Miradas olhares regardes
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Miradas olhares regardes
VII Encuentro de la Red Interamericana de EAM Miradas olhares regardes Ver el mundo con los ojos de los niños y jóvenes pobres 1 Presentación “Bienaventurados los que tienen corazón de pobre, porque es de ellos el reino de los cielos” Este pequeño libro cuenta historias de la vida de niños y jóvenes empobrecidos, recogidas em nuestras Provincias Interamericanas. El XXI Capítulo General nos invita a ver el mundo con la mirada de los niños y jóvenes pobres. Es un pedido, es evangelico, es el caminho al Reino, es el propio Reino de Dios, porque el mismo es de los pobres, de los que sufren, de los que lloran, de los que tienem hambre y sed de justicia, y también de los misericordiosos, los pacificadores, los corazones puros, de los simples (Cf Mt 5, 1-11) y, asi, tendremos la posibilidad vital de convertir nuestra mirada y nuestro corazón “Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne” (Ez. 36, 26). Gracias a todos los que nos han enviado las “miradas” y deseamos una profunda reflexión según la luz de estos corazones que nos hablan. Equipe Intermediária RED-EAM 2 Apresentação “Bem aventurados os que têm coração de pobre, porque deles é o reino dos céus” Este pequeno livrinho relata histórias de vida de crianças e jovens pobres, coletadas em nossas Províncias Interamericanas. O XXI Capítulo Geral nos convida a ver o mundo com os olhos das crianças e jovens pobres. É um apelo, é evangélico, é caminho do Reino, é o próprio Reino de Deus, porque o mesmo é, dos pobres, dos que sofrem, dos que choram, dos que tem fome e sede de justiça, mas também é dos misericordiosos, dos pacíficos, dos corações puros, dos simples (Cf Mt 5, 1-11) e, assim, nós temos a possibilidade vital de converter nosso olhar e o nosso coração: “Vos darei um coração novo e em vós porei um espírito novo; tirarei de vosso peito o coração de pedra e vos darei um coração de carne” (Ez. 36, 26) Agradecemos a todos que nos enviaram os “olhares” a seguir e desejamos uma boa reflexão à luz destes corações que nos falam. Equipe Intermediária RED-EAM 3 VII Encuentro de la Red Interamericana de EAM Equipe Intermediária de EAM Ir Mariano Varona (Coordenador) Ir Horácio J. M Bustos Ir. José de Assis Elias de Brito Ir Rodrigo Cuesta Gustavo Balbinot Mónica Aguirre Miradas, Olhares, Regardes Organización Gustavo Balbinot Supervisión Editorial Asesoría de Comunicación Corporativa de la Província Marista do Rio Grande do Sul. Producción Gráfica Comunicación y Marketing de la Red de Escuelas y Unidades Sociales Maristas de la Província Marista do Rio Grande do Sul. Guatemala | Abril de 2012 4 Canadá Voir le monde à travers les yeux d’un enfant ou d’un jeune pauvre Je connais Yann depuis bientôt deux ans. Il aura 15 ans en mars prochain. Lorsque Yann est arrivé à Vallée Jeunesse, c’était très difficile de comprendre ce qu’il disait parce qu’il bégayait beaucoup et il avait de grandes difficultés à dire deux phrases de suite. Je me rappelle encore de ma première rencontre avec lui. Je l’ai salué, je lui ai souhaité la bienvenue chez nous, mais sans être capable de lui voir les yeux, car les cheveux lui cachaient une partie du visage et de plus il portait un capuchon. Et il avait à peine répondu à ma salutation. Mais comme notre façon de procéder ici quand arrive un nouveau jeune, c’est de l’accepter comme il est et de prendre le temps qu’il faut pour qu’il reprenne confiance en l’adulte que je représente. Car s’il vient chez nous, c’est qu’il a été suspendu de son école, qu’il éprouve des difficultés de comportement ou des difficultés d’ordre familial ou social. Donc, il nous faut être patient et savoir attendre le moment opportun. 5 Petit à petit, j’ai réussi à créer un lien avec Yann en me rendant jouer au ping-pong avec lui à la salle de jeux. Puis on m’a demandé de l’aider en français, car il éprouvait un grand retard et il avait aussi beaucoup de difficultés à comprendre les différents exercices qui lui étaient proposés. Encore là, avec beaucoup de patience et en respectant son rythme, nous avons pu faire des pas significatifs. Après un mois et demi, un beau matin, Yann est arrivé et il s’était fait couper les cheveux et enfin, je pouvais lui voir les yeux et il ne portait plus de capuchon. À chaque fois que je me présentais au Centre de Services, j’étais accueilli avec un grand sourire de sa part et c’est lui qui me demandait d’aller jouer au ping-pong. La relation de confiance s’est développée de mois en mois. La fin de l’année scolaire est arrivée et il a demandé de pouvoir travailler sur la propriété durant la période de l’été moyennant une rémunération symbolique. Il a travaillé durant 7 semaines Et en septembre 2011 il est revenu fréquenter à nouveau le Centre de services. Et il est encore avec nous probablement jusqu’à la fin de l’année. Car Yann demeure fragile. Mais il a fait d’énormes progrès depuis son arrivée. Il a repris confiance en lui, il s’exprime beaucoup plus facilement, il ne bégaye plus. Il est un champion au ping-pong. Il est un artiste; il fait preuve de beaucoup de créativité. Il possède en lui le potentiel pour bien réussir sa vie. Il veut devenir vétérinaire pour prendre soin des animaux blessés. Je lui répète souvent que j’ai confiance en lui, de ne pas perdre de vue le rêve qu’il porte dans son cœur et qu’il y parviendra s’il croit en lui et en son potentiel. Yann a été abandonné par sa mère à l’âge de deux ans. Il a été placé dans une famille d’accueil par la Direction de 6 la Protection de la Jeunesse. Il a été dans une bonne famille car il y est resté jusqu’à l’âge de 10 ans. Il y a développé de l’appartenance. Maintenant il est dans une autre famille d’accueil, il connaît son père qu’il voit de temps en temps, mais sa mère ne l’a pas revu. Quand il est arrivé au secondaire, il a fait de l’intimidation, mais il a aussi été victime d’intimidation plus souvent qu’à son tour. C’est ce qui explique son bégaiement quand il est arrivé chez nous. Je continue de croire en Yann malgré les hauts et les bas qu’il continue de vivre. Il sait maintenant qu’il peut compter sur des adultes significatifs pour lui. Un jour arrivera où il prendra vraiment conscience de ce qu’il est et de tout le potentiel qu’il possède. Et il pourra voler de ses propres ailes et réaliser le rêve qu’il porte de devenir vétérinaire afin de soigner les animaux blessés comme il aime le dire maintenant. Bonne chance Yann! Je crois en toi! Je t’aime! Jean-Denis Couture fms. Vallée Jeunesse Québec Valcartier, 27 février 2012. 