Programa de Formación en Género y Comercio. El componente

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Programa de Formación en Género y Comercio. El componente
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INDICE
PRESENTACIÓN ....................................................................................................................................................... 4
MÓDULO I
El comercio internacional desde la perspectiva de la equidad de género....................................................11
MÓDULO II
El sistema multilateral de comercio: riesgos y potencialidades ..................................................................42
MÓDULO III
La protesta social como respuesta a las políticas económicas predominantes en Amérca Latina ........69
MÓDULO IV
La incidencia política en los acuerdos de Amércia Latina ...........................................................................95
LISTA DE PARTICIPANTES ....................................................................................................................................105
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EQUIPO DE TRABAJO
Coordinación
Norma Sanchís
Sub-coordinación
Verónica Baracat
Cuerpo docente
Docentes
Alma Espino
Graciela Rodríguez
Norma Sanchís
Facilitadora
Verónica Baracat
Tutoras
Alma Espino
Carolina Villarroel
Graciela Rodríguez
Norma Sanchís
Patricia Jaramillo
Rebeca Salazar
Verónica Baracat
Equipo Técnico
Asesora en e-learning
Nora Lizenberg
Informática
Eberhard Kaul
Roxana Ulianow
Traducción
Lucía Santalices
Diagramación
María Cristina Jiménez
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PRESENTACIÓN
Programa de Formación en Género y Comercio
Red Internacional de Género y Comercio. Capítulo Latinoamericano
El componente virtual
Verónica Baracat1
En los últimos años se ha observado una tendencia creciente del movimiento de mujeres a
sumar a los temas específicos de género, tales como violencia doméstica, salud sexual y
reproductiva, y explotación sexual, otras temáticas no tradicionales, y a articular acciones
con otros sectores del movimiento social. Al mismo tiempo, algunas organizaciones de
justicia económica están incorporando la agenda de género. Sin embargo, ambas tendencias
son aún incipientes y es necesario fortalecerlas para que sectores más amplios de la sociedad
civil y del movimiento de mujeres se involucren en la dinámica del comercio internacional
integrando una perspectiva de género.
Los países de la región están llevando a cabo en forma simultánea múltiples negociaciones
comerciales de distinto tipo (que van desde acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales
hasta negociaciones en pos de un Mercado Común), todas ellas con un alto grado de
tecnicismo que dificulta la comprensión de los aspectos que se negocian. Ello por un lado
frena la participación de la sociedad civil, y cuando esta sí se involucra, no siempre se
sustentan los planteos y enunciaciones con argumentaciones consistentes, datos empíricos o
estadísticas para lograr comprensión y credibilidad y legitimar su posicionamiento. Por otra
parte, si bien los impactos de los acuerdos comerciales y la globalización económica
diferenciados entre varones y mujeres son claros para los grupos involucrados en las
temáticas de género y comercio, su identificación es más dificultosa para quienes aún no
están habituados a incorporar el análisis de género a su trabajo. En consecuencia, resulta
clave la sensibilización y la capacitación sobre cuestiones de género, economía y acuerdos
comerciales para ampliar la participación de la sociedad civil y del movimiento de mujeres
en estos temas y fortalecer su capacidad de incidencia en las decisiones.
Desde la RIGC-LA entendemos que la capacitación es una herramienta para empoderar a
diferentes grupos de la sociedad civil. Por ello, desde el año 2001 nos hemos propuesto el
desafío de brindar información, sensibilizar, propiciar el debate sobre los impactos de la
liberalización comercial y avanzar en la incorporación de contenidos sociales y de género en
estos procesos. En este sentido, el objetivo de la RIGC-LA en el área de capacitación es
promover un núcleo de mujeres comprometidas y capacitadas en estos temas que puedan ir
ampliando los círculos de debate y propuesta, involucrando a otros sectores del movimiento
de mujeres. Para lograrlo, iniciamos un proceso de formación de formadoras/es en economía y
comercio internacional, que permita incorporar conceptos teóricos e información sobre los
impactos de las decisiones de los gobiernos de la región, y generar una masa crítica de
personas con capacidad de replicación.
1
Área de capacitación, Red Internacional de Género y Comercio, Punto Focal Argentina.
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POR QUÉ EL SEMINARIO VIRTUAL SOBREGÉNERO Y COMERCIO
El proceso de formación de formadores/as tuvo sus inicios de manera presencial, a través de
la elaboración de materiales de capacitación y la realización de encuentros regionales y
nacionales. Esto nos permitió promover diversas experiencias de capacitación a lo largo de la
región, a partir del interés y demanda de los distintos grupos sociales y de las integrantes de
la Red. Al mismo tiempo, facilitó el inicio de un proceso de reflexión que permitiera la
elaboración conceptual a partir de la práctica, para mejorar la metodología y los impactos del
proceso de formación.
Dentro de las lecciones aprendidas a través de las acciones de formación de formadores/as
llevadas a cabo en la región, debemos mencionar la dificultad con que se enfrentaron las
personas involucradas para replicar la experiencia en sus realidades locales, ya que esta
depende de una concurrencia de diversos factores, tales como las habilidades de
capacitación, la inserción en organizaciones o relación con grupos interesados en recibir
capacitación en la temática y, principalmente, la disponibilidad de recursos que sustenten la
realización de talleres. Esta situación planteó la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías
de información de forma de alcanzar grupos más numerosos con menores costos, y
establecer redes de apoyo y asistencia técnica entre las organizaciones de la región.
Efectivamente, la educación virtual permite el acceso a la formación a personas que están
limitadas por su ubicación geográfica, la calidad de la docencia o el tiempo disponible. La
educación virtual es también innovadora, porque incorpora nuevos escenarios de
aprendizaje, tales como los foros de debate y el trabajo en equipo entre personas que se
encuentran físicamente distantes. Particularmente para las mujeres, la educación virtual es
una oportunidad para acceder a mayores oportunidades de educación y capacitación, ya que
debido a su carga de trabajo productivo y reproductivo, la capacitación a distancia es
muchas veces la única posibilidad de obtener nuevos conocimientos.
No obstante las ventajas mencionadas, el principal obstáculo presentado ante la decisión de
realizar un seminario virtual fue que no todo el mundo, y en particular en América Latina,
cuenta con acceso a las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones; o pueden acceder,
pero no se encuentran familiarizados con la informática. Esto es más cierto para las mujeres,
principal público objetivo de nuestras acciones, dado que por su formación de género se ven
sujetas a estereotipos que les dificultan el acceso a la tecnología. Para favorecer su inclusión,
se previó un tiempo de acompañamiento más personalizado vía e-mail y una mayor
dotación de recursos y esfuerzos para el seguimiento del grupo.
DESCRIPCIÓN DEL SEMINARIO VIRTUAL SOBRE GÉNERO Y COMERCIO
El Seminario Virtual sobre Género y Comercio tuvo como objetivos:
a)
aportar conocimientos teóricos y metodológicos sobre género, comercio internacional y
acuerdos regionales;
b) actualizar sobre la marcha de las negociaciones multilaterales y bilaterales, sobre
acuerdos comerciales y de integración en la Región, y la posición de la sociedad civil
frente a éstas;
c) promover la articulación entre organizaciones de América Latina que trabajan en las
temáticas de género, economía y comercio;
d) generar una red de mujeres que permita intercambiar conocimientos y experiencias
sobre las temáticas de género y comercio.
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El mismo se desarrolló entre octubre de 2004 y abril de 2005, en dos etapas. La primera etapa
(octubre a diciembre de 2004) incluyó tres módulos conceptuales sobre: I) El comercio
internacional desde la perspectiva de género; II) El sistema multilateral de comercio, sus
riesgos y potencialidades; y III) La movilización social como respuesta a las políticas
económicas en América Latina. A cada uno de estos módulos siguió un foro de discusión y la
posibilidad de realizar ejercicios prácticos tanto en forma individual como grupal.
La segunda etapa del seminario se desarrolló entre los meses de enero y abril de 2005, e
incluyó la realización de una monografía y de un cuarto Módulo sobre Incidencia política en
los acuerdos comerciales de América Latina, con su correspondiente foro de discusión.
Desde el inicio de la difusión y del proceso de inscripciones, el interés despertado en toda la
región fue sorprendente: se postularon 170 personas y se aceptaron 120, cuando la meta
esperada era de 50 participantes. Las/os participantes son integrantes del movimiento de
mujeres, organizaciones sociales y de base, sindicalistas, académicas/os y personas
interesadas en las temáticas de género, economía y comercio, 110 mujeres y 10 hombres,
provenientes de 15 países de la región y tres extrarregionales. De éstas, el 65% ha intervenido
activamente en las acciones del seminario.
Inscripciones
Intervenciones
3
30
22
46
31
3
22
41
Cono Sur
Area Andina
Cono Sur
Area Andina
Extraregionales
México y Aca Central
México y Aca Central
Extraregionales
Total: 78
Total: 120
Metodología
El desafío metodológico que significó el seminario fue integrar en una propuesta de
formación virtual sobre género, economía y acuerdos comerciales a un grupo de
participantes sumamente heterogéneo, tanto por sus organizaciones y países de pertenencia,
como por las experiencias en los temas abordados. Dentro del grupo, se inscribieron algunas
personas muy involucradas en ambas temáticas, otras con conocimientos sólo en una de ellas
(género o comercio), y un tercer grupo con escasas bases en ambas. Por ello, se presentó un
primer texto conceptual sobre género y desarrollo para iniciar el trabajo con un denominador
común sobre este concepto y se solicitó a las docentes y especialistas la elaboración de textos
de nivel intermedio, con disparadores para aquellas personas interesadas en una mayor
profundización.
La metodología del seminario incluyó la lectura de ponencias especialmente elaboradas para
el seminario y comentarios de especialistas de la región, la participación en foros de
discusión, la realización de ejercicios prácticos y la elaboración de una monografía sobre
temas seleccionados. En todos los casos se promovió la reflexión sobre los conceptos vertidos
a partir de las experiencias de las/os participantes en cada país y el trabajo en grupos para
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facilitar el intercambio y la formación de redes. El seminario se llevó a cabo en español y
portugués.
En la experiencia desarrollada, algunos recaudos dieron muy buenos resultados. El trabajo
de especialistas en e-learning e informática para la implementación de foros de discusión y
de diseño del sitio web, resultó un aporte fundamental para dar lugar a productos claros y
accesibles, muy valorados por las/os participantes. La facilitación resultó un componente
clave que apoyó el acercamiento a la metodología y tecnología propuestas y el
acompañamiento permanente para mantener el ritmo de las actividades en el cronograma
previsto.
Como mencionamos, además de la lectura de ponencias y comentarios, se utilizaron como
herramientas de capacitación e intercambio los foros de debate, la presentación de ejercicios
y la elaboración de monografías.
Foros
Durante el seminario se realizaron 4 foros de discusión, con el objeto de promover el
intercambio de opiniones y experiencias en la región. La participación en los mismos fue
sorprendente, tanto en términos de cantidad de intervenciones como en su calidad. Las
preguntas formuladas por la coordinación provocaron ricas discusiones sobre las cuestiones
de género, economía y comercio y el rol de la sociedad civil en el contexto de la
globalización, incluyendo el intercambio de experiencias y la construcción de conocimiento
colectivo (57 personas participaron en al menos uno de los foros, de las cuales el 40%
participó en dos o más).
Participación en Foros de Discusión
3
19
18
18
Cono Sur
Área Andina
México y América Central
Otros
Total: 57
Ejercicios
Durante el seminario se propusieron seis ejercicios, dos por módulo, para que los/as
participantes optaran por realizar uno de ellos.
Las temáticas propuestas fueron los siguientes:
Explorar y sistematizar conocimientos sobre la economía del país de las participantes en
las últimas décadas e identificar las políticas y tendencias principales que influyeron en la
situación de las mujeres.
Explorar las interdependencias de la globalización y el libre comercio
Aplicar conceptos de género en el análisis de los instrumentos internacionales de
comercio
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Analizar las similitudes y diferencias entre los diferentes acuerdos comerciales de los
países de América Latina y su relación con una estrategia global. Analizar posibles
estrategias de incidencia política sobre los acuerdos
Relevar y analizar expresiones de la protesta social ligadas a políticas económicas o
comerciales en América Latina.
Analizar las modalidades de participación de las mujeres en la dinámica social y cambios
según tipo de organización.
Al igual que en el caso de los foros de discusión, el número y calidad de los ejercicios
recibidos fueron sumamente alentadores: 44 personas entregaron al menos un ejercicio, y un
número importante optó por presentar dos y hasta tres ejercicios. Todos los trabajos
presentados fueron evaluados por la facilitadora y devueltos a los/as participantes con
comentarios. Al mismo tiempo, se realizó una selección de los mismos para publicar en el
sitio web del seminario.
Elaboración de ejercicios prácticos
3
10
18
Cono Sur
Área Andina
13
México y América Central
Otros
Total: 44
Monografías
El objetivo de los trabajos monográficos fue promover entre los/as participantes la reflexión
y el análisis sobre los temas analizados durante el seminario, de forma de aplicar los
conocimientos adquiridos. Para ello, se propusieron 8 temas para que las/os participantes
seleccionaran el de su interés, y se designó a una tutora por participante o equipo para que
brindara asistencia técnica durante el proceso y evaluara el trabajo final. Esto permitió
aprovechar las distintas capacidades y experiencias de las integrantes de la RIGC-LA y dar
un mayor dinamismo al proceso de seguimiento, evaluación y selección de trabajos.
46 personas que enviaron propuestas para elaborar monografías. También en este caso se
seleccionaron algunos trabajos que fueron publicadas en el sitio web del seminario, sobre
temas tan diversos como los impactos de la globalización y los tratados de libre comercio; las
mujeres microempresarias; o las movilizaciones sociales en la región, siempre cruzando la
perspectiva de género en el análisis.
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Elaboración del trabajo monográfico
1
6
5
Cono Sur
Área Andina
México y América Central
Otros
10
Total: 22
CONCLUSIONES Y LECCIONES APRENDIDAS
La realización del seminario virtual permitió la participación de un gran número de personas
de una vasta región geográfica con un ahorro impresionante de recursos económicos y
tiempo. No obstante ello, no todas las personas que podrían estar interesadas pudieron
seguir la propuesta dado que, por un lado, el acceso a Internet no está aún generalizado en la
región; y por el otro, la capacitación a través de tecnologías informáticas no tiene una
adhesión automática en el movimiento de mujeres. Dado que el acceso y fluidez de uso
requiere un acompañamiento cercano sobre todo en las primeras etapas, se estableció una
mesa de ayuda informática vía e mail que resultó fundamental para evitar la frustración de
los/as participantes. Una vez superado el temor inicial, la capacitación virtual se transforma
en un potente mecanismo de inclusión, al permitir no sólo el trabajo conjunto entre mujeres
de diferentes puntos de la región (que posiblemente no podrían acceder de otra manera a
espacios de intercambio de este tipo), sino también a superar estereotipos de género en lo
que respecta al dominio de la tecnología.
En la capacitación virtual se hace necesaria una planificación metodológica rigurosa, pero
que al mismo tiempo se adapte a las necesidades de grupos heterogéneos y dispersos y
facilite su interacción. Por ello, se extremaron la claridad y consistencia visual de los textos e
instructivos y el seguimiento del cumplimiento de consignas y cronogramas; se dispuso de
un espacio de trabajo que se acomodara a los distintos horarios de las/os participantes; y se
promovió la presentación de trabajos en equipo. Al mismo tiempo, la entrega de ejercicios
permitió “tomar el pulso” al seminario y que las docentes y tutoras pudieran conocer la
respuesta y el interés de las/os participantes a la propuesta metodológica planteada,
realizando los ajustes necesarios durante la marcha de la actividad.
Por otra parte, queremos destacar el alto interés percibido sobre la temática. Si hubo un
tiempo escaso de difusión (menos de tres semanas) y la misma se realizó vía e mail a través
de distintas redes y de la página web y boletines de la RIGC-LA, sus repercusiones fueron
muy amplias, inclusive por fuera de los carriles habituales de las ONGs y redes feministas.
Esto demuestra que la difusión a través de redes es cada vez más efectiva en América Latina,
y que ésta tiene un elevado potencial de replicación. Al mismo tiempo, las intervenciones
durante el seminario pusieron en evidencia que una herramienta útil y disponible de manera
democrática, puede fortalecer lazos con organizaciones y redes que parecían competitivas en
términos de temática y búsqueda de fondos y demuestra que es posible coordinar y
compatibilizar esfuerzos.
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Finalmente, es importante mencionar que el Seminario Virtual, si bien se trató de un espacio
temporal para el encuentro e intercambio de diversos actores de la sociedad civil, tuvo
repercusiones no sólo para los objetivos de capacitación de la RIGC-LA, sino también para el
movimiento alrededor de las temáticas de género y comercio. Fue tan alto el interés y
entusiasmo demostrado, que seguimos recibiendo demandas de personas para incorporarse
en futuras acciones. En este sentido, el intercambio virtual es un instrumento útil y valioso
para la construcción de redes de intercambio y cooperación y el fortalecimiento del
movimiento de mujeres, por lo que creemos necesario replicar espacios virtuales de
formación e intercambio en estas temáticas. Ello nos permitiría aprovechar el potencial de
sostenibilidad logrado en términos de recursos tecnológicos instalados tales como el sitio de
Internet, y la experiencia del equipo de trabajo adquirida a través de este seminario virtual.
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MÓDULO I
El comercio internacional desde la perspectiva de la equidad
género
Docente a cargo: Alma Espino
Temario
Importancia, expansión y características del comercio en la globalización.
El género en la economía: macroeconomía y políticas comerciales.
Proteccionismo, apertura e integración económica regional.
Los impactos de la liberalización comercial en los 90: una visión sobre los mercados de
trabajo. La experiencia en América Latina.
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Comercio internacional y equidad de género. Alternativas de libre
comercio e integración regional.
Impactos sobre el mercado de trabajo en América Latina.
Alma Espino y Paola Azar2
Indice
1. PRESENTACIÓN
2. INTRODUCCIÓN
3. EL COMERCIO INTERNACIONAL
4. LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN ECONÓMICA REGIONAL Y LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS
5. LOS IMPACTOS DE GÉNERO DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES Y EL COMERCIO INTERNACIONAL
COMENTARIOS FINALES
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
2
Ärea de investigación. Red Internacional de Género y Comercio. Punto Focal Uruguay.
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1. PRESENTACIÓN
El presente documento tiene como propósito servir de base al primer módulo del Seminario
de Capacitación Virtual sobre Género y Comercio del Capítulo Latinoamericano de la Red de
Género y Comercio.
Los aspectos conceptuales y la información que se han reunido en este material proponen
una mirada alternativa a la situación actual del comercio internacional y las políticas
comerciales en aplicación, que desde una perspectiva de género, apuesta a rescatar su
potencialidad como vehículo para el desarrollo con equidad.
2. INTRODUCCIÓN
En la era de la globalización, el cambio tecnológico y de las comunicaciones ha permitido que
las fases de los procesos productivos y comerciales se ubiquen en diversos lugares
geográficos y ha facilitado nuevas formas de organización flexible del trabajo.
Conjuntamente a la privatización de sectores y empresas y la desregulación en distintos
ámbitos, las políticas económicas han promovido la liberalización, modificando las normas a
que estaban sujetas las relaciones comerciales y financieras internacionales. Así aparecen
nuevos acuerdos comerciales, se interconectan los mercados financieros, los flujos de capital
se mueven con toda libertad, y se amplía sustancialmente la economía de mercado.
En consecuencia, las economías experimentan cambios en la importancia relativa de sus
actividades de producción, que influyen en la dinámica de los mercados laborales: aumenta
el empleo pero también se verifican altas tasas de desempleo y se acelera el deterioro de la
calidad de los puestos de trabajo en algunos sectores. Paralelamente, el perfil de la clase
trabajadora se modifica debido a la incorporación masiva de las mujeres al trabajo
remunerado.
¿Cuáles son los resultados de estos cambios? ¿A quiénes han favorecido? Hoy, comienza a
percibirse, cada vez con más fuerza, que la tan recomendada apertura de las economías a las
fuerzas de mercado y a la competencia externa no contribuyó a mejorar el bienestar de
nuestros países.
Para comprender por qué se impulsan ciertas políticas y por qué los resultados obtenidos
difieren de los esperados, el análisis debe tener en cuenta las relaciones de poder entre
países, y al interior de cada uno, las relaciones entre hombres y mujeres, entre clases y
grupos sociales. El enfoque adoptado en este trabajo, apunta a la necesidad de incorporar la
perspectiva de género en las políticas y negociaciones comerciales, como paso hacia una
mayor democratización de la ciudadanía y a la equidad.
El contenido del documento se organiza de la siguiente forma: en primer lugar, se
desarrollan las características e importancia que ha ido adquiriendo el comercio
internacional en las últimas décadas y se trata de discutir su vínculo con el crecimiento
económico, a partir de una visión crítica de las políticas comerciales aplicadas, incluyendo la
descripción y valoración de los procesos de integración económica regional. En segundo
lugar, planteamos la relación entre políticas económicas y comerciales y género, con especial
énfasis en sus impactos sobre el mercado de trabajo en países de la región. Finalmente,
realizamos un comentario que rescata el objetivo de la investigación y formación en estos
temas, como sustento de la acción política.
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3. EL COMERCIO INTERNACIONAL
La globalización de finales del siglo XX se ha expresado en una integración sin precedentes
de los fenómenos económicos, políticos y sociales a escala mundial. Una de sus
manifestaciones más características ha sido el extraordinario crecimiento verificado en el
comercio internacional. Desde 1950, su volumen ha crecido 12 veces: el doble de lo que ha
aumentado la producción mundial. En 1978, solamente 35% de la población vivía en países
fuertemente vinculados al mercado mundial. Para el año 2000, esa cifra se habría ubicado en
90%.
Tradicionalmente, la mayor parte del comercio Norte-Sur ha consistido en el intercambio de
bienes manufacturados por materias primas o alimentos, relación bajo la que se configuró
llamada división internacional del trabajo. El patrón de comercio emergente en las últimas
décadas es uno nuevo, en el que los países se especializan en diferentes tipos de
manufacturas y servicios. El comercio intra-industrial, en que se intercambian (productos
intermedios, partes y accesorios) producidos en países distintos, para su procesamiento y
posterior exportación e incluso el comercio intra-firma –empresas transnacionales- ha
tendido a predominar en el comercio de manufacturas. Ello ha significado un cambio
respecto al clásico intercambio inter-industrial, es decir entre industrias o sectores.
Al mismo tiempo, en los últimos veinte años el comercio internacional de servicios creció a
una tasa superior al de bienes. Este comercio incluye a los servicios financieros y servicios a
las empresas, como transportes, almacenamiento y comunicaciones; abarca también al
turismo y los viajes, las consultorías, publicidad y marketing, asistencia legal y contable,
tecnologías de información y conocimientos, ingeniería y control de calidad, entre otros.
En 2001, el valor estimado de las exportaciones de servicios fue de 1.5 billones, cerca de 20%
del total del comercio de bienes y servicios. (CEPAL, 2002)
Las empresas o corporaciones trasnacionales han sido los principales agentes y beneficiarios
de la nueva dinámica del comercio internacional: el 40% del comercio mundial está
controlado por 350 de estas empresas. Manejan, por lo tanto, un tercio de la riqueza privada
del mundo. Según la UNCTAD3, más de dos tercios del comercio mundial involucra al
menos a una corporación transnacional. Más aún, se estima que el 70% de ese comercio se
produce entre filiales y subsidiarias de estas empresas.
Participar en estas corrientes de intercambio y posicionarse en ellas se fue transformando
gradualmente en una de las preocupaciones centrales de los países. Desde principios de los
años ochenta, el aumento del comercio y la promoción del flujo de capitales se convirtieron
en los principales objetivos de las políticas macroeconómicas. A ello contribuyeron también
las directivas de los organismos financieros internacionales y de foros como la Organización
Mundial del Comercio (OMC), desde 1994.
La llamada apertura comercial, apertura de las fronteras nacionales al comercio
internacional, procura eliminar todo tipo de restricciones (arancelarias y no arancelarias) a la
entrada de bienes y servicios extranjeros. La liberalización financiera o libre circulación de
los capitales (inversiones directas e indirectas) implica la posibilidad de trasladar dinero y
otros activos financieros a través de fronteras, sin costos importantes y sin trabas de ningún
tipo. Ésta constituyó un soporte fundamental a la expansión del comercio en la medida que
las inversiones directas propiciaron el desarrollo de industrias de exportación.
3
United Nations Conference on Trade and Development.
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Las políticas de apertura comercial buscaron fortalecer las actividades productivas con
capacidad de competir en el exterior -por presentar grados de eficiencia mayores o similares
al resto del mundo-, y desarticular las producciones relativamente más ineficientes o menos
competitivas, que deberían pasar a abastecerse vía importaciones. Entre otras ventajas, estas
políticas comerciales contribuirían a generar un ambiente competitivo, conduciendo también
por este medio a una mayor eficiencia en la asignación de recursos.
El logro de una nueva inserción internacional sobre estas bases apareció como una
alternativa para superar las dificultades de crecimiento económico y alcanzar mayores niveles
de bienestar, por permitir superar las situaciones de pobreza y de desigualdad.
En América Latina, los fracasos de la industrialización sustitutiva de importaciones (ISI)
implementado tras la Segunda Guerra Mundial, infundió en los noventa la convicción de que
el centro de las estrategias de desarrollo residía en la mayor apertura a las fuerzas de
mercado internacional y a la competencia.
En América Latina, el modelo de desarrollo basado en la industrialización con
elevada protección, imperante hasta la década de los 60, y que desde los 70 está en
transformación, permitió algunos avances en lo relativo al crecimiento con
generación de empleo productivo pero fue ineficaz en el largo plazo para asegurar
el crecimiento del producto sostenible en el tiempo, reducir la volatilidad y la
vulnerabilidad externa. Los casos de Uruguay y Argentina son ejemplos claros de
este fracaso. El caso de Brasil, fue diferente y el modelo sustitutivo fue más exitoso,
prolongándose hasta fines de los 80 y principios de los 90. Ello permitió avances
significativos en los objetivos de crecimiento del producto sostenible y del empleo.
Sin embargo, el agotamiento de ese patrón de crecimiento para los tres países tiene
su expresión común en la reiteración de crisis de balanza de pagos causadas
principalmente por la escasa competitividad que alcanzaron los sectores industriales
que fueron el motor del crecimiento orientado hacia dentro de cada país en el
período anterior. El moderado crecimiento de las exportaciones primarias con
relación a las crecientes demandas de importaciones asociadas a los efectos del
proceso industrializador, y las limitaciones de los diversos mecanismos
implementados para promover exportaciones industriales a efectos de aumentar la
competitividad global de la industria (aún tomando en cuenta los impresionantes
saldos comerciales manufactureros de Brasil en los 80), llevaron a reorientar la
política de desarrollo hacia un modelo más abierto. (Bittencourt, 2003)
La experiencia de los últimos años ha mostrado que la liberalización financiera y la
expansión comercial no necesariamente han contribuido al crecimiento de las economías; en
algunos casos no sólo tendieron a reproducir el status quo sino que introdujeron nuevas
formas de desigualdad. El Informe de Comercio y Desarrollo de 1999 de la UNCTAD
muestra que la manera en que se procesó la liberalización comercial llevó a déficits
comerciales en el Sur, a medida que las exportaciones se estancaban o no acompañaban el
ritmo de crecimiento de las importaciones. De tal forma, el dé ficit comercial promedio del
Sur es 3% más alto que en los años 70 y la tasa de crecimiento económico en promedio bajó
2%.
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El comportamiento general de las economías de América Latina no ha dado los resultados
esperados, al menos en términos del bienestar de la población. En 1980, 120 millones de
personas (el 41% de la población de América Latina y del Caribe) vivían con un ingreso inferior
al valor del índice de pobreza. Al final de 1999 cerca de 220 millones de personas están en esa
situación (45% de la población)
(CEPAL, 2001)
En síntesis, además de no haber asegurado el crecimiento sostenido, la apertura comercial no
produjo automáticamente bienestar. Siguiendo a Sen “la apertura comercial puede producir
y re-producir la inequidad, las disparidades sociales y la pobreza, al tiempo que amplía la
riqueza (Sen, 1996). Algunos argumentos pueden contribuir a comprender el por qué de
estos resultados:
Las decisiones que se toman respecto al comercio, no sólo impactan en la operatoria de
las economías nacionales a nivel global, sino que tienen efectos a escala local.
El comercio influye sobre las demás actividades económicas de los países y tiene resultados
sobre el desempeño de hombres y mujeres en el mercado laboral, en las pequeñas y grandes
empresas, en los hogares, en las familias, en el sector gubernamental.
El comercio internacional, tiene consecuencias sobre la vida de niños, mujeres y hombres,
porque puede crear nuevas oportunidades para realizar negocios, para crear empleo, para
que las economías crezcan y para que aumenten sus niveles de ingreso; puede estimular el
desarrollo de algunas producciones y desalentar el de otras, también, dependiendo de cómo
se posicionen los países para comerciar, puede conducir al aumento de la pobreza, de las
desigualdades sociales, a la pérdida de calidad en el empleo (Williams, 1999).
Dicho en otras palabras, cuando cambian las relaciones comerciales, los países comienzan a
producir, vender y comprar bienes diferentes, lo cual altera las condiciones precedentes de
producción, de acceso a mercados, de empleo e ingreso de sus economías, y las decisiones de
los actores económicos. Los consumidores acceden a nuevos productos y las importaciones
relativamente más baratas frente a la producción local pueden implicar un doble beneficio:
diversifican el contenido de sus compras y aumentan el poder adquisitivo de sus ingresos. A
su vez, el nuevo intercambio genera oportunidades de empleo para algunos trabajadores,
aunque también desocupación para quienes pierden sus puestos al desaparecer algunas
industrias. Por su parte, los productores locales encuentran que su mercado comienza a estar
afectado por la disponibilidad de bienes importados. Para algunos, la nueva situación
entraña un beneficio porque pueden aprovechar el uso de insumos extranjeros más baratos;
para otros, se trata de un duro obstáculo que puede llevarlos a retirarse del mercado, si no
pueden competir con los productos del exterior.
Las reglas del comercio internacional bajo el supuesto de la conveniencia de la
liberalización comercial y el predominio del mercado, se basan cada vez más en la
existencia de un supuesto equilibrio de fuerzas, que ignora las asimetrías en el tamaño
de las economías y en su nivel de desarrollo.
Ni el control, ni los frutos de la creciente liberalización comercial se encuentran
equitativamente distribuidos entre países.
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El 86% de la producción mundial está concentrada en el 20% de los países más ricos del
mundo, que forman parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico). Mientras, el 20% de los países más pobres apenas controla un 1%. Los países
ricos representan al 19% de la población mundial y controlan más del 70% del comercio.
En el seno de la OMC, foro internacional donde se acuerdan las reglas que rigen el sistema
multilateral de comercio a nivel mundial, los países en desarrollo contraen iguales derechos
y obligaciones que los países ricos. Sin embargo, están expuestos a los obstáculos derivados
de las dificultades de acceso a los recursos y al control de los procesos y mecanismos de toma
de decisión, tanto al interior de la organización como en sus propias economías.
Por otra parte, en el marco de la OMC han tenido lugar modificaciones en el contenido de los
acuerdos y en las reglas de comercio que ya no involucran solamente al comercio de
mercancías, sino el de servicios así como otro tipo de transacciones vinculadas al comercio
tales como las inversiones, los derechos de propiedad intelectual o las compras del sector
público. Esto supone nuevos desafíos y dificultades para los países en desarrollo derivados
de las asimetrías verificadas en esos temas.
Los países pueden controlar la velocidad con que liberalizan sus importaciones, pero no
pueden determinar la velocidad de crecimiento de sus exportaciones.
Si la liberalización comercial generalizada resulta simplemente en un crecimiento de las
importaciones, aumenta el déficit comercial y se ejerce una presión sobre la balanza de
pagos. Esto incrementará la deuda externa, reforzando las restricciones al crecimiento, con lo
que desaparecen las ventajas de un proceso rápido de liberalización en ambos sentidos.
Para que las exportaciones se amplíen debe procurarse desarrollar la capacidad exportadora
de las empresas locales, a través de la capacitación de su capital humano, y la introducción y
adaptación de tecnología. El desarrollo de las exportaciones puede beneficiarse del
abaratamiento del precio de las importaciones de insumos para la producción local, pero
también depende de factores internos como la disponibilidad de infraestructura, de recursos
humanos, de la capacidad empresarial; y externos, como los precios internacionales y del
acceso a nuevos mercados.
El principal argumento para la liberalización comercial, su potencial para promover el
crecimiento y como consecuencia, el desarrollo económico, en la práctica no se ha verificado de
manera universal4. Posiciones que enfatizan la crítica importancia del crecimiento económico
para la reducción sostenida de la pobreza, también consideran que es crítica la naturaleza de
ese crecimiento, que para que sea beneficioso desde el punto de vista del desarrollo deber ser
socialmente equitativo, con una proyección al alivio de la pobreza, y ambientalmente
sostenible.
Rodrik (2000) señala que un régimen de comercio internacional aliado al desarrollo más que
habilitar el acceso de los países más pobres al mercado de los países desarrollados, debería
permitir que los países pobres experimenten con arreglos institucionales e identifiquen
4
Entre aquellos que encuentran que la apertura comercial genera mayor crecimiento económico,
pueden verse Dollar, David, and Aart Kraay, (2002), Sachs y Warner (1995); la posición contraria se
refleja en el trabajo de Rodríguez y Rodrik (2001), que cuestiona fundamentalmente aspectos
metodológicos de los trabajos anteriores.
17
soluciones propias a los “cuellos de botella” para el desarrollo. Insiste en que las reformas
institucionales más que guiarse por la premisa de qué necesitan los países pobres para crecer,
tendrían que orientarse a responder qué necesitan los países para lograr un crecimiento con
equidad y autosustentable.
Desde una visión alternativa a las posibilidades que abre la expansión del comercio y al
perfil de las políticas comerciales, que aseguren el crecimiento al tiempo que preserven los
recursos ambientales y promuevan la equidad social, sus objetivos deberían contemplar el
logro de crecimiento económico sostenible en el tiempo, es decir que permita reducir la
volatilidad y la vulnerabilidad externa, y se traduzca en la expansión del producto por
habitante (PBI per cápita); el crecimiento con generación de empleo productivo y reducción de la
proporción de empleos informales y precarios y del subempleo en el total de la fuerza de
trabajo; crecimiento orientado a mejorar la capacidad de incorporar conocimientos y tecnología a la
estructura productiva, tanto en los productos como en los procesos productivos. (Bittencourt,
2003).
Las políticas de incentivos y subsidios, las cargas tributarias, las tasas de interés, las compras
públicas, las normas de competencia; las políticas tecnológicas y de formación de recursos
humanos, constituyen un conjunto de factores dinámicos que explican en gran medida por
qué comerciar con ciertas economías es ventajoso, y con otras no. Este conjunto de
condiciones que conforma el triángulo empresas- tecnología- gobierno, tiene fuertes
impactos sobre los costos de producción y la capacidad competitiva de las firmas,
determinando su capacidad para crear las llamadas ventajas competitivas.
Los objetivos económicos del comercio deben compatibilizarse con otros relacionados con el
orden político. El diseño de las estrategias comerciales debe contemplar el estímulo a los
factores que alienten la democratización de las sociedades, la defensa de su soberanía y la
autodeterminación.
Los Gobiernos disponen de un amplio conjunto de medidas para influir en la actividad
comercial de sus países. Las opciones extremas se encuentran entre el proteccionismo total
que implica la utilización de disposiciones que reducen al mínimo la penetración de
productos extranjeros al mercado local y la liberalización, que en su versión más radical
persigue eliminar todo tipo de restricción al comercio internacional y con ello, todas las
medidas de protección a la producción nacional. Si bien el sector privado tiene un rol
importante en la asignación de recursos, el papel del Gobierno también es positivo y la
cooperación entre ambos actores es central para descifrar las señales de mercado y
amortiguar los impactos de las mismas sobre los sectores más débiles de la sociedad y así
promover el bienestar general.
Los Estados tienen a su disposición una serie de instrumentos de política comercial para
incidir sobre la estructura productiva local, defender a producción local de las
importaciones, o incentivarla de modo de promover las exportaciones. Que decidan
utilizarlos o no, depende de la teoría que inspire sus estrategias de política económica, del
poder de los distintos grupos económicos y sociales y su importancia.
En líneas generales, estos instrumentos se dividen entre mecanismos que se aplican en la
frontera, regulaciones internas, y herramientas específicas.
18
LAS POLÍTICAS PROTECCIONISTAS
Entre los mecanismos que se aplican en la frontera están las barreras arancelarias y
para-arancelarias; los subsidios directos e indirectos; los llamados estándares
técnicos, que consisten en disposiciones sanitarias, fitosanitarias, sobre envases y
marcas, sobre protección del medio ambiente, sobre registros, entre otras.
