuasiva. Y es de esta naturaleza –un
tanto contradictoria– de la que se sirven algunos actores políticos para reforzar
sus proposiciones, tesis y propuestas que, apoyadas en falacias irracionales,
resultan eficaces en términos retóricos, cuando se difunden en los discursos
de campaña que, en ocasiones, adquieren un alto impacto social y mediático.
Para contribuir a la revisión de un concepto más integral de las falacias,
retomamos los tres enfoques, desde los cuales se entiende la argumentación,
que, de manera correlativa, también pueden emplearse para describir las falacias
(Vega, 2008).
Desde una perspectiva lógica, la falacia es un razonamiento erróneo:
una prueba o un intento de justificación epistémica fallidos por seguir un procedimiento viciado, de modo que se trata de un error o un fallo relativamente
sistemático y, por lo regular, encubierto o disimulado al ampararse en recursos
retóricos o emotivos para compensar la carencia o la insuficiencia de medios de
persuasión racional (Vega, 2008: 195).
El enfoque dialéctico atiende al carácter interaccionista del discurso argumentativo. En este sentido, las falacias son “procedimientos de argumentación
que contravienen sistemáticamente la finalidad o las normas de la discusión
crítica” (Vega, 2008: 195). Finalmente, desde la perspectiva retórica, se entiende
que la falacia es un mecanismo argumentativo que sólo puede entenderse en
función de los contextos que la determinan, las finalidades con las que opera
y los efectos que produce.
En marzo de 2012 iniciaron oficialmente las campañas de los aspirantes
a la presidencia de México. Fueron cuatro los candidatos que se registraron
ante el Instituto Federal Electoral (órgano de máxima autoridad en materia
electoral en México, a pesar de la desconfianza ciudadana que pesa sobre ella
–véase Maitret, 2012–); cada uno de ellos representó una visión peculiar de
proyecto de país. Entre ellos, destacaron el Partido Acción Nacional, el Partido
Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática.
14
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
El Partido Acción Nacional (PAN), después de una contienda interna
definida por un proceso de elección democrático entre sus militantes, postuló a Josefina Vázquez Mota como su candidata presidencial. Se trata de un
partido político de línea conservadora, al cual se adscriben los dos recientes
mandatarios mexicanos: Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), partido de centro, gobernante en México desde 1929 hasta el año 2000, y con amplia presencia en
varios estados de la República Mexicana, designó a Enrique Peña Nieto como
su candidato a la presidencia, quien también abanderó al Partido Ecologista
de México (PVEM), partido menor que estableció con el PRI una alianza
denominada Compromiso por México para la campaña presidencial.
Finalmente, y por segunda vez consecutiva, Andrés Manuel López
Obrador se erigió como candidato presidencial por el Partido de la Revolución
Democrática (PRD). Un partido de corte liberal y progresista, aliado a
otros partidos menores como el Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento
Ciudadano, representa la opción de gobierno de izquierda en México.1
De esta manera, las campañas presidenciales se caracterizaron por la
difusión de tres opciones de gobierno distanciadas ideológicamente, pero
que en todos los casos están respaldadas por amplios sectores de la población
mexicana. De hecho, a cada una se les reconocen zonas de evidente influencia
y presencia política y con representantes en puestos de gobierno en diferentes
niveles, algunos incluso de elección popular.
Para el presente análisis se retomaron los discursos de inicio y cierre
de campañas de los tres principales aspirantes a la presidencia de México.
Enfocarse en los discursos de inicio de campaña posibilita la identificación
de las propuestas generales de los candidatos, las líneas de acción política
y discursiva, la singularidad de sus proyectos, los objetos discursivos como
focos prioritarios de atención, las fortalezas con las que se presentan, la lectura
del contexto y sus posibilidades de incidir en él, y los mecanismos retóricos
sobre los que se sustentarán las campañas.
Por otra parte, los discursos de cierre son importantes en razón de
evaluar, desde la perspectiva de los oradores y de su equipo de campaña, la
consistencia discursiva y el balance político de la campaña, la aceptación del
discurso por parte de los ciudadanos, las expectativas de triunfo electoral, y
los resultados de la disputa política.
De tal manera, los discursos analizados fueron los siguientes:
• DI-EPN:2 Enrique Peña Nieto, discurso de inicio de campaña emitido
en Guadalajara, Jalisco, el 30 de marzo de 2012.
• DI-AMLO: Andrés Manuel López Obrador, rueda de prensa a propósito
del inicio de campaña efectuada en México, Distrito Federal, el 30 de
marzo de 2012.3
15
12 (2)
• DIbis-AMLO: Andrés Manuel López Obrador, discurso de inicio de
campaña emitido en Macuspana, Tabasco, el 30 de marzo de 2012.
• DI-JVM: Josefina Vázquez Mota, discurso de reorientación de estrategia de campaña emitido en México, Distrito Federal, el 9 de abril
de 2012.4
• DF-EPN: Enrique Peña Nieto, discurso de cierre de campaña emitido
en México, Distrito Federal, el 24 de junio de 2012.
• DF-JVM: Josefina Vázquez Mota, discurso de cierre de campaña
emitido en Puebla, Puebla, el 24 de junio de 2012.
• DFbis-JVM: Josefina Vázquez Mota, discurso de cierre de campaña
emitido en Veracruz, Veracruz, el 24 de junio de 2012.
• DF-AMLO: Andrés Manuel López Obrador, discurso de cierre de
campaña emitido en México, Distrito Federal, el 27 de junio de 2012.
Una vez constituido el corpus de investigación, se procedió a la lectura
del material, esto es, de los discursos completos que lo componen, con una
escucha particularmente atenta a las aseveraciones emitidas por los candidatos. Si bien, se reconoce –como se señaló anteriormente– que los discursos de campaña son argumentativos, como característica inherente a los
discursos políticos, la intención no era elaborar análisis de los argumentos
que los candidatos ponen en juego en su actuación verbal, sino identificar
las falacias en las que incurrieron como parte de su estrategia discursiva.
Para la identificación de las falacias, se revisó la literatura que define
y describe diferentes tipos de falacias, en un intento por construir regularidades en sus rasgos generales y en sus usos lógicos (Hamblin, 2004; Van
Dijk, 2005; Vega, 2008). Particularmente, empleamos las propuestas de
Hamblin (2004) y de Flores (2002) para identificar y clasificar los diferentes tipos de falacias. Esto nos permitió sistematizar su identificación,
asignar frecuencias por tipos de falacias atribuidas a los diferentes oradores,
y orientar las interpretaciones.
Hamblin (2004: 13) señala que un argumento falaz es aquel que pretende hacerse pasar por válido, pero que en realidad no lo es, ya sea por
la ambigüedad de las palabras y oraciones en que está expresado (falacias
que dependen del lenguaje), o bien, porque lo que quiere hacerse pasar por
verdadero en la construcción argumental no corresponde con la realidad
(falacias exteriores al lenguaje). En este último caso, el argumento puede
no ser válido porque la conclusión se deriva de al menos una premisa falsa,
o porque, a pesar de que las premisas son verdaderas, la conclusión no se
deriva de ellas.
Considerando lo anterior, los tipos de falacias por identificar fueron
los siguientes:5
16
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
-Ad hominem. La refutación se enfoca en atributos negativos de la
persona que sostiene argumentos contrarios al propio, y no en los
argumentos mismos
- Ad Lazarum. Asumir que las ideas de alguien pobre, humilde o sencillo,
son más correctas que la de una persona con poder o dinero
- Ad verecundiam. Consiste en apelar a lo dicho por una figura de autoridad para sustentar una tesis, cuando importa más el reconocimiento
de esta figura que los argumentos aportados
-Ad populum. El orador apela al respaldo que una gran cantidad de
personas otorgan a las tesis que se presentan.
- Argumentum in terrorem. Tácitamente, se intenta infundir miedo en
los interlocutores para forzarlos a aceptar los argumentos esgrimidos.
- Atribución falsa. Se atribuye un argumento al opositor, que nunca fue
construido por éste, o bien se ofrece una interpretación errónea a lo
dicho por alguien.
- Circulus in demostrando. La conclusión es la misma que la premisa, no
hay construcción argumental.
- Colectivo ambiguo. Uso de un término colectivo sin delimitación clara
de los elementos que lo componen.
- Falsa dicotomía. Se argumenta sobre alternativas extremas, sin reconocerse puntos intermedios.
- Generalización apresurada. Se construye una regla general habiéndose
examinado pocos casos.
- Moldeamiento forzado. Se intenta amoldar las ideas o acciones de
alguien a un marco de referencia reducido. Se crean estereotipos o
imponen contextos.
- Non causa pro causa. Se identifica algo como causa de un evento, cuando
no está demostrado que efectivamente lo sea.
- Non sequitur. La conclusión se extrae de premisas, sin que exista conexión entre ellas.
- Omnisciencia. El orador presume que no puede existir fallo u otras
alternativas a lo expresado por él mismo.
- Plurium interrogationum. El orador demanda una respuesta simple a
una pregunta compleja.
- Reificación. El orador atribuye características concretas a algo abstracto.
Cada falacia contabilizada puede no corresponder a un párrafo en su
totalidad. Aquí retomamos la categoría de macroestructura semántica, trabajada por Van Dijk (1983), quien nos explica que un discurso se conforma,
17
12 (2)
a nivel macro, por unidades semánticas que aportan coherencia y significado global al texto. Estas unidades son las macroestructuras semánticas
y constituyen una reconstrucción teórica de la noción de tema o asunto,
necesarios para la comprensión global del sentido de un texto.
En este caso, las falacias se prolongan o reducen en la medida en que
hablen de un mismo tema, es decir, en la medida en que completen la
construcción falaz de un asunto determinado. La extensión, entonces, variará desde una frase hasta una sección o un conjunto de párrafos referidos
a un mismo tema.
Contabilizadas y clasificadas las falacias, se procedió a establecer rutas
de interpretación que permitieran una mirada analítica global de la presencia de falacias en los discursos de los candidatos. Se optó por dos vías: la
identificación de falacias por candidato presidencial y la frecuencia general
de tipos de falacias. En especial, se buscó observar si existía alguna especie
de consistencia en el empleo de ciertos tipos de falacias en los diferentes
candidatos, lo que podría indicarnos la presencia de una estrategia política
sólida. Asimismo, se pretendió destacar las diferencias en la selección y
usos de las falacias entre los tres candidatos. Los hallazgos y comentarios
se exponen a continuación.
2.Resultados
En los ocho discursos analizados, se identificaron 17 tipos de falacias.
Cabe señalar que, si bien atendemos las dificultades enunciadas anteriormente sobre el establecimiento de tipologías y clasificaciones, reconocemos
también que en el estudio de las falacias persiste un criterio taxonómico
para dar cuenta de sus usos en diversos tipos de discursos.
Se encuentra ampliamente documentada la existencia de falacias cuya
disposición lingüística, semántica, sintáctica y/o pragmática mantiene
regularidades, núcleos invariables que les permitan considerarse dentro
de un mismo tipo. Algunos de estos tipos, establecidos por Aristóteles y
consolidados con el paso del tiempo, resultan fácilmente identificables en
casi cualquier contexto comunicativo, mientras que otros demandan mayor
pericia analítica para su clarificación y asignación de sentido.
Decíamos pues que quizás el primer hallazgo relevante del presente
análisis fue la identificación, en algunos casos, de tipos de falacias recurrentes en un mismo candidato, que cumplen con un papel reforzador de
la ideología que por tradición representan; diferentes entre un partido y
otro, y consistentes a lo largo de la campaña, como se aprecia en la gráfica 1.
18
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
Gráfica 1. Distribución de tipos de falacias por candidato
Por ejemplo, el candidato de la Coalición Movimiento Progresista,
Andrés Manuel López Obrador, recurrió a las falacias ad populum, falsa
dicotomía, ad hominem y ad Lazarum; es decir, apela al “pueblo”, presume
la singularidad de su propuesta frente a otras que considera en bloque como
negativas, y supone que el proyecto que él abandera es mejor por provenir
y atender las inquietudes de los ciudadanos pobres (véase gráfica 2).
Gráfica 2. Falacias utilizadas en los discursos de Andrés Manuel López Obrador
Por otra parte, el discurso de Enrique Peña Nieto, candidato de la
Coalición Compromiso por México, está construido con base en las falacias
19
12 (2)
argumentum in terrorem y falsa dicotomía (véase gráfica 3). Para ello, presenta dos escenarios posibles: el México de la continuidad del régimen panista,
caracterizado por la pobreza, el desempleo, la inseguridad y la violencia; y
el del cambio, encabezado por un gobierno incluyente, comprometido y
democrático. La bifurcación es evidente, como también lo es la elaboración
de un escenario catastrófico como recurso disuasivo de la continuación del
régimen actual encabezado por el Partido Acción Nacional.
Gráfica 3. Falacias utilizadas en los discursos de Enrique Peña Nieto
Finalmente, si bien el discurso de la candidata de Acción Nacional,
Josefina Vázquez Mota, fue el que hace un uso más variado de falacias
(gráfica 4), también se aprecia que las falacias elegidas persiguen, en primer
lugar, el ataque a los adversarios políticos (atribución falsa y ad hominem).
También recurre a la falsa dicotomía, presente en los discursos de los tres
candidatos, ahora confrontando dos opciones de gobierno: el caracterizado por la corrupción y el autoritarismo, encarnado por el candidato del
Partido Revolucionario Institucional; y el de la continuación de un régimen exitoso, encabezado por su correligionario Felipe Calderón, actual
Presidente de México.
20
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
Gráfica 4. Falacias utilizadas en los discursos de Josefina Vázquez Mota
Las falacias más relevantes en términos de frecuencia son las siguientes:
2.1.Falsa dicotomía
Se trata de una de las falacias más comunes en el discurso político.
También llamada bifurcación, consiste en proyectar dos opciones, escenarios
o caminos diametralmente opuestos, donde a uno de ellos se le adjudican
sólo aspectos negativos, mientras que al otro, por lo general el que el enunciador representa, únicamente se le reconocen sus bondades y fortalezas.
Se desconocen terceras opciones o matices entre los dos modelos
presentados, por lo regular reduciendo la caracterización de escenarios
a versiones estereotipadas y maniqueas. Se utiliza primordialmente para
inducir la sobrevaloración de una propuesta, al exponer al interlocutor a
un comparativo forzado y engañoso.
En este análisis, la falacia de la falsa dicotomía aparece en los discursos
de los tres candidatos (gráfica 5). Pero, ¿cuáles son los proyectos extremos
que confronta cada uno de ellos? En el caso del candidato del PRI, los
proyectos que enfrenta son, por un lado, el régimen actual, encabezado por
un presidente que se adscribe al Partido Acción Nacional, y responsable
de una debacle en materia económica, laboral y de seguridad; y por otro,
un gobierno comprometido, responsable y eficaz, que correría a su cargo
de ganar las elecciones. El siguiente ejemplo registra la reducción de los
modelos a un contraste entre la oscuridad que representa el régimen actual
y el suyo como propuesta de cambio, de luz y de esperanza:
21
12 (2)
(1)
DI-EPN: “México está muy claro en lo que quiere y está cierto que ya no quiere
más de lo mismo; quiere pasar de esta etapa sombría y de obscuridad a una nueva
etapa de luz y esperanza”.
A la inversa de Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido
Acción Nacional reconoce también dos caminos posibles para México: el regreso
a un régimen fallido por la corrupción y las crisis que devinieron del mandato
priísta, o el voto a un gobierno que bajo su mandato haría avanzar al país:
(2)
DFbis-JVM: “Hoy vengo a pedirles que todos cerremos filas, faltan ocho días para
decidir si seguimos adelante o permitimos que regrese el pasado de corrupción,
de deuda y de crisis”.
Mientras tanto, el candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés
Manuel López Obrador, no construye una confrontación entre dos candidatos
exclusivamente, como sí lo hacen sus adversarios políticos, sino que contrapone
dos modelos: el suyo y el que –como si fuera uno- representan los otros tres
candidatos a la presidencia de México:
(3)
DIbis-AMLO: “Son dos caminos, habemos cuatro candidatos, tres hombres y
una mujer, pero la verdad la verdad es que sólo son dos proyectos: tres candidatos,
dos hombres y una mujer (lo digo con todo respeto sin el ánimo de ofender a
nadie), tres representan lo mismo ¿ya saben ustedes que es más de lo mismo? Es
pobreza, desempleo, inseguridad, violencia, corrupción, sufrimientos. Y hay otro
camino que con mucho orgullo lo estamos representando, el camino del cambio
verdadero que representa honestidad, justicia y amor, mucho amor”.
Gráfica 5. Falsa dicotomía
22
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
2.2.Ad populum
La falacia ad populum también es sumamente común en el discurso político, tanto en los regímenes democráticos, como en los autoritarios. Con esta
falacia, los políticos pretenden justificar sus proposiciones presumiendo contar
con el apoyo mayoritario del pueblo o de un grupo numeroso de personas.
Pueden variar los apelativos con los que se denomina al “pueblo”, algunos de
ellos son: “los ciudadanos”, “la gente”, “la nación”, “los habitantes de este país”,
“los mexicanos”, “nuestros hermanos”, etc.
Como se aprecia en la gráfica 6, el candidato que utilizó de manera más
consistente esta falacia fue Andrés Manuel López Obrador, lo cual no es de
extrañar si reconocemos que “el pueblo” es un elemento importante en su estrategia política en general. En casi todos sus discursos públicos aparece como
fuente de fuerza política, como respaldo de su proyecto y razón de ser de sus
propuestas y líneas de acción. Presentamos un ejemplo:
(4)
DF-AMLO: “Yo voy a necesitar del acompañamiento, del apoyo del pueblo para
poder llevar a cabo las reformas que necesita nuestro país. Voy a gobernar para
el pueblo y con el pueblo”.
A diferencia de López Obrador, Josefina Vázquez Mota no utiliza la falacia ad
populum para suponer un apoyo mayoritario del pueblo a su campaña, sino
para justificar algunas posibles medidas de gobierno como exigencias genuinas
de la ciudadanía, como se muestra en el siguiente párrafo:
(5)
DI-JVM: “Por eso propongo una nueva etapa en la estrategia que responda a la
exigencia de los ciudadanos de que los delitos sean castigados, sea quien sea el
responsable y sea quien sea la autoridad que lo encubra”.
También Enrique Peña Nieto presume el apoyo mayoritario a su proyecto
como lo ilustra el siguiente segmento:
(6)
DF-EPN: “Estamos muy entusiasmados porque ustedes y millones de mexicanos
más, saben que tenemos el mejor proyecto, el proyecto para que México esté mejor”.
Aunque en este caso, estamos ante una variante de esta falacia.
Estrechamente vinculada a la falacia ad populum, se encuentra la falacia ad
numerum. Con esta falacia se privilegia la cifra por encima de la calidad de
ciudadanos, de militantes partidistas, o de integrantes de cierto grupo. Entre
mayor sea el número expresado, mayor sería el impacto que podría generar esta
falacia, y puede usarse tanto para maximizar el apoyo generalizado por parte
de un vasto número de seguidores, como para respaldar numéricamente una
proposición. Obsérvese los casos siguientes:
23
12 (2)
(7)
Dfbis-JVM: “Aquí están las almas que cambiarán la historia el próximo domingo,
más de 50 mil veracruzanos nos dicen… Aquí me dicen los organizadores qué 50
mil ni qué nada, que son 100 mil veracruzanos…
Tuxtla, 35 mil; Puebla, 25 mil; Coatza, casi 20 mil y Veracruz, todos ustedes,
todo Veracruz está aquí…
Los veracruzanos y millones de mexicanos, el próximo domingo a esta hora,
cuando ya cierren las casillas habremos ido a votar y sabremos que ganamos la
Presidencia de la República”.
(8)
DI-AMLO: “Tenemos ahora, a diferencia del 2006, más organización, se construyó entre todos, desde abajo, el Movimiento Regeneración Nacional, tenemos
comités en casi todos los municipios del país, tenemos 53 mil comités seccionales, 3 millones 600 mil protagonistas el cambio verdadero, 2 millones 500 mil
representantes de nuestro movimiento”.
En todos los casos, los candidatos se apoyan en la supremacía numérica.
Gráfica 6. Ad populum, Ad numerum
2.3.Argumentum in terrorem
Algunos consideran que este es un tipo de falacia ad baculum, es decir, el
recurso a la fuerza y el poder. Conviene aclarar que no se trata de hacer uso
explícito de la fuerza, pues esto sería coacción y no argumentación. La falacia
opera en el terreno de las ideas, del pensamiento y de la enunciación; esto es, se
busca el convencimiento del destinatario a través de la palabra. El destinatario
acepta la proposición y se somete voluntariamente a la tesis buscando evitarse
24
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
una situación hipotética indeseable, incluso reconociendo el poder que podría
inducirle un castigo, una sanción o un malestar.
Específicamente, el argumentum in terrorem induce el miedo ante la
presentación de escenarios catastróficos como consecuencia de una toma de
decisión errónea por parte del destinatario. La falacia se complementa con la
propuesta de opciones alternas de mejores consecuencias.
El candidato de la Coalición Compromiso por México, Enrique Peña
Nieto, construyó frecuentemente un escenario catastrófico del país, no sólo
como consecuencia de la continuidad del régimen actual, sino como descripción
del actual estado de cosas. Pese a que pudo haber expuesto datos documentados
sobre los saldos negativos de algunas políticas públicas, cae en falacia al generalizar de manera conjetural, sin atender los matices, las pruebas objetivas y la
relatividad de los índices en cada renglón expuesto. Véase el ejemplo siguiente:
(9)
DI-EPN: “Duele reconocerlo pero México no vive un buen momento. Muchos
mexicanos atraviesan tiempos difíciles, sienten incertidumbre y desesperación.
México está herido por la inseguridad y la violencia. Muchos mexicanos viven
angustiados y, lo que es peor, viven con miedo.
Los más afectados son nuestros niños. Ahora en nuestros niños, sus temores ya no
sólo están en su imaginación: están afuera de su escuela, en las calles, donde antes
jugaban con sus padres. La violencia ya no es sólo una fría estadística, cada vez
son más las familias afectadas de manera directa con la desaparición y asesinato
de un ser querido.
Hay un México con enorme pobreza, con millones de familias a quienes no alcanza
ni lo más mínimo para comer.
Hay un México con una economía incapaz de generar buenos empleos y, sobre
todo, oportunidades para todos los mexicanos.
Hay un México con una imagen negativa, que infunde temor al turismo que anteriormente nos visitaba, que ha perdido oportunidades y liderazgo internacional.
Hay un México con instituciones débiles y desacreditadas, en las que ya no confía
la gente, porque la ineficacia y la corrupción se padecen a diario”.
Con este discurso se presenta Enrique Peña Nieto en el arranque de su campaña, elabora una fotografía que, desde su punto de vista, desconoce toda acción
o resultado positivo del actual régimen de gobierno. Construye un escenario
catastrófico a partir de una serie de desaciertos en variados renglones de la vida en
México. Posteriormente, propone una alternativa para aminorar el temor causado:
(10)
DF-EPN: “Vamos a ganar para transformar a México, vamos a ganar para acabar
con el miedo y recobrar la esperanza”.
El uso del argumentum in terrorem por parte de los otros dos candidatos
no se aprecia como relevante en términos de frecuencia (Gráfica 7).
25
12 (2)
Gráfica 7. Argumentum in terrorem
2.4.Ad hominem
Disentir de las tesis que presenta un adversario político abre la posibilidad
a un orador de refutar mediante el señalamiento de pruebas racionales que
socaven los argumentos contrarios. Pero cuando la confrontación se lleva al
terreno personal y se dirigen ataques al adversario a propósito de sus atributos,
características, creencias sobre la persona o juicios de valor sin fundamento
racional, estamos frente a la falacia ad hominem.
En el caso estudiado, la falacia ad hominem está presente en los discursos de
dos candidatos presidenciales (gráfica 8), y si a esto añadimos las falsas atribuciones
que se dirigen entre ellos, como falacias que señalan culpabilidad o responsabilidad
de actos negativos sin pruebas, entonces tenemos una confrontación evidente y
personal entre adversarios políticos.
Para ilustrar las falacias ad hominem en los candidatos Josefina Vázquez
Mota y Andrés Manuel López Obrador presentamos los siguientes segmentos:
(11)
DFbis-JVM: “No queremos ese candidato joven que le tiene miedo a los jóvenes,
que cuando fue a la Ibero terminó en el baño y no fue al debate de los jóvenes de
México, ese candidato no, ese candidato representa lo que ustedes han padecido en
Veracruz, representa autoritarismo, representa rendición frente al crimen, representa
deuda, representa abuso de poder”.
En este ejemplo se combinan dos falacias: ad hominem y falacia de la división.
La falacia de la división consiste en atribuir características de un todo a cada una
de las partes que lo componen. Cuando la candidata afirma que Enrique Peña
Nieto representa el autoritarismo, la rendición frente al crimen, la deuda y el abuso
26
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
del poder, está atribuyendo características del partido político al que representa
(PRI) a su persona. Es posible que el candidato haya mostrado comportamientos que le adjudicarían esa caracterización, pero la oradora no ofrece elementos
para elaborar una demostración apropiada. Ahora veamos un ejemplo distinto:
(12)
DF-AMLO: “El problema está arriba, con los que ganan de 200 a 600 mil pesos
mensuales, ahí es donde vamos a ajustar, ahí es donde vamos a cortar ese copete,
vamos a descopetar”.
Aquí encontramos una falacia sólo comprensible en el contexto de la contienda política entre Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto,
siendo que López Obrador ha calificado de manera negativa a su contrincante,
llamándolo el hombre del “copete”.
Otro ejemplo de falacia ad hominem en función de características físicas es
el que expone Josefina Vázquez Mota en el siguiente caso:
(13)
DF-JVM: “en Puebla ya no gobierna un “gober precioso”, que de “precioso” no
tenía nada”.
Se refiere al ex-gobernador Mario Marín del estado de Puebla, a quien se acusó
mediante la revelación de grabaciones telefónicas de proteger a empresarios con
conductas criminales, argumento que no retoma la candidata para desacreditar
al ex-gobernador.
El candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, no hizo uso de la desacreditación
personal, pero en lugar de esto, él recurrió a la desacreditación total del régimen
político actual.
Gráfica 8. Ad hominem y falsa atribución
27
12 (2)
Otras falacias interesantes que resultan indicativas de las líneas ideológicas
asumidas por los candidatos presidenciales son las falacias ad Lazarum y de
reificación en el discurso del candidato de la Coalición Movimiento Progresista.
La primera consiste en privilegiar un actuar modesto o asumir que una persona
pobre es más virtuosa por el simple hecho de su carencia económica. Se aprecia
en el siguiente ejemplo:
(14)
DF-AMLO: “Hablé también de hacer un gobierno austero, sin lujos, de terminar
con los privilegios de los altos funcionarios públicos de la incongruencia que
significa tener un gobierno rico con un pueblo pobre”.
Como ejemplo de la reificación, este mismo candidato habla constantemente de “enfrentar al dinero”, atribuyendo a este objeto características humanas,
incluso con calidad de adversario.
En Josefina Vázquez Mota, destaca un claro empeño en acentuar sus
fortalezas para llegar a conclusiones que no siempre se siguen de las premisas
que empeña, esto es, falacia non sequitur:
(15)
DI-JVM: “Soy economista y madre de familia y entiendo los problemas de miles
de familias en todo el país”
(16)
DFbis-JVM: “Como Secretaria de SEDESOL logré que nueve millones de mexicanos salieran de la pobreza extrema. Como Presidenta de México lograré que
ningún hogar tenga pobreza alimentaria”.
En estos ejemplos se advierte la manera en que la candidata apresura la
conclusión, desconociendo la complejidad mayor que demandan las acciones
y políticas a seguir en un escenario nacional, y pregonando que la experiencia
en un nivel más discreto la prepara para el reto mayúsculo que implica la
dirigencia de un país.
3.Conclusiones
Es frecuente ver que ciertos mecanismos retóricos se repiten en diferentes
discursos políticos. No necesariamente hablamos de un plagio interminable
de formas y estilos, de invariantes y fórmulas automáticas, sino de elementos
de probada eficacia, que son recuperados en los discursos, actualizados a las
demandas del contexto y a los objetivos específicos y personales de cada actor
o grupo político.
Las falacias constituyen uno de estos mecanismos que curiosamente no
resuelven en definitiva los procesos de convencimiento popular, pero una
construcción atractiva y apropiada de la falacia no sólo esconde el sinsentido
28
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
del que es producto, sino que suele pasar por un ejercicio argumentativo válido
y convincente.
En el análisis aplicado a los discursos de inicio y cierre de campañas presidenciales en México durante 2012, se aprecia que el recurso a la falacia es
una estrategia presente en cada discurso. Curiosamente, la identificación de
ciertos tipos de falacias atribuibles a determinados oradores y la estimación de
sus frecuencias de aparición permite señalar tentativamente un vínculo entre
la falacia como recurso discursivo y la construcción de estrategias verbales
para el apuntalamiento de los diversos proyectos políticos de cara a la opinión
ciudadana.
A reserva de elaborar análisis exhaustivos de las campañas y de las plataformas políticas de los candidatos contendientes, se puede afirmar que el uso
de las falacias permite a los oradores transmitir y reforzar líneas ideológicas,
incitar y participar en confrontaciones políticas y proyectar la singularidad de
proyectos específicos. Ésta, consideramos, es la manera en que las falacias se
insertan dentro de los ejes argumentales de los discursos de campaña.
En términos generales, se observó que la falsa dicotomía (entre regímenes
ineficaces y fallidos -pasados o actuales- y regímenes presentes o futuros de
éxito) forma parte de la construcción argumentativa de los tres candidatos.
También, apelar al pueblo como base de apoyo y mecanismo de validación de
las propuestas políticas, es otro ejemplo de falacia recurrente en los oradores
(más marcada en el candidato de la Coalición Movimiento Progresista). Ambos
tipos de falacias permiten apuntalar la apreciación general de las campañas y
de las propuestas políticas.
Sin embargo, sobre las diferencias en el uso de ciertos tipos de falacias
por parte de los tres candidatos se puede concluir lo siguiente: las falacias empleadas por el candidato de la Coalición Compromiso por México, Enrique
Peña Nieto, buscaban establecer dos opciones de gobierno: una opción fallida
que corresponde al actual régimen y al partido político al que se adscribe el
presidente Felipe Calderón, y otra, misma que encabezará dentro de unos
meses, que propone soluciones factibles a los problemas actuales derivados de
un gobierno ineficaz.
Las falacias recurrentes en el candidato de la Coalición Movimiento
Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador, consistían en apoyarse en la supremacía numérica del pueblo, y particularmente, de los ciudadanos de bajos
recursos económicos, así como en el establecimiento de una dicotomía que
tachaba de mal gobierno al actual y a los regímenes dirigidos por gobernantes
del Partido Revolucionario Institucional, y que reconocía como única opción
de verdadero compromiso social la que él representaba.
Por su parte, Josefina Vázquez Mota recurrió al ataque personal o colectivo, mediante falsas atribuciones, refutaciones del tipo ad hominem, y también
enfrentando dos rumbos para el país: el de un gobierno priísta al que reconocía
como autor de las grandes crisis económicas sufridas por el país durante gran
29
12 (2)
parte del siglo XX, y el de un gobierno que, siendo la continuación del actual,
mantendría y acrecentaría los logros alcanzados en los últimos doce años.
Todo parece indicar que la estrategia discursiva seguida por el candidato
de la Coalición Compromiso por México resultó la más efectiva, pues salió
invicto en los comicios de julio de 2012. Como se mencionó con anterioridad,
no se elaboró un análisis minucioso de dicha estrategia discursiva, pero sí es
posible afirmar que, como parte de ella, las falacias del tipo argumentum in
terrorem y falsa dicotomía gozaron de una mayor credibilidad por parte de los
ciudadanos electores.
Aunque la elaboración de falacias y su exposición en actos públicos no
es la única fortaleza de las estrategias de marketing político, tampoco deben
desestimarse, pues la fuerza en el discurso político no reposa necesariamente
en un correcto razonar, sino en la capacidad de movilizar emocionalmente, a
veces más que cognitivamente, al ciudadano, y con esto incitarlo a la acción
política. Las falacias, pues, no son del todo infalibles, pero sí pueden promover
el convencimiento y la persuasión de los ciudadanos sin que medie el razonamiento lógico.
Notas:
1 Para una revisión a fondo de las coaliciones y las tendencias electorales, véase Pacheco, 2011.
2 La nomenclatura DI o DF corresponde a “Discurso Inicial” y “Discurso Final”,
respectivamente. Las letras siguientes corresponden a las iniciales de los nombres
completos de los candidatos a la presidencia de México.
3 Como se puede apreciar, en la constitución del corpus se consideraron dos discursos iniciales por parte del candidato de la Coalición Movimiento Progresista,
Andrés Manuel López Obrador. Esta decisión obedece a que originalmente sólo se
consideraría el discurso con el que los candidatos dan inicio oficial a sus campañas
electorales; sin embargo, el caso de este candidato fue particular porque su discurso
inicial es una rueda de prensa, con lo cual no se aprecian las condiciones de emisión
característicos en los otros dos candidatos: discursos dirigidos a los ciudadanos,
circundado principalmente por militantes afines, mayor duración. Por tal motivo, se
estimó pertinente recuperar ambos discursos, el de la rueda de prensa (DI-AMLO)
y el de apertura de campaña (DIbis-AMLO), para otorgarle un equilibrio mayor a
las exposiciones de los candidatos.
4 Diez días después del arranque oficial de la campaña de Josefina Vázquez Mota,
la candidata anuncia ajustes en su estrategia (integración de nuevas figuras a la
campaña, fortalecimiento de la cobertura a nivel nacional, etc.); en este análisis
retomamos justamente el discurso que marca esta reorientación, tomando en cuenta
que éste será el rumbo que seguirá la campaña de este momento en adelante.
5 Taxonomía basada en Hamblin, 2004 y Flores, 2002.
30
Irma M. Gutiérrez M.: Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012)
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Irma Mariana Gutiérrez Morales de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), es Doctora en Ciencias Políticas y Sociales y Maestra en
Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la FES Acatlán
de la UNAM. Profesora de asignatura de las Licenciaturas en Pedagogía y
Comunicación en la FES Acatlán. Sus líneas principales de investigación son
análisis del discurso político, periodístico y educativo.
Correo electrónico: [email protected]
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ARTÍCULO
La deixis de primera persona en la construcción
discursiva del estudiante universitario
ANAMARÍA HARVEY
PATRICIA BAEZA
ENRIQUE SOLOGUREN
Pontificia Universidad Católica de Chile
Resumen. En este artículo se da cuenta de la deixis de primera persona singular-plural
en la construcción discursiva de exámenes orales finales de pregrado. La perspectiva
teórica-metodológica en la que se sustenta el constructo analítico-descriptivo de este
estudio es la LSF (Halliday, 1994; Halliday y Matthiessen, 2004; Martin y Rose, 2007;
van Leeuwen, 2008). La metodología es cualitativa. El corpus analizado corresponde a
exámenes orales finales de dos disciplinas diferentes: Lingüística y Química. Los datos
que emergen del análisis destacan las distintas funciones que cumple la deixis de primera persona en la negociación interpersonal del candidato y los resultados muestran
a un estudiante/investigador consciente de la elaboración y organización de su texto
y evaluador de su propio discurso. Se concluye que las selecciones pronominales son
multifuncionales (Fonte y Williamson, 2011) y que el buen uso de ellas permite al
candidato posicionarse y legitimarse como un miembro pleno de la comunidad disciplinar correspondiente.
Palabras clave: Oralidad académica, deixis personal, posicionamiento discursivo, legitimación.
Resumo. Neste artigo se discute as funções da dêixis de primeira pessoa singular-plural
na construção discursiva de exames orais finais de graduação. A perspectiva teórico-metodológica em que se sustenta o construto analítico-descritivo deste estudo é a LSF
(Halliday, 1994; Halliday & Matthiessen, 2004; Martin & Rose, 2007; van Leeuwen,
2008). A metodologia é qualitativa. O corpus analisado corresponde a exames orais
finais de duas disciplinas diferentes: Linguística e Química. Os dados que emergem da
análise mostram as distintas funções que cumpre a dêixis de primeira pessoa na negociação interpessoal do candidato e os resultados apontam a um estudante/investigador
consciente da elaboração e organização do seu texto e avaliador do seu proprio discurso.
Conclui-se que as seleções pronominais são multifuncionais (Fonte & Williamson,
2011) e que o bom uso das mesmas permite ao candidato posicionar-se e legitimar-se como um membro pleno da comunidade de prática disciplinar correspondente.
Palavras chave: Oralidade acadêmica, dêixis pessoal, posicionamento discursivo, legitimação.
Abstract. This article informs about deixis, as manifested in first person singular and
plural, in the discursive construction of undergraduate final oral exams. The theoretical
and methodological perspective underlying the analytic-descriptive construct of the
study is SFL (Halliday, 1994; Halliday & Matthiessen, 2004; Martin & Rose, 2007;
van Leeuwen, 2008). The methodology is qualitative. The corpus under scrutiny
Recibido: 09 de marzo de 2012 • Aceptado: 12 de septiembre de 2012.
ALED 12 (2), pp. 33-52
33
12 (2)
corresponds to final oral exams in two different disciplines: Linguistics and Chemistry. Data emerging from the anlyses show the multiple functions fulfilled by deixis
in the student’s interpersonal negotiations and results point to a student/researcher
who appears to be conscious of the elaboration and organization of his/her text and
capable of evaluating his/her own discourse. It is concluded that pronominal choices
are multifunctional (Fonte & Williamson, 2011) and that the adequate use of them
allows the student to position and legitimize him/herself as a full member of the corresponding disciplinary community.
Key words: Academic oral encounters, personal deixis, discursive positioning, legitimacy.
Introducción
Este artículo1 examina el uso de la deixis de primera personal (singular
y plural) en un tipo especial de práctica social poco explorado en el ámbito
académico –el examen oral universitario final de pregrado– y da cuenta de
sus funciones. El estudio que informamos intenta responder la interrogante
siguiente: ¿De qué manera el candidato construye significados ideacionales e
interpersonales para legitimarse frente a la Comisión Examinadora? Partimos
de la premisa que en este evento comunicativo de naturaleza evaluativa los
interactuantes no solo informan de un conocimiento disciplinar sino que,
además, co-construyen significados y negocian identidades.
La comunicación académica ha sido objeto de múltiples estudios en diferentes lenguas, entre ellas la lengua española (Arnoux, 2002, 2009; Beke, 2009;
Bolívar, 2006; Bolívar, Beke y Shiro, 2010; Carlino, 2007; Padilla y Carlino,
2010; Cassany, 2010; Castelló, 2007; Ciapuscio, 2005, 2007, 2010; García
Negroni y Tordesillas; 2001; García Negroni, 2007; Harvey, 2005, 2006, 2009;
Harvey y Oyanedel, 2010, 2011; Marinkovich, 2005, 2009, Marinkovich
y Velásquez 2010; Moyano, 2009; Barbara y Moyano; 2011; Oteíza, 2006,
Oteíza y Pinto, 2011; Parodi, 2008, 2009, 2010), realizados desde diversas
disciplinas y perspectivas teóricas, entre éstas, la Lingüística Sistémica Funcional
(en adelante LSF), la sociolingüística y la teoría de los géneros (Salager-Meyer,
1994; Hyland, 1999 y 2002; Hunston y Thompson, 2000; Roberts et al.,
2006; Barbara y Moyano, 2011). Todas estas investigaciones, entre muchas
más, han demostrado que estas interacciones no sólo pretenden la transmisión
clara, ordenada y precisa del conocimiento sino que también buscan provocar
determinados efectos retóricos en su audiencia.