7 Provincia Santa María de los Andes Los niños invisibles 1. Hola, me llamo Cristóbal. Tengo 10 años y soy de La Pintana, un sector marginal ubicado en la periferia de Santiago; una de esas zonas “peligrosas” donde a los turistas se les recomienda no entrar por ningún motivo. Es lo que no se muestra del país exitoso, a punto de alcanzar la categoría de “desarrollado”. Mi familia, junto con otras cientos de familias, llegaron hace casi treinta años. Los trajeron desde distintos lugares del centro y del barrio alto, para “limpiar la ciudad de los focos de pobreza”. Los grandes cuentan que esto fue como venir a tirarlos a un basurero: todos los indeseables juntos y lo suficientemente alejados como para que no molesten, aunque sin consultorios de salud, ni escuelas, ni policía, ni transporte. Todo eso lo fueron consiguiendo de a poco, pero la desconfianza 8 de convivir con extraños y la sensación de ser relegados fue multiplicando la violencia en todas sus formas. Los hijos y nietos de esa generación fuimos obligados a crecer en las calles, producto del hacinamiento, o a vivir permanentemente encerrados dentro de casa, por temor a las balas y al narcotráfico. En mi caso fue la calle. Ahí estaba jugando con mis amigos la tarde del domingo 13 de septiembre del año 2009 cuando una bala me atravesó el pecho y me dejó sin vida a las pocas horas. Unos dicen que fui víctima de fuegos cruzados, otros que fue el resultado de un ajuste de cuentas. Al día siguiente los vecinos, indignados, hicieron una manifestación por las calles de la población y frente a mi casa pintaron un muro con mi rostro, para no olvidar. Claro que mi caso no fue portada de ningún periódico; para la opinión pública mi muerte es uno de esos lamentables hechos que habitualmente le ocurren a gente como nosotros, en barrios como éstos. Al fin y al cabo, nada tan significativo como para convertirse en noticia. 2. Soy Paloma y tengo siete años recién cumplidos. Vivo con mi madre en la comuna de Puente Alto, a poco más de una hora del Barrio Bellavista. Éste es uno de los sectores bohemios de la capital, con mucha actividad nocturna, lleno de personas que vienen a divertirse en los bares, restaurantes y discotecas. Por eso vengo aquí todos los fines de semana, entre las ocho de la noche y… la hora que termine de vender las flores, llaveros o tortugas de la suerte que me pasa mi mamá; a veces termino a la una o dos de la madrugada. También viene Jesús, mi hermano mayor que tiene 10 años. Pasamos por las mesas ofreciendo lo que traemos y en la esquina nos espera la mamá para que le entreguemos el dinero; después nos vamos a la siguiente calle y repetimos la misma rutina. 9 No somos los únicos. También está la Elizabeth que tiene 9, la Elisa que tiene 8 y el Iván que la semana pasada cumplió los 11. La mayoría trabajamos para ayudar en nuestras casas, para comprarnos los útiles escolares o pagar el colegio, para comprarnos ropa y si nos queda, para jugar en las máquinas tragamonedas. Los guardias de seguridad no nos ponen mucho problema, dicen que “no son quienes para prohibirnos trabajar”. Los carabineros sólo intervienen si alguno de los clientes nos denuncia por robo. Los transeúntes pasan, miran y (en el mejor de los casos) se compadecen. Los clientes consumen, miran, se compadecen y algunos compran. De cierta forma, somos como fantasmas, estamos aquí aunque no nos vean, porque no se nos quiere ver. 3. Cuando los informes oficiales dicen que en Chile la matrícula en Educación Básica alcanza al 99,7% de los niños entre 6 y 14 años, rápidamente se olvidan de mí y de otros vecinos que estamos escondidos en el 0,3%. Me llamo Felipe y tengo 13 años, a los seis “egresé del sistema”: primero básico fue mi último año de escolaridad. Ahora me dedico a trabajar en mi casa, igual que mi papá, vendo papelillos de pasta base y pitos de marihuana. En el barrio conozco a varios niños que no van a la escuela, por ejemplo la Stefany (7) y el Juan Carlos (10), su mamá se arrancó con ellos de la casa porque el papá se emborrachaba y les pegaba a todos; desde entonces la preocupación de la señora es trabajar para mantener a la familia. El Michael que tiene 8 y le cuesta mucho leer y escribir, fue a una escuela especial, pero como se portaba mal lo echaron y ahora le ayuda a sus papás trabajando en la feria. Ninguno de nosotros salimos a protestar para que mejore la calidad de la educación o para pedir que la universidad sea gratuita. Nosotros nos conformamos con tener para sobrevivir. 10 4. Jocelyn Melissa Bravo Cancino (21 Años). Estudio trabajo Social, en primer año. Participo en el Movimiento Marcha y apoyo la pastoral juvenil de la Parroquia San Marcelino Champagnat. “Chile” es un país que ha tenido muchos cambios durante este último tiempo que se preocupa de cierta forma avanzar en lo político y lo social generando oportunidades y creando políticas sociales. Que muestra lo mejor ¿Cómo? Las riquezas naturales, el avance de las tecnologías, la preocupación de los chilenos en solidaridad con países vecinos. Es un país democrático, un lugar que genera libertad para manifestar molestias y violación de los derechos humanos. Pero también veo que sigue un estancamiento donde el rico se hace más rico y el pobre sigue siendo pobre. Siento que es un país clasista; falta mucho para alcanzar equidad y equilibrio entre las personas. Mi barrio, “Las Compañías”, es lugar estigmatizado y marginado por la propia ciudad; un lugar oculto y desconocido para muchos. Sobre las problemáticas social que se viven aquí, destaco sobre todo la falta de seguridad, apoyo y asistencia a las personas. Podemos encontrar muchos gritos desesperados en busca de orientación, educación y apoyo. Son pocos los profesionales que intentan ayudar o asistir a las personas, enfrentando el vandalismo, la drogadicción, alcoholismo y los constantes enfrentamientos de grupos de jóvenes. Por otro lado, tenemos violencia intrafamiliar, familias numerosas carentes de recursos, embarazo juvenil, abandono de los estudios por falta de medios para contribuir en sus casas y suicidios de jóvenes por creer que nada vale en la vida. Aunque también la fe, la esperanza y la superación. Las ganan de salir de este círculo hace que los jóvenes busquen las herramientas necesarias, para estudiar y ver la forma de dar a los demás una mejor calidad de vida y