La política cambiaria también constituye un instrumento de protección o
liberalización. Los sistemas de tipos de cambio múltiples es decir el establecimiento
de diferentes cotizaciones del valor de la divisa extranjera en el mercado interno,
tienen el objetivo de estimular o inhibir el comercio. En términos muy sencillos,
tomando el caso más simple del dólar (divisa de uso más extendido en nuestros
días) se fijaría un tipo de cambio (o precio de la divisa en moneda nacional) más alto
para quienes exportan. Ello tendría un doble beneficio: los exportadores obtendrían
más unidades monetarias nacionales por dólar mientras, que los precios de esos
productos resultan más competitivos en el exterior. Al tiempo, se establecería un
tipo cambio menor (menos pesos por dólar) para quienes importan, de manera que
en moneda nacional las importaciones resultan más cara para los consumidores
internos.
También existen normas para evitar que prácticas como las anteriores impidan
sistemáticamente la comercialización de bienes importados5.
4. LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN ECONÓMICA REGIONAL Y LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS
Las políticas económicas aplicadas en la década de los 90 en América Latina fueron
inducidas, en buena medida, por los organismos financieros multilaterales. El llamado
Consenso de Washington (1989), en el que participaron el Banco Mundial (BM), el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el gobierno de
los Estados Unidos de América (EUA) dio lugar a las políticas de ajuste estructural
recomendadas para la región. Estas se caracterizaron por promover la disciplina fiscal, la
reorientación del gasto público, la reforma tributaria; la liberalización financiera, los tipos de
cambio unificados y competitivos; la privatización de las empresas públicas; la desregulación
y protección a los derechos de propiedad; la apertura comercial y financiera y la
flexibilización del mercado de trabajo.
Sin embargo, al tiempo que las economías buscaban insertarse al mundo de la globalización
desregulando y liberalizando sus actividades internas y sus relaciones con el resto del
mundo, comenzaron a realizar compromisos que implicaron la definición y ejecución de
estrategias comunes con los socios. Estos mecanismos de coordinación constituyen el
fundamento de los acuerdos de integración regional. En el marco de las tendencias hacia la
liberalización comercial, los procesos de integración regional han surgido como una
"respuesta" ante la "globalización".
La integración entre economías con niveles similares de desarrollo es ventajosa porque
propicia un entorno dinámico de aprendizaje tecnológico; conduce a una mayor
competitividad internacional; permite concretar un mejor acceso a mercados y habilita la
constitución de un patrón de especialización productiva más diversificado y balanceado.
5
Trato nacional, Cláusula de Nación Más favorecida, Salvaguardias, Derechos compensatorios,
Medidas antidumping.
19
La integración regional puede constituir una herramienta estratégica para que los
países menos desarrollados logren superar diversos obstáculos y generen nuevas
oportunidades de progreso por diferentes razones:
incrementa el tamaño del mercado, facilitando mayores especializaciones y
desarrollo industrial gracias a las economías de escala (al aumentar la escala de
producción se incrementa la eficiencia y se reducen los costos);
mejora las fuerzas competitivas si se amplía el mercado, garantizando el
acceso recíproco e intensificando los flujos específicos de información. Todo
ello podría inducir nueva inversión nacional y permitir mejores condiciones
para atraer inversión extranjera.
acelera la participación de nuevos exportadores de bienes manufacturados y
da lugar al acceso de nuevos importadores que permiten diversificar y
abaratar el consumo local debido al acceso al mercado subregional y al trato
preferencial así como a la explotación de la familiaridad con los vecinos
refuerza la capacidad de negociación con terceros (países, bloques o
empresas) porque es una señal de compromiso frente a los diferentes agentes
económicos, ya que la coordinación entre las autoridades de los países
miembro asegura la existencia de reformas y normativas que si se llevaran
adelante en forma individual, podrían ser fácilmente reversibles.
La puesta en marcha de los acuerdos comerciales regionales ha dado lugar a
desplazamientos de actividades y a modificaciones en la cantidad de puestos de trabajo y
por lo tanto, a desequilibrios en el mercado laboral, ya sea por cambios en el nivel de la
demanda de trabajo o en las características de la misma (calificación, habilidades y
competencias), y a desajustes según regiones geográficas y segmentos de la población
trabajadora.
La magnitud de los esfuerzos de apertura que han venido haciendo las economías de la
región desde mediados de los ochenta, ha llevado la participación de sus exportaciones en el
producto desde un 12% —a inicios de los años noventa— a más de un 20% en los últimos
años (CEPAL, 2004). Esta tarea se desarrolló en primera instancia por la vía de la
liberalización unilateral y luego por medio de una proliferación de acuerdos bilaterales e
intrarregionales, inicialmente al amparo de la ALADI, los Acuerdos de Complementación
Económica (ACE).
MODALIDADES DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL
Zona de Comercio Preferencial. Se establece cuando se concede un tratamiento
arancelario preferencial a las importaciones provenientes de los países miembro del
acuerdo. La rebaja arancelaria puede afectar a todos los productos, pero no se
pretende alcanzar un arancel cero, o sea la eliminación total de los impuestos al
comercio con los socios. Tampoco se adoptan compromisos para eliminar barreras
no arancelarias (como cuotas, permisos, normas técnicas y sanitarias) y cada país
mantiene su independencia para fijar aranceles con terceros países.
Zona de Libre Comercio. En esta modalidad se pacta la eliminación de todas las
barreras para el comercio recíproco, lo que implica suprimir las tarifas aduaneras y
las barreras no arancelarias. De todos modos, los países son independientes para
20
establecer una política comercial propia frente a terceros países. El TLCAN entre
Canadá, México y Estados Unidos, es un ejemplo de este tipo de asociación.
Unión Aduanera. En este caso, el acuerdo le agrega a lo estipulado para una Zona
de Libre Comercio, la adopción de un Arancel Externo Común (AEC) para las
importaciones provenientes de terceros países. Con el AEC se acuerda que todos los
países cobren el mismo impuesto a cada producto que compren a economías que no
pertenecen al bloque. Con este mecanismo, en términos de tributos, para quien
importa es indiferente por cuál de los países ingresará a la zona. Además, se
establece una política comercial y una estrategia de negociación común respecto al
resto del mundo. El acuerdo de integración comercial más importante de
Sudamérica: el MERCOSUR, actualmente se encuentra transitando esta etapa,
conformando más precisamente una Unión Aduanera Incompleta, ya que existe una
lista de bienes que aún no se han sometido al régimen del AEC.
Mercado Común. A los compromisos que cubre una Unión Aduanera, este nivel de
integración suma la libre circulación de factores de producción (capital y trabajo),
que pueden desplazarse sin ningún tipo de traba desde y hacia cualquier zona del
bloque. La libre movilidad alude específicamente a la posibilidad de que los
trabajadores ejerzan actividad en cualquiera de los países socios, contando con los
mismos derechos y obligaciones en toda la región. Para la instalación de empresas
también deben regir normas homogéneas. El MERCOSUR aspira a concretar este
nivel de integración, cuando todos los acuerdos que lo constituyen entren en plena
vigencia.
Unión Económica. Este nivel de integración corresponde al pacto en que la meta
consiste en alcanzar un Mercado Común y además una unificación de las políticas
monetarias, fiscales y sociales y económicas. Se considera que es la fase superior de
un proceso de integración, donde los países deciden adoptar una moneda común
bajo el control de un Banco Central único. Actualmente, los países que comprendían
la Comunidad Económica Europea se encuentran atravesando la etapa final hacia la
consolidación de una verdadera Unión Económica a nivel de todos los países
miembro del acuerdo: la UNIÓN ECONÓMICA EUROPEA
El comercio internacional, igual que otros fenómenos de naturaleza económica afecta las
normas de comportamiento de los individuos, produce resultados sociales y no solo
materiales, e influye en la distribución de los costos y beneficios en las sociedades. Si
buscando aumentar la producción, la disponibilidad de bienes y servicios, no se identifican
los impactos sociales de las acciones económicas, el crecimiento material de la producción
también puede contribuir a ampliar las disparidades y a excluir sistemáticamente de sus
beneficios a muchas personas. Además de preguntarse por el impacto social del comercio y
el acceso al mercado es preciso mirar al contenido social, es decir las relaciones sociales entre
y dentro de las naciones, y una de las relaciones de poder en la vida social es el género.
5. LOS IMPACTOS
INTERNACIONAL
DE
GÉNERO
DE
LAS
POLÍTICAS
COMERCIALES
Y
EL
COMERCIO
¿Por qué interesa abordar los impactos del comercio internacional desde una perspectiva de
género? El análisis de las políticas comerciales y del comercio internacional desde esta
perspectiva pretende indagar acerca de su contribución a la superación de las desigualdades
de género. La posibilidad de convertir las políticas comerciales en instrumentos para el
21
desarrollo supone que sus beneficios conduzcan a una distribución del ingreso más
equitativa, a más y mejores empleos, a salarios dignos, a la equidad social y de género.
Los fenómenos económicos y las decisiones de política económica producen resultados
sociales y materiales, e influyen en la distribución de los costos y beneficios en sociedades
permeadas por un sistema de relaciones de género basado en la desigualdad. Por ello, estos
fenómenos y decisiones impactan de modo diferente a hombres y mujeres.
La teoría económica asume entre sus supuestos fundamentales que los agentes buscan
maximizar su utilidad y placer (consumidores) y sus beneficios (empresas). El mercado es el
lugar donde de manera racional y autónoma estos agentes realizan las transacciones que les
permitan alcanzar el bienestar. Si las leyes de la oferta y la demanda actúan en un marco de
libre competencia, relevada de intervenciones y restricciones impuestas por los Estados, las
corporaciones, los sindicatos y cualquier otra institución, el óptimo económico estaría
asegurado. No obstante, los agentes económicos no son homogéneos, ni suelen comportarse
racionalmente, no conocen todos sus intereses, no disponen de toda la información posible,
no cuentan con las mismas capacidades ni oportunidades para hacer elecciones. La economía
la “hacen” personas con identidades, roles y comportamientos diferenciados y determinados
por la edad, el grupo socioeconómico al que pertenecen, su cultura, sus intereses políticos, su
etnia. Las responsabilidades, derechos y obligaciones que las sociedades han asignado a sus
miembros según su sexo ocupan un lugar central entre las condicionantes. Los enfoques que
miden el bienestar en términos de utilidad resultarían particularmente inadecuados para
analizar la desigualdad de género.
Las mujeres tienen un rol prevaleciente en la esfera de la reproducción social y el trabajo no
remunerado en el hogar y en la comunidad. Ello limita sus oportunidades de acceso al
trabajo remunerado y sus posibilidades para participar en los procesos de decisión, tanto en
la esfera pública como privada, restringiendo el desarrollo de sus capacidades y, en
consecuencia, ha condicionado la obtención de logros. En los hogares, la desigualdad de
género en la distribución de los recursos, en la toma de decisión y en la asignación de tareas
es más la regla que la excepción. En la esfera pública, las mujeres constituyen un grupo
subordinado a los hombres en la división de recursos (económicos, financieros, políticos,
educativos), de responsabilidades (posiciones jerárquicas), en términos de capacidad, poder
y privilegios (Guzmán, 2003).
El género es un principio organizador de la distribución del trabajo, la propiedad y otros
valiosos recursos sociales. Las desiguales relaciones de género están sostenidas y
legitimadas a través de ideas de diferencia e inequidad que expresan difundidas creencias y
valores acerca de la naturaleza de “lo femenino” y “lo masculino”.
(Kabeer, 2003)
Los impactos de las políticas de liberalización comercial por tanto admiten un análisis que
considere el género como un diferenciador de oportunidades y resultados. La literatura que
analiza los efectos de las políticas de liberalización comercial y del incremento del comercio
sobre la situación de las mujeres y las relaciones de género se focaliza de manera significativa
en el impacto del comercio sobre el mercado laboral, considerando tanto el empleo como las
remuneraciones. No obstante, también refieren a temas como la seguridad alimentaria o los
derechos de propiedad intelectual, el comercio de servicios y especialmente, el turismo.
El énfasis puesto los patrones de empleo y las remuneraciones se explica por varios factores:
las dificultades analíticas tanto desde el punto de vista teórico como relacionadas con la
disponibilidad de información estadística para abarcar otras áreas; el hecho de que los
22
efectos sobre el empleo y los ingresos estén ligados a la evolución de la pobreza y la equidad;
es el área en que mayores avances se han hecho para incorporar el concepto de género en
economía y por último, pero no menos importante, porque el propio desarrollo de la teoría
económica para explicar los efectos sociales de la liberalización comercial se ha centrado en
los efectos sobre las variables del mercado laboral (generación y pérdida de puestos de
trabajo, cambios en la composición del empleo y en las remuneraciones) en los países
desarrollados y en desarrollo.
Por su parte, las economistas feministas dado el potencial de la participación en el trabajo
remunerado para el empoderamiento de las mujeres (Elson 1999), han procurado comprender
por qué existe la discriminación y segregación de género6 en los mercados laborales y cómo
esos patrones pueden persistir y evolucionar a través de la industrialización y la
liberalización comercial. El aumento de la participación en le mercado laboral favorecida por
estas políticas entre otros factores, también se analiza con relación a sus impactos sobre la
economía reproductiva.
El empleo constituye el vínculo más importante entre el desarrollo económico y el desarrollo
social, siendo la principal fuente de ingreso de los hogares (genera 80% del total). En gran
medida, los efectos sociales de la mayor integración de los países a la economía global se
transmite a través de la organización y funcionamiento del mercado de trabajo, que determina
la cantidad y calidad de los empleos y las remuneraciones que obtienen las personas (CEPAL,
2002)
Las preguntas en torno a las modificaciones en el empleo femenino relacionadas con los
cambios en las políticas comerciales se vinculan en general con el aumento de la actividad
exportadora en los países con menores niveles de desarrollo. La hipótesis básica consiste en
que los puestos de trabajo femeninos en estos países aumentarán, ya sea por asimilarse al
trabajo de baja calificación, o por razones de segregación laboral. De hecho, buena parte de
las industrias exportadoras que se expandieron, empleaban principalmente mujeres o se
fueron creando como femeninas, por ejemplo, la industria maquiladora de productos
electrónicos.
El empleo femenino podría incrementar su participación en el sector exportador, como se ha
visto en algunos países, si las mujeres se emplean en empresas que requieren baja
calificación, con bajos salarios, realizan un uso poco intensivo del capital y son de tamaño
reducido. A ello se agrega la idea de que el cambio tecnológico podría producir una defeminización de la fuerza de trabajo.
Otros posibles efectos del comercio que se analizan se relacionan con las condiciones de
trabajo y la estructura de los mercados laborales. Carr et al. (2000) analizan el impacto de la
globalización sobre las relaciones laborales, enfatizando en las trabajadoras domiciliarias.
Concluyen que el trabajo a domicilio es una importante fuente de empleo en diferentes
6
La segregación de género consiste en la exclusión de las mujeres de ciertas ocupaciones y su
concentración en las de menor remuneración. Se distingue entre la segregación horizontal, que da
cuenta de la manera en que se distribuyen hombres y mujeres en diferentes ocupaciones, y la
segregación vertical, que se refiere a cómo se distribuyen, considerando las posiciones jerárquicas
ocupadas por cada uno de ellos. El mantenimiento de la segregación ocupacional tendría
implicaciones en la persistencia de las diferencias de ingresos por sexo, al tiempo que condiciona la
elección de puestos de trabajo de las mujeres y también las decisiones previas al mercado laboral,
tanto de participación como de inversión en educación.
23
partes del mundo, y que se hace necesario profundizar en el estudio de los impactos de la
globalización sobre las mujeres que trabajan en el mercado informal, ya que los estudios
sobre género y comercio están sesgados hacia el empleo formal.
En América Latina han cobrado relevancia en la década de los noventa, los procesos de
flexibilización laboral tendientes a liberalizar la normativa ocupacional, las formas de fijación
salarial y las relaciones laborales, como mecanismos para enfrentar las nuevas condiciones
de competencia7 y reducir las altas tasas de desempleo abierto. Ello ha dado lugar a que las
negociaciones laborales sean cada vez más descentralizadas y con menor intervención
estatal, a la tercerización de servicios a la producción y de etapas del proceso productivo, a
cambios en la estructura del personal, a la proliferación de contratos a plazo fijo, temporales
y eventuales (Espino 1999). Estas modificaciones tuvieron diversos impactos, entre ellos
cambios en el peso relativo de los sectores de la producción y en la distribución sectorial de
los trabajadores, no solamente entre ramas productivas sino también entre categorías
ocupacionales, y cambios en la calidad del empleo. Estos cambios pueden haber afectado de
manera diferente a hombres y mujeres. Cunningham (2001) pese a señalar que no cuenta con
un modelo teórico de referencia para su análisis empírico, considera los cambios en la
distribución sectorial del empleo entre trabajadores asalariados del sector formal e informal y
cuenta propia o autoempleo, entre hombres y mujeres para Argentina, Brasil y Costa Rica,
resultado de la apertura de la economía8. Encuentra que tanto en el empleo femenino como
masculino, el sector formal redujo su participación, mientras creció el peso del empleo
informal. A su vez, en los países analizados se registró un incremento de la participación
femenina en la fuerza de trabajo, pero al interior de cada sector los comportamientos por
países fueron diferentes. Sin embargo, argumenta que los niveles educativos son más
relevantes que el sexo para explicar los cambios en la distribución sectorial del empleo.
Tras la apertura comercial, se consolidaron dos patrones de especialización productiva en
América Latina: uno, concentrado en las materias primas y productos básicos industriales,
con uso intensivo de capital y de recursos naturales, corresponde a los países sudamericanos
y otro, orientado a las manufacturas con alto contenido de insumos importados (maquila)
que predomina en México y en algunas de las economías centroamericanas y del Caribe. Las
oportunidades de generación de empleo han dependido de esos patrones de especialización.
El crecimiento del empleo ha sido superior en los países del norte de la región (México y
América Central), donde además el empleo asalariado creció a mayor ritmo que el trabajo
independiente. En los países del sur del continente, la generación de empleo fue modesta y
se concentró en el trabajo por cuenta propia. La diferencia es notoria en el caso de la
demanda de trabajo en la manufactura, que se amplió en el norte y se redujo en los países del
sur (CEPAL, 2002).
Debido a las especificidades regionales en la inserción comercial, el significado y las
implicancias de la apertura comercial y la aplicación de una perspectiva de género al análisis,
es distinta en México y América Central, que en los países del Cono Sur9.
7
El aumento de la competitividad en base a estrategias productivas y/o empresariales adaptables a
las nuevas condiciones, dependería de cambios en las normas de regulación, orientados a reducir
costos laborales.
8
En Argentina se dio una rápida apertura de los mercados con la presencia de sectores fuertemente
sindicalizados, en Brasil se produjo una reestructura similar en mercados de trabajo más flexibles, y en
Costa Rica, los mercados de trabajo son flexibles y las reformas económicas fueron de menor
magnitud.
9
Los estudios de carácter académico sobre los impactos de género del comercio en la región
comenzaron a realizarse sobre finales de la década del noventa. Debe destacarse el trabajo de
24
El informe de UNIFEM (1999) evalúa los efectos del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) sobre el empleo y los salarios de las mujeres en México. Encuentra que
en los sectores que tienen un alto dinamismo exportador, como el de la fabricación de
prendas de vestir, las mujeres pudieron recuperar puestos de trabajos perdidos en años
previos, pero a costa de menores salarios. También se constata un desplazamiento del
empleo femenino en el sector, con lo que muchos puestos de trabajo pasan a ser ocupados
por hombres. Este proceso obedece, en parte, a la dinámica que imprimió el TLC para la
industria textil y del vestido, y también a que en otros sectores de la economía no se crearon
empleos suficientes. Las ocupaciones informales crecieron sustancialmente, y la cantidad de
mujeres que trabajan en la informalidad es más elevada que la de hombres. Las ocupaciones
femeninas en el sector textil se canalizan hacia micro-empresas (de menos de cinco
trabajadores), donde no hay condiciones contractuales que cubran seguros y otros costos.
Muchos de estos nuevos empleos constituyen un incremento en la ocupación, pero muchas
veces en condiciones laborales precarias.
El efecto del TLCAN sobre el empleo rural implicó un incremento de las jornadas de trabajo,
pero no mejoró las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras agrícolas. Creció la
proporción de mujeres jornaleras en los cultivos de exportación, con jornadas más largas,
porque trabajan más tiempo a destajo y porque tienen que realizar el trabajo doméstico. En la
industria maquiladora el empleo femenino creció en términos absolutos, en particular aquel
que se realiza fuera de la zona fronteriza, en unidades laborales más pequeñas y con
menores remuneraciones. Este sector de crecimiento dinámico muestra un importante
desplazamiento de la fuerza de trabajo femenina por la de los varones, que las ha llevado a
buscar otro tipo de empleos o a aceptar peores condiciones laborales y salariales para hacer
frente a la competencia masculina.
En los países caribeños, el impacto del TLCAN sobre el empleo femenino sería diferencial
por país: para Trinidad y Tobago sería beneficioso, para Barbados y Santa Lucía también, a
pesar de la discriminación en el acceso al empleo existente. Para Jamaica, dado que las
mujeres se emplean en sectores que enfrentan la competencia de México (agricultura y
vestimenta), el impacto sería perjudicial porque implicaría una pérdida de empleo. Se
plantea que existirán oportunidades para las mujeres por la creación de empleos en el sector
servicios (Whitehead, 2000).
Los países de América del Sur se han integrado, mayoritariamente, a redes horizontales de
comercio, con una participación muy importante de los productos originados en recursos
naturales, con bajo valor agregado, aunque presentan una mayor diversificación de sus
mercados de destino, señalada por un intenso comercio intrarregional.
Para los países del Cono Sur de América Latina la apertura comercial de los noventa tuvo un
carácter básicamente importador. Fruto de la competencia externa, la industria
manufacturera fue la más afectada por la pérdida de puestos de trabajo y los mayores
impactos negativos se concentraron en los sectores intensivos en trabajo femenino, como el
textil, confecciones y marroquinería. La disminución del empleo industrial para ambos sexos
tendió a ser compensada por el aumento del empleo en los servicios y en un grado
importante en los vinculados al comercio internacional (procesamiento de información,
servicios para empresas, financieros, etc). Sin embargo, a juzgar por las altas tasas de
desempleo en general, y las femeninas en particular, la creación de empleos en estas
actividades no fue suficiente.
organizaciones sociales de mujeres y feministas que han realizado una amplia producción en este
terreno, básicamente orientada a analizar tratados comerciales específicos y sus efectos, ya sean
observados o potenciales.
25
Por su parte, el crecimiento de las exportaciones no se basó en la expansión del empleo y
menos del femenino. Ello se debe al perfil de la producción orientada al mercado externo,
centrado en las actividades agropecuarias, con escaso proceso de transformación.
En estos países, el desempeño sectorial en el marco de la apertura no pareció determinar
cambios específicos en la utilización de la fuerza de trabajo masculina y femenina. Los
servicios con alto consumo de no residentes (por ejemplo, servicios financieros, turismo, etc,)
han nucleado la mayor proporción de la fuerza laboral de ambos sexos, reforzando una
tendencia previa a la propia apertura. Al mismo tiempo parece haberse dado una
polarización en la estructura ocupacional. Por una parte, hubo una generación relativamente
dinámica de puestos de trabajo de alto nivel de calificación; por otra, se registró una fuerte
expansión de las actividades informales. En general, ha existido un cierre gradual de la
brecha de género de las remuneraciones promedio (caso de Argentina, Brasil, Chile,
Colombia y Uruguay). Sin embargo, el ingreso promedio oculta algunos fenómenos que
actúan en sentidos opuestos: por un lado, existen diferencias en términos de duración de la
jornada- más breves en el caso de las mujeres; por otro, se ha verificado un gradual deterioro
del ingreso masculino, fruto del desempleo y la informalidad, que contribuiría a cerrar las
distancias (Espino, 2002).
Considerando que la situación de partida en el mercado de trabajo ya era relativamente
adversa a las mujeres, es posible destacar que la liberalización, pese a que ha sido
acompañada por la creciente participación laboral femenina, no ha tenido impactos
netamente beneficiosos en ninguna de las dimensiones consideradas: las pérdidas de empleo
en los sectores transables (exportadores y competitivos de importaciones) han afectado a
hombres y mujeres, éstas últimas han tendido a perder más espacio. La expansión del
empleo en las ramas de bienes y servicios transables no ha sido especialmente favorable a las
mujeres: ni en términos de calidad de los puestos de trabajo, ni de acceso a tareas de mejor
calificación respecto a los hombres.
COMENTARIOS FINALES
La toma de decisiones en el área comercial y la suscripción de acuerdos tienen fuertes efectos
sobre los habitantes de un país, porque impulsan serias transformaciones en su economía, al
tiempo que limitan el margen de maniobra de los gobiernos y debilitan el poder de las
instituciones para modificar leyes y políticas.
Desde una visión alternativa, la economía y sus reglas, incluidas las que hacen al
relacionamiento comercial y la integración entre los países, no son una maquinaria
impersonal, cuyas reglas deben entenderse y aceptarse. Las personas son parte de la
economía y de sus instituciones, pueden modificar sus reglas y orientaciones, y de ello
depende en gran medida su bienestar individual y social (Nelson, 2003).
En términos generales se ha afirmado que los impactos del comercio internacional sobre los
patrones de empleo han sido un proceso general de feminización de la fuerza de trabajo y
feminización de las condiciones (informalización, precariedad) para todos los trabajadores.
Mientras hay un reconocimiento general acerca de que el aumento de la participación
femenina en el empleo es paralela a la orientación exportadora, en los países industrializados
la tendencia fue la opuesta y la liberalización se acompañó por la de-feminización debido a
lo ocurrido en los sectores intensivos en mano de obra femenina, como por ejemplo en los
textiles y confecciones.
Los nuevos trabajos en el sector exportador tienen similares tasas de segregación de género y
algunas veces más, así como la informalización por ejemplo, a través de subcontratación de
26
trabajadores a domicilio. En estos casos los volúmenes exportados y el crecimiento del
producto se beneficia de los bajos salarios de las mujeres en sectores intensivos en fuerza de
trabajo femenina.
Desde el punto de vista metodológico, es necesario resaltar que una de las principales
dificultades para evaluar los impactos de la liberalización comercial es la posibilidad de
diferenciar los efectos propiamente dichos de la liberalización comercial de aquellos que
corresponden a otros procesos de reformas estructurales que suelen darse conjuntamente.
Por otro lado, análisis rigurosos con una perspectiva de género se hallan limitados por la
falta de información. Las fuentes tradicionales (encuestas de hogares, encuestas de gastos e
ingresos) no incorporan la información necesaria, ya que han sido concebidas con otra
finalidad, e incluso en muchos casos no se adaptan a las realidades existentes (por ejemplo,
la informalidad de los mercados laborales). Un posible camino sería intentar recoger la
información necesaria con los instrumentos existentes; por ejemplo, recabar información más
desagregada en las encuestas de gastos, que permita analizar las diferencias al interior de los
hogares. Pero la mejor alternativa sin duda, sería el diseño de nuevas fuentes de información
con el objetivo específico de generar información rigurosa sobre la situación de género (por
ejemplo estadísticas sobre el uso del tiempo de hombres y mujeres) y facilitar así el
desarrollo de estudios detallados.
Los resultados de los estudios realizados no permiten concluir si el efecto final del comercio
o la liberalización es “bueno” o “malo” para las mujeres como un todo, en términos
absolutos o relativos a lo hombres; los efectos son diferentes entre mujeres de distintas clases
sociales y entre las mujeres y hombres de diferentes sectores de la economía: varían de
acuerdo al tipo de economía y pueden mostrar tendencias contradictorios respecto a la
equidad de género. Nuevos esfuerzos de investigación podrían contribuir a responder cuáles
son las estrategias de inserción internacional más favorables a la equidad de género y cómo
pueden las políticas económicas y comerciales contribuir a la equidad de género y a combatir
la pobreza y en general, orientarse al desarrollo humano.
Conocer mejor los determinantes de las políticas, sus bases teóricas, sus efectos económicos y
sociales mejoran los procesos de incidencia en la toma de decisiones. De ello puede depender
que las políticas comerciales sean funcionales a los objetivos del bienestar, a la mejora de la
distribución del ingreso, la reducción de la pobreza y la equidad de género. En el caso de las
mujeres aunque no solamente, las mejoras en el bienestar y el desarrollo humano suponen la
posibilidad de definir una agenda propia identificando intereses propios. Los impactos del
comercio si alientan un desempeño económico que mejore las oportunidades educativas y
laborales femeninas y su capacidad de generar ingresos, pueden contribuir al más pleno
ejercicio de sus derechos, a fortalecer su poder de negociación y mejorar las relaciones de
género.
27
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
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pero una aproximación a los temas la encuentran en: "El Comercio Internacional: ¿Una
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28
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web pero si hay disponible una revisión hecha por la autora: Book Review of “Gender
Mainstreaming in the Multilateral Trading System: A Handbook for Policymakers and Other
Stakeholders,” by Dr. Mariama Williams. www.igtn.org.
29
GLOSARIO
Acceso a mercados: Principio por el que se prohibe cualquier límite cuantitativo a la entrada de bienes
y servicios o a su provisión, incluso si la regulación se aplica sobre los agentes locales y extranjeros (es
decir, no existe discriminación).
Ajuste estructural (o políticas de): Políticas incluidas en los programas de ajuste promovidos, entre
otros, por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en que se resalta el saneamiento de las finanzas
públicas, el control de la inflación, la privatización de empresas del sector público, mayores
oportunidades para la inversión extranjera y la apertura comercial, como base para la superación de
los problemas que afectan a las economías menos desarrolladas. Se argumenta que el compromiso con
la liberalización de los mercados y la disminución de la intervención del Estado son factores centrales
para permitir que las economías recuperen su capacidad de crecimiento.
Arancel (barreras arancelarias): Impuesto a las importaciones, que puede ser un porcentaje del valor
del bien o una tarifa fija.
Cambio tecnológico: Cambio del proceso de producción o introducción de nuevos productos que
permiten obtener un nivel de producción mayor o mejor con la misma combinación de factores.
Competitividad: En el ámbito de una economía, se refiere a la capacidad de incrementar (o al menos
sostener) la participación en los mercados internacionales, con un alza simultánea en el nivel de vida
de la población. Desde el punto de vista de las empresas, se logra cuando se consigue sostener los
patrones de eficiencia vigentes en el resto del mundo en cuanto a utilización de recursos y calidad del
producto o servicios ofrecido a un precio igual o menor al internacional.
Crecimiento económico: Se refiere al incremento de los bienes y servicios ofrecidos al mercado, de un
período a otro.
Desarrollo (sustentable): Proceso por el que es posible dar satisfacción a las necesidades del presente
sin comprometer la posibilidad de futuras generaciones para dar satisfacción a sus propias
necesidades. Se alude no solo a necesidades económicas, sino a todas las que posibilitan a los
individuos ampliar su capacidad humana en forma plena y dar a esa capacidad el mejor uso en todos
los terrenos, ya sea el económico, el cultural o el político.
Eficiencia: uso óptimo de recursos escasos.
Empoderamiento (de las mujeres): Alude al fortalecimiento de la posición social, económica y política
de las mujeres. Su objetivo es reducir o eliminar las relaciones de poder entre los sexos. El término
poder se utiliza en el sentido de poder para (por ejemplo, para el reconocimiento de las propias
capacidades y habilidades para ejercer influencia o liderar algunas o todas las relaciones sociales y
actuar en función de ese reconocimiento).
Equidad: Se refiere a la igualdad de oportunidades y a la justa distribución de resultados. En su
dimensión económica en particular, el concepto implica una justa distribución del ingreso de modo
que refleje fielmente el aporte de los agentes económicos al proceso productivo.
Exportaciones: Conjunto de bienes y servicios producidos por la economía de un país que son
vendidos a otros.
Industrialización sustitutiva de importaciones: Estimula el desarrollo industrial a través de una
política comercial proteccionista y sistemas de control de tipos de cambio múltiples, orientado al
reemplazo de los productos importados por bienes producidos a nivel nacional.
Importaciones: Se trata de los bienes y servicios producidos fuera de las fronteras nacionales y
adquiridos por los agentes locales.
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Ingreso: Conjunto de remuneraciones (salarios, rentas, intereses, ganancias) pagadas a los factores que
intervienen en el proceso productivo (trabajo, recursos naturales, capital financiero y capital físico).
Inversión: Parte del esfuerzo productivo que no tiene como destino la satisfacción de las necesidades
inmediatas (consumo), sino la creación de nuevos bienes.
Mercado: Ámbito en que los oferentes (vendedores) y demandantes (compradores) de bienes y
servicios se encuentran para realizar los intercambios, determinándose en ese proceso el precio y las
cantidades transadas.
Política económica: Conjunto de instrumentos con los que cuentan los Gobiernos para ejercer su
influencia sobre la actividad económica. Se refiere a las medidas de orden fiscal, monetario, comercial,
laboral, que se elaboran a nivel del Estado y se traducen en decisiones sobre el funcionamiento de la
economía en cuestión.
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MÓDULO I
Programa de Formación en Género y Comercio
Selección del foro de debate
Preguntas disparadoras
¿Qué evidencias o indicios de impactos de la apertura comercial en su país puede señalar?
¿Piensa que esos impactos perjudicaron o beneficiaron a mujeres (a todas? a algunas? y
hombres?)
Ana Cecilia Cosme Méndez (Perú)
La apertura comercial aunque para la población en general puede aparecer como el estar
muy próximos a la modernidad por la oportunidad que ofrece de acceso al consumo a través
de disponer sus productos a la sociedad, pero al mismo tiempo hace visible en la sociedad al
grueso de las personas que no pueden acceder a esos productos, fundamentalmente las
mujeres jefes de hogar o pobres por ejemplo en el caso de las regiones del Perú, que si bien
en ella no se desarrolla una agricultura a gran escala, pero lo que le depara su trabajo
agropecuario no le permite adquirir productos manufacturados o industrializados para su
consumo, y que lamentablemente forman parte de su canasta familiar como es el caso del
azúcar, el aceite, el arroz, y que decir de las prendas de vestir.
María Eugenia Ochoa García (El Salvador)
Con la liberalización comercial en El Salvador, se fue dando una feminización en los sectores
mas sensibles a la apertura (maquila textil, comercio y servicios), en la maquila textil, que
representa el 90% de la maquila salvadoreña, el 80% son mujeres, en el sector servicios y
comercio también entre el 60 y 70% . Dada la flexibilización laboral, el desempleo es muy
alto (aunque las estadísticas lo disfracen a través del subempleo), y las mujeres que se
incorporan en el sector informal son cada vez más (para sostenerse ellas y sus familias, dada
la irresponsabilidad paterna y la migración), se ocupan en el sector informal, que carece de
ingresos mínimos, y de seguridad social en general. Mientras las maquilas dan un promedio
de 90 mil empleos, el sector informal, elegantemente llamado microempresa, da alrededor de
572 mil ocupaciones, lo que es similar para los otros países de C.A.
Juana Nila Asalde Policarpio (Perú)
En el caso peruano la apertura del mercado también podemos verla a través de las
franquicias que permite tener una réplica por ejemplo de Pizza Hut's, Mc Donalds, grandes
centros comerciales con todo tipo de productos, ropa, artículos del hogar que incentivan el
consumismo y sobre todo los mensajes de la eterna juventud con los productos de belleza.
En cierta forma ha favorecido el trabajo principalmente para mujeres jóvenes pero lo de
siempre: trabajos temporales, bajos salarios, sin seguridad social y condicionamientos.
Fanny Sonia Arellano-López (Bolivia)
El libre comercio en Bolivia afectó a la producción agro-industrial, la cual recibía un gran
subsidio de parte del gobierno. Una vez que se quitó el subsidio, se vio que la agro-industria
no es productiva como para competir con otros países productores. Esto fomenta en parte el
contrabando de productos básicos, ya que estos se los venden a menor costo que los de
industria nacional. El empleo a nivel nacional también ha sido afectado. Primero porque las
nuevas empresas que llegaron al país requieren mano de obra calificada y productiva,
características difíciles de encontrar en la burocracia existente. Luego, el colapso de
industrias (textiles) si bien ha creado desempleo abrió otros rubros de empleo disfrazado
como por ejemplo el sector informal y las microempresas familiares.
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Gloria Tello Sánchez (México)
Me parece interesante el debate y la reflexión que se está dando en este espacio a partir de
documento base. Retomando las lecturas de la realidad que vivimos y la reflexión de
algunos autores, sin duda se ha transformado la organización internacional de la producción
y del trabajo. Estamos ante un proceso complejo de dimensiones históricas; que a la par de
las nuevas formas de acumulación y circulación del capital, conlleva nuevos medios
tecnológicos de producción, distribución y consumo. La revolución científico-tecnológica ha
abierto caminos insospechados que transforman todo el proceso humano en una sociedad
que es la más capitalista de la historia.