En este contexto, surge la necesidad de caracterizaciones lingüísticasdiscursivas que permitan comprender de manera más integral cómo se coconstruye el conocimiento en instancias orales académicas de tipo formal y
de naturaleza evaluativa. En ellas se evalúa el proceso de formación disciplinar
por una parte y el proceso de pensamiento y conceptualización en línea por
otra; asimismo, se legitima al estudiante como miembro apto para desempeñarse en el mundo profesional y/o académico. Dado que se trata de prácticas
34
Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren: La deixis de primera persona en la construcción...
discursivas que evidencian el vínculo entre el orden de la interacción y el orden
institucional (Linell, 2009, 2010), éstas constituyen un espacio privilegiado
para observar la emergencia de recursos retóricos específicos, plasmados en el
entramado discursivo, así como la articulación de los dispositivos que configuran una determinada política discursiva: “[…] si entendemos que los discursos
son indisociables de las instituciones de las cuales emergen, el estudio de los
mismos permite indagar en los mecanismos de legitimación de la enunciación”
(Savio, 2009: 241).
En nuestro estudio adherimos a la noción de deixis propuesta por Fonte y
Williamson (2011: 1), quienes la conciben como “un proceso de situarnos en
el discurso como hablantes en relación con nuestros interlocutores”. A su vez,
definimos operacionalmente posicionamiento discursivo, para los fines de este
estudio, como las maneras que tiene el candidato de presentarse y legitimarse
con la Comisión Examinadora en la interacción.
El corpus de este estudio de caso está conformado por dos exámenes orales, uno en el área de lingüística y, el otro, en el de química. Ambos exámenes
fueron video-grabados en una institución de educación superior chilena. La
perspectiva teórica-metodológica en la que se sustenta el constructo analíticodescriptivo de este estudio es la Lingüística Sistémica Funcional, en adelante,
LSF (Halliday, 1994; Halliday y Matthiessen, 2004; Martin y Rose, 2007; van
Leeuwen, 2008), y las definiciones de género de Martin (1984) y de Martin y
Rose (2007), concordantes con las características de la instancia evaluativa en
estudio. La metodología es cualitativa.
En los apartados siguientes nos referimos al marco teórico metodológico
empleado, presentamos e ilustramos las distintas funciones que emergen de
los análisis y discutimos las estrategias desplegadas por los estudiantes en los
exámenes estudiados.
1. Fundamentos teórico-metodológicos
1.1 Perspectiva sistémico-funcional
La LSF define el lenguaje como sistema semiótico social que los hablantes
emplean para construir significados en contexto, a través de opciones a diferentes niveles. Para Halliday (1994) las elecciones de significados están organizadas en tres componentes principales: la metafunción ideacional (se relaciona
con la organización del mundo que nos rodea), la metafunción interpersonal
(se asocia con el uso del lenguaje para el intercambio de significados con las
personas con las que interactuamos) y la metafunción textual (tiene que ver
con la organización de los significados ideativos e interpersonales dentro de
textos que son coherentes y relevantes). De esta manera, las palabras ‘realizan’
el significado de un texto y éste es concebido como una unidad semántica. La
metafunción ideacional se realiza en el plano léxico-gramatical especialmente a
35
12 (2)
través de la elección de la transitividad, que construye la experiencia mediante
seis tipos de procesos: materiales (experiencias del mundo externo), mentales
(experiencias de la conciencia), relacionales, de comportamiento, verbales y
existenciales. Cada proceso consta de tres componentes potenciales: el proceso
en sí, los participantes del mismo y las circunstancias vinculadas al proceso,
lo que Halliday y Matthiessen (2004) denominan ‘figura’, a nivel semántico.
Recurrimos a los conceptos anteriormente expuestos para nuestra pesquisa
de las realizaciones lingüísticas de la primera persona singular y plural y de sus
funciones, en los dos primeros niveles de nuestro análisis: léxico gramatical
y discursivo-semántico. Para el nivel interpretativo, es decir, para el análisis
de la construcción de los significados, nos detenemos en algunos elementos
de la propuesta de Martin y Rose (2007), especialmente en la ‘ideación’ y la
‘identificación’. La elección de estos dos sistemas responde a su alto potencial
explicativo y, dada la naturaleza de nuestro objeto de estudio, nos permite focalizar en la elaboración identitaria de los participantes de la instancia evaluativa
oral universitaria de término de estudio.
Por un lado, la ideación se enfoca en el análisis de los participantes (personas, lugares, objetos), los procesos (generalmente realizados por verbos) y las
relaciones entre ambos elementos. Por otro lado, la identificación se asocia con
la manera cómo se introducen los participantes en el discurso y el seguimiento
que se hace de las huellas de estos, en palabras de Martin y Rose (2007). En
nuestro estudio nos centramos más en las personas que en los lugares y los
objetos. Consideramos en forma especial la identificación de los participantes
por medio de los pronombres de primera persona singular y plural, como así
también los distintos tipos de referencia asociados a esta clase de seguimiento.
Para discriminar las funciones interactivas e ideativas que cumplen las
selecciones pronominales de primera persona y analizar su incidencia en la
elaboración identitaria en los exámenes estudiados en este trabajo, utilizamos
también algunas categorías del inventario sociosemántico propuesto por
van Leeuwen (2008): exclusión, inclusión, individualización, colectivización,
identificación, personalización, impersonalización, pasividad, reacción cognitiva
y afectiva, abstracción. Consideramos también, en forma particular, la autorización como forma de legitimación, en tres de sus manifestaciones: autoridad
personal, autoridad de experto y autoridad de tradición. El análisis se completa
con la racionalización teórica e instrumental, como formas de legitimación
características de los exámenes estudiados.
1.2.La deixis en el examen oral
Una de las finalidades del examen oral es dar cuenta del proceso de apropiación e internalización de los conocimientos disciplinares. En este sentido,
dos elementos son claves. En primera instancia, el examinando considera la
perspectiva de la cátedra en su discurso, esto es “que cuando comente lo leído
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Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren: La deixis de primera persona en la construcción...
tenga presente las orientaciones, aclaraciones, toma de posición, que el docente ha planteado en sus clases” (Balduzzi y Corrado, 2006: 5). En segundo
lugar, el examinando debe hacer uso de determinadas estrategias discursivas y
pragmáticas que le permitan construir una red de relaciones semánticas con
los términos claves de su disciplina científica; esto es el denominado ‘patrón
temático’, acuñado por Lemke (1997:112). Los participantes del examen, a
través del lenguaje, co-construyen una imagen mental de la realidad externa e
interna. Por esta razón, a través de nuestro trabajo describiremos el modo en
que estos utilizan la primera persona para negociar sus roles y legitimarse como
miembros de la comunidad de práctica académica universitaria.
Para tales efectos, entendemos la deixis como “el proceso de situarnos en
nuestro discurso como hablantes, colocando también a nuestros interlocutores
y señalando objetos y personas en nuestro entorno espacial y temporal” (Fonte
y Williamson, 2011: 5). Coincidimos con la postura de estos autores quienes
proponen el análisis del componente deíctico por medio de una aproximación interaccional y dialógica “fundada en el principio de que los significados
expresados en forma deíctica (con la excepción de la llamada deixis textual)
se realizan como parte de una interacción en curso entre dos personas como
mínimo”. Esto revela la naturaleza profundamente social e interactiva del
discurso (cf. Linell 1998). Es así que una mirada interaccional del fenómeno
deíctico lo caracteriza como un proceso significante de co-construcción del
foco referencial. En este sentido, entonces, una primera implicancia es que las
categorías informadas por las diferentes teorías no deben verse como compartimentos rígidos, sino que en virtud de grados de prototipicidad. Una segunda
implicancia alude a que no solo pronombres y formas verbales concomitantes
son el centro de la descripción, sino que también pueden serlo otros tipos
de elementos más complejos considerados tradicionalmente no deícticos y
desde esta óptica: “los deícticos deben considerarse no sólo como unidades
de la lengua y del discurso, con el mismo derecho que cualquier otra unidad
lingüística, sino ante todo como los que hacen posible la actividad discursiva
misma” (Kerbrat-Orecchioni, 1999:72).
Como plantean Martin y Rose (2007) los participantes en la interacción
utilizan una gran variedad de recursos referenciales que cumplen funciones
diversas. Tal es el caso de la deixis personal, puesto que se trata de unidades
lingüísticas que localizan la participación de los sujetos como las personas del
discurso. Los pronombres personales son considerados las formas canónicas
de la deixis personal, pero eventualmente otras unidades complejas pueden
comportar valores deícticos, como registra Marmaridou (2001:106) bajo el
rótulo de deixis marginal. Así, por ejemplo, el enunciado “¡Felipe, levántate
ya!” comporta una expresión nominal introducida por un vocativo y que no es
sólo denominativa, sino que también funciona como deixis personal. Asimismo,
los pronombres se van relacionando con formas nominales y verbales, lo que
amplía considerablemente la gama de valores deícticos.
37
12 (2)
Si consideramos nuestra línea argumental en que “todo caso particular
de deixis no es más que ejemplo del proceso general y unitario de ubicación
temporal y espacial, resulta que la deixis de persona es también deixis social,
espacial, temporal, inserta en un momento discursivo” (Fonte y Williamson,
2011: 7). Lo anterior muestra la importancia de las estrategias deícticas en la
interacción discursiva y su relevancia para nuestro objeto de estudio.
1.3.Marco metodológico
En esta investigación adherimos a la concepción de la LSF que entiende el
lenguaje como sistema semiótico social que los hablantes emplean para construir
significados en contexto. A la vez, adscribimos a las definiciones de género de
Martin (1984) y de Martin y Rose (2007); las consideramos aplicables al examen
oral final universitario de pregrado, ya que éste es un tipo de actividad comunicativa que está dividido en fases (saludo, apertura, presentación expositiva,
intercambio propiamente tal durante el interrogatorio, deliberación, entrega de
resultados, cierre), se relaciona con una situación social y un encuentro, cuya
naturaleza es reconocida por los participantes. Está enmarcado por propósitos
y expectativas específicos: dar cuenta de un saber y un saber hacer (candidato)
y evaluar el desempeño del estudiante (evaluador).
Basados en los presupuestos teóricos, la fase analítica contempla la caracterización genérica del evento en estudio, la segmentación de los materiales
en fases y la pesquisa de dos categorías de análisis: las formas de la primera
persona singular y plural en la microgénesis de la interacción académica. En el
nivel léxico-gramatical pesquisamos las realizaciones lingüísticas de la primera
persona singular y plural, en el marco del Sistema de Transitividad planteado
por la LSF. En el nivel discursivo-semántico identificamos las diferentes funciones de las estrategias deícticas. En el nivel interpretativo, basándonos en el
inventario sociosemántico de van Leeuwen (2008) exploramos la legitimación
del candidato como actor y su representación discursiva, tomando en consideración la dialogicidad transituacional y el contexto.
El corpus de la investigación está conformado por dos videograbaciones
(DVD) transcritas de exámenes orales universitarios finales de pregrado de dos
unidades académicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile: Facultad
de Letras y Facultad de Química. La duración aproximada de cada uno de los
eventos es de 60 minutos. El nombre convencional de este tipo de actividades
comunicativas en las unidades académicas citadas es: ‘examen de grado’ y ‘defensa pública de tesis’ respectivamente. Los grados académicos que se obtienen
son: Licenciado en Letras con mención en Lingüística y Literatura hispánicas
y Licenciado en Ciencias Químicas. En este último caso también se otorga el
título profesional de Químico con mención en Química ambiental.
Nuestro acercamiento al objeto de estudio se realiza a través de una metodología básicamente de corte cualitativo. Para la transliteración del corpus
38
Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren: La deixis de primera persona en la construcción...
se utiliza el software TRANSANA (Fassnacht, 2009) desarrollado por la
Universidad Wisconsin-Madison, ya que es una plataforma que permite analizar
y transcribir datos teniendo en pantalla audio, imagen y texto.
2. Resultados y discusión
2.1.Selección pronominal: primera persona singular
Tal como mencionáramos en el marco teórico-metodológico, el género
“examen oral final”, centro de nuestra investigación, se caracteriza por una
estructura particular conformada por las siguientes fases: saludo, apertura,
exposición, interrogatorio, deliberación, entrega de resultados y cierre. En este
trabajo nos concentramos sólo en dos de ellas: la fase expositiva y la interrogativa, porque éstas son cruciales para la construcción discursiva del orador
frente a la Comisión Examinadora.
En ambos exámenes el candidato-actor se autopresenta a través de procesos
relacionales de posesión (Halliday, 1994, Halliday y Matthiessen, 2004): “mi
propuesta”, “mi trabajo”, “mi opinión”. La información que se logra permite que
elementos nominales se asocien a un posesivo que tiene como referente al actor
y que configuren un sintagma nominal que ocupará el rol de un participante
directo dentro de una cláusula. De este modo, el candidato, referente humano,
individualizado y concreto, se posiciona como participante central del examen.
En el examen de Química el candidato sólo utiliza la primera persona
explícitamente para presentarse:
(1) fase inicial
A: buenos días / mi nombre es Raúl Guajardo / mi trabajo / mi trabajo trata
sobre la síntesis y caracterización de polimetacrilato de propil felino isoméricos
(4.0) resumen // primero se presentan los objetivos del trabajo / 2
Fuera de esta autodesignación inicial y presentación personal, el candidato
abandona para siempre la primera persona, que solo es retomada en la fase
interrogativa. En la fase expositiva, el estudiante introduce la información de
modo factual, presenta los fenómenos observados o inferidos como si estos
hablaran o se manifestaran por sí solos, como hechos que emergen de la realidad,
respecto de los cuales el hablante parece no tener participación alguna; para
ello, se recurre a las pasivas con “se”, en lugar de asumir la primera persona.
(2) fase expositiva
A:primero se presentan los objetivos del trabajo / la introducción / la parte
experimental / los resultados / y las conclu conclusiones
En cambio, en el examen de Lingüística, el candidato se autopresenta
individualizado (van Leeuwen, 2008), a través de su propio nombre y a través
39
12 (2)
de un notorio predominio de la primera persona singular excepto en una
ocasión en la que el propio candidato se autorrepresenta como miembro de
una clase (van Leeuwen, 2008), expresada a través del sintagma nominal “los
investigadores jóvenes”.
(3) fase expositiva
A:si mi alma debe reflejar como yo hablo entonces es importante que eso este
dado por un buen juicio de las palabras que yo selecciono / para trabajar e
y para poder relacionarme con- con las personas o sea el juicio que es esta
discriminación entre lo correcto y lo incorrecto yo lo trasluzco a la lengua y
es por eso que Ortúzar ha determinado e clasificar las palabras en correctas
e incorrectas e o sea- o sea esta- esto es una ideología que se puede ver em //
que se presencia- no o que se manifiesta en la: en la selección de lexías y por
tanto también en la: // en qué palabras yo decido e considerar correctas o
incorrectas / vicios de dicción o correcciones del lenguaje /
En su construcción discursiva, a través de la primera persona singular, el
candidato se presenta como emisor de procesos verbales por medio de los cuales
introduce lo afirmado por la voz de un experto, el Padre Ortúzar.
Lo interesante de esta construcción es que, al verbalizar lo que el “otro”
dijo, lo hace asumiendo como propia la forma procedimental del sacerdote,
quien constituye una referencia teórica fundamental en el estudio del candidatoinvestigador que da su examen. Tal como queda en evidencia en el ejemplo 3,
en esta verbalización el candidato une verbos que indican procesos netamente
verbales, como “hablo”, con otros que son propios de procesos mentales como
“trasluzco”, “decido”. Lo común a todas estas formas verbales es que encierran
una evidente evaluación en relación con las formas correctas o incorrectas que
merecen o no ser incorporadas en un Diccionario.
Además de los procesos verbales analizados, en ambos exámenes se observa
el predominio de procesos mentales. Estos últimos pueden estar vinculados con
diferentes aspectos de la investigación, tales como: los objetivos e hipótesis, las
decisiones metodológicas, los hallazgos y/o las proyecciones.
Una evidencia de lo expuesto se encuentra en la construcción discursiva
del ejemplo 4, donde el candidato utiliza en su respuesta frente a la pregunta
del profesor examinador, procesos mentales instanciados con el verbo “creer”,
que funcionan como modalizadores epistémicos. El estudiante emite un juicio
en el que expone que la ideología no invalida el trabajo de un diccionario. Para
avalar su propia evaluación, realiza una transición de la primera persona singular
a la primera persona plural. De esta manera, el alumno generaliza (Fonte y
Williamson, 2011) su opinión y la legitima al atribuírsela a un “nosotros” de
experto con el que se refiere a los lexicógrafos, entre los que se incluye. Así, el
estudiante-investigador pasa a ser parte de un actor colectivo (van Leeuwen,
2008), lo que otorga mayor fuerza a su perspectiva investigativa.
40
Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren: La deixis de primera persona en la construcción...
(4) fase interrogativa
P: Entonces ¿es mejor que el diccionario no tenga ideología? ¿Por qué? ¿Cómo
podría ser?
A: […] §y creo que de ningún modo invalida eso el trabajo / creemos que puede
ser mejorado§
También el candidato puede representar más indirectamente fenómenos
vinculados a sus propias conclusiones o inferencias, como vemos en los ejemplos
5 y 6, los cuales difieren en la presencia del verbo “creer”, en primera persona
singular, que refuerza la modalización, en el caso de Lingüística (5) y que está
ausente en el caso de Química (6):
(5) fase interrogativa
A: creo que es necesario la reconstrucción de la bio- bio- biografía utilizada por
Ortúzar / porqué porque yo hice una reconstrucción pero la suficiente para
poder a- hacer mi trabajo / o sea e- está- este- esta reconstrucción
(6) fase interrogativa
A: es necesario conforma / conocer información acerca lac / de la secuencia de
los átomos en las cadenas de la regularidad estereoquímica de las secuencias
/ y la configuración de las cadenas
En ocasiones el candidato recurre a otro tipo de procesos mentales, los que
suelen aparecer dentro de una perífrasis modal con condicional. Esta forma
verbal mitiga la idea inicial, planteada en primera persona en ambos ejemplos
(7, examen de Lingüística y 8, examen de Química):
(7) fase interrogativa
A: mi idea es que luego uno pueda e entregar una plantilla para decir la ideología religiosa en cualquier diccionario / no solamente el de Ortúzar o sea
podríamos ver qué pasa con Rodríguez que YA es un católico no↑
(8) fase interrogativa
A: pienso que claramente tiene sentido lo que usted dice porque: / se podría
hacer puh /
También en nuestro corpus están presentes los procesos mentales ‘desiderativos’ (Halliday y Matthiessen, 2004) que se relacionan con los objetivos
que se plantea el candidato en su investigación y que se presentan sólo en el
examen de Lingüística, a través de verbos como “querer” con diferentes elecciones pronominales de la primera persona singular:
(9) fase interrogativa
A: la posibilidad de poder entregar un: una propuesta ya↑ aun- aunque sea mínima / no↑ / de- de- de esta propuesta que yo quiero entregar para análisis
de ideología religiosa me permite a mí poder empezar a trabajar en las cosas
que yo- en las cuales yo quiero aportar a mi- a la sociedad no­/
41
12 (2)
Muchos de los procesos mentales representados dependen para su interpretación de referencias homofóricas (van Leeuwen, 2008), es decir, de
determinados conocimientos compartidos con el interlocutor, los que constituyen una especie de puente que permite vincular inferencias y conclusiones
de modo coherente.
(10) fase interrogativa
A: Ortúzar no nos habla ni de la obra de la cual sacó ni- ni del capítulo ni nada
y sin embargo está no↑ entonces es un trabajo de- de crítica textual muy
interesante y por esas- e asuntos que yo quiero desarrollar
Como lo señala la marca de contra-expectativa “sin embargo” en el ejemplo
10, las inferencias favorecen la convivencia de dos voces, de modo tal que la del
experto citado será complementada por el trabajo del estudiante-investigador
que abre una nueva perspectiva de estudio.
De acuerdo con lo observado hasta el momento, en ambos exámenes hay
una fuerte presencia en la cláusula de procesos mentales asociados a la primera
persona singular; sin embargo, en ocasiones, estos alternan con los procesos
materiales, como se ve en el ejemplo 11:
(11) fase expositiva
A: van Dijk trabaja mucho en- el racismo / Forgas el género e bueno yo he trabajado con lo religioso / otros autores también lo han hecho pero habría que
esperar también otras áreas también como la política como la económica que
permitan dar una: / una alternativa a e: los- al- a la construcción de las ideas
culturales ya no solamente desde el punto de vista político o histórico sino
también desde el punto de vista lingüístico / o sea que todos nosotros consideramos que los diccionarios son un verdadero puente entre la lingüístico
y la sociedad / entonces cree- creemos que es importante darle un espacio
al diccionario para- e como un e // como un dador como un mediador de:
parámetros validos para poder analizar […]
En este caso se advierte una transición de un proceso material, expresado
en primera persona singular (“yo he trabajado”) a un proceso mental, expresado
en primera persona plural (“nosotros consideramos….creemos”). El candidato
utiliza un símil (Martin y Rose, 2007) y la generalización de expertos (Fonte y
Williamson, 2011) en su representación ideacional, para legitimar su posición
de investigador, en relación con grandes expertos como van Dijk y Forgas.
2.2.Selección pronominal: primera persona plural (“nosotros”)
Una primera presencia de esta selección pronominal es el nosotros de autor.
Su uso se encuentra ampliamente documentado en la literatura especializada
y da cuenta de cómo “el locutor habla en nombre de la comunidad científica,
autorizado mediante un contrato enunciativo por el que se yergue en delegado
42
Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren: La deixis de primera persona en la construcción...
de dicha colectividad” (García Negroni y Tordesillas, 2001: 84). Asimismo,
permite al locutor integrar a su auditorio de manera que comprenda e interiorice tanto el contenido como la práctica de investigación, como podemos
apreciar en el siguiente ejemplo:
(12) fase expositiva
A: entonces ya sea que tomemos a van Dijk para poder tomar asuntos de tipo
e: cualitativo de la ideología como Forgas en el aspecto cuantitativo hemos
podido tomar lo mejor de cada una de estas teoría y / presentarlas en este
trabajo / y para eso / nosotros hicimos una revisión sistemática del diccionario
/ qué quiere decir que lo leímos desde la primera página y hasta la última /
Es interesante esta estrategia porque desde el punto de vista de la referenciación discursiva pone en evidencia la forma en que el estudiante alude
tanto al conocimiento compartido mediante una ‘referencia homofórica’ (“la
audiencia especializada que examina ha leído mi trabajo”), como refiere a la
práctica investigativa mediante una ‘referencia exofórica’ (Martin y Rose, 2007)
de marcado carácter contextual (“le hago saber a mi audiencia especializada
que manejo los componentes del proceso investigativo”). De esta manera,
apoyado por un proceso material, podemos apreciar cómo se construye el
posicionamiento del candidato como especialista o de investigador que revela
sus procesos de indagación y razonamiento.
El nosotros de autor no es la única forma de primera persona plural presente en nuestro corpus. También es posible observar el nosotros inclusivo. Su
uso se registra en la fase expositiva del examen, como vemos en el ejemplo 13,
donde la selección pronominal, acompañada por un proceso de tipo mental,
toma forma de referencia pseudoinclusiva (cf. Haverkate, 1999; Nieto y Otero,
2004) que sirve para crear la impresión de que el oyente comparte el punto
de vista del hablante.
(13) Fase expositiva
A: una alternativa a e: los- al- a la construcción de las ideas culturales ya no
solamente desde el punto de vista político o histórico sino también desde
el punto de vista lingüístico / o sea que todos nosotros consideramos que
los diccionarios son un verdadero puente entre la lingüística y la sociedad /
entonces cree- creemos que es importante darle un espacio al diccionario
para- e como un e // como un dador como un mediador de: parámetros
validos para poder analizar y comprender las ideas que es más importante de
las distintas épocas / bien↑
La estrategia inclusiva de por sí expresa solidaridad y, en ese sentido, el
valor inclusivo del nosotros se utiliza no sólo para integrar al interlocutor o
para persuadir al oyente de la pertinencia de tal o cual conceptualización, sino
también para adherir a la ‘perspectiva de la cátedra’; ésta, según Lemke (1997),
involucra el despliegue de diferentes estrategias discursivas que se constituyen
43
12 (2)
para el examinador en indicios precisos de que se siguen las orientaciones de
la disciplina lexicográfica, y las orientaciones dadas por el director de la tesis
durante el desarrollo de la tarea investigativa.
Es importante destacar que el nosotros inclusivo puede combinarse con
otras funciones, como es posible observar en el intercambio siguiente, perteneciente a la fase interrogativa del examen oral, donde encontramos una doble
estrategia deíctica de generalización e inclusión.
(14) Fase interrogativa
A: no si / si / pero no debería tener§
P: §no debería tener↑§
A: §o sea NO / tiene / porque no depende de nosotros que el diccionario tenga
ideología§
P: §claro / pero / pero un buen diccionario no debería tener↑ tú:
A: no si debería tenerla / pero debería estar lo más posiblemente / que- que- que
no se apreciara / no↑§
P:§ya↓§
Como vemos, la selección pronominal se utiliza para generalizar la experiencia personal; es un movimiento estratégico que tiene como fin introducir
una determinada perspectiva del estudiante quien, mediante el nosotros generalizador, se distancia de su propio discurso e incluye a sus interlocutores
como co-responsables de la afirmación. Se diluye, por tanto, la responsabilidad
propia del candidato. Este tipo de estrategia es característica de textos argumentativos en general y de textos académicos en particular, como lo consigna
Haverkate (1999).
En el caso específico de nuestro corpus, es importante destacar cómo al
interior de una misma fase del evento comunicativo, encontramos grados diversos de inclusión y exclusión de la variación pronominal. Esto, para Móccero
(2003: 346), ejemplifica “el modo en que los hablantes pueden cambiar de
“perspectiva” creando nuevos alineamientos con otros, en tramos muy breves
de conversación” En estos alineamientos, a través del nosotros exclusivo el
estudiante excluye a sus interlocutores mediante un contraste de opciones
nominales: investigador joven/investigador formado:
(15) Fase expositiva
A: desde el punto de vista científico o sea poder delimitar objetivos poder delimitar el objeto de estudio que a veces / para: // para jóvenes investigadores °
(como nos- a veces nos llaman a nosotros)° parece ser inútiles están demás
para qué ­no­
En el ejemplo anterior, el hablante, en tanto examinando, se incluye dentro de
un grupo de investigadores incipientes separándose así de sus interlocutores.
En este sentido, se trata de una estrategia deíctica que, por un lado, configura
un mecanismo de legitimación mediante la colectivización del actor social,
44
Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren: La deixis de primera persona en la construcción...
en los términos del inventario sociosemántico de van Leeuwen (2008); y,
por otro lado, configura una autoridad de tipo personal desde el enfoque de
la construcción de la legitimación, ya que el hablante se adscribe a un grupo
determinado para legitimar su discurso y así justificar determinadas decisiones
metodológicas en el seno de la subfase de “discusión” de los alcances de su
investigación. Se aprecia, pues, con esta configuración de recursos, un valor
atenuador que busca excusarse de responsabilidad ante lo dicho mediante la
construcción de un Posicionamiento discursivo de novel investigador, de investigador sin experiencia.
Es importante destacar que en los lugares de transición o cambio de fase, la
primera persona plural tiene como función negociar el orden de la interacción
mediante la definición y caracterización de los momentos del examen, así como
la explicitación de las reglas. Esta función es asumida por los profesores que
conforman la Comisión Evaluadora más que por el estudiante. En este sentido
el “nosotros” sirve para la negociación metacomunicativa, revelando además, la
emergencia de un discurso por parte del colectivo examinador que pretende
ser menos impositivo. En el siguiente intercambio se puede apreciar este uso
metacomunicativo del “nosotros”:
(16) transición de la Fase expositiva a la interrogativa
A: //aquí quiero hacer una reflexión final (CELULAR)
P: perdone
A: no se preocupe
P: entonces pongamos el punto final
(17) transición a la Fase interrogativa
P: m
A: ahí lo tenemos vagando por las calles como siempre
P: ((...))
A: ((...))
P: tome asiento para que conversemos cinco minutos
A: ((...))
Como hemos ilustrado, la primera personal plural tiene un comportamiento singular en los exámenes analizados. En el caso de la carrera de Química,
su presencia es escasa y, en uno de los evento, la primera persona plural “nosotros“ no emerge. En efecto, el estudiante sólo usa el pronombre clítico “nos“
en los turnos de la fase interrogativa. Por su parte, en los registros del área de
lingüística, se utiliza la primera persona plural con mayor profusión en la fase
expositiva y en menor medida en la fase interrogativa.
La elaboración del estudiante de un determinado dominio conceptual,
que implica un saber hacer y un saber decir en una determinada comunidad de práctica universitaria, así como la evaluación del profesor de una
producción discursiva, que combina conocimientos especializados con una
cierta competencia técnica y comunicativa, involucran una negociación de
45
12 (2)
suyo compleja. En dicha transacción continua de significados, las selecciones
pronominales permiten a los interactuantes, como hemos visto, crear alineamientos diversos y posicionarse en y por el discurso de manera estratégica:
La elección de construcciones nominales o pronominales incide en la generación
de sentidos en la medida que elicita distintas reacciones intelectivo-apreciativas.
A través de esta estrategia, el enunciante recontextualiza las identidades de los
personajes al ubicarlas en campos de prácticas interpretativas, apreciativas y
discursivas diferentes (Del Rosal, 2009: 122).
En este sentido, estas estrategias deícticas analizadas contribuyen en
la construcción de posicionamientos discursivos particulares del estudiante/
investigador que se muestra a sí mismo consciente de la elaboración y organización de su texto, evaluador de su propio discurso, así como revelador de
sus procesos de razonamiento y sus procedimientos cognitivos.
8.Conclusiones
En este estudio de caso nos propusimos responder a la siguiente pregunta de investigación: ¿De qué manera el candidato construye significados
ideacionales e interpersonales mediante el uso de la deixis para legitimarse
frente a la Comisión Examinadora?
De los resultados obtenidos se concluye que, en términos ideacionales, la
movilización de los mecanismos lingüísticos manifestados en su textualización
nos revela la manera en que el candidato conceptualiza el conocimiento que
requiere el examen oral final como género, así como su posicionamiento
como estudiante-investigador de un área específica.
En el nivel léxico gramatical, es posible observar, en primer lugar, un
predominio de los procesos mentales asociados con la primera persona singular y plural, especialmente con los verbos cognitivos, en ambos exámenes.
Mediante estos procesos, el candidato expresa sus operaciones, revela sus
hallazgos, justifica sus decisiones en torno a ciertas perspectivas teóricas y
metodológicas, y plantea posibles proyecciones de su trabajo de investigación.
En segundo lugar, se observa la presencia de diferentes recursos modalizadores
a los cuales recurre el candidato para explicitar su posicionamiento y, a la vez,
mitigar la fuerza de sus aserciones, especialmente en el área de Lingüística.
Las diferencias para representar a los actores entre ambos exámenes se encuentra, por un lado, en la mayor personalización en el caso de Lingüística,
así como en la fase interrogativa de Química y, por otro, en el predominio
de la impersonalización, a través de pasivas con “se”, en la fase expositiva de
este último examen en la cual el candidato se vincula más indirectamente
con su objeto de estudio y los fenómenos tratados.
Para observar la relevancia de los mecanismos de referenciación homofórica
resultó conveniente no sólo detenernos en el sistema de ideación sino también
46
Anamaría Harvey, Patricia Baeza y Enrique Sologuren: La deixis de primera persona en la construcción...
en el de identificación. Es así que en ambos exámenes se presentan usos pronominales que aluden al conocimiento compartido, lo que le permitiría al
estudiante aspirar a la membresía en una determinada comunidad de práctica
disciplinar, que desarrolla formas de hacer y formas de hablar específicas, en
cuya base está la adhesión a determinadas creencias y valores compartidos
(Eckert y Mc Connell-Ginet, 1999).
Por su parte la diversidad de la deixis de primera persona provee evidencia
de la problematicidad intrínseca del género “examen oral final”, en el que el
estudiante requiere movilizar un sinnúmero de competencias para acometer
con el fin discursivo, principalmente de la fase expositiva. La variación pronominal daría cuenta así de una multiplicidad de funciones que contribuyen a
la construcción de significados ideacionales y a la negociación de identidades.
En este sentido, para legitimarse como miembro de la comunidad de práctica,
los candidatos de ambos exámenes utilizan una amplia gama de estrategias,
tales como: la generalización de la experiencia, la autopresentación como
evaluación, la inclusión y exclusión de otras voces autoriales. Igualmente, los
datos muestran que la deixis personal es utilizada en la fase expositiva para
negociar el orden de la interacción, guiar a su audiencia, hacerle partícipe de
sus competencias técnicas y comunicativas, así como para explicitar posibles
proyecciones de su investigación.
En lo que respecta al posicionamiento del estudiante-investigador, en el
examen de Química éste se presenta de modo más impersonal; en cambio, en el
examen de Lingüística esta figura emerge con mayor fuerza. Lo común a ambos
eventos sería la separación entre un “yo investigador” y un “ellos”. El primero
daría cuenta de las herramientas teóricas y metodológicas que la Comisión
Examinadora (“ellos”) evalúa. El candidato se erigiría de esta manera como
autoridad respecto de los otros actores; como tal concluye y sugiere acciones
futuras o proyecciones de su propia investigación.
En síntesis, aun cuando los resultados no son generalizables a otras disciplinas, estos señalan que, por un lado, las selecciones pronominales permiten
al candidato crear alineamientos diversos y posicionarse en y por el discurso
de manera estratégica con respecto a la Comisión Examinadora. Por otro lado,
contribuyen a la construcción de un Posicionamiento discursivo particular del
candidato que interactúa con sus evaluadores.
Notas
1 Este artículo está inserto en el Proyecto FONDECYT 1100510: Alfabetización
académica: instancias evaluativas orales en la formación universitaria de pregrado.
2 Las convenciones utilizadas en este artículo son las siguientes:
A: Candidato.
P: Profesor examinador.
/Pausa corta inferior al medio segundo.
47
12 (2)
//Pausa entre medio segundo y un segundo.
Deixis de primera persona singular y plural (negrita y subrayado)
Pasiva con se (negrita y cursiva)
Verbos importantes para los distintos procesos (negrita)
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Anamaría Harvey, Master of Arts y PH.D. por la Universidad de Birmingham
(Inglaterra), fue profesora titular de la Pontificia Universidad Católica de
Chile donde impartió docencia de postgrado en Análisis del Discurso y
Sociolingüística hasta su reciente y sentido fallecimiento. Fue miembro fundador de la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso, presidenta
de la ALED (2007-2009), nombrada Presidenta Honoraria en el año 2011.
Autora de numerosas publicaciones sobre el discurso científico y de divulgación, así como el discurso académico escrito y oral. Fue co-coordinadora de
un proyecto de intercambio académico con la Universidad de Estocolmo y
promotora del Doctorado en Lingüística. Compiló en el año 2005 el volumen
titulado En torno al discurso. Contribuciones de América Latina, como resultado
del Congreso que ella coordinó en Santiago de Chile.
51
12 (2)
Patricia Baeza Duffy es profesora de Español para Extranjeros en la Pontificia
Universidad Católica de Chile. También es profesora de Análisis del Discurso.
Tiene los títulos de Profesora de Lengua Castellana, Profesora en Ciencias de la
Educación, Diplomada en Pedagogía Teatral, Magíster en Literatura, Magíster
en Lingüística. Fue Becaria del Proyecto EIVES (Estudios de Interacción
Verbal en Estocolmo y Santiago de Chile). Actualmente es Doctoranda en
Lingüística y participa del Proyecto FONDECYT Alfabetización académica:
instancias evaluativas orales en la formación universitaria de pregrado. Sus áreas de
investigación son: el Análisis Discursivo Multimodal y la Lingüística aplicada
a la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera.
Correo electrónico: [email protected]
Enrique Sologuren Insua es profesor en la Universidad de Valparaíso y
Coordinador del Programa de Habilidades Comunicativas de dicha universidad. Tiene los títulos de Licenciado en Letras Hispánicas, Licenciado en
Educación, Profesor de Castellano y Magíster en Lingüística. Fue Becario del
Proyecto EIVES (Estudios de Interacción Verbal en Estocolmo y Santiago de
Chile). Actualmente participa del Proyecto FONDECYT Alfabetización académica: instancias evaluativas orales en la formación universitaria de pregrado.
Sus áreas de investigación son: el Discurso académico y la Lingüística aplicada
a la Enseñanza de Lengua Materna.
Correo electrónico: [email protected]
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ARTÍCULO
Escenificación y multidestinación en el discurso
presidencial de Juan Manuel Santos
GIOHANNY OLAVE ARIAS
Universidad de Buenos Aires
Resumen. El objetivo de este artículo es reconstruir la representación que el discurso
presidencial de Juan Manuel Santos configura sobre su propia situación enunciativa. Se
analizan 42 discursos pronunciados durante el primer año de gobierno (2010-2011),
inscritos en eventos semanales de contacto directo con las comunidades en el país,
denominados “Acuerdos para la Prosperidad” y accedidos desde el portal presidencial
en web. En los resultados, se reconstruye la puesta en escena de la enunciación política,
a través de la vinculación de roles enunciativos con atribuciones éticas de los participantes; se examina la función de la definición de la realidad en las zonas enunciativas
del discurso político; y se describe la escenografía del discurso presidencial, asociada
al formato del informe ejecutivo en el marco de la rendición de cuentas de la llamada
“nueva gerencia pública”. En las conclusiones, se discute tal enfoque gerencial tanto
en el marco de la participación ciudadana como en el de la enunciación política,
enfatizando en las huellas del carácter a-polémico que se rastrean en estas formas de
ejercer la gobernabilidad en el país.
Palabras clave: Discurso presidencial, género político, marco escénico, multidestinación,
nueva gerencia pública.
Resumo. O objetivo deste trabalho é reconstruir a representação que o discurso presidencial de Juan Manuel Santos define em sua própria situação enunciativa. Analizam-se
42 discursos proferidos durante o primeiro ano de mandato (2010-2011), inseridos em
eventos semanais de contato direto com as comunidades no país, chamados “Acordos
para a Prosperidade” e acessados pelo portal da Presidência da República na Internet.
Nossos resultados reconstroem a enunciação política por meio da vinculação de papéis
enunciativos com atribuições éticas dos participantes; também examinamos a função
da definição da realidade nas instâncias enunciativas do discurso político e descrevemos
o cenário enunciativo do discurso presidencial, associado ao formato do relatório executivo, como parte da prestação de contas na “nova gestão pública”. Concluímos com
uma discussão sobre tal abordagem de gestão no discurso político, tanto no âmbito
da participação cidadã como da enunciação política, enfatizando as características do
caráter não-polêmico nestas formas de exercer a governança na Colômbia.
Palavras-chave: Discurso presidencial, gênero político, configuração cênica, multidestinação, a nova gestão pública.