generar 11 nuevos cambios en la sociedad. En el colegio marista tuve la oportunidad de participar en el Movimiento Scout, en el Movimiento Marcha y en Campamentos recreativos para niños y jóvenes en riesgo social, eso cambió radicalmente mi manera de pensar. Ya no es importante lograr cosas materiales, los sueños y proyectos de la vida toman otro rumbo, me ayudó a encontrar un equilibrio. Las decisiones que voy tomando en el presente y la proyección del futuro es a través de estas experiencias que me marcaron un día. Tanto en mis profesores como en mis guías de Marcha voy reconociendo pistas: la sencillez, humildad, la alegría y el amor que ponen en sus trabajos, la sensibilidad hacia el otro, el tiempo que dedican a los niños y jóvenes del colegio y la fe en Dios. Mi relación con Dios es una experiencia libre y voluntaria, una invitación gratuita que me lleva vivir al máximo con distintas emociones que me dejan huellas. He notado los cambios que se han provocado en mi persona siguiendo los valores e ideales de Jesús. Es difícil explicar la relación con Dios, es en la intimidad profunda donde se encuentra el alimento que necesitas. Para mí es la vida misma y el sentido de mi existencia, la conexión que me lleva a ser consciente de mí misma. En simples palabras, Dios el sentido por el cual existimos y vivimos. Convivir, compartir, escuchar, mirar y sentir ha sido la clave de encontrar a Dios en mi vida y es lo que hace que sea tan importante. ¿Cómo he llegado a tener esta relación con Dios? En la mirada de un pequeño que participó en un campamento de verano en el 2007. El no poder comprender la injusticia, ignorancia, la desigualdad y el abandono me hizo enfrentarme con Dios. Entonces se despierta mi persona y siento que debo ser algon más y dejar mi arrogancia. Reconocí también que 12 este pequeño no solo necesitaba de alguien que lo abrazara y le diera la atención y preocupación, también faltaba darle a conocer que es importante para Dios y que había que enseñarle con amor. Y así fui cada vez estableciendo una comunicación más íntima, comprometedora para estar siempre dispuesta a lo que se me pidiera. Para mí el desafío más significativo es dejar la seguridad, la protección del entorno familiar, para salir al encuentro de una nueva tierra. El amor incondicional es difícil llevarlo a la práctica, pero es el hilo que te une a un llamado de entrega completa a Dios. El Padre Champagnat y nuestra Buena Madre son los pilares que me llevan a conocer y seguir a Cristo a través del amor, valores e ideales, al servicio de mis hermanos más desprotegidos. Para mí ser Marista es el joven que se mueve, que vibra por servir, que no tiene excusas para acudir y mostrar a Cristo. Lucha por la desigualdad social, que busca la seguridad y felicidad de otros y siempre está dispuesto a vivir en comunidad, fraternidad y goza de una entrega completa, es feliz con lo poco y con la sencillez de entregar la vida misma. 13 México Central El muñeco que se volvió hombre -¡Profesor!- me dijo levantando la cara y con el rostro lleno de lágrimas-¡es que no sé si lo he matado! Después de ese momento solamente pude abrazarlo y dejar que llorara todo el tiempo que fuera necesario, fue una curiosa sensación pues siempre había conocido a Pahoram como uno de los jóvenes más duros y determinados del colegio, con un don de líder nato. No era muy alto, ni muy grande pero se denotaba mayor de lo era en realidad, sus brazos fuertes y correosos, su rostro moreno y enjuto indicando que su vida no había sido fácil, su pelo largo se lo acomodaba como en un tipo fleco que le cubría la mitad del rostro dándole un poco de misterio. Huérfano de madre, su padre alcohólico y golpeador habían curtido a este joven que encontró en los “muñecos” una de las bandas de la colonia el lugar que sustituiría perfectamente a su familia. Entró a la escuela desde la primaria por su tía Ana, her14 mana de Luís Ángel, padre de Pahoram que era la que podía verlo en cierta forma y garantizar que al menos no faltase a la escuela y que fuera esforzándose con sus calificaciones so pena de recibir una paliza por flojo. Sin embargo la calle es dura y los “darketos”, la banda rival de la colonia había estado muy activa intimidando a los chavos más pequeños, cosa que los grandes no podían permitir, es cuestión de territorio, Ángel Pahoram entró desde pequeño y había aprendido que si molestan a uno de la banda, sin importar quien fuera, ellos molestaban a dos del bando contrario y así sucesivamente hasta que una de ellas cediera o hubiera una intervención de la policía que pocas veces subía a la colonia. Lo conocí en primer año de secundaria y me percate que si me apoyaba con él, nombrándolo encargado del salón las cosas serían más sencillas, siempre llevamos una buena relación, pues siempre que había algo solo le pedía que calmara a su cuates y ellos ya ni protestaban. Cuando ingresó a tercero de secundaria me toco ser su titular y debo mencionar que era de los pocos maestros a quienes respetaba, siempre se quedaba conmigo al aseo del salón aunque a cada alumno le correspondía esta labor unas tres o cuatro veces durante el año, le gustaba que cuando le hacia notar que se había equivocado le diera un golpecito en la frente a manera de acomodarle las ideas incluso hubo ocasiones en que sin razón alguna me lo solicitaba. Ese día había estado raro y no había llegado a mi clase, durante el receso me toco vigilar el comedor y al salir escuche una reyerta y los gritos de los chavos que animaban a Pahoram, para mi sorpresa, la riña no era con un alumno sino con el maestro de Química que lo sostenía de las manos como podía mientras Pahoram se ponía como loco, lanzando 15 golpes y pataleando, solamente pude lanzarle un grito llamándole por su nombre: “Pahoram no hagas algo de lo que después te arrepientas”…de repente reacciono y llegué a sujetarlo y llevármelo, Pancho el profe estaba muy alterado y me pedía que lo corriera. Entramos a la dirección al saloncito de entrevistas, cerré puertas y ventanas dejando que se sentará, permanecimos un rato callados, esperando a que su respiración se restableciera, por fin pude preguntarle con voz grave y sería: ¿Qué onda, qué pasó?, en ese momento empezó a acusar a pancho que lo había incitado pues lo conocía y dejo que las cosas crecieran, me comenzó a explicar: que un muchacho del colegio empezó a molestarlo haciéndole burla, como Pahoram ya estaba condicionado se aguantó, pero me decía que Pancho lo