Dircia Paulino Viloria (República Dominicana)
Nuestro país tiene como principal socio comercial a los EE.UU. y tenemos el CBI. Esta
iniciativa ha contribuido a que se expandan las zonas francas de exportación y a beneficiar a
miles de mujeres, muchas de las cuales, en principio, eran trabajadoras sexuales, entre otras,
y pudieron cambiar su actividad productiva favorablemente. Naturalmente, los salarios son
bajos pero trabajan en mejores condiciones y pueden acumular prestaciones laborales. Pero
desafortunadamente, los empleos mejor remunerados necesariamente no son ocupados por
mujeres. Aunque hay que destacar que esa realidad ha ido cambiando favorablemente.
Leyla Morales Sandino (Nicaragua)
Retomando el planteamiento que nos expresa que el comercio internacional “busca
aumentar la producción, la disponibilidad de bienes y servicios...” la interrogante que yo me
haría ¿a que países? Porque más bien, producto de la apertura lo que se visualiza es que
algunos segmentos de mercado son los que tienen la posibilidad de acceder a estos
productos o servicios. Afirmo tal situación porque las mujeres que son empleadas en las
zonas francas con la mala paga que reciben es impensable que puedan acceder a tipos de
servicios generados por esta apertura comercial. Pero otro asunto a observar es el hecho de
que las mujeres jefas de hogar con una prole numerosa difícilmente se podrían beneficiar
incluso ni con un empleo digno. Se observa que las mujeres en su gran mayoría están
ubicadas en el sector informal, dado que las políticas de ajustes implementadas en nuestro
país las afectó de una manera más directa. Es por esta razón que la mayoría ahora se dedican
actividades micro empresariales con pocas posibilidades de desarrollo, para dar de alguna
manera respuesta a las necesidades de sustento de la familia.
Carmen Leticia Díaz Alba (México)
Me gustó el término “políticas macroeconómicas ciegas” al género y no neutras. Lo que se
negocia dentro de la OMC y de los acuerdos bilaterales es contradictorio a las aspiraciones
de ingreso más equitativo, más y mejores empleos, equidad de género, que los presidentes
siempre pregonan en las cumbres. Aunque se vea como positivo el que las mujeres estén
accediendo a más puestos de trabajo, hay que evaluar las condiciones en que se trabaja y su
permanencia en el mismo, ya que menciona Cardero “aceptan salarios más bajos y peores
condiciones laborales”, que es el caso de las mujeres que trabajan en la maquila al norte de
México.
José Manuel Arias Rodríguez (México)
Son infinitos los impactos que ha causado el libre comercio, así podemos mencionar que en
la implementación de algunos programas sociales se coacciona mujeres para que se sometan
a métodos permanentes de concepción (OTB), si quieren que se les siga apoyando, cuando
llegas al centro de salud no encuentras medicinas pero sí diversos métodos de anticoncepción, contraviniendo de esta forma a nuestra carta magna, esto sin mencionar los
tratos indignos a las que pueden ser sometidas y si son indígenas mejor ni les platico. En la
parte laboral las mujeres se echan a las calles a emplearse de manera informal en lo que
puedan: venta de perfumes, comida, e incluso ropas y utensilios usados.
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Betsey Valdivia López (Perú)
Interesante reconocer la relación que existe entre el comercio internacional, las políticas
económicas y la profundización de las desigualdades entre países, al interior de los países y
la situación de hombres y mujeres. Me gustaría un análisis más detenido, levantar las
diferencias de situaciones, analizar los impactos de las políticas en aquellos sectores donde
existe un fuerte predominio de la agricultura de exportación o los sectores extractivos como
la minería, cuál es el impacto en las mujeres. Igualmente en los servicios públicos, donde
existe una tendencia a la privatización y la inversión externa, se han dado cambios en las
condiciones de trabajo de la población que laboral.
Vera Soares (Brasil)
Um padrao de especializaçao que esta tomando o Brasil, é de ser uma plataforma de
exportação de produtos de empresas multinacionais para outras empresas multinacionais.
Me parece que ocorre no setor de telefones, algumas peças para automoveis, entre outros.
Tem ocorrido transferencias das plantas para outras cidades e ou estados. Os empregos por
outro lado tb nao sao "empregos decentes". Nao tenho certeza se tem aumentado o emprego
para as mulheres, mas tem setores que aconteceu ao contrario - como no setor quimico.
María Cristina Marinero (Argentina)
Las medidas de liberación de los mercados es el aspecto más negativo que produjeron las
políticas del gobierno de Menem, no porque uno quiera desconocer los efectos de la
globalización, sino por la falta de estrategia para proteger los puestos de trabajo y la
producción nacional que estuviera en mejores condiciones de sostenerse en forma
competitiva. La apertura económica significó la caída del aparato productivo de la
Argentina, como en algunas regiones de la Patagonia, en este caso Trelew, Chubut, en que
los índices de desempleo llegaron a cifras record. Los puestos de trabajo perdidos eran
ocupados por mujeres, hombres, jóvenes. En la mayoría de los casos aún les cuesta su
inserción en el mercado formal del trabajo. Estos efectos han tenido en la región
consecuencias culturales fuertes.
Andrea Bonilla Galindo (Colombia)
A partir de 1990 cuando Gaviria abrió sin más nuestras fronteras comerciales, la situación
económica de productores y comerciantes nacionales decayó considerablemente. No es un
caso único, sino que más bien se ha presentado como una constante en los países
latinoamericanos. Las políticas y proyectos destinados al desarrollo de nuestras "ventajas
comparativas" han llevado a un marginamiento mayor de productores pequeños y
medianos, y de comunidades negras e indígenas, destinadas a integrarse (y desaparecer
como comunidades) o a desaparecer en un proceso lento pero letal. De aquí en adelante,
queda una tarea más dura: evaluar los impactos que generará el TLC en Colombia, y ya hay
quienes están generando propuestas de resistencia.
Ana Cecilia Olivares (El Salvador)
Quisiera comentar algunos impactos probables de los tratados de libre comercio en El
Salvador. Con la apertura comercial el gobierno de El Salvador tendrá una reducción
significativa en los ingresos por la omisión de aranceles, ya que la agricultura de Estados
Unidos es subsidiada, y no habrá competencia alguna. Esto implica mayor emigración de
personas a Estados Unidos, y estas personas son del sexo masculino en su mayoría, ya que
quiebran las cooperativas y otros sectores económicos en los cuales los hombres de las
familias pobres son empleados. Esto implica que las mujeres se quedan en El Salvador, con
un promedio de 3 hijos. Estas mujeres deben trabajar para subsistir, trabajan de domésticas o
empleadas de casas, en la calle o sector informal, sin contratos, en supermercados por 12
horas, sin prestaciones.
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Selección de ejercicios
Ejercicio 1 - Identificando y explorando políticas económicas
Martha Salazar (Dinamarca) - María Eugenia Ochoa (El Salvador)
POLÍTICAS ECONÓMICAS Y GÉNERO EN EL SALVADOR
En términos de la historia reciente en la aplicación de las políticas económicas y en la
configuración de los modelos (Articulación Estado-Mercado), impulsados en El Salvador,
estos se han caracterizado por haber desarrollado estructuras profundamente desiguales,
lo que implica profundas desigualdades a nivel económico, político, social, cultural y por
supuesto en términos de las relaciones e género en que esto se expresa, y en la situación y
condición en que en cada etapa aparecen las mujeres.
En términos de política económica, los diferentes gobiernos han invisibilizado el papel y
aporte de las mujeres con su ceguera, han dado continuidad y mayor énfasis a las
desigualdades de género, ya que si bien, a principios de los 90s con la entrada del Ajuste y
la Estabilización en el país, se notó mayor presencia de las mujeres en el empleo
remunerado, también hubo mayor carga de trabajo en términos de trabajo reproductivo y
comunal con la reducción del gasto público, situación que se sustenta en diferentes
estudios. Asimismo, el impacto, todavía poco profundizado en términos del tejido social,
familiar y de las relaciones de género, hace que no se tenga claramente expuesto cómo esta
dinámica ha afectado a las mujeres en términos de sus roles de género, de su situación,
posición y calidad de vida.
Existen muchas cuentas pendientes en términos de articular la perspectiva de género al
análisis de las políticas económicas y sus impactos en el país, algunas de las cuales todavía
se remontan a aspectos tan básicos como la necesidad de desagregar por sexo las cifras,
algo que pareciera tan básico que siempre se olvida.
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Ejercicio 2 - Explorando la globalización y la liberalización del comercio
Alejandro Pampa Velásquez - Franz Lezano Aquice (Puno, Perú)
GLOBALIZACIÓN Y LIBRE COMERCIO: IMPACTO EN EL TEJIDO ARTESANAL DE CHOMPAS EN
FIBRA DE ALPACA
Origen geográfico de los componentes del producto seleccionado:
La fibra de Alpaca es producida en los Andes del Perú por las comunidades campesinas, a
una altitud de 3 000 a 4000 msnm, siendo las mujeres quienes tienen un rol protagónico en
la crianza de dichos camélidos.
Los colorantes para teñir las fibras de alpaca son importados de España.
Las máquinas para tejer son importadas de La China.
Etapas del proceso de producción.
Crianza de Alpaca en los Andes por los campesinos.
Acopio de la fibra de alpaca por intermediarios
Transformación de la fibra en hilos de colores en una compañía transnacional
Compra de los hilos en conos, por las artesanas mujeres
Tejido a máquina o a mano por las artesanas, bajo la modalidad a pedido por parte de
intermediarios exportadores.
Envío de las prendas acabadas al intermediario exportador
Exportación a los EE.UU. por exportadores.
Dentro de las distintas etapas del proceso productivo, las mujeres ocupan el lugar de
pastoras en la crianza de alpacas; y tejen, remallan, bordan y vaporizan las chompas de
alpaca.
¿Cuán libre es el libre comercio para las mujeres involucradas en la producción?
1. Para las productoras de artesanías en fibra de alpaca en Perú, el libre comercio está muy
lejano, ya que ellas no tienen acceso directo a los mercados extranjeros, por la misma
burocracia que existe en nuestro país, y mucho más complicado para poder acceder al
sistema de requisitos de otros países como los EE.UU., por tal razón son explotadas por
intermediarios que pagan muy bajo por sus productos, pero que si ellos venden a altos
precios en el exterior.
2. Como consumidoras de insumos, como conos de hilos de fibra de alpaca, también son
explotadas por el hecho de que ellas venden la fibra de alpaca a bajos precios y sin embargo,
luego de la transformación en hilos teñidos por las transnacionales, les vuelven a vender a
las artesanas a altos precios que les disminuye en la rentabilidad de su trabajo.
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Selección de monografías
“El precio de la competencia en una economía globalizada: ¿Puede la acción colectiva ayudar a las
mujeres microempresarias a mejorar sus ingresos y condiciones laborales y de vida?”
Fiona Meyer Cook10
Nuevas retos de la competitividad en una economía globalizada
La liberalización comercial le sigue los pasos a medidas previas, incluyendo las políticas de ajuste
estructural de la década de los 90, que debilitaron a los gobiernos nacionales y abrieron el camino para
que el creciente poder de las empresas multi nacionales establezcan las políticas comerciales del país.
A principios de la década de los 90, el FMI obligó al Perú a aceptar duras medidas radicales: El
programa de ajuste estructural (PAE) a cambio de préstamos para financiar la creciente deuda externa.
El PAE cortó subsidios a los pobres; redujo la burocracia estatal pero también disminuyó el empleo en
el sector público; redujo los salarios laborales; e insistió en que el Perú (y otros países) redireccione su
economía enfocándose en la promoción de exportaciones en lugar de enfatizar la producción y el
consumo nacional. El Perú también se vio obligado a aumentar las reservas de moneda extranjera para
el pago de la deuda. Los programas de reestructuración de estabilización económica de los años
ochenta han contribuido a la caída de los salarios reales y a una mayor flexibilidad y liberalización.
Este fenómeno abrió la puerta para la privatización de varias empresas; debilitó las responsabilidades
del gobierno en las áreas de educación, salud y servicios sociales; y aumentó los precios de bienes y
servicios.
La recesión y la crisis económica disminuyeron la calidad de vida de la mayoría de peruanos, muchos
de los cuales aún no se han recobrado de las enormes pérdidas que sufrieron.
Actualmente la cara de la globalización económica es distinta. Se afirmó como una extensión de los
intereses multinacionales de los EE.UU., principalmente a través del Departamento de Agricultura de
los EE.UU., que vio una oportunidad para evitar que los países se conviertan en plataformas de
exportación y percibió la integración como una forma de competir con un mercado europeo
fortalecido y economías asiáticas en crecimiento. La revolución tecnológica y de las comunicaciones,
así como avances en el transporte, contribuyeron a que el mandato de globalización económica se
disemine rápidamente por todo el globo.
La globalización económica también se caracteriza por normas comerciales injustas que obligan a las
economías en transición y a países del tercer mundo con crecientes deudas a competir con economías
muy desarrolladas, que protegen sus mercados nacionales y establecen severas restricciones a las
importaciones.
Perú es signatario de varios acuerdos comerciales internacionales. Como miembro de la Comunidad
Andina de Naciones (CAN), el Perú, junto con los otros cuatro estados andinos de la CAN es parte de
acuerdos de integración comercial sur-sur, así como de acuerdos con Canadá, los EE.UU., la Unión
Europea y otros países. El Perú firmó independientemente un trato bilateral con MERCOSUR, en
agosto de 2003, otro recientemente con Bolivia y actualmente está en negociaciones con los EE.UU. y
también con Chile sobre pactos comerciales separados. Estos tratados comerciales han enfatizado la
apertura comercial, junto con una mayor privatización, la reducción de aranceles y el retiro de
barreras a las importaciones extranjeras, y han abierto el camino y el acceso preferencial a nuevos
mercados para las transnacionales y los inversionistas.
Fiona Meyer Cook, es Canadiense de origen Africana e Indígena (Anishinaabe). Hace 2 años esta viviendo en
Perú, donde trabaja como Secretaria Técnica de la Red Internacional de Desarrollo Económico Local y
Comunitario. Traducción: Nelly Jitsuya. Lima, Perú. Marzo, 2005
10
37
Esta tendencia se da a lo largo de la región: la mayoría de países en América Latina han tenido que
eliminar medidas que les hubieran permitido manejar los niveles de importación y proteger el derecho
de sus productores nacionales a medios de subsistencia y competencia justa. Ello ha tenido un
impacto directo en los productores locales y en los pequeños y micro empresarios. Los países en los
que históricamente grandes porcentajes de su población han subsistido a través de economías basadas
en la agricultura, como el Perú, están en particular desventaja en el nuevo contexto comercial.
Actualmente muchos productores tradicionales están siendo desplazados por competidores
internacionales mucho más fuertes. Por ejemplo, muchos confeccionistas de ropa y pequeños negocios
han tenido que bajar sus precios o cerrar, como resultado de la reciente afluencia de importaciones
baratas del Asia, o como resultado de una fuerte competencia de otros países. Los productores rurales
en zonas de la selva, como Pichinaki y La Merced, han tenido que bajar sus precios para competir con
la afluencia de naranjas del vecino Chile, mientras que los productores de café están preocupados por
el futuro de sus productos en los mercados nacionales e internacionales. Al mismo tiempo, el número
de transnacionales extranjeras que se benefician de las exportaciones de América Latina está
creciendo.
Esta tendencia tiene serias consecuencias para el desarrollo económico local, en tanto el dinero se
escurre de las comunidades y no recircula o agrega valor y desarrollo sostenible a la localidad. Las
transnacionales buscan crecientemente mover el dinero a las plataformas de producción más baratas
en el mundo (donde los sueldos son más bajos y los costos ambientales y sociales son más bajos), y por
tanto, no es poco común que las CTN se muden a comunidades, establezcan sus empresas por unos
años y luego desaparezcan tan rápido como llegaron.
En ausencia de políticas de desarrollo económico local nacionales, muchos trabajadores se sienten en
una encrucijada; por un lado, necesitan el trabajo que una CTN puede brindarle en una maquila, mina
u otro; por otro lado, resienten seriamente la falta de derechos laborales, que conlleva a largas horas
de trabajo, pocos beneficios y en muchos casos, bajos salarios.
En el peor de los casos, cuando las compañías se retiran, dejan atrás una estela de daños ambientales
que luego destruye otras posibilidades para que la comunidad se sostenga económicamente. Esto ha
sucedido en un sinnúmero de comunidades peruanas donde la minería, en particular, ha destruido los
corredores agrícolas, dejando una niebla marrón entre las montañas, fundiciones peligrosas y aguas
contaminadas donde antes había valles exuberantes.
Riesgos y oportunidades de la liberación comercial en las mujeres micro empresarias
En la actualidad, muy pocas micro empresarias se están beneficiando de las políticas de liberalización
comercial, mientras que muchas se encuentran en desventaja. La naturaleza de la liberalización
comercial que apunta a incrementar la ventaja comparativa de las CTN y las corporaciones multi
nacionales se opone al papel de las microempresas en las comunidades. La mayoría de micro
empresas desarrollan sus actividades productivas a pequeña escala, con poco capital, poca capacidad
de ahorro y generalmente están ubicadas dentro o cerca de sus hogares.
Las políticas de liberalización comercial colocan a las mujeres micro empresarias en desventaja de las
siguientes maneras:
1. Desventajas Competitivas
Las microempresas y los productores no pueden competir con productos importados injustamente
subsidiados que son vertidos en el mercado (dumping) a precios por debajo del costo de
producción. Esta práctica les obliga a bajar los precios, con el resultado de que tienen que trabajar
más horas para ganarse el sustento y disminuye seriamente su capacidad de ahorro y de acceder a
nuevas oportunidades. Será importante desarrollar indicadores de género para medir los impactos
de estas caídas de precio en las mujeres en particular. Por ejemplo, algunas mujeres han declarado
que tienen que viajar mayores distancias para buscar ofertas o descuentos en las materias primas.
Sin embargo, viajar es más difícil para ellas porque a menudo se espera que ellas preparen los
alimentos familiares y que combinen sus trabajos productivos con tareas domésticas en mayor
medida que los hombres. Esta diferencia conlleva a que tengan que adquirir productos de lugares
más cercanos pero algunas veces a precios más elevados.
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Muchas mujeres se han visto obligadas a ingresar en micro empresas a edades más tardías, sin
haber tenido experiencias en negocios previamente. Ello implica muchas horas de capacitación y
disminuye su capacidad de contar con tiempo libre para sí mismas para desarrollar sus propios
intereses y disfrutar de sus derechos ciudadanos.
Muchas mujeres micro empresarias están concentradas en campos como confecciones, textiles,
industria alimentaria, etc. Muchas de estas áreas tienen fuertes cuotas, barreras y disuasivos
económicos (aranceles) que hacen imposible que los productores de pequeña escala puedan
exportar. Por ejemplo, los aranceles son de hasta 12% en algunos productos.
Muchas empresarias se ven obligadas a viajar más lejos para vender sus productos en la medida
que las comunidades locales se empobrecen. Las demandas adicionales sobre el tiempo de las
mujeres raramente obtiene una compensación económica, y muchas mujeres no pueden viajar las
mismas distancias que los hombres debido a sus responsabilidades domésticas.
2. Derechos y mejores medios de subsistencia en desventaja
La liberalización comercial también ha conllevado a un aumento de la privatización de los servicios
de salud y una disminución del papel del estado en la provisión de infraestructura y redes de
seguridad. Cada vez más, las mujeres micro empresarias han tenido que asumir estos roles de
cuidado y balancear sus presupuestos para manejar las emergencias de salud y los gastos escolares
que previamente eran subsidiados en mayor grado.
La liberalización comercial minimiza los beneficios de los trabajadores y los estándares ambientales
en el sector público y privado. Aunque esto no afecta directamente a lasmicro empresas, establece
estándares generales más bajos, y hace más difícil que las microempresas traten de organizarse
para obtener beneficios laborales en el futuro. En la actualidad, los microempresarios pocas veces
están protegidos por normas laborales y no tienen derecho a beneficios. Sin embargo, deberían
poder disfrutar de los derechos laborales y las normas internacionales sobre derechos laborales
defendidos por la OIT.
Hay una ausencia de políticas de género y de incorporación de medidas de igualdad de
oportunidades en los acuerdos comerciales.
3. La participación política de las mujeres en la planificación y los recursos para llevar a cabo
mayores cambios en el desarrollo.
Los países en América Latina como el Perú, que están endeudados con el FMI se han visto
obligados a colocar mayores sumas de dinero en sus reservas de moneda extranjera para pagar sus
deudas. Esta práctica también reduce la capacidad de los gobiernos nacionales para establecer
políticas nacionales y contar con el dinero para implementarlas. Así, al mismo tiempo que los
países se están descentralizando e involucrando a más voces ciudadanas en presupuestos
participativos – lo que es excelente – los gobiernos locales han podido designar muy poco dinero
hacia la implementación de las visiones colectivas ciudadanas para el desarrollo económico local.
Estos son solo algunos de los riesgos y desventajas; existen muchos otros. Pero, ¿cuáles son las
oportunidades?
Una de las mayores esperanzas ofrecidas a los productores de pequeña escala es que a través de la
apertura de nuevos mercados con otros países podrán exportar sus productos (sur a sur; o a Europa o
América del Norte). Pocos pequeños productores y empresarios han podido beneficiarse a través del
hallazgo de nuevos nichos de mercado. Por ejemplo, los nichos de comercio justo han ayudado a
algunos productores de café y plátanos, así como aquellos que confeccionan ropa para el comercio
justo, a aumentar sus ganancias, y también, de igual importancia, su sentido de contribuir de manera
ética a comunidades más saludables a través de la empresa. Éste es un mercado que tiene más
potencial. Otros se dirigen a redes o cooperativas para fortalecer su ventaja comparativa.
Las micro empresas generalmente están constituidas por menos de 5 o en algunos casos, menos de 10
trabajadores, y el hecho de que cuentan con poco capital, pocos ahorros y acceso limitado a la
tecnología les dificulta la posibilidad de conectar sus productos con los mercados de exportación, sean
estos mercados de comercio justo u otros. Necesitan de mucho apoyo para lograrlo.
El discurso en torno a las oportunidades generales ofrecidas por la liberalización comercial a los
microempresarios aún no se ha probado. En el 2004, en el Perú, las importaciones crecieron, mientras
39
que las exportaciones permanecieron iguales. Y si lo desglosáramos para ver quiénes se beneficiaron
de esas exportaciones, podríamos encontrar algo similar a México, donde en un año, las 300
compañías líderes eran responsables del 95% de las exportaciones, mientras que el 3.1 millones de
compañías restantes compartían el 5% de las exportaciones.
REFEXIONES FINALES Y RECOMENDACIONES
El desarrollo económico local y comunitario que beneficia directamente a las mujeres micro
empresarias eleva concretamente los ingresos de las mujeres y la calidad de vida laboral, al mismo
tiempo que fortalece los recursos comunales adicionales que trabajan sinergísticamente para aumentar
el bienestar humano.
Con este fin, la acción colectiva de las microempresarias puede influir y mejorar las vidas de las
mujeres, en la medida en que haya una creciente articulación y compromiso entre varios actores
locales para simultáneamente elevar los estándares y el acceso a otros recursos basados en la
comunidad.
En el Perú, se requiere de mayor apoyo del estado para ayudar a las mujeres a tener acceso a
capacitación de más largo plazo, y redes de seguridad para ayudar a las mujeres que no pueden
construir o mantener empresas rentables.
Hay muchas cosas que los gobiernos locales pueden hacer para ayudar. Por ejemplo, pueden cambiar
las leyes de zonificación, permitiendo que colectivos de empresarios tengan acceso a tierras
comunales, pueden establecer las bases para más parques industriales, y garantizar que los programas
nacionales de guarderías infantiles como Wawa Wasi sean accesibles. Pueden apoyar la capacitación
con perspectiva de género que funciona en etapas, ayudando a mujeres con diversos grados de
preparación a aprender gradualmente las habilidades necesarias y empezar a construir una base de
activos que los protejan contra shocks económicos.
Los grupos que trabajan con redes y colectivos de micro empresarios también pueden ayudar a
implementar acciones con perspectiva de género garantizando que las mujeres estén justamente
representadas en las mesas directivas de las cooperativas o en el liderazgo de las redes.
El desarrollo económico local y comunitario toma en cuenta más que sólo los salarios y los trabajos.
También implica algún grado de organización comunitaria para mejor calidad de los estándares de
vida dentro de las comunidades. Las ONG que trabajan como instituciones mediadoras entre las
financieras de la cooperación internacional y los micro empresarios, podrían hacer más para integrar
los enfoques de desarrollo comunitario en el trabajo de desarrollo local, apoyando la acción colectiva a
través de enfoques y advocacy feministas entre grupos de empresarios. Los impactos diferenciados
del nuevo contexto comercial en las mujeres también deberán ser monitoreados cuidadosamente.
Existen varios indicadores de género, así como herramientas de educación popular y módulos de
capacitación, aunque se podrían desarrollar muchos más para permitir que los grupos de mujeres
puedan identificar mejor los impactos del libre comercio en sus vidas, así como para saber cuándo son
violados sus derechos. Por ejemplo, la Asociación Caribeña para la Investigación y Acción Feminista
(CAFRA, por sus siglas en inglés) está desarrollando un conjunto de indicadores de género sobre
comercio. Los indicadores de género y las negociaciones desde una perspectiva que favorece a las
mujeres debieron ser parte del plan nacional de los gobiernos cuando se embarcaron en negociaciones
sobre libre comercio. Sin embargo, en la actualidad es muy difícil incorporar indicadores de género en
acuerdos comerciales de manera significativa debido al clima general de desigualdad que está
presente en la naturaleza en la propuesta de liberalización comercial.
El desarrollo económico local es una responsabilidad compartida. Aunque muchas mujeres están
empleando excelentes estrategias para juntar recursos, aumentar su ventaja comparativa y aumentar
la protección social para ellas mismas y para sus familias, no es suficiente: tanto los gobiernos locales
como nacionales deben colaborar en mayor medida.
Los gobiernos deben hacer todo lo posible para garantizar que todos los miembros de las comunidades
estén protegidos de los efectos dañinos del comercio y garantizar que los empresarios locales tengan
las herramientas y el contexto básicos, no sólo para comercializar, sino para desarrollarse como seres
humanos amables y bondadosos.
40
Los mujeres micro empresarias no sólo necesitan más herramientas para promover el cambio político,
necesitan tener capacidad de incidencia. La acción colectiva puede ser una forma de aumentar la
capacidad de incidencia. Las mujeres micro empresarias podrían considerar el ampliar sus alianzas
para incluir a otros sectores, como colaboraciones con universidades, consorcios de derechos humanos
y otros actores, a fin de fortalecer su capacidad para ejercer presión para el cambio.
Estamos ingresando a un duro período del comercio, caracterizado por la competencia de
supervivencia del más fuerte, disminución de derechos y normas laborales, y la institucionalización de
los trabajadores pobres. Tanto las mujeres como los hombres tiene las de perder; como mujeres,
debemos exigir más que igualdad, debemos exigir justicia económico y dignidad para todos y todas.
41
MÓDULO II
El sistema multilateral de comercio: riesgos y potencialidades
Docente a cargo: Graciela Rodríguez
Temario
¿Multilateralismo vs relaciones bilaterales? Debates actuales.
La Organización Mundial de Comercio (OMC): situación actual de las
negociaciones después del fracaso de Cancún.
Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Acuerdos regionales y bilaterales: equilibrios de poder e intereses en juego.
¿Qué significa impulsar la perspectiva de género en las negociaciones comerciales?
42
O comércio internacional, suas instituições e sua relação com o
desenvolvimento
Graciela Rodriguez11
Índice
1. INTRODUÇÃO
2. INSTITUIÇÕES DO COMÉRCIO MUNDIAL
2.1 Institucionalização da moderna estrutura econômica mundial
2.2 Surgimento do GATT –Acordo Geral de Tarifas e Comércio
2.3 OMC –Organização mundial do comércio
2.3.1 Situação atual das negociações na OMC
2.3.2 Temas em negociação
2.4 UNCTAD –Conferência das Nações Unidas para o Comércio e Desenvolvimento
2.5 Acordos Bilaterais e regionais: ALCA; UE/AL; e outros
2.5.1 ALCA –Área de Livre Comércio das Américas
2.5.2 Acordo União Européia/América Latina (México, Chile, Mercosul e Pacto Andino)
2.5-3 Outros importantes Tratados em Negociação
2.6 Mercosul
3 COMÉRCIO E DESENVOLVIMENTO
3.1 Do que falamos quando falamos de desenvolvimento?
BIBLIOGRAFIA
11
Coordinadora, Red Internacional de Género y Comercio – Capítulo Latinoamericano. Punto
Focal Brasil.
43
1. INTRODUÇÃO
Na etapa atual do desenvolvimento da economia mundial, o comércio internacional tem
cada dia maior importância, dado sua potencial contribuição ao desenvolvimento.
As políticas macroeconômicas implementadas ao nível global nos últimos anos promovem
enfaticamente o comércio como fator necessário ao crescimento das economias nacionais.
No entanto, este aumento do comércio e o crescimento que gerou não se traduziram
automaticamente em desenvolvimento para a maioria dos países pobres, e muitas vezes, ao
contrario, conseguiu somente um “crescimento empobrecedor”12.
Recentemente, alguns economistas vêm se referindo com esta nova denominação aos
resultados de um modelo que demonstrou, nos últimos anos, não levar necessariamente ao
desenvolvimento e sim a um crescimento econômico aliado, no entanto, à concentração de
riquezas e com isso ao aumento das desigualdades e da pobreza.
Para estes resultados, o comércio e as reformas econômicas da década de noventa
desempenharam um papel fundamental. É importante destacar que no contexto atual, a
liberalização do comércio assumiu características mais amplas, dado que abrange não apenas
a eliminação dos instrumentos tradicionais de proteção na fronteira, mas avança até a
liberalização dos entraves aos investimentos e exige uma maior proteção aos direitos de
propriedade do investidor. Em grande parte essas exigências são devido à íntima relação
entre comércio e investimento, uma vez que mais de 40% do comércio mundial se referem a
transações intra-firma, ou seja, entre empresas que fazem parte do mesmo conglomerado
multinacional.
Resumidamente, trata-se do fato de que o comércio internacional, apesar de seu potencial
papel no desenvolvimento dos países, concretamente não gerou, até o momento, os
resultados esperados. Ao contrário, continua ampliando as tradicionais diferenças entre os
mesmos e aprofundando as desigualdades no seu interior, incluindo aí as desigualdades de
gênero. A partir de uma perspectiva feminista, nos perguntamos quais seriam os principais
motivos deste resultado desalentador.
Para compreender os elementos que produzirão em grande parte esta conseqüência e que
estão na base constitutiva das atuais relações econômicas em tempos de globalização,
consideramos necessário conhecer o processo histórico de formação do moderno sistema
comercial mundial.
2. INSTITUIÇÕES DO COMÉRCIO INTERNACIONAL
O processo de formação do mercado mundial e do comércio entre as nações é uma longa
história que percorre vários séculos. De fato, o intercâmbio entre povos e nações se remete à
distante história da civilização conhecida desde a produção de excedentes, e especialmente
cresce a partir da Idade Média com o intercâmbio com o Mediterrâneo e de forma crescente
com o Oriente e seus longínquos e apreciados produtos.
Embora não pretendamos resumir a história das relações comerciais mundiais, é importante
ao menos localizar o contexto histórico no qual elas foram sendo desenhadas, os princípios
nos quais se fundaram e o importante papel cumprido pelos Estados neste processo,
chegando assim a compreender como surgem as modernas instituições do comércio
internacional.
Caputo Leiva, O. “ La Economía Mundial actual e a Ciencia Económica. Algunas reflexiones
para a discusión”. Mimeo. Chile. 2000.
12
44
As conquistas de territórios feitas pela Espanha e por Portugal e a formação dos impérios
coloniais foram determinantes para o nascimento de um verdadeiro comércio mundial. Este,
por sua vez, teve enorme importância na reativação e ampliação do comércio intra-europeu e
do intercâmbio euro-asiático.
Diversos conflitos e processos foram permitindo a incorporação de outros países como a
Holanda, França e especialmente a Inglaterra à configuração de um comércio florescente
entre a Europa e as colônias. A ativação comercial não só foi realizada com o intercâmbio das
mercadorias exóticas que chegavam das regiões colonizadas como fundamentalmente com
os metais preciosos que contribuíram significativamente para reativar as economias
européias.
A partir do século XVII irá se consolidando a hegemonia britânica, com a formação de um
verdadeiro império colonial que se expandiu a todos os continentes. E é a partir deste
domínio do Império britânico que se passará do mercantilismo à chamada era do “livre
cambismo” nascida no século XIX, e origem dos princípios que regerão, até agora, o
comércio internacional.
Durante a época mercantilista, os Estados procuravam manter um superávit comercial,
aumentando as exportações e criando diversas barreiras às importações, e formas de
proteção ao comércio como, por exemplo, o monopólio para a exploração do comércio com
suas colônias, a exclusividade do transporte de mercadorias para a frota nacional, entre
outras.
Segundo análises de Eric Roll, “a política do mercantilismo serviu para abolir as restrições
medievais e para criar estados nacionais poderosos, muito mais fortes econômica e
militarmente que a Espanha ou Portugal. Assim se forjaram a Inglaterra de Cromwell, a
França de Colbert, a Holanda dos Orange. Os Estados mercantilistas se converteram, a sua
vez, em centros de poder para fomentar o comercio”13.
Este contexto foi facilitador do processo de surgimento da atividade industrial iniciada na
Inglaterra no século XVIII. Com isso, continua Roll, “o capitalismo incipiente –sobre tudo
comercial– foi se transformando em capitalismo de manufatura”.
A teoria do “livre comércio” foi deste modo impondo uma visão impulsionada a partir da
Inglaterra, de um comércio sem travas nem barreiras tarifárias, e segundo a qual não eram
desejáveis as restrições ao movimento dos bens comercializados entre paises.
É entre 1860–1880 que o “livre cambismo” alcança sua máxima expansão, favorecendo
claramente a Inglaterra como primeira potência industrial. É nos tratados entre a Inglaterra e
a França, que se inclui a Cláusula da “Nação mais favorecida”, que posteriormente se
converterá em um princípio básico do moderno sistema comercial, e determinará a
multilateralização das concessões tarifarias. Esta cláusula assegura aos signatários que
qualquer concessão obtida em um acordo comercial, com terceiros países, seja
automaticamente estendida num trato igual (não discriminatório) às outras nações
participantes do acordo. Desta forma se consolida uma verdadeira integração econômica
internacional, construída a partir do poderio colonial europeu, e fundamentalmente
britânico, sobre o resto das regiões e países, e a constituição das desigualdades profundas
que não pararam de crescer entre as nações industrializadas e o chamado “mundo agrícola”.
No entanto, esta preponderância da Inglaterra e seu processo de industrialização tiveram a
resposta de outros países europeus como França e Alemanha que também queriam
desenvolver suas indústrias e por tanto começaram a adotar políticas protecionistas para
fazer frente às manufaturas inglesas.
13
Roll, Eric. “História de las doctrinas económicas”, versión española, Fondo de Cultura
Económica. 1968. México
45
“Por outro lado, foi nesta época que aconteceu a repartição dos últimos espaços ”vazios”,
sem soberania internacionalmente reconhecida; este foi o significado do Congresso de Berlin
de 1886, que ultimou a distribuição da África entre as potências européias e que marcou o
ponto de partida das novas tensões. Como já não havia nada o que distribuir amistosamente,
as novas ampliações dos mercados coloniais reservados ou das áreas de influência, seriam
feitas através da guerra. Esta é, em última instância, a explicação do fim da “Pax Británica” a
qual pôs fim a guerra européia de 1914 – 1918”14.
Dessa forma acontecerá a substituição das regras do “Livre Comércio” pelo bilateralismo que
começou a ser a forma prevalecente nos relacionamentos comerciais entre as nações depois
da Primeira Guerra Mundial a partir de quando irá se prefigurar um sistema multilateral de
comercio.
O surgimento posterior do Socialismo em alguns países irá se tornar também um importante
fator de modificação das relações entre as nações e ao mesmo tempo, determinante para o
levantamento de fortes questionamentos frente aos enormes desequilíbrios no
desenvolvimento dos países.
2.1 Institucionalização da moderna estrutura econômica mundial
O período do pós-guerra, e especialmente a grande depressão econômica de 1929 que de
diversas maneiras se prolongou até 1939 e teve, inclusive, sua fase final com a Segunda
Guerra Mundial, trouxe fortes efeitos não só econômicos como políticos, e significou o início
de uma nova etapa para a estrutura econômica mundial.
Esses anos que consolidaram o protecionismo como forma de enfrentamento da crise e do
desemprego crescente nos EUA e Europa, mostraram a necessidade de estabelecer novas
formas de reorganizar o sistema comercial e a atividade econômica mundial, profundamente
deteriorados primeiro pela depressão e depois pela guerra.