Abstract. The aim of this paper is to reconstruct how Juan Manuel Santos, in his
presidential discourse, represents his own enunciative situation. We analyzed 42
speeches delivered during the first year in office (2010-2011), when he enrolled in
weekly events called “Agreements for Prosperity”, in which he had direct contact
Recibido: 20 de agosto de 2012 • Aceptado: 28 de noviembre de 2012.
ALED 12 (2), pp. 53-79
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with communities in the country. The transcribed speeches were accessed from the
presidential web page. Our findings suggest that the enunciative roles are linked to
the ethical responsibilities of participants; also, we examine the role of defining reality
in the political discourse, and we describe the enunciative scenery of the presidential
speech, associated with the format of executive report, as part of the accountability
in the “new public management”. We conclude with a discussion about management
approach in political discourse, within the framework of public participation and political enunciation, emphasizing the non-polemic features in these forms of exercising
governance in Colombia.
Key words: Presidential discourse, political genre, scenic setting, multi-destination, new
public management.
Introducción
La extensa tradición de estudios del discurso presidencial, especialmente el
análisis de la retórica presidencial estadounidense (por ejemplo: Campbell &
Jamieson, 1990; Lim, 2008; Parry-Giles & Hogan, 2010), aun desde enfoques
bastante diversos, sugiere no sólo la importancia otorgada al decir oficial de los
presidentes, sino además la asociación analítica de base entre discurso presidencial e intervención política, cuyo punto de articulación es la institucionalidad
que reviste la figura del presidente de la república, es decir, su poder de acción
en el marco de lo que colectivamente se considera como legítimo.
Con una regularidad promedia de un discurso diario durante el primer
año de gobierno, el decir presidencial de Juan Manuel Santos traduce una
búsqueda de presencia oficial en el pueblo colombiano y es, en principio,
el factor que indica de manera más evidente el carácter político de lo que se
presenta desde el Estado como el Sistema Informativo del Gobierno, a través
de su Sala de Prensa1, toda vez que no se trata de una presencia neutralizada
que fungiera como reporte, registro o testimonio, sino de una forma concreta
de intervención y acción políticas.
Los discursos presidenciales que se analizan en este artículo corresponden
a los pronunciados en el marco de eventos públicos sectoriales e institucionalizados, denominados “Acuerdos para la Prosperidad” (APP). Estos eventos
se desarrollan en dos etapas, correspondientes a dos días diferentes: en el
primero, se programan cinco mesas temáticas lideradas por funcionarios estatales, representantes comunitarios y expertos en el sector programado para el
Acuerdo (salud, educación, economía, seguridad, etc.); estos líderes exponen sus
inquietudes, demandas, problemáticas, objetivos, alternativas y propuestas de
acuerdos para dirigirlas al presidente Santos en la jornada del día siguiente, que
corresponde a la segunda etapa. En ella se realiza una plenaria con la presencia
del Presidente, quien abre la sesión con un discurso que varía entre los 30 y
los 60 minutos de duración. Después de esta intervención, se cede la palabra
al ministro representante del tema programado, a los gobernantes locales o al
vocero de cada mesa, quienes intervienen para presentar los resultados de la
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Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
reunión sostenida en la jornada anterior. El Presidente escucha las intervenciones de voceros y funcionarios e interactúa con ellos, especialmente al preguntar
y opinar sobre los temas tratados. Cada sesión se cierra con el planteamiento de
compromisos y el encargo de seguimiento de su ejecución a la Alta Consejería
para las Regiones, el estamento encargado de la organización general de los APP.
El objetivo de este artículo es reconstruir la representación que el discurso
presidencial de Juan Manuel Santos configura sobre su propia situación enunciativa, específicamente en los discursos de los APP pronunciados durante el
primer año de gobierno (2010-2011). El análisis se pregunta principalmente
por los componentes de la escena de enunciación (escena englobante, genérica y escenografía en términos de Mainguenau (1999, 2004) y por el carácter
multidestinatario y multifuncional del discurso político (Verón, 1987; GarcíaNegroni, 1988, Montero, 2009).
1.Metodología
Durante el primer año de gobierno, el portal oficial de la Presidencia de
la República (http://wsp.presidencia.gov.co/paginas/presidencia.aspx) publicó
un total de 302 discursos de Santos, distribuidos entre actos conmemorativos,
de posesión, de inauguración, de clausura, de asamblea, de reconocimiento,
de presentación de proyectos, de intervención de emergencias y de contacto
presencial con las comunidades de las regiones del país (Acuerdos para la Prosperidad). Estos últimos, 43 en total y con una extensión aproximada de 1500
palabras en cada uno, sin intervención diferente a la del Presidente Santos, han
sido relevados como muestra para el análisis que se propone.
A nivel de su contenido formal, los discursos de los Acuerdos para la
Prosperidad (APP) hacen parte de la política estatal de participación ciudadana
y representan el inicio del momento de contacto permanente y sistemático con
las comunidades del país, donde se exponen problemáticas de corto, mediano
y largo alcance a partir del diálogo directo entre el Presidente de la República y
los representantes de las mesas de participación ciudadana. Los discursos que se
publican en el portal presidencial no incluyen estas interacciones dialogales entre
la comunidad y el Presidente, sino que registran el momento del preámbulo a
los diálogos en el que Santos realiza un recuento de las actividades realizadas
en la semana precedente, instaura la temática central del evento y define el
orden de participación y desarrollo de los tópicos, es decir, se trata de discursos
de apertura a la actividad dialogal de participación ciudadana. Este registro,
que sirve de fuente para la obtención de los datos, se encuentra disponible en
el portal presidencial tanto en formato textual como audiovisual; para este
análisis, los discursos fueron consultados en ambas modalidades.
Al definir la muestra, partimos de la hipótesis de que tales intervenciones de apertura o discursos-preámbulo trascienden la simple presentación o
introducción a un evento público y se dimensionan retóricamente, toda vez
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que 1) se visualizan como actividades argumentativas dirigidas al refuerzo de
posiciones políticas particulares; y 2) son capaces de orientar las percepciones
de sus destinatarios de modos específicos.
En cuanto a las herramientas de análisis, se cruzaron dos perspectivas teóricas
de orientación discursiva: las categorías de Escena y escenografía enunciativas
(Maingueneau, 1999, 2004), en conjunción con las de Multidestinación y
Multifuncionalidad del discurso político (Verón, 1987).
Basados en la primera perspectiva, hicimos uso de la metáfora teatral para
concentrarnos en la representación que los APP configuran sobre su propia
situación enunciativa, esto es, la construcción de su propio espacio de acción,
interno a la comunicación, modelado por el género de discurso y diversificado
(transmutado, enmascarado) por el discurso mismo (Charaudeau y Maingueneau,
2005: 221-223).
Desde la perspectiva de Verón (1987) y otros trabajos posteriores que desarrollan su aparato conceptual (García-Negroni, 1988; Montero, 2009), utilizamos
los conceptos de multidestinación, multifuncionalidad y zonas de discurso para
caracterizar el campo discursivo de los pronunciamientos de apertura a los APP,
con el objetivo de revisar cómo ellos fueron condicionados por el género del
discurso político y cómo funcionaron concretamente la multidestinación y la
multifuncionaldad en los pronunciamientos, así como cuáles fueron sus entidades
y componentes desde la óptica de las estrategias argumentativas.
2.Resultados
2.1.Los app según ellos mismos
La Alta Consejería para las Regiones y la Participación Ciudadana (2010)
define los APP como “ejercicios de diálogo constructivo y creativo en el cual se
evidencian los principales temas del sector en la región, se plantean acciones para
dinamizar dichos temas y se hacen compromisos y acuerdos concretos”, que buscan
la participación masiva de las personas que hacen parte de un sector para que a
partir de las diferentes perspectivas y miradas se logre construir una agenda común,
se busquen soluciones creativas a los problemas y se planteen acciones concretas
para darle dinamismo al sector y a la región. De esta manera se va construyendo
comunidad y cohesión social (Alta Consejería para las Regiones y la Participación
Ciudadana 2010: 4).
Dentro de la mecánica programada, se establecen responsables y cronogramas de seguimiento a los compromisos adquiridos por los entes territoriales, o
bien, designados por el Presidente de la República. Tal seguimiento también se
difunde públicamente a través de informes ejecutivos mensuales, preparados por
la Alta Consejería, los cuales presentan indicadores de gestión y cumplimiento
en formatos porcentuales y estadísticos.
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Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
Los principales valores resaltados por la Alta Consejería al presentar los APP
guardan relación directa con el modelo administrativo gerencial que preconiza el
gobierno de Santos; las referencias a la eficiencia, eficacia, concreción y precisión,
como valores prioritarios del llamado “buen gobierno”, aparecen con recurrencia
en el discurso gubernamental.
Inscritos en el proyecto de “la construcción de un Estado más eficiente”
(Ministerio TIC, 2011), los APP establecen una puesta en escena de dos políticas identificables en el gobierno de Santos: el paradigma directivo de los valores
gerenciales (Oyarce, 2008) y la tensión entre centralización/descentralización de
las instituciones públicas (Restrepo, 2007; Leyva, 2011).
Oyarce (2008: 236) atribuye una fuerte influencia del modelo promovido
por el CLAD (Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo)
para la actuación del Estado en materia de políticas públicas, sobre “la lógica de
que el gobierno no puede ser una empresa, pero sí tornarse más empresarial; es
decir, que la acción del Estado debe ser más gerencial”, lo cual inspira algunas
políticas de gestión pública, como el seguimiento a los procesos ejecutorios y la
rendición de cuentas.
Restrepo (2007) pone en evidencia posibles procesos de recentralización
gubernamental en Colombia, como reacción a los procesos de descentralización
operados a partir de la Constitución de 1991, y que podrían ejemplificarse en la
figura del Presidente dirigiendo eventos del tipo APP.
Bien sea que se hable de estos procesos como orientaciones re-centralizadoras
(Castro, 2007; Restrepo, 2007) o como tendencias para generar meta-coordinación desde el centro, es decir, como relaciones intergubernamentales desde sus
aspectos técnicos (Leyva, 2011), es claro que eventos públicos como los APP
generan discusiones en torno al alcance real de intervención de un Estado que
se conciba y presente a sí mismo como políticamente centralizado y administrativamente descentralizado.
Al examinar esas auto-representaciones en torno a los APP, se confirma la
doble escenificación mencionada en los párrafos anteriores. Vimos que la primera,
referida al relevamiento de los valores gerenciales, se materializa en la recurrencia
y reiteración de una terminología que orbita alrededor de los mismos valores
(orden, concentración, concreción, especificidad y seguimiento); a ello debe
añadirse la autovaloración positiva como eventos que trascienden sus precedentes
y que, por tanto, se asumen como factores tangibles de progreso:
Quisimos introducirles algunas modificaciones y hacer estas reuniones con la
ciudadanía, con el pueblo, con los colombianos, en un formato que fuera más
concreto, que tuviera una agenda más concentrada, y poder así tener una visión
más clara sobre el problema (Santos, 2010, agosto 28).
Presentados como eventos en proceso continuo de mejora, los APP reorientan la rigidez del mecanismo instaurado hacia la percepción de lo productivo,
a través de su auto-referenciación:
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Lo que queremos es ir calibrando estos acuerdos para satisfacer a la mayor cantidad
de gente posible, pero al mismo tiempo ser muy productivos. Un enfoque muy
gerencial (Santos, 2010, octubre 23).
Por otro lado, la escenificación de una política administrativa descentralizada se concretiza en los objetivos explicitados por Santos al referirse a los
APP, dirigidos fundamentalmente a integrar a la comunidad en las decisiones
gubernamentales:
Hemos sido siempre defensores acérrimos de la democracia participativa, del
empoderamiento de la ciudadanía (Santos, 2010, agosto 14).
Estas formas de valoración positiva auto-referenciales aparecieron durante
el primer semestre de gobierno en modos discursivos pedagógicos y elogiosos,
estos últimos dirigidos a la exaltación del trabajo de los organizadores y de los
participantes, tanto como a los eventos en sí mismos: “Hay proceso de participación muy rico, muy dinámico el día anterior a estos acuerdos” (Santos,
2010, agosto 21).
2.2.El componente genérico de los app como discurso político
La enunciación política como espacio pragmático instala sus propios modos
de ser y estar, de hacer y saber, de sentir y relacionar a los sujetos discursivos.
Estas especificidades hablan de sujetos que, por un lado, son conscientes del
estatuto pragmático del tipo de discurso que los interpela, y por otro, actúan
intuitivamente en función de tal estatuto anónimo, implícito y presupuesto. En
la enunciación política, lo que es dicho y realizado transparenta la conciencia
de lo que puede y debe ser dicho bajo las condiciones particulares que instaura la percepción del poder, esto es, que la legitimación colectiva de un orden
específico y las múltiples posibilidades que contravienen ese orden estatuyen
la enunciación política.
Teniendo en cuenta este núcleo, la escena englobante de lo político define
la naturaleza de la situación, el tratamiento del asunto, el estatus de los participantes y las condiciones de intersubjetividad.
La naturaleza de la situación política corresponde a su trasfondo polémico,
es decir, a la construcción de un adversario (Verón, 1987). En efecto, en la
medida en que lo político se defina en función de lo colectivo, la formación de
colectividades implica la asunción de tensiones tanto intra como intergrupales,
o bien, la tensión connatural a la heterogeneidad manifiesta en las uniones
entre sujetos.
El tratamiento alude a las expectativas del auditorio en un evento particular
inscrito en la globalidad de la escena, esto es, a lo que el auditorio espera o
calcula sobre la relación entre el decir y lo dicho de quien enuncia. Se espera
que los asuntos tratados sean públicos, pertinentes, y en la mayoría de veces,
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Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
decisorios; que el político se refiera a estos asuntos con el nivel de conocimiento y propiedad que lo acredita, precisamente, como político (en términos de
representante de los intereses de un colectivo); se espera, además, que la posición manifestada frente al asunto tenga carácter oficial (institucional) y que se
corresponda con un conjunto de principios de partido o tendencia ideológica
expuesta abiertamente.
El estatus de los participantes en lo político se define por las autorrepresentaciones del sí mismo y las representaciones del otro. Los roles que asumen
los actores (líder, representante, asesor, vocero, asistente, detractor, opositor,
etc.) dependen de procesos colectivos preestablecidos históricamente y a los
cuales ellos se acogen (por ejemplo, mecanismos democráticos) o frente a los
cuales reaccionan (por ejemplo, revolución contra un régimen despótico). En
cualquier caso, todo rol constituye una figura esquematizada e histórica estable
que cada actor refuerza en su ejercicio y cuya transformación suele acontecer
de manera polémica, pues transgredir el guión es amenazar la estabilidad intrínseca del rol; por ejemplo, un presidente imprudente de gesto o de palabra
será acusado de “políticamente incorrecto” y generará molestias y sospechas
entre quienes defienden la estabilidad más conservadora del rol presidencial;
del mismo modo, un presidente constreñido al rol en su versión más clásica
estará menos expuesto a la crítica, porque estará haciendo “lo que tiene que
hacer”, de acuerdo con el esquema preestablecido. Pese a las variaciones culturales, la atribución de ciertos valores o principios a los roles genéricos de quien
lidera una colectividad, de quien es liderado, de quien se opone al liderazgo
y de quien media entre el líder y la colectividad, se encuentra más o menos
compartida, e incluso, estatuida.
Estas atribuciones funcionan como esquemas de lo esperado en el desempeño del rol, de manera que hacen parte de su estatuto pragmático. Por
supuesto, tal estabilidad solo involucra el carácter interno del rol, mas no la
posibilidad de que los sujetos vayan de un rol a otro, inclusive en un mismo
proceso político.
Las atribuciones éticas en los roles genéricos son indesligables de las
condiciones de intersubjetividad; de hecho, se configuran en función de tales
relaciones, toda vez que devienen en actitudes proyectadas hacia el otro en la
interacción. En Verón (1987) es posible rastrear estas condiciones, a través de
su tesis del desdoblamiento en la destinación, o el carácter multidestinatario
de la enunciación política; sin embargo, en tal caso la atención no está situada
sobre el problema de cómo la intersubjetividad política está sujeta a condicionantes externas a los sujetos involucrados, sino a la delimitación de los roles.
La correspondencia entre la multifuncionalidad y la multidestinación en la
enunciación política queda aún más en evidencia con la demarcación de las atribuciones éticas en los roles genéricos: una función de persuasión, por ejemplo,
estará más dirigida a trabajar sobre los valores propios del paradestinatario en
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tanto que se le percibe como liderado indiferente, apático, indeciso, escéptico
y voluble, es decir, en razón de la suspensión de su creencia el discurso político
deviene más persuasivo que polémico o que reforzador (figura 1).
Ahora bien, habíamos advertido que la determinación de estos roles genéricos, relacionados con el carácter multidestinatario de la enunciación política,
no enfoca las condiciones de intersubjetividad, si bien le son indesligables.
Al caracterizarla, se trata de una relación entre sujetos condicionada por un
esquema jerarquizado y jerarquizante, es decir, un conjunto de posiciones
asimétricas de los actores que están pre-instaladas, pero que al mismo tiempo
son instaladas por ellos en la interacción política, a través del reconocimiento
y legitimación de la posición propia y ajena. Esta constante dialéctica entre
‘lo dado por el rol’ y ‘lo creado por el sujeto que lo desempeña’ nos acerca más
hacia el término de posicionamiento (footing, Goffman, 1981) que de rol, en
su versión más pasiva o de dominancia sobre el sujeto, pero debe desbordar el
ámbito acotado de lo conversacional.
La escena englobante y genérica de la enunciación política, teniendo en
cuenta lo visto hasta ahora, se representa en la figura 1:
Discurso institucional y
representativo
(arenas públicas)
Discurso de refuerzo
+
convicción
presuposición
Discurso de
persuasión
suspensión
Discurso de
polémica
inversión
Líder
Responsabilidad
Honestidad
Justicia-equidad
Bien común
Atribuciones
éticas
-
Liderado
interesado
Disponibilidad
Compromiso
Disciplina
Identificación
Liderado
indiferente
Apatía
Volubilidad
Indecisión
Escepticismo
Opositor
Desconfianza
Disconformidad
Resistencia
Crítica
Distancia ideológica
+
Figura 1. Marco escénico de la enunciación política
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-
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
La forma escalonada de la figura 1 pretende introducir los dos tipos de
distancia pragmática que componen las condiciones de intersubjetividad: la
distancia social y la ideológica. La primera, está referida a las relaciones asimétricas entre los actores, establecidas a partir de la jerarquización de los roles
genéricos en la construcción del otro a través del enunciado; esta distancia
es directamente proporcional al estado de la creencia, graduable de mayor o
menor, entre los distintos destinatarios y el enunciador.
La distancia ideológica condiciona la intersubjetividad al oponer a los
actores de acuerdo con las lógicas adyacentes, contrapuestas o divergentes a
las cuales se adscriben. No se trata ya de una distribución escalonada, en la
medida en que no son construidas enunciativamente de manera jerárquica
(aunque, de hecho, puedan sobre o minusvalorarse, pero no directamente),
sino que son reconocidas y amparadas bajo el estatuto político de la pluralidad.
El opositor o contradestinatario, por ejemplo, es construido con una distancia
social jerarquizada (‘verticalizada’) al pretender la inversión de sus creencias,
pero con una distancia ideológica contrapuesta (‘horizontalizada’) al reconocerlo
como adversario. Del mismo modo, la indiferencia propia del paradestinatario
es inversa al interés que caracteriza al prodestinatario, pero en todo caso, se
construyen políticamente como figuras yuxtapuestas.
El enmarcado de la escena englobante y genérica corresponde a la restricción del tratamiento público del asunto: el discurso político se enuncia
de manera institucional (porque una colectividad –legítima o no- se hace responsable de él) y representativa (porque tiene correspondencia con un sistema
ideológico expuesto abiertamente).
Al respecto de las entidades del imaginario político, en el plano de la enunciación se le identifica en el marco escénico con la configuración de un colectivo
de identificación constituido por el enunciador o líder y sus prodestinatarios o
liderados interesados, partidarios positivos, adherentes y solidarios con el primero. El término de colectivo indica la concepción de una cierta homogeneidad
en bloque de los actores, que ciertamente son construidos enunciativamente
de tal modo como estrategia de contención de divergencias. Esto explica, en
parte, que en fenómenos como el populismo2 se reduzca intencionalmente la
distancia social entre líder y liderados, haciendo que el primero ‘se mezcle’ o ‘se
confunda’ entre los segundos. En el mismo plano, el colectivo de destinación,
conformado por los paradestinatarios y contradestinatarios, se construye con
mayor o menor distancia social de acuerdo con la cercanía o lejanía relativas de
la distancia ideológica de los actores; y particularmente con los opositores, se
les reduce a entidades masivas y singulares como estrategia de control, o bien,
se los ignora, para deslegitimar su estatuto político (estrategia de anulación
del adversario).
En el plano del enunciado, los colectivos de identificación y de destinación
pueden aparecer designados a través de diferentes formas, como la mayestática
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(el nosotros inclusivo de los colectivos de identificación), la nominalizada
(fórmulas de sustitución doctrinal: la unión, la democracia, la prosperidad,
etc.) y la apelativa (entidades amplias en posición de recepción: colombianos,
compatriotas, ciudadanos, etc.), entre otras (Verón, 1987).
En los discursos de los APP, el uso del ‘nosotros’, ‘nuestro-s, -a, -as’ y las
formas verbales conjugadas que les corresponden predominan sobre el uso de las
pronominales y verbales en primera persona, desdoblándose en dos categorías:
un colectivo de identificación referido a la institución (un nosotros estatal, [1])
y otro que abarca lo nacional (un nosotros ciudadano, [2]):
[1]Ustedes saben muy bien que nosotros tenemos un Plan de Desarrollo que
se resume en tres puntos: más seguridad, más empleo -y empleo formal- y
menos pobreza (2011, marzo 19).
[2]Somos el país más rico del mundo por kilómetro cuadrado, en materia de
biodiversidad. Pero si encima de eso, nos convertimos en un país serio, que
mide su riqueza ambiental, que la protege, que toma las decisiones correctas,
eso nos da una gran autoridad para poder discutir a nivel mundial este fenómeno que tanto daño le está haciendo al planeta, que tanto daño nos ha
hecho a nosotros (2011, enero 22).
Mientras que el nosotros estatal delimita la frontera de lo institucionalgubernamental con respecto al ciudadano común, el nosotros nacional juega a
borrar esa línea divisoria para inscribirse en lo comunitario (el Presidente como
ciudadano). Este ir y venir entre el ustedes y el nosotros caracteriza la construcción
de identidades en el discurso político de los APP, intercambiables en función
de los objetivos argumentativos; por ejemplo, el nosotros estatal valida un estamento, marca un territorio, demuestra un empoderamiento, ejerce una fuerza
de coerción, mientras que el nosotros nacional hace una apropiación colectiva
del estamento, desmarca el territorio, comparte el empoderamiento y ejerce
una fuerza de cohesión. Lo mismo se ilustra en [3] y [4]:
[3]si ustedes los colombianos nos ayudan señalando, muchas personas se dan
cuenta y se quedan calladas; si nos señalan donde está la corrupción ahí vamos
nosotros a actuar. Con las entidades de control, con quienes tenemos una
gran y efectiva coordinación (2011, julio 16).
[4]eso nos da a nosotros los colombianos una gran, gran oportunidad. Una
gran oportunidad para que podamos hacer grandes cosas nunca antes vistas
en materia de desarrollo, de traerle bienestar a nuestra sociedad, bienestar a
nuestro pueblo (2010, septiembre 18).
El ejemplo [5] es representativo de cómo se imbrican el nosotros estatal y el
ciudadano en función de la apropiación colectiva de un estamento, apropiación
que sirve al mismo tiempo para presentarlo de manera positiva en marcos justificatorios de políticas particulares, como las de naturaleza bélica (Olave, 2011b):
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Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
[5]Cada vez más nosotros estamos exportando un nuevo servicio: seguridad.
Cada vez más nuestras Fuerzas Armadas, nuestra Policía, están siendo solicitados por otros países para que les ayudemos a ver cómo combaten ellos la
inseguridad. Nos hemos vuelto famosos, Colombia, por este tema de saber
cómo confrontar la inseguridad (2011, mayo 14).
Idénticas imbricaciones y combinaciones estratégicas acontecen en el
intercambio del yo (y sus variaciones pronominales y verbales) y el nosotros [6]:
[6]Eso para nosotros es una acción fundamental. Lo he dicho muchas veces,
que en cuatro años si me preguntan cómo quisiera que me recordaran los
colombianos, yo quisiera que me recordaran como el Presidente que logró
disminuir en forma sustancial los índices de pobreza. (…). Por eso quisimos
venir aquí para iniciar todo un proceso para ver cómo podemos mejorar
los índices de pobreza en La Guajira y en el resto del país. Si lo podemos
hacer aquí lo podemos hacer en el resto del país. (…). Este es un problema
que simplemente para el ojo de cualquier colombiano, inmediatamente se
da uno cuenta que es un problema serio (…). La pobreza extrema debemos
erradicarla del territorio nacional, y eso es lo que yo soñaría con lograr como
objetivo: poder decir que en Colombia no hay más pobreza extrema. Y ese es
un esfuerzo que vamos a hacer todos (2010, agosto 21).
En el seguimiento de los colectivos de identificación en [6] tendríamos un
paso del primer nosotros, claramente estatal, hacia el yo personal en su forma
clásica y en otra forma tercerizada (“el Presidente”); luego de nuevo al nosotros
estatal, al que le sigue un ‘uno’ ciudadano; y luego un recorrido inverso hacia
el yo personal, finalizando con un nosotros estatal. Esta ruta intrincada lo que
nos deja claro es que la gramática pronominal y verbal está al servicio de la
lógica de construcción enunciativa de colectivos que aprovechan la ambivalencia y la ambigüedad (sus fronteras a veces marcadas, a veces difusas) como
estrategia argumentativa de doble función persuasiva y de refuerzo. Esto es
así, porque el discurso político de los APP expone en vivo al Presidente ante
la comunidad, es decir, lo compromete como figura pública que debe ‘rendir
cuentas’, compromiso frente al cual se utiliza un discurso que lo muestre como
gobernante y ciudadano al mismo tiempo, que lo acerque y también lo aleje
permanentemente del colectivo de destinación. En una tensión tal, la construcción identitaria aspira a la doble aceptación, tanto de quienes reclaman
la demarcación de fronteras entre lo gubernamental y lo popular, como de
aquellos que esperan la disolución de esos límites.
En el mismo ejemplo, ciertas entidades construidas, como “el país” y “la
pobreza extrema”, funcionan bajo la misma lógica de la construcción de lo
colectivo como lo homogéneo, generalizaciones que devienen en ‘fórmulas’
relativamente estables, esquematizadas y revestidas de consenso, por lo que
difícilmente son problematizadas en el espacio público [7]:
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[7]Hemos creído que de esa forma les podemos hacer mejor seguimiento a los
acuerdos a que lleguemos, precisamente para dar resultados en ese gran sueño
que tenemos todos los colombianos de traerles prosperidad a todos nuestros
compatriotas (2010, agosto 28).
Una vez se asientan estas formas nominalizadas, empiezan a funcionar
como entidades que sustituyen posiciones políticas con cierta “autonomía
semántica respecto del contexto discursivo” (Verón, 1987, p.19). La prosperidad, por ejemplo, se estatuye como entidad ya no solo por vertebrar el
plan de campaña presidencial, el plan de desarrollo y los “Acuerdos” como
principales canales de contacto con las comunidades, sino además por apelar
a la universalidad de valores aceptados –como el bienestar y el progresopara justificar economías de desarrollo y políticas de producción de riqueza,
instaladas como acciones que traen o generan un algo aceptado, deseado y
esperado, pero intrínsecamente indeterminado, como la prosperidad (o la
libertad, o la paz, etc.).
Estas entidades aparecen urdidas en modos de organización de los
enunciados. Dentro de estos modos o componentes, Verón (1987, p.19-22)
distingue como ‘zonas de discurso’ propias del género de discurso político lo
descriptivo, lo didáctico, lo prescriptivo y lo programático (tabla 1):
Zona de
discurso
modalidad
Orden y
funciones
argumentativas
Ejemplo APP
Descriptiva
Definir
Constatar
(definitorio)
El enunciador político se construye
a sí mismo como
fuente privilegiada de la inteligibilidad de la descripción y de sus
modalizaciones
apreciativas.
“Estábamos en una situación, la peor
de todas: dos países sin relaciones diplomáticas, sin relaciones comerciales, en un ambiente bastante hostil.
Ahí no podíamos empeorar, estábamos en el peor de los mundos. Lo
único peor, que es totalmente inimaginable, sería una guerra. Entonces,
por eso hicimos ese paso hacia la
normalización, que es lo lógico, es lo
correcto” (Santos, 2010, agosto 21).
Didáctica
Saber
Enseñar
(epistémico)
El enunciador político enuncia un
principio general,
formula una verdad universal.
“la democracia no es solamente elegir
a un gobernante, la democracia tiene
un alcance mucho mayor: respeto
por los poderes, la independencia
de los poderes; respeto por los
derechos humanos; por la libertad de
expresión; respeto por la oposición”
(Santos, 2010, octubre 2).
64
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
Prescriptiva
Ordenar
Deber
(deontológico)
El enunciador
político postula
un imperativo
universal o universalizable.
“el sector financiero tiene que contribuir en forma importante a esta
lucha contra la pobreza y contra el
desempleo (…) Tenemos que expandir el sector financiero (Santos,
2010, agosto 28).
Programática Prometer
Poder hacer
(proyectivo)
El enunciador
político promete,
anuncia y se compromete hacia el
futuro.
“El mensaje que yo quiero darle a estos cerca de 30 mil colombianos que
hoy están en la duda porque están en
un limbo jurídico, es que no se preocupen. El Gobierno Nacional les
va a cumplir, el Estado les hizo una
promesa, y yo me comprometo a que
el Estado les cumple” (Santos, 2010,
noviembre 27).
De
relevancia
Relevar (selectivo)
El enunciador político determina
‘qué es lo importante’, lo focaliza,
define, generaliza
e instaura.
“Ha sido una semana, como todas,
llena de trabajo, de acontecimientos.
Yo quisiera resaltar algunos (…). En
este Acuerdo el tema fundamental
es la lucha contra la pobreza. Ustedes saben perfectamente que esa es
la prioridad del Gobierno” (Santos,
2011, febrero 26).
Evaluar
Tabla 1. Zonas enunciativas o componentes del discurso político (basado en Verón,
1987:19-22)
El último nivel de la tabla 1 corresponde a un quinto componente
que aparece en los APP, referido a la evaluación que realiza el enunciador
sobre la realidad social, y particularmente, a la relevación de asuntos, en el
sentido del movimiento discursivo a través del cual se exalta o engrandece
lo referido [8] y se define ‘qué es lo importante’:
[8]Es el Acuerdo número 19, desde que comenzamos estos Acuerdos para la
Prosperidad. Antes de entrar en materia, yo quería señalar algunas cosas
que creo que es importante de resaltar (2011, enero 15).
Dado que estos discursos son el preámbulo o la apertura del evento
central de los APP, el establecimiento de una zona discursiva de relevación
constituye un recorte intencional de la realidad, pues al presentarse en
forma de síntesis, dimensiona lo dicho como lo relevante y lo que no es
nombrado –lo excluido- como lo que carece de importancia suficiente [9]:
65
12 (2)
[9] Como de costumbre, voy a ser muy breve también en el resumen que
hago todos los sábados sobre lo que ha sucedido en la semana, destacar
lo más importante (2011, junio 11).
La zona de relevación es el campo en el cual el enunciador puede definir la situación desde su perspectiva particular, es decir, que la definición
de la situación es instaurada desde el estamento de poder y escenificada
como relato, resumen informativo y rendición de cuentas en los marcos
axiológicos de lo democrático [10] y [11]:
[10]Muy complacido de estar aquí en esta reunión, este Acuerdo al cual yo
le doy mucha importancia porque los concejales en cierta forma son
el país, los concejales representan el país, esto es un consejo comunal
con el país, y por eso me parece tan importante este Acuerdo (2011,
julio 9).
[11]la secuencia de estas discusiones en esa misma comisión va a ser un
sistema de pago de deudas, un sistema hacia el futuro que dé confianza, y poco a poco iremos recobrando ese mercado, un mercado tan
importante para Colombia, un mercado fundamental (2010, agosto
14).
A diferencia de la zona didáctica, en la de relevación las marcas de
subjetividad del enunciador son mayoritariamente explícitas, pero comparte con ella que lo relevado adquiere carácter de principio general, de
verdad universal [12]:
[12]aquí hay un principio muy elemental pero muy importante: lo que
no se puede medir no se puede controlar. Y por eso este ejercicio ha
sido tan importante, de ir elaborando los indicadores con los cuales
el país y nosotros mismos vamos a ir midiendo el avance del Gobierno
en los diferentes compromisos. (2011, febrero 19).
En el plano del enunciado, entidades y componentes se coordinan
para construir efectos argumentativos como los descritos anteriormente
en los APP. La multidestinación también opera en esta dimensión argumentativa del enunciado político, como se señala en la tabla 2:
66
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
Destinatario
Orden y funciones argumentativas
Ejemplo APP
Prodestinatario
Presuposición.
Construye y refuerza convicciones a partir de la estrategia de evidencialidad.
“podemos dar ese gran salto que
queremos dar aquí en Colombia
para considerarnos finalmente un
país, no en vía de desarrollo sino
desarrollado. Lo podemos hacer; tenemos lo mejor que puede tener un
país, un gran capital humano. Pero
además tenemos recursos naturales,
tenemos una situación geográfica
privilegiada, tenemos todo lo que
el mundo está pidiendo” (2010, noviembre 6).
Paradestinatario
Suspensión. Valida posturas ideológicas propias
a partir de la idea de unidad y consenso.
“se lo dije al Polo Democrático
cuando lo invitamos a Palacio, les
dije: participen en esta ley, no tenemos que ponernos de acuerdo
en lo que no estamos de acuerdo,
pero en esta ley sería muy bueno,
como una demostración de madurez política y democrática del país,
que volviera esta ley a ser aprobada
por consenso, sin votos en contra,
simplemente para mostrar cómo en
cosas fundamentales todos los colombianos nos podemos poner de
acuerdo” (2011, abril 2).
Contradestinatario Oposición. Polemiza y
refuta utilizando estrategias de simplificación,
polaridad y amenaza/advertencia.
“hicimos un llamado nuevamente
a quienes continúan en esa locura
de estar por el monte echando bala,
donde van a acabar en una cárcel o
en una tumba” (2011, mayo 7).
Tabla 2. Dimensión argumentativa de la multidestinación del enunciado político
En el orden de la presuposición, el enunciado político muestra como evidente un conjunto de convicciones que comparte con el prodestinatario, con
lo cual “conforma y elabora sus propios saberes y creencias, presentándolos,
de algún modo, como ya sabidos (…), define un universo de creencias a partir
de ciertos saberes compartidos, ‘instalando’ y dando existencia a determinados
objetos de discurso” (Montero, 2009: 329). La construcción de un colectivo
de identificación sirve precisamente a estos fines, pues al diluirse la figura del
mandatario presidencial en la del ciudadano, son desplazadas la justificación,
67
12 (2)
la deliberación y la discusión crítica; desplazamiento desde lo que se presenta
como evidente, como objetivo común [13]:
[13]tenemos un trabajo muy importante por delante, pero tenemos unas condiciones y unas circunstancias también muy especiales, que si las sabemos
aprovechar vamos a poder dar ese salto que este banco y este banquero decía
que estamos preparados para dar (2011, febrero 5).
En el orden de la suspensión, el enunciado político utiliza la idea de la unidad
y el consenso para validar y adherir a posturas ideológicas, políticas de intervención
y planes de ejecución, es decir, para instaurar un orden específico [14]:
[14]En este primer año de gobierno logramos lo que decía del equipo: unidad.
La unidad nacional que reclamamos durante la campaña ha tenido una gran
acogida, y últimamente el Partido Verde se unió a esa unidad nacional, y
eso es lo que nos ha permitido y nos va a seguir permitiendo hacer grandes
transformaciones para el bien del pueblo colombiano. (2011, agosto 6).
El proyecto político de Unidad Nacional (que fue promovido desde la
campaña electoral) está sustentado en esta idea del consenso, cuyo revés es
la atenuación, o inclusive, el borramiento de la generación de disensos [15]:
[15] Nosotros queremos promover el diálogo social, porque a través del diálogo
social llegamos a consensos, llegamos a decisiones que van a ser mucho más
benéficas para el desarrollo social de esta país; con los sindicatos, con la
CGT, con los pensionados. Yo espero que los otros dos sindicatos, la CUT
y la CTC se unan (2011, mayo 28).
La unanimidad, una posible consecuencia de la valoración positiva del consenso, se entroniza así como el estado natural de los grupos sociales, se convierte
en un ideal a alcanzar y en un criterio de bienestar colectivo, es decir, en una
moral y una política, idea que no es neutra, sino ideológica, y ya asentada, se
torna indiscutible o no corre el riesgo de ser criticada (Mouffe, 2007). Tal es el
mecanismo que funciona también al interior de la adherencia que suele impulsar
el enunciado dirigido al paradestinatario. En los APP, este funcionamiento se
refuerza frecuentemente con la inclusión de zonas de discurso programáticas [16]:
[16]sabemos que hay una cantidad de gente diciendo: ‘ve, el Estado les falló,
véngase otra vez a las bandas criminales, véngase otra vez a delinquir’- no
vayan a cometer ese error, todo lo contrario, tengan paciencia que nosotros
les cumplimos, que de eso no quede la menor duda (2010, noviembre 27).
En la modalidad del prometer y en el orden del poder hacer, el enunciado
político busca la conversión del paradestinatario en prodestinatario, o a lo
sumo, evitar que se transforme en contradestinatario; el esfuerzo por orientar
estos movimientos entre roles genéricos es eminentemente argumentativo y
deja sus marcas a nivel del enunciado.
68
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
En el orden de la oposición, el enunciado político realiza un doble juego de
simplificación y polarización de la divergencia. Hablar de simplificación implica
construir al adversario en términos irracionales y deslegitimarlo como opositor
ideológico a través de diversas técnicas enunciativas, como la metaforización
(Olave, 2011a) o la (des)calificación a través de epítetos. La polarización, por
su parte, elabora grupos sociales y los pone en confrontación, definiendo y radicalizando un ‘ellos’ frente a un ‘nosotros’ equidistante. En [17] se ejemplifican
estos usos combinados, aunque también suelen aparecer de manera aislada:
[17]vamos a hacer una revisión minuciosa en las diferentes zonas donde hay
peligro, donde sabemos que todavía tenemos zonas ‘rojas’ con presencia
de estos bandidos, de estos narcotraficantes, de estos terroristas que están
todos interesados en ver cómo debilitan a la Fuerza Pública, pero sobretodo
ver cómo debilitan la templanza de los colombianos. Y es ahí donde yo
quiero dar un mensaje muy claro: aquí lo que ha sucedido no es un hecho
extraordinario (Santos, 2010, septiembre 11).