estaba viendo y no hacía nada para que el otro dejara de molestarlo, las cosas se pusieron feas sola para que lo inevitable pasará, le propino un golpe a la quijada que tiro al chico burlón y se le fue encima, como Pancho es muy alto y fuerte menciona que se le aventó y lo golpeo cosa que “calentó” a Pahoram así que todo el coraje hacia el chico burlón se torno hacia el profesor. Yo lo escuchaba y le decía que no era argumento para reaccionar como lo había hecho, que no me mintiera que él traía algo que no me decía y que era quizá la causa de su verdadero enojo, Ángel bajo la mirada, cerró sus ojos, apretó sus puños golpeándose las rodillas, me le acerque más y le tomé del hombro, fue cuando con la cara enjugada en llanto me dijo: ¡profesor, es que no sé si lo he matado! Cuando lo abracé y él sollozaba en mi hombro parecía como un chiquillo, aquel joven rudo en ese momento era un niño pequeño que necesitaba el abrazo de alguien, cuando se tranquilizó me dijo que en la madrugada se había salido 16 pues la banda tendría una confrontación, -la cosa se puso dura- me comentó, el chavo con el que le tocó pelear llevaba un cuchillo y le propino una tasajeada en el pecho que me mostró, cuando iba a arremeter de nuevo con el cuchillo, logro esquivarlo y tirarlo, le dio una patada en la cara y vio una piedra como de 15 kilos, fue por ella y antes de que el otro se levantará se la aventó directo a su cabeza que tronó como una calabaza, no vio más, solamente se echo a correr y toda la mañana había estado muy susceptible, lo de Pancho fue la gota que derramó el vaso, pero esto nos dio la posibilidad de ir con la otra banda y dialogar entre los miembros. Gracias a Dios y con un proceso largo dejaron las rencillas y las venganzas a un lado, logramos que no saliera del colegio ofreciéndose disculpas mutuas maestro- alumno y después pudimos conseguirle una beca en una escuela donde estudiar la prepa, lo acompañamos a un departamento de psicología para avanzar el la sanación de odios y rencores que había anquilosado atraves de sus 15 años de vida. La relación con Pancho ya no fue la misma, sin embargo, podía aclarar algunos aspectos de la escuela, logramos que no saliera del colegio, porque para nuestros muchachos sacarlos del colegio implicaba irse a la calle, a la banda, a las drogas. Lo despedimos con un abrazo y con una recomendación hacia unos compañeros maestros que lo recibirían en la otra escuela. No volví a saber de él hasta hace una semana, me dirigía hacia mi casa cuando de repente alguien que se subió al microbús me tomo del brazo y con una sonrisa me dijo, profe ¿se acuerda quién soy?, no lo dudé ni un segundo una sonrisa ilumino su rostro cuando mencioné su nombre, platicamos brevemente, me dio un gusto enorme cuando me dijo que terminó su bachillerato con una carrera de análisis 17 clínico, consiguió trabajo y ahora ayuda a su tía, su padre murió de cirrosis y esta juntando para casarse, su novia fue su compañera de secundaria y ahora esta por terminar también la prepa, gracias a que Pahoram le apoya para que pueda terminar. Se despidió diciéndome que aún recordaba como lo abracé sin decirle nada ese día de la riña con Pancho, pues estaba dispuesto a quitarse la vida por desesperación, nos estrechamos la mano y me prometió visitarme en mi nuevo trabajo. Lo estaré esperando pues le prometí invitarlo a comer junto con su novia, antes de bajarse me pidió un golpecito en la frente como atrás tiempo …solo para aclararle las ideas. 18 Província Marista Brasil Centro-Sul ...Um novo olhar Para mim, esses três anos que passei no Centro Social Marista, foram dos melhores da minha vida, pois aqui encontrei pessoas e amigos novos, não só amigos educandos como também amigos educadores. Vou levar todos no meu coração durante toda a minha vida. Também irei levar comigo os valores e o carisma Marista e o sonho de Champagnat “tornar Jesus Cristo conhecido e amado”, vou sempre seguir seus ensinamentos de vida e de fé. Nunca esquecerei da primeira vez que entrei no Marista, e de todos os amigos e educadores: Fabiana, Telma, Claudia, Juliana, Antonio, Fabio, Rodrigo, Hernani, Marquinhos e a nossa querida Bibliotecária Antonia, e também levarei o Grupo 8 que era o meu grupo. 19 Sairei daqui com um outro olhar da sociedade, um olhar mais amplo, diferente do que eu tenha antes. Não posso esquecer também da PJM outra que mudou muito a minha vida, lá onde também tive várias experiências DJM, Clima e Retiro, momentos de alegria e espiritualidade. Vou levar na minha vida, uma bagagem do Marista cheia de experiências e momentos vividos, conhecimentos e perspectiva. Espero que os educandos que irão ficar saibam aproveitar muito bem o tempo que eles vão ficar aqui. Um Abraço de Saudades Igor Patrick 20 Provincia Marista Cruz del Sur Vulnerabilidad de un niño Cristian tiene 11 años de edad. Vive en Pinar Norte Canelones Uruguay con su madre, la pareja de su madre y cuatro hermanos más pequeños que él, de los cuales tres de ellos son hijos de otro papá. Su casa es un local abandonado, donde anteriormente funcionaba una panadería. Esta construida por bloques y techo liviano (de chapa), por lo que resulta muy frío en invierno y sumamente caluroso en verano. Su madre está integrada al Plan de Equidad que funciona desde el MIDES ( Ministerio de desarrollo social ) y además recorre caminando la zona más residencial de la ciudad pidiendo ropa y otras cosas que después vende. Su padrastro no trabaja y realiza changas en la construcción. Cristian no tiene prácticamente contacto con su padre biológico el cual ejerció violencia contra su mamá durante el matrimonio y posteriormente. El juez decretó medidas cau21 telares hacia la madre y hacia los niños. (el padre no puede acercarse a la madre y a los niños) . Actualmente el padre vive en el barrio y Cristian cuenta que se lo ha encontrado y que le ha dicho que se lo quiere llevar durante algún fin de semana. Esto ha generado grandes conflictos entre el niño y su mamá ya que ésta se niega a autorizar dichas visitas. El niño le reclama a su mamá ver a su papá, también cuestiones materiales que otros niños sí tienen (playstation), la C.I. para obtener la XO, otro tipo de vivienda. No puede entender los argumentos que su madre le da, la enfrenta de forma muy agresiva, la amenaza con escaparse, lastimarse y decir que ella lo hizo. Cristian tiene una relación conflictiva con la pareja actual de la madre, rechaza esta relación de su madre. No acepta que él viva con ellos y expresa haber vivido diferentes episodios de violencia. Debido a esto se ha escapado de su casa y va a la comisaría a denunciarlo. Su madre dice que si bien es verdad que él le pega también le enseña, se preocupa por él, etc. Se siente desbordada ante las actitudes de su hijo, no logra responder a las demandas de protección que manifiesta Cristian y no puede acercarse al niño desde un vínculo de afecto. En la Escuela, por la edad, está integrado a 6to año, pero realiza tareas correspondientes a un nivel de 4to año. Se pelea frecuentemente con sus compañeros, hechos que han determinado que sea cambiado de turno y en alguna oportunidad también de Escuela. Si bien Cristian se presenta como un niño con mucho enojo, con incapacidad de controlarse ante situaciones de burlas y provocaciones reaccionando de forma agresiva hacia sus pares y con insultos hacia los adultos, cuando es tratado con cariño y afecto reacciona favorablemente. 