Durante a década de 30, com a necessidade de reativar as economias e a cooperação
internacional surgiram e foram assinados os primeiros acordos comerciais
intergovernamentais para certos produtos básicos como o trigo, o estanho, a borracha, o
açúcar, etc.
Posteriormente, inclusive entre 1941–45, durante o próprio conflito armado, as potências
começam a preparar o processo posterior ao fim da guerra, e a organização do novo sistema
institucional mundial.
A “Carta do Atlântico” assinada em 1941 entre os EUA (que ainda não tinham entrado na
guerra) e a Inglaterra, já prefigurava a necessidade de um sistema de segurança permanente
entre as nações como salvaguarda das democracias, sendo subscrita em 1942 por 22 países,
entre eles a URSS – União de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Em 1943, e prevendo o final da guerra e os problemas com a alimentação das nações
destruídas, os “Aliados” contra o “Pacto Tripartite” (Alemanha, Itália e Japão) criam o
embrião do que será a primeira agência das Nações Unidas: a FAO – Organização para a
Alimentação e a Agricultura.
Em 1944, numa conferência realizada em Bretton Woods―EUA― será aprovada a criação de
duas das mais importantes organizações econômicas internacionais: o FMI ―Fundo
Monetário Internacional― e o BIRF ―Banco Internacional de Reconstrução e Fomento― que
posteriormente sofrerá algumas modificações e ficará conhecido como BM ―Banco Mundial.
Estas entidades foram criadas para evitar os desajustes monetários e contribuir ao
desenvolvimento, e especialmente cuidar da reconstrução européia, a partir do apoio de
14
Tamames, Ramón. “Estructura económica internacional”. Alianza Editorial. 1999. España.
46
créditos e de reorganizar o sistema monetário internacional completamente deteriorado
depois de anos de crises e guerras.
Desta época data também o surgimento das Nações Unidas, projeto que irá consolidar a
nascente hegemonia norte-americana e que foi instituída em 1945 com a aprovação da “Carta
das Nações Unidas”, assinada por 50 nações.
Com a perda do poderio da Inglaterra, que carecia nesse momento da força econômica para
continuar desempenhando seu papel hegemônico devido às dificuldades provocadas entre
outras pela perda de suas colônias (Índia, Paquistão, Birmânia, Ceilão, etc.), que foram
conseguindo sua emancipação durante esses anos, a re-acomodação dos papéis entre as
grandes potências mundiais se tornou inevitável.
Os EUA, que de algum modo haviam relutado em assumir seu predomínio econômico e
militar, deram uma profunda virada em suas relações diplomáticas, assumindo a chamada
Doutrina Truman, que orientou posteriormente a realização do Plano Marshall de
reconstrução da Europa devastada pela guerra, e marcou o inicio de relações conflitivas com
a União Soviética, ou seja a Guerra Fria.
As pressões de expansão soviéticas ameaçavam o predomínio anglo-saxão. Dessa forma,
frente à impossibilidade inglesa de continuar o controle em diversas regiões do Mediterrâneo
e do Golfo Pérsico, o presidente Truman conseguiu autorização do Congresso dos EUA para
conceder ajuda econômica e militar inicialmente à Turquia e Grécia. Posteriormente, o chefe
da diplomacia americana, George Marshall defendeu a necessidade de estender essa atitude
a toda a Europa Ocidental para evitar seu colapso e que ela se rendesse ao domínio soviético.
Foi esta a época do surgimento de expressões como “mundo livre” e “guerra fria” e de
inflamados discursos que anunciavam a nova hegemonia.
De fato, o Programa de Recuperação Européia, conhecido como Plano Marshall,
impulsionado pelos EUA, significou uma maciça ajuda econômica além de uma ativação da
cooperação intra-européia e ao mesmo tempo uma forma de evitar a recessão em sua própria
economia.
No fundo destas decisões se encontravam as marcantes diferenças que surgiam já entre o
mundo capitalista e os países socialistas, e o conflito entre EUA frente aos interesses de
expansão crescente da União Soviética na Europa e ao sul do Cáucaso.
Por estes motivos, entre outros, se a URSS participa inicialmente em Bretton Woods do
processo negociador da nova arquitetura institucional do sistema econômico mundial não
estará, no entanto, presente no momento da assinatura dos acordos que vão consolidar o
processo de criação do FMI e do BM.
2.2 Surgimento do GATT –Acordo Geral de Tarifas e Comércio
Como haviam sido criados o FMI e o BM, também em Bretton Woods e nas negociações para
a criação das Nações Unidas, surgiram idéias para promover a organização de uma agência
internacional para cuidar do comércio mundial.
Na “Conferência Internacional sobre Comércio e Emprego” realizada em Havana entre fins
de 1947 e março de 1948, foi elaborado o texto final de diretrizes da política comercial e dos
acordos internacionais e para formalização da OIC – Organização Internacional do
Comércio.
No entanto e a pesar das expectativas que havia criado, a “Carta de Havana” não chegou a
ser ratificada pelo Congresso dos Estados Unidos, porque quando a mesma foi finalizada, a
harmonia entre as nações aliadas já tinha sido quebrada. Recordemos que justamente em
1948 estava sendo aplicado o Plano Marshall de apoio estadunidense à Europa, que marcou a
ruptura entre os interesses americanos e soviéticos.
47
Por este motivo, o governo dos EUA fazendo uso da autorização que lhe havia sido atribuída
pelo Congresso pela de lei (de 1934) de Acordos Comerciais Recíprocos propõe às nações de
economia de mercado a assinatura de um “Acordo Geral de Tarifas e Comércio”, conhecido
por sua sigla em inglês GATT - General Agreement on Tariffs and Trade.
“Assim, a entrada em vigor do GATT, que era a seção mais interessante para EUA da Carta de
Havana, deu o golpe de morte ao projeto de criação da OIC como agência especializada das
Nações Unidas para a regulamentação do comércio mundial. Este objetivo haveria de
desempenha-lo o GATT, com menor alcance que os previstos para a OIC, e ajustando-se aos
interesses dos países capitalistas industrializados”. (Tamames, R)
Por este motivo, o GATT não é uma agência das Nações Unidas e sim um acordo
intergovernamental que irá funcionar desde essa época em Rodadas de negociação, algumas
das quais duraram vários anos, uma Assembléia geral das partes contratantes, diversos
Comitês de Negociações, e grupos de trabalho eventuais para tratar de problemas concretos.
O elemento constitutivo do GATT é o principio da não discriminação entre fornecedores
comerciais e entre produtos importados e produzidos localmente. A multilateralizaçao dos
resultados entre as partes contratantes se dá pela Cláusula de Nação mais favorecida, através
da qual cada signatário se compromete a conceder às outras partes assinantes do acordo um
trato igual em suas relações comerciais. O GATT permite algumas importantes exceções a
este princípio - que devemos reconhecer tem sido utilizadas com alguma facilidade pelas
potências comerciais.
As Rodadas do GATT foram oito e a maioria leva o nome do país aonde foi realizada a
Conferência inaugural, sendo a primeira em Genebra, e entre as principais a Rodada
Kennedy, a Rodada Tóquio e a última, a Rodada Uruguai.
O mecanismo inicial de funcionamento era de apresentação por cada país membro de
petições a todos ou alguns países para os quais esse país era exportador importante, e essas
petições podiam ser de redução, consolidação ou inclusive de estabelecimento de um teto
máximo para as tarifas de importação do produto que se tratasse. Si a resposta fosse positiva,
o país solicitante teria que oferecer uma vantagem de valor equivalente. Posteriormente as
concessões se multilateralizavam a todas as partes contratantes do Acordo.
Este mecanismo básico foi sofrendo alterações posteriores, porque era muito complicado
para ser executado para um número grande de paises. finalmente, na Rodada Kennedy,
entre 1962 e 1967, as partes contratantes decidiram substituir as reduções tarifárias que eram
feitas item por item, por reduções lineares de uma determinada porcentagem. Claramente, os
EUA e a partir de sua formação em 1957, a Comunidade Econômica Européia foram os
principais negociadores e potências comerciais que propuseram mudanças substanciais nas
modalidades negociadoras.
Desde então, o equilíbrio de poder entre estes dois grandes negociadores marcou os acordos
e as principais definições do GATT. Todos os temas debatidos nas rodadas posteriores
(subsídios e políticas domésticas, restrições ou cotas, sistema de preferências, normas
sanitárias e fito-sanitárias, etc...) foram claramente influenciados por estas duas potências
comerciais –e evidentemente não só comerciais. Entretanto, devemos também mencionar que
no início da década de 60, iniciaram as negociações para a implementação de uma agenda do
desenvolvimento dentro do âmbito das Nações Unidas. A pesar das muitas divergências
iniciais, surgidas fundamentalmente em torno da importância do comércio internacional
para o desenvolvimento dos países mais pobres, e já que não se queria criar um organismo
48
específico, pois se contava com o GATT, finalmente em 1964, todos os países concordaram
em organizar uma “Conferência das Nações Unidas para o Comércio e o Desenvolvimento”,
que ficou posteriormente conhecida por sua sigla em inglês, UNCTAD, transformando-se em
uma agencia permanente. Desde então, a UNCTAD tem desempenhado um papel
importante no debate sobre comércio e desenvolvimento, incentivando a negociação entre
produtores e consumidores de acordos em produtos primários e um acesso preferencial para
os produtos manufaturados dos paises em desenvolvimento nos mercados dos paises
industrializados.. Foi no seio da UNCTAD que se negociou o SPG –Sistema de Preferências
Generalizadas–, posteriormente aprovado ao interior do GATT em 1971.
No entanto, a partir da década de 90, e por pressões dos países industrializados, a UNCTAD
sofreu profundas mudanças na sua forma de agir. Deixou de ser um foro negociador,
passando a estar menos preocupada com a abertura preferencial de mercados e cada vez
mais centrada na assistência técnica aos países em desenvolvimento, com o objetivo de
alcançar uma maior competitividade dos países dentro da economia mundial, ajustando-se
especialmente desde finais da Rodada Uruguai, às novas regras que iam sendo impostas.
Em 1994 e depois de sete anos de negociações, a Rodada Uruguai foi finalizada com a Ata de
Marrakech que instituiu finalmente a criação da OMC – Organização Mundial do Comércio.
A Rodada Uruguai é extremamente importante para entender o atual mandato da OMC e
para perceber a situação e as relações existentes em seu interior. É interessante mencionar
que, durante a rodada negociadora se formou o grupo de Cairns integrado por 14 países
exportadores de produtos agrícolas não subsidiados (Argentina, Austrália, Brasil, Canadá,
Colômbia, Chile, Filipinas, Hungria, Indonésia, Ilhas Fidji, Malásia, Nova Zelândia, Tailândia
e Uruguai). Este grupo, finalizada a Ronda, decidiu manter sua atuação conjunta apesar de
ter perdido em parte sua importância e peso inicial.
2.3 OMC –Organização Mundial do Comércio
Esta organização multilateral é atualmente encarregada de substituir o GATT e de
implementar os acordos resultantes das Rodadas de Tókio e Uruguai, bem como também os
acordos TRIPS15 ―Trade Related Intellectual Property―, TRIMs ―Trade Related Investment
Measures― e o GATS ―General Agreement on Trade in Services―, convênios sobre os quais
trataremos posteriormente.
É importante ressaltar que durante a Rodada Uruguai foram muito fortes e explícitas as
pressões das grandes corporações dos EUA e da União Européia para incluir nos acordos
comerciais os temas de serviços, propriedade intelectual e liberalização de investimentos e
por isso na Ata final da Rodada, estes temas fazem parte de acordos especiais, como se
detalha mais adiante.
A OMC se apresenta como uma instituição democrática, dado que está baseada no princípio
de “um país, um voto”. No entanto, as definições são tomadas por “consenso passivo”
através do qual os países membros que não se manifestam contrários a alguma medida ou
definição permitem sua aprovação, forma que tem permitido, na prática, a utilização de
diversas formas de pressão feitas pelas potências econômicas. A OMC realizou até o
momento cinco reuniões ministeriais. Em dezembro de 1996 realizou a primeira Conferência
Ministerial em Singapura. A mesma aprovou uma agenda de trabalho futura que incluía a
formação de grupos de trabalho para estudar a incorporação de alguns novos temas
(investimentos, política de competição, compras governamentais e facilitação do comércio)
que por este motivo foram chamados “temas de Singapura”.
15
TRIPs : Aspectos Comerciais dos Direitos de Propriedade Intelectual ; TRIMs: Aspectos Comerciais
das Medidas de Invstimento; GATS: Acordo Geral em Comércio de Serviços.
49
Desde então, a OMC não parou de crescer incorporando inclusive a Rússia e a China e
contando atualmente com 148 países membros. As rodadas posteriores em Seattle e em Doha
tiveram resultados no mínimo polêmicos. A segunda ministerial de 1999, conhecida como a
Rodada do Milênio, encontrou, pela primeira vez, uma forte mobilização social nas ruas da
cidade e provocou a chamada “batalha de Seattle”, conhecida por ter sido a primeira
manifestação organizada por movimentos sociais do mundo inteiro contrários à
globalização. Por sua vez, os países participantes encontraram o mesmo clima habitual das
reuniões fechadas nas chamadas “sala verde” onde EUA e UE tomavam suas decisões para
depois comunica-las ao conjunto. Esta Ministerial terminou sem conseguir definir a agenda
posterior dos grupos negociadores, em parte pelas resistências dos governos de países
pobres, mas também pelas próprias divergências entre EUA e UE sobre alimentos
transgênicos e com hormônios.
A terceira Rodada em Doha, Qatar, ocorreu em novembro de 2001, justamente no Golfo
Pérsico, a uma distância pequena e pouco tempo depois da invasão das tropas americanas ao
Afeganistão, num clima evidentemente pouco agradável, de ameaças, muitas nem tão
veladas, em relação ao apoio dos países mais pobres à luta contra o “terrorismo” que os EUA
liderava. Neste clima de pressões, a Rodada de Doha, definiu a agenda futura, chamada de
“Rodada do Desenvolvimento” que foi, posteriormente, extremamente condenada pelos
movimentos sociais globais e por muitos países não desenvolvidos. No entanto e a pesar
desse ambiente definitivamente ameaçador, foi também alcançado um acordo sobre o TRIPS
e a Saúde Pública que permite alguma margem de manobra aos governos para o acesso a
medicamentos em casos de proteção à saúde pública.
O clima de descontentamento crescente entre os países do Sul membros da OMC, somado às
mobilizações sociais globalizadas, criaram um novo contexto para a última reunião
Ministerial realizada em setembro de 2003 em Cancun no México.
2.3-1 Situação atual das negociações na OMC
O resultado alcançado na Reunião de Cancun foi considerado um fracasso das negociações e
ao mesmo tempo caracterizado como um processo bem sucedido para os países menos
desenvolvidos e para as organizações da sociedade civil.
Para entender este processo é fundamental reconhecer o papel definitivo do Grupo dos 20,
G-20, e sua atuação para esse desfecho. A formação deste grupo negociador dos países em
desenvolvimento liderados pelo Brasil, Índia e China, foi uma grande novidade não só em
Cancun como também com relação a toda a última década das negociações internacionais.
O surgimento do G-20 marca a V Reunião Ministerial da OMC como um momento histórico
nas negociações entre Norte e Sul. Talvez de forma inédita nos anos pós Guerra Fria, esta
reviravolta, dá um viés diferente às negociações multilaterais, seriamente ameaçadas pelos
acontecimentos políticos internacionais depois dos atentados de setembro nos EUA.
Reconhecendo a debilidade desta aliança, ligada exclusivamente a interesses nos temas de
agricultura, especialmente dos países exportadores de produtos primários em relação ao
acesso aos mercados dos países centrais, é preciso reconhecer que ela foi decisiva para esta
transformação importante nas negociações.
A criação do G 20 foi provocada em grande parte pelas frustrações de muitos países
pertencentes ao grupo de Cairns e também pela falta de sensibilidade da proposta
apresentada pelos EUA e UE, extremamente ambiciosa e sem nenhuma concessão
importante ao que se vinha negociando e aos interesses dos países pobres, especialmente em
relação a questão de estabelecer limites às políticas de subsídios.
50
“Esta ‘rebelião dos pobres’ ―como foi chamada― nucleados no G-20, se deu não só devido às
expectativas não contempladas em torno da agricultura, como também à falta de concessões
em diversas áreas e à tentativa de avançar na agenda em temas cada vez mais
comprometedores para as economias em desenvolvimento, como os investimentos e as
compras governamentais, esquecendo a necessidade do “consenso explícito” acordado em
Doha para a inclusão desses novos temas na Rodada”16.
A pesar de sua fragilidade e de seu delicado balance de poder interno, a emergência do G-20
criou um novo paradigma nas negociações dentro da OMC. São múltiplas as divergências
acerca da importância e papel deste novo bloco de países, mas é indiscutível que o equilíbrio
de poder para as negociações foi modificado e já não pertence mais somente aos dois
“grandes”, UE e EUA.
Ao mesmo tempo, em Cancun surgiram outras alianças ou grupos que apesar de não terem
tido o mesmo peso e visibilidade que o G-20, tiveram um papel extremamente importante
para desafiar os países desenvolvidos e suas estratégias habitualmente dominantes dentro da
OMC, e que atualmente continuam em processo de consolidação.
Essa aliança entre os países formou o G-33 e de forma mais fluída o G-90, grupos
interessados na defesa das comunidades agrícolas, a segurança alimentar e a salvaguarda da
agricultura familiar de uma forma explícita (diferentemente do G-20, preocupado
centralmente com a agricultura de exportação) que vêm consolidando-se depois da reunião
no México e que assumiu também outros temas da agenda da globalização.
Alguns países participam dos três grupos e especialmente o G-90 não tem um número
definido de participantes, tratando-se mais de uma aliança entre a União Africana, os PMD
(países menos desenvolvidos) e Países de ACP – África, Caribe e Pacífico.
Assim, o G-20 junto com estes grupos recentemente surgidos, são peças novas e
fundamentais explicitadas em Cancun, que permitiram criar um “re-equilíbrio” positivo no
tabuleiro atual das negociações, representando uma vitória importante para os países em
desenvolvimento.
Neste momento é importante registrar, ainda que retomaremos de forma detalhada mais à
frente, que depois de finalizado o processo em Cancun, e com um pequeno intervalo de
tempo, teve lugar a VIII Reunião Ministerial da ALCA ―Área de Livre Comércio entre as
Américas―, em Miami, em novembro de 2003, que não conseguiu garantir o prometido
acordo para ser colocado em prática em janeiro de 2005. No entanto, influenciou de forma
decisiva, junto com o resultado de Cancun, o desenvolvimento estratégico das negociações.
Deste modo, a situação de estancamento ou fracasso nas duas negociações (OMC e ALCA)
simultaneamente, mudou fortemente a estratégia dos países desenvolvidos para com os
países das Américas. Assim, os EUA de um lado e a União Européia do outro, reagiram com
bastante contundência em sua relação com o continente depois de Cancun e Miami.
As novas estratégias das duas superpotências comerciais foram diferentes ainda que
complementares em sua lógica interna e passaram a centrar a ação nos espaços de
negociações bilaterais ou regionais.
Referiremos-nos a estas negociações mais adiante, mas é importante mencionar que estes
processos caminham de forma simultânea e as estratégias vão se integrando e seguindo o
rumo dos acontecimentos. Depois de um ano de negociações paralisadas desde o
estancamento de Cancun, no dia 1 de agosto de 2004 as negociações na OMC
“recomeçaram”. A aprovação de um marco geral (framework) para as áreas de agricultura,
bens não agrícolas, serviços e implementação permite a continuidade das negociações no
âmbito multilateral. De alguma maneira, o processo reaberto é a continuação do mandato de
16
IGTN Boletim. Volume 03, N * 10. Outubro a dezembro de 2003. Artigo: Balanço e Indagações
norteadoras para o pós Cancun.
51
Doha, ao qual foi agregado o tema da facilitação do comércio, único dos temas de Singapura
a ser assumido, enquanto os outros três foram, segundo este acordo, eliminados da Rodada.
Inclusive podemos entender que esta reabertura, ainda que tenha sido vista como um
retrocesso ou uma aceitação das pressões para a retomada das negociações sem grandes nem
novas vantagens, ao mesmo tempo também pode ser compreendida no ambiente de
agressividade com que vêm sendo levadas as negociações bilaterais, em particular com os
países de menor presença comercial e desenvolvimento. Um exemplo disto é visto nos
acordos em negociação entre os EUA e os países andinos ou os países da América Central no
CAFTA ― Acordo de Livre Comércio entre América Central e Estados Unidos ― e também
entre a União Européia e o Mercosul.
Assim, apesar dos inconvenientes e pressões que foram vivenciados na OMC pelos países em
desenvolvimento ou subdesenvolvidos, o âmbito multilateral ainda aparece como um espaço
de maiores e mais plurais possibilidades negociadoras.
2.3-2 Temas em negociação
Mencionávamos inicialmente a abrangência dos acordos multilaterais de comércio, dado que
se referem não somente ao intercâmbio de produtos ou mercadorias, mas incluem também
transações em serviços, proteção aos direitos de propriedade intelectual, e direitos dos
investidores, entre outros. Nos referiremos agora a alguns dos elementos que compõem os
principais temas que estão em jogo nas negociações comerciais:
Agricultura:
O Acordo sobre a Agricultura da OMC busca melhorar o acesso aos mercados agrícolas
através da redução de barreiras tarifárias, da eliminação de cotas e outras medidas restritivas
à importação. Além do mais, busca acabar de todas as formas com os subsídios ou incentivos
do governo à produção ou à exportação e às ajudas internas indiretas (como sustentação de
preços, por exemplo) ao setor para garantir a competição entre os mercados.
Enquanto que a maioria dos países de América do Sul já eliminou as restrições quantitativas,
como também os subsídios para a exportação e as subvenções, os Estados Unidos vêm
investindo novos e expressivos fundos Em sua própria produção de alimentos através da lei
agrária de 2001 (Farm Bill). Ao mesmo tempo, a União Européia com sua Política Agrícola
Comum aumentará o financiamento para a produção do setor até o ano de 2013, barateando
dessa forma artificialmente seus preços, que podem assim inundar os países do 3º mundo.
Dessa forma, o comércio agrícola está causando fortes impactos em diversos aspectos das
economias nacionais, especialmente dos países do Sul. Entre esses impactos podemos
mencionar o menor acesso dos agricultores à terra e sua concentração, ou crescimento das
empresas transnacionais cada dia mais poderosas no setor agropecuário, a mobilização de
trabalhadores e trabalhadoras, provocando migrações internas e internacionais junto a
profundos desgarros, as mudanças de hábitos alimentícios, entre outros impactos com sérias
conseqüências socioeconômicas.
“Por outro lado, as limitadas políticas nacionais que garantem a segurança e sustentabilidade
alimentícia para enormes setores da população dos países do chamado Terceiro Mundo,
permanentemente incentivados para a exportação de bens agrícolas, frente a uma agricultura
ineficiente e fortemente subsidiada nos países centrais, perpetuam e alimentam um círculo
vicioso de desigualdades. Neste contexto, as mulheres ficam com a responsabilidade da
subsistência familiar, sem programas nem formas de acesso à propriedade da terra, à água,
ao crédito, às sementes agora patenteadas, etc. e desde um lugar desprovido de poder
político e econômico para garantir seus direitos”. (Rodriguez.G, Sanchis, N. 2003)
52
Serviços
Ao falar de serviços, os acordos internacionais se referem a uma vasta gama de atividades
econômicas que apesar de não produzirem um bem material, satisfazem uma necessidade
humana. Assim, estão se referindo a atividades que incluem, por exemplo, os serviços
bancários, telefônicos, de saúde, educação, saneamento, distribuição de água e energia,
transporte, turismo, entre outros.
O Acordo Geral sobre Comércio de Serviços (AGCS ou GATS em inglês) busca liberalizar o
intercâmbio dos serviços, excluindo somente aqueles que se encontram na esfera de atuação
governamental como a segurança nacional e (por agora) os bancos centrais.
A prestação de serviços assume diversas modalidades “dado que nem sempre requer a
presença simultânea do provedor e do consumidor num mesmo território. Dessa forma, se
define como comércio internacional de serviços não só aquele que se realiza através das
fronteiras (internet, por exemplo), como quando o mesmo é provido a um consumidor
estrangeiro (turismo, por exemplo), ou quando uma empresa estrangeira se instala para
oferecer um serviço ou uma pessoa temporariamente oferece seus serviços num país
estrangeiro”. (Rodriguez, G 2003) Este último caso, é o mais polemico porque afeta à
mobilidade das pessoas e os processos migratórios.
Entre eles, portanto, se inclui a maior parte dos serviços públicos essenciais, crescentemente
privatizados e anteriormente prestados sem fins lucrativos pelos governos, que têm forte
influência no cotidiano da população e evidentemente sobre a qualidade de vida das
mulheres. Os acordos aceleraram o processo de mercantilização iniciado pelo ajuste
estrutural promovido pelo FMI – Fundo Monetário Internacional.
Geralmente estes serviços têm impactos também sobre a pobreza e conseqüentemente sobre
as desigualdades sociais, entre elas as de gênero, devido ao papel fundamental das mulheres
na reprodução social e nas responsabilidades domésticas que as mulheres ainda assumem
majoritariamente. Ao mesmo tempo, as mulheres são a principal mão-de-obra deste setor,
representando isto inclusive novos desafios e oportunidades em termos de mercado de
trabalho com melhor remuneração, ainda que nem sempre seja esta a tônica do setor.
Propriedade Intelectual
Trata-se das regras que têm por objetivo a proteção legal da propriedade das idéias, criações
artísticas e inovações tecnológicas através das patentes, autorias e marcas. O Acordo dos
Aspectos Comerciais Relacionados com os Direitos de Propriedade Intelectual (TRIPS
segundo a sigla em inglês), vem, na prática, intensificando a monopolização do
conhecimento e aprofundando as diferenças entre países ricos e pobres porque garante
privilégios e o interesse das grandes empresas, especialmente as de medicamentos e
sementes.
Este acordo está significando também uma ampliação da brecha tecnológica entre os países
industrializados e os países em desenvolvimento, e acaba facilitando a concentração do
poder econômico dos países mais ricos.
É ainda um tema conflitivo e que tem repercussões sobre a saúde pública e neste sentido os
debates em Doha foram muito polêmicos e os países mais pobres alcançaram um triunfo
parcial, que, liderados pela África do Sul e Brasil permitiram uma cláusula preservando o
direito dos países ao uso de medicamentos genéricos nos casos de epidemias, como por
exemplo, a luta para permitir o tratamento da Aids.
“Este é um tema especialmente delicado para o movimento de mulheres devido às
conseqüências que pode gerar em termos da existência de uma vida digna para milhões de
53
seres humanos, que se encontram a mercê de um modelo tecnológico insustentável e sem
considerações éticas. A concessão de patentes de plantas, sementes, drogas para
medicamentos, medicina natural, produções culturais dos diversos povos, etc. implica em
conseqüências muito graves para as populações dos países do Sul e seus efeitos podem ser
especialmente nocivos para as mulheres e os povos indígenas”. (Rodriguez, G. 2003)
Em última instância, este é um tema que reflete de um modo brutal as desigualdades de
poder no mundo global, e sabemos que estas afetam de modo particular às mulheres.
Junto aos temas mencionados, estão atualmente em pauta os chamados new issues ou “temas
de Singapura”. Existe muita preocupação em torno destes temas porque eles podem, em
diversos casos, implicar em limitações à autonomia dos países para a definição de políticas
nacionais de desenvolvimento e por isso os acordos foram chamados de constituições
supranacionais.
"Os Estados Nacionais, particularmente aqueles do mundo em desenvolvimento, negociaram e
continuam negociando sua capacidade de regulamentar e controlar o fluxo externo de bens e
serviços, de proteger a integridade de seu sistema monetário e financeiro, de determinar seus
programas antipobreza, de promover a sobrevivência sustentável, de proteger o bem-estar e o
direito dos trabalhadores e de garantir a provisão adequada de serviços públicos e infraestrutura". (Mello, F. 2002).
Investimentos
O tema da liberalização dos fluxos de capital tomou um enorme peso na agenda global, a
ponto de muitos economistas afirmarem que este é o verdadeiro ponto de interesse dos
acordos internacionais. O processo de desregulamentação da entrada de capitais, junto com a
flexibilização da legislação de proteção ao trabalho, foi fomentado não só nos acordos
comerciais como basicamente desde as políticas impulsionadas pelo FMI e o BM,
transformando-se em um dos pilares das mudanças econômicas da última década.
Ao mesmo tempo, sua incorporação efetiva entre os temas da rodada de negociações pode
provocar fortes conseqüências aos países periféricos.
A regulamentação de requisitos e exigências para os capitais financeiros é um tema
importante para estes países que precisam de IED –Investimento Estrangeiro Direto– para a
promoção do desenvolvimento, ainda que de fato ele tenha mostrado impactos muito
limitados na América Latina, se considerarmos as necessidades de um desenvolvimento
sustentável.
Os chamados “requisitos de desempenho” nos interessam também especialmente porque
podem se transformar em uma ferramenta de combate às desigualdades de gênero, caso
direcionado às políticas públicas para a promoção das mulheres, outro aspecto negligenciado
pelos governos.
Em particular, os acordos comerciais com os Estados Unidos ou os demais países do NAFTA
– Acordo de Livre Comércio da América do Norte– (do qual participam Canadá, EUA e
México), exigem a inclusão de uma cláusula do NAFTA, o conhecido Capítulo 11. Esta
cláusula basicamente trata dos direitos dos investidores e do ponto mais polêmico, o
mecanismo de solução de controvérsias (Investidor-Estado), que permite às empresas
demandar aos governos, sendo este um precedente inédito no relacionamento internacional
de solução de diferenças em painéis, que enfrentam governo a governo.
54
Compras governamentais
Nas negociações deste tema, trata-se do acesso internacional às compras dos governos nos
distintos níveis (municipal, estadual e nacional). Evidentemente este tema atrai o interesse de
grandes empresas transnacionais que pretendem aceder a mercados importantes, como são
alguns conglomerados urbanos gigantescos como México, São Paulo ou Buenos Aires ou as
compras de países periféricos importantes como a Índia e o Brasil.
Se este tema fosse incorporado às negociações da OMC, os governos se veriam forçados a
abandonar ferramentas de políticas nacionais de desenvolvimento, de direcionamento das
compras a pequenas e medias empresas, porque isto fere o princípio do tratamento não
discriminatório, ainda que possam em determinados casos negociar exceções. Assim seria
impossibilitado o incentivo de setores específicos para a venda de produtos aos governos,
como, por exemplo, cooperativas de mulheres para produção da merenda escolar ou outros,
impulsionando programas de eqüidade de gênero.
Finalmente, os restantes “novos temas” de Facilitação do comércio e de Políticas de
competição (destinadas a estender o tratamento nacional a empresas dos países membros,
rompendo inclusive os monopólios estratégicos dos estados nacionais), são os outros
assuntos que se pretende incluir nas negociações da OMC. De fato, um deles, a facilitação
comercial, já foi incluído no acordo recentemente assinado em Genebra, ainda que nele se
explicite que os outros três estariam fora da Rodada de Doha.
2. 4 UNCTAD ―Conferência das Nações Unidas para o Comércio e o Desenvolvimento
A UNCTAD, como já comentamos, é uma agência internacional que se define como recurso
para investigação, análises de políticas e assistência técnica em comércio e desenvolvimento,
centrada nas necessidades específicas dos países pobres ou menos desenvolvidos. Apesar de
uma história importante na defesa dos interesses desses países, atualmente seu objetivo
fundamental é, contraditoriamente, a inclusão dos mesmos na economia mundial
globalizada. A instituição identifica possibilidades abertas pela globalização para o
crescimento econômico e o desenvolvimento sustentável apesar de reconhecer
contraditoriamente que os efeitos deste processo foram bastante desiguais. Inclusive,
segundo a UNCTAD, os países que não possuem bens e serviços para competir no comércio
mundial têm pouco a ganhar com as negociações multilaterais em curso:
“Muita da variação não desempenho pode ser atribuída ao tipo de comércio com o qual os
países estão se envolvendo. Bens e serviços de alto valor agregado ―particularmente quando
são intensivos em qualificação e tecnologia― podem aumentar os ganhos com o comércio,
como demonstram, de forma impressionante, algumas economias do leste da Ásia. A
pobreza desses países caiu cerca de 40% nos anos 90, enquanto seu PIB per cápita triplicou
nas últimas décadas, segundo os Indicadores do Milênio da ONU. Na outra ponta da escala
está a produção de produtos primários, que é altamente vulnerável a flutuações de preços e
choques externos”17.
O comércio internacional, na atual conjuntura, está longe de constituir um jogo no qual todos
ganham. A concentração dos benefícios em poucos países especializados em bens e serviços
de alto valor agregado perpetua as desigualdades entre ricos e pobres. A grande maioria dos
países, não dispõe dos meios para se tornarem competitivos no mercado global.
17
(UNCTAD/ISS/2004/2/Add. 3, 2004, p.1).
55
No entanto e apesar do importante papel que a UNCTAD poderia cumprir no sentido de
apoiar as necessidades políticas e técnicas dos países não industrializados, ela viu
recentemente diminuir seu prestígio.
Em sua XI Conferência, realizada em julho de 2004 em São Paulo, Brasil foram realizadas
simultaneamente às sessões oficiais, diversas reuniões do G-20 e do G-5 ―grupo formado
pelos EUA, União Européia, Índia e Brasil pelo G20 e Austrália pelo grupo de Cairns ― para
tratar de destravar as negociações na OMC, suscitando o interesse da maioria dos
negociadores. De fato foram estas negociações que abriram o caminho para a assinatura do
acordo de agosto no âmbito da OMC, em detrimento da própria Conferência da UNCTAD
que teve seus debates desvalorizados. Apesar desse êxito, a XI Conferência evidenciou o
esforço de certos países centrais para diminuir o papel da UNCTAD como espaço de
discussão e de formulação de políticas para o comércio internacional. De fato, a UNCTAD
que historicamente mostrou ser uma importante alternativa de aglutinação dos países pobres
dada sua ênfase no desenvolvimento como finalidade do comércio.
2. 5 Acordos Bilaterais e Regionais de integração
Como referido anteriormente, as negociações no sistema multilateral foram realizadas nos
últimos anos de maneira simultânea com outras fórmulas negociadoras, especialmente com o
tradicional bilateralismo do século XX, e com a formação de blocos regionais, sejam estes
áreas de livre comércio, como o caso da ALCA e os acordos União Européia/América Latina,
ou de integrações mais profundas, como pode ser considerado o Mercosul.
Os tipos de integração variam de acordo com o grau de aprofundamento dos acordos ou “de
desmantelamento das barreiras comerciais entre os sócios e os compromissos de liberalização
dos fatores da produção” (Espino, A. Azar, P. 2001).
Existe neste tema um interessante debate, promovido em parte desde CEPAL, e que
mereceria ser aprofundado, em torno das formas e dos tempos necessários para essa abertura
das economias. Um tipo de integração opõe o regionalismo aberto, com uma abertura
gradativa ao multilateralismo ou abertura unilateral que implicaria na diminuição brusca das
barreiras tarifárias. As formas mais correntes de integração assumem as modalidades de 1
―Zonas de livre comércio; 2 - Uniões alfandegárias e 3 - Mercado comum.
A primeira modalidade organiza o comércio eliminando as barreiras recíprocas entre os
países, mas estes continuam estabelecendo suas políticas domésticas e comerciais de forma
independente. No caso das uniões alfandegárias, os países além de eliminar as barreiras
tarifárias e não tarifárias, estabelecem uma TEC - Tarifa Externa Comum em suas
negociações com terceiros países.
Finalmente, o Mercado Comum, nível mais avançado das negociações, implica num alto
grau de integração entre os países membros do acordo, incluindo não só políticas comerciais
como também fiscais e monetárias, com possibilidades de alcançar uma moeda única (como
no caso da União Européia com o euro).
A maior parte das negociações em curso na América Latina é para formação de áreas de livre
comércio. Entretanto existem outras negociações, como o Mercosul que até o momento é uma
união alfandegária imperfeita que pretende avançar a um Mercado Comum e acordos de
tipo intermediário com menor estado de avance nas negociações, como o Pacto Andino.
56
2.5.1 ALCA –Área de Livre Comércio das Américas
A mais importante e controvertida negociação da qual participam atualmente todos os países
das Américas, exceto Cuba, é para a conformação da ALCA.
Na reunião de Miami de novembro do 2003, dois meses depois do fracasso da Ministerial da
OMC no México, a impossibilidade de avançar no sentido de fechar os acordos em 2005,
criou um impasse do qual só se conseguiu sair com um acordo muito abaixo das pretensões
iniciais que foi então chamado de ALCA light ou acordo “de dois andares”, porque definiu
questões amplas num momento inicial para o conjunto de países, e um segundo nível de
avanço posterior para aqueles países que estivessem dispostos a promover uma maior
liberalização.