En el discurso de los APP el contradestinatario recurrente es la guerrilla
de las Farc-Ep, y la estrategia más evidente resulta ser la amenaza/advertencia,
validada al invocar la autoridad de la ley y la coerción de lo correcto, en marcos
de valores que devienen en fines políticos desde la lógica de la lucha contra el
terrorismo[18]:
[18] Yo quiero hacer nuevamente un llamado a los que están pensando en continuar haciendo parte de esa organización: los vamos golpear cada vez más y
con más contundencia. La vía correcta es desmovilizarse, volver a reintegrase
a la sociedad, volver a estar con sus familias, porque la alternativa es una
cárcel o una tumba (Santos, 2010, octubre 16).
Otra forma recurrente de la simplificación acontece en la historización
de la realidad desde la perspectiva del enunciador (en la zona descriptiva de
discurso, según Verón) [19] y en la metaforización tanto del adversario como
de los acontecimientos [20]:
[19]Hoy se cumple el tercer año de la muerte de ese bandido, ‘Tirofijo’. Hace
tres años, si no me equivoco, si la memoria no me falla, también era un
sábado. Y dimos la noticia de la muerte ‘Tirofijo’, que fue el ‘marzo negro’
para las Farc. Se había dado de baja a ‘Raúl Reyes’, miembro del secretariado
y a ‘Iván Ríos’. Y después ‘Tirofijo’, que no sabemos si murió de infarto
o del susto por los bombardeos que le estábamos haciendo (2011, marzo
26).
[20] Los grupos al margen de la ley, los grupos violentos se vuelven más violentos
cuando uno -como los avisperos- los agita y les pega. Ahí comienzan a picar
porque están desesperados. Eso es lo que estamos viviendo en materia de
seguridad, y creo que vamos por muy bien camino (2011, mayo 14).
69
12 (2)
Al abrir la categoría del contradestinatario, García Negroni (1988) y
Montero (2009) permiten situar las estrategias argumentativas señaladas en
el plano de la mayor o menor definición e interpelación al enemigo, esto es,
a la representación más o menos borrosa del adversario a través de la cual se
le inscribe o se le anula como interlocutor. Esta potencia inclusiva y ‘visibilizante’ de la interpelación explica por qué en los APP el contradestinatario
esté concentrado casi exclusivamente en un solo sujeto de discurso, amplio,
generalizado y homogéneo (los ‘bandidos’, los ‘canallas’, los ‘terroristas’, etc.), y
que raras veces se le construya como contradestinatario interpelado en segunda
persona, si no es para amedrentarlo [21]:
[21] “Yo quiero decirles a estos bandidos que aquí el que no va a tener un fin de
año sosegado son ustedes y aquí lo estamos demostrando con esta operación
que hizo nuestra Fuerza Pública” (Santos, 2010, noviembre 20).
Más común resulta la contradestinación encubierta, definida como “aquel
lugar simbólico que, aunque incluido en el grupo alocutario inicial, es constituido como T.D. [tercero discursivo] a lo largo de la enunciación” (García
Negroni, 1988, p.94). Se trata de un lugar, en efecto, en la medida en que
acude a elementos de la doxa para construir a un enemigo sin rostro, fácilmente
impugnable [22]:
[22] siempre hay unos extremos que quieren sabotear el optimismo, que quieren
sabotear el futuro de la sociedad, que quieren ponerle un palo a la rueda. Y
hablaba de una mano negra de izquierda y de derecha, que están queriendo
siempre sabotear el progreso y el mejor futuro de la sociedad (2011, junio
18).
Una forma de contradestinación indirecta es utilizada con frecuencia en
los discursos de los APP, relacionada con una crítica soslayada hacia la gobernabilidad anterior, con lo cual se refuerza un elogio indirecto de las acciones
estatales en curso. La representación crítica del discurso ajeno es utilizada con
funciones argumentativas de contraste con respecto al decir y al hacer del
enunciador; se trata, pues, de una polifonía menos enfocada en la refutación
que en la auto-presentación positiva del sí mismo [23] (Olave, 2012c):
[23]Desde que yo recuerdo, aquí se ha hablado del gran proyecto de La Mojana, todo el mundo dice tenemos que hacer el gran proyecto de La Mojana
pero Gobierno tras Gobierno vienen y dicen: ‘Esto es demasiado grande
hagamos un pedacito’. Pues resulta que esa forma de concebir las grandes
obras públicas no funciona, porque de pedacito en pedacito no llegamos a
la gran obra; de pedacito en pedacito llegamos al fracaso (2011, junio 4).
Al respecto de esta forma de contradestinación indirecta, la anulación del
disenso en función de políticas del consenso es una de las características del
discurso del Presidente Santos (esto ya se había sugerido aquí mismo y en otros
70
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
análisis, como en Olave, 2012a). En razón de la misma lógica, la contradestinación indirecta presenta una polémica soslayada, estratégicamente desplazada.
2.3.El componente escenográfico de los app como enunciación política
Inscritos en el marco escénico descrito en el apartado anterior, los discursos
de apertura a los APP no se ponen en escena explícitamente como discursos
argumentativos de orientación de la opinión pública; la enunciación pone en
funcionamiento otra escenografía (Maingueneau, 2004; Charaudeau y Maingueneau, 2005) que apela al relato, al resumen informativo y a la rendición de
cuentas sobre la gestión administrativa nacional, relacionada con principios de
gobierno como la transparencia y el enfoque gerencial del Estado [24]:
[24]Ustedes saben que yo he tenido toda mi vida una fundación que se llama
‘el Buen Gobierno’. Buen Gobierno es una forma de percibir el manejo
del Estado, que se basa sobre unos principios de eficacia, de eficiencia, de
transparencia y de rendición de cuentas” (2011, agosto 13).
Escenificados de tal modo, los discursos de los APP reconstruyen narrativamente los acontecimientos semanales del país y describen las situaciones a las
cuales los ciudadanos acceden a través de otros canales (directos o indirectos), o
las cuales ignoran. Ya habíamos mencionado cómo el potencial argumentativo
de estas reconstrucciones reside en su capacidad de relevar y de instaurar “lo
que es importante”, a partir de la selección orientada de lo que conforma el
resumen. Tal selección responde a los intereses laudatorios de la trama; pero
no se trata aquí de que lo celebratorio acontezca enmarcado en lo ceremonial o
en las prácticas que le podrían ser propias (una conmemoración, un homenaje,
un protocolo de reconocimiento, etc.), sino que aparece escenificado como
un informe ejecutivo de gestión, es decir, aparece objetivado como el reporte
imparcial de las actividades llevadas a cabo por un servidor público.
En la escenografía del informe ejecutivo es central la operacionalización
de la metáfora empresarial, que permite construir el cuerpo analógico de la
nación como corporación, el gobierno como gerencia, las instituciones gubernamentales como empleados y los ciudadanos como clientes. La estructura
conceptual integrada a partir de tal metáfora conceptual acusa una dimensión
argumentativa desde su cognición social (Olave, 2011a), toda vez que se
naturalizan las características traídas del dominio gerencial hacia el ámbito
de lo político conformando una mixtura: ya que la nación es una empresa,
es la lógica empresarial la que designa los derroteros tanto procedimentales
como actitudinales de la gestión pública; de esta manera, las decisiones de
lo público se ven justificadas en la medida en que aparezcan inscritas en ese
sistema lógico interno que traduce lingüísticamente en la metáfora empresarial
lo que políticamente se encuentra entronizado en modelos socioeconómicos
neoliberales.
71
12 (2)
El llamado ‘enfoque gerencial’, que en la literatura de la ciencia política
corresponde a la ‘Nueva Gestión Pública’ (Osborn y Gaebler, 1994; Friedmann,
2003;), establece esta relación empresarial entre Estado y ciudadanía sobre la
base de la productividad y la satisfacción con los servicios (que son indicadores
de gestión en la rendición de cuentas), por lo cual el Estado asume el rol de
empresa prestadora de servicios y construye al ciudadano como cliente/usuario
de los mismos, o como lo critican López y Gadea (1995), la dimensión de la
ciudadanía queda recortada en la figura del consumidor de bienes y servicios.
También Ochoa y Montes (2004: 470) han notado cómo esta construcción
del ciudadano como cliente/usuario condiciona su práctica de ciudadanía, “sin
capacidad de influir en las decisiones públicas, de definir sus prioridades como
actor social, de tomar decisiones relevantes relacionadas con el presupuesto y
de recibir cuentas por parte de sus gobernantes”.
El informe ejecutivo resulta ser, entonces, una escenografía que refuerza
el enfoque gerencial de gestión pública; la construcción del ‘cuerpo político’
(Verón, 1987) de esta escenificación no es un aspecto menor, dado que orienta
la percepción de este funcionamiento tecnocrático del Estado por parte de los
ciudadanos. En la figura 2 se reconstruye el aspecto físico de esta escenografía,
para incluir los aspectos menos lingüísticos del “decorado”:
Figura 2. Escenografía física de los APP
72
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
La disposición física de los diferentes elementos que componen el evento,
ubican al Presidente como la figura central (1) y hacia esa centralidad (física) se
dirige la marcación del espacio, especialmente a través de la inclusión de tarimas (6) y funcionarios públicos (3), como ministros, gobernadores y alcaldes.
La escenificación construye al Presidente como al gerente de una empresa que
rinde un informe semanal de gestión, en un tiempo controlado, de carácter
oficial, de tono formal (2) a través de una oralidad restringida por el discurso
escrito, generalmente con ayudas visuales y audiovisuales (5) para apoyar la
presentación de datos en forma de resultados rendidos. El espacio físico también es intervenido con símbolos institucionales (4) como banderas, escudos,
logos de los APP, etc. La mediatización del evento (7), que se transmite en
vivo por el canal institucional de televisión y por canales de videos con acceso
abierto en internet, establece también coerciones y condiciones para lo que se
enuncia, en términos de la construcción intersubjetiva con los colectivos de
identificación y de destinación (3, 7 y 8).
Verón (1987), por ejemplo, en dirección de esa complejización de las
estrategias discursivas que conlleva la mediatización, ha problematizado la
creación de ‘cuerpos políticos sinceros’ en televisión, poniendo la mirada sobre
la coherencia que guardan los elementos extralingüísticos con la orientación
política de los enunciados. Dejo de lado el análisis de esta amplia dimensión
sociosemiótica apuntando solamente el papel que desempeña la distancia
interpersonal Funcionarios-Presidente-Auditorio en la escenificación de los
APP como informes de gestión, pues la producción de esa distancia coadyuva
a la presentación de la figura presidencial en el formato gerencial (“al centro y
solo”), lo mismo que la disposición del recinto que suele emular un salón de
conferencias en el mundo empresarial (la tarima, las ayudas audiovisuales, los
símbolos oficiales) y los procedimientos ya mencionados, que se caracterizan
por las restricciones para la toma de la palabra, la limitación de los tiempos de
intervención y la selección de los lugares y los temas de los cuales se permite
hablar, restricciones todas operadas desde la Presidencia.
La distancia interpersonal se inscribe de un modo evidente en la construcción que de sí mismo construye el Presidente (el ethos gerencial). En términos
de Maingueneau (1999), se trata de un tono que vincula la corporalidad con
el carácter del líder corporativo contemporáneo, y que tiene que ver con las
representaciones sociales del auditorio al respecto de lo que “encaja” en ese tono
(un aspecto tanto cognitivo como sociológico que acusa una cierta manera
reconocible de habitar el espacio social). Pero es claro que el ethos gerencial
no procede solamente de lo que es enunciado por el Presidente, sino también
de lo que le precede en la memoria social de los colectivos, razón por la cual
tanto el rol del Presidente (sus funciones institucionales, su estatus y su poder)
como la entronización del modelo de gerencia pública empresarial hacen posible
la aceptación acrítica de la escenografía incluso antes de la realización de los
73
12 (2)
enunciados. De este modo, el ethos gerencial, construido en la enunciación,
está anclado fuertemente en un ethos previo (Amossy, 1999) que la condiciona
parcialmente y que, en este caso, posibilita la amalgama conceptual de las figuras
del Presidente de una nación y del gerente de una corporación.
En un formato completamente guionado, la estandarización física y procedimental del evento deviene como consecuencia natural de su repetición
semana a semana. Y más allá de esta ritualización escénica, acontece también
una estandarización discursiva que permite reconstruir la situación de enunciación desde sus estrategias recurrentes.
Así, la escenificación está construida enunciativamente con dos recursos
argumentativos explícitos: el sistema conceptual de la metáfora empresarial y
la apelación a las cifras estadísticas.
Tal apelación es uno de los rasgos marcados que componen la incorporación de la rendición de cuentas al modelo gerencial de gobierno. Su dimensión
argumentativa se apoya en una garantía (Toulmin, 1958), formulada explícitamente como regla general con raíces empíricas [25]:
[25] El estilo de Gobierno, como es el estilo de estos Acuerdos para la Prosperidad,
es un estilo muy gerencial (…) Por eso las metas y la medición de cómo va el
Gobierno en sus diferentes frentes es tan importante, porque hay una regla
de oro y es: lo que no se mide no se puede controlar (2011, febrero 5).
A partir de este principio, las cifras adquieren capital político y buscan
construir la confianza del auditorio alrededor de características como la precisión, la esquematización, la regularización y el control, todos asociados con la
escenificación del informe ejecutivo. Morales (2007) ha notado como el discurso
político en Colombia ha operado una suerte de “mitificación de las cifras” que
se superpone a los actos mismos del Gobierno en búsqueda de adhesión y de
admiración de la opinión pública [26]:
[26] Ayer salió una encuesta; más del 80 por ciento de los colombianos piensan
que el país va por buen camino (…). Que el Gobierno tiene una aprobación
del 89 por ciento, eso tampoco tiene precedentes (2010, noviembre 6).
En efecto, la fuerza argumentativa de las estadísticas radica en su capacidad
de desplazar las interpelaciones por la contundencia numérica y la deliberación
por el dato incontrovertible; cuando el Presidente enuncia que “las cifras son
muy elocuentes (Santos, 2011, enero 15)” se les estatuye como fuentes de la
verdad que, por sí solas, anulan cualquier percepción que las controvierta [27]:
[27]Un periodista ayer en una rueda de prensa (…) preguntó que qué íbamos
a hacer con el aumento de los índices de inseguridad, y me toco corregirle.
Le dije: ‘¿Cuál aumento?’. Sí hay en algunas zonas la sensación de que hay
más inseguridad, pero las cifras que tenemos, que hemos venido recogiendo
hace muchos años nos muestran que este año frente al año pasado ha habido
74
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
una disminución y en algunos casos sustancial en los índices de criminalidad
(2010, septiembre 18).
El juego de las cifras permite enfocar cualquier realidad social desde su
despersonalización en función de un estatus superior de objetividad con el
cual se les dota, a la manera de un zoom-out a través del cual se imponen las
medidas de frecuencia por encima de los ‘casos aislados’. El manejo estadístico
puede determinar qué parcelas de la realidad pueden y deben ser mostradas,
y cualquier posible desviación o dispersión simplemente no es traducida en
dato numérico. Uno de los efectos que acusa la jerarquización de las cifras es
la configuración de una gobernabilidad pan-estadística que alinea todos los
estamentos públicos bajo las mismas premisas de medición y control: “Vamos
a hacer un Buen Gobierno medible. Cada ministro va a tener unos indicadores de gestión que vamos a ir revisando cada cierto tiempo para ver cómo van
progresando en cada uno de los indicadores” (2010, noviembre 6), de modo
que lo sustancial en estos marcos políticos resulta siendo la mostración de
resultados, y de vez en cuando, la polémica ya no por los temas sino por las
formas o los métodos de las mediciones [28]:
[28]Es que las cifras son preocupantes. Colombia tiene un índice de pobreza
que se fija en el 45%. Ahí hay una gran discusión sobre esa cifra. Mucha
gente, con razón, está diciendo que es una cifra no comparable con la cifra
que usan otros países, porque esta cifra tiene un nivel de exigencia mucho
más alto, y que en esa forma nos estamos perjudicando, porque cuando nos
comparan a nivel internacional siempre aparecemos como los campeones -y
es un campeonato muy poco halagüeño- de la pobreza. Pero si usamos otros
indicadores que son más universales, usados por otros países, ese indicador
no es el mismo, no es el 45%, es bastante más bajo (2010, agosto 21).
En la escenografía del informe de gestión y la rendición de cuentas, el uso de
las cifras legitima este tipo de escenificación, y al mismo tiempo, la misma escenografía es legitimada a través de la jerarquización estadística en los enunciados.
Maingueneau (2004) ha advertido esta naturaleza circular de la enunciación como
un proceso de convalidación progresiva de la escenografía a través del enunciado y
viceversa, por parte del destinatario. Aparte de este proceso de mutua construcción
de representaciones, es importante destacar también que tal idea de representación
no alude a la de réplica ilusoria, sino a la de semi-representación (Lefort, 1985, en
Montero, 2009: 339) desde “el carácter “fallado”, no uniforme y no totalizante
de la democracia, “cuyo rasgo constitutivo y específico es la vacuidad del lugar
del poder y su permanente necesidad de legitimación” (Montero, 2009: 340). De
esta necesidad de legitimar tanto la gobernabilidad como las instituciones habla
la particular escenografía gerencial en los APP, cuyos rasgos descritos empiezan
a configurar ya, dos años después del inicio del gobierno Santos, unos guiones
regulares en el discurso presidencial colombiano.
75
12 (2)
3.Conclusiones
Los APP son una estrategia política de contacto con la ciudadanía que,
en términos de visibilidad y legitimación del Estado, resultan efectivos. En
este documento me propuse relevar los componentes discursivos de esa
efectividad, esencialmente, el desplazamiento del diálogo directo entre el
Presidente y la comunidad, por la construcción de relaciones entre ellos
más ligadas a la institucionalidad verticalizada, con enfoque gerencial.
Los APP responden a guiones establecidos de antemano por la Alta
Consejería con la aprobación del Presidente de la República. En la práctica,
se evidencia una fuerte esquematización y control del evento comunicativo
de participación ciudadana, en todas sus fases y procesos, pero estas características son presentadas en forma de cualidades de rigurosidad administrativa
por parte del Gobierno. Este carácter programático que restringe, filtra y
moldea lo que se dice al invocar valores administrativos y aplicarlos a las
arenas públicas, se encuentra en la naturaleza misma de lo que se entiende
gubernamentalmente como participación ciudadana.
A nivel de la puesta en escena, he intentado visibilizar las atribuciones
éticas implicadas en los roles genéricos de la destinación en el discurso
político, puntualizando en la fuerte orientación que demuestran los APP
hacia la construcción de prodestinatarios y cómo esta especie de énfasis
en el consenso (del cual hace parte la estrategia contractiva con la cual se
construye a un contradestinatario casi único y, en todo caso, deslegitimado como adversario) se inscribe en una tendencia discursiva a-polémica
coherente con un modelo de gestión empresarial sostenido sobre bases
anti-adversariales, consensuales y, en última instancia, a-políticas (Mouffe,
2007). Lo que he denominado la “escenografía del informe ejecutivo” traduce estos contenidos a-polémicos del discurso presidencial en marcos de
interpretación asumidos como rendición de cuentas de la gestión pública,
a través de dos estrategias básicas: el uso de la metáfora empresarial y el
juego de las estadísticas.
A nivel de lo político como género discursivo, me he apoyado en el
análisis de los pronunciamientos presidenciales para sugerir que una de las
zonas enunciativas que componen el discurso político se ubica en el orden
de la evaluación de la realidad, base que permite definir la situación en los
términos de los actores. En esta “zona de relevancia”, el enunciador político
se esfuerza por determinar ‘qué es lo importante’ para el colectivo de identificación, realizando movimientos discursivos como los de focalización,
definición y generalización, encaminados a instaurar una versión oficial de
la realidad (Olave, 2012b). La construcción de un ethos gerencial en una
escenografía de rendición de cuentas refuerza este modo de entender y
ejercer la política actualmente en Colombia, desde el gabinete presidencial.
76
Giohanni Olave A.: Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos
Notas
1. Se presenta de esta manera desde la página web oficial de la Presidencia de la República: “El sitio WEB de la Presidencia de la República tiene como función principal
proveer información y servicios así como divulgar y promover normas y directrices
del Gobierno” (http://wsp.presidencia.gov.co/paginas/presidencia.aspx).
2. Desde la visión de Laclau (2005), la homogeneidad del colectivo está en función
de la antinomia expresada como pueblo/bloque de poder, contradicción bipolar
donde el líder encarna al defensor de ese pueblo, y el bloque de poder encarna a la
ideología imperante; de esta manera, el populismo se origina cuando los componentes popular-democráticos son presentados como una opción antagónica frente
a la ideología del bloque dominante, construido como enemigo del ‘pueblo’.
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Giohanny Olave Arias Becario del Conicet para el Doctorado en Letras de la
Universidad Nacional de Buenos Aires, becario del Ministerio de Educación
Argentino para la Maestría en Educación de la Universidad de La Plata, 2011.
Maestro Virtual (2011), Magíster en Lingüística (2010) y Licenciado en
Español y Literatura (2007) de la Universidad Tecnológica de Pereira. Joven
investigador para Colciencias, 2009. Miembro del grupo “Estudios del Lenguaje
y la Educación” (Colciencias, A), de ALFAL y de ALED. Docente de lenguaje
en educación básica, media y superior.
Correo electrónico: olavearias@gmail
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ARTÍCULO
A representação de pessoas em situação de rua quando
vítimas de chacina: uma análise discursiva crítica
VIVIANE DE MELO RESENDE
Universidade de Brasília
ANDREIA ALVES DOS SANTOS
Universidade de Brasília
Resumen. En enero de 2010, cuatro hombres en situación de sin techo, recolectores de
materiales reciclables en Salvador, fueron asesinados a balazos, en otro caso de masacre
de personas en esta situación. Entre las representaciones disponibles de este evento,
hemos seleccionado como foco de este artículo: (1) el texto publicado en el periódico A
Tarde OnLine, de Salvador, titulado “Quatro moradores de rua executados em chacina
no fim de linha do Cabula VI” y (2) el texto “Em Salvador (BA), assassinatos evidenciam
violência contra moradores de rua”, publicado por Adital (Agencia de Información
Fray Tito para América Latina) y también publicado en el Portal Rede Rua, vinculada
al Movimento Nacional da População de Rua (MNPR). Basado en el Análisis Crítico del Discurso, y tomando estos datos como objeto, podemos reflexionar sobre la
(de)construcción de la imagen de las personas sin hogar en los medios de comunicación, en particular en casos de extrema violencia contra las personas en esta situación.
Palavras clave: Análisis Crítico del Discurso, representación, medios de comunicación,
personas en situación de sin hogar.
Resumo. Em janeiro de 2010, quatro homens em situação de rua, catadores de materiais recicláveis em Salvador, foram assassinados a tiros, em mais um caso de chacina
contra pessoas em situação de rua. Entre as representações disponíveis desse evento,
selecionamos como foco deste artigo: (1) o texto publicado no jornal A Tarde OnLine,
de Salvador, intitulado “Quatro moradores de rua executados em chacina no fim de
linha do Cabula VI”, e (2) o texto “Em Salvador (BA), assassinatos evidenciam violência
contra moradores de rua”, publicado pela Adital (Agência de Informação Frei Tito para
América Latina) e também divulgado no Portal Fala Rua, vinculado ao Movimento
Nacional da População de Rua (MNPR). Com base na Análise de Discurso Crítica,
e tomando esses dados como objeto, refletimos acerca da (des)construção da imagem
de pessoas em situação de rua na mídia, especificamente na representação de evento
de violência extrema contra pessoas nessa situação.
Palavras-chave: Análise de Discurso Crítica, representação, mídia, situação de rua
Abstract. On January 16 2010, four homeless men, collectors of recyclable materials
in Cabula VI, Salvador, were shot to death in another case of slaughter against people
in homelessness. Among the available representations of this event in the media, we
selected to analyze in this paper: (1) the text published in the newspaper A Tarde OnRecibido: 10 de agosto de 2012 • Aceptado: 30 de noviembre de 2012.
ALED 12 (2), pp. 81-101
81
12 (2)
Line, from Salvador, titled “Quatro moradores de rua executados em chacina no fim
de linha do Cabula VI”, and (2) the text “Em Salvador (BA), assassinatos evidenciam
violência contra moradores de rua”, published in Portal Fala Rua, linked to the National Movement of Street Population (Movimento Nacional da População de Rua).
Based on Critical Discourse Analysis, and taking these data as object, we reflect on the
(de)construction of homeless people in the media, specifically in the representation
of events of extreme violence against people in this situation.
Key words: Critical discourse analysis, representation, media, homelessness
Introdução1
A situação de rua é hoje um problema social, de contornos globais, ao
qual as sociedades podem responder de muitas maneiras diferentes. A pobreza
extrema tornou-se foco de interesse de diversas disciplinas e de campos interdisciplinares, mobilizando diferentes setores da sociedade e conquistando um
espaço importante de reflexão no campo do discurso.2 Se, nesse contexto, por
um lado fortalecem-se discursos de protagonismo e de direitos humanos, por
outro lado também recrudescem perspectivas preconceituosas, muitas vezes
divulgadas na grande mídia. Pela dialética entre discurso e sociedade, essas
representações podem forjar identidades e legitimar formas de ação em relação
à vulnerabilidade social.
Buscando contribuir para a reflexão dessas questões, apresentamos análises,
embasadas na Análise de Discurso Crítica, de duas notícias que veicularam o
assassinato de quatro pessoas em situação de rua em um bairro de Salvador
denominado Cabula VI. Para a análise dos modos de representação desse
evento, selecionamos dois textos produzidos em diferentes contextos institucionais. O primeiro texto foi publicado pelo jornal A Tarde OnLine, sob
o título “Quatro moradores de rua executados em chacina no fim de linha
do Cabula VI”, no dia 16 de fevereiro de 2010. O segundo, intitulado “Em
Salvador (BA), assassinatos evidenciam violência contra moradores de rua”,
foi publicado pela agência Adital em 22 de fevereiro de 2010, e divulgado
no Portal Fala Rua, vinculado ao Movimento Nacional da População de Rua
(MNPR). Ambos os textos representam eventos ligados ao assassinato dessas
quatro pessoas.3
Analisando os recursos linguísticos utilizados na construção dos dois
textos, podemos observar como essas diferentes mídias representam pessoas
em situação de rua, e com base nesses dados podemos refletir acerca da (des)
construção da imagem dessa parcela da população nacional na mídia, especificamente na representação de evento de violência extrema. Assim, comparamos
a representação do extermínio nos diferentes veículos, e analisamos como os
textos constroem uma ‘lógica de aparências’ ou uma ‘lógica explanatória’,
nos termos de Fairclough (2003), entre o evento representado e suas relações
causais com outros eventos e práticas. Analisamos, também, os significados
82
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
discursivamente construídos para a expressão “moradores de rua”, adotada nos
dois textos e nas respectivas manchetes.
Para apresentar essas reflexões, organizamos este artigo em três seções.
Na primeira, traçamos considerações acerca da Análise de Discurso Crítica,
que constitui arcabouço teórico-metodológico adequado ao trabalho analítico
que propomos. Na segunda seção, refletimos acerca da relevância dos meios
de comunicação na divulgação e manutenção de significados ideológicos, mas
também seu potencial para a mudança sociodiscursiva. Em seguida, na terceira
seção, abordamos a situação de rua como problema social parcialmente discursivo e analisamos as representações da situação de rua e de um evento de extermínio nos textos selecionados. Por fim, apresentamos algumas considerações
acerca dessas representações e dos modos como podem sustentar preconceitos
ou servir de ferramenta para a divulgação de discursos alternativos.
1. Análise de Discurso Crítica e seu potencial explanatório
A Análise de Discurso Crítica, doravante ADC, pode ser definida como
“um tipo de investigação analítica discursiva que estuda principalmente o
modo como o abuso de poder, a dominação e a desigualdade são representados, reproduzidos e combatidos por textos orais e escritos no contexto social e
político” (van Dijk, 2010: 113), ou ainda como “uma forma de ciência social
crítica dirigida a uma melhor compreensão da natureza e das fontes de problemas sociais, dos obstáculos para seu enfrentamento e das possíveis maneiras
de superá-los” (Fairclough, 2010: 235). Além desse posicionamento explícito
em relação aos objetos de estudo, um aspecto basilar de uma proposta científica com esse contorno é seu interesse nas relações internas entre linguagem e
sociedade, e para formular teorias do funcionamento social da linguagem, as
versões de ADC são caudatárias de relações interdisciplinares.4
Ao discutir a relação entre linguagem e sociedade, Fairclough (2003) recontextualiza a noção de poderes causais do Realismo Crítico para propor que
textos também têm efeitos causais, isto é, que assim como são efeitos de práticas
e eventos sociais, textos também podem modificar os modos como compreendemos eventos e práticas, como nos identificamos e como agimos no mundo.
Assim, à ADC interessa investigar a relação entre linguagem e sociedade, em
termos dos efeitos causais da estruturação social na formulação de textos e dos
efeitos causais de textos na sociedade. A relação de mão dupla entre linguagem
e sociedade significa que textos são resultantes da estruturação social da linguagem, mas são também potencialmente transformadores dessa estruturação
(Fairclough, 2000). Em obra que trata especificamente da ADC aplicada ao
jornalismo, Richardson (2007: 37) define assim a Análise de Discurso Crítica:
“A ADC aborda o discurso como um processo circular em que, por um lado, as
práticas sociais influenciam textos, moldando o contexto e o modo como são
produzidos, e, por outro lado, os textos influenciam a sociedade”. Assim, uma
83
12 (2)
análise discursiva crítica é eficiente quando possibilita ao/à analista compreender
e explicar a materialização discursiva de problemas sociais.
Isso nos leva ao terceiro ponto em comum entre as diferentes versões de
ADC, apontado por Resende (2009): análises discursivas críticas são textualmente orientadas, isto é, a crítica aos problemas sociodiscursivos que investigamos toma por base análises linguísticas de textos. No caso deste artigo, buscamos
realizar uma reflexão acerca do caminho escolhido pelo jornal A Tarde OnLine
ao representar as quatro pessoas em situação de rua assassinadas no Cabula
IV e o evento de seu assassínio, considerando o mesmo evento representado
também no Portal Fala Rua, associado ao Movimento Nacional da População
de Rua (MNPR). A reflexão aqui levantada objetiva, sobretudo, apontar como
as escolhas linguísticas (por exemplo, o léxico e a própria construção da notícia)
podem ter o efeito de naturalizar a violência extrema contra pessoas em situação
de rua ou, ao contrário, de problematizá-la.
Um aspecto relevante da proposta da ADC é seu caráter científico. As
ferramentas analíticas sistematicamente aplicadas a um corpus e associadas a
conceitos relativos ao funcionamento da linguagem na sociedade garantem
uma análise minuciosa de textos. Assim, os métodos para análise de textos
desenvolvidos em ADC evitam que o procedimento analítico se confunda
com meros comentários a respeito do objeto. Trata-se, portanto, de realizar
interpretação e explanação balizadas por um arcabouço teórico-metodológico
complexo e sistemático.
Esses métodos proporcionam movimentos entre os campos linguístico e
social, já que o discurso é compreendido como parte integrante de toda prática
social, e assim como textos podem ter o efeito potencial de ‘justificar’, ainda que
implicitamente, o assassinato de pessoas em situação de rua, também podem
desvelar hegemonias sustentadas e, assim, abrir caminhos para a transformação
de práticas e a desconstrução de preconceitos.
2. Mídia, ideologia e a representação de eventos e práticas sociais
É sabido que com o advento das novas tecnologias de comunicação foi
ampliada a difusão de informação por uma diversidade de meios. A modernização dos meios de comunicação facilitou a divulgação de uma variedade
de objetos midiáticos, e com isso ampliou-se a possibilidade de dispersão de
conteúdos simbólicos. Para Thompson (2009: 343), o “desenvolvimento da
comunicação de massa aumenta, significadamente, o raio de operação da
ideologia nas sociedades modernas, pois possibilita que as formas simbólicas
sejam transmitidas para audiências extensas e potencialmente amplas que estão
dispersas no tempo e no espaço”. Uma decorrência disso é que os meios de
comunicação são potenciais agentes de construção e dispersão de formas de
pensar e entender o mundo, o que, pela dialética entre os três principais tipos
de significado do discurso – representação, identificação e ação –, pode ter
84
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
influência nos modos como nos identificamos e agimos em relação a eventos
e práticas sociais. Entre os conteúdos simbólicos veiculados pela mídia, estão
também discursos ideológicos, que podem ter efeito na sustentação de relações
de poder. Pontos de tangência entre mídia e ideologia têm sido amplamente
estudados em ADC, por exemplo em Fairclough (1989), Pardo Abril (2008),
van Dijk (2010), entre muitos/as outros/as.
É importante entendermos que a ideologia, nessa perspectiva teórica,
não é neutra. Ao contrário, discursos ideológicos podem ser usados como
instrumentos para o estabelecimento e a manutenção de hegemonias, assim
como podem ser questionados em lutas hegemônicas, já que toda hegemonia,
segundo Gramsci (1995), é um equilíbrio instável, aberto a disputas pelo poder. Em outras palavras, conteúdos simbólicos podem ser classificados como
ideológicos quando estão a serviço da manutenção de assimetrias nas relações
e práticas sociais (Thompson, 2009). E, de acordo com Fairclough (1997),
quanto menos forem percebidos como ideológicos, mais eficientes serão. Daí
decorre a relação entre ideologia e luta hegemônica, e é nessa vertente que trabalhamos em busca de apontar, por meio de análise discursiva crítica, modos
particulares de representação.
Com base nessas proposições, a crítica social de textos tem um foco potencial na análise da vinculação dos textos analisados a uma lógica de aparências
ou a uma lógica explanatória, conforme sugere Fairclough (2003). Segundo o
mesmo autor, os dois tipos de lógica podem ser diferenciados na formulação de
textos no sentido de que textos vinculados à lógica de aparências apenas listam
uma seleção de fatores relacionados aos eventos representados, sem referência
às práticas e às estruturas determinantes desses eventos, e textos vinculados à
lógica explanatória incluem uma elaboração das relações causais entre eventos,
práticas e estruturas.
Na definição que oferece da prática e da função do jornalismo, Richardson
(2007:7) vincula-o à lógica explanatória, contrariando opiniões segundo as
quais o jornalismo seria uma prática a serviço da manutenção do poder:
O jornalismo existe para possibilitar aos/às cidadãos/ãs uma melhor compreensão
de suas vidas e de suas posições no mundo. O sucesso ou fracasso do jornalismo –
em outras palavras, o grau em que cumpre essa tarefa ou não – pode ser medido
em quanto consegue cumprir esse papel de confiança: o jornalismo ajuda você a
compreender o mundo e sua posição no mundo?
Entretanto, muitos estudos comprovam que textos jornalísticos têm, sim,
sido utilizados de forma ideológica (Thompson, 1995; Pardo Abril, 2007), com
efeitos potenciais de reificação de significados e de manutenção de relações de
poder (Pardo Abril, 2008). Por outro lado, a emergência de mídias alternativas,
que algumas vezes exemplificam a função explanatória da prática jornalística
conforme a definição de Richardson, mostra que uma associação direta e
restrita entre mídia e ideologia seria demasiado simplista. Exemplos disso são
85
12 (2)
os chamados street papers 5, investigados no projeto integrado “Publicações
em língua portuguesa sobre a situação de rua: análise de discurso crítica” 6
(Resende, 2010) e o próprio Portal Fala Rua, que tomamos aqui como objeto
ao lado do jornal A Tarde.
O balanço de poder entre a mídia alternativa e a chamada grande mídia
(Acosta e Resende, no prelo), tanto em termos de sua penetração na sociedade
quanto em termos de sua legitimidade no tecido social, é uma questão a ser
debatida. Para Richardson (2007:13, grifos no original),
O uso da linguagem tem poder. Entretanto, o modo de operação do poder da
linguagem não é democrático. A palavra de algumas pessoas é claramente mais
poderosa que a de outras; a opinião de certas pessoas tem mais credibilidade
e autoridade que a opinião de outras. (...) Do mesmo modo, certas formas de
comunicar têm mais poder que outras; certos gêneros da comunicação têm mais
efeitos potenciais na vida social que outros – tanto em termos de efeitos positivos
quanto negativos.
Tratando dos efeitos sociais do jornalismo, Richardson (2007) enfatiza
que o significado discursivo de um texto não é resultado direto da codificação/
decodificação de mensagens, uma vez que nossa avaliação do conteúdo de textos
é afetada por nosso julgamento sobre quem os produz e sobre as instituições
a que se filiam. Ademais, certos gêneros e suportes resultam mais eficazes que
outros, o que também tem sido discutido por van Dijk (2010).
Na próxima seção, focalizamos a situação de rua como problema social
parcialmente discursivo e apresentamos nossas análises dos textos, apontando
modos de representação da situação de rua e de pessoas que enfrentam essa
condição em A Tarde OnLine e no Portal Fala Rua.
3. A situação de rua e sua (in)visibilidade social: A Tarde OnLine
e Portal Fala Rua
Embora a situação de rua seja um problema global, considerando-se que
há hoje, em todo o mundo, cerca de 100 milhões de pessoas vivendo nas ruas
(ONU, 2011), “a crise global das pessoas em situação de rua é não apenas
comum, mas também ignorada, despercebida ou mal compreendida” (INSP,
2011). Acerca das representações sociais da situação de rua, Mattos e Ferreira
(2004: 47-8) apontam:
Alguns as vêem como perigosas, apressam o passo. Outros logo as consideram
vagabundas e que ali estão por não quererem trabalhar, olhando-as com hostilidade. Muitos atravessam a rua com receio de serem abordados por pedido de
esmola, ou mesmo por pré-conceberem que são pessoas sujas e mal cheirosas. Há
também aqueles que delas sentem pena e olham-nas com comoção ou piedade.
(…) Habituados com suas presenças, parece que estamos dessensibilizados em
relação à sua condição. (…).
86
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
Observa-se, assim, a existência de representações sociais pejorativas, em relação
à população em situação de rua, que se materializam nas relações sociais. Estes
conteúdos interferem na constituição da identidade destas pessoas: é conhecimento
socialmente compartilhado e utilizado como suporte para a construção de suas
identidades pessoais. Trata-se de conteúdos simbólicos de cunho ideológico, na
medida em que favorecem a cristalização de relações de exploração e dominação.
Representações como essas, muitas vezes repetidas em diferentes tipos de
textos orais e escritos, têm impacto sobre as construções identitárias de pessoas
em situação de rua, além de seus efeitos potenciais nos modos como agimos
em relação a essa situação. A repetição dessas representações pejorativas e sua
aceitação pela sociedade, servindo de base para preconceito, poderia explicar, ao
menos em parte, um contexto que apresenta, cada vez com maior frequência,
repetidas chacinas, assassinatos brutais de seres humanos por seres humanos que
já não se identificam com as pessoas que vivem nas ruas das grandes cidades?
Segundo o Movimento Nacional da População de Rua (MNPR), apenas em
2011 foram contabilizados 142 assassinatos de pessoas em situação de rua,
e a maior parte desses crimes permanece impune. Segundo Ruggi e Barbosa
(2011: 3), “A cada dois dias é assassinada uma pessoa em situação de rua no
Brasil. Isso é o que se conclui do levantamento realizado a partir de notícias de
jornais. São 142 mortos em 2011”. O ano de 2010 não foi diferente.