22 México Ocidental Experiencia de solidaridad Manuel de Jesús es un pequeño que ingresó al Colegio Cervantes Primaria, de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México, en el ciclo escolar 2010 – 2011, a la edad de 4 años. Manuel es descendiente de abuelo Japonés, quién le da el sobrenombre de Daigoro (en la filosofía Japonesa quiere decir “poder”) La situación de Diagoro es muy particular ya que es hijo de padres divorciados y absorbidos completamente por su trabajo, quienes durante su separación y en los primeros años de vida del niño lo dejaron a la custodia completa de los abuelos maternos; la madre se fue a vivir al extranjero y el padre no se ocupó del asunto, debido a que nunca generó lazos afectivos con el niño. Daigoro cursó los dos primeros años de Jardín de niños (3-4 años de edad) en otra escuela antes de entrar al Cervantes, y los abuelos lo cambiaron al Colegio debido a la sugerencia de los tíos maternos, quienes también viven y conviven en la casa del pequeño, y que son exalumnos maristas. 23 Su ingreso fue relativamente sencillo. Sin embargo durante el tercer grado de Jardín de Niños, Daigoro presentó dificultades importantes para concentrar su atención, así como para realizar actividades que involucraban la psicomotricidad fina; la hipótesis que se manejaba en ese entonces era la situación de dificultades que vivía en casa, sobre todo la situación familiar, por lo que les fue sugerida una valoración a fin de descartar alteraciones biológicas que impidiesen su aprendizaje, y atender esta hipótesis con un proceso terapéutico. Cabe mencionar que el abuelo de Daigoro es un cardiólogo reconocido en la ciudad de Guadalajara, Jal., y al haberle sugerido este punto le fue aplicada una valoración clínica completa, en donde se obtuvo el diagnóstico de Diabetes Infantil. La situación del pequeño era muy delicada ya que su páncreas no funcionaba con regularidad. Los abuelos inmediatamente notificaron esta situación al hermano Director, en donde le plantearon que era de vital importancia que la abuela del niño le tomara cada cierto tiempo los niveles de glucosa y que estuviera a cargo de la alimentación del pequeño, para que con un sistema de administración de porciones equilibradas de acuerdo a sus niveles, se facilitaran las funciones normales de su organismo. La maestra de jardín jugó un papel trascendental en la vida de Daigoro ya que generó en los compañeros de grupo empatía y apoyo. Los niños le daban el tiempo para jugar, no le ofrecían comida que le fuese prohibida, y lo apoyaban académicamente cuando se dispersaba, perdía de vista la indicación o no sacaba el material para iniciar su trabajo. Constantemente los chicos lo invitaban o conducían, integrándolo a las actividades y aprendiendo a la vez el manejo de las personas con Diabetes. 24 La abuela se quedaba todas las mañanas en la sala de maestros esperando a Daigoro para los análisis o tomas. Daigoro cursa actualmente el Primero año de Primaria, ya comienza a leer y escribir; su abuela sigue apoyándolo durante las mañanas dentro del Colegio, su maestra se ha propuesto no sólo concretar su aprendizaje sino también integrarlo a las actividades normales de un niño de su edad. El pronóstico actual de Diagoro es muy diferente, ya que gracias a Dios su páncreas funciona mucho mejor. Diagoro emocionalmente es un niño feliz que hace una vida común y que tiene amigos; todo esto se debe al trabajo incansable de su abuela y sus maestros, a las adecuaciones y estrategias de la docente, a la integración y preocupación de sus compañeros. 25 Guatemala El niño Justo y sus hermanitas Mientras la mayoría de niños descansa, Justo trabaja. Cuando todos duermen, sus hermanas ya están cocinando. Desde que su madre murió, la vida no ha sido la misma. Fue el propio Justo quien tuvo la idea de trabajar. Se le ocurrió un día, cuando vio a su abuela enferma. “Si quiero seguir estudiando voy a tener que pagar yo mismo mis cuadernos”, reflexionó. A sus 12 años comprendió que era tiempo de ser adulto. Así que fue a la parada de camionetas y les pidió a los choferes que lo contrataran. Ahora tiene uno de los empleos más peligrosos en este país: es ayudante de piloto. Los sábados y domingos trabaja de 8 de la mañana a 8 de la noche y gana Q15 diarios. Sus hermanas Vitia, Flor y Esperanza se levantan a las 3:30 para preparar comida que van a vender a la puerta de una fábrica cercana de donde viven, el asentamiento La Paz, en Villa Nueva. Terminan justo a tiempo para llegar a clases. Flor y Esperanza, de 12 y 14 años, van a estudiar, pero Vitia, 26 de 16, no. Tiene que quedarse a preparar lo que venderán al final de la tarde y a ayudar a la abuela. La infancia de los niños terminó hace ocho años, cuando su madre falleció. Un dolor fuerte en el vientre la obligó a salir de madrugada a buscar un médico. En el hospital de Amatitlán le dijeron que esperara al especialista. La madre esperó. Y esperó más. Cuando habían pasado cuatro horas decidió viajar a la capital, pero ya era tarde. Murió ese mismo día. Fue entonces cuando los cuatro niños crecieron de golpe. Se quedaron al cuidado de la abuela, que padece de presión alta y hace milagros para darles alimento a sus nietos. ¿Qué les gustaría recibir por Navidad?, no piensan en juguetes o cosas materiales. Vitia levanta la vista, tratando de disimular las lágrimas y dice: “Yo lo único que quiero es seguir estudiando”. Esperanza quisiera poder subir de grado en la escuela, tiene 12 años y va a primero primaria, su maestra descubrió que es disléxica y por ello no logra aprender a leer y escribir. Aunque Esperanza piensa que sus problemas escolares se deben a la “tristeza”: “todos hablan de su mamá y como yo no tengo me pongo triste”. Flor añora una fiesta donde se reúna a su familia, falta un año para que cumpla 15, pero ella ya sueña con su vestido. De mayores, Flor y Esperanza quieren ser maestras; Vitia, aeromoza, y Justo quiere ser conductor de bus. La abuela desea dejar de temblar de miedo cada vez que Justo tiene que ir a las camionetas. Ya vivió un asalto y no sabe ni cómo se salvó de las balas, “Dios me lo cuidó”, dice segura. Los sueños caben en la pequeña casa de tablones de madera, lámina roída y piso de tierra donde viven. Los sueños son lo único que iluminan la vivienda gris, en el filo de un barranco, a la sombra de un sol que se niega a salir. 