Ao mesmo tempo, os EUA foram explicitando novas justificativas diante da falta de avanços
na OMC. Começaram assim a pressionar os países da América Central primeiro e depois da
Comunidade Andina para o estabelecimento de negociações bilaterais, que de fato
facilitaram a quebra das frágeis alianças que estavam sendo construídas entre os países do
Sul. As pressões para empurrar a saída de Peru e Colômbia do G-20 poucos dias depois do
fim da reunião em Cancun foram os primeiros indícios do que seria essa nova estratégia
divisionista, que acabaria levando posteriormente à assinatura do CAFTA – Acordo de Livre
Comércio com América Central.
2.5.2 Acordo União Européia/América Latina (México, Chile, Mercosul e Pacto Andino)
As negociações entre a União Européia e diversos blocos de países na América Latina
começaram em 1995, depois de ter se tornado pública a proposta dos EUA de formação da
ALCA. O Acordo Marco Inter-regional de Cooperação assinado em 1995 contemplava,
inicialmente, uma proposta ampla para América Latina no só de Liberalização Comercial
recíproca como também de Diálogo Político e de Cooperação. As negociações, no entanto, só
avançaram nos temas comerciais e dividindo-se em acordos sub-regionais, tendo já sido
assinados acordos com México em 2000 e com Chile em 2002.
Nestes casos, diversos estudos relataram que alguns dos propósitos anunciados no momento
da assinatura dos acordos no foram alcançados, como o aumento do fluxo de investimentos
produtivos e a diversificação comercial. Por outro lado, a pesar destes acordos contarem com
uma Cláusula Democrática (que surpreendentemente desapareceu no discurso e nas
negociações com Mercosul) isto não significou melhorias nas condições de trabalho nem
aumento significativo na oferta de empregos para as / os trabalhadores mexicanos e
chilenos. No caso do México, inclusive o acordo assinado também conta com a proteção
adicional de um Acordo Bilateral para a Promoção e Proteção dos Investimentos (APPRIs)
que de fato protegeram a algumas empresas européias em casos de descumprimento da
legislação de proteção ao trabalho e ao meio ambiente, (de forma semelhante ao capítulo 11
do NAFTA).
Atualmente, o Mercosul se encontra em intensas negociações na expectativa de fechar o
acordo correspondente, num tipo de negociação chamada “acordo OMC plus”, porque
pretende avançar sobre diversos assuntos que ainda estão em negociação ou que nem foram
incluídos na OMC. Estes temas, nos quais a UE tem interesse são: regras de origem dos
produtos, liberalizações de serviços públicos, (em particular a água, dado o interesse de
diversas corporações européias do setor), setores de telefonia, pesca, navegação de
cabotagem e ainda compras governamentais (onde a UE solicita ir além da transparência e
conseguir trato preferencial em licitações).
57
Embora estes acordos com a União Européia, não tenham suscitado a mesma rejeição
popular que a ALCA, motivo de grande número de mobilizações e protestos no continente,
seu conteúdo é muito similar e as assimetrias entre as economias européias e latinoamericanas são igualmente enormes. Inclusive agravadas pelos altos subsídios praticados na
Europa pela PAC – Política Agrícola Comum, frente a um continente fortemente exportador
de produtos primários.
Muitas vezes foram vistas como negociações alternativas para fortalecer o poder das diversas
sub-regiões frente aos EUA, na medida das possibilidades de diversificação negociadora,
entretanto têm se mostrado muito semelhantes e tanto ou mais ambiciosas que a ALCA
naqueles temas sensíveis ao desenvolvimento para os países do continente americano.
2.5.3 Outros importantes Tratados em Negociação
Não faremos menção em detalhes aos diversos acordos que continuam sendo negociados na
região e dos quais participam diversos grupos de países. Entretanto podemos, em termos
gerais, referir que todos eles significam em maior ou menor grau propostas de liberalização
semelhantes, que centram seus interesses não somente na redução tarifária como também e
fundamentalmente na liberalização dos fluxos de capitais. Ao mesmo tempo, pretendem
constituir-se em marcos legais dos intercâmbios entre os membros, avançando sobre as
regras que estão sendo definidas na OMC, ou seja, acordos “plus”.
Estes acordos se encontram em momentos diversos do processo negociador e os principais
são: CAFTA, Pacto Andino/EUA, APEC e UE/Comunidade Andina, sobre os quais
preferimos, em caso de interesse, indicar bibliografia que trata sobre cada um deles
particularmente.
2. 6 Mercosul
O Mercosul é talvez o mais acabado exemplo na América Latina de integração não somente
comercial ou de redução de barreiras tarifárias, mas que pretende constituir um mercado
comum. Foi criado a partir de 1991 e desde então vem sofrendo mudanças de rumo junto às
mudanças políticas e econômicas na região.
O princípio da cooperação e da integração de políticas econômicas e sociais continua na base
do relacionamento entre os países membros plenos: Argentina, Brasil, Paraguai e Uruguai e
de relacionamentos preferenciais com os países associados: Bolívia e Chile, e recentemente
ampliado com a presença ainda não formalizada da Venezuela. A integração foi
aprofundada com algum nível de institucionalidade centrada na harmonização de leis e
diretrizes e com uma agenda comercial pragmática.
Entretanto, é interessante mencionar que este projeto está atualmente em uma fase
efervescente, dada a nova dinâmica política da região que tem provocado um momento de
maior empenho de vários governos no sentido dos avanços na construção do bloco. Isto se
alia a um processo explícito de interesses a favor de uma maior integração sul-americana,
expressada pelos governos da Argentina, Brasil e Venezuela especialmente. Assim, o
Mercosul acaba de assinar um acordo com a CAN – Comunidade Andina de Nações que
abre possibilidades para o processo integrador sul-americano.
O Mercosul tem em seu organograma o FCES - Fórum Consultivo Econômico e Social, que é
um órgão consultivo com participação de alguns setores da sociedade civil dos países
membros, entre os quais cabe destacar a CCSCS – Coordenadora de Centrais Sindicais do
Cone Sul - que reúne as principais entidades sindicais da região.
58
Também é interessante mencionar que o Mercosul conta com a REM –Reunião Especializada
da Mulher - com representação governamental dos órgãos específicos de políticas para as
mulheres em cada país, e que tem por finalidade a incorporação das questões e políticas de
gênero no processo integrador.
3. COMÉRCIO E DESENVOLVIMENTO
Referimos até agora o processo de conformação do sistema multilateral de comércio
internacional, suas formas atuais e o estado das negociações.
Temos visto, pelo andamento das negociações e pelos enfrentamentos entre países e
especialmente entre setores sociais nos diversos cenários das negociações, que o comércio
tem poderosos efeitos sobre a atividade econômica e o desenvolvimento dos países e vêm
provocando profundas modificações na estrutura produtiva seja entre países, como ao
interior dos mesmos. Vemos também que a liberalização por si mesma não tem contribuído
para a construção de uma ordem internacional mais justa e eqüitativa, já que a inserção dos
países no sistema internacional continua sendo extremamente desigual.
Por isso, é necessário considerar o tipo de inserção dos países da América Latina no mercado
globalizado, e conseqüentemente, os efeitos sobre as possibilidades de desenvolvimento da
região.
Na realidade, ao mencionar atualmente o comércio de bens estamos re-contextualizando
uma problemática secular: a exportação de produtos primários e de recursos naturais, versus
o intercâmbio de bens manufaturados ou de serviços com alto valor agregado e com maior
tecnologia incorporada. Esta é uma velha e tradicional questão que se repete com diversas
modalidades na historia das relações internacionais e de uma forma reiterativa para América
Latina, dando o tom as economias nacionais na região.
Mesmo durante o período de substituição de importações, promovido em vários países
latino-americanos nas décadas de 50 e 60, em vários casos com relativo sucesso para a
autonomia econômica dessas nações, o modelo primário exportador tem sido extensamente
prevalecente.
A América Latina continua sendo uma região nitidamente exportadora de produtos
agrícolas, derivados da pecuária e da extração de minérios e outros recursos naturais como
madeiras e produtos pesqueiros, entre os mais importantes.
Inclusive a modalidade da monocultura, um modelo produtivo amplamente superado nas
décadas recentes, volta a tomar impulso, especialmente nos paises do Cone Sul, através da
produção em grandes extensões de cultivos que como a soja, tem atualmente alta demanda
nos mercados do Norte.
Ao mesmo tempo, quando se trata de exportação de produtos manufaturados, estes são de
escasso valor agregado e baseados em outro ingrediente barato, a mão-de-obra abundante e
em condições de trabalho geralmente precárias, como é o exemplo das maquilas no México e
América Central.
Como a UNCTAD alerta em seu informe de 2004, ainda que o volume dos produtos
exportados entre 1980 e 2003 pelos paises em desenvolvimento tenha aumentado fortemente,
o preço dos produtos que estes paises importam (ou seja, as mercadorias produzidas pelos
paises desenvolvidos), como equipamentos de telecomunicações, medicamentos, máquinas e
produtos de informática, tem aumentado muito mais.
Segundo a UNCTAD “as evidências mostram que o grau de deterioração dos termos do
intercâmbio para produtos dos países em desenvolvimento em relação aos produzidos pelos
paises desenvolvidos, reflete as desigualdades tecnológicas incorporadas nas exportações”.
59
Deste modo, podemos afirmar que para AL a inserção no mercado mundial continua nos
padrões tradicionais, apesar de pequenos avanços na pauta exportadora de alguns produtos
manufaturados como suco de frutas, sapatos, aço e alumínio, entre outros.
3.1 Do que falamos quando falamos de Desenvolvimento?
Na realidade, os acordos comerciais que estão sendo negociados nos diversos âmbitos
regionais e multilaterais, não têm como função somente ampliar o comércio, mas o objetivo
central deles é a criação de marcos de regulamentação para os investimentos.
As facilidades de tais regulamentações permitem a ampliação das estruturas produtivas em
escala mundial, e com isto a ampliação do poderio das transnacionais, as grandes
favorecidas do processo de globalização econômica.
Ao mesmo tempo, a proposta de ampliação do comércio internacional faz parte do conjunto
de medidas econômicas impulsionadas fundamentalmente pelo FMI, como forma de
fomentar o desenvolvimento dos países garantindo o circuito financeiro de investimentos /
pagamento das dívidas nacionais.
Os nexos entre as políticas fomentadas desde o Banco Mundial e o FMI para os paises
periféricos, com as negociações comerciais em curso, são a cada dia mais evidentes e estão
em total consonância. A “coerência” entre as políticas financeiras e comerciais tem ficado
paulatinamente explícita, expressada através das chamadas “condicionalidades” impostas às
economias nacionais pelas políticas das IFIs – Instituições Financeiras Internacionais.
(Caliari, A e Williams, M 2004)
O comércio exportador ampliado em praticamente a totalidade de países latino-americanos
garante os recursos para o pagamento da dívida externa, que por sua vez mantém o ciclo na
medida das necessidades de novos projetos de criação de infra-estrutura necessária para a
exportação ou de privatização de serviços, especialmente os serviços públicos essenciais.
Inclusive em vários dos países da América estão atualmente em pauta para aprovação pelos
Congressos os chamados projetos de lei de PPPs (do inglês Private - Public Partnerships) que
irão permitir a ampliação dos investimentos em infra-estrutura necessária, apoiando-se na
associação de capitais privados e públicos, garantindo o marco de segurança exigido nos
acordos comerciais internacionais. Fala-se assim da nova receita que adota a conhecida
formula da privatização de bens e serviços, incluídos os estratégicos como estradas,
navegação de cabotagem e energia, entre outras.
Tudo isto com conseqüências que precisam ser mais bem explicitadas em termos dos
impactos na vida da população e em particular das mulheres, já que estes serviços
geralmente facilitam aspectos do trabalho social reprodutivo.
Para finalizar então, podemos dizer que atualmente a maioria das nações do mundo
continua a conviver com situações e condições de extrema pobreza, sem garantia efetiva dos
direitos humanos fundamentais.
Em particular, a situação de desigualdade em que vivem as mulheres não tem alcançado
melhoras significativas com o aumento da liberalização comercial e muito pelo contrário,
temos visto que em inúmeras ocasiões os investimentos não só se aproveitam das
desigualdades de gênero existentes como muitas vezes parecem inclusive atraídas por elas e
as tem aprofundado em diversas regiões e países.
Este contexto nos impõe a necessidade de ampliar o debate sobre os vínculos entre comércio
e desenvolvimento, estabelecendo um compromisso ético com os direitos humanos e a
justiça social internacional.
60
Os acordos comerciais internacionais devem ter entre seus objetivos a redução da pobreza,
através da reformulação das estratégias de inserção dos países em desenvolvimento à
economia global. Num contexto de completo desequilíbrio de poderes, o comércio não pode
estar desvinculado do compromisso com a redistribuição de recursos no plano internacional.
É necessário revisar os conceitos e modelos de desenvolvimento e as regras comerciais
internacionais, na perspectiva da dimensão humana e social do processo de globalização, de
modo a contribuir para a redução das desigualdades entre as nações e no seu interior.
Também é preciso repensar os vínculos entre as políticas econômicas nacionais tendentes ao
desenvolvimento, as estritas regras do comércio internacional e as obrigações dos
empréstimos e da dívida externa dos países.
A brecha entre as nações no que diz respeito ao conhecimento e ao acesso às tecnologias deve
diminuir. Os atuais padrões de consumo se mostram inaceitáveis na perspectiva do
desenvolvimento sustentável. Finalmente, é imperiosa a necessidade de repensar o sistema
multilateral e suas bases, não só na OMC, mas também, dadas às repercussões, em outros
espaços da governança mundial.
BIBLIOGRAFIA
Action Aid International. “Dividir para reinar: a resposta da UE e dos EUA às alianças dos países
em desenvolvimento na OMC”. Organizado por John Hilary. Julio de 2004.
Barlow, Maude. “El ALCA y la amenaza para los programas sociales, la sostenibilidad del medio
ambiente y la justicia social en las Américas” en “El ALCA en debate, una perspectiva desde las
mujeres”. Org. Sanchís, N.; Editorial Biblos, 2001. Buenos Aires.
Barlow, M. e Clarke, T. “Atando cabos: Guia popular sobre OMC y ALCA”. Consejo Canadiense.
Mimeo. 2003
Boletins IGTN. página Web www.generoycomercio.org
Caliari, A. e Williams, M. “The capacity of IFIs to support trade liberalization in low-income and
vulnerable countries” in Commonwealth Finance Ministers Reference Report 2004. Reino Unido.
Sep. 2004.
Caputo Leiva, O. “A Economía Mundial actual y la Ciencia Económica. Algunas reflexiones para
la discusión”. Mimeo. Chile. 2000.
CEPAL. “Transformación productiva con equidad”. Chile. 1990.
Espino, A. e Azar, P: Fascículo 2 “Comércio e Equidade de Gênero. A economia global: uma
visião desde as mulheres”, Capítulo Latinoamericano da Rede Internacional de Gênero e
Comércio -UNIFEM, 2002, Montevidéu.
Mello, Fátima. "A OMC em meio à crise de legitimidade do neoliberalismo". FASE. Novembro
2002. Rio de Janeiro. Brasil
REBRIP – Rede Brasileira pela Integração dos Povos. Cartilha: “MERCOSUL - União Européia,
nos passos da ALCA”. Julho 2004. Brasil.
Rodriguez, Graciela. “Estratégias das Mulheres para a OMC”. Edição I. Eqüit. Rio de Janeiro Brasil. 2003.
Roll, Eric. “História de las doctrinas económicas”, versión española, Fondo de Cultura
Económica. 1968. México.
Tamames, Ramón. “Estructura económica internacional”. Alianza Editorial. 1999. España.
Williams, Mariama. “Gender Mainstreaming in the multilateral trade system”, Commonwealth
Secretariat, Londres. 2003.
61
MÓDULO II
Programa de Formación en Género y Comercio
Selección del foro de debate
Preguntas disparadoras
¿Tiene información sobre los contenidos de algún acuerdo comercial en que esté involucrado
su país o región?. Si sí, ¿Cuáles son las oportunidades y amenazas de ese acuerdo? ¿Qué
beneficios o riesgos puede traer para las mujeres?
Magaly Beraún Carrión (Honduras)
Los intentos de hacer tratados de comercio para lograr una equidad e igualdad entre
potencia y países en vías de desarrollo, tales como GATT, ALCA, CAFTA, incluso hasta la
misma OMC. Todos se formaron bajo los principios de trato comercial igualatorios pero al
final la realidad siempre es la misma los tratados favorecen y fortalecen comercial y
económicamente a las grandes potencias como Estados Unidos y la Unión Europea,
paralelamente las brechas de desigualdad y pobreza son cada vez mayores en los países en
desarrollo. Mis comentarios concuerdan con muchos de los de ustedes: los tratados
favorecen a las grandes transnacionales y los menos desfavorecidos siempre son los micro y
pequeños empresarios, los pequeños y precarios agricultores que inclusión tiene la gran
desventaja de tener problemas con el acceso a tierras.
Ivana Resnichenko (Uruguay)
Me parece muy interesante y altamente necesario este intercambio de experiencias y visiones
entre latinoamericanos. Un país pequeño tiene bastantes dificultades para negociar. Ventajas
escritas en tratados terminan sin ser aplicadas porque existen barreras no arancelarias o
porque no tiene capacidad productiva para usufructuar dicho tratado y termina siendo sólo
un comercio que viene pero no intercambio. Se arma una estructura maravillosa de
organismos y secretarias, que no nos están ayudando a salir del esquema de productores de
bienes con poco valor agregado.
Acuerdos recientes con otros países de América Latina en forma individual parece estar
teniendo una amplia repercusión en las corrientes de flujo comercial entre los países
tratantes. En mi opinión el problema de Uruguay es que le falta una estrategia desarrollista a
este respecto. Ha tendido a darles la espalda a los países de América Latina salvo Argentina
y Brasil, los dos grandes países que lo rodean. Con Argentina mantiene un comercio que
fomenta la producción de bienes que implican más cantidad de mano de obra pero con
Brasil mantiene una relación centro periferia como exportador mayoritario de materias
primas e importador mayoritario de bienes manufacturados. A su vez, con ambos y sobre
todo con Brasil, tiene que hacer frente a barreras no arancelarias que se aumentan a medida
que disminuyen las no arancelarias.
Carmen Silvia Maria da Silva (Brasil)
Que bom debate este. Agradeço a oportunidade.
Tenho uma questão que me preocupa: As análises tem apresentado o impacto da
liberalização do comércio sobre o trabalho de homens e mulheres e notadamente coloca a
questão dos maiores prejuízos paras as mulheres em função de nos ser imposto o trabalho
reprodutivo e, portanto, sentirmo mais o drama da privatização de serviços, por exemplo. A
questão é: Como fazer a luta social contra os Acordos sem reificar este lugar para as
mulheres? Isto é, como, utilizar o recurso para análise da situação social das mulheres, e os
problemas maiores advindos da liberalização do comércio para esta situação, e ao mesmo
tempo, fazer a denúncia da injuntiça que é esta imposição do trabalho reprodutivo.
62
Julia Petronila Cabello Acevedo (Perú)
Perú es un país subdesarrollado, con niveles de producción y productividad baja, con
moneda inestable, con elevados costos de producción, y con tecnología deficiente, lo que
configura una relación asimétrica con EEUU cuyas empresas cuentan con grandes capitales y
tecnología de punta. Por lo tanto no existe igualdad de condiciones en las negociaciones.
Según estudios realizados la fracción exportadora de la economía peruana es muy reducida.
La fuerza exportadora del país sigue siendo la de los productos extractivos primarios que
están fuera de las normas del marco del ALCA. Dada esta situación las empresas peruanas
con las norteamericanas no pueden competir en igualdad de condiciones. Los productos de
las transnacionales norteamericanas, que no pagan impuestos ni tienen controles invaden los
mercados nacionales, desplazando a los productos peruanos y destruyendo la débil
industria nacional. Al destruirse y desaparecer la industria nacional, miles de
trabajadores/as se quedan desempleados/as incrementándose la pobreza. El libre comercio
realmente va a servir para desarrollar a nuestro país? o simplemente va a ser un mercado
para expandir el comercio de las transnacionales? En una relación asimétrica quien se
desarrolla y fortalece es quien tiene ventajas competitivas.
María del Carmen Hernández Sánchez (México)
La firma del tratado de libre comercio se enfoca al objetivo de ampliar el mercado comercial
de Estados Unidos a nuestra región con lo cual se hace continua una afluencia de
mercancías, entrada de empresas trasnacionales, que desplazan a pequeñas y medianas
empresas, debido a que esta apertura comercial provoca que las empresas transnacionales
tanto en el ramo de la alimentación como de productos textiles obtengan una fuerte
influencia en los niveles finales de las cadenas de producción, lo que hace que no se respeten
los derechos laborales de las mujeres trabajadoras. Y que los productos generados por los
mexicanos sean desplazados y tengan poca comercialización.
En lo que respecta a la situación de las mujeres, son ellas las que asumen los costos, pues
hace que las mujeres sean lanzadas del mercado laboral formal y obligadas a incorporarse al
sector informal, sin ningún tipo de protección laboral y servicios para garantizar las
condiciones de salud, educación y alimenticias de ellas y de sus familias, duplicando su
jornada de trabajo dentro y fuera del hogar. Además el TLC consolidan un esquema de
desarrollo maquilador, que ve a las mujeres como mano de obra barata, sin garantizar
condiciones dignas de trabajo.
Teresa Salazar (Perú)
Lo que se esta debatiendo en el Perú es el Tratado de Libre Comercio, junto con Ecuador y
Colombia, con Estados Unidos; de la Ronda de Guayaquil, se que se hace en forma secreta a
espaldas de nuestros pueblos o sus representantes para que no haya las manifestaciones que
hubo en Guayaquil en contra de este Tratado; en mi país ningún diario ni noticiero nos hace
llegar a los acuerdos que se han tomado en esta ronda, que iba a tocar el tema de las
medicinas con mayor algidez, sin embargo los que apoyan este Tratado se quejan de que es
muy lento y que Perú esta dando marcha atrás teniendo buenos técnicos en las
negociaciones, eso es lo que quieren vender al pueblo que este Tratado es lo mejor que nos
puede suceder. En realidad ningún acuerdo que haya firmado el Perú sobre Comercio con
Estados Unidos o la Unión Europea ha mejorado nuestra calidad de vida, y en cuanto al
trabajo de las mujeres solo voy a dar un ejemplo: las mujeres que trabajan recolectando
espárragos, trabajan de las peores maneras que se puede imaginar.
63
Marco V. Bombón (Ecuador)
En Ecuador al igual que varios países se viene negociando un TLC, y el mismo que viene
llevándose con muy escasa información hacia la ciudadanía. Esto ha motivado que los
movimientos sociales hayamos recolectado firmas para presentar al congreso la necesidad de
una consulta popular para que opinemos sobre si se negocia o no, y que puntos se negocia,
ya que como ustedes saben, este "tratado" no solo afectara a nuestra vidas, sino las vidas de
muchas personas que ni siquiera están presentes....Lo importante es seguir en este reto, y
asumirlo como una labor de todas y de todos...Me despido agradeciéndoles por compartir
sus ideas y experiencias.
Mónica Nandín (Argentina)
Al analizar la coyuntura en la que se fueron dando los distintos acuerdos no podemos dejar
de ver el hecho de que han surgido como una estrategia producto de las necesidades de los
países más poderosos. Creo que es cierto como dicen en alguna intervención en el foro, que
estos acuerdos se han dado a espaldas de los pueblos, por tanto privándolos de su propia
autonomía que es la que les permite participar y aportar desde ese lugar en defensa de sus
intereses. Reafirmo esa cuestión de estrategia por parte de los gobiernos, aunque como
también se menciona, es cierto que en los últimos años por suerte se han dado algunos
cambios y frenado otros gracias justamente al conocimiento, voluntad, compromiso y la
participación de distintas organizaciones sociales. Desde mi perspectiva este es un tema
crucial: la participación y el compromiso, y creo que es común a todos los pueblos.
Mariana Calvento (Argentina)
En el caso de Argentina hay varios acuerdos comerciales que se están manejando y a
distintos niveles. El más importante es el MERCOSUR que intenta mantenerse y reforzarse
tanto económica como políticamente. Considero que hubo a partir de él oportunidades entre
los miembros permanentes pero también importantes retrocesos quizás porque todavía es
un proceso reciente, o quizás porque las dirigencias políticas de Argentina y Brasil sólo
últimamente presentan una convicción fuerte de trabajar en conjunto. Esto es lo que les ha
dado más poder para la negociación como bloque frente al ALCA, en el cual personalmente
veo más amenazas que oportunidades. Ello lo veo en relación a dos temas, por lo menos:
servicios y agricultura. En servicios, como en inversiones, el poder de negociación queda
trunco al depender de la capacidad económica del participante. Es decir, al quedar los
servicios al mejor postor sabemos quien tiene la capacidad para hacerlo. En este caso, Brasil
y Argentina ya han presentado una posición en conjunto que considero es un importante
paso con miras a realizar una negociación más equilibrada. Por otra parte, en cuanto a la
agricultura la discusión sigue latente ya que tanto para Estados Unidos como para los países
sudamericanos el área es prioritaria, de allí la dificultad de alcanzar un acuerdo que
beneficie por igual a ambas partes.
Mirtha Isabel Restelli (Argentina)
Yendo concretamente el MERCOSUR, creo que hay que empezar a desarrollarlo hacia el
interior de los países miembros. Este Foro me ha hecho recordar cómo empezó la actual
Comunidad Europea. Diseñada en sus orígenes por los líderes de Francia y Alemania, para
fomentar el comercio entre sus países y las relaciones entre sus pueblos, para reconstruir sus
países, deteriorados ambos por la II Guerra Mundial. Empezaron armonizando los
impuestos a los consumos y así nació el Impuesto al Valor Agregado y luego avanzaron en
los otros temas y se acoplaron otros países europeos, hasta darle forma al MCE inicial.
Los países del MERCOSUR deberían empezar a armonizar sus sistemas fiscales,
previsionales, permitir la libre radicación de sus ciudadanos miembros, e incorporar el tema
de género, tal como lo hicieron los europeos hace más de 50 años, pero con el objetivo de
eliminar el hambre entre sus países miembros. En caso contrario, las pymes argentinas y
brasileñas se seguirán peleando por una cuota de comercio de zapatos y camisetas y los
industriales más grandes por electrodomésticos y autos y autopartes.
64
María del Carmen Hernández Sánchez (México)
En lo que se refiere a los tratados en los que esta involucrado México se encuentra el tratado
de libre comercio (por mencionar uno de los tantos que ha firmado), el cual ha a dado como
resultado efectos negativos en comparación a los beneficios que puede proporcionar a la
población, aunque para unos pocos esta apertura económica signifique un gran paso a la
modernidad y al desarrollo social, económico y político, la gran mayoría de la población se
enfrenta a la desigualdad social y pobreza.
En los inicios de la firma del tratado se pregono que con el TLCAN o NAFTA se obtendría
“más y mejores empleos”. Sin embargo, si volteamos la mirada a nuestra realidad social
encontramos que el desempleo ha crecido, ya que el modelo no crea los empleos suficientes
para absorber la mano de obra existente, además de que destruye empleos por el cierre de
pequeñas y medianas empresas
Selección de ejercicios
Ejercicio 3 - Analizando la OMC desde la perspectiva de género
Letícia Peixoto (Brasil)
OS ACORDOS SOBRE A AGRICULTURA DENTRO DA OMC
Os acordos na área da agricultura tem impactado de forma negativa na vida dos “países menos
desenvolvidos do Sul” na medida em que as empresas transnacionais passam cada vez mais a
controlar o setor agropecuário e os incentivos ao setor agrícola exportador são priorizados em
detrimento a Agricultura Familiar.
Deter-me-ei nas negociações ainda a meu ver pouco visíveis aos olhos dos movimentos sociais
de resistência a essa lógica de desenvolvimento, que são as negociações em torno da União
Européia e dos países do Mercosul que desde 1995 vem sido gestadas. A aposta dos governos
do países que compõem o Mercosul, dentre eles o Brasil, em aumentar as exportações dos
produtos de origem agropecuária e agroindustrial tem sido um dos objetivos chaves para o
desenrolar das negociações. De acordo com dados de documentos da REBRIP (2004) , o leite
que é um dos produtos sensíveis pelo Mercosul tem uma tarifa para entrada no Brasil de 27%.
No entanto, conforme as possibilidades do acordo assinado entre a EU e os países do Mercosul
a alíquota baixaria para 0% em dez anos o que afetaria de fato os/as agricultores/as familiares
que são responsáveis por 82% dos 1,8 milhões da produção de leite no país.
Mais uma vez é importante enfatizar que tais acordos na forma em que estão sendo firmados
agrava ainda mais a sustentabilidade da agricultura familiar nos países do Sul quando afeta os
preços nacionais sobre os produtos; aumenta os lucros das empresas transnacionais européias e
dos poucos setores do agronegócio, quando estes passam cada vez mais a ter o controle sobre a
produção e comercialização dos produtos agropecuários; ameaça a soberania alimentar quando
tais produtos são cultivados com o uso de agrotóxicos e em extensos monocultivos, além da
ameaça da proliferação do cultivo de transgenicos.
Tais políticas de comércio internacional vem agravar ainda mais a condição de exclusão das
mulheres, estando estas políticas apoiadas nas desigualdades de gênero. São as mulheres que
sofrem os graves impactos desses acordos. Ao deixar de privilegiar a agricultura familiar, esses
países são agravados os problemas sociais que impactuam na vida das mulheres rurais, pois
são elas que terão mais dificuldades de acesso a terra, a água , as sementes, ao crédito. Por
serem as maiores responsáveis pelo trabalho reprodutivo não-pago passam a ter uma
sobrecarga de trabalho dando conta dos cuidados com as crianças, doentes e idosos. A
exploração do trabalho produtivo das mulheres, através das precárias condições de trabalho e
da má remuneração são uma das fontes de lucro da lógica capitalista agroexoportadora. A
migração das mulheres para as cidades torna-se um grave problema social, a medida que sua
mão-de-obra ou até mesmo seus corpos passam como dito anteriormente a ser explorada.
65
Ejercicio 4 - Acuerdos comerciales y bloques regionales en América Latina
Luz María Tamayo (Ecuador)
EL ALCA Y LOS ACUERDOS DE LIBRE COMERCIO ENTRE EE.UU. Y LOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
El propósito que se ha planteado para este ejercicio es analizar las similitudes y diferencias
entre los diferentes acuerdos comerciales de los países de América Latina y su relación con una
estrategia global, la cual parece girar en torno a la incompatibilidad del esquema multilateral
de comercio con el voluntarismo proteccionista de los países desarrollados, con su preferencia
por el unilateralismo y con su renuencia a efectivizar el trato especial y diferenciado a favor de
los países en desarrollo, lo cual explicaría la proliferación de las prácticas de comercio bilateral,
particularmente lideradas por los Estados Unidos. Para ello se analiza brevemente la relación
entre la normativa de la OMC con el CAFTA y el TLC Chile-EE.UU., los que se referirán como
TLC sin hacer distinción entre ellos debido a que, de la revisión de sus textos, se encontraron
diferencias de tipo formal, básicamente
En la siguiente tabla se hace una revisión de algunos de los aspectos que se consideran más
relevantes de las temáticas negociadas en los TLC comparándolos con la normativa de la
OMC. Estos Tratados llamados “Acuerdos de Nueva Generación”, buscan la eliminación total
de los aranceles pero no aseguran el acceso al mercado de los EE.UU. Al incluir compromisos
dentro de los ámbitos de propiedad intelectual, compras del estado, control fitosanitario,
normas técnicas, normas de origen, entre otros; la apertura a favor de las inversiones no
asegura el flujo de inversión directa proveniente de los EE.UU.
TEMAS
OBSERVACIONES
Acuerdo General sobre el
Comercio de Servicios
(OMC).
Los TLC no introducen la flexibilidad en el tratamiento a los países en
desarrollo, contemplada en el GATS, en relación a la reserva de las obligaciones
de liberalización, en cuanto a número de sectores y subsectores y modos de
suministro. La negociación no contempla niveles de desarrollo.
Se negocian lo que los países se reservan, quedando el resto liberalizado.
Cuando lo equitativo es negociar aquello que los países están dispuestos a
liberalizar, quedando en reserva el resto. Excluye restricciones para proteger la
balanza de pagos.
Los TLC prevén la eliminación del mecanismo Draw Back, y los subsidios a la
exportación que para EE.UU. únicamente le representan el 0.2% del total de
ayudas que concedería al sector agrícola. Para la OMC, tales subsidios son un
tema todavía de debate, especialmente por la posición de EE.UU. y de UE.
respecto a su mantenimiento.
Los TLC eliminan la posibilidad de tratamientos diferenciales a favor de los
países en desarrollo contemplados en el Acuerdo sobre la Agricultura (OMC).
Amplía el ámbito de competencia a la adquisición de bienes y servicios de los
gobiernos nacionales, regionales y locales, como las municipalidades y los
gobiernos provinciales.
Introduce criterios sobre procedimientos y proceso de la contratación.
Los TLC superan al Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad
Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC), incluyen la patentabilidad de
los métodos de diagnóstico, terapéuticos y quirúrgicos para el tratamiento de
personas o animales; a las plantas y los animales.
Tienen un enfoque extremadamente proteccionista.
Los TLC protegen todo tipo de inversiones, financieras y reales, inclusive
especulativas, las patentes, licencias, etc.; y hasta la intención de invertir,
pudiendo el inversionista demandar al Estado por la pérdida de las ganancias
que habría estimado obtener de esa intención de invertir.
Sustrae del ámbito nacional la solución de controversias. No admite requisitos
de desempeño. No existen limitaciones al ingreso y salida de capital. Limita la
expropiación y establece compensaciones en base a condiciones del mercado,
reconocimiento de pago por ajuste cambiario e intereses.
Comercio Transfronterizo de
Servicios (TLC)
Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y
Comercio (OMC)
Acceso a mercados (TLC)
Contratación Pública (OMC y
TLC)
Propiedad Intelectual
Inversiones
66
Selección de monografías
Extracto de la Monografía “Análise da participação da sociedade civil frente à abertura
comercial e a integração regional dos últimos anos - Um Paralelo entre a ALCA e o
MERCOSUL” (Capítulo 3 y Conclusiones)
Francisca Neiva Esteves Da Silveira
Maria Das Graças Costa
Análise comparativa entre a ALCA e MERCOSUL numa perspectiva de igualdade de
oportunidades
O processo de globalização, integração econômica e o livre comércio transformou profundamente a
vida das pessoas, principalmente, no que se refere às questões de gênero. Diante dos diferentes
papéis sociais e expectativas, à existência de discriminação e as diferenças no acesso aos recursos
homens e mulheres sentem de formas diferentes os impactos deste contexto.
O isolamento da política de integração é uma expressão profunda do que tem sido o marco
conceitual do desenvolvimento latino-americano, do qual se podem subtrair os acordos comerciais.
Não tem havido motivação para que essa estratégia meramente econômica, como toda política
neste campo comprometa o conjunto da sociedade. Os Estados Unidos promovem a ALCA sob a
premissa de que o livre comércio gera crescimento. Isso pode ser verdade, mas o problema é que o
livre comércio não existe e não existem evidências de que possa realmente existir a ALCA.
Para a economia brasileira a integração com os Estados Unidos implica altos riscos em particular
para a indústria e o comércio, principalmente, o de maquinarias elétricas e não elétrica química e
informática. Já os custos potenciais da participação do MERCOSUL no processo da ALCA
vinculam-se centralmente aos ajustes de estruturas que deverão acontecer no campo produtivo e
institucional durante o período de transição.
Em 1998 com o objetivo de garantir os direitos dos trabalhadores dentro dos acordos elabora-se a
Carta Social do MERCOSUL, posteriormente Declaração Sociolaboral do Grupo Mercado Comum,
onde se apresenta no texto um sistema de regras trabalhistas e sociais que garantem direitos e
condições de trabalho para todos os trabalhadores que circulam pelos quatro paises.
A crescente abertura econômica dos EEUU’s gerou mais disparidade na distribuição do ingresso ao
mercado de trabalho com prejuízo para os trabalhadores com menor grau de instrução, devido a
entrada de produtos estrangeiros mais baratos desenvolvidos por trabalhadores com igual
qualificação e piores salários, tendo neste contexto o maior número de mulheres trabalhadoras ou
até mesmo crianças que se submetem a um salário miserável e as condições muitas vezes precárias
no trabalho.
Para CAPPELLIN in COSTA (2004):
No cenário contemporâneo a permanência e a profissionalização das mulheres no mercado de
trabalho são realidades. Mas frente às inovações tecnológicas e organizacionais do trabalho
cabe aprofundar como alterações possíveis no cenário das orientações de valores
transforma-se em adquiridos.