Em 16 de janeiro de 2010, quatro homens em situação de rua, catadores
de materiais recicláveis no Bairro Cabula VI, Salvador, foram assassinados a
tiros, em mais um caso de chacina contra pessoas em situação de rua. O evento
foi noticiado e, como se sabe, é significativa a contribuição da mídia em (des)
construir a imagem de diferentes grupos sociais, quando representados em
notícias ou outros produtos midiáticos. Entre as representações disponíveis
desse evento, foram selecionados: (1) o texto publicado no jornal A Tarde
OnLine, de Salvador, e (2) o texto divulgado pelo Portal Fala Rua, vinculado
ao Movimento Nacional da População de Rua (MNPR). 7
Já nas manchetes, podemos perceber diferenças nas representações do
evento. Observem-se os exemplos (1) e (2):
(1)Quatro moradores de rua executados em chacina no fim de linha do
Cabula VI (Manchete de A Tarde OnLine)
(2)Em Salvador (BA), assassinatos evidenciam violência contra moradores
de rua (Manchete do Portal Fala Rua)
As manchetes configuram o ‘marketing’ da notícia, e todo/a jornalista sabe
disso. Não basta escrever uma boa história; é preciso vendê-la, e vendê-la bem.
Por essa razão, parece razoável depreender da própria manchete o tratamento
que será dado à notícia.
É bem possível que os/as leitores/as estejam acostumados/as a notícias
sob a primeira rubrica, visto não se configurar ocorrência rara. A manchete
87
12 (2)
do Exemplo (1), aliás, recorre ao léxico policial esperado: “executados” e
“chacina”. A segunda manchete, além de introduzir ao/à leitor/a o tema
que será tratado, indicia como será tratado. Não se espera apenas mais um
relato de assassinato de pessoas em situação de rua; espera-se também a
representação explícita de violência contra um grupo minoritário. Nesse
Exemplo (2), a escolha na representação já indica esse foco, em “evidenciam
violência contra”, o que vincula esse episódio ao histórico de casos semelhantes. Note-se como a seleção por ‘evidenciar’ constrói estrutura de pressuposição, em que a existência de violência sistemática contra a população
em situação de rua é o pressuposto em cuja base se sustenta a proposição.
Vejamos como o jornal A Tarde inicia a representação do evento em
questão (grifos nossos):
(3)De forma brutal, quatro homens, moradores de rua que catavam lixo
para sobreviver, foram assassinados, atingidos na cabeça por arma de
fogo, à queima-roupa. A chacina aconteceu neste sábado, por volta
das 7h, na Rua Teódulo Albuquerque, final de linha do Cabula VI. A
delegada titular da Delegacia de Homicídios, Francineide Moura,
tinha poucas informações sobre o caso, mas, segundo moradores,
quatro homens armados teriam chegado atirando em um automóvel
GM Celta da cor preta.
No início desse excerto, a circunstância “de forma brutal” constrói avaliação
que caracteriza o assassinato dos quatro homens. Considerando o Sistema de
Transitividade proposto em LSF (Halliday, 2004), as três funções experienciais reconhecidas nos processos, participantes e circunstâncias configuram
ferramentas que possibilitam reconhecer diferentes aspectos representacionais. Para Alexandre e Resende (2010: 137), retomando Halliday (2004),
nessa perspectiva representacional de textos,
os processos constituem o elemento central da oração e os participantes são
entendidos como entidades inerentes ao processo, diretamente envolvidas
naquilo que está a ser representado. Por
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seu turno, as circunstâncias são elementos “quase sempre opcionais”, periféricos em relação ao processo, mas que
têm a particularidade de “expandir o centro experiencial”, seja temporalmente,
espacialmente ou causalmente, entre outras possibilidades.
O trecho de A Tarde que vimos no Exemplo (3) é rico em circunstâncias,
expandindo a informação central ‘Quatro homens moradores de rua foram
assassinados’. A ação representada em voz passiva é pormenorizada pela explicitação do instrumento utilizado – “arma de fogo” – e pela descrição da ação
– “atingidos na cabeça” e “à queima-roupa”. A representação, notadamente no
grupo adverbial “à queima-roupa”, sinaliza possibilidade praticamente nula
de reação ou defesa, enfatizando o caráter de extermínio do crime.
88
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
Ainda nesse Exemplo (3), destaque-se a oração encaixada “que catavam
lixo para sobreviver”. Sua função, nesse contexto, é associar as vítimas a
uma atividade laboral. Ainda que o processo ‘catar’ possa ser associado à
‘catação de materiais recicláveis’ ou à ocupação de ‘catadores de materiais
recicláveis’, o resultado semântico da combinação dos recursos linguísticos
utilizados para texturizar tal atividade em “catavam lixo patra sobreviver”
não imputa, com eficiência, a ideia de trabalho. A estrutura escolhida para
compor a notícia poderia levar o/a leitor/a ao sentimento de piedade e não
ao reconhecimento de uma identidade laboral, visto que um dos efeitos de
sentido que se pode construir é o da pessoa que vive de restos de comida:
“lixo para sobreviver”. Se as vítimas fossem identificadas como ‘catadores
de material reciclável’, no entanto, o efeito poderia ser a associação mais
clara com uma atividade profissional.
Na sequência desse mesmo texto, após noticiar o assasinato dos quatro
homens em situação de rua, relaciona-se esse evento de violência a outros
que, nessa representação, lhe seriam associados. Observem-se os parágrafos
no Exemplo (4):
(4)Crimes bárbaros – Esta já é a segunda chacina que acontece na
Bahia nos primeiros 16 dias de 2010. Em janeiro deste ano, quatro
pessoas de uma mesma família foram brutalmente assassinadas a
golpes de facão dentro da própria casa, na zona rural do município
de São Sebastião do Passé (a 59 km de Salvador).
Em dezembro do ano passado, outras duas chacinas já tinham
chocado a população baiana. No dia 27 de dezembro, três jovens
foram executados em Nova Constituinte enquanto conversavam
na rua onde moravam. Outros quatro homens foram assassinados
a tiros por quatro encapuzados na localidade do Golfo Pérsico, na
Boca do Rio, no dia 3 de dezembro; o crime teria sido cometido
por policiais militares em represália ao assassinato do PM Edmilson
Nascimento.
As representações dos quatro crimes contêm, basicamente, as mesmas
informações: caracterização do evento e das vítimas, com destaque para as
formas como perderam suas vidas e o local onde residiam. Essa estrutura
informacional é esperada no gênero notícia policial, mas o que chama
atenção é a associação que implicitamente se constrói entre a chacina dos
quatro homens em situação de rua e os demais crimes. Compondo uma
sucessão de eventos de violência, entre os quais apenas o mais recente envolve a população em situação de rua, o jornal dilui a violência específica
contra essa parcela da população. Em outras palavras, a representação
desse evento é descolada da questão social muito maior que envolve esse
grupo populacional. Escolhendo priorizar o contexto local, o jornal deixa
89
12 (2)
de estabelecer relações com muitos outros eventos de chacina de pessoas
em situação de rua no país. Como consequência, o assassinato dos quatros
homens é aproximado de outros eventos de violência alheios aos massacres
contra pessoas e famílias em situação de rua.
Outros pontos relevantes são o apagamento dos motivos de duas das
quatro chacinas representadas no texto e o realce das conjecturas que envolvem a morte das quatro pessoas em situação de rua e dos suspeitos de
assassinarem um policial. No primeiro caso, “alguns moradores do Cabula
IV cogitam a possibilidade de o crime ter sido cometido para tirar os
moradores de rua da área”. Há, nesse excerto, modalização epistêmica de
baixa afinidade, marcada, principalmente, pelo pré-modificador ‘alguns’,
pelo processo mental ‘cogitar’, pelo substantivo modal ‘possibilidade’e
pela construção verbal com ‘ter sido’. 8 A ausência de problematização
dessa ‘possibilidade’ configura um apagamento significativo, reforçando o
discurso ideológico da indiferença social, naturalizando o extermínio de
pessoas em situação de rua como algo tolerado e passível de compreensão,
já que dispensa qualquer explicação ou pormenor. Isso é significativo se,
com Fairclough (2010: 247), entendemos que “textos constroem semioticamente identidades e, simultaneamente, buscam garantir um caráter
persuasivo para essas construções”.
O texto publicado no Portal Fala Rua apresenta indícios de recontextualização do texto de A Tarde OnLine, notadamente nos dois primeiros
parágrafos. Há, entretanto, diferenças notáveis na representação discursiva
do evento. Antes de discutir os indícios de recontextualização e as diferenças representacionais, é importante registrar que o texto “Em Salvador
(BA), assassinatos evidenciam violência contra moradores de rua” foi inicialmente publicado, no dia 22 de fevereiro de 2010, pela Agência Adital,
assinado pela jornalista Nathasha Pitts.9 Posteriormente, o Fala Rua, ligado
ao Movimento Nacional da População de Rua, veiculou a notícia em seu
portal, caminho pelo qual tivemos acesso a esse texto.
Quanto aos indícios de recontextualização da representação do evento,
uma das pistas é a estruturação semelhante das informações basilares do fato
noticiadas em A Tarde OnLine, como visualizamos no Quadro 1, a seguir:
90
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
A Tarde OnLine
Portal Fala Rua
(...) foram assassinados, atingidos na ca- (...) foram assassinados à queima roupa
beça por arma de fogo, à queima-roupa. com tiros na cabeça.
A delegada titular da Delegacia de Homicídios, Francineide Moura, tinha poucas informações sobre o caso (...)
As investigações ainda não foram concluídas e não há indícios de quem prati“Ainda temos poucos detalhes sobre cou os crimes e qual a motivação.
como aconteceu esse crime.” (voz da delegada)
A polícia ainda não tem pistas sobre os
motivos da chacina
“Os moradores do local não querem fa- Com medo, os moradores do bairro não
lar, reina a lei do silêncio”, diz a delegada querem se pronunciar.
(...)
Não foram encontradas armas, nem dro- Próximo aos corpos dos quatro homens
gas próximas aos corpos.
não foram encontradas drogas ou armas.
Quadro 1. Indícios de recontextualização
Os dois primeiros parágrafos do texto publicado no Portal Fala Rua recontextualizam dados publicados 38 dias antes, porém apagando as conjecturas
levantadas no primeiro texto, como a motivação da chacina, por exemplo. Ainda
assim, a tessitura realizada na representação do evento em discussão funciona
como ponto de partida para uma abordagem mais ampla no tocante à situação
de rua. Assumindo uma lógica explanatória (Fairclough, 2003), o texto parte
de um evento específico (o assassinato dos quatro homens em Cabula IV) para
uma conjuntura mais ampla – que se relaciona com a população composta
“de 50 a 60 mil pessoas em todo o Brasil”. Assim, ao contrário do texto de A
Tarde OnLine, que representa apenas os homens assassinados, no texto publicado no Portal Fala Rua temos um crescendo que vai de “moradores de rua”
para “parcela da população” e para “população em situação de rua”, passando
por “povo da rua”, lexia amplamente utilizada pelo MNPR. Outra distinção
fundamental entre os dois textos, em relação à representação de atores sociais,
é a nomeação dos quatro homens assassinados, “Itamar Silva de Jesus, Luís
Eduardo da Paixão, Élio Barreto Silva e Rosalvo”, no texto do Portal Fala Rua.
Em A Tarde OnLine, ao contrário, as vítimas da chacina são categorizadas como
grupo, e não representadas individualmente (van Leeuwen, 2008).
A notícia assinada por Nathasha Pitts pode ser divida em quatro partes.
Os dois primeiros parágrafos (re)contextualizam a chacina, com as diferenças
e semelhanças já discutidas. Os três parágrafos seguintes, copiados nos excertos
91
12 (2)
(5) e (6), compõem a segunda parte do texto e noticiam uma homenagem
“organizada pelo povo da rua” em memória das vítimas. No primeiro desses
parágrafos, lemos:
(5)Em memória aos cinco moradores de rua assassinados apenas neste
ano, foi realizada, no sábado, dia 20, uma celebração no local da chacina. Na ocasião estiveram presentes cerca de 500 pessoas, entre eles
moradores de rua, moradores do Cabula VI, deputados, vereadores
e pessoas engajadas na luta pela transformação da vida dessa parcela
da população. A celebração foi organizada pelo povo da rua.
Nesse exemplo, a presença no evento de atores socialmente legitimados,
associada à informação de que o manifesto foi organizado pelo “povo da rua”,
conduz a um olhar diferente desse grupo que muitas vezes é representado
como um “coletivo formado por vagabundos, desordeiros, viciados e incapazes” (Valencio et al., 2008:46). Na representação em foco, ao contrário,
constrói-se agência em ação coletivamente estruturada. Ainda, ao invés de
atomizar o evento da chacina, dissociando-o da conjuntura em que se inscreve – como faz o texto de A Tarde OnLine –, no texto do Portal Fala Rua
essa chacina é representada como uma entre outras, notadamente por meio
de “cinco moradores de rua assassinados apenas neste ano”, o que inclui esse
crime num quadro de crimes semelhantes no passado.
Na sequência do texto, temos os seguintes parágrafos (grifos nossos):
(6)“Após a celebração uma senhora me disse que nunca tinha ouvido
falar dos moradores de rua como foi colocado na ocasião. Acredito
que após participar da celebração muitas pessoas poderão ver os moradores
de rua como homens e mulheres capazes de encontrar uma aurora em sua
vida. A força do testemunho dos moradores de rua foi mostrada por
meio da atuação na celebração”, afirmou Frei Henrique Peregrino,
membro do Conselho Editorial do jornal Aurora da Rua.
A partir da mudança no modo como as pessoas veem esta parcela da população, Frei Henrique acredita que pode haver um impacto positivo
a longo prazo. “Esperamos que a sociedade possa despertar e ter um
olhar diferente. Que possam ver o morador de rua como um ser humano
cheio de potencial e que tem a possibilidade de viver em plenitude. Nós
temos o dever de permitir que estas pessoas vivam tendo todos os seus
direitos respeitados”, almeja.
As estruturas de pressuposição mapeadas nesse excerto, realçadas em itálico,
destacam a questão da alteridade, do olhar para o outro.10 Toma-se por pressuposto certo ‘modo de ver’, um ‘olhar’ discriminatório incapaz de reconhecer
no outro “um ser humano cheio de potencial” – desvela-se um dos grandes
problemas que pessoas em situação de rua enfrentam. Esse problema pode ser
92
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
traduzido como um julgamento, por parte dos demais membros da sociedade,
cuja sentença é uma vida sem perspectiva e a negação de direitos de cidadania
(pressuposto ativado em “temos o dever de permitir que”).
Assim, o excerto conclama a um ‘olhar’ para além do ‘indesejável’.
Enquanto essa “mudança no modo como as pessoas veem” é modalizada
como uma possibilidade desejável (em “A partir da mudança (...) pode haver
um impacto positivo”; em “Esperamos que a sociedade possa despertar”; e
em “Que possam ver o morador de rua como um ser humano”), o dever
moral de agir pela garantia de direitos é modalizada como necessidade:
“Nós temos o dever de permitir que estas pessoas vivam tendo todos os
seus direitos respeitados”. Note-se que o uso do “nós” inclusivo aqui apela
para o engajamento também do/a leitor/a, assimilado em um ‘nós’ que não
pode ‘fechar os olhos’ ao problema, para usar a mesma metáfora de visão
recorrente no trecho.
Uma última observação sobre o Exemplo (6). Em “A partir da mudança
no modo como as pessoas veem esta parcela da população (...) pode haver
um impacto positivo a longo prazo”, reconhece-se o potencial do discurso
na sociedade. Ainda que sem lançar mão do léxico específico da análise de
discurso, o relato de fala de Frei Henrique sinaliza para a dialética entre
representação e ação: uma transformação nos discursos com base nos quais
se compreende a situação de rua poderia impactar nos modos como agimos
no enfrentamento do problema.
Nos dois parágrafos que compõem a terceira parte do texto, o foco
desloca-se para a Pesquisa Nacional sobre a População de Rua e para o
“perfil” da população em situação de rua. Vejamos (grifos nossos):
(7)Em 2008, a Pesquisa Nacional sobre a População em Situação
de Rua, realizada durante o ano de 2007 pelo Ministério do
Desenvolvimento Social e Combate à Fome (MDS), mostrou
um pouco da realidade da população da rua do Brasil. A pesquisa
mostrou que, de cada cem pessoas em situação de rua, 71 trabalham
e 52 têm pelo menos um parente na cidade onde vivem. O trabalho
mais frequente é a coleta de recicláveis, seguida pela atuação como
“flanelinha”, carregador, atuação na construção civil e no setor de
limpeza.
Para Frei Henrique, pela quantidade de moradores de ruas, de 50
a 60 mil pessoas em todo o Brasil, é difícil e complexo tentar traçar
um perfil. “Existem vários fatores que motivam alguém a ir para a
rua, não é possível definir uma causa única. Por este motivo, a saída
da rua é uma construção a longo prazo, pois se vai reconstruir uma
história. É necessário haver uma construção da identidade, reconstrução dos laços familiares, depois vem a entrada no mercado de
trabalho e como último passo a aquisição de uma moradia”, explica.
93
12 (2)
Ao contrário da representação em A Tarde OnLine, no texto publicado
no Portal Fala Rua o Estado é representado, primeiramente, nesse excerto,
por referência ao Ministério do Desenvolvimento Social e Combate à Fome,
responsável pela realização de uma pesquisa que institucionaliza a realidade
da população em situação de rua, (re)colocando-a sob a rubrica do Estado.
Outro ponto de relevo nesse trecho é a representação da atuação da população
em situação de rua no mercado, ainda que informal, de trabalho, pondo em
xeque o discurso hegemônico que insiste em qualificar pessoas nessa situação
como ‘desocupadas’ ou ‘vagabundas’ (Mattos e Ferreira, 2004). O argumento
por provas concretas, baseado nos números obtidos na pesquisa, apela para o
reconhecimento da população de rua como população ativa: 71% trabalham.
Aliada a isso, a referência à multiplicidade de fatores que levam à situação de
rua desconstrói discursos que simplificam o problema.
Aqui, cabe recorrer ao estudo de Lopes (2009: 125) sobre a situação de rua
– para a autora, não se pode deixar de reconhecer as “múltiplas determinações”
da situação de rua; e ela elenca três condições que, apesar da heterogeneidade da
população em situação de rua, são comuns às pessoas nessa situação: a pobreza
extrema, a ruptura ou fragilização de laços familiares e a inexistência de moradia
convencional regular. Não obstante, via de regra a situação de rua é texturizada
como escolha individual, como responsabilidade exclusiva do indivíduo, desvinculada de problemas sociais mais amplos. Isso serve de base sustentadora da
ideologia que considera essa ‘escolha’ per se, como comprova a pesquisa realizada
por Costa et al. (2008:13-4). Para o pesquisador, “persiste uma perspectiva culpabilizante da própria população pobre, associando essa condição à preguiça/
falta de força de vontade destas pessoas”. Mas quando, no texto do Portal Fala
Rua, se enfatiza o contingente populacional que enfrenta a situação de rua e a
diversidade de fatores associados à situação de rua como questão social, pontua-se
a complexidade também de seu enfrentamento, o que nos leva à quarta e última
parte do texto, que aparece destacada por um subtítulo:
(8)Plano Nacional para População de Rua
Dia 23 de dezembro, o presidente Lula assinou decreto que institui a
Política Nacional Para a População de Rua. A iniciativa deverá unir todas
as ações do Governo Federal e será coordenada pela Secretaria Especial
de Direitos Humanos. Um Comitê Nacional já foi formado e está se
reunindo para criar propostas concretas que visem atender a população
de rua. Segundo Frei Henrique, entre as propostas encaminhadas já
estão a criação de centros nacionais e regionais de Direitos Humanos
para a população de rua.
“Esperamos que este plano possa realmente mudar a situação das pessoas
de rua e que casos como o da chacina em Salvador não possam se repetir
e muito menos ser apagados da memória das pessoas”, ambiciona Frei
Henrique.
94
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
Ao final do texto, mais uma vez, há a referência explícita ao Estado e a seu
papel no enfrentamento do problema, pela proposição de políticas públicas
especificamente voltadas para esse segmento populacional. Se pensarmos nesse
texto em termos de sua organização retórica, podemos dizer que as quatro partes
que compõem a matéria jornalística vão da narrativa de um evento particular
até a argumentação em torno de práticas mais amplas: parte-se do assassinato
dos quatro homens em Cabula IV, na primeira parte, para a organização do
“povo da rua” e sua capacidade de mobilização. Mais que isso, na segunda parte
enfatiza-se a possibilidade de a população em situação de rua ser fonte de outros
discursos sobre o problema enfrentado, com potencial para transformar os
modos como outros grupos sociais ‘veem’ a questão. Na terceira parte do texto,
institucionaliza-se o problema pela referência à pesquisa realizada pelo Estado,
que comprova com números a diversidade de fatores associados à situação de
rua. Isso aponta, na quarta parte, para a complexidade do enfrentamento do
problema, que, por ser complexo, exige políticas públicas específicas, articulando os diferentes setores do governo.
A matéria mobiliza os pré-gêneros narração, descrição e argumentação.11
A narração predomina nas duas primeiras partes do texto – a função dessas
partes é contar fatos: na primeira parte retomando a história da chacina e na
segunda parte noticiando a celebração. Na primeira, os processos estão no
passado, tempo nuclear do mundo narrado, mas na segunda parte, embora
ainda haja foco no passado, já começa a virada para o mundo comentado. Na
construção da narrativa da celebração, os processos no passado são “foi realizada” [a celebração], “estiveram presentes” [diversos grupos sociais, reunindo
pessoas em situação de rua, políticos/as e “pessoas engajadas na luta”], “foi
organizada” [“pelo povo da rua”] e “foi mostrada” [“a força do testemunho dos
moradores de rua”]. A representação da população em situação de rua aqui é
muito distinta do convencional na mídia: o grupo é representado como ativo,
organizado e passível de integração com outros grupos sociais. E a situação
de rua é representada como objeto de luta e engajamento, muito diferente
da representação mais comum como desconforto ou insegurança – vamos
lembrar que a motivação aventada em A Tarde OnLine para a chacina, sem
esforço retórico de qualquer explicação, é “para tirar os moradores de rua da
área”. Ainda nessa segunda parte, aparecem afirmações sobre o futuro: “muitas
pessoas poderão ver os moradores de rua como homens e mulheres capazes”,
“pode haver um impacto positivo a longo prazo”, “Esperamos que a sociedade
possa despertar e ter um olhar diferente”, “Que possam ver o morador de
rua como um ser humano cheio de potencial”. Entretanto, apesar de ousar
afirmações sobre o futuro, essa parte do texto não economiza em elementos
modais de possibilidade, e a própria escolha do verbo dicendi selecionado
para articular a voz de Frei Henrique Peregrino, “almeja”, denota a necessidade de engajamento e a natureza utópica do objetivo. A terceira parte do
95
12 (2)
texto atualiza principalmente o pré-gênero descrição, com predominância
de verbos no presente. O efeito é a caracterização da situação de rua como
complexa, associada a diferentes fatores sociais e relações causais. As informações organizadas para a descrição são institucionais, resultado de pesquisa
realizada pelo MDS, e pormenorizadas com números e percentuais, o que
tem efeito retórico de legitimação das informações. Prepara-se aí o terreno
para a quarta e última parte do texto, quando se focaliza a necessidade de
“propostas concretas que visem atender a população de rua”, dadas as suas
especificidades como grupo populacional e a complexidade da questão.
Vinculando-se a uma lógica explanatória, o texto veiculado no Portal
Fala Rua constrói ‘olhar’ ampliado, reconhecendo relações entre os modos
de representação da situação de rua e os modos como agimos em seu enfrentamento. Assim, o texto apresenta discursos alternativos sobre o problema,
subvertendo o fracionamento que minimiza a questão social. Se por um lado
nesse texto as vítimas da chacina são representadas como indivíduos específicos, por nomeação, por outro lado há um esforço em representar também
o grupo populacional e sua complexidade, o que conclama a necessidade de
luta e engajamento. Ao mesmo tempo, nessa representação se reconhece a
possibilidade de essa população constituir um ator social coletivo que ‘organiza’ e ‘realiza’, e cujo ‘testemunho’ tem ‘força’.
4. Considerações finais
Infelizmente, no que se refere às chacinas contra pessoas em situação de
rua, nosso presente histórico encena um triste recrudescimento desse tipo de
violência. Olhar para os modos de representação da situação de rua na mídia
tradicional e na mídia alternativa nos permite enfatizar o caráter parcialmente
discursivo da questão.
A representação frequente do problema como sendo as pessoas em situação de rua, e não a situação de rua em si, possibilita a omissão do poder
público e de sua responsabilidade sobre a violência da privação de direitos para
a população em situação de rua, em representações discursivas amplamente
divulgadas pela mídia tradicional. Assim é que a ausência do Estado entre
os atores social representados em A Tarde OnLine representa uma ausência
significativa, nos termos de van Leeuwen (2008).
A representação da chacina em A Tarde OnLine tem o efeito de atomizar
o evento, desvinculando-o da história recente e apagando relações causais. Por
seu vínculo a uma lógica de aparências, o jornal dilui a violência específica
contra a população em situação de rua, já que a representação do evento é
descolada da questão social mais ampla. Isso está de acordo com o padrão
representacional da situação de rua na mídia tradicional, como atesta o estudo empreendido por Valencio et. Al (2008), segundo o qual o discurso e
as práticas da intolerância aí se difundem.
96
Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
No Portal Fala Rua, ao contrário, a caracterização da situação de rua como
complexa associa diferentes fatores sociais em relações causais, o que sinaliza
uma lógica explanatória. Garantir a compreensão da natureza complexa do
problema é um caminho para sua desnaturalização, o que pode ter como efeito
a emergência de outros discursos sobre a população em situação de rua e os
modos de enfrentamento a essa situação. Isso é fundamental, já que as violências
a que estão sujeitas as pessoas em situação de rua em decorrência da intolerância
são, além de frequentes, de diversas ordens. Sem dúvida, o símbolo máximo
dessa violência é a chacina, o extermínio, o assassinato. Entretanto, é também
violência o desprezo, a invisibilidade, a indiferença. O que terá havido com
nosso sentido de humanidade que nos permite ver seres humanos destituídos de
qualquer direito sem nos indignarmos? O que permite que sigamos em frente
em nossos caminhos, atrás de nossos muitos afazeres, sem nos darmos conta de
nossas responsabilidades pela manutenção desse estado de coisas? Não temos
dúvida de que se trata de um problema também discursivo.
Notas
1. Uma versão anterior deste trabalho, inédita como texto completo, foi apresentada
oralmente no IX Congresso Latino-Americano de Estudos do Discurso – Discursos da
América Latina: Vozes, Sentidos e Identidades, realizado, em 2011, na Universidade
Federal de Minas Gerais.
2. Exemplo disso é a Red latinoamericana de análisis crítico del discurso de las personas sin techo y en extrema pobreza (REDLAD), que, com o objetivo de estudar
a representação de situações de extrema pobreza nos países membros, foi fundada
em 2005, no Congresso da Associação Latino-Americana de Estudos do Discurso
(ALED), em Santiago do Chile.
3. A Adital, Agência de Informação Frei Tito para América Latina, é “uma agência
de notícias que nasceu para levar a agenda social latino-americana e caribenha à
mídia internacional”. Segundo informação disponível no portal, a Adital dedica-se
a “estimular um jornalismo de cunho ético e social”. Disponível em <www.adital.
com.br>.
4. Embora todas as diferentes versões dos estudos críticos do discurso compartilhem
traços que garantem a coerência epistemológica desse campo interdisciplinar, falar
em ADC não significa fazer referência a um corpo homogêneo em termos teóricos
e metodológicos. Ao contrário, a ADC configura “um conjunto de abordagens
científicas interdisciplinares” com vistas a estabelecer estudos críticos da linguagem
como elemento de toda prática social (Ramalho & Resende, 2011: 12). Como se
trata de um conjunto de abordagens, estamos diante de um campo heterogêneo
em suas propostas teórico-metodológicas, que, ainda assim, guardam pontos em
comum. Além do caráter posicionado, outros desses pontos é a interdisciplinaridade: todas as diferentes versões de ADC buscam informação nas ciências sociais
para construir teorias do funcionamento social da linguagem. No caso do enquadre
de ADC desenvolvido por Fairclough, há ampla inspiração no Realismo Crítico
(Bhaskar, 1989).
97
12 (2)
5. De acordo com a International Network of Street Papers, os street papers são definidos como jornais e revistas independentes, vocacionados a oferecer oportunidades
de trabalho e geração de renda para pessoas em situação de rua, além de garantir
um apoio social mais ampliado. Em relação à geração de renda, a distribuição
dessas publicações acontece nas ruas, sendo vendidas por pessoas em situação de
rua ou de risco. Cada vendedor/a administra a quantidade de jornais ou revistas
que pretende comercializar, pagando pela unidade um valor que não ultrapassa a
metade do preço de capa, e ficando com todo o dinheiro da venda. Em relação ao
apoio social mais amplo, essas iniciativas costumam ser projetos de organizações
não governamentais mais abrangentes, que sustentam tanto as publicações como
outros projetos institucionais.
6. O objetivo do projeto é investigar as cinco publicações localizadas, em língua portuguesa, voltadas para a abordagem específica da população em situação de rua.
São elas: a revista Ocas e o jornal O Trecheiro, de São Paulo; o jornal Boca de Rua,
de Porto Alegre; o jornal Aurora da Rua, de Salvador; e a revista Cais, de Lisboa.
O projeto integrado, que está em andamento, articula as pesquisas de Andreia
Santos, que investiga o Boca de Rua, Pilar Acosta, que se dedica a O Trecheiro e
Ocas, Gersiney Pablo Santos, que pesquisa o Aurora da Rua, e Viviane Resende
(coordenadora do projeto), que investiga a Cais.
7.Os textos estão disponíveis na Internet, respectivamente em <http://www.atarde.com.br/cidades/noticia.jsf?id=1341896 > e em <http://falarua.org/index.
php?display=journal&id=47 >. Acesso em maio de 2011.
8.Segundo Halliday (2004: 75), a modalidade é “o julgamento do falante sobre
as probabilidades ou obrigatoriedades envolvidas no que diz”. Para Fairclough
(2003: 166), “a questão da modalidade pode ser vista como a questão de quanto
as pessoas se comprometem quando fazem afirmações, perguntas, demandas ou
ofertas”. Afirmações e perguntas referem-se à troca de conhecimento; demandas e
ofertas referem-se à troca de atividade. Em trocas de conhecimento, a modalidade é
epistêmica, refere-se ao comprometimento com a ‘verdade’; em trocas de atividade,
a modalidade é deôntica, refere-se ao comprometimento com a obrigatoriedade/
necessidade.
9.Disponível em <http://www.adital.com.br/site/noticia_imp.asp?lang=PT&img=
N&cod=45305>.
Acesso em outubro de 2011.
10.Sem precisar remontar à origem do conceito, assumimos com Fairclough (2001:
155) que pressuposições são “proposições tomadas pelo produtor do texto como
já estabelecidas ou ‘dadas’”, que podem ser engatilhadas por diversos recursos
linguísticos.
11.Como explicam Ramalho e Resende (2011:164), “gêneros implicam atividades
específicas, ligadas a práticas particulares. Cada atividade social possui propósitos
específicos, então, um aspecto importante na análise de gêneros diz respeito a ‘o
que as pessoas estão fazendo discursivamente’, e com quais propósitos, segundo
Fairclough (2003:70). Tais propósitos materializam-se em textos no que é chamado
de estrutura genérica, um aspecto textual moldado por gêneros discursivos. O autor
pondera, entretanto, que a análise de ‘propósitos da atividade’ deve ser cautelosa,
pois diferentes propósitos podem estar combinados hierarquicamente, mesclados,
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Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
implícitos, de maneira que a fronteira entre eles pode não ser tão clara. Essa estrutura pode ser mais homogênea em determinados gêneros, com elementos ou os
estágios textuais bastante fixos, previsíveis, ordenados e de fácil identificação. Em
outros gêneros, mais livres, heterogêneos, plásticos, pode não ser possível verificar tal
estrutura. Por esse motivo, pode ser insuficiente abordar certos gêneros em termos
da estrutura genérica. Neste caso, é possível identificar uma macro-organização ou
organização retórica do gênero, mas não uma ‘estrutura’, que pressupõe elementos/
estágios em ordens mais fixas.”
Referências bibliográficas
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televisão”. Análise discursiva crítica de textos do jornal O Trecheiro’, in M. A.
Otonni & M. C. Lima (orgs.). Análise de discurso crítica. Teoria e aplicação
em diferentes contextos. Campinas: Pontes.
Alexandre, M. F. & Resende, V. M. (2010). ‘Representaçaõ discursiva da pobreza extrema – Análise discursiva critica de um testemunho publicado em
editorial da revista Cais’. Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso
(ALED), 10: 134-143.
Bhaskar, R. (1989). The possibility of naturalism: A philosophical critique of the
contemporary human sciences. Hemel Hempstead: Harvester Wheatsheaf.
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Viviane de Melo Resende é Doutora em Linguística, professora adjunta do
Departamento de Linguística, Português e Línguas Clássicas da Universidade
de Brasília, pesquisadora do Programa de Pós Graduação em Linguística e do
Programa de Pós-Graduação em Desenvolvimento, Sociedade e Cooperação
Internacional, coordenadora do Núcleo de Estudos de Linguagem e Sociedade
(NELiS/UnB: www.nelis.unb.br), coordenadora do grupo de pesquisa
“Mobilização, direitos e cidadania: ação, representação e identificação no
discurso” (DGP/CNpq).
Correo electrónico: [email protected]
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Viviane de Melo R. e Andreia Alves dos S.: Representação de pessoas em situação de rua quando ...
Andreia Alves Dos Santos é Mestranda pelo Programa de Pós-Graduação
em Linguística da Universidade de Brasília. Está na fase final de elaboração de
sua dissertação, orientada pela Profa. Dra. Viviane de Melo Resende. É membro do Núcleo de Estudos de Linguagem e Sociedade (NELiS) do Centro de
Estudos Avançados Multidisciplinares (CEAM) da UnB. É filiada à Asociación
Latinoamericana de Estudios del Discurso (ALED). É Integrante da equipe do
projeto “Publicações em Língua Portuguesa sobre a população em situação de
rua”. Participa do grupo de pesquisa “Mobilização, direitos e cidadania: ação,
representação e identificação no discurso” (DGP/CNpq).
Correo electrónico: [email protected]
101
ARTÍCULO
Indígenas en la prensa mexicana en el contexto
preelectoral de fines del foxismo
EVA SALGADO ANDRADE
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores
en Antropología Social (CIESAS), D.F.
Resumen. Este trabajo presenta los resultados de un análisis cuantitativo y cualitativo
de un corpus conformado por 189 notas periodísticas referidas a población indígena,
publicadas entre los meses de junio y julio de 2005, en quince diarios mexicanos.
El objetivo inicial era detectar huellas de exclusión y de discriminación hacia los
indígenas en el discurso periodístico, entendido como un discurso del poder que,
como tal, desempeña un papel importante en la reproducción de estereotipos racistas.
Conforme avanzó el análisis, otro elemento se hizo evidente: a la luz de un contexto
marcado por la creciente efervescencia electoral (que detonaría en la campaña por la
presidencia, en julio de 2006), la población indígena de México, sus demandas, sus
reivindicaciones, sus necesidades, fueron incorporados en la agenda pública como
elementos para crear una imagen favorable de los actores políticos involucrados en la
contienda por la presidencia.
Palabras clave: Discurso periodístico, discurso político, indígenas, racismo, discriminación, exclusión
Resumo. Este trabalho apresenta os resultados de uma análise quantitativa e qualitativa
de um corpus constituído de 189 artigos publicados entre os meses de junho e julho de
2005 em quinze jornais mexicanos com referências à população indígena. O objetivo
inicial era detectar marcas de exclusão e discriminação em relação aos indígenas no
discurso jornalístico, entendido como um discurso do poder que, como tal, desempenha um papel importante na reprodução de estereótipos racistas. Conforme avançou
a análise, contudo, outro elemento tornou-se evidente: à luz de um contexto marcado
pela crescente efervescencia electoral (que culminaria na campanha presidencial, em
julho de 2006), a população indígena do México, suas demandas, suas reivindicações
e suas necessidades foram incorporadas à agenda pública como elementos para criar
uma imagem favorável dos atores políticos envolvidos na disputa pela presidência.
Palavras-chave: Discurso jornalístico, discurso político, indígenas, racismo, discriminação,
exclusão
Abstract. This paper presents the results of a quantitative and qualitative analysis
of 189 news articles related to the indigenous population and published in fifteen
Mexican newspapers during June and July 2005. The original aim was to identify
traces of exclusion and discrimination against the indigenous population in the press,
considering that journalistic discourse is a discourse of power capable of playing an
important role in the reproduction of racist stereotypes. During the analysis, another
Recibido: 09 de agosto de 2012 • Aceptado: 15 de noviembre de 2012.
ALED 12 (2), pp. 103-128
103
12 (2)
element was clearly revealed: amidst a context marked by increasing political turmoil
(which would eventually end in the presidential election in July 2006), the indigenous
population of Mexico, their demands, their claims, their needs, were incorporated into
the public agenda to create a favorable image of the political actors involved in the
struggle to obtain the presidency.
Key words: Journalistic discourse, political discourse, indigenous population, racism,
discrimination, exclusion
Introducción
Apenas dos meses antes de publicado el acervo periodístico del cual se
obtuvo el corpus empleado para esta investigación, en abril de 2005, el país
se había cimbrado ante un episodio político insólito en la vida pública del
país: durante la gestión presidencial de Vicente Fox, tuvo lugar el desafuero
en contra de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, para enfrentar los cargos por haber violado una
orden judicial que exigía suspender la construcción de una calle en un terreno
expropiado. A la postre se hizo evidente que esto no era más que una maniobra, orquestada desde la propia presidencia, para impedir la postulación de
López Obrador como candidato en las elecciones del 2006. Como reacción a
la presión social, que incluyó fuertes protestas ciudadanas, Fox tuvo que dar
marcha atrás en esta maniobra y se comprometió públicamente a comportarse
como presidente de un auténtico país democrático1 y no impedir a nadie a
participar en la contienda electoral. A partir de entonces, y hasta el final de su
periodo, no era de extrañar la constante puesta en marcha de estrategias para
fortalecer su imagen, y tratar de revertir el impacto negativo hacia su persona
y, consecuentemente, hacia su partido político, luego del fallido desafuero de
su contrincante político, tales como diversas inauguraciones de obras públicas (redes de agua potable, drenaje y caminos) en regiones indígenas, y que
se convirtieron en flagrante publicidad partidista a favor del PAN (Partido
Acción Nacional), o un publicitado acuerdo, suscrito el 21 de julio de 2005,
para liberar a indígenas injustamente encarcelados.
En los meses siguientes, incluidos los que corresponden a este trabajo, se
registró un aumento, si bien ligero, de temas relacionados con la población indígena. Un ejemplo de esto fue la forma como la prensa modificó su agenda periodística para dar cobertura al EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional)
y sus actividades. Hacia fines de junio de 2005, al decretar el Ejército Zapatista
la alerta roja, esta información sólo se consignó en La Jornada; a mediados de
julio, cuando el EZLN hizo público su plan para elaborar La Otra Campaña,
otros dos diarios, Milenio y El Universal, se ocuparon de difundir el tema; el
20 de julio, cuando el entonces comisionado Luis H. Álvarez compareció públicamente frente al Senado de la República y anunciaba complacido: “Tendrá
EZLN facilidades para unirse a la política”, muchos más periódicos parecían
104
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
recordar la existencia de este movimiento. Al ocuparse de temas normalmente
marginados de la agenda pública, parecía refrendarse el carácter democrático
de un país que se preparaba para un nuevo proceso electoral. No obstante, en
la cobertura mediática de esta súbita consternación por la población indígena
siguieron presentes las huellas de racismo y exclusión con las que se le visibiliza
y se le construye. De ello nos ocuparemos en este artículo.