27 Luis, el empresario (en sueños) Hoy es lustrador, mañana, tal vez, administrador de empresas, eso quiere Luis Manuel. Por ahora dirige la empresa familiar, o así concibe su trabajo y el de sus hermanos. Busca y busca clientes por los recovecos del parque de Antigua Guatemala, siempre atento a los pies que caminan a su lado. “Lustre, jefe, buen lustre”. ¿No entendió?, prueba en inglés: get to shoe shine. En italiano quizá: pulire le scarpe. Luis Manuel Chivalán es muy persistente cuando ve zapatos que necesitan una pulida, los persigue con su caja y su banquito. Tiene 13 años y hace 3 se inició como lustrador. “Un amigo me enseñó el oficio, a veces me dejaba usar sus materiales y con lo que gané en 5 meses pude comprar mi propia caja y el banquito”, cuenta mientras asegura unos clavos flojos de su caja de trabajo, la que contiene el cepillo, las tintas y una banda. 28 Este año obtuvo su diploma de sexto grado en la escuela J. Adrián Coronado, jornada matutina. “Pasaba como cualquier niño sin más preocupaciones que las de las tareas, pero a las 12:30 eso cambiaba al sacar del bolsón su caja de lustre”, dice Christian González, director del establecimiento. Un estudiante promedio, según sus notas, pero con otras habilidades. “Estos niños desarrollan otro tipo de procesos por el contacto con adultos, son más elocuentes, extrovertidos, como Luis Manuel”, observa. Luis Manuel y sus hermanos son como una pequeña empresa, así lo entiende, así lo explica: “Mi hermano y yo lustramos, mi hermana vende billetes de lotería, mi mamá también”. Jacinta Chivalán, la madre del chico es originaria de San Miguel Uspantán, Quiché, se mudó a La Antigua con sus hijos en busca de trabajo. Dobló camisas en una maquila, pero no ganaba lo suficiente, quería aprender a coser como operaria para ganar más. La oportunidad jamás llegó. De esa cuenta vende billetes de lotería en el Portal de las Panaderas. Ella gana Q150 a la semana, más los Q25 o Q30 diarios de Luis Manuel, y otro tanto igual de sus hermanos Sandra, de 11 años, y Fernando, de 7. Alcanza para la renta y la comida de todos, incluido el pequeño Maycol de 3 años. Ocupan un cuarto donde solo cabe la cama en la que todos duermen, una mesa de madera, dos sillas y una estufa que poco falta para no funcionar más. De lo que gana Luis Manuel aparta un poco para cubrir gastos como tiempo en un café net para hacer las tareas. “Una computadora con Internet y una impresora me servirían mucho”, dice tímidamente, viendo hacia abajo en busca de potenciales clientes. Jacinta está orgullosa de su primogénito, terminó la primaria y eso es mucho para quien solo llegó a cuarto primaria. Pero Luis Manuel quiere más, quiere ser administrador de empresas. “Eso quiero estudiar”. Por: Susana de León 29 Te quiero contar una historia... Ocurrió en Guatemala, hace algunos años. Era el primer día de noviembre de 1998, nosotros éramos pequeños, supongo que tú también. Comenzó a llover fuerte en la noche; llovió toda la noche sin parar. Mi mamá estuvo levantada todo el tiempo, preocupada por nuestra pequeña casa de lámina que estaba a la orilla de un barranco. Ya habíamos pasado otras tormentas, pero ésta parecía diferente. No sé qué hora era cuando mamá dijo “nos vamos, la tierra se está derrumbando”. Agarramos lo que pudimos y salimos de ahí, dejando la mayoría de nuestras pertenencias. Al llegar a la parte alta del barrio encontramos a mucha gente que había hecho lo mismo. Las noticias decían que aquella lluvia que no paraba se llamaba “huracán Mitch”. No me importaba tanto el nombre, tenía miedo y quería que dejara de llover. Pasaron todavía varias horas más con mucha lluvia y lodo por todas partes. Llegaron las primeras personas a ayudarnos: abrieron la pequeña capilla y ahí pasamos el primer día. Algunos vecinos nos llevaron comida caliente y algo de ropa, porque estábamos empapados. Luego nos trasladaron a un albergue mayor, éramos más de 700 personas solamente de nuestro sector. Estuvimos ahí más de un mes. Dormíamos como podíamos en unos salones. Fueron días muy difíciles. Nos dijeron que no podíamos volver al mismo lugar del barranco, que era peligroso. Pero ¿a dónde íbamos a ir? Haciendo un gran esfuerzo mi mamá alquiló un cuarto. Un cuarto para todos (somos 6 en la familia). Unos meses después llegaron a visitarnos. Eran personas de la iglesia católica, querían que mamá fuera a unas reuniones. Al principio no entendimos mucho pero luego ella nos explicó, parecía que iban a construir unas casas y las familias que estaban 30 interesadas tenían que asistir y colaborar. Seleccionaron un grupo y nosotros estábamos dentro. Nos tocó acarrear block con los albañiles y ayudar a hacer zanjas en la tierra. El lugar estaba muy lejos, pero mamá decía que debíamos tener fe, que tal vez teníamos suerte. Un buen día anunciaron el grupo final de familias, éramos 160 y cada una recibiría una casa pequeña pero segura. Mamá lloró de emoción cuando escuchó nuestro apellido y le dio gracias a Dios por no desampararnos. Hubo que esperar un poco, pero el 14 de diciembre de 2002 se inauguró la nueva colonia con el nombre de “Juan Gerardi”, un gran hombre de nuestro país Guatemala. Pero ahora había otro problema: ¿dónde íbamos a estudiar? Éramos muchos niños y niñas y en las escuelas públicas que estaban cerca nos decían que no cabíamos, que no había lugar para nosotros. Pensamos que ese año no íbamos ya a estudiar. Pero otra vez Dios estuvo con nosotros y nos ayudó por medio de varias personas. Eran nuestros maestros, nuestros papás, los sacerdotes, los hermanos y hermanas maristas, que se pusieron de acuerdo para que en la colonia pudiera haber escuela y le pusieron por nombre “Hermano Moisés Cisneros”. Como no había edificio usamos la vieja bodega donde se habían guardado los materiales para las casas. No importaba, lo que queríamos era poder estudiar. Todos trabajamos mucho. Limpiamos, pintamos, recogíamos la tierra que caía cuando llovía... Con un mes de retraso, pero muy contentos, comenzamos las clases. Hacía calor y casi no entrábamos en los “salones”. Una misma maestra dada las clases en dos grados a la vez ¿te lo imaginas? Así estuvimos durante cuatro años, mientras otro gran sueño se iba haciendo realidad. Los hermanos maristas en distintas partes, especialmente en España, estaban buscando fondos para construir una escuela nueva. 