A concentração desigual da riqueza, o desequilíbrio das relações de força entre os estados,
comandam mais do que nunca todos aqueles e aquelas que se interessam pela renovação social,
pela globalização de sua solidariedade para agir de maneira inovadora tanto no setor empresarial
quanto nos setores governamentais. Contudo, observa-se que tanto a ALCA como MERCOSUL
ainda continuam distantes nas suas propostas para garantia da igualdade entre gênero.
CONSIDERAÇÕES FINAIS
A globalização não tem sido uma experiência muito fácil para a América Latina. Em vários paises a
governabilidade passou por grandes crises vindo acarretar um grande índice de desemprego,
desigualdades sociais e aumento da pobreza. De 1998 a 2002, o índice de frustrações de alguns
67
cidadãos e cidadãs mais conscientes afloram com os impactos gerados pelas mudanças de modelo
econômico e político que não corresponderam às expectativas de progresso e igualdade
prometidas.
A realização tão esperada por todos que acreditavam que a abertura econômica e a democracia
seriam pontos significativos para uma região que contava com mudanças foi aos poucos sendo
desmistificada.
Diante deste cenário, a criação dos acordos que levam a sociedade civil a criar expectativas de
igualdade de oportunidades entre homens e mulheres faz crescer a participação nos chamados
fóruns, conferências e discussões que permitem o envolvimento comum de todos, onde até então,
era reservado apenas a um grupo pequeno que se mostrava poderoso e decisivo em todas as ações.
Houveram grandes avanços dos quais citaremos a posição da mulher no contexto social.
A mulher teve participação fundamental nessas mudanças e luta fortemente pela conquista do seu
espaço e pela igualdade de oportunidades entre gêneros. Portanto, diante de tudo o que foi
relatado pretendemos com esta pesquisa contribuir para o intercâmbio de informações com outros
companheiros ou companheiras que se interessem ou venham a se interessar pelo tema gênero e
comércio.
68
MÓDULO III
La protesta social como respuesta a las políticas económicas
predominantes en América Latina
Docente a cargo: Norma Sanchís
Temario
Demandas, actores, escenarios, estrategias: cambios en la expresión del conflicto
social. La participación de las mujeres en los nuevos espacios desde la sociedad
civil.
Vulnerabilización social y movimientos sociales emergentes en los 90.
Temas centrales de las agendas de los movimientos sociales hoy. El lugar que
ocupan las decisiones económicas y las negociaciones comerciales.
Debates actuales sobre los movimientos sociales latinoamericanos.
69
Demandas de participación social en la definición de políticas comerciales
en América Latina
Norma Sanchís18
Indice
1. INTRODUCCIÓN
2. SIGNOS NUEVOS EN LA ACTUAL ETAPA DE GLOBALIZACIÓN
2.1 ¿Gobernabilidad Neoliberal?
2.2 Cambios en el conflicto y la protesta social
3. LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL EN LAS NEGOCIACIONES DE TRATADOS
COMERCIALES EN AMÉRICA LATINA
3.1 El foco en los acuerdos comerciales
3.2 La perspectiva institucionalista
3.3 La perspectiva “desde abajo”
COMENTARIOS FINALES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXO
CRONOLOGÍA DEL CONFLICTO SOCIAL – PERÍODO ENERO-ABRIL, 2004
18
Área de Capacitación, Red Internacional de Género y Comercio, Punto Focal Argentina.
70
1. INTRODUCCIÓN
¿Qué relación existe entre la liberalización comercial y la profundización democrática?
A medida que se fue consolidando la soberanía de las leyes del mercado, se debilitó la
autonomía de los gobiernos para definir sus acciones y políticas. Al mismo tiempo, el sistema
político asentado en la representación partidaria comenzó a mostrar sus limitaciones para
canalizar el descontento y malestar que producen las políticas neoliberales en amplias capas
de la población latinoamericana. Es evidente que cuanto más se abren las economías, más
tienden a debilitarse los canales políticos y sociales que permiten la expresión y participación
de diversos actores. Así, se reducen los márgenes para armonizar intereses de las grandes
mayorías excluidas, y se agudiza un proceso de inequidad social que debilita y anula el
ejercicio de la ciudadanía.
En este contexto, es importante analizar las vías y modalidades por las que transcurre el
conflicto social hoy, y las posibilidades existentes para la gobernabilidad democrática en la
región.
La insatisfacción y el malestar creciente por los resultados de las políticas emanadas del
llamado Consenso de Washington y que se implementaron en América Latina en las últimas
décadas, dan paso a una protesta social que se hace visible y se incrementa en esta primera
década del siglo, recorriendo de manera heterogénea y cambiante a toda la región.
Los movimientos sociales, con antiguas raíces históricas, se presentan en la actual etapa de la
globalización con nuevos rasgos y complejidades, que se expresan y articulan a nivel local,
nacional y global.
El presente documento se propone analizar los límites de la gobernabilidad democrática hoy,
los cambios en la protesta social, la relación de los movimientos sociales con la liberalización
comercial y la participación de las mujeres como actoras en las nuevas manifestaciones de
protestas y propuestas, en tanto bases para alimentar el debate post-neoliberal que la región
se está dando como parte del necesario proceso de construcción de alternativas.
2. SIGNOS NUEVOS EN LA ETAPA ACTUAL DE LA GLOBALIZACIÓN
Existe una vasta y reiterada caracterización de la globalización moldeada por políticas
neoliberales que se instala a escala planetaria y de manera hegemónica en las últimas
décadas. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) describe algunos rasgos
básicos del período 1990-2003: la pérdida de dinamismo de la economía mundial en relación
a décadas pasadas, el debilitamiento de la relación entre exportaciones y crecimiento
económico (particularmente para América Latina), el predominio del sector financiero, la
volatilidad de los flujos de capitales y la acentuación de la concentración del desarrollo
tecnológico en los países desarrollados (CEPAL, 2004).
Es insoslayable la importancia que cobra en este escenario el comercio mundial, sobre todo el
comercio intra-firma, capitalizado por empresas trasnacionales. De hecho, son las empresas
trasnacionales –actuando por sobre los espacios nacionales- las principales artífices y
beneficiarias de la globalización.
Pero los atentados del 11-S y la guerra de Irak abren una etapa diferente de la globalización
signada por nuevas configuraciones que todavía no están definitivamente delineadas ni
suficientemente caracterizadas.
Y en este estadio, el comercio internacional, sus reglas y organizaciones se reacomodan y
adquieren nuevos significados. Más que nunca, las relaciones internacionales están
condicionadas por el comercio en tanto herramienta de aplicación del poder y la dominación,
sujeto a alineamientos, alianzas y confrontaciones.
71
La etapa post-Irak cristaliza la estructura de un mundo unipolar, donde se acentúa de
manera descarnada la hegemonía de Estados Unidos de América (EUA) y se agudiza la
incertidumbre política y la vulnerabilidad económica en el orden mundial. El unilateralismo
y la guerra impactan en el ritmo de la economía mundial y en el valor de las materias primas,
de central importancia en las economías latinoamericanas. En este panorama inestable, en
2003 se hizo visible el riesgo de una deflación mundial, que se fue disipando en 2004 por la
recuperación del crecimiento económico global y la consecuente recuperación de los precios
de las materias primas, a pesar de la persistencia de los factores de incertidumbre y
vulnerabilidad (CEPAL 2004).
Las negociaciones comerciales aparecen hoy estrechamente conectadas con los alineamientos
políticos, en la medida que ambos aspectos son constitutivos de la política exterior de EUA.
Y ambos impactan particularmente a América Latina: tanto en el nivel de relaciones políticas
a partir de los alineamientos en relación a la guerra19, como en los aspectos económicos, es
decir, el grado de avance y orientación de las negociaciones comerciales (Tussie et al, 2003).
Dada la enorme influencia de los EUA, los gobiernos de América Latina y la sociedad civil de
la región son particularmente sensibles a estos cambios y reconfiguraciones. En este contexto,
se hace evidente la insuficiencia o el desarrollo inadecuado de las instituciones multilaterales
tanto a nivel de relaciones políticas como en materia macroeconómica y financiera y del
comercio internacional, poniendo en riesgo la gobernabilidad global.
2.1 ¿Gobernabilidad neoliberal?
La transnacionalización de los procesos productivos y financieros que es constitutiva de la
actual etapa de la globalización, reduce los márgenes de autonomía de las economías
nacionales y la capacidad de los gobiernos para regular los mercados. La conducción política
se ve limitada y la institucionalidad se fragiliza. Esto lleva a repensar la relación entre
políticas económicas orientadas hacia el mercado y la institucionalización de los procesos
democráticos.
De aquí, que uno de los problemas de la época sea la cuestión de la gobernabilidad, es decir
la legitimidad que adquiere un gobierno en la sociedad, más allá de los mecanismos
electorales formales. Lerchner (1995) considera que el sometimiento a las leyes del mercado
hace que la política deje de ser la instancia máxima de regulación social. Así, la
institucionalidad del sistema político se ve desbordada por múltiples formas de expresión de
diversos actores políticos y sociales y se quiebran los marcos interpretativos y códigos de la
comunicación política.
Si en etapas pasadas y sobre todo durante los 70 los análisis establecían una fuerte ligazón
entre gobiernos autoritarios y políticas orientadas al mercado, las experiencias recientes a
partir de los 80 y sobre todo en los 90 ponen en evidencia que el autoritarismo del mercado se
despliega en contextos de democracias ya de por sí débiles, limitándolas todavía más. La
pregunta es: ¿es posible la coexistencia de la liberalización económica tal como viene siendo
implementada y la consolidación democrática?
72
Mendez Parnes (2000) analiza la relación entre neoliberalismo y democracia y el
desequilibrio que se da entre el grado de gobernancia y los niveles de gobernabilidad20, a
través del análisis histórico en varios países de América Latina. De este análisis, la autora
concluye que la mayor parte de los procesos de reforma del Estado realizados en la región
tendieron a aumentar los grados de gobernancia, pero no contribuyeron a modificar los
aspectos que hacen posible la gobernabilidad en sociedades que, como las latinoamericanas,
tienen niveles tan altos de inequidad y exclusión. En otras palabras, contamos con Estados
más modernos pero incapaces de garantizar los derechos de los distintos grupos que
conforman la estructura social.
Así, la producción académica reciente caracteriza la emergencia de un nuevo tipo de
democracia “híbrida” o “delegativa”, con ciudadanías de “baja intensidad”, producto del
doble proceso de apertura política de las transiciones democráticas y la apertura económica
de corte neoliberal que limita esa apertura política y sólo le permite tolerar formas de
ciudadanía pasivas, con voto pero sin voz.
Resulta evidente que las políticas neoliberales generan niveles de violencia cotidiana que
amenazan la dignidad humana, la calidad de vida y los lazos de solidaridad. A medida que
el modelo pierde legitimidad y muestra su incapacidad y falencias para resolver situaciones
de pobreza e inequidad, se acrecienta el descontento social, y el malestar se pone de
manifiesto a través de conflictos que se multiplican y extienden. De esta forma, y en paralelo
con los mecanismos democráticos vigentes en la región, se superponen formas de expresión
de la protesta social que puede ser más o menos virulenta o más o menos canalizada por vías
institucionales, dependiendo de los contextos sociohistóricos de los países.
Así, en América Latina coexisten hoy sistemas representativos que logran expresar por las
vías institucionales la voluntad popular, como en las recientes elecciones uruguayas, con
momentos de alta conflictividad que llega a derrumbar gobiernos (como sucedió en
Argentina, Bolivia, Perú o Ecuador), hasta llegar a rebeliones furiosas contra autoridades
locales que pueden terminar en trágicos linchamientos (como en el municipio de Ilave, en
Perú).
2.2 Cambios en el conflicto y la protesta social
Desde el pensamiento hegemónico de los 90, el término gobernabilidad fue utilizado como
sinónimo de la ingeniería social necesaria para mantener el equilibrio del juego político y
contener la protesta, dentro de los cada vez más estrechos márgenes que deja la centralidad
del mercado. Desde esta concepción, los conflictos sociales tienden a ser soslayados y los
actores sociales que los expresan son considerados desestabilizadores. El conflicto social dejó
de ser tema de estudio científico o quedó relegado a los márgenes del pensamiento social
latinoamericano.
Sin embargo, Seoane y Taddei (2000) consideran que la conflictividad social es una vía
importante para comprender el contexto en que se insertan las transformaciones económicas
estructurales en América Latina en la actual etapa de globalización, las tensiones que
generan esas transformaciones y las relaciones de poder que las viabilizan. El conflicto social
19
Que incluyeron una gama de posiciones, desde la oposición a Estados Unidos de México y Chile en
el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, hasta el pleno apoyo de Colombia.
20 El término “gobernancia” se vincula con la capacidad gerencial del Estado, cuyo éxito depende de
adecuadas y profundas reformas del Estado. Por “gobernabilidad” se entiende la relación entre la
legitimidad del Estado y su gobierno con la sociedad, e incluye la relación entre demandas sociales y
las políticas destinadas a satisfacer esas demandas.
73
–entendido como una alteración del orden social por tensiones e intereses contrapuestos de
actores sociales que se expresan rebasando la lógica institucional- tiene un carácter histórico,
que implica formas de manifestación cambiantes.
Los cambios en los patrones laborales, además de las nuevas escalas que define la
globalización, modifican las características de la protesta social.
De una manera un tanto esquemática y atendiendo a sus modalidades más extendidas,
puede decirse que durante buena parte del siglo XX la protesta estuvo encarnada por actores
corporativos (obreros, agentes estatales, trabajadores rurales), basada en la huelga como
forma predominante de lucha y centrada en la fábrica o el lugar de trabajo, emplazados en
centros urbanos, a veces cercanos al poder político. Las reivindicaciones giraban en torno a
los niveles salariales y condiciones laborales en general. Sus repercusiones tenían alcance
fundamentalmente en el ámbito local o nacional, aunque esto no impedía la relación
internacional entre actores semejantes.
Desde mediados de los 90, este patrón comienza a superponerse con nuevas formas de
expresión del conflicto social. Aún cuando continúan expresándose de manera
particularizada, los actores tradicionales se integran también en redes multisectoriales y
diversas, que tienden a desarrollar niveles importantes de reconocimiento y tolerancia de sus
identidades y respeto de las diferencias. Las reivindicaciones comienzan también a
diversificarse, se articula una pluralidad de intereses. Las temáticas son más integrales y
suelen abarcar muchos aspectos de la vida, incluyendo el cuestionamiento a políticas
macroeconómicas y sociales, como las privatizaciones o los recortes presupuestarios a la
salud o la educación, o la explotación de los recursos naturales, o la demanda de derechos
económicos y sociales.
La bibliografía reciente sobre algunas manifestaciones de los movimientos sociales recogen
otros aspectos novedosos, como la integración de temas político-sociales con el nivel de los
sentimientos, el placer y el cuerpo y la articulación de temas asociados a niveles productivos
y reproductivos en el debate al interior de los grupos (Di Marco, 2003).
En espacios como las asambleas barriales o las fábricas “recuperadas” que se dieron en la
Argentina post-crisis, las características de mayor horizontalidad, participación y
descentralización resultó propicia para la participación de las mujeres. Las relaciones entre
los géneros se vuelven más simétricas e igualitarias; las formas de participación menos
segmentadas.
“Las mujeres que participan, discuten y toman decisiones tendientes a la realización de
proyectos solidarios, con contenido político, no se plantean un trabajo asistencial ni lo
perciben como una extensión del altruismo materno, sino como una obligación vinculada a
una lucha por la justicia social”21.
Estudios sobre los procesos en “fábricas recuperadas” por los trabajadores y trabajadoras que
habían sido abandonadas o declaradas en quiebra por sus propietarios a partir de la crisis de
Argentina, muestran también formas innovadoras de procesamiento de las relaciones de
género. El cambio en las relaciones laborales, que estableció patrones más horizontales, con
fomento de prácticas como la sustitución del control por la autodisciplina y responsabilidad
frente al grupo, mecanismos de información y transparencia en las comunicaciones y toma
21
Di Marco, op.cit.
74
de decisiones colectivas, tendió a favorecer una inserción más equitativa de las mujeres (Di
Marco, 2004). No sólo se equiparan las asignaciones salariales, sino que se abren espacios
para el desarrollo de liderazgos femeninos tanto en los procesos de recuperación de las
fábricas como en la relación con otras organizaciones sociales, las autoridades o los medios
de comunicación. Estos desempeños implican tensiones y nuevos procesamientos de la
relación entre la esfera laboral y los roles domésticos tradicionales, con formas de resolución
en distintas vertientes.
También se diversifican formas novedosas o hasta ahora no tan extendidas de la protesta,
como el bloqueo de calles o caminos o la ocupación de tierras. La protesta tiene un
asentamiento territorial, en lugares quizás distantes y apartados del poder político, pero que
puede alcanzar una repercusión amplia basada en la globalización de las comunicaciones y
el desarrollo del correo electrónico e internet. La localización territorial expresa por un lado
una identidad cultural compartida, pero también constituye una forma de ocupación del
espacio público. Nuevamente, las mujeres se mueven en estos espacios con mayor soltura y
familiaridad que en los espacios corporativos tradicionales. Sin embargo, parece importante
profundizar acerca de los cambios en las relaciones entre los géneros, para constatar si las
condiciones más equitativas conducen efectivamente a cambios significativos en los
estereotipos sexuales.
Hacia adentro, estas expresiones de la sociedad civil no están exentas de tensiones y
contradicciones. Un motivo de tensión lo constituye la relación con los poderes políticos: las
posiciones se dividen entre la confrontación o el acercamiento a gobiernos permeables. Este
debate se agudiza sobre todo en relación a gobiernos con posiciones más firmes frente a la
presión de los organismos multilaterales, o más abiertos al diálogo con la sociedad civil. Otro
motivo de confrontación es la divergencia o contraposición de intereses entre grupos
distintos (El bloqueo de calles por parte de desocupados, puede perjudicar a comerciantes
del lugar o impiden a los trabajadores llegar a los lugares de trabajo).
La magnitud y alcance de la globalización contemporánea otorga nuevos sentidos a las
dimensiones de lo local, lo nacional y lo global. Las significaciones de la interrelación entre
estos niveles diferencia a los nuevos movimientos sociales de los movimientos tradicionales
(Jelin, 2003).
Las demandas colectivas en el ámbito local se interpenetran y articulan con niveles más
amplios. A su vez, los actos a escalas regionales o globales –los foros alternativos a las
conferencias de Naciones Unidas, por ejemplo- enriquecen el sentido de la acción local.
Otra de las características diferenciales de estos nuevos movimientos sociales es una mayor
permanencia de la movilización: son más duraderos en sus modalidades organizativas.
Si bien muchos mantienen autonomía respecto del Estado, con formas de organización más
autorreferenciadas para desarrollar su propia agenda, coexisten con otras manifestaciones
que se proponen establecer una interlocución con el Estado, elaboran críticas y generan
propuestas de políticas. En muchos casos, los niveles gubernamentales abren espacios de
interlocución más o menos institucionalizados con estas organizaciones, como canales
alternativos a la vías de representación tradicionales.
La acción colectiva también está presente en los espacios internacionales. Los Foros no
Gubernamentales acompañaron las conferencias de Naciones Unidas de los 90 (de Medio
Ambiente, Derechos Humanos, Población, Mujer, Desarrollo Social, Hábitat, Financiación
para el Desarrollo). La participación de las mujeres fue creciendo en las sucesivas
75
Conferencias sobre la Mujer, a partir de la primera celebrada en 1975. Estos espacios
desarrollados por fuera y en paralelo a las conferencias oficiales se caracterizan por su
diversidad, multisectorialidad y horizontalidad. Pero la participación también se expresa al
interior de las dinámicas de los espacios gubernamentales, con distintas estrategias de
lobbying, presión e incidencia.
Es importante recordar que el feminismo latinoamericano tuvo una fuerte impronta
transnacional desde inicios de los 80: en 1981 y a partir de allí cada dos años primero y
después cada tres, se realizaron encuentros regionales rotando la sede en distintos países.
Esa práctica fue una experiencia importante para asumir desde una identidad regional la
presencia en las Cumbres de las Naciones Unidas.
Desde mediados de los 90 distintos actores sociales comienzan a movilizarse alrededor del
cuestionamiento de las políticas económicas neoliberales implementadas en el ámbito
nacional. Paulatinamente, la resistencia fue cobrando dinamismo y vigor y se hace
particularmente visible desde los inicios de la presente década.
En el nivel global, la acción colectiva y la protesta acompañan las reuniones de organismos
multilaterales como la OMC, el Foro Económico de Davos, las asambleas del Fondo
Monetario Internacional, del Banco Mundial, las cumbres del Grupo de los 8 (G8).
El Foro Social Mundial, concebido inicialmente como contracara del Foro Económico
Mundial, es sin duda la expresión más visible de la movilización que articula el nivel local,
nacional y global para cuestionar, generar propuestas y desarrollar una agenda alternativa al
curso de la globalización que imprimen los gobiernos y representantes más poderosos del
sector privado.
3. LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL EN LAS NEGOCIACIONES DE TRATADOS
COMERCIALES EN AMÉRICA LATINA
Con el término “sociedad civil” se suele aludir a una parte de la estructura social que queda
por fuera tanto del Estado como del mercado. Así, la sociedad civil resulta una categoría
ambiguamente definida, casi residual, utilizada en diferentes contextos conceptuales, con
significados diversos.
Desde algunas perspectivas, la sociedad civil es caracterizada como portadora de valores
positivos de solidaridad y armonía, con una concepción idealizada y homogeneizante. Es la
visión del Banco Mundial, por ejemplo, o de algunas organizaciones confesionales. Sin duda,
esta visión “romántica” de las instituciones multilaterales durante los 90 no contribuyó a la
percepción del proceso de malestar social que se iba gestando a medida que empezaron a
hacerse sentir los impactos negativos de las políticas de ajuste estructural y la apertura de las
economías. En el otro extremo, otras concepciones adjudican a la sociedad civil capacidades
de resistencia transformadora, integrada por distintos actores sociales que confrontan las
políticas opresoras, para gestar una sociedad más justa y equitativa sobre la base de sus
convicciones, esfuerzo y persistencia.
Pero en las dos acepciones se tiende a soslayar la historicidad de los procesos y las profundas
desigualdades y conflictos que atraviesan a la sociedad civil, fragmentándola. Amplias capas
sufren los impactos del desempleo y la pobreza, otros sectores cada vez más reducidos
logran sostenerse a resguardo, mientras que una escasa minoría se enriquece de manera
descomunal (Sanchís, 2003).
76
3.1 El foco en los acuerdos comerciales
A medida que se fueron dinamizando las negociaciones comerciales entre países y bloques,
las organizaciones sociales comenzaron a hacer un seguimiento con intenciones de incidir en
los contenidos. En algunos casos, el objetivo de la participación fue bloquear el desarrollo
mismo de una reunión.
Un evento que alcanzó visibilidad notoria se dio en noviembre 1999. La “batalla de Seattle”
se transformó en el paradigma de la resistencia global cuando sindicalistas, ambientalistas,
feministas, artistas, académicos y activistas en general tuvieron una contribución decisiva en
la interrupción de la llamada Ronda del Milenio de la Organización Mundial del Comercio.
Este episodio se transformó en símbolo de la resistencia global, sucedido después por
muchos otros que caracterizaron la intervención social en las negociaciones multilaterales y
que se repetiría en la reunión de la OMC en Cancún y también en las cumbres presidenciales
del ALCA. En todos estos casos, la movilización culmina y es resultado de un proceso
preparatorio de grupos locales y redes globales que monitorean las negociaciones, donde
convergen organizaciones multisectoriales. Las negociaciones comerciales en curso en
América Latina, también motivaron la conformación de redes transnacionales.
A partir de 1997 comienza a gestarse la Alianza Social Continental (ASC) que reúne un
amplio espectro de organizaciones sindicales y sociales de todo el continente con la
propuesta de hacer un seguimiento, plantear acciones e incidir en el ALCA negociado por los
gobiernos. Últimamente, y de acuerdo con el cambio de estrategia que está haciendo EUA
hacia acuerdos bilaterales, la ASC se ha propuesto no sólo el seguimiento del ALCA sino de
todos los acuerdos comerciales que involucran a países del continente.
En los años recientes, se comienza a plantear la preocupación por los impactos de las
políticas macroeconómicas y el comercio internacional en la vida de las mujeres y en las
relaciones de género.
A partir de 2000 se conforman redes y articulaciones que asumen temas que en general
habían estado afuera de la agenda del movimiento feminista y de mujeres. Así, en diciembre
de 1999 se constituye la Red Internacional de Género y Comercio en siete regiones del
mundo, incluyendo América Latina, con el propósito de formular alternativas más
equitativas de integración económica frente a los procesos de liberalización comercial en
curso. Por su lado, la Red de Mujeres Transformando la Economía (REMTE) desarrolla
análisis y actividades en relación al libre comercio (particularmente al proceso del ALCA),
con un enfoque de género. El Comité de Mujeres de la ASC, realizó diversos aportes sobre el
análisis de género de los impactos del ALCA, que se integraron al documento “Alternativas
para las Américas”22. El documento tiene un capítulo específico de género, cuyos contenidos
están en proceso de actualización.
En general, se enfatiza la importancia de mejorar el conocimiento acerca de los impactos de
las políticas de liberalización comercial tanto en relación al mercado de trabajo como en el
área de la reproducción. Asimismo, se considera que la participación de mujeres en los
procesos de toma de decisiones y negociaciones es fundamental, ya que son ellas las que
pueden hacer visibles los intereses de género.
¿Por qué el interés de las organizaciones sociales para incorporar en sus agendas las
temáticas del libre comercio y la negociación de tratados?
22
En primer lugar, la apertura de las economías es vista como uno de los ejes centrales del
conjunto de políticas implementadas durante los 90, con efectos de destrucción de
www.asc-hsa.org
77
puestos de trabajo, o deterioro de condiciones laborales, sobreexplotación del medio
ambiente y los recursos naturales, y concentración de la riqueza. Es innegable que estos
impactos no fueron homogéneos en el conjunto de la sociedad: si bien muchos perdieron,
otros se vieron beneficiados.
En segundo lugar, porque a pesar de ser temas técnicos y manejados con escasa
transparencia, distintos actores sociales y la opinión pública en general comienzan a
articular los niveles locales y globales; las políticas macroeconómicas y la vida cotidiana.
En tercer lugar, por la contraposición que se evidencia entre el gran dinamismo que
adquieren las negociaciones entre actores gubernamentales y los representantes
poderosos del sector privado, y la persistencia en la marginación de amplias capas de
población en esa dinámica negociadora.
Finalmente, porque el unilateralismo de EUA, la intransigencia de los países más ricos en
temas sensibles para países agroexportadores (como los subsidios a la agricultura), deja
al descubierto las asimetrías de poder en las negociaciones, y los acuerdos comerciales
son sospechados de responder y favorecer los intereses de los más poderosos.
Desde las perspectivas nacionales, las movilizaciones suelen ser vistas de manera aislada. Sin
embargo, una de las características en nuestra región es la simultaneidad y coincidencia de
actores y contenidos que suelen movilizarse de manera concordante. Y no es extraño que sea
así. En la medida que América Latina comparte situaciones estructurales semejantes y
atraviesa por problemáticas parecidas, es lógico que los movimientos sociales se expresen
también de manera convergente. Estos procesos son analizados desde diferentes enfoques.
3.2 La perspectiva institucionalista
La lectura de la participación de la sociedad civil en los procesos de negociaciones
comerciales desde el nivel institucional-formal incluye contenidos y arriba a conclusiones
muchas veces contrastantes con la visión del tema que desarrollan los movimientos sociales
en la región.
Desde esta perspectiva, la iniciativa parte del sector gubernamental-institucional, que
desencadena la dinámica de participación social.
Botto y Tussie (2003) analizan los espacios institucionales que se abren en los procesos de
integración económica en América Latina para la participación de la sociedad civil. Esos
procesos son contemporáneos con la convocatoria a la participación de los niveles no
gubernamentales en las cumbres de Naciones Unidas de los 90. Esto lleva a las autoras a
definir que la sociedad civil se transforma en la “niña mimada” de los años 90 en las
relaciones multilaterales.
Con este encuadre, las autoras focalizan el análisis en el ALCA, en tanto proceso de
negociaciones que se abre a partir de la propuesta de EUA para la firma de un acuerdo de
libre comercio hemisférico y que “crea una institucionalidad inédita”.
Hasta ese momento, los acuerdos comerciales o de integración económica regionales fueron
abriendo instancias de participación, una vez cerrado el acuerdo. En ese sentido, la
perspectiva institucionalista considera que el ALCA trae aparejada una novedad importante,
en tanto se supone, que desde el inicio de las negociaciones, y a instancias de EUA durante
la administración Clinton, el proceso fue participativo. “Lejos de legitimar y participar en la
implementación de las reglas previamente consensuadas entre los gobiernos, las
organizaciones sociales: empresarios, sindicatos y ONG, tienen la oportunidad de influir en
78
la discusión intergubernamental e incluso, instalar el debate sobre nuevas agendas no
previstas”.23
Esta estrategia desde los EUA tendría dos objetivos: neutralizar en el frente interno la
oposición de sindicatos y organizaciones ambientalistas que se resisten a la apertura
comercial, y en el plano externo, incluir otros actores además de los gubernamentales,
capaces de establecer confrontaciones y alianzas, complejizar las decisiones dentro de cada
país y ampliar así el margen de maniobras de los EUA. Siempre desde la perspectiva
analizada, la escasa disposición de los gobiernos del sur para incorporar a los actores sociales
en las negociaciones, con la excepción del sector empresario, habría actuado como freno para
avanzar más francamente en el proceso participativo impulsado por el gobierno de Clinton.
Además de los empresarios, los sindicatos también tendieron a involucrarse, pero no fueron
oficialmente convocados. Las centrales sindicales encontraron más obstáculos por parte del
sector gubernamental, sobre todo las del sur, con menor experiencia en el seguimiento de
políticas comerciales que los sindicatos del norte24.
En los documentos constitutivos del ALCA, se previó que esta participación social estaría
canalizada a través de la Organización de Estados Americanos (OEA), que facilitaría en el
continente el intercambio de experiencias e información25. Así, se creó un comité específico
que intentó abrir canales formales para que se remitieran opiniones o propuestas colectivas o
individuales desde el sector no gubernamental.
Pero en realidad, este canal fue rápidamente desacreditado por parte de las organizaciones
de la sociedad civil que lo calificaron de “buzón de sugerencias” y tendieron a deslegitimarlo
e ignorarlo. Efectivamente, el sector más involucrado desde el inicio de las negociaciones del
ALCA fue el empresario: aunque se le otorgó voz pero no voto, el Foro Empresarial de las
Américas tuvo gran influencia, y sus demandas e intereses tuvieron presencia en la mesa de
negociaciones.
Pero visiones diferentes a la analizada más arriba, consideran que la institucionalización
lenta y pobre de instancias más amplias de participación, fue cobrando dinamismo no por la
voluntad de los gobiernos sino por la presión de los actores no gubernamentales.
A medida que se incrementa la dinámica negociadora, organizaciones sociales con intereses
diversos tienden a articular su acción y denuncia sobre la falta de transparencia de los
contenidos que los gobiernos estaban debatiendo y el secreto en que se mantenía el avance
de los acuerdos para la mayor parte de la sociedad, incluyendo los parlamentos.
Las presiones permitieron que a partir de la Cumbre de Québec en abril de 2001 se abrieran
los documentos de las negociaciones del ALCA que hasta el momento eran secretos. Sin
embargo, el tecnicismo de los textos hizo que la democratización del proceso no avanzara de
manera sustantiva.
Paulatinamente, algunos gobiernos de América Latina iniciaron una tendencia hacia la
apertura de canales con las organizaciones de la sociedad civil y a la institucionalización de
espacios formales, generalmente ubicados en los Ministerios de Relaciones Exteriores y a
veces también en los de Economía26.
En el caso del MERCOSUR, la escena de los años 90 tuvo como protagonistas a los sectores
empresarios en primer lugar –que compiten entre sí en función de sus intereses sectoriales- y
también a las centrales sindicales, que conformaron la Coordinadora de Centrales Sindicales
23
Botto y Tussie, op. cit.
Botto y Tussie, op. cit.
25 Plan de Acción de la I Cumbre de las Américas, Miami 9-11 diciembre, 1994.
26 Con diferentes tiempos y modalidades, se abrieron espacios de este tipo en México, Chile,
Brasil, Costa Rica y Argentina, en varios de los casos, con protagonismo del sector privado.
24
79
del Cono Sur (CCSCS) para presionar en forma conjunta a los gobiernos. Dentro de la CCSCS
se integró también una mesa de mujeres. Las ONGs tuvieron una presencia más débil,
canalizada a través del Foro Consultivo Económico y Social en cada país. En 1998 se crea la
Reunión Especializada de la Mujer (REM) con representación gubernamental y la apertura al
asesoramiento del nivel no gubernamental restringido a una organización en particular27.
En el caso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus
siglas en inglés), se generó un lobby empresario con estrategias comunes en los tres países
que logró incorporar demandas e intereses en diferentes instancias de participación. Los
sindicatos no fueron convocados por los gobiernos. Los sectores excluidos inician una
oposición frontal en los tres países que articularon con otros sectores como los
ambientalistas, cuya presión llevó las temáticas laborales y de medio ambiente a las
negociaciones (Botto, 2001).
3.2 La perspectiva “desde abajo”
Para analizar la movilización actual Svampa (2004) hace una revisión de teorías producidas
desde las ciencias sociales en los ´60. Esas perspectivas señalaban que en sociedades
periféricas como las latinoamericanas, la integración social de las masas marginales dependía
mucho más de las propias redes de sobrevivencia que generaban los pobres, que de
mecanismos instalados desde el Estado. Esta mirada global que atendía sobre todo a la forma
de acumulación capitalista en América Latina, decía poco acerca de los actores sociales y sus
propias experiencias, y en esa medida, constituía un análisis “desde arriba”.
La autora plantea la necesidad de articular una perspectiva “desde abajo” sobre las
estrategias de los sectores marginados para superar la informalidad y la pobreza. Advierte
de todas maneras sobre los riesgos de perder una perspectiva abarcadora de los procesos,
que contemple sus múltiples dimensiones incluyendo una visión política de lo que ocurre
“desde abajo”.
Esto mismo ocurre cuando se pasa el foco desde los espacios institucionales hacia los
procesos sociales. Una perspectiva “desde abajo” pone en evidencia en el panorama regional
que los resultados escasos o negativos (según sea el caso) de la aplicación de las recetas
neoliberales, produjo una pérdida de legitimidad de las políticas, resquebrajó los consensos
que se habían logrado hasta el momento, cuestionó el discurso hegemónico y trasuntó un
profundo malestar social.
La sorda resistencia de los 90 dio paso a una creciente expresión de tensiones y conflictos
sociales que fueron ganando en radicalización y persistencia a partir de 2000. No puede
soslayarse la conexión entre las protestas locales con procesos globales: la movilización
social mundial que desafió la reunión de la OMC en Seattle, tuvo correlatos en múltiples
escalas de acción en distintos puntos del planeta.
Es innegable que América Latina está atravesada hoy por una tendencia de conflictividad
social que crece y se agudiza desde los inicios de la presente década, estrechamente ligada a
las políticas económicas. Los actores sociales interpelan las decisiones gubernamentales
acerca de las privatizaciones, los recortes de los servicios públicos de salud o educación, la
explotación o exportación de recursos naturales (como es el caso del gas en Bolivia).
El Observatorio Social de América Latina (OSAL) del Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales (CLACSO) da cuenta de estos contenidos en el relevamiento cuatrimestral
(“cronología”) de movimientos sociales para todos los países de América Latina y el Caribe
27
Se trata del Foro de Mujeres del MERCOSUR, que era la organización que en ese momento
contaba con representación en los países miembros.
80
que realiza28. Aunque con fluctuaciones, el relevamiento deja en claro una tendencia al
crecimiento y la intensificación de la movilización social de un período a otro,
particularmente en 2001 y 2002. También se evidencia que la intensidad de la protesta va
fluctuando (se va “corriendo”) por países o subregiones.
A título de ejemplo, pueden analizarse algunas de las manifestaciones que releva el OSAL,
durante el primer cuatrimestre de 2004. Considerando los registros de este período (Ver
Anexo I), pueden observarse algunas constantes regionales, al mismo tiempo que los
agrupamientos subregionales29, permiten constatar una movilización más intensa en la
región andina.
Durante esos meses se consolida la presencia de movimientos indígenas y campesinos que
ya venían fortaleciéndose como actores sociales relevantes. También adquieren alta
visibilidad las protestas de trabajadores del sector público, dentro de un marco de relativa
disminución de la conflictividad en el conjunto de los asalariados. Cabe señalar la expansión
de las coordinaciones y campañas contra las políticas económicas, los tratados de libre
comercio y el pago de la deuda externa.