1. Algunas reflexiones en torno al discurso periodístico
Para emprender esta lectura en torno a la función política desempeñada
por los materiales periodísticos, y la forma como éstos son impregnados por
las huellas del racismo y la exclusión, uno de los conceptos centrales será el de
discurso que, entendido en su acepción más amplia, es definido por Gee (2005)
como formas de actuar, interactuar, pensar, valorar, hablar, que se consideran
pertinentes para un momento histórico y social específico. En tanto práctica
social, los discursos mantienen una relación dialéctica con las situaciones,
instituciones y estructuras sociales (Fairclough y Wodak, 2000:367), es decir,
están moldeados por ellas, pero también contribuyen a darles forma. En función
de esta relación dialéctica, Van Leeuwen (1993:193) propone que el discurso
asume fundamentalmente dos grandes vertientes: el discurso como instrumento
del poder y el discurso como instrumento de construcción social de la realidad.
En este sentido, el discurso periodístico es una valiosa herramienta para el estudio de los procesos ideológicos que mediatizan las relaciones de poder y de
control con base en las cuales funcionan las sociedades, ya sean informativas,
educativas, éticas, intelectuales o políticas.
Al analizar la prensa, como ocurre con cualquier otra manifestación discursiva, es posible descubrir pautas sociales de conducta y de visión del mundo de
las cuales difícilmente pueden sustraerse quienes intervienen en su producción.
Se trata de un proceso que abarca infinidad de circunstancias, que van desde
la elección de un género periodístico específico, la línea editorial del diario o
las circunstancias histórico-sociales en las que tiene lugar el acto periodístico.
En este sentido, es pertinente considerar que el discurso periodístico es
un “complejo ámbito de naturaleza interactiva donde los sujetos y los grupos
sociales contribuyen directamente a la construcción social de la realidad”
(Be­navides Delgado, 1997:169). Así, el discurso de la prensa representa un
interesante punto de observación para conocer la imagen que de sí mismos
han fabricado los grupos sociales, la forma como conciben su interrelación
con otros y, en suma, la ideología que modela sus conciencias. Otras funciones estratégicas que también desempeñan los medios en el contexto político
son la coerción, resistencia, oposición, protesta o encubrimientos (Chilton y
Schäffner, 2000: 305-306). El corpus aquí analizado permitirá observar estas
distintas complicidades entre el discurso periodístico y la política. Si bien la
prensa no necesariamente modela los juicios y opiniones de los lectores, sí es
105
12 (2)
razonable suponer que influye en los marcos interpretativos que se aplican
para la comprensión de los acontecimientos sociales y políticos. Wodak et al.
(2000: 8) sostienen que los actos discursivos, entre ellos los de la prensa, pueden
ser socialmente constitutivos, al ser en gran parte responsables de la génesis,
producción y construcción de condiciones sociales particulares, así como contribuir a restaurar, legitimar, relativizar, mantener y reproducir el status quo.
En el caso que nos ocupa advertimos cómo la producción de noticias en
torno a comunidades indígenas estaba engarzada con condiciones sociales particulares (un país en el que se avecinaba una elección especialmente conflictiva,
con una amplia masa de electores en zonas indígenas, y una opinión pública
no muy favorable hacia el gobierno en turno). Frente a ello era importante
restaurar la imagen del Ejecutivo. La cobertura periodística dada a las acciones
destinadas a beneficiar a la población indígena se convertía así en una parte de
este juego político. Además, dadas las condiciones de discriminación y exclusión que operan en los discursos del poder cuando se refieren a la población
indígena, era posible construir dos protagonistas especialmente relevantes para
los fines deseados: un gobierno protector y una población desprotegida, que es
la forma como generalmente se representa a los indígenas en México.
¿Cuál fue, en este contexto, el discurso construido en la prensa en torno
a la población indígena, sus necesidades, sus rezagos y la eventual atención
gubernamental que recibieron para subsanar estas dificultades? Para responder
a esta interrogante, emprendemos una evaluación de distintos aspectos cuantitativos y cualitativos en relación con las notas periodísticas que se ocupaban
de los indígenas. En primer lugar, nos ocupamos de la frecuencia registrada en
cada diario. A continuación, identificamos cuáles géneros periodísticos fueron
empleados para referirse a los indígenas , bajo el supuesto de que la elección
de un género es un dato relevante en el discurso de la prensa: ¿cuándo se recurre a géneros informativos, sin que el diario o el periodista se comprometan
directamente con la emisión de una opinión? Si se detecta una opinión, ¿cuál
es la información que se resalta? Si hay un reportaje, ¿cuál es el tema sobre el
cual se busca una mayor profundidad informativa? O bien, en las entrevistas,
¿qué tan viable será que los entrevistados sean la propia población indígena
o, por el contrario, este género sea usado preferentemente para dar la voz a
autoridades no indígenas?
Otra ruta analítica la emprendemos a partir de la identificación de las
fuentes a partir de las cuales se construyen las informaciones o las opiniones,
de tal suerte que podamos contar con una evidencia discursiva de quiénes
son, de acuerdo con la prensa, las voces autorizadas para opinar en torno a
los temas que conciernen a la población indígena. Asimismo, realizamos un
acercamiento sintáctico-semántico-pragmático de los encabezados, con el fin
de encontrar evidencias en torno a la forma en que el discurso periodístico
confiere, o no, a los indígenas el papel de sujetos activos en los temas que les
106
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
conciernen, así como las acciones que les son atribuidas. De igual forma, este
análisis nos permite identificar la forma en que se les clasifica o se les califica.
Por último, antes de presentar los resultados obtenidos en esta exploración
del discurso periodístico, es importante comentar que este enfoque analítico se
inscribe en un marco de interés general, presente en el ámbito latinoamericano,
bajo la premisa de que, por un lado, existe un discurso social dominante que
se muestra abierto y tolerante hacia los indígenas, en tanto que, por otra parte,
son evidentes las actitudes de distancia, desconfianza, prejuicio y construcción
de estereotipos hacia la sociedad indígena en los discursos públicos dominantes
(Merino, 2007: 606). En este sentido, es oportuno destacar un conjunto de
investigaciones que se han hecho para analizar la discriminación percibida en
el discurso oral de la propia población indígena, como se muestra en Merino
et al. (2008), Pino y Merino (2009), Merino y Tileaga (2011), en los cuales
se constata cómo mediante el análisis de productos discursivos en acción se
puede contribuir, desde la metodología del análisis del discurso, a los estudios
sobre identificación étnica de los grupos minoritarios.
2. Una primera exploración cuantitativa
Los materiales que aquí se analizan provienen de la revisión, entre los meses
de junio y julio de 2005, de quince periódicos,2 que cubrían prácticamente en
su totalidad el espectro de los que estaban entonces en circulación en la Ciudad
de México y zona conurbana: Diario de México, Diario Monitor, El Economista,
El Financiero, El Sol de México, El Universal, Excélsior, La Crónica de Hoy, La
Jornada, La Prensa, Milenio, Ovaciones, Reforma, Rumbo de México y Uno más
uno. El criterio fue seleccionar todas las notas cuyo contenido hiciera alusión
a personas, grupos, culturas o movilizaciones indígenas. A partir de la revisión
de estos diarios se conformó una base de datos que consigna: fecha, periódico,
página, autor, título, género periodístico, grupo de población al que se refiere,
hecho noticioso en el que se basa la nota, fuente (reportero, funcionario, asociación civil, ciudadano, etcétera).
Entre junio y julio de 2005, se detectaron sólo 189 notas que aludían
a la población indígena, cifra muy reducida si tomamos en cuenta que los
ejemplares revisados eran un total de 915 (15 periódicos a lo largo de 61
días). Prácticamente la tercera parte de ellas fue publicada en La Jornada (61
notas, 32.28%). Milenio y Reforma publicaron una cantidad muy similar (24
y 23 respectivamente), que representa en cada caso poco más del 12% del
total. El Universal y El Sol de México, que se ubicaron en el cuarto y quinto
lugar respectivamente, no llegaron al 10% del total. Rumbo de México ocupó
el sexto lugar con el 5.29%, seguido de Excélsior, con el 4.76%. Los restantes
ocho periódicos publicaron escasas notas, en un rango que va de seis (3.17%)
en La Crónica de Hoy, a apenas una nota en dos meses en Diario de México y
Diario Monitor.
107
12 (2)
Estas primeras cifras permiten corroborar evidencias ya obtenidas en otras
investigaciones: un silencio casi constante de la prensa en torno a los indígenas.
Por ejemplo, Carbó y Salgado Andrade (2006:559), luego de analizar 759 notas
publicadas en trece diarios entre 1989 y 1995, reportan cómo las lenguas indígenas en la prensa mexicana se encuentran prácticamente invisibles, además
de haber detectado una notable coincidencia con hallazgos de otros trabajos
en materia de discurso indigenista (es lo mismo que discurso sobre los indigenas?), tales como el reconocimiento reiterado de la injusticia histórica hacia
los indígenas (es un tema recurrente?), el uso de voz pasiva (en qué contexto?),
la ausencia del sustantivo indígenas en posición de sujeto gramatical (explicar?
Será el sustantivo “indígenas“??), lo cual testimonia una continuidad pasmosa
en la forma en que, desde la perspectiva del discurso dominante, se aborda el
problema indígena.
3. Una exploración por géneros
El siguiente paso en el análisis global cuantitativo fue la identificación
de los géneros periodísticos correspondientes a cada una de las 189 unidades
recopiladas (ver tabla 1). Antes de presentar los resultados de esta fase, es pertinente aclarar que para identificarlos nos adherimos a una taxonomía según
la cual los géneros periodísticos se agrupan en informativos, interpretativos
y de opinión (Salgado Andrade, 2009:77), según se detalla a continuación:
Géneros informativos: nota informativa, infografía (es decir, una fotografía, con
su correspondiente pie de foto, que por sí misma constituye una unidad de
información).
Géneros de opinión: editorial, columna y artículo de fondo (es decir, una colaboración firmada por un especialista que no publica en forma regular en el diario)
y cartas de los lectores.
Géneros interpretativos: entrevista y reportaje.
Por último, se identificó también el género “Comunicado”, referido a la
inserción (pagada o no) de material emitido por alguna organización o colectivo.
En el contexto analizado, estos comunicados fueron provenientes del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional, firmados por el Subcomandante Marcos.
De un total de 189 notas, 102 (53.97%) fueron notas informativas, es
decir, más de la mitad de la cobertura periodística se limitó a dar cuenta de los
hechos sin profundizar o dar una opinión explícita de los mismos. La frecuencia
detectada en la publicación de notas informativas arroja bastante similitud con
los resultados globales; es un reflejo de la situación imperante en la cobertura
periodística sobre temas relacionados con lo indígena, la cual en buena medida
es abordada como nota informativa, con escaso espacio para las opiniones, los
reportajes o entrevistas.
108
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
Tabla 1. Resultados globales por género periodístico
Género
Nota informativa
Frecuencia
102
Reportaje
36
Artículo de fondo
19
Entrevista
9
Cartas del lector
7
Columna
7
Fotografía
5
Comunicado
3
Editorial
1
189
Pudo advertirse asimismo cómo la inclusión de la temática indígena en la
prensa obedecía a dos situaciones confrontadas: en primer lugar, enaltecer la
imagen presidencial destacando las acciones realizadas en pro de los indígenas,
tales como la firma del ya citado acuerdo para liberar a indígenas presos, o la
gira presidencial realizada el 20 de julio en la emblemática población de Metlatónoc, Guerrero, que se distingue por el nada honroso primer lugar de pobreza
en México, y donde el entonces presidente Vicente Fox se hizo acompañar por
Xochitl Gálvez, entonces Directora General de la Comisión Nacional para
el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. En segundo lugar, varias de las notas
localizadas el último día de junio hacían públicas las enérgicas exhortaciones
de la ONU, por voz de su alta comisionada, Louise Arbour, para que México
se comprometiera finalmente a garantizar los derechos humanos de las mujeres
y de los indígenas.
El siguiente lugar lo ocupó el género de reportajes, cuya inclusión remite a
una cierta profundidad en la información relativa a temas indígenas. Es especialmente significativo el caso de El Universal, que aunque sólo publicó siete
notas informativas en todo el periodo, prácticamente igualó esta cifra al incluir
seis reportajes. En tercer lugar se ubicaron 19 artículos de fondo, si bien éstos
provienen sólo de la mitad de los diarios analizados. De éstos, 10 (equivalente
a 52.63%) fueron publicados en La Jornada. Es interesante constatar que una
abrumadora mayoría (8 de los 10 publicados) abordaron temas relacionados
con el EZLN. Estos datos confirman el hecho de que, en buena medida, las
opiniones en torno a la discriminación a la población indígena en el periodo
de estudio tenían como inspiración las acciones o declaraciones del EZLN,
109
12 (2)
situación que confirma la importancia que tuvo para la población indígena de
este país el surgimiento de dicha organización, a partir de 1994, para fungir,
al menos, como su vocero más conocido.
El segundo periódico en frecuencia por cuanto se refiere a artículos de
fondo es El Sol de México. De sus cuatro artículos, uno de ellos está firmado por
Xóchitl Gálvez (se reproduce una conferencia pronunciada por la funcionaria
en el Foro Económico Nacional 2004-2006), y los tres restantes se refieren al
EZLN, la comparecencia de Luis H. Álvarez (relacionada con el EZLN) y un
informe rendido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Los restantes cinco artículos de fondo fueron localizados en otros tantos
diarios. Dos de ellos se refieren al EZLN (publicados en El Universal y Milenio),
otro se ocupa de la comparecencia de Luis H. Álvarez (El Economista) otro opina
sobre el Acuerdo firmado por Vicente Fox para el otorgamiento de beneficios
de libertad para los indígenas presos por alguna injusticia (Excélsior) y el último
aborda la sentencia dictada por un juez en Atlanta en contra de una indígena
mixteca acusada de castigar físicamente a su hija (Reforma).
Sólo siete columnas se ocuparon de la población indígena entre junio y
julio de 2005. Es notorio que, más que el interés por la población indígena,
destacaba el contexto preelectoral; así, las tres que se publicaron en Reforma
(diario que obtuvo la frecuencia más alta) hacían referencia a las declaraciones de Xóchitl Gálvez durante una gira presidencial, las opiniones de Andrés
Manuel López Obrador, como precandidato presidencial, en relación con los
Acuerdos de San Andrés, y la tercera, correspondiente a la sección de espectáculos, era una crítica sobre el espectáculo teatral Mestiza Power en Mérida.
Con relación a las dos columnas publicadas en El Sol de México, una de ellas
abordaba declaraciones de Xóchitl Gálvez, en tanto que la segunda se refería
a un tema prácticamente ausente en los dos meses monitoreados: la existencia en México de 62 grupos etnolingüísticos. Por último, la columna de El
Universal se refirió a un informe de la ONU según el cual los indígenas de la
sierra oaxaqueña tienen una condición de vida cercana a los habitantes de San
Pedro Garza García, Nuevo León. En la columna de Uno más Uno también
resaltaron el tema de la inauguración, por Vicente Fox, del evento Cultura
Indígena, Raíces de Identidad, Quehacer Cultural de los Pueblos Indígenas,
acontecimiento que pasó prácticamente desapercibido para los otros medios.
En el rubro fotografías hemos agrupado las unidades conformadas sólo
por un registro gráfico, si acaso con un breve pie de foto o un encabezado.
Se registraron cinco de estos casos, publicadas en igual número de diarios:
El Sol de México, Milenio, El Universal, Reforma y Diario Monitor. En tres
de ellas se muestra en primer plano a autoridades federales o locales, destacando el anuncio de planes o programas. La cuarta (figura 1), bajo el título
“El EZLN reinicia actividades” (Milenio, 16/08) presenta a un conjunto de
indígenas, hombres y mujeres, de distintas edades, incluidos niños, todos con
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Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
el rostro cubierto con paliacates o con el emblemático pasamontañas que,
a lo largo de los años, se ha convertido en signo distintivo del EZNL; no
deja de haber cierta ironía en la reiteración visual del pasamontañas que, al
tiempo que ha contribuido a hacer visible un movimiento indígena en lucha
por la reivindicación de sus derechos, invariablemente oculta sus rostros y
los torna, por ende, invisibles.
Figura 1
Se registró, por otra parte, una fotografía interesante para advertir las estrategias recurrentes en la construcción discursiva periodística en torno a
notas relacionadas con los indígenas. Bajo el título “RETORNO a soledad
y pobreza” (Figura 2), del fotógrafo Jorge Ríos (El Universal, 20/07), aparece
en primer plano una mujer indígena, de mediana edad, cubriendo casi por
completo su rostro con la mano, en una actitud verbal que denota vergüenza,
es decir, que la señala como responsable del delito que la llevó a prisión y
del que difícilmente podrá evadirse. El pie de fotografía describe una situación de oprobio, de aparente castigo, para la indígena infractora, de quien
no se ofrece nombre ni dato alguno que pudiera permitir su identificación:
“Después de cumplir sus penas en prisión por delitos contra la salud, las
indígenas oaxaqueñas que, por dinero o engaño, transportaron mariguana
para ganar algo de dinero, sólo encuentran casas en ruinas, el abandono de
sus familiares y la eterna pobreza”.
111
12 (2)
Figura 2
Por cuanto al género de entrevistas hay que recordar que su elección suele remarcar un interés por convocar y expresar directamente la palabra de voceros
autorizados en torno a un acontecimiento que puede tener o no el factor de
inmediatez periodística. En el corpus, de las nueve entrevistas que se localizaron,
cuatro fueron con Xóchitl Gálvez, en tanto que las cinco restantes fueron con
personajes diversos: Patricia Espinosa Torres, titular del Instituto Nacional de las
Mujeres, durante la ceremonia de entrega de fondo Proequidad; el director del
Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, Fabricio Gaxiola; Rodolfo Gutiérrez
Ramírez, dirigente de Rescate de Etnias de México; Petrona Vázquez Hernández,
indígena de Zinacantán, Chiapas, y la representante de UNICEF en México.
Esto indica que, con excepción de Xóchitl Gálvez, la prensa parecía reconocer
pocos voceros autorizados para hablar directamente acerca de los indígenas. De
las personas entrevistadas, sólo una era indígena: Petrona Vázquez Hernández,
indígena de Zinacantán, Chiapas; la entrevista, titulada “Los peores años de mi
vida, los viví al lado de mi esposo” (Fredy Martín Pérez, El Universal, 12/06),
se suma a las tendencias discursivas de la prensa, que insisten en construir a los
indígenas como una población eternamente agraviada.
Con relación a las cartas del lector, sólo se les encontró en dos periódicos:
La Jornada y Excélsior. En ambos casos es evidente que las cartas del lector se
convierten en uno de los escasos foros para denunciar la discriminación de los indígenas. Así, entre los autores de cartas de lector, se encontraban Santiago Sánchez
Velasco, habitante de Cuernavaca; Alfonso Méndez Barraza; Héctor Yunes Landa,
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Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
director de Obra Pública y Desarrollo del H. Ayuntamiento y pueblo nahua de
Soledad Atzompa; Movimiento Cívico; Grupo Paz con Democracia; Promotores
y Defensores de Derechos Humanos del STUNAM (Sindicato de Trabajadores
de la Universidad Nacional Autónoma de México) y la senadora Heloísa Helena
del PSOL (un partido político en Brasil que, por este medio, invitó a integrantes
del EZLN a recorrer su país). Por el título que se dio a las cartas del lector, resalta
cómo prácticamente todas, con excepción de un llamado a la alerta civil (suscrito
por el Grupo Paz con Democracia) y la invitación al EZLN para recorrer Brasil,
denuncian discriminación en contra de indígenas.
Por último, al identificar en este corpus un género casi en extinción (al menos
en la prensa mexicana), como lo es el editorial firmado por el propio diario, sólo
se registró un caso, publicado en La Jornada el 22 de junio, el cual externaba la
opinión del periódico en torno a la Alerta Roja decretada por el EZLN. Este
panorama es más que revelador del silencio generalizado en la prensa hacia la
problemática indígena, apenas roto por las acciones y la presencia mediática del
EZLN.
4. Exploración a partir de las fuentes
Otra estrategia para analizar a nivel macro la prensa escrita consiste en detectar
la fuente de la cual proviene la información o las opiniones. Según Armentia y
Caminos (2003: 97-98) “cualquier persona que por su situación laboral, económica, social o política tiene acceso a información privilegiada puede constituirse
en una potencial fuente de información. […] es el periodista el que en un última
instancia decide sobre la validez de la fuente”. No existen reglas precisas para
que en una nota se haga o no explícita la fuente, por lo cual su identificación es
un procedimiento que supone una operación analítica. De este modo, si bien
puede existir una fuente formalmente identificada, por ejemplo decir que una
noticia proviene de una agencia de información o de la oficina de comunicación
de alguna dependencia, también es conveniente poner atención a otros mecanismos discursivos que sugieren cuál es el origen de la información. Ésta sería la
situación de los trascendidos, rumores o información no oficial.
Hodge y Kress (1988:5) plantean que los mensajes poseen una cierta direccionalidad, esto es, que tienen una fuente y una meta, un contexto social y un
propósito. El mensaje, añaden, se inserta en un proceso de semiosis, por medio
del cual el sentido se construye y se intercambia. Así, un periódico o la nota o
conjunto de notas de un periódico tiene múltiples planos de sentido, a los que se
llega precisamente por la realidad a la cual hacen referencia y en la cual se producen.
A partir de los planteamientos anteriores, se revisaron todas las unidades
para identificar la fuente de donde surgieron las informaciones o las opiniones
en ellos contenidas, ya fuera que ésta se hiciera explícita en el título (por ejemplo
mediante citas directas) o bien que se tuviera que obtener a partir de la información contenida en subtitulares o incluso en el cuerpo de la nota citada. De
113
12 (2)
acuerdo con los resultados presentados en la tabla 2, de un total de 189 notas,
58 (30.68%) provienen de autoridades federales, principalmente de la propia
presidencia (Vicente Fox o su vocero, Rubén Aguilar, y de la CDI). Este alto
porcentaje puede entenderse en el contexto de un escenario preelectoral, donde
se dio gran resonancia a las actividades y giras presidenciales.
Una lectura detallada del tipo de información que se generó desde la presidencia en relación con los pueblos indígenas, confirma los supuestos de esta
exploración analítica: la información y opiniones relacionadas con indígenas
esencialmente fue empleada para robustecer la imagen de un Ejecutivo preocupado por proteger a los indígenas; van algunos ejemplos: “Hablará hoy Fox en
radio de los programas para mejorar la vida indígena”; “Promete Fox más obras
en beneficio de indígenas”; “Fox dice luchar por mejorar la calidad de vida de
indígenas”; “Refrenda Fox su compromiso con los pueblos indígenas”. Son
interesantes, en este sentido, dos notas donde la presidencia confronta a los
diarios que siguen una tendencia de opinión diversa, al cuestionar la eficacia de
la acción gubernamental en pro de los pueblos indígenas: “Molesta al Presidente
que medios no vean avances en desarrollo”, “Critica visión de medios sobre sus
avances en su gestión”
Tabla 2. Fuentes de la información y de las opiniones
Autoridades federales
58
30.68%
Indígenas
29
15.34%
ONU y sus funcionarios
20
10.58%
EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional)
19
10.05%
Observación directa (enviados especiales)
19
10.05%
Académicos
11
5.82%
Centros de derechos humanos y activistas
11
5.82%
Autoridades locales
8
4.23%
Legisladores
7
3.70%
Agencias
2
1.06%
Lectores no identificados
2
1.06%
AMLO (Andrés Manuel López Obrador)
1
0.53%
Iglesia
1
0.53%
Autoridades extranjeras
1
0.53%
189
114
99.98%
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
La propia población indígena, con 29 registros (15.34%), ocupó el segundo lugar como fuente de la información. Los casos detectados fueron tanto
personas individuales, como organizaciones. Es interesante advertir en qué
circunstancias los indígenas fueron citados como fuente; así, en La Jornada
se trató prácticamente de hechos relacionados con denuncias: una huelga de
agua de 13 indígenas mazahuas frente a la Comisión Nacional del Agua; la
denuncia de un estudiante indígena de la Universidad Autónoma de Guerrero
porque le negaron atención médica; testimonios de zapatistas de amenazas de
secuestro y expulsión violenta. En El Universal, casi pareciera que se dio voz a
población indígena para dar más lucimiento a la publicitada nota en torno al
convenio para liberar presos indígenas, pues ambas notas identificadas daban
cuenta de esta acción. Por último, el Reforma, siguiendo un esquema característico de su estilo informativo, publicó una nota de interés humano; con el
título “Pide a presidente cumplir promesa”, el 20 de julio informaba cómo un
niño náhuatl, Jesús Joaquín Rojas, se acercó públicamente a Vicente Fox para
pedir mejoras en su comunidad. Este tipo de notas estaba fuertemente teñida
por un contexto preelectoral.
En tercer lugar con 20 registros (10.58%) la siguiente fuente de donde
provienen las notas fue la ONU, por medio de sus informes o a través de sus
funcionarios, especialmente la alta comisionada para los Derechos Humanos,
Louise Arbour. Ocho de quince periódicos, en seis fechas diversas, ofrecieron
información que proviene de este organismo internacional.
En el cuarto lugar de registro de fuentes encontramos resultados similares
en dos categorías: el EZLN y los enviados especiales, en ambos casos con 19
registros (10.05%). Por cuanto al EZLN como fuente de información, se registró como tales a los comunicados firmados por el Subcomandante Marcos.
En 13 días de los dos meses revisados, y en seis de los quince periódicos, la
información procedente del EZLN fue la fuente para la elaboración de notas
informativas, artículos de fondo, reportajes, etcétera. En el caso de los enviados
especiales, cabe resaltar que las giras presidenciales para inaugurar obras en
zonas indígenas estuvieron ampliamente cubiertas por la prensa (como solía
hacerse en la época de un sistema presidencialista fuerte, bajo la hegemonía
política del priísmo).
5. Análisis sintáctico-semántico-pragmático de los encabezados
En esta etapa se presentan los resultados del análisis e interpretación
cualitativa de los encabezados periodísticos. Cabe advertir que un elemento
esencial del discurso periodístico son precisamente los encabezados, los
cuales cumplen la función de “gancho” para atrapar al lector; con frecuencia, se convierten en la única parte que se lee. La brevedad con la cual se
redactan los encabezados permite interesantes reflexiones en cuanto al
nivel pragmático de la lengua, concretamente en relación con la red de
115
12 (2)
sentidos (sociales, políticos, culturales) inscritos en los textos y que deben
ser reconstruidos por el interlocutor; así, lo escrito funciona sólo como
“indicaciones” o referencias a otros discursos, y en ocasiones se remite sólo
a dar pistas a los interlocutores sobre los conocimientos almacenados en
su memoria que deben evocar para recuperar el sentido de lo expresado
(Chilton, 2002: 122).
Como primera estrategia, hemos identificado si existe o no en los encabezados un núcleo gramatical, es decir, si han sido construidos como una
oración, esto es, con sujeto y predicado. Este procedimiento nos permitirá
identificar quiénes son (de acuerdo con el discurso periodístico) los sujetos
activos y cuáles son las acciones que se les atribuyen.
Otra posibilidad es la inclusión de declaraciones directas, es decir, de
palabras textuales de un personaje de interés periodístico o de un informante
clave en los hechos noticiosos. En este tipo de encabezados puede ocurrir
que se haga explícito el hecho de que se trata de una declaración directa, o
bien que se deba inferir de la lectura cuidadosa del encabezado. Por ejemplo:
(1)“ No queremos que nos ayuden a nadien” (Ricardo Robles, La
Jornada, 18/06).
(2)Niños indígenas viven en un grave rezago: UNICEF (Rumbo de
México, 28/07).
(3)Aún son pocos los recursos: Gálvez (Milenio, 14/07).
Las características generales del total de 189 encabezados analizados se
muestran en la tabla 3:
Tabla 3. Características gramaticales de los 189 encabezados (junio-julio 2005)
Tipo de encabezado
Oraciones gramaticales
Casos
%
112
59.26%
Construcciones nominales
42
22.22%
Oraciones de verbo copulativo (elidido)
19
10.58%
Declaraciones directas (con elisión de verbo)
16
7.94%
Total
189 100.00%
En los encabezados redactados como oraciones gramaticales, una vez
aislado el núcleo procedimos a identificar cada uno de los verbos y a obtener
su raíz léxica. Hubo gran diversidad en las 112 oraciones analizadas; sin
embargo, sí fue posible advertir ciertas reiteraciones significativas, como
lo muestra la tabla 4:
116
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
Tabla 4. Raíz léxica de los verbos de los encabezados (junio-julio, 2005)
Raíz léxica
Frecuencia
pedir
6
exigir
5
acusar, decir, demandar, negar
3
abrir, apoyar, calificar, comprometer, criticar, denunciar, otorgar, promover, temer, tener, vivir
2
acordar, afirmar, alertar, ampliar, anunciar, asomar(se), atribuir, aumentar, avanzar, avizorar, becar, blindar, comenzar, confundir, construir, continuar, convocar, crear, dañar, declarar(se), defender, dejar,
descalificar, descubrir, desechar, encontrar, endurecer, entrar, esperar,
estudiar, evaluar, expresar, firmar, hablar, hacer, hacer justicia, humillar, iniciar, iniciar(se), invitar, laborar, liberar, llamar, lucir(se),
molestar, oír (negativo), ordenar, percibir, plantear, presumir, prevenir, prometer, querer (negativo), reactivar(se), realizar, reconocer,
recorrer, reeditar, refrendar, reiniciar, revelar, sacar, saquear, señalar,
sumar(se), terminar, visitar
1
Llama la atención que el primer lugar en frecuencia lo ocupen las oraciones cuyo verbo es pedir (6 casos), exigir (5 casos), acusar (3 casos), decir
(3 casos), demandar (3 casos) y negar (3 casos). Estos resultados, que ya se
han observado en otros estudios de construcción periodística en torno a
los indígenas, confirman que existe una fuerte tendencia a ver frecuentemente a este grupo social como peticionario, que por sí mismo o mediante
intermediarios pide, exige, acusa o demanda justicia, trato equitativo, no
discriminación. Veamos cuáles fueron algunas de las peticiones y quiénes
los peticionarios:
(4)Piden niños indígenas respeto a sus derechos (Margarita Vega,
Reforma, 17/06)
(5) Pide la ONU a México proteger más a indígenas (El Financiero,
30/06)
(6)Pide a Presidente cumplir promesa (Sonia del Valle, Reforma, 20/07)
El segundo porcentaje más alto lo ocupa el verbo exigir, que semánticamente se encuentra emparentado con pedir, si bien tiene una connotación
de mayor obligatoriedad. Van algunos ejemplos:
(7)Exigen liberación del indígena Carrillo Vázquez (Promotores y
Defensores de Derechos Humanos del STUNAM, La Jornada,
“Correo del Lector”, 24/07)
117
12 (2)
(8)Exigen mazahuas frenar despilfarro (Enrique Gómez, Reforma,
21/06)
(9)La ONU exige a México garantizar derechos humanos de los indígenas (Mariana Viayra Ramírez, La Crónica de Hoy, 30/06)
Asimismo, tanto entre los verbos que obtuvieron altos registros (pedir,
exigir, demandar), como en un elevado porcentaje de aquellos de los que
hubo sólo dos o un registro, existe una relación semántica en tanto que sus
acciones son de naturaleza declarativa. Ahora bien, a la luz de la realidad
indígena en México, el sentido de estas ilocuciones generalmente no se
traduce en una acción, en tanto que los ofrecimientos, las exigencias, las
promesas, las declaraciones y otras modalidades declarativas, no suelen
traducirse en acciones. El propio Austin (1971:49) planteaba cierta cautela
para distinguir entre el hablar y el hacer: “Expresar las palabras es, sin duda,
por lo común, un episodio principal, si no el episodio principal, en la realización del acto (de apostar o de lo que sea), cuya realización es también
la finalidad que persigue la expresión. Pero dista de ser comúnmente, si
lo es alguna vez, la única cosa necesaria para considerar que el acto se ha
llevado a cabo.
6. Los sujetos gramaticales
El siguiente procedimiento en este análisis de las estrategias discursivas
en la redacción de oraciones gramaticales como encabezados fue identificar
los sujetos gramaticales. En la tabla 5 se muestran los resultados obtenidos
al analizar los 112 encabezados construidos como oraciones gramaticales
en la prensa durante los meses de junio y julio de 2005. En este conteo de
sujetos gramaticales el primer lugar lo obtuvieron los encabezados donde
se omitió el sujeto, con 34 casos (30.36%) construidas sólo con el verbo
conjugado en plural de la tercera persona (“anuncian”, “niegan”, “plantean”,
etc.) y 3 casos (2.68%) en singular de la tercera persona.
118
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
Tabla 5. Sujetos gramaticales en encabezados de prensa (junio-julio 2005)
Sujeto gramatical del encabezado
Casos
Elidido; plural de tercera persona
34
Vicente Fox
18
Xóchitl Gálvez
7
EZLN
6
ONU
4
Elidido; singular de tercera persona
3
Indígenas
2
SSP, Anders Kompass (ONU)
2
CNI, Cocopa, Derechos Humanos, DF, diputados, Educación indígena, el
Ejército, enfrentamiento, Falta de intérprete, Gabinete, Grupos con pasado
paramilitar, Guerra contra mujeres mazahua en la Benito Juárez, Impacto
en Metlatónoc, Indígenas veracruzanos, Inmujeres, SSP y PGR, legisladora,
los zapatistas, Luis H. Alvarez, Marcos, Más de 15 mil menores, más de un
millón de indígenas, mazahuas, Metlatónoc, México, Michael Chamberlain
(CDH Fray Bartolomé de las Casas), Niños indígenas, No hay (verbo en
infinitivo), paramilitares en Chiapas, Primer Encuentro de Jóvenes Indígenas, que medios no vean avances en desarrollo, Salazar, Sedena, sospecha de
indígenas, Ucizoni (Unión de Comunidades Indìgenas de la Zona Norte del
Istmo), una oleada de represión y muerte en las etnias, Unicef
1
La omisión de sujetos gramaticales suele traslucir una falta de responsabilidad en torno a los problemas planteados. Así, tenemos los siguientes
ejemplos prototípicos de las notas sobre indígenas. Por ejemplo, es común
que sólo se anuncien acciones, sin dar mayor detalle ni atribuir las acciones a
personaje alguno: “Firman convenio para protección de derechos indígenas”
(El Sol de México, 23/07)
Tenemos otro ejemplo, donde no hay sólo una, sino dos omisiones de
sujeto gramatical, que en el primer segmento de la oración oculta el nombre
de los responsables de la prostitución de indígenas, en tanto que en el segundo
no proporciona la fuente de donde surge la nota: “Orillan a indígenas a la
prostitución, revelan en Veracruz” (Iván Peralta Amescua, El Sol de México,
16/07).
Esta omisión de sujeto pareciera ser una estrategia tanto para ocultar a
los responsables de llevar a cabo los planes o acciones sociales anunciados;
para lanzar acusaciones en torno a discriminación sin referir la fuente, o
para eludir el nombre de los responsables de la situación de marginación y
pobreza en que se encuentran los indígenas.
119
12 (2)
Al revisar los sujetos gramaticales de los encabezados construidos como oraciones y, en consecuencia, tener una pauta sobre los actores sociales a los que el
discurso periodístico identifica como los principales responsables o involucrados
con la problemática indígena, resalta el hecho de que, en una gran mayoría, se
trata siempre de sustantivos colectivos, es decir, de dependencias, organismos
internacionales o nacionales y, en menor frecuencia, de personajes individuales.
Las dos grandes excepciones son, en primer lugar, Vicente Fox, y en segundo
lugar Xóchitl Gálvez. Salvo en un caso, no se detectó a personas indígenas como
sujetos gramaticales individuales. Por ahora, nos ocuparemos de la presencia de
Vicente Fox y Xóchitl Gálvez.
En el caso del titular del Ejecutivo, Vicente Fox, en las 18 oraciones que lo
tienen como sujeto gramatical se observa una marcada connotación electoral; no
parecen las declaraciones de un funcionario, ya de salida, que va a rendir cuentas de
las acciones desempeñadas, sino que recuerdan las típicas promesas de un candidato:
(10) Refrenda Fox su compromiso con los pueblos indígenas (Notimex,
Milenio, 17/06)
(11) Fox dice luchar por mejorar la calidad de vida de indígenas (Mariana
Viayra Ramírez, La Crónica de Hoy, 17/06)
(12) Defiende Fox apoyo a campo (Redacción, Reforma, 31/07)
(13) Promete Fox más obras en beneficio de indígenas (Alfredo Dávalos,
La Prensa, 17/06)
(14) En el Olvido y el Desamparo, Comunidades indígenas, reconoce Fox
(Erica Mora Garduño, Excélsior, 24/07)
Por otra parte, la inclusión de Fox como sujeto gramatical fue una estrategia recurrente para mostrarlo como el viajero asombrado ante la situación de pobreza
de las comunidades indígenas,
(15) Se asoma Fox a la miseria de la sierra de Zongolica (Rosa Elvira Vargas,
La Jornada, 29/07)
(16) Reedita Fox visita a regiones pobres (Redacción, Reforma, 24/07)
(17) Visitará Fox los cuatro municipios más pobres del país (Magdalena
Robles, Milenio, 15/07)
Otro caso interesante de sujeto gramatical fue el EZLN (7 registros). Es
notorio, desde un punto de vista léxico, el sentido de futuro que se trasluce en
las oraciones que lo tienen como sujeto, sobre todo en el inminente contexto
electoral de 2006: “entra en nueva fase”, “ampliará”, “aún factor de riesgo”, “abre
canales”, “tendrá facilidades”, “convoca a elaborar plan”:
(18) El EZLN entra en nueva fase “a riesgo de todo”, Subcomandante
Insurgente Marcos (La Jornada, 22/06)
120
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
(19) Ampliará el EZLN su rango de acción del campo a la ciudad, Víctor
Chávez (Angelle Hernández, El Financiero, 29/06)
(20) Abre EZLN canales de campaña de 2006 (María Teresa del Riego,
Reforma, 16/07)
(21) El EZLN reinicia actividades (Pablo Virgen, Milenio, 16/07)
(22) Tendrá EZLN facilidades para unirse a la política (Jorge Herrera,
El Universal, 20/07)
(23)Convoca el EZLN a elaborar el plan de “La Otra Campaña”,
Subcomandante Marcos (La Jornada, 15/07)
El siguiente sujeto gramatical más empleado fue la ONU. Como puede
advertirse en todos los casos abajo citados, este organismo invariablemente
figura como censor de la falta de acción de México para proteger derechos
de los indígenas:
(24) La ONU exige a México garantizar derechos humanos de los indígenas (Mariana Viayra Ramírez, La Crónica de Hoy, 30/06)
(25)Pide la ONU a México proteger más a indígenas (El Financiero,
30/06)
(26)“Violencia extrema” contra la mujeres en México, acusa la ONU
(Eugenia Jiménez, Milenio, 30/06)
En todos los encabezados construidos como oración, con presencia de verbo,
sólo en tres casos se identificó como sujetos a los indígenas:
(27) En Los Caracoles, normalidad disimulada; listos para lo que sigue,
expresan indígenas (Hermann Bellinghausen, La Jornada, 28/06)
(28) Indígenas exigen terminar con paternalismo (Diana Villavicencio,
Rumbo de México, 24/06)
(29) Indígenas veracruzanos se declaran en resistencia civil (Guadalupe
López, La Jornada, 15/07)
Al analizar el contenido semántico de los tres verbos que tienen como sujeto a
los indígenas es significativo el hecho de que en todos los casos el significado
remite al hecho de hablar: expresan¸ exigen, se declaran. Es decir, los indígenas
en México parecen limitados a actos declarativos, y pocas veces se les asume
como sujetos activos.