31 Cuando comenzó la construcción apenas lo podíamos creer. La nueva escuela era más grande, las aulas frescas y ventiladas ¡con escritorios nuevos! Para el curso del 2007 nos trasladamos, nunca habíamos estado más felices. Pero el camino no terminaba ahí. Ahora teníamos que ser más responsables que nunca. Nuestras familias tenían que pagar una mensualidad, que aunque era pequeña, a veces nos costaba mucho. La mayoría de papás y mamás no tenía trabajo fijo y los salarios aquí en Guatemala son bastante bajos. En nuestro nombre los hermanos y hermanas maristas empezaron a tocar puertas para seguir consiguiendo ayudas para la escuela: hubo algunos libros y material para que nuestras maestras pudieran trabajar. Luego a través de la organización SED supimos que seríamos parte de su grupo de becados y eso nos daba la posibilidad de seguir estudiando. Han pasado ya 5 años desde entonces, el tiempo pasa rápido. Ahora tenemos que tratar de aprovechar todas estas oportunidades que hemos tenido. En la colonia los que vinieron pequeños ahora son jóvenes, muchos no han podido seguir estudiando y conseguir trabajo se hace bastante difícil. Los retos siguen, pero esperamos que como antes podamos mantenernos unidos y con la ayuda de Dios, que nunca nos ha faltado, poder salir adelante junto a nuestras familias. 32 Provincia Norandina “Si ponemos fe en Dios y realizamos las cosas con perseverancia todo se puede lograr” ¡Hola! Me llamo Jorge Benito Romero Ramírez soy un joven con capacidades diferentes no puedo caminar lo hago con ayuda de muletas, vivo con mi abuelita, mis tíos y primos por parte de mi padre, en un barrio rural llamado la Guatara, a 20 minutos de Macará, Provincia de Loja país Ecuador. Mi madre me abandono cuando yo tenía 8 meses y mi padre se hizo de otro compromiso y vive en otra ciudad de Ecuador. Para llegar al colegio a tiempo tengo que madrugar, pagar un carro y llegar al colegio, en la actualidad en mi país hay mucha ayuda para las personas con capacidades diferentes y estoy en un programa impulsado por el MIES, en el que me ayudan para solventar los gastos de mis estudios. Con mi abuelita tengo mucho cariño y lo suficiente para vivir aunque a veces pasamos algunos aprietos, lo que más admiro de ella es su perseverancia porque yo me rehabilite físicamente y también que trate de ser otra persona es así 33 que me apoya para que siga estudiando a pesar de mis limitaciones. Uno de los momentos más felices de mi vida fue llegar a estudiar en la Unidad Educativa Marista de Macará y sentir la aceptación y apoyo de mis compañeros y profesores y ver cómo me toman en cuenta para participar en las diferentes actividades programadas por la institución, algunas veces me siento triste cuando no puedo hacer lo que mis compañeros hacen, jugar futbol, basket o correr. En fin tengo que aceptar mi realidad y seguir siendo feliz y más aún ahora que ya mismo iniciamos clases y me voy a volver a encontrar con mis compañeros seguir apoyándonos y continuar adelante. El mensaje que yo les daría a los jóvenes es que no se rindan que si ponemos fe en Dios y realizamos las cosas con perseverancia todo se puede lograr. 34 Província Marista Brasil Centro-Norte História de A. N. A.N. foi acolhido em uma instituição Marista aos 3 anos e 3 meses, por se encontrar em grave situação de risco pessoal e social. A mãe, além de dependente química de álcool, possuía forte trajetória de rua e residia em condições precárias de higiene e saúde. Ela foi atropelada, sofrendo várias fraturas, estando em estado de coma até os dias atuais. Desde seu acolhimento, Antônio sempre apresentou comportamento agressivo, tanto verbal quanto físico, voltado às demais crianças e adolescentes da Unidade. Antônio tem três irmãs que foram adotadas e ele não teve mais contato com elas. Antônio sempre fala do seu desejo de ser adotado e encontrar uma família que possa cuidar dele, assim como as irmãs conseguiram. A falta de perspectivas de ter uma família substituta e 35 o desgaste por estar em acolhimento por longo período, o angustia muito, afetando seu comportamento no abrigo. A criança está em acompanhamento psiquiátrico e psicológico desde 2008, fazendo uso de medicação controlada. Porém, a situação se agravou desde dezembro de 2011, culminando em agressões físicas e danos ao patrimônio. A situação do A.N. vem sendo acompanhada também pela Promotoria da Infância, e seu caso foi encaminhado para a Comissão de Adoção Internacional. Um caso que deu certo Meu nome é Sonielson Pinheiro Santos. Comecei a fazer parte da Casa da Acolhida Marista Olho d’Água aos 13 anos. Por meio de uma amiga, minha mãe tomou conhecimento de um projeto social que se instalou em meu bairro. Nele se desenvolviam várias atividades, dentre elas, a capoeira. Desde então, fiquei muito interessado. Passei a frequentar a Casa da Acolhida todos os dias. Os educadores me acolheram muito bem. E, com a prática da capoeira, fui tomando conhecimento e criei interesse por outras atividades que ali eram desenvolvidas. Com o passar dos tempos fui-me destacando dentro da Casa e na capoeira. O professor de capoeira, Mestre Bamba, teve uma brilhante ideia: com todos aquelas crianças e adolescentes, criar uma orquestra de berimbaus. Como eu era fascinado e encantado pela capoeira, pois éramos todos muito talentosos, o Mestre Bamba viu em mim um talento diferente. Com isso me convidou para participar de sua Escola de Capoeira Angola Mandingueiros do Amanhã. 