La protesta no sólo se extendió geográficamente en la región, sino que se expandieron formas
particulares de expresión de la misma (por ejemplo, la replicación de “cacerolazos” o
“piquetes” que se había activado a partir de la crisis de Argentina, empezó a reproducirse en
otros países).
Simultáneamente se fue complejizando la confluencia heterogénea de actores y se
conformaron frentes sociales amplios y multisectoriales. En la expresión de la protesta
coinciden formas novedosas de resistencia, con otras de raíces históricas. En efecto, muchas
de las movilizaciones están encabezadas o tienen como protagonistas a las organizaciones
sindicales, particularmente las de trabajadores del sector público, más castigado por los
recortes del aparato estatal.
También las organizaciones de mujeres están activas en la movilización. Un buen ejemplo de
ello es la reunión realizada en Bogotá en octubre de 2004, convocada por un número
significativo de organizaciones de mujeres para analizar y cuestionar el Tratado de Libre
Comercio (TLC) que los gobiernos de la región andina están negociando con EUA,
atendiendo particularmente a sus impactos sobre las mujeres.
nuestros
tros cuerpos no son
¡Nuestras vidas, nuestro trabajo, nuestras tierras, nuestras culturas y nues
mercancías para los TLC!
Las mujeres de organizaciones sindicales, campesinas, indígenas, juveniles, afrodescendientes,
políticas, comunales, investigadoras, empresarias, feministas y de Ong´s , reunidas el 22 y 23 de
octubre en Bogotá en el “Foro Latinoamericano Impactos del TLC en la vida de las mujeres:
estrategias y resistencias”, manifestamos nuestro rechazo a los TLC con Estados Unidos, que los
gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú vienen negociando desde mayo pasado, liderados por el
gobierno colombiano en cabeza de ALVARO URIBE VELEZ sin contar con las y los principales
actores de la vida nacional. Nos oponemos a este tratado porque pretende consolidar el dominio
Las movilizaciones relevadas incluyen un registro amplio y heterogéneo captado a través de las
noticias en periódicos.
28
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Región Cono Sur, Area Andina y Mesoamérica y Caribe.
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de las corporaciones transnacionales y del capital financiero y comercial sobre la producción y
el derecho de los pueblos y las naciones de proveer sus propios medios de vida, planificar su
desarrollo y disponer de sus recursos para el beneficio de las naciones... Fragmento del pronunciamiento
de mujeres latinoamericanas, Bogotá 23 de Octubre 2004
La insatisfacción con las políticas económicas revirtió en muchos casos en crisis políticas,
cuestionamientos a las formas tradicionales de intervención y desarrollo de experiencias
novedosas de organización social desbordando los márgenes institucionales. Pero el
cuestionamiento del modelo neoliberal también se expresa a través de las vías electorales que
en varios países de América Latina en los últimos años tendieron a favorecer las alternativas
percibidas como menos sometidas a las recetas económicas de los organismos multilaterales,
como fue en distintas etapas el caso de Ecuador, Brasil, Argentina, Venezuela o Uruguay.
Las decisiones económicas pueden ser puestas en juego a través de mecanismos
institucionalizados de consulta directa a la ciudadanía. En esta línea, es de resaltar el
plebiscito que se llevó a cabo en Uruguay sobre la privatización del agua, en simultáneo con
las recientes elecciones nacionales. Por este mecanismo y a través del pronunciamiento
mayoritario de la población, se rechazó la posibilidad de que el agua pase a dominio
privado. Convocatorias similares se realizan también desde el nivel no gubernamental, como
fue el caso de la consulta popular sobre el ALCA, impulsada por la Alianza Social
Continental y otras redes y organizaciones sociales que se realizó en varios países durante
2003. Todas estas formas están expresando de una manera u otras demandas de democracia
directa o participativa, mientras crece el debate sobre la relación entre movimientos sociales,
partidos políticos y Estado.
“Múltiples y variados procesos sociales y políticos en curso en algunas regiones de América
Latina parecen encaminados a construir alternativas superadoras del rumbo neoliberal
adoptado por la casi totalidad de los gobiernos de la región en décadas pasadas” (Osal, 2004).
Esta nueva situación está dando lugar a un debate que desde distintas perspectivas se
caracteriza como post-neoliberal, que recién está enunciando sus primeros lineamientos.
COMENTARIOS FINALES
La globalización económica se asentó sobre el principio de “más mercado y menos Estado”.
A la luz de los efectos obtenidos hasta ahora, esto redundó en la profundización de
asimetrías entre países y el reforzamiento de heterogeneidades estructurales entre segmentos
económicos y sociales nacionales según su capacidad de insertarse en la dinámica global.
Parece necesario entonces adoptar una visión que permita mejorar tanto la falla de los
mercados como la de los gobiernos (CEPAL, 2004). Para lograrlo, se requieren políticas
activas que permitan aprovechar oportunidades y reducir los riesgos que trae aparejados la
inserción en la economía global a través de un recetario de medidas que mostró su ineficacia
para conducir al desarrollo y provocó frustración y malestar en la amplia mayoría de la
población latinoamericana.
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Es evidente que las decisiones económicas encubren un juego de intereses que tiene efectos
diferenciales entre sectores sociales y entre países. No suele quedar explícito a quiénes
están perjudicando y menos aún, quiénes se están beneficiando con las medidas. Queda
oculto el carácter ideológico de las decisiones macroeconómicas, los compromisos que
asumen, las relaciones de poder que favorecen y los valores que defienden.
Es posible que los gobiernos por sí solos –con márgenes de maniobra muy condicionados en
la relación multilateral- no puedan definir estrategias nacionales. Sin duda, y en pos de la
gobernabilidad global, es necesario una reforma de las organizaciones internacionales que
les permita aumentar su capacidad regulatoria para equilibrar las asimetrías y compensar las
regiones, países y sectores económicos y sociales que se ven perjudicados por la
globalización en curso.
Pero también es necesaria la presión social de una ciudadanía activa que señale los déficits y
carencias, ejerza su capacidad de resistencia, formule propuestas y monitoree los resultados.
La crisis del modelo es insoslayable en América Latina, sin embargo el proceso para
sustituirlo será lento y requiere de una construcción que involucre la participación amplia de
actores políticos y sociales para garantizar una gobernabilidad democrática.
La movilización social está expresando la voluntad y la demanda de diversos actores sociales
para rebasar los estrechos cauces por los que hoy se definen políticas que tienen un impacto
decisivo en las vidas de millones de habitantes de la región, tener voz en el debate sobre la
redistribución y sus mecanismos posibles e incidir y democratizar el proceso de toma de
decisiones. Esto implica situar la política y las relaciones de poder, como categoría central del
análisis y la acción.
83
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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(CLACSO) y CEAP, FACES, Universidad Central de Venezuela.
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ANEXO
CRONOLOGÍA DEL CONFLICTO SOCIAL – PERÍODO ENERO-ABRIL, 200430
Región Cono Sur
En varios de los países se abren expectativas hacia gobiernos que por lo menos en lo
discursivo, ofrecen una resistencia mayor que en la década pasada a las políticas
neoliberales.
Argentina: protestas de trabajadores del sector público, de la salud y docentes, contra
los despidos y por aumento salarial, y de trabajadores del sector privado, como
bancarios y trabajadores del transporte de pasajeros y de carga.
Brasil: movilizaciones de los Trabajadores Rurales Sin Tierra que confluyen en el
“Abril Vermelho” con ocupación de tierras por parte del MST, reclamando la reforma
agraria. Huelgas de diferentes sectores de la administración pública.
Chile: conflicto de trabajadores portuarios despedidos.
Paraguay: protestas campesinas contra el “modelo sojero”, que implica la producción
de soja transgénica con procesos de concentración de la tierra, uso de agrotóxicos y
daños irreversibles en los suelos.
Uruguay: numerosas protestas de trabajadores de la salud pública y privada que
unifican sus acciones.
Área Andina
También en esta región, prevalecen las movilizaciones de indígenas y de campesinos,
de trabajadores del sector público, y multisectoriales, contra los acuerdos de libre
comercio y las resistencias a la militarización promovida por Estados Unidos. Frente al
inminente TLC con Estados Unidos, la región aparece atravesada por movilizaciones y
debates, que convergen en un plan de acción común de organizaciones de los distintos
países.
Bolivia: después de los intensos conflictos de los últimos meses de 2003 y que
redundaron en el derrumbe del gobierno de Sánchez de Losada, el período se
caracteriza por ocupaciones de tierras del Movimiento Sin Tierra de Bolivia,
movilizaciones cocaleras, protestas de maestros, trabajadores de la salud y de la
comunidad universitaria.
Ecuador: conflictos de trabajadores del sector público y confrontaciones sociales contra
el TLC, el ALCA y las privatizaciones de las reservas petroleras, las empresas eléctricas
y las de telecomunicaciones.
Perú: paros médicos, protestas de pobladores indígenas que culminan en el
cuestionamiento de autoridades locales, con el caso extremo del linchamiento del
alcalde de Ilave.
Colombia: protestas docentes y de trabajadores contra la privatización de empresas y
pozos petroleros. Encuentro de organizaciones sindicales y sociales y fuerzas políticas
para impugnar el paquete legislativo de apoyo a acuerdos del libre comercio.
Venezuela: creciente polarización político-social por la convocatoria al referéndum
revocatorio del mandato presidencial, con un alto voltaje en la confrontación callejera.
30 Basado en la revista Nro. 13 del Observatorio Social de América Latina, CLACSO, 2004
(www.clacso.edu.ar)
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Mesoamérica y Caribe
La situación regional está caracterizada por las negociaciones comerciales, la creciente
influencia militar y la agudización de los procesos de criminalización de la protesta y
de control social. También como modelo de desarrollo basado en la sobreexplotación
de recursos naturales. Varios países de la región pasan por procesos de
reestructuración de su deuda externa. Aumento de conflictividad de trabajadores del
sector público asociado a las luchas contra las privatizaciones, los despidos y rebajas
salariales. Es significativo el proceso de convergencia social multisectorial contra la
liberalización comercial y la efectiva conclusión del CAFTA (Acuerdo de Libre
Comercio de Centro América).
República Dominicana: huelga general contra la política económica del gobierno y la
firma de TLC con Estados Unidos.
Honduras: protestas de enfermeras profesionales y docentes.
Nicaragua: protestas de docentes. Reclamo de campesinos por entrega de tierras y
denuncias contra empresas transnacionales.
Guatemala: también protestas de docentes. Sectores campesinos e indígenas exigen la
puesta en marcha de la reforma agraria y rechazan el acuerdo de libre comercio con
Estados Unidos.
El Salvador: protestas del sector de la salud.
Puerto Rico: manifestaciones de trabajadores de empresas estatales contra las
privatizaciones.
México: sectores del magisterio que confluyen en su protesta con sectores sindicales y
campesinos que desarrollan una multitudinaria manifestación contra las políticas
económicas, laborales y de la seguridad social. Sectores campesinos convocan a
movilizaciones agrarias y foros de debate. En marzo se realiza un encuentro en
Chiapas contra la mercantilización de la biodiversidad y el libre comercio, entre otras.
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MÓDULO III
Programa de Formación en Género y Comercio
Selección del foro de debate
Preguntas disparadoras
Relacione algún tratado o proceso de negociaciones que se esté dando en su país o región con
la movilización social frente al mismo (actores, propuestas, resultados)
Altagracia Balcacer Molina (República Dominicana)
El documento principal de este módulo esta contextualizado en la realidad de Sudamérica,
ya que en el Caribe no esta pasando esto, en República Dominicana, por ejemplo, la
discusión del TLC con EU, se dio en el marco de negociaciones con los sectores
empresariales. No ha habido ningún tipo de protesta por parte de la población, ni de
organizaciones en particular, y aunque se ha comentado del impacto negativo que podría
tener el TLC, fundamentalmente en el empleo, no se han realizado estudios en este sentido,
por lo que no contamos con datos confiables para sustentar este argumento. En el caso de
Centroamérica, tengo la impresión de que la población está esperando un impacto positivo
en la economía y por tanto, en el mejoramiento de las condiciones de vida como efecto del
TLC con esta región. Lo cual no deja de sorprender, conocida ya la experiencia de México. El
impacto sobre las mujeres se dará por el lado del empleo en zona franca y el aumento del
costo de los servicios básicos, por su privatización, y de educación y salud, empeorando sus
condiciones de vida.
Diana Higuera Orozco (México)
A mi me gustaría hacer un comentario con respecto a la globalización, TLC's y su efecto en
México, a 10 años de la entrada en vigor de este acuerdo. Con tristeza puedo constatar que
los únicos beneficiados fueron y son las grandes empresas transnacionales que se instalaron
en el país y que lo han utilizado como su obrero sin dejar grandes beneficios, lo cual se ve
reflejado en las condiciones laborales que las mujeres tienen dentro de este contexto. Si bien
es verdad que en algunos sectores las mujeres han conseguido ciertos triunfos, la gran
mayoría de ellas trabajan como obreras recibiendo un sueldo miserable y sin posibilidades
de crecimiento, además que debido a la apertura de fronteras la transculturización que se
esta dando es muy fuerte. Con respecto al comentario de Altagracia Balcacer de Republica
Dominicana, estoy de acuerdo con ella en que no es posible que en Centroamérica se ignore
la experiencia que México ha tenido el TLCAN ya que fueron muchas las expectativas que se
formaron antes de la firma del tratado y pocas las que realmente se han llegado a cumplir,
habría que tomar en cuenta esta experiencia para proyectar las posibles consecuencias (tanto
positivas como negativas) que puede llegar a tener la firma del tratado con EUA ya que las
condiciones estructurales de cada país no son iguales; lo cual en vez de beneficiarlos, a la
larga podría resultar perjudicial.
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Margarita Salas (Costa Rica)
Estoy en desacuerdo con el planteamiento de que no hay movilización en contra del TLC con
Centroamérica. Tal como han relatado las compañeras centroamericanas hay diversas
iniciativas en marcha. En el caso particular de Costa Rica han habido marchas
multitudinarias, aprovechando efemérides como el Día del trabajo (primero de mayo) o el 12
de octubre. También se ha estado haciendo trabajo de base, por las comunidades. En las
universidades hay foros permanentes sobre las implicaciones, hay programas de televisión,
radio, e inclusive se han publicado una serie de fascículos analizando las implicaciones que
tiene el tratado para sectores específicos. Claro, todo esto queda un poco corto frente a la
descarada campaña propagandística que ha lanzado el gobierno, en la cual invierte millones
de colones en anuncios televisivos y de planas completas en el periódico. Dinero, además,
que sale de nuestros bolsillos vía impuestos.
Maria del Pilar Corzo Arroyo (Perú)
Creo que es importante como se menciona a lo largo de las discusiones que la información
acerca de los tratados que nuestros gobiernos vienen negociando se transmita de la manera
más transparente posible. En nuestro país, la influencia de medios de comunicación
financiados por las grandes empresas interesadas en las firmas de estos tratados es muy
grande. Si bien los principales agentes económicos tienen muy claro cómo ello afectará
negativa o positivamente sus actividades, la sociedad civil y la opinión pública en general no
terminan de entender de qué se trata todo este proceso de negociación y sus consecuencias.
Es necesario contar con mecanismos de participación desde la sociedad civil que se
involucren en dicho proceso y que cumplan un rol vigilante y comunicado.
María Paula Baracat (Argentina)
He estado conversando con mujeres pertenecientes a grupos de protesta alternativos,
quienes me contaron que en un primer momento en el seno de la organización repetían los
mismos estereotipos de género de la sociedad burguesa, vale decir, las ollas populares, los
platos y los niños. Luego de un tiempo de intercambio de ideas, recién lograron organizarse
y compartir estas tareas con los varones y así poder participar más activamente en la
militancia. Quiero preguntar a las compañeras de los otros países, si tienen experiencia
directa, cómo se manejan las cuestiones de género en esos ámbitos.¿Llegan a ocupar lugares
de responsabilidad en la toma de decisiones?
Victoria Salinas Castro (Ecuador)
La participación de las mujeres en los procesos de movilización social, en mi país, han sido
mínimos, (vistos desde la generalidad), aquí entran en juego los medios de comunicación,
quienes son los que crean y recrean actores, por tanto, la visilibilización de la mujer ha sido
nula en los últimos levantamientos indígenas y mestizos, mas no su participación. Del
mismo modo, la presencia de la mujer ha sido relevante cuando esta ha sido sólo desde su
particularidad, es decir, como movimiento femenino, en sus diferentes modalidades. Sus
propuestas han sido claras frente al ALCA y TLC, tienen voz en los medios de
comunicación, son un referente de consulta, sus propuestas han permitido colocar el tema
económico y de género, como parte vital de los procesos de negociación.
Altagracia Balcacer Molina (República Dominicana)
Estoy totalmente de acuerdo con Victoria Salinas, pienso que la institucionalización de las
voces organizadas en contra de las imposiciones injustas y discriminatorias del sistema es la
única vía para lograr el cambio. Ahora bien, cómo nos incorporamos las mujeres a este
proceso? a través de las organizaciones de mujeres? o nos integramos a organizaciones
mixtas?
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Juana Nila Asalde Policarpio (Perú)
Quisiera responder a Altagracia de República Dominicana sobre los espacios de
incorporación al proceso. Yo creo que los dos espacios que menciona son importantes, pero
priorizaría el grupo de mujeres porque en este espacio, puedo suponer, se trabajaría el tema
desde nuestra condición de mujeres, analizando cómo nos afecta o beneficia la apertura del
mercado, en las condiciones de trabajo, en el hogar, desarrollo de capacidades, etc.
construyendo igualmente propuestas de cambio con perspectiva de género. En el espacio
mixto, por lo que he visto en mi país, generalmente son varones los que conducen y dirigen
las reuniones, tienen una información más actualizada pero su discurso es unilateral, ciego al
género. En estas reuniones las relaciones de poder están presentes, puede haber mujeres que
también tienen las condiciones para asumir la dirección pero no se les permite el
protagonismo. Pero se debe participar también en estos espacios, presentando nuestras
posiciones, contribuyendo a enriquecer las propuestas.
Pienso que al participar en este Foro, todos y todas asumimos la responsabilidad de
profundizar más el tema del libre comercio, sus impactos principalmente en las mujeres y
asumir una participación más activa en la difusión y en acciones que puedan llevar a
nuestros estados a negociaciones que les permitan fortalecer su mercado interno para dar
paso a mayor apertura comercial
Maura Nasly Mosquera (Colombia)
Acojo los planteamientos de Victoria Salinas Castro de Ecuador. Su tesis la llevo a la
problemática de los y las afrocolombin@s, y su movilización frente a las temáticas de los
movimientos sociales de Colombia.
También tiene razón en cuanto a lo que expresa de los movimientos de mujeres. Las afro
colombianas no estamos debatiendo los temas del comercio internacional. Seguimos en el
ámbito de los proyectos de desarrollo desde la institucionalidad y creemos que todavía esto
es una "ayuda". Ahí entra el debate de la herencia de la esclavización que todavía nos liga a
la sociedad mayor y la utilización de la comunicación como un justificante del ejercicio del
poder de las clases económicas privilegiadas.
Mi interrogante es: Cómo pretender un gobierno desde lo regional y local, en la región del
Pacífico colombiano y cómo incidir las mujeres en el modelo económico, que cambien esas
estructuras de patriarcado que nos aprisionan y que las vemos como nuestro papel en la
sociedad?
Maria Reglero (España)
Durante el desarrollo de estos debates, me ha parecido muy interesante la problemática que
supone el tema de la posesión y disposición de la propiedad intelectual. Si las trasnacionales y
los llamados países "desarrollados" siguen controlando e imponiendo el modo de desarrollo,
nosotros, los movimientos sociales debemos de seguir haciendo resistencia. La información es
muy importante y este espacio de debate e intercambio me ha hecho reflexionar mucho sobre
la importancia de conocer los tratados y los grupos de acción colectiva latinoamericanos.
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Socorro Letícia Fernandes Peixoto (Brasil)
O movimento de resistência contra a expansão desenfreada da economia global neoliberal
vem ganhando fôlegos e se reconstruindo ao longo da década de 90, onde crescem os
acordos internacionais comandados pelos poucos países e empresas transnacionais ricas,
mas que afetam a vida de muitos/as.
Novas formas de fazer movimento estão sendo gestadas e postas em prática. Novas
reflexões, tais como, o impacto da globalização e desses acordos na vida das mulheres, estão
sendo pautados na ordem do dia. Como mesmo fala o texto da Profa. Norma Sanchis, a ação
coletiva e o protesto se complexifica dado à nova configuração sociopolítica econômica
mundial. Redes, marchas, alianças e fóruns se constroem numa perspectiva internacional.
Penso que o movimento feminista e de mulheres foram uma das vertentes dos movimentos
sociais que tem feito a articulação entre os temas específicos historicamente pautados pelo
movimento e os temas mais globais estruturais. Manifestações, protestos, reflexões têm sido
feitos no sentido de entender as causas que estruturam a pobreza das mulheres. A Marcha
Mundial de Mulheres e Rede de Economia e Feminismo são exemplos de articulações e
movimentos que vem discutindo e concretamente agindo contra a mundialização capitalista
e sexista, que empobrece e violenta as mulheres.
Selección de ejercicios
Ejercicio 6 – Participación de las mujeres en la dinámica social
Maribel Murillo (Honduras)
PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN EL PATRONATO DE LA CHINDA
Actividad desarrollada: Observación participante en una reunión de la organización
comunal Patronato de la comunidad de Chinda, departamento de Santa Bárbara,
Honduras. Su objetivo es lograr el desarrollo económico y social de la comunidad de
Chinda. Desarrollan proyectos de infraestructura, educación, saneamiento básico, salud,
recreación y deportes.
La Junta directiva esta constituida por un presidente, un vice-presidente, un tesorero, una
secretaria, 3 vocales de los cuales solo una es mujer y un fiscal.
Roles desempeñados: Los hombres representan el 75% de la organización, ostentan los
cargos principales y son quienes generalmente llevan la voz cantante y proponen los
proyectos. Las mujeres, constituyen el 25%, llevan el registro escrito de las reuniones o
tienen responsabilidades de poca influencia a nivel de decisión puesto que son mas
operativos que directivos, no hay mucha capacidad propositiva y denotan subordinación
a la presidencia y vicepresidencia. El presidente esta al frente dirigiendo la reunión, la
secretaria a un lado del salón tomando nota y el resto de la directiva sentados de frente al
presidente.
Conclusiones: 1. El rol familiar se asume desde la subordinación y exclusión de la mujer y,
lo que es más grave, se legitima y justifica como necesario. Su subordinación y exclusión, se
da debido a los papeles prefijados según una división del trabajo, donde la mujer pertenece a
la vida privada y el hombre es para la vida publica. 2. A pesar de las políticas de equidad, la
herencia cultural en materia de género sigue predominando en la sociedad hondureña, e
incluso sigue siendo reproducida en su cotidianidad por las mismas mujeres, cuando
declaran estar "satisfechas" de su rol doméstico, reproductivo y sexual, de lo que los
hombres son los principales beneficiarios.
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Ejercicio 6 – Participación de las mujeres en la dinámica social
Neiva Regina de Mello (Brasil)
As mulheres no exercício do poder
A ampliação da presença massiva das mulheres no cotidiano sindical e no espaço público,
reconhecido como lugar por excelência masculino, trouxe contribuições importantes para
a sociabilidade das trabalhadoras nesse universo: introduziu um novo olhar para o
repensar das estruturas políticas sindicais, das relações cotidianas e das práticas dos
dirigentes homens e mulheres. A contribuição efetiva das mulheres no que se refere à
construção de espaços democráticos e solidários de representação social têm sido
fundamental para as mudanças efetivas nas relações interpessoais no interior deste
movimento.
Uma importante conquista das mulheres no movimento sindical foi a implementação das
cotas de gênero na estrutura sindical da CUT( Central Única dos Trabalhadores) em no
mínimo 30% de participação de cada um dos sexos, tem significado uma ampliação de
representação política das mulheres neste espaço, reconhecendo-as como parcela da classe
trabalhadora e enquanto sujeitos sociais capazes de interagir com o poder nos diversos
espaços políticos. Porém não tem sido suficiente para inaugurarmos a equidade de gênero
nas relações sociais. Nos cargos de presidência nos sindicatos e nas centrais sindicais, a
maioria é exercido por homens, bem como secretarias gerais.
As mulheres ocupando os postos de decisão nos espaços sindicais garantem a
representação feminina do mundo do trabalho e da política. Porém, as limitações da
organização desta estrutura não possibilitam sua participação integral com maior
despreendimento e disponibilidade. Podemos exemplificar aqui a dupla jornada de
trabalho, a divisão sexual do trabalho doméstico e a falta de equipamentos sociais como
políticas públicas.
Avançamos e a vivência com o poder tem possibilitado um crescimento a acúmulo de
reflexões sobre as práticas políticas e sociais que se conformam em relações constantes de
negociações e alianças, trazendo para o cotidiano da vivências sindicais e políticas a
multiplicidade de pontos de divergência e de convergência que induzem comportamentos
no que se refere ao modo de ser e estar no mundo, às formas de falar e de agir, à adoção de
condutas e posturas que se reproduzem nas relações interpessoais entre os sexos na política.
Selección de monografías
Extracto de la Monografía “¿Participan las Mujeres Afrodescendientes del Pacífico en las
negociaciones del TLC en Colombia?” (Capítulo 5 y Conclusiones)
Maura Nasly Mosquera
Las Mujeres Afrodescendientes del Pacífico colombiano
El ámbito primordial de las mujeres afrodescendientes en Colombia es el espacio doméstico y de lo
privado, donde predomina la tradición oral y se forja la memoria a través de la repetición de las
tareas cotidianas, cuyo protagonismo en las esferas públicas y privadas no ha sido suficientemente
reconocido. A pesar de que en la última década las demandas de las comunidades afrocolombianas
han hecho eco en la legislación, las específicas de las mujeres no han quedado plasmadas en la
normatividad resultante ni han sido tenidas en cuenta en el desarrollo y/o aplicación de la misma.
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Para Doris García Mosquera31, entre los principales obstáculos para la mujer afrocolombiana se
señalan los modelos económicos y las políticas internacionales vigentes y en el plano interno la falta
de reconocimiento por parte del Estado y de la sociedad y frente a la comunidad afrocolombiana, se
tiene la insensibilidad de los hombres afrocolombianos hacia las diferencias de género entre los
afrodescendientes, así como las diferencias entre mujeres afrocolombianas y otras mujeres.
Es muy interesante entender como el desconocimiento de la cultura del Pacífico vulnera las redes y
relaciones sociales a través de la imposición de nuevas estructuras jerárquicas y burocráticas, porque
aunque los programas estatales han incorporado con éxito a las mujeres negras en el proceso formal
del desarrollo, no se han producido los beneficios prometidos. Esas intervenciones incorporan a la
mujer a partir de su responsabilidad en el ámbito de la reproducción con el argumento de que
mejorará sus condiciones de vida y participará en el mercado. El tema de las relaciones entre las
mujeres, las cuales involucran de modo complejo tanto solidaridades y afectos como competencias,
subordinaciones y conflictos que inevitablemente influyen en los objetivos y en el desarrollo de los
proyectos.
Camacho Segura cita a Betty Ruth Lozano32 con relación al efecto de los proyectos de modernización
y desarrollo sobre las relaciones de género y sobre las formas de vida, pues Lozano afirma que las
mujeres negras han sido incorporadas como mano de obra barata por el gran capital con base en la
división sexual del trabajo, en los estereotipos de género, en la subordinación femenina y en las
desigualdades raciales y de clase. Sectores industriales como los de palma africana, el cultivo de
camarones y la pesca se han aprovechado de estas desigualdades para apropiarse de las tierras y el
trabajo barato de las familias locales. Esa incorporación de la mujer a la producción industrial, con
notoria desigualdad salarial, conlleva la duplicación de la jornada laboral femenina, la
desvalorización de las actividades domésticas y productivas tradicionales, la proletarización
femenina y la desvinculación de la tierra porque la convierten en trabajadora asalariada migratoria.
Existen hoy grupos y cooperativas de mujeres que han influido en la dinámica local, y que con el
tiempo han logrado consolidar su trabajo socio-empresarial y han ampliado su experiencia de
negociación y concertación con las instituciones del Estado y con las agencias donantes de
cooperación internacional. Hay que reconocer que, a pesar de los avances académicos y políticos
internacionales y nacionales que han obtenido las mujeres hacia una más compleja y difundida
teoría de género como crítica social y del poder, y de su incorporación como política estatal e
institucional, persiste un generalizado desconocimiento del tema. A éste se añaden la resistencia y el
rechazo sustentado en la consideración de que es una cuestión exclusiva de las mujeres y/o que
amenaza la estabilidad de las relaciones de pareja y del orden social establecido. Los informes sobre
violencia en el país coinciden en que en regiones como el Pacífico las mujeres afrocolombianas son
las más vulnerables frente a la intensificación del conflicto armado y el desplazamiento forzado.
Con una mirada más crítica de las desigualdades de género en el movimiento de comunidades
negras, los grupos organizados principalmente productivos de Tumaco, mayoritariamente
compuestos por mujeres, acusan a los líderes de excluirlos de los procesos e instancias de discusión y
decisión con el argumento de que están desorganizados, que no entienden el sentido étnico-político
del movimiento negro y que anteponen sus interese productivos a los de su colectividad. Sin
embargo, la construcción y articulación de la etnicidad afrocolombiana están permeadas por el
género por el despliegue de metáforas de género en la definición de la identidad cultural negra y por
el papel crucial, aun sin reconocimiento frecuente, que juegan las mujeres negras en la lucha por los
derechos negros. La identidad étnica se está volviendo una variable importante en el movimiento de
mujeres negras porque éstas se están definiendo en su doble identidad: como mujeres y como
negras. Están ampliando activamente sus mandatos de sus cooperativas económicas,
frecuentemente iniciadas con el objetivo limitada de incorporar a las mujeres a los proyectos de
desarrollo del Estado.
García Mosquera, Doris. Apuntes de la situación socioeconómica de la población afrodescendiente en
Colombia”, ponencia presentada en el Simposio Racismo y Sexismo del Programa Universitario de Estudio de
Género de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Red de Mujeres Afrocaribeñas y
Afrolatinoamericanas, México, 2001.
32 Ibidem. Pág. 189
31
92
Paradójicamente, la visibilidad de las líderes negras se logra a costa de mantener el status quo del
poder desigual entre hombres y mujeres en las organizaciones mixtas, en una complicidad con el
sistema al no asumir posturas públicas de mayor autoridad, especialmente en asuntos en los cuales
están en desacuerdo con los hombres porque se consideraría una afrenta a las normas culturales
afrocolombianas. Puedo dar fe personal de ello, porque ante la visibilidad y discriminación de
género sufrida en términos generales por compañeras de trabajo, un abogado afrocolombiano me
pidió que denunciara penalmente el hecho ante la autoridad competente, pero que no contribuyera a
expandir la situación como lo había hecho por correo electrónico, indicando que pertenecía al ámbito
privado, aunque la agresión y discriminación sexual y laboral había sido por un periódico regional, y
en otra oportunidad, cuando como cabeza de la organización a la que pertenezco en el marco de una
articulación nacional, reclamé el cumplimiento de los acuerdos, se me expresó por varios
compañeros que los hechos debían solucionarse en lo interno y esto lo atribuyo sencillamente a mi
identidad de género.
Papel de las mujeres afrocolombianas del Pacífico frente al comercio internacional
Asumiendo que las mujeres negras urbanas y rurales, como lo afirma Lozano, se encuentran en una
posición de doble exclusión, porque a las primeras, la “racialización” del trabajo les bloquea
oportunidades laborales y de ascenso social y a las segundas, para quienes no se expresa esa doble
exclusión en el terreno laboral, puesto que tienen una participación importante en distintas
actividades cotidianas, están expuestas a la violencia doméstica y al abandono paterno como
expresiones de subordinación, que las convierte en víctimas y cómplices del sistema; si lo
focalizamos en la región Pacífico y la propuesta dentro de la política del modelo de desarrollo que
propone la estrategia 4 Agenda Pacífico 21, nos encontramos con una visión paternalista que no
reconoce el papel de las mujeres afrodescendientes de la región, que hemos reseñado.
Las voces emergentes de Doris García Mosquera y Betty Ruth Lozano no fueron escuchadas en ese
proceso y en la metodología prospectiva utilizada, hecho supremamente grave si se tiene en cuenta
que el 90% de la población es afrodescendiente y un 52% son mujeres, según estimativos estadísticos
oficiales.
Incidencia política en la negociación del TLC
La crítica general que hace García contra los modelos económicos y las políticas internacionales no
enfoca los conceptos de globalización, apertura económica, libre comercio, supuestos en una
negociación como la del TLC de Colombia, Ecuador y Perú con Estados Unidos, que nos hace
redimensionar la Agenda Pacífico 21 como modelo de desarrollo y propuesta para la acción regional
del Pacífico Biodiverso.
En el estudio de Sarmiento Palacio 33 se indica que se da por sentado que existe un modelo
económico único y que los países operan dentro de sus directrices, sin cuestionar la coherencia del
conjunto y que las tareas de los gestores de política se reducen a operar dentro de los mandatos del
Consenso de Washington. Señala que a comienzos de 1.999, cuando el país sufrió el peor colapso del
siglo, se invitó al profesor Sachs para que analizara la conveniencia de modelos alternativos. Sachs
calificó la discusión de bizantina y, en su lugar, recomendó que nos limitáramos a definir nuestros
problemas y a buscar las soluciones. Para Sarmiento, la conclusión no podía ser más clara. Los
procesos de desarrollo no pueden sintetizarse dentro de un marco general que conduzca a
soluciones comunes a largo plazo y que permita atribuir las diferencias en el tiempo a unas pocas
variables agregadas. Los procesos de desarrollo varían de acuerdo con los modelos económicos de
organización. Las economías tienden a soluciones distintas y sus diferencias en el tiempo obedecen
a elementos estructurales e institucionales que no son fáciles de concretar.
Hay una contradicción en el sustento del modelo de desarrollo de Agenda Pacífico 21, en la que sus
actores económicos externos que intervienen en la región, llámese inversionistas extranjeros directos
o grupos económicos, o el sector privado, quienes se encuentran entre los que negocian el TLC y
acompañan las rondas de negociación, hacen incidencia directa y los grupos étnicos representados
Sarmiento Palacio, Eduardo. El Modelo Propio: Teorías económicas e instrumentos. Grupo Editorial Norma.
Bogotá, 2002.
33
93
por las autoridades indígenas y los miembros de los consejos comunitarios afrocolombianos,
ausentes de las mesas de la negociación.
El interrogante en este documento es: ¿Tienen las mujeres afrocolombianas del Pacífico una agenda
de trabajo que ayude a potenciar oportunidades y a mitigar los riesgos, en el proceso de la Agenda
Pacífico 21 y frente al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos?
Para ellas, el cuarto mito de que el aporte de la sociedad civil es marginal y el quinto mito de la
descalificación de los pobres es una realidad34. Se relativiza las posibilidades de aporte a la acción
social de la sociedad civil y se les ve como personas inferiores, casi subhumanas por su pobreza
material. El proceso de negociación casi clandestino utilizado a solicitud de Estados Unidos en el
TLC en contravía de un elemento prioritario en que si los y las pobres realmente participan,
recuperan su confianza en sí mismos y en su comunidad.
Conclusiones
El comercio internacional es uno de los fundamentos teóricos de un modelo económico, cualquiera
que este sea. Es grave, que en el modelo de desarrollo sostenible contenido en la propuesta de la
Agenda Pacífico 21 como metodología para encontrar la mejor solución, no se aborde a pesar de que
el proceso se termina en el año 1.999. La biodiversidad y el conocimiento tradicional, temas que se
debaten en el TLC, no solamente son parte del proceso de la Agenda, sino temas que en el comercio
internacional y sus acuerdos, han sido puestos sobre el tapete. Además, debe incorporar el enfoque
de género en la construcción de su marco teórico que permita entender el funcionamiento de la
economía y su impacto en las mujeres.
Al TLC no es prudente ni justo darle carácter de panacea con la capacidad milagrosa de sacarnos del
atraso y de curar todos nuestros males, como lo hace el gobierno nacional. Es prioritario, darle su
verdadera significación al mercado interno y no tenerlo reprimido así como la generación de empleo.
Frente a las negociaciones del TLC en Colombia, debe admitirse que las mujeres afrodescendientes
del Pacífico siguen en silencio, y peor aún, el movimiento social afrocolombiano tampoco se ha
movilizado o incidido tampoco se ha opuesto a su invisibilización ni se conocen estrategias de
movilización concretas, a pesar que nominalmente hace parte de los movimientos sociales en el país,
no se pueden hacer conjeturas sobre una incidencia acorde o proporcional a los esfuerzos invertidos,
aunque hay que tener en cuenta que el escenario en el 2.004 se ha vuelto más complejo y los
movimientos sociales no han conseguido grandes victorias como las del pasado inmediato. Pero
seguir existiendo supone promover cambios, tanto en el espacio político como, sobre todo, hacia el
interior de los mismos movimientos.