7. Cómo se clasifica y califica a los indígenas
Como ya explicamos al inicio de este análisis, es común que en los encabezados periodísticos se omitan los verbos copulativos (ser o estar), y se les
121
12 (2)
remplace con signos de puntuación, generalmente con una coma. En este
apartado haremos una revisión de lo que indica la presencia de este tipo de
encabezados, los cuales aportan información valiosa sobre la forma en que
se clasifica o se califica (se les atribuyen valoraciones positivas o negativas) a
los indígenas o a los hechos relacionados con ellos.
Se detectó un total de 20 oraciones con este tipo de construcción. Los
sujetos que se clasifican o califican pueden ser actores (individuales o colectivos), acciones, lugares o procesos, como se ejemplifica en tabla 6. Es importante reiterar que el verbo principal en estas oraciones es de tipo copulativo,
aun cuando esté ausente o remplazado por una coma; si bien aparecen otros
verbos (generalmente en participio) su función ha sido transmutada a la de
adjetivos calificativos.
Tabla 6. Sujetos que se clasifican o califican en oraciones copulativas de los encabezados de prensa (junio-julio 2005)
Título
Sujeto gramatical:
El abuso policiaco, centrado en indíge- El abuso policíaco
nas, gays y campesinos
Tipo de sujeto
Acción
“Normal”, la violencia contra las indí- la violencia contra las in- Acción
genas
dígenas
Transporte para indígenas en Queréta- Transporte para indíge- Acción
ro, descartado
nas en Querétaro
Pobres, 63% de niños mexicanos
63% de niños mexicanos Actor colectivo
El EZLN, aún factor de riesgo para la EZLN
seguridad nacional
Actor colectivo
Indígenas, víctimas de una cadena de Indígenas
violencia
Actor colectivo
Indígenas, sin poder estudiar
Indígenas
Actor colectivo
Indígenas Liberados por un Gobierno Indígenas
Revolucionario
Actor colectivo
Los Yanomami, otra vez en peligro
Los Yanomami
Actor colectivo
Metlatónoc, el imperio de la pobreza
Metlatónoc
Lugar
En el Abandono, Metlatónoc, Guerrero Metlatónoc, Guerrero
Lugar
Pobreza y lenguaje, problemas de indí- Pobreza y lenguaje
genas en juicios penales
Procesos
Ulises Ruiz, represor de indígenas
Actor individual
122
Ulises Ruiz
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
Centrándonos en la forma como se clasifica o se califica a los actores colectivos, categoría en la cual entra la de indígenas, remitimos a los resultados
que se resumen en la tabla 7.
Tabla 7. Cómo se califican o clasifican los sujetos relacionados con temática indígena en encabezados de prensa (junio-julio 2005)
Sujeto
Calificación
63% de niños mexicanos
Pobres
EZLN
aún factor de riesgo para la seguridad nacional
Indígenas
víctimas de una cadena de violencia
Indígenas
sin poder estudiar
Indígenas
Liberados por un Gobierno Revolucionario
Los Yanomami
otra vez en peligro
En todos los casos se trata de indígenas, ya sea de manera general, o bien
particularizando por edades (63% de niños mexicanos) o por grupos (EZLN
o yanomami). Cuando se les califica de manera general, es decir, aludiendo al
sujeto colectivo “indígenas”, la valoración es negativa en dos casos: “víctimas
de una cadena de violencia”, “sin poder estudiar”.
Con respecto a los lugares, sólo aparece clasificado Metlánoc, en Guerrero, en
ambos casos con valoraciones negativas:
(30)Metlatónoc, el imperio de la pobreza (Sergio Ocampo Arista, La
Jornada, 26/07)
(31) En el Abandono, Metlatónoc, Guerrero (Rafael Rodríguez Sánchez,
Excélsior, 24/07)
8. Discursos directos: los voceros de la problemática indígena
Otra ruta de exploración será la que ofrezcan los encabezados construidos
a partir de discursos o declaraciones directas. Es pertinente comentar que, en
la redacción periodística, su uso suele estar asociado con la importancia que se
atribuye al personaje o fuente citado. Así, mientras más alto se encuentre un
actor social en la escala socioeconómica, es más factible que se reproduzcan
casi intactas sus palabras. Existe, además, otra situación que propicia el uso
de las declaraciones directas: cuando el diario busca expresamente rebatir los
comentarios expresados por algún actor social, en cuyo caso se convierte en un
comentario irónico, donde la realidad se confronta con lo dicho.
En los 189 encabezados analizados encontramos 16 redactados como un
discurso directo; rara vez se concede la palabra a los indígenas, en tanto que
123
12 (2)
suele dejarse esta tarea a los funcionarios públicos. Este resultado coincide con
el planteamiento que años atrás formulara Van Dijk (1997:79) en Racismo y
análisis crítico de los medios, apoyado a su vez en investigaciones similares: “en
los informativos sobre minorías étnicas se toma en cuenta y se cita normalmente
a las instituciones blancas, como el gobierno, el ayuntamiento o la policía, y
mucho menos a los representantes de los propios grupos minoritarios”. De
igual forma, Irene Fonte (2008:90) plantea que en el discurso directo “La voz
del enunciador está sintácticamente delimitada; es independiente de la voz
del locutor que lo cita y resulta así más prominente que en las otras formas de
discurso referido”. En la muestra analizada, detectamos en dos oraciones las
declaraciones de Xóchitl Gálvez, en ambas ocasiones para referirse a la carencia
de recursos, en la primera de ellas aludiendo a su escasez, y en la segunda a la
necesidad de buscarlos por cualquier medio:
(32) Aún son pocos los recursos: Gálvez (Milenio, 14/07)
(33) Todo se vale al conseguir apoyo para indígenas: Xóchitl Gálvez (La
Crónica de Hoy, 15/07)
Asimismo, se detectó en dos ocasiones la transcripción de declaraciones
de Louise Arbour, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos,
en ambos casos para hacer referencia a tareas pendientes de México en relación
con los indígenas:
(34) Pendientes en México, respeto a garantías para indígenas y mujeres:
Louise Arbour (La Jornada, 30/07)
(35) México debe comprometerse más con los derechos indígenas: Louise
Arbour (El Sol de México, 30/07)
Por cuanto a otros funcionarios, sólo se les encontró en una ocasión cada
uno. Salvo la declaración de Vicente Fox, que hace un recuento neutro de la
cantidad de indígenas, migrantes y discapacitados, todas las demás declaraciones
refieren a situaciones de falta de protección y amenaza a los grupos indígenas:
(36) Suman 30 millones indígenas, migrantes y discapacitados: Fox (El
Sol de México, 16/06)
(37) Se han perdido más de 100 lenguas indígenas: Gaxiola (Rumbo de
México, 27/06)
(38) Indígenas desprotegidos por la ley: Jurista (Uno más uno, 15/07)
(39) Difícil, coordinar lo inexistente: Alvarez (El Financiero, 20/07)
Del mismo modo, se retoman declaraciones provenientes de instituciones
nacionales e internacionales, como el INEE (Instituto Nacional de Evaluación
de la Educación), o partidos políticos como el Partido de la Revolución De124
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
mocrática (PRD) o Partido del Trabajo (PT), Presidencia y UNICEF. Salvo
la declaración de Presidencia (“La puerta al diálogo: abierta”), todas las demás
aluden a situaciones de desventaja y exclusión para los indígenas:
(40) Desfavorable, el entorno escolar indígena: INEE (Milenio, 26/07)
(41)Fox desatendió demandas de indígenas: PRD y PT (La Jornada ,
22/06)
(42) La puerta al diálogo, abierta: Presidencia (La Jornada, 22/06)
(43) Niños indígenas viven en un grave rezago: Unicef (Rumbo de México,
28/07)
Por último, llama la atención que de los tres discursos directos emitidos
por indígenas, sólo uno de ellos, el de Alfredo Monroy, guardia tradicional
indígena, cita expresamente quién es el declarante.
(44) Soy un guerrero de la tribu, el más bravo: Alfredo Monroy, guardia
tradicional (La Jornada, 17/06)
En los dos restantes, sólo se transcribe un encabezado entrecomillado,
y hay que leer el cuerpo de la nota para saber quién es el emisor de tales declaraciones: indígenas rarámuris y Petrona Vázquez Hernández, indígena de
Zinacantán. La invisibilidad de los indígenas deja sentir su efecto en la forma
como se construyen los encabezados; especialmente el primero, que tiene una
connotación racista en la transcripción “fiel” que resalta un incorrecto uso del
español escrito: “No queremos que nos ayuden a nadien” (La Jornada, 18/06,
p. 16), que es la forma como el propio articulista (Ricardo Robles) titula su
colaboración periodística, elaborada a partir de un acta de asamblea comunitaria celebrada meses atrás (en febrero del 2005) entre indígenas rarámuris.
Llama la atención que entre todo el contenido de esta acta, donde se expone
la cosmovisión de los indígenas, sus preocupaciones ambientales, su amor por
la tierra, por los bosques, por los animales, en suma, del sentido que para ellos
tiene su propia existencia, el encabezado remarca precisamente sus dificultades
de expresión en una lengua que no es suya.
9.Conclusiones
El análisis del corpus confirmó que subsisten actitudes racistas, de exclusión y de invisibilización hacia los indígenas, tanto desde aspectos cuantitativos como cualitativos. Así, es innegable la escasa presencia de los temas
referidos a ellos en la prensa nacional. En las notas analizadas pareciera que
dos factores determinaron su repunte: la presencia del Ejecutivo en giras a
zonas indígenas, actividades que estuvieron ampliamente relacionadas con el
ambiente preelectoral, así como el repunte mediático que en estos meses se
125
12 (2)
dio al EZLN, circunstancia que, meses después, obedecía a toda una estrategia
para apuntalar una imagen de país democrático, abierto a la participación de
todos. En este contexto, cabe comentar cómo esta presencia iría en aumento,
hasta alcanzar su clímax en mayo de 2006, cuando el propio Subcomandante
Marcos fue invitado a uno de los entonces más difundidos noticiarios de la
televisión abierta (transmitido por la cadena Televisa), si bien el tema no fue
tanto las causas originarias del EZLN, sino las inminentes elecciones de 2006.
Por otra parte, este corpus confirmó cómo la invocación a los grupos indígenas permite la exaltación de la figura de un funcionario público de alto
rango (frecuentemente el titular del Ejecutivo). Esta práctica, sin lugar a dudas, refuerza la idea de que los indígenas son sujetos altamente dependientes
y pasivos, en tanto que la solución de sus problemas sólo puede provenir de
acciones paternalistas. Sexenio tras sexenio, pareciera que las culpas renacen: se
reconoce la falta de avance en las acciones dirigidas a reivindicar sus condiciones
de vida y los gobernantes en turno se comprometen públicamente a que ahora
las cosas van a cambiar. Los evidentes rezagos económicos y sociales en los que
desde hace ya muchísimos años se encuentra sumida la población indígena
se convierten, una y otra vez, en capital político idóneo para la formulación
de promesas, para las estrategias de expiación de culpas, para reconocer que
las cosas están mal y que, ahora sí, van a cambiar. Y el tiempo transcurre, y se
hace nada o muy poco.
Al revisar las fuentes de las cuales surgieron las informaciones o las opiniones se hizo también evidente el fuerte tinte preelectoral que determinó su
inclusión. Buena parte de la información provenía de las autoridades federales;
por absurdo que parezca (sobre todo considerando que en México no existe la
reelección) el entonces Ejecutivo estaba en plena campaña justo en el penúltimo
año de su gobierno. La prensa mostraba así a un gobernante asombrado ante
la pobreza, consternado por la injusticia, dispuesto a apoyar a la población en
sus constantes peticiones. La información y opiniones generadas en torno a
estas ofertas políticas incurrieron, una y otra vez, en los lugares comunes y los
estereotipos. Así, pudimos identificar, por ejemplo, el reconocimiento culposo
de tener poblaciones con graves rezagos, como es el poblado de Metlatónoc,
en el estado de Guerrero, emblemática población que se distingue por el poco
honroso primer lugar de pobreza en todo el país; allí mismo, en enero de 2006,
Andrés Manuel López Obrador iniciaría su propia campaña.
Esta exploración arrojó también contundentes evidencias discursivas
respecto a la pasividad con la que se construye a los indígenas, que rara vez
aparecen como sujetos en las notas referidas a ellos. Cuando así ocurre, con
frecuencia las acciones que se les adjudican son pedir, exigir, acusar o demandar. Esto refleja la actitud de la sociedad frente a los indígenas: se les concibe
como sujetos que prácticamente se dedican a pedir justicia, exigir que termine
la marginación, acusar a la sociedad que los ha colocado en tal situación de
injusticia. Por otra parte, las acciones que la prensa construye en relación con
126
Eva Salgado A.: Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo
la población indígena suelen ser declarativas: la injusticia, los agravios, los
rezagos son reconocidos, expresados, asumidos, confesados. No obstante, más
allá de estos actos de contrición, hay pocas acciones que trasciendan la palabra.
Seguramente este corpus, al igual que otros que pudieran construirse a partir
del acervo de los discursos dominantes, tiene aún muchas otras evidencias en
torno a la forma como los indígenas son objeto de discriminación, exclusión,
invisibilización y fórmulas estereotipadas. Por el momento ponemos fin a esta
exploración, convencidos de que es y seguirá siendo tarea prioritaria de la
investigación en ciencias sociales, y más aún en ámbitos geográficos como el
de América Latina, ponerlo en evidencia y denunciarlo, con la esperanza y el
deber de que poco a poco esta situación pueda irse revirtiendo.
Notas
1 Aunque a la larga distó de cumplir con este ofrecimiento, como pudo comprobarse
una y otra vez durante el año 2006.
2 Corpus obtenido a partir de un acervo recopilado en el año 2005 bajo los identificadores de “discriminación” e “indígenas”, realizado como parte de la investigación
“La discriminación hacia los indígenas en los medios de difusión en México. Monitoreo, análisis y recomendaciones”, elaborado para la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) de México, durante junio y octubre de
2005, por Jesús Elizondo y Eva Salgado Andrade.
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Eva Salgado Andrade. Doctora en Lingüística Hispánica por la FFyL,
UNAM, y Maestra en Ciencias de la Comunicación por la FCPyS, UNAM.
Profesora investigadora en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social (CIESAS). Forma parte del SNI, Nivel 2, y de la Academia
Mexicana de las Ciencias. Ha publicado trabajos sobre análisis del discurso
político y periodístico, lengua y cultura, historia oral y semiótica. Asimismo
ha desarrollado actividades docentes tanto en el CIESAS como en la UNAM.
Su libro más reciente es ¿Qué dicen los periódicos? Reflexiones y propuestas para
analizar la prensa escrita (México, CIESAS, 2009).
Correo electrónico: [email protected]
128
Reseñas
LONDOÑO ZAPATA, O. I. (Ed.) (2011). Horizontes discursivos: Miradas a los
Estudios del Discurso. Ibagué: Universidad de Ibagué. 242 pp. ISBN impreso:
978-958-754-036-9. ISBN digital: 978-958-754-037-6.
Este libro de entrevistas constituye la primera entrega de una serie de textos
cuyo propósito central es examinar el estado de la cuestión de los estudios del
discurso en América Latina. Horizontes discursivos: Miradas a los Estudios del
Discurso recoge algunos de los principios o marcos teóricos y metodológicos
europeos y norteamericanos que originaron el campo que nos convoca en
múltiples lugares de estas regiones y, por supuesto, en Latinoamérica. Esta
obra es una reflexión elaborada a través de nueve voces o miradas, como las
denomina el entrevistador, que intentan comprender de manera ontológica y
epistemológica el objeto de estudio llamado discurso.
El texto fue prologado por la doctora Adriana Bolívar. La autora, a través
de un recorrido analítico que plantea aspectos resaltantes de la colección, señala
que el libro es original y pionero debido a que recoge entrevistas a teóricos
que han sido de suma importancia para el establecimiento de los estudios
del discurso y para la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso
(ALED). Según Bolívar, los entrevistados son “hombres y mujeres líderes en su
campo, y esta es una forma de honrarlos por el trabajo realizado en la búsqueda
de explicaciones en los Estudios del Discurso tanto en los aspectos teóricos y
metodológicos como aplicados y críticos” (pp. 9-10).
En su introducción, Londoño recoge en la frase “encarar una nueva forma
de estudio del lenguaje” lo que, a través de las expresiones de los entrevistados,
se formula y reformula constantemente. Además, contextualiza la constitución
ontológica y epistemológica de los estudios del discurso de manera general en
la introducción y, de forma particular, en cada una de las entrevistas. Se sirve
de la historia particular o el estado de la cuestión que rodea a cada uno de
los estudiosos, con el propósito de explorar los desarrollos en los países de los
autores, analizando cómo éstos evalúan los mismos y cómo se insertan en las
corrientes o perspectivas de investigación.
De igual manera, el entrevistador selecciona de forma meticulosa, al basarse en los trabajos de los entrevistados y al adoptar el rol de un estudiante
o un estudioso, las preguntas que surgen de las lecturas que ha realizado de
los documentos producidos por los entrevistados que, por ausencia de los
autores, no pudieron formularse cara a cara. Mediante el contexto histórico
de la transdisciplina y de las reflexiones por parte de sus gestores, Londoño
129
12 (2)
articula un paradigma claro del estado de los estudios del discurso y de lo que
está por trabajarse.
En este sentido, el entrevistador, a través de la cuidadosa selección de
preguntas hechas a los entrevistados, marca y provoca en ellos la discusión de
los tópicos que constituyen el estado del arte y sus aproximaciones teóricas
y metodológicas, visiones que plantean el examen de las principales teorías
y metodologías europeas y norteamericanas empleadas en los estudios del
discurso. Además, se delinean especialmente la discusión sobre la legitimidad
del estudio del discurso y sus aspectos relacionados como la visión crítica, la
ideología, el abuso de poder, la identidad, el racismo, el aspecto contextual, la
transdisciplinariedad, la base filosófica, el compromiso político y su liberación
de un marco estrictamente lingüístico.
La pertinencia de Horizontes discursivos: Miradas a los Estudios del Discurso
a los lectores latinoamericanos tiene que ver con que los estudios del discurso,
tal como lo reconocen las nueve voces, tienen en América Latina uno de sus
principales centros de génesis y desarrollo. Todos concuerdan que asuntos como
el racismo, la migración y la represión política hacen que los estudios de los
discursos sean pertinentes para Latinoamérica, por lo que ubican los discursos
como herramientas de poder y control social. De igual manera, el libro constituye un material de consulta relevante para estudiantes o investigadores que
inician sus caminos en el estudio del lenguaje en sociedad.
La entrevista que da inicio al libro es la de Teun A. van Dijk, en el capítulo titulado Los Estudios Críticos del Discurso: Un análisis del poder y su abuso
en los discursos dominantes. El entrevistado traza la trayectoria de sus trabajos
iniciados en los años setenta del siglo pasado: de una base discursiva semánticapragmática a una amplitud teórica sociocognitiva y crítica. Van Dijk comenta
que el lector encuentra en sus textos más recientes (Van Dijk 2008, 2009) la
tesis que ha desarrollado en diversos trabajos en las últimas dos décadas. De
tal manera, el texto de la entrevista conforma una reflexión epistémica de sus
planteamientos teóricos sobre el análisis o el estudio del discurso, como prefiere
denominar la transdisciplina en la actualidad. Asimismo, en la entrevista, se
traza históricamente el acercamiento de van Dijk desde el estudio inicial de
conceptos fundamentales del análisis textual del discurso hasta sus más recientes
planteamientos sobre el contexto y el conocimiento: macroestructuras, tópicos,
modelos mentales, ideología, racismo, contexto y conocimiento.
Este principio que relaciona el texto con lo social y lo cognitivo conduce
a Van Dijk a destacar, a través del diálogo con Lodoño, su concepto de contexto. Señala que éste se encarga de activar e interrelacionar aspectos sociales,
lingüísticos y cognitivos en cada producción o comprensión discursiva que
se gesta a través de la comunicación. Añade que la profundización en esta
cuestión permite encadenar de manera más clara los garantes de su trabajo de
investigación en relación con el discurso, lo textual (tópicos, macroestructuras
y superestructuras), lo psicosocial-político (actitudes, creencias, opiniones,
130
Reseñas
racismo, ideología) y cómo éstos se articulan a través de una teoría del contexto. Una teoría discursiva de base semántica-cognitiva-psicosocial, pragmática
y política implica o conduce, claro está, a condensarse en el aspecto crítico.
Van Dijk indica que el estudio del discurso social implica una postura
crítica, ya que va dirigido a identificar y a advertir acerca de los abusos de poder
que se produce en diversos grupos sociales. El análisis crítico no tiene como
objetivo principal ser punitivo con los gestores del mismo, más bien intenta
que éstos tomen conciencia de sus discursos racistas o sexistas, por ejemplo.
Los estudios críticos del discurso implican entonces un compromiso ético
con el desarrollo de la equidad social. Van Dijk enfatiza que la visión crítica
de los estudios del discurso permite, mediante un proceso riguroso de análisis
de marcas discursivas, identificar cómo el abuso de poder (sexismo, racismo,
clasismo) circula discursivamente en la sociedad.
Van Dijk cierra la entrevista indicando la importancia de la Asociación
Latinoamericana de Estudios del Discurso (ALED) como espacio propicio para
la discusión y el estudio crítico de los discursos sociales. Además, enfatiza la
necesidad de emplear las tecnologías para mayor difusión de los trabajos sobre el
discurso entre la comunidad académica y principalmente entre los estudiantes.
Sobre el desarrollo de los ECD, indica que, si bien ha sido un movimiento
básicamente europeo con poco desarrollo en los Estados Unidos, no cabe
duda que, a través de ALED, ha estimulado la investigación y la cooperación
teórica en diversos estadios como el racismo, los medios de comunicación, la
educación y la conversación, entre otros.
La representación de la tradición francesa de los estudios del discurso ha
sido encarada por las entrevistas a los profesores Dominique Maingueneau
y Patrick Charaudeau, coautores de un diccionario sobre conceptos básicos
del estudio del discurso Charaudeau y Maingueneau (2002). En el capítulo
Los Estudios del Discurso: Una mirada a la Escuela Francesa y a los discursos
constituyentes, Maingueneau comenta acerca de la base teórica de su trabajo,
la vertiente-constituyente (sociohistórica-ideológica) que conforma la llamada
Escuela Francesa en sus dos perspectivas: la vertiente lacano-althusseriana, el
llamado estudio del inconsciente ideológico de los discursos, representada por
Michel Pechaux, y la vertiente sociohistórica desplegada por Michel Foucault
con sus trabajos como La arqueología del saber (Foucault 1969) sobre las
instituciones y la construcción del sujeto. Maingueneau destaca el influjo de
ambos paradigmas teórico-filosóficos de los discursos como constituyentes
sociohistóricos ideológicamente determinados en el desarrollo de diversos enfoques de investigación, en especial en América Latina. El entrevistado plantea
en sus trabajos las preocupaciones ontológicas y epistemológicas principales de
la escuela francesa. Sus trabajos sobre discursos constituyentes giran en torno a
la relación y tensión entre los contenidos de las escenas de enunciación de las
comunidades, las instituciones, el cuerpo del hablante (el ethos), la autoridad
de la palabra y la legitimidad de los hablantes, entre otros aspectos.
131
12 (2)
Para Patrick Charaudeau, en el capítulo Los Estudios del Discurso: Entre la
Pragmática y las teorías de la Enunciación, el estudio del discurso es una interconexión entre la construcción del sujeto, los géneros discursivos y las condiciones
de producción social. Señala este entrevistado que el sujeto constituye el eje
central en el proceso de la puesta en escena del lenguaje, cuya ejecución depende
del contrato comunicativo y de las reglas discursivas establecidas, de manera
que considera que la práctica discursiva se articula en términos de estrategias
enunciativas y aspectos pragmáticos. No niega lo ideológico o el imaginario
que marca la perspectiva constituyente, pero considera que el sujeto tiene una
relativa libertad para proyectar su visión del mundo y su proyecto de habla.
En el capítulo Una visión construccionista del discurso: Entre la germanística y la hispanística, Klaus Zimmermann plantea una visión constructivista
sobre el discurso. Los elementos léxicos y gramaticales proceden de nuestro
trabajo mental y de nuestras construcciones del cerebro que nada tienen
que ver con la realidad. Hace referir al lector a la fenomenología, al marcar
lo limitado de nuestras sensaciones, ya que sólo somos capaces de imaginar
y de construir. Zimmermann señala los aportes que los teóricos han hecho
a los estudios del discurso, por lo que destaca las contribuciones de figuras
alemanas como Karl Bühler (1990) a los estudios de la comunicación oral y la
compresión del discurso, además de los trabajos iniciales de la Lingüística del
Texto de Harald Weinrich (1964) y el trabajo de Harald Weydt (1989) sobre
las partículas atenuadoras o marcadores del discurso. La estructura del texto
es orientadora del sentido de los hechos y los acontecimientos (Paul Hopper
1991). Zimmerman, en su trabajo, se enfoca en identificar la construcción
de texto, la intertextualidad, el lenguaje de los jóvenes, los actos de habla y la
comunicación intercultural, entre otros aspectos.
El sueco Lars Fant, en Una mirada crítica a los Estudios del Discurso, muestra
su interés en los estudios del discurso y plantea que la perspectiva crítica constituye un paradigma amplísimo y transdisciplinar, elementos que establecen
su riqueza teórica. Enfatiza que los estudios del discurso se alejan del enfoque
positivista del lenguaje y se une a vertientes humanísticas y sociológicas. Aclara
que esto no significa que no sea objetivo, más bien el analista crítico tiene la
capacidad de analizar diversas estructuras discursivas y contextualizarlas desde
diversas lecturas, por lo que debe ser consciente de que esa profundización analítica se enmarca en una visión particular que tiene sus limitaciones. Igualmente,
Fant señala que el motor que activa las prácticas discursivas, la ideología, es
un sistema coherente de creencias, visiones de mundo y normas. Añade que
estas asociaciones teóricas han estado insertas en los estudios sobre la política,
excluyendo otros ámbitos ideológicos y sus prácticas petríficas y ritualistas,
como la religión. En su contexto escandinavo, los estudios del discurso no
tienen mucha amplitud; así, indica que, si bien Europa y Estados Unidos
conforman las regiones pioneras en los estudios discursivos, América Latina, a
través de la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso (ALED), es
132
Reseñas
un espacio académico e investigativo fundamental para esta disciplina. Indica
también que los estudios del discurso y su perspectiva crítica son importantes
para empoderarse y realizar lecturas críticas o aprender a leer. Los intereses
actuales del entrevistado giran en torno a la comunicación intercultural, el
análisis discursivo y el análisis de la conversación.
Helena Calsamiglia Blancafort, en el capítulo Las cosas del decir: El Análisis
del Discurso, comenta sobre sus inicios en los estudios del discurso insertos en
teorías y metodologías de la etnografía y la sociolingüística estadounidense.
Habla de su trabajo sobre la conformación de métodos y espacios de enseñanza del objeto discurso. Señala que uno de los aspectos menos elaborados, en
términos del discurso en la educación en España, es el desarrollo de teorías
sobre la oralidad y el desarrollo de la misma en los estudiantes. Añade además
que la grabación del habla es una herramienta básica para el autodiagnóstico
y el autoanálisis. Otros proyectos en el ámbito de los estudios de los discursos,
vinculados con la educación, se relacionan con el discurso científico y la biotecnología. Indica que poco se ha estudiado el cómo se construye el discurso
científico que es dirigido al público lego, por lo que se interesa por indagar
esta particularidad discursiva en los medios españoles de comunicación social,
para examinar la ciencia que diariamente se consume a través de los medios
audiovisuales.
En Los Estudios Críticos y Constructivos del Discurso, Antonio Miguel
Bañón Hernández señala que los estudios del discurso y su enfoque crítico
requieren de mayor rigurosidad y ser constructivistas. La crítica no destruye,
por lo que tiene como fin construir mundos más equilibrados, según sugiere el
entrevistado. Sobre el racismo, Bañón Hernández indica que éste es indirecto
y simbólico y su peligro es que se presenta como un no racismo. Coincide con
van Dijk en el hecho de que los gobiernos y las gentes no reconocen que los
discursos que emiten sobre otros grupos, como los inmigrantes, son racistas.
En su trabajo sobre inmigración y racismo, ha logrado entender mejor cómo se
producen y se consumen los discursos con dichos contenidos excluyentes. Este
enfoque de la marginalidad y la exclusión, vista en el racismo y la inmigración,
es evidenciada en el tratamiento mediático sobre las mujeres inmigrantes.
Bañón señala que los medios de comunicación españoles representan a los
inmigrantes como elementos potencialmente peligrosos a la sociedad. Termina
la entrevista hablando de su reciente proyecto sobre el discurso generado acerca
de las enfermedades raras. Concluye que las personas con estas enfermedades
son vistas como seres raros.
La profesora Anna Fina, en su entrevista titulada Discurso, narrativas e
identidad, detalla la evolución de los estudios del discurso en Estados Unidos
desde la perspectiva etnográfica y sociolingüística. Indica al respecto que los
teóricos estadounidenses crean sus propias metodologías de estudio y no dan
mucho espacio a trabajos europeos. De Fina es seguidora de una de las vertientes de mayor fuerza en los estudios del discurso en los Estados Unidos: la
133
12 (2)
narrativa como constructora de la identidad. Tomando como punto de partida
la tradición teórica de Gumperz y Hymes (1972), Sacks, Schegloff y Jefferson
(1974), Labov (1972), Garfinkel (1991) y Scollon y Scollon (1981) habla sobre
cómo, mediante sus narraciones, las mujeres y los inmigrantes indocumentados
construyen sus identidades en contextos específicos. Sugiere la entrevista que,
en situaciones limitantes y represivas, los hablantes, a través de su narrativa,
construyen mundos, tesis, protagonistas y antagonistas frente a los cuales se
posicionan social y moralmente. Cierra comentando que las narrativas no son
textos aislados debido a que éstos siempre deben ser analizados en el contexto
de su génesis y acción.
El libro finaliza con la entrevista del investigador canadiense Rodney
Williamson, quien abre la puerta al enfoque del discurso que se ha desarrollado en Canadá. Williamson comenta que son múltiples los ámbitos discursivos que se han estudiado y que sus autores constituyen una larga lista para
mencionar. Algunos de sus temas de estudio han sido la política, los medios
de comunicación, la salud y la educación. Sobre su área de interés, el entrevistado tiene como paradigma teórico la tradición sociosemiótica-sistémica
funcional y multimodal. Trabaja aspectos como el hipertexto y los medios de
comunicación social. Ha colaborado con la profesora mexicana Irene Fonte en
varios proyectos, en especial acerca de aspectos de la ideología y la identidad
nacional sobre las dos fronteras de Estados Unidos. Otro trabajo colaborativo
con México ha sido el realizado con El Colegio de México sobre la telenovela
como discurso. Concluye que América Latina tiene sus temas y espacios de
diálogo consigo mismo y con el mundo.
El libro de Londoño Zapata, como trabajo de entrevistas, se ata intertextualmente hablando, de manera importante en el paradigma de estudios del
discurso ya que, en la suma de las nueves entrevistas, los teóricos establecen
un exhaustivo análisis y reflexión sobre sus marcos teóricos, metodológicos
en inicio, a presente y a futuro. Sus voces construyen un paradigma claro del
estado de la cuestión en Europa y Estados Unidos. Los aspectos ontológicos y
epistemológicos discutidos lanzan al lector a la búsqueda de los textos clásicos y
a conocer los textos de las voces que hablan, voces que en el libro se entrelazan
teórica y conceptualmente en una epistemología interdisciplinaria polifónica
y pluri-teórica llamada estudios del discurso. Londoño Zapata provoca deliberadamente, a través de la pregunta bien colocada, ese recorrer de lo europeo
a lo americano cuya finalidad es llegar a América Latina. Nos prepara y nos
deja en la puerta de la segunda parte de su proyecto la cuestión del discurso
en América Latina.
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Doris Martínez
Universidad de Puerto Rico
[email protected]
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12 (2)
HODGE, B. & CORONADO, G. (2012). Mexico and its others: A chaos theory
approach. Ottawa: LEGAS, 248 pp. ISBN: 978-1-897493-31-1
Este es el primer tomo de una nueva serie de la editorial LEGAS dedicada
a Latinoamérica en el siglo XXI. En vista de que el continente latinoamericano
parece ser uno de los principales escenarios de nuevas tendencias y fuerzas políticas y socioculturales, se quiere abrir un nuevo foro de discusión académica
sobre temas que requieren de enfoques y métodos nuevos. La serie pretende
cuestionar ideas hegemónicas y privilegiar perspectivas interdisciplinarias, y se
ofrece a sus autores y lectores en cuatro lenguas de importante difusión en los
continentes americanos: el español, el francés, el inglés y el portugués.
Los dos tomos publicados hasta la fecha versan sobre México. El segundo, Cultura e identidad transfronteras: Historia, sociedad, arte y discurso, es una
serie de diecisiete estudios compilada por Lidia Rodríguez de la Universidad
Autónoma de Nuevo León sobre la cultura fronteriza del noreste de México.
Plantea nuevas consideraciones sobre los viejos temas de cultura e identidad
gracias a perspectivas basadas parcialmente en las teorías del caos.
El libro de Hodge y Coronado nos proporciona una introducción útil y
práctica a este tipo de perspectiva y como tal, es un estudio muy adecuado
para iniciar la serie. Como su título lo indica, enfoca los diálogos culturales
que México entabla consigo mismo y con las alteridades que de alguna manera
definen su identidad. Sus temas son de actualidad y de memoria reciente: los
gobiernos del PAN (Partido de Acción Nacional, de orientación conservadora)
de los presidentes Fox y Calderón, el movimiento zapatista en el escenario
político, el narcocorrido, una película de Carlos Bolado, las “performances”
de Guillermo Gómez-Peña, o un CD de Carlos Santana en el ámbito cultural.
Con pleno respeto por la rica tradición de autodefinición cultural articulada
por figuras eminentes como Samuel Ramos, Octavio Paz, Guillermo Bonfil y
Carlos Fuentes, los autores relegan estas voces a un segundo término. Su mirada
se vuelca hacia el futuro con las dos preguntas que inician la Introducción:
¿qué es México hoy? y ¿adónde se dirige?
El libro en su totalidad será de interés para analistas del discurso porque
para Hodge y Coronado la cultura es en sí discurso. Sin embargo, la presente
reseña se centrará sobre todo en el marco teórico y la metodología del libro,
y luego, en los temas lingüísticos que comenta. Después de argumentar en la
Introducción contra el pesimismo y el recelo de los críticos de la globalización,
y contra el error de una concepción unitaria de la cultura mexicana que, según
sus defensores, habría que proteger de influencias externas, los autores perfilan,
en el Capítulo 1, los principios y conceptos centrales de su método, al que
denominan Análisis crítico del hipertexto. Reconociendo que la información
que se maneja en el mundo moderno se expresa en textos comunicados por
diversos medios -verbales, pictóricos, visuales, auditivos- y que estos textos
forman una red potencialmente infinita en el gran hipertexto mundial que
136
Reseñas
conforman los medios digitales y electrónicos, el método propuesto por Hodge y
Coronado explora las maneras en que el investigador puede valorar críticamente
los límites de su propia investigación. En un mundo complejo y una red de
información potencialmente infinita, cada investigación recorre una trayectoria parcial e individual. El concepto del estudio científico “definitivo” basado
en la cantidad y la confiabilidad de los datos registrados se vuelve espejismo
y es reemplazado por una estrategia basada no simplemente en resultados o
conclusiones sino en el sentido de la trayectoria seguida. Hodge y Coronado
aplican el concepto de las palabras generadoras, propuesto por Paulo Freire
(1970), a la investigación por Internet y constatan que hay palabras que crean
su propio micro-universo hipertextual.
Hodge y Coronado enuncian siete principios que sustentan su método
(pp.46-49): el principio de la conectividad que sostiene que cualquier texto
está conectado con otros textos, con vínculos fuertes o débiles que agilizan o
inhiben flujos o trayectorias; el principio del dialogismo bajtiniano que implica
que en cualquier texto se perciben múltiples voces sociales; el de la cultura como
texto, según el cual los procesos culturales son procesos semióticos, expresados
en distintos tipos de textos; la narratividad, que sugiere que, para el análisis de
la significación sociocultural, se privilegian los textos que relatan eventos con
actores sociales; el principio de la complejidad equivalente, derivado de la teoría
de los fractales, que plantea que cada una de las partes de una totalidad es tan
compleja como la totalidad misma (lo cual implica que un problema complejo
no puede “resolverse” dividiéndolo en sus partes más “simples”, precisamente
porque las partes no son más simples); la virtualidad, propiedad del ciberespacio
que crea vínculos y comunidades virtuales o potenciales, expresión de su poder
y de los peligros que presenta; el principio crítico, que podemos comparar directamente con el sentido crítico del investigador comprometido,en el Análisis
Crítico del Discurso (ACD), motivado por preocupaciones de justicia social.
Hodge y Coronado coinciden con los partidarios del ACD al reconocer que
la pretensión de invisibilidad por parte del investigador con el afán de crear
un espacio objetivo para resultados fidedignos constituye en sí una fuente de
distorsiones.
Varias nociones pertenecientes a las teorías del caos informan la metodología de los autores. En primer lugar, el problema de los tres cuerpos1 que
constituye la primera formulación de una geometría caótica “descubierta” por
el matemático francés Henri Poincaré (1943), es un buen punto de partida
para el investigador social deseoso de superar las simplificaciones impuestas
por un pensamiento lineal (de causa-efecto) y binario (X o no-X). Considerar,
no solo cómo dos entidades ejercen influencias una sobre la otra, sino cómo
estos efectos vienen influidos por una tercera entidad siempre nos remitirá a
situaciones complejas con resultados imprevisibles, ya sean estas entidades, por
Según Poincaré (1943), la matemática clásica no puede solucionar el problema de los tres cuerpos.