36 Com o convite, fiquei muito feliz e desde então passei a participar não só de um, mas de dois projetos sociais. Comecei a treinar bastante para tocar na orquestra, e também para regê-la. Fizemos muitas apresentações na cidade de São Luís. Entretanto, a maior e melhor experiência foi ter a oportunidade de viajar com a orquestra para Belém do Pará. Fomos convidados para participar do Fórum Social Mundial, uma experiência única na minha historia e da Casa da Acolhida. E, como a Casa da Acolhida tem uma faixa etária para aí permanecer, chegava o tempo em que alguns adolescentes já estavam completando os 18 anos. Como não tínhamos nenhuma alternativa fora da Casa da Acolhida, os educadores viram uma saída para aquele problema. Alguns adolescentes tinham talento de sobra para a música e Casa da Acolhida resolveu investir em nós, e entramos em parceria com a Escola de Música Lilah Lisboa. De inicio, fiquei muito empenhado com as aulas, mas algo de errado estava pra acontecer. Não estava conseguindo acompanhar as aulas e com isso não consegui obter aprovação no final do curso. Fiquei muito triste com o acontecido e os educadores mais ainda, mas eles resolveram me dar uma segunda chance, e eu novamente voltei a desapontá-los. Com isso, fiquei muito chateado e desmotivado a continuar na Casa. Os educadores, percebendo isso, me chamaram para uma reunião quando me mostraram a verdade e me deram forças para continuar sendo aquele menino dedicado. Mas, como Deus não fecha uma porta sem abrir uma janela, tive uma nova oportunidade de vida. Desta vez uma oportunidade de emprego: o Colégio Marista Araçagy disponibilizou para a Casa uma bolsa, no Programa de Estágio Adolescente Aprendiz. Desde então, passei a estagiar no Co37 légio Marista Araçagy com muito empenho e dedicação, com toda a educação que recebi na Casa da Acolhida. Após o 1º ano de estágio, fui efetivado. Hoje tenho muito orgulho de dizer que sou funcionário marista. Só tenho a agradecer a Deus, à minha mãe, à Casa da Acolhida Olho d’Água e aos educadores, por terem me educado com todo amor e carinho. E que vocês, Irmãos Maristas, continuem acreditando no poder que a Casa da Acolhida tem, e que continuem dando oportunidade às crianças e adolescentes. Bem, essa é um pouco da minha historia como marista. Espero que tenham gostado. Que Deus, Boa Mãe e Champagnat, abençoem a todos. Com muito carinho e agradecimento, Sonielson 38 Província Marista do Rio Grande do Sul Minha História de Vida Beatriz Borges da Cruz “Olá, meu nome é Beatriz Borges da Cruz, tenho 11 anos e estou na 6ª série da Escola Marista Santa Marta. Moro na Vila 7 de dezembro, na Nova Santa Marta. Tenho dois irmãos que se chamam Andressa e Gabriel. Eu nasci em 2000. O meu irmão nasceu em 2006 e a minha irmã nasceu em 2009. Tudo começou quando a minha avó me pegou para criar. Ela se chama Loreci Maria Borges da Cruz. A minha avó estava querendo me adotar; mas ela ficou grávida do meu avô, Darci. Ela teve a minha Tia Marli, que nasceu em 2005. Assim, minha avó não pode me criar; muito menos me adotar, porque ela tinha uma filha que era um bebê. A minha mãe me pegou para criar quando eu já tinha 4 anos. Foi muito difícil para mim, dois anos depois ela me colo39 cou na Escola Marista Santa Marta, onde eu conheci a Professora Diva e meus colegas. Depois, quando eu tinha 10 anos, a minha mãe conheceu o meu padrasto e começaram os problemas. Ele me batia muito ... até que um dia eu fui contar para a Professora Diva. Eu comecei a conversar com uma psicóloga ... até que uma noite me levaram para o Lar de Miriam. Hoje, eu já estou em casa com a minha família. O meu padrasto morreu. Eu e minha família estamos nos dando bem e eu agradeço muito à Professora Diva, porque foi ela quem tanto me ajudou.” Minha História de Vida Leonardo Farias de Lima “Oi, meu nome é Leonardo Farias de Lima. Tenho 10 anos e estudo na Escola Marista Santa Marta. Estudo no 5º ano e vou contar um pouquinho da minha história. Aconteceu no ano passado; em uma bela noite, a mãe foi chamar o meu padrasto. Eu, o meu irmão e o meu primo (emprestado) ficamos em casa. Nós levamos o meu irmãozinho para a minha tia. Depois, o meu irmãozinho ficou bem. De repente, o pai do meu padrasto desceu a rua atirando em todo mundo. Ele foi lá em casa e bateu na porta, eu abri pra fora e ele falou: - Quer ver que está sem bala? Ele puxou o gatilho e atirou em mim. O amigo da minha mãe me levou na minha avó e um amigo tirou o casaco para tapar o ferimento da bala. O amigo do meu avô me levou no P. A. do Patronato e eu fui atendido, fui para o hospital, onde fiquei internado durante 16 dias. Depois de algum tempo, fui para casa e fiquei bom. O pai do meu padrasto foi preso, mas estava livre após 5 meses. Hoje, estou bem!” 40 Miradas Axel Fernando Hay miradas que sin dudas dicen más que mil palabras Y que al verlas todas juntas son como espejos del alma Hay miradas que cuando miran son hirientes y lastiman En cambio hay otras tan serenas que consuelan y acarician Hay miradas insistentes, misteriosas, recurrentes Y las hay indiferentes, como las de tanta gente Hay miradas que ocultan verdades que mucho dañan Y las hay que en la diaria lucha fortalecen y acompañan Y hay miradas que perdidas entre miles de miradas Andan solas por la vida en busca de otras miradas Y hay miradas que cautivan por lo bellas y profundas Como tu mirada azul que me atrapa día a día Hay miradas que por tristes enlutan a quien las viste Y hay esas miradas dulces que ennobleces a quien las luce Hay miradas que derriten hasta el corazón más duro E iluminan suavemente el pensamiento más oscuro 41 Reflexão pessoal Leia uma ou duas destas histórias a partir destes “olhares” e iluminados pela Palavra de Deus (Mt 19, 13-15 e Mc 10, 13-16): a) Contemple o mundo com o olhar destas crianças e jovens. Sentimentos, chamadas, desafios, sonhos... b)Que atitudes de conversão devo assumir a partir destes olhares? c)Como era meu olhar quando criança? O que se perdeu pelo caminho, que deve ser recuperado? Reflexão em Grupos de vida a) Ler pequenos trechos das histórias, em nome das crianças. b) Partilhar sentimentos e desejos de conversão. 42 Reflexión personal Lea una o dos historias a partir de estas “miradas” e iluminados por la Palabra de Dios (Mt 19, 13-15 e Mc 10, 13-16): a) Admire el mundo con la mirada de estos niños y jóvenes. Sentimientos, llamados, desafios, sueños... b) Qué acciones debo tomar a partir de estas miradas? c) Cómo era tu mirada en cuando niño? Qué se ha perdido por el camino, que deba recuperarse? Reflexiones en Grupos de Vida a) Leer pequeñas partes de las historias, en nombre de los niños. b) Compartir sentimientos y deseos de conversión. 43 Anotações 44 Anotações 45 Anotações 46 Anotações 47 48