Con el retiro del Estado benefactor, señalado por muchos autores como una de las causas de la
expansión de las organizaciones de la sociedad civil, comienza a manifestarse una nueva era en la
que las personas toman un rol protagónico en sus propios procesos de desarrollo. Las mujeres
afrodescendientes del Pacífico colombiano estamos en mora de iniciar las tareas de capacitación,
investigación e incidencia, con relación a las políticas comerciales y el comercio internacional y sus
impactos de género, para cumplir un rol decisivo en la creación de lenguajes articuladores, que
hagan fluir sus potencialidades para el beneficio de toda la comunidad y tomar la iniciativa para
obtener medidas compensatorios en los temas que afectan la región.
Kliksberg, Bernardo. Más ética más desarrollo. Temas Grupo Editorial S.R.I., 2004. Segunda ed. Buenos
Aires, Argentina.
34
94
MÓDULO IV
La incidencia política en los acuerdos comerciales de América
Latina
Docentes a cargo: Norma Sanchís y Verónica Baracat
Temario
La perspectiva de género en los procesos de negociación comercial
Incidencia política y fortalecimiento de la ciudadanía
Estrategias de incidencia
95
El comercio internacional en la agenda de las mujeres
Norma Sanchís, Verónica Baracat y Cristina Jiménez
INTRODUCCIÓN
(...) Poder incidir sobre una realidad que afecta a mucha gente, cambiar en alguna proporción
las decisiones de quienes tienen una cuota de poder, hacer visible una situación que
permanece en sombras, amplificar la voz de “los de abajo”, es un desafío que motiva a la
acción colectiva y la empodera. Desde juntar firmas hasta bloquear un camino, desde
participar en una marcha hasta hacer una huelga de hambre, desde denunciar en los medios
de comunicación hasta escribir un volante, existe una enorme batería de recursos a los que
apelan los grupos, organizaciones y movimientos que no detentan pero se proponen
interpelar al poder estatuido.
Esta multiplicidad de recursos suelen asociarse bajo el nombre inglés de “advocacy”, que en
español se traduce como incidencia, es decir, aquellas acciones conducentes a democratizar
las relaciones entre la ciudadanía y los ámbitos de toma de decisión, sean estos públicos o
privados.
movilización
ción política de las
La incidencia es un concepto que sintetiza el proceso de moviliza
organizaciones de la sociedad civil en pro de que los sistemas de poder y toma de decisión
sean más permeables a las demandas de la ciudadanía.
ciudadanía
Muchas veces los objetivos de incidencia no se alcanzan o lo que se consigue está muy por
debajo de los esfuerzos invertidos. Algunos de los principales obstáculos son:
Se plantean fines últimos, temas demasiado amplios (“eliminación de la pobreza”,
“erradicación de la violencia contra las mujeres”), que resultan difíciles de concretar en
objetivos, demandas o propuestas específicas o graduales.
Se formulan varias críticas o planteamientos simultáneos, sin jerarquizarlos o darles un
orden de prioridad.
Se acumulan demandas o cuestionamientos o se reemplazan por otros que van
surgiendo, sin persistir en un objetivo planteado.
No se analizan los intereses de posiciones adversas de quienes puedan sentirse atacados,
para elegir la estrategia más eficaz.
No se sustentan los planteos y enunciaciones con conceptos claros, datos empíricos o
estadísticas para ganar en comprensión y credibilidad.
¿Qué pasa con la incidencia en relación al comercio internacional?
Los acuerdos comerciales entre gobiernos y bloques regionales han cobrado un gran
dinamismo desde inicios de los años 90. Estas negociaciones, que por muchos años se
trataron en manos de empresarios y funcionarios de gobierno, están pasando a ser
progresivamente un tema de debate de los parlamentos y los movimientos sociales. Es que
cada vez es más claro que los intereses económicos y comerciales se asocian fuertemente con
alineamientos políticos. En muchos casos, el alineamiento político es condición para la firma
de acuerdos comerciales. Los países del sur, debilitados por la fragilidad de sus economías y
la desproporción de la deuda externa, tienden a considerar que los acuerdos de comercio les
96
resultarán ventajosos, conducirán al crecimiento, permitirán ampliar sus mercados y así,
oxigenar las cuentas públicas, aún a costa de embargar los márgenes de autonomía y
capacidad de regulación de los estados nacionales.
Con una clara percepción de esta relación asimétrica y políticamente condicionada por los
Estados Unidos, los movimientos sociales de América Latina se oponen firmemente al
Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Para ello, se han movilizado en todo el
continente con distintas estrategias. Sin embargo, esta oposición no ha tenido una
responsabilidad sustantiva en el ritmo (de avance, retroceso o estancamiento) de las
negociaciones. O por lo menos, no ha logrado una incidencia acorde o proporcional a los
esfuerzos invertidos.
El proceso del ALCA debiera incluirse en el contexto más amplio de debate sobre el comercio
internacional: sus oportunidades, riesgos y condiciones de aprovechamiento. Y también en la
dinámica general de los acuerdos comerciales, es decir, las negociaciones en la Organización
Mundial de Comercio (OMC), la relación con otros bloques como la Unión Europea, los
tratados bilaterales, los acuerdos sur-sur.
Un problema inicial es la necesidad de que sectores mucho más amplios de la sociedad civil
se involucren en estas cuestiones. En lo que al movimiento de mujeres respecta, es cierto que
en los últimos años hay una tendencia creciente a sumar a los temas específicos otras
temáticas y a articular acciones con otros sectores del movimiento social. Pero también es
cierto que los temas económicos y sus dimensiones políticas permanecen todavía en los
márgenes de los intereses del movimiento de mujeres. Resulta fundamental difundir
información, consolidar una masa crítica de mujeres de América Latina involucrada en las
negociaciones comerciales y en los impactos por género de los acuerdos.
Una segunda cuestión es ampliar la base de sustentación y los contenidos del rechazo a
acuerdos como el ALCA. No se trata de entrar en tecnicismos, pero sí de procurar
información, mejorar las argumentaciones, buscar evidencia empírica de los impactos,
incluyendo los impactos sobre las mujeres.
Finalmente, se trata de seleccionar y persistir en las estrategias de incidencia más adecuadas,
recogiendo las experiencias que en éste y otros campos, han resultado exitosas.
Estos aspectos son precisamente las preocupaciones centrales de la Red Internacional de
Género y Comercio (RIGC). Creada a fines de 1999, la RIGC desarrolla tres líneas de acción
prioritarias: capacitación, investigación e incidencia en relación a las políticas comerciales y
el comercio internacional y sus impactos de género. Estas acciones se desarrollan en siete
regiones del mundo: Africa, Asia, El Caribe, América Latina, América del Norte, Europa y el
Pacífico.
El Capítulo Latinoamericano de la RIGC está involucrado en el impulso de iniciativas
relativas a los impactos sobre las mujeres de los acuerdos comerciales de la región y en el
fortalecimiento y capacitación del movimiento de mujeres para incidir en los mecanismos
institucionales nacionales o regionales de integración económica.
Los objetivos de las tres áreas de trabajo son:
Capacitación:
Realizar actividades de capacitación de las mujeres sobre las implicancias, desafíos y
estrategias relacionadas con los acuerdos comerciales.
Diseñar metodologías y producir materiales didácticos para apoyar los procesos de
capacitación y divulgación del tema.
97
Investigación:
Identificar los impactos de género producidos por la liberalización comercial desde el
punto de vista social y económico.
Consolidar y ampliar una red de investigadoras sobre género y comercio en la región.
Incidencia:
Fortalecer la capacidad de las mujeres para incidir en las decisiones políticas ligadas a los
procesos de integración y negociaciones comerciales.
Impulsar la inclusión de la perspectiva de género en esos procesos.
Apoyar iniciativas nacionales y regionales de cabildeo y fiscalización ciudadana.
Promover el diálogo con los movimientos sociales y de mujeres para la incorporación de
una perspectiva feminista crítica en el comercio internacional y la acción global.
La RIGC también integra otras redes y participa de campañas de incidencia en la Región, las
que incluyen acciones de capacitación, de comunicación y de presión sobre gobiernos y
organismos internacionales. Ha publicado manuales y cartillas de capacitación y documentos
de investigación, además de ponencias y exposiciones de diversos seminarios35.
Algunas de estas experiencias son descriptas en esta publicación, junto con las actividades de
otras redes de la región. Es importante aclarar que en ningún caso se pretendió realizar un
listado exhaustivo de estrategias, sino ejemplificar las distintas dimensiones de la incidencia
política.
Ver documento completo:
Sanchís, Norma, Verónica Baracat y Cristina Jiménez, 2004, El comercio internacional en la
agenda de las mujeres, Red Internacional de Género y Comercio – UNIFEM.
www.generoycomercio.org
35
Estas publicaciones junto con otros artículos y boletines pueden encontrarse en la página:
www.generoycomercio.org
98
MÓDULO IV
Programa de Formación en Género y Comercio
Selección del Foro de debate
Preguntas disparadoras
Pensando en su realidad cercana y en relación a algún acuerdo comercial que se esté negociando: qué
sectores se verán beneficiados? y cuáles van a estar perjudicados? Qué actores sociales están a favor
del acuerdo? y quiénes están en contra? Por qué?
Norma Maldonado (Guatemala)
Comportamientos recurrentes del activismo y movilización en el marco de los análisis
posteriores a la firma del CAFTA en Guatemala, y en el marco del Mesoamericano de
Mujeres:
Se mantiene en El movimiento de mujeres un déficit de análisis y de propuestas en temas
económicos y de medio ambiente en particular en lo referido a la globalización y la
problemática entre relaciones económicas, de democracia y de construcción de ciudadanía.
Se promueve la reconfiguración de los movimientos sociales incluyendo al de Mujeres en
ONG’s que sirven como amortiguadores para desmontar su capacidad de movilización y
cuestionamiento social, además de que no obtiene legitimidad política y se despolitiza y le
da estabilidad al modelo. Hay que agregar que se fragmenta, se especializa en temas y se
provoca la competencia entre organizaciones.
Persisten las formas autoritarias de hacer política dentro de las organizaciones de mujeres:
exclusión, no reconocimiento de liderazgos…Esto obstaculiza la articulación y desarrollo de
estrategias para la incorporación de mujeres jóvenes al movimiento.
Lo anterior son reflexiones y enseñanzas derivadas de un encuentro que tuvimos con
algunas compañeras del Comité Nacional Feminista de Nicaragua, pero que todavía no son
parte de las estrategias del movimiento de mujeres en Guatemala. Y no se vislumbra este
tipo de análisis. Dentro de las expectativas que tengo de este Seminario es buscar apoyo en la
experiencia que tienen ustedes, para apostarle a la contribución hacia ese proceso y para que
no derive en la desmotivación y frustración que ustedes mencionan al inicio del documento
base. Es una oportunidad maravillosa poder estar en comunicación con ustedes quienes
entienden y tienen la experiencia que desde aquí pedimos a gritos.
Stella Marengo (Argentina)
Si queremos incidir en cuestiones económicas o incluir la cuestión de género en los acuerdos
comerciales internacionales, creo que es fundamental comenzar con el desarrollo de una
mayor participación.
En las sociedades latinoamericanas se está dando un crecimiento continuo de abajo hacia
arriba de presión por estructuras participatorias, y una exigencia en aumento del grado de
genuidad en las mismas.
En el discurso, el consenso parece total. Pero hay bloqueos al avance de la participación, ya
que una mayor participación implica profundos cambios sociales, siendo esperable que
genere resistencias y que al vulnerar intereses instalados, los mismos creen estrategias de
obstaculización.
99
Celeste Annalet Viera (Uruguay)
Después de leer el documento base y de analizarlo en base a la realidad que me rodea, es
evidente que las mujeres debemos de participar más en los diferentes ámbitos de la
sociedad. Si bien la participación genera relaciones más democráticas, es real que hay
fuerzas que se oponen a la misma, evitando el avance de las mujeres. El tener a las mujeres
en los diferentes ámbitos generaría cambios que a veces son resistidos por las propias
mujeres. Si nos referimos a aspectos de género y comercio, es real que hay un gran
desconocimiento.
Como muy bien se expone en el documento base, el divulgar la información, socializarla,
capacitar a la mujer en comercio e identificar el impacto que éste tiene en las cuestiones de
género, es fundamental para comenzar con ese cambio del que tanto se habla. Gracias por
la oportunidad de participar e intercambiar en este Seminario.
Elizabeth Lopez Bidone (Argentina)
Estimadas amigas, quiero aprovechar la oportunidad para comunicarme con ustedes, y
destacar dos cuestiones que reflexione a partir de su lectura, una es la importancia del
intercambio, donde estuvieron latentes las experiencias, problemas y resultados propias de
cada país en su inserción dentro del comercio. En segundo término, algo que me parece
esencial y es la cuestión de la concientización, personal y sobre todo la cuota que podamos
aportar para extenderla a aquellas personas que no participaron en el seminario pero que
pertenecen a esta realidad social.
Por ello quiero agradecer a las especialistas que nos brindaron su conocimiento, y alentarlas
a la prosecución de este tipo de experiencias.
Maura Nasly Mosquera (Colombia)
Esta última semana hemos vivido en Colombia y Ecuador, situaciones que afectan la
"democracia". Creo firmemente que la situación que viven los territorios afrocolombianos
(Buenaventura, mi ciudad natal, el municipio de Bojayá, en el departamento del Chocó), y
los territorios indígenas (Toribio, Tacueyó, entre otros), están ligados a la estrategia conque
el modelo económico pretende diluir los derechos étnicos y arrasar con los megaproyectos
nuestra autonomía. Por esto, para mi es importante haber participado en este seminario
virtual.
Cómo los movimientos sociales en general, están trabajando en contra? Tenemos un gran
movimiento en América Central, Costa Rica y Nicaragua, que busca que no se ratifique el
TLC. Será que en Perú, Colombia y Ecuador, todavía estaremos a tiempo? Solamente, les
puedo decir que en Colombia, las comunidades afrocolombianas y los pueblos indígenas,
nos estamos jugando la vida y la de nuestras futuras generaciones.
María Paula Baracat (Argentina)
Quisiera compartir con uds. algunas preguntas y reflexiones sobre la crisis de Ecuador.
La tolerancia hacia la impunidad ya no es de manga ancha en América latina, aunque la
protesta no siempre consiga que los impunes terminen sus días en prisión. … Las razones
locales para el descontento deben ser más variadas que las consignadas antes y, con
seguridad, arrancan desde hace tiempo, incluso más lejos que Gutiérrez, así como en
diciembre de 2001 aquí en Argentina implosionó una hinchazón que venía de más lejos que
la Alianza.
Los -hasta ayer- 4 muertos y 181 heridos, las desigualdades de larga data que esta explosión
denuncia, las consecuencias del modelo económico y políticas comerciales impuestas en los
últimos años en Ecuador (al igual que en otros países de América Latina), el desafío que se
plantea al movimiento social que hoy toma las calles, entre otros, creo que son temas que
cruzan en forma transversal los discutidos en el seminario y sin dudas que llaman a pensar
sobre la perspectiva de género y posibilidad de incidencia de las mujeres. A su vez me
recuerda al punto más alto de la crisis social y política de la Argentina, el “escape” del ex
presidente De La Rúa en helicóptero, los cacerolazos y el “que se vayan todos” de las clases
medias, las protestas piqueteras y el frustrado mercado del trueque.
100
Carmita Leonor Alvarez Santana (Ecuador)
En base a los últimos acontecimientos suscitados en mi país, puedo decir que el TLC parece
que entra a un nuevo proceso, pues de acuerdo a las declaraciones del nuevo Ministro de
Economía, parece ser que se convoca a una Consulta Popular para que el pueblo decida. En
todo caso creo que la situación política de mi país, aún está muy tensa, Lo que respecta la
TLC debería antes de tomar una decisión, el gobierno debe impulsar procesos de debate,
buscar concertación y la ciudadanía debemos desde nuestros distintos puntos generar
procesos de participación; estar bien informados para no caer en negociaciones que pueden
perjudicarnos, como también no entrar a ellos y quedar atrás de los cambios que se avecinan.
Una de las cosas importantes de todo lo sucedido en los últimos días es el "despertar" de la
sociedad civil, en donde cansados de la clase política dominante, creó espacios de
comunicación para auto convocarse y creo que las diferentes organizaciones juegan un papel
crucial en los cambios de mentalidad de los ecuatorianos
Julia Petronila Cabello Acevedo (Perú)
Estim@s amigo@s, aquí en Perú, recién en esta ronda de negociaciones del TLC del área
andina, se ha iniciado una fuerte campaña contra la firma, y básicamente quienes más han
visibilizado esta lucha ha sido el movimiento sindical, con la participación activa de las
cuatro centrales sindicales, y del movimiento de mujeres aglutinadas alrededor de la
MARCHA MUNDIAL DE LAS MUJERES. Se ha evidenciado la participación activa de las
mujeres como Marcha Mundial de las Mujeres en la Movilización frente al TLC, en el marco
de la IX Ronda de Negociaciones del Tratado de libre Comercio Andino. Sin embargo creo
que todavía el movimiento de las mujeres contra el ALCA Y EL TLC, es débil y se
circunscribe a las dirigencias de las organizaciones, falta masificar el movimiento pero aún
así la incidencia de las movilizaciones viene generando dificultades a EEUU y los gobiernos
para el cumplimiento de sus objetivos. Sin embargo todavía falta desarrollar una alternativa
coherente que permita aglutinar a la población para cambiar el rumbo de las negociaciones.
Antes de concluir mi participación quiero felicitarlas por este valioso aporte y a la vez
agradecerles el haberme dado la oportunidad de participar. Después de estos meses debo
decirles que gracias a ustedes he desarrollado nuevas miradas y nuevas posibilidades de
trabajo tanto a nivel sindical como popular. Gracias una vez más.
Fiona Meyer Cook (Perú)
Ejemplos de incidencia en el Perú: El Grupo Género y Economía está muy activo en el país,
construyendo vínculos con grupos de mujeres organizadas, ha construido una agenda
participativa de las mujeres y trabaja en la incidencia regularmente. La Marcha Mundial de
Mujeres también está muy activa, desarrollando enlaces entre grupos de mujeres
organizadas y ha tomado una posición clara frente a los TLC.
Creo que OXFAM están haciendo excelentes avances combinando esta estrategia con
investigaciones muy bien realizadas. Necesitamos muchos más ejemplos, con más personas
capacitadas en la incidencia política y en la construcción de nuevos indicadores
socioeconómicos para medir los impactos y para crear nuevas políticas públicas que
promuevan el desarrollo integral dentro de las comunidades. La construcción de
movimientos amplios y diversos está en marcha, pero la creación de puentes para lograr que
los decisores abran sus espacios de negociación de maneras más justas, dejando entrar
líderes escogidos por la sociedad civil, sigue siendo un desafío. Hay bastante que hacer, no
será fácil, pero tenemos que caminar hacia adelante, con visión, dejando ejemplos
constructivos. Mil gracias al equipo, a Norma y Verónica, y a todas/os las/los participantes;
fue una experiencia muy enriquecedora.
101
María de Lourdes Roque Gálvez (México)
El tema de la incidencia política me parece muy importante, ya que plantea varios puntos
donde hacer énfasis, sobre los tratados de libre comercio y quiénes están siendo
beneficiados. Seguir fortaleciendo las capacidades de las mujeres en las decisiones políticas
ligadas a los procesos de integración comerciales es importante para tener mayores
resultados. Me parece importante que trabajemos más sobre las desigualdades que hay entre
hombre y mujeres en el acceso a la tierra, al crédito y al capital...
Cecilia Rosalía Paiva (Canadá)
Sin duda alguna todas/os estamos observando y también participando de las tratativas en
referencia a la firma del tratado de Libre comercio en el Continente. Todo esto apoyados por
un conjunto de mecanismos que vienen conduciendo los idearios sociales al conformismo de
que debemos firmar, porque quedaremos sin opciones, lo cual como sabemos es falso.
También vemos cómo los movimientos sociales vienen avanzando en sus derechos de
participación ciudadana, democracia participativa, etc. (salud al Pueblo de Quito).
Un tratado de libre comercio es más que una discusión o polémica política de cómo se
encuadrarán los que en él participen y de cómo mejorar los términos de intercambio
comercial para que nadie se ahogue en los volúmenes que produce cada quien. Como es
obvio, la minúscula, escuálida, palidísima, ínfima producción peruana no puede competir
con el agro o la industria norteamericana que exhibe mejores precios y productos de mayor e
indiscutible calidad.
No podemos permitir que esto suceda, pienso que es importante globalizar nuestros
problemas. Es uno el continente! es una nuestra raíz ancestral! Globalicemos entonces
nuestro trabajo de resistencia y lucha en la práctica misma. Empecemos por nuestra familia,
amigas y amigos hablemos de este tema, sensibilicemos sobre lo que viene pasando, luego
vendrá el proceso de educación y concientizacion para fortalecer la unidad para luchar,
unidad para vencer, unidad para gobernar.
Selección de ejercicios
Ej e rc i ci o 5 - A n ál i si s de mo vi l i z a c i on es so c i al e s
G ab ri el a G orj ón S al c e do - C a rm en D í a z Al b a ( M é xi c o)
CANCÚN, UN CALEIDOSCOPIO DE DIVERSIDADES
Durante la semana del 9 al 13 de septiembre del año 2003 se llevó a cabo en Cancún,
municipio Benito Juárez en Quintana Roo la V Reunión Ministerial de la Organización
Mundial del Comercio (OMC). De manera paralela se organizaron actividades y
movilizaciones para visibilizar y mostrar el rechazo a las negociaciones de la OMC; el
objetivo primordial de la sociedad civil era descarrilar a la OMC. Con este lema actores
sociales de diversa índole y culturas nos reunimos en Cancún; debatimos, compartimos, nos
movilizamos, rechazamos y propusimos alternativas.
Ci rcu n s t an ci a s qu e pr ov oc a r on l a p rot e st a
La política agrícola injusta para los países del sur global, dados los dobles estándares en su
aplicación. La nula soberanía y seguridad alimentaria que vivimos estos mismos países.
La privatización de servicios que implica la violación a los siguientes derechos humanos:
al agua, a la salud, a la educación, a la energía, entre otros.
La ausencia de democracia al interior de la OMC, en la que ni siquiera los países del sur
global están contemplados en el proceso de toma de decisiones, mucho menos la sociedad
civil; utilización y entrenamiento de las policías locales, estatales y federales para reprimir el
disenso y proteger los intereses de los organismos internacionales (como la OMC).
102
La propiedad intelectual como vía para usufructuar la biodiversidad y la imposición de
sanciones a países que utilicen medicamentos genéricos para combatir pandemias como el
SIDA.
Impactos nocivos del libre comercio, polarización de la sociedad y atomización de la
misma; evidenciar a la OMC como actor importante que impulsa los acuerdos que han
llevado a la depauperización y deterioro de las sociedades, no nada más en el sur sino
también en el norte.
D et on an t e s
Hay diversos detonantes, dependiendo del actor social. Uno de los detonantes para ir a
Cancún, para salir a la calle y hacer todas esas acciones y marchas es la intención y el deseo
de que con la presión social y la visibilización de los conflictos causados principalmente por
los modelos de integración económica en los que vivimos, se puede dar un cambio o por lo
menos un descarrilamiento (boicot) de la reunión de la OMC. En este sentido, el movimiento
social lo que más necesita es tiempo, tiempo que pueda ganar sin que haya más
negociaciones exitosas y más acuerdos en la lógica comercial. Con la experiencia anterior de
represión durante las manifestaciones contra el Foro Económico de Davos en Cancún en el
2001, reivindicamos también nuestro derecho a lo público, a recuperar nuestras calles, y a
plantear nuevas formas de participación democrática no jerárquica ni patriarcal.
Un factor clave fue la campaña internacional en la que los movimientos sociales pusieron
como blanco principal del año 2003 la V Reunión Ministerial de la OMC y fueron
preparando la movilización en reuniones previas.
Ac t or es s oc i a l es i n vol u cr a do s
Campesinos e indígenas; Mujeres; Jóvenes; Organizaciones de derechos humanos;
Ecologistas; Sindicalistas; Redes nacionales e internacionales que actúan frente al libre
comercio; Otros actores (afectados directos de mega proyectos, zapatistas, casi 200 coreanos campesinos, sindicalistas de la KCTU, organismos civiles y políticos agrupados en la
coalición KOPA)
D e man d as re al i z ad a s
La OMC fuera de la agricultura, para garantizar la soberanía alimenticia
Democratización de la OMC
Respeto a los DESCA por encima de acuerdos comerciales
Acceso a medicamentos genéricos / No a la privatización de la vida (TRIPS)
Acceso universal a servicios básicos, considerados como derechos (educación, salud,
agua, energía)
No a los temas “Singapur”: inversiones, competencia, compras gubernamentales y
facilitación del comercio
Introducir la perspectiva de género en las negociaciones, ya que con la apertura
económica, se han ido disminuyendo los ingresos reales, la pérdida de la protección en la
legislación laboral y el desvanecimiento de las responsabilidades de los Estados en términos
de reproducción social (cuidado de la familia, servicios sociales públicos y esenciales)36
36 Mujeres ante la OMC. Declaración Red Internacional Género y Comercio. Rio de Janeiro, 21 de junio,
2003.
103
Al i a n z as y est r at e gi as ob s e r vad as
Hubo una relación estrecha entre los campesinos asistentes, sin importar nacionalidades. Se
intercambiaron puntos de vista y estrategias en el foro campesino y en las movilizaciones
hubo coordinación de contingentes, especialmente el 10 de septiembre, día de la marcha
campesina.
Se estableció una alianza entre redes internacionales con organizaciones nacionales y locales
para llevar a cabo los seminarios y acciones programadas en Cancún. Hubo reuniones
previas en Foros Internacionales (Porto Alegre) y 2 reuniones clave en la ciudad de México.
En lo nacional, se le denominó “Espacio Mexicano frente a la OMC Cancún 2003” Aunque
estas alianzas en veces se tornaron tensas, lograron coordinar el Foro de los Pueblos y
apoyar algunas actividades callejeras.
También se aprovecharon los espacios de cita internacional, tanto para los foros como para
las actividades callejeras coordinadas.
Las organizaciones que lograron acreditarse –principalmente las agrupadas en Nuestro
Mundo No Está en Venta- y estar en el Centro de Convenciones donde se llevaba a cabo la
reunión ministerial estuvieron en permanente contacto con las organizaciones de afuera,
informando sobre el estancamiento de las negociaciones, las posiciones adoptadas por uno y
otro bloque, etc. Realizaron además protestas mediáticas para visibilizar el conflicto al
interior de la OMC.
C ap ac id a d d e i nc i d en c i a en l a res ol u c i ón d el co nfli ct o, Re s ul t ad os
obt eni d os
Se hizo visible ante la opinión pública la situación en la que se encuentran diversos pueblos
del mundo debido al modelo de integración económica impulsado por la OMC, al no haber
actos violentos, ni detenidos, ni arrestos, el hecho de que se lograra preservar la paz durante
las movilizaciones (aunque sí hubo conatos de violencia y mucha tensión en algunos
momentos), principalmente la coordinación y la seguridad con que se llevó a cabo la marcha
del 13 de septiembre detonó la alegría y la solidaridad de muchos en el mundo.
Se “descarriló el tren” del libre comercio; es decir, rotundo fracaso de las negociaciones de la
OMC. Confluyeron varios factores: protestas de la sociedad civil, aglutinamiento de una
fuerza de gobiernos “disidentes” a la agenda de la UE y EU en la OMC, así como la
intransigencia de los negociadores de EU y la UE.
La aparición de un bloque de países "pobres" de África, Asia y el Caribe, y del llamado
grupo de los 20 (que terminó en 23) encabezado por Brasil que, muy limitadamente y sin
cuestionar el fondo de las reglas del "libre comercio", se resistieron sin embargo a aceptar
que se pasase de lado el tema de los subsidios agrícolas y se avanzase en abrir una ronda de
negociaciones sobre los temas de servicios y propiedad intelectual, así como sobre los
llamados "nuevos temas" o "temas de Singapur". 37
Otro resultado positivo es que se demostró que existen alternativas viables y prácticas como
el Comercio Justo y la agricultura orgánica (Feria del Comercio Justo), la permacultura
(campamento de campesinos), y el centro de medios independientes. Además, se logró un
posicionamiento del tema en medios y legitimación del trabajo de redes, organizaciones y
movimientos sociales con respecto al modelo de integración económica. Fue para los
movimientos sociales internacionales una victoria.
Pensamos que Cancún fue una movilización importante para los movimientos sociales, tanto
por la legitimación de sus luchas como por el proceso de articulación de solidaridades y
alianzas internacionales e intersectoriales. Las negociaciones al interior de la OMC siguen;
pero siguen también los monitoreos y denuncias de las organizaciones de la sociedad civil.
Listas para reiterar que nuestro mundo no está en venta, que las mujeres no somos
mercancías, que las calles son nuestras, que la dignidad de los pueblos indígenas no se
compra, que el dinero no es comestible y que seguiremos luchando por demandas justas, por
nuestros derechos y por alternativas de vida para los todos y todas.
37 De la Cueva, Héctor. Balance de una victoria. No. 11 Observatorio Social de América Latina (OSAL) del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Foro de los Pueblos por una Alternativa a la OMC, Cancún
2003.
104
LISTA DE PARTICIPANTES
Nombre
País
Institución de referencia
Alejandro Pampa Velásquez
Alizon Rodríguez Navia
Perú
Perú
Pro Mujer Perú
Asociación Aurora Vivar
Altagracia Balcacer Molina
Ana Cecilia Cosme Méndez
Rep. Dominicana
Perú
Ana Cecilia Olivares
Andrea Bonilla Galindo
Betsey Valdivia López
El Salvador
Colombia
Perú
Carlos Martín Jiménez Arano
México
Carmen Leticia Díaz Alba
México
Carmen Silvia Maria Da Silva
Carmita Leonor Alvarez
Santana
Cecilia Rosalia Paiva
Cervantes
Brasil
Profesional Independiente
IDEL
Unidad Ecológica Salvadoreña –
UNES
Universidad Nacional de Colombia
Asociación Aurora Vivar
El Colegio de la Frontera Sur
(ECOSUR)
Red Mexicana de Acción frente al
Libre Comercio (RMALC)
SOS CORPO – Instituto Feminista
para Democracia
Universidad laica Eloy Alfaro de
Manabí
Celeste Annalet Viera
Claudia Lidia Cruz Santiago
Uruguay
México
Cynthia Karina Bitar Tessán
México
Diana Higuera Orozco
México
Dircia Paulino Viloria
Elibernon Alves Da Silva
Rep. Dominicana
Brasil
Elizabeth Balcazar Rodal
Bolivia
Elizabeth Duré
Paraguay
Elizabeth Lopez Bidone
Erika Imhof
Argentina
Argentina
Ernestina Mahecha Castaño
Estela E. Ospina Salinas
Colombia
Perú
Fabiola González Román
Fabiola Marjorie Rivero
Hurtado
Fanny Sonia Arellano-López
México
Fiona Meyer Cook
Perú
Francisca Neiva Esteves Da
Silveira
Brasil
Ecuador
Canadá
Toronto Women Lidership
Facultad de Enfermería y Facultad de
Medicina de la Universidad de la
República
Milenio Feminista
Centro de Investigación, Capacitación
y Atención para el Desarrollo Social,
AC
UABCS, Universidad Mundial y CUT,
Universidad de Tijuana
Asociación de Industrias y Empresas
de Haina
ONG Centro Terra Viva
Prefectura del Beni
CECTEC – Centro de Educación,
Capacitación y Tecnología Campesina
Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires
Profesional Independiente
Escuela de liderazgo femenino Betsabe
Espinosa
Sector público
Universidad Autónoma de Nayarit,
México
Bolivia
Bolivia
UNFPA BENI
Independiente
CIED (Centro de Investigación
Educación y Desarrollo)
Sindicato dos Servidores Públicosa
Municipais de Quixadá, Ibaretama,
Banabuiú, Choró e Ibicuitinga –
105
SINDSEP
Franz William Lezano Aquice
Perú
Gabriela Gorjón Salcedo
Gloria Tello Sánchez
México
México
Heike Friedhoff
Ivana Resnichenko
Brasil
Uruguay
José Manuel Arias Rodríguez
Juana Nila Asalde Policarpio
México
Perú
Julia Carmen Espinoza Bernal
Julia Margarita Trujillo
Méndez
Perú
PRO MUJER PERU
Centro de Derechos Humanos Miguel
Agustín
Servicio, Desarrollo y Paz, SEDEPAC
SOS Corpo – Instituto Feminista para
Democracia
PLEMUU
Asociación Ecológica Santo Tomas
A.C
Género y Economía
CUSO, ONG canadiense de
cooperación técnica
Movimiento de Mujeres del Campo
ATC
Sindicato de Trabajadores Hospital
Arzobispo Loayza, Comité Nacional de
Mujeres Internacional de Servicios Públicos
Secretaría de Educación, Capacitación y
Adiestramiento de la Confederación de
Trabajadores de México
Profesional Independiente
Profesional Independiente
Women´s Nacional Comisión UK
CODICEN- Programa de Educación
para la Salud y Junta Departamental
de Cerro Largo
CONAMU
EAP, Zamorano
Amnesty Internacional Ecuador
Bellanet International Secretariat / Fundación
Acceso / Colectiva por el Derecho a Decidir
Fundación Heinrich Böll/Brasil
Fac. Humanidades y Ciencias SocialesUniversidad Nacional de la Patagonia San
Juan Bosco
Federação dos Trabalhadores no
Serviço Público Municipal do Estado
do Ceará - FETAMCE
Nicaragua
Julia Petronila Cabello
Acevedo
Perú
Leonor Paredes Loeza
Leyla Del Carmen Morales Sandino
Lithzy Flores Rejas
Lourdes Colinas
México
Nicaragua
Bolivia
México
Lucy Raquel Larrosa Barrios
Luz Maria Tamayo
Magaly Beraún Carrión
Marco V. Bombón
Uruguay
Ecuador
Honduras
Ecuador
Margarita Salas
Maria Beatriz Galli
Costa Rica
Brasil
María Cristina Marinero
Argentina
Maria Das Graças Costa
Maria De Lourdes Roque
Gálvez
María Del Carmen Hernández
Sánchez
Brasil
Maria Del Pilar Corzo Arroyo
Perú
María Eugenia Ochoa García
Maria I. Reglero
El Salvador
España
María Paula Baracat
Maria Regilane Ferreira Da
Silva
Argentina
Brasil
ESPLAR
Mariana Calvento
Argentina
Facultad de Ciencias Humanas de la
México
DESMI, A.C
Asociación Ecológica Santo Tomás
A.C.
DESCO, Centro de Estudios y
Promoción del Desarrollo
FUNDE, DIGNAS e Iniciativa
Mesoamericana CID
Estudiante de Maestría
APAER (Asociación Padrinos de
Escuelas Rurales)
México
106
Universidad Nacional del Centro
Maribel Murillo
Honduras
Martha C. Salazar B.
Dinamarca
Maura Nasly Mosquera
Colombia
Mercedes Beatriz Sanz
Mirta Rosa Ameal
Mirtha Isabel Restelli
Mónica Nandín
Argentina
Argentina
Argentina
Argentina
Neiva Regina De Mello
Brasil
Norma Maldonado
Guatemala
Socorro Letícia Fernandes Peixoto
Brasil
Sônia Auxiliadora De Vasconcelos
Silva
Brasil
Stella Marengo
Argentina
Teresa Renata Salazar Dávila
Perú
Vanina Camporeale
Vera Soares
Vicenta Camusso Pintos
Victoria Salinas Castro
Argentina
Brasil
Uruguay
Ecuador
Viviane Silva Leodegário
Yvonne W.H. Van Driel
Brasil
Bolivia
Fundacion CERTEC (Centro de
Recursos y Tecnologia)
Junta Directiva Mujeres y Desarrollo
(KULU)
Fundación para la Formación de
Líderes Afrocolombianos
AFROLIDER
Facultad de Humanidades y Ciencias
Sociales - Universidad Nacional de la
Patagonia
Fundación Mar de Vida
Adherente al Grupo Fénix
Confederación General de la Industria
Sindicato dos Servidores Municipais
de Londrina
Mesa de Mujeres – Mesa Global de
Guatemala
ESPLAR
Sindicato dos Trabalhadores no
Serviço Publico Municipal de
Presidente Prudente
Red Internacional de Género y
Comercio – LA
Federación Nacional de Trabajadores del
Sector Educación – FENTASE
Programa SINTyS – Consejo Nacional de
Coordinación de Políticas Sociales
UNIFEM - Universidade de Sao Paulo
Centro de Negocios de la Mujer
Consejo Nacional de las Mujeres
Movimento Articulado de Mulheres
da Amazônia
SNV
107
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