1
137
12 (2)
ejemplo, naciones que interactúan en el escenario internacional, o medios de
comunicación puestos en contacto unos con otros, órganos de prensa que vehiculan una noticia, etcétera. Hodge y Coronado dan varios ejemplos relevantes
para el caso de México. Otros conceptos caóticos comentados en el libro son:
la dinámica no lineal de los sistemas inestables o lejos del equilibrio (como
las crisis financieras en México y los mercados globales); el efecto mariposa,
según el cual pequeños eventos o cambios pueden tener consecuencias enormes
e imprevisibles (los autores mencionan el “efecto Zapatista”); bifurcaciones y
catástrofes, otra consecuencia de los sistemas inestables (los autores comentan
el caso de los partidos políticos de México); fractales, o sea la repetición de los
mismos procesos o patrones en diferentes niveles de un problema o situación,
útil para examinar, por ejemplo, la articulación de fenómenos simultáneamente globales y locales (en México como en otros países tendencias nacionales
pueden replicarse a nivel comunitario e incluso individual, dando lugar al
concepto del “ciudadano global” [p.42]); los “atractores extraños” que explican
la existencia de procesos con trayectorias similares (aunque nunca idénticas) en
diferentes momentos del tiempo (los autores comentan el caso de los complejos
ideológicos, concepto fundamental articulado en la semiótica social de Hodge
& Kress, 1988) a través de dos ejemplos mexicanos concretos: el complejo
revolucionario y el complejo de autonomía [p.43]); y la lógica difusa (fuzzy
logic), que permite captar procesos en evolución, cambios en curso y sistemas
emergentes, en vez de aislar e inmovilizar estos procesos para estudiarlos con
precisión científica (estrategia necesaria, por ejemplo, para captar el sentido
del presidencialismo mexicano y la lógica del partido político dominante, el
Partido Revolucionario Institucional [PRI]).
Los capítulos 2-5 del libro perfilan las diferentes dimensiones de los diálogos culturales en los que México se encuentra inmerso, y sus consecuencias
en términos de identidades difusas y fronteras múltiples. Varios complejos
ideológicos se encuentran funcionando en el polifacético multiculturalismo
mexicano. El capítulo 6 se dedica a temas propiamente lingüísticos, y sobre todo
al creciente bilingüismo (español-inglés) de México y su vecino del norte, y las
contradicciones ideológicas que genera, siendo que ambas naciones se definen
oficialmente (políticamente) como unilingües. El tema se hubiera podido complejizar agregando la presencia de Canadá, el otro gran vecino norteamericano,
como tercer cuerpo en el debate lingüístico, pero por razones enteramente
comprensibles los autores concentran su atención en un problema lingüístico de
tres cuerpos en otro nivel fractal, dentro de México: la influencia de las lenguas
indígenas y del pasado colonial en la relación actual entre el español y el inglés.
Comentan la política de castellanización promulgada por el estado mexicano
en la que el bilingüismo español-lengua indígena se concebía como un estado
de transición hacia el dominio completo del español. Pero diferentes grupos
descubrieron una poderosa funcionalidad en este nuevo bilingüismo y si bien
138
Reseñas
muchas lenguas indígenas parecen haber ido perdiendo terreno, algunas han
evidenciado una nueva y sorpresiva vitalidad. Con la misma lógica bilingüe o
plurilingüe, el inglés es una lengua necesaria y funcional para los mexicanos en
muchos ámbitos de la vida moderna, aun cuando muchos sólo lo entienden
imperfectamente. A fin de cuentas, la suerte de diferentes lenguas que están
en contacto nunca es predecible y obedece a principios caóticos.
El capítulo final vuelve a centrarse en la actualidad con el tema del ciberespacio. Los autores consideran que la cultura posmoderna de México y su
futuro se desarrollarán bajo la influencia de dos grandes factores: la globalización y la cibercultura. Los temas específicos que tratan son la “ciberutopía” o
el sueño de poder a través de internet, la creación de comunidades virtuales
y desplazadas, la mexicanización del ciberespacio y, en el escenario político,
el efecto zapatista. Éste resulta especialmente interesante por sus múltiples e
imprevisibles efectos, y sus contradicciones, como la de utilizar internet, un
medio producto y promotor de la globalización, para luchar precisamente
contra las fuerzas de la globalización.
En suma, este libro plantea una gran riqueza de temas, demasiado numerosos para mencionarlos todos aquí, que son relevantes para evaluar el
lugar de México en el mundo actual. Para los estudiosos de la cultura, servirá
como un manual, una introducción a un método hipertextual inspirado en las
teorías del caos y sus aplicaciones a las ciencias sociales y humanas. Y para los
lectores que simplemente se interesan por México, será una novedosa fuente
de reflexiones críticas.
Referencias
Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI.
Hodge, R. & Gunther, K. (1988). Social semiotics. Cambridge: Polity Press.
Poincaré, H. (1943). La ciencia y la hipótesis. Madrid: Austral.
Rodney Williamson
University of Ottawa
[email protected]
139
Indice acumulado
Indice acumulado
VOLUMEN 1 (1) 2001
CHARAUDEAU, Patrick, De la competencia social de comunicación a las
competencias discursivas, 7-22.
MARCUSHI, Luiz Antônio, Aspectos da questão metodológica na análise da interaçao
verbal: o continuum cualitativo-cuantitativo, 23-42.
CARBÓ, Teresa, Tocar el lenguaje con la mano: experiencias de método, 43-67.
VAN DIJK, Teun, Algunos principios de la teoría del contexto, 69-81.
ESPAR, Teresa, Estrategias enunciativas en el discurso irónico: un artículo de opinión
de José Ignacio Cabrujas, 83-100.
Reseñas
Teun van Dijk (comp.), El discurso como estructura y proceso. Estudios del discurso:
Introducción multidisciplinaria, reseñado por Guillermo Soto, 103-125.
Giovanni Parodi Sweis (comp.), Relaciones entre lectura y escritura: una perspectiva
cognitiva discursiva. Bases teóricas y antecedentes empíricos, reseñado por Rebeca
Beke, 127-130.
Helena Calsamiglia Blancaflor y Amparo Tusón Vals, Las cosas del decir. Manual de
análisis del discurso, reseñado por Antonio Núñez, 133-137.
VOLUMEN 2 (1) 2002
VILLAÇA KOCH, Ingedore G., A construçã de objetos-de-discurso, 7-20.
CUCATTO, Mariana, Cómo “hacer hacer” cosas con palabras. La construcción
discursiva del estereotipo femenino en la publicidad de los 90. El caso de Slim
Center, 21-49.
WILLIAMSON, Rodney, Situación comunicativa y estructura genérica en la telenovela
mexicana, 51-68.
MADRIZ, María Fernánda, La noción de pueblo en el discurso populista, 69-92.
RUIZ ÁVILA, Dalia, Discurso autobiográfico e identidad sociocultural, 93-109.
Reseñas
Bob Hodge y Kam Louis, The politics of Chinese language and culture. The art of reading
dragons, reseñado por Irene Fonte, 111-114.
Susan Hunston y Geoff Thompson (eds.), Evaluation in text: Authorial Stance and the
Construction of Discourse, reseñado por Nora Kaplan, 115-121.
Ingedore Grunfeld Villaça Koch, Desvendando os segredos do texto, reseñado por Lenita
Vieira, 122-126.
141
12 (2)
VOLUMEN 3 (1) 2003
CADEMARTORI D., Yanina, La inscripción de las personas en textos de divulgación
científica, 9-27.
CHAMORRO MIRANDA, Diana, MIZUNO HAYDAR, Jorge y MOSS, Gillian,
Tergiversaciones y correspondencias: la metáfora y sus bemoles, 29-47.
GARCIA DA SILVA, Denise Elena, Discurso y cognición social en la “red” de las
metáforas, 49-69.
MARTINS FERREIRA, Dina María, La identidad en la posmodernidad: Lula y la
construcción discursiva del sujeto, 71-81.
VIEIRA, Lenita D., El mundo al revés. Humor en el discurso político, 83-91.
Reseñas
Leda Berardi (comp.), Análisis crítico del discurso. Perspectivas latinoamericanas, reseñado
por Luisa Martín Rojo, 93-96.
Luisa Martín Rojo (dir.), Ester Alcalá Recuerda, Aitana Gari Pérez, Laura Mijares,
Inmaculada Sierra Rodrigo y Mª Ángeles Rodríguez, ¿Asimilar o integrar?
Dilemas ante el multilingüísmo en las aulas, reseñado por Dalia Ruiz Ávila,
97-101.
Analia Brandolín y María Eugenia Rosboch, Transformaciones “al aire”: radio, medios
y poder, reseñado por Pedro Santander Molina, 102-107.
VOLUMEN 4 (1) 2004
ROMANO PACÍFICO, Soraya Maria y SOUSA ROMÃO, Lucília Maria,
Intertextualidade e humor: No país do carnaval “Muito riso e pouco siso” é o
lema nacional, 7-24.
ACOSTA V., Gladys Lucía, El Ser y el Hacer del DIRCOM: un análisis en la perspectiva
del discurso, 25-46.
RODRÍGUEZ ALFANO, Lidia y KOIKE, Dale April, La interacción en diálogos
transmitidos por la radio en la frontera, 47-72.
KICZKOVSKY, Silvia, Los relatos tradicionales como vehículos de valores éticos,
73-88.
HESS ZIMMERMANN, Karina, El desarrollo de la habilidad para manejar tiempos
verbales en la narración, 89-102.
Reseñas
Patrick Charaudeau, El discurso de la información. La construcción del espejo social,
reseñado por María Jesús Nieto y Otero, 103-104.
Dalia Ruiz Ávila, Tejiendo discursos se tejen sombreros. Identidad y práctica discursiva,
reseñado por Irania Malaver, 105-107.
Deborah Schiffrin, Deborah Tannen y Heidi E. Hamilton, (comps.) The handbook of
discourse analysis, reseñado por Nora Kaplan, 108-114.
142
Indice acumulado
VOLUMEN 4 (2) 2004
ZULLO, Julia y RAITER, Alejandro, Piquetes y piqueteros. Los actores sociales de la
pobreza en la prensa argentina, 7-26.
ESCAMILLA MORALES, Julio y MORALES ESCORCIA, Efraín, Imaginarios
culturales subyacentes en la canción vallenata, 27-53.
OSUNA, Zulaima, GALINDO VILLARDÓN, Ma Purificación y MARTÍN
VALLEJO, Javier, Análisis estadístico de datos textuales. Aplicación al estudio
de las declaraciones del Libertador Simón Bolívar, 55-62.
ALVAREZ, Guadalupe, Estudio sobre la representación del trabajo en el discurso de
los indigentes de la Ciudad de Buenos Aires, 63-89.
CHUMACEIRO, Irma, Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes
venezolanos: Hugo Chávez y Enrique Mendoza, 91-113.
Reseñas
Gladys Acosta y Jorge Sánchez, Construcción de Identidad y Función Política en el discurso
del director de comunicaciones, reseñado por Olga Beatriz Muñoz, 115-119.
Michel Meyer (Ed.), Perelman. Le renouveau de la rhétorique, reseñado por Frances
D. de Erlich, 120-126.
Teun A. van Dijk, Racismo y discurso de las élites, reseñado por Leda Berardi, 127133.
VOLUMEN 5 (1) 2005
BERTORELLO, Adrián, El estatuto de la subjetividad en la teoría polifónica de la
enunciación, 7-25.
RESENDE, Viviane De Melo, Y SEBBA RAMALHO, Viviane C., Análise de discurso
crítica: uma reflexão acerca dos desdobramentos recentes da teoria social do
discurso, 27-50.
MARTINS FERREIRA, Dina Maria, La construcción de la identidad de lo femenino:
pragmatismo, imaginario y simbolismo, 51-61.
SHARIM PAZ, Sarah y MUÑOZ ACEVEDO, Daniel, Una propuesta metodológica
para el análisis del diálogo: la Unidad Interaccional, 63-96.
BURDACH, Ana María y ROSS A., Paula, La construcción de la voz del enunciador en
el discurso político de Ricardo Lagos, ex-Presidente de la República, 97-112.
Reseñas
Marianne Peronard y Ximena Gómez García (Eds), El hombre y su palabra, reseñado
por Juana Marinkovich, 113-115.
Anamaría Harvey (comp.), En torno al discurso. Contribuciones de América Latina,
reseñado por Marianne Peronard Thierry, 121-125.
Giovanni Parodi (ed), Discurso especializado e instituciones formadoras, reseñado por
Carmen López Ferrero, 116-120.
143
12 (2)
VOLUMEN 5 (2) 2005
CONSTANTINO, Gustavo Daniel, Modalidades comunicativo-discursivas de
participación en comunidades virtuales de aprendizaje: una propuesta para la
evaluación formativa, 7-32.
FLORES TREVIÑO, María Eugenia, La ironía y el humor en El Habla de Monterrey,
33- 47.
GALLUCCI, María José, Argumentación y funciones estratégicas en el discurso político
venezolano: el cierre de campaña del referéndum revocatorio presidencial, 49-75.
FONTE Irene y WILLIAMSON, Rodney, Marcos temporales y proyectos comunicativos:
el análisis de la temporalidad en la interacción verbal, 77- 94.
RODRÍGUEZ ALFANO, Lidia y ELIZONDO REGALADO, Gabriela, Dime a quién citas
y te diré quién eres. La co-construcción de la identidad en el diálogo, 95- 106.
SALGADO ANDRADE, Eva, Una nueva tipología para analizar la prensa en México,
107- 125.
Reseñas
Alexandra Álvarez Muro, Poética del habla cotidiana, reseñado por Ainoa Larrauri, 127- 133.
Jan Renkema, lntroduction to discourse studies, reseñado por María Valentina Noblía,
134- 137.
Rodney Williamson y Fernando de Diego, Verbo e Imagen en la Telenovela mexicana, reseñado
por Yoconda Correa Maneiro, 138- 146.
VOLUMEN 6 (1) 2006
OQUENDO, Luís y DOMÍNGUEZ, Mariluz, Género, étnia y actitudes lingüísticas
en hablantes bilingües wayuu, 5-20.
SOUSA ROMÃO, Lucília María, RIBEIRO PATTI, Ane y DE MACEDO RIBEIRO
PATTI, Antônia, Heróis da mídia na voz das crianças: efeitos de sentido sobre/
da infancia, 21-38.
MARCHESE, Mariana Carolina, La construcción del signo “indigente” en el discurso
de las instituciones estatales de la Ciudad de Buenos Aires, 39-62.
TRINDADE, Eneus y FABIANO ANNIBAL, Sergio, Os sentidos do espaço na
enunciação midiática publicitária, 63-76.
ESTRADA, Andrea, Originalidad vs. claridad en el discurso académico: la comprensión
del evidencial reformulativo ‘en todo caso’, 77-112.
Reseñas
Luís Alfonso Ramírez Peña y Gladis Lucía Acosta Valencia (comps.), Estudios del
discurso en Colombia, reseñado por Martha Shiro, 113-119.
Viviane de Melo Resende y Viviane Ramalho, Análise de discurso crítica, reseñado por
João Bosco B. Bonfim, 120-123.
Denise Elena García Da Silva, Nas instancias do discurso. Uma permeabilidade de
fronteiras, reseñado por Lúcia Gonçalves de Freitas, 124-128.
Entrevista
Óscar Iván Londoño Zapata, El análisis crítico del discurso (ACD), una actitud de
resistencia. Entrevista a Teun A. van Dijk, 129-135.
144
Indice acumulado
VOLUMEN 6 (2) 2006
MASSONE, María Ignacia y BUSCAGLIA, Virginia Luisa, La cumbia villera (en)
red(ada) en el discurso. Una introducción al monográfico sobre cumbia villera
en Argentina, 5-20.
MASSONE, Manuel y DE FILIPPIS, Mariano, “Las palmas de todos los negros
arriba…” Origen, influencias y análisis musical de la cumbia villera, 21-44.
MARCHESE, Mariana Carolina, Tango: el lenguaje quebrado del desarraigo, 45-60.
SERPA, Cecilia, Estado argentino y cumbia villera, 61-82.
PARDO, María Laura, Cumbia villera en Argentina: un análisis crítico del discurso
de la posmodernidad, 83-95.
Reseñas
Daniel Cassany, Tras las líneas. Sobre lectura contemporánea, reseñado por Cristina
D’Avolio, 97-103.
Norman Fairclough, Language and globalization, reseñado por Viviane de Melo
Resende, 104-111.
Teun A. Van Dijk, Dominación étnica y racismo discursivo en España y América Latina,
reseñado por Luisana Bisbe, 112-120.
VOLUMEN 7(1) 2007
GALLEGO MENGOD, Verónica, Metodología para el análisis de las publicaciones
periódicas: los géneros discursivos como señales de cambio (Ensayo Literario
1872-1874), 5-30.
KALTENBACHER, Martín, Perspectivas en el análisis de la multimodalidad: desde
los inicios hasta el estado del arte, 31-58.
SANTANDER, Pedro, Análisis Crítico del Discurso y análisis de los medios de
comunicación: retos y falencias, 59-78.
XU, Shi, Reconstruyendo los paradigmas orientales de los estudios del discurso, 79-94.
VIEIRA, Lenita, Humor en editoriales de TalCual: Texto e imagen en el discurso
político, 95-114.
Reseñas
Adriana Bolívar (comp.), Análisis del discurso ¿Por qué y para qué?, reseñado por Francisco
José Bolet, 115-123.
Neyla Pardo Abril, Cómo hacer análisis crítico del discurso. Una perspectiva
latinoamericana, reseñado por Alicia Carrizo, 124-132.
Luis Alfonso Ramírez Peña, Comunicación y discurso. La perspectiva polifónica en los
discursos literario, cotidiano y científico, reseñado por Gonzalo Pubiano Bernal,
133-140.
145
12 (2)
VOLUMEN 7(2) 2007
ALVES, A., FERRAREZI, L. y SOUSA ROMÃO, L. M., Leitura de barraco: a semente
da leitura, o discurso e os movimentos do sujeito, 5-20.
BISBE BONILLA, L., El amerindio venezolano en los textos escolares: una representación discursiva desde la Gramática Sistémica Funcional, 21-48.
BOLET, F. J., Estrategias de divulgación de la ciencia en Venezuela a fines del siglo
XIX: El Zulia Ilustrado (1889-1896), 49-72.
GUALDA, R., As Eleições Presidenciais de 2002 nas páginas de “Veja”, 73-90.
MONTERO, A.S., Política y convicción. Memorias discursivas de la militancia setentista en el discurso presidencial argentino, 91-114.
Reseñas
Liliana Cubo de Severino (coord.), Los textos de la Ciencia. Principales clases del discurso
académico-científico, reseñado por Telma Piacente, 115-118.
Martha Shiro, La construcción del punto de vista en los relatos orales de niños en edad
escolar. Un análisis discursivo de la modalidad, reseñado por Guillermina Piatti,
119-123.
Patricia Vallejos Llobet (coord.), Los estudios del discurso. Nuevos aportes desde la investigación en la Argentina, reseñado por María Leticia Móccero, 124-128.
VOLUMEN 8(1) 2008
NÚMERO MONOGRÁFICO: HOMENAJE A LUIZ ANTÔNIO MARCUSCHI
SAITO MONTEIRO DE BARROS, Kasue, GARCIA DA SILVA, Denize Elena y
AGUIAR, Marigia Ana M., Apresentaçao.
DE ARRUDA C. DA CUNHA, Dóris, Reflexões sobre as nocões de leitor, autor e
polifonía no hipertexto, 9-18.
GARCIA DA SILVA, Denize Elena y RAMALHO, Viviane. Reflexões para uma
abordagem crítica dos géneros discursivos, 19-40.
BOLÍVAR, Adriana, El informe de arbitraje como género discursivo en la dinámica
de la investigación, 41-64.
SAITO MONTEIRO DE BARROS, Kasue, Estratégias de (im)polidez em interações
acadêmicas virtuais, 65-76.
PARDO ABRIL, Neyla Graciela, El discurso multimodal en Youtube, 77-108.
POSSENTI, Sírio, Um percurso: o caso “por qué no te callas?”, 109-118.
Reseñas
Luiz Antônio Marcuschi, Produção textual: análise e compreensão. Reseñado por Cristina
Teixera, 119-121.
Luiz Antônio Marcuschi, Cognição, Linguagem e Práticas Interaccionáis. Reseñado por
Judith C. Hoffnagel, 122-124.
Luiz Antônio Marcuschi, Fenómenos da linguagem. Reseñado por Viviane de Melo
Resende, 125- 124.
146
Indice acumulado
VOLUMEN 8(2) 2008
BIANCARDI, Maria Silvia, La representación de los “recursos naturales” en la prensa. El uso
de las nominalizaciones en crónicas de Clarín sobre Minera La Alumbrera, 5-23.
COLARES, Virginia, JARDIM, Natalia, PEDROSA, Bruno, BARROS, Lívia y SIMPLÍCIO Kamila, Buracos do Recife: estudo de uma decisão judicial, 25-44.
CORTÉS, Daniel F., Una mitigación reveladora: La Declaración de Principios de la
Marina argentina (noviembre de 1955), 45-60.
RAMALHO, Viviane, Anúncio publicitário de medicamento: discurso e ideologia, 61-79.
ROGERS, Rebecca, Entre contextos: un análisis crítico del discurso de la alfabetización
familiar, las prácticas discursivas y las subjetividades de la alfabetización, 81-132.
Reseñas
Patrick Charaudeau, Entre populisme et peopolisme. Comment Sarkozy a gagné, Reseñado
por Karina M. Ibañez, 133-137.
Beatriz Gabbiani e Irene Madfes, Conversación y poder. Análisis de interacciones en aulas
y consultorios, Reseñado por María Carolina Ferrari, 138-140.
María Laura Pardo, El discurso sobre la pobreza en América Latina, Reseñado por María
Lucía de la Vega, 141-147.
Entrevista
Claudia Gabriela D’Angelo, Tendencias actuales de los estudios multimodales. Entrevista
a Martin Kaltenbacher, 149-156.
VOLUMEN 9(1) 2009
NÚMERO MONOGRÁFICO
SOTO, Guillermo, Introducción: Relaciones entre la gramática y el discurso, 5-10.
CUCATTO, Andrea, Un enfoque lingüístico-cognitivo para trabajar la conexión en los textos
escritos. De la gramática al discurso, 11-43.
CUCATTO, Mariana, Narrar para describir; describir para argumentar. La operación lingüístico-cognitiva de la reificación en las secuencias penales de primera instancia, 45-65.
GONZÁLEZ V., Carlos y JÉLVEZ H., Lorena, Peso pragmático y éxito de la discusión en
la argumentación oral en sala de clases, 67-85.
OTEÍZA S., Teresa, De “la conspiración de silencio” al reconocimiento de voces alternativas.
Las violaciones a los derechos humanos en Chile según el Informe Valech (2003),
87-111.
PINUER R., Claudio A., La función focal en la gramática: implicancias teóricas y repercusiones metodológicas, 113-134.
SABAJ M., Omar, Gramática, Pragmática y Discurso: antecedentes de un desamor y una
reconciliación, 135-146.
Reseñas
Andrea Cucatto, Introducción a los estudios del lenguaje y la comunicación. Teoría y práctica, Reseñado por Alejandro Martín Errecalde, 147-150.
María José Serrano, Gramática del discurso, Reseñado por Yanira Becerra Ortiz, 151-156.
147
12 (2)
VOLUMEN 9(2) 2009
FERRARI, Laura D., Marcadores de modalidad epistémica y evidencial en el análisis
de las conclusiones de artículos de investigación de disciplinas distintas, 5-23.
DE FREITAS, Ernani C., Blocos semânticos e a construção do sentido no discurso,
25-42.
LUI, Gabriel Henrique e RIBEIRO DE ALMEIDA, J. Antônio, O discurso sobre a
gestão e a conservação da Amazônia em dois dos principais periódicos científicos internacionais, 43-61.
OLIVEIRA FARIA, Daiana e SOUSA ROMÃO, Lucília Maria, Che Guevara: sentidos
em confronto no discurso midiático, 63-80.
PIATTI, Guillermina, La función de la modalidad interrogativa en la conversación,
81-99.
Reseñas
Lourdes Molero de Cabeza y Julián Cabeza. El poder, el querer y el protestar, Reseñado
por Ana Mireya Uzcátegui Q., 101-110.
Teun Van Dijk, Discurso y poder. Contribuciones a los estudios críticos del discurso, Reseñado por Carlos del Valle Rojas, 111-114.
VOLUMEN 10(1) 2010
NÚMERO MONOGRÁFICO
BOLÍVAR, Adriana y CHUMACEIRO, Irma, Introducción: Crisis y cambios en la
democracia venezolana, 3-7.
ADRIÁN S., Thays, La metáfora conceptual en el discurso político venezolano: Rómulo
Betancourt y Hugo Chávez Frías, 9-33.
ÁLVAREZ, Alexandra y CHUMACEIRO Irma, ¡Con la Iglesia hemos topado…!
Aspectos de una interacción polémica entre el Presidente Chávez y el Cardenal
Urosa Savino, 35-63.
COURLEANDER HIDALGO, Vanesa, “El pueblo” en campañas electorales venezolanas: palabra e imagen en 1999 y 2006, 65-92.
D. ERLICH, Frances, Los cubanos en misiones de salud en Venezuela. Referencias
contrapuestas y polarización discursiva, 93-110.
MOLERO DE CABEZA, Lourdes, Crisis y cambio en el discurso político venezolano
de la primera década del siglo XXI: estrategias lingüístico-discursivas, 111-133.
PALACIOS, Euclides, Discurso y cambio constitucional en el VIII Plan de la Nación
del presidente Carlos Andrés Pérez 1989-1993, 135-152.
Reseñas
Rosa Graciela Montes y Patrick Charaudeau, El “tercero”. Fondo y figura de las personas
del discurso, Reseñado por Martha Shiro, 153-158.
Sírio Possenti, Humor, lingua e discurso, Reseñado por Cellina Rodríguez Muniz,
159-162.
148
Indice acumulado
VOLUMEN 10(2) 2010
BONNIN, Juan E., Dinámicas de la voz y producción de legibilidad en los Documentos
Finales de Medellín (1968). Un análisis genético-discursivo, 7-28.
CAMEJO, Estrella, Premio CAB Somos Patrimonio: construcción discursiva de la
identidad cultural venezolana en un contexto internacional, 29-53.
GÓMEZ C., Natalia, Violencia contra mujeres: voz y agencia en noticias de La
Nación, 55-76.
OLIVEIRA A., Fábio, Análise do discurso e psicoanálisis: a questão do sujeito, 77-85.
DE MELO RESENDE, Viviane e FILIPE ALEXANDRE, Marta, Representação
discursiva da pobreza extrema. Análise discursiva crítica de um testemunho
publicado em editorial da revista Casi, 87-105.
Reseñas
Beth Brait. Literatura e outras linguagens, Reseñado por Valdemir Miotello y Marina
Haber de F., 107-112.
Lésmer Montecino. Discurso, pobreza y exclusión en América Latina, Reseñado por
Leda Berardi, 113-119.
VOLUMEN 11(1) 2011
NÚMERO MONOGRÁFICO: HOMENAJE A TEUN A. VAN DIJK
BOLÍVAR, Adriana, EMILSSON, Elin y FONTE, Irene, Introducción: La ALED y
Teun van Dijk. Permanencia y fluir de un discurso, 3-8.
BOLÍVAR, Adriana y D. ERLICH, Frances, La práctica del análisis del discurso en
contextos políticos polarizados. Una reflexión crítica, 9-30.
CARBÓ, Teresa, Sobre la semiosis en textos verbales y visuales, 31-60.
CERUTI, Emilio, La americanización del discurso historiográfico. Un análisis crítico
del discurso sobre el 1898 puertorriqueño en un texto de amplia circulación para
la educación media superior, 61-77.
KOCH, Ingedore G.V., MORATTO, Edwiges M. y BENTES, Anna C., Ainda o
contexto: algumas considerações sobre as relações entre contexto, cognição e
práticas sociais na obra de Teun van Dijk, 79-109.
MONTECINO, Lésmer y VIDAL, Margarita, Representación del consumo de drogas
en historias de vida de personas en situación de calle en Santiago de Chile, 93PARDO ABRIL, Neyla Graciela, Construcción de opiniones públicas: preservación y
normalización de la dependencia, 111-127.
SHIRO, Martha, Usos del lenguaje evaluativo en el planteamiento del problema del
artículo de investigación, 129-148.
149
12 (2)
VOLUMEN 11(2) 2011
AMADIO, Débora, Las inocentes preguntas sobre el significado durante los testimonios,
5-22.
CÁRDENAS N., Camila, Análisis de tres modos de representación ideológica construidos en discursos especializados sobre juventud chilena producidos entre 1970
y 1990, 23-47.
de FREITAS, Ernani C., Práticas de linguagem na atividade de trabalho: cenografia e
ethos em discursos socioprofissionais, 49-68.
GARCÍA N., María Marta, Sin duda y en principio: Modalización, desdoblamiento
enunciativo y heterogeneidad,69-88.
LIBENSON, Manuel, La configuración discursiva de efectos incitativos en rumores
económicos, 89-111.
Reseñas
Beth Brait. Literatura e outras linguagens, Reseñado por Valdemir Miotello y Marina
Haber de F., 107-112.
Lésmer Montecino. Discurso, pobreza y exclusión en América Latina, Reseñado por
Leda Berardi, 113-119.
VOLUMEN 12(1) 2012
NÚMERO MONOGRÁFICO
D’ANGELO, Claudia Gabriela, Introducción: Multimodalidad: de la teoría a la
práctica, 3-5.
GARCIA DA SILVA, Denize Elena y RAMALHO, Viviane, Discurso, imagem e texto
verbal: uma perspectiva crítica da multimodalidade, 7-29.
MAGALHÂES, Célia M. y SANTIAGO ARAÚJO, Vera Lúcia, Metodologia para
elaboração de audiodescrições para museus baseada na semiótica social e multimodalidade: introdução teórica e prática, 31-55.
MENÉNDEZ, Salvio Martín, Multimodalidad y estrategias discursivas: un abordaje
metodológico, 57-73.
O’HALLORAN, Kay L., Análisis del discurso multimodal. Traducido por Claudia
Gabriela D’Angelo, 75-97.
PARDO ABRIL, Neyla Graciela, Exploraciones sobre la pobreza y el racismo en
Colombia. Estudio multimodal, 99-117.
Reseñas
Monika Bednarek y J.R. Martin (eds.). New Discourse on Language. Functional Perspectives on Multimodality, Identity, and Affiliation, Reseñado por Damián
Alvarado, 119-123.
Gunther R. Kress. Multimodality: A Social Semiotic Approach to Contemporary Communication, Reseñado por Julián Ezquerra, 124-130.
150
Instrucciones para las reseñas
· La reseña tendrá como encabezado el autor (o editor), el año, el título, el número
de páginas, la casa editorial y el ISBN de la obra reseñada.
· En la introducción se identificará el tema y el problema central.
· Se describirá la estructura de la obra (en capítulos, y partes, existencia de glosarios,
apéndices, etc.) y se hará una síntesis completa del contenido. Asimismo, se
especificará quiénes son los lectores potenciales del libro reseñado.
· El texto de la reseña será evaluativo y expresará la posición del autor frente a la obra
reseñada.
· El libro reseñado se pondrá en relación con otros trabajos sobre el mismo tema y/o
del mismo autor y se situará en el contexto del momento y lugar en que aparece
publicado.
· Se seguirán las convenciones de citas que se indican para el resto de las contribuciones
a la revista de la ALED.
· El texto de la reseña tendrá un límite máximo de 3.000 palabras (aproximadamente
diez cuartillas).
· Enviar dos copias en papel tamaño carta y una en disquete en formato de documento
Word (o compatible) a: Sírio Possenti, e-mail: [email protected] o Irene Fonte,
e-mail: [email protected]
Instruções para as resenhas
· No encabeçado da resenha devem ser indicados o autor (ou editor), o ano, o título,
o número de páginas, a casa editorial e o ISBN da obra resenhada.
· Na introdução serão indicados o tema e o problema central.
· Descrição da estrutura da obra (em capítulos, ou partes, a existência de glossários,
apêndices, etc.) e apresentação de uma síntese completa do conteúdo. É importante
a informação sobre os leitores potenciais do livro resenhado.
· O texto da resenha será avaliativo e expressará a posição do autor frente à obra
resenhada.
· Comentar-se-á a relação entre o livro resenhado e outros trabalhos sobre o mesmo
tema, alheios ou do autor considerado, e situar-se-á a obra no seu contexto temporal
e espacial.
· Para as citações, serão seguidas as mesmas convenções que se indicam para o resto
das contribuições da revista da ALED.
· O texto da resenha terá um limite máximo de 3.000 palavras (aproximadamente
dez páginas).
· Enviar duas cópias em papel tamanho carta e uma em disquete em formato Word
(ou compatível) a: Sírio Possenti. E-mail: [email protected] e Irene Fonte, e-mail:
[email protected]
151
Instruções para os autores
· Política Editorial. A Revista Latino-americana de Estudios del Discurso publica trabalhos originais
e inéditos dos membros pesquisadores da Associação. Os trabalhos recebidos são submetidos à
arbitragem por parte de especialistas de reconhecido prestígio. O Comitê Editorial reserva-se o
direito de sugerir aos autores modificações formais aos artículos que forem aceitos, assim como
publicá-los no número que considerar mais conveniente.
· Instruções para os autores: Os pesquisadores interessados em publicar seus trabalhos na Revista
Latino-americana de Estudios del Discurso, deverão seguir as seguintes instruções:
1. Enviar seus trabalhos ao seguinte endereço postal:
Adriana Bolívar y Martha Shiro
Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso
Apartado 47075, Los Chaguaramos, Caracas 1041-A, Venezuela.
Os trabalhos também podem ser enviados em attachment às seguintes direções
eletrônicas:
[email protected]
[email protected]
[email protected]
2. Os artículos deverão ser escritos em papel tamanho carta, com espaço duplo, de um só lado e ter
uma extensão máxima de 25 laudas, incluindo notas e bibliografia.
3. O texto do artículo deve ser precedido por um resumo em espanhol, português (resumo) e
inglês (abstract) de não mais de 150 palavras. Incluir-se-ão até seis palavras chave. Os títulos
gerais e de seções devem ser breves e explícitos.
4. Todo artículo deve estar acompanhado por uma breve informação biográfica em numa extensão
entre 50 e 100 palavras, onde se indique o nome completo do ou dos autores, instituição onde
trabalha, telefone, fax e correio eletrônico. Do mesmo modo, dever-se-á proporcionar, de forma
clara e completa, o endereço postal mais seguro para receber a correspondência.
5. As citações textuais de mais de 40 palavras devem insertar-se no texto com sangria de 1cm de
cada lado. Sua referência far-se-á segundo o sistema autor-data. Ao final da citação, escreve-se
entre parêntese o sobrenome do ou dos autores, o ano de publicação e o número de página.
Exemplo: (Charaudeau, 2003: 25)
6. As notas devem enumerar-se consecutivamente e colocar-se ao final do texto, antes das
Referências Bibliográficas.
7. Todas as referências bibliográficas devem ser ordenadas alfabeticamente depois das notas, e como
se verá a seguir: Livros: Ruíz Ávila, D. (2003). Tejiendo discursos se tejen sombreros. Identidad y
práctica discursiva. México: Fomento Editorial. Capítulo de libro: Wodak, R. (2003) ‘De qué trata
el análisis crítico del discurso (ACD). Resumen de su historia, sus conceptos fundamentales y
sus desarrollos’, en R. Wodak & M. Meyer (eds.) Métodos de Análisis crítico del discurso, pp.1743. Barcelona: Gedisa. Artículos: Chumaceiro, I. (2004). ‘Las metáforas políticas en el discurso
de dos líderes venezolanos’, Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso, 4 (2): 91-112. As
letras a, b, c, anexadas à data de publicação, podem ser usadas para referenciar trabalhos de um
mesmo autor publicados no mesmo ano.
152
Instrucciones para los autores
Revista Lationamericana de Estudios del Discurso
Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso
· Política Editorial. La Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso publica trabajos originales e
inéditos de los investigadores miembros de la Asociación. Los trabajos recibidos serán sometidos a arbitraje
por parte de especialistas de reconocido prestigio. Como consecuencia, el Comité Editorial se reserva
el derecho de sugerir a los autores modificaciones formales a los artículos que sean aceptados, así como
publicarlos en el número que considere más conveniente.
· Instrucciones para los autores: Los investigadores interesados en publicar sus trabajos en la Revista
Latinoamericana de Estudios del Discurso, deberán seguir las siguientes instrucciones:
1. Enviar sus trabajos a la siguiente dirección postal:
Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso
Adriana Bolívar y Martha Shiro
Editoras
Apartado 47075, Los Chaguaramos, Caracas 1041-A, Venezuela.
Los trabajos también pueden ser enviados en attachment a las siguientes direcciones electrónicas:
[email protected]
[email protected]
[email protected]
2. Los artículos deberán ser escritos en papel tamaño carta, a espacio y medio en Times New Roman 12, por
una sola cara y tener una extensión máxima de 25 cuartillas, incluyendo notas y bibliografía. Tanto las
imágenes, gráficos o tablas deben anexarse en su formato original (jpg, tif, gif, png, excel, power point...)
3. El texto del artículo debe ir precedido por un resumen en español, portugués (resumo) e inglés (abstract)
de no más de 150 palabras. Se incluirán hasta seis palabras clave. Los títulos generales y de secciones
deben ser breves y explícitos.
4. Todo artículo debe estar acompañado por una breve información biográfica y académica escrita en
una extensión entre 50 y 100 palabras, donde se indique con claridad el nombre completo del o los
autores, nombre y dirección de la institución donde labora, teléfono, fax y correo electrónico. Asimismo,
aparte se deberá proporcionar de forma clara y completa la dirección postal más segura para recibir
correspondencia.
5. Las citas textuales de más de 40 palabras deben insertarse en el texto con sangría de 1cm a
cada lado. Su referencia se hará según el sistema autor-fecha: al final de la cita se escribe entre
paréntesis el apellido del o los autores, el año de publicación y el número de página. Ejemplo:
(Romano y Sousa, 2004: 17), (Charaudeau, 2003:25).
6. Las notas deben numerarse consecutivamente y colocarse al final del texto, antes de las Referencias
Bibliográficas.
7. Todas las referencias bibliográficas deben ser ordenadas alfabéticamente después de las notas, y
como se muestra a continuación: Libros: Ruíz Ávila, D. (2003). Tejiendo discursos se tejen sombreros.
Identidad y práctica discursiva. México: Fomento Editorial; capítulo de libro: Donaire, M. L. (2004)
‘La polifonía, una relación binaria’, en E. Arnoux & M.M. García Negroni (Comps.) Homenaje a
Oswald Ducrot, pp. 117-133. Buenos Aires: Eudeba. Wodak, R. (2003). ‘De qué trata el análisis
crítico del discurso (ACD). Resumen de su historia, sus conceptos fundamentales y sus desarrollos’,
en R. Wodak & M. Meyer (eds.) Métodos de Análisis crítico del discurso, pp.17-43. Barcelona:
Gedisa. Artículos: Chumaceiro, I. (2004). ‘Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes
venezolanos’, Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso, 4 (2): 91-112. Las letras a, b, c,
anexadas a la fecha de publicación, pueden ser usadas para referenciar trabajos de un mismo autor
publicados en el mismo año.
8. Cada autor recibirá 2 ejemplares del número de la revista donde aparece su trabajo.
Adriana Bolívar y Martha Shiro
Editoras de la Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso
Apartado 47075, Los Chaguaramos
Caracas 1041-A, Venezuela
Mercedes Duarte y Ricardo Gualda
Asistentes editoriales
Email: [email protected]

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